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Aristóteles se ha significado como uno de los filósofos más importantes de todos los tiempos y ha sido uno de los pilares

del pensamiento
occidental. Sus obras, escritas hace más de dos mil trescientos años, siguen ejerciendo una influencia notable sobre innumerables
pensadores contemporáneos y continúan siendo objeto de estudio por parte de múltiples especialistas. La filosofía de Aristóteles constituye,
junto a la de su maestro Platón, el legado más importante del pensamiento de la Grecia antigua.

Pese a ser discípulo de Platón, Aristóteles se distanció de las posiciones idealistas, para elaborar un pensamiento de carácter naturalista y
realista. Frente a la separación radical entre el mundo sensible y el mundo inteligible planteada por las doctrinas platónicas, defendió la
posibilidad de aprehender la realidad a partir de la experiencia. Así pues, en contra de las tesis de su maestro, consideró que las ideas o
conceptos universales no deben separarse de las cosas, sino que estaban inmersos ellas, como forma específica a la materia. Por estos
motivos, otorgó gran importancia a los estudios científicos y a la observación de la naturaleza. Sin embargo, las preocupaciones de
Aristóteles no se dirigieron únicamente al estudio especulativo de las cosas y sus causas, sino que también se centraron en cuestiones de
lógica formal, moral, política y estética. De acuerdo con las fuentes antiguas, el filósofo griego escribió 170 obras, aunque sólo 30 se han
conservado hasta nuestros días.

La metafísica

La preocupación metafísica de Aristóteles es a la vez crítica, con respecto a la de su maestro Platón, y constructiva, puesto que se propone
una nueva sistematización. Lo que pretende con la metafísica es llegar a saber "de los principios y de las causas primeras". Aborda los
temas de la metafísica en lo que él llama "filosofía primera", ciencia que considera el ser en cuanto ser. Por ocuparse de las primeras y
verdaderas causas, puede ser considerada igualmente ciencia de lo divino, ciencia teológica (Theoldgiké épistéme).

La vida de Aristóteles contada en una miniatura medieval

Aristóteles rechaza la teoría platónica de las Ideas separadas de los entes de este mundo. Lo verdaderamente existente no son los
"reflejos" de las Ideas, sino los entes individuales, captados por la inteligencia y en los que reside el aspecto universal. En todo ser se da la
sustancia (ousìa, esencia de cada ente individual subsistente en sí mismo) y el accidente (cualidad que no existe en sí misma sino en la
sustancia). Las sustancias sensibles se hallan constituidas por dos principios: materia, que dice de qué está hecha una cosa, y forma,
disposición o estructura de la misma.

Para explicar el cambio se vale de las nociones de acto y potencia, determinaciones primeras del ser. Ahora bien, con estas dos nociones
sabemos cómo suceden los cambios o movimientos, pero no sabemos por qué. Esto lo conocemos mediante las razones o causas del
cambio, que Aristóteles concretiza en cuatro: causa material, causa formal, causa eficiente y causa final (o teleológica). Esta última es de
gran importancia para el Estagirita, ya que está convencido de que todo existe para cumplir un fin, pues todo, por su propia inmanencia,
busca su intrínseca perfección.

La ciencia metafísica de Aristóteles culmina en la teología, la cual se ocupa del ser que existe per se, o sea, el ente en su sentido más
pleno, la forma pura sin materia. Para probar la existencia de ese ser, apela a varios argumentos: "Entre las cosas que existen una es
mejor que la otra; de allí que exista una cosa óptima, que debe ser la divina". Su argumento más conocido es el denominado de
predicamento cosmológico: las cosas de este mundo son perecederas, y por lo tanto sufren cambio; este cambio acaece en el tiempo.
Cambio y tiempo son, pues, imperecederos; mas para que se produzca el cambio o movimiento eterno ha de existir una sustancia eterna
capaz de producir ese movimiento. Pero no podemos retrotraernos al infinito para buscar las causas de las causas, por lo que debemos
llegar a un Primer Motor inmóvil. Este motor es Dios, concebido por Aristóteles como fuerza inmaterial inalterable. Ese Ser, sin embargo, no
aparece en Aristóteles como creador del mundo, porque éste es eterno.

Alma y conocimiento

Todos los seres vivos se presentan a Aristóteles como poseedores de alma (psyché), con lo cual se distinguen de los seres inanimados o
inorgánicos. Distingue tres clases de alma: vegetativa (propia de las plantas, pero presente también en los animales y en el hombre),
sensitiva (propia de los animales y del hombre), racional (exclusiva del hombre). Ésta tiene tres características: es causa del movimiento
del cuerpo, conoce y es incorpórea.
Con respecto al conocimiento, Aristóteles no admite las doctrinas de Platón, ni tampoco el innatismo. La mente al nacer es "tamquam
tabula rasa", en la que nada hay escrito. El conocimiento comienza en los sentidos, como nos demuestra la experiencia. Las captaciones de
los sentidos son aprehendidas por el intelecto, generándose así el concepto. De esta forma llegamos al conocimiento suprasensible.

Ética

La ética de Aristóteles tiene un fin que se resume en la búsqueda de la felicidad. Para algunos, la felicidad consiste en los placeres; para
otros, en las riquezas; pero el hombre sabio la busca en el ejercicio de la actividad que le es propia al hombre, es decir, en la vida
intelectiva. Ello no excluye el goce moderado de los placeres sensibles y de los demás bienes, con tal de que no impida la contemplación de
la verdad. Sobre esta base desarrolla Aristóteles el concepto de virtud. La virtud consiste en el justo medio. Lo que quiere dar a entender
es que el actuar del hombre debe estar regido por la prudencia o regla recta. Hay dos modalidades de virtud: las dianoéticas (que se
refieren al ejercicio de la inteligencia) y las éticas (que se refieren a la sensibilidad y los afectos). Todas las virtudes son hábitos que se
adquieren por medio de la repetición. La virtud por excelencia es la justicia, la cual consiste en el acatamiento de las leyes y en el respeto a
los demás ciudadanos.

Política

Para Aristóteles el hombre es un "animal político" por naturaleza. Sólo los animales y los dioses pueden vivir aislados. La fuerza natural
hacia la reproducción y la conservación inclina a los hombres a vivir unidos, primero en la familia, luego en la aldea (unión de varias
familias) y finalmente en la ciudad-estado (ni muy pocos, ni demasiados habitantes). El buen funcionamiento de una ciudad-estado no se
asegura solamente por aunar voluntades hacia un mismo fin; se requiere también de leyes sensatas y apropiadas que respeten las
diferencias y eduquen a los ciudadanos para la responsabilidad civil dentro de la libertad (Aristóteles, en su mentalidad clasista griega, no
concibe el derecho de ciudadanía ni para las mujeres ni para los esclavos).

Aristóteles estudiando la naturaleza

Existen tres formas de legítimo gobierno: monarquía (gobierno de uno), aristocracia (gobierno de los mejores) y república (gobierno de
muchos). A esas formas rectas de gobierno se oponen la tiranía, la oligarquía y la democracia (Aristóteles entiende por "democracia" el
gobierno de los pobres). No se puede decir cuál de las tres es mejor, pues la teoría concreta para un pueblo hay que deducirla de una
indagación objetiva de las varias formas históricas de gobierno, y definir según las circunstancias cuál es más conveniente para un
determinado estado (Aristóteles recogió y estudió las constituciones de 158 estados). En principio, toda forma de gobierno es buena si
quien gobierna busca el bien de los gobernados.

Su influencia

Durante mucho tiempo, el pensamiento aristotélico se vio eclipsado por el prestigio de las doctrinas de Platón. En época de la Roma
cristianizada, el naturalismo y el realismo de Aristóteles eran despreciados y se privilegiaban las lecturas neoplatónicas de Plotino y Beocio.
Debido al espiritualismo que caracterizó al pensamiento medieval, las doctrinas de Platón gozaron de preeminencia hasta el siglo XII.

Los filósofos árabes -y, particularmente, Avicena y Averroes- contribuyeron a que el pensamiento aristotélico fuese de nuevo objeto de
atención en Occidente. El creciente interés por la naturaleza mostrado por el pensamiento cristiano en la Baja Edad Media hizo posible que
la obra de Aristóteles fuese estudiada. Roger Bacon y Alberto Magno reivindicaron el pensamiento de este filósofo, y santo Tomás de
Aquino lo transformó en la base de la teología cristiana.

Los estudios de la escuela de Florencia, Francis Bacon y Galileo quebrantaron la autoridad aristotélica. Sin embargo, los escritos del filósofo
griego continuaron ejerciendo influencia sobre diversas corrientes de pensamiento modernas, como el idealismo, el neoescolasticismo, el
conductismo y el dinamismo de Bergson, entre otras.

La filosofía de Aristóteles
(- 384 a - 322)

1.1. Lógica : los conceptos

La lógica aristotélica

1.

Aristóteles ha pasado a la historia, entre otros cosas, como el primer sistematizador de la lógica. De
hecho, sus propuestas en este campo, junto a las aportaciones de los estoicos, han constituido
prácticamente toda la lógica hasta el siglo XIX. El mismo Kant, quien toma la clasificación aristotélica
de los juicios como base para realizar las deducción trascendental de las categorías del
entendimiento, aspecto fundamental de su obra, se extraña del mínimo avance de la lógica, desde
Aristóteles, contrastándolo con el arrollador avance de la ciencia a partir del Renacimiento, dado que
ambas parecen ofrecernos una forma de conocimiento seguro.

2.

Las obras de lógica de Aristóteles (Categorías, Sobre la interpretación, Primeros analíticos,


Analíticos posteriores y Tópicos) fueron agrupadas en un conjunto llamado Organon, que los
filósofos interpretaron tradicionalmente como una propedéutica, una preparación para la filosofía.
Con ello pretendían recalcar que el conocimiento de las leyes del razonamiento era fundamental, un
paso previo, para cualquier ulterior estudio, y que debía estar en posesión de tal conocimiento
quienes quisiesen adentrarse en el terreno de la filosofía. A diferencia de la moderna lógica formal,
la lógica aristotélica parte del supuesto de que las formas de pensamiento reproducen lo que ocurre
en la realidad, o sea, que las cosas extramentales existen tal como son pensadas por la mente, por
lo que las categorías de la mente son categorías objetivas, categorías de la realidad. De ese modo
las categorías del pensamiento adquieren un sentido ontológico y ese carácter propedéutico que ha
señalado la tradición filosófica.

3.

La lógica aristotélica se ocupa del estudio de los conceptos, dedicando especial atención a los
predicables, y de las categorías (o predicamentos), que se completa con el análisis de los juicios y
de las formas de razonamiento, prestando especial atención a los razonamientos deductivos
categóricos o silogismos, como formas de demostración especialmente adecuadas al conocimiento
científico.

Los conceptos

1.

El concepto es entendido como la representación intelectual de un objeto, diferenciándose, pues, de


lo sentido, lo percibido, lo imaginado o lo recordado. Las propiedades de los conceptos son la
comprensión y la extensión: la primera denota las características esenciales que contiene un
concepto, y la segunda el número, la cantidad de sujetos a los que puede aplicarse, de los que se
puede predicar. Cuanto mayor sea el número de características que contiene un concepto, menor
será el número de sujetos a los que pueda aplicarse, y viceversa. En función de estas
características se pueden construir los conocidos árboles lógicos, como hizo Porfirio (siglo III d.c.),
en los que se clasifican los conceptos estableciendo entre ellos una relación de jerarquía y
subordinación, de mayor a menor extensión.

Jerarquía y subordinación de los conceptos según el árbol lógico de Porfirio

2.

Por supuesto, hay muchas clases de conceptos. Atendiendo a su extensión pueden ser universales,
particulares y singulares; atendiendo a su comprensión: simples y compuestos, según expresen una
sóla esencia, o una esencia acompañada de una cualidad; también pueden ser, según su
comprensión, concretos y abstractos, compatibles o incompatibles, positivos o negativos, claros u
oscuros. Los que más interesaron a Aristóteles fueron los conceptos universales y sus distintos tipos
de atribución o predicables. Los predicables son conceptos universales que pueden aplicarse, pues,
a muchos sujetos. En los Analíticos posteriores Aristóteles se refiere a cinco predicables, o modos
generales de atribución: género, especie, diferencia, propio y accidente. El género representa la
parte de la esencia que es común a varias especies; la especie representa la esencia del ser; la
diferencia expresa la parte de la esencia que no es común, sino característica de la especie; propio,
o propiedad, expresa una cualidad que acompaña necesariamente a la especie, y el accidente
expresa una cualidad contingente, que puede estar o no en el ser.

3.

Los géneros supremos en los que se pueden clasificar los seres son las categorías, o
predicamentos. En sus obras "Categorías" y "Tópicos" Aristóteles fija en diez su número,
estableciendo una distinción fundamental entre la sustancia y los accidentes. La sustancia es la
categoría fundamental, lo que existe en sí mismo; los accidentes son categorías que existen en otro
ser, en la sustancia. Aristóteles clasifica los accidentes en 9 grupos: cualidad, cantidad, relación,
acción, pasión, lugar, tiempo, situación, hábito externo. (En los "Analíticos posteriores" nos habla
sólo de ocho categorías accidentales, suprimiendo las dos últimas, que son englobadas como
aspectos de las restantes). En la medida en que las categorías remiten a las formas de ser
extramentales adquieren un marcado contenido ontológico, dando por supuesto que las cosas son
captadas por la mente tal como son en realidad.

4.

Los conceptos son actos mentales que expresamos mediante el lenguaje. A esa expresión
lingüística del concepto le llamamos "término", y es objeto de la misma clasificación atribuida a los
conceptos. Los términos pueden ser, además, si atendemos al objeto expresado, unívocos,
equívocos y análogos. Son unívocos los términos que remiten a un sólo concepto, y se aplican
siempre con el mismo sentido o significado. Equívocos son los términos con los que podemos
expresar distintos conceptos, aplicándose en cada caso con un sentido distinto (León tiene una
catedral, el león es el rey de la selva). El término que expresa conceptos diferentes pero que tienen
un fondo común se llama análogo (Juan está sano, este clima es sano). El análisis de los distintos
tipos de analogía interesó mucho a los filósofos medievales y algunos problemas de la relación entre
lo divino y lo humano fueron tratados con el desarrollo del análisis de los distintos tipos de analogía.

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1.2. Lógica : los juicios

La lógica aristotélica. Los juicios

1.

La relación de dos conceptos da lugar a la formulación de un juicio. Si se da entre ambos una


relación de conveniencia decimos que el juicio es afirmativo, y en caso contrario, negativo. El sujeto
del juicio es el concepto del que se afirma o niega algo; el predicado es el concepto que se afirma o
niega del sujeto. Aristóteles distingue en los juicios la materia y la forma. La materia o contenido del
juicio son los conceptos que se relacionan; la forma es la relación que se establece entre ellos a
través del verbo ser. Aristóteles representa el sujeto del juicio con un signo (S) y el predicado con
otro (P) para intentar separar la materia de la forma: así, la forma del juicio "Juan es alto" se
representaría como "S es P", y la forma del juicio "Juan no es alto" como "S no es P".

2.

Los juicios se clasifican en varios grupos, atendiendo a la cantidad (según la extensión del sujeto:
universales, particulares, singulares), la cualidad (según la cualidad de la cópula: afirmativos y
negativos), la relación (según la relación entre el sujeto y el predicado: categóricos, hipotéticos y
disyuntivos) y la modalidad (según el modo en que expresan la relación entre el sujeto y el
predicado: apodícticos, asertóricos y problemáticos). De ahí se sigue una clasificación ordenada de
todas las formas de juicio; en el caso de los juicios categóricos, por ejemplo, se daría la siguiente
clasificación, combinando la cantidad (universal y particular) y la cualidad (afirmativo y negativo):

Clases de juicios y letras que los representan

Clase de juicio Representación

Universal afirmativo Se suele representar con la letra A

Universal negativo Se suele representar con la letra E


Particular afirmativo Se suele representar con la letra I

Particular negativo Se suele representar con la letra O

3.

La asignación de estas letras para representar las formas del juicio categórico es posterior a
Aristóteles y procede de las palabras latinas "AfIrmo" y "nEgO", y es la que se ha utilizado
tradicionalmente entre nosotros para referirnos a la clasificación aristotélica de los juicios. También
Aristóteles estudia las formas de oposición entre los juicios, (es decir, la diversidad entre los juicios
que tienen el mismo sujeto y predicado), deduciendo una serie de reglas sobre la verdad de los
mismos que se han de cumplir independientemente de los conceptos que elijamos para formar los
juicios.

4.

En función de tales reglas se pueden establecer relaciones de oposición entre los distintos tipos de
juicios, según sean contrarios, contradictorios, subcontrarios o subalternos, determinando su valor
de verdad en función del tipo de oposición con otro juicio conocido. Se pueden representar con el
cuadro siguiente:

Al igual que ocurría con los conceptos, que son actos mentales que se expresan mediante términos
lingüísticos, los juicios son actos mentales que se expresan mediante proposiciones, es decir,
mediante un conjunto de palabras u oración gramatical. El mismo juicio se puede expresar con
distintas proposiciones (por ejemplo, usando distintos idiomas), y a veces la misma proposición
puede referirse a juicios distintos, ("ésta es mi casa" dicha por dos personas distintas).

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1.3. Lógica: los razonamientos

La lógica aristotélica. Los razonamientos

1.

El razonamiento es un encadenamiento de juicios en el que partiendo de una proposición conocida


se descubre otra u otras desconocidas. Aristóteles, en los Analíticos, se ocupa tanto del
razonamiento deductivo como del inductivo, pero considera que el conocimiento científico se
alcanza deduciendo lo particular de lo general, es decir, con el conocimiento de las causas.
Aristóteles privilegiará, por tanto, el análisis del razonamiento deductivo, y en especial del
razonamiento deductivo categórico o silogismo.

2.

Del mismo modo que distinguimos en el juicio una materia y una forma hemos de hacer lo propio
con el razonamiento; la materia próxima del razonamiento son los juicios, y la materia remota los
conceptos (que son la materia de los juicios). La forma consiste el nexo o conexión legítima entre los
juicios antecedentes y los consecuentes y se expresa mediante conjunciones como "luego", "por lo
tanto", "por consiguiente", a través de las cuales se realiza el proceso de inferencia, la consecuencia
de unos juicios a otros. Aristóteles afirma que este proceso está sometido a reglas que permiten
determinar su corrección o incorrección, de tal modo que, si los juicios de los que se parte son
verdaderos, y la inferencia se realiza de acuerdo con las reglas definidas (si la inferencia es válida,
pues) la conclusión será necesariamente verdadera. El proceso de inferencia no dependerá, pues,
de la materia del razonamiento, sino de su forma.

3.

El razonamiento deductivo es una forma de razonamiento que va del todo a las partes es decir,
intenta extraer de una verdad universal otra particular. Puede ser de tres clases: categórico,
hipotético y disyuntivo, atendiendo al tipo de juicio (por la relación) que le sirva de punto de partida.

Clases de razonamiento y ejemplos correspondientes

Clase de razonamiento Ejemplo correspondiente a dicha clase

Todos los humanos son mortales


Razonamiento categórico Los madrileños son humanos
Luego los madrileños son mortales
Si apruebas irás de vacaciones
Razonamiento hipotético Es así que has aprobado
Luego irás de vacaciones

Por este camino se va al norte o al sur


Razonamiento disyuntivo Es así que se va al norte
Luego no se va al sur

4.

El silogismo es un razonamiento deductivo categórico mediante el cual, partiendo de dos juicios


dados inferimos uno nuevo. Consta, pues, de tres proposiciones (que expresan tres juicios) y de tres
términos (que expresan tres conceptos), que constituyen la materia próxima y remota del
razonamiento, respectivamente. La premisa que sirve de punto de partida se llama "premisa
mayor" y es la más general; la premisa que sirve de intermediario se llama "premisa menor", y es
menos general que la anterior; la proposición que se deduce de la "mayor" por mediación de la
"menor" es la conclusión del razonamiento.

5.

En cuanto a los términos del razonamiento, se llama "término mayor" al predicado de la


conclusión, que debe aparecer en la premisa mayor, y se le representa con la letra P. Se llama
"término menor" al sujeto de la conclusión, que aparece también en la premisa menor, y se le
representa con la letra S. El "término medio" es el que aparece en las dos premisas (mayor y
menor) y no en la conclusión, y se le representa con la letra M. Por lo tanto, tomando el ejemplo
anterior de razonamiento categórico, podríamos representarlo como sigue:

Clase de razonamiento, ejemplo correspondiente y representación


formal

Clase de Ejemplo Representación


razonamiento correspondiente formal

Todos los humanos son


mortales M es P
Razonamiento Los madrileños son S es M
categórico humanos ----------
Luego los madrileños S es P
son mortales

Donde el término mayor es "mortales" (P), el término menor es


"madrileños" (S), y el término medio es "humanos" (M).

6.

Aristóteles distingue cuatro formas válidas de silogismo, conocidas tradicionalmente como figuras
del silogismo, y que resultan del distinto lugar que ocupa el término medio, y por lo tanto de la
función que le corresponde, en las premisas. La conclusión de todas las figuras es siempre S es P.
Las formas válidas o figuras del silogismo son las siguientes (aunque la última fue considerada por
Aristóteles como una mera variante de la primera):

Las formas válidas del silogismo, o figuras del silogismo

Segunda Tercera
Primera figura cuarta figura
figura figura

M es P P es M M es P P es M
S es M S es M M es S M es S
---------- ---------- ---------- ----------
S es P S es P S es P S es P

El término medio
es Sujeto El término El término
El término medio
en la medio es medio es
es Predicado en la
premisa Predicado en Sujeto en
mayor y premisa mayor y
ambas ambas
Predicad Sujeto en la menor
premisas premisas
o en la
menor

7.

Estas cuatro figuras pueden, a su vez, teniendo en cuenta la cualidad y la cantidad de las
proposiciones que las componen, dar lugar a un total de 64 modos diferentes de silogismo, de los
que sólo 19 son modos válidos de razonamiento. Su validez la establece Aristóteles a partir de la
determinación de las leyes o reglas de legitimidad del silogismo. Entre ellas, que el silogismo ha de
constar de tres términos, que no pueden ser tomados con mayor extensión en la conclusión que en
las premisas, que el término medio ha de tomarse universalmente al menos en una premisa (o en
ambas), que de dos premisas negativas no se puede seguir ninguna conclusión, etc.

8.

El fundamento del silogismo suscitó también la curiosidad investigadora de Aristóteles, ya que al


basarse la inferencia en la validez de las premisas anteriores se planteaba el problema del recurso
al infinito para justificar el razonamiento. Si cada premisa tiene que estar justificada por otra, en
efecto, ¿cómo detener la necesidad de justificar el principio del principio? Esto nos llevaría a un
proceso infinito de justificación, por lo que Aristóteles afirmó que existían ciertos principios que eran
conocidos intuitivamente y que no necesitaban demostración. El más fundamental de todos era el
principio de contradicción (no es posible que algo sea y no sea, al mismo tiempo, y bajo la misma
consideración); de él se sigue el de identidad (algo es igual a sí mismo) y el de igualdad (dos cosas
iguales a una tercera son iguales entre sí), y otros que se siguen de los anteriores.

2.1. La metafísica aristotélica: la crítica de la Teoría de las


Ideas

La metafísica aristotélica

"Todos los hombres tienen por naturaleza el deseo de saber". Con estas palabras se inicia el libro
primero de la Metafísica de Aristóteles. Ese deseo de saber culmina en la adquisición de la sabiduría
que consiste, para Aristóteles, en el conocimiento de las causas y los principios del ser. Y ese
conocimiento es el objeto de la metafísica, de la ciencia de las primeras causas y principios del ser,
el conocimiento del ser "en cuanto ser", el conocimiento de la causa última de la naturaleza y de la
realidad.

La crítica de la Teoría de las Ideas

1.

La metafísica aristotélica se elabora en buena medida como reacción a la teoría de las Ideas de
Platón. No parece que Aristóteles haya manifestado ninguna oposición crítica a la teoría de las
Ideas durante su permanencia en la Academia. Todo indica, por el contrario, que las primeras
críticas a la teoría de las Ideas se elaboran luego de su abandono de la Academia, cuando
Aristóteles comienza a perfilar su propia filosofía. Hay que recordar, sin embargo, que ya Platón
había criticado la teoría de las Ideas en el Parménides, y que probablemente la teoría de las Ideas
había sido objeto de numerosas controversias en la Academia. No tiene sentido, pues, buscar en la
crítica aristotélica a la teoría de las Ideas ningún tipo de razón personal que pudiera haber
enfrentado a Aristóteles con Platón, sino, como el mismo Aristóteles nos dice en la "Metafísica", la
simple búsqueda de la verdad.

2.

Aristóteles estará de acuerdo con Platón en que hay un elemento común entre todos los objetos de
la misma clase, el universal, la Idea, que es la causa de que apliquemos la misma denominación a
todos los objetos del mismo género; admitirá, por lo tanto, que ese universal es real, pero no que
tenga existencia independiente de las cosas, es decir, que sea subsistente. La teoría de las Ideas,
por lo demás , al dotar de realidad subsistente al universal, a la Idea , duplica sin motivo el mundo
de las cosas visibles, estableciendo un mundo paralelo que necesitaría a su vez de explicación.

3.

Tampoco es capaz de explicar el movimiento de las cosas, que era uno de los motivos de su
formulación; (recordemos que, al igual que los pluralistas intentaban con su propuesta explicar la
permanencia y el cambio, la teoría de las Ideas se propone con la misma finalidad); ahora bien, esta
teoría no ofrece ningún elemento para explicar el movimiento, el cambio, ya que siendo las Ideas
inmóviles e inmutables, si las cosas son una imitación de las ideas habrían de ser también inmóviles
e inmutables; pero si cambian ¿de dónde procede ese cambio?. ("Metafísica", libro 1,7) .

4.

Aristóteles considera que la teoría de las Ideas es imposible, ya que establece una separación entre
el mundo visible y el mundo inteligible, es decir, entre la sustancia y aquello por lo que una sustancia
es, su forma o esencia. Las Ideas, en efecto, representan la esencia de las cosas, es decir, aquello
por lo que las cosas son lo que son. ¿Cómo es posible que aquello por lo que algo es lo que es no
resida en el objeto, sino fuera de él? ¿Cómo es posible que aquello que hace que el hombre sea
hombre, su esencia, la Idea de hombre, no resida en el hombre, sino que exista independientemente
de él? Las formulaciones de Platón para tratar de explicar la relación entre las Ideas y las cosas, las
teorías de la participación y la imitación, por lo demás, lejos de explicar dicha relación no son más
que metáforas.
5.

Ya el mismo Platón había criticado dichas teorías en el Parménides; Aristóteles insistirá en sus
carencias con el argumento del "tercer hombre": si el hombre es el resultado de la imitación de la
Idea de hombre, y tal Idea es entendida como una entidad de carácter individual, ¿A qué otra
realidad imita la Idea de hombre? Debe existir un tercer modelo de hombre para explicar la similitud
entre el hombre concreto y la Idea de hombre, del mismo modo que se postula la Idea de hombre
para explicar la similitud entre los hombres concretos. De ese modo encadenaríamos hasta el infinito
la exigencia de un modelo del modelo, lo que nos llevaría al absurdo. Por otra parte, las cosas no
pueden provenir de las Ideas; sin embargo, es esa una afirmación crucial de la teoría de las Ideas,
al concebir que las Ideas son causa de las cosas; no obstante, es el mismo Platón en el Timeo quien
explica que las ideas son sólo el modelo en el que se inspira el Demiurgo para modelar las cosas, es
decir, las causas ejemplares de las cosas, pero no sus causas eficientes. ("Metafísica", libro 1,7).

6.

En esta crítica aristotélica a la teoría de las Ideas se vislumbran ya los fundamentos de su propia
metafísica: ante la imposibilidad de que Ideas expliquen coherentemente la causa de lo real
propondrá la teoría de las cuatro causas del ser; y ante la irrealidad de las Ideas, propondrá su
teoría de la sustancia. La inconsistencia de la explicación platónica del cambio, por lo demás, le
llevará a proponer la distinción entre ser en acto y ser en potencia.

2.2 La metafísica aristotélica: la teoría de las cuatro causas

La teoría de las cuatro causas

1.

En el libro I de la Metafísica, luego de haber identificado el verdadero saber con el conocimiento de


las causas del ser, Aristóteles nos presenta las cuatro causas de las que ya nos había hablado en la
Física:

"Evidentemente es preciso adquirir la ciencia de las causas primeras, puesto que decimos que se
sabe, cuando creemos que se conoce la causa primera. Se distinguen cuatro causas. La primera es
la esencia, la forma propia de cada cosa, porque lo que hace que una cosa sea, está toda entera en
la noción de aquello que ella es; y la razón de ser primera es, por tanto, una causa y un principio. La
segunda es la materia, el sujeto; la tercera el principio del movimiento; la cuarta, que corresponde a
la precedente, es la causa final de las otras, el bien, porque el bien es el fin de toda producción."
("Metafísica", libro 1, 3).

2.1

Hay, pues, cuatro causas del ser: la causa formal, la causa material, la causa eficiente y la causa
final. A continuación; Aristóteles pasa revista a las teorías de los filósofos que le precedieron para
ver si alguno de ellos ha tratado de alguna otra causa que las enumeradas por él. Los primeros
filósofos, los milesios, se ocuparon fundamentalmente de la causa material, al buscar el arjé o
primer principio material del que procede toda la realidad; ese mismo principio o causas fue afirmado
también por los filósofos posteriores, como Heráclito o Empédocles, ya sea postulando uno o varios
elementos como la materia originaria. Posteriormente otros filósofos, Empédocles y Anaxágoras,
buscaron también otro tipo de causa para explicar el devenir de la realidad, la causa eficiente, que
identificaron con el Amor y el Odio el primero, y con el Nous o inteligencia el segundo.

2.2

Posteriormente la filosofía de Platón trataría de la causa formal, representada por las Ideas, aunque,
al dotarlas de una existencia subsistente, las separara de las cosas de las que son forma o esencia.
Respecto a la causa final ningún filósofo la trató explícitamente, según la opinión de Aristóteles, por
lo que se presenta a sí mismo como innovador al respecto. Por lo demás, ningún filósofo anterior
trató estas causas de una manera suficientemente clara y productiva, aunque a Aristóteles le basta
el que la hubieran tratado para confirmar que son todos los principios que busca y que no hay
ninguno más fuera de ellos:

"Resulta evidentemente de lo que precede, que las indagaciones de todos los filósofos recaen sobre
los principios que hemos enumerado en la Física, y que no hay otros fuera de éstos. Pero estos
principios han sido indicados de una manera oscura, y podemos decir que, en un sentido, se ha
hablado de todos ellos antes que nosotros, y en otro, que no se ha hablado de ninguno. Porque la
filosofía de los primeros tiempos, joven aún y en su primera arranque, se limita a hacer tanteos
sobre todas las cosas." ("Metafísica", libro I, 7)

2.3. La metafísica aristotélica: la teoría de la sustancia

La teoría de la sustancia

1.

La sustancia es en Aristóteles la forma privilegiada de ser. El ser se dice de muchas maneras, pero
fundamentalmente como sustancia, es decir, como aquello que no se da en un sujeto sino que es
ello mismo sujeto. Las otras formas de ser se dan necesariamente en la sustancia, y Aristóteles las
llama accidentes:

"Accidente se dice de lo que se encuentra en un ser y puede afirmarse con verdad, pero que no es,
sin embargo, ni necesario ni ordinario"... "El accidente se produce, existe, pero no tiene la causa en
sí mismo, y sólo existe en virtud de otra cosa. " ("Metafísica", libro V, 30).

2.

Junto con la sustancia, constituyen las categorías del ser: cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo,
posición, estado, acción y pasión. ["El ser en sí tiene tantas acepciones como categorías hay,
porque tantas cuantas se distingan otras tantas son la significaciones dadas al ser." ("Metafísica",
libro V, 7)]. En la medida en que todas las formas de ser accidental remiten a la unidad de la
sustancia, la unidad del ser queda garantizada:

"El ser se entiende de muchas maneras, pero estos diferentes sentidos se refieren a una sola cosa,
a una misma naturaleza, no habiendo entre ellos sólo comunidad de nombre; mas así como por
sano se entiende todo aquello que se refiere a la salud, lo que la conserva, lo que la produce,
aquello de que es ella señal y aquello que la recibe; y así como por medicinal puede entenderse
todo lo que se relaciona con la medicina, y significar ya aquello que posee el arte de la medicina, o
bien lo que es propio de ella, o finalmente lo que es obra suya, como acontece con la mayor parte
de las cosas; en igual forma el ser tiene muchas significaciones, pero todas se refieren a un principio
único." ("Metafísica", libro IV, 2)

3.

La sustancia es el individuo concreto y particular, lo que ordinariamente llamamos "cosas" u


"objetos", es decir, esta mesa, este caballo, Sócrates, lo que es sujeto, aquello en lo que inhieren las
otras formas de ser, los accidentes. Frente a la irrealidad de las Ideas, el verdadero ser, la
sustancia, ["Así el objeto de todas las indagaciones pasadas y presentes; la pregunta que
eternamente se formula: ¿qué es el ser?, viene a reducirse esta: ¿qué es la sustancia?".
("Metafísica", libro VII, 1)], adquiere las características de la experiencia (concreto, particular )
aunque, como veremos más adelante, sin perder por ello la referencia a lo universal, a la esencia.
En la medida en que definimos un objeto, lo conocemos, por la esencia, ésta puede ser llamada
también sustancia, pero sólo un sentido secundario. La sustancia primera, la sustancia propiamente
dicha, el ser, es el individuo; la esencia, aquello por lo que conocemos el ser, es llamada por
Aristóteles sustancia segunda.

"Sustancia se dice de los cuerpos simples, tales como la tierra, el fuego, el agua y todas las cosas
análogas; y en general, de los cuerpos, así como de los animales, de los seres divinos que tienen
cuerpo y de las partes de estos cuerpos. A todas estas cosas se llama sustancias, porque no son
los atributos de un sujeto, sino que son ellas mismas sujetos de otros seres." ("Metafísica", libro V,
8)

4.1

La sustancia es para Aristóteles un compuesto de materia (hyle) y forma (morphé). (De ahí el
término hilemorfismo con el que tradicionalmente se ha designado la teoría de la sustancia
aristotélica). En coherencia con la teoría de las cuatro causas del ser no cabría otra interpretación,
pudiendo quedar subsumidas las otras dos causas, la eficiente y la final, en la causa formal. Ese
compuesto de materia y forma es indisoluble, de modo que no es posible separar realmente una de
la otra; sólo en el entendimiento dicha separación es posible, es decir, la materia y la forma sólo
pueden ser pensadas como realidades distintas.

4.2

En efecto, si nos preguntamos por la materia de la que está hecha la casa, diremos que de ladrillos;
pero los ladrillos a su vez, que son la materia de la casa, son una sustancia, es decir, un compuesto
de materia y forma; si nos preguntamos por la materia de ladrillo nos encontraremos con otras
sustancia, la arcilla o el barro; y si nos preguntamos por la materia de la arcilla nos volveremos a
encontrar con otra sustancia, y así indefinidamente. Tan lejos como llevemos la investigación
seremos incapaces de dar con la materia prima de la que están hechas las cosas, dado que la
materia se presentará siempre indisolublemente unida a una forma; de ahí que Aristóteles nos hable
de una materia próxima (escháte hyle) y de una materia remota o materia prima (próte hyle).

4.3

La materia próxima es, en realidad, la sustancia de la que están hechas las cosas, como decimos
que el bronce es la materia de la estatua; la materia prima es, sin embargo, aquel sustrato último de
la realidad, absolutamente incognoscible para nosotros ya que está desprovisto de toda forma y, por
lo tanto, de toda cualidad. En este sentido, la concepción aristotélica de la materia recuerda el
ápeiron de Anaximandro.

5.

Mientras que la forma representa la esencia del objeto, de la sustancia, lo que en ella hay de
universal, la materia representa lo que hay de particular, de distinto en la sustancia. La materia es,
pues, principio de individuacción: lo que distingue una sustancia de otra es la materia de la que está
hecha (lo que diferencia esta mesa de aquella es la materia de la que está hecha cada una de ellas,
no la forma, que es idéntica en ambas).

5.

La forma, por el contrario, representa no solamente la esencia de cada ser, sino también su
naturaleza; dado que la materia es incognoscible, conoceremos las sustancias por su forma, es
decir, por lo que hay en ellas de universal y no de particular. En la medida en que la forma
representa también la naturaleza, y siendo la naturaleza principio y causa del movimiento,
Aristóteles introducirá en la sustancia la realidad misma del cambio y, con ello, la posibilidad de
explicarlo.

2.4. La metafísica aristotélica: Ser en acto y ser en potencia

Ser en acto y ser en potencia

1.

Para poder explicar el cambio Aristóteles necesitará recurrir no sólo a la teoría de la sustancia, que
le permite distinguir la forma de la materia, sino además a otra estructura metafísica, la que permite
distinguir dos nuevas formas de ser: el ser en acto y el ser en potencia. A su estudio dedicará el libro
IX de la "Metafísica", (del que podéis consultar los primeros 6 capítulos en la sección "textos").

"El ser no sólo se toma en el sentido de sustancia, de cualidad, de cuantidad, sino que hay también
el ser en potencia y el ser en acto, el ser relativamente a la acción".("Metafísica, libro IX, 1)

2.

Por ser en acto se refiere Aristóteles a la sustancia tal como en un momento determinado se nos
presenta y la conocemos; por ser en potencia entiende el conjunto de capacidades o posibilidades
de la sustancia para llegar a ser algo distinto de lo que actualmente es. Un niño tiene la capacidad
de ser hombre: es, por lo tanto, un niño en acto, pero un hombre en potencia. Es decir, no es un
hombre, pero puede llegar a serlo.

3.

De alguna manera, por lo tanto, la potencia representa una cierta forma de no-ser: no se trata de un
no-ser absoluto, sino relativo, pero que es tan real como cualquier otra consideración que podamos
hacer de la sustancia. Cada sustancia encierra, por lo tanto, un conjunto de capacidades o
potencialidades, una cierta forma de no-ser relativo, que le es tan propia como su composición
hilemórfica. Junto al ser en acto hemos de admitir, pues, el reconocimiento del ser en potencia. Por
supuesto que las potencias de una sustancia vienen determinadas por la naturaleza de cada
sustancia: una semilla podrá convertirse en planta y, por lo tanto, es potencialmente una planta;
pero no podrá convertirse en caballo.

4.

Que la potencia representa una cierta forma de no-ser relativo se comprende mejor con la noción de
privación, a la que recurre Aristóteles para aclarar el significado de potencia. Que una sustancia
tenga una determinada capacidad, o potencialidad, significa simplemente que actualmente está
privada de esa forma de ser, es decir, que la privación se da en un sujeto, y no de un modo
absoluto. Veremos con más detalle,en la Física, al analizar la explicación aristotélica del cambio, el
modo en que una cosa viene al ser a partir de su privación.

3.1. Filosofía de la Naturaleza: la cosmología aristotélica

La cosmología aristotélica

1.

La cosmología aristotélica data de las primeras fases de desarrollo de su pensamiento, y se puede


observar en ella una clara influencia platónica. En sus obras "Sobre el cielo" y "Sobre la generación
y la corrupción", así como en algunos libros de la "Física", se exponen sus ideas fundamentales al
respecto. El universo, que es finito y eterno, se encuentra dividido en dos mundos, el sublunar y el
supralunar, reproduciendo de esta forma en cierto modo el dualismo platónico, cada uno de ellos
con características bien distintas, como veremos a continuación.
2.

El mundo sublunar, en efecto, está formado por los cuatro elementos y sometido a la generación y a
la corrupción, es decir al cambio y al movimiento. El mundo supralunar, por el contrario, está
formado por una materia especial, incorruptible, el éter o quintaesencia, que solamente está
sometido a un tipo de cambio, el movimiento circular, (que, al igual que Platón, Aristóteles considera
una forma perfecta de movimiento), en clara oposición a los cuatro elementos (tierra, agua, aire,
fuego) de los que está formado el mundo sublunar. La Tierra, que es una esfera inmóvil, se
encuentra en el centro del universo y, alrededor de ella, incrustados en esferas concéntricas
transparentes, giran los demás astros y planetas, arrastrados por el giro de las esferas en que se
encuentran y que están movidas por una serie de motores que deben su movimiento a un último
motor inmóvil, que actúa directamente sobre la última esfera, más allá de la cual ya no hay nada, la
llamada esfera de las estrellas fijas (porque se suponía que las estrellas estaban incrustadas,
fijadas, en esta esfera) que es movida directamente por el motor inmóvil, y que transmite su
movimiento a todas las demás esferas y al mundo sublunar.

3.

Sigue Aristóteles aquí la cosmología de Eudoxo de Cnido y su discípulo Calipo, que suponía
necesaria la consideración de 33 esferas para dar cuenta de los movimientos celestes observables.
Sin embargo, dado el carácter errático de los movimientos de los planetas ("errante", "vagabundo",
es el significado precisamente del término planeta en griego), a diferencia del movimiento uniforme y
regular que podemos observar en las estrellas, Aristóteles, para explicar esas alteraciones en el
movimiento de los planetas introduce 22 esferas más en el sistema de Calipo, que giran en sentido
contrario a las anteriormente citadas y que causan esa distorsión en el movimiento circular
observable de los planetas. De ahí que en el sistema aristotélico se cuente 55 esferas en lugar de
las 33 contabilizadas por Calipo.

4.

En este sistema se establece una jerarquía de seres a partir de la perfección del motor inmóvil, que
Aristóteles considera como una forma pura, como un ser perfecto por lo tanto , y que causa el
movimiento en el universo en tanto causa final, y de la esfera de las estrellas fijas, que se va
degradando a medida que nos acercamos al mundo sublunar, que representa el nivel ínfimo de la
escala, dominado por la generación y la corrupción. Para poder explicar la acción del motor inmóvil
como causa final Aristóteles se ve obligado a dotar de alma a las esferas intermedias: dichas
esferas aspiran a ser perfectas como el motor inmóvil, y es esa aspiración la que mueve el universo;
pero, para poder aspirar a esa perfección, han de tener alma. Aunque en su obra "Sobre el cielo"
Aristóteles considera que el movimiento circular de las esferas corresponde al éter por naturaleza y,
en consecuencia, nos ofrece una explicación de los movimientos celestes puramente mecanicista,
en la "Física", en el libro VIII, que es posterior al resto de sus obras cosmológicas, nos vuelve a
ofrecer la teoría del motor inmóvil, una interpretación teleológica del universo.
3.2. Filosofía de la Naturaleza: la física y la explicación del cambio

La física aristotélica

1.

Por lo que respecta al mundo sublunar, Aristóteles lo concibe como la totalidad de las sustancias,
sometidas al cambio, a la generación y a la corrupción. Distingue dos tipos de sustancias, a este
respecto, las artificiales y las naturales; y son sustancias naturales aquellas que tienen en sí el
principio y la causa del movimiento. La Naturaleza, pues, estaría formada por el conjunto de las
sustancias naturales.

"Entre los seres, en efecto, unos son por naturaleza, otros por otras causas; por naturaleza, los
animales y sus partes, las plantas y los cuerpos simples, como la tierra, el fuego, el agua, el aire; de
estas cosas, en efecto, y de otras semejantes, se dice que son por naturaleza. Ahora bien, todas las
cosas de las que acabamos de hablar se diferencia claramente de las que no existen por naturaleza;
cada ser natural, en efecto, tiene en sí mismo un principio de movimiento y de reposo, unos en
cuanto al lugar, otros en cuanto al aumento y la disminución, otros en cuanto a la alteración. Por el
contrario, una cama, una capa y cualquier otro objeto de ese tipo, en tanto cada uno tiene derecho
ese nombre, es decir, en la medida en que es un producto del arte, no poseen ninguna tendencia
natural al cambio, sino solamente en cuanto tienen el accidente de ser de piedra o de madera y bajo
esa consideración; pues la naturaleza es un principio y una causa de movimiento y de reposo para
la cosa en la que reside inmediatamente, por esencia y no por accidente." ("Física", libro II, 1)

2.

El movimiento, el cambio, para Aristóteles es una realidad innegable y una característica


fundamental de la naturaleza. La polémica suscitada por Parménides en torno a la posibilidad del
cambio la zanja Aristóteles con su teoría de la sustancia y, por si no fuera considerada
suficientemente clara, con la explicación del cambio como un paso de la potencia al acto.

La explicación del cambio o movimiento

3.1 La primera explicación del cambio

que nos ofrece Aristóteles está basada en su concepción de la sustancia, en el hilemorfismo.


Recordemos que, según esta teoría, la sustancia está compuesta de materia y forma, y que la forma
representa la esencia, aquello que la cosa es, lo que la define. Nombramos a las sustancias por su
forma, por su esencia. Pues bien , para que tenga lugar el cambio ha de haber algo que
permanezca y algo que se produzca. Ha de haber, pues, un sustrato del cambio, lo que permanece,
lo que sufre el cambio. Y ha de haber algo que cambie, algo que se pierda y algo que se adquiera.
El sustrato es el sujeto del cambio, y el cambio consiste en la adquisición por el sustrato de una
forma de la que inicialmente estaba privado. Por lo tanto, los principios del cambio son tres: el
sustrato (hipokéimenon), la forma (morphé) y la privación (stéresis) de la forma que se adquiere.

3.2

Cuando un árbol florece el sustrato del cambio es el árbol, que permanece, pero que pierde la forma
en que estaba (sin flores) y adquiere una nueva forma de la que estaba privado (florido). Lo que
ocurre en el cambio, pues, es que el sustrato pierde la forma que poseía y adquiere una nueva
forma de la que estaba privado. No se da, pues, la contradicción que suponía Parménides, ya que el
cambio no supone el paso del no ser al ser (no-P se convierte en P), sino más bien la adquisición de
una propiedad que el sujeto no poseía (S que no tiene P se convierte en S que tiene P), en donde
no hay paso del no ser al ser, sino permanencia del sujeto, y sin embargo modificación. Para aclarar
las cosas Aristóteles nos pone un ejemplo, el del hombre analfabeto que pasa a ser hombre
alfabetizado: el sustrato es el hombre, el ser analfabeto es la forma de ese hombre (que al mismo
tiempo implica la privación de la forma alfabetizado), y la forma que se adquiere en el cambio es la
de alfabetizado, de la que anteriormente estaba privado.
4.1 La segunda forma de explicación del cambio

se basa en la distinción entre ser en potencia y ser en acto. Al igual que nos explica en la Metafísica,
el ser en acto (enérgeia) remite a lo que una sustancia es ahora, y el ser en potencia (dynamis) a
una cierta capacidad de ser, relativa a la naturaleza de la sustancia, es decir, a la posibilidad de ser
algo que por naturaleza es propio de esa sustancia y no de otra (con lo que Aristóteles quiere insistir
en que no toda cosa puede llegar a ser cualquier otra). Un niño puede llegar a ser un hombre, un
bloque de mármol puede llegar a ser una estatua, pero ninguno de los dos puede llegar a ser un
león. En ese sentido, el niño es un hombre en potencia; el bloque de mármol es una estatua en
potencia; pero de ninguno de los dos se puede decir que sea un león en potencia. Avanzando un
poco más en la investigación podemos pensar que la afirmación de que el niño es un hombre en
potencia nos permitiría afirmar que el niño "es y no es un niño": con lo cual podríamos pensar que
Aristóteles entronca aquí con otros pensadores anteriores que afirmaban la realidad de la
contradicción, o que se basa en la afirmación de la contradicción para explicar el cambio.

4.2

Sin embargo esa consideración no pasaría de ser un juego de palabras para Aristóteles. El niño es
un niño en acto, y no es un niño, o sea, es un hombre en potencia. La aparente contradicción se
disipa. No encontramos ninguna contradicción, sino simplemente dos formas de ser: el ser en acto y
ser en potencia. La consideración parmenídea de que el cambio es imposible porque supone el
paso del no ser al ser queda así desmontada; lo que ocurre, simplemente, es que se pasa del ser en
potencia al ser en acto. El cambio supone en este sentido la actualización de una potencia, es decir,
la realización efectiva de una capacidad; cuando alguien a aprender un idioma lo que hace es
"actualizar" la capacidad de aprender ese idioma. De ahí que Aristóteles pueda definir el cambio
como la culminación de lo potencial en cuanto tal.

4.3

Según la primera explicación del cambio, la basada en la noción de sustancia, todo cambio supone
la pérdida de una forma y la adquisición de otra, pérdida y adquisición que se da siempre en un
sustrato. Y según la segunda explicación, esa forma nueva que se adquiere representa la
actualización de una potencia o capacidad de ser.

5. Teoría del conocimiento

La Teoría del conocimiento aristotélica

1.

Al igual que ocurría con Platón tampoco en Aristóteles encontramos una teoría del conocimiento
elaborada, aunque sí numerosos pasajes en varias de sus obras (Metafísica, Ética a Nicómaco,
Tópicos, por ejemplo) que se refieren explícitamente al conocimiento analizándolo bajo distintos
aspectos. El estudio de la demostración, el análisis de las características de la ciencia y sus
divisiones, la determinación de las virtudes dianoéticas, etc., son algunas de las ocasiones en las
que Aristóteles nos habla de una manera más específica del conocimiento y de sus características.
De todo ello podemos deducir algunas de las características básicas del conocimiento tal como
parece haberlo concebido Aristóteles.

2.

Aristóteles distingue varios niveles o grados de conocimiento. El conocimiento sensible deriva


directamente de la sensación y es un tipo de conocimiento inmediato y fugaz, desapareciendo con la
sensación que lo ha generado. El conocimiento sensible es propio de los animales inferiores. En los
animales superiores, sin embargo, al mezclarse con la memoria sensitiva y con la imaginación
puede dar lugar a un tipo de conocimiento más persistente. Ese proceso tiene lugar en el hombre,
generando la experiencia como resultado de la actividad de la memoria, una forma de conocimiento
que, sin que le permita a los hombres conocer el porqué y la causa de los objetos conocidos, les
permite, sin embargo, saber que existen, es decir, la experiencia consiste en el conocimiento de las
cosas particulares:
"... ninguna de las acciones sensibles constituye a nuestros ojos el verdadero saber, bien que sean
el fundamento del conocimiento de las cosas particulares; pero no nos dicen el porqué de nada; por
ejemplo, nos hacen ver que el fuego es caliente, pero sólo que es caliente." ("Metafísica", libro 1,1).

3.

El nivel más elevado de conocimiento vendría representado por la actividad del entendimiento, que
nos permitiría conocer el porqué y la causa de los objetos; este saber ha de surgir necesariamente
de la experiencia, pero en la medida en que es capaz de explicar la causa de lo que existe se
constituye en el verdadero conocimiento:

""Por consiguiente, como acabamos de decir, el hombre de experiencia parece ser más sabio que el
que sólo tiene conocimientos sensibles, cualesquiera que ellos sean: el hombre de arte lo es más
que el hombre de experiencia; el operario es sobrepujado por el director del trabajo, y la
especulación es superior a la práctica."("Metafísica", libro 1,1)

4.

El conocimiento sensible es, pues, el punto de partida de todo conocimiento, que culmina en el
saber. Y Aristóteles distingue en la Metafísica tres tipos de saber: el saber productivo, el saber
práctico y el saber contemplativo o teórico. En la Ética a Nicómaco volverá presentarnos esta
división del saber, en relación con el análisis de las virtudes dianoéticas, las virtudes propias del
pensamiento discursivo (diánoia). El saber productivo (episteme poietiké) que es el que tiene por
objeto la producción o fabricación, el saber técnico. El saber práctico (episteme praktiké) remite a la
capacidad de ordenar racionalmente la conducta, tanto pública como privada. El saber
contemplativo (episteme theoretiké) no responde a ningún tipo de interés, ni productivo ni práctico, y
representa la forma de conocimiento más elevado, que conduce a la sabiduría.

5.

El punto de partida del conocimiento lo constituyen, pues, la sensación y la experiencia, que nos
pone en contacto con la realidad de las sustancias concretas. Pero el verdadero conocimiento es
obra del entendimiento y consiste en el conocimiento de las sustancias por sus causas y principios,
entre las que se encuentra la causa formal, la esencia. Al igual que para Platón, para Aristóteles
conocer, propiamente hablando, supone estar en condiciones de dar cuenta de la esencia del objeto
conocido. De ahí que el conocimiento lo sea propiamente de lo universal, de la forma (o de la Idea).
Pero para Aristóteles la forma se encuentra en la sustancia, no es una entidad subsistente, por lo
que es absolutamente necesario, para poder captar la forma, haber captado previamente, a través
de la sensibilidad, la sustancia.

6.

El entendimiento no puede entrar en contacto directamente con la forma; cuando el hombre nace no
dispone de ningún contenido mental, por lo que entendimiento no tiene nada hacia lo que dirigirse:
es a través de la experiencia como se va nutriendo el entendimiento de sus objetos de
conocimiento, a través de un proceso en el que intervienen la sensibilidad, la memoria y la
imaginación. Mediante la acción de los sentidos, en efecto, captamos la realidad de una sustancia,
de la que, mediante la imaginación, elaboramos una imagen sensible, es decir, una imagen que
contiene los elementos materiales y sensibles de la sustancia, pero también los formales. Es sobre
esta imagen sobre la que actúa el entendimiento, separando en ella lo que hay de material de lo
formal. Aristóteles distingue dos tipos de entendimiento, el agente y el paciente; el entendimiento
recibe, entra en contacto con, la imagen sensible; el entendimiento agente realiza propiamente la
separación de la forma y la materia, quedándose con el elemento formal que expresa a través de un
concepto en el que se manifiestan, por lo tanto, las características esenciales del objeto.

7.

Las diferencias son, pues, considerables con Platón, tanto respecto al valor atribuido al
conocimiento sensible, como respecto a la actividad misma del entendimiento que ha de ser
necesariamente discursivo, siendo imposible llegar a conocer los universales a no ser mediante la
inducción; además, Aristóteles rechaza explícitamente el innatismo del conocimiento, y nos lo
presenta como el resultado del aprendizaje, es decir, por la coordinación racional de los elementos
procedentes de la sensación, a través de la experiencia. Coinciden, sin embargo, en la
consideración de que el verdadero conocimiento ha de serlo de lo universal, y no de los objetos
singulares.

Émile Durkheim (1858-1917)


Sociólogo y filósofo francés; positivista, seguidor de Comte, profesor de la Sorbona. Durkheim
afirmaba que la sociología debía estudiar la sociedad como realidad espiritual singular, cuyas
leyes son distintas de las leyes de la psique del individuo. Toda sociedad, según él, se basa en
representaciones colectivas de valor general; el hombre de ciencia se ocupa de hechos
sociales y representaciones colectivas (derecho, moral, religión, sentimientos, costumbres, &c.)
impuestas con carácter forzoso a la conciencia humana por el medio social. Durkheim
explicaba el desarrollo de la sociedad por tres factores: densidad de población, desarrollo de
las vías de comunicación y conciencia colectiva. Toda sociedad se caracteriza por la
solidaridad social. En la sociedad primitiva, la solidaridad era «mecánica» y se basaba en el
parentesco de sangre. En el mundo moderno, la solidaridad es «orgánica» y se basa en la
división del trabajo, es decir, en la colaboración de clases en pro de la obtención de los medios
de existencia. Durkheim consideraba que uno de los aspectos importantes de la vida social es
la religión. Cambiando sus formas en función del desarrollo de la sociedad, la religión existirá
mientras exista el hombre, pues en ella la sociead se diviniza a sí misma. Obras prinipales: «La
división del trabajo social» 1893) «Las reglas del método sociológico» (1895), «Las formas
elementales de la vida refigiosa» (1912). EMILIO DEmilio Durkheim nació en Epinal,
ciudad de la región francesa del Vosges en 1858 hijo de un rabino y que renuncio a
la religión y se convirtió en agnóstico defensor de la más pura objetividad de la
sociología estudio primero en su ciudad natal y luego en el famoso liceo de Luís el
Grande, en París terminados sus estudios URKHEIM Y LA ESCUELA
POSITIVISTA.

Emilio Durkheim nació en Epinal, ciudad de la región francesa del Vosges en 1858 hijo
de un rabino y que renuncio a la religión y se convirtió en agnóstico defensor de la más
pura objetividad de la sociología estudio primero en su ciudad natal y luego en el
famoso liceo de Luís el Grande, en París terminados sus estudios secundarios ingreso en
1879 en el semillero del pensamiento francés y mundial. La Escuela Normal Superior,
ahí obtuvo en filosofía el grado de “agrege” que es el titulo mas alto en el sistema de
titulo francés, entre 1885 y 1886 se traslado a Alemania con el fin de dedicarse por
entero a sus estudios y reflexiones, a su regreso fue encargado de curso en la facultad de
Letras de la Universidad de Burdeos donde enseño Ciencia Social y Pedagogía.

Ese fue el primer curso de sociología que se impartió en una Universidad francesa, ahí
elaboro la mayor parte de su obra, en 1902 en París fue nombrado titular de una cátedra.
Desde ese último año hasta 1917, fecha de su muerte, enseño pedagogía y sociología en
la Universidad de París.

Sus obras que fundamentan sus teorías son el Suicidio en 1967,

LA TEORÍA DURKHEMIANA.

Para Durkheim el sociólogo debe estudiar la sociedad como si fuera una cosa.

El concibe que la sociología existe como ciencia independiente, con entidad propia, para
Durkheim, el sociólogo es un científico que se acerca a su objeto de estudio, la
sociedad.

El verdadero carácter científico de la ciencia social se alcanza cuando el hombre,


abandonando esa arrogante pretensión de omnipotencia se acerca humildemente al
hecho social para tratar no solo de describirlo sino de explicarlo, desde que las personas
reconocen que tienen naturaleza propia y Durkheim la estudia y la explica tal cual son.

¿Cuál es esa naturaleza propia de los hechos que interesa a la sociología y se diferencia
de las otras ciencias?
Antes de responde esa preguntar es necesario ahondar en el concepto de sociología que
tiene como objeto “el estudio de las instituciones que son propias de la sociedad, su
génesis y su funcionamiento. Una de sus características es que no son hechos
individuales sino hechos sociales.

Y se llama institución a “todas las creencias y los modos de conducta instituidos por la
colectividad para entender mejor necesario otros conceptos básicos de la sociología
durkhemiana: el alma colectiva, la conciencia colectiva y la irreductibilidad de lo social
a la suma de las individualidades.

Cuando hablamos de que lo social es irreductible a la suma de lo individual, esa es la


teoría propia de Durkheim según la cual, los individuos se congregan (se unen) en
sociedad, producen hechos nuevos por esa sola unión. Ej. La constituyente.

El alma colectiva o conciencia colectiva es el producto social con existencia propia,


pero distinto de la suma de lo individual o los que la componen. Ej. La alcaldía, un
banco.
¿Qué es un hecho social?

Los hechos sociales consisten en la manera de actuar, de pensar, de sentir exteriores al


individuo que están dotadas de un poder de coerción en virtud del cual se imponen al
individuo dentro de una institución.

¿Pero qué condiciones debe tener para que constituya un hecho social?
Es social por que posee una fuerza coercitiva que obliga al individuo a cumplirla, fuerza
que viene fuera del individuo. Ej. La moda, entrar a una oficina con short.
Ej. Las normas jurídicas, la natalidad, el matrimonio, el suicidio. Esto va apoyado por
las series estadísticas.

El elemento unificador que transforma en algo más que una suma de las
individualidades es la solidaridad y este concepto es objetivo, es simplemente la
condición necesaria para que exista la sociedad, la solidaridad del cual nos habla
Durkheim no es malo ni bueno es simplemente un fenómeno que está ahí, que se puede
observar y explicar.

Que produce la solidaridad.


a) Los hombres son muy parecidos y hacen las mismas cosas a esto se llama solidaridad
mecánica
b) Por los hombres se diferencian los unos de los otros por los diferentes habilidades
que poseen a esto se denomina solidaridad orgánica y teniendo diferentes habilidades se
da la división del trabajo.

En la solidaridad mecánica el ejemplo más claro es el derecho penal, el cual que castiga
a quienes se aparte de las normas generadas por la sociedad. En este tipo de solidaridad
no hay intercambio de trabajo y de bienes y esto lleva a que no respeten las normas
establecidas.

En tanto en la solidaridad orgánica se ajusta el derecho restributivo esto para quien se ha


comprometido y cumpla la parte establecida en su contrato. En tanto que se da un
intercambio de trabajo o de bienes y esto hace que la sociedad sea más sólida, más
unida, más fuerte.

Cuando la sociedad tiene bien reguladas las relaciones de los individuos que la
componen durkheim menciona que está en estado nómico. Y cuando esas regulaciones
no están claras, ni definidas nos dice que es una sociedad anómica.

Esto ocurre por que en un determinado momento la sociedad va cambiando sus normas,
hay ocasiones en que más y más gente comienza a desafiar la coerción social.

También nos menciona los conceptos de función y patología social es importante


porque sobre ellos se a construidos una escuela sociológica muy polémica estos
conceptos tiene una raíz clara en el organicismo de Spencer.
Función de coerción consiste en mantener la cohesión (unida) toda la sociedad. Y
patología social son los que atenta con la sociedad.

EL METODO DE DURKHEIM.
Durkheim libera al positivismo de su carácter religioso, filosófico y programático y
desarrollo lo que el positivismo tiene de científico.
Retoma el método positivista de Compte lo depura de sus consideraciones filosóficas,
religiosas de sus principios para la reorganización de la sociedad y recupera lo que tiene
de puramente científico a esto agrega un riguroso por un lado de la estadística y por otro
lado del razonamiento lógico con esto construye su método que se base enteramente en
la observación de los hechos y más que todo que se pueda comprobar.

Nos afirma que el hecho social es tan natural como la naturaleza propia y que se
desenvuelven de acuerdo con las leyes internas a ellos.

Por lo tanto, el método sociológico tiene como objeto observar y descubrir la naturaleza
de esos fenómenos sociales y las leyes de su comportamiento.

Para ello se debe utilizar los métodos de observación cuidadosa, comprobación lógica y
de generalización sistemática que es la característica de la actitud científica “la
sociología estudia los hechos sociales como si fueran cosas” “es cosa todo objeto de
conocimiento que no se compenetra naturalmente con la inteligencia, todo aquello sobre
lo cual no nos podemos hacer una idea por un procedimiento simple de análisis mental y
que se puede comprender solo por la vía de la observación y experimentación. Y para
esto busca las relaciones de causalidad.

Los principios de causalidad son:

1. El principio de causalidad es útil en sociología por la sola observación de fenómenos


uniformes en la sociedad, o sea las llamadas uniformidades sociales, comprueban su
existencia.
2. La vida de la sociedad es tan compleja que nos exige considerar frente a un fenómeno
no solamente a una sola causa sino a una multiplicidad de causas, los hechos sociales
influyen en la totalidad de las causas.
3. entre esas causas hay que considerar unas que no se encuentran en los fenómenos
naturales: los valores e ideales de los seres humanos.

Con estos principios está en capacidad de defender la objetividad de su sociología, con


una verificación universal.

LAS TÉCNICAS DE INVESTIGACION.

El fundamento de esta técnica se encuentra en la estadística.

En el método comparativo es el más importante y que para Dukheim es el único que le


conviene a la sociología.

Por que no mas que un medio de demostrar que un fenómeno es la causa de otro y es el
de comparar los casos donde ambos estén presentes o ausentes y buscar si sus
variaciones en las diferentes combinaciones demuestre que uno depende de otro.

La técnica de variaciones concomitantes (que acompaña una cosa a otra) dentro del
esquema comparativo Ej. Buscar varias sociedades e investigar en ellas como se han
comportado esos dos hechos, por un lado la criminalidad y por otro el proceso de
urbanización esto requiere buscar en la estadística para poder demostrar que uno es
dependiente del otro fenómeno o no sea dependiente.

En concomitancia se puede deberse a que sea debido a un tercer fenómeno que funciona
como causa de los dos para durkheim nos dice que hay que recurrir a la interpretación
ósea a la teoría y a la lógica que permite obtener mecánicamente una relación de
causalidad.

La técnica de interpretación primeramente con la ayuda del método deductivo, como es


que uno de los fenómenos ha podido producir el otro y que debe comprobarse
nuevamente después de esto se puede decir que se ha comprobado el fenómeno.

En resumen el método de Durkheim se basa en el método comparativo, series


estadísticas, aplicación de la lógica deductiva, nueva verificación son los pasos técnicos
– metodológicos que propone y recomienda

Émile Durkheim

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Émile Durkheim

Émile Durkheim.
Político, economista, sociólogo y antropólogo
francés.
15 de abril de 1858
Nacimiento
Épinal, Francia

Fallecimien 15 de noviembre de 1917


to París, Francia

Nacionalid
Francés
ad

Filósofo, historiador, politólogo y


Ocupación
sociólogo.

Émile Durkheim (Épinal, Francia, 15 de abril 1858 – París, 15 de noviembre


1917) fue un sociólogo francés. La estableció formalmente como disciplina
académica y, junto con Karl Marx y Max Weber, es considerado uno de los
padres fundadores de dicha ciencia.

Durkheim creó el primer departamento de sociología en la Universidad de


Bordeaux en 1895, publicando Las reglas del método sociológico. En 1896
creó la primera revista dedicada a la sociología, L'Année sociologique. Su
influyente monografía, El suicidio (1897), un estudio de los índices de
suicidios entre poblaciones católicas y protestantes, fue pionera en la
investigación social y sirvió para distiguir la ciencia social de la psicología y
la filosofía política. En su obra clásica, Las formas elementales de la vida
religiosa (1912), comparó las vidas socioculturales de las sociedades
aborígenes y modernas, con lo que ganó aun más reputación.

Durkheim perfeccionó el positivismo que primero había ideado Augusto


Comte, promoviendo el realismo epistemológico y el método hipotético
deductivo. Para él. la sociología era la ciencia de las instituciones, y su meta
era descubrir "hechos sociales" estructurales. Durkheim fue un mayor
proponente del funcionalismo estructuralista, una perspectiva fundacional
tanto para la sociología como para la antropología. Según su visión, las
ciencias sociales debían ser puramente holísticas; esto es, la sociología
debía estudiar los fenómenos atribuidos a la sociedad en su totalidad, en
lugar de centrarse en las acciones específicas de los individuos.

Contenido

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1 Teoría sociológica de Durkheim

1.1 La división del trabajo

1.2 Método de estudio de los hechos


sociales

1.3 Idea de «estructura»

1.4 Idea de «función»

1.5 El Estado

2 Principales obras

2.1 Obra póstuma

3 Referencias

4 Bibliografía

5 Enlaces externos

[editar] Teoría sociológica de Durkheim

Teóricos anteriores veían a la sociología no como un ámbito autónomo de


investigación, sino a través de acercamientos psicológicos u orgánicos. Por
el contrario Durkheim concibió la existencia de fenómenos específicamente
sociales («hechos sociales»), que constituyen unidades de estudio que no
pueden ser abordadas con técnicas que no sean las específicamente
sociales. Asimismo redefinió a la sociología como la ciencia que tiene como
objeto el estudio de estos hechos sociales. Durkheim definió los hechos
sociales en Las reglas del método sociológico como: «...modos de actuar,
pensar y sentir externos al individuo, y que poseen un poder de coerción en
virtud del cual se imponen a él...» [1]

Dichos hechos existen con anterioridad al nacimiento de un individuo en


determinada sociedad; por lo tanto, son exteriores a él. Son colectivos
porque son parte de la cultura de la sociedad, y son coercitivos porque los
individuos se educan conforme a las normas y reglas de ella sólo por el
hecho de nacer en aquélla. Durkheim afirmó: «si existían antes es que
existen fuera de nosotros» y menciona la lengua natal, la escritura y el
sistema monetario como ejemplos.

Durkheim también dijo que la sociedad era algo que estaba fuera y dentro
del hombre al mismo tiempo gracias a que este adoptaba e interiorizaba los
valores y la moral de la sociedad, de esto también deriva que unos se vean
obligados a ciertos parámetros y límites de los que ellos no están de
acuerdo y se rebelen ante ella.

[editar] La división del trabajo

En su tesis doctoral publicada en 1893, Durkheim considera el problema de


la solidaridad y valor social. Su estudio se basó en la distinción de dos
formas de solidaridad. Pero primero deberíamos saber que la solidaridad es,
para el autor, un hecho moral; por lo tanto, sin la posibilidad de aparecer
positivamente, como un hecho externo, debe buscarse algún fenómeno que
tenga esa existencia exterior, que sea tangible y positivo: que represente o
indique a ese elemento moral. Él encuentra esas condiciones en las formas
de la pena y éstas aparecen en las formas del derecho.

La pena represiva, expresada en el derecho penal, aparece en aquellas


sociedades con fuertes estados de conciencia colectiva, para las cuales el
crimen es una ofensa a toda la sociedad. Por eso, se hace necesaria una
dura pena. Esta característica se da en las sociedades primitivas.

En cambio, en las sociedades modernas, se encuentra instalada la pena


restitutiva, aquella que pretende devolver las cosas al estado anterior a
aquel en que fue cometido el crimen. La ofensa no se comete contra toda la
sociedad, sino que es un problema entre las partes. En las sociedades
modernas existen las formas de derecho civil, de la familia, del comercio.
Los hombres, al nacer distintos entre sí, son diferentes y por eso existe gran
división del trabajo social.

En las sociedades primitivas, la solidaridad surge de la conciencia colectiva


y la denomina solidaridad mecánica: la identificación con un grupo social se
produce por las condiciones de igualdad, está en boga la idea de comunidad
en tanto los individuos tienen «cosas en común», que producen un fuerte
compromiso. En cuanto a la división del trabajo, no hay especialización,
pero sí ascenso (Durkheim da dos ejemplos de sociedades primitivas en un
contexto moderno: la Iglesia y el Ejército, fuertemente verticalistas ambas).
En las sociedades modernas, esa conciencia colectiva es más débil y la
solidaridad que existe en ellas es orgánica, puesto que surge de las
diferencias producidas por la división social del trabajo, que es en general la
respuesta que el siglo XIX da a la pregunta sobre el origen de todo hecho
social. La solidaridad es, más particularmente, por necesidad en este tipo de
sociedades, en las que las pasiones son reemplazadas por los intereses.

En esta obra aparece la primera formulación de una categoría que se instala


firmemente en el pensamiento de Durkheim: la anomia (o anomía). Cuando
comienza a analizar el funcionamiento de las sociedades complejas, (o
modernas) se encuentra con dicha clasificación, entendiendo la anomia
como una carencia de solidaridad social, dado que las relaciones con los
órganos no están reglamentadas dado el desajuste originado por la
permanente modernización. Particularmente, Durkheim encuentra en el
contrato social un factor de anomia, ya que no garantiza el orden.

La anomia será tratada en su obra El suicidio, donde encuentra que el


suicidio anómico se debe a una repentina ruptura del equilibrio social. La
anomia es el mal que sufre una sociedad a causa de la ausencia de reglas
morales y reglas jurídicas, es decir es la ausencia de la norma. Esta
ausencia se debe al desequilibrio económico y/o al debilitamiento de sus
instituciones, que implica un bajo grado de integración social.

Previa a la formulación del suicidio anómico, conceptuó otros dos tipos de


suicidio basándose siempre en la herramienta estadística tomada de
Lambert Adolphe Jacques Quételet. Ellos son: el suicidio altruista, el cuál
ocurre al estar sobre-adaptado a la estructura del sistema social (ej:
kamikazes); y por otro lado el suicidio egoísta, el cuál demuestra
claramente lo contrario, el individuo se encuentra en un estado de
alienación de la norma. No es que la norma no esté explicitada en el
sistema, sino que es el individuo mismo quien no las registra, sino las sigue.

[editar] Método de estudio de los hechos sociales

Durkheim propone estudiar los hechos sociales como «cosas» (no porque
estos sean cosas materiales propiamente dichas, sino por su característica
de observables y verificables empíricamente), pues plantea que pueden ser
observados y contrastados por medio del método científico, estableciendo
tres reglas básicas.

La primera regla menciona lo necesario de desechar todas las ideas


preconcebidas, utilizando sólo aquellos criterios y conceptos construidos
científicamente. El sociólogo debe aislarse de sus creencias político-
religiosas, porque podrían influir sobre los hechos sociales que se estudian.

La segunda define previamente el hecho social y lo segmenta. Tras la


definición, se procede a la búsqueda y recopilación de datos acordes al caso
estudiado, que permitan llegar a la elaboración de conclusiones.

Por último, la tercera regla menciona que sólo se debe tener en cuenta
aquellos caracteres que tienen un grado de objetividad propio del hecho
social. El sociólogo debe alejarse de las sensaciones de carácter subjetivo.

[editar] Idea de «estructura»

Para Durkheim, la sociedad está estructurada alrededor de un conjunto de


pilares que manifiestan a través de expresiones. Así, se acerca al Dios de
Spinoza tal como fue tomado posteriormente por el estructuralismo, que
encuentra así en este autor antecedentes y fundamentos. No obstante, no
se debe confundir este concepto con la caracterización que Durkheim hace
de Dios y las religiones, que, tal como figura en Las formas elementales de
la vida religiosa, describe a las creencias religiosas expresadas en ritos,
simbologías, emblemas o ideas abstractas como representaciones
elaboradas por la sociedad para afirmar su sentido, su objetivo como tal.
Las creencias se evidencian al padre de la sociología clásica como
indispensables para la reproducción de la sociedad, en tanto acarrean una
moral (de este modo, al hablar de creencias nos encontramos expuestos al
factor subjetivista en el pensamiento de Durkheim, ya que para hacer
efectivo el fin de los lazos sociales es necesario que los componentes de la
sociedad se apropien de las creencias internalizadas y actúen conforme a
ellas).

Así, la idea de Dios proviene del hombre, aunque su manifestación como


sustancia sea spinoziana (expresa sus atributos pero no crea).
[editar] Idea de «función»

Tomada de Darwin la idea de función la lleva implícita: dada una sociedad


estructurada en torno a un sistema social (compuesto por un capital social y
un capital cultural, en términos de Parsons), en él cada individuo cumple
funciones o roles, es decir, un conjunto de obligaciones definidas antes de
que su concreción llegue a darse. Esta idea constituye un legado
importantísimo para el funcionalismo y el pensamiento norteamericano en
general.

[editar] El Estado

Según la visión durkheimiana, el Estado se define por las funciones que


cumple, que deben ser limitadas, ya que no tiene que manejar los lazos
sociales ni la conciencia colectiva. El Estado es un tipo de conciencia
colectiva, pero no la concentra toda: es un órgano de pensamiento social, y
su función específica es elaborar ciertas representaciones sociales para
dirigir la conducta colectiva.

Durkheim entendía a los conflictos como anomalías dentro del avance hacia
el orden y el progreso, dos ideas centrales en las concepciones de la
sociedad de aquella época.

[editar] Principales obras

La división del trabajo social (1893). Su tesis doctoral.

Las reglas del método sociológico (1895). Desarrolla cómo abordar los
hechos sociales en forma sistemática y científica.

L'Année Sociologique (1896). Revista en la que se dan a conocer


investigaciones sobre sociología y antropología.

El suicidio (1897). Primera investigación sociológica basada en datos y


análisis estadísticos.

La educación moral (1902).

Las formas elementales de la vida religiosa (1912). Libro en que analiza la


sociología de la religión y su relación con la teoría del conocimiento.

Lecciones de Sociología (1912). Dicta lecciones acerca de: la moral


profesional (lecciones 1, 2, 3), la moral cívica (lecciones 4, 5, 6, 7, 8, 9), el
derecho de propiedad (lecciones 10, 11, 12, 13, 14) y el derecho y la moral
contractual (lecciones 15, 16, 17, 18).

[editar] Obra póstuma

Educación y sociología (1924). Ofrece su definición de educación y ahonda


en el carácter social de la misma. Establece relaciones entre la Pedagogía y
la Sociología.
La educación: su naturaleza, su función (1928) Explica el concepto de
educación a través de la función que cumple en la teoría de la reproducción
social.

[editar] Referencias

↑ E. Durkheim. Les regles de la methode sociologique 'Paris: Presses


Universitarires de France, 1956, p. 5

[editar] Bibliografía

DURKHEIM, Émile. Escritos Selectos. Introducción y selección de Anthony


Giddens. [Trad. Ricardo Figueroa]. Buenos Aires: Nueva Visión, 1993.

[editar] Enlaces externos

Max Weber
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Para otros usos de este término, véase Max Weber (desambiguación).

Max Weber

21 de abril de 1864
Nacimiento
Erfurt, Alemania

14 de junio de 1920
Fallecimiento
Múnich, Alemania

Nacionalidad Alemán
Filósofo, economista, jurista, historiador,
Ocupación
politólogo y sociólogo.

Maximilian Carl Emil Weber (Erfurt, 21 de abril de 1864 – Múnich, 14 de junio de


1920) fue un filósofo, economista, jurista, historiador, politólogo y sociólogo alemán,
considerado uno de los fundadores del estudio moderno, antipositivista, de la sociología
y la administración pública. Sus trabajos más importantes se relacionan con la
sociología de la religión y el gobierno, pero también escribió mucho en el campo de la
economía. Su obra más reconocida es el ensayo La ética protestante y el espíritu del
capitalismo, que fue el inicio de un trabajo sobre la sociología de la religión. Weber
argumentó que la religión fue uno de los aspectos más importantes que influyeron en el
desarrollo de las culturas occidental y oriental. En otra de sus obras famosas, La ciencia
como vocación, la política como vocación, Weber definió el Estado como una entidad
que detenta el monopolio de la violencia y los medios de coacción, una definición que
fue fundamental en el estudio de la ciencia política moderna en Occidente. Su teoría fue
ampliamente conocida a posteriori como la Tesis de Weber.

Contenido
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• 1 Vida y carrera
o 1.1 Weber y la política alemana
• 2 Logros
o 2.1 Sociología de la religión
 2.1.1 La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo
 2.1.2 La religión de China: confucianismo y taoísmo
 2.1.3 La religión en la India: la sociología del hinduismo y el
budismo
 2.1.4 Judaísmo antiguo
o 2.2 Sociología de las políticas y gobierno
o 2.3 Economía
• 3 Otros datos
o 3.1 Listado de trabajos
• 4 Véase también

• 5 Enlaces externos

[editar] Vida y carrera


Max Weber.

Weber nació en Erfurt, Turingia en Alemania, siendo el mayor de los siete hijos de Max
Weber (padre), un prominente político y funcionario protestante, y su esposa Helene,
una calvinista moderada. Uno de sus hermanos, Alfred Weber, también fue sociólogo y
economista. Debido a la vida pública de su padre, Weber creció en un ambiente familiar
inmerso en la política, y su hogar recibió la visita de prominentes académicos y figuras
públicas. Al mismo tiempo, Weber demostró ser intelectualmente precoz. El regalo de
Navidad que le hizo a sus padres en 1876, cuando contaba con trece años, resultó ser un
par de ensayos históricos, titulados "Sobre la maldición de la historia alemana, con
referencias especiales a la posición del emperador y el papa" y "Sobre el período del
Imperio romano desde Constantino a la migración de las naciones". Parecía ya claro
entonces que Weber se dedicaría a las ciencias sociales. A la edad de catorce años
escribió cartas llenas de referencias a Homero, Virgilio, Cicerón y Tito Livio, y antes de
ingresar a la universidad ya poseía un extenso conocimiento sobre Goethe, Spinoza,
Kant y Schopenhauer.

En 1882, Weber ingresó en la Universidad de Heidelberg como estudiante de Derecho.


Se incorporó a la fraternidad de su padre y escogió el campo de las leyes al igual que él.
Aparte de estos estudios, tomó clases de economía y estudió historia medieval. Tuvo
por profesores, entre otros, a su tío, el historiador liberal alemán Hermann Baumgarten,
autor de dos voluminosas obras sobre historia española antigua y moderna e hijo y nieto
de pastores protestantes. Adicionalmente, Weber realizó extensas lecturas sobre temas
teológicos.

De manera intermitente sirvió en el ejército alemán en Estrasburgo y, en otoño de 1884,


regresó a casa de sus padres para estudiar en la Universidad de Berlín. Los siguientes
ocho años Weber vivió en casa de sus padres, primero como estudiante, luego como
ayudante en las cortes de Berlín y finalmente como docente en la universidad. Su
residencia en casa de sus padres fue interrumpida únicamente por un semestre de
estudio en la Universidad de Gotinga y por cortos períodos ocasionales de
entrenamiento militar adicional. En 1886 Weber aprobó los exámenes de "Referendar",
que le permitían ejercer como abogado.

A finales de la década de 1880, Weber profundizó sus estudios de historia. Obtuvo un


doctorado en leyes en 1889, escribiendo una tesis doctoral sobre historia legal titulada
"La historia de las organizaciones medievales de negocios". Dos años después, Weber
completó su Habilitationsschrift, "La historia agraria romana y su significación para
la ley pública y privada". Habiéndose así convertido en Privatdozent, Weber estaba
calificado en Alemania para obtener un cargo como profesor universitario.

Durante el tiempo transcurrido entre la conclusión de su tesis y el momento en que fue


habilitado como profesor, Weber comenzó a interesarse en política social
contemporánea. En 1888, se unió a la "Verein für Socialpolitik", la para entonces nueva
Asociación Profesional de Economistas Alemanes. Esta asociación, afiliada a la escuela
histórica, consideraba que el aporte principal de la economía era la solución de los
problemas sociales de mayor impacto durante la época, y fue pionera en el uso de
estudios estadísticos a gran escala en el análisis económico. En 1890 la "Verein" creó
un programa de investigación para examinar "la cuestión polaca", término usado para
referirse al flujo de trabajadores agrícolas extranjeros hacia Alemania oriental, mientras
sus trabajadores locales migraban a las ciudades en proceso acelerado de
industrialización. Weber fue puesto a cargo de este estudio y redactó una parte
considerable de sus resultados. El reporte final fue elogiado ampliamente como un
excelente trabajo de investigación empírica, cimentando la reputación de Weber como
experto en economía agraria.

Weber obtuvo un éxito considerable en la década de los años 1890. En 1893, se casó
con una prima lejana llamada Marianne Schnitger, quien posteriormente se convertiría
en feminista y escritora por derecho propio, además de volverse un factor decisivo en la
recopilación y publicación de trabajos poco conocidos de Weber posterior a su muerte
en 1920. En 1894 la pareja se mudó a Freiburg, donde Weber fue nombrado como
profesor junior de economía en la Universidad de Freiburg, cargo que posteriormente
aceptaría en la Universidad de Heidelberg en 1897. Durante ese mismo año murió su
padre, dos meses después de que ambos sostuvieran una discusión muy fuerte, respecto
a la cual nunca tuvieron la oportunidad de hacer las paces. A partir de entonces, Weber
se vuelve cada vez más propenso al nerviosismo y al insomnio, lo cual dificulta su
capacidad de dar clases y cumplir con sus tareas como profesor. Por tanto, se vio
obligado a disminuir y eventualmente detener su trabajo académico, dejando su último
curso, en el otoño de 1899, sin terminar. Después de meses en un sanatorio durante el
verano y otoño de 1900, Weber y su esposa Marianne viajaron a Italia a finales de este
año, para no regresar sino hasta abril de 1902.

Después de su inmensa productividad en los tempranos 1890s, Weber no publicó un


solo ensayo entre comienzos de 1898 y finales de 1902, y finalmente renuncia a su
cargo de profesor en otoño de 1903. Sin embargo, continuó trabajando como profesor
privado, ayudado por una herencia obtenida en 1907.

El mismo año de su renuncia al cargo de profesor, Weber acepta el cargo de editor


asociado del Archivo de Ciencias Sociales y Bienestar Social junto a sus colegas Edgar
Jaffé y Werner Sombart. En 1904, visitó los Estados Unidos y participó en el Congreso
de las Artes y las Ciencias, que se realizó junto a la Exposición Universal de San Luis.
En 1904, comienzan a aparecer en esta publicación lo que serían los principales trabajos
de Weber, siendo en 1905 cuando se publica su ensayo La ética protestante y el espíritu
del capitalismo, el cual se convirtió en su trabajo más popular y sentó las bases para su
trabajo futuro sobre el impacto de la cultura y la religión en el desarrollo de los sistemas
económicos. La importancia del ensayo es tal, por cierto, que resultó ser el único de sus
escritos que fue publicado como un libro mientras él vivió.

En 1912, Weber intentó organizar un partido político de izquierda que combinase


social-demócratas y liberales, pero su intento fracasó debido al miedo que muchos
liberales sentían hacia los ideales revolucionarios de los social-demócratas.

Durante la Primera Guerra Mundial, Weber sirvió por un tiempo como director de los
hospitales del ejército en Heidelberg. En 1915 y 1916 formó parte de grupos que
intentaban mantener el control alemán en Bélgica y Polonia después de la guerra. Las
opiniones de Weber sobre la guerra, y también sobre la expansión del imperio alemán,
cambiaron durante ésta. En 1918, fue miembro del consejo de obreros y soldados de
Heidelberg. El mismo año se convirtió en consultor de la Comisión del Armisticio
Alemán para el Tratado de Versalles y la comisión le asignó el borrador de la
Constitución de Weimar. Weber temía intensamente una revolución comunista en
Alemania y se decantaba a favor de insertar el artículo 48 en la constitución. Este
artículo fue aprovechado posteriormente por Adolf Hitler para declarar la ley marcial y
obtener potestades de dictador.

A partir de ese mismo año de 1918, Weber retomó la docencia, primero en la


Universidad de Viena y luego, en 1919, en la Universidad de Múnich. En Múnich, fue
director del primer instituto de sociología creado en una universidad alemana, aun
cuando jamás ejerció una cátedra de sociología a lo largo de su vida.

Max Weber murió de neumonía en Munich el 14 de junio de 1920. Debe destacarse que
muchos de los trabajos que son famosos ahora, fueron reunidos, revisados y publicados
póstumamente. Luminarias de la sociología, como Talcott Parsons y C. Wright Mills
hicieron interpretaciones significativas de los trabajos de Weber.

[editar] Weber y la política alemana

[editar] Logros
Aplicó la investigación sociologica a diversos campos: política, derecho, economía,
música y religión. Junto a Karl Marx, Vilfredo Pareto, Ferdinand Tönnies y Émile
Durkheim, Max Weber fue uno de los fundadores de la sociología moderna. Mientras
Pareto y Durkheim trabajaron en la tradición positivista siguiendo los postulados de
Auguste Comte, Weber creó y trabajó en una tradición antipositivista, idealista y
hermenéutica, al igual que Werner Sombart, su amigo y para entonces, el más famoso
representante de la sociología alemana. Estos trabajos iniciaron la revolución
antipositivista en las ciencias sociales, que marcó la diferencia entre éstas y las ciencias
naturales, especialmente debido a las acciones sociales de los hombres. Los primeros
trabajos de Weber estaban relacionados con la sociología industrial, pero son más
conocidos sus últimos trabajos sobre sociología de la religión y sociología del gobierno.
[editar] Sociología de la religión

La obra de Weber sobre sociología de la religión se abre con el ensayo La ética


protestante y el espíritu del capitalismo y continúa con La religión en China:
confucianismo y taoísmo, La religión de India: la sociología del hinduismo y budismo y
Judaísmo antiguo. Su trabajo sobre otras religiones fue interrumpido por su muerte en
1920, quedando pendiente la continuación de los estudios sobre judaísmo antiguo con el
estudio de los salmos, el libro de Jacob, el Talmud, cristianismo temprano e Islam.

Sus tres ideas principales eran: el efecto de las ideas religiosas en las actividades
económicas, la relación entre estratificación social e ideas religiosas, y las
características singulares de la civilización occidental.

Su objetivo era encontrar razones que justificaran la diferencia entre el proceso de


desarrollo de las culturas Occidental y Oriental. En el análisis de sus descubrimientos,
Weber mantuvo que las ideas religiosas puritanas (y más ampliamente, cristianas)
habían tenido un impacto importante en el desarrollo del sistema económico de Europa
y los Estados Unidos, pero destacó que esas no eran las únicas causas del desarrollo.
Entre otras causas que mencionó Weber encontramos el racionalismo en la búsqueda
científica, mezclar observación con matemática, estudio sistemático y jurisprudencia,
sistematización racional de la administración gubernamental, y empresa económica. Al
final, el estudio de la sociología de la religión, de acuerdo con Weber, apenas exploraba
una fase de la emancipación de la magia, ese "desencantamiento del mundo" que él
atribuía como un aspecto distintivo importante de la cultura occidental.

[editar] La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo

El ensayo de Weber, La ética protestante y el espíritu del capitalismo, es su obra más


conocida. Se dice que este trabajo no debería ser visto como un estudio detallado del
protestantismo, sino como una introducción a obras posteriores de Weber, en especial a
sus estudios de la interacción entre varias ideologías religiosas y comportamientos
económicos.

En La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo, Max Weber presenta la tesis de


que la ética y las ideas puritanas influyeron en el desarrollo del capitalismo. La
devoción religiosa es usualmente acompañada de rechazo a los asuntos mundanos,
incluyendo el rechazo a la búsqueda de una mejor posición económica. ¿Por qué no es
éste el caso del protestantismo? Weber se refiere a esta paradoja.

Define al "espíritu del capitalismo" como las ideas y hábitos que favorecen la búsqueda
racional de ganancias económicas. Weber señala que tal espíritu no existe solamente en
la cultura occidental, cuando lo consideramos una actitud presente en los individuos ya
que también hay que tomar en cuenta que estos individuos – empresarios heroicos,
como él los llama – no podrían, por sí solos, establecer un nuevo orden económico
(capitalismo). Entre las tendencias identificadas por Weber estaban la ambición de
ganancias con un mínimo esfuerzo, la idea de que el trabajo es una maldición y una
carga que debe evitarse, especialmente cuando las ganancias de éste exceden lo que es
necesario para una vida modesta. "Para que una forma de vida bien adaptada a las
peculiaridades del capitalismo", escribió Weber, "pueda superar a otras, debe originarse
en algún lugar, y no solo en individuos aislados, sino como una forma de vida común a
grupos enteros de personas".

Después de definir al espíritu del capitalismo, Weber argumenta que hay muchas
razones para buscar sus orígenes en las ideas religiosas de la Reforma. Muchos otros
observadores, tales como William Petty, Montesquieu, Henry Thomas Buckle y John
Keats, también han comentado la afinidad entre el protestantismo y el desarrollo del
espíritu comercial.

Weber mostró que algunos tipos de protestantismo favorecían la búsqueda racional del
beneficio económico y actividades mundanas que han tenido un significado espiritual y
moral positivo. No era el objetivo de esas ideas religiosas, sino más bien un producto -
la lógica inherente de dichas doctrinas y los consejos derivados directa o
indirectamente, promovían la planificación y auto-negación de la búsqueda de un
beneficio económico.

Weber indicó que la razón del abandono de su investigación sobre el protestantismo fue
que su colega Ernst Troeltsch, un teólogo profesional, había comenzado a trabajar en el
libro Las enseñanzas sociales de las iglesias y sectas cristianas. Otra causa de la
decisión de Weber fue que ese ensayo proporcionaba la perspectiva para una amplia
comparación entre religión y sociedad, la cual continuó en sus obras posteriores.

La frase "ética en el trabajo", utilizada en comentarios actuales se deriva de la "ética


protestante" discutida por Weber. Fue adoptada cuando la idea de la ética protestante
fue generalizada para adaptarse a los japoneses sintoistas, judíos y otros no-cristianos.

[editar] La religión de China: confucianismo y taoísmo

La religión de China: confucianismo y taoísmo fue el segundo trabajo más importante


de Weber sobre la sociología de la religión. Weber se centró en aquellos aspectos de la
sociedad china que más distaban de los de la Europa Occidental, especialmente en
contraste con el Puritanismo, y se cuestionó por qué el capitalismo no había triunfado en
China.

Weber destacaba que el confucianismo toleraba un gran número de cultos populares sin
tratar de sistematizarlos en una doctrina religiosa. En lugar de conjeturas metafísicas,
enseñaba un ajuste al mundo. El hombre superior debía mantenerse al margen de la
búsqueda de riquezas. Como consecuencia, ser un funcionario era preferido a ser un
hombre de negocios, garantizando un status mayor.

La civilización china no tenía ninguna profecía religiosa ni una clase sacerdotal


poderosa. El emperador ejercía como sumo sacerdote de la religión de estado y como
máximo mandatario.

De acuerdo con el confucianismo, la adoración de grandes deidades es asunto del


estado, mientras que los cultos ancestrales es requerimiento de todos. Toleraba magia y
misticismo, al ser herramientas útiles para el control de las masas; sin embargo, los
consideraba herejías cuando atacaban el orden establecido (en contraposición al
budismo). Nótese que en este contexto, el confucianismo puede ser considerado como
culto de estado y el taoísmo como la religión popular.
Weber aseguraba que, mientras que diversos factores favorecieron el desarrollo de la
economía capitalista (largos períodos de paz, mejoras en el control de ríos, crecimiento
poblacional, libertad para la adquisición de tierras y para la emigración, libre elección
laboral) éstos se veían contrarrestados por otros (principalmente debidos a razones
religiosas):

• Los avances técnicos se oponían a la base de la religión, en el sentido que se


consideraba que la alteración de los espíritus ancestrales traía mala suerte. Se
prefería la adaptación al mundo que su cambio.
• Las ventas de tierra eran a menudo prohibidas o dificultadas.
• Los grupos familiares protegían a sus miembros de adversidades económicas,
desalentando los pagos de deudas, disciplina laboral, y racionalización de los
procesos de trabajo.
• Estos grupos familiares impedían el desarrollo de una clase urbana,
entorpeciendo del mismo modo las instituciones legales, la codificación de
leyes, y la creación de una clase judicial.

Según Weber, el confucianismo y el puritanismo representan dos tipos de


racionalización exhaustivos pero mutuamente exclusivos, que tratan de ordenar la
existencia humana de acuerdo a ciertas creencias religiosas. Ambos favorecían la
sobriedad y el autocontrol, siendo compatibles con la acumulación de riquezas. Sin
embargo, el objetivo del confucianismo era lograr y preservar una posición de status,
empleándolo como medio para una adaptación al mundo, educación, autoperfección,
buenas maneras y piedad familiar. El puritanismo utilizaba dichos medios para crear
una herramienta de Dios. Esta intensidad de creencia y entusiasmo de acción eran ajenas
a los valores estéticos del confucianismo. Así, Weber afirma que fue la diferencia en la
mentalidad lo que contribuyó al desarrollo del capitalismo en Occidente y su ausencia
en China. .

[editar] La religión en la India: la sociología del hinduismo y el budismo

La religión en la India: como la sociología del hinduismo y el budismo fue la tercera


obra más importante de Weber sobre la sociología de la religión. En este trabajo, se trata
la estructura de la sociedad india, las doctrinas ortodoxas del hinduismo y las
heterodoxas del budismo, las modificaciones por influencia de la religiosidad popular, y
finalmente el impacto de las creencias religiosas en la ética secular de la sociedad india.

El sistema social indio se articula a partir del concepto de casta. Éste enlaza
directamente con las creencias religiosas y la segregación de la sociedad en grupos.
Weber describe el sistema de castas, consistente en los brahmins (sacerdotes), los
kshatriyas (guerreros), los vaisyas (mercaderes) y los Shudras (obreros). A
continuación, describe cómo se esparció el sistema de castas en la India a través de
conquistas, de la marginación de ciertas tribus y de la subdivisión de las propias castas.

Weber se centra especialmente en los Brahmins, analizando por qué han ocupado
durante siglos el lugar más destacado en la sociedad. De acuerdo al concepto de
dharma, concluye que el pluralismo ético indio es muy diferente de la ética universal
del confucianismo y cristianismo. El sistema de castas impide del desarrollo de grupos
urbanos con distintos status.
Por otra parte, Weber analiza las creencias religiosas hindúes, incluyendo el ascetismo y
la visión del mundo hindú, las doctrinas bramánicas ortodoxas, el apogeo y declive del
budismo en la India, la restauración hindú, y la evolución de los gurús. Weber se
pregunta si la religión tuvo alguna influencia en la rutina mundana, y en su caso, cuál
fue su impacto en las conductas económicas. Subraya la idea de un orden mundial
inmutable consistente en ciclos eternos de reencarnación y el desprecio de lo mundano,
encontrando que el sistema tradicional de castas, apoyado por la religión, ralentizaba el
desarrollo económico y el capitalismo.

Weber concluye su estudio de la sociedad y religión en la India combinando sus


hallazgos con su trabajo previo sobre China. Destaca que las creencias tienden a
interpretar el sentido de la vida como una experiencia mística, que los intelectuales
suelen ser apolíticos, y que el mundo social estaba fundamentalmente dividido entre los
educados, cuyas vidas se orientaban hacia la conducta ejemplar de un profeta o sabio, y
las masas no educadas, cautivas de su rutina y creencias mágicas. No hubo ninguna
profecía mesiánica que pudiera haber dotado de un plan y sentido a la vida cotidiana
comunes a educados y no educados. Argumenta que fueron precisamente estas
profecías mesiánicas en Oriente Próximo los que evitaron que los países occidentales
siguieran los caminos de desarrollo chinos e indios. Su siguiente trabajo, Judaísmo
antiguo, fue un intento de probar esta teoría.

[editar] Judaísmo antiguo

En Judaísmo antiguo, su cuarto trabajo más importante sobre la sociología de la


religión, Weber explica la combinación de circunstancias que fue responsable de las
primeras diferencias entre la religiosidad oriental y occidental. Esto se hizo
especialmente patente cuando surgió en el cristianismo occidental el ascetismo
intramundano, en contraste con la contemplación mística india. Weber asegura que
algunos aspectos del cristianismo (originados en el judaísmo antiguo) tienen como fin
conquistar y cambiar el mundo, más que renunciar a sus imperfecciones.

Según Weber, para los judíos, el mundo es un producto histórico diseñado para dar
lugar al orden verdadero de Dios. Si bien el judaísmo legó al Cristianismo su hostilidad
hacia la magia, Weber define el comportamiento económico judío como "capitalismo
paria" e irracional (en referencia al capitalismo "racional" cristiano).

Weber analiza la historia de los judíos, así como su particular relación con Yahvé, la
influencia de cultos foráneos, los tipos de éxtasis religioso, y la lucha de los sacerdotes
contra el éxtasis y la adoración de ídolos. Además, estudia los aspectos sociales de la
profecía bíblica, la orientación social de los profetas y su ética y teodicidad.

[editar] Sociología de las políticas y gobierno

Dentro de la sociología de las políticas y gobierno, el ensayo más significativo de


Weber es probablemente La política como vocación. En él, Weber revela la definición
de estado que se ha convertido tan importante en el pensamiento social occidental: que
el estado es la entidad que reclama el monopolio sobre el legítimo uso de la fuerza
física. La política se debe entender como cualquier actividad a la que puede dedicarse el
estado para influir sobre la distribución relativa de fuerza. La política, por tanto, se
deriva del poder. Un político no debe ser un hombre de la ética cristiana verdadera, es
decir, la de ofrecer la otra mejilla. Alguien partidario de tal ética debería ser considerado
como un santo, ya que son únicamente los santos, según Weber, los que la siguen
apropiadamente. El reino político no es un reino de santos. Un político ha de abrazar la
ética del fin último y la de la responsabilidad, y debe sentir pasión por su advocación y
ser capaz de distanciarse él mismo de la materia de sus esfuerzos (los gobernados).

Weber distinguía tres tipos puros de liderazgo político, dominación y autoridad:


dominación carismática (familiar y religiosa), dominación tradicional (patriarcas,
patrimonialismo, feudalismo), y dominación legal (ley y estado moderno, burocracia).
Según su punto de vista, cada relación histórica entre gobernantes y gobernados
contiene elementos que pueden ser analizados en base a esta distinción tripartita.
Además, afirma que la inestabilidad de la autoridad carismática inevitablemente lleva a
la fuerza a rutinizarse en una forma más estructurada de autoridad. Del mismo modo,
asegura que en un tipo puro de regla tradicional, una resistencia al maestro suficiente
puede llevar a una revolución tradicional. Por ello, alude a un movimiento inevitable
hacia una estructura racional-legal de la autoridad, utilizando una estructura burocrática.
Así, esta teoría puede ser vista en ocasiones como una parte de la teoría social
evolucionista. Ésta enlaza con su concepto más amplio de racionalización sugiriendo la
inevitabilidad de un movimiento en esta dirección.

Weber es también conocido por su estudio de la burocratización de la sociedad, los


modos racionales en los que las organizaciones sociales aplican las características de un
tipo ideal de burocracia. Muchos aspectos de la administración pública moderna
vuelven a él, y un servicio civil clásico y organizado jerárquicamente del tipo
continental es denominado servicio civil weberiano, aunque esto es sólo un tipo ideal de
administración pública y gobierno descrito en su obra magna Economía y sociedad, y
uno que no le gustaba especialmente, ya que lo consideraba únicamente eficiente y
exitoso. En su trabajo, Weber hace una descripción, que se ha vuelto famosa, de la
racionalización (de la que la burocratización es una parte) como un cambio desde una
organización y acción orientada a valores (autoridad tradicional y autoridad carismática)
a una organización y acción orientada a objetivos (autoridad racional-legal). El
resultado, de acuerdo a Weber, es una noche polar de oscuridad helada, en la que la
racionalización creciente de la vida humana atrapa a los individuos en una jaula de
hierro de control racional, basado en reglas. Los estudios sobre la burocracia de Weber
le condujeron también a su análisis - correcto, pues resultaría así - de que el socialismo
en Rusia llevaría, debido a la abolición del mercado libre y sus mecanismos, a una
sobreburocratización (evidente, por ejemplo, en la economía de la escasez) más que a
un alejamiento fulminante del estado (como Karl Marx había predicho que sucedería en
una sociedad comunista).

[editar] Economía

Reconocido hoy en día como uno de los fundadores de la sociología moderna, también
tuvo un papel importante en el campo de la economía.

Desde el punto de vista de los economistas, Weber es el representante de la escuela de


economía alemana histórica más joven. Sus contribuciones más valoradas en este
campo es su trabajo La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Se trata de un
ensayo sobre las diferencias entre las religiones y la riqueza relativa de sus seguidores.
El trabajo de Weber es paralelo al tratado de Sombart sobre el mismo fenómeno, que sin
embargo atribuía el auge del capitalismo al judaísmo. Otra contribución de Weber a la
economía (así como a las ciencias sociales en general) es su trabajo en la metodología:
sus teorías de Verstehen (conocido como comprensión o sociología interpretativa) y de
antipositivismo (sociología humanista).

La doctrina de la sociología interpretativa es bien conocida y debatida dada su


controversia. Esta tesis asegura que la investigación social, económica e histórica no
puede nunca ser totalmente inductiva o descriptiva ya que uno debe siempre
aproximarse a ella con un aparato conceptual. Este aparato fue identificado por Weber
como tipo ideal. Se basa en lo siguiente: un tipo ideal se forma a partir de características
y elementos de ciertos fenómenos dados, pero no intenta corresponderse con todas las
características de un caso particular. Es interesante compararlo con el concepto de
Ferdinand Tönnies de tipo normal.

Weber concedió que el empleo de tipos ideales era una abstracción, pero afirmaba que
sin embargo era esencial si uno pretendía entender cualquier fenómeno social particular,
ya que, a diferencia de los fenómenos físicos, ellos involucran comportamientos
humanos que deben ser interpretados por tipos ideales. Esto, junto con su
argumentación antipositivista, puede ser visto como la justificación metodológica para
la asunción del hombre económico racional (Homo economicus).

Max Weber formuló una teoría de tres componentes de estratificación, cuyos


componentes conceptuales son una clase social, un estatus y un partido político.

• Weber, Max. Economía y Sociedad. pp. 306, 927, 932. ISBN 8437503744.

La clase social se basa en la relación con el mercado determinada económicamente


(nivel económico). El estatus se basa en cualidades no económicas, como el honor, el
prestigio o la creencia religiosa. El partido hace referencia a las afiliaciones de carácter
político.

Estas tres dimensiones tienen consecuencias en lo que Weber denominó oportunidades


vitales.

Weber hizo múltiples contribuciones a la economía, incluyendo una historia económica


de la sociedad agraria romana; o un trabajo sobre los roles duales del idealismo y el
materialismo en la historia del capitalismo en su Economía y sociedad, que presenta sus
críticas o revisiones de algunos aspectos del marxismo. Finalmente, su Historia
económica general es quizá su mayor logro en la investigación empírica.

[editar] Otros datos


Mientras Pareto y Durkheim siguieron las ideas de Comte, trabajando sobre las ideas
del positivismo, Weber trabajó dentro del idealismo o la tradición hermenéutica. Clave
para entender el proceso de análisis de la realidad social es el concepto de que la
sociología debe ser una comprensión interpretativa (o verstehen) de la acción social.

Gran parte del trabajo de las organizaciones procede de su trabajo sobre la burocracia.
Ella deriva de la acción racional es la acción social. Sus ideas sobre la relación del
protestantismo y el desarrollo del capitalismo son extraordinariamente polémicas. Visto
por muchos como una suerte de diálogo con Marx sobre el desarrollo de las sociedades.

Se opuso a la utilización del razonamiento abstracto puro, prefiriendo siempre una


investigación empírica y a menudo histórica. Su metodología modela su investigación y
la combinación de ambas fundamenta su orientación teórica.

Hermano de Alfred Weber, otro sociólogo destacado.

_______________________________________________

La corriente estructuralista pretende equilibrar los recursos de la empresa, prestando atención tanto a su estructura

como al recurso humano, abordando aspectos tales como la correspondencia entre la organización formal e informal,

entre los objetivos de la organización y los objetivos personales y entre los estímulos materiales y sociales. Tiene como

objetivo principal estudiar los problemas de las empresas y sus causas prestando especial atención a los aspectos de

autoridad y comunicación. Considera que hay cuatro elementos comunes a todas las empresas: autoridad,

comunicación, estructura de comportamiento, estructura de formalización.

Uno de sus más importantes investigadores fue Max Weber, como así también lo fueron Mayntz, Barnard, Etzioni

Referencias Biográficas de Max Weber

Ertfurt, 1864 - Munich, 1920

Sociólogo y economista alemán

Fue el más importante estudioso de la estructura y principios de la burocracia. Iniciador y exponente de la escuela

estructuralista. Notable su actividad en la política.

Sus obras más importantes fueron:

" "Economía y sociedad" obra publicada tras su muerte que recoge lo principal de su pensamiento.

" "Ética protestante y espíritu del capitalismo" en esta última sostiene que la aparición y el desarrollo del capitalismo en

los países del centro y norte de Europa responde a la ética calvinista, con ello se opuso a las tesis marxistas.

" "Sobre la objetividad de los conocimientos sociológicos y sociopolíticos" donde propuso una metodología para

estudiarlos fenómenos sociales.

A continuación haremos hincapié en los aportes que Weber proporcionó a la administración y a la escuela

estructuralista, centrando sus estudios en la racionalización; la democracia; el comportamiento; la autoridad, de la cual

distingue tres tipos fundamentales: la tradicional, la racional - legal y la carismática; y la burocracia de la que realiza un
modelo burocrático. Este último presenta aspectos tanto positivos, los que fueron acentuados por Weber y por sus

defensores, como también aspectos negativos referentes a la opinión pública.

Weber analizó profundamente a las organizaciones desde puntos de vista diferentes. Sus aportes a la administración

fueron muy importantes, pero fueron reconocidos 20 años después

Comportamiento; la autoridad, de la cual distingue tres tipos fundamentales: la tradicional, la racional - legal y la

carismática; la burocracia, de la cual surge el modelo burocrático. Este presenta aspectos tanto positivos, los que

fueron acentuados por Weber y por sus defensores, como así también aspectos negativos referentes a la opinión

pública.

DESARROLLO DEL TEMA

Max Weber adentró su análisis en aquellas áreas de interés en que la economía y la sociología se relacionaban para

así poder interpretarlas motivaciones de la conducta. Centró su atención en el poder y la legitimación de la autoridad.

Se fundamenta en un concepto de autoridad legítima, a diferencia del concepto clásico de autoridad de origen divino.

Considera que es una herramienta para imponer la voluntad de una persona sobre el comportamiento de otras y que

hay quienes pueden ejercerla y quienes no.

Weber distingue tres tipos fundamentales autoridad:

Autoridad tradicional: aquí considera que la aceptación de la autoridad se basa en que siempre se ha procedido de esa

forma, la habitualidad de los usos y costumbres le confiere legitimidad. Se centra en el

1. principio de la costumbre y suele reflejarse en instituciones políticas con cargos hereditarios. Quienes ostentan la

autoridad están legitimados por la fuerza de la costumbre y gozan desde un tiempo inmemorial de un status especial,

los cambios solo pueden producirse si una porción determinada de la población lo desea.

2. Autoridad carismática: La aceptación de la autoridad proviene de la influencia personal del superior. Se basa en las

condiciones personales de quien ejerce la autoridad. Esta es la propia del líder: el jefe es reconocido como tal por sus

cualidades personales excepcionales, tales como el heroísmo, la santidad, el genio. Suele ser residual, Weber indicó

que la autoridad carismática, con el tiempo, tiende a convertirse en autoridad tradicional. El Vaticano, el papa, los

cardenales y los obispos son ejemplos de carisma rutinario de la sucesión apostólica.

3. Autoridad legal- racional: Los individuos aceptan la autoridad por que creen racionalmente en la legitimidad de las

normas que conceden el ejercicio del poder. Esas normas regulan el derecho de los individuos que son sujetos activos

de la autoridad a ejercer ésta (autoridad) en el contexto de aquéllas (normas) Está basada en el derecho positivo, en el

principio de legalidad.
Los tres tipos de autoridad se dan, con mayor o menor fuerza, en todas las sociedades política. Hasta los regímenes

más puramente carismáticos buscan la apariencia de la legalidad, y en un gran número de los que basan legitimidad

principalmente en el orden legal-racional hay importantes elementos tradicionales.

Autoridad carismática: presencia de factores sociopsicológicos

El modelo de Weber es absolutamente formal y rígido. La autoridad está determinada por los puestos y no por las

personas y todas las relaciones que fija entre las personas son las formales, olvidándose del individuo y de sus

comportamientos. Así Weber transformó el concepto clásico de autoridad en uno de tipo legal, con el transcurso del

tiempo estas reglas terminan formalizándose en normas legales que habrían de determinar la base a la convivencia

social, política económica... Estas autoridades son las que conforman la estructura de las organizaciones.

Weber fue el primer sociólogo que estudió las organizaciones de acuerdo a modelos ideales de comportamiento y

desarrolló un modelo burocrático, el cual consideraba aplicable a las sociedades capitalistas como así también a las de

tipo socialistas. Considera a la burocracia como el único medio para maximizar la eficiencia, el rendimiento de cualquier

orden de organizaciones.

Weber destaca en la burocracia varios rasgos o características:

1. Máxima división del trabajo: toda organización para lograr sus objetivos debe descomponer el trabajo total en

operaciones.

" Como un organismo, empresa, entidad, institución.

" Como la función de distribuir el trabajo dando autoridades formales.

Las funciones están asignadas y cada funcionario sabe de antemano cuáles debe cumplir.

2. Jerarquía de autoridad: las organizaciones deben estructurarse bajo una jerarquía de autoridad, se usa

fundamentalmente como evaluación de los resultados planeados. Se funda en la certeza del conocimiento de los

superiores y los subordinados de la escala jerárquica, ya predeterminada.

3. Es un esquema operativo formal donde cada puesto de la organización está ocupado por funcionarios que se

denominan agentes.

4. La autoridad de los funcionarios está dada por la legalidad de sus cargos específicos.

5. Determinación de reglas: que destinan la responsabilidad y la labor, la cual debe estar regida por reglas abstractas

que emanen la dirección general para lograr la uniformidad y coordinación de la ejecución de toda organización. Las

normas de conducta son predecibles ya que las pautas de comportamiento se hayan predeterminadas. El desempeño

del cargo por parte de los funcionarios se realiza según normas generales, susceptibles de aprendizaje, mas o menos

fijas y mas o menos completas.

6. Administración imparcial: el dirigente ideal debe administrar sin apasionamiento sin afección ni entusiasmo. 7.

Seguridad en el trabajo y calificación técnica: el empleo en las organizaciones debe ser una carrera para que los

miembros se desarrollen y asciendan por méritos y antigüedad en el puesto y no por recomendaciones. Los

funcionarios deben ser empleados a sueldo y no debe existir affectio societatis. 8. Evitar la corrupción: Diferenciación

clara de los bienes y de los ingresos de los miembros por fortuna privada e ingresos otorgados por su trabajo en la
organización. 9. No existen relaciones informales ya que solo se establecen relaciones en el marco de la Autoridad

legal y sus reglas.

10. Existen dos líneas de autoridad, la ascendente y la descendente, sin admitirse ninguna relación de tipo horizontal,

lo que permite un mejor control social.

11. El funcionamiento de la organización está formalizado mediante registros escritos, lo que despersonaliza los

cargos, de modo que un funcionario puede desaparecer y ser reemplazado por otro sin que sus funciones dejen de

cumplirse.

12. Existe una concepción de la organización como un "paraíso de la racionalidad"

13. Su meta final es alcanzar una situación de calculabilidad pura.

Ventajas del modelo de Burocratización según Weber

" Weber consideraba que este modelo permitía la realización integral de la libertad del hombre, al no dejar que la libre

negociación de las partes surgieran los abusos de quienes tenían mayor poder.

" Como el modelo estaba íntegramente constituido no existía el regateo de las partes y quien decidía que era lo mejor

para todos era la autoridad legal.

" El proceso de burocratización conduce a la adopción de los métodos de selección de personal más eficientes. La

elección está a cargo de la jerarquía formal, que seleccionará objetivamente al personal.

" El funcionario elegido por su jefe desempeña su función con más exactitud desde un punto de vista técnico y

profesional que determinan con mayor probabilidad su elección y su carrera.

" La burocratización traería consigo la vigencia de ciertas actitudes sociológicas beneficiosas para la eficiencia, como

son por ejemplo:

1. El miembro de la organización tendería a separar en forma tajante su vida personal de su actividad en la

organización.

2. La burocracia ejerce una fuerte presión a favor de la impersonalidad en el comportamiento organizativo. El logro de

ésta sería uno de sus mayores méritos.

" La burocratización rigurosa permitiría acelerar el ritmo de reacción de la administración frente a las situaciones dadas.

" La burocratización es una forma de racionalidad en acción, se trata de un campo donde la discusión carecería de

sentido, constituiría un recurso técnico, aséptico, independiente de cualquier tipo de valores previos.

" Rapidez en las decisiones, pues cada uno conoce lo que debe hacerse y quién debe hacerlo.

" Confiabilidad, pues el negocio es conducido de acuerdo con reglas conocidas.

" Consistencia, pues los mismos tipos de decisión deben tomarse en las mismas circunstancias.

Conceptos contradictorios

Para la opinión pública, la burocracia implica lo contrario que planteaban Weber y sus defensores. Consideraba que la

burocracia a demás de ser rígida, es ineficiente, inhumana, mecanicista, lenta y antieconómica.


Eliminar de las tareas de la organización cualquier aspecto del plano humano

Críticas a la perspectiva burocrática de Weber

Aunque Weber reconoció la importancia de la estructura informal, no la incluyó en su tipo ideal de burocracia. La

organización burocrática es influenciada por factores unidos al comportamiento humano que no fueron tomados en

cuenta por Weber.

" Las distinciones de Weber entre los tipos de autoridad son exageradas.

" En toda organización además de relaciones formales, por la propia naturaleza social del hombre, se producen

relaciones informales, espontáneas. Ambos tipos de relaciones se superponen y a veces llegan a contraponerse

ocasionándose un caos.

" Si bien la implementación de estrictas normas de comportamiento asegura precisión y confiabilidad, también se

elimina la iniciativa y se convierte al funcionario en un inepto para responder a circunstancias cambiantes.

CONCLUSION

El modelo ideal de Weber fue un primer intento integrador de control administrativo, partiendo de un todo igual con

directores y hombres ideales ( sin tener en cuenta que "lo ideal" no existe) y con él se cierra la etapa de elaboración de

modelos formales. Weber consideraba que las burocracias constituidas con las características anteriormente

nombradas eran especialmente eficaces para cumplir con las funciones de toda organización y por ello confiaba en que

la burocratización se extendería por todo el mundo moderno. Weber analizó a la burocracia desde un punto de vista

puramente mecánico y no político, preocupándose por mostrar cómo se establecen y se obedecen las normas y las

leyes. Weber no consideró los aspectos subjetivos e informales de la aceptación de esas normas y de la legitimación

de la autoridad, ni la reacción formal de la organización ante la falta de consentimiento de los subordinados. Weber se

preocupaba por las características, el crecimiento y las consecuencias de la burocracia. Su mayor contribución fue

considerar la organización en conjunto. El modelo burocrático fue profundamente estudiado y analizado en todas sus

características, con el propósito de buscar en él inspiración para una nueva teoría administrativa. Este modelo ofrecía

varias ventajas. Con todo, la racionalidad burocrática al desconocer a las personas que participan de la organización,

constituyen problemas que este tipo de organización no consigue resolver adecuadamente. Podríamos decir que el

modelo Weberiano pasó a constituir el modelo ideal de burocracia y no el modelo absoluto.

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