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ASOCIACION ARGENTINA DE ECONOMIA POLITICA

XXXIV REUNION ANUAL

10 al 12 de Noviembre de 1999

UNIVERSIDAD NACIONAL DE ROSARIO

LA REFORMA ECONOMICA Y LOS EFECTOS

SOBRE EL SECTOR AGROPECUARIO

EN ARGENTINA (1989-1998)

Fernando H. Sonnet

Instituto de Economía y Finanzas. Facultad de Ciencias Económicas.


Universidad Nacional de Córdoba. Av. Valparaíso s/n. Ciudad
Universitaria. Agencia Postal 4. CP 5000. Córdoba. Argentina.
TE 0351-334084-334089-334090-334091- e-mail
fsonnet@eco.uncor.edu
LA REFORMA ECONOMICA Y LOS EFECTOS SOBRE EL SECTOR
AGROPECUARIO EN ARGENTINA (1989-1998)*

Fernando H. Sonnet
Instituto de Economía y Finanzas
Facultad de Ciencias Económicas U.N.C.

Structural transformation in the Argentine economy began in August 1989 with the sanction of
the State Reform Law and emphasized in 1991 with the stabilization plan and the Convertibility
Law. The adjustment process affected all productive sectors in a scenery characterized by
deregulation, a modern and full market economy, and a productive system through a general
renewal of competition conditions. The economic policy aimed at consolidating fiscal balance,
scientific and technological development, improving the operating of markets for goods and
services, for increasing saving, investment and exports. The liberalization of trade (July 1989
and October 1992) , the incentives for production, and deregulation and privatization were the
key instruments. In agricultural sector, economic reform had substantial effects as the gradually
technical change based on the introduction of innovations and embodied tecnologies in capital
goods and inputs, as well the adoption of management capacity to deal with farm business.
Furthermore, the new economic policy influenced on land value, allocation of resources and
modified traditional patters of land use. A selective increase in scale of farms, a higher
productivity and the new ways of organizing the production and trade of commodities were the
main results of agricultural transformation in the present decade.

La transformación de la economía argentina se inició en Agosto de 1989 con la sanción de la


Reforma del Estado y se profundizó con el plan de estabilización y la Ley de Convertibilidad en
1991. El proceso de transformación abarcó a todos los sectores productivos en un marco
caracterizado por la desregulación, una economía de mercado moderna y un sistema
productivo a través de una exaltación de las condiciones competitivas. La política económica
estuvo orientada a consolidar el equilibrio fiscal, el desarrollo científico y tecnológico, mejorar el
accionar de los mercados de bienes y servicios y aumentar el ahorro, la inversión y las
exportaciones. La liberalización comercial (Julio 1989 y Octubre 1992), los incentivos
sectoriales a la producción, la desregulación y privatizaciones fueron los instrumentos
principales. En el sector agropecuario la reforma económica tuvo efectos sustanciales como el
cambio tecnológico gradual basado en la introducción de innovaciones y tecnologías
incorporadas en bienes e insumos, y la adopción de capacidad de gestión y dirección para el
manejo de los negocios. Adicionalmente, la nueva política económica afectó al valor de la
tierra, la asignación de los recursos y modificó los patrones conservadores de uso del suelo.
Los resultados más apreciables de la transformación agraria en la presente década fueron un
crecimiento selectivo de la escala de explotación de las unidades productivas, mayores niveles
de rendimiento físico y nuevas formas de producción y comercialización de los productos
agropecuarios.

JEL, O1, Q1
*
Este trabajo forma parte de una investigación más amplia que fue financiada mediante subsidio P.I.D./1998, por la
Secretaría de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad Nacional de Córdoba. Han colaborado
con esmero en este trabajo Verónica Herrero en las tareas estadísticas.
1. Introducción

A comienzos de la década presente el sector agrario debía responder a una serie de desafíos
surgidos del programa de reforma económica iniciado en 1989, que se orientaban al logro de
una transformación estructural. ¿ Cuáles eran los principales factores limitantes al crecimiento
del sector en la Región Pampeana argentina al anunciarse el programa de convertibilidad?

a. En la mayoría de las explotaciones no se apreciaba la existencia de economías de escala;


esto determinó que se iniciara un proceso gradual y no generalizado de concentración de la
tierra y el surgimiento de explotaciones de mayor capacidad productiva y tecnología más
avanzada.
b. Una subexplotación de los recursos productivos, en particular de la tierra, debido a la
aplicación de tecnologías atrasadas por la ausencia de incentivos para producir. Esto
determinó que a partir de las medidas de reforma, comenzara un proceso de incorporación de
nuevas tecnologías de manera generalizada para mejorar los niveles de rentabilidad de las
unidades productivas.
c. Costos fijos elevados de las explotaciones como los costos de estructura e impositivos.
Por su carácter exógenos estos costos no han descendido después de la convertibilidad.
d. Los mecanismos de comercialización utilizados por los productores eran lentos y muy
conservadores; los nuevos instrumentos financieros (futuros y opciones) han tenido un
crecimiento relativamente importante; sin embargo, todavía no han logrado afianzarse en el
esquema de decisiones de los productores más pequeños.
e. Escaso desarrollo de las potencialidades que pueden brindar los conocimientos sobre
gestión de negocios y administración de las empresas agropecuarias. En este aspecto hubo
cambios apreciables debido a la necesidad de aumentar las tasas de rentabilidad de las
explotaciones. La transformación gradual e incipiente de las explotaciones administradas
con escasa visión empresarial -chacras-, en verdaderas unidades productivas empresariales -
de mayor dimensión y mejor tecnología- significó para esta década, un cambio sustancial del
mosaico estructural del sector.

2. El crecimiento del sector agropecuario en el período de la posconvertibilidad

Uno de los objetivos centrales de la nueva política establecida a partir de 1989 fue alentar el
crecimiento a través de una serie de incentivos sectoriales basados en criterios de igualdad de
oportunidades para todas las actividades económicas1. En el caso de aquellas dedicadas a la
explotación de los recursos naturales se suprimieron impuestos específicos muy gravosos y
una serie de normas regulatorias que obstaculizaban el crecimiento. La apertura de la
economía y la desregulación de los mercados facilitó la transformación productiva del agro; las
mejores condiciones de competitividad del sector y el ascenso de los precios internacionales de
los granos hasta 1996, se reflejaron en una senda de expansión sostenida en la agricultura y la
ganadería, lo que facilitó el crecimiento agroindustrial orientado básicamente al comercio
exterior. También el nacimiento del MERCOSUR contribuyó decididamente al crecimiento del
agro argentino al intensificar los flujos comerciales con el Brasil.

Una medida de la expansión económica señalada es el Valor Agregado Bruto Agropecuario


proporcionado por el sistema de las cuentas nacionales. Los datos indicados en el cuadro 1
muestran un crecimiento real del 18 % en el VAB entre 1990 y 1996; el correspondiente a las
actividades relativas a la agricultura subió un 24 % mientras en la ganadería fue de sólo el 11
%; el conjunto de los demás sectores productivos tuvo un crecimiento del VAB del 38 % real.

La discrepancia en cuanto a la magnitud y el ritmo del crecimiento entre la agricultura y la


ganadería puede explicarse por el comportamiento de los precios relativos a nivel internacional,
los fenómenos climáticos adversos, la crisis mexicana que hizo caer el precio internacional de
los granos -del trigo y maíz principalmente- hacia fines de 1995; y la crisis financiera originada
en los países del sudeste asiático que afectó notablemente el mercado internacional de los
principales granos producidos por nuestro país; además debe señalarse la tendencia
declinante del precio de la hacienda en el mercado interno hasta fines de 1997.

Por último, resulta interesante apreciar el crecimiento del VAB del sector agropecuario
promedio del período 1990-1996, comparado con el de 1985-1989 y éste, a su vez, con el
correspondiente al promedio del quinquenio 1980-1984, a través de las tasas de crecimiento.
En efecto, se aprecia que el 14 % correspondiente al período de la posconvertibilidad superó
siete veces al 2,3 % de la variación de los promedios entre 1980-84 y 1985-89 (Cuadro 2).

3. La modernización del sector y la intensificación del cambio tecnológico

La recuperación y expansión de la agricultura argentina que se inició a partir de los años


sesenta es un fenómeno que ha sido estudiado por distintos investigadores en el campo de
las ciencias sociales; en general, han coincidido que tal resurgimiento obedeció al proceso de
generación y adopción de nuevas tecnologías que se fue fortaleciendo por el crecimiento
de la renta agraria y del precio de la tierra2. El cambio tecnológico continuó de forma sostenida
-alcanzando a los diferentes hitos tecnológicos- durante las décadas de los setenta y ochenta3
lo que determinó un crecimiento notable de los rendimientos físicos en granos, carnes y otros
productos derivados de la ganadería.

Durante la década presente se advierte una consolidación del proceso de cambio tecnológico y
una integración de las innovaciones con origen en las distintas áreas de generación de
conocimientos. Este fenómeno se vio fortalecido con una actitud renovadora y de búsqueda de
niveles de excelencia en el gerenciamiento de las explotaciones; estos dos acontecimientos
constituyeron una respuesta natural a los imperativos de reconversión productiva, liberalización
y apertura económica que impuso la nueva política económica.

Cuadro 1. Argentina. Evolución del Valor Agregado Bruto de la agricultura, la ganadería y el


resto de los sectores productivos de la economía (1980-1990 y 1990-1996). Indice 1980-84=100
__________________________________________________________________________________
sector 80-84 85-89 90-96 90 91 92 93 94 95 96
__________________________________________________________________________________
Agricultura 100 104 125 100 107 102 103 110 118 124
Ganadería 100 100 107 100 100 104 107 108 111 111
Agropecuario 100 102.3 117 100 104 103 105 109 115 118

Resto de los sec-


tores económicos 100 97 109 100 110 121 128 137 132 138

Variaciones del VAB


agropecuario (%) 2,3 14,7 9 3,8 -1,2 1,8 4,6 5,2 2,8
_______________________________________________________________________________
Fuente: Elaboración propia con datos del Informe Económico. Año 7. Nº 26. Oct. 1998. MEyOSP.
Cuadro 2 Argentina. Comparaciones del crecimiento del Valor Agregado Bruto Agropecuario
Promedio entre el período anterior y posterior al programa de reforma y ley de convertibilidad
__________________________________________________________________________________

VAB Agropecuario 1980-84/1985-89 1985-89/1990-96 1989/1990 1990/1991


(variaciones %)* + 2,3 + 14 + 9,0 + 3,8
__________________________________________________________________________________

VAB Agropecuario 1991/1992 1992/1993 1993/1994 1994/1995 1995/1996


(variaciones %)* - 1,2 + 1,8 + 4,6 +5,2 + 2,8

___________________________________________________________________________________
* Cifras calculadas sobre valores constantes de 1986. Fuente: Elaboración propia. Datos
MEyOSP.

a. Innovaciones agronómicas

Uno de los hechos más destacados en la agricultura argentina de los últimos diez años ha sido
la difusión de los sistemas de labranza conservacionista o denominada también la agricultura
sustentable. Entre ellos el más significativo es el "sistema de siembra directa" que experimentó
un crecimiento progresivo y revolucionó a la actividad agrícola de la región pampeana. Mientras
en 1988/89 representaba sólo el 0,3 % de la superficie cultivada (60 mil hectáreas), en la
campaña 1998/99 se estima que alcanzó al 30 % (7,5 millones de hectáreas).

Cuadro 3. Argentina. Evolución de la superficie agrícola bajo el sistema de siembra


directa en las campañas de 1986/87 a 1998/99 (miles de hectáreas).
____________________________________________________________________________________
1986/87 87/88 88/89 89/90 90/91 91/92 92/93 93/94 94/95 95/96 96/97 97/98 98/99
______________________________________________________________________
6 24 60 92 300 500 970 1800 2440 2970 3950 5500 7500
____________________________________________________________________________________
Fuente: Sociedad Rural Argentina en base a datos Asociación Argentina de Productores en Siembra
Directa.

El sistema de siembra directa -a igual de otros sistemas de laboreo mínimo- exigió nuevas
tecnologías de procesos que permitieron lograr un mejor aprovechamiento de los recursos
productivos (interacción agua y suelo, mano de obra y maquinarias, insumos agroquímicos) y
mayores rendimientos de los cultivos; fundamentalmente, ha ido desafiando al proceso de
avance en la degradación de los suelos permitiendo su enriquecimiento. Por tratarse de un
sistema que aprovecha los rastrojos de las cosechas da lugar a la formación del humus que
junto al calcio forma una sal -humato de Ca.- rica como nutriente de las plantas. La mayor
humedad y fertilidad que deja en el suelo además permite que estas ventajas sean
aprovechadas en las sojas de primavera que maduran a fines de febrero y marzo. La siembra
directa también ha dado lugar a una extensión temporal del ciclo agrícola, evita el planchado
del suelo y reduce principalmente la erosión hídrica, acorta el período de preparación de la
tierra y exige menos laboreo de maquinarias. En nuestra región pampeana la difusión de la
siembra directa ha tenido efectos indirectos muy apreciables; no hacer imprescindible la
rotación agricultura-ganadería, incorporar fertilizantes sin costo alguno y extender la frontera
agrícola en el norte de Córdoba, sur de Santiago del Estero, sur de La Pampa, Entre Ríos y
algunas zonas del noroeste y noreste del país.

En estos últimos años se ha ampliado de manera notable las mejoras agronómicas,


particularmente, las referidas a la interacción entre las labores, las especies vegetales y el
estado del suelo. Un caso sorprendente en esta década ha sido la difusión progresiva de la
alfalfa que ha llegado a dominar el mercado de las forrajeras perennes debido al gran número
de variedades y a las innovaciones alcanzadas; en 1997 se pusieron a disposición de los
productores 32 nuevas variedades de calidad excelente. En la generación y difusión de estas
mejoras tecnológicas han tenido un papel destacado las delegaciones de Instituto Nacional de
Tecnología Agropecuaria, los grupos CREA y las empresas privadas productoras de semillas.
Aunque no se cuenta con datos estadísticos, se pueden señalar los progresos en difusión y
adopción logrados por las diversas instituciones públicas y privadas relacionadas con el campo,
en cuanto a los siguientes fenómenos: planes de rotación de cultivos, monitoreos de balances
de nutrientes, uso de pasturas consociadas, análisis periódicos de suelos, fertilización,
selección de híbridos, utilización de maquinarias de labores y cosechadoras.

b. Innovaciones mecánicas

En el área de las innovaciones tecnológicas incorporadas a la maquinaria agrícola,


herramientas, equipos y aparatos empleados en las diversas subactividades del agro, se ha
podido apreciar una verdadera revolución tecnológica durante los años de la posconvertibilidad.
Las causas principales de este fenómeno fueron: a) La gran oferta generalizada de
maquinarias e implementos que los fabricantes pusieron en el mercado como respuesta a las
pautas de competitividad y a la apertura de la economía. b) El progreso tecnológico de los
equipos de origen nacional. c) La proliferación de marcas, niveles de calidad y variedades de
equipos -con especificaciones técnicas acordes a los distintos usos- que fueron capaces de ir
satisfaciendo una demanda cada vez más exigente. d) El descubrimiento de nuevos equipos
para responder a las necesidades de los productores. e) La introducción de la computación en
la maquinaria y de sensores para realizar monitoreos durante el desarrollo de las labores. Este
fenómeno se ha dado en llamar la agricultura de precisión. f) Las facilidades crediticias debido
a la estabilidad que alentaron la demanda y también las inversiones de las empresas en
nuevas tecnologías; pero, principalmente, esto fue la consecuencia de la apertura de nuestra
economía a la competencia externa proveniente de la industria brasilera y del resto de los
países industrializados.

Los hechos señalados fueron dando respuesta a realidades que debió enfrentar el agro para
mejorar su eficiencia y competitividad; los equipos de riego para superar las limitaciones
hídricas durante el ciclo vegetativo de los cultivos, la maquinaria más precisa y sofisticada para
hacer más eficiente el uso de los recursos productivos -principalmente el suelo- e incrementar
los rendimientos; finalmente, la incorporación de más confort en tractores y cosechadoras, y
más precisión en los comandos, con el fin de ahorrar tiempo, hacer más agradable y seguro el
trabajo y evitar algunas enfermedades.

Por el lado de la demanda de maquinarias también se verificó un cambio sustancial durante los
años posteriores al programa de convertibilidad; una reducción apreciable en la franja de los
productores pequeños y un crecimiento relativo en el estrato de los grandes productores
identificados en la figura de empresas agropecuarias. En el caso de las pequeñas
explotaciones, la caída en la mecanización y reposición de equipos obedeció a los problemas
de endeudamiento y ahogo financiero, al cese de sus actividades y a los reducidos márgenes
de rentabilidad. El fenómeno de concentración de la tierra en la región pampeana y la
formación creciente de empresas agropecuarias, asociaciones de productores y fondos
agrícolas coadyuvó a ese cambio en el perfil de la demanda. Por otra parte, hubo un notable
flujo de inversiones en tierras que provino de otros sectores de la economía y del exterior.

En la industria del tractor los progresos tecnológicos más importantes han sido: a) Mejoras
ergonómicas y de seguridad para evitar el stress y la fatiga anticipada, y las enfermedades
como la sordera parcial y las lesiones de columna vertebral; b) Mejoras en el confort para
prolongar o acortar los tiempos de trabajo y un mejor aprovechamiento del equipo. c) Ahorro de
combustible: debido al progreso en el diseño de los motores -que ha permitido preseleccionar
una carga de motor-, al mejor escalonamiento de las marchas en las cajas de cambio -
sincronización-, y a la mayor adherencia al suelo por medio de neumáticos específicos para
cada tipo de equipo4. d) Reducción en el volumen de emanaciones -contaminantes-, y en los
niveles de vibración y ruidos. e) Progresos en el manejo del equipo tractivo: facilidad en los
mandos y mayor información y precisión en los tableros. Esa base de información permite
vigilar el comportamiento de la máquina durante su operación y obtener el máximo rendimiento
y precisión de las labores.

Cuadro 5. Argentina. Venta de tractores y cosechadoras nuevos. 1990-1998 (miles de unidades)


_________________________________________________________________
rubro 90 91 92 93 94 95 96 97 98
_________________________________________________________________
tractores (miles) 4,6 3,6 4,1 4,0 7,5 5,1 7,8 7,3 4,8
cosechadoras (miles) 0,7 0,35 0,66 1,25 0,57 1,14 1,3 1,05
tasas interanuales (%)
tractores -21,7 +13,8 -2,4 +87,5 -32 +53 -6,4 -34
cosechadoras -50 +88 +89 -54 +100 +14 -19
______________________________________________________________________________
Fuente: FIEL. Indicadores de Coyuntura. Sagyp. AFAT.

Las nuevas tecnologías de dispositivos con posicionamiento global satelital, sustentadas en la


robótica e incorporadas en diversos equipos de siembra, pulverización y fertilización, han
permitido lograr el tratamiento específico que necesita cada cultivo -dósis adecuadas- y facilitar
la aplicación de las técnicas de control de la compactación y deterioro del suelo mediante el
tráfico controlado.

En el rubro de máquinas sembradoras, el avance tecnológico de los años noventa comparado


con la década pasada, ha permitido pasar de equipos de 10 surcos a los de 16 surcos y del
sistema hidráulico al sistema de ancho variable; además, se ha progresado en el abresurco de
medio disco y medio azadón para pasar al abresurco "todo disco" muy apropiado en el sistema
de la siembra directa. En esta década también se introdujo la distancia de cuerpos convertible
de 22 cm. a 52 cm. en equipos de siembra. El otro gran avance ha constituído la incorporación
del sistema de fertilización y transporte en las sembradoras.

En las máquinas pulverizadoras se ha pasado de los equipos autopropulsados a las máquinas


de gran cobertura; en los comandos de la máquina se han sustituído los displays simples por
computadoras y en vistas a llegar a las máquinas inteligentes a partir del año 2000.

En cuanto a las cosechadoras han aparecido equipos de mayor potencia y capacidad de


trabajo y con sensores para regular la recolección según el tipo de cultivo. Los comandos
instalados en la cabina regulan la trilla.

Como resultado del cambio tecnológico la potencia media del parque de tractores -medida
sobre las ventas de nuevas unidades- creció de 101 CV en 1991 a 125 CV en 19975 . La
importación de tractores de ruedas -que constituyó un factor de capitalización de sector-
aumentó de 9,1 millones de US$ en 1990 a 86,8 millones en 1997. En el rubro de máquinas
cosechadoras, trilladoras y segadoras, los bienes de capital importado crecieron
sostenidamente de 11,7 millones de US$ en 1990 a 136 millones en 1997. En general, puede
observarse que el agro argentino experimentó una expansión significativa de las importaciones
de bienes de capital en respuesta a la apertura de la economía y a la política arancelaria
favorable; si se compara el valor promedio anual de bienes de capital importados por el agro
entre 1985 y 1989, con el del período 1990-97, se comprueba que la participación relativa en
el total de los bienes de capital importados por el país creció del 1,48 % al 3,3 %. En el período
que siguió al Plan Austral las importaciones de capital del agro argentino fueron en promedio
12 millones de dólares anuales; en 1991 cuando se lanza el plan de convertibilidad alcanzaron
a 43,1 millones de US$ y con una tendencia sostenida llegaron a 296,4 millones de US$ en
1997. Los datos disponibles para los primeros nueve meses de 1998 indican un valor de 257,1
millones y un crecimiento del 17,5 % con relación a igual período de 1997(Cuadro 6).
En cuanto al comportamiento de las ventas de tractores y cosechadoras su evolución estuvo
condicionada por los cambios en los precios de los granos como consecuencia de las
fluctuaciones en los mercados internacionales y de la situación económica a nivel mundial
(crisis mexicana de 1995 y crisis asiática de 1998). La presión fiscal acentuada que debió
soportar el sector agrario argentino durante este década también constituyó un limitante severo
en el proceso de capitalización de las explotaciones.

En la actividad ganadera las innovaciones tecnológicas en equipos que se pueden destacar en


los últimos años han sido: a) La tecnificación de los tambos como resultado de la reconversión
de esa actividad y la búsqueda de mayores niveles de eficiencia en la producción de leche y
más rentabilidad de las explotaciones. La introducción de equipamiento importado como
resultado del proceso de apertura contribuyó al logro del objetivo señalado. Las importaciones
de máquinas ordeñadoras y de otros aparatos utilizados en la lechería -destinados a los
tambos- crecieron sostenidamente en el período de la posconvertibilidad. Mientras en 1990
sólo llegaban a 153.000 dólares (valor CIF), fueron aumentando en los años siguientes hasta
llegar a 7.893.000 dólares en 1997. b) El desarrollo de nuevas maquinarias para el tratamiento
y suministro de forrajes como las máquinas picadoras autopropulsadas, las embolsadoras
chicas para grano húmedo, los acoplados forrajeros, los "mixers" y los cargadores frontales.

Por último, las nuevas tecnologías en riego han constituído un "hito tecnológico" en esta
década y los nuevos equipamientos han comenzado a resolver los problemas de déficit hídrico
que afecta a los cultivos y corregir los perjuicios de las alteraciones climáticas. En el espectro
de tecnologías disponibles los sistemas más difundidos son los de pivote central y los de
avance frontal6. Hacia fines de 1998 se comenzaron a instalar los sistemas de riego de
precisión con el apoyo de las computadoras y la programación.

c. Biotecnología e innovaciones en genética

La biotecnología7 es una técnica interdisciplinaria y puede considerarse como el proceso


industria más trascendente en un futuro cercano. En el sector agrario argentino ha venido
asistiendo desde hace más de un siglo a los progresos en genética de semillas (agricultura), en
la producción de carnes y leche (ganadería) y en el desarrollo de los cultivos industriales y la
hortifruticultura.

En la agricultura el uso de la biotecnología ha servido para el perfeccionamiento de nuevas


técnicas como las modificaciones genéticas, el cultivo de tejidos y el aislamiento de genes. En
la década presente la biotecnología ha contribuido, principalmente, a la obtención de cultivares
transgénicos y al mejoramiento convencional de las especies vegetales mediante una más
rápida exploración y explotación de la variabilidad genética de esas especies.

En Argentina los avances tecnológicos provienen de la labor de investigación que se realiza en


centros estatales (INTA, CONICET, universidades y otros organismos públicos) y en las
grandes empresas transnacionales dedicadas a la producción de semillas y agroquímicos y, en
algunos casos, a los productos farmacéuticos. Esas empresas transfieren los resultados de sus
descubrimientos -logrados en distintos centros de investigación del mundo- a los usuarios de
sus productos8. A nivel estatal la Comisión Nacional de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA)
ocupa un lugar destacado en el tema.
Cuadro 6. Argentina. Valor de las importaciones de bienes de capital en el sector agropecuario en los
períodos anterior y posterior al programa de convertibilidad (millones de dólares valor CIF).
___________________________________________________________________________________________

Rubro 1985-89 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997
___________________________________________________________________________________________

*Tractores de ruedas 3,2 9,1 14,5 29,3 28,6 51,9 35,6 85,8 86,8
*Segadoras y trilladoras 3,3 11,6 16,6 14,8 18,6 50,7 35,0 73,3 77,1
*Máquinas cosechadoras, otras sega-
doras-trilladoras y prensas para paja
y forraje 0,3 0,1 0,2 8,9 15,0 22,4 39,6 49,2 59,1
*Máquinas aventadoras, seleccionado-
ras y para limpieza de semillas 0,8 1,5 1,9 4,0 3,7 8,0 7,7 9,6 18,0
*Máquinas de ordeñe y otros aparatos
utilizados en la lechería 0,7 0,2 0,4 0,8 2,9 5,4 5,5 5,5 7,9
*Máquinas para la agricultura en gral.,
horticultura, avicultura y apicultura 0,2 0,2 1,3 4,9 7,6 8,7 8,6 7,9 11,0
*Sembradoras, plantadoras y
fertilizadoras 0,1 0,2 1,4 4,5 8,9 13,0 4,1 10,6 11,5
*Ganado vivo para reproducción 0,9 0,2 0,4 1,3 0,6 1,0 0,2 0,2 0,2
*Equipos de oficina y cálculo, bombas
aspirantes y centrífugas, grupos elec-
trógenos y varios 2,5 2,3 6,4 9,5 12,6 17,2 13,8 17,0 24,8

Total de las importaciones del agro 12,0 25,4 43,1 78,0 98,5 178,3 150,1 259,1 296,4

Indice del valor 1985-89=100 100 211 360 651 820 1486 1252 2160 2471
Participación en el total de las impor-
taciones de bienes de capital del país(%) 1,48 3,98 3,0 2,52 2,39 2,95 3,17 4,62 3,86
___________________________________________________________________________________________
Fuente: Elaborado con datos de Informe Económico. MEyOSP de la Nación (varios números).

En el campo de la ingeniería genética -y más concretamente en la especialidad de cultivos de


tejidos- el hecho más relevante de esta década ha sido la aparición de las variedades de sojas
transgénicas a partir de 1996. Mediante la incorporación a la soja de un gen de origen
bacteriano -denominado RR- se ha logrado conferirle resistencia al glifosato que es un
herbicida de acción total. En nuestro país los ensayos pioneros los hizo la firma Nidera en los
campos experimentales de Venado Tuerto. También ha desarrollado el maíz transgénico.
Argentina luego de los Estados Unidos es el país que está a la vanguardia en los desarrollos
de variedades transgénicas. En el caso de la soja, se estima que para la campaña 1998/99
esas variedades ocuparán la mitad del área cultivada.

Recientemente también se han desarrollado nuevos genes para otros cultivos; el gen
denominado Bt (Bacilus Thuringensis) protege al cultivo del ataque de los insectos y lo hace
más resistente a los plaguicidas como en el caso de los maíces LL con resistencia al glifosato
de amonio; las plantas con origen en variedades tradicionales se queman al aplicar estos
herbicidas. Las bondades de estos nuevos híbridos comerciales están contribuyendo a un
efectivo control de malezas y a aumentar los rendimientos de los granos.

Las variedades transgénicas también se han desarrollado para el algodón y la cánola, con éxito
frente al ataque de los insectos. Actualmente se trabaja para descubrir nuevas variedades
transgénicas en el trigo, girasol y papa.

En el caso de trigo también se han visto progresos en genética. La translocación de un gen del
centeno ha permitido al trigo una mayor duración del área foliar y mejor supervivencia de los
macollos. La permanencia de hojas verdes por más tiempo ha incrementado los rendimientos
junto con la fertilización con fosfato diamónico.

En el rubro de la producción de forrajes la genética también ha mostrado avances en este


década. La denominada "revolución de las gramíneas" ha puesto a disposición de los
productores ganaderos nuevas variedades de pasto ovillo, festuca, raigrás y cebadilla. A esto
debe agregarse la difusión progresiva de la alfalfa que ha llegado a dominar el mercado
argentino de las forrajeras perennes en los últimos años. En 1997 las firmas comercializadoras
de semillas ofertaron 32 nuevas variedades de altísima calidad.

En la especialidad de patología vegetal, el centro de investigación de ZENECA en Balcarce ha


desarrollado técnicas para evaluar, en maíz y girasol, el comportamiento de líneas e híbridos
frente a distintas razas patógenas que causan bajas en los rendimientos. También se han
descubierto técnicas -en el área de biología molecular- para la detección y transferencia de
genes que codifican para distintas características de interés agronómico como rendimientos y
resistencia a enfermedades. Monsanto, por ejemplo, ha desarrollado un gen que codifica la
síntesis de una proteína que destruye el aparato digestivo de las orugas.

Finalmente, pueden señalarse otros logros recientes de la biotecnología. La selección in vitro,


para características genéticas de interés agronómico, con el fin de acelerar los procesos de
desarrollo. Se ha llegado a obtener 5 generaciones de girasol y 4 de maíz por año (ZENECA,
Balcarce). La protección de cultivos frente a enfermedades fúngicas de amplia variedad, la
adaptación de cultivos en condiciones marginales y el mejoramiento de la eficiencia de cultivos
en el uso de nutrientes para poder reducir el uso de fertilizantes.

En la producción de leche, el descubrimiento de la hormona somatotrofina bovina ha


significado un paso importante en el estímulo de la producción de leche de vaca. En la
producción de porcinos, la somatotrofina porcina, ha mejorado la tasa de crecimiento del
animal, la eficiencia de la alimentación y la deposición de grasas en cerdos.

En síntesis, la revolución que se está desarrollando en la genética se orienta a devolver a las


plantas las defensas contra los insectos y las enfermedades -que no son tóxicas a los seres
humanos-, a la vez de reducir el uso de los pesticidas. Asimismo, las variedades transgénicas
son beneficiosas para el medio ambiente al permitir que los cultivos requieran menor utilización
de herbicidas e insecticidas; reducen los costos de producción y en el futuro harán que los
alimentos sean más baratos.

d. Innovaciones en la ganadería bovina

En la actividad de la ganadería bovina ocurrieron hechos muy importantes durante esta


década. A partir del programa de convertibilidad hubo efectos de corto plazo beneficiosos para
el sector9 y el ambiente de estabilidad les permitió a los productores proyectar sus negocios
con un grado menor de incertidumbre comparado con las épocas de hiperinflación. También
constituyó un acontecimiento de gran significación el reconocimiento por parte de la
Organización Internacional de Epizootias (OIE) en 1996, al catalogar a la carne argentina libre
de aftosa con vacunación y la apertura del mercado estadounidense para ingresar 20 mil
toneladas por año. A partir de 1997 deben destacarse las buenas expectativas de exportación
hacia México, Canadá, Bahamas y resto de los países del Caribe; y, por último, las
oportunidades que ofrece el mercado asiático con Japón, Corea y Taiwán. Sin embargo, la
ganadería debió enfrentar grandes adversidades como sequías (invierno de 1992 y desde
Junio de 1996 a mediados de 1997) e inundaciones -en particular las que afectaron a casi todo
el país durante el verano 1997/1998 debido al fenómeno de la corriente oceánica El Niño-; la
crisis de la industria frigorífica, la presión fiscal elevada frente a la baja rentabilidad de las
explotaciones ganaderas con esquemas productivos obsoletos, los costos reales de estructura
con tendencia ascendente y el costo del crédito muy gravoso como para afrontar la
reconversión productiva.
En el aspecto tecnológico se han observado a lo largo de esta década, una serie de progresos
en los sistemas ganaderos de invernada y en el manejo de los rodeos de cría que han
contribuido a aumentar la producción de carne bovina por hectárea10.

El crecimiento de la productividad ganadera por unidad de superficie se debió a dos factores


básicamente: a) Más rendimiento en la producción de carne por animal en respuesta a la
buena calidad del forraje consumido y, b) A la adecuada carga animal por unidad de superficie
explotada debido al mejoramiento de la base forrajera y su distribución. Esto se ha logrado
mediante el uso de especies adaptadas y de gran rendimiento. Así en las mejores zonas de la
región pampeana argentina, la alfalfa -en sus diversas variedades- se ha adaptado bien como
base forrajera de los sistemas de pastoreo rotativo asegurando índices altos de producción de
carne por hectárea bajo condiciones de alta carga animal y eficiencia en la cosecha de forraje.
Sin embargo, en la zona semiárida se han debido incorporar nuevas especies forrajeras -
Panicum Coloratum y Digitaria Eriantha- o nuevos verdeos para completar la cadena forrajera.

Uno de los sistemas más promisorios en la invernada intensiva es el basado en las leyes de
pastoreo Voisin. La experiencia de su aplicación11 muestra que es posible pasar de 300 a 590
kilogramos en la producción de carne por hectárea al final del primer año y llegar hasta 750 o
más al cabo del segundo año de la invernada. Este sistema ha introducido un cambio total en
el esquema de producción de la invernada tradicional; trabaja con una carga instantánea muy
elevada sobre cada parcela del campo, requiere de un buen uso de fertilizantes para aumentar
la oferta de pastos y una exigencia muy rigurosa de manejo que debe adaptarse a las diversas
situaciones de la explotación. Exige, principalmente, una dotación de capital financiero
apreciable y personal especializado permanente para un ciclo de 16 a 18 meses.

Las principales mejoras tecnológicas en la ganadería bovina incorporadas en esta década


pueden sintetizarse: control intensivo de parásitos, suplementación mineral, suministro de maíz
y heno, fertilización, elección de variedades en pasturas, mejoras en maquinarias para producir
forraje, control de malezas con herbicidas, control de empaste del animal, aumento de la carga,
mejoras en la administración y planificación de la explotación, mejoras en la eficiencia de la
cosecha y progresos en la genética animal mediante la selección de cruzas, introducción de
razas y adaptación a nuevas zonas productoras, aplicación de la técnica "creep feeding"12 y la
difusión del silaje de invernada.13

e. Uso de agroquímicos

La expansión sorprendente experimentada por el sector agrario durante esta década ha sido
generalizada, tanto en lo referente a la producción física cuanto en la demanda derivada de
insumos cada vez más específicos y de mejor calidad. Las ventas del rubro de agroquímicos -
sin incluir fertilizantes-, significan en Argentina alrededor de 1.000 millones de dólares por año;
desde que se lanzó el Programa de Convertibilidad y hasta 1998 el valor de las ventas creció
de 286 a 777 millones de dólares. Alrededor del 70 % de esos montos corresponde al item de
los herbicidas, un 17 % a los insecticidas y el resto se reparte entre fungicidas, curasemillas y
acaricidas.

En los últimos años, la creciente rivalidad entre las firmas productoras de agroquímicos por una
lado, y la extinción de las patentes de algunos productos fitosanitarios hicieron descender los
precios al productor al liberarse la producción de los mismos; si bien las ventas bajaron en
1998 con relación a 1997, puede señalarse que el efecto-precio determinó un crecimiento del
consumo de fitosanitarios.

La relevancia que ha ido adquiriendo el uso de los agroquímicos en el mundo ha sido cada vez
mayor. Basta con señalar que en el quinquenio 1991-1995, los fitosanitarios evitaron la pérdida
del 28 % de la producción mundial de las ocho primeras especies vegetales en su conjunto
según los estudios de F.A.O. (arroz, trigo, cebada, maíz, papa, soja, algodón y café). En
nuestro país, la expansión de la demanda reciente ha respondido a las siguientes causas: a)
El uso de semillas con componentes de genética de avanzada, b) Intensificación en el uso de
fertilizantes químicos como, por ejemplo, la fertilización nitrogenada en el trigo. c) La
introducción de equipamiento para riego artificial, d) La difusión y adopción del sistema de
siembra directa asociada al uso de productos fitosanitarios específicos, en reemplazo de las
labores mecánicas. Actualmente, la extensión de áreas cultivadas tratadas con herbicidas -que
combaten las malezas- alcanza a 4 millones de hectáreas en cada campaña.

f. Administración y gerenciamiento

Uno de los recursos estratégicos que comenzó a tener un papel crucial en la demanda del agro
luego del Programa de Convertibilidad, fueron los servicios de administración, dirección y
gerenciamiento de las unidades productivas . La agricultura hoy en día se muestra como una
actividad de baja rentabilidad global y de riesgos apreciables; los productores no tienen
poder individual en los procesos de formación de precios que se generan en los mercados de
insumos y productos. Esta realidad ha determinado la necesidad cada vez más urgente de
superar las ineficiencias y los errores en las decisiones y gestión de los negocios.

Cuadro 7. Argentina. Ventas de la industria de agroquímicos clasificadas por tipo (millones de dólares)
_____________________________________________________________________________
rubro 91 92 93 94 95 96 97 98
_____________________________________________________________________________

Herbicidas 193 230 293 375 448 545 635 535


Acaricidas 6 7 7 9 10 13 13 10
Insecticidas 55 61 63 88 106 141 167 134
Fungicidas 22 26 29 30 31 43 53 50
Curasemillas 2 3 5 7 13 21 30 31
Varios 8 10 10 13 18 27 28 17

Totales 286 336 406 552 626 792 926 777


_____________________________________________________________________________
Fuente: Cámara Argentina de Fabricantes de Agroquímicos.

Durante la década de los 80, el sector agropecuario en Argentina fue objeto de múltiples
regulaciones por parte del Estado y pasó por varios procesos inflacionarios hasta llegar a los
picos de 1989 y 1990. Durante ese período, los productores agropecuarios no estuvieron en
condiciones de poder planificar sus explotaciones y debieron asumir una cultura de
superviviencia, con estrategias especulativas y habilidades para entrar o salir de posiciones en
cuanto a productos y divisas; esto los llevó a no prestar atención a los costos fijos de estructura
y los costos impositivos y, en definitiva, a abandonar los esfuerzos que durante los setenta se
habían realizado en materia de mejoramiento en la gestión empresaria. Debido a las vorágines
inflacionarias tampoco se interesaron por la diversificación o el emprendimiento de nuevos
negocios, ni incorporar tecnologías de avanzada. Su actitud fue más bien conservadora y con
poca atención a la conservación del suelo como recurso estratégico.

Con la transformación de la economía y la estabilización lograda por la convertibilidad de la


moneda, se abrió un horizonte de apertura y desregulación en nuestra economía que les dio
protagonismo a los productores en el manejo de sus negocios. La incorporación de nuevas
tecnologías en insumos y equipos, la capitalización de sus unidades productivas, la
fertilización, el uso del riego, el desarrollo de estrategias y la adopción de nuevos instrumentos
comerciales -futuros y opciones, warrants, etc.- fueron los hechos que caracterizaron a esta
década. Se puede comprobar ante este nuevo escenario una mayor apertura comercial, en un
ambiente de estabilidad que favoreció el planeamiento de los negocios; un interés de los
productores por mantenerse informados de los acontecimientos relevantes en el orden nacional
e internacional y una actitud más abierta para definir un perfil de largo plazo en sus actividades.
Todas estas posturas renovadoras se han puesto de manifiesto a través de la planificación
técnica en los procesos productivos, en los presupuestos financieros, en el control de gestión y
la vigilancia de la relación costo-beneficio en los procesos de decisión. Ante este nuevo
contexto la empresa agropecuaria actual pone énfasis en anticiparse a los cambios más que en
adaptarse a los mismos, con el fin de alcanzar el éxito y los niveles de rentabilidad que exige la
capitalización y el crecimiento de las explotaciones.

4. El valor de la tierra y la competencia agricultura-ganadería

El proceso de transformación de la economía argentina que significó para el sector


agropecuario una profunda reconversión productiva también tuvo impacto sobre el valor y el
uso de la tierra en las distintas zonas de la región pampeana.

Si se analiza el comportamiento del mercado de tierras durante esta década se pueden


detectar cambios en los determinantes de la oferta y de la demanda; por el lado de la oferta los
cambios positivos obedecieron al imperativo de la reconversión productiva que muchos
productores -con explotaciones de escasa extensión y baja productividad- no pudieron afrontar.
En cuanto al crecimiento de la demanda, obedeció a la política de apertura y a la confianza en
el programa económico que junto a la reconversión productiva alentó la concentración de la
tierra en un número menor de propiedades y bajo figuras jurídicas diferentes a las tradicionales.

A partir de mediados de 1991 la confianza puesta por los inversores y hombres de negocios en
el nuevo programa de convertibilidad, determinó una reactivación apreciable en la demanda de
tierras que dejó atrás a un período de estancamiento con precios bajos para los campos. El
flujo de capitales se orientó con prioridad hacia las zonas con tierras de mayor fertilidad y
productividad, atraidos por la estabilidad y el resurgimiento de la financiación para la
adquisición de campos. Asimismo, también fue muy activa la oferta de tierras por el cese de
actividades de los productores más pequeños con dificultades para continuar en esa actividad.

Un análisis comparativo del valor de la tierra del período 1985-89 con el valor promedio del
período 1990-97, confirma este proceso de revalorización de la tierra en todas las zonas de la
pampa bonaerense: Zona maicera (+64%), Zona triguera (+ 73%), Zona de invernada (+82%) y
Zona de cría (+71%). Sin embargo, si se considera el valor en dólares por hectárea a Julio de
1998 comparado con el promedio del período 1977-1997, en dólares constantes, el crecimiento
no fue tan significativo: Zona maicera (+51%), Zona triguera (+41%), Zona de invernada
(+41%) y Zona de cría (+15%).(Cuadro 9)

En el caso de la agricultura la valorización de los granos caracterizó al mercado internacional


en buena parte de este década; ello fue debido a la situación de bajos stocks mundiales y a
una estrecha relación stock-consumo; este fenómeno fue el determinante principal en el
crecimiento de la tierra agrícola. Pero además, influyó la liquidez de los mercados financieros y
la fuerte demanda proveniente de inversores industriales que colocaron en tierras los capitales
provenientes de los ingresos por la venta de sus empresas. Otro factor que contribuyó fue el
uso de los paquetes tecnológicos cada vez más precisos; junto al buen comportamiento
climático hicieron mejorar los rindes de los granos y esa mayor productividad se trasladó al
precio de la tierra. Aunque el precio de los granos se estabilizó alrededor de sus niveles
históricos el precio de la tierra en las zonas maiceras continuó creciendo hasta 1998 lo que no
ocurrió en las zonas trigueras.
Cuadro 8. Argentina. Características de los cambios en la oferta y demanda de tierras durante la
posconvertibilidad.
_____________________________________________________________________________________

Oferta Demanda
_____________________________________________________________________________________

1) Elevado nivel de endeudamiento de los productores 1) Inversores nacionales e internacionales


interesados en transformar explota-
ciones en empresas.
2) Escasez de capital de trabajo operativo y alto costo 2) Nacimiento de los fondos agrícolas
del crédito. (pools de siembra), asociaciones de
productores y otras formas de explo
tación no tradicionales.
3) Escala ineficiente de producción con esquemas 3) Actitud de incorporar tecnología
productivos conservadores. de avanzada.
4) Carga impositiva elevada con relación al V.A.
capaz de generar la explotación dada una tecnología.
_______________________________________________________________________
Fuente: Elaboración propia.

Cuadro 9. Argentina. Valor de la tierra libre de mejoras en la región pampeana 1977-1997 ( US$/Ha.)
_________________________________________________________________________________________
maicera triguera invernada cría
__________________________________________________________________________
Período 1985-1989 (dólares corrientes) 1.587 590 577 211

Período 1990-1997 (dólares corrientes) 2.610 1.021 1.051 361

Período 1977-1997
(dólares constantes de 1997) 3.146 1.275 1.274 565

Año 1990 2.058 763 773 270

Año 1991 2.292 780 859 338

Año 1992 2.592 950 983 452

Año 1993 2.129 871 908 374

Año 1994 2.254 838 960 323

Año 1995 2.400 938 1.017 312

Año 1996 3.142 1.367 1.283 337

Año 1997 4.017 1.658 1.625 479

Julio 1998 4.750 1.800 1.800 650

Crecimiento % a Julio 98 respecto


Promedio 1977/1997 51 41 41 15
____________________________________________________________________________
Fuente: Elaboración propia con datos de Márgenes Agropecuarios

Cabe señalar la buena correlación observable entre valorización de las tierras y fertilidad, y
estado de los campos; con precios a niveles históricos para los granos, sólo los sistemas
agrícolas de alta productividad y rindes permiten obtener un beneficio neto capaz de justificar el
precio tan elevado imputable a las tierras. Este hecho explica la elevada selectividad de la
demanda en el mercado de tierras para la agricultura extensiva de los últimos tiempos. En
cambio, en aquellos campos con productividad a niveles medios o bajos, o sin la escala
adecuada, el valor de la tierra ha seguido la tendencia determinada por esos parámetros.

En los campos aptos para ganadería la situación fue diferente. En los campos destinadas a
invernada, en donde además se practica la agricultura complementaria, el valor de la tierra fue
creciendo recién a partir de fines del año 1995 por la influencia de la suba de los campos
agrícolas. En cambio, los campos para cría comenzaron a revalorizarse al terminar el año 1997
cuando se inició el ascenso en el precio de la hacienda.

5. La transformación económica, la reasignación del uso del suelo agrícola y el


crecimiento del tamaño de las explotaciones en la región pampeana

Durante esta década la política de liberación comercial y apertura, las desregulaciones e


incentivos a la producción, y la privatización de los servicios de infraestructura ligados a la
actividad agraria coadyuvaron a la transformación productiva situando al sector agropecuario
argentino en los niveles competitivos del orden internacional.14

El nuevo escenario de política económica, los acontecimientos ocurridos en los mercados


internacionales de los granos, los compromisos y resultados de la Rueda Uruguay del
G.A.T.T., el funcionamiento del proyecto del MERCOSUR y las innovaciones tecnológicas
determinaron cambios en la asignación del suelo agrícola, en las magnitudes de la producción
e indirectamente en los rendimientos de los cultivos, pues los mayores esfuerzos en esa
cuestión se orientaron hacia los granos más rentables y con mejores perspectivas en los
mercados internacionales. Como resultado de la interacción de todos estos fenómenos hubo
durante esta década un cambio notable en el posicionamiento de los granos con relación al uso
del suelo si se lo compara con la década anterior.

En el grupo de los cereales -para las últimas nueve campañas- se registra un crecimiento de la
producción del 32 % promedio y una disminución del 17 % en el área sembrada con relación al
promedio de la década pasada. Se pueden señalar tres hechos notables: a) El auge de los
cultivos de arroz y cebada cervecera a partir del comienzo de la década. Los avances
tecnológicos incorporados en esos cultivos (fertilización, innovación genética, maquinarias y
uso de fitosanitarios) permitieron incrementar el rendimiento promedio de cada campaña en un
22 % en el arroz y un 27 % en la cebada cervecera, comparado con los rendimientos medios
de cada campaña del decenio anterior. Esto significó una expansión de la producción a un
ritmo mayor que el del área sembrada. b) El crecimiento firme de la producción de maíz y trigo
frente a una disminución paralela del área sembrada - promedios de cada campaña - entre los
dos períodos considerados. Esto significó que los rendimientos promedios crecieran un 35 %
en el maíz y un 20 % en el trigo. También mejoró el rendimiento del sorgo granífero en un 19
%. c) Los cultivos que perdieron importancia n la producción cuanto en el área sembrada entre
los períodos que se comparan: alpiste, avena, cebada forrajera, centeno y mijo. En conjunto,
tuvieron una baja del 24 % en la producción y un 22 % en el área promedios de cada campaña
comparados con los valores de la década pasada. (Cuadro 10).

En cuanto al grupo de los oleaginosos, y en lo que va de esta década, el volumen de la


producción media de cada campaña creció un 87 % y el área sembrada promedio un 48 % con
relación a los valores medios de la década pasada. El nivel de rendimiento físico promedio
aumentó un 35 % en el girasol, un 24 % en el maní y un 9 % en la soja como resultado del
proceso de consolidación del cambio tecnológico verificada en estos últimos años. La
expansión de los cultivos oleaginosos respondió a las causas siguientes:
Cuadro 10. Argentina. Producción, área sembrada y rendimientos de los cereales y oleaginosos. Indicadores
comparativos 1979-89 y 1989-98.
____________________________________________________________________________________________
Producción media arroz cebada maíz sorgo trigo otros Total girasol maní soja otros Total
(miles tm.) cervecera cereales olea-
ginosos
_____________________________________________________________________________

1979-80 a 1988-89 389 189 9475 5141 10072 860 26126 2531 229 5912 592 9264
1989-90 a 1997-98 759 498 11289 2458 11319 650 26973 4512 315 12215 255 17297
Variación (%) 95 163 19 -52 12 -24 32 78 38 107 -57 87

____________________________________________________________________________________________
Area promedio arroz cebada maíz sorgo trigo otros Total girasol maní soja otros Total
(miles has.) cervecera cereales olea-
ginosos
_____________________________________________________________________________
1979-80 a 1988-89 106 120 3453 1868 5867 3300 14714 2101 185 3077 791 6155
1989-90 a 1997-98 171 220 2992 763 5508 2580 12234 2808 211 5785 315 9119
Variación (%) 60 83 -13 -59 -6 -22 -17 34 14 88 -60 48

____________________________________________________________________________________________
Rendimiento medio arroz cebada maíz sorgo trigo otros Total girasol maní soja otros Total
qm./ha. sembrada cervecera cereales olea-
ginosos
____________________________________________________________________________________________

1979-80 a 1988-89 38,3 18,4 32,7 26,8 17,9 12,4 12,9 19,9
1989-90 a 1997-98 46,9 23,3 44,1 32 21,4 16,7 16 21,7
Variación (%) 22 27 35 19 20 35 24 9
____________________________________________________________________________________________
Otros cereales: alpiste, avena, cebada forrajera, centeno y mijo.
Otros oleaginosos: lino, cártamo y colza.
Fuente: Elaboración propia con datos del Informe Económico. Año 6. Nº 24. Marzo 1998. MEyOSP. Secretaría de Política Económica.

a) Tendencia creciente de la demanda de nuestros aceites por parte de los países


asiáticos y, en general, el aumento del consumo mundial de las manufacturas del complejo
oleaginoso. Esto se dio a pesar de la competencia que enfrenta Argentina con el aceite de
palma -de inferior calidad- producido principalmente, por Malasia e Indonesia. Este fenómeno
ha determinado que los aceites y harinas de soja y girasol se coloquen a la vanguardia entre
los rubros de exportaciones y hayan desplazado a los rubros tradicionales como los cereales y
las carnes. Las exportaciones del complejo oleaginoso aportaron 5.500 millones de dólares al
país y constituyen la principal fuente de divisas.

b) Las grandes inversiones realizadas por la industria del complejo oleaginoso que han
comprendido no sólo la incorporación de tecnología de primera línea en sus fábricas, sino
también aquellos proyectos de envergadura concretados en puertos e instalaciones de
almacenaje. En los últimos tres años se invirtieron 500 millones de dólares en el complejo
oleaginoso argentino15.

c) Los beneficios derivados de los acuerdos alcanzados en el G.A.T.T.16 (1995) y sus


efectos sobre la expansión de nuestra industria oleaginosa. Cabe mencionar que la industria
aceitera argentina es líder mundial en aceites de girasol y soja y ocupa el segundo lugar en el
rubro de harinas de las mismas oleaginosas.

La reforma económica no sólo influyó en los aspectos tecnológicos y productivos de la


actividad agraria pampeana; también se vio afectada la estructura del uso de la tierra en su
relación con las formas de propiedad pues la transformación productiva coadyuvó al
crecimiento del tamaño medio de las explotaciones.17 En consecuencia, la concentración
económica del sector hizo que desapareciera alrededor de una cuarta parte de las
explotaciones existentes en 1990.

En el escenario de la posconvertibilidad las condiciones de estabilidad económica y la


recuperación de los incentivos para planificar y ejecutar las inversiones en el sector
determinaron una mayor escala de explotación. La superficie media de las unidades
económicas de la Región Pampeana creció un 46 % entre 1992 y 1997.

Aunque se advierte una varianza elevada con relación al crecimiento medio de la región, el
fenómeno de la concentración fue mas acentuado en las zonas agrícolas del norte de Buenos
Aires, sur de Santa Fé y este de Córdoba en donde se dio el proceso de parcelamiento de la
tierra durante varias décadas.

Cuadro 11. Argentina. Crecimiento de la superficie media de las explotaciones por zonas de la Región
Pampeana. (1992-1997) (hectáreas)

______________________________________________________________________

Provincia/Zona 1992 1997 1992/97 (var. %)


____________________________________________________________________________________

Provincia de Buenos Aires


Norte 121 161 33
Oeste 399 618 55
Centro 248 327 32
Sudeste 381 523 37
Sudoeste 442 615 39
Cuenca del Salado 323 492 52
Provincia de Santa Fe
Centro 103 170 65
Sur 89 174 96
Provincia de Córdoba
Este 259 428 65
Centro-sur 429 525 25
Provincia de La Pampa
Norte y este 387 512 32

Promedio 285 417 46


________________________________________________________________________________________

Fuente: Elaboración propia en base a datos de Estudios de la División Agropecuaria de Mora y Araujo.

Con el nuevo ordenamiento económico surgieron formas renovadas de explotación y


organización de las empresas agropecuarias distintas a la de la sociedad unipersonal de tipo
conservadora. Las asociaciones de productores, los emprendimientos cooperativos y de
integración vertical, la participación en fondos agrícolas y el arrendamiento de varias parcelas
fueron las nuevas figuras de la empresa agropecuaria en la posconvertibilidad. Estas han
permitido mejorar los niveles de productividad física de los insumos y la rentabilidad al mismo
tiempo que han diversificado el riesgo frente a la volatilidad de los precios internacionales de
los granos en los últimos diez años.

6. Política arancelaria, desregulación y apertura comercial


La política arancelaria, las desregulación de los mercados y la desindexación de precios
constituyeron algunos de los instrumentos más importantes de la nueva política económica que
a partir de 1989 impulsó la transformación de la economía argentina. El conjunto de políticas
afectó sensiblemente la situación del sector agropecuario a través de un reacomodamiento de
sus distintos agentes desde los productores hasta las firmas exportadoras de carnes , granos y
subproductos.

a. Desregulación del mercado de granos y derivados

Se inicia en 1989 cuando la Junta Nacional de Granos (J.N.G.) eliminó la operatoria de compra
de trigo - a un precio sostén- en el mercado interno, que estaba destinada a la formación de un
stock de abastecimiento para el consumo del mercado interno (industria molinera). Con el
Programa de Convertibilidad, en Abril de 1991 se disuelve la Junta Nacional de Granos
profundizándose la desregulación del mercado de granos.

b. Medidas cambiarias y arancelarias. Otras medidas.

En materia cambiaria la Ley de Convertibilidad de la moneda (Ley Nº 23.928 Marzo de 1991)


declaró la conversión del austral con el dólar estadounidense, estableciéndose un tipo de
cambio fijo de un peso por dólar. Simultáneamente, con el Programa de Convertibilidad se
dictaron las siguientes medidas para el sector agropecuario: a) La reducción y/o eliminación de
los derechos de exportación que pesaban sobre los granos, aceites y subproductos lo que
alivió la carga impositiva sobre las exportaciones de cereales y oleaginosos. b) La eliminación
de los impuestos y contribuciones sobre la operatoria de exportación (fondo de marina
mercante, tasa de estadística I.N.T.A., impuesto a la transferencia de divisas y otros menores)
que representaban una merma del 6,5 % del precio FOB del producto exportado.

Conjuntamente con estas medidas, se anunció la creación del ente (I.A.S.C.A.V.) encargado
de realizar los controles de sanidad y de calidad; se redujeron así los costos operativos que, en
el caso del embarque de granos, significaron un ahorro del 50 %.

Además, se eliminaron una serie de tasas que los exportadores pagaban a distintos
organismos públicos como Inspecciones de Embarques, J.N.G., Administración General de
Puertos y otras más. En materia de privatizaciones, se transfirió a empresas privadas, bajo la
forma de concesión o venta, la red de elevadores de campaña y la infraestructura portuaria.18 19

Las otras medidas anunciadas en el Programa de Convertibilidad tendieron a aliviar la situación


económica del agro que había venido soportando un fuerte deterioro de sus ingresos,
endeudamiento y descapitalización a consecuencia del fenómeno inflacionario y los picos que
llegó a alcanzar en 1989 y 1990; se refinanciaron los pasivos de los productores a través del
Banco de la Nación Argentina, se abrieron líneas de crédito en esa institución, se estableció el
"plan canje" trigo-gasoil para incentivar la siembra y se firmaron acuerdos con los fabricantes
de maquinaria agrícola.

En cuanto a las aranceles de importación, el establecimiento -a partir de 1992- del 0 % de


arancel sobre los bienes de capital introducidos al país fue la medida más importante y que
favoreció la reconversión tecnológica en el agro.

Entre los efectos más sobresalientes del Programa de Convertibilidad sobre el sector
agropecuario se pueden puntualizar los siguientes: a) Una reducción del tipo de cambio real
debido al anclaje del tipo de cambio nominal y al rezago del proceso inflacionario que se
prolongó hasta fines de 1992. Sin embargo, para el agro particularmente, el tipo de cambio real
efectivo de exportación para los principales cultivos (trigo, maíz, soja y sorgo granífero) se
recuperó entre Abril y Julio de 1991. Ello se debió a la suba de los precios internacionales de
los granos, por una parte, y al descenso en la tasa de gravámenes -derechos de exportación-
sobre la venta al exterior de esos granos que sobrecompensó a los efectos negativos de los
"lags" del proceso inflacionario. Si se considera el horizonte 1989 hasta 1998, hubo una
estabilización del tipo de cambio real efectivo de exportación en el período de la
posconvertibilidad con niveles ligeramente inferiores a los que se habían alcanzado antes del
programa. Esto resulta evidente si se observan las cifras elaboradas para los granos trigo, soja,
maíz y sorgo granífero (Cuadro 12).

En efecto, a partir de la convertibilidad la reducción significativa de las tasas de gravámenes a


las exportaciones -que en algunos granos se transformaron en subsidios- lograron compensar
las fluctuaciones en los precios internacionales y, particularmente, contrarestar la tendencia
descendente que se inició a partir del tercer trimestre de 1996 para los principales granos de
exportación. (Gráficos 1, 2 y 3).

Cuadro 12. Argentina. Tipo de Cambio Real Efectivo Promedio de Exportación


de los Principales Granos según Períodos Seleccionados ($/US$)

_____________________________________________________________________
Período meses trigo soja maíz sorgo
granífero
_______________________________________________________________

Abr. 89 - Mar. 91 24 0,954 0,811 0,941 0,986


Abr.91 - Mar. 95 48 0,94 0,88 0,94 0,94
Abr.95 - Abr. 98 36 0,869 0,834 0,869 0,86
____________________________________________________________________
Fuente: Determinado en base al precio internacional de exportación (US$/Tm), la tasa
de gravámen vigente y un índice de precios implícitos base 1991=100.

b) Un crecimiento notable de las importaciones de bienes de capital, particularmente, en el


rubro maquinarias y aparatos (Cuadro .6) c) Un crecimiento de los costos de estructura de las
explotaciones por el encarecimiento de los servicios privados profesionales, viáticos y
comunicaciones pero, principalmente los costos impositivos que no cedieron en el primer año
de la convertibilidad (Gráfico 4). d) Una reducción apreciable en el costo del gasoil y de los
combustibles y lubricantes que se mantuvieron luego estables hasta Agosto de 1996; aunque
crecieron "a saltos" en los años siguientes y encarecieron los costos de labores (Gráfico 5). e)
Una estabilización relativa de los costos de las principales semillas, agroquímicos, curasemillas
y fertilizantes que contribuyó a fortalecer el proceso de reconversión productiva al aumentar los
márgenes netos de los productores más eficientes (Gráfico 6).

7. La política tributaria y sus efectos sobre el sector agropecuario

La política tributaria dirigida al sector agropecuario a partir del programa de convertibilidad ha


mostrado, a lo largo de esta década, dos etapas: a) De 1991 a 1994 se caracterizó por tener
objetivos bien definidos orientados a simplificar el sistema impositivo, reducir los índices de
evasión en todas las cadenas de agentes económicos y mejorar los niveles de recaudación en
el marco del saneamiento y ordenamiento de las cuentas del sector público. Además, es esta
etapa la presión fiscal sobre las actividades del agro fue moderada, particularmente, porque el
programa de reformas eliminó muchas tasas u gravámenes que afectaban al sector. b) De
1995 a 1998 fue creciendo la presión tributaria tras la aplicación de las reformas impositivas de
1995, 1996 y 1998, que apuntaron al objetivo de fortalecer la recaudación global para afrontar
un déficit fiscal en aumento.

Entre las medidas impositivas más relevantes instrumentadas tras la convertibilidad se pueden
señalar el aumento de la alícuota del impuesto a los activos, la obligatoriedad de que los
productores se inscribieran en el IVA -con un castigo del 24 % sin recuperación para los
evasores- y la suba de la alícuota del impuesto a los débitos bancarios.
Gráfico 1
Evolución del precio de exportación de los principales cultivos de la pampa húmeda (1989-
1998). U$S/Tn
350

275

200

125

50
Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr-
89 89 90 90 91 91 92 92 93 93 94 94 95 95 96 96 97 97 98
Trigo Maíz Sorgo granífero Soja

Gráfico 2
Argentina. Evolución del tipo de cambio real efectivo de exportación de
los principales cultivos de la Pampa Húmeda (1989-1998)
1.9
1.7
1.5
1.3
1.1
0.9
0.7
0.5
Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr-
89 89 90 90 91 91 92 92 93 93 94 94 95 95 96 96 97 97 98

Trigo Maíz

Fuente: Indicadores de Coyuntura. FIEL. (1991-1998) Sorgo granífero Soja

Gráfico 3
Argentina. Evolución de la tasa de gravámenes de exportación sobre los principales
cultivos de la pampa húmeda 1991-1998 (%)
0.5

0.4

0.3

0.2

0.1

0.0

-0.1
Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr-
89 89 90 90 91 91 92 92 93 93 94 94 95 95 96 96 97 97 98

Fuente: Revista Agromercado (1991-1998) Trigo Maíz


Sorgo Granífero Soja

En el curso del año 1992 el sector agrario argentino pasaba por una situación difícil debido a la
necesidad de adaptarse a la nueva estructura de la economía marcada por el programa de
convertibilidad; los reclamos más insistentes provenían de los pequeños y medianos
Gráfico 4
Argentina. Evolución del costo de estructura mensual
promedio por zonas (1991/1998)
140

120

100

80
$/ha

60

40

20

0
1991/1992 1992/1993 1993/1994 1994/1995 1995/1996 1996/1997 1997/1998

Pergamino Trenque Lauquen Necochea Río Cuarto


Fuente: Revista Agromercado

Gráfico 5
Argentina. Evolución del costo de combustibles
y lubricantes por hora de arada ($)
12
10
8
6
4
2
0
1

7
92

93

94

95

96

97

98
-9

-9

-9

-9

-9

-9

-9
b-

b-

b-

b-

b-

b-

b-
o

o
Ag

Fe

Ag

Fe

Ag

Fe

Ag

Fe

Ag

Fe

Ag

Fe

Ag

Fuente: Revista Agromercado (1991-1998)


Tractor de 100 HP Fe
Tractor de 160 HP

productores que no apreciaban una disminución de la carga fiscal sino por el contrario, debían
asumir pagos impositivos cada vez mayores con relación a la magnitud del valor agregado por
sus explotaciones. En medio de un proceso de reconversión productiva se fue encareciendo el
costo impositivo del crédito, el impuesto a los activos, el gravámen rural inmobiliario en las
provincias y la suspensión de la facilidad para descontar los quebrantos del impuesto a las
ganancias.

Cabe recordar que la aplicación del IVA a las tasas de interés, desde Julio de 1992, encareció
el costo del crédito, pasando del 18 % al 21,2 % anual. Sin embargo, el mayor reclamo del
sector agropecuario fue la vigencia del IVA ganadero que afectaba tanto a los productores
como a los matarifes, consignatarios y frigoríficos. Esencialmente, se objetó el no cumplimiento
del principio de neutralidad del impuesto, al percibir los faenadores y productores de parte de
los minoristas, un importe menor al monto que habían tributado por cada cabeza faenada. Los
bajos niveles de rentabilidad en la industria de la carne -que ya estaba en crisis- y en la
ganadería de invernada, fomentaba la evasión fiscal necesariamente. Las fuertes presiones
del campo tuvieron respuesta cuando en 1993 el gobierno anunció la Reforma Fiscal. Se
establecieron rebajas significativas en el IVA ganadero20. El IVA sobre operaciones con granos
pasó del 16% al 18 % y se unificó la liquidación conjunta del IVA e impuestos a las ganancias
una sola vez por año. Sin embargo, se mantuvo la triple imposición sobre la tierra y se aumentó
la tasa de ganancias del 20 al 30 %. La alícuota del Impuesto a los Activos bajó del 2% al 1 %,
se derogó el impuesto a los sellos y se desgravó el gasoil del impuesto a los combustibles.
Gráfico 6.a
Argentina. Evolución del precio de las semillas de forrajeras 1991-1998 ($/Kg)
Escala logaritmica
10

0.1
Ago-91 Feb-92 Ago-92 Feb-93 Ago-93 Feb-94 Ago-94 Feb-95 Ago-95 Feb-96 Ago-96 Feb-97 Ago-97 Feb-98
Alfalfa pampeana Alfalfa importada
Avena Centeno
Fuente: Revista Agromercado (1991-1998)
Mijo Sorgo forrajero

Gráfico 6.b
Argentina. Evolución del precio de los principales fertilizantes ($/Kg)

900
800
700
600
500
400
300
200
100
0
Ago-91 Feb-92 Ago-92 Feb-93 Ago-93 Feb-94 Ago-94 Feb-95 Ago-95 Feb-96 Ago-96 Feb-97 Ago-97 Feb-98
Amoníaco anhidro (82-0-0) Fosfato diamónico (18-46-0)

Fuente: Revista Agromercado (1991-1998) Súper fosfato triple (0-46-0) Urea (46-0-0)

Gráfcio 6.c
Argentina. Evolución del precio de las semillas de cereales 1991-1998 ($/Kg)
Escala logaritmica
10

0.1
Ago-91 Feb-92 Ago-92 Feb-93 Ago-93 Feb-94 Ago-94 Feb-95 Ago-95 Feb-96 Ago-96 Feb-97 Ago-97 Feb-98

Maíz 3 líneas c-2 Maíz doble c-2 Maíz simple c-2


Trigo sin fiscalizar Trigo fiscalizada Trigo híbrido

Hacia el mes de Agosto de 1994 el gobierno trató de darle un apoyo al agro; dispuso la rebaja
en pago a cuenta en ganado y carnes bovinas, porcinas y ovina; eliminó el anticipo del
impuestos a las ganancias - para productores inscriptos-, dispuso que todos los productores
se inscribieran y se establecieron reembolsos inmediatos a las exportaciones de 1993.

A principios de 1995 se aprobó un nuevo ajuste fiscal con vigencia desde el 1º de Marzo de
ese año. Las medidas se dirigieron a IVA, ganancias, bienes personales y reembolsos. En
cuanto al IVA sobre insumos demandados por el agro, recaía con un 18% como mínimo;pero al
vender los granos se cobraba un 12 y se retenía el 6 % a los agricultores. Estos no podían
recuperar su crédito fiscal pero además, debían financiar el costo de operación que le
significabva el uso de los fondos derivados al impuesto entre el momento del gasto y el
recupero parcial al momento de la venta. A partir de Marzo del 1995 se dispuso elevar del 6 %
al 10 % la alícuota de retención del IVA en las operaciones con cereales y oleaginosos para
aumentar el saldo de libre disponibilidad para el productor y que significaba una difícil
compensación. En el impuestos a las ganancias, se aumento la escala de retenciones para las
profesiones liberales, oficios, directores de sociedades y otros; esto encareció los costos de los
servicios profesionales demandados por los productores. En lo referente al impuesto sobre la
riqueza se creó el que grava los bienes personales en reemplazo del impuesto a los activos
afectados a los procesos productivos. Para el agro este impuesto significó la consolidación de
la triple imposición a la tierra aunque la alícuota se redujo del 1 % al 0,5 % de la base
imponible. El conjunto de medidas impositivas (Ley 24475) también dispuso una rebaja del 5 %
en los reembolsos sobre cereales lo que determinó efectos negativos sobre los productores.

En 1995 también se reformó (Dto. 193/95) el IVA ganadero con el objetivo de evitar la evasión
en la comercialización del ganado. El Servicio Nacional de Sanidad Animal (SENASA) celebró
convenios con los gobiernos de las Provincias y se creó la guía ganadera como instrumento de
control para los movimientos de ganado y el pago del impuesto. Se estableció, además, una
normativa muy rigurosa en los regímenes de retención, percepción y pago a cuenta.

A partir de Julio de 1996 (Res. 4169/96), el régimen del IVA ganadero continuó con más
modificaciones , con el objetivo de reducir las operaciones marginales en el comercio de carnes
donde, precisamente, se concentraba la evasión impositiva y previsional. Estas medidas
comprendieron los regímenes de retención, percepción y pago a cuenta del impuesto. En
cuanto al primero, se alivió la carga que recibía el productor cuando vende animales en pié
para faena, al reducir la retención de $5 a $1 por cada animal; esta disposición, en principio,
quitó liquidez a los frigoríficos. Además, se incorporó a las grandes empresas como agentes de
retención (R.G. 3125) por revestir interés fiscal fijándose el 3% y 10 %, respectivamente, sobre
el precio de venta por la compra de carne faenada y subproductos. Con esta medida se puso
en manos de los grandes contribuyentes la responsabilidad de la retención del IVA en la etapa
de comercialización. En el régimen de percepción se bajaron drásticamente los montos en
vigencia, con la finalidad de evitar que ciertos sectores (los frigoríficos, usuarios de servicios de
faena y consignatarios de carnes) se quedaran con los fondos ajenos tributados21. En el
régimen de pago a cuenta el cambio más significativo fue la suba para los usuarios de servicios
de faena que pasó de 0,025 $/Kg a 0,10 $/Kg.

Hacia finales del 1996 hubo una nueva reforma impositiva que significó para el sector
agropecuario una mayor presión tributaria. En el impuesto a las ganancias se incorporaron a
las sociedades de responsabilidad limitada, a las en comandita simples y a la parte del capital
correspondiente a los socios comanditarios en la sociedades en comandita por acciones. Esta
medida representó una carga mayor a la que estaba en vigencia pues la escala que iba del 6 %
al 30 % o del 11 % al 30 % en 1995, se llevó directamente al 33 % a las ganancias gravadas
con el impuesto. Esta reforma afectó a las sociedades cuyos ejercicios cierran con
posterioridad a la promulgación de la ley. Otra disposición de relevancia fue la posibilidad de
computar a cuenta del impuesto a las ganancias, el 100 % del impuesto a los combustibles
líquidos incluidos en las compras de gas oil por los gastos en servicios de laboreo, siembra y
cosecha tanto para los productores cuanto los prestadores de servicios. También en esta
reforma se redujeron los reintegros a la exportación, se reimplantaron algunos aranceles a la
importación y se eliminó la franquicia en el precio de las maquinarias.
A mediados de 1998 una nueva modificación del IVA agropecuario -con una rebaja al 10,5%-
fue propuesta por el Dto P.E.N. 499/98 y que regiría a partir del 1º de Julio. En cuanto a esta
reforma hubo grandes debates en el Congreso Nacional centrados, fundamentalmente, en la
pérdida de neutralidad del impuesto y en el desincentivo que generaría en las inversiones del
sector agropecuario. En definitiva, las fuertes argumentaciones del sector hicieron que en la
reglamentación del decreto 499 se excluyeran a los granos pues se iba a fomentar con la
rebaja del IVA el comercio ilegal de granos y además, reducir el patrimonio de los productores
ante cualquier caída eventual de la producción por factores no controlables; también, en caso
de prosperar la totalidad del Decreto, se desnaturalizaba el sistema de capitalización de
invernada y podían desaparecer los contratos de aparcería en siembra. Finalmente, con la
reglamentación del decreto 499 quedaron incluídas las carnes, frutas y hortalizas, dejando en
manos de los supermercados y carnicerías las retenciones y liquidaciones del saldo del IVA.
Esto vino a generar serios inconvenientes en las tareas de fiscalización. En el caso de los
ganaderos, los más perjudicados fueron los invernadores pues con la rebaja de la alícuota
debieron acumular saldos a favor sin poder disponer libremente de esas acreencias; esto se
explica por el hecho de que los invernadores adquieren el ternero para engorde y pagan un iva
del 10,5%, pero los insumos que necesitan en la producción tributan con un cargo del 21%. El
problema central de esta nueva medida reside en la inconveniencia de establecer alícuotas
diferenciales cuando el régimen global del impuesto es de tasa uniforme.

En síntesis, la política tributaria durante la segunda mitad de la década logró hacer más
complejo el sistema impositivo, aumentar la presión con respecto a la capacidad de generar
valor agregado por parte de los productores agrarios, acentuar la discriminación entre sectores
más beneficiados y menos beneficiados, desalentar las inversiones productivas y alentar la
evasión y las conductas ilegales en la cadena de las transacciones posteriores a la etapa de la
producción.

8. Los nuevos instrumentos comerciales del agro en la posconvertibilidad

El nuevo marco de política económica facilitó el desarrollo de instrumentos modernos de


comercialización para los productos agrícolas y ganaderos y se perfeccionaron las operatorias
en los mercados de futuro. La necesidad de adaptarse a las nuevas condiciones y al panorama
del mercado internacional de los granos, dio lugar a la incentivación de las operaciones de
futuro y opciones. La nueva economía en un mundo más globalizado ha ido marcando nuevas
tendencias para el destino de la producción agraria; las pautas de desregulación internacional
han desestimado los stocks artificiales de los productos provenientes de los programas de
subsidios y han alentado la apertura de los mercados. En los Estados Unidos de Norteamérica
como en Canadá, Sudáfrica, Australia y algunos países asiáticos se ha difundido
extraordinariamente el uso de futuros y opciones. También han aparecido nuevos mercados,
como los que operan con contratos de arrendamiento para productos específicos, otros
instrumentos como los warrants, los contratos por rendimientos y la llamada "rueda nocturna"
en el Mercado de Chicago.

En Argentina, los efectos de la convertibilidad impulsó el crecimiento de los Mercados de


Valores y los Mercados de Futuros. En el caso del Mercado a Término de Buenos Aires, las
operaciones en futuros y opciones (trigo, maíz, girasol y soja) alcanzaron a 20 millones de
toneladas negociadas en 1998 sobre una producción total de de granos de alrededor de 40
millones del país. Desde 1990 el crecimiento ha sido notable. En ese año se comercializaron
sólo 2 millones de toneladas de granos sobre 32 millones producidos.

La operatoria con instrumentos de futuros y opciones ha permitido -hipotéticamente-


contrarestar los efectos no deseados de la denominada "volatilidad de los precios" causada
primordialmente, por las diversas manifestaciones de los fenómenos climáticos ocurridas en el
mundo y las crisis económicas acontecidas en países que tienen relevancia como
demandantes en el mercado internacional de granos. Si los precios fuesen estables en los
mercados agrícolas a través del tiempo, ningún participante o agente económico utilizaría
coberturas ni asumiría posiciones especulativas.

9. Conclusiones

La transformación de la economía argentina en esta década fue un hecho trascendente y


generalizado en todos los sectores productivos, constituyendo una reanimación del fenómeno
de crecimiento y apertura que experimentó el país entre principios de siglo y 1930. La actividad
agraria en, conjunción con todos los demás sectores productivos de la economía, mostró una
renovación tecnológica sin precedentes que alcanzó a todas las actividades y en todos los hitos
tecnológicos (genética, mecanización, agroquímicos, suelos, técnicas agronómicas y
ganaderas y otros); además, han ocurrido fenómenos de cambio estructural del sector en el
plano de comercialización, uso del suelo, management agropecuario y eficiencia en todas las
etapas de los procesos ligados al agro. En este nuevo escenario de la economía argentina
tuvieron un papel preponderante las nuevas instituciones surgidas de la Reforma Económica, la
estabilidad de los precios, la apertura y liberalización de los mercados y la reconversión
productiva basada en las metas de mayor eficiencia y modernización de las explotaciones. Sin
embargo, cabe señalar que esta gran transformación fue un gran imperativo al cual, no todas
las unidades económicas pudieron responder, generándose procesos de concentración
económica en el sector y fenómenos de descapitalización en aquellos segmentos de
productores con explotaciones ineficientes, ausencia de espíritu empresarial y
dimensionamiento inadecuado. Por otra parte, las políticas impositiva y crediticia no han
proporcionado los resultados que se esperaban de este proceso de transformación de las
instituciones públicas y privadas del país.

10. Bibliografia

1. MEyOSP de la Nación. (1998). Informe Económico. Año 7. Nº 26. Octubre.


2. Barsky O. et al. (1988). La Agricultura Pampeana. FONDO DE CULTURA ECONOMICA. México. 1º
Edición.
3. Sonnet F.H. et al. (1996). "Technological Changes in Agriculture: the Argentine Experience" en U.P.
Ritter Editor. Structural Problems of the 21 st Century. Ed. VERVUERT IBEROAMERICANA. Frankfurt
am Main. Germany.
4. J.M. Casares. (1993). "Parque de Tractores" en Agromercado. Año 7. Nº 80. Junio.
5. Nelson S. , M. Perkins (1995). Invernada Intensiva. VIII Jornadas Ganaderas de Pergamino.
Provincia de Buenos Aires. Junio.
6. MEyOSP de la Nación. (1995). Argentina en Crecimiento. Documento La Reforma Económica y sus
Resultados (1989-1993).
7. Sonnet F.H. (1998). Transformación Productiva de la Agricultura Pampeana en el Marco del
Programa de Estabilización en Argentina. Documento Final del Proyecto 05/E072 de la Secretaría de
Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de Córdoba.
8. Sonnet F.H. (1999). Mercados de Futuros, Incertidumbre y Comercialización Agrícola en la
Posconvertibilidad en Argentina. Documento de Avance del Proyecto 05/E097 de la Secretaría de
Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de Córdoba.
9. Sonnet F.H. (1996). Estructura de la Economía Agropecuaria y Forestal en Argentina. Editorial
ATENEA. Córdoba. Junio.
10. Sonnet F.H. et. al. (1997). " Technological Changes in the Agricultural Sector: the argentine, german
and brazilian experience " en M.L. Recalde de Bernardi Ed. Structural Transformation in Latin America
and Europe. Papers and Proceedings of the Second Arnolshain Seminar. Córdoba. Argentina. Ed.
EUDECOR. July.
11. Sonnet F. H. , A.M. Díaz Cafferata. (1995). El Plan de Convertibilidad y el MERCOSUR para la
Argentina. Documento de Conferencia de la Universidad Alcalá de Henares. Facultad de Ciencias
Económicas y Empresariales. Alcalá de Henares. España.
12. Obschatko E. (1988). " Las etapas del Cambio Tecnológico " en Barsky et. al. op. cit.
13. Ras N. , R. Caimi, C. Fernández Alsina, C. Pastor (1994). La Innovación Tecnológica Agropecuaria.
Serie de la Academia Nacional de Agronomía. Buenos Aires.
14. S.A.G.yP. de la Nación (1994). Resultados de la Ronda Uruguay del G.A.T.T. Serie de Estudios
Especiales.Año I. Nº 1.
15. Viglizzo E.F. (1990). La Productividad de la Ganadería Argentina. Documento INTA-CONICET.
16. Ferrer A. (1995). "Argentina: el Plan de Convertibilidad y el Ciclo Financiero". Comercio Exterior. Vol.
45. Mayo.
17. Rodríguez C.A. (1995). Ensayo sobre el Plan de Convertibilidad. Documento de Trabajo.CEMA.
18. Ahumada H., P. Sanguinetti (1995). Apertura Económica, Aumento de las Exportaciones y
Crecimiento Económico en el Contexto Argentino. Fundación ARCOR. Grupo Editor Latinoamericano.
19. M.E.yO.S.P. de la Nación. (1996). Argentina. A Growing Nation. Economic Reforms and Results.
Ediciones Miguel Dorfman.

____________________________________________________________________________________
1 El régimen especial acordado con la industria automotriz (Decreto 2677/91) fue una excepción y
tuvo como objetivo la reconversión productiva de esa rama.
2 Barsky O. et al. en La Agricultura Pampeana. Editorial Fondo de Cultura Económica. México. 1988. 1º
Edición.
3 Consúltese al respecto F. Sonnet et al. "Technological Changes in Agriculture: the Argentine
Experience" en U.P. Ritter Editor. Structural Problems of the 21 st Century. Ed. Vervuert Iberoamericana
(1996). Frankfurt am Main. Germany.
4 Estudios realizados por el INTA (1992) para el partido de Junín (provincia de Buenos Aires), revelan
que los tractores con menos de 100 CV de potencia consumen 16,7 litros por ha. mientras que los de
mayor potencia (100-125 CV) insumen 11,9 litros por ha.
5 El dato del año 1991 corresponde al estudio de J.M. Casares (Agromercado Nº 80. Junio 1993. pp.24.)
y el correspondiente a 1997 a A.F.A.T.
6 Para una ampliación veáse F. Sonnet. Estructura de la Economía Agropecuaria y Forestal en
Argentina. Ed. Atenea. Junio 1996. pp. 48 y 49.
7 Puede definirse como el conjunto de técnicas interdisciplinarias -que incluye conocimientos de
microbiología, química, bioquímica, genética e inmunología- empleadas para el procesamiento de
materiales orgánicos e inorgánicos por agentes biológicos con el objeto de producir bienes y servicios en
beneficio de la comunidad.
8 Las más importantes son: ZENECA (Reino Unido, Bélgica, Estados Unidos y Argentina), MONSANTO,
DEKALB, CARGILL y PIONEER de los Estados Unidos, Nidera Argentina, MORGAN y ASGROW.
Recientemente debido a la tremenda competitividad y al proceso de fusiones y absorciones, el panorama
es el siguiente: Monsanto y American Home (Cyanamid) absorbieron Dekalb, Cargill y Plant Breeding
Inc.; el grupo Dow-Agro Sciences y Mycogen absorbieron Morgan; y Novartis se formó con las firmas
Ciba y Sandoz. También son grandes empresas la Dupont, AgrEvo y Rhone-Poulenc-Mycogen.
Recientemente, Monsanto se fusionó con
Delta and Pine de Estados Unidos; Dupont adquirió el 20 % del capital de Pioneer y ambos están
asociados con Optimum para el desarrollo de polímeros y fibras derivados del maíz y la soja. Barembrug
compró el 60 % del capital de Palaversich y KWS adquirió Agrotécnia Trébol Sur. Nidera compró a
Cargill el 50% del programa de mejoramiento genético del trigo.
9 Cabe destacar que el fenómeno hiperinflacionario había determinado que el precio real por kilogramo
de novillo vivo -en el mercado de Liniers- bajara 20 centavos entre enero de 1990 y enero de 1991; sin
embargo, entre marzo y septiembre de ese año el precio real subió de 0,664 $ a 1,05 $ por kilogramo
manteniéndose en ese nivel hasta fines de 1992. En los años siguientes la tendencia del precio fue
descendente hasta estabilizarse alrededor de 0,80 $/kg a fines de 1996. A fines de 1997 se recuperó el
precio de la carne debido a la buena colocación en el mercado interno y a la escasez de oferta causada
por las adversidades climáticas. Durante 1998 los precios fueron estables y se inició una disminución en
la oferta de hacienda de carácter estructural.
10 Se pueden citar como los más difundidos: sistema de feed-lot, sistema de semi feed-lot, sistema de
invernada intensiva basado en las Leyes de Pastoreo Voisin, sistema de invernada con tecnología de
coste cero integrado a la industria de alimentos y sistema de pastoreo racional intensivo.
11 S. Nelson y M. Perkins, Invernada Intensiva. VIII Jornadas Ganaderas de Pergamino. Provincia de
Buenos Aires. Junio 1995.
12 Es la técnica mediante la cual el ternero al pié de la madre recibe una alimentación diferencial,
además de consumir la leche materna y el forraje del potrero.
13 Es la técnica que permitió el fenómeno de la intensificación, es decir, producir más alimento, mejorar
la conversión de ese alimento en producto animal y estabilizar la producción a lo largo del año. El más
difundido es el silaje con maíz o sorgo granífero. La superficie de silaje pasó de 84 mil has. en 1993 a
más de 400 mil en 1997.
14 Por una parte, cabe aclarar que la reconversión productiva no fue uniforme sino que alcanzó
fundamentalmente a la franja de las explotaciones medianas y grandes, y las que surgieron como
consecuencia de los procesos de concentración de campos pequeños e improductivos o con
dimensionamiento insuficiente para permitir niveles de rentabilidad compatibles con el nuevo escenario
económico del país. Por otra parte, también es necesario aclarar que la Argentina debido a sus ventajas
naturales -principalmente los suelos- tiene costos en la agricultura menores al de los países
competidores como Estados Unidos, Canadá o Australia y en magnitudes relativamente mucho menores
si se compara con los países agrícolas de la Unión Europea (U.E).
15 La planta perteneciente a la firma Dreyfus, ubicada en General Lagos (Provincia de Santa Fe) es la
mayor aceitera del mundo con una capacidad de procesamiento diario de 12 mil toneladas de materia
prima.
16 La eliminación gradual de los subsidios sobre esta industria que tradicionalmente estuvo muy
protegida.
17 Se entiende por explotación a la unidad económica que desarrolla el proceso productivo bajo una
misma dirección, gestión y administración. Este concepto da lugar a diferentes configuraciones de uso
del suelo y formas de tenencia para constitutir una explotación.
18 Durante 1992 los costos portuarios bajaron un 11 % para las cargas en general y para la exportación
a granel, mientras que para la exportación en contenedores se redujeron en un 8 %. Fuente: Argentina
en Crecimiento. Documento La Reforma Económica y sus Resultados (1989-1993) pp. 73. MEyOSP de
la Nación.
19 Un informe privado preparado para la Zona Portuaria de Rosafé demuestra que el cambio estructural
acontecido en la infraestructura portuaria -entre 1987 y 1997- ha sido extraordinario. El costo de
elevación portuaria bajó de 6,5 a 2,0 dólares por tonelada; el precio neto recibido por los productores -
medido como porcentaje del precio FOB exportación- creció del 50% al 82 %; el tiempo promedio de
estada de camiones bajó de 4 días a unas pocos horas; la profundidad de las vías navegables subió de
20 a 32 pies; el flete oceánico a Rotterdam bajó de 27 a 20 dólares por tonelada y la carga máxima
admisible para los buques a zarpar aumentó de 25 a 43 mil toneladas.
20 Bajó de 28 $ a 18 $ por cabeza en machos para faena; en hembras bajó de 14 $ a 7 $, y en terneros
para invernada descendió de 11 $ a 5 $ por cabeza.
21 Se entiende por percepción que el vendedor, además de facturar y cobrar su propio IVA, recibe una
porción del impuesto de su comprador. En la venta de carnes se bajó de 0,12 $/Kg a 0,01 $/Kg, en
subproductos del 10 % al 1 % y en cueros de $1 a $0,50.

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