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Etapas del proceso de planificación.

Anteriormente se han enumerado hasta seis etapas diversas a la hora de efectuar un plan
de desarrollo turístico o una planificación turística, siendo todas ellas importantes, si
bien siguen un orden cronológico que no debemos alterar ni omitir en ninguno de los
aspectos señalados.
2.1. Los objetivos turísticos.
A la hora de plantearnos los objetivos turísticos que perseguimos con la elaboración de
un plan es necesario considerar múltiples aspectos, ya que la actividad turística impacta
cualquier espacio en la económico, en lo social y, por supuesto, en lo ambiental, por lo
que se requiere prestar especial atención a todos esos aspectos, tratando de realizar una
evaluación cuidadosa.
En función del nivel de la tarea de planificación, la formualación de los objetivos
turísticos será responsabilidad de la Administración en sus distintos niveles. Así, en
muchos países, es muy común que tomen parte en la fijación de los objetivos turísticos
no sólo las administraciones sino también el sector privado, al contrario de lo que
sucedía anteriormente, cuando los objetivos y en general todo el proceso recaían
exclusivamente en manos del gobierno. En la mayoría de los países desarrollados existe
la convicción de que el turismo es fomentado por el gobierno en el ámbito nacional y
regional, pero que el sector privado se encarga de proporcionar los servicios
comerciales a los turistas. Sin embargo, los gobiernos tienden ahora a facilitar lo que se
conoce como ambiente favorecedor, es decir, la creación de un marco legislativo y unas
infraestructuras que favorezcan el crecimiento de las actividades comerciales.
Los objetivos turísticos son a veces poco realistas, ya que parten de la ambición, y no de
la realidad. Por este motivo, se hace necesario observar con atención lo que puede ser
posible y cómo convertirlo en un logro. Éste es un pundo de partida esencial para una
planificación coherente y sensata. También se puede emprender la planificación
turística sin haber considerado los objetivos o haber determinado las políticas a seguir,
es decir, los objetivos son creados por la tarea de planificación. Es interesante señalar
que en algunos países con una industria turística bien desarrollada no exista un
planteamiento formal de planificación turística, ni siquiera rastro de una política
turística.
En este sentido cabe destacar que en la UE no hay una política turística, ni se tiene
como prioridad para la industria en los programas de la Unión. Por el contrario, en los
países en vías de desarrollo, la escasez de los recursos y la necesidad de utilizarlos de
manera óptima y de colocarlos entre las demandas competitivas hace de la planificación
un elemento esencial en el proceso de desarrollo.
Sin objetivos resulta difícil la formulación de una política realista. El punto de partida,
es por tanto, la determinación de los objetivos más adecuados para el desarrollo
turístico. Esta tarea debe enlazarse con los objetivos de desarrollo del país, ya que el
sector turístico es sólo un sector dentro de la economía, que puede ser el dominante o de
mínima relevancia. Al considerar el desarrollo futuro y el apoyo al secot, debe existir
una clara visión del encaje del turismo en la economía global. Otro punto a considerar
es que la importancia otorgada a la capacidad del turismo de contribuir a los objetivos
nacionales no es necesariamente la prioridad en el ámbito regional.
Incluso en los países desarrollados donde no existe un plan formal de desarrollo
nacional hay mucha planificación regional o provincial. En los lugares donde el turismo
es importante, como las regiones alpinas de Austria o Suiza, o la cuenca mediterránea
de Europa, se ha prestado gran atención a los objetivos a fijar para el desarrollo
turístico, teniendo gran importancia la preocupación por los factores medioambientales,
ya que el turismo depende de un medio ambiente de calidad para su sostenibilidad
futura.
2.2. La política turística.
No todos los países receptores de turistas han planteado una política turística: en
algunos casos podemos comprobar que existen políticas turísticas escritas, mientras que
en otros se asume una política turística tácita en lugar de explítica, apoyando el
gobierno al turismo.
Existe muchas definiciones del concepto de política turística, pero quizá una buena
definición de trabajo sea “una política es una consideración razonada de las
alternativas”. Esta corta definición implica que todos los recursos para la mayoría de los
países son escasos, y para una mejor racionalización de los mismos se hace necesario
determinar cuál es la mejor ocupación de los mismos. La segunda implicacion es la
existencia de costes de oportunidad al utilizar los recursos de una manera u otra. Por
ejemplo, el desarrollo turístioc podría requerir el uso de terreno, mientras que ese
terreno podría tener usos alternativos en agricultura, construcción, forestación, etc. Así
pues, en la mayoría de los países siempre hay usos alternativos de los recuros escasos
que están disponibles para el desarrollo y se hace necesaria la política para considerar
las distintas alternativas y los beneficios que tiene el uso de una de ellas con respecto a
las demás.
Hay una serie de cuestiones básicas que ejemplifican la necesidad del desarrollo de una
política turística.
• ¿Qué tipo de producto turístico se puede ofertar?
Al examinar esta cuestión en particular como parte de la tarea de
planificación, será necesaria la evaluación de los recursos turísticos. Desde el
punto de vista de la política, lo que un país puede ofrecer a los turistas puede
atraer a un mercado no deseado por ese país en cuestión: para algunos países
ciertos tipos de turismo no serían opciones de desarrollo deseables. Así pues,
en algunos países existe objeciones morales para el uso del juego, por
ejemplo, como modalidad de turismo. En otros, como los islámicos, el
turismo de playa puede ser visto con escepticismo, ya que atrae a un tipo de
turista cuya indumentaria puede provocar consternación y objeción de la
población local.
• ¿Qué tipo de producto turístico se debe ofertar?
La comercialización del turismo se basa esencialmente en la segmentación,
en un intento de encajar la oferta y la demanda en función de las
características del mercado. El tipo de turistas atraídos y los turistas de
ciertos países pueden ser más aceptables que otros. También puede ocurrir
que ciertas zonas del país est´`en enmarcadas en modalidades específicas de
desarrollo. Por ejemplo, en España el mayor empuje turístico se encuentra en
las playas, donde el atractivo y el segmento de mercado se basan
principalmente en turistas de paquetes de bajo precio, mientras que en otras
zonas se han realizado intentos de desarrollar las regiones interiores y atraer
a turistas interesados en la oferta cultural. Las cuestiones relativas al
desarrollo regional o provincial también se centran en el aspectos de los
objetivos de desarrollo. Aunque el turismo puede aportar beneficios
económicos y sociales, podría darse el caso de no permitir desarrollo alguno
en una región o localidad. En muchos países, los parques nacionales se
establecen para fines recreativos y conservacionistas, sin permitir ningún
tipo de desarrollo. Éste es un ejemplo en que un objetivo nacional, es decir,
la conservación del espacio de recreo, recibe una mayor prioridad que los
beneficios económicos que pueden derivar del desarrollo.
• ¿Cómo se debe comercializar el turismo?
La comercialización del turismo suscita una serie de cuestiones importantes.
La rede de distribución y ventas está claramente determinada por las
relaciones entre los turoperadores, los agentes de viajes y los países
receptores. Ésta es un área importante y la que aumenta o limita el éxisto del
esfuerzo del marketing. Sin embargo, una cuestión principal de política en el
marketing turístico es la imagen que desean proyectar el país y su sector
turístico. La imagen tiene una gran importancia para apuntalar el esfuerzo
del marketing. Un país debe crean una imagen que sea atractiva, realista y
que se diferencia de otros destinos.
• ¿Qué tipo de turista se debe atraer?
El tipo de turista a atraer vendrá determinado en parte por los propios
recursos turísticos disponibles y las instalaciones de alojamiento, el
transporte y los servicios. Se han de llevar a cabo estudios de mercado
basados en un inventario de la oferta, es decir, lo que ofrece el país y el
estado de desarrollo en que se encuentran los recursos turísticos. La mayoría
de países cuentan con un conjunto de atractivos que pueden utilizarse en una
estrategia de marketing. A veces, los atractivos son abundantes y se pone al
alcance de los consumidores una serie de productos que a nadie en el destino
se le ha ocurrido organizar y vender, como los complementos deportivos.
• ¿Cuáles son los impactos probables dependiendo de la política elegida?
El desarrollo del turismo es un proceso a largo plazo que requiere una
inversión sustancial y permanente en infraestructura e instalaciones. Por
éstos y otros motivos, la mayoría de los gobiernos se interesan en los
beneficios económicos que genera el turismo. Sin embargo, el turismo
también conlleva impactos de orden social, cultural y medioambiental.
Aunque la experiencia nos permite discernir las consecuencias probables de
fomentar un tipo de turismo en detrimento de otros, pueden surgir problemas
inesperados en el futuro.
Todos estos aspectos nos llevan a evaluar la política turística. Al considerar la función
del turismo en diversos destinos se han de evaluar muchas áreas de la política. También
debmos recordar que con el desarrollo del turismo los impactos económicos son
inmediatos. Por el contrario, los cambios sociales y culturales se hacen notar en un
plazo de tiempo mayor.
Hay varios ejemplos que muestran la importancia de la política turística: uno de ellos es
¿hasta qué punto debe un país dejar el desarrollo de los negocios turísticos en manos del
gobierno en contraposición al sector privado?. Tradicionalmente ha sido el gobierno el
que ha asumido la función de emprendedor, aunque cada vez con mayor frecuencia nos
encontramos con los sectores privados a la cabeza de la inversión turística.
2.3. La planificación turística.
Al referirnos a la planificación del turismo es preciso distinguir entre los planes
nacionales y los regionales. Dentro de los países desarrollados España es un ejemplo
significativo. En la actualidad, si bien la práctica totalidad de las competencias en
materia de turismo han sido transferidas a las Comunidades Autónomas, la
Administración central sigue conservando en exclusiva determinadas competencias,
como son la promoción turística a nivel estatal, el crédito turístico, las enseñanzas
turísticas y la representación de la Administración turística del Estado en el exterior
mediante las oficinas españolas de turismo. En la mayoría de los países desarrollados no
existe un mecanismo formal de planificación y cualquier acción en este sentido se
incorpora a los planes regionales y no a los nacionales.
En los países en vías de desarrollo, la planificación nacional es una práctica común,
basada normalmente en periodos de desarrollo de cinco años.
En cualquiera de los casos de planificación turística precisa de una serie de pasos bien
definidos, entre los que destacan:
• El análisis de la demanda.
Consiste en la observación de las tendencias internacionales de los patrones
de viajes turísticos, en especial los que se refieren a una región o a un país
específico. Su propósito es calcular la demanda futura del turismo expresada
habitualmente en términos de llegadas de visitantes y sus características.
Calcular la demanda es difícil, pero en ello se basa la planificación. Su
análisis debe aportar la máxima cantidad de datos sobre el volumen de la
demanda, las características del visitante, los posibles modelos de gasto y los
principales países de origen, siendo sus principales limitaciones el coste y el
tiempo que conlleva.
Normalmente el análisis de la demanda se divide en tres etapas: los patrones
de demanda histórica del país, los patrones de la demanda actual y el
potencial de futuro.
Las dos primeras etapas deben aportar indicadores de las tendencias y
permitir la identificación y el análisis de los cambios significativos del
mercado. Más tarde, esta información se convierte en el marco para
considerar las futuras opciones de desarrollo, sobre todo haciendo referencia
a ciertos problemas que puedan presentarse.
En este sentido hay un debate habitual en cuanto a si el análisis de la
demanda debe realizarse antes o después de una análisis similar de la oferta.
Para la mayoría de países existe una demanda latente de atractivos e
instalaciones turísticas y muy pocos países comienzan la planificación
turística partiendo de cero. Por tanto, en una tarea de planificación el análisis
de la demanda y de la oferta son actividades simultáneas. Una vez
completados los análisis, se presta atención al desarrollo futuro del producto
y del mercado, que puede depender de la inversión en infraestructura
turística y en el desarrollo de los atractivos.
• El análisis de la oferta.
Muchos países o zonas poseen un amplio conjunto de atractivos y recursos
turísticos potenciales. Como principio general, cuanto más grande sea la
zona, mayor será el número y la variedad de los recursos. Para los fines del
desarrollo turístico, la relación de dichos recursos es el punto de inicio. Estos
focos de atracción turística han de ser identificados e integrados mediante el
inventario y la catalogación. Una vez completados es necesario priorizar los
recursos en función de su atractivo, de su accesibilidad y de los servicios
complementarios que posea.
• La previsión de la demanda.
Desde la confluencia de la oferta y la demanda, los planificadores turísticos
tratarán de establecer una previsión de la demanda durante un perido de
tiempo, normalmente cinco años. El objetivo de la demanda es un aspecto
central del plan de desarrollo turístico, pues será ella la que encauce otros
sectores de ese plan.
La previsión de la demanda se realiza utilizando tres parámetros generales, la
demanda baja, la demanda media y la demanda alta. Cada previsión tiene
una serie de condicionantes carácterísticos, como son las tendencias externas
en las llegadas de los visitantes, los enlaces de los transportes y las
expectativas de precios y las acciones de la competencia, entre otros. Estos
aspectos externos también vienen fuertemente condicionados por otros
factores influyentes internos, como la capacidad de las infraestructuras
existentes para obsorber el flujo previsto de turistas o las posibilidades de
introducción de más capacidad o de desarrollo de nuevos productos o nuevas
zonas. La previsión no es un simple ejercicio mecánico, ya que para ser útil,
debe cuantificar las opciones de tal manera que permita a los planificadores
evaluar las consecuencias de la elección de una apción concreta. Puede ser
que en un momento y lugar dados, los aumentos de la demanda sean
cubiertos por las instalaciones y servicios existentes, pero siempre se llegará
a un punto en que se tengan que considerar nuevas inversioes. Estas
inversiones en nuevas instalaciones siempre tardan tiempo en encauzarse,
factor éste, que se ha de tener en cuenta a la hora de la planificación.
• El presupuesto y la financiación del plan.
Una vez que se han previsto las opciones de la demanda, será necesario
presupuestar el plan. El presupuesto no sólo es aplicable a las instalaciones e
infraestructuras físicas, sino también, por ejemplo, a las instalaciones para la
formación y quizás el reclutamiento de nuevos trabajadores del secor. En
suma, debe realizarse un presupuesto global sobre la base de la propuesta del
desarrollo. A la terminación de esta tarea se puede llegar a la conclusión de
que el coste total es demasiado alto y entonces la propuesta tendría que
reducirse de forma escalonada.
No obstante, existe diversar fuentes para financiar estos planes, ya sea de
instituciones públicas o privadas.
• La implementación.
En muchos países en vías de desarrollo, los ejercicios de planificación han
quedado como simples monumentos a la buena labor y a la experiencia de
los consultores. En buena parte de los casos no se pusieron en práctica por
problemas de financiación.
Durante el proceso de implementación, es importante que se siga el plan y
que se cumpla con rigor la secuencia de las etapas del mismo. Sin embargo,
uno de los problemas de la planificación del desarrollo turístico es la falta de
personal cualificado, que sepa gestionar este proceso de implementación y
puesta en marcha.
• El seguimiento.
Es importante que se haga un seguimiento de las metas propuestas para lo
que existe una serie de procedimientos. Tal vez el mejor sea utilizar un
comité de dirección que se ocupe de su control.
Los puntos a revisar deben ser específicos siempre que sea posbile, como el
número de llegadas de turistas, la duración de la estancia o el gasto medio
del turista.
Las áreas más problemáticas son las relacionadas con las evaluaciones
cuantitativas, en particular la de los impactos que ejercen los desarrollos
turísticos sobre las normas sociales y culturales.
• La evaluación.
El proceso de seguimiento proporciona dos tipos de información:
cuantitativa y cualitativa. La evaluación es la etapa en que se pueden adoptar
acciones correctoras para solucionar los problemas que vayan surgiendo.
2.4. La sostenibilidad.
Es a partir de 1972 con la "Primera Cumbre Mundial Sobre Desarrollo y Medio
Ambiente", organizada por las Naciones Unidas (ONU), cuando los seres humanos
empezamos a buscar un nuevo modelo de desarrollo, como consecuencia de la falta de
un desarrollo armónico Hombre Naturaleza. Aquí se plantea el "ECO DESARROLLO"
como la alternativa para lograr un desarrollo armónico entre el hombre y la naturaleza.
Posteriormente, en 1987, en el informe titulado "NUESTRO FUTURO COMÚN",
presentado a la Asamblea General de las Naciones Unidas por la Comisión Mundial
sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, es que se plantea un nuevo modelo, bautizado
con el nombre de DESARROLLO SOSTENIBLE, definiéndose como: "el que hace
frente a las necesidades del presente sin poner en peligro la capacidad de las
generaciones futuras para atender sus propias necesidades".
La Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), emite otra definición más explícita: " el
proceso que permite que se produzca el desarrollo sin deteriorar o agotar los recursos
que lo hacen posible. Este objetivo se logra, generalmente, gestionando los recursos de
forma que se puedan ir renovando al mismo ritmo que van siendo empleados, o pasando
del uso de un recurso que se genera lentamente a otro que lo hace a un ritmo más
rápido. De esta forma los recursos podrán seguir manteniendo a las generaciones
presentes y futuras".
Los especialistas en desarrollo, Jan Pronk y Mahbubul Hag, definen el desarrollo
sostenible como: "un estilo de desarrollo que busca en cada región soluciones
específicas a problemas concretos tomando en consideración el entorno natural y
cultural, atendiendo a las necesidades inmediatas y a las de largo plazo. Se trata de
encontrar los medios de armonizar el desarrollo socioeconómico con un manejo
adecuado de los recursos naturales y el medio ambiente".
Fue en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo,
Cumbre de la Tierra o Río-92, donde se consolidó el concepto de Desarrollo Sostenible,
además de plantearse medidas relativas a la relación Medio Ambiente-Desarrollo
Turístico a Nivel Mundial. El mismo se fundamenta en tres principios:
• La sostenibilidad ecológica garantiza que el desarrollo sea compatible
con el mantenimiento de los procesos ecológicos esenciales, de la
diversidad biológica y de los recursos biológicos.
• La sostenibilidad social y cultural garantiza que el desarrollo aumente el
control de los hombres sobre sus propias vidas, sea compatible con la
cultura y los valores de las personas afectadas, y mantenga y fortalezca la
identidad de la comunidad.
• La sostenibilidad económica garantiza que el desarrollo sea
económicamente eficiente y que los recursos sean gestionados de modo
que se conserven para las generaciones futuras.
Como es lógico, siendo el turismo la actividad económica más importante del mundo,
rol que toma a partir de los años 90, los teóricos del mismo se plantean insertado en el
nuevo modelo de desarrollo sostenible.
2.4.1. El turismo sostenible.
Es una nueva forma de planificar, ofertar y mercadear el producto turístico nacional,
fundamentado en principios éticos y colectivos para el manejo de los recursos naturales
y culturales, cuyos beneficios económicos mejoren la calidad de vida de todos los
sectores involucrados. Es la oportunidad de dignificar la relación del ser humano con su
entorno, y dimensional su perpetuidad
La Organización Mundial del Turismo (OMT) define el turismo sostenible como:" un
modelo de desarrollo económico concebido para mejorar la calidad de vida de la
comunidad receptora, facilitar al visitante una experiencia de alta calidad y mantener la
calidad del medio ambiente del que tanto la comunidad anfitriona como los visitantes
dependen".
La Asociación de Estados del Caribe (AEC), en el documento "PROYECTO DE
ACUERDO DE LA ZONA DE TURISMO SUSTENTABLE DEL CARIBE", en la
parte de considerandos, plantea: "que el establecimiento de la Zona de Turismo
sustentable es el producto de una política deliberada y concertada entre los países
miembros que facilite la acción del sector público y privado, y la cooperación regional
en el marco de una planeación, en la cual se articulan de manera permanente y armónica
la operación rentable del sector turístico, la previsión y control eficaz del impacto sobre
otras ramas de las economías de los países y el medio ambiente, la cultura, así como
compartir con las comunidades los beneficios generados por la actividad".
La implementación del modelo de turismo sostenible es una realidad insoslayable, de
altos beneficios políticos, económicos, sociales, ambientales y culturales. Para los
países en vías de desarrollo de las zonas tropicales, con grandes recursos naturales y
culturales demandados por los países desarrollados a través del turismo, es una de las
grandes posibilidades de desarrollo integral. La Comisión Mundial sobre el Medio
Ambiente y el Desarrollo lo planteó de la siguiente forma: "Para satisfacer las
necesidades esenciales se requiere no sólo una nueva era de crecimiento económico en
los países donde la mayoría de la población es actualmente pobre, sino la seguridad de
que esos pobres conseguirán su parte justa de los recursos necesarios para sostener ese
crecimiento".
Aplicado esto último al turismo, la OMT lo plantea de la siguiente manera: "El turismo
puede constituir una de las repuestas si es respetuoso con el medio ambiente, está
basado en el sostenimiento de su base natural y cultural y no malgasta este capital de
recursos".
El turismo sostenible plantea que esto último es factible, tomando en cuenta que la
sostenibilidad es un proceso. Muestra de ello son los beneficios que aporta.

2.4.2. Beneficios del turismo sostenible.


El turismo sostenible genera múltples beneficios, entre los que cabe destacar:
1- Integra las comunidades locales a las actividades turísticas.
2- Estimula la comprensión de los impactos del turismo sobre los recursos naturales y
culturales.
3- Garantiza una distribución justa de costos y beneficios.
4- Genera empleo local, tanto directo como indirecto (por cada directo produce tres
indirectos).
5- Estimula el desarrollo de las empresas turísticas (agencia de viajes, transporte,
alojamiento, alimentos y bebidas, recreativas y complementarias), así como también a
las suplidoras (ganadería, agricultura, comunicaciones, agro industrias, etc.).
6- Genera divisas al Estado e inyecta capitales a la economía local.
7- Diversifica la economía local.
8- Induce a la planificación regional, logrando un desarrollo armónico e integral de
todos los sectores de la economía.
9- Estimula la mejoría de las infraestructuras de servicio al turismo (vías de
comunicación, telecomunicaciones, agua potable, alcantarillado sanitario, recolección y
deposición final de sólidos, aeropuertos, marinas, etc.).
10- Promueve la restauración, conservación y uso de los yacimientos arqueológicos,
monumentos arquitectónicos y cualquier obra física de interés colectivo y nacional.
11- Destina parte de los beneficios para la construcción de obras de interés comunitario
como escuelas, centros médicos, instalaciones deportivas, centros culturales, entre otros.
12- Promueve y valora las manifestaciones culturales locales, regionales y nacionales
(bailes, artesanía, gastronomía, vestimenta, música, manifestaciones religiosas y magico
religiosas, etc.).
13- Logra un desarrollo equilibrado con el medio ambiente, a través de los estudios de
impactos ambientales y el monitoreo ambiental.
14- Promueve la autoestima comunitaria.
15- Oferta, valora, preserva y genera beneficios económicos de los recursos de flora y
fauna, en beneficio de las comunidades locales.
16- Vigila, evalúa y gestiona los impactos que genera, desarrollando modelos de
perpetuidad de su propio desarrollo.
17- En definitiva, mejora la calidad de vida de las personas y consolida una
concientización integral del individuo.
Todo lo anterior se logra, única y exclusivamente dando respuesta a los tres indicadores
del desarrollo turístico sostenible: ambientales, socioeconómicos y culturales.
2.4.3. Iniciativas de turismo sostenible.
Son múltiples las iniciativas de turismo sostenible, tanto a nivel nacional, regional como
mundial. Al respecto citaremos algunos ejemplos:
• La creación de las instancias de turismo sostenible por parte de la
Organización Mundial del Turismo (OMT), a través de proyectos y
programas aplicados en los países miembros que lo soliciten, de
publicaciones y muchas otras medidas. También se ha unido a otras
instituciones con programas similares como la Unión Europea (EU), el
Consejo de La Tierra de Naciones Unidas (ONU), La Asociación de
Estados del Caribe (AEC), la Organización de Turismo del Caribe
(CTO), entre otras.
• Esto se puso de manifiesto cuando los países ACP fuimos invitados a
participar del: SEMINARIO SOBRE INTERCAMBIO DE
EXPERIENCIAS PARA EL DESARROLLO TURÍSTICO
SOSTENIBLE EN ÁREAS COSTERAS", en el marco de Expo '98
Lisboa, del 8 al 9 de Julio de 1998. El objetivo del mismo fue
sensibilizar a los gobiernos ACP para que tomen en cuenta restricciones
del medio ambiente en el desarrollo sostenible de sus proyectos de
turismo en áreas costeras.
• Las iniciativas del Consejo de la Tierra (organismo surgido de la Cumbre
de la Tierra o Río-92 con sede en San José, Costa Rica, cuya misión
esencial es darle seguimiento a los acuerdos de la Cumbre), a través de la
Comisión de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible(CDS ),
donde el turismo es uno de los temas principales de la 7ma. reunión que
tendrá efecto este año. En tal virtud, en 1996, tres organizaciones
internacionales, La Organización Mundial del Turismo (OMT), El
Consejo Mundial de Viajes Turismo y el Consejo de La Tierra
(representan el sector oficial, la empresa privada y la sociedad civil) se
unieron para lanzar un plan de acción titulado "Agenda 21 para la
Industria de Viajes y Turismo: Hacia un Desarrollo Ambientalmente
Sostenible". Es un programa sectorial de desarrollo sostenible basado en
los resultados de la Cumbre de La Tierra (la reunión del Caribe se
celebró en Dominica el pasado mes de Diciembre). Es un documento
especial para las compañías de viajes y turismo, los gobiernos, las
instituciones oficiales de turismo, representantes comerciales y el público
viajero. Un resumen del mismo se encuentra en el website del Consejo
de La Tierra
(http://www.ecouncil.ac.cr/rio/focus/summary/business.htm.). El
documento completo puede solicitarse a través del website del Consejo
Mundial de Viajes y Turismo (http://www.wttc.org).
• LA DECLARACIÓN DE BERLÍN, surgida de la Conferencia
Internacional de Biodiversidad y Turismo, convocada por el gobierno
Alemán del 6 al 8 de Marzo de 1997, donde se planteó a los países
receptores de turistas alemanes, el tipo de turismo que requieren (ver
documento anexo, Declaración de Berlín: Biodiversidad y Turismo
Sostenible).
• El Proyecto de Acuerdo para la Creación de la Zona de Turismo
Sustentable para el Caribe de la Asociación de Estados del Caribe
(AEC), integrada por los países del Caribe Antillano, Centroamericanos
Istmicos y del litoral Caribe de Sudamérica (toda esta zona se ha
definido como Gran Caribe). Este le fue encomendado al creado Comité
Especial de Turismo en Marzo del 1997 en Santo Domingo, y aprobado
por el Consejo de Ministros.

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