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El ultimo 17 de octubre iba a ser extraordinario. Lo sohamos du- rante meses. Ese dia significaria para los peronistas -y en especial para nosotros, los mas jdvenes- una re- conciliacién con lo mas sagrado de nuestra historia. Sofidbamos con el feencuentro de todos los sectores de nuestro movimiento, unidos detras de la figura de nuestro fundador. Nos envidbamos mensajes y hablabamos por teléfono entre com- paferos de distintas provincias, re- flexionando sobre lo que segura- mente seria un die histérico, no solo para nuestro partido, sino para todo el pais. Su significado principal seria el de terminar para siempre con la larga saga de proscripciones, profanacio- hes y demas manoseos a la memoria y el cuerpo del General. Estoy convencido de que los miles de peronistas que fuimos por sentimiento y por conviccién genuina creiamos profundamente que, a 61 aos del primer 17 de octubre, Peron nos regelaria una nueva oportunidad para seguir creyendo en la utopia de un pueblo unido detrés de una verdadera causa nacional y populai El traslado de los restos no significaba para la mayoria de nos- ‘otros un acto de necrofilis, como lo intentaban instalar algunos sectores. No imaginabamos que veriamos tle- gar a San Vicente a algunos que can- taban trayendo el cadaver del General como si fuera un trofeo de guerra. Simplemente pretendiamos cerrar un largo capitulo de nuestra historia: recién 23 aos después de recuperada la democracia, logrébamos rehabi- litarla plenamente honrando con jus- ticia la memoria del mas grande lider popular de nuestra historia. Queriamos hacerlo manifes- téndonos libremente, de la misma for- ma que otros se permiten hacerlo pare ultrajamos, valiéndose de una li- bertad que tanto nos costo recuperar. Pero, sobre todo, queriamos reivindicer la politica. Con la figura de Perén, el pueblo argentino habia vucl- to asentirse movilizado por la politica. Sabemos que nuestra alegrie suelo provocar urticaria a quienes en nom- bre del pluralismo democritico han justificado una a una todas las violen- cias que hemos tecibido. Nuestra desgracia los ha puesto de fiesta. Mas allé de la tristeza que nos provocé el final que tuvieron los acon- tecimientos y su trascendencia poste- rior, quiero destacar lo positivo: el ver sentir, en mi y en miles de personas, ese resurgir del fuego sagrado que tiene cada militante politico. Sélo Perén lo podia lograr. Resulta impo: ble imaginar qué otro politico fale do hace més de 30 afos podria pro- vocar manifestacionos semejantes. Nuestra intencién es impulsar con Ia unidad una nueva forma de entender e interpretar la politica, de- jando atrés prédicas mezquinas. Dis- cutir el peronismo que viene es una forma de dejar bien en claro que estamos pensando de qué manera el movimiento en su conjunto le pued= ser Util a nuestro pais. Lejos estuvi mos de buscar sacarle provecho per- sonal a la tradicién peronista. Al contrario, pretendiamos cumplir ce- balmente con una deuda de nuestro régimen politico. Nuestro objetivo principal no es pararnos sobre los iconos del pasado pera corromper nuestra identidad, sino trabajar, como nos ensefid Perén, para amoldar el movimiento a los tiempos que corren, poniéndolo una vez mas al servicio de la felicidad del pueblo y la grandeza de la nacién. Nuestra consigna fue la de honrar a un Perén vigente, actual. No la de usarlo para imponernos en ternas estrechas. Obviamente, nuestro orgullo se rebela ante quienes repiten una y otra vez las mismas imagenes, buscando hacemos aparecer como una banda de locos que no saben ma- nifestarse sin violencia. Es triste confirmar que hay quien se alegra al ver que cien estu- pidos le arruinan una fiest legitima @ miles de personas. Es patético corro- borar que muchos de ellos dirigen medios de comunicacién. Pero este golpe que recibimos en plena cara no nos debe hacer perder de vista que nuestro objetivo es reivindicar la politica desde el peronismo. Haber fracasado en este 17 no nas libera de nuestra obligacion de seguir intenténdolo en cada uno de los proximos. Néstor Leguizamén NT Marcelo Larraquy La primera edicién de Fuimos soldados. Historia secreta de la con- traofensiva montonera, de Marcelo Larraquy, salié a la venta en el pasado mes de septiembre y se agotd en solo dos semanas. La segunda edicion ubicd al libro entre los primeros lu- gares de venta. El autor ya habia investigado ta problemética monto- nera en dos textos anteriores: en Galimberti, de Peron a Susana. De Montoneros a la CIA, junto a Roberto Caballero, y en Lopez Rega, la bio grafia. Ahora el énfesis no esté en los personajes principales, sino en les historias de los jévenes que formaron parte do los “pelotones”; aquellos que le conduccién de Montoneros envid a la Argentina con el objetivo de luchar contra la dictadura militar y que terminaron desaparecidos 0 muertos porque los militares los estaban es- perando. La obra se estructura en dos partes: “Fuimos Soldados” y “Opera- cién Masacre”; cada una tiene estilos y puntos de vistas bien diferenciados que el lector tendra que articular. Tal vez este libro deberia ser Buenos Aites, Aguilar, 2008, 244 p Fuimos Soldados Historia secreta de la contraofensiva montonera leido desde el epitogo donde el autor, periodista ¢ historiador, da su propia interpretacion de lo que termino de narrar: “son historias de soldados que decidieron tomar las armas, y que la memoria ‘setentista, siempre dis- puesta a idealizar le voluntad y el compromiso de esa generacion, pre- firid desechar, por estrategia 0 por \gnorancia No parece satisfecho con su investigacion, més bien todo to contrario. Comenta sus ultimes in- tentos por esclarecer los hechos, encontrandose con uno do los sobre: vivientes de la Contraofensiva, pero ya nadie quiere dar mas explicacio- nes. Las tltimas frases del texto son: “Estaba solo. Me sentia solo. Me dije: este libro se acabo? El autor deja un final abierto. Recupera mucha informacion ya co- nocida, pero avanza en hacer explicito lo que muchos no se atrevian a re- conocer: un buen numero de los desaparecidos fueron cuadros milita- res que realizaron acciones contra la dictadura, Habla de esos jovenes que se convintieron en soldados por ine- cia 0 por tener un compromiso con los que habian muerto o estaban presos. El trabajo excede los marcos de la critica a la Conduccion Monto- era; se pregunta por qué se “engan- charon” nuevamente en la violencia cuando ya habian recuperado la libertad y vivian en el exterior. Cuenta las formas de reclutamiento en Mex- ico y Madrid y las caracteristicas det entrenamiento militar en diferentes paises, inclusive en el Libano. Indaga sobre las diferentes formes de sub- sistencia y relata la muerte de casi todos ollos. La primera parte, “Fuimos soldados’ tiene enfoque casi literario. El drama se cuenta desde el punto de vista que tenian los viejos comp: eros de la Resistencia. Presenta una serie de hechos dramaticos desde la perspectiva de un narrador calido y comprensivo. Le anécdota tiene un importante valor simbélico: cuenta fa experiencia, aunque 2 veces, cuando no se comparten los codigos, puede resultar incomprensible. A traves del personaje principal, Lazarte, el autor trata de transmitir una serie de hechos casi enigmaticos. Busca la compli- cided del lector diciéndole que su religion es ser claro en la transmision de estas historias. Lazarte dudaba en forme per- manente de las drdenes que se le impartian, pero las cumplia a su manera. Criticaba a la Conduccién por “el desprecio por la vida de sus sol- dados? pero él arriesgaba la suya realizando interferencias durante la transmision de los partidos del mun- dial de futbol de 1978. Los soldados se creian parte de uns vanguerdia militar cuyos man- dos disenaban acciones sin tener en cuenta la pantcipacion popular, y muchas veces hasta en contra de la voluntad de aquellos que decian re- presentar y defender. A pesar de que ‘on 1974 Perén habia echado a los Montoneros de la Plaza de Mayo por no acatar su conduccién, las “accio- nes revolucionarias” de la Contra- ofensiva eran un calco patético de la metodologia utilizada por el General durante su exilio. Debian hacer pin- tadas, repartir volantes y lo mas importante: interferir la emision de programas de TV con cintes que co- menzaban con ta marcha peronista y seguian con un mensaje de Firmenich. La diferencia sustancial era que mien- tras el puedlo se organizaba desde sus posibilidades y se sostenia con sus propios recursos, “los solda- dos” itaban todo un aparato de cober- tura (documentos falsos, domi- cilios alquilados. armas y dinero que proveia la Organizacion). Larraquy describe que la gen- te se acercaba al escuchar los acordes de la Marchita pero después no prestaba atencidn al discurso. Pone en boca de Lazerte: “Muchos anos Gespués supe que los presos de la carcel de Olmos, en ta periferia de La Piata, que habian reclamado al direc- tor de la unidad penitenciaria un tele- visor para ver los partidos del Mun- dial, a partir de la interferencia monto- nora, se lo quitaron pare siempre? En te segunda parte, “Opera cién Masacro’ aparece ol periodista y el investigador. Alli se citan los docu- mentos y testimonios orales que sustentan la primera parte del libro. Aqui lo cientifico se hace mas esta- distico, tiene valor matematico. Larraquy describe la metodologia del reclutamiento de los soldados, la forma de promocién, los mandatos de la conduccién militar. “Los comb: tientes estaban obligados a cubrir la cita por més extaha que fuese. Cubrirla, con ta pastillia de cianuro”; tal fin se habian producido dos mi capsules. “La cifra estaba en consonancia con las expectativas del jefe de la conduccién montonera, co- mandante Mario Firmenich: mi quinientas bajas propias durante el primer afo de la dictadura ” No habia ningiin tipo de infor. macién politica y la solidez ideolégica se daba por descontada por el mero hecho de empufar las armas. Sin ‘embargo, las diferencias ideoldgicasy politicas se consideraban una traicién criminal. El plan de instruccién para los soldados que se sumaban al combate duraba solamente tres dias. Segun documenta el autor, “el 15 de marzo de 1978, la Organizacion los uniformes y las insignias del Ejército Montonero, obli- gando a los combatientes al saludo oficial con la venia, @ designar ol grado militar antes de dirigirse 2 un superior, 2 solicitar su autorizacién para usar la palabra, y a las for- maciones militares en casos de ascensos, condecoraciones y degra- daciones Comentando este tipo de conductas, Envar El Kadri fundador de las Fuerzas Armadas Peronistas- escribié que cuando se piensa de ese modo y se adoptan las conductas y los modelos organizativos del en migo, éste “te ha vencido porque ha logrado transformarte en él” Se relatan las dificiles y sos- pechosas relaciones entre el Ejército Montonero y le OLP; muesira a la Conduesién difundiendo @ nivel inter nacional informacién sobre los térm nos de esta alianza (a trevés de la agencia Reuters) y también consigna que a partir de estos datos se dio “una accién conjunta de la inteligencia isra- eliy argentina -el Mossad yel Batallon 601 del Ejército Argentino- quienes comenzaron a intercambiar datos sobre la fabrica de explosivos y la base montonera en Beirut” Tal vez el caso mas documen- tado y también mas polémico es el de Silvia Tolchinsky, le ultima montonera secuestrada como consecusncia de la Contraofensiva, que logré sobrevi se casé con un ex miembro del Batallon 601 del Ejército, Claudio Scagliusi, y actualmente vive en Bar celona. Ademas, paradojalmente, ella es un testigo fundamental de la causa judicial contra militares que actuaron en aquellos secuestros. En letra grande Abel Posse Buenos Aves, Emecé, 2005, 288 péginas El siglo Veinte, con sus miserias y esplendores, desfila en este libro sin- guiara través de una suma de autores y Obras literarias, 0 filosofico-literaria abe aciarar qué no se trata de Ia obje- tivided del catélogo, sino de la unidad subjetiva, casi novelistica, que proviene de la mirada de un creador dirigida a un amplio periodo que constituye su vida y su formacién personal. Abel Fosse, en efecto, no examina las letras desde la posicion de un tratadista, y menos atin de un crtico titerario, sino desde una visiGn participativa ¢ interpretative, ue dosembace on ostimacionos profundes. Se abre a la consideracién del lector -con rasgos que suscitan especial empatia en sus contempordneos, y serdn sin duda reveladores para los mas jovenes- el tiempo vivido, las lecturas que nutrieron su vida, los autores que conocié en ou concrete oxistencia, on ‘encuentros personales que van desde la portefa mesa de café del barrio de Ca- ballito, compartida con su siempre re- cordado Nalé Roxlo, hasta los encue- rntros en Paris 0 Venecia con Borges, Cioran, Di Benedetto, Coazer, Sarduy, 0 las visitas a fldsofos que_vivieron retirados, “emboscados” dice Posse, sin duda recordando las “sendas de bos- que" de Martin Heidegger, o jugando con el sentido del ocultamiento. Para finalizar con esia resenia 5 interesante formularse algunas preguntas: {Por qué este grupo se su- mé a una ostrategia basada en al auto aniquilamiento? ¢Por qué sacrifica- ron su capacidad de discernir? {Por qué aceptaron ingerir pastillas de cianuro? Son los soldados quienes tienen el derecho a invocar la obe- diencia debida; los que, cuando llega la derrota, dicen no saber por qué pelearon. Los militantes revoluciona- rios se Giferencian de los soldados porque a ellos los mueve la actitud critica y una propuesta superadora de lo realidad. En sintesis, comparten una politica y no una simple metodo- logia de lucha. La muerte no es un destino, sino un riesgo que siempre hay que esquivar. Catalina Pantuso Quienes hemos leido y disfru- tado las magnificas novelas y y ensayos del autor conocemos su perspectiva mental, desplegade en todas sus obras, A cada paso recordamos ia critica de Occidente presente en El largo atardecer del caminante, los sinuosos caminos dol nazismo esotérico desplegados en Dai- mon, 0 la problematica del Nuevo Mun- do anticipada en Los Pertos del Paraiso. Cultor de dos géneros tipicamente hu- manistas como lo son la novela y el ensayo, “Inventados” por Cervantes y Montaigne, Posse comparte un tanto la desmesura do Niotzeche para enrosirar al humanismo judeocristiano su debi- jidad, cuando no su complicidad, en la decadencia de la civilizacion occidental, Sin embargo, cabe anotar que su ame- ricanismo le impore cierta distancia de Sus maestros -o el descubrimiento de ‘sus mis. recénditas significaciones. pormitiéndole insinusr, moderadamen- te, los signos de una dificil pero no im- posible reversion. Se trataria de la Kehre heideggeriana, que algunos treducen como vuelta o retorno, y también podria ser traducida como conversion, en el pleno sentido de la palabra. Posse mira el mundo desde el Sur do América, pero también desde Ia experiencia europea que ha nutrido sus largos sits de diplomatico. Posas veces hemos epreciado en un escritor argen- tino tan amplia capacided de interpre- tacién histérica y filoséfiea escritores de su patria, abarcarlas mejores croaciones del siglo transcurrido y exponer la ge nuina significacién de grandes maestros contem- poréneos, compartiendo, hesta cierto punto, Ie critica posmoderna. Pero mas que posmoderno, nos gustaria lla mar a Posse transmoderno, como to hemos propuesto para establecer una distancia entra ol tomple cons-tructive de Alejo Carpentier y el pesimismo radicel de Michel Foucault. EI libro enfoca une épora ex. traordineriamente compleje, toda alla impregnada de profetismo nietzsche- ano, ideologias en pugna y un senti- miento agénico de final de la historia, © al menos de una historia, ante los cusles el escritor no escatima sus opiniones, ni la discusién de los temas mas Algides y problemiticos. Una serie de articulos breves fueron sabiamente agrupados en cinco capitulos, que se leen con creciente y Fenovado interés: “Ser escritor; “Del lado de la novela’ “El Planeta Borges’ “Luz de poetas” y “Filésofos embos: cados’ Todos ellos encierran personajes vividamente presentados que el lector visualiza como actores de una escena real y apasionante. Sus obras son caracterizadas en trazos definitorios, con admirable poder ce sintesis y plene conciencia de su valor epocal. La “provincia argentina” forma parte privilegiada de ese mundo; es el Ambito secreto que acompafa al autor en sus recorridos, acttia como punto de origen y termina siendo el destinatario final de su mensaje, confiriendo | con- junto una perceptible continuidad for. mal ¢ intencional. En efecto, desde el comienzo, Abel Posse fija su arraigo en su petra, @ le que visualize critica: mente, poniendo a la vista su actual decadencia moral y cultural. Lugones y Borges, a su juicio las maximas figuras argentinas del siglo, ocupan a primera y segunda mitad del mismo, mientras sus contemporéneos, en general -dice Posse glosando 2 Gide- “pretirieron el brillo @ le gravedad? Al extender su mirada a los na. ciones hermanas registra con justicia la eclosion del Siglo de Oro americeno, al que intuye como predecesor de un or den politico que visiblemente 10 com- promete.. El propio autor, aunque desde luego lo silencie, he contribuido con su obra a ese florecimiento cultural, que debe ser visto a nuestro juicio como un momento excepsional de la autocon: ciencia cultural latinoamericana. Las paginas de “Ser escritor’ por su parte, configuran una liicida autobiografia in- telectual que marca una de las cu- Iminaciones del libro. El segundo capitulo, espléndida exploracion de ta novela occidental a ambos lados del Atlntico, incluye algu- nos eneuentros porsonales_memora- bles (Carpentior, Borges, Di Benedetto, Sarduy, Cortézar) y una ejemplar pro- fundizacién de las obras de Proust, Her- mann Broch, Faulkner, Rulfo. El tercero viene @ completario con una visién ilu- minadora y critica del “planeta Borges al que dedica tres enjundiosos trabajos. Es @ mi juicio en los capitulos finales donde se adensa el contenido de esta obra sin altibajos, colmada de evo- caciones y reflexiones sorprendentes. y donde se ponen al descubierto los ejes filoséficos que la presiden. “Luz de poe- tas” denota plenamente Ie valorizacion que hace Abel Posse de la poesia. Sabe muy bien, por intuicién y formacién, que sin la ectitud originaria y originente del no hay ereacién literaria (ni tal voz ‘a) genuina. De estas paginas de- dicadas al didlogo intelectual y postico con Neruda, Rimbaud, Rilke, Nalé, Lugo- nes y San Juan de la Cruz, quiero des- tacar dos perlas: el breve texto que imagina et encuentro de Arit y Nalé Roxio en un tranvia portefio del ao 23, y esas otras que encarecen Ia perms: nencia postica de Rainer Maria Rilke (y sobre el punto no puedo dejar de recordar que fueron precisamente los articulos de Posse sobre el poeta checo los que dieron origen, hace ye varias décadas, a la amistad que nos une). Cierra el libro el capitulo titulado sofos embosvados que extionde ese intencionado adjetivo a Heidegger, Cioran, Jiinger y Nietzsche. Todos ellos representan de alguna manera el giro imacionalista y vitaliste de la filosotia occidental, la critica de la filosofia mis- ma, y la condena de un mundo regido por Ia codicia det “mercader” o la rigidez del “comisario’ para decirlo en palabras del autor. Posse visité @ Heidegger, como lo han registrado otras entrevistas suyas, en sus tiltimos atos. Se ecercé a su refugio de la Selva Negra, donde el filésofo vivia “emboscado’ segin la expresion de Posse, produciendo un pensamiento cada vez mas proximo de le poesia y la culture popular. Tambien vivid “emboscado” en su boherdille parisina Emile Cioran, ol rumano quo so consideraha anti-filésofo, y expresaba su agudo pesimismo sobre el destino de Europa, salvando sin embargo a la letinided y en particular a la hispanidad de ese destino de destruccién. Otro pensador marginal, como lo son los centroguropeos y en cierto modo los lotinoameicianos (faltaria que Posse se enfrentara con Rodolfo Kusch, oso hijo de alemanes que renegé de Occidente y fue a “emboscarse” en Meimard), es el germano Ernst Jiinger, que fue enviado a la ocupacién de Francia y termind siendo reconocido por los franceses. El “océano” Nietzsche recibe finalmente el homenaje de Posse. No cabe duds de que su sombra ha abar- cado todo el siglo Veinte, pero cabe sefialar la distancia que separa la di- mension poética dei genio -a cuya gravitacién fueron atribuidos los mas Ccrueles excesos del ultimo sigio- de las inales estribaciones de un pensamiento ébil, desprovisto de energie proyec tiva. Es preciso reconocer que o! ocoé- nico pensamiento de Nietzsche, en su sombria belleza, no era une palabra definitive. El propio autor de Asi hablaba Zarathustra tuvo conciencie de ello cu- ando firmaba sus escritos unas veces como Cristo y otras como Anticristo. EI denostado humanismo fina mente abarca, en su insosleyable supe. radora de opuestos, el paso por Ia oscuridad y la intemperie sin cuya me- diacién nada nuevo puede nacer. El propio Rilke, cultor de la lamentacién que es un canto de eusencia, supo reconocer antes de su muerte el modulo salvifico de la latinidad medieval, como lo prueban sus Sonetos a Orfeo. La “contracorrionte” do la civilizacién cris: tiana también es, en sums, parte de ella, y Posse nolo ignora. De esta obra, que comple- menta dignamente la bibliogratia del es- critor argentino, emerge ta nocion de que los escritores, los filosofos, a veces con roles entrecruzados (pues quién podria negar al novelista el cardcter de pensador, 0 a ciertos filésofos antiguos ¥ modernos su vocacién literaria), han sido y siguen siendo beluartes de ta ‘cultura en tiempos de deshumanizacion ¥ masificacién. La frase, tan repatida, de Fiodor Dostojevaky: “El arte salvaré al mundo debe ser tomada on su plena signifieacién, mas allé de tas. aplica- ciones inmediatas. Solo un pensamiento superador de absurdas cristalizaciones, un pen- samiento proximo a la vida, abarcador de los opuestos, en suma uns “razon tal el mensaje del creador y ef contenido profunde de movimiontos politicos hoy desvirtuados, podria acaso cimentar, al borde del aniquilamiento, una etapa nueva. En funcion de esa posibilided discurre nuestro creador, en el gozne de dos épocas. ‘Su compromiso politico, et anclaje de su mirada en eso que Borges lamaria su “destino sudamericano? dojan entrever atisbos de esperanza que surgen, precisamente, de sus valora- ciones negativas, de la implacable reflexion que aplica a una criminal, suicida, que parece haber culminado con el ambiguo triunfo de la globalizacion tecno-econémica. Si bien ha afrontado la pregunta sobre le “humanidad” det hombre del siglo Veinte, Abel Posse ha sabido mostrarnos ‘que no es ése todo el hombre. En el ardecer el aguila levanta vuelo. Su ibro. siembre gérmenes de esa renovacién auroral. Graciela Maturo “Nunca ha habido en Ia historia humana una demanda tan fuerte de politica como la que se registra en la actualidad’ Asi, desde la introduccion, Cheresky y Blanquer nos anuncian que tanto ellos como los otros autores van a jugar fuerte para intentar responder a la pregunta planteada en el titulo de esta compilacién: (Que cambié en le politica argentina? La crisis de 2001 on nuestro pais, sus consecuencias, e! impacto sobre las estructuras de repre- sentacién partidaria y Is situacion de! peronismo pasaran bajo la lupa de cada uno de los expertos en ciencias sociales que artiesgan sus hipotesis a lo largo de 320 Describen con acierto la judi- jalizacién de los reclamos sociales en desmedro de Ia politica, consecuencia Qué cambié en la politica argentina? Flecciones, institucionesy ciudadanta en perspectiva comparada Isidore Choresky y Jean Michel Blanquer, compiladores Fosario, Homosaniens, 2004, 320 piginas pacidad de los dirigentes en su mi conducir el destino de las sociedades. También refieren al cambio de para- digma respecto de los partidos politicos que, ain ocupendo un lugar importante ‘en el sistema democrético, encuentran mas difusas sus funciones en un marco sin llegar a reponerse del todo de la crisis do 2001. Como puede confirmar cualquier ciudadano-televidente, sigue dando réditos “hacer politica contra la politica o, mas especificamente, contra los politicos’ Esto lleva la cuestion al creciente papel de los medios de ‘somunicacion en ia zarticulacion? de las demandas y l@ presunta utopia de la “democracie virtual” que, en la apro- piada dofinicién que realiza Inés Pousadela resulta “cuanto menos curio- 52, pues propone una relacién directa scarente de mediaciones entre los votantes y 10s lideres politicos-, siendo ellos, tal como su nombre lo indica, instrumentos de trasmision’: No es novedad que Ia era de las comunicaciones y el _capitalismo post-industrial han impactado en los regimenes de todos los paises. Sin embargo, es en aquellos con tra- Giciones institucionales mas acciden- tedas en los cuales sus efectos parecen haber calado més hondo y su cons- tante influencia. no siempre impacta posi- tivamente sobre le gobernabilidad. Pero como se trata de una realidad que “ha venido para quederse? y para_ los politicos (no solo para los politicos peronistas) la “unica verdad es la realidad; las herramientas son utilizadas profusemente en desmedro de las antiguas traciciones partidaries. Claro que nada es lineal, sino complejo en esta materia. Por Io tanto, alirman, estamos frente a un escenatio donde conviven partidos pre-modernos, caracterizades por précticas clienteli- sticas; partidos modernos, mas afines a le organizacion de mases; y partidos de ‘audiencis, mimetizedos con ia tele politica. Siempre de acuerdo @ los autores del libro, cada uno de estos formatos se cortesponderia con las distintas realidades socio-econémicas de nuestro pais, influyendo los primeros en las provincies con indicadores menos evolucionades, los segundos en las intermedias y los terceros en las grendes urbes mas cosmopolitas. En ol orden nacional, esta convivencia (connivencia) se traduciria en un mix que encuentra al justiciaiismo con las mejores posi lidades para aprovecharlo de acuerdo a su “plasticidad doctrinaria” 0, en ter minos de Steven Levitsky, por la posesion de su atributo mas notable: la porpatua condicién de desorganizacién organizada. Si la caracteristice saliente det sistems politico nacional es el presidencialismo y las elecciones consti- tuyen el elemento clave para la relegitimacion del régimen, sobre todo a partir de 2003, suena convincente que ‘sea el peronismo, un movimiento que ha hecho historicamente de los liderazgos efectivos su razon de ser, quien esté en mejores condiciones para _intentar “pilotear” esta coyuntura histor ‘Al ser este movimiento més una identidad y una cultura del poder antes que una estructura_con _précticas altamente rutinizadas, se presente como natural el hecho de que pueda articular, combinar y agregar intereses de manera més efective que otras entidades partidarias, aunque menos formalmente, claro esté (los radicales, como nos anticipan desde su marcha, siempre han preferido romperse a doblarse y conservan, al menos desde el PEN, una notoria dificultad para administrar y gestionar. Las “terceres fuerzas por su ‘condicion de fenomenos sustentados en liderazgos livianos sostenidos en tranjas electorales —independientes sy desconfiadas estructuraimento de la politica, suelen ser efimeras e inconsistentes para asumir los desafios que implics gobernar con eficacia). Asi las cosas, la conclusion no es demasiado original pero si bastante acertada: nada parece amenazar en el corto y mediano plazo el predominio del justiciatismo, porque es el unico actor colectivo que, por apoyarse simulténeamente en los tres modelos de Fepresentacion vigentes, asume una posicion de sintesis eficaz para cabalgar los acontecimientos. “Para la ciencis politica, el peronismo deberia estar Muerto, Sin embargo como partido de origen carismatico logré lo que poses: sobrovivir a la muorte de su fundader.. Poniendo su flexibilidad organizativa al servicio de sus necesidades adaptativas’ sentencia Pousadela. Quizés esta sea una buena forma de concluir esta resefa, Reafirmando la vigencia d2_un Movimiento que, con Maria Elena Walsh, puede canter: “tantas veces me materon, tantas veces me mori, sin embargo estoy aqui, solo y cantando’ Claro que. a diferencia de la autora de Manuelita, los estribillos que entona siguen siendo los de la Marcha Peronista. Gustavo Marangoni El Mosaico Argentino Modelos y representaciones del espacio y"la poblaciéin, siglos XIX-XX Hernan Otero (Director) = Buenos Alves, Sigfo XX), 2008, 857 pagnas Los estudios demoaraficos son materia de interés en nuestro pais desde hace algunos afios. Este libro, que reune una interesante serie de trabajos de demégrafos, gedgrafos e historiadores que provienen del Instituto de Estudios Historicos y Sociales (IEHS) y del Centro de Investigaciones Geogréficas (CIG) de la Universidad Nacional del Centro de fa ia de Buenos Aires, da cuenta de y estudios rele- ia do la Pobla is Espacial de los estudi demograticos. El texto divido en dos partes, la primera dedicaca a Modelos Espa-ciales la segundo a les Representaciones det cepacio y la poblacién, aborda tematices histérico sociales que pueden ser de utilidad en funcién de la necesaria profundidad de los estudios relaciona- dos con las caracteristicas de nuestro pais. Comienza con un sugestivo andlisis de tos procesos de inmigra-cién y su relacién con las desigualda- des egioneles argentinas, y explicita las bases constitutivas de fendmenos que desde el pasado llegan hasta el presente, inscribiendose en diferentes represon- teciones sociales y formas de compren- sién y oxplicacién de distintos fend- menos demograficos y culturales. Es interesante la posibilidad que brinda el texto en relacién a aportar elementos de andlisis al contexto del periodo de la inmigracion masiva rela- cionade con el proyecto de la generacion dol ochenta y sus ofectos on fa trama social de Ia Ciudad de Buenos Aires. Continga con un trabajo que desde la perspectiva de “modelos especiales” analiza las desigualdades regionales y la calidad de vida durante tes chtimas décadas. Esta parte muestra un importante desarrollo conceptual que brinda una serie de elementos para el anélisis coyuntural de variables socio: demograficas, haciendo disioger el concepio de calidad de vida con dife- Fentes caracteristicas socioeconomik desde una perspective practica y actua- fizada, aportando olementos pera un mayor conocimiento del contexto y el desarrollo de acciones y proyectos de intervencion social. En fa misma linea se inscribe ef texto siguiente, mas feca: lizado a la década de los noventa y el fin del siglo XX, desde el anélisis de las diferonciaciones regionales que so pro: ducen en nuestro pais a partir de la infiuencia del mercado internacional. El escrito intenta discutir temas actuales de relevancia, como tas. relaciones centro periferia desde e} papel de las regiones y su reestructuracion como resultado de los efectos de los procesos do acumulacién econémica. Esta articulacién es sumamente itil para el anilisis de desarrollos _regionales, estancamiantos, perspectives desde una ‘mirada integral donde tiempo, espacio y sociedad son presentados como una unidad. Desde un anilisis motédico de las distintas teorias del “desarrolla regional desigual’ se aporta a un cono- cimiento aplicado de las mismas y a anti de alli se introduce al lector en fa felaclon entre lo regional y la insercion de nuestro pais en el escenario inter nacional actual. De esta forma, eo explicitan y esclarecen temas relaciona- dos con el incremento gualdades regionales, Ia divisién espa- ial del wrabajo y Ia latencia de la fragmentacion territorial. En la segunda perte det fi retoman los aspectos histbricos, revissn. dose la historia de la cartog! sistema estadistico argentino. Desde ese perspectiva, se estudian los anteceden- tes historicos de la estadistica en Argentina, aplicando en este caso una visién histérico-meiedolégica. Luego un articulo aplica aspectos estadisticos desde lo sociolaboral y su impacto en ta politica y la sociedad en un periodo que ve desde 1895 a 1943. En la zega de estudios hisioricos se trabaja sobre algunas bases de ia construccién de tas ideas de futuro de te Argentina 2 principios del siglo XX desde fa utopia eugenista y los sentidos del poblacionis ‘mo argentino, culminando al texto con tun atrectivo ‘trabojo sebre ios este- reotipos de Ia filiacion en nuestro pais centre 1840 y 1955, El ibro, como toda compilacion, presenta desnivelos, no desde ia profuncided en que son tratados los temas, sino desde su ordenamionto temético. Lo que hace que se convierta casi en une especie de manual al que se puede acudic en busqueda de temas sepecificos. Sin dude, los textos que se Alfredo J. M. Carbaiteda Samy SUN Adam Pedrini Hablar acerca de Ia vida del compaiiero Adam Pedrini significa, sin lugar @ duds, introducirse en gran parte de Ia historia del Peronismo Chaquefo y de la Argentina. El peronismo que yo vivi relata con agudeza y precisién algunos de los sucesos politicos, sociales y econ6- micos mas relevantes ocurridos en ios ultimos 64 anos en nuestro pais. La primera parte del libro re- construye anécdotas, historias vencias de Pedrini en su infancia y adolescencia, mientras que la segun- da esté dedicada a las reflexiones politicas sobre distintos acontecimientos ocurri- os en nuestro pais, la critica hacia la cirigencia y gobiernos peronistas con- tempordneos, y un apéndice, donde realiza una lectura sobre los aspectos principales de! pensamiento, ia accion politica y las definiciones doctrinarias del Peronismno. Pedrini pertenece a una familia de inmigrantes italianos que liegaron a nuestro pais en busca de un futuro mas préspero para sus hijos y para ello se n la ciudad de Presidente nz Pena, une de las més portantes det Chaco. En ese lugar, y junto a un grupo de amigos con ios que soiia reunirse, tuvo su primer encuentro con la historia del pais y del Peronismo: et cartel que encontrd colgado en la puerta de su escucla ol 4 do Junio de 1943 bajo Ia leyenda “Hoy no hay clases, hay Revolucién en Buenos Aires” dio lugar a inquietud, preocupacién y curiosidad que posteriormente darian forma 2 su personalidad fuertemente _comprome- tida con la militancia politica, El texto permite ir corroborando que la voracion politica de Adam Pedrini se va construyendo en forma simultanea 2 los hechos que se suceden en la Argentina y en oi Chaco que, por aquel entonces, todavia no habia adquirido el status de provincia sino que se trataba aiin de un territorio nacional. Paulatinamente, Pedrini -y sus hetmanos Ferdinando y Juan Pedro- se fueron convirtiendo en actores rele- vanies ds Ia politica y del Peronismo en Roque Saenz Pena. Cursando el 4° ano de! Colegio Nacional es cuando seré el momento de su primer discurso en pubblico en defensa de ia provincializacién de! Chaco, luego de Io cual fue designado orador por la juventud peronista en todos ios actos del El peronismo que yo vivi Buonos Aires, Libreria de la Paz, 2004, 460 paginas movimiento. Esos primero afos de militancia estuvieron fuertemente influidos por la muerte de Evita, con la cual se identificaba desde esa pasién mist que también habia aprendido de su maestro politico, don Vicente Amores, que rompiendo con su pasado radical supo comprender el proceso de irans-formacién histérica por el que iransiiaba_nuestio pais, ensehandole la importancie de la emergencia del liderazgo de Perén como el verdadero intérprete de las mayorias nacionales postergadas. Siendo casi _un_veintianiero. habia de algin modo sido parte del proceso de provincializacién del Chaco, la seleccién y negociacién de las pri- meras candidaturas partidarias para las elecciones a gobernador y representan- tes politicos, y también habia co- menzado cimentar una relacién de amistad y de posicionamientos politicos totalmente opuestes con otro de los dirigentes mas importantes del Pero- nismo Chaquefo: Dealindo Feline Bittel Por el goipe militar provocado por ia infame Revolucién Libertadora en septiembre de 1955 lo encuentra cum- pliendo sus 22 afios en la carcel y totelmente aislaco. Ese fue el momento cuando se forma en éi le conviccién de resistir e aque! orden eutoritario. Tras los fusilamientos de junio de 1956, se ontrevisté con al simbolo ce la Resistencia Peronista, e| compaiero John William Cooke, que habia sido designado por Perén como su repre- sentante en todo acto o accién politica para presidir las fuerzas peronistes organizadas en todo el pais. La misién era la organizacion téctica y estratégica para fa toma del poder. Con esa tarea @ cuestas comenz6 @ reurirse con los principales dirigentes del peronismo chaquefho pare empron- der una lucha que se prolongé por afos. Posteriormente, se abrié en el pero- nismo una fuerte discusién acerca de la decision de Perén de atompanar en el afio 1958 la candidatura de Frondizi a presidente de la Nacién. Sin embargo, aunque Pedrini supo mantener fuertes diferencias con los sectores del justicialismo mas pro- clives al diélogo con los gobiernos de turno y comprendiendo que la luche implieaba recuperar la condicién revolu- cionaria y transformadora del pero-

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