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Correspondencia

El papel de los esteroides en la fisiopatolo- Bibliografía of multiple sclerosis. J Neurol Neurosurg Psychiatry
gía de la TVC resulta aún controvertido, y se ha 2009; 282: 21-7.
1. Sempere AP, Berenguer-Ruiz L, Lezcano-Rodas M, 19. Ergan M, Hansen von Bunau F, Courtheoux P, Viader
postulado que éstos provocan por sí mismos un Mira-Berenguer F, Waez M. Punción lumbar: F, Prouzeau S, Marcelli C. Cerebral vein thrombosis
estado de hipercoagulabilidad por su efecto indicaciones, contraindicaciones, complicaciones y after an intrathecal glucocorticoid injection. Rev
técnica de realización. Rev Neurol 2007; 45: 433-6.
protrombótico [10,19]. Este efecto multifacto- Rhum Ed Engl 1997; 64: 513-6.
2. Evans RW. Complications of lumbar puncture. 20. Pannullo SC, Reich JB, Krol G, Deck MD, Posner JB.
rial se basa en componentes diversos tales como Neurol Clin 1998; 16: 83-105. MRI changes in intracranial hypotension. Neurology
un descenso de la actividad de la antitrombina 3. Williams J, Lye DCB, Umapathi T. Diagnostic lumbar 1993; 43: 919-26.
III, un aumento de la actividad agregante pla- puncture: minimizing complications. Intern Med J 21. Kuntz KM, Kokmen E, Stevens JC, Miller P, Offord KP,
2008; 38: 587-91. Ho MM. Post-lumbar puncture headaches: experience
quetaria [11], un aumento de los niveles del 4. Schou J, Scherb M. Postoperative sagittal sinus in 501 consecutive procedures. Neurology 1992; 42:
factor VIII de la coagulación y un descenso de la thrombosis after spinal anesthesia. Anesth Analg 1884-7.
actividad fibrinolítica endógena [10]. 1986; 65: 541-2.
Por su parte, la propia punción lumbar ten- 5. Gewirtz EC, Costin MC, Marx GF. Cortical vein
thrombosis may mimic postdural puncture headache.
dría un efecto sinérgico en el desarrollo de esta Reg Anesth 1987; 12: 188-90.
complicación, ya que si se obvia el hecho de 6. Hubbert CH. Dural puncture headache suspected,
que nuestra paciente se halla en estudio por cortical vein thrombosis diagnosed. Anesth Analg Estados alterados de conciencia
sospecha de una enfermedad desmielinizante, 1987; 66: 285. asociados a la espiritualidad
7. Wilder-Smith E, Kothbauer-Margreiter I, Lämmle B,
hay que destacar nuevamente la ausencia de Sturzenegger M, Ozdoba C, Hauser SP. Dural Amadeo Muntané-Sánchez
otros factores de riesgo asociados para desa- puncture and activated protein C resistance: risk
factors for cerebral venous thrombosis. J Neurol Departamento de Neurorradiología. Hospital Universitari
rrollar una TVC. Respecto a la fisiopatología de de Bellvitge. L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona, España.
Neurosurg Psychiatry 1997; 63: 351-6.
este tipo de complicación, tal como comentan 8. Hartley RW, Jackson A, Cooke RS. Dural venous sinus Correspondencia: Dr. Amadeo Muntané Sánchez.
Aidi et al [10], la hipotensión licuoral consi- thrombosis following myelography: demonstration Departamento de Neurorradiología. Hospital Universitari
guiente a la extracción de líquido cefalorraquí- by magnetic resonance imaging. Br J Radiol 1992; de Bellvitge. Feixa Llarga, s/n. E-08907 L’Hospitalet de
65: 1134-6. Llobregat (Barcelona).
deo, puede ser condición suficiente para el de-
9. Brugeilles H, Penisson-Besnier I, Pasco A, Oillic P,
sarrollo de una TVC, al facilitarse la vasodilata- Lejeune P, Mercier P. Cerebral venous thrombosis E-mail: muntanesanchez@yahoo.es
ción en los senos venosos intracraneales y, con after myelography with iopamidol. Neurorradiology Aceptado tras revisión externa: 15.09.10.
ello, la estasis venosa [20]. 1996; 38: 534-6.
10. Aidi S, Chaunu MP, Biousse V, Bousser MG. Changing Cómo citar este artículo: Muntané-Sánchez A. Estados
Finalmente, tanto en este caso como en el pattern of headache pointing to cerebral venous alterados de conciencia asociados a la espiritualidad.
resto de los descritos en la bibliografía, el dato thrombosis after lumbar puncture and intravenous Rev Neurol 2011; 52: 253-4.
clínico clave que lleva a sospechar de esta com- high-dose corticosteroids. Headache 1999; 39: 559-64. © 2011 Revista de Neurología
plicación es el cambio en el patrón habitual de 11. Albucher JF, Vuillemin-Azaïs C, Manelfe C, Clanet M,
Guiraud-Chaumeil B, Chollet F. Cerebral thrombophlebitis
la cefalea pospunción. in three patients with probable multiple sclerosis. En la literatura científica es conocido el hecho de
La cefalea pospunción es una cefalea típica- Cerebrovasc Dis 1999; 9: 298-303. que pacientes con epilepsia pueden tener fenó-
mente postural que mejora de forma sensible 12. Milhaud D, Heroum C, Charif M, Saulnier P, Pages menos místicos como manifestación sintomática
M, Blard JM. Dural puncture and corticotherapy as
con el decúbito y empeora, o se desencadena, de su enfermedad en algún momento determi-
risk factors for cerebral venous sinus thrombosis.
con la bipedestación e incluso con la sedesta- Eur J Neurol 2000; 7: 123-4. nado [1]. Sin embargo, no es menos cierto que
ción [1,2,21]. Nuestra paciente presentó este 13. Städler C, Vuadens PH, Dewarrat A, Janzer A, Uske con las nuevas tecnologías utilizadas en diferen-
tipo de problema, pero posteriormente, tras re- A, Bogousslavsky J. Thrombose veineuse cérébrale tes estudios, se ha permitido evaluar la actividad
après ponction lombaire et stéroïdes intraveineux
solverse y pasar 48 h asintomática, comenzó a chez patients souffrant d´une sclérose en plaques. cerebral en personas sin patología cerebral
sufrir un dolor diferente, constante y no postu- Rev Neurol (Paris) 2000; 156: 155-9. mientras acontece una experiencia religiosa.
ral. Este tipo de cefalea es común en todos los 14. Gunal DI, Afsar N, Tuncer N, Aktan S. A case of Newberg y d’Aquili estudiaron con imágenes de
multiple sclerosis with cerebral venous thrombosis:
casos descritos de TVC tras punciones lumbares SPECT el cerebro de monjes budistas y monjas
the role of lumbar puncture and high-dose steroids.
y aparece con una latencia variable que puede ir Eur Neurol 2001; 22: 331-2. franciscanas en estado de meditación para lue-
desde las 48 h de uno de los casos de Aidi et al 15. Ferrante E, Spreafico CH, Regna-Gladin C, Protti A. go compararlas con las obtenidas cuando des-
[10] hasta los 10 o 12 días en los casos de Gunal Cerebral venous thrombosis complicating lumbar cansaban. Su cerebro mostró un aumento en la
puncture. Headache 2009; 49: 276-7.
et al [14] y Albucher et al [11], respectivamente. 16. Sánchez-Menoyo JL, Ruiz-Ojeda J, Martínez-Arroyo A,
actividad de la corteza prefrontal y una reduc-
En conclusión, hay que destacar que la TVC, García-Moncó JC, Aduna-De Paz M, Vicente-Olabarría I. ción en la actividad del lóbulo parietal posterior
aunque es infrecuente, debe considerarse entre Complicación espinal hemorrágica secundaria a y superior [2]. Beauregard observó a 15 carmeli-
las posibles complicaciones de una punción una punción lumbar diagnóstica. Rev Neurol 2009; tas de clausura de entre 23 y 64 años, de las cua-
48: 418-20.
lumbar diagnóstica, especialmente en pacien- 17. Zamboni P, Galeotti R, Menegatti E, Malagoni AM, les ninguna padecía un trastorno psiquiátrico o
tes con enfermedades desmielinizantes y más Tacconi G, Dall’Ara S, et al. Chronic cerebrospinal neurológico, y a las que examinó el cerebro con
aún si se encuentran en tratamiento con corti- venous insufficiency in patients with multiple sclerosis. una resonancia magnética funcional después de
J Neurol Neurosurg Psychiatry 2009; 80: 392-9.
coesteroides en dosis altas. La aparición de una pedirles revivir una experiencia mística caracteri-
18. Zamboni P, Galeotti R, Menegatti E, Malagoni AM,
cefalea no postural tras la punción lumbar debe Tacconi G, Dall’Ara S, et al. The value of cerebral zada por el sentido de la unión con Dios, es de-
hacernos sospechar de esta patología. Doppler venous haemodynamics in the assessment cir, una experiencia entendida en el sentido cris-

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tiano. El estudio mostró que varias regiones ce- como la disolución del propio ser en la unidad como tales. Halla en la patología alucinatoria la
rebrales se activaban durante la experiencia [3]. del todo. La meditación budista trata de produ- confirmación de que realmente ‘es Dios’, pues
Esta conclusión no debería sorprendernos, ya cir la paralización de todo pensamiento, senti- las alucinaciones le corroboran sus ocurrencias
que estas experiencias son complejas y multidi- miento y preocupación, es decir, el vacío inte- delirantes respecto de una deidad tan particu-
mensionales porque implican cambios en la per- rior. La iluminación o nirvana es un fenómeno lar como la mencionada. El enfermo es el elegi-
cepción, la cognición y las emociones. extraordinario, pero natural, obra del hombre y do por Dios y a la vez es homólogo a Dios. ‘Soy
Si consideramos estas investigaciones, po- de su esfuerzo. Para alcanzar la iluminación no Dios’, es representación de la idea delirante
dríamos interpretar que estos fenómenos arran- basta con quererlo y someterse a unas normas más encumbrada, elocuente y paradigmática.
can de nuestro cerebro, que posee el sustrato programadas. Además, una vez adquirida de Pero no basta con ello, necesita su divulgación.
último de toda experiencia, lo que incluye la manera súbita e imprevista, se pierde también Las ocurrencias delirantes místicas arremeten
propia experiencia religiosa, la cual sólo sería del mismo modo, sin que se sepa si se va a re- con tal fuerza que inundan al enfermo y le pro-
un producto más de la actividad cerebral y co- cuperar o no. Sin embargo, en las religiones ducen el arrobamiento y el éxtasis. Estas dos vi-
rrespondería a un patrón neurológico carente como el judaísmo, cristianismo e islamismo, la vencias representan en la esfera afectiva del
de correlato real más allá de esa actividad. Sin experiencia se refiere a Dios personal que inter- paciente la conjunción de un sentimiento de
embargo, también existe el planteamiento de si viene en la historia de los pueblos y en la vida grandeza unida al embelesamiento de sí mis-
el cerebro está biológicamente preparado para de las personas. El misticismo cristiano recono- mo, y queda hipnóticamente cautivado por la
abrir la puerta a una realidad trascendente. Por ce que la realidad a la que asciende, trasciende propia admiración subyugante. Estos enfermos,
tanto, es necesario un punto de vista más am- a la persona y al cosmos. No confunde el ‘yo’ cuando se dirigen piadosamente en sus oracio-
plio para dirimir sobre un tema de tanta enver- con el ‘tu’. La persona no se diluye en la divini- nes a Dios, lo hacen afectiva y volitivamente, de
gadura que reclama, sin duda, tomar en consi- dad, no desaparece. Es característico la claridad manera muy diferente a cuando deliran [5].
deración todas las disciplinas relacionadas con con la que el sujeto vive la experiencia y percibe Hay una diferencia notable entre los delirios
éste. A este respecto, una perspectiva de análisis que él no es quien actúa y toma la iniciativa, místicos y los fenómenos místicos que pueden
especialmente interesante es la de Runehov [4], sino que se limita a contemplar y experimentar tener personas virtuosas y devotas en los que la
quien concluye que la neurociencia por sí sola pasivamente la acción de Dios que produce una trayectoria de su vida se halla marcada por la
únicamente puede explicar la experiencia reli- conmoción que abarca toda la persona y que a trascendencia. Éste es un misterio insondable y
giosa hasta cierto punto, y dentro de una meto- veces presenta manifestaciones de tipo físico, profundo, el cual difícilmente puede reducirse
dología restringida, que necesariamente debe visiones o apariciones, que al místico le resul- exclusivamente a la investigación con el méto-
estar abierta a estudios provenientes de otras tan del todo accidentales, pues no aspira a otra do científico. Por otra parte, es un exceso atri-
disciplinas, como la sociología, la teología, la fi- cosa que a la unión con Dios [5]. buir las vivencias místicas de algunos santos a
losofía de la religión, la ética y la psicología. Los delirios místicos, cuyo origen es patoló- una enfermedad epiléptica o a un trastorno
Existe una gran variedad de formas de expe- gico, se caracterizan por la naturaleza bizarra mental, dado que en muchos casos no es posi-
riencia religiosa, entre ellas los fenómenos mís- de las ideas de tipo religioso con una tendencia ble saberlo con certeza como es obvio y porque
ticos. Estos fenómenos muestran rasgos comu- a un ascetismo extravagante y exagerado, así muchos de ellos han dejado en sus escritos evi-
nes presentes en todas las religiones. Los más como a una práctica desmesurada de la liturgia dencias de su sensatez y cordura [5].
importantes son la inefabilidad y el carácter ex- religiosa. El sujeto se impone ejercicios de pie-
periencial de lo vivido expresado en términos dad, de sacrificios y hasta de martirio de una
de encuentro, y que se refieren a acontecimien- manera extrema y no razonable. El delirante Bibliografía
tos en los que el sujeto ha intervenido en pri- místico busca hallar la figura retórica de un Dios 1. Valiente-Barroso C, García-García E. Aspectos
mera persona. En todos los casos, el término de terrible que restaure y ponga freno al horroroso neurológicos relativos a estados alterados de
conciencia asociados a la espiritualidad. Rev Neurol
esa experiencia es una realidad superior al panorama interno que lo quiebra y lo deshace. 2010; 51: 226-36.
hombre, trascendente a su mundo pero al mis- En el estado delirante, la ‘voz de Dios’ no tarda 2. Newberg AB, D’Aquili EG, Rause V. Why God won’t
mo tiempo presente en él. Aunque las semejan- en escucharse como mensajes proféticos, anun- go away. New York: Ballantine Books; 2001.
zas son muchas, existen también diferencias cios y mandatos. Estas alucinaciones auditivas 3. Beauregard M, Paquette V. Neural correlates of a
mystical experience in Carmelite nuns. Neurosci Lett
notables. Por ejemplo, en el hinduismo y el bu- se hallan cargadas de promesas y órdenes de 2006; 405: 186-90.
dismo la experiencia se vive en términos de re- misiones que hay que realizar. Además de todo 4. Runehov ALC. Sacred or neural? Neuroscientific
lación impersonal e intemporal con la trascen- esto, también sufren alucinaciones visuales de explanations of religious experience: a philosophical
evaluation. Uppsala: Uppsala University; 2004.
dencia, la cual se percibe como una unidad in- carácter celestial. El enfermo se siente el único 5. Muntané A, Moro ML, Moros E. El cerebro.
diferenciada y se expresa con los símbolos de receptor de tales mensajes reveladores y cae Lo neurológico y lo trascendental. Pamplona: EUNSA;
silencio o vacío que representan la salvación en la creencia enfermiza de poder divulgarlos 2008.

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