You are on page 1of 1

La enfermedad de Alzheimer es la causa más frecuente de demencia en el adulto

mayor, es un trastorno grave, degenerativo, producido por la pérdida gradual de


neuronas cerebrales. Esta enfermedad afecta a las partes del cerebro que controlan
el pensamiento, la memoria y el lenguaje.

La demencia es un trastorno cerebral que afecta seriamente a la habilidad de una


persona para llevar a cabo sus actividades diarias. Es una deficiencia en la memoria
de corto plazo (se olvidan las cosas que acaban de suceder) y de largo plazo (se
eliminan los recuerdos), asociada con problemas del pensamiento, del juicio y otros
trastornos de la función cerebral.

Los primeros síntomas de la demencia incluyen la dificultad para aprender nuevas


cosas y para recordar cosas que ya se sabían, problemas para hablar con claridad o
para reconocer objetos. También es posible ver un cambio en su personalidad y
pueden tener dificultades para trabajar o llevar a cabo las actividades normales de la
vida diaria, por lo que no es extraño que sea confundida con una depresión.

Es importante aclarar que entre un 25% y un 50% de las personas con más de 65
años tiene problemas de pérdida de memoria, pero ésto no significa que vayan a
desarrollar una demencia en el futuro, ya que esta disminución de las capacidades es
algo normal a medida que aumenta la edad.

Las causas más frecuentes de demencia irreversible son la enfermedad de Alzheimer


y la enfermedad de Parkinson, que forman el grupo de demencias degenerativas.
Están también las demencias de causa vascular, segundas en importancia, las cuales
se producen por lesiones en los vasos que irrigan el cerebro, bien por infartos
cerebrales, por hemorragias o por disminución de la sangre que llega al cerebro. Lo
más común de ver es pacientes con una demencia ”mixta”, es decir que tienen una
enfermedad degenerativa y una afectación cerebrovascular.

La demencia se está convirtiendo en un problema sanitario muy importante para


nuestra sociedad, ya que la esperanza de vida aumenta, y a su vez también lo hace el
riesgo de padecer esta enfermedad.

El diagnóstico se basa principalmente en la historia clínica y el examen físico. Siendo


en ocasiones necesario el uso de exámenes de sangre e imágenes cerebrales para
descartar otras posibles causas.

En la actualidad no existe cura para la enfermedad de Alzheimer, pero sí tratamientos


que intentan reducir la progresión de la enfermedad y sus síntomas. El tratamiento
disponible se puede dividir en farmacológico, psicosocial y algunos cuidados, pero sin
duda el pilar fundamental es el apoyo familiar, el estímulo y cuidados que ellos puedan
brindarle.

Por otro lado, no existen estudios concluyentes que aseguren una forma de prevenir
esta enfermedad, pero está demostrado que se retrasa su aparición manteniendo
hábitos de vida saludable, y un perfecto control de las patologías crónicas como
hipertensión arterial, diabetes y alteración del colesterol.

You might also like