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IA-37 Hörten tambien conocido como "las alas de Peron"

Proyecto de interceptor supersónico conformación ala delta, diseño del Dr. Reimar
Hörten, erróneamente conocido como PULQUI III. Se pretendía lograr 1300 Km/h.
Los planes de desarrollo comienzan en 1953 y el objetivo era poner en vuelo
motorizado el primer prototipo en 1956, pero el proyecto es demorado luego del
derrocamiento de Perón. En 1956 Hörten presenta un cambio en el proyecto,
modificando la posición prono por una cabina convencional con cúpula de acrílico
rebatible hacia la derecha; se reinician los vuelos del planeador Esc. 1:1 en 1957
acumulando más de 50 h de prueba en 1958. Cuando el prototipo metálico estaba
en un importante grado de avance se acepta la propuesta de dejar el proyecto I.A.
37 y continuar con el desarrollo de un birreactor supersónico. El primer vuelo como
planeador lo realiza el 1° de octubre de 1954, comandado por el Primer Teniente
Jorge Connan Doyle; fue remolcado por el trimotor JUNKERS-JU 52/3M (Tía Jú)
perteneciente a la FMA pilotado por el Primer Teniente Nelio González.

Se habían previsto cuatro etapas de estudio:


1. Analizar comportamiento con un modelo escala 1:10 catapultable construido en madera
compensada con un peso de 5 Kg; parámetros a medir: trayectoria, estabilidad, perfil alar,
centro de gravedad; los lanzamientos se realizaron con tensores elásticos sandows en el Lago
San Roque; la trayectoria del modelo se fotografiaba con cámaras de alta velocidad (4000
cuadros por segundo y con películas de alta resolución); se utilizó también un modelo escala
1:5 con un peso de 22 Kg; para el Túnel Supersónico se construyeron modelos metálicos de
acero inoxidable escala 1:25.
2. Evaluar un planeador Esc.1:1 con puesto de pilotaje posición prono (ventral) para estudiar
las aceleraciones G negativas (se sostenía por esos años que en maniobras bruscas el piloto
en esa posición absorbía con mayor comodidad los efectos).
3. Construir prototipo metálico con planta de poder ROLLS ROYCE DERWENT V de 1632 Kg de
empuje a 14000 r.p.m.; combustible en tres tanques, dos alares y uno ventral interno, con
capacidad de 1700 l para 2 h de autonomía; esta versión debía llevar asiento eyectable y tren
de aterrizaje ventral de una rueda.
4. Reemplazar las turbinas por dos ROLLS ROYCE AVON R.A. 3 de 2948 Kg de empuje para
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lograr una velocidad de 1300 Km/h.

Características (estaban previstas para la tercera etapa):


perfil del ala simétrico 10% de espesor; alargamiento 2,08; cuerda base 10 m;
diedro 0°; incidencia 0°; flecha 63,5°; estructura de duraluminio; elevones estática y
aerodinámicamente compensados de duraluminio; superficie elevones 2,4 m²; superficie alar
48 m². Deriva semimonocasco de duraluminio superficie 3,3 m²; timón de dirección 1,1 m²;
flecha 72°. Tren de aterrizaje tipo ventral (una rueda) y una en cada extremo de ala;
amortiguación oleoneumática; retracción hidráulica; frenos dunlop. Envergadura 10 m;
longitud 11,78 m; peso vacío 3300 Kg; peso máximo 4800 Kg; velocidad máxima 800 Km/h a
8000 m; velocidad de aterrizaje 110 Km/h; techo 15000 m; alcance 2000 Km.[/b]

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Historia

Después de la Segunda Guerra Mundial (II GM), las grandes potencias vencedoras se lanzaron
al desarrollo de aviones de reacción, aquel invento alemán que, desde 1944, había
revolucionado la guerra aérea sobre los cielos de Europa. La Argentina, por entonces país
poderoso, que se había mantenido neutral casi hasta el final de la contienda, se convirtió en
pionera del desarrollo aeronáutico en Latinoamérica con la producción del primer jet de
diseño propio.

Para comprender lo que esto significó, debemos mencionar que recién a fines de los '80 Brasil
llevó adelante un proyecto similar: el AMX fabricado en conjunto con Aeritalia. Ambas
naciones son las únicas del hemisferio sur que desarrollaron este tipo de aeronaves.
A partir de 1946, el gobierno del Gral. Perón se propuso impulsar el desarrollo tecnológico e
industrial argentino y para lograrlo contrató técnicos e ingenieros europeos que habían
desarrollado algunas de las más importantes armas de la II GM. De esta manera, a poco de
finalizadas las acciones bélicas, las autoridades argentinas, comenzaron a contactarse con
varios de ellos ofreciéndoles la posibilidad de trabajar en un país donde no había
resentimientos.

En 1947 comenzaron a llegar técnicos alemanes, con gran experiencia y conocimientos,


trayendo muchos proyectos desarrollados durante la guerra. El primero de ellos fue Kurt
Tank, ex director de Focke Wulf y padre del famoso Fw-190; seguido por el Dr. Thalau, ex
director de Fieseler; el piloto Berhens, ex director del Centro de Ensayos de la Luftwaffe;
Reimar Horten, famoso por sus diseños de alas volantes; Werner Baumbach, ex jefe de
bombarderos de la Luftwaffe; los hermanos Henrici, diseñadores de la bomba voladora
Henschel Hs-293; y los pilotos Adolf Galland, "as" de la aviación de caza y Hans Ulrich Rudel,
piloto de Stuka, que iban a viajar con Erich Hartmann (máximo "as" de la historia, con 352
victorias) pero éste fue capturado por los soviéticos poco antes.
Reimar Horten, apenas llegó, se dedicó a desarrollar dos modelos de planeadores (IA-34 "Clen

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Antú" e IA-41 "Urubú" , un transporte (IA-38) y un caza de reacción, todos ellos alas
volantes. El 19 de octubre de 1949 el Brig. Juan Ignacio San Martín, a cargo de la FMA,
presentó al Brigadier Cesar Ojeda, ministro de Aeronáutica, el expediente secreto 339 con el
proyecto de Horten de un caza de reacción, ala doble delta, dos derivas en las alas, tanques
de combustible internos (cuatro en las alas y uno en la cabina). La toma de aire de la turbina
Rolls Royce Derwent V con que iba a ser equipado, estaba ubicada en forma ventral y el
armamento interno era de cuatro cañones de 20 mm. Horten pensaba alcanzar mayor
velocidad máxima, menor velocidad de aterrizaje y mayor techo de servicio que el Pulqui II
(caza en el que trabajaba Kurt Tank). Finalmente el 4 de abril de 1951 el proyecto fue
archivado ya que el Pulqui II se encontraba en un estado de desarrollo avanzado, y la
Argentina no podía permitirse construir dos aviones de reacción al mismo tiempo.

Sin embargo, Horten siguió trabajando, esta vez sobre el IA-37, que también era un ala
volante, con bastantes diferencias con respecto a las anteriores. En 1953 comenzó a efectuar
pruebas en el túnel de viento y bajo la supervisión de Karl Nickel se realizaron más de 200
lanzamientos de maquetas de entre 5 y 20 kg para pruebas aerodinámicas que alcanzaron los
200 km/hora.

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En 1947 comenzaron a llegar técnicos alemanes, con gran experiencia y conocimientos,
trayendo muchos proyectos desarrollados durante la guerra. El primero de ellos fue Kurt
Tank, ex director de Focke Wulf y padre del famoso Fw-190; seguido por el Dr. Thalau, ex
director de Fieseler; el piloto Berhens, ex director del Centro de Ensayos de la Luftwaffe;
Reimar Horten, famoso por sus diseños de alas volantes; Werner Baumbach, ex jefe de
bombarderos de la Luftwaffe; los hermanos Henrici, diseñadores de la bomba voladora
Henschel Hs-293; y los pilotos Adolf Galland, "as" de la aviación de caza y Hans Ulrich Rudel,
piloto de Stuka, que iban a viajar con Erich Hartmann (máximo "as" de la historia, con 352
victorias) pero éste fue capturado por los soviéticos poco antes.
Reimar Horten, apenas llegó, se dedicó a desarrollar dos modelos de planeadores (IA-34 "Clen

Antú" e IA-41 "Urubú" , un transporte (IA-38) y un caza de reacción, todos ellos alas
volantes. El 19 de octubre de 1949 el Brig. Juan Ignacio San Martín, a cargo de la FMA,
presentó al Brigadier Cesar Ojeda, ministro de Aeronáutica, el expediente secreto 339 con el
proyecto de Horten de un caza de reacción, ala doble delta, dos derivas en las alas, tanques
de combustible internos (cuatro en las alas y uno en la cabina). La toma de aire de la turbina
Rolls Royce Derwent V con que iba a ser equipado, estaba ubicada en forma ventral y el
armamento interno era de cuatro cañones de 20 mm. Horten pensaba alcanzar mayor
velocidad máxima, menor velocidad de aterrizaje y mayor techo de servicio que el Pulqui II
(caza en el que trabajaba Kurt Tank). Finalmente el 4 de abril de 1951 el proyecto fue
archivado ya que el Pulqui II se encontraba en un estado de desarrollo avanzado, y la
Argentina no podía permitirse construir dos aviones de reacción al mismo tiempo.

Sin embargo, Horten siguió trabajando, esta vez sobre el IA-37, que también era un ala
volante, con bastantes diferencias con respecto a las anteriores. En 1953 comenzó a efectuar
pruebas en el túnel de viento y bajo la supervisión de Karl Nickel se realizaron más de 200
lanzamientos de maquetas de entre 5 y 20 kg para pruebas aerodinámicas que alcanzaron los
200 km/hora.

IA-48

Este modelo, designado IA-48, estaría equipado con dos Rolls Royce Avon R.A.3 de 2 950 kg
de empuje, dos Nene 101 de 2 267 kg o dos Bristol Orpheus BOr de 2 200 kg bajo las alas, a

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su vez, el ala sería delta ojival o gótica y estaba diseñado para alcanzar Mach 2,2. La Armada
se mostró interesada en el modelo para emplearlo en el nuevo portaaviones Independencia
que había llegado en 1958, por ese motivo sufrió algunos cambios, como la orientación del
flujo del escape de los motores.

Nunca pasó de la mesa de dibujo y nunca se supo el por qué no se construyó esta maravilla
para la época. Se habla de presiones recibidas acompañadas por la negativa de proveer los
motores para una centena de naves de Mach 2,2 que se planeaban construir.-

Estos aviones fueron considerados (o algo asi lei en una pagina) los primeros jet
ala delta o ala volante. Y aunque no paresca todo eso paso en Argentina

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