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DE
M. DE GRIMALDY
E. Jourdan de Pellerin.
1745
Traducción
Agradecimientos
Sobre la obra
Capítulo II.
Capítulo III.
Capítulo IV.
El oro
La plata
Capítulo V.
Sobre el cobre
Del hierro
Del estaño
Del plomo
Capítulo VI.
Capítulo VII.
Primer Régulo
Capítulo II.
Capítulo III.
Capítulo IV.
Elixir
Capítulo V.
Capítulo VI.
Elixir.
Aceite de vida.
Oro potable.
Discurso hermético
Respuesta a la carta de M. D.
Estomacal de Poterius.
Aprobación
Agradecimientos
1
Tintura. Llamada así porque tiñe, es decir, traslada su color
a la sustancia donde se disuelve, generalmente alcohol.
2
Potable. Que se puede beber sin que dañe.
la Sra. Maurice Messiez. De copia de un
manuscrito escrito por la mano del propio
Grimaldy, y de su escudo de armas.3 El Sr.
Mégevand continua investigando para hacerme
llegar otros documentos sobre la figura de este gran
Médico.
3
Este escudo de armas, que el lector tiene a su disposición en
la portada, procede del libro "Armorial du Duché de Savoie
dressé pour le marquis Costa de Beauregard". Édition La
licorne. Annecy 2000.
En los últimos años, la producción editorial sobre
el tema de la Alquimia, se ha mostrado
sensiblemente más generosa de lo habitual
abriéndose sobre todo en tres frentes: En primer
lugar, aquellas obras que amparándose en la
reputación y el misterio de la vieja Alquimia
secuestran el sustantivo que la define para aplicarlo
a toda suerte de doctrinas místicas y a variopintas
técnicas de desarrollo espiritual de evidente
obediencia oriental. Otro frente lo ocupa la
publicación de textos clásicos de nuestra ciencia, ya
en ediciones “de Arte” para bibliófilos, ya en
colecciones comerciales en las que el criterio de
selección es bastante discutible. El tercer frente es
aquél que se dedica a los alquimistas modernos o a
monografías sobre el Arte Real hechas desde los
campos siempre resbaladizos que marcara Jung, o
desde los complejos historicistas de los ambientes
universitarios, pero en cualquier caso siempre
desde lejos del humilde laboratorio del alquimista
sincero.
4
Epítome. Resumen de obra una extensa, donde sólo se
expone lo principal o preciso.
imprescindible las”obras póstumas” de M. de
Grimaldy.
5
La franja entre la Espagiria y la Alquimia es estrecha.
Digamos, en un breve resumen, que la Espagiria busca
elaborar, por procedimientos alquímicos, remedios eficaces
para combatir la enfermedad. La Alquimia va más allá, busca
la transmutación de los cuerpos mediante la panacea
universal.
único discípulo conocido, Eugène Canseliet,
escribió en su “La Alquimia explicada sobre sus
textos clásicos”:6
8
Tradicionalmente se reconocen dos vías para llegar a la
piedra filosofal, la llamada húmeda, que requiere un horno, un
matraz, bajas temperaturas (templadas), un largo período de
tiempo y la atención y paciencia del alquimista, y una vía
seca, que requiere un crisol, un horno para altas temperaturas,
poco tiempo para su elaboración, pero que necesita, por sus
riesgos de explosión, una gran atención del alquimista.
Sobre los autores
13
Escuyer o ecuyer. Escudero, gentilhombre. En Francia el
más bajo y primer grado de la Nobleza, con derecho y
prerrogativa a portar blasón (escudo de armas). Diccionario
de la Academia Francesa. 4ª ed. 1762.
14
Copponay o Copponex, pueblo situado en la Región del
Rhône-Alpes, en el departamento de la Alta Saboya, en el
valle de los Uses, al pie del Mont Salève, entre Annecy y
Génova. Hoy ronda los mil habitantes.
enfáticas, se ganó la confianza de los grandes y del
pueblo a pesar de la viva oposición de los médicos,
hasta el punto de que la fama de sus remedios
perduró todavía 30 años tras su muerte.
15
Las que les ocasionaba Grimaldy, especialmente la pérdida
de clientes. (Nota del traductor).
La reputación de sus remedios se extendió en
Auvergne donde había prodigado un número de
enfermedades que cada día se llevaba a 40
enfermos sólo en la ciudad de Brioude. Esta
mortandad, asustó tanto al Baile,16 que se unió con
la nobleza vecina para enviar un aviso expreso al
Sr. de Copponay, a fin de rogarle trasladarse a su
país para aliviar a los pueblos afligidos del veneno
de las fiebres malignas que les envenenaban.
Estuvo allí tres años…, cuando esta enfermedad
alivió y empezó poco a poco a purificarse…, fue
obligado a ir a Dijon a causa de un proceso
familiar... El Sr. de Copponay se trasladó a París,
en 1679 donde tuvo el honor de ser presentado al
Rey por medio del Sr. Príncipe de Lislebonne. Se
tomó la libertad de presentar una petición al Rey
para obtener permiso para abrir un laboratorio..., su
majestad envió la petición a su primer médico para
examinarla, pero dándose cuenta que la cosa no
podía ejecutarse puntualmente…, entregó su
petición al Tribunal de Cuentas,17 que le permitió
construir los hornos… y habiendo obtenido éxito
en su demanda, hizo construir un laboratorio en la
c/ Richelieu, donde compuso sus específicos para
socorrer a los pobres... Partió a continuación hacia
la Provenza con intención de dar a conocer la
bondad de sus remedios. Se quedó en Cagnes…,
16
Jefe de una justicia subalterna.
17
Cour de Monnoies. Que hemos traducido por Tribunal o
Cámara de cuentas. Corte superior establecida para juzgar
soberanamente todo lo que concierne a la moneda. D.A.F. 4ª
ed. 1762.
entre Antibes y Villefranche, cerca de Niza durante
dos años. Constan diversos certificados de los
maravillosos resultados obtenidos por sus remedios
miríficos, dos de entre ellos, entregados por el Sr.
Albert Bailly, obispo de Aosta, constatan su paso
por Piémont y el valle de Aosta antes de su retorno
a Saboya.
18
Copponay comentó detenidamente sus discusiones con lo
médicos y farmacéuticos de Chambéry, a los que ganó su
causa ante el Senado en su “establecimiento del laboratorio de
Su Alteza Real y de su Academia química con el combate de
la medicina galénica”, causa vencida en la Sala del Augusto
Senado de Saboya 1684.
talento que sólo Dios me dio en Medicina… a fin
de poder contribuir un poco, lo mejor posible, a una
gran familia desolada por las vicisitudes del
tiempo… Más el demonio, envidioso de los
progresos que mis remedios hacían al gran
beneficio del Público, me envió enemigos
escondidos…, se lanzaron sobre mis intenciones…
No han faltado en dar memorias indignas de mi
conducta para hacerme arrestar… y hacer pasar mis
ejercicios como crímenes de estado”.
19
El año de defunción no coincide con el que consta en la
Biblioteca Nacional Francesa (1717).
“Convenio (ante el Sr. Bovet, Notario, el 15 de
julio de 1697), entre el noble Denys de Copponay
de Grimaldy, escudero, Sr. de Copponay,
Chastillon et Tavolle, director General de la
Academia de Medicina Química Real de Saboya y
el Sr. Claude Lydrel de Sallanches, marchante.
20
Su Alteza Real.
21
Sobre el emplazamiento de la corte (en 1897).
fundadas sobre el conocimiento perfecto que dicen
tener de las ciencias que ignoran totalmente”.
22
La Facultad de Medicina de París prohibió el uso del
antimonio en 1566. La prohibición duró un siglo
aproximadamente.
incontestable que tenía conocimientos serios y muy
amplios para su época.
23
Lo que hoy llamaríamos intrusismo profesional. (N. del t.)
24
Entre ellas: La tumba de la envidia donde se prueba que no
hay más que una medicina y que ésta es la química... (Lyon,
1679), Tratado del oro potable y de la panacea, donde se
prueba que la química hace toda la medicina...(Niza, 1684),
Tratado del febrífugo incorruptible trabajado en la academia
ducal real de Saboya...(Chambéry, 1684), Tratado de las
esencias en general y en particular y de las principales que se
trabajan en la academia...(Chambéry. 1685), Infalible
curación de las más peligrosas enfermedades curables bajo la
medicina universal llamada febrífugo exaltado, píldoras
cordiales, oro potable etc. Todos procedentes de la
academia...(Chambéry. 1699). El febrífugo exaltado... (Turín,
1700). Humilde demanda presentada al soberano Senado
sobre la aprobación auténtica del remedio universal llamado
Finalmente, una de sus hijas, Marie Joseph,
continuó el comercio de su padre. Estudió el curso
de química bajo la dirección de aquél y trabajó
satisfactoriamente en la elaboración de remedios
durante más de treinta años”.
Sobre la obra
26
Entre las obras de Glauber destacamos, por sus curiosos
títulos relacionados con esta obra: “La descripción de los
nuevos hornos filosóficos o arte de la destilación”. “La tintura
del oro o el verdadero oro potable”. “La primera parte de la
obra mineral, donde se enseña la separación del oro... como
también una panacea o medicina universal, antimonial, y su
uso”. “La segunda parte de la obra mineral, del nacimiento y
origen de todos los metales y los minerales, de qué manera
son producidos por los astros, se componen de agua y tierra y
reciben diversas formas”. Finalmente su “tercera parte de la
obra mineral o comentario sobre el libro de Paracelso titulado
el cielo de los filósofos, o el libro de las vejaciones, en los
que se enseñan las transmutaciones de los metales, y con un
apéndice referente a la fuente, la separación y las otras
operaciones necesarias”. Se conocen de todos ellos, ediciones
de 1659.
sobre los que antiguamente tenían un significado
diferente al actual. Ello nos ha obligado a realizar
más de 170 notas a pie de página. Deseamos que
todas ellas, ayuden al lector a situarse en los
mediados del s. XVIII francés, y a emprender la
obra de Grimaldy con garantías si tal fuera su
deseo. También, siguiendo los cánones de la
Tradición alquímica, asumimos el deber de ayudar
al neófito en la comprensión de los capítulos que
nos parecen más relevantes, a tal fin, hemos
realizado unos comentarios personales al capítulo
VI “del Salitre o Nitro” y al “Discurso hermético”.
Deseamos, de corazón, que sean suficientes para
entender el sentimiento del autor y la cosmogonía
que envolvía a los filósofos herméticos de la época.
27
Bajo la dura corteza de los metales más perfectos está
oculta una simiente más perfecta. Si alguno la sabe extraer
puede envanecerse de estar en el buen camino. La ciencia de
hacer la piedra filosofal demanda un conocimiento perfecto
de las operaciones de la Naturaleza y del Arte concerniente a
los metales. Su práctica consiste en buscar los principios de
los metales por resolución (disolución); cuando los principios
han sido hechos mucho más perfectos de lo que eran antes, se
les conjunta a fin de que resulte de allí una Medicina
Universal, muy propia y eficaz para perfeccionar los metales
imperfectos y para restaurar la salud al cuerpo indispuesto por
cualquier tipo de dolencia, sea la que sea. Extracto de “la
obra secreta de la filosofía de Hermes,” de Jean d’Espagnet
(1623). Existe una edición en español por Ediciones Indigo
(1995).
28
mra ediciones S.L. 2004 (Barcelona).
29
Ediciones Atlantis. 2006 (Madrid).
como Tripied, autor del “Vitriolo filosófico”
(1898). El primero la definió con el adjetivo de
soberbia. El segundo, inició el primer párrafo de su
libro con las siguientes palabras: “No iniciaré este
estudio sin rendir un justo homenaje a la memoria
del desaparecido Albert Poisson, pues su tratado
“Teorías y símbolos de los alquimistas”, es de una
claridad sin precedentes en todos los libros de
alquimia de la antigüedad. Gracias a él, hoy se
puede abrir con osadía no importa qué viejo
manuscrito hermético para entrar de lleno en los
secretos que nuestros ancestros han guardado
siempre celosamente, penetrar en el pensamiento
que los guió y procurar comprender lo que
pretendieron explicar en sus escritos”. En nuestro
segundo libro, el lector encontrará, revelados, de
forma simple, algunos de los secretos alquímicos
más herméticos. Si osamos aconsejar la lectura de
nuestros textos, es porque sabemos que serán de
buena utilidad. Sobre el primero cedimos los
beneficios. Los del segundo, se destinarán a la Gran
Obra.
Vasilius