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UNA APROXIMACIÓN A INDICADORES

DE DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES

Y CULTURALES PARA BOLIVIA

Cap tulo Boliviano de


Derechos Humanos,
Democracia y Desarrollo
Es una publicación de:

Capítulo Boliviano de Derechos Humanos,


Democracia y Desarrollo
Director Ejecutivo
Víctor Vacaflores Pereira

Dirección:
Av. Ecuador Nº 2612, esq. Pedro Salazar (Sopocachi)
Telf./fax: 591 2 2411985
www.derechoshumanosbolivia.org
CBDHDD

Edición:
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos,
Democracia y Desarrollo (CBDHDD)

Título:
Una aproximación a Indicadores DESC para Bolivia

Texto base elaborado por:


Paola Alexandra Canedo

Nº Depósito Legal:
4 - 1 - 2945 - 09

Impreso en:
Ingrafort SRL. Tel. 2223168

Diciembre 2009
La Paz - Bolivia

Se autoriza su difusión por todos los medios.


ÍNDICE

1. Antecedentes y marco conceptual...........................................................................................9

2. Metodología utilizada......................................................................................................................13

3. Pactos, tratados y convenios sobre DESC.......................................................................15


3.1 Pacto internacional de Derechos Económicos Sociales
y Culturales ...............................................................................................................................15
3.2 Protocolo adicional a la convención americana sobre
Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales, "Protocolo de San Salvador" ................................17
3.3 Objetivos de desarrollo del milenio ...................................................................19
3
4. Descripción de los Derechos Económicos Sociales y Culturales
y su relación con los indicadores estadísticos y de desarrollo ...................20
4.1 Trabajo..........................................................................................................................................21
4.2 Seguridad social....................................................................................................................41
4.3 Salud...............................................................................................................................................48
4.4 Vivienda.......................................................................................................................................63
4.5 Educación ..................................................................................................................................72

5. Gasto público y social en cumplimiento de los derechos..............................80

6. Conclusiones y recomendaciones.........................................................................................88

7. Resumen de indicadores propuestos por derecho.................................................91

8. Bibliografía .................................................................................................................................................95
ÍNDICE DE CUADROS

Cuadro No. 1 Población por condición de actividad...........................................26

Cuadro No. 2 Población por condición de actividad ..................................................28

Cuadro No. 3 Tasa de participación global..........................................................................30

Cuadro No. 4 Indicadores de pobreza y desigualdad


estimados........................................................................................................................32

Cuadro No. 5 Evolución del salario mínimo nacional................................................34

Cuadro No. 6 Bolivia: población ocupada de 7 a 17 años...................................37

Cuadro No. 7 Relación de servicios básicos en centros


4 de salud............................................................................................................................56

Cuadro No. 8 Porcentaje de establecimientos que aplican


políticas y programas de salud y según tipo
de servicio ......................................................................................................................58

Cuadro No. 9 Distribución de la vivienda en bolivia según


tipo, en porcentajes ...............................................................................................65

Cuadro No. 10 Tasa de alfabetismo de la población de 15 años y más,


por autoidentificación étnica, según área y sexo ........................78

Cuadro No. 11 Gasto público social.............................................................................................81

Cuadro No. 12 Gasto público no social ....................................................................................82

Cuadro Nº 13 Incidencia de pobreza por edades y necesidades


básicas insatisfechas (en porcentajes) ..................................................84

Cuadro No. 14 Gasto social para la niñez en relación al Pib total.....................86


ÍNDICE DE GRÁFICOS

Gráfico No. 1 Tasa proyectada de la población ocupada ..........................................................35

Gráfico No. 2 Tasa de cobertura de s eguridad social ........................................................... 42

Gráfico No. 3 Tasa de afiliados a las afp’s respecto de la población total,


población economicamente activa y población ocupada ......................44

Gráfico No. 4 Tasa de mortalidad materna..............................................................................................52

Gráfico No. 5 Proyección de la tasa de mortalidad infantil ......................................................53

Gráfico No. 6 Tasa de cobertura en salud................................................................................................54


5

Gráfico No. 7 Número de habitantes por tipo de establecimiento,


y cantidad de médicos disponibles para la atención..................................59

Gráfico No. 8 Tasa de población que no demanda servicios de salud


por edades y motivos de su no demanda ............................................................60

Gráfico No. 9 Porcentaje de habitantes que no acceden a los servicios


de salud por zona y motivos ............................................................................................61

Gráfico No. 10 Tasa de comportamiento de la infección por vih y sida..........................62

Gráfico No. 11 Esperanza de vida actual y proyectada.............................................................67

Gráfico No. 12 Distribucion de viviendas.....................................................................................................68


Gráfico No. 13 Distribucion e viviendas ........................................................................................................69

Gráfico No. 14 Piso de las iviendas por material de construccion.........................................69

Gráfico No. 15 Pared de las viviendas por material de construccion ..................................74

Gráfico No. 16 Indicadores de educación...................................................................................................76

Gráfico No. 17 Tasa de cobertura, abandono y reprobación por ciclos...........................87

6
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

PRESENTACIÓN

¿Pueden medirse y contabilizarse los derechos humanos?

Pueden y deben.

La exigibilidad de derechos lidia permanentemente con el poder, y en esta


dinámica, resulta un problema complicado para el Estado y para la sociedad
civil, establecer el estado de situación de los derechos humanos y
particularmente de los derechos económicos, sociales y culturales (DESC),
debido a que carecemos de indicadores que nos expliciten el grado o nivel de
avance o retroceso de los mismos; carecemos de mecanismos que valoren la
progresividad y efectiva realización de los derechos en el tiempo, además de
instrumentos que permitan medir las políticas públicas en general y las políticas
sociales en particular.

No ha existido administración del Estado en Bolivia y en lugar alguno de


nuestro Continente por ejemplo, que no repita “que trabaja por el pueblo” y
que desarrolla acciones a favor de los derechos humanos. En verdad, es posible
que así sea en muchos casos, pero la colectividad e incluso los especialistas
7
tropiezan con la dificultad de evaluarlas en su devenir.

¿Cuál es el avance en los DESC en Bolivia en los últimos 10 años? ¿Cuánto se


avanzó en DESC desde 1982, cuando Bolivia ratificó el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales?.

Si deseamos no quedarnos en evaluaciones vagas y especulativas, será preciso


recurrir a los indicadores sociales y económicos existentes como el acceso a la
salud, agua, vivienda, el ingreso per-cápita, el Producto Interno Bruto (PIB), tasas
de morbilidad y mortalidad, tasas de fecundidad, etc. Desgraciadamente muchos
de estos indicadores que son importantes para dibujarnos la realidad, pecan
de ser muy sesgados y no terminan de mostrarnos lo que ocurre efectivamente.

Los indicadores cuantitativos generalizan una realidad abigarrada como la


nuestra, afirmando por ejemplo que el ingreso per-cápita en los dos últimos
años pasó de los 1.000 $us., dato que no tiene asidero en el universo rural
boliviano, en las ciudades empobrecidas del altiplano y oriente. Esa media es
engañosa, cuando se conoce que amplios sectores no llegan al mínimo nacional
(Bs. 647) y, otros, cuentan con ingresos 10, 20 y 30 veces más.
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

Entonces, para medir el acceso, realización y ejercicio de los derechos


económicos, sociales y culturales (salud, educación, vivienda, alimentación,
seguridad social, trabajo, salario, etc.) precisamos de otros instrumentos, de
indicadores de derechos económicos, sociales y culturales (indicadores DESC)
que nos permitan combinar la información cuantitativa con la cualitativa y llegar
a desagregaciones de la información que superen las generalidades.

Este primer intento en Bolivia de acercamiento a la elaboración de Indicadores


DESC que ponemos en su consideración, como acuciosos interesados y
estudiosos de los derechos humanos, esperamos sea asimilado como una
provocación a la reflexión colectiva y a nuevas iniciativas para dotarnos de
mecanismos cada vez más científicos para diagnosticar la realidad y evaluar las
políticas públicas y la responsabilidad de las autoridades.

El desafío está lanzado.

8
Víctor Vacaflores Pereira
Director Ejecutivo
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos,
Democracia y Desarrollo
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

1. ANTECEDENTES Y MARCO CONCEPTUAL

El Capítulo Boliviano de Derechos Humanos y el Observatorio DESC, dieron el


primer paso para construir indicadores de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales (DESC) en Bolivia. Indicadores que en un proceso de maduración,
permitirán potenciar la exigibilidad y la justiciabilidad de los DESC y mejorar el
seguimiento de las políticas públicas.

Analizar y fusionar “indicadores de desarrollo” con “indicadores de derechos


humanos” es un reto que dará lugar a un inevitable debate, que en su desarrollo
crítico enriquecerá el presente trabajo, hasta lograr lo más cercano a una línea
base de información que evolucione hacia un sistema de monitoreo que, a
mediano plazo, podría convertirse en una herramienta de trabajo para los
grupos, instituciones y organizaciones que se encuentran día a día en la lucha
por la defensa y la exigencia de los derechos humanos. Para el Estado, podrá
ser un instrumento de evaluación de las acciones y políticas que implementa.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) resalta que las


principales diferencias entre los indicadores de desarrollo y los de derechos 9
humanos (DD.HH.) se dan por que los primeros “evalúan la ampliación de las
capacidades de las personas”1 y los segundos “evalúan si las personas viven con
dignidad y libertad”2 y si los Estados o Gobiernos se encuentran cumpliendo su
obligación de crear y mantener mecanismos sociales justos que garanticen esto;
asimismo, sugiere que los indicadores de desarrollo humano priorizan los
resultados, mientras que los indicadores de derechos humanos, no solo se basan
en resultados, incluyen análisis de las políticas y prácticas que llevan a la mejoría
o regresión de éstos, además de la necesidad de incluir datos por sexo, origen
étnico, religión, nacionalidad, nacimiento, origen social y otras.

El marco conceptual en el que se basa esta investigación, es el de los


enunciados del Pacto Internacional de los Derechos Económicos Sociales y
Culturales (PIDESC) y en acuerdos que orientan el proceso de la formulación

1
Organización de Los Estados Americanos – Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
“Lineamientos para la elaboración de indicadores de progreso en materia de derechos económicos,
sociales y culturales”. Octubre 2007, pág. 23
2
Ídem, pág 23
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

de los indicadores que permitan evaluar y sugerir políticas que tiendan con el
tiempo, a garantizar la vigencia, aplicabilidad y progresividad de los DESC;
además, está el Protocolo de San Salvador (Protocolo Adicional a la Convención
Americana sobre Derechos Humanos en materia de derechos económicos,
sociales y culturales), donde se establece con mucha más efectividad la
protección de los DESC, afianzando las ideas de inclusión, acceso sin
discriminación y la necesaria progresividad de los mismos, exigiendo y
comprometiendo a cada Estado en la adopción de políticas públicas que
materialicen los DD.HH., invalidando las medidas regresivas y descalificando la
inacción de los países en desmedro de los pueblos.

Ya Abramovich3 en uno de sus análisis enunciaba: “El Estado tiene obligaciones


jurídicas impuestas por tratados de derechos humanos” y “debe otorgar poder
a los sectores excluidos reconociendo que ellos son titulares de derechos que
deben obligar al Estado a cumplir sus derechos”4. Estas obligaciones como se
citó, ya estaban suscritas en el PIDESC, en su Artículo 2 que reza: “… la
obligación de los gobiernos de garantizar que los derechos sean ejercidos por
todos los integrantes de la sociedad, sin ningún tipo de discriminación”.

Se debe aclarar que así como se utilizarán en una primera fase, “indicadores de
10
desarrollo” para leer el cumplimiento de los Estados en la dotación de derechos
sociales, el que mejoren o suban estos índices en el tiempo, no necesariamente
significa que mejora la calidad de vida de la población, es decir, con más
viviendas o mayor cobertura en seguridad social, no mejora el nivel de vida
automáticamente, pues existen muchas otras variables que se deben introducir
y que permiten descubrir, que el tema de “pobreza” en general no es solamente
un problema de vivienda y seguridad social, debido a que las razones son
estructurales y pueden ser causadas por malas políticas públicas o imposición
de prácticas culturales inadecuadas, entre otras causas adyacentes y que no se
toman en cuenta en el análisis tradicional de búsqueda del desarrollo.

Es posible también encontrar deformaciones dentro de las estadísticas


nacionales que quiebran la posibilidad de hacer un análisis profundo de los
resultados de las políticas públicas, como aquella de considerar “casa” a

3
Abramovich, Víctor. “Una aproximación al enfoque de derechos en las estrategias y políticas de
desarrollo. CEPAL. 88 Abril 2006, pág. 20
4
Ídem, pág. 5
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

cualquier techo soportada por paredes de adobe o madera, sólo por el hecho
de que la familia que la habita la considera como “propia”, disminuyendo
considerablemente la falta de “vivienda digna”, y logrando numéricamente un
porcentaje significativo de “propietarios” en las estadísticas.

Tampoco se debe obviar que los derechos civiles y políticos y los derechos
económicos y sociales son indivisibles e interdependientes por lo que las
organizaciones dedicadas a la defensa y promoción de los derechos humanos
deben implementar herramientas que permitan la orientación y formulación de
políticas públicas que posibiliten la efectividad no solo de los derechos civiles,
sino de los derechos sociales en su región, siempre en el ámbito de su
progresividad.

En el art. 44 de la Convención Internacional de Derechos Humanos (Pacto de


San José) y art. 26.1 del Reglamento de la misma Convención, cualquier
persona, grupo de personas o entidad no gubernamental legalmente reconocida
en uno o más Estados miembros de la Organización de Estados Americanos
(OEA), puede acceder con peticiones que contengan denuncias o quejas de
violación de derechos protegidos por la Declaración Universal o la Convención
Americana, sin embargo, se ha podido observar en sus principios, que los DESC
11
no integran el elenco de derechos fundamentales consagrados por la
Convención, esto significaría como lo cita Abramovich5, que para “considerar
a un derecho económico, social o cultural como derecho es posible únicamente
si –al menos en alguna medida- el titular/acreedor está en condiciones de
producir mediante una demanda o queja, el dictado de una sentencia que
imponga el cumplimiento de la obligación que constituye el objeto de su
derecho”, por lo que con mayor razón es imprescindible lograr sistemas de
monitoreo de los DESC para conseguir su exigibilidad ante los Estados y
organismos internacionales reconocidos.

Una de las herramientas con la que muchas instituciones han ido trabajando
el tema del cumplimiento de las demandas de los DESC, ha sido el propuesto
por Naciones Unidas para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del
Milenio (ODM); ahí se plantea la importancia de la redistribución equitativa
del ingreso, temas de género como inclusión de la mujer en ámbitos públicos,

5
Abramovich, Víctor. “Los Derechos Económicos, Sociales y Culturales en la denuncia ante la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos”, IIDH. 1997, pág. 4
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

la autodeterminación de los pueblos indígenas, cuidado del medio ambiente,


pudiendo resumirse en objetivos planteados y de seguimiento y cumplimiento
obligatorio.

También se tienen instituciones como el Social Watch (Control Ciudadano) que


a partir de 1995 se encuentra monitoreando el cumplimiento de los
compromisos internacionales sobre pobreza, educación, género, medio
ambiente, cooperación y otros, entre los que se comprometen a pedir cuentas
a los gobiernos, la ONU y otros organismos, sobre el desarrollo en general.
Este organismo ha planteado la construcción de indicadores específicos que
permiten comparar la magnitud de los avances y retrocesos de los países, así
como la suficiencia o insuficiencia de las mejoras hacia las metas asumidas para
la erradicación de la pobreza.

Antes de iniciar la materia de investigación es importante proponer una


reflexión: Los DESC y su realización no se podrán lograr sin la participación de
la sociedad y, la actual sociedad no tiene concia plena de que los DESC son
exigibles y que son parte indivisible de los derechos humanos, como lo afirma
el Premio Nobel Amartya Sen: “… la noción de capacidad tiene que ver
esencialmente con la libertad: la variedad de opciones que posee una persona
12
para decidir que tipo de vida desea llevar”6, argumentando que la pobreza y la
privación económica se relacionan con la incidencia que tienen en la restricción
de libertad para llevar una vida digna. “El goce de los DESC extiende la libertad
de los individuos aumentando sus capacidades y su calidad de vida”7, siendo
por lo tanto imprescindible la concientización de los pueblos al respecto para
que asuman los derechos sociales como derechos humanos, así como se hizo
con los derechos civiles y políticos. En esta línea, el rol del Capitulo Boliviano
de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo durante más de una década
de sensibilización y socialización de los DESC como derechos, debe continuar.

6
Círculo de derechos, “Una herramienta de entrenamiento para el activismo en defensa de los
derechos económicos, sociales y culturales, PARTE I, “Como desarrollar una perspectiva basada en los
derechos”
7
Idem
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

2. METODOLOGÍA UTILIzADA

El presente trabajo recurrió a información secundaria para validar la necesidad


de reprogramar y reorientar el actual levantamiento de información por parte
de las instituciones oficiales, que, permitan cambiar o modificar los objetivos
de la búsqueda de información hacia resultados más reales que tomen en
cuenta no solo datos cuantitativos, sino cualitativos y de políticas públicas. Esta
información debe permitir:

• Impulsar la exigibilidad de los derechos humanos y su seguimiento


• Analizar el no cumplimiento de los tratados internacionales
• Cuantificar el número de personas (especialmente de grupos vulnerables)
que no tienen acceso a una mejor calidad de vida
• Revisar la legislación vigente, y su cumplimiento

Los indicadores propuestos deben cumplir algunos requisitos mínimos que


permitan un diagnóstico, análisis y seguimiento, para poder ser utilizados como
instrumento de control social hacia los Estados e instituciones encargadas de 13
promover los DESC.

Además, deben ser lo suficientemente simples para que su comprensión no sea


exclusiva de personas reconocidas en la materia, por el contrario, deben ser
asequibles a diferentes sectores.

Debería ser posible que los indicadores permitan realizar comparaciones entre
diferentes años y con otros datos que tengan relación al tema.

La consistencia de la información será importante para validar la veracidad de


la misma, y es fundamental que las fuentes consultadas sean de instituciones
autorizadas y con una metodología de levantamiento de información probada
y científica.

Actualmente los datos no se encuentran estratificados en sus ediciones públicas,


por lo que se recomienda que éstos, sean procesados al momento de su
recolección y distribuida por diferentes estratos de edad, sexo y otros, para
asegurar la representatividad de cada uno de ellos. Toda la información
recolectada en vigencia, corresponde a “grupos”, es decir a familias,
extraviándose así, una rica información de las particularidades.
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

Dentro de los tipos de indicadores a ser utilizados están los de información


básica que permitirá realizar cruces de información, proyecciones, como por
ejemplo, el total del PIB (Producto Interno Bruto), la PEA (Población
económicamente Activa) y otros datos que servirán para realizar los análisis
correspondientes. Por este motivo se contarán con datos genéricos, datos
procesados y datos estimados.

Para la construcción de indicadores en sí, se ha determinado primero, utilizar


los indicadores propuestos y algunas combinaciones entre ellos con la
información recolectada de diferentes instituciones, y que posteriormente serán
analizados verificando sus falencias y proponiendo los “indicadores ideales”,
que deberán ser utilizados para realizar el seguimiento respectivo, sin embargo,
muchos de los insumos para estos nuevos indicadores no están disponibles,
están en la base de datos originales sobre las que trabajó por ejemplo el INE
(Instituto Nacional de Estadística), pero con otras objetivos y resultados. El
acceso a la información, es a la ya procesada y no se tiene disponible en su
versión desagregada.

Lo ideal sería contar con los datos de la siguiente forma:

14

Revisión de las encuestas


actuales para corrección
sobre la toma de datos

Datos cu antitativos Datos cu alitativos Po líticas púb licas

Base de datos plana

Cruce de información para


determinación de
indicadores
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

En vista de que la información con la que se cuenta es secundaria y de datos


en muchos casos ya procesados, se trabajará solamente algunos de los derechos
económicos sociales y culturales para demostrar que con los datos actualmente
proporcionados a la población como “indicadores sociales”, es posible evaluar,
sólo de forma limitada y cuantitativa el avance en el cumplimiento de los DESC,
y en la progresividad de los mismos.

3. PACTOS, TRATADOS Y CONVENIOS SOBRE DESC

Los Derechos Económicos Sociales y Culturales son los que deberían permitir
que las familias tengan una vida digna y gozar de un nivel de equidad y justicia
social. No puede haber plena realización de los derechos humanos si la
población no tiene DESC; dialécticamente, es inconcebible contar con DESC
sin derechos civiles y políticos.

El Artículo 25 de la Declaración Universal de Derechos Humanos cita:

“Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le 15


asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la
alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios
sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de
desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de
pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias
independientes de su voluntad”.

Los DESC han tenido un desarrollo lento, considerando que su realización esta
vinculado a una lucha contra la concentración de la riqueza y el poder y, va
desde la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) presentes en
los artículos 22 al 26, pasando por el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) hasta llegar a la aprobación del
Protocolo Facultativo del PIDESC.

3.1 Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales-


PIDESC
El PIDESC, junto al Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP)
y la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), conforman la Carta
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

Internacional de Derechos Humanos que es el pilar de la protección de los


derechos humanos.

El PIDESC se adoptó por medio de una Resolución de la Asamblea General


2200 A (XXI) el 16 de diciembre de 1966, reconociendo estos derechos como
parte de la dignidad humana debido a que el ser humano no podría gozar
plenamente de sus libertades si su bienestar con un salario justo, vivienda digna
o salud y seguridad social entre otros, no están garantizados.

En muchos casos los DESC han sido considerados simplemente “necesidades”


o acciones de “apoyo” del Estado. En el Pacto se confirma que son “derechos
exigibles” y “obligaciones del Estado” que deben respetarlos, protegerlos y
cumplirlos.

A diciembre de 2005, 151 Estados habían firmado este tratado, expresando


el consenso, particularmente de los países del sur. Los derechos que protege
como DESC son:

• El derecho a la libre determinación


• El derecho al trabajo y a condiciones seguras, equitativas y satisfactorias
16 • El derecho a la libertad sindical
• El derecho a la negociación colectiva
• El derecho de huelga
• El derecho a la seguridad social
• El derecho a prestaciones sociales
• El derecho a la protección de la familia
• El derecho a un nivel de vida adecuado
• El derecho a la salud
• El derecho a la educación
• Los derechos culturales, otorga derecho a participar en la vida cultural de
la nación, beneficios del progreso científico
• Los derechos de autor
• El derecho al deporte y la recreación

Ratifica la necesidad de proteger derechos que se consideran fundamentales y


básicos como:
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

• Derecho a la alimentación
• Derecho a la vivienda
• Derecho a la seguridad social
• Derecho a la salud
• Derecho a la educación
• Derecho al trabajo
• Derecho al agua
3.2 Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos
Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
o "Protocolo de San Salvador"
El Protocolo de San Salvador fue adoptado en El Salvador el 17 de Noviembre
de 1988; en este documento los Estados se comprometen a tomar medidas
para la implementación y legislación requerida para lograr la plena efectividad
de los DESC.

También se consolida la obligación de no discriminación y no restricción en


cuanto la aplicación de los derechos. 17
Este protocolo aclara con más fuerza la necesidad de volver objetivos los DESC
y obligarse a ejecutarlos en el marco de la obligatoriedad de cada Estado,
proponiendo:

“reafirmarlos, desarrollarlos, perfeccionarlos y protegerlos en función


de consolidar en América, sobre la base del respeto integral a los
derechos de la persona, el régimen democrático representativo de
gobierno así como el derecho de sus pueblos al desarrollo, a la libre
determinación y a disponer libremente de sus riquezas y recursos
naturales, y considerando que la Convención Americana sobre
Derechos Humanos que establece que pueden someterse a la
consideración de los Estados partes reunidos con ocasión de la
Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos
proyectos de protocolos adicionales a esa Convención con la
finalidad de incluir progresivamente en el régimen de protección de
la misma otros derechos y libertades” 8.

8
Protocolo de San Salvador, “preámbulo”
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

Los derechos que ratifica y compromete su seguimiento y ejecución son:

• Derecho al trabajo, en condiciones justas equitativas y satisfactorias


• Derechos sindicales
• Derecho a la seguridad social
• Derecho a la salud
• Derecho a un medio ambiente sano
• Derecho a la alimentación
• Derecho a la educación
• Derecho a los beneficios de la cultura
• Derecho a la constitución y protección de la familia
• Derecho a la niñez
• Protección a los ancianos
• Protección de los minusválidos

El avance en el cumplimiento y progresividad de estos derechos son dispuestos


18 en el artículo 19 del Protocolo que cita que los Estados Partes se comprometen
a presentar, de acuerdo con lo dispuesto y por las correspondientes normas
que al efecto deberá elaborar la Asamblea General de la Organización de los
Estados Americanos (OEA), informes periódicos con las medidas progresivas
que hayan adoptado para asegurar el debido respeto de los derechos. Estos
informes deberán ser dirigidos al Secretario General de la Organización, quien
a su vez deberá transmitirlos al Consejo Interamericano para el Desarrollo
Integral (CIDI) y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)
para su examinación y observaciones correspondientes.

El 2005 se aprobó la resolución AG/RES. 2074 (XXXV-O/05) que dicta las


"Normas para la confección de los informes periódicos previstos en el artículo
19 del Protocolo de San Salvador"; esta resolución encomienda al Consejo
Permanente que proponga la composición, funcionamiento y creación de un
Grupo de Trabajo que se encargue de analizar los informes nacionales, además,
solicita a la CIDH que "proponga al Consejo Permanente para su eventual
aprobación, los indicadores de progreso a ser empleados para cada
agrupamiento de derechos protegidos sobre los que deba presentarse el
informe, teniendo en cuenta, entre otros, los aportes del Instituto Interamericano
de Derechos Humanos", recalcando y proponiendo que estos indicadores sean
“lo más objetivos posible”.
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

3.3 Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)


Los Objetivos de Desarrollo del Milenio fueron planteados el año 2000 en la
Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno que los países se comprometieron
cumplir y, están previstos para antes del 2015. Estos objetivos incluyen una
concepción de desarrollo centrada en el ejercicio de los derechos humanos;
los 8 principales enunciados de esta cumbre son:

1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre


2. Lograr la enseñanza primaria universal
3. Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer
4. Reducir la mortalidad infantil
5. Mejorar la salud materna
6. Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades
7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente
8. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo

Si bien se considera que se está haciendo un esfuerzo para lograr el cumplimiento


de estas metas e incluso existen equipos completos dentro de Naciones Unidas
19
(en Bolivia en el PNUD), para monitorear y apoyar en el seguimiento de esta labor,
mientras estas no tengan un enfoque de derechos explícito, pueden quedar
incompletos y convertirse en una meta numérica más.

Además de estos instrumentos, existe un buen compendio de normas, tratados,


pactos y convenios internacionales que se irán utilizando a lo largo del
documento de acuerdo a los requerimientos.

Para justificar la necesidad de hacer seguimiento del cumplimiento de estos


convenios se nombran los que Bolivia ha firmado, ratificado y aprobado:

• Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, 1966.


Entrada en vigor: 3 de enero de 1976.
• Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 1966. Entrada en vigor:
23 de marzo de 1976.
• Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación Racial, 1965. Entrada en vigor: 4 de enero de 1969.
• Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer, 1979. Entrada en vigor: 3 de septiembre de 1981.
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

• Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos


o Degradantes, 1984. Entrada en vigor: 26 de junio de 1987.
• Convención sobre los Derechos del Niño, 1989. Entrada en vigor: 2 de
septiembre de 1990.
• Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, 1948.
Entrada en vigor: 12 de enero de 1951.
• Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, 1951. Entrada en vigor:
22 de abril de 1954.
• Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos
los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares, 1990. Entrada en vigor:
1º de julio de 2003.

Ratificaciones de los convenios fundamentales de la OIT hasta mayo de 2006

• C87: Convenio sobre la libertad sindical y la protección del derecho de


sindicación, 1948.
• C98: Convenio sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva,
1949.
20 • C100: Convenio sobre igualdad de remuneración, 1951.
• C105: Convenio sobre la abolición del trabajo forzoso, 1957.
• C111: Convenio sobre la discriminación (empleo y ocupación), 1958.
• C138: Convenio sobre la edad mínima, 1973.
• C182: Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999.

4. DESCRIPCIÓN DE LOS DERECHOS ECONÓMICOS


SOCIALES Y CULTURALES Y SU RELACIÓN CON LOS
INDICADORES ESTADÍSTICOS Y DE DESARROLLO

Como se ha descrito –en el marco conceptual-, los derechos son todos de igual
jerarquía e importancia, ninguno debe tener más valor que otros, pero por
razones prácticas y de dificultad de acceso a la información, se desarrolla en el
presente trabajo el análisis de algunos derechos para intentar verificar su
cumplimiento en los últimos años.
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

Existen diferentes sugerencias de organismos e instituciones que han realizado


estudios sobre indicadores sociales, que se pueden acomodar a este ensayo,
sin embargo la limitante seguirá siendo la información disponible.

Es importante tomar en cuenta que los indicadores para que sean una
herramienta útil de trabajo, deberán cumplir algunos requisitos o principios
universales como: la claridad de los datos y su normativa; que la información
esté estadísticamente validada y sea de fuentes confiables; que en la medida
de lo posible no sea fácilmente manipulable, es decir, que cualquier pequeña
intervención logre cambios que aparenten grandes mejoras; que sea posible
compararlos con intervenciones o indicadores de otros países o regiones; que
se los pueda mejorar o alimentar con nuevos datos de acuerdo a la evolución
de cada uno; también es importante que sean lo suficientemente objetivos
como para que su lectura no sea engañosa y tome en cuenta el momento en
el que se encuentre el país para decir que se está mejor o peor.

En la medida de lo posible se disgregarán algunos de los indicadores por región,


o se tomará como base una sola de acuerdo a como se mencionó la calidad y
disponibilidad de los datos; entre la información básica para medir la
intervención estatal se tomará en cuenta el gasto social y su evolución; y, las
principales variables serán, ocupación, ingreso, salud, educación, vivienda, 21
servicios básicos y seguridad social.

La relación de estas estadísticas se compararán con la población actual por


grupos de edades, para determinar su impacto en la población y se realizarán
algunos cruces de información, ya que los datos pueden ser engañosos, como
en el caso de la vivienda, donde no sólo basta tener un techo donde refugiarse,
sino que éste debe contar con al menos, servicios básicos y tomar en cuenta el
hacinamiento, para poderla llamar “vivienda digna”. Es en estas instancias donde
los indicadores “simples” de desarrollo, comienzan a diferenciarse de los que
podrán ser llamados indicadores de derechos humanos.

4.1 Trabajo
El artículo 6 del Protocolo de San Salvador ratifica el Derecho al Trabajo como
un derecho básico, asegurando que todas las personas en igualdad de
oportunidades cuenten con la opción de una actividad lícita y que le permita
llevar una vida digna. Para ello, los Estados tendrán que adoptar medidas que
logren pleno empleo, y apoyar en la capacitación de los pobladores para que
puedan cumplir sus roles bien desempeñados, incluidos los minusválidos y
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

promocionando el trabajo femenino. El artículo 7, refuerza este mandato


resaltando que las fuentes de empleo deberán ser en condiciones justas,
equitativas y satisfactorias de trabajo, como el título mismo lo describe, además
de incluir la seguridad laboral, en la que se deben tomar en cuenta las condiciones
mínimas de higiene y seguridad industrial. La seguridad social descrita en el
artículo 9 acompaña al trabajo de forma automática así como también es un
dato importante para determinar el cumplimiento del derecho a la salud.

Ha sido y es una lucha constante e histórica el determinar en qué medida los


Estados o los países en general se encuentran cumpliendo este derecho que es
el de crear fuentes de empleos dignos para los habitantes, o en el caso del
trabajo privado, asegurarse de que los empleadores estén cumpliendo los
requisitos mínimos para que sus trabajadores vivan de forma adecuada y puedan
mantener a sus familias cubriendo sus necesidades.

En Bolivia después de la promulgación del D.S. 21060 y la época de recesión,


se acrecentó de forma acelerada el desempleo, y se comenzó a utilizar artificios
estadísticos que minimizaron el problema al momento del análisis. Se incluye
en las estadísticas como trabajo permanente, funciones temporales que no
solucionan el problema estructural o, el trabajo precario ó,… si las condiciones
22 de trabajo son adecuadas, si cuenta con seguro social, posibilidad de jubilación,
etc.; los trabajos de consultoría se han acrecentado cada año como una forma
de evitar el pago de beneficios sociales, a su ves, la informalidad o el trabajo
por cuenta propia creció de forma desmedida, que en muchos casos hacen ver
la necesidad de modificar el tipo de encuestas de los organismos autorizados,
a bien de lograr un resultado acorde a la realidad. Es decir, es necesaria una
reconceptualización de los parámetros y de los sentidos que tienen cada una
de las categorías o indicadores.

El derecho al trabajo digno, así como los otros DESC, deben analizarse en dos
planos: cuando existe reglamentación y normativa clara y, cuando la norma es
ambigua o no existe. Por ello, es necesario realizar un recuento de las leyes,
normas, reglamentos y otras disposiciones existentes por derecho, pues éstos
nos darán una imagen de los “avances” logrados en ese derecho9.

9
En esta lógica, se introduce en todos los DESC analizados a continuación, el andamiaje jurídico
que está o estuvo en vigencia reciente, sin que ello signifique, que contar con normas, es sinónimo de
que el derecho o los derechos estén siendo respetados o ejercidos. La evaluación crítica de su
efectividad, es parte de otro momento. El interés de la investigación va por descubrir el marco legal
que sustentan a los derechos.
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

Los instrumentos legales que rigen y reconocen el derecho al trabajo son


abundantes y hasta contradictorios. Muchos son de años pasados y otros
recientes, como:

- La Nueva Constitución Política del Estado (NCPE), que consuma la larga


lucha de los trabajadores, explicitando y ampliando los alcances y cobertura
de los derechos laborales. Sostiene que el acceso al trabajo, así como a la
salud y educación son fines y funciones esenciales del Estado. En los
artículos 46 – 55, Sección III, referente al “Derecho al trabajo y empleo”,
describe los atributos de los trabajadores y la responsabilidad de promoción
y protección del Estado para el trabajador; condena la esclavitud y asegura
diferentes tipos de trabajo según sus características, logrando de esta manera
dar una base fundamental para la creación de leyes específicas que sean de
cumplimiento obligatorio por parte de los empleadores y protejan cualquier
forma de contratación o tratos entre personas, en perjuicio de la igualdad,
dignidad, seguridad, no discriminación y con remuneración o salario justo,
equitativo y de acuerdo a las necesidades que tenga el trabajador.

- Ley General de Trabajo, Decreto Ley de 24 de mayo de 1939, elevado a Ley


el 8 de diciembre de 1942, que determina con carácter general los derechos
y obligaciones emergentes del trabajo, con excepción del agrícola. Excluye a
los funcionarios públicos y al Ejército, que cuentan con normas especiales. 23

- Ley General de Trabajo, Ley el 8 de diciembre de 1942, establece


prohibiciones de pago al salario inferior al mínimo, determina la igualdad
del salario sin discriminación de sexo, o nacionalidad. El Art. 54 dispone
que los trabajadores y trabajadoras menores de 18 años y las mujeres
casadas reciban válidamente sus salarios y tendrán su libre administración.
Reconoce el derecho de asociación en sindicatos, que podrán ser
patronales, gremiales o profesionales, mixtos o industriales de empresa.
Define como finalidad esencial del sindicato la defensa de los intereses
colectivos que representa, cuando se tiene un mínimo de 20 trabajadores.
Prohíbe la sindicalización de los funcionarios públicos, cualquiera su
categoría y condición. Define el concepto de huelga y prohíbe la huelga en
los servicios de carácter público.

- Decreto Supremo Nº 224 de 23 de agosto de 1943, que reglamenta la


Ley General del Trabajo, estableciendo procedimientos y complementos.

- Decreto Ley Nº 38 de 7 de febrero de 1946, establece la estabilidad laboral


para obreros o empleados elegidos para desempeñar cargos directivos de un
sindicato, a quienes solamente se podrá despedir previo proceso.
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

- Decreto Supremo Nº 1958 de 16 de marzo de 1950, define, los servicios


de carácter público en los cuales está prohibida la huelga y el lock-out. Estas
son: la administración pública, fiscal y municipal; servicios de agua potable y
aprovisionamiento de combustibles y energía eléctrica; comunicaciones y
bancos; servicios de sanidad y mercados públicos.

- Decreto Ley Nº 2565 de 6 de junio de 1951, prohíbe las huelgas generales


y las de simpatía o solidaridad, así como las que no se sujeten a los trámites
y términos establecidos en la Ley General del Trabajo, facultando a los
empleadores a no pagar salarios durante el tiempo que dure el abandono
del trabajo.

- Decreto Ley Nº 16986 de 25 de julio de 1979 (Código Procesal del


Trabajo), este establece los procedimientos para la tramitación de todos los
asuntos relativos a las cuestiones laborales, cuyo conocimiento corresponda
a la Judicatura del Trabajo y de Seguridad Social.

- Ley Nº 1768 de 10 de marzo de 1997, Código Penal, prohíben la


esclavitud, sanciona con privación de libertad a quien con violencia o
amenazas graves obligare a otro a hacer, no hacer o tolerar algo que no
está obligado, sanciona los delitos contra la libertad de trabajo (Arts. 303
24 a 307), el monopolio de una actividad lícita de trabajo, comercio o
industria, la violencia o amenazas por empleadores, obreros o empleados
y coacciones por patrón, empresario o empleado.

- Decreto Supremo 21060 de 29 de agosto de 1985, establece en su artículo


55 que las empresas y entidades del sector público y privado podrán
libremente convenir o rescindir contratos de trabajo, con estricta sujeción a
la Ley General del Trabajo y su Decreto Reglamentario, abroga decretos que
son relativos a la estabilidad laboral y elimina las garantías de la estabilidad
en el empleo. También determina la consolidación al salario básico de todos
los bonos existentes que correspondían a cualquier forma de remuneración,
tanto en el sector público como privado

- Resolución Ministerial Nº 119/88 de 31 de mayo de 1988, establece la


estabilidad laboral para dirigentes sindicales que concluyan su mandato, por
un período mínimo de tres meses a fin de que rindan cuentas de su gestión.

- Resolución Ministerial Nº 284/89-B de 14 de agosto de 1989, ratifica la


vigencia de las organizaciones sindicales como personas jurídicas de interés
social.

- Decreto de estabilidad laboral 28699 de 1ro de mayo de 2007, deroga


el artículo 55 del 21060, eliminando la libre contratación.
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

- Decreto supremo 0107 de 1ro. de mayo de 2009, que reconoce los


derechos laborales de todos los trabajadores con más de 90 días de
funciones, sin importar el tipo de contrato y asegura la indemnización por
tiempo de servicios.

- Decreto supremo 0108 de 1ro de mayo de 2009, asegura el cumplimiento


de normas de higienes y seguridad ocupacional.

4.1.1 Análisis de datos.


Es necesario verificar si las estadísticas permiten analizar los indicadores en su
magnitud y si es posible comprobar el cumplimiento del derecho al trabajo,
con la información disponible, como ser: tasa de empleo por edades (cantidad
de personas ocupadas por edad/población económicamente activa); tasa de
ocupación por sexo (personas ocupadas el momento de la encuesta/población
económicamente activa*) y desocupación por sexo (personas sin
empleo/población económicamente activa); evolución del salario mínimo
nacional y tasa de participación global por sexo, en relación con los indicadores
de pobreza y con el acápite siguiente. Verificar los cumplimientos de seguridad
social y mejora de ingresos, trabajo infantil y ocupación por sexo y región, para
definir los grupos más vulnerables en cuanto al cumplimiento de los derechos.

Queda la duda de poder disgregar lo suficiente la información disponible, para


25
determinar datos por sectores.

* Se lee: personas ocupadas por edad, en relación a la población económicamente activa.


Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

26
Estos datos genéricos muestran una población desocupada mínima en relación a los datos totales, esto dice de la
necesidad de un análisis más profundo para demostrar que es falso que no existan grandes problemas laborales y, que
se requiere la incorporación de otras variables como temporalidad y tipo de contrato para realizar un análisis más serio
del incumplimiento de este derecho. Es el caso de la PENT (Población en Edad de No Trabajar) donde están los niños/as
y adolescentes, miles de los cuales se encuentran trabajando para apoyar al sustento de sus familias, pero las estadísticas
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

dicen que no trabajan, es decir, no dicen lo que está ocurriendo en la realidad.


27
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

28
Según el cuadro Nº 2, solamente se encuentra desocupada el 2007, el 5,18% de la población, en relación a la Población
Económicamente Activa (datos INE); sin embargo, información de UDAPE muestra tasas de desempleo más elevadas
(8,15%, 7,99% y 7,66%) en los últimos 3 años (2005-2007). Estos datos podrían ser mayores y mostrar un panorama
más real, sin embargo al momento de realizar las encuestas, se toma como “población ocupada” a aquella que en el
momento de la toma de datos, los encuestados se encontraban trabajando, sin tomar en cuenta el hecho de la
temporalidad y si ese trabajo fue de un día, una semana, si es eventual o permanente.
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

29
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

Los datos se muestran irreales cuando el cuadro Nº 2 afirma que la “población


ocupada” del 2007 alcanza el 94,82%, sugiriendo que se está a punto de lograr
“pleno empleo”, cuando los niveles de pobreza extrema existentes en el país
alcanzan al 37%.

El hecho de que el porcentaje de desocupados sea mayor (el 2007) en las


mujeres, 1,66% en relación al 1,53% en los hombres respecto a la PEA y el
porcentaje de la “Población Económicamente Inactiva” en mujeres (en el mismo
año), sea del 21,74% y en hombres solo llegue al 11,74% respecto a la PEI, es
debido a las menores oportunidades de acceso que tiene las mujeres, sin
considerar ciertos grados de discriminación, pues existe una clara diferenciación
en los ingresos ofertados a mujeres, de los que reciben los hombres. Según un
estudio sobre diferencias salariales, se afirma con pruebas estadísticas que:

“Las diferenciales en capital humano, principalmente años de


educación entre hombres y mujeres o grupos indígenas y no
indígenas, se atribuyen a varios factores, entre ellos: desigualdad de
oportunidades de acceso a la escuela formal, patrones culturales de
inserción educativa sesgadas en contra de las niñas, inserción laboral
temprana asociada a condiciones de pobreza, elecciones personales
30
y otros factores.” 10

Esta afirmación intentará ser demostrara con la siguiente información:

10
Rivero, ROBERTO y Jiménez, WILSON, “DIFERENCIAS SALARIALES EN EL MERCADO DE TRABAJO
URBANO EN BOLIVIA, 1981 – 1997”
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

La Tasa Global de Participación Económica (TGPE) es un dato que se obtiene


del cociente de la PEA entre la PET (Población Económicamente Activa entre la
Población en Edad de Trabajar). Esta información permite medir una
aproximación de la población que revela disponibilidad a trabajar con los
salarios vigentes; cuando la TGPE se la divide por sexos permite revelar, que la
participación de la mujer es visiblemente menor que la de los hombres en el
“mercado laboral remunerado”: 74,19% de hombres y 56,16% de mujeres, en
el año 2007 por ejemplo. Esto responde a una serie de factores como la
productividad, permanencia laboral o estabilidad en el trabajo (obligatoria en
el caso de maternidad), menor oferta laboral para mujeres o salarios más bajos.
Sin embargo, datos generales como estos no permiten ver cuántos de los
hombres y mujeres son indígenas, niños/as o discapacitados, por lo que se
evidencia un vacío en cuanto a la dotación y procesamiento de información
en las encuestas y estudios; un universo grande, es el que agrupa el “trabajo
del hogar no remunerado”, donde el trabajo de miles de mujeres, el trabajo
doméstico, se encuentra invisibilizado, no siendo parte real de las estadísticas.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de desempleo abierta


urbano disminuyó 0,7 puntos porcentuales, al pasar del 7,7% en 2007 al 7%
en 2008. Se considera que esta información se vincula al crecimiento de la 31
actividad en sectores con uso intensivo de mano de obra, como la construcción
y el comercio, actividades como se las describió antes: temporales y sin
seguridad social. La misma fuente describe que en ingresos, el IPC de la “mano
de obra no calificada” mostró el año 2008 un incremento del 18,6%, mientras
que la “mano de obra calificada” creció un 8,6%. Aseguran que el primer
incremento se debe a la ley aprobada sobre las Trabajadoras del Hogar, que
produjo un incremento en sus salarios; mientras que en el segundo caso, incidió
el mayor costo de los servicios de salud. En ambos casos, las mujeres son las
más afectadas, pues su inserción en el mercado laboral formal disminuye, en
relación a la informal.

Hablar de estas tasas lleva necesariamente a compararlas con su incidencia


dentro del marco de la pobreza. Definitivamente, si se tiene una “población
ocupada” tan elevada, los índices deberían concordar, pero no es así, tal como
se muestra en el siguiente cuadro:
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

32
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

Estos datos del país muestran que aunque se tenga una “población ocupada”
(2007) de alrededor del 94,82% (cuadro Nº2), existen 60,1% (cuadro Nº 4)
de personas que viven en condición de “pobreza moderada” y, alrededor de un
40% (el mismo año 2007) en condición de “pobreza extrema”, lo que muestra
que esa “población ocupada” no cumple con los requisitos mínimos de
supervivencia ya que esa población (de pobres) vive con menos de 1 dólar
(7,07 Bs.) de ingreso por día, resultando imposible vivir en condiciones dignas
u obtener vivienda, salud y alimento para su familia con ese nivel de ingresos.
De donde se concluye que, aunque se tenga trabajo, este no es digno ni bien
remunerado. Las estadísticas actuales solo refieren el dato cuantitativo, sin
tomar en cuenta la calidad del trabajo que es imprescindible al momento de la
toma de decisiones para la implementación de programas o normativas.
Complica la situación, la falta de información sectorializada para poder
determinar los grupos importantes de trabajo.

Cuando se analiza la información tomando en cuenta los datos de


“autoidentificación étnica”, el cuadro Nº4, muestra (2007) que la “población
indígena”, es claramente la más desfavorecida (66,5%) en cuanto “pobreza
moderada” y en la categoría de “pobreza extrema”(47,4% ), esto en relación a
los porcentajes de la población “no indígena”, con datos de 51,8% y 25,2% 33
respectivamente. Esta información podría ser utilizada para determinar políticas
a favor de los grupos más vulnerables en cuanto a calidad de vida y sobre los
cuales se deberán ejercer acciones de apoyo que permitan disminuir la distancia
entre estas categorías.

El índice de Gini representa la concentración de la riqueza. Su valor estará entre


cero y uno. Cuanto más próximo a uno sea el índice Gini, mayor será la
concentración de la riqueza; cuanto más próximo a cero, más equitativa es la
distribución de la renta. Para el año 2007 (cuadro Nº 4), es de 0,56,
demostrando una elevada desigualdad en la distribución de los ingresos del
país, lo que deja a los grupos vulnerables con la mayor carga social y con los
menores salarios de los empleos remunerados, esto se debe, posiblemente, al
bajo nivel de educación de la gente pobre, la falta de acceso a mejores
oportunidades o por discriminación étnico-racial. Como se mencionó, el índice
de pobreza en sectores indígenas es notablemente mayor al de grupos no
indígenas urbanos.

Las disparidades entre ingresos también podrían explicarse por el tipo de


crecimiento que experimentó el país a lo largo de los años 90, basado
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

principalmente en el desarrollo de sectores intensivos en capital como


electricidad, transportes y servicios financieros, los cuales no requieren mucha
mano de obra y, sin embargo, lograron alcanzar tasas de crecimiento superiores
al 4,5% anual. Otras áreas intensivas en mano de obra y generadoras de empleo
como la manufactura solo llegaron al 3,8% o la agricultura tradicional al 2,5%.
Si se realiza el análisis por regiones se tiene al oriente, principalmente Santa
Cruz, pero también a Cochabamba y Tarija que mostraron un crecimiento
económico promedio de 5,7% anual, y regiones del occidente como
Chuquisaca, Potosí y Beni que crecieron en menos del 2,5% anual.

Nuevamente, para llegar a conclusiones es importante realizar un análisis post de


la información y contrastarla con políticas públicas implementadas para determinar
si se está haciendo un esfuerzo en el cumplimiento de los DESC.

34
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

Si bien el actual salario mínimo (cuadro Nº 5) se ha elevado en un porcentaje


importante respecto de otros años (si se toma en cuenta las disposiciones
especiales para los sectores de Salud, Educación, FFAA y Policía), según estudios
consultados (CEDLA), éste solamente podrá ser utilizado por una familia de 5
miembros para cubrir la mitad de lo requerido para la alimentación (Bs 1.288),
sin tomar en cuenta vestimenta, salud, transporte, vivienda y otros gastos
relativos a la vida diaria. Una secuela de los bajos o falta de ingresos en la
familia, es la inserción de los niños/as en el mercado laboral, incrementando
a su vez la PEA y reduciendo al sector de la “población en edad de no trabajar”,
esto en la realidad y vida cotidiana, aunque formalmente y/o en las estadísticas
no estén reflejadas. El salario mínimo nacional (SMN) en 2009 en Bolivia,
significó 91,51 dólares norteamericanos.

El Salario Mínimo Nacional, puede considerarse uno de los más bajos de la


región, este fue -si tomamos el dato del 2005 en dólares americanos- 5 veces
por debajo del establecido en Argentina, más de cuatro veces por debajo de
Chile y casi tres veces por debajo de Brasil, para mencionar solamente a los
países limítrofes.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el 2006 afirmó que el


35
Salario Mínimo Nacional había disminuido su brecha en relación a los países
limítrofes con una relación de 2,6 veces menor que en la Argentina, 1,8 veces
inferior al de Chile y 1,2 veces menor al de Brasil, determinando de esta forma
que existe un cambio significativo con los ajustes del nuevo modelo económico
establecido por el nuevo gobierno de Evo Morales.
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

La inserción infantil en el mercado laboral según el INE, alcanzan a más de


300.000 niños/as entre 10 y 19 años (gráfico Nº1), esto significa más del
10% de la población económicamente activa de Bolivia, en trabajos de más de
40 horas semanales.

Si bien el gráfico Nº1, muestra una disminución de más del 4% del trabajo
infantil en los últimos 20 años, esta población aún es vulnerable en cuanto
seguridad laboral (salarios bajos y falta de seguridad social de salud), debido a
que principalmente los trabajos a los que los niños pueden acceder son en el
área de servicios, transporte, ayudantes en tiendas comerciales, limpieza de autos
y otros similares; lo que no permite de forma real lograr mejorar la calidad de
vida del núcleo familiar, sino solamente mantener niveles de subsistencia con
altos niveles de inseguridad cuando esta población se enferma o es despedida
de sus fuentes laborales pues no cuentan con beneficios sociales formales.

UNICEF afirma después en una investigación presentada el 2005, que en 56%


de los hogares en Bolivia hay al menos un niño/a o adolescente trabajador.
Actualmente las leyes vigentes prohíben el trabajo de menores de 13 años y
permite a los de 14 a 17 años, siempre y cuando éstos acudan a una escuela
de forma regular: Datos como el de los niños/as trabajadores en la zafra,
36
alcanzan según esta organización a 2.200 y en la extracción de minerales a
1.250 niños/as adolescentes en malas condiciones, disminuyendo su esperanza
de vida hasta solamente 45 años.

En Bolivia, según la OIT, se encontraban 248.236 niños/as económicamente


activos/as en el año 2000, mientras que el censo nacional del 2001 muestra
que 354.742 niños/as entre los 10 y 14 años estaban económicamente
activos/as [INE 2003].

La incorporación de la mano de obra infantil, se debe a la baja de ingresos de


los padres como se señaló anteriormente, lo que obliga que otros miembros
del hogar ingresen a trabajar, primero son los de mayor edad y luego los menor
edad. Es por ello que la Población Económicamente Activa (PEA) bajó en el
promedio de edad en los últimos años. Este supuesto de la teoría también
indica que una vez que los ingresos de los jefes de hogar crezcan, se inicia un
proceso de reversión.
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

Según datos de la UNICEF la información recolectada del porcentaje de niños


de 5 a 14 años de edad denominados “niños trabajadores” y que se encuentran
considerados dentro de la Población Ocupada, son aquellos que en el
momento de la encuesta, se encontraban trabajando bajo las siguientes
características:

- Los niños de 5 a 11 años de edad que durante la semana anterior a la


encuesta, al menos tuvieron una hora de trabajo remunerado por alguna
actividad económica o cumplió un promedio de 28 horas de tareas del
hogar. 37
- Los niños de 12 a 14 años de edad que, durante la semana anterior a la
encuesta, al menos cumplieron 14 horas de trabajo remunerado o un
mínimo de 28 horas de las tareas del hogar.

Se observa en el cuadro Nº 6, que el porcentaje promedio entre 1999 y el


año 2006 según UNICEF fue de 22% de niños/as trabajadores en Bolivia, tanto
de hombres como de mujeres, sin diferenciación de sexo, duplicando el dato
provisto para Latinoamérica del 11% en total, con una variación de 1% más en
niños y que en niñas. Es decir, en Bolivia, se duplica el porcentaje de niños/as
trabajadores en relación al Continente.

Esta información podría ser mayor, si incorporamos el universo de niños/as del


área rural que son parte del proceso productivo de sus familias y comunidades.
Pues es importante entender que las actividades rurales asignadas a los niños/as
dentro de la familia, son una actividad cultural, donde todos los miembros de
la familia tienen una función específica de acuerdo a sus capacidades;
recolección y pastoreo para los niños/as y, otros trabajos de distinta
responsabilidad para los adultos. En época de siembra trabajan todos/as, y en
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

el intermedio entre la siembra y la cosecha, por lo general los padres e hijos de


mayor edad, migran a las ciudades en búsqueda de trabajo eventual para
conseguir ingresos para su familia. Investigaciones dan referencia de que, la
población infantil trabajadora está de forma intensiva (74%) vinculada a las
actividades del sector terciario (servicios, comercio), a diferencia de lo que
ocurre en el área rural, donde más del 80% de los niños/as se vinculan a
actividades laborales en el sector primario (agricultura, pastoreo)11.

Este dato obliga a las instituciones involucradas a tomar medidas relativas al


apoyo a las familias, para mejorar las condiciones de la población infantil. Esto,
debido a que la toma de decisiones para la implementación de políticas y
programas se dificulta cuando los indicadores provistos al público, y con
información tan importante en la medición del ejercicio de los DESC, cuenta
con poca disponibilidad de acceso, solo se tienen datos agregados y
desactualizados; son por lo general de fuentes secundarias y no se cuenta con
una relación en detalle de los datos, para así poder determinar cuál es el sector
a priorizar en cuanto a propuestas y búsqueda de soluciones, no solo a nivel
nacional, sino departamental, regional y sectorial.

Aún con información deficiente, es necesario resaltar, que existen algunos


38
cambios importantes y a los que debería hacerse seguimiento en cuanto a la
nueva legislación, reglamentación e instrumentalización, partiendo de la Nueva
Constitución Política del Estado que incluye todo un reconocimiento explícito
de los Derechos Fundamentales en el Título II y de los Derechos Sociales y
Económicos en su capítulo quinto, comprendiendo el derecho al medio
ambiente, derecho a la salud y a la seguridad social, derecho al trabajo y al
empleo, derecho a la propiedad, derecho de la niñez, adolescencia y juventud,
entre otros y, en el capítulo sexto, educación, interculturalidad y derechos
culturales, el derecho a la educación y a las culturas.

La Carta Magna por sí sola no constituye la garantía de cumplimiento de los


DESC, sin embargo es un paso importante que dará lugar a que la Nueva
Asamblea Plurinacional proyecte la legislación necesaria que permita el
cumplimiento de estos derechos, y posiblemente una nueva forma de enfoque
de las políticas públicas.

11
Boletín “LABOR” ………..
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

La prohibición explicita del trabajo forzado y explotación infantil, es importante,


aunque si esta no está penalizada y no tiene un seguimiento adecuado, puede
seguir ocurriendo. Es importante sin embargo que se reconozca el trabajo
infantil dentro el marco familiar, situación muy común especialmente en el área
rural, esta vez sujeto a regulación especial. Así mismo se reconoce -en el caso
de las personas con discapacidad-, el derecho a “trabajar en condiciones
adecuadas, de acuerdo a sus posibilidades y capacidades, con una
remuneración justa que le asegure una vida digna”.

El programa del gobierno de Evo Morales, se plantea bajo el concepto


principalmente del “vivir bien”, una unidad donde se pone a las personas y al
medio ambiente como un todo interrelacionado, donde el servicio es mutuo,
base fundamental para crear una armonía que debería mejorar la calidad de
vida.

El Gobierno de Evo Morales ha iniciado programas de promoción del empleo


descritos como:

• "Empleos en acción" (Programa contra la Pobreza y Apoyo a la Inversión


Solidaria, PROPAÍS y Empleo Digno Intensivo de mano de Obra, EDIMO).
Son empleos temporales básicamente en el campo de la construcción, 39
emergencia, en apoyo principalmente al Fondo Nacional de Desarrollo
Regional (FNDR) y ayudando en el arreglo de barrios o zonas que fueron
afectadas por fenómenos climáticos, principalmente. Según el CEDLA, este
programa apoyó en la disminución del desempleo abierto (de forma
temporal) en alrededor de un 9%.

• "Jóvenes en acción" (proyectos “Aquí me quedo” y “Mi primer empleo”),


ejecutado en gran medida por los municipios e instituciones estatales y
con trabajos temporales y salarios básicos en forma de pasantías, que
permiten más que dar seguridad laborar a las familias, dar experiencias a
los profesionales recién egresados.

• "Municipios o Comunidades en Acción". Se refiere a programas para la


ejecución de proyectos municipales de mejoramiento y desarrollo urbano,
caracterizados también por la creación de puestos de trabajo temporales

Estos programas son principalmente de corto plazo y han logrado generar


alrededor de 60.000 empleos según el Ministerio de Economía y Finanzas
Públicas.
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

La decisión de viabilizar la economía hacia la producción, hizo que el gobierno


incursione en la construcción de fábricas bajo control estatal (de papel, cartón,
lácteos) y con la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA); sin
embargo aún no se encuentran en funcionamiento, excepto la EMAPA, que se
encarga de la distribución de alimentos básicos como arroz, azúcar, aceite, algunos
productos importados y revendidos a la población a bajos precios, y el
procesamiento y exportación de la soya. Estas iniciativas pretenden crear empleos
permanentes e impulsar el aparato productivo, una vez que inicie sus funciones.

Se considera en general, que el apoyo a la dignificación del trabajo requiere


políticas más agresivas que permitan la generación de fuentes de empleo reales,
permanentes y dignos, situación que aparentemente no ha podido ser cubierta
en la medida en lo planificado, pese a haberse incrementado significativamente
el PIB y tener un crecimiento económico relativamente más elevado que otros
años.

Algunos de los programas que están siendo promocionados por el actual


gobierno aparentemente son solo la continuidad de programas implementados
en el modelo anterior, como el programa PROPAÍS, que es el PLANE con otro
nombre, donde el empleo que se da no supera los 3 meses, no aporta
40
capacitación, y los niveles salariales no permiten a una familia cubrir sus gastos
mínimos. Los compromisos de un modelo productivo generador de fuentes de
trabajo, son los compromisos que espera la población y lo que realmente puede
atacar la raíz de la falta de empleo.

En cuanto a algunas normas especiales que se aprobaron, la ley para las


Trabajadoras del Hogar, en primera instancia ha logrado elevar los niveles
salariales que ellas recibían, y concientizarlas de cuáles son sus derechos; sin
embargo en otros ámbitos como la recepción del beneficio del seguro de salud,
no se ha cumplido de forma adecuada por la falta de normativa en las cajas de
salud, además de la ausencia de instituciones que realicen un seguimiento y
fiscalización del cumplimiento de la norma general.

Queda claro que es importante la reformulación de la información actualmente


disponible por las entidades relacionadas (INE, UDAPE, otros), de forma que
se pueda determinar el cumplimiento o no de este derecho.

Del derecho al trabajo es posible inferir el cumplimiento de otros derechos


como el derecho a la seguridad social que va íntimamente ligado con el
complemento del trabajo y la salud.
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

4.2 Seguridad Social


El modelo neoliberal (1985 – 2005) entre muchas de sus políticas cumplió el
rol de desmantelar la seguridad social en Bolivia, con la nueva relación obrero
patronal impuesta por la libre contratación. Los fondos que concentraba este
seguro, sirvieron para capitalizar iniciativas transnacionales a costa del futuro
de los trabajadores aportantes y de un sistema que beneficiaba a otros en
condiciones más desfavorables, producto de su naturaleza de seguro con
solidaridad. La destrucción de la seguridad social boliviana -como ironía- tuvo
el correlato de una deuda cuantiosa que se la cargó al Estado y que hasta el
presente sigue facturando. En materia de derechos, este caso debe ser uno de
los más elocuentes de la contra ruta a la progresividad que están sujetas los
DESC; en realidad, se desarrollo una política regresiva en materia de derecho
a la seguridad social.

Con el D.S. 28699 de 1ro. de mayo de 2006, de derogación del artículo 55 del
21060 y, el D.S. 0107 de 1ro. de mayo de 2009, de reconocimiento de
beneficios sociales sin importar el tipo de contrato, los índices de incorporación
al seguro de vejez y al seguro de salud deberían comenzar a mejorar.

Los indicadores a ser analizados serán tasa de cobertura de seguridad social 41


(personas cubiertas por el seguro de salud / PEA, /PT, /PO12), para definir sus
alcances, tasa de afiliación al seguro de vejez (personas afiliadas a las AFP’s13 /
PEA, /PT, PO), aunque no se cuentan con estos datos por sectores o lo
suficientemente desagregados como para un análisis profundo de la situación.

12
PEA= población económicamente Activa; PT= Población Total; PO=Población Ocupada
13
AFPs= Administradora del Fondo de Pensiones
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

42
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

Se puede observar en el gráfico Nº 2, que la población con cobertura de seguro


social no llega ni siquiera al 60% de la población ocupada (barras blancas),
población que debería ser al menos, la mínima que se encuentre protegida.
Este dato resultaría ser más bajo aún si se contabiliza el núcleo familiar cubierto
por cada trabajador, donde se puede observar claramente la baja cobertura
respecto a la población total (barras guindas) donde apenas llegó al 29% el
año 2006; esto es posible explicarlo como se mencionaba antes, porque no se
toma en cuenta el momento de tomar los datos para definir la “Población
Ocupada”, qué tipo de contrato tienen, o no se incluye en el cruce de
información, si son dependientes o independientes, procesando así la
información de forma separada y con una seria dificultad el momento de
utilizarla para el cruce respectivo.

El gráfico Nº2, intenta mostrar que la población con seguridad social, respecto
a la “población total” (barras guindas), a la “población económicamente activa”
(barras azules) y a la “población ocupada (barras blancas), no tiene ninguna
incidencia real, pues deja a una gran mayoría (toda la población por encima de
la línea roja y con sombra), desprotegida en cuanto a salud y beneficios sociales,
además que esta situación se mantiene relativamente constante en el tiempo.
43
Si se realiza el mismo análisis con los trabajadores aportantes al Seguro de
Jubilación se puede ver:
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

44
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

En el gráfico Nº 3 se puede observar que el caso es más crítico respecto a la


jubilación, pues si bien existe un crecimiento vegetativo de los aportantes, hasta
el 2006 no alcanzó sino el 10% de la población total y solamente el 23%
respecto de la población ocupada, 6% menos de los asegurados a las cajas de
salud, sin tomar en cuenta que existe un porcentaje mínimo de afiliados a las
AFP’s de forma independiente (1% respecto de la PO).

Como en el caso anterior (gráfico Nº2), en el gráfico Nº 3, la zona sombreada


que se encuentra sobre la línea celeste, es la población en situación
desprotegida a largo plazo y sin opción a jubilación por no encontrarse
aportando formalmente al sistema de los fondos de capitalización individual.

Las otras barras muestran la proporcionalidad de la “población ocupada” (barras


rosadas), “población económicamente activa” (barras celestes) y la “población
total” (barras guindas). La “población ocupada” es la que mínimamente debería
aportar para su jubilación y coincidir con la línea amarilla, ya que si se encuentra
trabajando (ocupada), los empleadores deberían cumplir con la normativa
laboral de inscribirlos en la AFP correspondiente; sin embargo la población
afiliada está por debajo del total de la población que cuenta con una fuente
de empleo. Caso extremo es el de los afiliados/as independientes, sin ninguna
significación en afiliación a las AFPs. 45

Por lo que se puede asegurar, que el derecho al trabajo y a la seguridad social


como complementos no se encuentran logrando su plenitud en cuanto lo que
se requiere: un empleo digno, seguro, y que permita mejorar la calidad de vida
de las personas, con todos los beneficios que conlleva. El análisis profundo
sólo puede emerger de una información sectorializada y de conocer cómo se
encuentran los grupos específicos: las mujeres, los jóvenes, los indígenas y los
discapacitados entre otros.

Se espera que la Nueva Constitución Política del Estado (NCPE) que dicta en
su sección II (capítulo 5º, Título II), el derecho a la salud y seguridad social,
reconociendo a este último como gratuito y bajo los principios de
“universalidad, integralidad, equidad, solidaridad, unidad de gestión, economía,
oportunidad, interculturalidad y eficacia”, se materialice vía reglamentación y
normas complementarias. La NCPE también especifica la cobertura de atención
de la seguridad social, incorporando la protección contra el “desempleo y
pérdida del empleo”, el derecho a la jubilación y el derecho de las mujeres a
una maternidad segura. Subraya, en especial, que “los servicios de seguridad
social pública no podrán ser privatizados ni concesionados” (Art. 45, inc. VI).
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

Entre las normativas que deberán ser mejoradas o revalidadas de acuerdo a la


nueva CPE están las siguientes:

- Decreto Supremo Nº 2348 de 18 de enero de 1951, Reglamento Básico


de Higiene y Seguridad Industrial.

- Ley de 14 de diciembre de 1956, Código de Seguridad Social de 1956,


que se aplica a todas las personas nacionales o extranjeras de ambos sexos,
que trabajan en el territorio de la república y prestan servicios remunerados
para otra persona natural o jurídica, privada o pública.

- Decreto Ley 13214 de 24 de diciembre de 1975 (Modificaciones al


Código de Seguridad Social)

- Decreto Ley Nº. 16998 de 2 de Agosto de 1979; aprueba la Ley General


de Higiene y Seguridad Ocupacional y Bienestar, con el objeto de garantizar
las condiciones adecuadas de salud, higiene, seguridad y bienestar en el
trabajo

- Ley de Pensiones Nº 1732 de 29 de noviembre de 1996; modifica el


46 anterior Sistema de Reparto, estableciendo para la transición el sistema de
“compensación de cotizaciones” para los afiliados que hayan realizado al
menos 60 cotizaciones en ese sistema, estableciendo los mecanismos y
procedimientos para hacer efectivo este derecho. Crea la Superintendencia
de Pensiones, posteriormente fusionada con las de Valores y Seguros.

- Decreto Supremo Nº 24469 de 17 de enero de 1997; reglamenta la Ley


de Pensiones, estableciendo los procedimientos para el acceso a las
prestaciones y beneficios que determina la ley, las modalidades de pensión,
las fórmulas de cálculo, financiamiento y las reglas de administración y
responsabilidades de las AFP’s, inversiones, prohibiciones, sanciones y
recursos, etc.

- Ley Nº 1864 de 15 de junio de 1998, de Propiedad y Crédito Popular;


crea la Superintendencia de Pensiones, Valores y Seguros, fusionando las
tres que antes eran independientes y realiza varias modificaciones a la Ley
de Pensiones en lo relativo a los fondos de pensiones, fideicomisos y
administración de los recursos del seguro social obligatorio de largo plazo.

- Decreto Supremo Nº 25174 de 15 de septiembre de 1998; modifica el


Decreto Reglamentario de la Ley de Pensiones, derogando el capitulo VI
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

relativo a las entidades aseguradoras que prestan servicios al seguro social


obligatorio, y aprobando en su lugar el Manual Único de Calificación,
compuesto por el Manual de normas de evaluación y calificación del grado
de invalidez y la Lista de enfermedades profesionales.

- Ley Nº 2064 de 3 de abril de 2000, de Reactivación Económica; modifica


el régimen de pensiones, autorizando a la Dirección de Pensiones a licitar
y adjudicar a entidades privadas, las actividades que ésta efectúa con
relación al sistema de reparto, modificando en consecuencia la Ley de
Pensiones en lo relativo a este tema.

- Decreto Supremo Nº 25819 de 26 de junio de 2000; deroga el Capítulo


II del Decreto Supremo Nº 25174 de 15/09/98, estableciendo un
procedimiento de certificación, licitación y adjudicación de entidades
aseguradoras que participen en la administración de los seguros
provisionales de riesgo común y riesgo profesional, a ser transferidos por las
AFP’s, de acuerdo a la Ley de Pensiones.

- Ley Nº 2152 de 23 de noviembre de 2000, complementaria y


modificatoria a la Ley de Reactivación Económica; modifica el régimen de
pensiones en lo relativo al procedimiento de acceso a la compensación de 47
cotizaciones y el registro y control de beneficiarios del fondo de
capitalización colectiva.

- Ley Nº 2197 de 12 de mayo de 2001; modifica la ley de pensiones y


determina que las rentas en curso correspondientes a vejez, invalidez o
muerte causadas por riesgo común del sistema de reparto, serán pagadas
con recursos del Tesoro General de la Nación en bolivianos y serán
incrementadas de forma anual. Las rentas de invalidez y muerte causadas
por riesgo profesional del sistema de reparto, seguirán siendo pagadas por
el Seguro Social Obligatorio, con mantenimiento de valor respecto al dólar
de Estados Unidos.

- Decreto Supremo Nº 25851 de 21 de julio de 2001; aprueba el texto


ordenado de la Ley de Pensiones, que desde su promulgación fue
modificada varias veces, por lo que para facilitar su aplicación y evitar la
dispersión normativa se publicó esta versión ordenada.

- Sentencia Constitucional 0062/2003 de 3 de julio de 2003, dicta un


recurso directo o abstracto de inconstitucionalidad interpuesto por la
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

Defensora del Pueblo, contra la dificultad de que la esposa sea la titular del
seguro y el esposo aun no sea inválido sea su beneficiado y el Tribunal
declara:

a) “La esposa o conviviente inscrita en los registros de la Caja, o el esposo".

b) “El padre y la madre, siempre que no dispongan de rentas personales


para su subsistencia".

El buen manejo de la información desde la toma de datos podría proveer


mayores instrumentos para definir nuevas políticas sociales y realizar el
seguimiento a las mismas. Mientras los datos sean genéricos y no se analicen
incluyendo las variables de calidad, disponibilidad entre otras, no quedará claro
el avance o no en el cumplimiento de este derecho.

4.3 Salud
Como se expresó, este derecho al igual que el resto se encuentra
interrelacionado y tiene mucha referencia a la Seguridad Social, sin embargo
como ya se explicó la normativa al respecto se complementará con la específica,
48 quedando claro que muchas de las leyes y decretos están interrelacionados.

Entre la normativa que regula este derecho, se puede mencionar:

- La nueva Carta Magna, reconoce a este derecho como parte de los


“derechos fundamentales”, garantizando la inclusión y el acceso a la salud
de todas las personas, sin exclusión ni discriminación alguna, además de
asegurar que el sistema único de salud será universal, gratuito, equitativo,
intracultural, intercultural, participativo, con calidad, calidez y control social,
además que el sistema se basara en principios de solidaridad, eficiencia y
corresponsabilidad.

- Decreto Ley Nº 15629 de 18 de julio de 1978 Código de Salud, que


aprueba el Código de Salud y establece la regulación jurídica de las
acciones para la conservación, mejoramiento y restauración de la salud de
la población mediante el control del comportamiento humano y de ciertas
actividades.

- Decreto Supremo Nº 18886 de 15 de marzo de 1982, aprueba los


Reglamentos al Código de Salud.
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

- Decreto Supremo Nº 19673 de 15 de julio de 1983; modifica el


reglamento del servicio social de salud rural obligatorio para los médicos,
enfermeras y odontólogos, aprobado por D.S. 18886 de 15 de marzo de
1982.

- Ley Nº 1687 de 26 de marzo de 1996; Ley de la medicina transfusional


y bancos de sangre, crea la Comisión Nacional Asesora de Hemoterapia y
Bancos de Sangre y regula los Servicios de Transfusión de sangre humana,
sus componentes y derivados a través de donantes voluntarios y altruistas
no remunerados.

- Decreto Supremo Nº 24303 de 24 de mayo de 1996, que regula el D.S.


Nº 24227 se creó el Comité Nacional por una Maternidad Segura,
organismo intersectorial orientado a la reducción acelerada de la mortalidad
materna y perinatal, en cuyo marco se crea el Seguro Nacional de
Maternidad y Niñez.

- Ley Nº 1716 de 5 de noviembre de 1996. Ley de donación y transplante


de órganos, células y tejidos

- Ley Nº 1737 de 17 de diciembre de 1996. Política Nacional del 49


Medicamento. Regula la fabricación, elaboración, importación,
comercialización, control de calidad, registro, selección, adquisición,
distribución, prescripción y dispensación de medicamentos de uso humano,
así como de medicamentos especiales, como biológicos, vacunas,
hemoderivados, alimentos de uso médico, cosméticos, productos
odontológicos, dispositivos médicos, productos homeopáticos, y productos
medicinales naturales y tradicionales.

- Decreto Supremo Nº 24671 de 21 de junio de 1997, reglamenta la ley


de donación y trasplante de órganos, células y tejidos.

- Decreto Supremo Nº 24739 de 31 de julio de 1997; aprueba reglamento


para la organización y funcionamiento de la medicina privada prepago.

- Ley Nº 1886 de 14 de agosto de 1998 del Seguro Médico Gratuito de


Vejez, forma parte del Seguro de Enfermedad en especie, protege a la totalidad
de las personas mayores de 60 años que no cuentan con seguro social.

- Resolución Ministerial Nº 0496 de 9 de octubre de 2001 (Ministerio de


Salud); promueve la inclusión de 18 prácticas y tecnologías apropiadas
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

(conductas, procedimientos, instrumentos y suministros médicos) en la


práctica asistencial obstétrica y neonatal de los establecimientos de salud
públicos de los tres niveles de atención y en los privados e incorpora
prácticas destinadas a respetar la forma en la que las mujeres quieren dar
a luz, de acuerdo a sus conocimientos o costumbres.

Ahora bien, dentro de los principales datos que permiten revisar la ejecución
de este derecho, debe verse: mortalidad infantil, vacunas a niños hasta un año,
personas con VIH/SIDA, gasto público en salud, esperanza de vida al nacer,
información respecto a enfermedades como la tuberculosis y el chagas, además
de los recursos físicos en salud disponible por habitante.

Los indicadores deben dar respuestas a la disponibilidad, donde el Estado tiene


que crear y mantener la infraestructura de salud necesaria y ésta, contar con
agua, electricidad, personal capacitado y todos los medicamentos necesarios;
accesibilidad que debe asegurar que la infraestructura y los servicios de salud
sean accesibles a todas las personas sin discriminación, además de centros de
salud ubicados cerca de todas las comunidades, que todos los pobladores del
país tengan acceso al nivel más alto posible de servicios de salud
independientemente de sus ingresos, que también puedan acceder a la
50 información pertinente; aceptabilidad, que significa que la infraestructura de
salud y el trato debe estar acorde con la cultura y las prácticas de las
comunidades a las que atiende y, por último, calidad, donde se espera que la
infraestructura de salud sea moderna, científica y médicamente apropiada y que
debe contar con todos los equipos y el personal necesario, con agua potable
y condiciones sanitarias adecuadas.

El protocolo adicional de San Salvador en su artículo 10 consagra el derecho


a la salud con 6 medidas importantes:

- La atención primaria de la salud, entendiendo como tal la asistencia


sanitaria esencial puesta al alcance de todos los individuos y familiares de
la comunidad;

- La extensión de los beneficios de los servicios de salud a todos los


individuos sujetos a la jurisdicción del Estado;

- La total inmunización contra las principales enfermedades infecciosas;

- La prevención y el tratamiento de las enfermedades endémicas,


profesionales y de otra índole;
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

- La educación de la población sobre la prevención y tratamiento de los


problemas de salud, y

- La satisfacción de las necesidades de salud de los grupos de más alto riesgo


y que por sus condiciones de pobreza sean más vulnerables.

Resulta difícil realizar un correcto monitoreo de estos derechos por la falta de


información recolectada para estos fines; por lo general, y revisando las
estadísticas sociales propuestas por los organismos autorizados, ninguna indaga
en profundidad los problemas de los derechos, y es por esa razón que
organismos como la ONU y el seguimiento de las metas del milenio, van
calificando como “cumplimiento moderado”, “grave” y otros matices que en
realidad demuestran que no se está cumpliendo el derecho, aunque se trata de
mostrarlo de manera diplomática, porque la desnutrición o la falta de acceso a
la salud continúa, no importa si de forma moderada o grave, lo evidente es que
pervive.

En este sentido se analizan los indicadores existentes con las recomendaciones


mencionadas.

La red de servicios de salud cuenta con 40 hospitales generales, 30 51


especializados, 149 hospitales básicos, 986 centros de salud y 1,408 puestos
de salud. De estos 2,613 establecimientos, 1,995 son del sector público, 197
de la Seguridad Social, 254 de ONGs, 101 de la Iglesia y 66 del sector privado.

Ahora bien, en relación al total de la población boliviana, aproximadamente un


30% no cuenta con ningún tipo de cobertura en salud; algunos datos indican que
incluso el 50% de la población no accede a los medicamentos esenciales.

Si se habla de la población indígena, estos tienen un menor acceso a la cobertura


de salud pública que los no indígenas (10% de indígenas accede a salud en
comparación de 14% de población que no se autoidentifica como indígena) y
por supuesto menos acceso a la cobertura de salud privada (2% de población
indígena, comparado con 5% de población no indígena)14.

14
Datos obtenidos del Informe sobre Pueblos Indígenas, pobreza y desarrollo humano en América
Latina: 1994-2004
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

52
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

Si bien se puede observar en Bolivia una disminución significativa de la mortalidad


materna, aún se encontraba el 2005 con una tasa de 290 contra una tasa
promedio en América Latina de 130 fallecidas por cada 100.000 nacidos vivos.
Según datos del Banco Mundial solo el 30% de las mujeres indígenas dan a luz
en hospitales, comparado con 55% de las mujeres no indígenas, sin embargo
estos datos no se encuentran en forma plena para concluir con el procesamiento
y poder verificar si la información es real o no.

53

De la misma forma, si se analizan las tasas de mortalidad infantil, Bolivia se


encuentra muy por encima del promedio latinoamericano: 45,6 niños/as
mueren de cada 1.000 nacidos vivos en el país, frente a 21,8 de Latinoamérica
entre los años 2005-2010 . El Gráfico Nº 5 muestra una tendencia claramente
descendente de la mortalidad infantil, pero a una distancia considerable de la
tendencia del resto del Continente.

En porcentajes y según datos de la encuesta de demografía y salud, en la zona


rural existió entre 1998 y 2003 una elevada tasa de 96 niños por cada 1.000
nacidos vivos que no sobrevivieron.
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

La cobertura del sistema de salud no es universal, pues existe (según el


Ministerio de Salud y Deportes) un 77% de la población que se encuentra
excluido de los seguros tradicionales según el siguiente detalle:

• Subsector público: 40%


• Seguridad social: 27%
• Subsector privado: 10%
Para definir el alcance en la cobertura de salud se tiene el siguiente Cuadro:

54
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

La cobertura de vacuna pentavalente que se debe colocar a niños/as menores


de un año a disminuido en relación al total de la población infantil, solo el
81,2% de los niños menores de un año recibieron el año 2007 esta vacuna, al
igual que la existencia de niños/as con parásitos sin tratamiento el año 2006,
que alcanzó un índice de 5,2 habitantes por cada mil niños; la cobertura de
vacunación a niños/as menores de un año, tuvo un pico cuando se implementó
el Seguro Universal Materno Infantil (SUMI) y fue disminuyendo, se supone
que por la falta de campañas de vacunación y el bajo gasto público en salud,
que afecta de manera significativa a la población más vulnerable que son
mujeres y niños/as.

El 2007 existían 1,52 camas hospitalarias por cada 1.000 habitantes, habiendo
mejorado la cobertura en relación a los años 2002-2004, que de acuerdo al
estándar internacional, sugiere que deberían ser 2 camas por cada 1.000
habitantes, pero que tengan todas las condiciones adecuadas de un hospital
para una atención de primera. En Bolivia no existe esta situación, por lo que
una cama es simplemente un lecho y no cumple con los requisitos de atención
como en países industrializados o con mejor servicio médico en la atención
interna. Entonces, este indicador se encuentra por debajo de los parámetros
mínimos internacionales y contribuyen de manera significativa a la alta 55
mortalidad por falta de servicios médicos.

En cuanto a datos de cobertura de parto institucional, este ha tenido un


aumento de casi el 5% el año 2007 respecto al año 2002, por lo que se puede
inducir que la población rural se encuentra con mayor disponibilidad de acudir
a centros médicos para su atención.

Si se detallan los tipos de establecimientos se puede notar la falta de hospitales


especializados disponibles para la población, así como la cantidad de médicos
y personal.

En cuanto a la calidad de los servicios, se puede observar que existe un número


significativo de establecimientos que no cuentan con servicios básicos
completos por lo que no pueden brindar una atención adecuada a los pacientes
y los tienen que remitir en muchos casos a establecimientos especializados de
difícil acceso o pequeña cobertura.
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

56
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

La información obtenida apunta a lo que se trata de llegar en otros derechos:


calidad del servicio y accesibilidad. Sin embargo es importante ahondar más
en la información y definir las zonas donde existen menos centros equipados,
además de su afluencia a los mismos.

Los datos sombreados en el cuadro Nº7, presentan los porcentajes en cantidad


de centros médicos que cumplen los servicios básicos mínimos que deberían
contar. Solamente el 56% de los centros médicos cuentan con agua potable, el
30,9% tienen alcantarillado, el 77% tienen servicio de gas (licuado y natural),
el 86,5% tienen sistemas abastecimiento de energía eléctrica y, el 84% cuentan
con sistemas de eliminación de basura. Quedan entonces preguntas por
responder: ¿Cómo y en qué condiciones atienden a la población el resto de
centros, sin agua potable o electrizad, que son servicios mínimos con los que
deberían contar?.

Este cuestionamiento, aclara un poco más la idea de porqué no se puede


afirmar que con un centro médico se está atendiendo el derecho a la salud,
pues ese indicador es insuficiente para lo que requiere la población.

57
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

58
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

Del cuadro N° 8 se desprende que programas y políticas de salud como el


SUMI, salud sexual y reproductiva, VIH-SIDA, vacunas, etc. (casillas sombreadas)
que deberían ser atendidos por absolutamente todos los centros o
establecimientos de salud, alcanzan a porcentajes bajos en algunos casos. Los
porcentajes dicen que el SUMI, salud sexual, vacunas, farmacia, medicina general
y farmacia son aplicados en más del 80% de los establecimientos existentes,
aunque deberían ser el 100%; pero VIH-SIDA y medicina familiar, es atendido
por sólo 15 a 22% de los centros. Es evidente que no todos los
establecimientos de salud deban prestar “todas” las atenciones, debido a la
especialidad, de ahí que, por ejemplo, neonatología (medicina especializada en
recién nacidos) sólo es atendida en 8.4% de locales en todo Bolivia,
odontología en 30% y gastroenterología 4.3%.

Sin embargo, estos indicadores estadísticos no son suficientes para verificar el


cumplimiento de los DESC, por lo que es necesario tomar en cuenta, valores
que en todos los casos cubran datos cualitativos, es decir, en este derecho, no
solamente qué servicios o programas cubren, sino, en qué estado se encuentran
los centros, si tienen médicos especialistas o cuentan con el material requerido
para la atención de las especialidades.
59
En cuanto a la demanda de los servicios de salud, según las encuestas del INE
(MECOVI), se pudo elaborar el gráfico siguiente:
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

Este gráfico (Nº 7), presenta a la población que no demanda lo servicios de


salud y su principal motivo puede ser el tema económico, con un 35% en
menores de 5 años hasta llegar a 45% en población mayor de 50 años; puede
ser por razón de distancia a los centros de atención, fluctuando de 4 a 14%,
relacionados directamente a una notable falta de acceso en la zonas rurales.

Un ejercicio pedagógico de sumatoria de la población por edades que no


demanda servicios por las tres razones (distancia, mal servicio y situación
económica), descubre que entre 48 y 60% es el porcentaje que no goza del
derecho a la salud en las edades señaladas anteriormente. Es decir, más de la
mitad de la población no demanda servicio de salud por distintos motivos,
especialmente por razones económicas.

60

El porcentaje de población que no accede a los servicios de salud por razones


económicas en el área urbana es claramente significativo (46%), debido a los
costos elevados de la atención en las ciudades; por otro lado, en la población
del área rural, la mayor razón de no acceso es la distancia (19%) y luego la
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

razón económica. Visualmente, el gráfico nos muestra el peso de cada uno de


los motivos para que la gente no goce de los servicios de salud, tanto en las
ciudades como en el campo.

61

Como se muestra en el gráfico Nº 9, la enfermedad del VIH y el SIDA se han


incrementado notoriamente en el devenir del tiempo, llegando a índices de casi
18 enfermos por cada 100.000 habitantes. Es posible que no solo sea que
existen más enfermos, sino que hay más personas que se animan ha realizarse
la prueba durante los últimos años; esto significa que el acceso a información
sobre estas enfermedades infecto contagiosas también ha mejorado, a pesar de
que las campañas de prevención no están a la altura de lo que se espera.

Respecto a la esperanza de vida al nacer, la información analizada permitirá


tener un mejor concepto a través del siguiente cuadro:
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

62

La esperanza de vida tiene un crecimiento proyectado de 1,6 años entre el


2005 y el 2010, esto puede deberse a las nuevas políticas públicas con un
fuerte énfasis en salud preventiva, lo que permite: disminución de la mortalidad
infantil; mayor cantidad de partos asistidos (en hospitales o en domicilios con
parteras capacitadas) e incorporación de la interculturalidad, respetando las
costumbres de muchas comunidades, lo que de cierta forma baja un poco las
barreras tradicionalmente existentes entre las poblaciones principalmente rurales
y la medicina contemporánea; además de la implementación del SUMI y el
seguro de vejez. La nueva constitución y el reconocimiento de la universalidad
de la salud gratuita, aportará en el incremento de los servicios de salud. Aunque
las condiciones en general han mejorado, el concepto de cumplimiento del
derecho a la salud, aún queda corto, debido a que aún no es universal y de
acceso a todos sin discriminación.
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

4.4 Vivienda
El Derecho a la Vivienda ha sido uno de los temas menos priorizados por el
Estado, al menos durante los últimos 20 años. A pesar de haber existido varios
intentos de políticas al respecto, el problema de la falta de vivienda ha persistido
y con la reforma de pensiones se eliminaron los aportes laborales (1%) y
patronales (2%) (año 1998) que se descontaban mensualmente para este fin,
por lo que el presupuesto para apoyo ha disminuido notoriamente.

En 1998 se decretó la liquidación de los fondos de vivienda y el año 2002 se


inició la devolución de los aportes laborales, quedando pendiente la titulación
de terrenos y viviendas entregados desde los años 50.

La vivienda deberá constituirse en un lugar físico donde las familias vivan


cómodamente, con los servicios básicos, suficientes habitaciones para los
miembros de la familia (sin hacinamiento), espacios especiales para cocinar y
asearse, además de tener vías de comunicación para que sean accesibles. El
término de “vivienda social” ha sido durante muchos años sinónimo de
“vivienda barata” o de “baja calidad”, cuando la situación de las personas
beneficiadas debería al contrario lograr que sus viviendas sean construidas con
materiales de mejor calidad para que puedan durar más tiempo, con menor 63
mantenimiento.

Las disposiciones legales en el país que respaldan la implementación de


políticas de apoyo a la vivienda son las siguientes:

- La Nueva Constitución Política del Estado en su artículo 19, garantiza el


derecho a un hábitat y vivienda adecuada, y compromete al Estado a
promover planes de vivienda de interés social. En el Art. 56. garantiza la
propiedad privada y la sucesión hereditaria.

- Ley Nº 1864 de 15 de junio de 1998, de Propiedad y Crédito Popular;


regula la promoción del crédito de vivienda, para financiar soluciones
habitacionales populares y masivas

- Ley Nº 2064 de 3 de abril de 2000, de Reactivación Económica, reconoce


a los afiliados al Fondo Nacional de Vivienda Social (FONVIS) en
liquidación, el derecho al reconocimiento de aportes de vivienda que será
entregado por una sola vez, siempre que hubieran realizado aportes
laborales en el período comprendido desde la promulgación del D.S. Nº
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

23261, hasta el inicio del cobro de aportes laborales y patronales para la


vivienda correspondientes a noviembre de 1998.

- Decreto Supremo Nº 25958 de 21 de octubre de 2000, suprime el aporte


laboral del 1% con destino a vivienda, y los aportes patronales del 2% se
transfieren a la Entidad Recaudadora y Administradora del aporte patronal
de vivienda (ERA), que se constituye como Sociedad Anónima y es
responsable de la recaudación de ese aporte, con el fin de financiar el
Programa Nacional de Subsidio a la vivienda, a cargo del Ministerio de
Servicios y Obras Públicas.

- Decreto Supremo No. 28631 de fecha 8 de marzo del 2006; reglamenta


la Ley de Organización del Poder Ejecutivo, dispone que el Ministerio de
Obras Públicas, Servicios y Vivienda, a través del Viceministro de Vivienda
y Urbanismo, es la instancia que propone las políticas y normas destinadas
al desarrollo del sector vivienda, como uno de los componentes básicos
de la política social del Estado.

En cuanto a políticas de dotación de viviendas, éstas han sido siempre del tipo
crediticio con un fuerte subsidio a la tasa de interés, haciendo que el
64 seguimiento de los préstamos sea difícil y de largo tiempo. Los resultados se
pueden ver ahora con un viceministerio pobre en cuanto a proyectos,
mayormente enfocados a restauración y emergencias y con un presupuesto
disminuido durante el tiempo.
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

65
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

En el cuadro Nº 9 se puede observar, en la primera línea, en “tipo de vivienda”,


cómo se ponen en la misma categoría “casa” y “choza o pahuichi”, cuando una
casa puede tener servicios básicos y dependencias que la hacen cualitativamente
distinta a un departamento y una habitación, razón por la cual, la clasificación
está ordenada en esa jerarquía y, un pahuichi o choza, en nuestro lenguaje
común, es simplemente un refugio provisional por el tipo de materiales y por
el espacio que abarca. Entonces, si para el año 2006 la estructura de la vivienda
está compuesta por “casas” en un 73%, supondría que la vivienda en Bolivia es
buena en general o que la calidad de la vivienda es respetable; algo que está
lejos de la realidad.

Respecto a la tenencia, la categoría de “propia”, con un 61.81% del total de


viviendas, realmente es considerable y sería satisfactorio que ese porcentaje de
viviendas sean propias de las familias, sin embargo, contrasta con los índices
de pobreza presentados en cuadros anteriores. Pasa que, en las encuestas, no
se pregunta si las viviendas se encuentran tituladas, o en proceso de titulación,
simplemente se toma como respuesta tácita la del encuestado, distorsionando
la realidad, debido a que puede tratarse de habitaciones o casas improvisadas
y con una inseguridad legal en cuanto su pertenencia. Es decir, la calidad puede
66 darle definitivamente otro perfil a la información.

Pese a no contar con los datos de forma integral como para realizar un análisis
de cumplimiento de derechos, se deduce de la información existente, que la
tenencia de vivienda de la familias, ha disminuido a lo largo de los años en
más del 5%, sea por venta o expropiación, debido a créditos no pagados o
necesidad de efectivo por la falta de trabajo, mostrando una clara falta de apoyo
o respaldo de otros derechos colaterales como el derecho al trabajo, al salario
justo, a un nivel de vida digno, etc. El derecho a la vivienda es una variable
dependiente de otras.

Ahora bien, los servicios básicos son un elemento principal para poder evaluar
la calidad de la vivienda:
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

67

El gráfico precedente, dice que los porcentajes de viviendas sin servicios básicos
en la zona urbana son relativamente bajos y tienden a disminuir en los años,
mejorando las condiciones de las familias. Sin embargo, en temas de
construcción de baños, se ha visto que no es una prioridad para las familias
incluir este espacio dentro de sus viviendas y muchas de estas “casas”,
improvisadas, son solamente cuartos de dormir que durante el día son cocina
y en la noche dormitorios, el tema del servicio telefónico ha disminuido
considerablemente con la inserción de la telefonía celular mostrando una
tendencia a la mejora en servicios básicos de las vivienda urbanas durante los
últimos años.

En el área rural la situación es aún más precaria, al menos en cuanto a agua


potable y servicio de electricidad:
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

68

Según este gráfico (Nº 12), en el área rural de Bolivia, el derecho al agua potable
fue ampliándose o, dicho de otra forma, el no acceso al líquido elemento en
las viviendas se fue reduciendo de porcentajes elevadísimos, de tres cuartas
partes (1999), hasta casi el 40% (2007). Esta dinámica, se reproduce en los
otros componentes de la vivienda, sea la energía eléctrica, que bajó de casi un
80% en 1996 a 55%; sea las viviendas sin servicio sanitario que se redujo de
cerca del 70% al 55%. En las comunicaciones, que también mejoraron en los
últimos años, aún un 80% de familias no cuentan con servicio telefónico en su
vivienda, ni siquiera celular, pese a la conectividad masiva de la población.

Comparando con el gráfico 11, se puede observar que las zonas rurales son
las más desprotegidas en cuanto a estos servicios. Es importante tomar en
cuenta, que en el área rural, las viviendas son construidas por las propias familias
basadas en sus conocimientos de infraestructura, con criterios básicos y con
materiales locales como el adobe principalmente.
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

69
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

En los gráficos Nº 13 y Nº 14, se muestra los materiales de acabado de las


viviendas, ya que éstas en cuanto al piso y las paredes pueden ser determinantes
en la definición de la vivienda y la calidad de la misma y, por supuesto, una
determinante en la prevención de enfermedades de las familias. Como se observa
en los gráficos, en el área urbana es predominante los pisos de cemento y
madera; el piso de cemento muestra la existencia de viviendas que se encuentran
habitadas sin haber concluido en piso de madera, cerámica u otros materiales
de obra fina. El piso de madera, sea machihembre o derivados, es dominante en
las viviendas después de la de cemento, en lo urbano. En el área rural,
predominan los pisos de tierra, acercándose al 80%. Respecto a las paredes, el
ladrillo y cemento predominan en las zonas urbanas y ascendente en los años,
mientras que las paredes de adobe/tapial, con más del 80%, en el mundo rural.

Ahora bien, el trabajo a destajo o por producto en el que han incursionado


algunas empresas, está provocando que la vivienda precaria se convierta en
problema aún más preocupante y mayúsculo, pues las viviendas durante el día,
además de ser cocina o dormitorios, son un lugar de trabajo de miles y miles
de mujeres con niños/as expuestos a diferentes actividades de tejidos o costuras
(con productos no aptos para la salud) que emanan polvillos que a la larga
70 pueden provocar daños al sistema respiratorio; esto en el afán de algunas
empresas de disminuir sus costos fijos, y con el engaño permanente a las
trabajadoras de que así de esta forma pueden cuidar a sus hijos, atender a sus
esposos y aportar monetariamente sin salir de casa, provocando niveles muy
altos de explotación. De esa manera, las mujeres, adicionalmente al trabajo del
hogar, tienen que cubrir mínimamente horas de trabajo para cumplir sus
pedidos, llegando hasta 16 o 20 horas de trabajo por día, y poniendo su propia
salud y la de sus hijos en riesgo. Entonces, para este caso señalado, vivienda
esta ligado a trabajo y salud; es decir, el derecho a la vivienda digna, está
fundido –o divorciado- al derecho al trabajo también digno y al salario justo,
a la seguridad industrial, a las condiciones mínimas de seguridad, al seguro
social evadido en este caso, a la salud, etc.

El principal tema para el seguimiento del cumplimiento de este derecho es que se


pueda contar con información precisa y detallada sobre el tipo de la vivienda en
cuanto su obtención (compra, herencia, donación, etc.) o si ésta ha sido obtenida
por algún programa de apoyo social o no; también se deberá evaluar la calidad
en cuanto a servicios públicos (agua, luz, alcantarillado, vías de acceso); además,
si cuenta con el espacio mínimo requerido respecto al número de personas en el
hogar por habitación para superar las elevadas tasas de hacinamiento.
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

Con esta información sería entonces posible que instituciones privadas o el


Estado, inicien un programa de apoyo social, dirigido a los grupos que lo
necesiten prioritariamente (personas sin viviendas). Se puede afirmar con
seguridad que mientras estos datos no existan, tampoco podrá implementarse
políticas públicas reales y accesibles, por lo que el cumplimiento del derecho a
la vivienda continuará siendo uno de los más caros y de difícil logro, aunque
existan planes de apoyo de los sucesivos gobiernos de turno.

Se espera que el “Programa de Vivienda Social y Solidaria”( PVSS) del gobierno


de Evo Morales en su segunda gestión (2010-2014), encuentre la ruta práctica
para materializar lo que se postula en la Nueva Constitución Política del Estado
y en el Plan de Acción de Derechos Humanos; oferta que permite beneficiar a
pobladores del área rural y urbana, algo nunca visto en anteriores gestiones y
muy ponderado, aunque la visión mercantilista no ha cambiado. La oferta de
financiamiento subsidiado está vinculada a mecanismos de mercado donde
entidades financieras y empresas, privilegian sus expectativas de renta en
desmedro del fin social propuesto.

En el Informe para el “EPU” elaborado y presentado a NN.UU. en septiembre


2009 por la sociedad civil, se sostiene sobre el estado de la situación del
71
derecho humano a la vivienda:

“Se estima que 1 millón de viviendas no cuentan con las condiciones


de habitabilidad adecuadas, producto de asentamientos
espontáneos informales no planificados cuya consolidación
demanda un largo proceso de vivir construyendo barrios y viviendas.
El mayor parque habitacional es producido por sistemas
autogestionarios (80%). Se calcula que anualmente, 66.000
viviendas aporta la producción social y sólo 11.000 el mercado y
el propio Estado. Al presente la única oferta gubernamental para
atender el acceso a la vivienda es el Programa de Vivienda Social y
Solidaria (PVSS), política de financiamiento subsidiado para la
construcción de viviendas nuevas vinculada a mecanismos de
mercado. Fueron entregadas aproximadamente 2.000 viviendas en
un lapso de 3 años de funcionamiento del PVSS de las cuales el
67% no cuentan con servicios básicos. La debilidad en la estructura
institucional sectorial de vivienda, la alta rotación de personal técnico
y el cambio de autoridades (5 ministros y 8 viceministros en 3 años)
han generado adicionales complejidades que se suman a la
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

inexistencia de una política estatal de vivienda que en forma integral


atienda todos los componentes del DHV. La NCPE considera a la
Vivienda como una competencia concurrente con los niveles de
gobierno departamental y municipal lo que deriva en una difusa
responsabilidad para la implementación del DHV. En los últimos dos
años han emergido los denominados “movimientos sin techo” que
promueven las invasiones en tierras privadas generándose episodios
de desalojos con ingredientes de violencia” 15.

4.5 Educación
La educación en nuestro país ha sido uno de los principales retos a afrontar,
por la diversidad cultural existente. Muchas políticas en su afán de ampliar
educación y conocimiento para amplios sectores de la población, han incluido
en las reformas, en diversas oportunidades, lenguas extranjeras, o educación
bilingüe, no llegando al final a mayores avances, con una inmensa población
analfabeta existente hasta el año 2006; hasta ese año los programas de
alfabetización o educación propuestos por los gobiernos de turno no habían
logrado llegar a muchas zonas alejadas del país, por lo que fue prácticamente
imposible avanzar con educación primaria como base para otros niveles.
72
A partir del 2006 se inicia un programa agresivo de lucha contra el
analfabetismo con el apoyo de Cuba y, el año 2008 se logra el reconocimiento
de la UNESCO de “Bolivia libre de analfabetismo”.

No cabe duda que el cumplimiento del derecho a la educación es uno de los


mayores retos a enfrentar porque beneficia directamente a una de las
poblaciones más vulnerables que son los niños/as y adolescentes, si es que se
refiere a la educación formal, más el derecho a la educación, está más allá de
esta forma de educación, pues el derecho a la educación incorpora a toda la
población, en todos sus edades y en todas sus formas.

La información existente sobre este tema, se encuentra dirigida simplemente a datos


cuantitativos y a educación formal, sea para cumplimiento de metas y muestra de
resultados. Hasta ahora no se ha podido evaluar la calidad, disponibilidad y
accesibilidad de la educación, tampoco existe un seguimiento respecto a los motivos
de abandono y reprobación de la población estudiantil, etc.

15
Ver: Informe de la Sociedad Civil para el EPU Bolivia. Informe sobre la situación de los Derechos
Humanos en Bolivia. Ed. Capitulo Boliviano de Derechos Humanos, 2009
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

En el marco normativo que regula este derecho, se encuentran:

- Constitución Política del Estado; en su Art. 17 reconoce el derecho de toda


persona a recibir educación en todos los niveles de manera universal,
productiva, gratuita, integral e intercultural, sin discriminación. El capítulo
sexto, está explícitamente dedicado a la educación, interculturalidad y
derechos culturales.

- Ley Nº 1551 de 20 de abril de 1994, de Participación Popular; reconoce,


promueve y consolida el proceso de participación popular en pro de una
mejor calidad de vida y de cara a fortalecer los instrumentos políticos y
económicos necesarios para perfeccionar la democracia representativa, y la
equidad social y de género.

- Ley Nº 1565 de 7 de julio de 1994, de Reforma Educativa; aprueba la


reforma del Código de Educación. Define la educación como un derecho
y deber de todo boliviano, se organiza y desarrolla con la participación de
toda la sociedad sin restricciones ni discriminaciones de etnia, cultura,
región, condición social, física, mental, sensorial, de género, credo o edad,
además establece la educación intercultural bilingüe que plantea una
educación liberadora, productiva y democrática.
73
- Decreto Supremo Nº 23949 de 1 de febrero de 1995; reglamenta los
órganos de la participación popular: a) las Juntas Escolares, las Juntas de
Núcleo y las Juntas Distritales son órganos de base, con directa
participación de los interesados en la toma de decisiones sobre la gestión
educativa en el nivel correspondiente y b) los Consejos Departamentales
de Educación, los Consejos Educativos de Pueblos Originarios, el Consejo
Nacional de Educación y el Congreso Nacional de Educación, órganos
consultivos conformados por representantes de distintos sectores de la
sociedad boliviana en su ámbito correspondiente.

- Ley Nº 1768 de 10 de marzo de 1997, Código Penal; el Código Penal


establece en el Título X, Delitos contra la Libertad, una sanción con
reclusión de seis meses a tres años y multa de treinta a cien días a quien
por cualquier medio atentare contra la libertad de enseñanza.

- Resolución Suprema Nº 222201 de 17 de diciembre de 2003; reconoce


el primer Consejo Educativo Indígena Departamental en Santa Cruz.

Dentro de los objetivos del milenio para Bolivia, una de las metas trazadas es
incrementar el porcentaje de niños y niñas con el ciclo completo de primaria
(hasta el 8vo. grado), de 52% en 1990 hasta 89% el 2015.
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

74
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

En el gráfico Nº 15, se observa cómo la cobertura bruta, es decir, la cantidad


total de inscritos (incluyendo personas adultas que regresaron a las aulas) sobre
el total de la población que está en la edad del nivel que le corresponde,
alcanzó al 90.25% en 2002, esta fue gradualmente bajando hasta llegar a
87.1% en 2006; por su lado, la cobertura neta, que es el total de alumnos
inscritos en la edad que les corresponde (niños en edad escolar) sobre el total
de la población que está en la edad del nivel que le corresponde, fue fluctuando
entre 77 y 75%, aunque en 2005, alcanzó el 82%, lo que significa que ese año
se elevó significativamente la cantidad de niños que asistieron a las escuelas16.

Desde el 2006, el pago del bono Juancito Pinto permitió reducir el nivel de
deserción 2.8% aproximadamente, según afirmaciones del Presidente Evo
Morales, el año 2008, benefició a 1.681.135 niños de primero a octavo de
primaria de las escuelas fiscales del país, recibiendo un monto total de
336.227.000 bolivianos, en 13.700 unidades educativas17.

Retornando a la crítica de los indicadores sobre educación, se puede observar


que, es posible disgregar la información por ciclo y tener un panorama más
claro de esta situación, sin embargo no se cuenta con información sobre
condiciones económicas de los niños, si abandonan la escuela por temas de
75
distancia, trabajo u otros motivos; o información que permita ver la tasa de
reprobación, por escuelas o regiones, si el abandono es muy elevado, es
probable que sea atribuya a problemas de comunicación del profesor con los
alumnos u otros motivos que serían relevantes al momento de enfocar políticas
que permitan disminuir el porcentaje de alumnos que no se inscriben a las
escuelas.

16
El año 2005 en Agosto, se lanzó el Bono Esperanza en la ciudad de El Alto, que puede ser un
motivo del alza de inscritos.
17
Información obtenida de la página de la Presidencia. www.presidencia.gob.bo
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

76
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

El Gráfico Nº 16 muestra básicamente cómo la tasa de cobertura neta en el


ciclo primario bordea entre los 92 y 97%, pero en el ciclo secundario, sólo
alcanza a casi el 60% en los años referidos, lo que quiere decir que un 40% de
adolescentes y jóvenes por razones explicables como el trabajo, no se
inscribieron siquiera en su ciclo, es decir, que la educación formal, no llegó a
ese porcentaje tan elevado.

Respecto a las tasas, la “de abandono” sobre los ya inscritos, el gráfico muestra
elevados porcentajes en secundaria y la inicial (entre 6 y 9%) y se puede explicar
este abandono en el nivel inicial, por la no valoración en las familias de la
importancia del prekinder y kinder por ser un ciclo no obligatorio para la
inscripción a la escuela primaria o el gasto en material escolar, transporte y
vestimenta para las familias. La tasa de reprobación en niveles iniciales (prekinder
y kinder), es relativamente nula, no así en el secundario.

Las razones del “abandono”, la “reprobación” y la “no inscripción”, no están en


las estadísticas, son de desconocimiento al momento de evaluarlas, razón por la
cual, en general podría concluirse para el ciclo secundario que casi el 50% (no
inscritos y abandono) de adolescentes y jóvenes en edad de estudios no gozan
de la educación formal; vale decir, la mitad de esa población en edad escolar.
77
Una de las recomendaciones en políticas públicas es, entonces, que incentivos
como el bono Juancito Pinto se amplíe a todos los ciclos escolares, motivando
de esta forma que los niños mayores a 14 años (edad donde mayormente
pasan a ser parte de la población trabajadora), no abandonen la escuela.

Así mismo, se ilustra que en la información citada, los mayores índices de


deserción escolar se encuentran en regiones como Pando con la tasa más
elevada (11,4%), Oruro y Potosí en segundo lugar (con 7,32% y 7,26%
respectivamente) de promedio, durante los últimos 10 años18; esto se explica
por ser los departamentos más atrasados, empobrecidos y con menos
oportunidades y por ser considerados expulsores de una población que luego
migra a regiones con mayores niveles de empleo.

18
Datos extraídos de la información disponible del INE (Indicadores de Educación por nivel según
departamento), promediando el dato de tasas de abandono de los años 1997 al 2006, por
departamento (11,4% Pando; 7,32% Oruro; 7,26% Potosí; 6,5% La Paz; 6,3% Cochabamba; 6,2%
Tarija; 6,2% Beni; 5,9% Santa Cruz; 5,0% Chuquisaca).
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

Visto desde los derechos humanos, la pobreza de las regiones, es determinante


en educación, lo es también en salud, trabajo, etc., es decir, que los derechos
están concatenados unos con otros. Estos son suficientes motivos para que el
Estado focalice las políticas públicas y su esfuerzo para apoyar estas regiones,
donde se observan mayores niveles de pobreza, en virtud de que estas son las
que presentan altos niveles de deserción e inasistencia escolar.

78

Si bien el año 2008 Bolivia fue declarada libre del analfabetismo, el cuadro Nº
10, muestra, que hasta el año 2007 existían bajos niveles de analfabetismo
(9,3% en el total de la población), sin embargo niveles de 22.8% en el área
rural autoidentificada como indígena y 33.2% de analfabetismo en mujeres
indígenas en el área rural. Desgraciadamente estas cifras no explicitaban, ni
explicitan la realidad cualitativa de lo que ocurre con sectores donde el derecho
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

a la educación no llega. La pobreza, la falta de trabajo y la marginalidad, son


realidades que alimentan a diario el analfabetismo funcional, lo que implicará
que a tiempo de sacar a la población del analfabetismo, tiene también que
sacársela de la marginación y la exclusión. Entonces, ¿cómo podemos medir
eso?. ¿Cómo podemos combinar estas variables o indicadores para afirmar que
los/as ciudadanos/as están gozando de la educación?.

De acuerdo a UNICEF19, los datos de gasto por niño en educación da la


siguiente información: en la educación pública, el Estado y los hogares
comparten el costo de educación de los niños, niñas y adolescentes; el año
2005 ese costo, en promedio, alcanzó aproximadamente a Bs1.741 por
niño/año, de los cuales el 80% lo habría financiado el Estado y el 20% restante
los hogares; en la educación privada, este costo lo absorbe el hogar, que está
estimado en alrededor de Bs2.954 por niño/año, en promedio, de donde el
costo de la educación privada es alrededor de 70% más alto que el costo de
la educación pública. La gran interrogante, es si esto mide la calidad de la
educación (?). Lo más probable es que no, y al igual que el resto de indicadores
analizados, una vez más no es posible dar una respuesta respecto al
cumplimiento del derecho a la educación simplemente con datos numéricos,
pues las encuestas no incluyen en sus análisis disponibles, datos como la 79
calidad de esta educación y el nivel de bachilleres que tiene el país, además si
se encuentran o no listos para una educación superior universitaria, etc.

Es posible que esta falta de calidad de la educación boliviana en general,


explique el porque las familias no destinan un mayor presupuesto a este ítem;
en promedio, la mayor parte de su presupuesto va hacia la alimentación (53%).
El siguiente rubro al cual los hogares destinan sus recursos son los gastos en
vivienda y servicios básicos (18%), seguidos por los gastos en educación (6,5%).
Este gasto no es considerado una inversión que permitiría a las familias
incrementar sus ingresos a largo plazo. Si se realiza una comparación con otros
países, la inversión de las familias en educación llega hasta el 30% de su
presupuesto familiar, principalmente en educación superior.20

19
UDAPE-UNICEF. “Inversión social en la niñez y adolescencia: un análisis del gasto público social
en niveles subnacionales”.GPSNA. 2006
20
UNICEF, Bolivia: El Gasto de los Hogares en Educación. 2006
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

La información en cuanto a educación deberá estar sectorializada no solo por


zona, sexo o autoidentificación étnica, sino principalmente por ingresos del
hogar, para determinar si los abandonos o reprobaciones se deben a niños/as
con trabajos que no permitan cumplir su derecho a la educación.

Es importante que estos estudios por edad u otros, no solo sean realizados de
forma independiente por instituciones externas (UNICEF, PNUD, etc.), sino que
sean incluidos en la información primaria a ser levantada principalmente por
instituciones oficiales como el INE o el Ministerio de Educación.

5. GASTO PúBLICO Y SOCIAL EN CUMPLIMIENTO


DE LOS DERECHOS

El análisis del gasto público y social es determinante en cuanto a la creación


de indicadores porque este permitirá determinar las prioridades del gobierno
de turno y definir si se están o no ejecutando programas que apoyen a la
población en cuanto sus necesidades. Durante el análisis de cada uno de los
80 indicadores propuestos, se ha visto que si bien está apoyado en leyes y normas,
para la implementación de políticas de goce de los derechos económicos,
sociales y culturales, la verdadera prueba de la voluntad de los Estados está en
la ejecución de sus recursos en la generación de fuentes de empleo,
mejoramiento del acceso a la salud y educación entre otros.
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

81
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

El gasto social no ha tenido un incremento significante en los últimos años, es


más en algunos, simplemente se han mantenido los porcentajes de ejecución
e incluso, en el año 2006 se puede observar una disminución porcentual del
gasto social respecto al PIB, debido al gran incremento del PIB en ese año (de
77.024 a 91.748 millones de bolivianos), lo que quiere decir que sí hubo un
incremento en términos absolutos en el gasto social total del año 2006
respecto del año 2005; incremento de un 14% (de 13.071,2 a 14.895,4
millones de bolivianos), aunque las cifras parecen mostrar otro comportamiento.

El gasto social, da un énfasis principal al tema educativo, significa el 6,31%, el


más elevado de los otros sectores del gasto total social (16,2% el 2006), pero el
gasto en capital es mínimo 20% de su rubro (en inversión en infraestructura
principalmente, aulas, bancos, pizarras, etc.) y el grueso, en sueldos y salarios del
magisterio (80%)21; dicho de otra manera, la inversión en infraestructura en
educación, algo esencial, alcanza a 20% de su rubro y 8% del total del gasto social.
Lo propio ocurre con el gasto en capital en salud que alcanza el 2006 a 15.6%
de su rubro y a 3% del total del gasto social para hospitales, tecnología, etc.

Este cuadro (Nº 11) muestra, que las prioridades son Educación y Protección
social, dejando en tercer lugar al sector salud, debido a la implementación de
nuevos programas de mejoramiento de la calidad de vida, y el apoyo recibido
82 para lograr las metas del milenio entre otras.

Si se muestra el otro lado de los gastos del Estado (Gasto público no social),
entonces se notará la diferencia en las prioridades:

21
Datos extraídos del documento “Bolivia: Gasto Funcional y Gasto Social para la Niñez 2000 –
2004”, presentado por UDAPE y UNICEF, en Diciembre del 2008.
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

Una lectura horizontal de los componentes del cuadro Nº 12, nos mostrarán
la evolución de esa inversión no social en el transcurso de los años.
Comparativamente con el gasto social, se puede observar por ejemplo que el
gasto en “Defensa" (armamento, infraestructura y salarios del sector militar
principalmente), 1,78% respecto al PIB (en 2006), es levemente mayor al
asignado a la vivienda social 1,7% (también respecto al PIB – cuadro Nº 11) y
aproximadamente significa el 5.5% del gasto total en Salud (si se toma en
cuenta que el gasto en salud significa un 3,2% respecto al PIB, cuadro Nº 11).
El gasto en defensa se mantiene constante en los años referidos. Asimismo, se
observa que los gastos en servicios públicos generales (salarios del sector
público) son mayores al presupuesto en educación disponible para todo el país;
también se distingue cómo el gasto asignado a las actividades culturales y de
religión han bajado casi un 50%.

El gasto social, constituye un referente y una de las principales herramienta que


permite medir los indicadores sociales y su relación directa con las condiciones
de vida de la población, además de mostrar la voluntad política del Estado y su
interés de apoyar y mejorar el nivel y calidad de vida de los bolivianos. El gasto
y la inversión social expuestos en el sucesivo Presupuesto General de la Nación
(PGN), expresa el verdadero rostro, la unidad o el divorcio entre discurso y 83
acción y, los verdaderos intereses que defiende la autoridad (Gobierno); de la
lectura del PGN se desprenderá la imagen de si existe voluntad por los
derechos humanos.

Es importante analizar estos datos desde dos perspectivas:

1) Su incremento, que permita ver el impacto

2) El análisis de los sectores priorizados en cuanto el gasto social, que permite


observar las prioridades mismas de la gestión

Un ejemplo claro de este análisis se puede explicar en el caso del incremento del
porcentaje de gasto en educación; que si éste no va solamente el aumento de
salarios a los profesores, se podrá deducir que está mejorando la calidad de la
educación en los niños. Sin embargo, para determinar estas mejoras y priorizar el
gasto en temas sociales, se requiere que exista un control social en cuanto las
priorizaciones en las cuentas nacionales y que estas sean transparentadas, y de
acceso y disponibilidad libre al público de forma desagregada para además
analizar el gasto por zona, sector, u otros datos que servirían para determinar la
disponibilidad de inversión social del gobierno.
Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

Se espera que las políticas implementadas en salud como el Seguro Básico de


Salud, (SBS), el Seguro Universal Materno Infantil (SUMI) y el Programa
Ampliado de Inmunizaciones (PAI), tengan en los próximos años, un mayor
presupuesto, así como nuevos programas dirigidos a los sectores más
vulnerables (en un principio), pudiendo ser ampliados al resto de la población,
como se instituye en la Nueva Constitución. De la misma forma, que, programas
como la alfabetización no se queden en la mirada corta de la lectura y escritura,
si no, se amplíen hacia la profundización de la educación básica y superior.

El tema de la vivienda es un factor complicado por la historia de corrupción y


malos manejos de los recursos asignados, sin embargo, el mejorar y apoyar los
programas que sí funcionan como el de mejoramiento de las viviendas contra
el chagas u otras enfermedades, permitirían dar un paso en la mejor calidad de
vida de los habitantes.

Si se analizan los niveles de pobreza por grupos de edad, y se actúa por el


apoyo a los grupos más vulnerables, el mayor gasto público deberá ser
destinado a los niños/as y adolescentes del país.

84

El cuadro Nº 13 muestra cómo afecta o a qué porcentaje de la población afecta


la pobreza. Es decir la incidencia de pobreza y los porcentajes de Necesidades
Básicas Insatisfechas, distribuidos por edades, de infantes hasta adolescentes.
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

Los grupos más vulnerables son los infantes y los niños (0 a 13 años) con
índices promedio de incidencia de pobreza para el año 2002 del 72,3%, y un
promedio de 65,5% con necesidades básicas insatisfechas para el año 2001.
Esto es posible explicar por que este sector es el más desprotegido, en parte
porque tienen menos acceso a fuentes de trabajo o no pueden acceder por si
mismos a beneficios como la salud, educación y mejoras de calidad de vida en
general. Por otro lado, los adolescentes también presentan altos índices de
pobreza y NBI’s, aunque, presentan menores tasas; en general tienen mayores
posibilidades de conseguir un trabajo y autoabastecerse al menos para
sobrevivir, pues son mano de obra barata y con posibilidades de mayores
opciones en el mercado laboral.

Contrastando esta información con el gasto destinado a estos grupos etáreos


se tiene el siguiente cuadro:

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Capítulo Boliviano de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo

El porcentaje del gasto social para la niñez en relación al PIB se refiere al monto asignado a este fin dividido entre el
PIB total, que permite mostrar cuánto del total de los ingresos se está asignando para gastos sociales de esta población
etárea (niños/as, adolescentes de 0 a 18 años) por año. Véase el desarrollo creciente de este gasto en los años, pero
insuficiente aún.

Si esta información (cuadro Nº14) se compara con el gasto total en temas sociales (cuadro Nº 11) se podría afirmar
que el 7,6% (año 2006) del gasto social en la niñez representa un 42,05% del total del gasto social, en la pirámide
poblacional por edad, los niños/as representan alrededor de un 50% del total de la población, por lo que existiría un
déficit del 8% aproximadamente en apoyo a los niños dentro de la distribución.
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

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La población comprendida entre 0 y 19 años (niños/as y adolescentes)


representa casi un 50% de la población y se proyecta que se mantendrán estos
datos a futuro, por lo que es necesario priorizar las atenciones del Estado en
cuanto a gastos, principalmente en educación y salud, y de esta forma, lograr
mayores impactos en los índices de pobreza a mediano y largo plazo y, lograr
ampliar la igualdad de oportunidades y la no discriminación. Consecuencias
todas ellas de la decisión de respaldar las medidas sociales con un presupuesto
coherente que haga realidad esas políticas, pasos lógicos en un proceso de
cambio respecto a las nuevas generaciones.

Una llamada de atención respecto a los indicadores, es que esta información


citada respecto a los niños/as fue obtenida de un estudio específico de UNICEF,
cuando ésta debería estar sistematizada por el INE, Ministerio de Economía y
Finanzas Públicas u otros organismos nacionales, explicitando de esta manera,
que los objetivos finales de las instituciones que proveen la información son
distintos a los objetivos de seguimiento de políticas sociales.

6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

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6.1 La iniciativa de creación de indicadores que permita el seguimiento del
cumplimiento de los Derechos Económicos Sociales y Culturales (DESC), se
hace una necesidad en cuanto el Estado en su rol de implementación de
políticas públicas que permita disminuir la pobreza e incrementar el nivel de
vida de los bolivianos, cuente con mecanismos de control, medición y
evaluación de esas políticas; para las organizaciones sociales y populares y, de
derechos humanos, es una necesidad en cuanto al control social, el seguimiento
y la vigilancia de esas políticas públicas y para que los derechos humanos sean
derechos para todos/as y de todos los días.

6.2 Como se mencionó en otro momento, un buen avance dentro de las


estadísticas sociales es el cumplimiento de los Objetivos del Milenio, sin
embargo, si bien se han incluido nuevas formas de procesar la información,
estas no bastan si solo se trabaja y analiza en base a los resultados. Lograr una
fusión entre políticas, resultados y calidad, tendría que ser un reto que permita,
medir no solamente el acceso a un derecho o a varios derechos, sino si esos
derechos son durables, permanentes y, si aportan a un cambio que disminuya
principalmente los niveles de pobreza y exclusión.

6.3 El calificar a la pobreza de “moderada” ó “extrema”, no aporta en gran


medida a su disminución porque de todos modos las familias que se encuentran
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

en estas categorías siguen siendo pobres y aún sufren de la mala distribución


del ingreso.

6.4 Programas como el “Bono Juana Azurduy” destinado a las madres a


cambio de su asistencia a los centros y control pre y post natales, puede crear
hábitos positivos en la población que a largo plazo logre disminuir las tasas de
mortalidad infantil y materna, creando cadenas positivas y utilizando y
redirigiendo los recursos del Estado donde más se necesiten. Se conoce de
comunidades rurales donde se han revertido fondos de salud, porque los
comunarios/as no utilizan los centros por desconfianza o elevadas barreras
culturales entre la medicina occidental y la tradicional.

6.5 En cuanto a temas educativos, es un gran avance el hecho que Bolivia


haya sido declarada libre del analfabetismo, pero es necesario que exista la
información disponible para un seguimiento específico del proceso post
alfabetización y actualizar la situación del analfabetismo funcional, que permita
mejorar el nivel educativo a todos los pobladores. De la misma forma es
importante que los bonos para incrementar la asistencia escolar como el “Bono
Juancito Pinto” (incluido el Bono Esperanza y otros) vean la posibilidad de
apoyar programas de alojamiento, transporte, material escolar, como un esfuerzo
integral en cuanto a la necesidad de incrementar la escolaridad, así como que
la transferencia de los recursos hacia las madres, ya que está comprobado que 89
ellas mejoran la eficiencia en el gasto y se podría garantizar que esté dirigido a
la educación de los niños.

6.6 La educación en general muestra altos índices de abandono escolar, esta


situación se debe a varios factores, uno y el principal identificado, es que existe
un porcentaje de la población en edad escolar que ingresa al mercado laboral
y deja sus estudios; los otros factores podrían ser explicados, si se contarán
con datos sobre calidad, en infraestructura y educación, esto permitiría
determinar con mayor exactitud otros motivos relacionados a la deserción
escolar. La recomendación enfatiza que la información primaria, debe estar
destinada a objetivos no solo cuantitativos, sino de carácter cualitativo que
permita la toma de decisiones a nivel nacional y la implementación de políticas
públicas. Existen muchas interrogantes al respecto, relacionadas a temas de
migración, salud, trabajo, vías camineras, etc. Que de ser respondidas, podrían
dotarnos de una información que permitan construir indicadores que respondan
a la realidad compleja y empobrecida del país.

6.7 En temas de vivienda, es importante replantear nuevamente las políticas


crediticias implementadas por todos los gobiernos de turno y darle un chance
a la sociedad civil y a sus propuestas; existen leyes de modificación del modelo
dormidas durante décadas y otras recientes, las cuales no se han podido lograr,
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así como que no se logran titular todas las viviendas y terrenos dotados por
instituciones que eran encargadas de las políticas de vivienda social. Lo mismo,
cambiar los conceptos como “vivienda social” y que éste no signifique de bajo
precio y de mala calidad.

6.8 Lograr que el “no cumplimiento” de los DESC, sean penalizados sería un
paso importante para que el Estado de prioridad en su cumplimiento. El hecho
de que estén legislados no basta, pues si no tiene una pena el no cumplirlos,
crea un vacío legal que no permite una fiscalización adecuada de los mismos;
crea una impunidad en democracia.

6.9 Es necesaria crear instancias que permitan efectuar la supervisión de la


efectividad de los DESC en el país y la región, ya que este primer análisis
permitió concluir que el país se encuentra todavía lejos de haberlos hecho
efectivos para la totalidad de su población. Por lo general, la causa no se
encuentra en la carencia de recursos (en el país se incrementaron los últimos
años). La razón está en que los instrumentos jurídicos y económicos nacionales
no consideran a los derechos humanos como condición necesaria, entonces,
existe una mala asignación de los mismos, o por lo general, una mala
orientación de políticas y programas que posiblemente si estuvieran manejados
de otra manera, podrían conducir a la efectividad de los DESC.
90 6.10 Incluir el cuidado del medio ambiente dentro de los derechos
económicos como un derecho transversal puede y debe ayudar de manera
sostenible a mantener el nivel de vida adecuado de las personas en el tiempo;
muchas realidades demuestran que el capitalismo salvaje es depredador y sus
beneficios monetarios a corto plazo, pueden lograr que desaparezcan hábitats
completos, yendo en desmedro de las poblaciones que se servían de estos.

6.11 Dar prioridades a la desagregación de la información para apoyar a los


sectores más vulnerables en algunos de los derechos como la salud en los
niños/as podría a corto plazo mostrar resultados positivos en la población en
general, por lo que se deben analizar uno por uno y ver cuál es la prioridad
etárea, de género o de identificación étnica; este es uno de los primero pasos
que deberán ser incluidos en los análisis socioeconómicos de los datos. Es
posible que el INE u otras instituciones cuenten con la información base para
este fin, pero que no se los esté procesando, por que los objetivos y las
finalidades son distintos al momento de emitir los informes.

6.12 En cuanto al análisis de los ingresos de la población, este tiene que tener
una disociación por niveles, pues por lo general lo que pasa es que se realizan
promedios simples, de donde el ingreso per cápita se incrementa notablemente
cuando existen buenas rachas económicas, pero si se realizan análisis por
Una aproximación a indicadores de DESC para Bolivia

quintiles, este incremento solamente beneficia a unos cuantos y la mayoría se


encuentra aún en grados altos de pobreza; la inclusión en la información del
índice de Gini, aporta en cuanto estas diferencias distributivas pero no las
explicita en cuanto a los sectores más empobrecidos.

6.13 Otro de los pasos importantes es la concientización de la población en


cuanto sus derechos económicos sociales y culturales, mientras estos sean
solamente vistos como necesidades insatisfechas, que por buena voluntad de
los gobiernos e instituciones de cooperación están siendo cubiertos, no podrán
ser exigidos desde las bases, con argumentos y la movilización necesaria que
permita avanzar en su cumplimiento.

7. RESUMEN DE INDICADORES PROPUESTOS POR DERECHO

Debido a la falta de información desagregada y objetivos distintos, los resultados


de las encuestas no permiten un análisis más profundo del cumplimiento y
justiciabilidad de los DESC. Como se pudo observar en los anteriores acápites
los indicadores utilizados en muchos casos muestran datos simplemente
cuantitativos y no son complementados con información cualitativa, de 91
procesos, por sectores sociales, sexo, autoidentificación étnica u otros, que
permitan medir la relación de cuales fueron los sectores verdaderamente
beneficiados en caso de que estas relaciones se eleven porcentualmente,
tampoco permiten determinar si hubo o no políticas públicas que intervinieron
en la mejoría de estos.

Lo fundamental es que la mayoría de los indicadores socioeconómicos no


miden la falta de oportunidades o la inaccesibilidad a los servicios, es decir,
son muy generales en sus datos primarios y agregados. Por ejemplo si se cuenta
con la información de que la tasa de desocupados es del 7%, esta solo está
disponible para áreas urbanas, no para las rurales y, peor, no se cuenta con el
porcentaje de desocupados indígenas o discapacitados. Otro ejemplo es sobre
la información del VIH-SIDA, se cuenta con el número de casos, pero no se
detalla el sector social, edad, nivel de vida u otros estratos, por lo que no
permite constituirse en una herramienta de toma de decisiones de apoyo a los
sectores más vulnerables.

Los indicadores que a continuación se plantean son un listado de indicadores


“ideales” para medir DESC; estos permitirían medir los avances de forma
cuantitativa y cualitativa y, evaluar diferentes fases de las políticas públicas para
determinar si estas apoyaron en la ejecución y cumplimiento de los derechos
económicos sociales y culturales o al simple crecimiento cuantitativo:
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