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Colombia: Las políticas multiculturales en retroceso ?

El caso de las poblaciones negras1.

Carlos AGUDELO
Sociólogo Instituto de Altos Estudfios de América latina – IHEAL
Universidad Paris III

Durante los últimos 5 años se evidencia una cierta pérdida gradual de espacio o de visibilidad
en el discurso de los actores del Estado colombiano referente a las poblaciones negras y la
reivindicación de la diversidad étnica y de las políticas multiculturales se hacen más raras de
parte de los dos últimos gobiernos (1998 – 2002 y 2002 hasta el presente). En estas
circunstancias es pertinente preguntarse si nos encontramos frente a un retroceso de lo que
parecía constituirse en una afirmación prácticamente irreversible de reconocimiento de una
realidad social y cultural : la diversidad de la nación colombiana ratificada por la Constitución
Nacional de 1991. El esbozo de una respuesta puede comenzarse a diseñar a partir de una
mirada a dos momentos diferentes en materia de comportamientos del Estado frente al
multiculturalismo.

Esto es justamente lo que pretendemos con esta comunicación que presenta de una parte la
síntesis de nuestro trabajo de tesis doctoral2 en los aspectos referidos al tema y en segundo
término registra elementos de observación recientes que se encuentran aún en proceso de
interpretación. Nuestra reflexión sobre la situación actual del multiculturalismo en Colombia
y el papel de los actores sociales que interactuan en relación con él está pues en una etapa
embrionaria.

El primer periodo cubre el proceso de construcción e implementación de normas y políticas


referidas a las poblaciones negras que se desarrolla básicamente durante los años 1990. El
segundo momento lo constituye una observación al comportamiento de las instituciones del
actual gobierno.

El desarrollo y la descentralización. Precursores del multiculturalismo ?

Las políticas de desarrollo y particularmente sus últimas versiones sobre « desarrollo


sostenible » han acompañado las políticas multiculturales en lo referido a las poblaciones
negras en Colombia. El reconocimiento de la diferenciación étno-racial de las poblaciones
negras estuvo íntimamante ligado a una asignación espacial en la cual se sintetizaba la fusión
entre « comunidades negras » y la región del Pacífico colombiano. En efecto, en esta región
sus habitantes mayoritarios son de origen africano y de otra parte el Pacífico, constituido
básicamente por un ecosistema de bosques húmedos tropicales fue considerado como una de
las áreas de mayor biodiversidad en el planeta y en consecuencia la atención prioritaria en
materia de la aplicación de políticas de desarrollo que tuviesen en cuenta estas condiciones.
La confluencia de factores de orden global y nacional (el origen del discurso sobre el
desarrollo sostenible, la preminencia de la protección del medio ambiente y de la

1
Ponencia para la reunión de trabajo del proyecto “Identidades y movilidades: Las sociedades regionales frente a
los nuevos contextos políticos y micgratorios. Una comparación entre México y Colombia”, CIESAS – IRD –
ICANH, México D.F., 11-13 noviembre 2003.
2
Agudelo, Carlos, “Poblaciones negras y política en el Pacífico colombiano: Paradojas de una inclusión
ambigua”, Tesis de doctorado en sociología bajo la dirección de C. Gros, Universidad Paris III – IHEAL, Paris,
Octubre 2002.

1
biodiversidad, la visibilidad de actores sociales locales y regionales – ONG, movimientos
negros- y la adaptación en el plano nacional de esos nuevos discursos) llevaron a que el
Pacífico deviniera una región pionera en el ejercicio de planes y proyectos de desarrollo en los
que primero, la participación de la población y más tarde el reconocimiento étnico, fueron
elementos explicitados como prioritarios.
A nivel global, desde lo años 1980 los mecanismos de participación de las poblaciones
concernidas en el desarrollo de programas, planes o estrategias institucionales o no, tienen
más protagonismo. Esta dinámica coincide con las políticas de descentralización que se
impulsan a escala global de parte de instituciones de desarrollo. Ante los resultados
decepcionantes en cuanto a las aspiraciones de superar los factores más prominentes de crisis
del mundo subdesarrollado a través de políticas impuestas desde la élites gobernantes o los
grupos de tecnócratas de los organismos internacionales o su equivalentes en el plano
nacional y regional, se comienza a plantear de parte de las grandes agencias del desarrollo, la
necesidad de crear mecanismos que comprometan a las poblaciones en la implementación de
sus programas de desarrollo.

El discurso sobre el desarrollo ha cambiado a escala global con notables implicaciones para la
región. Los resultados de la presencia de los proyectos de modernización económica que se
han implementado en el Pacífico determinan diferentes tipos de intervención. Ya desde los
años 1980 se hace evidente la presencia en la escena de actores sociales surgidos de la
población y acompañados por organismos como las ONG que se convierten en interlocutores
del Estado en el diseño de políticas para la región. Veamos algunas de las instancias que
encarnaron dichas políticas.

Con el Plaidecop - Plan de desarrollo integral para la costa Pacífica - se comienza a hablar de
otorgarle mayores posibilidades a las comunidades a través de sus organizaciones de expresar
sus ideas sobre los planes y proyectos que se van a implementar en sus regiones. Esta vez se
trataba de un plan que pretendía articular todos los proyectos sectoriales anteriores que se
desarrollaban en la totalidad de la región3.

Plaidecop inicia sus actividades en 1984 y se constituye en el primer plan de desarrollo


integral de una región en Colombia. Finalmente como balance de gestión es en el área social
en la que se obtienen resultados más tangibles. Además de un mejoramiento significativo en
la administración de servicios sociales básicos (aunque se siguiera estando lejos de alcanzar
los niveles requeridos) se implementaron formas comunitarias de participación. Una de las
experiencias más destacadas en este aspecto es la correspondiente al trabajo desarrollado con
mujeres en capacitación y organización. Las actuales líderes de organizaciones femeninas o
comunitarias y étnicas que participan en formas organizativas y políticas locales en el Pacífico
iniciaron su proceso de formación en el marco de estas dinámicas desarrolladas con
Plaidecop.

Creado en 1992, el Plan Pacífico le da continuidad a algunos de los proyectos emprendidos


por Plaidecop. El discurso del "desarrollo sostenible" ya se había consolidado en el escenario
internacional y refrendado por la Constitución nacional de 1991 como marco de referencia de
las políticas económicas. El Plan define sus prioridades de acción en el llamado "desarrollo
institucional"4, el impulso de actividades productivas sostenibles, de saneamiento básico,

3
Agudelo, (op. Cit.)
4
Según documentos del Plan Pacífico de desarrollo institucional es “la búsqueda de darle eficacia en el
funcionamiento a las administraciones locales, impulsar y apoyar los procesos de organización de la sociedad

2
salud y educación. Estas políticas se ponen a tono con las orientaciones de los organismos
internacionales de desarrollo (Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo) y con
las agencias internacionales de defensa del medio ambiente (PNUD – Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo, GEF – Fondo Mundial del Medio Ambiente ). Las nuevas
prioridades del capital internacional responden a la búsqueda de un equilibrio entre la
urgencia de racionalizar la extracción de recursos naturales, ante las perspectivas de su
agotamiento, la presión de corrientes ecologistas que logran un espacio de protagonismo en la
escena internacional y la continuación de cada vez más importantes niveles de acumulación
de capital.
Desde el punto de vista de la gestión de estas políticas, la onda del debilitamiento del Estado
propia de la lógica neoliberal le otorga a las regiones y comunidades un nuevo rol de
autogestor5. El Plan Pacífico encuadra globalmente con esta perspectiva. Es por ello que el
"desarrollo institucional” se convierte en prioritario. De otra parte, los empréstitos
internacionales para proyectos de desarrollo estaban ahora condicionados a la inclusión del
carácter "sostenible" de los mismos. El Plan se financiaría con fondos del BID.
El Plan integró como componente básico de las unidades técnicas a profesionales
procedentes de la región respondiendo así a la exigencia en este sentido formulada por
algunos sectores locales. El Plan ha diseñado mecanismos de participación ciudadana para la
definición de los planes de desarrollo municipal en coordinación con las alcaldías y las
gobernaciones.
En los años 1990 se van a consolidar un nuevo tipo de instituciones de desarrollo con
presencia en el Pacífico. Un elemento que caracteriza estos nuevos actores lo constituye la
prioridad de la protección del medio ambiente y el papel protagónico que tiene el discurso
sobre la biodiversidad. Por la ley 99 de 1993 se crea el Ministerio del Medio Ambiente. En
la misma ley se reconoce al Chocó biogeográfico (así se denominará a la región Pacífica entre
los expertos en biodiversidad6) como ecosistema estratégico y se responsabiliza a este
ministerio de generar políticas específicas para la región.
El principal programa del ministerio con relación al Pacífico es el Programa de
Manejo de Recursos Naturales PMRN, financiado por el Banco Mundial, que procede del
Programa de Acción Forestal para Colombia. Desde el PMRN el ministerio impulsa diversas
formas de intervención en la región. El PMNR ha apoyado la implementación de la ley 70 de
1993 o ley de negritudes a través de convenios con el Incora – Instituto colombiano de
reforma agraria - y los espacios de "Comités Regionales" en los que se concertan los aspectos
relativos a la titulación colectiva de tierras entre los actores que participan en el proceso7. En
unión con otros organismos como el Plan Pacífico, el PMRN trabaja en la elaboración de los
“Planes de manejo” de los territorios colectivos de comunidades negras y resguardos
indígenas. Para el ministerio, el proceso de titulación y sus desarrollos tiene las características
de una estrategia conservacionista de la biodiversidad y el medio ambiente en el Pacífico, de
ahí su compromiso en el apoyo a estas políticas y proyectos relacionados con la región.

civil y elaborar instrumentos de ordenamiento y planeación territorial” (Programa BID – Plan Pacífico.
Departamente Nacional de Planeación, Bogotá, 1997).
5
Gros, Christian, Pour une sociologie des populations indiennes et paysannes de l’Amérique latine »,
L’Harmattan, Paris, 1997.
6
El Chocó biogeográfico es una de las regiones con más variedad de especies del planeta. La Biodiversidad se
refiere a la articulación de estas múltiples formas de vida vegetal y animal con la interacción humana de usos y
formas de conservación de dichos recursos.
7
Sobre la ley 70 y los « Comités Regionales » y otros aspectos relativos a la titulación colectiva de tierras para
poblaciones negras ver más adelante.

3
En el contexto de la presión internacional institucionalizada en la Cumbre de Río de Janeiro
1992 y la legislación internacional sobre protección de la diversidad biológica que de allí se
genera surge el Proyecto Biopacífico. Este proyecto depende del Ministerio del Medio
Ambiente. Sus objetivos básicos plantearon "aportar y recuperar los elementos que le
permitan al gobierno y a las comunidades locales, consolidar una estrategia de conservación
para el Chocó biogeográfico. Biopacífico fue financiado con recursos de la GEF - Fondo
Mundial del medio Ambiente y del gobierno suizo, con la participación del PNUD - Programa
de Naciones Unidas para el Desarrollo - y el ministerio del Medio Ambiente.
Biopacífico no solamente interlocuta con las organizaciones étnicas y comunitarias de la
región sino que estimula la conformación de algunas de ellas. En algunas regiones los
resultados más ostensibles del PBP están justamente en el apoyo brindado a los procesos
organizativos.
El trabajo de PLAIDECOP y el de los planes de desarrollo regional que lo relevan (Plan
Pacífico, Proyecto Biopacífico), se articularán con el trabajo de otras instituciones del Estado.
En estos años coincide también la llegada a la región de algunos organismos de cooperación
internacional y de instituciones no gubernamentales que al lado del rol que ya venía jugando
la Iglesia en la promoción de formas de participación comunitaria, juegan un papel importante
en la formación de liderazgos locales y formas organizativas que en muchos casos serán los
embriones del proceso de organización étnico – territorial que surgirá en la región desde
finales de los años 1980 y sobre todo a partir de la Constitución nacional de 1991.

La parte de la descentralización
En confluencia con los cambios que estaban implementándose en las políticas de desarrollo y
sustentados en factores similares (influencias externas e internas hacia la superación de
modelos centralistas y macro, mayor presencia de lo local y regional en la gestión del Estado),
en el terreno de la administración y de la política también se comienzan a expresar virajes
hacia lo que se consolidaría desde mediados de los años 1980 como las políticas
descentralizadoras.
En el caso colombiano estas políticas corresponden a tendencias de carácter global de
cambios en las formas de funcionamiento de los Estados. Se articulan la búsqueda de
eficiencia administrativa y fiscal, la racionalidad económica desde la regulación que
impongan las fuerzas del mercado y la disminución del papel del Estado. Esta sería la esencia
de las políticas llamadas neoliberales en descentralización. De otra parte se encuentran la
implementación de mecanismos de participación de actores locales y regionales así como la
relevancia de nuevos actores políticos y sociales en la conducción de los asuntos políticos y
administrativos superando formas de centralización y prácticas políticas que limitan la
expresión de una democracia participativa y moderna. Se trata aquí de una concepción de la
descentralización como un proceso democratizador.
Colombia cuenta con un nutrido arsenal de medidas sobre descentralización surgidas en el
cruce de influencias globales y de las características concretas del régimen político. Desde
el punto de vista de la adopción de las normas de descentralización, éstas se comienzan a
implementar en los municipios de la región Pacífica de manera simultanea a la escala
nacional por la vía de orientaciones administrativas del orden nacional.
La descentralización con sus elementos de participación ciudadana se insribe al lado de las
políticas de desarrollo como elemento facilitador del multiculturalismo en su versión
colombiana. Las normas relativas a la gestion territorial concerniente a las poblaciones
negras del Pacífico e igualmente para el caso de los indígenas presentan una coincidencia
implicita con las prioridades descentralizadoras del Estado.

4
Si bien es cierto que un balance sobre estos niveles de participación de base muestra la
distancia entre los propósitos y las realidades, el hecho de llegar a la elaboración de modelos
participativos de gestion del desarrollo va a ser un elemento clave en la práctica de las
políticas multiculturales en el caso de las poblaciones negras.

Una nueva Constitución : La institucionalización de la diversidad cultural

Si las políticas de desarrollo y descentralización constituyen, en algunos casos de manera


colateral y en otros de forma directa, un sustento básico en la implementación del
multiculturalismo referido a las poblaciones negras en Colombia, es a partir de la
Constitución nacional de 1991 que de manera explícita se inicia el proceso de
institucionalización de la « comunidad negra » como actor étnico coprotagonista, al lado de
los indígenas, de la realidad multicultural que el Estado reivindica.

Desde su primer artículo la Constitución de 1991 marca la ruptura con la anterior cuando
plantea que Colombia es una « República independiente, descentralizada, con autonomía de
sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista », para luego agregar en el
artículo 7 que « El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación.». El
artículo 13 trata de la exigencia a « las autoridades » de no infringir « ninguna discriminación
por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o
filosófica. » y más adelante en el artículo 70 : « La cultura en sus diversas manifestaciones es
fundamento de la nacionalidad. El Estado reconoce la igualdad y dignidad de todas las que
conviven en el país. ».

La Constitución Nacional de 1991 fue elaborada por una Asamblea Nacional Constituyente –
ANC - elegida por sufragio universal. El trabajo de la ANC fue antecedido de una dinámica
nacional que incluyó actividades de discusión con participación de diversos sectores de la
sociedad sobre los temas y el contenido de la transformación constitucional8. Apoyados en
ONG que impulsan los mecanismos de participación ciudadana a nivel nacional, se realizan
durante 1990 reuniones que apuntaban a lograr la definición de unos acuerdos mínimos sobre
las reivindicaciones fundamentales de los poblaciones negras.

Iniciadas las sesiones de la ANC, Para los constituyentes, se trataba de asimilar las
poblaciones negras a los indígenas en tanto que grupo étnico, pero debía quedar bien claro
qué tipo de poblaciones negras estaban concernidas para evitar un desbordamiento de
reivindicaciones territoriales de una población dispersa por toda la geografía nacional y que
representaba demográficamente mucho más que las poblaciones indígenas (éstas son
aproximadamente el 2% del total nacional mientras las poblaciones negras oscilan entre el
18% y el 26% según diversas fuentes). El carácter de las poblaciones negras como grupo
étnico quedo plasmado en la Constitución en el Artículo Transitorio 55.

A partir de la inclusión del AT 55, aparece de manera oficial el término « comunidad » para
afirmar el carácter étnico de este grupo de la población (la del Pacífico rural ribereño) y
relacionarlo con una « identidad cultural » y unas « formas tradicionales de producción ».
Esta fórmula respondía bien al punto de referencia del modelo indígena de etnicización que
las organizaciones negras habían asumido como bandera de lucha para su inclusión en la

8
Laurent, Virginie, L’Assemblée Nationale Constituante colombienne de 1991. Itinéraire d’un projet, Mémoire
de Diplôme sous la direction de Christian Gros, IHEAL, Paris, 1993.

5
nueva institucionalidad que inauguraba la constitución de 19919.

Para el Estado, la inclusión del AT55 se enmarcaba en sus propósitos globales de presentarse
como garante de derechos a nuevos actores sociales, oferente de nuevos espacios de
participación, consecuente con la nueva definición pluralista y diversa de la Nación, pero sin
rebasar ciertos límites. Según la ANC, a todos los negros colombianos no se les podía
equiparar a una minoría étnica.

El AT55 se convierte en la herramienta que activa una dinámica organizativa sin precedentes
en la región rural del Pacífico. Se inicia también el « malabarismo » de los movimientos
negros por lograr incluir reivindicaciones que cubran a la totalidad de las poblaciones negras
del país, apoyándose en los principios generales de la Constitución sobre diversidad cultural y
participación y en el propio AT55. En esta dinámica de construcción de un actor político es
notable el papel que juega la referencia del modelo de movilización indígena, el discurso
antropológico sobre la etnicidad negra, la asesoría de la Iglesia en algunos de los procesos
organizativos, el ambiente reformista de la coyuntura y la voluntad política del Estado de
aceptar la institucionalización del carácter diverso de la sociedad colombiana.

La ley de Negritudes o ley 70. Del Pacífico hacia el resto del país?

Según lo establecido en el AT55 le correspondía al gobierno conformar la comisión que se


encargaría de redactar la ley respectiva. En el acto protocolario de instalación el Presidente de
la República, refrendó el espíritu con el que el gobierno participaba en el proceso en curso.
Para él, se trataba de « poner en funcionamiento un nuevo instrumento de participación
dentro del marco de la Constitución Política de 1991... » refrendaba igualmente el
reconocimiento a « la diversidad étnica y cultural de la Nación ». Anunciaba también que el
proceso de reglamentación y aplicación del resultado obtenido sería financiado con recursos
del Fondo de Proyectos Ambientales del BID, vinculando de manera explícita la
reglamentación del AT55 con la problemática ambiental de la región Pacífica. El carácter de
región de gran biodiversidad y fragilidad ecológica, la situación de precariedad social de sus
pobladores, la necesidad de regular el acceso a la propiedad de la tierra se convertían en
aspectos de una misma problemática. Simultáneamente el Presidente presentaba el Plan
Pacífico que adelantaría el Departamento Nacional de Planeación como la nueva estrategia
del Estado para concretar el desarrollo sostenible en la región. La ley dirigida a las
comunidades negras debía ser en ese esquema un complemento subsidiario al Plan Pacífico.

La temática de lo ambiental aparece de manera recurrente en el trabajo de la Comisión


Especial. El discurso ambientalista sobre la protección de la naturaleza, la biodiversidad y el
desarrollo sostenible es instrumentalizado tanto por el Estado como por las organizaciones de
poblaciones negras. El hecho de que justamente sea en una región estratégica desde el punto
de vista de lo ambiental donde están ubicadas las poblaciones negras que inician el proceso de
reivindicación de derechos territoriales representa una confluencia de factores que marcarán
este proceso. Aunque la región fue mirada primero por el Estado como punto de conexión con

9
Apartes Artículo Transitorio 55 : Dentro de los dos años siguientes a la entrada en vigencia de la presente
Constitución, el Gobierno expedirá, previo estudio de parte de una comisión especial, que el gobierno creará para
tal efecto, una ley que reconozca a las comunidades negras que han venido ocupando tierras baldías en las zonas
rurales ribereñas de los ríos de la Cuenca del Pacífico, de acuerdo con sus prácticas tradicionales de producción,
el derecho a la propiedad colectiva sobre las áreas que ha de demarcar la misma ley.

6
la cuenca del Pacífico en una perspectiva de megaproyectos de infraestructura y una lógica
económica de tipo neoliberal, la fuerza que adquiere el discurso ambiental y el hecho de ser el
Pacífico una de las regiones con mayor biodiversidad del planeta hicieron que la dinámica del
Estado frente a la región cambiara de énfasis. El surgimiento de los procesos organizativos de
poblaciones negras e indígenas en la región también es un elemento al cual el Estado se debe
adaptar en la formulación de sus políticas10.

La Comisión Especial funcionó hasta mayo de 1993, luego de diez meses de trabajo. Entre
mayo y junio fue tramitada el proyecto de ley en el congreso de la República y finalmente en
Agosto de ese mismo año es firmada como «ley 70 de 1993» por el Presidente en acto público
en Quibdó, la capital del departamento del Chocó en el Pacífico colombiano. La ley 70 fue el
resultado de un ejercicio de política participativa en la que el Estado interactuó con una
expresión de la sociedad que en el transcurso del proceso mismo de confrontación –
concertación dio un salto significativo en su dinámica de construcción como actor político.

El eje principal de la ley lo constituyen los derechos territoriales colectivos para « las
comunidades negras » del Pacífico y zonas similares baldías, rurales y ribereñas y que ejerzan
« prácticas tradicionales de producción ». Pero la ley incluye también el « propósito de
establecer mecanismos para la protección de la identidad cultural y de los derechos de las
comunidades negras de Colombia como grupo étnico, y el fomento de su desarrollo
económico y social.... ».

Se introducen los conceptos de « comunidad negra », « Ocupación colectiva » y « Prácticas


tradicionales de producción » como los modelos de referencia para el reconocimiento de
derechos territoriales. Se definen los mecanismos mediante los cuales se otorgará el
reconocimiento del derecho a la propiedad colectiva. De particular importancia es la creación
de una nueva figura administrativa llamada « consejo comunitario ». La conformación de
estos consejos representan un requisito imprescindible para acceder al título de propiedad
colectivo. Los consejos comunitarios se constituyen en las instancias de gestión
administrativa de los territorios colectivos.

La ley parte del supuesto de que las comunidades negras beneficiarias ejercen unas « prácticas
tradicionales de producción » que garantizan la preservación de la naturaleza. Son varias las
anotaciones a lo largo del texto de la ley que reafirman el compromiso que deben mantener
estas poblaciones en un manejo de los recursos naturales consecuente con el desarrollo
sostenible y la protección de la biodiversidad. También se enuncian medidas para preservar
los recursos y el medio ambiente de la región de parte de actores externos a las comunidades
que desarrollen prácticas de explotación y manejo no sostenible o antiecológico11.

10
Escobar, Arturo y Pedrosa, Alvaro (comp), Pacífico. Desarrollo o diversidad ?, CEREC, Ecofondo, Bogotá,
1996.
11
Hay que decir sin embargo que la figura de las « prácticas tradicionales de producción » fue una especie de
« tipo ideal » que elaboran las organizaciones negras y sus asesores para apuntalar la exigencia de sus derechos
territoriales. Pero en la realidad este modelo es más la excepción que la regla. El Pacífico es una región en crisis
ambiental por el desarrollo de prácticas de explotación de los recursos naturales promovidas principalmente por
agentes del capital como las compañías madereras, la minería industrial, las palmicultoras o camaroneras. A las
dinámicas extractivas macro se agregan, como consecuencia pero también debido a procesos de modernización
cultural, las prácticas de producción de buena parte de las poblaciones negras del Pacífico, que están lejos de ser
«sostenibles». En cuanto a la « ocupación colectiva », si bien es cierto que este concepto se apoya en la realidad
de formas de uso del territorio y es una categoría política de aproximación al modelo de resguardo, también
representa una generalización. La ley no le da la suficiente importancia a las formas de apropiación individual

7
En lo que respecta a reivindicaciones del conjunto de poblaciones negras del país la ley
plantea una serie de medidas para la protección de los derechos y la identidad cultural y para
impulsar el desarrollo económico y social. La identidad cultural se vincula en la ley a los
procesos educativos en términos de normas que conciernen la totalidad del sistema educativo
nacional (cambios en los contenidos de los programas que incluyan la historia y la cultura de
las comunidades negras colombianas) y también medidas específicas hacia las comunidades
como el impulso de programas de etnoeducación dirigido a las poblaciones negras.
Igualmente se incluyen ayudas para estimular un mayor acceso de las poblaciones negras a la
educación especialmente a la formación superior mediante un programa de becas.

En materia de desarrollo, la ley establece que el Estado garantizará para las comunidades
negras « el derecho a desarrollarse económica y socialmente atendiendo a los elementos de su
cultura autónoma. » Se crean los espacios para que representantes de las comunidades
participen en las instancias estatales de planeación nacional y regional. Se ordena la creación
de una comisión que diseñe un plan específico de desarrollo para poblaciones negras. Como
instancia de interlocución colectiva con el Estado y a manera de continuación de la Comisión
Especial se crea una « Comisión Consultiva de Alto Nivel » y a nivel regional continuarían
funcionando las comisiones consultivas departamentales existentes y se agilizaría el trámite
para la creación de otras nuevas. En materia de derechos políticos aparece la circunscripción
especial para elegir a la Cámara de Representantes dos miembros de las comunidades negras.
La ley también determina la creación de la « División de asuntos para las comunidades
negras » como una dependencia del ministerio de Gobierno, actualmente Ministerio del
Interior.

La ley 70 tanto en materia de derechos territoriales para las comunidades negras rurales del
Pacífico (su eje central), como en la consideración de los demás derechos más generales, se
convierte en una referencia que marca el futuro de estas poblaciones y que les otorga una
presencia institucional con repercusiones en las dinámicas sociales y políticas de orden
nacional. La ruptura que implicó el reconocimiento de la diversidad cultural de la Nación en
la nueva Constitución, tiene en esta ley otro punto de anclaje para acercarse a las realidades
sociales, políticas y culturales que rebasan, la idea de la « Nación mestiza » y reconocen su
coexistencia con la diversidad cultural.

Sobre algunos « productos derivados » de la Ley

Fruto de debates en el seno de la Comisión consultiva o de interlocuciones que se


desarrollaron entre voceros de las organizaciones negras y de organismos del Estado
concernientes se fueron reglamentando varios artículos de la ley. El aspecto más significativo
fue el de la definición del procedimiento para el reconocimiento del derecho a la titulación
colectiva de tierras. Se trata del decreto 1745 del 12 de octubre de 1995. En este decreto se
fijan los principios y ámbitos de aplicación de la titulación, las características y funciones de
los consejos comunitarios", las funciones de la "comisión técnica" intergubernamental que
evaluara las solicitudes de titulación, los procedimientos concretos de titulación, los criterios
de administración de las tierras tituladas y otras disposiciones relativas a la titulación y los
territorios colectivos.

que también se implementan en la región. Esta imprecisión causará problemas y malentendidos en el proceso de
titulación. Sobre este aspecto ver Villa, William, «Movimiento social de comunidades negras en el Pacífico
colombiano. La construcción de una noción de territorio y región» in Adriana Maya (ed.), Los afrocolombianos.
Geografía humana de Colombia. Tomo VI ,Instituto colombiano de cultura hispánica, Bogotá, 1998, pp 431-448.

8
Una vez en vigencia el decreto 1745 se crea un comité interinstitucional con participación del
INCORA, y los ministerios de Medio Ambiente, Agricultura e Interior. Este comité elabora
luego de discusiones y consultas con representantes de Comunidades negras, una propuesta de
programa de aplicación del reciente decreto de procedimientos para titulación. En agosto de
1996, se decide la creación de los "Comités regionales", como el organismo que asegure "la
participación de las comunidades de la región en los procesos de titulación colectiva de tierra
a comunidades negras, saneamiento y delimitación de resguardos indígenas y zonificación
ecológica, todos ellos enmarcados en el Programa de Manejo Ambiental y Recursos Naturales
(PMRN) del Ministerio del Medio Ambiente." También participarán la Red de Solidaridad de
la Presidencia como ejecutante del presupuesto y el Proyecto Biopacífico.

Además de los mecanismos de interacción que hemos presentado, en el contexto de


construcción de la legislación para poblaciones negras, se han ido generando otros espacios en
las que la representación de las «comunidades negras» se institucionaliza. Los mecanismos de
cooptación de los representantes de las comunidades negras en las instituciones varían de
acuerdo a las circunstancias. En algunos casos son cuotas burocráticas o clientelistas de los
parlamentarios o líderes políticos negros o miembros del partido de gobierno. Otras veces son
nombrados por las Consultivas nacionales o departamentales. También se presenta el caso de
nombramientos de funcionarios negros por sus competencias profesionales
independientemente de que estén vinculados o no al proceso político de organizaciones
negras. Las mismas organizaciones cuestionan a veces la representatividad de los delegados
negros en las instituciones, ya sea por el mecanismo por el que fueron nombrados o por la
ineficacia de su gestión. A menudo la representación se vuelve meramente nominal pues no se
genera condiciones para que las propuestas de los representantes negros sean tenidas en
cuenta. En el campo de las organizaciones también se multiplican los liderazgos y
protagonismos de orden local, regional y nacional, aunque en el nivel rural se presentan
fenómenos de acaparamiento de estas funciones de liderazgo y representación debido, entre
otras cosas, a la poca presencia de cuadros con las posibilidades culturales (nivel educativo)
de acceder a los espacios de representación y liderazgo existentes12.

A pesar de estos problemas, una élite negra en el campo de la burocracia estatal adquiere una
evidente visibilidad en las áreas de competencia de las políticas relacionadas con la ley 70 y
demás aspectos que de alguna manera conciernen a la situación de la población negra.

Hasta aquí hemos hecho un paneo de las políticas públicas fundamentales relativas a las
poblaciones negras en Colombia. Este proceso que se inicia en los albores de la Constitución
Nacional de 1991 se extiende en un proceso de relativa continuidad hasta finales de los años
1990.

Un salto al presente. El silencio del Gobierno.

Decíamos iniciando esta comunicación que hemos constatado la ausencia de un discurso


explícito de parte del actual gobierno frente a las políticas multiculturales. De ahí que
intuíamos en el momento de nuestro retorno reciente a Colombia (verano del 2003) un
desmonte acelerado de la implementación de las políticas referentes al Pacífico y las

12
Hoffmann, Odile, “Políticas agrarias, reformas del Estado y adscripciones identitarias: Colombia y México”,
en Análisis Político, N° 34, 1998.

9
poblaciones negras. De allí se desprendería una pérdida de espacios de interlocución entre el
Estado y los demás actores sociales que actúan sobre la problemática a estudiar.

Luego de realizado nuestro trabajo de campo, sin llegar a decir que nuestra visión a priori
estaba totalmente equivocada, sí debemos afirmar que hay que relativizar nuestra
interpretación sobre la problemática a abordar.

Veamos a través del estudio de algunas instituciones cómo se expresan las rupturas o las
continuidades con las políticas establecidas desde las años 1990 sobre poblaciones negras.

La titulación colectiva de tierras para Comunidades negras ha llegado a 4 millones y medio de


hectáreas en el Pacifico y el gobierno afirma que llegará a una meta de 6 millones en el
200613. Esto en medio de un cambio institucional importante. El INCORA – Instituto de
Reforma Agraria desaparece y surgen otras instituciones que lo remplazan haciendo énfasis
en el “desarrollo” agrario que se puede traducir en la búsqueda de rentabilidad muy propia de
una visión de apertura económica neoliberal14. Lo que parece paradójico es que en medio de
esta visión estratégica de rentabilidad se le de continuidad a un programa de titulación
colectiva que puede entrabar los mecanismos de compra-venta. La explicación pude seguir
estando de lado de la “inversión” en capital político que representa en el contexto
internacional poder seguir mostrándose como un gobierno que respeta y protege la diversidad
étnica nacional y de paso la biodiversidad. No en vano el programa bandera que presentó el
gobierno colombiano en Durban – Conferencia contra el racismo, fue justamente la aplicación
de la ley 70 o de titulación colectiva de tierras15.

El nuevo instituto que dará continuidad a las políticas de titulación es el INCODER – Instituto
de desarrollo rural. La persona que el actual gobierno ha confirmado para seguir el frente de
dicha tarea es el mismo líder negro Silvio Garcés que ha venido trabajando en el INCORA
desde 1998 convirtiéndose en la persona con más conocimientos técnicos y administrativos
sobre el tema. Silvio Garcés ha participado desde inicios de los años 1990 en el proceso de
elaboración de la legislación sobre comunidades negras.

Otro de los aspectos problemáticos de estos resultados de avance en el proceso de titulación es


el hecho de que en algunas zonas del Pacífico numerosas familias han debido desplazarse de
la región a causa de la agudización del conflicto16. Frente a esta situación Silvio Garcés nos
dice que si bien es cierto esto es un problema real, al menos el hecho de que ya sean tierras
tituladas a las comunidades impedirá su venta forzada o simplemente el despojo y a mediano
plazo se podrán establecer de nuevo las comunidades en sus territorios. Estos logros en la
titulación son considerados como un paso previo a la lucha por hacer de los territorios
colectivos “Entidades Territoriales Afrocolombianas - ETA17”

13
Hasta mayo de 2001 la titulación colectiva había llegado a 2.7 millones de hectáreas.
14
El actual gobierno ha fusionado, transformado o suprimido algunos ministerios y otras instituciones del
Estado. Estas medidas hacen parte de sus políticas de “austeridad”, “desburocratización” y “búsqueda de
eficacia”.
15
Aunque esto se efectuó durante el gobierno anterior al actual, el logro en materia de titulación continúa
presentándose como la prueba más clara de la voluntad del Estado de luchar contra la exclusión y el racismo.
16
Las poblaciones negras del Pacífico se encuentran entre las principales víctimas del desplazamiento forzado
generado por el conflicto armado. Cifras de CODHES (ONG de DH): el 40% de las poblaciones desplazadas por
el conflicto en Colombia son poblaciones negras.
17
Asimilados a los ETI que la Constitución Nacional establece para los territorios indígenas (aunque están sin
reglamentar) que incluyen derechos de gestión y captación de recursos del Estado que no son considerados
actualmente para las tierras colectivas de comunidades negras.

10
Es incierta la resolución del conflicto y la normalización de la región pero la verdad es que la
titulación colectiva en estas condiciones sí puede ser un factor que favorezca la situación de
las comunidades a mediano y largo plazo.

El que conocíamos como Ministerio del Medio Ambiente, se ha convertido en Ministerio de


Ambiente, Desarrollo y Vivienda. Las políticas de este despacho frente al Pacífico aplican el
programa de gobierno sobre “el estado comunitario18”. En este sentido la ministra19 ha sido
permeable a asimilar la validez de darle continuidad a los planes que sobre la región Pacífica
venía implementado el ministerio. Como uno de los componentes de las políticas públicas que
se han desarrollado para el Pacífico son justamente el estímulo de formas de organización y
participación ciudadana o comunitaria para la gestión territorial, esto ha permitido un
empalme de acuerdo a la lectura que del programa gubernamental y de las políticas sobre el
Pacífico realiza el actual equipo al frente de este ministerio. Aquí, al igual que en el caso del
INCORA – INCODER hay algunos cuadros del Pacífico como el intelectual negro Diomedes
Londoño que permanecen en el ministerio desde administraciones anteriores y juega un papel
crucial en las formas de continuidad que adopta este despacho frente a la región. Este
funcionario considera satisfactorio que la ministra haya aceptado adoptar una política de
continuidad frente al Pacífico a pesar de que el gobierno central no parece de forma explícita
compartir esta posición.

El ministerio crea en equipo de trabajo llamada “Grupo Pacífico” en el que se concentran sus
acciones frente a la región. Allí confluyen programas que antes se gestionaban desde otras
instancias del Estado como el Plan Pacífico, el Instituto de Investigaciones Ambientales del
Pacífico (fruto de la ley 70 con participación de las comunidades indígenas y negras en su
dirección), la Agenda Pacifico XXI (Programa de elaboración de estrategias para la
“integración regional y el desarrollo sostenible del Pacífico”)20. En cada uno de estos
organismos o programas se encuentran actualmente intelectuales, líderes o representantes de
organizaciones negras que vienen trabajando desde hace varios años en actividades relativas
al Pacífico. Uno de los ejes de trabajo del grupo Pacífico gira alrededor del impulso de lo que
denominan “Ordenamiento Territorial Regional - OTR”. Este planteamiento parte del
desarrollo del concepto de “territorio–región” que se diseñó en el proceso de construcción de
la ley 70, pero que ahora busca articularse con los planteamientos nacionales sobre
ordenamiento territorial y el proceso de discusión en esta materia que se adelanta sobre el
tema. Según la responsable del grupo Pacífico y el director del IIAP por el momento lo
prioritario es ir ganando terreno en la aceptación de este planteamiento tanto entre los sectores
de base (las comunidades y otros grupos la de sociedad civil en la región), como de parte de
sectores políticos y administrativos de carácter nacional e incluso internacional. El siguiente
paso será la normativización del OTR a través de leyes, decretos y políticas de Estado. Este
concepto de OTR vendría a empatar con la perspectiva planteada por el responsable de ley 70
en INCODER, de la creación de las “ETA”, mencionadas anteriormente.

18
Uno de los ejes programáticos del gobierno actual que plantea el incentivo de diversas formas de participación
ciudadana y de autogestión que recuerdan de nuevo el discurso neoliberal sobre la disminución del papel de
Estado en la sociedad. Hay que subrayar que en los documentos programáticos centrales del actual gobierno no
aparece la reivindicación del carácter multicultural y diverso de la nación ni alusión alguna a los grupos étnicos o
al Pacífico como región, salvo para referirse a algunos macroproyectos de incremento de las vías de
comunicación con el interior del país y hacia el exterior. Ver “Manifiesto democrático. Los cien puntos de
Alvaro Uribe” en la pagina web de Departamento nacional de Planeación, www.dnp.gov.co .
19
La actual ministra de este despacho es Cecilia Rodríguez.
20
Una reflexión sobre el balance de gestión de estos organismos se encuentra en mi trabajo de tesis ya citado.

11
El programa institucional más visible y que puede presentar un balance mas tangible de
ejecuciones es El Plan Pacífico. El BID aceptó continuar con su financiación. Este programa
se ocupa del “desarrollo institucional” y el “desarrollo durable” a través de la gestión y
ejecución de proyectos para mejorar la capacidad administrativa de la región y avanzar en los
planes de desarrollo sostenible.

Otra instancia del ministerio que concierne el Pacífico aunque no está integrada directamente
al “Grupo” es la Dirección Nacional de Parques Naturales - DNPN. Según una líder del
movimiento negro que trabaja actualmente en la seccional del suroccidente colombiano de la
DNPN, se ha logrado que este organismo desarrolle una política de zonificación ambiental
que coincide con los intereses de las comunidades aunque el tema de la propiedad del
territorio de parques en el que habitan comunidades negras sea un aspecto que todavía está
lejos de resolverse a favor de las poblaciones que ocupan esos territorios.

Otro aspecto que concierne el ministerio y que es reivindicado como política de este despacho
es la conservación de los espacios de representantes de las comunidades negras e indígenas en
las juntas directivas de las “Corporaciones de desarrollo regional” que son entes
administrativos descentralizados que actualmente también dependen del ministerio. Habría
que ver si estas formas de participación siguen afectados por los problemas que se
evidenciaban durante los primeros años (1995-1999) de implementación.

En lo que se refiere al Departamento Nacional Planeación21, en el Plan Nacional de


Desarrollo del actual gobierno se incluye nuevamente una síntesis del “Plan de desarrollo para
la población afrocolombiana” elaborado por una comisión de representantes de comunidades
negras. Este ejercicio se ha venido haciendo con los tres últimos gobiernos con resultados
similares. Salvo los aspectos que se vienen desarrollando ya en otros ministerios, las
planteamientos del Plan siempre quedan sin que se determiné el presupuesto necesario para su
aplicación. Esta vez se han producido avances en el sentido que se están trabajando con
representantes de movimientos negros, documentos del Consejo Nacional de Planeacion22 -
CONPES en el que según un funcionario gubernamental si habrá la posibilidad de destinar
recursos. Este documento está en proceso de elaboración.

El Ministerio del Interior también se ve afectado por las políticas de fusiones y disminución
de lel tamaño de la administración que impulsa el gobierno. Ahora está integrado con el de
Justicia y varias s de sus dependencias desaparecen o son transformadas. Las Direcciones de
asuntos de comunidades negras e indígenas se fusionan en una única Dirección de Etnias. En
un principio se había anunciado la creación de una Consejería presidencial para la Diversidad
Etnica que nunca se materializó. Entre las orientaciones de esta oficina se encuentra la
coordinación interinstitucional, doblando en este propósito lo planteado por el Grupo Pacífico.
Se plantea darle continuidad a las demas tareas que habitualmente asumía la dirección de
comunidades negras pero es pertinente preguntarse que posibilidades tendrá la parte
correspondiente a las poblaciones negras de lograr un espacio importante cuando debe
competir al interior de un mismo organismo con los indígenas, quienes cuentan con una
mayor capacidad organizativa y poder de incidencia. Lo cierto es que también en esta
instancia se nota un trabajo febril y existe de parte de los funcionarios cierto optimismo
militante en que se pueden apoyar en elementos del discurso gubernamental sobre
“participacion ciudadana” para abrirle paso a proyectos benéficos para las poblaciones negras.

21
Organismo del Estado central encargado de las políticas de planeación.
22
Organismo encargado de diseñar los planes de ejecución del Plan Nacional de Desarrollo.

12
El Ministerio de Relaciones Exteriores, a través de su oficina de Derechos Humanos y
Derecho Internacional humanitario también logra cierto protagonismo en relación con la
problemática étnica especialmente luego de su participación como uno de los representantes
gubernamentales en la preparación y el desarrollo de la Conferencia de la ONU contra el
racismo en Durban y posteriormente en algunnas instancias habilitadas por Naciones Unidas
para abordar este tema. La persona que está al frente de esta tarea es un lider negro quien fue
el primer director de asuntos par comunidades negras de la oficina creada por el ministerio del
Interior. Esta persona reconoce que buena parte de la posibilidad del gobierno colombiano de
presentarse en escenarios internacionales sobre el tema de poblaciones negras se debe al
trabajo de visibilización de la problemática lograda por algunos representantes de
movimientos negros. En estos espacios Colombia se sigue presentando como cabal
cumplidora de su políticas de respeto al multiculturalismo y la diversidad.

Con un ministerio en el que no encontramos interlocutor fue el de Eduación. La oficina


encargada de ocuparse del proyecto de etnoeducacion de comunidades negras dejó de existir
asi como una Comision pedagógica de representantes de comunidades negras. El balance en
la implementación de la llamada “Cátedra afrocolombiana” destinada a integrar los programas
de educación nacional están estancados. Otro proyecto relativo a la educación como es la
Universidad del Pacífico ha iniciado de forma irregular y con fuertes problemas de
presupuesto sus labores. No contamos con los elementos como para hacer un balance de este
aspecto pero tenemos la percepción que es en este rubro en el que se pueden mostrar mas
pobres reultados.

Finalmente, una iniciativa que podemos considerar como intermedia entre los sectores
institucionales (alcaldes, consejos, parlamentarios) y otros actores sociales y políticos de la
región es la Federación de municipios del Pacífico. La Federación surgió inicialmente con
el apoyo del BID en el marco de las políticas de desarrollo institucional impulsadas en el Plan
Pacífico. Los objetivos propuestos por este mecansimo de coordinación confluyen con los
planteado en la Agenda Pacífico XXI pero haciendo énfasis en la concientización de los
actores institucionales locales y regionales sobre la importancia de consolidarse como factor
de presion hacia el Estado central para lograr una mayor atencion en términos de proyectos de
politica públicas. De hecho la Federación se puede considerar heredera de varios intentos de
creación de asociaciones de alcaldes del Pacífico. Pero si bien es cierto que esta iniciativa
sigue contando con apoyos puntuales del BID, no ha logrado consolidarse institucionalmente
y su permanencia ha dependido por momentos de la voluntad y la iniciativa individual de su
coordinador, Oscar Gamboa, exfuncionario del Plan Pacífico y lider negro originario del
Pacífico. Actualmente uno de los énfasis se ha puesto en la búsqueda de respaldo
internacional, básicamente en Estados Unidos. La realización en Cartagena (julio 31–agosto
2/2003) de la llamada “Primera conferencia Institucional afrocolombiana” en la que
además de convocar a los sectores de la institucionalidad, el componente de representantes de
organismos internacionales, fue lo mas significativo23. El propósito era continuar motivando
un mayor apoyo y reconocimiento para las gestiones de la Federación de parte de sectores
como la bancada parlamentaria negra norteamericana – Black Caucus, grupos de alcaldes
afronorteamerianos y organismos multilaterales como el propio BID, y el BM. Recogiendo
algunas opiniones entre asistentes al encuentro, se señalan que no se lograron abordar todos
los puntos de la agenda planteados inicialmente por limitaciones de tiempo pero consideran
como positivo el contacto con los actores internacionales que participaron. Los logros en

23
El evento contó con la presencia (casual) del presidente de la República quien se encontraba cerca de
Cartagena y fue persuadido por la ministra de Ambiente de presentar un saludo al evento. (Al no haber asistido a
este encuentro no podemos hacer un analisis mas preciso del mismo).

13
cuanto a la participacion internacional y los posibles frutos en materia de apoyo a proyectos y
otras ayudas tienen que ver con un trabajo adelantado en confluencia entre el coordinador de
la Federación y representantes de movimientos negros quienes habian desarrollado giras a
Estados Unidos y concretado acuerdos de trabajo conjunto.24 Aqui se denota un cambio en la
actitud de los movimientos negros y de algunos sectores del partido liberal quienes han
logrado avanzar hacia la definicion de tareas comunes. Hay un incremento notable en la
utilización de parte de la Federacion del término afrocolombiano y de la reivindicación de la
ley 70 como punto de partida básico en la conquista de reivindicaciones para la región. Se
puede decir que estos sectores han asimilado un discurso étnico ante el cual anteriomente eran
mucho menos sensibles y en algunos casos hasta opuestos. La importancia que adquieren las
problematicas de las poblaciones negras en el espacio interancional, acrecentada luego de
Durban, no es ajena a esta “toma de conciencia”.

Y entonces qué ?
Lo que podemos presentar como balance provisional entre estas dos miradas, una rápida e
inacabada al presente y otra más detallada a ese pasado próximo (aunque sea el siglo pasado)
de los años 1990 es que existen diversos mecanismos de continuidad en la implementación de
las políticas públicas multiculturales referidas a las poblaciones negras. La paradoja es que no
encontramos elementos de identificación con dichas políticas de parte del actual jefe de
Estado. El caso de su discurso programático que sirve además de sustento a la presentación de
aspectos tan centrales como el Plan Nacional de Desarrollo es relevante. Pero como lo
mencionabamos igualmente el contenido del Plan elaborado por los técnicos de Planeación
Nacional sí recoge elementos significativos aportados por una comisión de representantes de
movimientos negros y especialistas que elaboran una nueva versión de lo que sería un « Plan
Nacional de Desarrollo para comunidades negras » y además se avanza por primera vez a la
elaboración de un « Documento CONPES » que implica una reglamentación para la ejecución
de los aspectos consignados en el Plan Nacional. Ejemplos sobre esta especie de
incongruencia entre el discurso de los altos representantes del Estado y la continuidad de las
políticas multiculturales los podemos encontrar en otras instancias y ministerios. Salvo en el
caso del minsiterio de educación donde no hallamos la continuidad de las políticas de
etnoeducación, en las demás instituciones visitadas registramos que se conservan los espacios
institucionales y existe un nivel de actividad de parte de funcionarios, en su mayoría negros,
para quienes la multiculturalidad y las medidas a seguir implementando para reafirmarla son
ya patrimonio de la sociedad o políticas de Estado que no están más sometidas a los cambios
de gobierno o a la indiferencia del alto funcionario de turno. Hay aspectos en los que incluso
nos encontramos con nuevos desarrollos como el de los objetivos de reglamentación de las
ETA – Entidades Territoriales Afrocolombianas – o el impulso del OTR – Ordenamiento
Territorial Regional- como expresión para el Pacífico del mandato constitucional sobre
ordenamiento del territorio nacional.
Para muchos de estos funcionarios o para los miltantes negros o de ONG que trabajan sobre el
tema y deben interlocutar con diferentes instancias del Estado es como un hecho natural
reconocer que de un lado el gobierno « no le interesa la cuestion étnica » pero al tiempo

24
Fue muy importante una gira por estados Unidos desarrollada por Oscar Gamboa de la Federación, Carlos
Rosero del movimiento “Proceso de Comunidades Negras” y Luis Gilberto Murillo, exgobernador del
departamento del Chocó, actualmente residente en Estados Unidos como refugiado político. La presencia
permanente de Murillo y Marino Cordoba, dirigente de AFRODES (Asociación de afroclombianos desplazados
por la violencia), también asilado político en USA ha permitido un trabajo mas constante de lobby ante los
organismos, instituciones y sectores ante los cuales se han logrado avances significativos en la implicación de la
problematica de las poblaciones negras en sus agendas.

14
afirmar que las políticas multiculturales ya están enraizadas y a pesar de los problemas que se
enfrentan para darles continuidad, ello no significa que puedan revertirse.
El silencio de los dignatarios del Estado sobre el multicultarlismo es una realidad confirmada
por nuestra observación pero ello no se traduce necesariamente en el símbolo de un retroceso
de las políticas multiculturales. Esta afirmación no niega las dificultades, las rupturas o las
transformaciones que todo proceso social puede enfrentar pero si relativiza la asociación
simplista que constituyó nuestra aproximación inicial.

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