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EL SITIO DE CUAUTLA

Francisco Javier Venegas, virrey de la Nueva España, sabe de las estrategias,


tácticas y valor con que Morelos enfrenta a las fuerzas realistas, determinando
organizar una campaña que destruya a los insurgentes y termine con Morelos y le
encomienda la misión a José María Calleja, perseguidor tenaz de los insurgentes.

Don José María Morelos y Pavón, contando con la decidida participación de don
Hermenegildo Galeana, don Nicolás Bravo y don Mariano Matamoros dirigían las
fuerzas insurgentes que estaban en desventaja con relación a las realistas, pues
mientras los primeros contaban con alrededor de 3,000 hombres, los segundos
tenían, aproximadamente 12,000. La diferencia numérica entre ambos ejércitos
permitía a los realistas vaticinar una completa victoria.

El 19 de febrero de 1812 el ejército de Félix María Calleja, más numeroso y mejor


armado que el de Morelos, atacó Cuautla con la pretensión de tomar por asalto la
ciudad, donde se encontraba el ejército insurgente. Éste, hábilmente conducido
por Morelos, rechazó los esfuerzos de los realistas de manera que Calleja, al final
del día, contó 19 muertos y un centenar de heridos en su hasta entonces
invencible ejército.

A pesar de la victoria obtenida, Morelos no salió de la plaza porque sabía que


Calleja seguía teniendo a sus órdenes un ejército mayor y mejor entrenado para
las maniobras en campo abierto. Eso permitió a Calleja reorganizar sus tropas,
recibir importantes refuerzos, y rodear Cuautla, habiendo comprobado que las
fuerzas de Morelos no podían ser vencidas mediante un rápido asalto.

Los insurgentes no tienen grandes pérdidas porque además de encarar la


situación con gran valor cuentan, en ese momento, con suficientes pertrechos de
guerra.

El mismo Calleja quedaría impresionado por las acciones insurgentes que llegan
hasta el heroísmo como el demostrado por Narciso Mendoza, el niño artillero,
quien hace retroceder a las fuerzas realistas al disparar un cañón, evitando así el
ingreso realista a Cuautla.

Durante el sitio de Cuautla, Juan Nepomuceno Almonte, hijo de Morelos,


comandaba una compañía de niños soldados, conocida con el nombre de "Los
Emulantes".

Para ambos ejércitos la situación se torna cada vez más difícil, particularmente
para los sitiados a causa de la falta de víveres.

Morelos comisionó a don Mariano Matamoros para que saliera en busca de


alimentos, sin que los atacantes pudieran vencer en ningún punto la resistencia de
los insurgentes; pero como estos no se habían preparado para sostener un largo
sitio, pronto apareció el hambre. Cuando Calleja ordenó cortar las tomas de agua
del río, apareció también la sed, y los más fuertes combates se dieron en torno a
las tomas de agua

El primero de mayo de 1812, Calleja les comunica a los sitiados de la existencia de


un bando de indulto al cual pueden acogerse y les da cuatro horas para rendirse.

Morelos no aceptó el indulto y en la madrugada del 2 de mayo de 1812, con todas


las precauciones necesarias, sale con su escolta de Cuautla.
Morelos fue descubierto y sólo el valor de sus hombres impidió que fuera hecho
prisionero.

El sitio y la ruptura de éste causó mayor número de bajas en los realistas.

Roto el sitio, las fuerzas de Calleja de dedicaron a destruir lo que aún quedaba de
Cuautla. Muchos insurgente murieron y se perdieron armas y municiones
trabajosamente reunidas, pero el grueso del ejército se puso a salvo y rápidamente
repuesto, acometió otras empresas similares en dificultad, aunque no en fama, a la
defensa y rompimiento del cerco de Cuautla.

El sitio de Cuautla duró aproximadamente 72 días, pero la gloria de los insurgentes


vivirá en la memoria de todos los mexicanos.

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