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Hubo una época en la que las aves no son como las vemos ahora. Entre ellas
había constantes riñas porque todas creían que tenían mayor importancia que
las otras, algunas por lo bello de su canto, otras por sus llamativos plumajes.
Comenzaron las aves a discutir con las otras sobre el concurso, y empezaron
cada una a exaltar sus virtudes, pretendiendo ser merecedoras de tal
distinción.
Seguramente será elegida el ave con el canto más dulce - dijo Xkokolch, el
ruiseñor, desde la rama de un grueso árbol- así podrá lograr el consenso de
todas y su voz será una caricia para las que se encuentren apesadumbradas.
Dzul-Cutz, el Pavo Real, escuchaba a las otras aves que trataban de exaltar
sus características. Pero él, como en ese entonces no tenía un plumaje muy
bello, se inhibía por su escaso atractivo, y se llenaba de envidia. En un
momento, le vino a la mente su Puhuy, el mensajero de los caminos, quien por
estar ausente no se había enterado de que las aves discutían quién debía
ganar el concurso.
-Yo sé que no soy capaz de concursar con este plumaje para este concurso, y
en tu caso, tú tienes un plumaje hermoso, pero eres demasiado pequeño para
ser el Rey de las Aves, y tal vez te pueda faltar la elegancia y gracia que yo
poseo. He venido a proponerte algo: Si tú me prestas tu plumaje yo podría
ganar el concurso y entonces compartiría mis riquezas y honores de mi reino.
Desde entonces, cada vez que el majestuoso Pavo Real abre el pico, no sale
más un bello canto de su garganta, sino un sonido desagradable que causa
risa en las otras aves, en castigo a su mala acción.
Mito El Cristo de Chalma
Existe otra leyenda que habla de un arriero que buscando su mula entró a la
cueva y encontró a un prodigioso Cristo. Lo que tenemos por cierto es como en
otros muchos sitios, estos celosos misioneros sustituyeron al ídolo por la
imagen de pasta de caña de maíz llamada "Tatzingueni". Esta técnica es la que
desarrolló Vasco de Quiroga y gracias a la maleabilidad, ligereza y duración de
ésta, han llegando hasta nosotros buen número de piezas.
Fue tan atinado su culto que para fines del siglo XVI los frailes Bartolomé de
Jesús María y Juan de San José decidieron fundar un convento de visita para
atender a los peregrinos. Para 1683 fray Diego Velásquez de la Cadena
construyó el edificio que en 1721 reconstruye fray Juan de Magallanes y
finalmente, en 1830, el cronista del santuario Joaquín de Sardo entrega la obra
fundamental que ahora conocemos. Carlos III le otorga el 6 de septiembre de
1783 el título de Real Convento y Santuario de Nuestro Señor Jesucristo y San
Miguel de las Cuevas de Chalma.
Creencias prehispánicas
En la cultura tolteca (en 1347), el popocatepetl tuvo por nombre xalliquehuac
(arenales que levantan o vuelan). Los mexicas fueron los que le cambiaron el
nombre.
Los lugareños dicen: sabemos de que humor amanece don goyito, si esta triste
o enojado eso lo sabemos según las fumarolas.
Los miembros de la región espiritualista del popo dice: los guías, sus videntes,
han dicho que nada va a pasar porque
Los Ángeles están protegiendo al popocatepetl contra el diablo que lo quiere
hacer estallar para que la gente sufra pero como nadie puede contra Jesús el
volcán no hará erupción.
Por otra parte, los habitantes de paso de Cortéz, relatan la aparición constante
de ovnis que entran y salen del popocatepetl. Luces y relámpagos que
aparecen sobre el cráter, antorchas de luces en la cima, como si fueran árboles
de navidad que se prenden y poco a poco se apagan.
El Callejón de La Condesa
Por fortuna, como asienta un grave autor, la sangre no llegó al arroyo ni mucho
menos, ni si quiera hirvió en las venas de los dos Quijotes; pero a falta de
cuchilladas salió paciencia a los hidalgos quienes estuvieron en sus coches
tres días de claro en claro y tres noches de turbio en turbio. De no intervenir la
autoridad, de seguro se momifican los hidalgos; el Virrey previno, pues, que los
dos coches retrocedieran hasta salir, uno hacia la calle de San Andrés, y otro
hasta la Plazuela de Guardiola.
Mito de Los Primeros Dioses
Los mas antiguos mexicanos creían en un dios llamado Tonacatecuhtli, quien
tuvo cuatro hijos con su mujer Tonacacihuatl. El mayor nació todo colorado y lo
llamaron Tlantlauhqui. El segundo nació negro y lo llamaron Tezcatlipoca. El
tercero fue Quetzalcóatl.
El mas pequeño nació sin carne, con los puros huesos, y así permaneció
durante seis siglos. Como era zurdo lo llamaron Huitzilopochtli.
En el año 1648, según cuenta el mito, se le apareció Dios Niño a un pastor que
estaba en ese momento con su ganado en un pequeño monte, en el paraje
muleño de El Balate. Este pastor se llamaba Pedro Botía.
Esto significa que el niño no tiene ninguna enfermedad orgánica, sino que sus
problemas (llanto, pérdida de apetito, vómitos, decaimiento, etc.), se deben
exclusivamente a que alguna persona ha ejercido sobre este pequeño
personaje su influencia mágica y maligna, de tal modo que el bebé o chico
mayor comienza a alterarse y presentar una sintomatología rara, que en
algunas ocasiones y según creencia, puede llegar hasta ocasionarle la muerte.
Hay remedio para acabar con la influencia de este maléfico poder, y por ello se
ponen manos a la obra, aquellas mujeres que saben “cortar el mal de ojo”,
porque tienen “gracia” (han nacido en Viernes Santo) o porque lo han
aprendido de los mayores, los cuáles le transmiten los textos que hay que rezar
y los mecanismos a hacer para dejar al niño libre de esos influjos.
Sí, así es en efecto pero las cosas raras siempre serán motivo de singular
atracción.
La gran mayoría de turistas, los que por primera vez vienen a Guanajuato, han
recibido de los anteriores, de manera especial, dos recomendaciones: el
Callejón del Beso y que vean las Momias.
Así sucedía que en algunos casos se les sepultaba cuando en realidad todavía
no expiraban, de modo que al volver de aquel estado cataléptico, ya en la
tumba, morían finalmente por desesperación, por angustia o por asfixia. De ahí
esa mueca de dolor que hay en algunas momias.
Esto fue cuando la peste del cólera morbus que registró en nuestra población
allá por 1833. Aun no existía el panteón actual (1861), que es donde se verificó
la momificación.
Desde hace muchos años las momias se exhiben al publico en una cripta que
se halla justamente debajo del lugar donde se registra este hecho curioso. En
una galería que hay al fondo se ofrece el macabro espectáculo, formando las
momias una doble fila como 15 metros de fondo y acertadamente detrás de
una vidriera.
Por todo lo anteriormente expuesto en forma tan llana, el publico debe
desechar, por inciertas, todas esas leyendas baratas que cuenta la gente.
Los Mitos de La llegada de la muerte
La muerte como castigo (a menudo a causa de la falta cometida por una mujer,
como en la historia bíblica de Adán y Eva) es un tema muy común. Los indios
algonquinos de Norteamérica decían que la gran Liebre dio la inmortalidad al
hombre en un paquete que le prohibió abrir. Pero su curiosa esposa lo abrió y
dejó escapar la inmortalidad.
Tal vez este triste aspecto del Cristo cargando la Cruz fue lo que motivó a una
monja que llegó como novicia bajo el nombre de Severa de Gracida y Álvarez y
que más tarde adoptara al profesar, el de Sor Severa de Santo Domingo. Pues
bien esta monja, cada vez que iba a misa al templo de Santa Catalina, se
detenía para murmurar un par de oraciones al Señor cargado con tan pesada
cruz al grado de que cada día lo advertía más agobiado, más triste, más
sangrante.
Pasaban los años y a medida que la monja Sor Severa de Santo Domingo solía
pasar más tiempo ante el Cristo, mayor era su devoción, mayor su pena y más
grande la fe que profesaba al hijo de Dios.
Así pasaron los años, treinta y dos para ser más exactos, la monja se hizo
vieja, enferma, cansada, pero no por eso declinó en su adoración por el Señor
de la Cruz a cuestas, sino que aumentó a tal grado de que lo llamaba desde su
celda en donde había caído enferma de enfermedad y de vejez.
Una noche ululaba el viento, se metía por las rendijas, por el portillo sin vidrio ni
madera, calaba hasta los huesos viejos y cansados de la monja. El aire
azotaba la lluvia y la noche se hacía insoportable.
-!Jesús.. Cristo mío! -gritó la monja con voz casi inaudible, pero llena de dolor,
tratando de abandonar su lecho de enferma-, dejádme que cubra vuestro
enjuto y aterido cuerpo… venid a mi señor, y mostráos ante esta pecadora que
sólo ha sabido amarte y adorarte en religiosa reverencia.
Arreció el vendaval…
Y lo insólito de esta historia ocurrió entonces. Llamaron quedamente a la puerta
de la celda de la enferma monja y ésta con muchos trabajos se levantó y abrió,
para encontrarse ante la figura triste de un mendigo, casi desnudo, que parecía
implorar pan y abrigo.
Al día siguiente hallaron su cuerpo yerto, pero oloroso a santidad, a rosas, con
una beatífica sonrisa en su rostro marchitado por los años y la enfermedad.
La mujer sin hacer caso apresuró el paso, lo que a su vez hizo el caballero.
Caminaron un rato así y al llegar al Puerto de los Aguadores se decidió y
alcanzándola estiró la mano para agarrarla de un brazo. En el momento que la
dama volteó para mostrarse con la luz de la luna que estaba en lo alto del cielo,
se pudo apreciar una flamante calavera.
El caballero quedó parado y la dama siguió rumbo al panteón sin duda alguna.
Aminorados los efectos del gran susto el fallido conquistador se regresó a su
casa que estaba a escasos cincuenta metros. Tocó y pidió que no prendieran
luz, que cerraran y ya les platicaría por qué razones. Entró, se acostó y ya en la
cama contó todo lo sucedido, a lo cual su cariñosa esposa calificó la acción y le
dijo: “Eso es lo que merece un buen enamorado”.
El Mito de Azteca de La Creación
Por los caracteres y escrituras y por relaciones de los viejos y de los que en
tiempo de su infidelidad eran sacerdotes y papas, por lo que dijeron los señores
principales a quienes se criaba en los templos y enseñaba la ley para que la
difundiesen; juntos ante mí, con sus libros y figuras antiguas, muchas de ellas,
untadas con sangre humana, relataron el inicio. Parece que tenían a
Tonacatecuhtli, quien tuvo por mujer a Tonacacihuatl (conocida también como
Xochiquetzal). Ellos fueron señor y señora de nuestra carne y se criaron en el
decimotercer cielo, de cuyo principio no se supo jamás. Engendraron a cuatro
hijos. El mayor, Tezcatlipoca rojo, nombrado así porque nació colorado. Los
Uexotzinco y Tlaxcala, lo tenían por su dios principal y le llamaron Camaxtli. Al
segundo hijo lo nombraron Tezcatlipoca negro, el peor de los tres porque fue el
que más mandó y pudo porque nació negro en medio de todos los seres y
cosas. Al tercero llamaron Quetzalcoatl, conocido también como “Noche y
viento”., mientras que al último y más pequeño lo llamaron “Señor del Hueso” o
“La culebra con dos Cabezas”, a quien los mexicanos tuvieron como su dios
principal y denominaron Huitzilopochtli. De los cuatros hijos de la primera
pareja (Tonacatecuhtli y Tonacacíhuatl), Tezcatlipoca negro era omnipresente,
conocía todos los pensamientos y los corazones; así es que lo llamaron
Moyocoya, cuyo significado es el de todopoderoso. Su hermano menor,
Huitzilopochtli (dios del pueblo mexicano) nació sin carne, con los huesos
desnudos. Así se mantuvo durante los seiscientos años de quietud entre los
dioses, etapa en la que nada hicieron.
Terminada su tarea con los primeros hombres, los dioses hicieron los
trescientos sesenta días del año que dividieron en dieciocho meses de veinte
días cada uno. Luego crearon a los dioses que habitaron el infierno: al “Señor
del Inframundo” y a su señora, la “Señora del Inframundo”.Les llegó la hora de
crear los cielos y comenzaron por el más alto, desde el decimotercero para
abajo para continuar con la creación del agua en la que criaron a un pez
grande que llamaron Cipactli, parecido al caimán. Se juntaron los cuatro
hermanos (hijos de la primera pareja) y crearon a Tláloc y a Chalchiutlicue,
quienes fueron dioses del agua, a los que se les pedía cuando tenían de ella
necesidad. Como estaban los cuatro juntos, hicieron del pez Cipactli la tierra, a
la cual llamaron Tlaltecuhtli, portándola como deidad, sostenida por el pescado
que la había engendrado. Otros dijeron que la tierra fue creada por los dioses
Quetzalcoalt y Tezcatlipoca, quienes bajaron a tierra a la diosa del cielo. Ella
tenía las articulaciones completamente cubiertas de ojos y bocas con las que
mordía como una bestia salvaje. Antes de que la bajaran había agua (que
nadie sabe quién creó) sobre la cual la diosa caminaba. Cuando vieron esto,
los dioses se dijeron: “Es necesario hacer la tierra”, y diciendo esto se
convirtieron los dos en grandes serpientes. Transformados, una de las
serpientes agarró a la diosa de la mano derecha y el pie izquierdo y la otra de
la mano izquierda y el pie derecho, jalaron tanto que la partieron por la mitad.
Con la parte de atrás de los hombros hicieron la tierra, y la otra mitad la
llevaron al cielo.
Hades le respondió.-Puedes llevarte a Cerbero a plena luz del día. Pero con
una sola condición. No debes usar armas contra él.
Hércules, se cubrió con la piel del león de Nemea que hacía las veces de
escudo protector, luego tomó al can por el cuello de donde confluían las tres
cabezas y aunque el perro logró morderlo con sus afilados colmillos, Hércules
lo apretó con tal fuerza que casi lo asfixia.
Al sentir Aido-Hwedo una gran presión sobre sí, tiene que cambiar de postura
para descansar, y lo que sucede en esos casos es que se desatan terremotos.
Aido-Hwedo se alimenta de barras de hierro que forjan unos monos rojos que
viven bajo el mar. Cuando el hierro se agota, del hambre se come su propia
cola. Luego, la tierra, con toda su carga se desequilibra y cae al mar.
Una segunda Aido -Hwedo, la serpiente del arco iris, vive en el cielo y envía a
la tierra los rayos de los dioses.
Mito de la época prehispánica
Zeus era a la vez padre y tío de Perséfone. Sin saberlo Deméter, prometió a su
hermano Hades (dios del mundo subterráneo) que le daría como esposa a
Perséfone. Mientras la muchacha estaba recogiendo flores en los campos de
Nisa, la tierra se abrió de repente y Hades se la llevó consigo. Cuando Deméter
supo lo ocurrido, airada contra Zeus, abandonó el Olimpo y, al ser ella la diosa
de la fertilidad, la tierra quedó estéril y dejó de producir. El hambre habría
aniquilado a todo ser viviente si Zeus no hubiese enviado a Hermes
Dentro del huevo, Pan Gu (o también Pan Ku), formado a partir de estas
fuerzas, estuvo durmiendo durante 18.000 años. Al despertar, se estiró y lo
rompió.
Los elementos más pesados del interior del huevo se fueron hacia abajo para
formar la tierra y los más ligeros flotaron para formar el cielo.
Todos cada día, durante otros 18.000 años, la tierra y el cielo se separaban un
poco más. Pan Gu crecía la misma proporción por lo que siempre se llenaba el
espacio intermedio.
Psyque se sentía sola porque su marido sólo la visitaba por las noches, y
además le había dicho que nunca le debería de mirar o su futuro hijo no sería
inmortal. Para combatir u soledad, venían sus hermanas, las cuales, celosas de
su casa, la convencieron de que el marido al que no podía mirar, debía ser un
monstruo.
Muy asustada, Pysque tomó una lámpara y miró a su esposo mientras éste
dormía. Entonces, Cupido despertó y se marchó. Psyque, llena de
remordimientos, lo buscó por todas partes, llegando finalmente al palacio de
Venus, donde le impusieron trabajos imposibles de realizar. Durante el último,
cayó en un sueño mortal, pero Cupido logró revivirla... y la llevó al Olimpo,
donde Júpiter, la hizo inmortal.
Mito de Heracles y los Pájaros de
Estinfalo
Euristeo le ordeno luego a Heracles que exterminara los pájaros del pantano de
Estinfalo.
Estos Pájaros tenían el pico y las patas de bronces y sus plumas exteriores
eran como dardos de acero. Destrozaban todas las cosechas y comían carne
de humanos y rebaños. Eran el terror de la región.
Allí Heracles que era un magnífico arquero, disparo sus flechas y los exterminó
a todos.
Mito de El tiempo de los sueños
Los antepasados del Tiempo de los Sueños se consideran seres que estaban
dormidos en ese mundo primigenio; luego, al despertar, formarían a los seres
humanos y a la tierra en la que podrían vivir.
Mito de la princesa de la Bufa
Dícese que en el pintoresco y bello picacho del cerro de la Bufa alienta una
princesa encantada de rara hermosura, que en la mañana de cada uno de los
jueves festivos del año, sale al encuentro del caminante varón, pidiéndole que
la conduzca en brazos hasta el altar mayor de la que hoy es la Basílica de
Guanajuato, y que al llegar a ese sitio volverá a renacer la ciudad encantada,
toda de plata, que fue esta capital hace muchos años, y que ella, la joven del
hechizo, recobrará su condición humana.
Pero para romper este encantamiento hay condiciones precisas, tales como
que el viajero, fascinado por la belleza de la joven que le llama, tenga la fuerza
de voluntad suficiente para soportar varias pruebas: que al llevarla en sus
brazos camine hacia adelante sin turbación y sin volver el rostro, no obstante
escuche voces que le llamen y otros ruidos extraños que se produzcan a su
espalda.
Por lo visto las condiciones son precarias, pues Guanajuato, el Estado que hoy
conocemos, tiene más de cuatro siglos de vida y no ha habido quien cumpla los
requisitos para deshacer el hechizo.
Mito del Domingo Siete
Érase una vez dos compadres, uno rico llamado Cosme y otro pobre llamado
Beto; el pobre era tan pobre que a veces tenía que recurrir a la ayuda de su
compadre; pero éste era bastante avaro y siempre le ponía miles de "peros"
para no aflojarle ni un centavo.
Un día el pobre salió en busca de trabajo pues las necesidades eran muchas y
los dinerillos pocos... pero esta vez salió con un rumbo distinto al de siempre.
- lunes y martes,
y miércoles tres,
jueves y viernes,
y sábado seis...
La reunión se iba animando cada vez más y se largaron a bailar, siempre con
los mismos versos.
El pobre Beto se divertía de lo lindo pero con el pasar de las horas y siempre la
misma canción se comenzó a aburrir entonces cuando los cantores llegaron a
"sábado seis", el gritó:
Los hombres pararon de cantar; miraron al lugar desde donde salió la voz y
dijeron: - Baje, amigo, ¿que hace allí?...
Al llegar a su casa pasao de contento, Beto le dijo a su mujer que fuera a los de
Cosme a pedirle prestado una balanza para medir las onzas regaladas.
Cosme, intrigado por el pedido, untó un plato de la balanza con grasa con la
intención de que un poco de lo que fuera pesado quedara en el plato. Al
regresar el aparato, notó que en la grasa había polvo de oro y fue
inmediatamente a lo de Beto y le preguntó:
Mientras Beto le contaba, Cosme planeaba hacer lo mismo para ampliar sus
arcas; y así lo hizo... fue al mismo rancho, se trepó en la misma viga y llegaron
los gauchos cantores que prendieron fuego y descorcharon los vinitos y
entonaron:
- Lunes y martes,
y miércoles tres,
jueves y viernes,
y sábado seis,
a las cuatro semanas
se ajusta el mes...