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UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE CHILE

FACULTAD TECNOLÓGICA

DEPARTAMENTO DE TECNOLOGÍAS GENERALES

“PROPUESTA PARA EL DESARROLLO DEL


MERCHANDISING EN LA CINEMATOGRAFÍA
CHILENA”

Trabajo de Titulación para optar al


Título de Publicista, mención
Gestión Creativa.

CLAUDIA LORENA LEWINSOHN CASTRO


2003

Profesor Guía: Francisco Pérez C.


ÍNDICE
PARTE I 10

CAPÍTULO I: DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN 1


1.1 INTRODUCCIÓN GENERAL 11

1.2 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 12

1.3 MARCO TEÓRICO 14

1.4 OBJETIVOS DEL ESTUDIO 15


1.4.1 OBJETIVO GENERAL 15
1.4.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS 15
1.5 HIPÓTESIS DE TRABAJO 16
1.6 DISEÑO METODOLÓGICO 17
1.7 IMPACTO ESPERADO Y BENEFICIOS 17
1.8 ORIGINALIDAD DEL ESTUDIO 18

PARTE II 19
CAPÍTULO II: DESARROLLO MARCO TEÓRICO “LA INDUSTRIA
CULTURAL” 20
2.1 SUS ORIGENES 21
2.2 ¿DE QUÉ HABLAMOS, CUANDO HABLAMOS DE INDUSTRIA
CULTURAL? 24
2.3 POLÍTICAS CULTURALES: UNA NECESIDAD DE
PROTECCIONISMO A LA INDUSTRIA CULTURAL 30
2.4 LAS CAPACIDADES DE LA CINEMATOGRAFÍA COMO INDUSTRIA
CULTURAL 35
2.5 RESEÑA DE LA INDUSTRIA AUDIOVISUAL EN CHILE 37
2.6 CONSUMO CULTURAL EN CHILE 42
2.6.1 EL POR QUÉ DEL CONSUMO CULTURAL 43
2.6.2 CONSUMO CULTURAL SEGÚN 7 ÍTEMS 43
2.6.3 CONSUMO CULTURAL BAJO 44
2.6.4 CONSUMO CULTURAL MEDIO 44
2.6.5 CONSUMO CULTURAL ALTO 44
2.6.6 PORCENTAJE DE HOGARES QUE REALIZAN CONSUMO
46
2.6.7 CONSUMO CULTURAL E INGRESOS 46
2.6.8 ECONOMÍA DE LA CULTURA 47
2.6.9 ASISTENCIA A LAS SALAS DE CINE 50
2.6.10 LOS CINES MAS VISITADOS EN CHILE 51
2.6.11 PERFIL DE LOS ASISTENTES AL CINE 54
GRÁFICOS 55
2.7 PORCENTAJE DE ASISTENCIA POR GRUPO
SOCIOECONÓMICO 55
2.7.1 PORCENTAJE DE ASISTENCIA SEGÚN SEXO 56
2.7.1.1 NIVEL EDUCACIONAL DE LOS ASISTENTES 56
2.7.1.2 ACTIVIDAD DE LOS ASISTENTES 57
2.7.1.3 PORCETANJE DE ASISTENCIA POR EDAD 57
2.8 GASTOS MENSUALES DEL PÚBLICO EN ENTRETENCIÓN 58

PARTE III 61
CAPÍTULO III: MARKETING Y CINE, CREANDO LAZOS 62
3.1 EL PROCESO INDUSTRIAL DEL CINE 63
3.1.1 LA PRODUCCIÓN 63
3.1.2 LA DISTRIBUCIÓN 64
3.1.3 TIPOS DE DISTRIBUIDORAS 66
3.1.4 ¿QUÉ ES LA EXHIBICIÓN? 66
3.2 INICIO DEL CICLO COMERCIAL DE EXHIBICIÓN 67
3.3 CONCEPTUALIZANDO MARKETING 69
3.3.1 CONCEPTO DE ESTRATEGIA 70
3.3.2 CREANDO ESTRATEGIAS DE MARKETING 71
3.3.3 EVALUANDO LAS OPORTUNIDADES 72
3.4 SEGMENTOS DE MERCADOS Y SELECCIÓN DE MERCADO
META 73
3.5 PLANIFICACIÓN DE UNA ESTRATEGIA QUE SATISFAGA A LOS
CLIENTES Y CUMPLA OBJETIVOS Y METAS DE UNA
ORGANIZACIÓN 74
3.5.1 QUÉ ES PROMOCIÓN 74
3.5.2 PUBLICIDAD 75
3.5.3 PROMOCIONES DE VENTA 76
3.5.4 MERCHANDISING 76
3.5.5 VENTAS PERSONALES 77
3.5.6 RELACIONES PÚBLICAS 77
3.6 PUBLICIDAD EN LA INDUSTRIA DEL CINE 78
3.7 SEGMENTACIÓN Y PÚBLICO OBJETIVO 81
3.8 MERCADO CINEMATOGRÁFICO 83
3.8.1 SEGMENTACIÓN MERCADO CINEMATOGRÁFICO
CHILENO 86
3.9 MARKETING CINEMATOGRÁFICO 88
3.9.1 CINEMATOGRAFÍA CHILENA Y MARKETING 91

PARTE IV 96
CAPITULO IV: MERCHANDISING CINEMATOGRÁFICO 97
4.1 MERCHANDISING 97
4.1.1 MERCHANDISING COMO APOYO AL PRODUCTO 98
4.2 MERCHANDISING COMO SUBPRODUCTO DE UN PRODUCTO
AUDIOVISUAL 103
4.3 EL SIGNIFICADO DEL MERCHANDISING PARA LA INDUSTRIA
CINEMATOGRÁFICA 105
4.3.1 PUNTO DE REFERENCIA: EE.UU (HOLLYWOOD)
PRODUCCIONES QUE HAN APLICADO EXITOSAMENTE
MERCHANDISING COMO COMERCIALIZACIÓN 109
4.4 DESPLIEGUE DEL MERCHANDISING COMO COMERCIALIZACIÓN
CINEMATOGRÁFICA 112
4.4.1 PARQUES DE ATRACCIONES 114
4.4.2 VIDEOJUEGOS 115
4.4.3 MÚSICA 117
4.4.4 NOVELIZACIÓN 117
4.4.5 MULTIMEDIA 119
4.5 MARCOS LEGALES NACIONALES E INTERNACIONALES QUE SE
DEBEN CONSIDERAR PARA LA APLICACIÓN DE
MERCHANDISING 120
4.5.1 LAS LICENCIAS 120
4.5.2 MARCAS REGISTRADA 122
4.5.3 FRANQUICIAS 124
4.5.4 PROPIEDAD INTELECTUAL 125
4.6 EL PUNTO DE VISTA DE LOS TLC (PROTECCIONES Y
CLAÚSULAS) 126

PARTE V 131
CAPITULO V : INDICIOS DE MARKETING Y MERCHANDISING
EN PELÍCULAS CHILENAS. PERÍODO 1995-2003 132
5.1 TIPOS DE MERCHANDISING QUE SE APLICAN EN LA
CINEMATOGRAFÍA 136
5.2 PROPUESTA DE ESTRATEGIA PARA LA PRODUCCIÓN DE
MERCHANDISING CINEMATOGRÁFICO 139
5.2.1 PROPUESTA DE MERCHANDISING PARA DOS PELÍCULAS
CHILENAS 145
5.2.2 PROPUESTA DE MERCHANDISING PARA LA PELÍCULA “SEXO
CON AMOR” 146
5.2.2.1 MERCHANDISING DE PRIMERA FASE 149
5.2.2.2 MERCHANDISING COMERCIALIZABLE 151
5.2.3 PROPUESTA DE MERCHANDISING PARA LA PELÍCULA
“SUBTERRA” 157
5.2.3.1 MERCHANDISING DE PRIMERA FASE 159
5.2.3.2 MERCHANDISING COMERCIALIZABLE 160

PARTE VI 167
CAPÍTULO VI: CONCLUSIONES 168
6.1 CONCLUSIÓN CAPÍTULO II: INDUSTRIA CULTURAL 168
6.2 CONCLUSIÓN CAPÍTULO III: MARKETING Y CINE 171
6.3 CONCLUSIÓN CAPÍTULO IV: MERCHANDISING
CINEMATOGRÁFICO 181
6.4 CONCLUSIÓN PROPUESTA DE MERCHANDISING 189
BIBLIOGRAFÍA 192
ANEXOS 196
Parte I

Capítulo I: Descripción del Proyecto de Investigación

1.1 Introducción General

Mediante la simple observación de la realidad se puede advertir


que nuestra producción cinematográfica se encuentra en un
periodo de franco desarrollo. Un ejemplo de lo anterior es que el
año 1999 se estrenaron 4 producciones nacionales en el ámbito
comercial, y 14 en el 2002.

En cuanto al número de espectadores en las salas nacionales en


1995 apenas se empinaban por sobre los 5 millones anuales, en
1999 los espectadores aumentaron a 11,7 millones y en el 2003,
según la Cámara de Comercio Cinematográfico 11.442.377
personas asistieron al cine. Según representantes del Programa de
Fomento del Cine de CORFO, en nuestro país se está dando una
tendencia única en Latinoamérica: el cine chileno tiene casi el 9%
del público del mercado interno, aunque representa menos del 5%
de los estrenos anuales, pero aún no se llega a una entrada per
capita al año.
Como podemos ver, nuestro cine va por buen camino, y es aquí
donde radica la importancia del desarrollo del merchandising, ya
que lo anterior podría ser aún mejor.
El merchandising se inserta dentro de las técnicas del marketing
publicitario, es una poderosa herramienta de comercialización y
rentabilidad, derivada de una producción establecida, la cual ha
tenido aristas de desarrollo en el cine chileno, pero aún es
incipiente.

La importancia de este trabajo radica en los beneficios que puede


proveer su aplicación, como la creación de subproductos
comercializables, generados del concepto de un filme, lo que
representa aumentar ganancias sólo por la venta de estos,
independientes de las que ingresen por exhibición.

Sobre la base de lo expuesto, la motivación para este estudio es


vital, considerando que aún se conoce muy poco sobre el tema, y
sobre todo que las aplicaciones aún están en pañales. Sus
rentabilidades podrían brindar a nuestra incipiente industria
cinematográfica importantes beneficios. Es una promesa de
cosecha lenta, pero que puede dar frutos seguros.

1.2 Planteamiento del problema

En nuestro país, aún no se asienta como concepto en nuestro


lenguaje el término de Industria cultural, el cual es definido en el
capítulo II. ¿Cuál es la importancia de comprenderlo?.
Absolutamente necesaria, ya que, si cristalizamos este concepto
dentro de nuestro vocabulario, pronto comprenderíamos que tiene
que ver mucho con el aspecto económico-cultural. Justamente,
aquí, es donde se posa la industria cinematográfica que, aunque
en Chile todavía no se le puede llamar como tal, avanzamos con
pasos cada vez más grandes a establecer las bases de una
incipiente industria.
Como estamos en camino hacia la industria de películas, es
momento de acuñar y hablar de un concepto fundamental que, si
bien es conocido en la cinematografía chilena, su aplicación es
escasa: el MERCHANDISING. Si queremos ir más lejos, viene para
ayudar a la pre industria del cine chileno. Muchos lo confunden
con marketing, pero hay que dejar claro que no es lo mismo.
Marketing, es la promoción y publicidad de un producto, se podría
decir que marketing es la estrategia. Merchandising es la
fabricación de subproductos del producto original- que en este
caso es el filme- los cuales son comercializables y generan
rentabilidades económicas. A su vez, el merchandising también
implica una estrategia de marketing. Entonces, podemos decir que
merchandising es la táctica. Si trasladamos todo esto a la
cinematografía, la película vendría siendo el producto y el
merchandising los subproductos comercializables del filme, los
que se generan a partir de un concepto creativo que se extraiga
de la misma cinta. A través, de este concepto, se puede crear:
objetos, libros, DVD, videos, multimedia interactivos, afiches y
gráficas y, todo cuanto se le pueda ocurrir a un publicista creativo
de acuerdo a las líneas del filme. Todo esto se podría traducir en
aumentos de las ganancias, sólo por concepto de subproductos
comercializables, totalmente independiente de las ventas de
entradas por exhibición en salas.
Cabe mencionar que cualquier película puede realizar
merchandising. Se tiene la mala creencia que sólo las películas de
comedias o sagas de aventuras pueden motivar la generación de
merchandising. Un filme con argumentos serios o intelectuales,
también tiene una gran brecha para comercializar sub productos
del filme. De hecho, toda película contiene un concepto y un
mensaje, el cual se puede extraer y aplicar a un objeto, todo
depende de la creatividad aplicada. Ejemplos de lo anterior son
detallados en el capítulo IV, sobre merchandising cinematográfico.

1.3 Marco Teórico

En lo que respecta a la base teórica necesaria para la resolución


del caso aplicado o propuesta de este estudio, se seleccionó y
revisó literatura actualizada, referente a los siguientes temas:
•Industria cultural desde el nacimiento de la expresión hasta
nuestros días, la realidad que vive Chile.
• Marketing conceptos básicos a nivel cinematográfico.
•Merchandising cinematográfico general. Lo que ha significado
para la industria cinematográfica, punto de referencia Hollywood.
•Revisión de filmografía nacional en su incipiente despliegue de
merchandising , período 1995-2002.
•Propuesta creativa para generar merchandising, en un filme
chileno.

1.4 Objetivos del estudio

1.4.1 Objetivo General:


Contribuir al conocimiento y aplicación del merchandising, como
herramienta para la creación de subproductos comercializables,
generados del concepto de un filme, lo que representa aumentar
ganancias sólo por la venta de éstos, independientes, de las que
ingresen por exhibición.

1.4.2 Objetivos Específicos:

1.-Conceptualizar que toda obra cinematográfica tiene la misma


naturaleza y condición, por lo tanto es un producto artístico de la
industria cultural, la cual tiene sus propias protecciones y
cláusulas.

2.-Demostrar que la industria del merchandising, como industria


paralela, es uno de los grandes recursos financieros del cine, la
cual puede ayudar a retroalimentar a la producción misma, así
como también, a las futuras producciones de un realizador.

3.- Incentivar a los productores y realizadores chilenos a


implementar esta herramienta, a través, de propuestas sólidas y
creativas.

4.- Estimular la creatividad de los productores para que


desarrollen subproductos comercializables, a través, del manejo
de un concepto y de una imagen a proyectar de sus filmes.

1.5 Hipótesis de Trabajo

La industria del merchandising cinematográfico, es un factor


económico de grandes potencialidades, que posee estrategias y
tácticas de promoción y ventas, las cuales pueden aplicarse
exitosamente a la industria del cine en Chile.

1.6 Diseño Metodológico y Técnicas de investigación

Para el presente estudio se seleccionó el método Exploratorio y


Demostrativo.
Se realizaron entrevistas a profesionales ligados a la
cinematografía en Chile, como los cineastas Silvio Caiozzi y Jorge
Olguín.
Además se seleccionó y revisó literatura actualizada en el tema
de investigación.
Recopilación de información en sitios especializados en el tema en
Internet.
Revisión y selección en diarios, revistas y afines relacionados con
el tema.
Resúmenes y análisis de libros especializados en el tema.
Todo lo anterior fue seleccionado según criterios de importancia,
actualidad y pertinencia, y aparecen detallados en la bibliografía,
página 183.

1.7 Impacto Esperado y beneficios

Dar a conocer las posibilidades y usos del merchandising


cinematográfico, específicamente a quienes desarrollan nuestras
películas, como directores y productores, para que sea
efectivamente aplicada. Ello significará la obtención de recursos
adicionales, en relación a la exhibición fílmica, propiamente tal,
resultando beneficiado y potenciado el desarrollo de esta industria
en Chile.
Además, el proyecto crea un aporte en materia publicitaria al
llamado séptimo arte y a su crecimiento en nuestro país.
También contribuye e incentiva a que productores y realizadores,
cambien la mentalidad un tanto aletargada, a una mentalidad
proactiva, en términos de plantearse cómo obtener más y mejores
provechos de sus producciones con creatividad y “olfato”
comercial desarrollen para cada producción, un concepto que sea
identificable para los espectadores. Además, en vista del
progresivo desarrollo de nuestro cine, se trata de un aporte al
interés general y cultural, ya que es un tema que cada día está
más presente en la vida contemporánea.
1.8 Originalidad del estudio
La originalidad del tema investigado, radica principalmente en que,
si bien, existen textos que han indagado en el campo del marketing
cinematográfico, como por ejemplo el libro “Marketing en el cine” de
Ignacio Redondo, éstos representan una mirada general en cuanto
a la promoción de producciones audiovisuales. Sin embargo, este
trabajo busca, investigar la especialidad del poderoso
merchandising, el cual ha sido escasamente implementado en
nuestro país.

Parte II: Marco teórico


Capitulo II: Industria Cultural

Para efectos del presente estudio, es menester conceptualizar que


según Octavio Getino en su obra “Cine y Televisión en América
Latina”, toda obra cinematográfica tiene la misma naturaleza y
condición, como producto artístico de la industria cultural. No
vamos a entrar en detalles si una obra cinematográfica es
artística, u otra es comercial, lo que sí es importante destacar es
que, sea cual fuere su inspiración, inevitablemente forma parte del
gran fondo de la industria cultural, lo que no significa que deje de
ser una obra de arte, en cuanto se sustenta sobre la destreza y el
ingenio creativo de un equipo de personas. La industria cultural
actualmente, ha cobrado gran relevancia, sobre todo con la
llamada globalización, a la par del desarrollo económico,
específicamente en los tratados de libre comercio. Como cualquier
otra industria, la cultural no está ajena a tener sus propias
protecciones, barreras y cláusulas especiales, para su desarrollo
sustentable. Cabe señalar que estas normativas no han sido
puestas antojadizamente, sino que responden a la natural
evolución de esta industria.

2.1 Sus orígenes


Si bien es cierto, este concepto fue empleado por primera vez, en
1947 en el libro “Dialéctica de Aufkläng”, el cual fue publicado por
Theodorne Adorno y Horkheiner, aún no se cristaliza este concepto
para referirse a la cultura de masas. Según estos autores, en
cuanto a Industria cultural: “En todos sus campos, se
confeccionan, más o menos de acuerdo a un plan, los productos
que se estudian para el consumo de las masas y que determinan
en gran medida ese consumo”. Por lo tanto, concluyen “La
industria cultural es la integración deliberada de sus
consumidores, en su más alto nivel”1.

Según Bretch y Suhrkamp -de la Escuela de Frankfurt-, los


comerciantes de la industria cultural se basan en el principio de su
comercialización y no en su propio contenido y construcción
exacta. Toda la praxis de la industria cultural aplica
decididamente, la motivación del beneficio a los productos del
espíritu, ya que, más que productos, ellos dan de vivir a sus
autores. Lo nuevo de la industria cultural es la primacía inmediata
y confesada del efecto muy bien estudiado en sus productos más
típicos.

El fenómeno de la economía, de la búsqueda de nuevas


posibilidades para aumentar el capital en los países
industrializados y en conseguir beneficios, se ha objetivado en la
ideología de la industria cultural, que ha permitido atenuar la
presión de vender productos culturales, ya que, de una u otra
forma, éstos van a ser consumidos.

El concepto de industria ya no se refiere estrictamente a los


procesos de producción, sino que también a la estandarización de
los productos, es decir a los perpetuamente “nuevos” que ofrecen
lo mismo de siempre, donde el cambio es sólo aparente. Se
comienza a vivir el arte individualista, es decir, cada producto se
quiere individual. Esto mismo sirve para reforzar la ideología, ya
1
Adorno Theodor W, conferencia pronunciada para la Universidad radiofónica y televisiva
internacional,1964
que provoca la ilusión de lo que está mediatizado, es un refugio de
vida e inmediatez. La industria cultural como factor dominante del
espíritu de hoy es importante, imponente. No hay que subestimar
la influencia de lo que transmite a los hombres.

En el fondo, la industria cultural “obliga”, por lo tanto se debe


tomar seriamente y esto significa, tomarla críticamente, y no
desarmados ante su monopolio, consigna Adorno. La conciencia
de sus consumidores está dividida entre la complacencia y la
duda, que les prescribe la industria cultural. ¿Por qué duda? Por
los disfrazados beneficios que pueda realmente aportar. Los
hombres se dejan engañar, con tal que eso les produzca alguna
satisfacción, por fugaz que sea, inclusive ellos están concientes
que desean esta impostura.

Según Theodor Adorno “ El imperativo categórico de la industria


cultural dice: Debes someterte sin precisar a qué es necesario
someterse, a aquello que de todas maneras es, y a aquello que
todos piensan de todas maneras; someterte como por reflejo a la
potencia y a la omnipresencia de lo que es”2.

Adorno fue visionario al reflexionar que “lo que la Industria cultural


elucubra no son ni reglas para una vida feliz, ni un nuevo poema
moral, sino exhortaciones a la conformidad, a lo que tiene detrás
suyo, los más grandes intereses”.

Si se mide la industria cultural en relación con su efecto: el


estímulo y la explotación de la debilidad del yo que, en definitiva,
es lo que reclama para sí. El sistema de la Industria cultural, no
permite evasión e impone sin cesar los esquemas de

2
Adorno Theodor W,La industria cultura,número 3, revista Communications,1964
comportamiento, aún cuando se diga que sus mensajes son
inofensivos. Adorno termina agregando que “la dependencia y
servidumbre de los hombres, es el objetivo último de la Industria
cultural”.

2.2 ¿De qué hablamos cuando hablamos de Industria


cultural?

Las industrias culturales, constituyen un sector clave en el ámbito


de la cultura y de la economía contemporánea. Si se examinan los
tipos de industrias encontraremos las del cuero, alimenticia, textil,
plástico, madera, calzado, etc. Pero en ninguna parte figuran las
“industrias culturales”. En efecto en Chile, a diferencia de otros
países, aún no están constituidas como sector industrial. Es
necesario aclarar qué son, cuáles son y qué se entiende por
Industria cultural, además de precisar en qué sentido constituyen
un ámbito clave de la cultura y de las políticas culturales
contemporáneas.

La UNESCO hizo una caracterización a principios de los 80 sobre


las Industrias culturales: Ellas existen “cuando los bienes y
servicios culturales son producidos, reproducidos, almacenados o
distribuidos de acuerdo a patrones industriales y comerciales; es
decir, a gran escala y de acuerdo con una estrategia basada en
consideraciones económicas, mas que en una preocupación por el
desarrollo cultural”3.

El investigador español Ramón Zallo define a estas industrias


como: “conjunto de ramas, segmentos y actividades auxiliares
industriales, productoras y distribuidoras de mercancías con
contenidos simbólicos, concebidas para un trabajo creativo,
organizadas por un capital que se valoriza y destinados finalmente
3
UNESCO “Industrias culturales: Un desafío para el futuro de la cultura. Paris, 1982
a los mercados de consumo, con una función de reproducción
ideológica y social”4.

Lo que este tipo de industrias produce y difunde abarca desde los


libros y revistas de cómics hasta una obra literaria; desde
videograbadoras, cintas vírgenes, cassettes, discos compactos y
espectáculos en vivo; desde aparatos de radio y televisión,
artesanía producida en serie, hasta software para el manejo de
imágenes audiovisuales. Por lo tanto, la actuación de la industria
cultural comprende desde el sector del libro, diarios y revistas,
discos televisión, radio cine, video fotografía y reproducciones de
arte, artesanía en serie y publicidad.

Se pueden distinguir dos tipos de industria cultural, una es aquella


en que la producción es objeto de un gran número de
reproducciones a partir de “un” o “unos”, sea este disco, libro,
cassette, reproducción de arte, pieza artesanal, etc. es decir,
industrias que editan una creación individual gracias a los
procedimientos tecnológicos e industriales.
La otra es aquella en que el propio acto creador implica, ya desde
el primer momento, un complejo instrumental industrial como por
ejemplo el cine y la televisión.

Cabe mencionar también que hay quienes agrupan a estas


industrias culturales de acuerdo a la mediación cultural utilizada,
como por ejemplo, el subsector de la palabra escrita que incluye a
las editoriales y empresas periodísticas; medios electrónicos: que
incluye la radio, televisión, video, TV cable y los satélites;
Espectáculo: que incluye teatro, ópera, conciertos; Artes visuales:
que incluye pintura, diseño; Música: que incluye discos, cassettes,
grabadoras, equipos musicales; Publicidad: que incluye agencias,
cartelería, etc; Informática: constituye un soporte de transmisión
4
Zallo Ramón, “Economía de la comunicación y la cultura” Akal/comunicación. Madrid 1988
cultural, como también incluye programas para manejo de
imágenes y sonido.

En el mundo moderno la cultura y el arte están mediados de modo


creciente por las industrias culturales y sus estrategias, las cuales
constituyen un proceso complejo con una dimensión financiera
que implica empresarios, capital y recursos humanos y además
con una fase de creación que supone autores, valores estéticos, y
tradición con una fase también de edición, producción o
reproducción, los cuales conllevan factores tecnológicos e
industriales y finalmente con promoción, distribución y venta lo
que, necesariamente, implica publico y mercados.
Las Industrias culturales pueden considerarse con una mirada
económica y una mirada cultural, porque: “Las industrias
culturales constituyen, como su mismo nombre indica, una
realidad híbrida: con un componente económico y con otro
componente cultural, con dos lógicas que no siempre coinciden y
que incluso pueden llegar a ser contradictorias5”.
Desde el análisis económico, pueden hacerse estudios de
prefactibilidad, como por ejemplo para determinar en qué área de
las industrias culturales, un país tiene ventajas comparativas y
potencialidad de desarrollo. También se puede analizar la
situación de los insumos básicos de estas industrias como el
papel, la película, las tintas, etc. O también al tratamiento
arancelario que se les da a los llamados “bienes finales”: los
aparatos de televisión, las radios, las videograbadoras, etc.
Las industrias culturales no son ajenas a las tendencias de la
economía contemporánea, tales como la creciente globalización y
5
Subercaseaux Bernardo,¿Chile un país moderno?EdB,Sagrupo editorial Zeta,pág 125, Chile,1996
transnacionalización de la cultura, como tampoco lo son la
publicidad, la labor editora, producción audiovisual, de la
internacionalización de la economía y la relación entre masividad
y mercantilismo.
Las industrias culturales y las artes convocan y movilizan en todo
el mundo grandes cantidades de inversiones y recursos. EEUU ha
sido identificado como uno de las mega tendencias de mayor
crecimiento. Además de ser nuestro principal proveedor de
productos culturales, nos guste o no.
Las cifras de consumo cultural, ( TV, video, DVD, computador,
entre otros) y el tiempo que se dedica a la cultura han ido
creciendo en proporciones geométricas.
Todo esto lo ha tratado de demostrar un economista liberal
norteamericano, John Kenneth Golbraith, quien ha recomendado
una política de reemplazo de la industria del automóvil por la
industria de la cultura y de las artes “La música, las películas, los
videos, las producciones de TV, las artes visuales y actuantes son
industrias que tienen una dinámica y también una ventaja muy
norteamericana, algo que frecuentemente olvidamos: no estamos
amenazados por los japoneses en Dallas, ni en Disneyworld, ni en
Miami-vice”6.
En cuanto al factor cultural, la diferencia e importancia con otras
áreas industriales, reside precisamente en la especificidad de los
bienes y servicios que producen. Se ha dicho que en los medios se
juega una dimensión importante del ser social y que en un
escenario en que predomina la organización audiovisual de la
cultura, las industrias culturales cumplen roles de integración y de
constitución de identidades hasta llegar incluso a desplazar a la
nación y territorialidad.

6
Golbraith ,John Kenneth, La anatomía del poder, Ed. Siglo XXI, México,1983
Si bien las industrias culturales constituyen una oportunidad de
desarrollo cultural de un país, no se puede dejar de advertir que
existe un peligro de uniformación transnacional de la cultura y por
ende un empobrecimiento. Pero también, no cabe duda, que las
industrias culturales han democratizado el capital artístico y
cultural de la humanidad. Si nos detenemos en esto, nos lleva a la
idea de difusión, la cual conlleva la reproducción por ejemplo de
un cuadro de Van Gogh, en relación con el único ejemplar de la
tela original.

Otra amenaza percibida de la industria cultural, es la


discriminación de la identidad cultural y la supervivencia de las
tradiciones culturales autóctonas. No obstante hay quienes no
comparten esta amenaza de la cultura de masas y plantean la
posibilidad de identidades híbridas, en las que conviven tradición
y modernidad y con la posibilidad de resignificarlas.

2.3 Políticas culturales: una necesidad de proteccionismo a


la industria cultural

En las últimas décadas han sido protagonistas las rebajas


arancelarias y la apertura de fronteras, las cuales han posibilitado
el ingreso masivo al país de aparatos de radio, TV, DVD,
videograbadoras. Este parque electrónico, resulta un factor
fundamental, ya que son los que están ocupando la mayor parte
del tiempo libre del consumo cultural, además estos mismos han
servido para producir los evidentes cambios en los hábitos de
consumo cultural que se han estado produciendo en el país.
Las políticas culturales bien implementadas pueden llegar a tener
importantes consecuencias económicas. Podríamos pensar en lo
interesante que sería si se pusiera en práctica una política de
apoyo y fomento a la pre industria del cine, consiguiendo que
nuestra cinematografía se posicionara no solo en Chile, sino en
todo el mercado hispano parlante. Si esto fuera así, podríamos
exportar obras cinematográficas obteniendo beneficios
económicos, y a la vez redundaría en todo el sector
cinematográfico. “ Con frecuencia el fortalecimiento de un sector
de la industria cultural repercute en otro, o puede ser usado como
una vía o un instrumento para el desarrollo de otro sector”7. Según
lo anterior, junto con la industria cinematográfica, sé fortalecería
la industria del libro, de la televisión, del espectáculo, y otros.

Durante el primer gobierno de la concertación en nuestro país, en


sus bases programáticas estaba el propósito de incentivar la
producción de bienes culturales en áreas en que se estimaba que
el país tenia ventajas para competir, como por ejemplo, la
industria cinematográfica y la del libro.

El sector privado tanto nacional como internacional, es uno de los


agentes básicos que toman decisiones e imponen los tipos de
criterios a seguir en materia de industria cultural, como toda
industria que quiere subsistir y crecer, lógicamente aplicando
criterios de rentabilidad económica y de mercado. Muchas veces
esta realidad puede ir en desmedro de la calidad y el crecimiento
cultural, pero la mayoría de las veces representa oportunidad para
su desarrollo. Al Estado le compete el rol de posibilitar el
desarrollo de un alto grado de complementariedad entre el sector
privado y el sector público, complementando beneficios
económicos y culturales. Otro rol, también encomendado al
Estado, es el de velar por la recopilación de información y darle
tratamiento estadístico al sector, para implementar futuras

7
Subercaseaux Bernardo, Chile ¿un país moderno?, ED. Zeta, Pág.130, 1996
políticas culturales realistas y bien fundadas, ya que son
esenciales, a la hora de pensar en políticas de desarrollo de la
industria cinematográfica y de los mensajes audiovisuales;
información imprescindible, también para el sector privado para
pensar en invertir en futuras salas de cine o de espectáculo.

Siguiendo con algunos de los roles del Estado respecto de la pre


industria del cine, el despegue de este sector resulta imposible sin
el impulso motor de la generación de marcos legales propicios
para el desarrollo de este, y a su vez el establecimiento de
políticas de estimulo coherentes, continuas e ininterrumpidas. En
los últimos años se ha tratado de experimentar, pero
lamentablemente con cierto desorden, con una visión miope y de
corto plazo. “Es necesario que nos demos cuenta de que un país
no puede considerarse verdaderamente moderno si carece, por
ejemplo, de cine y de industria audiovisual”8.

En un diagnóstico elaborado por el MINEDUC en el año 1995,


describe la industria audiovisual de la siguiente forma: “La
dimensión económica dice relación con un complejo proceso que
involucra empresarios, capital, recursos humanos y recursos
tecnológicos industriales, y procesos de exhibición, promoción,
distribución y venta, que implica estrategias de públicos y
mercado... La dimensión cultural de la industria dice relación tanto
con la existencia de una fase de creación artística en la
producción- involucrando autores, guionistas, valores estéticos y
tradición- como por la especificidad de los bienes y servicios
producidos por este sector industrial. Las obras producidas son
creaciones simbólicas y culturales. Su carácter concreto, dinámico,
emocional, asociativo, sintético, holístico, afecta más a la fantasía
y a la afectividad que a la racionalidad humana y está alterando- a
nivel mundial- las pautas culturales de la sociedad globalizada,

8
Subercaseaux Bernardo, Chile ¿un país moderno? ED Zeta, Pág. 133.1996
constituyéndose en la base de las nuevas identidades sociales,
políticas y culturales del siglo XXI”9.

Con estas cualidades de la industria audiovisual que la distinguen


de otras industrias culturales se puede afirmar que han servido de
un gran recurso económico de las grandes naciones,
principalmente en EE.UU ya que ha promocionado sus pautas
culturales y más aun el consumo de sus productos y servicios en
buena parte del mundo. Un ejemplo es su cine, culturalmente
nacionalista con valores y creencias dominantes de la sociedad
norteamericana exportado a todo el mundo. Esto ha servido a
dicho país para el incentivo de los negocios de sus grandes
compañías. La gran economía norteamericana, no hubiera
alcanzado el poder que actualmente tiene sobre el planeta, sin sus
industrias culturales, particularmente la cinematográfica,
considerando además el formidable negocio que dichas industrias
tienen a nivel de su propio mercado, en lo que se conoce como
economía de “tiempo de ocio”.

Por lo tanto, el doble papel del cine –económico y cultural- debe


ser considerado aunque mantengamos un escaso volumen
poblacional, el cual representa al mercado interno y su “aparente”
insignificación socioeconómica. Se debe privilegiar la dimensión
cultural y social del medio, a través, del proteccionismo, dada su
conocida incidencia directa o indirecta en el desarrollo integral de
la comunidad, que incluye también la dimensión económica.

Hacer caso omiso de la doble función de la actividad


cinematográfica sería no reconocer la experiencia histórica del

9
MINEDUC, Chile,”Política de fomento y desarrollo del cine y la industria

audiovisual”, Ministerio de educación,1995


medio y, además, de las grandes alternativas que se hacen muy
necesarias de plantear para auténticas políticas de fomento.

2.4 Las capacidades de la cinematografía como


Industria Cultural

Las expresiones del imaginario colectivo como el cine y las artes


audiovisuales que contribuyen al desarrollo de la cultura y al
intercambio entre éstas, dependen de la capacidad de producción,
la cual define la dimensión de su mercado y las posibilidades de
financiamiento productivo, complementado con las políticas que
implementen los gobiernos.
Cuando las naciones sufren de escaso desarrollo se opaca la
posibilidad de contar con estructuras industriales comerciales para
producción cinematográfica o audiovisuales en general. Una gran
salida las entregan -como se describió anteriormente- las políticas
culturales, para que se conviertan en verdaderas industrias, y a su
vez ingresar a competir con países de mejor desarrollo
audiovisual.
Las producciones audiovisuales pueden expresar aspectos
esenciales de la identidad cultural de un país, además tiene gran
capacidad para el intercambio entre culturas, promoviendo el
multiculturalismo. Por lo tanto, esta posibilidad, además de
privilegiar la cultura, ofrece como cualquier industria, desarrollo
económico, inversiones y empleo. Ambas dimensiones, la cultural
y la económica con implicancias sociales y políticas como
cualquier otra industria.
El cine consiste en el diseño, producción y comercialización de
manufacturas destinadas específicamente a la transmisión de
contenidos simbólicos. La industria cultural y las actividades
cinematográficas están condicionadas por un complejo sistema de
condiciones económicas, culturales y políticas propias de cada
país, pero interrelacionadas con el universo de las industrias
dedicadas a la cultura, las comunicaciones sociales y el
entretenimiento a nivel mundial.
Ante esto, cada día se observa un mayor interés por el estudio de
los problemas de la economía de nuestro cine. Una explicación
clara del tema en cuestión nos la da Octavio Getino “El panorama
del cine Iberoamericano no solo continua viviendo los mismos
problemas, sino que ha sumado otros reinantes, producto de la
mayor hegemonía de la industria y del comercio norteamericano
sobre nuestros espacios, y de la insuficiencia de las políticas
locales (publicas y privadas) para crear opiniones relativamente
competitivas y exitosas”10.
El cine es una creación colectiva de contenidos simbólicos, “Obras
cinematográficas”, como la es cualquier otra forma de expresión
artística, pero es también a un mismo tiempo producción industrial
de “manufacturas” culturales (películas) Integra desde hace más
de un siglo, el campo de las industrias culturales, donde
convergen esas dos dimensiones principales sobre las que afirma
su existencia: La económico-industrial y la ideológico-cultural.
Aunque sus valores más relevantes, están dados por lo que cada
obra expresa del imaginario de cada autor, o de las
intencionalidades de su producto, sólo resulta posible cuando
conjuga también inversiones, empleos, rentabilidad y otros
componentes económicos, que son los que revelan la presencia de
una industria.

10
Getino Octavio, “Cine y Televisión en América Latina”, Pág. 14 ED. LOM, 1998

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