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10 al 12 de Noviembre de 1999
EN ARGENTINA (1989-1998)
Fernando H. Sonnet
Fernando H. Sonnet
Instituto de Economía y Finanzas
Facultad de Ciencias Económicas U.N.C.
Structural transformation in the Argentine economy began in August 1989 with the sanction of
the State Reform Law and emphasized in 1991 with the stabilization plan and the Convertibility
Law. The adjustment process affected all productive sectors in a scenery characterized by
deregulation, a modern and full market economy, and a productive system through a general
renewal of competition conditions. The economic policy aimed at consolidating fiscal balance,
scientific and technological development, improving the operating of markets for goods and
services, for increasing saving, investment and exports. The liberalization of trade (July 1989
and October 1992) , the incentives for production, and deregulation and privatization were the
key instruments. In agricultural sector, economic reform had substantial effects as the gradually
technical change based on the introduction of innovations and embodied tecnologies in capital
goods and inputs, as well the adoption of management capacity to deal with farm business.
Furthermore, the new economic policy influenced on land value, allocation of resources and
modified traditional patters of land use. A selective increase in scale of farms, a higher
productivity and the new ways of organizing the production and trade of commodities were the
main results of agricultural transformation in the present decade.
JEL, O1, Q1
*
Este trabajo forma parte de una investigación más amplia que fue financiada mediante subsidio P.I.D./1998, por la
Secretaría de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad Nacional de Córdoba. Han colaborado
con esmero en este trabajo Verónica Herrero en las tareas estadísticas.
1. Introducción
A comienzos de la década presente el sector agrario debía responder a una serie de desafíos
surgidos del programa de reforma económica iniciado en 1989, que se orientaban al logro de
una transformación estructural. ¿ Cuáles eran los principales factores limitantes al crecimiento
del sector en la Región Pampeana argentina al anunciarse el programa de convertibilidad?
Uno de los objetivos centrales de la nueva política establecida a partir de 1989 fue alentar el
crecimiento a través de una serie de incentivos sectoriales basados en criterios de igualdad de
oportunidades para todas las actividades económicas1. En el caso de aquellas dedicadas a la
explotación de los recursos naturales se suprimieron impuestos específicos muy gravosos y
una serie de normas regulatorias que obstaculizaban el crecimiento. La apertura de la
economía y la desregulación de los mercados facilitó la transformación productiva del agro; las
mejores condiciones de competitividad del sector y el ascenso de los precios internacionales de
los granos hasta 1996, se reflejaron en una senda de expansión sostenida en la agricultura y la
ganadería, lo que facilitó el crecimiento agroindustrial orientado básicamente al comercio
exterior. También el nacimiento del MERCOSUR contribuyó decididamente al crecimiento del
agro argentino al intensificar los flujos comerciales con el Brasil.
Por último, resulta interesante apreciar el crecimiento del VAB del sector agropecuario
promedio del período 1990-1996, comparado con el de 1985-1989 y éste, a su vez, con el
correspondiente al promedio del quinquenio 1980-1984, a través de las tasas de crecimiento.
En efecto, se aprecia que el 14 % correspondiente al período de la posconvertibilidad superó
siete veces al 2,3 % de la variación de los promedios entre 1980-84 y 1985-89 (Cuadro 2).
Durante la década presente se advierte una consolidación del proceso de cambio tecnológico y
una integración de las innovaciones con origen en las distintas áreas de generación de
conocimientos. Este fenómeno se vio fortalecido con una actitud renovadora y de búsqueda de
niveles de excelencia en el gerenciamiento de las explotaciones; estos dos acontecimientos
constituyeron una respuesta natural a los imperativos de reconversión productiva, liberalización
y apertura económica que impuso la nueva política económica.
___________________________________________________________________________________
* Cifras calculadas sobre valores constantes de 1986. Fuente: Elaboración propia. Datos
MEyOSP.
a. Innovaciones agronómicas
Uno de los hechos más destacados en la agricultura argentina de los últimos diez años ha sido
la difusión de los sistemas de labranza conservacionista o denominada también la agricultura
sustentable. Entre ellos el más significativo es el "sistema de siembra directa" que experimentó
un crecimiento progresivo y revolucionó a la actividad agrícola de la región pampeana. Mientras
en 1988/89 representaba sólo el 0,3 % de la superficie cultivada (60 mil hectáreas), en la
campaña 1998/99 se estima que alcanzó al 30 % (7,5 millones de hectáreas).
El sistema de siembra directa -a igual de otros sistemas de laboreo mínimo- exigió nuevas
tecnologías de procesos que permitieron lograr un mejor aprovechamiento de los recursos
productivos (interacción agua y suelo, mano de obra y maquinarias, insumos agroquímicos) y
mayores rendimientos de los cultivos; fundamentalmente, ha ido desafiando al proceso de
avance en la degradación de los suelos permitiendo su enriquecimiento. Por tratarse de un
sistema que aprovecha los rastrojos de las cosechas da lugar a la formación del humus que
junto al calcio forma una sal -humato de Ca.- rica como nutriente de las plantas. La mayor
humedad y fertilidad que deja en el suelo además permite que estas ventajas sean
aprovechadas en las sojas de primavera que maduran a fines de febrero y marzo. La siembra
directa también ha dado lugar a una extensión temporal del ciclo agrícola, evita el planchado
del suelo y reduce principalmente la erosión hídrica, acorta el período de preparación de la
tierra y exige menos laboreo de maquinarias. En nuestra región pampeana la difusión de la
siembra directa ha tenido efectos indirectos muy apreciables; no hacer imprescindible la
rotación agricultura-ganadería, incorporar fertilizantes sin costo alguno y extender la frontera
agrícola en el norte de Córdoba, sur de Santiago del Estero, sur de La Pampa, Entre Ríos y
algunas zonas del noroeste y noreste del país.
b. Innovaciones mecánicas
Los hechos señalados fueron dando respuesta a realidades que debió enfrentar el agro para
mejorar su eficiencia y competitividad; los equipos de riego para superar las limitaciones
hídricas durante el ciclo vegetativo de los cultivos, la maquinaria más precisa y sofisticada para
hacer más eficiente el uso de los recursos productivos -principalmente el suelo- e incrementar
los rendimientos; finalmente, la incorporación de más confort en tractores y cosechadoras, y
más precisión en los comandos, con el fin de ahorrar tiempo, hacer más agradable y seguro el
trabajo y evitar algunas enfermedades.
Por el lado de la demanda de maquinarias también se verificó un cambio sustancial durante los
años posteriores al programa de convertibilidad; una reducción apreciable en la franja de los
productores pequeños y un crecimiento relativo en el estrato de los grandes productores
identificados en la figura de empresas agropecuarias. En el caso de las pequeñas
explotaciones, la caída en la mecanización y reposición de equipos obedeció a los problemas
de endeudamiento y ahogo financiero, al cese de sus actividades y a los reducidos márgenes
de rentabilidad. El fenómeno de concentración de la tierra en la región pampeana y la
formación creciente de empresas agropecuarias, asociaciones de productores y fondos
agrícolas coadyuvó a ese cambio en el perfil de la demanda. Por otra parte, hubo un notable
flujo de inversiones en tierras que provino de otros sectores de la economía y del exterior.
En la industria del tractor los progresos tecnológicos más importantes han sido: a) Mejoras
ergonómicas y de seguridad para evitar el stress y la fatiga anticipada, y las enfermedades
como la sordera parcial y las lesiones de columna vertebral; b) Mejoras en el confort para
prolongar o acortar los tiempos de trabajo y un mejor aprovechamiento del equipo. c) Ahorro de
combustible: debido al progreso en el diseño de los motores -que ha permitido preseleccionar
una carga de motor-, al mejor escalonamiento de las marchas en las cajas de cambio -
sincronización-, y a la mayor adherencia al suelo por medio de neumáticos específicos para
cada tipo de equipo4. d) Reducción en el volumen de emanaciones -contaminantes-, y en los
niveles de vibración y ruidos. e) Progresos en el manejo del equipo tractivo: facilidad en los
mandos y mayor información y precisión en los tableros. Esa base de información permite
vigilar el comportamiento de la máquina durante su operación y obtener el máximo rendimiento
y precisión de las labores.
Como resultado del cambio tecnológico la potencia media del parque de tractores -medida
sobre las ventas de nuevas unidades- creció de 101 CV en 1991 a 125 CV en 19975 . La
importación de tractores de ruedas -que constituyó un factor de capitalización de sector-
aumentó de 9,1 millones de US$ en 1990 a 86,8 millones en 1997. En el rubro de máquinas
cosechadoras, trilladoras y segadoras, los bienes de capital importado crecieron
sostenidamente de 11,7 millones de US$ en 1990 a 136 millones en 1997. En general, puede
observarse que el agro argentino experimentó una expansión significativa de las importaciones
de bienes de capital en respuesta a la apertura de la economía y a la política arancelaria
favorable; si se compara el valor promedio anual de bienes de capital importados por el agro
entre 1985 y 1989, con el del período 1990-97, se comprueba que la participación relativa en
el total de los bienes de capital importados por el país creció del 1,48 % al 3,3 %. En el período
que siguió al Plan Austral las importaciones de capital del agro argentino fueron en promedio
12 millones de dólares anuales; en 1991 cuando se lanza el plan de convertibilidad alcanzaron
a 43,1 millones de US$ y con una tendencia sostenida llegaron a 296,4 millones de US$ en
1997. Los datos disponibles para los primeros nueve meses de 1998 indican un valor de 257,1
millones y un crecimiento del 17,5 % con relación a igual período de 1997(Cuadro 6).
En cuanto al comportamiento de las ventas de tractores y cosechadoras su evolución estuvo
condicionada por los cambios en los precios de los granos como consecuencia de las
fluctuaciones en los mercados internacionales y de la situación económica a nivel mundial
(crisis mexicana de 1995 y crisis asiática de 1998). La presión fiscal acentuada que debió
soportar el sector agrario argentino durante este década también constituyó un limitante severo
en el proceso de capitalización de las explotaciones.
Por último, las nuevas tecnologías en riego han constituído un "hito tecnológico" en esta
década y los nuevos equipamientos han comenzado a resolver los problemas de déficit hídrico
que afecta a los cultivos y corregir los perjuicios de las alteraciones climáticas. En el espectro
de tecnologías disponibles los sistemas más difundidos son los de pivote central y los de
avance frontal6. Hacia fines de 1998 se comenzaron a instalar los sistemas de riego de
precisión con el apoyo de las computadoras y la programación.
Rubro 1985-89 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997
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*Tractores de ruedas 3,2 9,1 14,5 29,3 28,6 51,9 35,6 85,8 86,8
*Segadoras y trilladoras 3,3 11,6 16,6 14,8 18,6 50,7 35,0 73,3 77,1
*Máquinas cosechadoras, otras sega-
doras-trilladoras y prensas para paja
y forraje 0,3 0,1 0,2 8,9 15,0 22,4 39,6 49,2 59,1
*Máquinas aventadoras, seleccionado-
ras y para limpieza de semillas 0,8 1,5 1,9 4,0 3,7 8,0 7,7 9,6 18,0
*Máquinas de ordeñe y otros aparatos
utilizados en la lechería 0,7 0,2 0,4 0,8 2,9 5,4 5,5 5,5 7,9
*Máquinas para la agricultura en gral.,
horticultura, avicultura y apicultura 0,2 0,2 1,3 4,9 7,6 8,7 8,6 7,9 11,0
*Sembradoras, plantadoras y
fertilizadoras 0,1 0,2 1,4 4,5 8,9 13,0 4,1 10,6 11,5
*Ganado vivo para reproducción 0,9 0,2 0,4 1,3 0,6 1,0 0,2 0,2 0,2
*Equipos de oficina y cálculo, bombas
aspirantes y centrífugas, grupos elec-
trógenos y varios 2,5 2,3 6,4 9,5 12,6 17,2 13,8 17,0 24,8
Total de las importaciones del agro 12,0 25,4 43,1 78,0 98,5 178,3 150,1 259,1 296,4
Indice del valor 1985-89=100 100 211 360 651 820 1486 1252 2160 2471
Participación en el total de las impor-
taciones de bienes de capital del país(%) 1,48 3,98 3,0 2,52 2,39 2,95 3,17 4,62 3,86
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Fuente: Elaborado con datos de Informe Económico. MEyOSP de la Nación (varios números).
Recientemente también se han desarrollado nuevos genes para otros cultivos; el gen
denominado Bt (Bacilus Thuringensis) protege al cultivo del ataque de los insectos y lo hace
más resistente a los plaguicidas como en el caso de los maíces LL con resistencia al glifosato
de amonio; las plantas con origen en variedades tradicionales se queman al aplicar estos
herbicidas. Las bondades de estos nuevos híbridos comerciales están contribuyendo a un
efectivo control de malezas y a aumentar los rendimientos de los granos.
Las variedades transgénicas también se han desarrollado para el algodón y la cánola, con éxito
frente al ataque de los insectos. Actualmente se trabaja para descubrir nuevas variedades
transgénicas en el trigo, girasol y papa.
En el caso de trigo también se han visto progresos en genética. La translocación de un gen del
centeno ha permitido al trigo una mayor duración del área foliar y mejor supervivencia de los
macollos. La permanencia de hojas verdes por más tiempo ha incrementado los rendimientos
junto con la fertilización con fosfato diamónico.
Uno de los sistemas más promisorios en la invernada intensiva es el basado en las leyes de
pastoreo Voisin. La experiencia de su aplicación11 muestra que es posible pasar de 300 a 590
kilogramos en la producción de carne por hectárea al final del primer año y llegar hasta 750 o
más al cabo del segundo año de la invernada. Este sistema ha introducido un cambio total en
el esquema de producción de la invernada tradicional; trabaja con una carga instantánea muy
elevada sobre cada parcela del campo, requiere de un buen uso de fertilizantes para aumentar
la oferta de pastos y una exigencia muy rigurosa de manejo que debe adaptarse a las diversas
situaciones de la explotación. Exige, principalmente, una dotación de capital financiero
apreciable y personal especializado permanente para un ciclo de 16 a 18 meses.
e. Uso de agroquímicos
La expansión sorprendente experimentada por el sector agrario durante esta década ha sido
generalizada, tanto en lo referente a la producción física cuanto en la demanda derivada de
insumos cada vez más específicos y de mejor calidad. Las ventas del rubro de agroquímicos -
sin incluir fertilizantes-, significan en Argentina alrededor de 1.000 millones de dólares por año;
desde que se lanzó el Programa de Convertibilidad y hasta 1998 el valor de las ventas creció
de 286 a 777 millones de dólares. Alrededor del 70 % de esos montos corresponde al item de
los herbicidas, un 17 % a los insecticidas y el resto se reparte entre fungicidas, curasemillas y
acaricidas.
En los últimos años, la creciente rivalidad entre las firmas productoras de agroquímicos por una
lado, y la extinción de las patentes de algunos productos fitosanitarios hicieron descender los
precios al productor al liberarse la producción de los mismos; si bien las ventas bajaron en
1998 con relación a 1997, puede señalarse que el efecto-precio determinó un crecimiento del
consumo de fitosanitarios.
La relevancia que ha ido adquiriendo el uso de los agroquímicos en el mundo ha sido cada vez
mayor. Basta con señalar que en el quinquenio 1991-1995, los fitosanitarios evitaron la pérdida
del 28 % de la producción mundial de las ocho primeras especies vegetales en su conjunto
según los estudios de F.A.O. (arroz, trigo, cebada, maíz, papa, soja, algodón y café). En
nuestro país, la expansión de la demanda reciente ha respondido a las siguientes causas: a)
El uso de semillas con componentes de genética de avanzada, b) Intensificación en el uso de
fertilizantes químicos como, por ejemplo, la fertilización nitrogenada en el trigo. c) La
introducción de equipamiento para riego artificial, d) La difusión y adopción del sistema de
siembra directa asociada al uso de productos fitosanitarios específicos, en reemplazo de las
labores mecánicas. Actualmente, la extensión de áreas cultivadas tratadas con herbicidas -que
combaten las malezas- alcanza a 4 millones de hectáreas en cada campaña.
f. Administración y gerenciamiento
Uno de los recursos estratégicos que comenzó a tener un papel crucial en la demanda del agro
luego del Programa de Convertibilidad, fueron los servicios de administración, dirección y
gerenciamiento de las unidades productivas . La agricultura hoy en día se muestra como una
actividad de baja rentabilidad global y de riesgos apreciables; los productores no tienen
poder individual en los procesos de formación de precios que se generan en los mercados de
insumos y productos. Esta realidad ha determinado la necesidad cada vez más urgente de
superar las ineficiencias y los errores en las decisiones y gestión de los negocios.
Cuadro 7. Argentina. Ventas de la industria de agroquímicos clasificadas por tipo (millones de dólares)
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rubro 91 92 93 94 95 96 97 98
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Durante la década de los 80, el sector agropecuario en Argentina fue objeto de múltiples
regulaciones por parte del Estado y pasó por varios procesos inflacionarios hasta llegar a los
picos de 1989 y 1990. Durante ese período, los productores agropecuarios no estuvieron en
condiciones de poder planificar sus explotaciones y debieron asumir una cultura de
superviviencia, con estrategias especulativas y habilidades para entrar o salir de posiciones en
cuanto a productos y divisas; esto los llevó a no prestar atención a los costos fijos de estructura
y los costos impositivos y, en definitiva, a abandonar los esfuerzos que durante los setenta se
habían realizado en materia de mejoramiento en la gestión empresaria. Debido a las vorágines
inflacionarias tampoco se interesaron por la diversificación o el emprendimiento de nuevos
negocios, ni incorporar tecnologías de avanzada. Su actitud fue más bien conservadora y con
poca atención a la conservación del suelo como recurso estratégico.
A partir de mediados de 1991 la confianza puesta por los inversores y hombres de negocios en
el nuevo programa de convertibilidad, determinó una reactivación apreciable en la demanda de
tierras que dejó atrás a un período de estancamiento con precios bajos para los campos. El
flujo de capitales se orientó con prioridad hacia las zonas con tierras de mayor fertilidad y
productividad, atraidos por la estabilidad y el resurgimiento de la financiación para la
adquisición de campos. Asimismo, también fue muy activa la oferta de tierras por el cese de
actividades de los productores más pequeños con dificultades para continuar en esa actividad.
Un análisis comparativo del valor de la tierra del período 1985-89 con el valor promedio del
período 1990-97, confirma este proceso de revalorización de la tierra en todas las zonas de la
pampa bonaerense: Zona maicera (+64%), Zona triguera (+ 73%), Zona de invernada (+82%) y
Zona de cría (+71%). Sin embargo, si se considera el valor en dólares por hectárea a Julio de
1998 comparado con el promedio del período 1977-1997, en dólares constantes, el crecimiento
no fue tan significativo: Zona maicera (+51%), Zona triguera (+41%), Zona de invernada
(+41%) y Zona de cría (+15%).(Cuadro 9)
Oferta Demanda
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Cuadro 9. Argentina. Valor de la tierra libre de mejoras en la región pampeana 1977-1997 ( US$/Ha.)
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maicera triguera invernada cría
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Período 1985-1989 (dólares corrientes) 1.587 590 577 211
Período 1977-1997
(dólares constantes de 1997) 3.146 1.275 1.274 565
Cabe señalar la buena correlación observable entre valorización de las tierras y fertilidad, y
estado de los campos; con precios a niveles históricos para los granos, sólo los sistemas
agrícolas de alta productividad y rindes permiten obtener un beneficio neto capaz de justificar el
precio tan elevado imputable a las tierras. Este hecho explica la elevada selectividad de la
demanda en el mercado de tierras para la agricultura extensiva de los últimos tiempos. En
cambio, en aquellos campos con productividad a niveles medios o bajos, o sin la escala
adecuada, el valor de la tierra ha seguido la tendencia determinada por esos parámetros.
En los campos aptos para ganadería la situación fue diferente. En los campos destinadas a
invernada, en donde además se practica la agricultura complementaria, el valor de la tierra fue
creciendo recién a partir de fines del año 1995 por la influencia de la suba de los campos
agrícolas. En cambio, los campos para cría comenzaron a revalorizarse al terminar el año 1997
cuando se inició el ascenso en el precio de la hacienda.
En el grupo de los cereales -para las últimas nueve campañas- se registra un crecimiento de la
producción del 32 % promedio y una disminución del 17 % en el área sembrada con relación al
promedio de la década pasada. Se pueden señalar tres hechos notables: a) El auge de los
cultivos de arroz y cebada cervecera a partir del comienzo de la década. Los avances
tecnológicos incorporados en esos cultivos (fertilización, innovación genética, maquinarias y
uso de fitosanitarios) permitieron incrementar el rendimiento promedio de cada campaña en un
22 % en el arroz y un 27 % en la cebada cervecera, comparado con los rendimientos medios
de cada campaña del decenio anterior. Esto significó una expansión de la producción a un
ritmo mayor que el del área sembrada. b) El crecimiento firme de la producción de maíz y trigo
frente a una disminución paralela del área sembrada - promedios de cada campaña - entre los
dos períodos considerados. Esto significó que los rendimientos promedios crecieran un 35 %
en el maíz y un 20 % en el trigo. También mejoró el rendimiento del sorgo granífero en un 19
%. c) Los cultivos que perdieron importancia n la producción cuanto en el área sembrada entre
los períodos que se comparan: alpiste, avena, cebada forrajera, centeno y mijo. En conjunto,
tuvieron una baja del 24 % en la producción y un 22 % en el área promedios de cada campaña
comparados con los valores de la década pasada. (Cuadro 10).
1979-80 a 1988-89 389 189 9475 5141 10072 860 26126 2531 229 5912 592 9264
1989-90 a 1997-98 759 498 11289 2458 11319 650 26973 4512 315 12215 255 17297
Variación (%) 95 163 19 -52 12 -24 32 78 38 107 -57 87
____________________________________________________________________________________________
Area promedio arroz cebada maíz sorgo trigo otros Total girasol maní soja otros Total
(miles has.) cervecera cereales olea-
ginosos
_____________________________________________________________________________
1979-80 a 1988-89 106 120 3453 1868 5867 3300 14714 2101 185 3077 791 6155
1989-90 a 1997-98 171 220 2992 763 5508 2580 12234 2808 211 5785 315 9119
Variación (%) 60 83 -13 -59 -6 -22 -17 34 14 88 -60 48
____________________________________________________________________________________________
Rendimiento medio arroz cebada maíz sorgo trigo otros Total girasol maní soja otros Total
qm./ha. sembrada cervecera cereales olea-
ginosos
____________________________________________________________________________________________
1979-80 a 1988-89 38,3 18,4 32,7 26,8 17,9 12,4 12,9 19,9
1989-90 a 1997-98 46,9 23,3 44,1 32 21,4 16,7 16 21,7
Variación (%) 22 27 35 19 20 35 24 9
____________________________________________________________________________________________
Otros cereales: alpiste, avena, cebada forrajera, centeno y mijo.
Otros oleaginosos: lino, cártamo y colza.
Fuente: Elaboración propia con datos del Informe Económico. Año 6. Nº 24. Marzo 1998. MEyOSP. Secretaría de Política Económica.
b) Las grandes inversiones realizadas por la industria del complejo oleaginoso que han
comprendido no sólo la incorporación de tecnología de primera línea en sus fábricas, sino
también aquellos proyectos de envergadura concretados en puertos e instalaciones de
almacenaje. En los últimos tres años se invirtieron 500 millones de dólares en el complejo
oleaginoso argentino15.
Aunque se advierte una varianza elevada con relación al crecimiento medio de la región, el
fenómeno de la concentración fue mas acentuado en las zonas agrícolas del norte de Buenos
Aires, sur de Santa Fé y este de Córdoba en donde se dio el proceso de parcelamiento de la
tierra durante varias décadas.
Cuadro 11. Argentina. Crecimiento de la superficie media de las explotaciones por zonas de la Región
Pampeana. (1992-1997) (hectáreas)
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Fuente: Elaboración propia en base a datos de Estudios de la División Agropecuaria de Mora y Araujo.
Se inicia en 1989 cuando la Junta Nacional de Granos (J.N.G.) eliminó la operatoria de compra
de trigo - a un precio sostén- en el mercado interno, que estaba destinada a la formación de un
stock de abastecimiento para el consumo del mercado interno (industria molinera). Con el
Programa de Convertibilidad, en Abril de 1991 se disuelve la Junta Nacional de Granos
profundizándose la desregulación del mercado de granos.
Conjuntamente con estas medidas, se anunció la creación del ente (I.A.S.C.A.V.) encargado
de realizar los controles de sanidad y de calidad; se redujeron así los costos operativos que, en
el caso del embarque de granos, significaron un ahorro del 50 %.
Además, se eliminaron una serie de tasas que los exportadores pagaban a distintos
organismos públicos como Inspecciones de Embarques, J.N.G., Administración General de
Puertos y otras más. En materia de privatizaciones, se transfirió a empresas privadas, bajo la
forma de concesión o venta, la red de elevadores de campaña y la infraestructura portuaria.18 19
Entre los efectos más sobresalientes del Programa de Convertibilidad sobre el sector
agropecuario se pueden puntualizar los siguientes: a) Una reducción del tipo de cambio real
debido al anclaje del tipo de cambio nominal y al rezago del proceso inflacionario que se
prolongó hasta fines de 1992. Sin embargo, para el agro particularmente, el tipo de cambio real
efectivo de exportación para los principales cultivos (trigo, maíz, soja y sorgo granífero) se
recuperó entre Abril y Julio de 1991. Ello se debió a la suba de los precios internacionales de
los granos, por una parte, y al descenso en la tasa de gravámenes -derechos de exportación-
sobre la venta al exterior de esos granos que sobrecompensó a los efectos negativos de los
"lags" del proceso inflacionario. Si se considera el horizonte 1989 hasta 1998, hubo una
estabilización del tipo de cambio real efectivo de exportación en el período de la
posconvertibilidad con niveles ligeramente inferiores a los que se habían alcanzado antes del
programa. Esto resulta evidente si se observan las cifras elaboradas para los granos trigo, soja,
maíz y sorgo granífero (Cuadro 12).
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Período meses trigo soja maíz sorgo
granífero
_______________________________________________________________
Entre las medidas impositivas más relevantes instrumentadas tras la convertibilidad se pueden
señalar el aumento de la alícuota del impuesto a los activos, la obligatoriedad de que los
productores se inscribieran en el IVA -con un castigo del 24 % sin recuperación para los
evasores- y la suba de la alícuota del impuesto a los débitos bancarios.
Gráfico 1
Evolución del precio de exportación de los principales cultivos de la pampa húmeda (1989-
1998). U$S/Tn
350
275
200
125
50
Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr-
89 89 90 90 91 91 92 92 93 93 94 94 95 95 96 96 97 97 98
Trigo Maíz Sorgo granífero Soja
Gráfico 2
Argentina. Evolución del tipo de cambio real efectivo de exportación de
los principales cultivos de la Pampa Húmeda (1989-1998)
1.9
1.7
1.5
1.3
1.1
0.9
0.7
0.5
Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr-
89 89 90 90 91 91 92 92 93 93 94 94 95 95 96 96 97 97 98
Trigo Maíz
Gráfico 3
Argentina. Evolución de la tasa de gravámenes de exportación sobre los principales
cultivos de la pampa húmeda 1991-1998 (%)
0.5
0.4
0.3
0.2
0.1
0.0
-0.1
Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr- Oct- Abr-
89 89 90 90 91 91 92 92 93 93 94 94 95 95 96 96 97 97 98
En el curso del año 1992 el sector agrario argentino pasaba por una situación difícil debido a la
necesidad de adaptarse a la nueva estructura de la economía marcada por el programa de
convertibilidad; los reclamos más insistentes provenían de los pequeños y medianos
Gráfico 4
Argentina. Evolución del costo de estructura mensual
promedio por zonas (1991/1998)
140
120
100
80
$/ha
60
40
20
0
1991/1992 1992/1993 1993/1994 1994/1995 1995/1996 1996/1997 1997/1998
Gráfico 5
Argentina. Evolución del costo de combustibles
y lubricantes por hora de arada ($)
12
10
8
6
4
2
0
1
7
92
93
94
95
96
97
98
-9
-9
-9
-9
-9
-9
-9
b-
b-
b-
b-
b-
b-
b-
o
o
Ag
Fe
Ag
Fe
Ag
Fe
Ag
Fe
Ag
Fe
Ag
Fe
Ag
productores que no apreciaban una disminución de la carga fiscal sino por el contrario, debían
asumir pagos impositivos cada vez mayores con relación a la magnitud del valor agregado por
sus explotaciones. En medio de un proceso de reconversión productiva se fue encareciendo el
costo impositivo del crédito, el impuesto a los activos, el gravámen rural inmobiliario en las
provincias y la suspensión de la facilidad para descontar los quebrantos del impuesto a las
ganancias.
Cabe recordar que la aplicación del IVA a las tasas de interés, desde Julio de 1992, encareció
el costo del crédito, pasando del 18 % al 21,2 % anual. Sin embargo, el mayor reclamo del
sector agropecuario fue la vigencia del IVA ganadero que afectaba tanto a los productores
como a los matarifes, consignatarios y frigoríficos. Esencialmente, se objetó el no cumplimiento
del principio de neutralidad del impuesto, al percibir los faenadores y productores de parte de
los minoristas, un importe menor al monto que habían tributado por cada cabeza faenada. Los
bajos niveles de rentabilidad en la industria de la carne -que ya estaba en crisis- y en la
ganadería de invernada, fomentaba la evasión fiscal necesariamente. Las fuertes presiones
del campo tuvieron respuesta cuando en 1993 el gobierno anunció la Reforma Fiscal. Se
establecieron rebajas significativas en el IVA ganadero20. El IVA sobre operaciones con granos
pasó del 16% al 18 % y se unificó la liquidación conjunta del IVA e impuestos a las ganancias
una sola vez por año. Sin embargo, se mantuvo la triple imposición sobre la tierra y se aumentó
la tasa de ganancias del 20 al 30 %. La alícuota del Impuesto a los Activos bajó del 2% al 1 %,
se derogó el impuesto a los sellos y se desgravó el gasoil del impuesto a los combustibles.
Gráfico 6.a
Argentina. Evolución del precio de las semillas de forrajeras 1991-1998 ($/Kg)
Escala logaritmica
10
0.1
Ago-91 Feb-92 Ago-92 Feb-93 Ago-93 Feb-94 Ago-94 Feb-95 Ago-95 Feb-96 Ago-96 Feb-97 Ago-97 Feb-98
Alfalfa pampeana Alfalfa importada
Avena Centeno
Fuente: Revista Agromercado (1991-1998)
Mijo Sorgo forrajero
Gráfico 6.b
Argentina. Evolución del precio de los principales fertilizantes ($/Kg)
900
800
700
600
500
400
300
200
100
0
Ago-91 Feb-92 Ago-92 Feb-93 Ago-93 Feb-94 Ago-94 Feb-95 Ago-95 Feb-96 Ago-96 Feb-97 Ago-97 Feb-98
Amoníaco anhidro (82-0-0) Fosfato diamónico (18-46-0)
Fuente: Revista Agromercado (1991-1998) Súper fosfato triple (0-46-0) Urea (46-0-0)
Gráfcio 6.c
Argentina. Evolución del precio de las semillas de cereales 1991-1998 ($/Kg)
Escala logaritmica
10
0.1
Ago-91 Feb-92 Ago-92 Feb-93 Ago-93 Feb-94 Ago-94 Feb-95 Ago-95 Feb-96 Ago-96 Feb-97 Ago-97 Feb-98
Hacia el mes de Agosto de 1994 el gobierno trató de darle un apoyo al agro; dispuso la rebaja
en pago a cuenta en ganado y carnes bovinas, porcinas y ovina; eliminó el anticipo del
impuestos a las ganancias - para productores inscriptos-, dispuso que todos los productores
se inscribieran y se establecieron reembolsos inmediatos a las exportaciones de 1993.
A principios de 1995 se aprobó un nuevo ajuste fiscal con vigencia desde el 1º de Marzo de
ese año. Las medidas se dirigieron a IVA, ganancias, bienes personales y reembolsos. En
cuanto al IVA sobre insumos demandados por el agro, recaía con un 18% como mínimo;pero al
vender los granos se cobraba un 12 y se retenía el 6 % a los agricultores. Estos no podían
recuperar su crédito fiscal pero además, debían financiar el costo de operación que le
significabva el uso de los fondos derivados al impuesto entre el momento del gasto y el
recupero parcial al momento de la venta. A partir de Marzo del 1995 se dispuso elevar del 6 %
al 10 % la alícuota de retención del IVA en las operaciones con cereales y oleaginosos para
aumentar el saldo de libre disponibilidad para el productor y que significaba una difícil
compensación. En el impuestos a las ganancias, se aumento la escala de retenciones para las
profesiones liberales, oficios, directores de sociedades y otros; esto encareció los costos de los
servicios profesionales demandados por los productores. En lo referente al impuesto sobre la
riqueza se creó el que grava los bienes personales en reemplazo del impuesto a los activos
afectados a los procesos productivos. Para el agro este impuesto significó la consolidación de
la triple imposición a la tierra aunque la alícuota se redujo del 1 % al 0,5 % de la base
imponible. El conjunto de medidas impositivas (Ley 24475) también dispuso una rebaja del 5 %
en los reembolsos sobre cereales lo que determinó efectos negativos sobre los productores.
En 1995 también se reformó (Dto. 193/95) el IVA ganadero con el objetivo de evitar la evasión
en la comercialización del ganado. El Servicio Nacional de Sanidad Animal (SENASA) celebró
convenios con los gobiernos de las Provincias y se creó la guía ganadera como instrumento de
control para los movimientos de ganado y el pago del impuesto. Se estableció, además, una
normativa muy rigurosa en los regímenes de retención, percepción y pago a cuenta.
A partir de Julio de 1996 (Res. 4169/96), el régimen del IVA ganadero continuó con más
modificaciones , con el objetivo de reducir las operaciones marginales en el comercio de carnes
donde, precisamente, se concentraba la evasión impositiva y previsional. Estas medidas
comprendieron los regímenes de retención, percepción y pago a cuenta del impuesto. En
cuanto al primero, se alivió la carga que recibía el productor cuando vende animales en pié
para faena, al reducir la retención de $5 a $1 por cada animal; esta disposición, en principio,
quitó liquidez a los frigoríficos. Además, se incorporó a las grandes empresas como agentes de
retención (R.G. 3125) por revestir interés fiscal fijándose el 3% y 10 %, respectivamente, sobre
el precio de venta por la compra de carne faenada y subproductos. Con esta medida se puso
en manos de los grandes contribuyentes la responsabilidad de la retención del IVA en la etapa
de comercialización. En el régimen de percepción se bajaron drásticamente los montos en
vigencia, con la finalidad de evitar que ciertos sectores (los frigoríficos, usuarios de servicios de
faena y consignatarios de carnes) se quedaran con los fondos ajenos tributados21. En el
régimen de pago a cuenta el cambio más significativo fue la suba para los usuarios de servicios
de faena que pasó de 0,025 $/Kg a 0,10 $/Kg.
Hacia finales del 1996 hubo una nueva reforma impositiva que significó para el sector
agropecuario una mayor presión tributaria. En el impuesto a las ganancias se incorporaron a
las sociedades de responsabilidad limitada, a las en comandita simples y a la parte del capital
correspondiente a los socios comanditarios en la sociedades en comandita por acciones. Esta
medida representó una carga mayor a la que estaba en vigencia pues la escala que iba del 6 %
al 30 % o del 11 % al 30 % en 1995, se llevó directamente al 33 % a las ganancias gravadas
con el impuesto. Esta reforma afectó a las sociedades cuyos ejercicios cierran con
posterioridad a la promulgación de la ley. Otra disposición de relevancia fue la posibilidad de
computar a cuenta del impuesto a las ganancias, el 100 % del impuesto a los combustibles
líquidos incluidos en las compras de gas oil por los gastos en servicios de laboreo, siembra y
cosecha tanto para los productores cuanto los prestadores de servicios. También en esta
reforma se redujeron los reintegros a la exportación, se reimplantaron algunos aranceles a la
importación y se eliminó la franquicia en el precio de las maquinarias.
A mediados de 1998 una nueva modificación del IVA agropecuario -con una rebaja al 10,5%-
fue propuesta por el Dto P.E.N. 499/98 y que regiría a partir del 1º de Julio. En cuanto a esta
reforma hubo grandes debates en el Congreso Nacional centrados, fundamentalmente, en la
pérdida de neutralidad del impuesto y en el desincentivo que generaría en las inversiones del
sector agropecuario. En definitiva, las fuertes argumentaciones del sector hicieron que en la
reglamentación del decreto 499 se excluyeran a los granos pues se iba a fomentar con la
rebaja del IVA el comercio ilegal de granos y además, reducir el patrimonio de los productores
ante cualquier caída eventual de la producción por factores no controlables; también, en caso
de prosperar la totalidad del Decreto, se desnaturalizaba el sistema de capitalización de
invernada y podían desaparecer los contratos de aparcería en siembra. Finalmente, con la
reglamentación del decreto 499 quedaron incluídas las carnes, frutas y hortalizas, dejando en
manos de los supermercados y carnicerías las retenciones y liquidaciones del saldo del IVA.
Esto vino a generar serios inconvenientes en las tareas de fiscalización. En el caso de los
ganaderos, los más perjudicados fueron los invernadores pues con la rebaja de la alícuota
debieron acumular saldos a favor sin poder disponer libremente de esas acreencias; esto se
explica por el hecho de que los invernadores adquieren el ternero para engorde y pagan un iva
del 10,5%, pero los insumos que necesitan en la producción tributan con un cargo del 21%. El
problema central de esta nueva medida reside en la inconveniencia de establecer alícuotas
diferenciales cuando el régimen global del impuesto es de tasa uniforme.
En síntesis, la política tributaria durante la segunda mitad de la década logró hacer más
complejo el sistema impositivo, aumentar la presión con respecto a la capacidad de generar
valor agregado por parte de los productores agrarios, acentuar la discriminación entre sectores
más beneficiados y menos beneficiados, desalentar las inversiones productivas y alentar la
evasión y las conductas ilegales en la cadena de las transacciones posteriores a la etapa de la
producción.
9. Conclusiones
10. Bibliografia
____________________________________________________________________________________
1 El régimen especial acordado con la industria automotriz (Decreto 2677/91) fue una excepción y
tuvo como objetivo la reconversión productiva de esa rama.
2 Barsky O. et al. en La Agricultura Pampeana. Editorial Fondo de Cultura Económica. México. 1988. 1º
Edición.
3 Consúltese al respecto F. Sonnet et al. "Technological Changes in Agriculture: the Argentine
Experience" en U.P. Ritter Editor. Structural Problems of the 21 st Century. Ed. Vervuert Iberoamericana
(1996). Frankfurt am Main. Germany.
4 Estudios realizados por el INTA (1992) para el partido de Junín (provincia de Buenos Aires), revelan
que los tractores con menos de 100 CV de potencia consumen 16,7 litros por ha. mientras que los de
mayor potencia (100-125 CV) insumen 11,9 litros por ha.
5 El dato del año 1991 corresponde al estudio de J.M. Casares (Agromercado Nº 80. Junio 1993. pp.24.)
y el correspondiente a 1997 a A.F.A.T.
6 Para una ampliación veáse F. Sonnet. Estructura de la Economía Agropecuaria y Forestal en
Argentina. Ed. Atenea. Junio 1996. pp. 48 y 49.
7 Puede definirse como el conjunto de técnicas interdisciplinarias -que incluye conocimientos de
microbiología, química, bioquímica, genética e inmunología- empleadas para el procesamiento de
materiales orgánicos e inorgánicos por agentes biológicos con el objeto de producir bienes y servicios en
beneficio de la comunidad.
8 Las más importantes son: ZENECA (Reino Unido, Bélgica, Estados Unidos y Argentina), MONSANTO,
DEKALB, CARGILL y PIONEER de los Estados Unidos, Nidera Argentina, MORGAN y ASGROW.
Recientemente debido a la tremenda competitividad y al proceso de fusiones y absorciones, el panorama
es el siguiente: Monsanto y American Home (Cyanamid) absorbieron Dekalb, Cargill y Plant Breeding
Inc.; el grupo Dow-Agro Sciences y Mycogen absorbieron Morgan; y Novartis se formó con las firmas
Ciba y Sandoz. También son grandes empresas la Dupont, AgrEvo y Rhone-Poulenc-Mycogen.
Recientemente, Monsanto se fusionó con
Delta and Pine de Estados Unidos; Dupont adquirió el 20 % del capital de Pioneer y ambos están
asociados con Optimum para el desarrollo de polímeros y fibras derivados del maíz y la soja. Barembrug
compró el 60 % del capital de Palaversich y KWS adquirió Agrotécnia Trébol Sur. Nidera compró a
Cargill el 50% del programa de mejoramiento genético del trigo.
9 Cabe destacar que el fenómeno hiperinflacionario había determinado que el precio real por kilogramo
de novillo vivo -en el mercado de Liniers- bajara 20 centavos entre enero de 1990 y enero de 1991; sin
embargo, entre marzo y septiembre de ese año el precio real subió de 0,664 $ a 1,05 $ por kilogramo
manteniéndose en ese nivel hasta fines de 1992. En los años siguientes la tendencia del precio fue
descendente hasta estabilizarse alrededor de 0,80 $/kg a fines de 1996. A fines de 1997 se recuperó el
precio de la carne debido a la buena colocación en el mercado interno y a la escasez de oferta causada
por las adversidades climáticas. Durante 1998 los precios fueron estables y se inició una disminución en
la oferta de hacienda de carácter estructural.
10 Se pueden citar como los más difundidos: sistema de feed-lot, sistema de semi feed-lot, sistema de
invernada intensiva basado en las Leyes de Pastoreo Voisin, sistema de invernada con tecnología de
coste cero integrado a la industria de alimentos y sistema de pastoreo racional intensivo.
11 S. Nelson y M. Perkins, Invernada Intensiva. VIII Jornadas Ganaderas de Pergamino. Provincia de
Buenos Aires. Junio 1995.
12 Es la técnica mediante la cual el ternero al pié de la madre recibe una alimentación diferencial,
además de consumir la leche materna y el forraje del potrero.
13 Es la técnica que permitió el fenómeno de la intensificación, es decir, producir más alimento, mejorar
la conversión de ese alimento en producto animal y estabilizar la producción a lo largo del año. El más
difundido es el silaje con maíz o sorgo granífero. La superficie de silaje pasó de 84 mil has. en 1993 a
más de 400 mil en 1997.
14 Por una parte, cabe aclarar que la reconversión productiva no fue uniforme sino que alcanzó
fundamentalmente a la franja de las explotaciones medianas y grandes, y las que surgieron como
consecuencia de los procesos de concentración de campos pequeños e improductivos o con
dimensionamiento insuficiente para permitir niveles de rentabilidad compatibles con el nuevo escenario
económico del país. Por otra parte, también es necesario aclarar que la Argentina debido a sus ventajas
naturales -principalmente los suelos- tiene costos en la agricultura menores al de los países
competidores como Estados Unidos, Canadá o Australia y en magnitudes relativamente mucho menores
si se compara con los países agrícolas de la Unión Europea (U.E).
15 La planta perteneciente a la firma Dreyfus, ubicada en General Lagos (Provincia de Santa Fe) es la
mayor aceitera del mundo con una capacidad de procesamiento diario de 12 mil toneladas de materia
prima.
16 La eliminación gradual de los subsidios sobre esta industria que tradicionalmente estuvo muy
protegida.
17 Se entiende por explotación a la unidad económica que desarrolla el proceso productivo bajo una
misma dirección, gestión y administración. Este concepto da lugar a diferentes configuraciones de uso
del suelo y formas de tenencia para constitutir una explotación.
18 Durante 1992 los costos portuarios bajaron un 11 % para las cargas en general y para la exportación
a granel, mientras que para la exportación en contenedores se redujeron en un 8 %. Fuente: Argentina
en Crecimiento. Documento La Reforma Económica y sus Resultados (1989-1993) pp. 73. MEyOSP de
la Nación.
19 Un informe privado preparado para la Zona Portuaria de Rosafé demuestra que el cambio estructural
acontecido en la infraestructura portuaria -entre 1987 y 1997- ha sido extraordinario. El costo de
elevación portuaria bajó de 6,5 a 2,0 dólares por tonelada; el precio neto recibido por los productores -
medido como porcentaje del precio FOB exportación- creció del 50% al 82 %; el tiempo promedio de
estada de camiones bajó de 4 días a unas pocos horas; la profundidad de las vías navegables subió de
20 a 32 pies; el flete oceánico a Rotterdam bajó de 27 a 20 dólares por tonelada y la carga máxima
admisible para los buques a zarpar aumentó de 25 a 43 mil toneladas.
20 Bajó de 28 $ a 18 $ por cabeza en machos para faena; en hembras bajó de 14 $ a 7 $, y en terneros
para invernada descendió de 11 $ a 5 $ por cabeza.
21 Se entiende por percepción que el vendedor, además de facturar y cobrar su propio IVA, recibe una
porción del impuesto de su comprador. En la venta de carnes se bajó de 0,12 $/Kg a 0,01 $/Kg, en
subproductos del 10 % al 1 % y en cueros de $1 a $0,50.