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Inhabilidad parlamentaria
(Tribunal Constitucional)
Comentario de Pablo Marshall Barberán
Comentario de Jurisprudencia
Tribunal Constitucional de Chile, Rol 970-07
i) Exposición de la sentencia
[1] Ejerc[er] cualquier influencia ante las autoridades administrativas […] en favor
o representación […] de los trabajadores en negociaciones o conflictos laborales,
sean del sector público o privado, o que intervengan en ellos ante cualquiera de las
partes (inc. 4 primera parte); y
[2] De palabra o por escrito incit[ar] a la alteración del orden público (inc. 5º
primera parte).
incitó a la alteración del orden público, tanto de las personas que se encontraban
con él en la Plaza Italia como de los que, a través de la televisión, pudieron verlo
participando en un acto ilegal, en circunstancias que el respeto al ordenamiento
jurídico vigente integra la noción de orden público de nuestro país (c. 23).
Existen dos cuestiones generales que cabe comentar en la labor realizada por el
Tribunal en esta sentencia. La primera dice relación con la referencia tanto a las actas
de la Comisión de Estudios de la Nueva Constitución y a la historia del establecimiento
de la disposición (cc. 5-9 y 19). La segunda, dice relación con la prueba de los hechos
que constituyen las causales imputadas (cc. 14-30).
iii) Prueba
Llaman la atención las pruebas que el Tribunal consideró para determinar la ocu-
rrencia de los hechos constitutivos de las causales imputadas al senador Navarro. Entre
las personas a las que se les tomó declaración aparecen el Presidente de la República,
el Presidente del Senado, el Presidente de la Cámara de Diputados, el Presidente de
la Corte Suprema, el Ministro del Trabajo, el Presidente del Tribunal Calificador de
Elecciones y los jueces letrados del trabajo de Santiago. ¿Esas autoridades fueron testigos
de los hechos? No parece pertinente la consideración de sus declaraciones. Sí podrían
haber sido pertinentes testigos presenciales de los hechos, en particular funcionarios de
Carabineros de Chile.
Por otro lado, es cuestionable la necesidad de pruebas en este asunto en la medida
que los hechos que se le imputaron al senador fueron de público conocimiento. El que
el Tribunal haga una exposición de las declaraciones tan poco atingentes para justificar
que los hechos no resultan probados en vez de dirigirse directamente a la calificación
de los hechos por todos conocidos, resulta, al menos, innecesaria.
Parece adecuado este lugar para formular una apreciación crítica respecto de la causal
del inciso 4 considerada por el Tribunal Constitucional en esta sentencia.
La Constitución Política, tal como fue concebida por la Comisión de Estudios y la
Junta de Gobierno, perseguía constituir un marco regulatorio que trabara la política
democrática. La idea de democracia protegida encarna esa función. En ese escenario se
establecieron una serie de disposiciones que pretendían darle a la política democrática
un ámbito restringido de acción dentro de las funciones sociales y estatales. Así, se es-
tablecieron numerosas cortapisas para que los representantes del pueblo fueran los que,
en última instancia, tomaran las decisiones políticas. El Consejo de Seguridad Nacional,
los senadores designados y el Tribunal Constitucional fueron los mecanismos más llama-
tivos para lograr dicho objetivo. Pero, por otro lado, se limitó también materialmente
el ámbito de acción de los funcionarios políticos y de sus decisiones. Quizás basado en
el principio de subsidiariedad, en su versión neoliberal, se impidió la intervención del
Estado y sus magistrados en ámbitos que la Constitución entregaba a las asociaciones
corporativas, esto es, a los gremios, sindicatos y asociaciones estudiantiles.
278 REVISTA DE DERECHO [VOLUMEN XXII- Nº 1
La política abarca todas las actividades y los ámbitos de la vida pública de un Estado.
Extirpar la política de las relaciones laborales y estudiantiles no sólo no es necesario ni
deseable, sino que es imposible. Lo que se hace mediante este tipo de disposiciones es
inmunizar a ciertas asociaciones respecto de la acción estatal y, en ese sentido, asegurarles
el monopolio de la acción política en determinados ámbitos de la vida social.
Las reformas a la Constitución no han afectado lo que parece ser uno de los aspec-
tos de la idea de la democracia protegida. Ello puede deberse a que estas disposiciones
no han tenido demasiada importancia en la práctica constitucional. Sin embargo, la
desconfianza con la política democrática no puede continuar siendo un principio cons-
titucional. Ello atenta contra los principios de justicia política más básicos, también
contenidos en la Constitución.
La correcta interpretación de la Constitución no permite desatender el sentido nor-
mativo evidente de una disposición vigente. Con toda la fuerza del principio democrático,
no puede establecerse más que una necesidad de interpretación restringida de la causal
de inhabilidad de la que se trata el asunto que se comenta. Así, se requiere interpretar
la causal del inciso 4º arriba trascrita, solamente como un abuso de su posición de ma-
gistrado estatal para favorecer ilícitamente a una de las partes del conflicto laboral, esto
es, una falta grave a la probidad. Esta consideración puede reforzar la interpretación
estricta de la causal que el Tribunal funda en el carácter su sancionatorio.