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Existen siete clases de punto: punto y seguido, punto y aparte, punto final, punto y coma, dos
puntos, puntos suspensivos y puntos de abreviatura.
Punto y seguido (.), separa enunciados dentro de un párrafo. Debido a esto, la primera palabra
escrita después del punto, empezará con mayúscula, excepto en el caso de las abreviaturas. Por
ejemplo:
Punto y aparte (.), separa dos párrafos con contenido diferente dentro del texto. A continuación
hay que comenzar a escribir en línea distinta. Para seguir las normas se debe de "sangrar" la
primera línea de texto del nuevo párrafo.
Punto final (.), siempre se coloca al final cerrando un texto, indica el final de un texto.
Punto y coma (;), separa una pausa no breve que indica el cambio a otro tema hablado, leído o
tratado.
2 puntos (:), implica que en lo hablado o leído se vendrá o se aproximará una lista de cosas, etc.
Puntos suspensivos(...), sirven para expresar una frase con el motivo de saber que se aproximará
un final destacado o una reflexión, etc.
Ejemplo: ¡¡¡Tendré que decirles una frase!!!: “Se ríe de la cicatrices(…)el que nunca ha sido
lastimado”.
Punto de abreviación(.), sirve para abreviar correctamente una palabra grande o de costosa
ortografía. Ejemplo:
En múltiples ocasiones se suele utilizar el punto junto a otros signos que también son
considerados de cierre, como pueden ser los paréntesis, las comillas, etc., el punto siempre hay
que colocarlo detrás del signo. Por ejemplo:
En 1967, la cabalista Dominique Aubier afirma que «Don Quijote es un libro que puede leerse a la
vez en castellano y en hebreo». Según ella, Don Quijote (Q´jot en arameo significa verdad) se
escribió en el marco de una preocupación ecuménica.
[editar]Otro uso
Además del uso descrito también sirve para indicar que esta palabra es una abreviatura, como
por ejemplo Sr., Sra., Excmo., son distintas abreviaturas que no indican el final de la oración, sino
que la palabra está abreviada.
[editar]Uso incorrecto
Las palabras átonas son escasas en número, pero muy importantes por el uso extensivo que se
hace de ellas. Entre ellas podemos citar las siguientes:
los artículos determinados: el, la, lo, los, las...
las formas apocopadas de los adjetivos posesivos: mi, tu, su...
los pronombres personales que realizan la función de complemento sin
preposición: me, nos, te, os, le, la, lo, los, las, les, se.
los relativos: que, cuanto, quien, cuyo.
los adverbios relativos con funciones no interrogativas o exclamativas: donde, cuanto...
el adverbio tan.
las conjunciones: y, o, que, si, pues, aunque...
casi todas las preposiciones: de, con, a...
la partícula cual cuando equivale a como (Como un ciclón = Cual ciclón).
Las únicas palabras que poseen dos acentos prosódicos son los adverbios de modo formados
mediante la adición del sufijo -mente a un adjetivo. El primer acento es el del adjetivo; el segundo
es el correspondiente al sufijo.
Se llama tilde o acento ortográfico a una rayita oblicua (') que baja de derecha a izquierda del que
lee o escribe, y que se pone, en los casos adecuados, sobre alguna de las vocales de la sílaba tónica
de la palabra.
Actualmente las 22 academias del español mantienen acuerdos que garantizan la unidad
ortográfica. De este modo, la última edición de la Ortografía de la lengua española (1999) se ha
elaborado con la colaboración consensuada de todas las academias de América y de Filipinas.
Fuentes frecuentes de problemas en el uso de la ortografía son las grafías que presentan igual
sonido, como la "g"/"j", "c"/"s"/"z", "b"/"v", "ll"/"y". Otros aspectos problemáticos son la
utilización correcta de los signos de puntuación y la acentuación gráfica (tildación). La ortografía
del español utiliza una variante modificada del alfabeto latino, que consta de los 29 símbolos A, B,
C, CH, D, E, F, G, H, I, J, K, L, LL, M, N, Ñ, O, P, Q, R, S, T, U, V, W, X, Y y Z. Los dígrafos CH y LL tienen
valores fonéticos específicos, y durante los siglos XIX y XX se ordenaron separadamente de C y L,
aunque la práctica se abandonó en 1994 para homogeneizar el sistema con otras lenguas. Las
vocales (A, E, I, O y U) aceptan, además, el acento agudo para indicar la sílaba acentuada y la
diéresis o crema modifica a la U en las sílabas gue-gui para indicar su sonoridad.