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F I C C I Ó N H I S T O R I C A____________________________________________________

"God is a tale told by an idiot, full of sounds and furies, signifying nothing..."

THE NIGHT OF TIMES, 5, II

LA HISTORIA DE LA UNIVERSAL
INFAMIA

.-" ¡¡El tiempo mató a Dios!! ¡¡ Quemen a sus profetas!!-


Tal había sido el clamor que a todos pareció descender
del caótico Cielo. Desde las tierras desérticas del pueblo elegido hasta
los confines de Occidente, un temblor sagrado sacudió los pilares de la
fe...
Masas innumerables de fieles acudían en desordenada
carrera a las sinagogas, mesquitas y templos del que pereciera en la
cruz. Todas ellas arboraban el mismo rostro de angustia. Rabinos,
Imames, y sacerdotes cristianos (Heréticos comprendidos) eran el
blanco de la duda última, y nadie permanecería en paz hasta verificar
con prueba tomasiana, aquella verdad de los profetas que el oscuro
Leteo había sentenciado.
La iglesia del crucificado, históricamente acostumbrada a
tales dudas existenciales, procedería a convocar a nuevo Concilio
Eucuménico, mientras que su Santidad daba la secreta orden -a su
guardia suiza- de preparar el posible sitio de la Santa Sede, por parte
de una Italia desilusionada y rencorosa.
En Jerusalén, la reacción se hacía esperar y el rabinato no
había encontrado nada mejor que invocar al castigo de Iahvé para
esa tan perversa y súbita masa de infieles que había simulado tanto
tiempo ser su elegido pueblo.
Mas, esos castigos, gritaba la plebe, no podrían ser
aplicados a todos sin distincción, y la voz había dicho de matar a los
profetas, porque bien era sabido que nadie más que ellos podía evitar
la muerte de Dios. Cosa que no habían intentado, escondiendo a los
fieles su grave enfermedad; y ahora, los ángeles comunicaban su
última voluntad: - Ver la muerte de los traidores de la Fe.

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Es preciso que el lector de este histórico relato comprenda


que esas ideas conformadoras de la futura "Doctrina del Castigo Último"
no habían surgido más que producto de otros fenómenos religiosos que más
adelante entraremos a describir.
Lo cierto, es que nada bueno sacarían de ese conocido y
podrido engaño los sacerdotes de Jehová, arma de doble filo que tan
imprudentemente venían de entregar al vulgo.
Los mahometanos, de lejos más acostumbrados a la perfidia del
desierto, inventarían el pretexto de que el Dios que había muerto debía
ser el cristiano porque ningún ángel podía sobrevivir a Alá siquiera un
instante, en cuanto que si Lúcifer -expulsado del Cielo al Infierno- había
sobrevivido, la muerte del dios cristiano perfectamente podía ser anunciada
por éste u otro rebelde de su estirpe. Razón por la cual, había de
aprovecharse de ese Cambio Fundamental de Circunstancia para emprender la
más grande Jihad de la Historia, la Cruzada, pero de los enviados de Alá,
el "inmisericordioso", en contra de diezmados ex-cristianos.
Tal argumento encontraría sus sólidos detractores: los
Lingüistas, féreos seguidores de la palabra de Dios, en su sentido más
literal, y sustentados por la rama musulmana más ortodoja.
La voz efectivamente había sentenciado la muerte de Dios; mas,
¿Qué significaba Alá, sino Dios en el Dialecto de Arena? Sin contar, añadían
los ortodojos, que "Dios", había uno solo, en tanto que el vocablo dios cristiano
era una herejía derrotista que demostraba en parte las causas de su anunciada
muerte.
La cuestión de los ángeles seguía de por medio, pero la plebe,
sensible de toda eternidad a los más terrenales argumentos y todavía bajo el
yugo de tan terminante revelación, empezaba a exigir explicaciones, lo cual
convirtió rápidamente el Muro de las Lamentaciones en un vulgar Senado para
encolerizados tribunos.
El espectáculo que se presentaba a la humanidad era de un

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conmovedor desengaño, y de todas partes, pueblos solidarios enviaban


delegaciones para llorar la muerte de Dios y preservar que esos
fervientes creyentes del Ayer no se convirtiesen en convencidos
incrédulos del Mañana -cosa que, tal como el colapso de la Eternidad,
amenazaba con tornarse inapelable-.

Mientras tanto, en el Occidente Nórdico, ocurrían fenómenos


que si bien, al principio, parecieron ser el producto de maniobras
políticas independentistas, revelaron encontrarse, en el transcurso de
pocas semanas, en el núcleo de la problemática universal.
En efecto, desde lo alto de las escarpadas costas noruegas, hasta los
confines de la cadena carpática, sin omitir los numerosos Landers de la
antigua Germania, ciertos Polders de la Alta Escocia, las verdes praderas de Erin
y las nebulosas tierras de Bretaña; habían surgido -ex-nihilo- auténticos
Skald's, bardos y druidas, que, sacudiendo el polvo de la Historia,
reiniciaban su oda a los reinos combatientes y las luchas heroícas.
Antiguos centros témplicos1 recobraban su ancestral actividad,
deviniendo puntos de convergencia de la inquieta juventud que había
logrado filtrarse a través de las mallas de la epuración citadina. Producto de
lo cual, no tardarían en exhumarse ancestrales pergaminos, sagas y relatos de
tradiciones por siglos olvidadas.
Aquí, eran los Eddas, exhibidos con omisión del poema de la Voeluspa -el cual
desaparecería de la Biblioteca de Copenhague-, acto calculado y estratégico -
como más adelante le será dado de comprobar al lector-; allá, reaparecían el
Beowulf y el Leabar Na Gaballa, Saga de los Tuathâ Thê Danam2. Empero, la
más importante revelación provenía de la última predicción de un Druida
de nombre Merlín, que había tergiversado un cierto dramaturgo inglés

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Hoy en día, los conocidos sitios de Stonehenge, Karnac, etc....
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Todos ellos ciclos heróicos de la más pura tradición Indoeuropea, de la que nunca se había
completamente perdido memoria, y que eran mitos fundadores de las civilizaciones germanas,
celtas y escandinavas,

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llamado William Shakespeare en una obra titulada: "KING LEAR"3, pero


cuyo manuscrito original de un denominado Blas, religioso y cronista de
Merlín, se había finalmente hallado en su integridad, y sin modificaciones
del tenor apócrifo de "KING LEAR"...
Lo cierto, es que en los Highlands de Escocia, un grito se había elevado,
que ante todo era un pensamiento; Dios, ese dios de los profetas era un
vulgar Titán, un hijo de giganta resentido por su condición innoble, que
participaba de todo, menos de lo divino, y que los Germanos llamaban:
LOKI...

Ningún clamor hubiera podido provocar más profunda impresión


que esa revelación proferida ante el Occidente Cristiano.
Ninguna denuncia podía dejarle más abismante sensación de
ignominiosa traición.
Pocos eran los fieles de esas tierras que no supieran el trágico destino
del Olimpo Germano, y hasta los más ignorantes habían oído hablar del
Crepúsculo de los Dioses o escuchado la wagneriana Cabalgata.
Y toda esa belleza que sublimaba el arte no hacía más que recalcar la infamia
que se había ocultado a la humanidad...
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KING LEAR; III, 2
FOOL: - This is a brave night to cool a courtesan. I'll speak a profecy ere I go:
When priest are more in word tha matter;
When brewers mar their malt with water;
When nobles are their tailors' tutors,
No heretics burned, but wenches'suitors
When every case in law is right,
No squire in debt nro poor more knight;
When slanders do live in tongues;
Not cupturses come not to thonghs;
When usurers tell their gold i'th'field,
And bawds and whores do churches build,
Then shall the realm of Albion
Come the great confusion
Then comes the time, who lives to see't,
That going shall be used with feet,
This profecy Merlin shall make, for I live before his time.

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Al destruirse en el combate final el divino Walhall, reino de Odín


tuerto y de su cohorta celeste, Loki, actor y causa principal del Drama,
parecía -según los decires del último capítulo de la Voeluspa- haber sido
suprimido por Heimdallr en el Ragnarökrr4. Mas, distinta era la realidad,
decían ahora los Skald's...

-Loki había sobrevivido a las múltiples heridas que le inflingiera el


sentido Heimdallr; empero, era precisamente la carga emocional de sus golpes
que había descargado las heridas de sus mortíferos efectos.

Loki, entonces, escapaba al Crepúsculo de los dioses, por ya no


comportarse estos como tales.
Sin embargo, llegado a este punto, los Skald's no lograban un consenso:
Algunos postulaban que Loki era el único sobreviviente del desastre universal
y que la Voeluspa se equivocaba al resuscitar a Balder (Baldr), Vidar, Tyrr y
otros dioses de conocida entereza; y que estos no eran más que lo que los
cristianos llamarían posteriormente sus ángeles, servidores de Loki divinizado.
Otros, argüían que aquí la Voeluspa no había faltado a la verdad, sólo era
incompleta al omitir el destino de esos dioses decaídos del Walhall, futuros
siervos del titán vuelto Dios...

Sorprendentes eran esas inéditas revelaciones, mas no dejaba de tener


explicación el milenario mutismo de esas venerables voces del Pasado, que
habían incansablemente reprimido los distintos profetas y seguidores del
nuevo y soberbio tirano olímpico.

Ahora, los resuscitados Dioses denunciaban la perfidia:


-Loki había muerto en la lógica de su titanezca vida, sus seguidores no
eran más un peligro; pero, cosa asombrosa, terrible y casi insufrible al oído:

4
"Götterdämmerung", o Crepúsculo de los Dioses germanos.

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-Lo había matado la vejez...

Christian Leonardo Talarico.


Santiago, 1998.

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