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Cómo Actúa el Psicópata en una Organización

¿Psicópata?, ¿En una institución?, ¿Puede existir un psicópata en una institución?

La respuesta es Sí, si puede existir no solo un psicópata, sino muchos, muchos psicópatas
que se encuentran de forma camaleónica interactuando cotidianamente en el entorno laboral,
acechando a sus presas para satisfacer sus necesidades, desbordar sus temores, angustias,
pasiones, frustraciones y limitaciones, en sí, sus demonios que los atormentan pero que al
mismo tiempo les provocan placer.

Pero, ¿quién es ese camaleón que logra infiltrarse de manera consciente en una
organización?. Es un hombre como tú, como yo, pero que vive atrapado en el deseo
egocéntrico y antinatural de trascender de manera ignominiosa y unilateral en el éxito.

Son personas imposibles de tratar dado su nivel de intolerancia, violencia y agresión,


absorbidas en sí mismas, sin lograr tener una conciencia clara de sus actos ni sentimiento
hacia las personas. Les cuesta trabajo respetar las reglas básicas de convivencia y de bien
común. Son temerarias, inintimidables, es decir, no guardan temor por las consecuencias de
sus actos ni pena por el reproche ni critica social. Son pretenciosos, de tendencia sádica
(gozan haciendo sufrir al otro), sin menoscabo de empatía y respeto. Buscan el poder y la
admiración para desenmarañar su frustración e intolerancia. Siendo Jefes, utilizan el poder
sórdido para flagelar a sus subalternos ante la más mínima acción contraria a sus preceptos,
los humillan y violentan llevándolos a una castración intelectual y operativa que los motiva a
ser mansos corderos.

De acuerdo con Cleckley (1941), se puede describir a 4 subtipos de psicópatas.

Los Psicópatas Primarios, caracterizados por no reaccionar ante el castigo, ante el rechazo,
la crítica o la desaprobación. No tienen proyectos de vida, son apáticos y se rigen bajo el
principio del mínimo esfuerzo. Theodore Millón (1984), los llama Antisociales Nómadas.

Los Psicópatas Secundarios, caracterizados por ser arriesgados, audaces, temerarios,


imprudentes, quienes pueden reaccionar de manera hostil e impulsiva ante situaciones que
les generen estrés. Su imprudencia y temeridad los ponen en riesgo, así como a las
personas con las que conviven.
Viven la vida sin precaución y en la tentación ya que esto les genera adrenalina a su vida.

Los Psicópatas Descontrolados, caracterizados por la facilidad que demuestran para


enojarse y violentarse. Este descontrol en el manejo de sus impulsos puede canalizarse
hacia la agresión sexual (no necesariamente copulatoria) sino a través de actos y
comentarios perversamente planeados, a las conductas adictivas (como el alcohol, el tabaco
y otras sustancias ilegales), al robo, al fraude, etc. Su umbral delincuencial se encuentra muy
por abajo del normal, motivo por el que fácilmente pasa al acto sin piedad ni mucho menos
sentimiento de culpa.

Los Psicópatas Carismáticos, caracterizados por su alta capacidad de manipulación y


seducción. Suelen ser encantadores e incluso atractivos, poseedores de talentos que atrapan
y corrompen. Suelen ser irresistibles y se sucumbe fácilmente a sus fantasías y deseos.

“Los sociópatas han existido siempre en formas diversas y en distinto grado. Se les ha
conocido bajo diferentes nombres. Se los ha estudiado utilizando varias técnicas, y a través
de los años se han encontrado varias causas a su enfermedad. Pero una cosa nunca varía:
todos los sociópatas poseen tres características en común: son individuos muy egocéntricos,
sin empatía hacia los demás, e incapaces de sentir remordimiento o culpa”. (Horton, 1999).

La Lista de Puntos de Hare en Relación al Comportamiento del Psicópata

1. MUCHA LABIA y ENCANTO SUPERFICIAL. Una tendencia a ser suaves,


enganchadores, encantadores, hábiles, con facilidad verbal. El encanto psicopático no es
en absoluto tímido, prudente, ni con miedo de decir algo. Un psicópata nunca enmudece.
Por ejemplo, se han liberado de la convención social de hablar por turnos.
2. AUTOESTIMA OSTENTOSA. Una visión extremadamente alta de sus propias
capacidades y de lo que valen; seguros de sí mismos, testarudos, engreídos,
jactanciosos. Los psicópatas son personas arrogantes que se creen seres superiores.
3. NECESIDAD DE ESTÍMULOS o PROPENSIÓN AL ABURRIMIENTO. Una necesidad
excesiva de estímulos nuevos, emocionantes y apasionantes, corriendo así riesgos. Los
psicópatas a menudo tienen una baja autodisciplina para completar tareas porque se
aburren fácilmente. No consiguen conservar el mismo trabajo durante más de un cierto
tiempo o, por ejemplo, no terminan tareas que consideran embotadoras o rutinarias.
4. MENTIRAS PATOLÓGICAS. Moderadas o altas. De forma moderada serán perspicaces,
mañosos, astutos, y listos; en la forma extrema, serán engañosos, secretos,
inescrupulosos, manipuladores, y deshonestos.
5. ENGAÑO Y MANIPULACIÓN. El uso de engaño para hacer trampa, estafar o defraudar
a otros para su ganancia personal; distinguiéndose del punto 4, en cuanto a que aquí la
explotación y la crueldad insensible están presentes, reflejando una carencia de
preocupación por los sentimientos y sufrimiento de sus víctimas.
6. CARENCIA DE REMORDIMIENTO O CULPA. Una falta de sentimientos o preocupación
por las pérdidas, dolor y sufrimiento de las víctimas. Tienden a ser indiferentes,
desapasionados, fríos, y faltos de empatía. Este punto es por lo general demostrado por
su desdén hacia las víctimas.
7. AFECTO SUPERFICIAL. Una pobreza emocional, o una gama limitada de emociones
profundas; frialdad interpersonal, a pesar de dar señales de ser abiertamente gregarios.
8. INSENSIBILIDAD Y CARENCIA DE EMPATÍA. Una carencia de sentimientos hacia la
gente en general; es frío, despectivo, desconsiderado, y sin tacto.
9. UN ESTILO DE VIDA PARASITARIO. Una dependencia financiera intencional,
manipuladora, egoísta, y explotadora de otros, como se refleja en una carencia de
motivación, en poca autodisciplina, y en la inhabilidad de asumir responsabilidades.
10. CONTROL POBRE DEL COMPORTAMIENTO. Expresiones de irritabilidad, molestia,
impaciencia, amenazas, agresión, y abuso verbal; control inadecuado de su cólera y
carácter; actúa sin pensar.
11. COMPORTAMIENTO SEXUAL PROMISCUO. Una serie de relaciones breves,
superficiales, y una selección indiscriminada de compañeros sexuales; varias relaciones
mantenidas simultáneamente; un historial de tentativas de imponerse sexualmente a
otros, o una muestra de gran orgullo relatando sus proezas sexuales o conquistas.
12. PROBLEMAS CONDUCTUALES TEMPRANOS. Una variedad de problemas de
comportamiento antes de los 13 años, incluyendo mentir, robar, hacer trampas, estar
involucrado en actos de vandalismo, abusar de otros, tener una actividad sexual, prender
fuegos intencionalmente, aspirar pegamento, hacer uso de alcohol, y escapar de casa.
13. UNA FALTA DE OBJETIVOS REALISTAS Y A LARGO PLAZO. Una inhabilidad o
fracaso permanentes en desarrollar y ejecutar planes y objetivos a largo plazo. Una
existencia nómada, sin objetivo, careciendo de dirección en la vida.
14. IMPULSIVIDAD. Comportamientos no premeditados recurrentes y faltos de reflexión o
planificación; inhabilidad de resistir a la tentación, frustraciones, e impulsos; una falta de
reflexión sobre las consecuencias de sus acciones; es temerario, precipitado,
imprevisible, errático, e imprudente.
15. IRRESPONSABILIDAD. Fracaso repetido en realizar o cumplir con obligaciones y
compromisos, como por ejemplo no pagar cuentas o préstamos, realizar trabajos sin
cuidado, ausentándose o llegando tarde a trabajar, dejando de cumplir con acuerdos
contractuales.
16. FRACASO EN ACEPTAR LA RESPONSABILIDAD DE SUS PROPIAS ACCIONES.
Fracaso en aceptar la responsabilidad de sus acciones, que se refleja en una toma de
conciencia baja, en la ausencia de escrúpulos, en la manipulación, la negación de su
responsabilidad, y en un esfuerzo para manipular a otros a través de esta negación.
17. MUCHAS RELACIONES MATRIMONIALES A CORTO PLAZO. No se compromete en
relaciones de largo plazo, lo que se refleja en compromisos inconsistentes, informales, y
no fiables, incluyendo el matrimonial.
18. DELINCUENCIA JUVENIL. Problemas de comportamiento entre los 13 y 18 años; sobre
todo en conductas que son delitos o que implican claramente aspectos de antagonismo,
explotación, agresión, manipulación, o una insensibilidad despiadada.
19. VERSATILIDAD CRIMINAL. Una gran diversidad de tipos de ofensas criminales, sin
importar si la persona ha sido detenida o condenada por su culpa; mostrando un gran
orgullo al salir indemne.

En una organización solo es cuestión de tiempo para poder identificar al camaleón que se
encuentra oculto detrás de un escritorio, en una oficina, bodega, archivo, etc.
Es posible detectar los movimientos del psicópata en una organización poniendo atención a
cuatro fases bien diferenciadas:

Ingreso a la organización.
Ingresar a una institución no es tarea difícil para un psicópata. Su capacidad de
manipulación, seducción y evasión, acompañado de un entrevistador no entrenado para
detectar este tipo de psicopatologías, lo hace ser una tarea sencilla. El psicópata elige la
empresa, la institución u organización donde buscará expandir sus necesidades. No es
casualidad su ingreso, él la estudia previamente e incluso, elige el momento de iniciar la
parafernalia de su reclutamiento y selección. Posee un encanto y una fuerza de
convencimiento realmente especial, dando la impresión de que ante los ojos del entrevistador
se halla el candidato ideal.

No es éste un hecho extraño: las tres capacidades más buscadas por las instituciones son
las habilidades de relación (que incluye ser un buen comunicador, habilidades sociales y
adaptabilidad en el trato con diferentes personas), la inteligencia y la responsabilidad. El
psicópata, no tiene problemas en dar esa imagen.

Evaluación.
Una vez que el psicópata ha logrado entrar en la organización, comienza su proceso de
estudio, de análisis del comportamiento organizacional. Valora el potencial, los defectos y las
virtudes de los miembros para saber cuándo y con quién iniciar su proceso de acecho para
manipularlos y convertirlos en sus fieles seguidores.

Manipulación.
El psicópata manipula las redes de información con el objeto de lograr tres propósitos:
a) Para aumentar su reputación,
b) Para desacreditar a los demás, para crear conflictos y rivalidades entre diferentes
miembros de la organización que a él le interesa que estén enfrentados, porque, de este
modo, en esta situación de caos, tendrán menos probabilidades de descubrir su trama y,
c) Para conseguir sus fines psicopáticos.
Una conducta habitual del psicópata en todo este proceso es evitar asistir a reuniones de
trabajo realizadas en grupo, ya que, en estas reuniones, es más difícil que pueda mantener
una imagen positiva al verse expuesto simultáneamente a diferentes miembros que él ha
manipulado de modo individual. Ahora, al estar juntas diferentes personas que han tenido
diversas informaciones manipuladas por su causa, podrían exigirle que clarificara muchas
cosas, algo que no estaría en disposición de hacer.
Confrontación
Es la fase donde aflora la violencia, el abuso del poder y la cuartada para lograr los fines por
parte del psicópata. En este momento abandona social y psicológicamente a sus seguidores
que ya no le sirven para sus fines. Las víctimas pueden darse cuenta de dicho alejamiento y,
en algunos casos llegan a sentir alivio ya que, si bien no han llegado, en muchos casos, a
comprender la naturaleza de la persona a la que habían apoyado, sí habían podido sentir
«algo especial» que hacía onerosa la interacción en muchos momentos.

Algunas víctimas descubren que su “amigo” es un farsante, una serpiente y, encolerizados,


le desafían abiertamente. Sin embargo, quizás ya sea demasiado tarde para ellos: el
psicópata ha tenido tiempo de neutralizarles. ¿Cómo?, mediante sus contactos con
miembros que están en una posición superior en la jerarquía organizativa, ha difundido
información sesgada que ha desacreditado ante sus ojos a las personas que ahora se le
enfrentan. De este modo, cuando “las víctimas” inician su contraataque, deben convencer a
sus superiores que, seducidos por el psicópata, tienen la opinión de que se trata de
miembros incompetentes o desleales, incapaces de apreciar a una persona con talento.

Sin lugar a dudas nuestro camaleón ha hecho un excelente trabajo hasta este momento.
Tiene todo: información de la organización, gente manipulada, conocimiento perfecto de los
temores, las angustias, las frustraciones, las debilidades y tentaciones de cada una de sus
víctimas, y quizás, solo quizás, el contubernio inconsciente de aquellos directivos que se
encuentran atrapados en sus “encantos” personales.

Es tiempo de actuar y trascender a través de sus intenciones no psicóticas pero sí


malevolentes. Defrauda, roba, acosa, corrompe, engaña, manipula, etc. en un trabajo
compulsivamente deteriorante pero fascinante y motivante para él.

Y así, transcurre su paso por la organización. ¿Cuánto tiempo?, solo el grado de su


trascendencia y su descubrimiento lo sabrá. Cuando es descubierto: El Juego terminó.

Bibliografía:
Cleckley, H. (1984). La mascara de la sanidad. Argentina: Editorial Parres.
Hare, R. (1991). Lo duro de la psicopatía. Toronto: Multi- Health Systems.
Horton, R. (1999). El sociópata. Madrid: Ribal
Raine, A. (2000). Violencia y psicopatía. Barcelona: Editorial Ariel. Estudios sobre violencia.
Theodore, M (1984). Trastornos de personalidad en la vida moderna. Barcelona: Masson.

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