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Continuamos en esta mañana con nuestra serie: Lo que Dios quiere para su iglesia. Hemos estado
estudiando el mensaje que Dios envió por medio de Juan a las siete iglesias del Asia, y cuyo mensaje se
encuentra registrado en Apocalipsis 2 y 3.
En el mensaje a la iglesia en Éfeso aprendimos que primero es lo primero, Dios desea una iglesia que ame
a Dios primero que a cualquier otra cosa o persona. En el mensaje a Esmirna aprendimos que Dios desea que
su pueblo tenga firmeza en medio del sufrimiento y esto tiene que ver con mantenerse fiel hasta la muerte. En
el mensaje a Pérgamo se nos enseñó que la iglesia debe hacer brillar su luz en medio de las tinieblas. Esto
significa mantenerse apegada a la sana doctrina de la Palabra de Dios.
En esta mañana revisaremos el mensaje a la iglesia en Tiatira. Podemos afirmar que esta porción nos
enseña que Dios desea una iglesia santa. Una iglesia que tenga una conducta limpia delante de Él. Una iglesia
cuyos miembros estén comprometidos a vivir alejados del pecado.
Tiatira era una ciudad de artesanos y mercaderes. La primera persona convertida en Macedonia fue Lidia
de Tiatira, una vendedora de púrpura (Hech. 16:14). El mayor problema para la iglesia fue planteado por los
muchos gremios comerciales de la ciudad. Esto no era común, ya que la administración romana lo desalentaba;
pero se cree que Tiatira era útil a los romanos como fuente de aprovisionamiento para su guarnición en la
cercana Pérgamo, de modo que podía tolerar la existencia de esos gremios. Sin embargo, los cristianos no
podían hacer lo mismo. Los gremios tenían un dios patrono y posiblemente una representación de Apolo
ocupaba ese lugar en Tiatira. Las fiestas de los gremios eran celebradas en un templo y eran consideradas
como momentos religiosos; la carne se ofrecía al dios y los participantes la compartían; por lo general, se
terminaba en una orgía. ¿Cómo podían participar los cristianos de tales reuniones?
Algunos de los creyentes de la iglesia habían caído en estas prácticas. Ahora Dios les exige regresar a un
estilo de vida santo. Hay varios asuntos que nos permiten motivarnos a buscar la santidad en nuestra conducta.
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 (:18)
Esta imagen del Señor nos ayuda a entender que todas las cosas están ante la vista de nuestro Señor y
nada le es oculto para él. A pesar que algunos en esta iglesia estaban practicando falsa doctrina e inmoralidad,
y al mismo tiempo lo llamaban profundidades de Satanás, Dios quiere que su pueblo entienda que Él está
atento a todo lo que ellos están haciendo, sea bueno o malo.
Aquí se identifica claramente como "uno semejante al hijo del hombre" de 1:13, el Hijo de Dios. Sus ojos
de fuego ven todo. Esto repite la descripción que se encuentra en 1:14-15. La iglesia en Tiatira estaba en una
ciudad que era el centro de la adoración de Apolo, conocido como el "hijo de Dios" porque se suponía que era
el hijo de Zeus. El mensaje, por lo tanto, es enviado por el verdadero "Hijo de Dios". Tiatira era un centro de
fabricación de la imagen de un ojo que lo veía todo, pequeñas imágenes de vidrio, que todavía se venden hoy a
los turistas (Hill). Pero el verdadero Dios es el que todo lo ve.
Nosotros también en el día de hoy debemos tener presente que nada se escapa a la vista de Dios y esto
debe ser una motivación en nuestra vida para buscar la santidad en nuestra conducta.
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 (:19)
Tiatira era una iglesia que estaba comprometida con el Señor. Sus obras eran evidentes a través del amor,
la fe, el servicio y la perseverancia. Estaban haciendo más de lo que hacían al principio; la suya no era una fe
muerta sino que era una fe creciente (cf. 1 Tes. 1:3). Y Dios estaba al tanto de esto, y no sólo esto sino que era
de su agrado.De igual manera, para nosotros Dios tiene el conocimiento de nuestras obras y en su corazón está
el deseo que su pueblo crezca en su compromiso hacia Él. Nosotros deberíamos crecer en este compromiso
para así agradar a Dios y ayudarnos en nuestra vida de santidad.
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& (:20-21)
Sin embargo, en medio de su crecimiento, los creyentes toleraban la influencia de una profetisa falsa.
Algunos creen que el amor exige ser tolerantes aun con personas que corrompen la vida moral y espiritual de
una congregación. Pero Cristo enseñó que no es así. La iglesia debe ser intolerante tanto con la falsa doctrina
como también con la inmoralidad.
No se sabe el nombre de esa mujer, sólo que promovía costumbres inmorales e idólatras como hizo
también la reina Jezabel en la antigüedad (1 Reyes 16:29ʹ34; 2 Reyes 9:30ʹ37). Ella decía que recibía sus
enseñanzas de Dios a través del don de la profecía. La inmoralidad y comer las cosas sacrificadas a los ídolos
eran grandes tentaciones para la sociedad en que vivían. Por lo tanto, algunos buscaban la forma de justificar
su desobediencia. Como los gnósticos, algunos dirían que el espíritu puede mantenerse puro aunque el cuerpo
obedezca a los deseos carnales.
Posiblemente, esa profetisa enseñaba que el creyente necesitaba conocer ͞las profundidades de Satanás͟
para poder apreciar y disfrutar de la grandeza de la gracia divina (v. 24). Sus seguidores se jactaban de poseer
una madurez superior a los demás. Sin embargo, Pablo había escrito: · 
  



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1 Tesalonicenses 4:3, PDT.
De la misma manera, Dios desea que su pueblo se mantenga santo y no coquetee con el pecado, ni mucho
menos se auto engañe pensando que hay ciertas cosas que sí puede hacer sin caer en pecado. Especialmente
Dios desea que su pueblo se aparte del pecado sexual que tanto abunda en nuestra sociedad. Todos en la
iglesia debemos ayudarnos, siendo intolerantes si conocemos que algunos de los creyentes están en este
pecado. Es una verdadera muestra de amor señalar el pecado y llamar al arrepentimiento.
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 (:22-23)
Dios le había hecho saber que su conducta merecía castigo, pero no se había arrepentido. Cristo le
reprocha más por su falta de arrepentimiento que por su conducta. Para ella, sólo quedaba la disciplina de
Dios, como sucedió con la Jezabel de antaño. Ella pecaba en la cama, por lo tanto, sufriría en cama de
enfermedad. Asimismo, los que pecaron con ella pasarían tribulación si no se arrepentían. Además, los hijos de
su inmoralidad morirán. No hay razón para entender estos castigos en forma simbólica. Cristo dijo que así,
todas las congregaciones, hasta el día de hoy, sabrán que aun los pecados ocultos no pasan desapercibidos
para la Cabeza de la iglesia, y que él castiga a los que corrompen a su iglesia.
 ¿Piensas que Dios va actuar de manera diferente en el día de hoy? Por supuesto que no. El quiere una
iglesia santa y por eso a los que persisten en pecar y no se arrepienten recibirán un justo castigo. Con eso el
resto de su pueblo también será aleccionado.
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  (:24-25)
El Señor da una instrucción para los que no habían sido engañados, los que habían resistido las
tentaciones de Jezabel: ͞No os impondré otra carga, pero lo que tenéis, retenedlo hasta que yo venga͟ (vv. 24ʹ
25). En Hechos 15:28ʹ29 la carga que no pusieron fue el legalismo y ascetismo de los judaizantes. El Nuevo
Testamento manda la pureza, pero no exige el extremo de negar el cuerpo y guardar leyes ascéticas y
legalistas. Disfrutar de la vida dentro del marco de las normas bíblicas y gozar del sexo dentro del matrimonio
es correcto. En ese momento, los creyentes de Tiatira estaban haciendo lo suficiente. Dios no les pidió medidas
más extremas. Estaban resistiendo la enseñanza de la profetisa; volvían la espalda a las tentaciones y presiones
de la sociedad; estaban creciendo en su servicio, amor, fe y paciencia y debían mantener esa vida hasta la
venida de Cristo.
Si los creyentes de Tiatira pudieron mantener una conducta limpia, los creyentes de hoy en día también lo
podemos hacer porque tenemos al mismo Dios que nos fortalece. Sólo debemos tenerlo como algo no
negociable en nuestra vida.
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Jesús promete dos bendiciones para los vencedores. Primero, reinarán con Jesucristo (1:6; 3:21; 20:6;
Mateo 25:21, 23; Lucas 19:17; 1 Corintios 6:2). Los que han sido transformados y aprenden a dominar sus
pasiones en esta vida, reinarán sobre esferas más grandes en el futuro y recibirán ͞la estrella de la mañana͟. En
el último capítulo del libro, Cristo se designa a sí mismo como ͞la estrella resplandeciente de la mañana͟
(comp. Números 24:17; Lucas 1:78ʹ79). Pedro dice que la venida de Cristo será como un ͞lucero de la mañana͟
(2 Pedro 1:19). Los vencedores tendrán siempre a Cristo. Participarán no sólo de su reino, sino también de su
gloria.
¿Eres tu vencedor o perdedor? ¿Qué es lo que nos hace vencedor? Vamos a caminar en santidad para que
seamos vencedores. Recordemos que vivir de esta manera vale la pena porque tiene recompensa de parte de
Dios. Vivir en santidad en este mundo es todo un reto, pero no es un imposible. Sabemos que el pecado, sobre
todo la inmoralidad abunda y nos rodea. Pero, gracias a Dios, que tenemos el Espíritu Santo y la Palabra para
darnos fuerza. Tenemos que estar absolutamente convencidos que la santidad es el mejor camino. Y tomar en
serio lo que dice Dios. Ante la inmoralidad, la opción es huir de ella. Tenemos que ser radicales con esto y no
tolerarla en nuestra vida e iglesia.
Recordemos las palabras del apóstol Pedro: ·



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 1 Pedro 1:15. Hagamos esto un asunto importante en nuestro diario vivir. Tomemos una de
las últimas palabras de Juan en el apocalipsis como un lema para nosotros este año: ·
 



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# Apocalipsis 22:11.
Entonces, los mensajes a las primeras cuatro iglesias nos enseñan que Cristo espera que su pueblo tenga
amor por él, que persevere fiel en medio de la aflicción, que mantenga la verdad en su doctrina y la santidad en
su conducta.