You are on page 1of 1

c  


    c 
2 
     
   

Queridos hermanos y hermanas:

El Evangelio de este domingo nos presenta a Jesús recogido en oración, algo apartado de sus discípulos. Cuando terminó,

uno de ellos le dijo: "Señor, enséñanos a orar" (›  11, 1). Jesús no puso objeciones, no habló de fórmulas extrañas o

esotéricas, sino que con mucha sencillez dijo: "Cuando oréis, decid: Padre...", y les enseñó el Padrenuestro (Cf. ›  11,

2-4), tomándolo de su misma oración, con la que se dirigía a Dios, su Padre. San Lucas nos refiere el Padrenuestro de

una forma más breve que en el Evangelio de san Mateo, que ha pasado a formar parte del uso común. Nos encontramos

ante las primeras palabras de la Sagrada Escritura que aprendemos desde niños. Se imprimen en la memoria, plasmando

nuestra vida, nos acompañan hasta la última respiración. Revelan que "no somos todavía de manera plena hijos de Dios,

pero tenemos que llegar a serlo cada vez más a través de nuestra comunión más profunda con Jesús. Ser hijos es

equivalente a seguir a Cristo" (Benedicto XVI, " 


   , Milán 2007, p. 168, "Jesús de Nazaret", La esfera de los

libros).

Esta oración acoge y expresa también las necesidades materiales y espirituales: "Danos hoy nuestro pan de cada día,

perdona nuestras ofensas" (› 11, 3-4). Precisamente a causa de las necesidades y dificultades de cada día, Jesús

exhorta con fuerza: "Os aseguro: pedid y se os dará, busca y encontraréis, llamad y se os abrirá. Porque el que pide,

recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre" (›  11, 9-10). No es pedir para satisfacer los propios

gustos, sino más bien para mantener la amistad con Dios, quien, como dice el Evangelio, "dará el Espíritu Santo a

aquellos que se lo pidan" (›  11, 13). Lo han experimentado los antiguos "padres del desierto" y los contemplativos

de todos los tiempos, convertidos, por la oración, en amigos de Dios, como Abraham, que pidió al Señor que salvara a los

pocos justos del exterminio de la ciudad de Sodoma (Cf.   18, 23-32). Santa Teresa de Ávila invitaba a sus

hermanas, diciendo: tenemos que suplicar a Dios que nos libere de todo peligro para siempre y que nos aleje de todo

mal. Y por más imperfecto que sea nuestro deseo, esforcémonos por insistir en nuestra petición. ¿Qué nos cuesta pedir

mucho, dado que nos dirigimos al Todopoderoso?" (Cf.  , 60 (34), 4, in   , Milano 1998, p. 846).

Cada vez que rezamos el Padrenuestro, nuestra voz se entrecruza con la de la Iglesia, pues quien reza nunca reza solo.

"Todo fiel tendrá que buscar y podrá encontrar en la verdad y riqueza de la oración cristiana, enseñada por la Iglesia, su

propio camino, su propia manera de oración... se dejará por tanto conducir... por el Espíritu Santo, que le guía, a través

de Cristo al Padre" (Congregación para la Doctrina de la Fe, Carta sobre algunos aspectos de la meditación cristiana -

    , 15 de octubre de 1989, 29).

Hoy se celebra la fiesta del apóstol Santiago, llamado "el Mayor", que dejó a su padre y el trabajo de pescador para

seguir a Jesús y por él fue el primer apóstol en dar la vida. ¡De corazón dirijo un saludo especial a los peregrinos que en

gran número se han congregado en Santiago de Compostela! Que la Virgen María nos ayude a redescubrir la belleza y la

profundidad de la oración cristiana.


?

You might also like