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I. AGRICULTURA ORGÁNICA.

En la naturaleza todo se recicla. Lo que sale de la tierra vuelve a ella en forma de


excremento, hojas, cadáveres, etc. Un sin fin de descomponedores y carroñeros desde el
buitre, pasando por las lombrices y las ratas, hasta millones de microorganismos se encargan
de cerrar el ciclo manteniendo la fertilidad del suelo. De esta forma son posibles prodigios de
fertilidad como las selvas tropicales, situadas sobre las tierras sumamente frágiles.

De la evolución de la materia orgánica a las tierras agrícolas depende el mantenimiento de la


fertilidad del suelo. En cada barco de trigo que los romanos cargaban de Sicilia se llevaban
parte de la fertilidad de su tierra, acumulada durante siglos.

La mal llamada "revolución verde" de los años 50 y 60, y la teoría de Leibig de la nutrición
mineral, verdad a medias que reducía la alimentación de las plantas a nitrógeno, fósforo y
potasio (N.P.K.), ignorando la importancia de los oligoelementos y a los microorganismos de
la tierra, dio pie al desaforado desarrollo de la industria de fertilizantes químicos y al
abandono progresivo del abono orgánico.

El desarrollo de la edafología (ciencia que estudia los suelos) ha confirmado que no sólo de
N.P.K. viven las plantas y que en su crecimiento intervienen otros elementos químicos, así
como hormonas, vitaminas, etc. La tierra fértil, en lugar de ser un mero soporte físico inerte,
es un complejo laboratorio en el que tienen lugar procesos vivos.

"Son hoy ya legión los especialistas que admiten que tal revolución verde no ha podido
ofrecer una solución viable al problema de la alimentación a escala planetaria. Más bien y
muy por el contrario, los métodos que la propiciaron, como mecanización de labores,
fertilización química, control tóxico de plagas y enfermedades, etc. constituyen el
desequilibrio económico y ecológico dentro de y entre comarcas, países y continentes".

Las tierras o suelos fértiles constan de 4 componentes: materia mineral, materia orgánica
(M.O.) con abundancia de seres vivos y microscópicos, aire y agua. Todos íntimamente
ligados entre sí y originando un medio ideal para el crecimiento de las plantas. De estos
componentes, la M.O. representa en líneas generales el menor porcentaje, tanto en peso
como en volumen. A pesar de ello la importancia de la M.O. es muy grande y no sólo mejora
las propiedades físicas y químicas de la tierra sino el desarrollo de los cultivos.

Los aportes de M.O. de plantas y animales, están sometidos a continuo ataque por parte de
organismos vivos, microbios y animales, que los utilizan como fuente de energía frente a su
propio desgaste. Como resultado de dicho ataque, son devueltos a la tierra los elementos
necesarios para la nutrición de las plantas.

La fracción superior de la tierra de color oscuro, con la materia orgánica muy descompuesta
es el llamado humus. Un puñado de ella contiene millones de microorganismos. Dentro de la
materia orgánica de la tierra el humus representa el 85% al 90% del total, por ello, hablar de
materia orgánica de la tierra y de la fracción húmica es casi equivalente.

Cuando hablamos de abonamiento y fertilización en la agricultura, nos referimos a la


incorporación de materia orgánica y/o nutrientes minerales. La síntesis de ambos se
encuentra en las deyecciones de la lombriz, que produce un fertilizante natural de
extraordinaria calidad.

Formado por la fusión de entre sustancias minerales y orgánicas, el suelo es un medio


especial, un biotipo extraordinario para numerosos organismos y alberga al grueso de la
biomasa del planeta. Dentro de la macrofauna del suelo, el grupo más importante es el de las
lombrices de tierra. Las numerosas tareas que cumplen fueron estudiadas por Darwin y luego
continuadas y profundizadas desde hace 40 años.

Su número puede ser considerable, más de diez millones por hectárea que equivale a más de
2 toneladas de lombrices. A menudo en nuestras praderas hay más biomasa de lombrices
que de vacas. Sus acciones sobre el suelo son de dos clases: mecánicas y químicas. Pero no
es de esta clase de lombriz que nos ocuparemos aquí, sino de la popularmente conocida para
transformar residuos orgánicos en abono orgánico, humus de lombriz o "worm casting" como
se lo conoce en el comercio internacional.

Un residuo orgánico, con el adecuado laboreo, inoculación y compostización, que es puesto


como sustrato y hábitat para la lombriz californiana, es transformado por ésta, mediante su
ingesta y excreta, en una extraordinaria enmienda fertilizadora.

La acción de la lombriz en su proceso digestivo produce un agregado notable de bacterias


que actúan sobre los nutrientes macromoleculares, elevándolo a estados directamente
asimilables por las plantas, lo cual se manifiesta en notables respuestas de las cualidades
organolépticas de frutos y flores, como así también resistencia a los agentes patógenos.

El humus de lombriz, favoreciendo la formación de micorrizas, acelera el desarrollo radicular


y los procesos fisiológicos de brotación, floración, madurez, saber y color.

Su acción antibiótica aumenta la resistencia de las plantas al ataque de plagas y patógenos


como también la resistencia a las heladas.

Así también la acción de la lombriz, en su contacto físico con el sustrato, transmite con su
mucosa particulares características que favorecen al estado coloidal del producto final para
su acción dinamizadora de los suelos de cultivo.

La acción microbiana emergente del humus de lombriz hace asimilable para las plantas
materiales inertes como fósforo, calcio, potasio, magnesio, como también de micro y
oligoelementos, fijando además de los microorganismos simbióticos, el nitrógeno
atmosférico, como Winogradsky lo descubriera en el llamado Clostridium pasterianum y según lo
realizaran especies de Azotobacter.
Entre otras características fisiológicas de la lombriz californiana (Eisenia foetida) sus glándulas
calcíferas segregan iones de calcio, contribuyendo a la regulación del equilibrio ácido básico,
tendiendo a neutralizar los valores del pH.

Estas y otras particularidades inherentes al proceso digestivo de la lombriz, hace que el


producto por ella elaborado tenga una acción como enmienda, fertilizadora y fitosanitaria
muy superior a un compost. También tiene un mayor tiempo de elaboración, condicionado a
los inalterables ritmos biológicos de la lombriz.
El control ecológico, el manejo de los recursos naturales, el reciclaje de desechos orgánicos y
la contaminación ambiental están de moda, por lo que el humus de lombriz tiene mucha
difusión actualmente.

Veremos, pues, cómo este insignificante animalito rastrero es una solución efectiva para
estos problemas que en el caso de agravarse pueden poner en peligro la subsistencia del
hombre en la Tierra.

Paralelamente, como alternativa rentable solamente su desconocimiento ha permitido pasar


por alto una gran fuente de trabajo, convirtiendo los desperdicios orgánicos e industriales,
todo tipo de estiércol, cartones y papeles y el barro de las estaciones depuradores de
desagües, entre otras, en un sustrato biológico muy rico en bacterias no patógenas.

A. Abonamiento.

Existen varias clases de abono; entre ellas tenemos el abono verde, que incorpora nitrógeno
al suelo. Estas son plantas leguminosas que cuando llegan al máximo desarrollo vegetativo
mejoran la estructura del suelo, otorgándole mayor capacidad de retención de humedad y
enriqueciéndolo con nitrógeno aprovechable contenido en las bacterias nodulares de las
raíces.

El lupino, la mucuna y el caupí son las especies que mejores resultados han dado en
Paraguay por ser de rápido crecimiento, poseer follaje abundante y suculento, y desarrollarse
muy bien en terrenos pobres.

Los requerimientos nutricionales de las plantas no son satisfechos con la adición de materia
orgánica en sus diferentes modalidades, llámense tierra, vegetal, compost, estiércol de
cualquier origen, a excepción de algunos de alto contenido de nutrientes como el guano de
las islas, proveniente de la defecación de las aves marinas cuya dieta principal es a partir de
pescados de los mares. Este abono se recolecta en las islas costeras.

Volvemos a insistir que abonar no es lo mismo que fertilizar; al abonar mejoramos las
propiedades del suelo para aprovechar al máximo la aplicación de los nutrientes.
B. Fertilizantes

A pesar de su origen químico, la agricultura comercial no puede prescindir de los fertilizantes,


y una gran mayoría incorpora ácidos, como el nítrico y el fosfórico, muriatos y cloruros, para
enriquecer materias y así abaratar los costos, especialmente el transporte.

Al respecto, nos podemos hacer la idea de que a comienzo del presente siglo se utilizaban en
el mundo agrícola alrededor de 60.000 toneladas de nitrógeno, fertilizante precedente del
nitrato natural de Chile. A partir de la fabricación de fertilizantes nitrogenados sintéticos, el
consumo alcanzó en los años 60 cerca de 12.000 millones de toneladas.

Estos abonos minerales tienen muchas ventajas, sobre todo las de satisfacer los
requerimientos nutricionales de las plantas cultivadas, pero últimamente la toxicidad crónica
almacenada en los frutos es el argumento que esgrimen los naturalistas para solicitar su
reducción.

C. Compost
La compostización es tan vieja como el mundo aunque solo hace poco está siendo
redescubierta y potenciada con nuevos aportes biotecnológicos. La necesidad de preservar
vertederos, manipular grandes volúmenes de residuos orgánicos con un objeto ambiental que
preserve de la contaminación y al mismo tiempo la obtención de un producto final que es un
recurso de valor, ha desarrollado en los países industrializados una importantísima actividad
compostizadora.

Severa legislación y normativas ambientales, apoyos y subsidios, una industria ad hoc y un


mercado consciente y demandante del producto, está llevando al compost, en esos países, a
ocupar un lugar importante para cultivos, forestaciones, espacios verdes, etc.

La producción de humus es el resultado final de la compostización. El humus es la vida del


suelo y debe estar presente en él para ser fértil. Un total de sólo 1% a 2% es necesario para
diferenciar un suelo fértil y otro que no lo es. Los microorganismos del suelo usan el humus
como sustrato y la mayoría de los nutrientes de los minerales del suelo permanecerán no
asimilables por las plantas en los suelos pobres o carentes de humus.

El compost, debido al humus obtenido y otras propiedades es más valioso para el suelo que
los estiércoles u otros residuos orgánicos. Estos son aplicados al suelo en un intento por
incrementar el contenido de humus pero en general esto no sucede. Los estiércoles
incorporados o en superficie durante un tiempo pierden nutrientes al no haber sufrido los
procesos fermentativos de la compostización y pueden estar contaminados con insectos,
malezas, enfermedades que no debería retornar a los cultivos.

Además tienen una alta relación carbono-nitrógeno que requiere un agregado extra de
fertilización nitrogenada. El desarrollo de la técnica del compostaje tiene su origen en la India
con las experiencias hechas por el inglés Albert Howard desde 1905 al 47. Su éxito consistió
en combinar sus conocimientos científicos con los tradicionales de los campesinos.
Su método, llamado método Indore, se basaba en fermentar una mezcla de desechos
vegetales y excrementos animales y humedecerlos periódicamente. La compostización es un
proceso biológico. Este es aeróbico, termofílico, autogenerador de temperatura y una
biológica descomposición de materiales orgánicos biodegradables.

Una compostización adecuada genera suficiente temperatura para matar semillas y bacterias
patógenas. Este proceso no debe atraer moscas, insectos, roedores ni debe generar olores
desagradables. El producto final es de color marrón oscuro, inodoro o con olor al humus
natural. Es estable en cuanto el proceso de fermentación está esencialmente finalizado.

D. El humus de lombriz

Es bien conocido el efecto benéfico que sobre el suelo produce el agregado de materia
orgánica transformada en compost.

El objetivo es comparar los diferentes compost producidos con distintos tipos de estiércoles y
los producidos por las lombrices.

La lombricultura reconoce sus orígenes alrededor de los años 40 y 50 en los EEUU.

De allí pasa a Japón y Europa en los años 70, pero fue en Europa donde se introdujo a escala
comercial, principalmente en Italia donde adquiere un desarrollo importante. Esta industria
necesita solo de una mínima inversión e infraestructura, y significa un gran avance contra la
contaminación y el problema de los residuos orgánicos.

También España, Chile, Brasil desarrollan esta tecnología. En la Argentina y especialmente en


la provincia de Misiones la lombricultura cobra un desarrollo importante, reconociendo como
pionero al Sr. A. I. Roth, un agricultor dedicado al cultivo de yerba mate quién en 1971
publicó técnicas para la cría de lombrices.

En el exterior, las sociedades de lombricultores promueven intensamente la realización de


huertas orgánicas y la utilización de abonos ecológicos en cultivos de flores, plantas
ornamentales y otros cultivos.

Existen más de 4.500 especies de lombrices (cebo'i), pero solamente una de ellas es la que
se aplica con mayor utilidad para la transformación de los residuos orgánicos en humus,
compuesto rico en nitrógeno, potasio, fósforo, microelementos y sobre todo rico en enzimas
que actúan en la recuperación de la microflora del suelo.

II. LOMBRICULTURA

El constante incremento del costo de los fertilizantes químicos, el alto nivel de degradación,
erosión y envenenamiento que presentan nuestros suelos, sumado a la gigantesca cantidad
de desechos orgánicos que hoy se pierden o mal usan, nos obliga a una actitud
diametralmente distinta a la adoptada hasta hoy y que nos permita cambiar esta situación
pensando en el futuro.

Es una biotécnica muy importante para recuperar desechos biodegradables tales como pasto,
hojas, papeles, sobrantes de cocina. En nuestro colegio cada mes se recoge una tonelada de
esta basura. Aquí nada se desperdicia. Queremos que los desechos sean reciclados y que lo
natural vuelva a la naturaleza. Son unas lombrices las encargadas del proceso de
transformación

La lombricultura es una respuesta simple, racional y económica a este problema. Siendo una
biotecnología que utiliza a la lombriz como una herramienta de trabajo, permite reciclar todo
recurso orgánico y transformarlo en un fertilizante de primer orden que es el humus y
adicionalmente obtener una fuente de proteínas.

A. Un cultivo naciente

La lombricultura es una actividad que cada día presenta mayores perspectivas de explotación
industrial, para aprovechar la lombriz (a la que Aristóteles llamó el "intestino del suelo"),
como transformadora de desechos orgánicos en humus.

El cultivo de la lombriz es un eficaz colaborador en la preservación del medio ambiente y


además contribuye en el afianzamiento de las rentas municipales, mediante la rápida
transformación de las basuras en humus, fuente de materia orgánica para la recuperación de
suelos erosionados, técnica que se ha difundido ampliamente en países como España, Italia,
Israel, Argentina y Chile.

La acción de la lombriz hace del lombricompuesto un sustrato que les permite a las plantas
una inmediata toma de nutrientes asimilables, al mismo tiempo que regula los nutrientes en
el suelo haciéndolos perdurables. De igual forma, la alta carga microbiana que posee el
humus, restaura la actividad biológica del suelo.

Se dice que los israelíes transformaron el desierto en un terreno fértil, agregando agua. Pero
en realidad esto se logró gracias a la acción de la lombriz y por lo tanto a la continua
incorporación de humus, es decir, que un kilo de lombricompuesto más algunos kilos de
arena y agua se convierten en terreno fértil.

Con continúo el uso indiscriminado de los fertilizantes químicos, podemos estar abocados a
infertilidad parcial de los suelos y a que la productividad decaiga sensible.

B. Humus de lombriz

Se llama humus a la materia orgánica degradada a su ultimo estado de descomposición por


efecto de microorganismos y que en consecuencia se encuentra químicamente estabilizada
como coloide, el cual regula la dinámica de la nutrición vegetal en el suelo.

Esto puede ocurrir en forma natural a través de los años o en un lapso de horas, tiempo que
demora la lombriz en "digerir" lo que come.
El humus de lombriz además de ser un excelente fertilizante es un mejorador de las
características físico-quimicas del suelo, de color café obscuro, granulado e inodoro.

Las características más importantes del humus de lombriz son:


Alto porcentaje de ácidos húmicos y fúlvicos cuya acción combinada permite una entrega
inmediata de nutrientes asimilables y un efecto regulador de la nutrición cuyo efecto residual
en el suelo llega hasta cinco años.
Alta carga microbiana (40 mil millones por gramo seco) que restaura la actividad biológica
del suelo.
Opera en el suelo mejorando la estructura, haciéndolo más permeable al agua y al aire,
aumentando la retención de agua y la capacidad de almacenar y liberar los nutrientes
requeridos por las plantas en forma sana y equilibrada.
Es un fertilizante bioorgánico activo, emana en el terreno una acción biodinámica y mejora
las características organolépticas de las plantas, flores y frutos.
Su pH es neutro y se puede aplicar en cualquier dosis sin ningún riesgo de quemar las
plantas. La química del humus de lombriz es tan equilibrada y armoniosa que nos permite
colocar una semilla directamente en él sin ningún riesgo.
La lombriz

La lombriz esta clasificada en el reino animal como anélido terrestre de la clase de los
Oligoquetos. Vive en ambientes húmedos, rehuye a la luz y se nutre de restos orgánicos
vegetales y animales en descomposición, siendo un excelente recuperador.

La lombriz es hermafrodita insuficiente (es bisexual, pero necesita aparearse para


reproducirse). Está dotada de 5 corazones y 6 pares de riñones. En cautiverio vive un
promedio de 15 años.

La lombriz era conocida ya en la antigüedad como "arado" o "intestino de la tierra"


(Aristóteles), porque excava en el terreno galerías volviéndolo poroso, facilitando la
oxigenación y permeabilidad al agua. Es también un eficiente "fertilizador" porque el humus
producido aumenta la disponibilidad de nutrientes aprovechables por las plantas.
1. Especies de lombrices

Las lombrices de tierra son de una gran importancia económica, porque con su actividad
cavadora de tierra, en su estado natural, participan en la fertilización, aireación y formación
del suelo. Aún persiste la creencia de que las lombrices de tierra son dañinas en almácigos, la
realidad es que por carecer de dientes y mandíbulas no pueden destruir las raíces, porque su
alimentación es micrófaga.

La lombriz en su estado natural tiene gran participación en la fertilidad del suelo, por su
efecto marcado sobre la estructuración del mismo, debido a la mezcla permanente y el
reciclaje de bases totales como el Ca, el cual sustraen de las capas más profundas del suelo
hacia la superficie.

A escala mundial se hicieron muchos ensayos con lombrices comunes, pero se encontraron
que el rendimiento en cuanto a producción de humus era muy bajo, logrando
aproximadamente de 130 a 150 Kg. por unidad al año.

Las lombrices ingieren diariamente una cantidad de comida equivalente a su propio peso y
expelen el 60% transformado en humus.

Como no es posible modificar el consumo diario de alimento por lombriz. Años de


investigación llevaron al descubrimiento de la lombriz, se buscó a través del cruce de
diversas especies con alimentaciones diferentes un híbrido: el RED HYBRID, en California en
el año 1954, de un color rojo oscuro, y se logró prolongar su vida útil con una longevidad
cuatro veces superior a la de la lombriz común y la necesidad de acoplamiento, acortando los
tiempos de fecundación.

Esto se logró a través de la creación de un hábitat particular, buscando un pH óptimo,


humedad, temperatura y balance alimenticio en cuanto a vitaminas, proteínas, azúcares,
almidones, etc., y una densidad por área de desarrollo óptimo. Se logró una longevidad de
aproximadamente 16 años, una prolificidad bajo condiciones óptimas, hasta de 1.500
lombrices/año y deyecciones orgánicas con una riqueza en flora bacteriana de prácticamente
al 100 % con 2 billones de colonias de bacterias vivas y activas por gramo de humus
producido.

El producto resultante de las deyecciones de la lombriz roja, es un abono orgánico con


características muy propias, que lo hacen prácticamente insuperable ya que puede
incrementar hasta en un 300% la producción de hortalizas y otros productos vegetales. En
cálculos promediados una lombriz produce aproximadamente 0,3 g de humus diariamente, lo
que demuestra que en pequeñas superficies se pueden obtener grandes cantidades de
humus.

A manera de ejemplo se demuestra en el caso de 1 m² con unas 50.000 lombrices de las


cuales unas 20.000 a 25.000 son adultas y consumen aproximadamente 0,5 g diarios de
alimentos del cual expulsan 0,3 g en forma de humus, el cual a su vez es procesado por las
lombrices medianamente adultas, las pequeñas y las recién nacidas. Tomando las 25.000
adultas solamente por 0,3 g tendremos 7.500 g diarios de humus, lo que extrapolado a
1.000 m² se producirían 7.500.000 g ó 7.500 Kg diarios de humus. Estas cifras resultan muy
alentadoras en la búsqueda de alternativas ecológicas para la producción de fertilizantes
biológicamente puros, altamente rentables y que solucionan a corto plazo un problema
agobiante: la contaminación.

Entre las 4.500 especies existentes en el mundo, hay muchas que se pueden adaptar a un
sistema de crianza intensivo, siendo las más conocidas las siguientes:
Lombriz de campo (Allolobophora caliginosa): mide entre 6 a 13 cm La principal desventaja de
esta lombriz es su baja capacidad reproductiva; sin embargo, es muy útil en la agricultura,
horticultura y jardinería. Se concentra en las raíces de las plantas entre los 10 a 25 cm de
profundidad y en casos de falta de humedad o bajas temperaturas puede bajar aun más.
Lombriz de noche (Lumbricus terrestris): mide entre 9 y 30 cm y por lo general se encuentran
entre las pasturas y campos cultivados; su hábito gregario de salir a buscar su alimento por
la noche y su capacidad de romper los estratos compactados, permitiendo el flujo de materia
orgánica, son sus principales características. Puede llegar hasta los 4,5 m de profundidad.
Lombriz verde (Allolobophora chlorotica): es muy común y frecuente; sin embargo, su incidencia
en los beneficios para la agricultura son mínimos. Rara vez pasa los 7 cm, habita en suelos
húmedos y es poco activa, porque le gustan los ambientes fríos.
La lombriz roja de California (Eisenia foetida) es el resultado de más de 20 años de selecciones
realizadas por los americanos, especialmente en la zona de California. No tiene nada que ver
con la lombriz común, cuya vida media es de 4 años.
Eisenia foetida

La Eisenia foetida, el nombre del anélido seleccionado para ser criado en cautiverio, tiene un
promedio de vida de 16 años, se reproduce cada semana y cada día come materia orgánica
equivalente a su peso, tiene 182 aparatos excretores, 6 riñones y 5 corazones. No necesita
de compañía para aparearse porque es hermafrodita y alcanza su madurez sexual a los tres
meses, y al estado adulto mide 8 a 10 centímetros de longitud después de 9 meses.

La Eisenia respira a través de la piel, y con un sistema bucal succiona su alimento por la boca.
En cada metámero se ubica un corazón y un par de riñones, por lo que si se parte en dos, una
de ellas sobrevive. El 60% de su alimentación diaria se transforma en humus y el otro 40%
restante lo asimila para su sustento.

Su capacidad de reproducción es asombrosa: 1.000.000 de lombrices al cabo de un año se


convierten en 12.000.000 y en dos años en 144.000.000. Durante este tiempo habrán
transformado 240.000 toneladas de estiércol en 150.000 toneladas de humus.

El humus de lombriz es un fertilizante bioorgánico de estructura coloidal, producto de la


digestión, que se presenta como un producto desmenuzable, ligero e inodoro, similar a la
borra del café. Es un producto terminado, muy estable, imputrecible y no fermentable.

El humus posee una altísima carga microbiana del orden de los 20 mil millones por grano
seco, protegiendo a la raíz de otros tipos de bacterias patógenas, aun de nemátodos, contra
los cuales está indicado especialmente. La relación entre microorganismos y raíces hace
aumentar la disponibilidad de nutrientes asimilables.
Su riqueza en oligoelementos lo convierte en un fertilizante completo. Aporta a las plantas
sustancias necesarias para su metabolismo en razón de que su pH es cercano a 7; es decir,
neutro, pudiendo utilizarse sin contraindicaciones, ya que no quema a las plantas, ni siquiera
a las más delicadas.

Además, produce hormonas como el ácido indol acético y el giberélico, sustancias


reguladoras del crecimiento y promotoras de las funciones vitales de las plantas.
1. Biología de Eisenia foetida

Está difundida en todo el planeta, tiene una longevidad de 14 a 16 años y se adapta a

altas densidades, hasta 50 mil por metro cuadrado.Su nombre científico es Eisenia foetida,

mide entre 60 y 120 mm y posee una protuberancia denominada clitelo entre los anillos 24 y

32, la cual se hace notoria cuando la lombriz alcanza su madurez sexual.

Aun cuando las lombrices son hermafroditas, no se autofecundan, por lo tanto es necesaria la
cópula, la cual ocurre cada siete o diez días. Luego cada individuo coloca una cápsula,de la
cual emergen de cuatro a diez lombricitas después de un período de incubación de 14 a 21
días, dependiendo de la alimentación y los cuidados.

La lombriz consume diariamente su propio peso en alimento y excreta en forma de humus

60% de él.La Eisenia foetida, habita en los primeros 50 cm del suelo, por lo que es muy

susceptible a cambios climáticos.

En casi un año, con una densidad de 6 mil lombrices por metro cuadrado, se pueden producir
1.350 kilos de humus. En 600 m² la producción mensual ascendería a 6.75 toneladas.

Todas estas características hacen pensar seriamente que la lombriz puede ser el gran aliado
del hombre para combatir la erosión y recuperar, en parte, el patrimonio biológico de la
humanidad.

Sus principales ventajas son:

1Se ha experimentado con ella en todo el país, en distintas condiciones de clima y altitud, y
vive en cautiverio sin fugarse de su lecho.
2Es extraordinariamente prolifera. Madura sexualmente entre el segundo y tercer mes de
vida, depositando cada 7 a 10 días una cápsula con un contenido de 2 a 20 embriones que a
su vez después de 14 a 21 días de incubación eclosiona originando lombrices en condiciones
de moverse y nutrirse de inmediato.
3Come con mucha voracidad todo tipo de desechos agropecuarios (majadas, rastrojos de
cultivos, residuos de hortalizas y frutas, malezas, etc.). También puede utilizar desechos
orgánicos de industria, la ciudad, mataderos y otros.
4La digestión de los productos mencionados produce enormes cantidades de humus que es
la base de la fertilidad del suelo.

2. Crianza de lombrices.

El primer paso es la agregación de diversos tipos de desechos orgánicos (restos de la


cafetería, plantas, papeles, el césped cortado de los campos de fútbol) en montículos que son
regados con agua. El compost es esta materia, llegado determinado grado de fermentación,
lo que ocurre a las ocho semanas. Con este compost se rellenan las treinta pozas o lechos de
cuarenta metros de largo, un metro de ancho y cincuenta centímetros de profundidad. En
estos lechos hay millares de lombrices (Eisenia foetida) en espera del alimento que
transformarán en humus en un proceso que se realizará a lo largo de los cuatro meses.
Durante este tiempo habrá que cuidar la temperatura de los lechos, para que la vida de las
lombrices no peligre, lo que se hace mediante el riego por microaspersión.

A partir de desechos del banano, ahora es posible alimentar sin fertilizantes químicos la
lombriz roja o californiana, cultivo al que Colombia recién ingresa, pero que ya le deja
positivos efectos ambientales como la recuperación de suelos erosionados.

Utilizando el humus de lombriz, producido con los desechos de plantación y el laboreo del
banano, se reduce al mínimo la aplicación de fertilizante químico, lo que disminuye los costos
de fertilizantes hasta un 70%.

En inmediaciones del Parque Nacional Tayrona, en la bahía de Santa Marta, se adelanta el


más grande y novedoso cultivo de lombriz roja o californiana en Colombia.

Aunque la lombriz roja o californiana está difundida en todo el planeta, la siembra en


Colombia, que es relativamente nueva, aprovecha la materia orgánica resultante del cultivo
de banano.

El objetivo es reducir al mínimo la posible aplicación de fertilizante químico, utilizando el


humus de lombriz producido con los desechos de plantación y el laboreo del banano, lo que
disminuye los costos de fertilizantes hasta un 70 %.

El humus es el material resultante de la transformación digestiva que ejerce la lombriz sobre


la materia orgánica, degradándola vorazmente en pocas horas. La microflora y bacterias
benéficas para el suelo que están en el humus, son superiores a las de cualquier abono
similar.

La primera ventaja es la reconversión de basura biodegradable, lo que constituye para los


alumnos un modelo de cuidado del hábitat humano. También es importante considerar el
ahorro en fertilizante de los suelos agrícolas, jardines, campos deportivos y demás zonas
verdes. La incorporación de nutrientes al suelo es indispensable para el mejoramiento de la
fertilidad de la tierra. En espacios reducidos y corto tiempo, dado que el proceso es rápido,
logramos obtener cinco toneladas de humus, un producto natural que constituye la última
etapa de la degradación de la materia.

Durante el proceso de transformación del compost se obtienen las aguas húmicas, que son
ricas en ácidos húmicos y úlmicos. Este bioabono líquido se almacena y neutraliza. Se usa
para regar plantaciones y áreas verdes de nuestro colegio, ya que posee gran cantidad de
nitrógeno y sales minerales.

Un criadero de lombrices del orden de una hectárea produce entre 50 a 70 toneladas de


nitrógeno por año, aprovechable tanto en la agricultura como en la ganadería, aparte de
contribuir al reciclaje de los desechos orgánicos.

La unidad económicamente rentable consta de 20 metros cuadrados (20 m x 1 m). Esta cama
sirve para identificar las multiplicaciones, las subdivisiones, la producción de humus, el
número de lombrices, la extensión del criadero, los gastos de emprendimiento y la cantidad
necesaria de insumos alimentarios

La preparación del sustrato alimentario debe ser muy cuidadosa para no quemar los
microelementos cuando la materia orgánica a emplearse se descomponga. Como es sabido,
la temperatura se eleva; entonces es necesario enfriar constantemente con agua, y, como ya
dijimos, es posible el empleo de diversos desechos orgánicos.
Luego de la descomposición, este sustrato es volcado a las camas de cultivo. La práctica de
la lombricultura necesita mucha humedad en su hábitat, entre 80 y 82%, y a pesar de no
tener ojos, este anélido huye de la luz. La radiación solar es dañina para la lombriz porque los
rayos ultravioletas (UV) lo cocinan si se expone a ellos.

Además de tener otras alternativas industriales, como la producción de proteína animal, en


farmacia para aminoácidos esenciales, en nuestro medio, no tan acostumbrado a una
agricultura tecnificada, el empleo como carnada para uno de los deportes más frecuentados
como es la "pescada" es desde ya una fuente de ingresos alternativos.

La extraordinaria capacidad productiva de la Eisenia foetida, criada por el Centro de


Investigación y Desarrollo de Lombricultura, permite al criador amortizar rápidamente su
capital invertido, y encontrarse en un tiempo breve con una actividad altamente productiva.

Un criadero de lombrices en fase de expansión, se duplica cada tres meses, es decir, 16


veces en un año, 256 veces en dos años y 4 096 veces en tres años.
3. Alimentación

El cultivo de lombriz roja debe alimentarse con el humus completamente descompuesto. No


es aconsejable el uso de material en proceso de fermentación, pues podría causar
intoxicación a las lombrices.

La cantidad de alimento depende de la densidad de población. Así, para un lecho con 20 mil
lombrices por metro cuadrado, se pueden necesitar 20 kilos de humus cada ocho días.

Cuando se tienen poblaciones altas, el requerimiento de alimento es mayor y se les debe


proporcionar en períodos más cortos (5 a 7 días), adicionándolo en capas que no excedan los
10 centímetros de espesor.

Una de las formas antiguas de alimentación de la lombriz roja fue a partir de desechos como
estiércol, nutritivos y de fácil consumo, pues así, ya han tenido una primera digestión y así la
lombriz pierde menos energía en su transformación.

Los desechos vegetales, como son en esta caso la del banano, deben suministrársele bien
desmenuzados, para que su consumo se logre en menor tiempo.

El humus tiene una composición de 57,64% de humedad; 70,79% de materia orgánica; 2,91%
de Nitrógeno; 2,01% de Fósforo; 1,80% de Potasio; 4,60% de Calcio; 0,64% de Magnesio;
0,60% de Hierro y altas concentraciones de Manganeso, Cobre, Zinc y Cobalto.

La carne y harina de lombriz se emplean para consumo humano y animal. En general, todos
los cárnicos contienen 5% de carne de lombriz.

Con la secreción cutánea producida por la lombriz cuando es sometida a estrés, se obtiene
una alta concentración de minerales, hormonas y enzimas que poseen propiedades
bactericidas, bacteriostáticas y antialérgicas.

E. Características del humus de lombriz.

Este producto también conocido como vermicompost o lombri-compuesto en la bibliografía


especializada, es el resultado de la transformación de materiales orgánicos por las lombrices.
Existen varias especies, la más utilizada es la llamada lombriz roja californiana ( Eisenia
foetida).

El proceso consiste en el paso por el intestino de la lombriz de materiales orgánicos que se


mezclan en el tracto digestivo con elementos minerales, microorganismos y fermentos, que
producen cambios bioquímicos en el sustrato.

Las deyecciones de las lombrices quedan así enriquecidas y predigeridas lo cual acelera el
proceso de mineralización y humificación de la materia orgánica que lo compone.

Una de las alternativas es posibilitar el ciclo fermentativo, sobre estiércol vacuno por
ejemplo, procediendo luego al sembrado de las lombrices, con lo cual se obtiene un producto
de inmejorable calidad.
Lombricultura 13

Este humus posee un pH 6,8 a 7,2 o sea neutro, aportando además sustancias estimuladoras
del crecimiento vegetal (auxinas, giberelinas, citoquininas, etc.) y una población bacteriana
benéfica.

1. Análisis.
En el Cuadro 1, se comparan los contenidos de algunos
elementos con el lombricompuesto. Cuadro 1 Cantidades relativas
(%) de nutrientes contenidos en distintos estiércoles animales. Según

Schuldt 1994

Tipo de Materia Seca N P2O5 K2O OCa


estiércol
Equino 33 0,67 0,25 0,55 0,20
Bovino 18 0,60 0,15 0,45 0,15
Gallina 45 1,00 0,80 0,40 0,00
Lombricompuesto 30-50 2,42 3,74 1,10 2,47

Del análisis de estos valores se desprende que el lombricompuesto posee entre 3 a 4 veces
más cantidad de elementos que los otros estiércoles.

Si midiéramos con algún parámetro la fertilidad "incorporada" al suelo por el


lombricompuesto veríamos que es mayor en 4-5 veces respecto a la incorporación que hacen
otro tipo de estiércoles.

Si por alguna eventualidad se aplicaron cantidades excesivas, esto no causará problemas ya


que la liberación de los principios activos se dosifican en forma adecuada. Otro aspecto a
destacar es que a diferencia de otros estiércoles, el aporte de bacterias benéficas es de
varios billones/g mientras que en los estiércoles comunes no pasan de pocos millones/g.

Esta incorporación de vida al suelo permite la liberación de compuestos no asimilables por los
vegetales, poniéndolos a disposición de los mismos, esto es particularmente cierto en el caso
del fósforo.

2. Comparaciones
Si comparamos el contenido de nutrientes de los primeros 15 cm de suelo con

losexcrementos de las lombrices que lo habitan obtenemos los siguientes resultados:5 veces

más ricos en nitrógeno nítrico.2 veces más ricos en calcio asimilable.2,5 veces más ricos en

magnesio asimilable.7 veces más ricos en fósforo asimilable.11 veces más ricos en potasio

asimilable.
III. IMPORTANCIA ECONÓMICA

A. Usos del humus de lombriz en campos deportivos.

Así como en todo el mundo los campos de golf están siendo cuestionados por el uso de
agroquímicos para mantener impecable su alfombra de césped, también se los cuestiona por
algo más puntual y concreto como es el altísimo consumo de agua para su riego.

Se calcula en 15 m³ por hectárea y que en un día caluroso de verano una cancha de golf
consume lo que una población de 1600 habitantes. El humus de lombriz con su gran
capacidad de retención hídrica, que aumenta ésta del 4 al 27% constituye un elemento
importante en el mantenimiento de una cancha de golf, además de su aporte de enmienda
fertilizante y de disminuir el impacto producido por los agroquímicos.

En EE.UU., son ya muchas las instituciones que tiene para sus canchas sus propias plantas
compostizadoras, aprovechando los residuos de cortes de pasto, podas, etc.

Están obteniendo excelentes resultados en sus siembras y mantenimiento, tanto en cantidad


y calidad como en el aspecto fitosanitario.

B. Importancia alimenticia de la lombriz

Desde tiempos inmemorables la lombriz es conocida como el animal ecológico por definición.
Transforma todos los residuos de la sociedad humana convirtiéndolos en humus de óptima
calidad, que retorna al suelo, la vitalidad de este con la mezcla de alta carga microbiana;
además, es muy útil y conocido el empleo que se hace de su carne en alto contenido
proteico.

Pero no sólo se verían satisfechas las necesidades de humus, vendrá luego la preparación de
harina de lombriz, que por ser de alto valor proteico, la ausencia de olor y sabor, la hace
competitiva con la harina de pescado, tanto en calidad y más aun con el precio. En algunos
países como en Filipinas se produce la harina de lombriz para consumo humano. Todas las
condiciones actuales de desarrollo de la humanidad, su tasa de crecimiento y el déficit
alimentario proteico, no será lejano el día que la harina de lombriz será una solución para uno
de los más grandes problemas de la humanidad: el hambre.

La carne de lombriz contiene, de acuerdo con algunos estudios del 60% al 80% de proteína
cruda que le ubica como uno de los alimentos de mayor calidad que se pueda encontrar en la
naturaleza. Esta alternativa nos ofrece la oportunidad de producir carne de altísima calidad y
a muy bajo costo; rentabilidad y productividad no alcanzada jamas por otra actividad que
requiere la obtención de carne.
La carne de lombriz puede ser utilizada en la alimentación animal en forma cruda y directa
o en la elaboración de harina de carne de lombriz para ser mezclada con otros productos y
producir concentrados de excelente calidad, actualmente existen algunos ejemplos que nos
hablan de las alternativas que ofrece la lombriz roja para la alimentación humana, en
especial para ofrecerla como fuente de proteínas a la población con bajos recursos.

C. Nuevas fuentes de proteínas

La posibilidad de transformar en carne de alto valor proteico los desechos orgánicos, que en
muchos casos hoy constituyen un problema ecológico, es talvés uno de los aspectos más
fascinantes de la lombricultura. La composición de la harina de lombriz, con más de un 70%
de proteínas de alto valor biológico, hace que este anélido aparezca como una de las grandes
soluciones a los problemas nutricionales que tiene la humanidad.

Si importante es el alto contenido de proteínas en la carne de lombriz, más importante aún es


su cantidad de aminoácidos esenciales. La alta tasa reproductiva y la rápida velocidad de
crecimiento de la lombriz, permite producir toneladas de carne por hectárea a un costo como
ninguna otra actividad zootécnica lo logra.

Además del colágeno, se pueden extraer otros productos base para la industria farmacéutica.

A partir del líquido celomático, contenido en el celoma, se ha producido antibióticos de uso


humano para combatir entre otras cosas enfermedades como el tifus.

Características como el no sangrar al producirse un corte de su cuerpo y ser totalmente


inmune al medio contaminado en el cual vive, como así mismo la alta capacidad de
regeneración de tejidos, son motivo de investigaciones para aplicar en el ser humano.

IV. CONCLUSIONES

Cada vez es más problemático resolver las necesidades alimenticias de la creciente población
mundial, en muchos países la desnutrición infantil es una alarma que debería llamar la
atención de todos. Los gobiernos gastan miles de millones de dólares en seguridad nacional
cuando la población infantil no tiene un futuro seguro.

En las lombrices hay una alternativa viable y sustentable que poco a poco se va a ir
encaminando para cubrir las necesidades de alimentación básica: las proteínas. Es por esto
que se debe comenzar una campaña mundial de información y asistencia para poner en
marcha estos proyectos, que de por si no son costosos, y ofrecen además de alimento para
consumo humano y animal, una forma de fertilización de tierras totalmente natural y sin
contaminación.

Es evidente el fracaso de la implementación de fertilizantes químicos con respecto a su


efecto residual tóxico, y ya, a finales del siglo XX, vuelve a comenzar el ciclo que consiste en
la mayor implementación de lombrices para reciclar los desechos orgánicos, como se hacia
en la antigüedad. Y no es que la utilización de fertilizantes sea el causante directo de la
contaminación agrícola, más bien es el uso indiscriminado y negligente de estos productos,
que ya esta llegando a su limite de tolerancia por parte de la biodiversidad, y por esto la
utilización de las lombrices contribuye enormemente a reducir el impacto producido por estos
productos, y ayuda a conservar el medio natural, donde el hombre también es un ser vivo,
que tarde o temprano podría sufrir las consecuencias por destruirlo.

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