INSTITUTO DE ALTOS ESTUDIOS
JUAN PERON
La cuestién del gran hombre
hha tenido decisiva importancia en ol
corazén de la cultura occidental on of
momento de su hegemonia mundial.
Pero las sabidurias que surgen de
este acontecimiento se presentan ne-
gadas 0 quebradas. La catedra cien-
tifica ha preferido habérselas con
ideologias 0 con instituciones, 0 con
sujetos colectivos histéricos como el
Estado clases sociales, no con hom-
bres y politicas encarnadas. La vision
occidental modema es opuesta en
ese sentido a las que expresan las
orientales. La referencia al gran hom-
bre, por ejemplo, es uno de los temas
recurrentes de! pensamiento chino.
No es de extrafiar, ya que su historia
esta llene de decisivos personajes
dinasticos y en la época modema,
primero de importantes emperadores
y, luego, de destacados lideres
Tevolucionarios que han terminado
por construirla moderna Republica.
Los chinos comenzaron a
pensar estralégicamente con formas
pedagégicas muchos siglos antes
que la cullura occidental se desarro-
lara, Para Florencio Sanchez Cama-
raenel! Ching o libro de las mutacio-
nes esta es una de las cuestiones en
las que se destaca “el aspecto esté-
tico de la vida”, tan caro a esa antigua
civilizacién oriental que opera en una
visién del mundo preferentemente
sintética (al contrario de Occidente
que suele privilegiar las perspectivas
EL ANTIGUO NEXO ENTRE GRAN HOMBRE
Y LA CONDUCCION POLITICO-ESTRATEGICA
analiticas). Le dialéctica chine séloen
apariencias 6s semojante a la occi-
dontal moderna de cufio hegoliano.
La primera subrayalo comple-
mentario e integrative de los opues-
tos, mientras que la segunda nace del
antagonismo y coloca en el devenir el
“triunfo” de uno de los términos sobre
el otro. Justamenie por esta pers-
més esiética y técnica que
ay filos6fica, la figura del gran
hombre acoge desde su origen la
importancia del accionar tactico
estratégico, lleno de opciones y de ca-
minos diversos que pueden o no ser
recorridos. Como lo marca el citado /
Ching, uno de los textos constitutivos
de la cultura civilizatoria china, el gran
hombre es un “creador" que al actuar
transmite con sus juegos de poder la
propia accién creadora de la natu-
raleza. No existe separacion ni
antinomia hombre-naturaleze, como
en la moderna racionalidad occiden-
tal
Para Confucio, un importante
compilador, comentarista y tedactor
de textos complementerios de este
antiguo texto, el término “grande”
significa igualmente “cabeza” y “ori-
gen”; de manera que el gran hombre
se constituye en cabeza de un pueblo
“naturalmente”. Asi origina las gran-
des 0 poquefias transformaciones
que éste requiero. En vez del tragico
panorama nietzschiano, o del pro-
videncialismo aristocratico de Carlyle,tenemos una perspectiva que se
presenta, al menos en su concepcién,
en forma mas armoniosa. Como
ocurre en el pensamiento mitico del
herog, también el gran hombre para
llegar a ser“cabeza’ y colocarse en la
cima del orden politico debe gene-
ralmente realizar un largo camino al
“wiunfo” (y nuevamente en civiliz
ciones distintas el mismo simbolo |
dico fundamental con el que se coro
nan de una u otra manera todos los
Juegos de poder). El gran hombre
debe “perseverar’, 0 mantenerse “fir-
me y correcto’, hasta si llegara ol
caso, debe “cruzar al gran torrente",
simbolo de los mayores peligros.
Estos términos aparecen una y otra
vez en el Libro de lasmutaciones.
El gran hombre en la tradicién
china sirve pata traer “paz y segur'-
dad” al mundo con eldespliegue de su
actividad creadora. Esta es una ener-
gia mévil; no vive en ideas abstractas
ni en saberes estaticos ni en organi-
zaciones esiables. La tarea del ultra
hombre es irse manejanco en la flui-
dez de lo que muta, tratando de que
nose pierdael orden natural
Este es el marco general en el
que, en la tradicion china, se consti-
tuye la accién del creador; pero, repe-
limos, ésie ofrece diversas etapas 0
situaciones en sus posibles destinos.
La primera figura nos muestra el caso
de una fuerza creadora que no tiene
todavia efecto. En términos humanos
simbolizaungran hombre que todavia
no ¢s reconocide. Sin embargo pi
manece fiel a si mismo. No se deja
influir ni por el éxito ni por el fracaso
axteriores, sino que confiado en su
fuerza espera su hora. Este gran hom-
bre debe confiar an la “tranguila fu
za de la paciencia’. Su tiempo no esta
aiin maduro
La segunda figura ya permite
"ver" al gran hombre. Esta ya en el
campo en el que debe realizar su
actividad; pero hasta ese momento
“no tiene un puesto de mando, sino
que todavia esta con sus iguales”. Su
terea es “gener gran infldencia para
poner orden eneimundo”. En ia terce-
ra linea se encuentra el gran hombre
en el momento en que su fama co-
mienza a difundirse; "las mases acu-
dena él. Su poder interior es adecua-
do 2 su creciente actividad exterior’.
Ei libro acvierte que ‘aquilo acecha el
peligro: muchos grandes hombres
han sido arruinados poaue las meses
acudieron a ellos y los arrastraron’.
‘Tomaron asi caminos de desorden de
los que ya no se pueden recuperar fa-
cilmente. La siguiente figura del gran
hombre lo muestra eligiendo libre-
mente: “puede subir a las alturas y
desempenar un papel importante en
el mundo, 0 puede retirarse a la so-
ledad” pare deserrollar una sabiduria.
Puede sequirel camino de! héroz oct
camino del sabio o el del santo. No
hay regla general que diga cual de los
dos camines es el acertado”.
La pentitima figura muestra al
gran hombre que ha alcanzado la es-
fera de los seres superores, “celes-
tiales"; “su infiuencia se difunde y se
hace visible en todo el mundo”. La titi-
ma linea vuelve a ofrecer la perspec-
iva dramatica de la desmesura,
“cuando un gran hombre intenta subir
tan alto que pierde contacto con el
resto dela humenidad, queda aislado
y esto lo lleva necesariamenie al
fracaso”. Lemos en el | Ching: “las
aspiraciones titanicas que exceden el
propio pader son siempre seguidas
poruna caidaestrepitosa”.
Para la tradicién china, to-
mando como referencia al citado tex-
to, no existe un dualismo u oposicion
lider-masa 0 conductor-puebio, en
donde un polo fe roba el poder al otro,
Cuando existe armonia enire lo “Cre-
ador” (el gran hombre) y lo “Recep-
tivo" (e! pueblo) estos conforman el
Yin y Yang dela vida social. EI pueblo
es fan importante como el gran hom-
bre y no deberian pensarse.como as-
pectos separados 0 en forma contra-
dictoria. El gran hombre y el gran
pueblo actian, cuando aleanzan la
plenitud de esa “energia celestial”, en
unidad, con un movimiento interno
natural que permite alcanzar el éxito
social. El mal aparece cuando el ultra
hombre noacitla paraconducir y reali-
zarlaalimentaciény la convivenciaen
paz 0 cuando el pueblo desconose “a
lo superior’ 0 se conflicta en innu-
merabies enfrentamientas internos. Al
final aparece la expresién valorativa
aforistica que es una de las claves de
la tradicién cultural china, “s6lo en
Sabia unidad prospera todo io que
vive".
Entre nosotros la cuestion de!
gran hombre eparecio con fuerza
mitica en la praxis peronista y ha sido
uno de los temas mas dificiles de
comprender y aceptar, tanto por sus
opositores, como por losintelectuales:
en general, Perén y Mao son de los
pocos grandes lideres que incluyenen sus reflexiones doctrinarias cues-
tiones estratégicas especificas como
parie de las mismes. Sabemos que
Lenin actué otorgandole prioridad a
£U ponsamionio estratégico, pero no
se animé a teorizar sobre esto. Es
posible pensar que el manejo del
método cialéctico, que tanto él como
Staiin utiizaron, debe ser leido con
provecho también en perspective es-
tratégica. Las relaciones entre la con-
tradicci6n esencial, las contradiccio-
nes secundarias 0 terciarias, ayuda-
ban a marcar campos de enemistad y
lucha de clara ubicacion tactice-estra~
tegica. Podria decirse que De Gaulle
también expuso un pensamiento es-
tratégico en varias ccastones, pero el
gaullismo nunca adopté, a pesar de
Jas innovaciones précticas que propu-
$0 en la cultura republicana francesa
un caracter doctrinario expreso.
Ei nexo gran hombre-con-
duccién estratagica deberia resultar
para un nuevo saber politico, insos-
layable. Mao expone esta“necesidad”
de accionar estratégicamente desde
el comienzo mismo de su proyecto de
toma de poder, y luego continuaré de-
sarrollando su accionar con reflexion
es tedricas siempre ajustadas a las
diversas coyunturas que debid atra-
vesar con sus respectivos objetivos
politicos. Peron va a procurar una
teorizacion especifica sobreel arte de
la conduccion politica, pero como
complemento de la elaboracién doc
trinaria 0 ideolégica. Este enfoque,
reitero, fue sin duda el que mas cri-
ticas le reporté, ya que se reeliz6 en
una época y en une cvilizacién en la
cual se pensaba que la ideologia ora
lo superior y Io tactico-estratégico lo
inferior. También parecia creerse que
las ideologias portaban valores uri
versales para guiar el progreso del
hombre, mientras que el pensar estra-
tégico era una expresién de la milita-
rizacién exagerada de las luchas dela
vide politica particularizada.
A\ ciclo que comienza con la
reforma de la Constitucidn, y que es
seguido por la edicion de la confe-
rencia de filosofia de Mendoza con el
titulo simbélico-categorial de "Comu-
nidad Organizada”, y luego por edicio-
nes tematicamente ordenadas de la
llamada “doctrina peronista’, el cre