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INTRODUCCIÓN
A finales del siglo XIX la pintura había llegado hasta las últimas
posibilidades expresivas de su medio visto este asunto desde la
perspectiva del arte naturalista tradicional. La revolución impresionista
había marcado el final de la forma de ver iniciada en el Renacimiento y
los movimientos artísticos finiseculares o bien son, en cierto sentido, un
recrearse en las formas del pasado (Modernismo, Simbolismo) o
intentan crear un nuevo arte por el camino del rigor científico
(Divisionismo, Cezanne). Si la aparición de la fotografía había llevado a
la pintura a replantearse muchos de sus fines y de sus medios, la
rapidez de la difusión de las imágenes a través de los medios impresos
y la aparición del cinematógrafo determinan que los pintores más
concienciados busquen nuevas formas plásticas ajenas al lenguaje
naturalista.
De este modo, el siglo XX, que no renuncia -al menos en su
primera mitad- a los planteamientos progresistas que había asumido el
arte del XIX, es consciente de que debe dar un paso adelante en la
búsqueda de un espacio en el que desarrollar su creatividad, encontrar
nuevos medios y nuevos fines aunque en esa búsqueda no se iba a
encontrar sólo.
LA EVOLUCIÓN HISTÓRICA
Cabría plantearse, en primer lugar, si existe a lo largo del XX
algún hilo argumental que permita, tal como quería Alfred J. Barr,
rastrear de dónde proceden, cómo se van desarrollando y hacia dónde
se dirigen las diferentes propuestas formales de los movimientos
artísticos del siglo. Esta es, desde luego, una visión un tanto organicista
del arte de nuestra época y está siendo cuestionada en los últimos años.
A pesar de ello, no deja de existir una aplastante lógica en el desarrollo
formal de la pintura del siglo XX y ello es tanto más importante cuanto
que el arte de nuestro tiempo, abandonada -en muchos casos- la
necesidad de transmitir mensajes articulados, se ha refugiado -hasta
podríamos decir encerrado- dentro de los límites de la pura visualidad.
Es por ello por lo que he mantenido una evolución histórica que
se apoya en los planteamientos de la propia vanguardia siendo
consciente de que en este camino se van dejando algunos aspectos de
especial importancia como la visión sincrónica de un determinado
momento o la valoración de la calidad intrínseca de una obra con
independencia del código y el momento en el que esté formulada.
Hay, por otra parte, unas cesuras a lo largo del siglo que crean
cuatro grandes periodos: El primero iría desde 1905 hasta la Gran
Guerra (1914-1918), el segundo -con una inflexión a finales de los
veinte- hasta el final de la década de los cincuenta; el tercero desde
comienzos de los sesenta hasta el triunfo del modelo conservador
impuesto por Reagan en U.S.A. y por Margaret Thatcher en el viejo
continente a partir de los ochenta y el último desde entonces hasta
nuestros días.
Desde el punto de vista creativo, los momentos más
interesantes coinciden con el primer tercio de siglo y es en esa época
donde se concentra la mayor variedad de propuestas y de artistas
significativos para nuestra cultura contemporánea.
LOS PRECURSORES
Aceptando el modelo evolutivo, podríamos señalar a diversos
artistas formados y produciendo en el XIX de los que se puede decir,
FAUVISMO
Aunque algunos historiadores prefieren considerarlo la lógica y
última consecuencia de la pintura decimonónica, la especial
trascendencia de su estética en las últimas décadas de nuestro siglo
hace que no dudemos en considerarlo como el primer movimiento
pictórico del siglo XX.
En 1905, comentando en la revista Gil Blas algunas obras
expuestas en el Salón de Otoño de la capital francesa el crítico Louis
Vauxcelles uso la expresión "Donatello entre las fieras" (fauves) para
referirse a una escultura de Marque rodeada por los lienzos de una serie
de jóvenes pintores. Algunos de ellos habían manifestado, ya desde
1899, la influencia de los divisionistas, Cezanne, Gauguin y Van Gogh.
Hacia 1905 las búsquedas de Henri Matisse (1869-1954)
parecen haber encontrado un plasmación coherente en obras como la
Alegría de vivir (1905-1906) donde se muestran de forma rotunda
algunas de las características comunes al movimiento como son la
exaltación del color puro, el rechazo de cualquier sistema visuales
condicionado por la perspectiva, el abandono de los valores y formas
clásicos e incluso el abandono del estudio de la luz y del naturalismo
impresionista y, en consecuencia, del volumen; para él lo determinante
era la búsqueda de un arte sensual (TEXTO 2) guiado por líneas
sugerentes que creasen manchas de color que se combinasen
musicalmente al mismo tiempo que se influían y condicionaban; antes
de 1910 ya había realizado sus obras más innovadoras, El lujo (1907-
08) o La danza (1909-1910) aunque el resto de su vida siguiese
plasmando en sus óleos (Blusa rumana, 1940), sus esculturas o en sus
papeles recortados su inmensa alegría vital.
El movimiento Fauve como tal apenas duró el tiempo que va de
1905 a 1907; de entre los miembros del efímero grupo destaca por
EXPRESIONISMO
El calificativo expresionista sirvió, durante mucho tiempo, para
denominar al arte desarrollado en Europa antes de la Gran Guerra
aunque con posterioridad se aplicó a una corriente específicamente
germánica de estas creaciones que desde el punto de vista superficial
coincide con el fauvismo en muchas características pero que se
diferencia de él por la intensidad dramática de los contenidos que
transmite que había heredado de Van Gogh, Munch y Ensor.
Posiblemente el creador del término fue Herwarth Walden quien
editaba, en 1911, la revista Der Sturm.
Suelen mencionarse como características del movimiento el
intento de expresión de sensaciones interiores rechazando, por tanto,
los estímulos superficiales "impresionistas"; usaron de un lenguaje
sencillo y directo, a base de grandes manchas de color plasmadas en el
lienzo con un grafismo duro, nervioso y dramático; su preocupación
social no rehuyó lo religioso aunque en la mayoría de los casos se
refugió en la crítica a al entorno para la que llegaron a usar la caricatura;
su deseo de superar los límites del mercado tradicional del arte les
llevaron a recuperar viejas técnicas de reproducción artística como la
xilografía a la que devolvieron toda la fuerza que poseyó a finales de la
Edad Media.
En 1905 se creó en Dresde en grupo Die Brücke (El Puente)
que trasladaría su sede a Berlín en 1910 donde desaparecería como tal
en 1913; los integrantes del movimiento evolucionaron de forma sensible
cuando conocieron la libertad pictórica usada por los fauves a los que
une un evidente espíritu de época. De estos artistas los más destacados
fueron Ernest Ludwig Kirchner (1880-1938) quien muestra una clara
preferencia por los contornos angulosos y los colores violentos
(Autorretrato con modelo, 1910), Schmidt-Rottluff, Haeckel, Otto Müller
(Dos mujeres), Max Pechstein y Emil Nolde (1867-1956).
Desde 1911-12 y hasta la Gran Guerra otro grupo expresionista
desarrolló sus actividades artísticas en Munich; era Der Blaue Reiter (El
Jinete Azul) liderado por el ruso Wassily Kandinsky (1866-1944) y al
que pertenecían, entre otros, Franz Marc, August Macke, Alexej
Jawlensky y Paul Klee; algunos de estos autores muestran la influencia
que sobre ellos ejercen ya las formas geométricas impuestas por el
CUBISMO
Las experiencias de Cezanne (reconocidas en el Salón de
Otoño de 1905 y 1907) en especial su búsqueda de la estructura interna
del cuadro a base de geometría junto a la presencia del arte primitivo
(exposición de arte ibérico en el Louvre en 1906; importancia de las
máscaras africanas) están en la base de la transformación del arte de
Pablo Ruiz Picasso (1881-1973) quien abandó la pintura simbolista de
su periodo azul (Pobres a la orilla del mar, 1903) y tras una concesión al
esteticismo, todavía melancólico, de su fase rosa (Familia de acróbatas,
1905) afronta un brutal cambio estético en una obra, todavía
incoherente, que realiza en 1907 pero que no será mostrada -y muy
minoritariamente- hasta 1908: Las señoritas de Avinyó.
En 1908, el crítico Louis Vauxcelles se hizo eco en la revista Gil
Blas de una expresión de Matisse que comentaba algunos cuadros de
una exposición organizada por Kahnweiler; los cuadros hechos como
con cubitos dieron paso al cubismo que ha sido considerado como uno
de los movimientos artísticos más revolucionarios porque destruyó la
visión única predominante hasta ese momento en las artes pictóricas.
Como compañeros de estética cubista, y bajo el siempre
estimulador Guillaume Apollinaire poeta que ejerció de teórico
(TEXTO 3) del movimiento, Picasso tuvo, por encima de todos, a
Georges Braque (1882-1963) y a José Victoriano González "Juan
Gris" (1887-1927); del resto cabe mencionar a Fernand Leger, Robert y
Sonia Delaunay, Albert Gleizes, Jean Metzinger, Frantisek Kupka y
María Blanchard; en 1912, cuando el movimiento mostraba su camino
final, la mayoría de ellos, salvo Picasso y Braque, expusieron bajo la
denominación de La Sectión d'Or en la galería La Boëtie. Cada uno
intentó mostrar sus peculiaridades acuñándose para alguos de ellos
términos específicos (Orfismo para Delaunay, Tubularismo para Leger).
El cubismo, creado mano a mano por Picasso y Braque pasó
por diversas etapas que sulen ser denominadas analítica, hermética y
sintética.
La fase del cubismo analítico se desarrolló entre 1908 y 1911,
caracterizándose por una indagación en las experiencias antes
FUTURISMO
Los intentos por la representación del movimiento habían sido la
obsesión de fotógrafos como Eadweard Muybridge (que había
realizado secuencias del galope de un caballo con baterías de cámaras
a fines de los setenta del siglo XIX) o de Étienne-Jules Marey (quien a
finales de los años ochenta había hecho algo parecido pero sobre usa
sóla placa) estaban en la base de lo que sería uno de los movimientos
más divertidos, multimediáticos y conscientes de la modernidad de los
primeros años del siglo XX: el futurismo que nació al mundo literario de
la mano del poeta Marinetti en 1909 y al mundo artístico en 1910.
El futurismo es un movimiento anticlásico (considera que un
automóvil a plena carrera es más hermoso que la Victoria de
Samotracia) y defiende el dinamismo, la fuerza, la modernidad e incluso
la violencia (lo que le llevará a apoyar el Fascismo) (TEXTO 4); sus
aportaciones más importantes son la búsqueda de una simultaneidad
multisensorial de espacio, sonido, tiempo y movimiento y en poseer una
actitud abierta hacia todo tipo de innovaciones que ha tenido una
fructífera continuidad a lo largo del siglo.
Desde el punto de vista formal usan de los hallazgos del
cubismo (hay una coincidencia en sus búsquedas con las que estaba
realizando el pintor cubista francés Marcel Duchamp, autor de
Desnudo bajando una escalera, 1912) y la de los artistas futuristas).
De entre todos ellos destacan Carlo Carrá, Giaccomo Balla,
Luigi Russolo y especialmente Gino Severini, autor de Bailarina del
Tabarin donde aparecen juntos los análisis derivados de Muybridge y
Marey y los que procedían del divisionismo y Umberto Boccioni (1882-
1916) el más significado de los creadores plásticos futuristas tal como
puede apreciarse en sus lienzos Dinamismo de un ciclista y Los que
parten y en sus esculturas Desarrollo de una botella y, por encima de
todas, su escultura Formas únicas de continuidad en el espacio (1913)
que se puede considerar canónica de esta estética.
EL NACIMIENTO DE LA ABSTRACCIÓN
Los avances realizados por los fauves y los cubistas en la
explotación del propio espacio pictórico del cuadro -la superficie- como
campo de trabajo habían abierto las puertas a posturas mucho más
arriesgadas que las previstas por Gauguin en las que subyacía la
necesidad de aplicar al lienzo los mismos valores y las relaciones
tonales que empleaban los músicos en sus obras.
Este imparable deslizamiento hacia un arte no figurativo, que
algunos consideran la conquista plástica más importante del siglo XX, se
aprecia en muchos de los trabajos tempranos de Wasily Kandinsky,
miembro del grupo expresionistas "Jinete azul", quien ya en 1908 ha
intuído la posibilidad de una obra plástica abstracta pero que no llegará a
realizar ninguna hasta finales de 1910 o principios de 1911 (TEXTO 5).
Para Kandinsky -que expuso muchas de sus teorías no exentas de
misticismo en dos libros emblemáticos "De lo espiritual en el arte" y
"Punto y línea sobre el plano"- se trataba de crear obras que pudiesen
expresar la espiritualidad humana a través del color, la composición o el
grafismo. La evolución de Kandinsky como artista abstracto marca el
camino que va desde los valores líricos creados gracias a las manchas
informes a un mayor rigor compositivo -pero de menor riqueza
cromática- en el que la geometría logra mayor predominio.
Otros artistas estaban trabando en una línea de abstracción un
tanto diferente. Robert Delaunay evoluciona bajo la influencia de
cubismo y futurismo a un arte abstracto que toma el círculo, al que
intenta dotar de movimiento, como base de una expresión de vivacidad y
de alegría vital; denomina a su movimiento ORFISMO. Mucho difícil de
encasillar es el arte del suizo Paul Klee (1879-1940) que alterna
expresionismo y abstracción geométrica, especialmente interesante es
la que coincide con su etapa de profesor en la Bauhaus.
Cubismo y Futurismo estuvieron en la base, también, de
movimientos artísticos como el CONSTRUCTIVISMO, que se configura
en los ambientes rusos presoviéticos a partir de 1913 gracias a la
incansable labor vanguardista de Vladimir Tatlin (1885-1953),
Alexander Rodchenko (1891-1956) y El Lissittzky; usuaron todo tipo
de materiales y técnicas y trataron de llevar la revolución artística a la
par que la política lo que resultó imposible por la imposición del modelo
plástico del REALISMO SOCIALISTA. Combinaban la arquitectura, el
collage, la fotografía y la escultura resultaban formas habituales para
ellos; en el último de los campos destacaron los hermanos Antoine
Pevsner (1886-1962) y Naum Gabo (1890-1977) quienes, partiendo de
propuestas de vanguardia como el cubismo pronto recalaron en la
abstracción constructivista y no dudaron en usar los nuevos materiales
como base escultórica.
También en Rusia se desarrolló el SUPREMATISMO, difundido
en los círculos artísticos progresistas por el escritor Mayakowsky y el
pintor Kasimir Malevich quien en su intento de desvincularse por
completo de cualquier referencia realista y acercarse lo más posible a la
manifestación más pura de la espiritualidad trabaja con manchas
geométricas de colores puros y llega a pintar primero un Cuadrado
negro sobre fondo blanco e incluso un Cuadrado blanco sobre fondo
blanco (1919).
El mismo espíritu un tanto mesiánico y místico que animaba
muchas de estas búsquedas subyace en la práctica pictórica de los
artistas de DE STIJL quienes practicaban lo que dió en llamarse
NEOPLASTICISMO; DE STIJL fue una revista fundada en Holanda en
1917 por Theo van Doesburg, J.J.P. Oud y Piet Mondrian. Partiendo
del cubismo habían llegado a un esquema de trabajo muy similar al de
Malevich en el que predominaba la estructura geométrica y los colores
puros; fue Piet Mondrian (1872-1944) quien dió fuerza doctrinal al
movimiento, quien lo llevó más lejos desde el punto de vista de la
DADÁ
En la neutral Suiza y en plena Gran Guerra, en el variopinto
ambiente de pacifistas, desertores, prófugos y exiliados va a surgir una
de las manifestaciones intelectuales más contradictorias y fascinantes
de nuestro siglo que ha dejado su huella indeleble en los movimientos
artísticos conceptuales de la segunda mitad del XX (TEXTO 6).
En el Cabaret Voltaire de Zurich se acuñó, al azar, el término de
Dadá (palabra con la que en el lenguaje infantil francés se designa al
caballo) para designar un movimiento contracultural y antiartístico
iniciado por artistas y literatos como Tristán Tzara, Hans Arp, Hugo
Ball, Richard Huelsenbeck y Marcel Janko.
Los dadaístas echarán en cara de la "civilizada" Europa la
contradicción de su vida cotidiana con respecto al sistema de valores
que predica; aborrecen el arte convencional y se manifiestan contrarios
a todo lo que signifique cultura, buen gusto, orden o arte. Es por ello por
lo que recurren a materiales y técnicas considerados no artísticos como
los objetos de desecho, los collages, el azar e incluso los "ready made";
sus manifestaciones artísticas (porque no deja de ser una extraña
contradición que sus objetos hayan alcanzado la categoría de obras de
arte) y su puesta en escena tenían mucho que ver con las practicadas
por los futuristas.
Al finalizar la Primera Guerra Mundial el movimiento dadaísta
alcanzó eco internacional aunque se manifestaron diferencias notables
entre las producciones de unos y otros grupos. En Berlín trabajaron
Raoul Hausmann, Joanner Baader, Georg Grosz y Helmut
Heartfield que unieron su credo artístico a sus trendencias políticas
antiproletarias produciendo u arte socialmente comprometido del que se
tratará más adelante. políticas claramente antiburguesas. En Colonia
trabajaron Max Ernst, futuro integrante del movimiento surrealista, y
Hans Arp, escultor de exqusita sensibilidad que incorpora el color a sus
creaciones. En Hannover la personalidad más destacada es la de Kurt
Schwitters que mostró una exquisita sensibilidad -no lejana a muchos
de los planteamientos constructivistas- en sus collages de papeles y
objetos encontrados a los que solía denominar obras "merz"
SURREALISMO
En 1917, coincidiendo, por tanto, con Dadá se utiliza por vez
primera el término Surrealismo de la mano del poeta Apollinaire,
defensor y teórico de los cubistas y su estética. Será a partir de la
finalización de la Gran Guerra y de la llegada de los dadaistas a París,
hacia 1919, cuando se produzca el ambiente adecuado que permitirá el
surgimiento de este nuevo "ismo" que, como muchos otros de la época,
es la consecuencia de una alianza explícita entre literatos (André Bretón,
que se convertirá en el pontífice máximo del movimiento, Paul Eluard,
Robert Desnos, Peret, Philip Soupault, Tristán Tzara o Aragón), artistas
plásticos e incluso cineastas (Luis Buñuel que realiza, con Dalí, Un perro
Andaluz y La Edad de Oro).
En 1924 André Bretón da a luz el Manifiesto del Surrealismo con
lo que la tendencia queda definitivamente bautizada. El Surrealismo
tenía múltiples orígenes; las manifestaciones artísticas, o antiartísticas,
de Dadá que valoraban lo casual como fuente de creación, lo que
conducirá al automatismo; la poesía enigmática y antilógica del Conde
de Lautreamont que había llegado a considerar hermosa "la aparición de
un paraguas en una mesa de operaciones"; la "pintura metafísica" del
italiano Giorgio de Chirico que había poblado sus lienzos de desolados
paisajes urbanos llenos de edificios con reminiscencias clásicas y
habitados por maniquíes; aspectos fundamentales son, también, las
doctrinas psicoanalíticas y la revalorización del arte de los niños, los
locos y los primitivos, tal como queda de manifiesto con las
memoria, 1931) que son sus mejores obras. La Guerra Civil le influye de
forma notable (Construcción blanda con judías cocidas, 1936, El sueño,
1937) apareciendo en esas fechas sus imágenes dobles (Los cisnes,
1937) y sus anamorfosis de claras raices manieristas; su marcha a los
Estados Unidos hizo más superficial su arte, virando desde principios de
los cincuenta hasta una arte pseudo católico (Cristo de San Juan de la
Cruz, 1951) que alcanzó inmenso éxito popular y que combinó con sus
indagaciones visuales.
Además de Ernst, otros escultores pueden adscribirse a la
corriente surrealista como el italiano Alberto Giacometti que comienza
construyendo formas esquemáticas de claro simbolismo sexual
(Hombre y mujer) antes de encontrar su mejor fuente de inspiración en
las figuras esbeltísimas, casi filiformes que se han hecho tan
características de su estilo. El americano Alexander Calder combinó en
sus móviles algunos de los principios abstractos y la absoluta libertad
artística que pretendían los surrealista; existen grandes semejanzas en
sus planteamientos y en los de Miró. En cierto sentido, las estilizadas
esculturas del español Alberto Sánchez guardan semejanzas con las
propuestas de este estilo.
EL PERIODO DE ENTREGUERRAS
El análisis que venimos haciendo de los movimientos modernos
deja poco espacio para las realizaciones plásticas de algunas
individualidades notables que en el campo de la escultura y la pintura
son referentes tan válidos como los anteriores de las experiencias
estéticas del siglo XX.
Constantino Brancusi, rumano que desarrolla lo mejor de su
obra en París, es sin duda, el escultor más representativo de la primera
mitad del XX (TEXTO 9); partiendo del primitivismo (El beso) hizo
avanzar su escultura por otros caminos dotando a sus figuras de una
gracia, perfección formal y estilización que alcanzan sus figuras
(Princesa X, 1916; La musa, 1918; Señorita Pogany, 1933) que están en
la base de muchas de las realizaciones del Art Decó, o estilo 1925,
especie de eclecticismo vanguardista que influyó especialmente en la
ilustración y en las artes ornamentales pero también en la arquitectura y
en el cine.
El mismo formalismo esteticista se encuentra en la base del
estilo de muchos de los pintores que se agrupan bajo la ambigua
denominación de Escuela de París y de los que cabe destacar Amadeo
Modigliani, autor de lánguidas fusiformes e interminables figuras y el
mucho más versátil, colorista e influido por un ingenuismo pasado por el
matiz surrealista, Marc Chagall.
Dos escultores españoles de igual calidad plástica pero de
diferente forma de trabajo deben ser considerados entre los más
grandes creadores del momento. Pablo Gargallo parte de las
descomposiciones cubistas para crear unas figuras a base de planos
recortados que, increíblemente, dotan a sus creaciones de una
volumetría coherente sea cual sea el punto de vista que se adopte; su
obra maestra (El gran profeta) tiende más al expresionismo. Julio
González, arrancando del modernismo y asimilando el cubismo y el
surrealismo introduce en escultura el hierro soldado con el que logra sus
más personales obras, bien sea en un lenguaje puramente vanguardista
(Mujer ante el espejo) o en su retorno a una figuración de contenido
expresionismo que está en la base formal de su emblemática
Montserrat.
Los "felices" 20 y 30 no fueron sólo los años de los grandes
negocios, del triunfo del cinematógrafo, el jazz, las variedades; también
lo fueron de la depresión y la radicalización política que tuvieron su eco
New York en 1965 cosagró una tendencia estética que también partía de
algunas experiencias de la Bauhaus (Joseph Albers, autor de un texto
modélico La interacción del color, y Joannes Ittem) y que se conoce
bajo la denominación de OP ART, abreviatura de "Optical Art", muy
vinculable a lo que se denomina Arte Cinético; en esencia, se trata de
investigar sobre el efecto que producen sobre la visión la disposición de
colores que, debido a su interferencia, pueden provocar en el
espectador la sensación de un movimiento o un volumen virtual. El
artista más conocido de esta tendencia es Víctor Vasarely (TEXTO 12),
aunque también deben destacarse Bridget Riley, Julio Le Parc, Cruz
Díez, Soto, Agam y el español Eusebio Sempere.
los que caricaturiza y estiliza hasta lograr altas dosis de dramatismo con
sus sombrías tintas; Feito, Rivera, Suárez, Canogar (en su etapa de El
Paso y Viola se preocupan más de los valores plásticos de sus
composicones; de cualquier forma, fue Manuel Millares quien, de todos
los componentes del grupo, supo entroncar con la tradición dramática de
la pintura española con sus arpilleras retorcidas que haven reflexionar
sobre la propia vida dejada a jirones a lo largo del propio existir, de las
que lograba extraer la máxima carga emocional con el rojo, el blanco y
el negro. Pablo Serrano y Martín Chirino fueron dos escultores que
participaron al movimiento; Serrano más atento a la puramente
informal, aunque en alguno de sus monumentos públicos ha utilizado na
figuración expresionista trabajada a base de dramáticas aristas; Chirino
mucho más preocupado por dotar a sus composiciones de base
geométrica (especialmente espirales) de una agradable elegancia.
Otros pintores españoles pueden adscribirse al informalismo,
debiendo destacarse las obras de Gustavo Torner, Fernando Zóbel y
José Guerrero, quien vivió directamente en América el desarrollo de las
corrientes más innovadoras de su época.
La escultura vasca adquiere por estos años su mayor
proyección; Jorge de Oteiza (1908), imbuido de un misticismo que trata
de plasmar en un estilo en el que lo geométrico proporciona la base es
el iniciador de un camino que continúa, superando a su maestro,
Eduardo Chillida (1924). Chillida es nuestro artista más internacional
en la segunda mitad del siglo; después de abandonar sus estudios de
arquitectura y de unos comienzos balbucentes su obra, realizada con
materiales como la madera, el hierro, el acero, el hormigón, comienza a
ganar monumentalidad y expresividad simbólica; en ella, preocupada
por los problemas de relación humana (Lugares de encuentro) o
buscando la perfecta integración con la naturaleza (Peine del viento) se
da una permanente metáfora entre el aparentemente inmutable carácter
del material y el paso del tiempo que erosiona y mina la obra.
A lo largo de los últimos años el arte abstracto se ha mantenido
con mayor o menor crédito aunque desde finales de los sesenta ha
proporcionado muy pocas novedades plásticas al panorama
internacional.
EL ARTE DE LA IDEA
Los años sesenta vieron el nacimiento de un variopinto conjunto
de actitudes y realizaciones que valoran por encima de la obra el propio
acto creador y su reconstrucción (e incluso la participación) por parte del
propio espectador (TEXTO 13). Resulta muy difícil establecer
diferencias entre unas y otras realizaciones dado que tanto los artistas
como los propios procesos saltan con facilidad cualquier tipo de barrera.
Por otra parte, para los artistas plásticos no deja de ser un contrasentido
que se sacralicen los sistemas de producción por encima del producto.
Esta situación puede llegar a convertirse en una auténtica tomadura de
pelo que sólo encuentra su explicación con el desplazamiento del
aprecio por la obra de arte que ha dejado de poseer un valor de uso
siendo éste sustituido por un mero valor de cambio.
EL RETORNO DE LO FIGURATIVO
El cansancio que provocó el nacimiento del arte conceptual y los
movimientos relacionados con él también es el detonante del retorno de
POSMODERNIDAD
Los años ochenta y noventa supusieron una especie de tregua
en la búsqueda de nuevos caminos plásticos. Este respiro ha sido
interpretado por algunos como un adocenamiento de los artistas, un
hastío de la constante búsqueda de la originalidad, una revisión,
asimilación y banalización de las vanguardias que se han desarrollado a
lo largo del siglo (TEXTO 17). Para otros se trata simple y llanamente de
una liberación definitiva de cualquier tipo de teoría o supeditación del
artista a otra cosa que no sea su propio ego.
Según el teórico H.R. Jauss, la posmodernidad ha cambiado el
sistema ascético y experimental de las vanguardias por el hedonismo, o
lo que es lo mismo, ha promovido la sacralización absoluta de la labor
artística como instrumento de mero placer y no de conocimiento; ha
sustituido la autorreferencialidad de la obra de arte por una mayor
TEXTO 1
Parece que cualquier artista que pague seis dólares puede exponer. El señor
Richard Mutt envión una fuente. Sin ninguna explicación, su envío desapareció y nunca fue
expuesto. ¿En qué se han fundamentado para rechazar la fuente del Sr. Mutt?
1. Unos juzgaron que era inmoral, vulgar.
2. Otros que se trataba de un plagio: un simple aparato de fontanería.
Sin embargo, la fuente del Sr. Mutt no es inmoral. Es un accesorio que puede
verse a diario en los escaparates de las tiendas de sanitarios.
Que el Sr. Mutt haya fabricado la fuente con sus propias manos, o no, carece de
importancia. Él la ha escogido. Ha tomado un elemento de la vida cotidiana y lo ha
dispuesto de tal forma que el significado utilitario desaparece bajo el nuevo título y el
nuevo punto de vista: ha creado un nuevo pensamiento para el objeto.
En cuanto a la fontanería, es absurdo; las únicas obras de arte que ha
producido América son sus aparatos sanitarios y sus puentes.
DUCHAMP, Marcel.- "El caso Richard Mutt (Carta abierta a los americanos)". The Blind
Man, 1917. (Fuente: AA.VV..- El arte del siglo XX. Salvat. Barcelona, 1989).
TEXTO 2: FAUVISMO
Aquello que persigo por encima de todo es la expresión y en varias ocasiones
se me ha reconocido cierta habilidad aun a pesar de sostener que mi ambición estaba
limitada y no iba más allá de la satisfacción de orden puramente visual... Yo no soy capaz
de distinguir entre el sentimiento que tengo de la vida y la manera como la traduzco.
Para mí, la expresividad no reside en la pasión que está a punto de estallar en
un rostro o que se afirmará por un movimiento violento. Se encuentra, por el contrario, en
toda la distribución del cuadro; el lugar que ocupan los cuerpos, los vacíos a su alrededor,
las proporciones, todo tiene un papel propio que representar. La composición no es más
que el arte de disponer de manera decorativa los diversos elementos con los que un pintor
cuenta para expresar sus sentimientos... Toda obra comporta una armonía de conjunto y
cualquier detalle superfluo podría tomar en el espíritu del espectador el lugar de otro
detalle esencial.
La composición, que debe estar encaminada a lograr la expresividad, se
modifica según la superficie a cubrir. Si yo tomo una hoja de papel de unas dimensiones
determinadas, el dibujo que trace tendrá una relación necesaria con su formato. No podría
repetir el mismo dibujo en otra hoja cuyas proporciones fueran diferentes... Pero tampoco
quedaría satisfecho con una simple ampliación en el caso de que tuviera que trasladarlo a
una hoja de igual formato pero diez veces más grande...
Si sobre una tela blanca extiendo diversas "sensaciones" de azul, verde, rojo, a
medida que añada más pinceladas cada una de las primeras irá perdiendo importancia.
He de pintar por ejemplo un interior: tengo ante mí un armario que me produce una
sensación de rojo vivísimo y utilizo entonces un tono rojo que me satisface. Entre este rojo
y el blanco de la tela se establece una relación. Si luego pongo al lado un verde o bien
pinto el suelo de amrillo, seguirán existiendo entre el verde o el amarillo y el blanco de la
tela relaciones que me satisfagan. Pero estos tonos diferentes pierden su fuerza en
contacto con los otros, se apagan mutuamente... La relación entre los diferentes tonos ha
de establecerse de manera que sea capaz de exaltarlos en vez de anularlos... una vez que
he dado con todas las relaciones tonales, el resultado es un acorde vivo de colores, una
armonía análoga a la de una composición musical.
Sueño con un arte equilibrado, puro, apacible, cuyo tema no sea inquietante ni
turbador, que llegue a todo trabajador, intelectual tanto al hombre de negocios como al
artista, que sirva de lenitivo, como calmante cerebral, algo semejante a un buen sillón que
le descanse de sus fatigas físicas...
HENRY MATISSE.- "Notas de un pintor", La GRande Revue; París, 25 de diciembre de
1908. (Fuente: Matisse, Henry.- Sobre arte. Seix Barral; Barcelona, 1978).
TEXTO 3: CUBISMO
Los jóvenes pintores de las escuelas radicales tienen como objeto secreto hacer
pintura pura. Es un arte plástico completamente nuevo. Está en sus comienzos y aún no
es tan abstracto como desearía serlo. La mayor parte de los nuevos pintores hacen
matemáticas sin saberlo o sin saberla, pero aún no han abandonado la naturaleza, a la
que interrogan pacientemente con el fin de que ésta les enseñe el camino de la vida [...]
Este arte de la pintura pura, si llega a desnivelarse por completo de la antigua
pintura, no producirá necesariamente su desaparición, como tampoco el desarrollo de la
música ha producido la desaparición de los diferentes géneros literarios y la aspereza del
tabaco no ha sustituido el sabor de los alimentos.
G. APOLLINAIRE.- Los pintores cubistas (1913)
TEXTO 4: FUTURISMO
Nuestra sed de verdad no puede ser saciada por la forma y el color
tradicionales!
Para nosotros, el gesto no será nunca un momento cerrado del dinamismo
universal, sino, resueltamente, la sensación dinámica eternizada como tal.
Todod se mueve; todo corre; todo se torna veloz. Una figura nunca está inmóvil
ante nosotros, sino que aparece y desaparece incesantemente. Por culpa de la
permanencia de la imagen en la retina las cosas en movimiento se multiplican, se
deforman, sucediéndose, como si de vibraciones se tratara, en el espacio que recorren...
...el arte todo es convención, y las verades de ayer son hoy, para nosotros,
puras mentiras...
Para concebir y comprender la belleza nueva de un cuadro moderno es preciso
que el alma se torne pura; que el ojo se libere del velo con que le han cubierto el atavismo
y la cultura, y considere como sola garantía a la naturaleza, ¡que no ya al museo!...
Nosotros proclamamos:
1.- Que el complementarismo congénito es una necesidad absoluta en pintura, semejante
al verso libre en poesía y a la polifonía en música.
2.- Que el dinamismo universal debe ser reflejado como sensación dinámica.
3.- Que para la interpretación de la naturaleza son necesarias la sinceridad y la virginidad.
4.- Que el movimiento y la luz destruyen la materialidad de los cuerpos.
Nosotros luchamos:
1.- Contra los betunes y veladuras de los que pretenden pasar por antiguos.
2.- Contra el arcaismo superficial y simplón a base de tintas planas que reducen la pintura
a una impotente síntesis, infantil y grotesca.
3.- Contra el falz futurismo de los seccesionistas e independientes, nuevas academias en
todos los países.
4.- Contra el desnudo en pintura, tan nauseabundo y fastidioso como el adulterio en la
literatura...
Nos creéis unos locos, pero somos más bien los primitivos de una nueva
sensibilidad profundamente reformada.
Más allá de la atmósfera en que nosotros vivimos sólo son tinieblas. Nosotros,
futuristas, ascendemos hacia las cumbres más altas y radiantes y nos proclamamos
señores de la luz, pues bebemos ya en las fuentes vivas del Sol.
Todo objeto sin distinción, ya sea creado por la "naturaleza" o por la mano del
hombre, es un ente con vida propia, del que brotan inevitablemente efectos... El hombre
puede librarse de ellos cerrándoles su alma, la "naturaleza", es decir, la circunstancia
exterior siempre cambiante del hombre, hace vibrar constantemente las cuerdas del piano
(alma) por medio de las teclas (objetos). Estos efectos, que a veces nos parecen caóticos,
constan de tres elementos: el efecto cromático del objeto, el efecto de su forma y el efecto
del objeto mismo, independientemente de la forma y el color...
Cuanto más descubierto esté el elemento abstracto de la forma, más primitivo y
puro sonará... la intuición debe ser el único juez, guía y armonizador de toda traducción o
integración de la forma puramente abstracta. Mientras más utilice el artista la formas casi-
abstractas o abstractas, más se familiariza con ellas y más se adentra en su terreno, lo
mismo le sucede, guiado por el artista, al espectador, quien va reuniendo conocimientos
del lenguaje abstracto y acaba por dominarlo.
Surge la pregunta: ¿no sería mejor renunciar por completo a lo figurativo,
desparramarlo a todos los vientos y desnudar por completo lo puramente abstracto?...
Quizá se desarrolle al final de los albores de nuestro tiempo una nueva
ornamentación, que seguramente no se basará en las formas geométricas. Hoy, sin
embargo, en la fase a la que hemos llegado, intentar crear por la fuerza esta
ornamentación sería como intentar abrir el capullo aún cerrado de una flor.
Todavía estamos estrechamente ligados a la naturaleza externa y tomamos de
ella nuestras formas. Toda la cuestión está en cómo debemos hacerlo. Es decir, hasta
dónde puede ir nuestra libertad en la transformación de estas formas y qué colores
pueden combinarse...
KANDINSKY, Wassily.- De lo espiritual en el arte. Barral; Barcelona, 1973.
TEXTO 6: DADÁ
¡En pie, sois los acusados! El orador no puede hablaros si no estáis en pie.
En pie como para la Marsellesa.
En pie como para el himno ruso.
En pie como para el God save the King.
En pie como ante la bandera.
En pie, en fin, ante Dadá que representa la vida y que os acusa de amar todo de
forma snob por la única razón de que cuesta caro.
¿Os sentáis de nuevo? Tanto mejor, así me podréis escuchar con más
atención.
¿Qué hacéis aquí, arracimados cual ostras serias, porque no cabe duda de que
sois serios?
Serios, serios, serios hasta la muerte.
La muerte es cosa seria, ¿eh?
Se muere como héroe o como idiota, lo cual es absolutamente lo mismo.
La única palabra que no es efímera es la palabra muerte. Os gusta la muerte de
los demás.
¡A muerte, a muerte, a muerte!
Es el Dios, aquel al que se respeta, el personaje serio-dinero respeta a las
familias.
Honor, honor al dinero; el hombre que tiene dinero es un ser honorable.
El honor se compra y se vende como el culo. El culo, el culo representa la vida
como las patatas fritas y, todos vosotros, que sois serios, os sentiréis peor que la mierda
de vaca.
Dada no siente nada, no es nada, nada, nada.
Es como vuestras esperanzas: nada
como vuestros ídolos: nada
como vuestros políticos: nada
como vuestros héroes: nada
como vuestros artistas: nada
como vuestras religiones: nada
Silbad, gritad, rompedme la cara y después ¿qué? Os diré, además, que sois
tontos. En tres meses venderemos yo y mis amigos nuestros cuadros por algunos francos.
PICABIA, Francis.- "Manifiesto caníbal Dadá". Dadaphone. París, marzo de 1920. (Fuente:
AA.VV..- Escritos de arte de vanguardia, 1900-1945. Turner; Madrid, 1979).
TEXTO 7: MIRÓ
"[...] Empiezo mis cuadros bajo los efectos de un choque que me hace escapar de la
realidad. La causa de este choque puede ser un hilillo que sobresale del lienzo, una gota
de agua que cae, la huella que deja mi dedo sobre la superficie brillante de una mesa. [...]
Así, pues, un trocito de hilo puede poner en marcha todo un mundo. Llego a un mundo a
partir de una cosa supuestamente muerta. Cuando pongo un título, este hecho es aún
más vivo. Hallo los títulos para mis cuadros a medida que trabajo, que encadeno una cosa
a otra sobre el lienzo. Cuando he hallado el título, vivo en su atmósfera. El título se
convierte, entonces, para mí, en una realidad completa, [...] una realidad exacta. [...]
No me inquieta en absoluto que un lienzo permanezca durante años sin concluir en mi
estudio. Al contrario, cuando soy rico en lienzos que tengan un punto de partida lo
suficientemente vivo como para desencadenar una serie de rimas, una nueva vida, nuevas
cosas vivas, me pongo contento."
JOAN MIRÓ.- Trabajo como un jardinero (1958)
TEXTO 8: DALÍ
Me parece perfectamente legítimo que mis enemigos, mis amigos y el público
en general, pretendan no comprender el significado de las imágenes que surgen y que
transcribo en mis cuadros. ¿Cómo queréis que las comprendan si yo mismo, que soy
quien las "hago", tampoco las entiendo? El hecho de que yo, en el momento de pintarlos,
no entienda el significado de mis cuadros, no quiere decir que no lo tengan; al contrario, su
significado es tan profundo, tan complejo, coherente e involuntario, que escapa al simple
análisis de la intuición lógica.
Para reducir mis cuadros al idioma corriente, para explicarlos, es necesario
someterlos a análisis especiales de preferencia con rigor científico lo más ambiciosamente
objetivo posible. Toda explicación surge, pues, a posteriori, una vez que el cuadro existe
ya como fenómeno.
Toda mi ambición en el plano pictórico consiste en materializar con el ansia de
precisión más materialista, las imágenes de la irracionalidad concreta. Que el mudo
imaginativo y la irracionalidad concreta sea de la misma evidencia objetiva, d ela misma
consistencia, de la misma dureza, del mismo espesor persuasivo cognoscitivo y
comunicable que el mundo exterior de la realidad fenoménica. Lo importante es lo que se
quiere comunicar; el tema concreto irracional. Los medios de expresión pictórica se
ponene al servicio de ese tema. El ilusionismo del arte imitativo más abyectamente
arribista e irresistible, los hábiles trucos del trompe-l'oeil paralizante, el academicismo más
analíticamente narrativo y desacreditado, pueden convertirse en jerarquías sublimes del
pensamiento al acercarse a las nuevas exactitudes de la irracionalidad concreta, a medida
que las imágenes de la irracionalidad concreta se aproximan a la realidad fenoménica, y
los medios de expresión correspondientes se acercan a los de la gran pintura realista
-Velázquez, Vermeeer de Delft-, pintar realistamente según el pensamiento irracional,
según la imaginación desconocida. Fotografía instantánea en colores y a mano de
imágenes superfinas, extravagantes, extra-plásticas, extra-pictóricas, inexploradas, super-
pictóricas, super-plásticas, desilusionantes, hipernormales, débiles, de la irracionalidad
concreta...
DALÍ, Salvador.- La conquista de lo irracional. París, 1935. (Fuente: DALÍ, Salvador.- Sí.
Seix Barral; Barcelona, 1977).
TEXTO 9: BRANCUSI
"Un día, un pájaro entró en mi taller. Quiso salir, pero no halló el camino y se golpeó,
desesperado, contra las paredes y los vidrios del tragaluz. Otro pájaro entró en el estudio,
descansó unos instantes sobre un pedestal y emprendió el vuelo tras encontrar sin
dificultad el camino del cielo. Con los artistas ocurre lo mismo. [...]
Cuando contempláis un pez no pensáis en sus escamas, sino en la velocidad de su
movimiento o en su cuerpo centelleante y suspendido en el agua. Esto es lo que yo he
querido expresar. Si hubiera plasmado sus aletas, sus ojos y sus escamas habría detenido
" [...] Sólo las ideas pueden ser obras de arte; están dentro de una cadena evolutiva que al
cabo puede encontrar alguna forma. No todas las ideas tienen por qué materializarse [...]
Ya que ninguna forma es intrínsecamente superior a otra, el artista puede utilizar cualquier
forma, desde una expresión de palabras (escrita o hablada) hasta la realidad material, por
igual [...] Se suele entender el arte del pasado aplicando las convenciones del presente, y
así se entiende erróneamente el arte del pasado. Las convenciones del arte son alteradas
por las obras de arte. El arte logrado, al alterar nuestras percepciones, modifica nuestra
manera de entender las convenciones. La percepción de ideas conduce a nuevas ideas
[...]"
SOL LEWITT.- Sentencias sobre arte conceptual (1968)
coloquemos en primera línea, que creemos cultura. Y la única forma de crearla es siendo
activos. No veo nada negativo en mis piezas. Las creo bellas y extremadamente libres.
Veamos, escoja una de ellas.
P.- La de los angelitos empujando un cerdito...
R.- ¡Ah, ésa es una gran pieza! Un poco autobiográfica. Se refiere, vagamente, a la
banalidad -representada por el cerdo- empujado por mí.
P.- ¿Así los angelitos le representan a usted?
R.- Sí, porque Dios me ayuda. Su ayuda significa que, piensen lo que piensen los críticos,
El está de mi parte.
P.- Parece usted preocupado, también, por la fama.
R.- Por la fama no. Por tener un escenario a mi disposición, sí. Antes de la revolución los
artistas eran los grandes manipuladores, seductores y motivadores. Hemos dejado
escapar este poder porque nos empezamos a ocupar de la subjetividad. Yo estoy a favor
de volver a la objetividad porque la industria del ocio y de la publicidad nos está
devorando; son los maestros de "nuestro oficio". Seremos totalmente ineficaces en el
mundo si no recuperamos esas herramientas y las explotamos.
P.- Pero pretende que el arte ocupe el mismísimo lugar que el show-business...
R.- ¡Están utilizando nuestras armas! Y creo que nosotros sabemos manejarlas mejor.
Debemos incorporar en nuestro trabajo ciertas facetas que esas industrias han
desarrollado. Es lo que estoy intentando. Los artistas mediocres solían convertirse en
publicitarios; ahora son los malos publicitarios los que se convierten en artistas. Y es
porque un publicitario tiene mayor impacto político. Hasta un fotógrafo, que tan sólo haya
hecho una foto para un anuncio, puede transmitir su posición política y tener más
incidencia en su cultura que un artista plástico. Me gustaría que esta situación cambiase.
KOONS, Jeff.- "La espuma de los días" (entrevista con Mireia Sentís en el número 61 de
Lápiz, octubre, 1989).
BIBLIOGRAFÍA SUCINTA:
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