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INTRODUCCIÓN
1
Corsi, Jorge (compilador). “Violencia familiar. Una mirada interdisciplinaria sobre un grave
problema social”. Editorial Paidos, 1ª. Edición, Buenos Aires, Argentina, 1994, Págs. 49 y s., p. 31.
2
Ganzenmuller Roig, Carlos y otros. “La violencia doméstica”. Editorial Bosch, Barcelona, 1ª Edición,
1999, Págs. 14 y 15.
y viene representada además por la sanción de la norma y la finalidad que se persigue
con la misma3
Así podemos observar como elementos comunes que surgen de las concepciones
analizadas los siguientes:
- Que constituyen abusos de poder, todas las acciones u omisiones que ocasionen un
sufrimiento físico, sexual o psicológico, así como las amenazas de tales actos, la
coerción o las privaciones arbitrarias de libertad, que se realicen en la vida pública o
privada de las personas que se encuentran unidas por una relación afectiva con el
agresor.
- Que entre agresor y víctima existe una relación íntima y afectiva, estando unidos
por lazos de consanguinidad o afinidad.
3
Ley Contra la Violencia Intrafamiliar, Decreto Legislativo No 902, promulgada el 28 de diciembre de
1996, por la Asamblea Legislativa de El Salvador.
4
Meil Landwerlin, Gerardo. “La violencia doméstica en el contexto del cambio familiar. Una
perspectiva sociológica”. En la violencia en el ámbito familiar. Aspectos sociológicos y jurídicos.
Cuadernos de Derecho Judicial. Consejo General del Poder Judicial. Madrid, 2001, p. 93.
1.1 Formas de violencia Intrafamiliar
6
Medina, Graciela. “Visión Jurisprudencial de la violencia familiar”. Rubinzal – Culzoni Editores,
Buenos Aires, 2002, Págs. 42 y s.
7
Grosman, Cecilia P., y otros, Grosman, Cecilia P. y Mesterman, Silvia. “Maltrato al menor”. Editorial
Universidad, Buenos Aires, Argentina, 1992, Págs. 69 y s.
queriendo someter las acciones del otro. El agresor cree que actúa legítimamente al
incrementar la opresión, los celos y la posesión. La víctima niega el problema.
B) Episodio agudo o etapa de explosión violenta. Se vive un descontrol por la
acumulación de tensión que poco a poco se ha venido desarrollando, hasta el punto de
explotar en la comisión de acciones violentas que pueden constituir desde un empujón
hasta el menoscabo de la integridad de la otra persona. La víctima se muestra
sorprendida y no comprende las razones por la cuales se manifiesta la violencia.
C) Calma amante o luna de miel. El agresor se arrepiente de los hechos y
trata de reconciliarse con la víctima mediante promesas que nunca se volverán a repetir
esas acciones y realiza numerosas manifestaciones cariñosas. Por su parte la persona
afectada cree en el arrepentimiento y acepta continuar con la relación.
Cada vez que uno de los miembros de la relación de pareja incumple con los
estereotipos y funciones que la sociedad les ha asignado, reaparecen los episodios de
acumulación de tensión y se dan las condiciones del ciclo descrito. En todo el mundo
los hechos desencadenantes de la violencia son muy similares en las relaciones en que
existe maltrato: la desobediencia o las discusiones con la pareja masculina, preguntarle
acerca del dinero o de sus amistades femeninas, no tener la comida preparada a tiempo,
no cuidar satisfactoriamente de los niños o de la casa, negarse a mantener relaciones
sexuales, y la sospecha del varón de que la mujer le es infiel.8
8
Organización Panamericana de la Salud. “Informe mundial sobre la violencia y la salud: resumen”.
Washington, D. C., Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud, 2002.
9
Violencia y Agresiones en el ámbito familiar; material proporcionado en curso de Violencia y
Agresiones en el Ámbito Familiar, Doctorado en Criminología, Universidad Castilla La Mancha, España,
2007. pág. 13
alternativas de extrema agresividad y afecto; por lo imprescindible de los ataques, la
falta de motivos que los precipiten, por la incapacidad de la mujer para evitarlos, y por
la repetición de los hechos”.
Siendo comprendido dicho síndrome en términos generales como: “... el
conjunto de lesiones físicas y psíquicas resultantes de las agresiones repetidas llevadas
a cabo por el hombre sobre su cónyuge o mujer a la que estuviese o haya estado unido
por análogas relaciones de afectividad...”10.
También la exposición de motivos de la Ley1/04 de España define el Síndrome
de la mujer maltratada así: “Las agresiones sufridas por la mujer como consecuencia de
los condicionantes socioculturales que actúan sobre el género masculino y femenino,
situándola en una posición de subordinación al hombre y manifestadas en los tres
ámbitos básicos de relación de la persona: maltrato en el seno de las relaciones de
pareja, agresión sexual en la vida social y acoso en el medio laboral”11
- El Trastorno de Estrés Postraumático:
Aparece cuando la persona ha sufrido o ha sido testigo de una agresión física o
una amenaza para la vida de uno mismo o de otra persona y cuando la reacción
emocional experimentada implica una respuesta intensa de miedo, horror o indefensión.
- La Depresión Mayor:
Esta se ve reflejada cuando muchas víctimas de violencia conyugal manifiestan
signos de depresión frente a la desvalorización y denigración vivenciada durante años.
El refuerzo de ciertas conductas inadaptadas conduce al mantenimiento de la depresión
en el maltrato doméstico y el refuerzo negativo de dicha depresión, mantiene la misma
cuando una conducta depresiva trae como consecuencia la reducción de los malos tratos
por parte del agresor.
10
Lorente Acosta, Miguel. “Síndrome de maltrato a la mujer”. Material didáctico del curso “Sicología
jurídica” impartido por el Doctor Miguel Manuel Clemente Díaz, catedrático de la Universidad de la
Coruña, España, del 30 de junio al 4 de julio de 2003, en la Escuela de Capacitación Judicial del Consejo
Nacional de la Judicatura, El Salvador, p. 3.
11
Ley Orgánica 1/2004. Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. España.
digna, en la cual, se les faciliten los mecanismos para proteger su salud física y
emocional. Las acciones y omisiones que constituyen este tipo de agresión son aquellas
que provocan cualquier tipo de menoscabo en la integridad de las personas de la tercera
edad, por parte de cualquier miembro de su familia.
- Maltrato económico: tiene mucha relación con la capacidad económica que tiene
o no el adulto mayor, hay familiares que desean obtener un beneficio económico
y a estos efectos utilizan en ocasiones el engaño, la violencia y la confusión;
incluyendo en esta forma de maltrato, el uso inadecuado de los fondos y recursos
de los adultos mayores, por parte de parientes u otros cuidadores.
12
Ganzenmuller Roig, Carlos y otros. Ob. Cit., p. 142.
13
Medina, Graciela. Ob. Cit., p. 37
14
Material proporcionado en Curso de Violencia y Agresiones en el ámbito familiar. En relación a
Maltrato de menores y ancianos. Impartido en Doctorado en Criminología, Universidad Castilla La
Mancha, España. 2007
- Maltrato emocional: se produce cuando se ejercen amenazas sobre el anciano
que le provocan temor a sufrir una agresión física o a quedarse solo, comprende
además los insultos o agresiones verbales, el tener al adulto mayor encerrado en
una habitación o cualquier otro tipo de humillación.
Lo anterior, hace concluir que el análisis del maltrato hacia un adulto mayor, no
debe limitarse a aquellos casos en que se provoca un abandono total de la persona,
dejándole vivir en completa soledad y bajo sus medios de subsistencia, sino también, a
todas aquellas acciones u omisiones por medio de las cuales se limitan los derechos
individuales, entre las que tenemos el ejercicio injustificado del control económico, la
limitación de espacio físico para su libre desplazamiento y el sometimiento a la práctica
de actividades que únicamente benefician al agresor.
Existen tres grandes áreas16 en las que puede producirse el maltrato infantil, estas
son: en la etapa prenatal, referidas a las acciones o conductas que tienen influencias
15
Grosman, Cecilia P. y Mesterman, Silvia. “Maltrato al menor”. Editorial Universidad, Buenos Aires,
Argentina, 1992, p. 28.
16
Material proporcionado en curso de Violencia y Agresiones en el ámbito familiar, sobre Maltrato de
menores y ancianos. Doctorado en Criminología, Universidad Castilla La Mancha. España. 2007
dañinas o patológicas para el feto; postnatal, cuando los niños son maltratados sufren de
violencia en la mayoría de los casos durante los cinco primeros años de vida; y como
maltrato institucional, es el producido en centros u organizaciones (de acogida,
colegios, hospitales) que sustituyendo a la familia.
Abuso sexual: cuando los niños o menores de edad son sometidos a tratos o
prácticas sexuales por parte de los responsables de sus cuidados, a los adultos les
resulta fácil confundir a los menores ya que éstos por su edad, pueden tomar la
interacción sexual como una manifestación afectiva normal que reciben por parte del
adulto.
Corrupción: referido cuando los padres o personas que están al cuidado de los
menores, los utilizan para cometer actos delictivos.
2. MEDIDAS DE PROTECCIÓN
18
Kemelmajer de Carlucci Aída. “La medida autosatisfactiva, instrumento eficaz para mitigar los
efectos de la violencia intrafamiliar”. Material del curso “Temas de Derecho de Familia” impartido por
la autora en diciembre de 2002 en la Escuela de Capacitación Judicial del Consejo Nacional de la
Judicatura, El Salvador, p. 3.
Según Isabel Fernández Tapia la urgencia “... recae en un hecho tal que de no
adoptarse las medidas pueda producirse una daño o perjuicio grave e irreparable para
los cónyuges o hijos comunes...”19.
19
Tapia Fernández, Isabel. “Las medidas cautelares de la Ley de Protección al honor, la intimidad y
la propia imagen”. Medidas cautelares por razón de la materia. Cuadernos de Derecho Judicial. Consejo
General del Poder Judicial. Madrid, 1997, p. 36.
20
Criterio establecido por la Cámara de Familia de la Sección del Centro, en las resoluciones marcadas
bajo la referencia 115-A-00, de fecha 18 de diciembre de dos mil; 11-IH-00, del día uno de marzo de dos
mil uno; entre otras.
21
Kemelmajer de Carlucci, Aída. “La medida autosatisfactiva ...”, Págs. 55 y s.
destaca el “Principio de protección”, a través del cual se pretende proteger a la parte
más débil de la relación. En ese sentido la Ley Contra la Violencia Doméstica de Costa
Rica en el artículo 13 establece: “...Para interpretar esta Ley, en caso de duda en la
apreciación de la prueba, se estará a lo más favorable para el supuesto agredido...”.
En segundo lugar, el otro principio que se ha reconocido es el “deber de
colaboración”, en el que las partes están en la obligación de colaborar con el juez en la
demostración de los hechos y no limitarse a la conducta que según los procesos se exige
a cada parte interviniente. En nuestra Ley Contra la Violencia Intrafamiliar no se
establece ningún criterio de interpretación; sin embargo, al realizarse una interpretación
integral de la misma junto a los principios rectores de ésta, puede comprenderse que en
el desarrollo del proceso, subsiste la finalidad de conceder a las víctimas de violencia
una protección oportuna a través de las medidas que se consideren pertinentes, para
poner fin a la violencia que se está ejerciendo y prevenir la comisión de nuevas
agresiones.
24
Kemelmajer de Carlucci, Aída. “Algunos aspectos procesales en leyes de violencia familiar”, p. 30.
25
Medina Graciela. Ob. Cit., p. 207.
h) Suspender a la persona agresora el permiso para portar armas, mientras
estén vigentes las medidas de protección y ordenar el decomiso de las armas
que posee.
La suspensión de la autorización concedida al agresor para la portación de armas
de fuego, puede ser emitida por medio de la actuación judicial en aquellos casos en los
que la víctima refiere que constantemente se ve sometida a las agresiones y a la
voluntad del denunciado, por medio de la utilización de armas de fuego.
26
Kielmanovich, Jorge L.. “Procesos de Familia”, p. 59.
La vivienda es un bien al servicio del conjunto familiar, por tanto a fin de
conceder su utilización a favor de una de las partes involucradas en el proceso, se debe
considerar quién es la persona con mayores ventajas para adquirir otra vivienda, así
como a quienes se les ha concedido la guarda y cuidado personal de los menores de
edad, si los hubiere, pues ambos aspectos deben considerarse al momento de establecer
provisionalmente el inmueble a favor de una de las partes.
m) Emitir una orden judicial de protección y auxilio policial dirigida a la
autoridad de seguridad pública de su vecindario. La víctima portará copia
de esta orden para que pueda acudir a la autoridad más cercana en caso de
amenaza, de agresión fuera de su domicilio;
La orden judicial se emite con la finalidad que la víctima cuente con la debida
protección por parte de las instituciones policiales que se encuentran obligadas a
brindarle oportunamente las medidas de seguridad ante actos violentos cometidos en su
contra, así como de informar el incumplimiento de la orden judicial que se haya
concedido en pro de los intereses de la denunciante; así, como de atender cualquier
llamado de auxilio que la misma solicite.
Por otra parte, también se discute sobre las reglas de competencia territorial
aplicables en los casos de violencia, pues algunos consideran, siguiendo las reglas
comunes, que el juez competente es el del domicilio del demandado; mientras otros
argumentan que es el juez del domicilio de la víctima e incluso para otros es
competente el juez del lugar donde ocurrieron los hechos. Por lo anterior, trataremos lo
relativo a la competencia en razón de la materia y del territorio.
27
El artículo 22 número 5 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República establece que
“Corresponde a la Unidad de la Defensa de la Familia y el Menor (...) Proporcionar asistencia legal a las
personas víctimas de violencia intrafamiliar...”
supletoriamente el artículo 112 inciso 2º de la Ley Procesal de Familia y deberá
nombrarse un abogado de oficio para que intervenga en representación de la persona,
existiendo la posibilidad de solicitar la asistencia legal a entidades u organizaciones
dedicadas a la protección de los niños, adolescentes, mujeres y adultos mayores o a las
universidades que brindan este servicio.
Los jueces de paz, en este aspecto, se ven con mayor limitación, en cuanto a
recursos se refieren, ya que dependiendo de la zona jurisdiccional que conocen, así
28
En el Art. 55 de la Ley Procesal de Familia, se regula que los hechos que no requieren prueba para su
comprobación son: “los afirmados por una de las partes y admitidos por la contraria, los hechos notorios
y los evidentes”.
tienen mayor facilidad de solicitar incluso peritajes a los equipos multidisciplinarios
(constituidos por un psicólogo, un trabajador social y un educador) que están adscritos a
los Juzgados de Familia, o del Instituto de Medicina Legal Dr. Roberto Masferrer (con
sede en la capital del país).
He de mencionar también, que una vez las personas denuncian los hechos de
violencia intrafamiliar, inmediatamente y de forma urgente, los jueces emiten un auto
en el cual decretan medidas de protección a las cuales ellos le denominan generales, las
cuales son integradas en su mayoría por las siguientes:
He logrado percibir, que los jueces cuando las víctimas solicitan la exclusión del
hogar del agresor (a), no obstante no existir un criterio uniforme, al realizar la labor de
psicólogos, al momento de recibir la denuncia, y dependiendo de los datos
proporcionados por la parte afectada, sólo que estimen prudencialmente urgente y
necesario la misma, la ordenan en el auto que emiten inmediatamente después de
recibida la misma. Caso contrario, ordenan previo a emitir una medida de esa
naturaleza, los peritajes correspondientes para tener una visión más clara del panorama
que rodea el hecho denunciado.
Otra de las formas en que termina este proceso, y que constituye una
problemática, es el hecho que en muchas ocasiones la víctima de actos de violencia
intrafamiliar (en su mayoría violencia en la pareja), llegan días posteriores a la
presentación de la denuncia respectiva, ha manifestar que ya no quieren continuar con el
caso, que las cosas se han logrado aclarar con su pareja y que prefieren que no se
continúe con el proceso correspondiente.
En este orden de ideas, la doctrina30 sostiene que la regla es que todos los
derechos son renunciables, siendo la irrenunciabilidad la excepción. Así, los derechos
29
Fornaciari, Mario Alberto. “Modos anormales de terminación del proceso”. Tomo I (Desistimiento
del proceso, desistimiento del derecho, allanamiento), Depalma, Buenos Aires, 1987, p. 71.
30
Ibid., p. 80.
instituidos en resguardo del orden público no son renunciables. Por ello, generalmente,
no se puede desistir de los derechos vinculados a las relaciones de familia, de los
derechos establecidos en las leyes laborales, de los derechos relativos a la libertad o a
los atributos de la personalidad y de los derechos que comprometen el ejercicio de la
defensa en juicio.
31
Muñoz Conde, F.: Derecho Penal, PE, 12ª ed., Valencia, 1999, p. 106; Serrano Gómez, Derecho
Penal, PE, 4ª ed., Madrid, 1999, p. 113; Diez Ripollés: Los delitos de lesiones, Valencia, 1997, p. 33.
32
Quintano Ripollés, A.: Tratado de la parte especial del Derecho Penal, Tomo I, Vol. 1°, Madrid, 1967,
pp. 716 y ss.
33
Cervelló Donderis, V.: “El delito de malos tratos; su delimitación con el derecho de corrección”, en P
J n° 33, 1994, pp. 53.
34
Ganzenmüller Roig, Carlos y otros. “La violencia doméstica”. Editorial Bosch, Barcelona, 1ª Edición,
1999, pp. 270.
bien jurídico protegido optan por considerar que estamos en presencia de un delito
pluri-ofensivo, en el que se detecta una diversidad valorativa en el objeto de protección.
Nuestra legislación en este punto se inclina por considerar el bien jurídico
protegido en los delitos de Violencia Intrafamiliar a la dignidad de la persona en el
seno de la familia y el derecho a no ser sometidos a tratos inhumanos o degradantes.
35
Decreto Legislativo Nº: 1030, 26 DE ABRIL DE 1997, PUBLICADO D. O.: 105 Tomo: 335 DE
FECHA 06 DE OCTUBRE DE 1997
36
Decreto Legislativo N° 345, 2 DE JULIO DE 1998; D.O. N° 143, T. 340, 30 DE JULIO DE 1998.
37
Decreto Legislativo N° 210, 25 DE NOVIEMBRE DE 2003; D.O. N° 4, T. 362, 8 DE ENERO DE
2004.
típica, quede suficientemente precisada, quedando equiparado totalmente el concepto de
violencia intrafamiliar de la referida Ley, con el Concepto penalmente relevante.
Este tipo delictivo se encuentra ubicado de manera sistemática en el Capítulo de
los Delitos contra los Derechos y Deberes Familiares
Tiene un requisito especial de Procedibilidad, que es el siguiente: solamente se
puede ejercer la acción penal, una vez agotado el procedimiento judicial establecido en
la Ley Contra la Violencia Intrafamiliar.
Ahora bien, existe una dificultad que surge en esta aseveración de que se trata de
un delito especial, ya que algunos sostienen que se trata de un delito especial propio,38
ya que solo puede cometerse por los “familiares”, aunque cabe la participación, como
instigador o cómplice, o impropio,39 el cual puede dar lugar a otro tipo de
responsabilidad penal, cuando se cometen los hechos por un tercero.
Por su parte, el Art. 1 de la Ley Contra la Violencia Intrafamiliar incluye
convivientes y no convivientes, así como todos los familiares, estén o no incluidos en el
círculo convivencial o de relación afectiva.
Por consiguiente, la selección de sujetos activos puede hacerse desde los
siguientes puntos de vista, a saber:
Relaciones familiares estrictu sensu
Vida doméstica
Relaciones sentimentales que generan desigualdad de poder
CONCLUSIONES
En cuanto a las medidas de protección ordenadas por los tribunales, cuando han
sido solicitadas previamente a la iniciación de los procesos legalmente establecidos para
cada situación, es necesario que se demuestre la existencia de la urgencia y necesidad
que ponen en evidente peligro a la víctima y su núcleo familiar o que se deduzca la
situación de riesgo a la que constantemente son sometidos, no existiendo un criterio
unificado para decretar las mismas por parte de los jueces tanto de paz como de familia,
no obstante a ello, los tribunales de familia, pueden auxiliarse del equipo
multidisciplinario con que cuentan, para tener un panorama más amplio de la situación
que se les está presentando.
Algunos funcionarios judiciales han asumido que la finalidad principal del
procedimiento de violencia es brindarle a las víctimas una oportuna protección a través
de la adopción de medidas preventivas, limitando su actuación a decretar el auto o
resolución en el cual se otorgan, omitiendo la continuación del trámite establecido en la
Ley Contra la Violencia Intrafamiliar y el control de la eficacia de las medidas
impuestas.
MATERIAL DIDÁCTICO:
20. Benitez, María José. Violencia y Agresiones en el ámbito familiar; material
proporcionado en curso de Violencia y Agresiones en el Ámbito Familiar,
Doctorado en Criminología, Universidad Castilla La Mancha, España, 2007
21. Benitez, María José. Maltrato de menores y ancianos. Material proporcionado en
Curso de Violencia y Agresiones en el ámbito familiar. En relación a Maltrato
de menores y ancianos. Impartido en Doctorado en Criminología, Universidad
Castilla La Mancha, España. 2007
22. Kemelmajer de Carlucci Aída. “La medida autosatisfactiva, instrumento
eficaz para mitigar los efectos de la violencia intrafamiliar”. Material del
curso “Temas de Derecho de Familia” impartido por la autora en diciembre de
2002 en la Escuela de Capacitación Judicial del Consejo Nacional de la
Judicatura, El Salvador.
LEYES Y RESOLUCIONES: