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GENERACIÓN DEL 27

En la década de los veinte surge un grupo de amigos que recibe distintos nombres, quedando
Grupo del 27 por el tricentenario de la muerte de Góngora.
Ha de advertirse que no solo lo componen poetas, sino también dramaturgos y novelistas,
continuándose en todos los géneros la renovación iniciada en el Modernismo pero aunando
vanguardismo y tradicionalidad.
Por otro lado, aunque cada autor presenta personalidad propia, puede afirmarse que coinciden en
sufrir tres etapas: una primera en la que buscan la poesía pura (1921 – 1929) con importancia de la
metáfora, la deshumanización, el hermetismo basado en Juan Ramón Jiménez y Góngora; una segunda
surrealista y humanizante en los años treinta, tomándose el mundo onírico (Lorca, Aleixandre, Cernuda y
Alberti); la etapa de la guerra y el exilio porque los autores mueren o se exilian menos Dámaso Alonso y
Aleixandre, que quedan en España, siendo de gran importancia para los poetas de potsguerra.
Se suelen introducir en la nómina de este grupo poético a: Salinas, Guillén, Gerardo Diego,
Aleixandre, Lorca, Alberti, Cernuda, Altolaguirre, Emilio Prados, Miguel Hernández. Ha de añadirse las
poetisas.
Si comenzamos con Pedro Salinas, es considerado el poeta del amor, mediante un diálogo con la
amada que consigue salvar del caos de este mundo. De ahí que se denomine poesía del vocativo. Presenta
una concepción poesía del amor, porque complementa al hombre. El primer paso es la purificación, la
desnudez de lo que no es propio (lo social: el nombre, la clase social, etc.). El último paso es el dolor. Se
suele dividir su obra poética en tres etapas: poesía pura (Presagios), pasión amorosa (La voz a ti debida)
y exilio (Todo más claro).
Jorge Guillén permanece, en cambio, en la poesía pura mediante enunciados semejantes a
telegramas para introducir la mayor información posible, presentando una original visión del mundo:
armonía del mundo en un instante, al contemplar lo cotidiano. Sufre dos etapas: antes de la guerra
(Cántico) y después de la misma (Clamor).
En cuanto a Vicente Aleixandre, es principalmente surrealista. En la primera etapa presenta el
amor como la fuerza capaz de destruir límites humanos y fundirse con el universo. El BIEN es lo
elemental (mineral), recordando al poema Lo fatal de Rubén Darío; lo peor, lo humano (En la
destrucción o el amor). En la segunda etapa (tras la guerra) asegura que el hombre tiene algo que se
resiste a amar (Sombra del paraíso). En la tercera, presenta conciencia de su vejez y la idea de la muerte
(Diálogos del conocimiento).
Respecto a Lorca, introduce antiguas religiones y tradiciones permanentes en su Andalucía natal:
engendrar, nacer y morir son ritos religiosos, por eso es importante la figura femenina. El tema principal
es la FUSTRACIÓN, el enfrentamiento del deseo y la realidad, del individuo y la sociedad. Aunque este
tema es continuo, su obra puede dividirse en tres etapas antes de su fusilamiento: primera etapa
neopopularista con Romancero gitano; segunda etapa surrealista con Poeta en Nueva York y una última
etapa con Llanto por Ignacio Sánchez Mejías.
No ha de olvidarse las poetisas del 27, que coinciden en el tema de la maternidad, vanguardista,
erotismo mayor que en los poetas. Son Concha Méndez, Ernestina de Champourcín, Josefina de la Torre,
Carmen Conde.

Por último, ha de destacarse la importancia de las revistas de la época como órgano de expresión
del grupo poético del 27. La Revista de Occidente publicó Cántico, Romancero gitano. Héroe, creada por
Concha Méndez y Altolaguirre. Revistas que defienden el arte social de izquierdas: Octubre (Alberti) y
Caballo verde (Neruda).

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