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¿Por qué combato ese TLC China-Costa Rica?

Buenas Tardes compañeras diputadas, compañeros diputados y

compatriotas que nos escucha en toda Costa Rica.

Hoy, al referirme al Tratado de Libre Comercio entre la República de

Costa Rica y la República “Popular Comunista” de China, no

puedo evitar recordar las épocas de discusión del CAFTA en este

recinto legislativo. Y es que si bien los legisladores cambian, las

estrategias persisten. Lo que pasó el jueves pasado en este

Congreso, me remonta necesariamente a aquella época, donde el

Dictamen Positivo de la Comisión de Internacionales se dio a golpe

de tambor a la medianoche; aprovechando el sueño de la mayoría

del Pueblo costarricens e ignorando la multitudinaria presencia de

manifestantes que aguantando el frío y el cansancio, protestábamos

frente a este Primer Poder de la República contra ese mal llamado

Tratado que no es otra cosa que una burda anexión.

Protestaba yo en esa época y voté orgullosamente NO en el

Referéndum, porque milito en un Partido Político que concibe el

comercio internacional como una herramienta al servicio del pueblo,

y para ello, requiere como tal de una lista de condiciones que

garantice una adecuada repartición de la riqueza y la obtención de


un verdadero desarrollo económico y no solo del llamado

crecimiento, que a la postre resultaría insuficiente y hasta efímero.

Como militante del Partido Acción Ciudadana tengo claro que el

comercio debe reflejarse en el arroz y los frijoles diarios de la

población, antes que en meros y escuetos números del Producto

Interno Bruto. Como Diputado de este Partido me comprometí con

un Plan de Gobierno y un ideario que me obligan a votar en contra

este Tratado de Libre Comercio con la China comunista por los

argumentos que expondré a continuación.

Reza la Convocatoria o Programa 2006-2010 del Partido Acción

Ciudadana: “El PAC cree que la apertura debe de llevarse a

cabo mediante acuerdos con países que ofrezcan tratos

recíprocos y justos, que beneficien a los sectores productivos

nacionales, que no los situé en desigualdad de condiciones

frente a extranjeros.” Por ello para este servidor, luego de un

exhaustivo análisis del texto, de conversaciones con expertos, con

sectores sociales; la conclusión es simple y llana: este Tratado con

la China de partido único y sin elecciones, representa todo lo

contrario al ideario que juré defender.

Comienzo por lo más básico. De todas las audiencias realizadas por

la Comisión de Asuntos Internacionales se extrae una conclusión


clara: el país no tiene la capacidad competitiva para asumir con

éxito la implementación de este Tratado. Diversos señalamientos,

tanto de sectores afines como contrarios al Tratado, advierten la

inexistencia de condiciones propiciadas por el Estado Costarricense

para garantizar el éxito de este Pacto Comercial.

Señala la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria la

ausencia de una Política Nacional Agrícola que sirva de marco a las

exportaciones que pretenden llevar a cabo al gigante asiático,

señalan diversos entes la ausencia de infraestructura y reglamentos

técnicos para supervisar con éxito el intercambio comercial

pensado, señalan las serias deficiencias del Ministerio de Salud

para ejercer reales controles de calidad… Entonces Diputadas y

Diputados...Señorías... ¿Qué estamos haciendo acá? No se contará

con el voto de este Diputado para engañar al pueblo, para ofrecer

espejismos; o baratijas de más baja calidad que las traídas por los

colonizadores españoles.

El Ministerio de Salud no ha podido tan siquiera controlar la

problemática de las piñeras, del consumo de agua en cisternas

hace 4 años en el Caribe, el Gobierno no ha podido implementar el

Sistema de Banca Nacional para el Desarrollo, no se ha podido

controlar el problema del equivocado trillo a Caldera y así


pensamos abrir tratos comerciales con uno de los Tigres Asiáticos.

Seamos serios compañeros y compañeras...y hagamos Patria de

una vez por todas.

Es imposible cosechar antes de preparar la siembra. Si nunca se

desarrolló una política de competitividad con el CAFTA ¿Qué nos

garantiza ahora que se vaya a llevar a cabo con China? Repito.

Seamos serios... responsables con el cargo que acá ejercemos y

con el compromiso que asumimos hace ya casi un año.

No podemos llamar a la China comunista socio comercial. No

podemos en el tanto China aplica y aplicará siempre técnicas

desleales de comercio: Dumping, Proteccionismo, Altos subsidios a

sus empresas, Subvaluación de su moneda, Condiciones

infrahumanas de trabajo que rayan en la esclavitud, Ausencia de

normas ambientales con la probada destrucción del Medio

Ambiente. Y con esto, señores y señoras diputadas este Legislador

no puede avalar un pacto tan disparejo.

Me preocupa además, y nuevamente recuerdo el CAFTA, la

negativa para aceptar las Cláusulas Interpretativas planteadas por

el compañero Mendoza García sobre temas elementales, las

mismas cláusulas que fueron rechazadas en la discusión del


CAFTA con el fin de servir todo en bandeja de oro a los

empresarios extranjeros; sin una política de equilibrio comercial.

Y me refiero a Cláusulas fundamentales, como la referencia

inmediata a la Convención de Viena sobre el Derecho de los

Tratados, con el fin de garantizar simetría jurídica entre las partes;

me refiero a la definición estricta de territorio nacional a fin de

salvaguardar nuestros recursos naturales; me refiero a la

regulación en el tema de armamento y a la salvaguarda en el tema

de hidrocarburos.

Y quiero profundizar en esta última por mi vocación ambientalista y

por el riesgo que contrae este Tratado en el tema de nuestros

recursos naturales.

El compañero Juan Carlos Mendoza presentó una moción para que

“bajo ninguna circunstancia pueda aplicarse ninguna

disposición del Tratado en función de invocar el Trato Nacional

a Inversionistas de la otra parte que pretenda explorar y

explotar hidrocarburos”

Y es que ya para nadie es desconocido que el interés de China por

las materias primas se centra en dos elementos fundamentales: el

agua y el petróleo.
Justamente se está concluyendo un proyecto entre las dos naciones

para ampliar la Refinadora Costarricense de Petróleo, RECOPE,

cuyas instalaciones en Moín se triplicarían con el fin de procesar

60.000 barriles diarios de derivados de petróleo. Este proyecto se

enmarca en un acuerdo marco de cooperación para la exploración,

refinación y cooperación petrolera firmado en el 2007 entre Recope

y China National Petroleum Corporation; la mayor petrolera china.

Este costaría $1000 millones y se iniciaría en menos de un año

¿Provendrá de ahí la prisa? El señor tiempo nos lo dirá.

Resulta que con este proyectito, la Contraloría General de la

República había denegado el refrendo al acuerdo por resultar

violatorio del monopolio en la materia, pero luego lo aprueba gracias

a las críticas de Rodrigo Arias a la decisión de la CGR. ¿Una

llamada quizás...dos...muchas? Ya lo sabremos a su debido tiempo.

Y lo que pasa es que la industrialización creciente de China les está

haciendo aumentar la necesidad de derivados del petróleo en un

50% por año, porque ya no le alcanzan ni sus fuentes ni las

importaciones de Venezuela, Brasil, Canadá y recientemente

Antillas Holandesas.

Y otros datos nos dicen por ejemplo que en China hay un vehículo

por cada 82 habitantes y si esta flota crece al doble estaríamos


hablando de un consumo de combustible de 88 millones de barriles

diarios, lo que representa más que toda la producción mundial

actual, que es de 80 millones.

Entonces de nada han valido los esfuerzos de grupos

ambientalistas con respecto a la explotación petrolera, el conocido

caso de la Harken Energy durante la administración de don Abel

Pacheco, porque hoy aquí y con el voto en firme de este Tratado se

están abriendo los portillos para la exploración y explotación

petrolera. Y eso hay que decírselo claramente al Pueblo

costarricense, a quienes aquí nos pusieron para que los

defendamos: hoy se está avalando aquí la destrucción de nuestros

recursos naturales por la ambición del oro negro. Así de simple.

Sabemos lo que han venido haciendo los empresarios petroleros

chinos en África y en las cuencas del Orinoco, por ejemplo. En

guerra avisada no muere soldado.

Y el peligro para nuestros recursos naturales no termina ahí. Costa

Rica no ha resuelto el tema de los muelles privados, acá hay una

Investigación sobre el problema del desaleteo de tiburones

durmiendo el sueño de los justos hace años, no avanzamos en la

protección del área marina, cuya cobertura apenas representa un

1% del territorio, y aun así, corremos a abrirle las puertas a la mayor


flota pesquera del mundo. ¿Qué podemos esperar? Seguimos con

la doble moral del discurso de Paz con la Naturaleza, el Gobierno

se aventura a decirse ambientalista con el tema de Isla Calero, pero

la realidad es otra... ¡Qué lo digan Zapotillal y Nombre de Jesús,

Cabuyal, el cantón de Talamanca, Crucitas, el Macizo del Barva, el

Zurquí dinamitado. Este TLC con China, por ejemplo, no contempla

ninguna reflexión acerca del ecocidio chino; de sus pésimos

ejemplos violatorios y crímenes contra la naturaleza en su territorio..

Ese deseo exacerbado de la camarilla de facto china por las

materias primas latinoamericanas me lleva a otro punto

fundamental. Con este tratado retrocedemos hasta una lógica

centro-periferia que dista mucho del modelo de país que quiere y

defiende el Partido Acción Ciudadana.

Expertos aseguran que además de las asimetrías, el TLC con China

trae informalidad y estancamiento para el desarrollo de la pequeña

y mediana industria local.

Por ejemplo, don Tomás Pozuelo, de la Cámara Costarricense de la

Industria Alimentaria, afirma que este es un acuerdo incongruente,

porque no está basado en el historial comercial de ambos países y

añade en una entrevista a un importante diario digital internacional

lo siguiente: “Si se ven las cifras resulta que el 90% del


intercambio comercial con China es de una sola empresa (la

transnacional Intel)…y si se agarra lo que queda, nosotros no

tenemos nada de comercio con China.”

Hay un flujo desigual desde el momento que exportamos en su

mayoría materia prima sin valor agregado y recibimos en cambio

productos manufacturados. Relaciones de dependencia. El nuevo

centro y la periferia subdesarrollada. Parece que no queremos

avanzar en eso y no queremos acabar con el millón y pico de

pobres que tenemos en Costa Rica. La lógica china es muy simple y

la han expresado públicamente: China quiere abaratar su

producción, a toda costa. Y en Costa Rica estaríamos sirviendo de

alfombra para ese objetivo.

El Director Ejecutivo del Instituto de Relaciones Económicas

Internacionales Chinas, Zhang Sengen lo dijo claramente: “América

Latina tiene un doble atractivo, cuenta con abundantes recursos,

que China necesita para alimentar su crecimiento, y es un amplio

mercado para sus artículos con 560 millones de consumidores.”

Y quiero, para ir finalizando, referirme a la experiencia de otros

países. La Unión Europea, Brasil y Argentina tienen a China como

su primer socio comercial y no han contemplado firmar un TLC con

ese tigre. En el caso de la Unión Europea por el tema ambiental


principalmente. Venezuela, Brasil y Ecuador están concertando

importantes inversiones con China y no están dispuestos a firmar un

TLC con ese país.

Acá doña Jeannette Ruiz hablaba de los vinos chilenos. Yo quiero

contarle también como le ha ido a Perú después de la firma del TLC

con China. En Perú, un país que cuenta con indicadores de

desarrollo humano más altos que los de Costa Rica, se han perdido

más de 80 000 empleos en la industria local y han aumentado las

importaciones agropecuarias y textiles hasta en un 300% quitándole

mercado, ingresos y empleo a los peruanos.

Y les cuento que en Perú una importante empresa minera china ha

hecho estragos ambientales y ha aplicado políticas de explotación

salarial inimaginables; a su estilo esclavista y de miseria. También

valdría la pena que habláramos de quiénes se benefician con la

producción vinícola de Chile. ¿Saben ustedes que tienen vinos que

llevan el nombre del criminal Dictador Pinochet y de su esposa?

¿Tomarían ustedes de ese vino? ¿Brindarían por los miles y miles

de asesinados y desaparecidos por ese sátrapa?

Cristina Fernández, presidenta argentina, ha manifestado

públicamente que la disparidad de la balanza entre exportaciones e

importaciones con China les hace rechazar por completo la idea de


un acuerdo bilateral, y cuando en Argentina quisieron imponer

limitaciones a la entrada de textiles, China se vengó suspendiendo

las compras de aceite. Volvemos al punto de inicio de no poder

llamar socio comercial a un país cuyas prácticas son desleales.

Quiero cerrar con esta frase de Eduardo Galeano:

¿Hasta cuándo los países latinoamericanos seguiremos aceptando

las órdenes del mercado como si fueran una fatalidad del destino?

¿Hasta cuándo seguiremos implorando limosnas, a los codazos, en

la cola de los suplicantes? ¿Hasta cuándo seguirá cada país

apostando al sálvese quien pueda? ¿Cuándo terminaremos de

convencernos de que la indignidad no paga? ¿Por qué no

formamos un frente común para defender nuestros precios, si de

sobra sabemos que se nos divide para reinar? ¿Por qué no

hacemos frente, juntos, a la deuda usurera? ¿Qué poder tendría la

soga si no encontrara pescuezo?

Y yo agrego, para mi pueblo: ¡Qué poder, capitalista o

comunista, podría considerarse a sí mismo como soga, si

nosotros con dignidad, hidalguía e independencia, dejamos de

ser pescuezos para sus antojos y tropelías!

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