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FLACSO-SEDE ECUADOR
SUSTAINABLE AGRICULTURE AND NATURAL RESOURCE MANAGEMENT
COLLABORATIVE RESEARCH SUPPORT PROGRAM
SANREM-CRSP
I. INTRODUCCION.............................................................................................................................3
Orientaciones teóricas de la investigación..............................................................................................................3
Metodología de investigación..................................................................................................................................5
II. LA ECONOMIA POLITICA Y LOS RECURSOS NATURALES EN NANEGAL ......................6
BIBLIOGRAFIA.................................................................................................................................31
2
MONTAÑAS DE NANEGAL: PERCEPCIONES, IMAGENES, PRACTICAS.
I. INTRODUCCION
El tema de las percepciones e imágenes locales sobre los bosques, la tierra y otros
recursos naturales, no siempre ha sido tomado en cuenta en los debates sobre desarrollo
sostenible, aún si este tema se encuentra estrechamente relacionado con las prácticas
cotidianas campesinas y con la elaboración de políticas nacionales o regionales de
desarrollo.
Algunos de los propósitos de este Programa fueron indagar y descubrir los principios
de sustentabilidad existentes en las prácticas campesinas agrícolas y de manejo de los
recursos naturales. A la vez, promover formas alternativas de manejo de dichos recursos,
que se vean reflejadas ya sea en una mejor calidad de vida y seguridad alimentaria de las
poblaciones o en formas de sostenibilidad medioambiental y de equidad social y de género
(SANREM CRSP, 1995). En esta línea, el estudio realizado por FLACSO se orientó hacia el
conocimiento de los principios conceptuales campesinos, que pueden ya sea facilitar o bien
dificultar, la implementación de mecanismos apropiados de manejo de los recursos
naturales.
1
La revisión del presente documento contó con la valiosa colaboración de la Dra. Susan Poats. La
investigación fue realizada por los investigadores de FLACSO Sede Ecuador: Dr. Jorge Recharte, Mtra.
Amparo Eguiguren y Dra Susan Poats.
2
Durante la fase de trabajo de campo, el estudio tuvo la colaboración del Dr Robert Rhoades, del
Departamento de Antropología de la Universidad de Georgia.
3
o de pensamiento, que realizan las poblaciones para captar mentalmente el medio en el que
se desenvuelven y actuar sobre éste (Nazarea, s/f: 90). Cabe destacar que estos procesos
cognitivo-prácticos incorporan tanto factores histórico-estructurales (locales, regionales y
nacionales), como elementos culturales desarrollados localmente.
La Etnociencia examina los puntos de vista del grupo, a diferencia de los estudios
que se centran exclusivamente en la visión del observador externo. Esta ciencia se relaciona
con otras disciplinas tales como la Lingüística, la Biología y, especialmente, la Etnoecología,
esta última profundizada desde los años 50, cuando Harold Conklin (1954) introdujo el
término "etnoecología" en su estudio sobre los Hanunoo en las Filipinas, con una orientación
hacia la etnografía ecológica o etnociencia.
Por su parte, J. P. Brosius (1986) y D.A. Posey (1986) señalan que la etnoecología
estudia las formas según las cuales los grupos organizan y clasifican sus conocimientos del
medio ambiente y de los procesos medioambientales. También M. Bellon (1990) considera
que la etnoecología ayuda al entendimiento de los vínculos entre conocimiento, cognición y
conducta, dentro de la interacción entre seres humanos y medio ambiente. En una
perspectiva muy parecida, las investigaciones etnoecológicas exploran las formas según las
cuales los grupos humanos perciben y organizan mentalmente la naturaleza, sea a través de
sus creencias o de sus conocimientos e imágenes sobre cómo usarla y apropiarse de ella
(Toledo, 1992: 6). Estas orientaciones etnoecológicas no son lejanas para la Etnociencia ni,
por tanto, para este estudio, pues la finalidad de esta orientación conceptual es introducirse
en los modelos de la realidad que tienen las poblaciones locales para entender la base
misma de sus decisiones y de sus formas de resolver los problemas (Nazarea, op. cit).
Por otro lado, tanto en las propuestas y prácticas institucionales de desarrollo como
en las prácticas e intereses campesinos de uso de los recursos, existe una mediación
simbólica relacionada con las imágenes, modelos o ideales sociales de progreso y
modernidad, con las imágenes ideales de uso de los recursos naturales, con los ideales de
equidad social, etc. En este sentido es válida la propuesta de Rappaport (1979: 79), de
reconocer la actuación de los grupos humanos en términos de sus imágenes de la
naturaleza y visiones del mundo. En estos grupos se incluyen campesinos, investigadores,
agentes de desarrollo, etc. Como señala Víctor Toledo, los autores que han usado enfoques
etnoecológicos (Vayda y Rappaport, 1968; Harris, 1968; Johnson, 1974; Ellen, 1982;
Barahona, 1987; Bellon, 1990) han criticado los métodos que no reconocen la importancia
del análisis cognitivo en la conducta diaria de la gente.
Metodología de investigación
Uno de los aportes principales de los estudios etnocientíficos son sus métodos, los
cuales se orientan a revelar las bases de la conducta. En este estudio recurrimos
adicionalmente a los métodos cualitativos y cuantitativos tradicionalmente usados en la
Antropología, es decir, entrevistas en profundidad y encuestas mediante muestreo aleatorio.
Por otro lado, durante el trabajo de campo exploramos algunas posibilidades de
investigación participativa, especialmente en la recolección de datos con las comunidades y
en el diseño de instrumentos de investigación. Para recoger los datos de campo utilizamos
varios métodos de investigación en los que participaron activamente los pobladores:
1. Retomamos los datos del Censo realizado en las 5 comunidades del área en el marco del
Proyecto SANREM (Censo Participativo Heifer Project International/Terranueva), para
orientar la aplicación de entrevistas a las familias, según comunidades y formas de tenencia
de la tierra y para recoger información sobre los distintos usos del bosque en la zona.
2. Los niños y niñas de las escuelas primarias de las 4 comunidades, ubicados en un rango
de edad de 8 a 13 años, realizaron aproximadamente 150 dibujos de sus visiones sobre el
paisaje local. El posterior análisis estadístico y cualitativo de los dibujos reveló los conceptos
de "montaña" presentes en los niños y los significados socioculturales asignados al conjunto
del paisaje y a cada elemento explícito en este concepto.
7. Por último, con algunos jóvenes de la zona, entrevistamos a informantes calificados para
obtener información sobre la relación población-ambiente, mediante formatos o cuadros
específicos que relacionan las actividades agrícolas con las prácticas de uso de la montaña.
Los diversos grupos presentes en el área, como también actores externos a ella, han
actuado y pensado sobre los bosques y demás recursos naturales, influyendo en la
conformación actual del paisaje natural y humano de la zona. La mayor parte de los actuales
pobladores de las comunidades son campesinos propietarios de pequeñas y medianas
extensiones de tierra (desde menos de 1 hasta 60 hectáreas), aunque se mantienen aún
unas pocas haciendas 7. El acceso a la tierra en la zona estuvo marcado profundamente por
el proceso de disolución de las haciendas y por la dinámica mercantil de la tierra (Echarte,
1977: 29). Desde el siglo pasado toda la tierra tenía propietarios, excepto algunas áreas
boscosas que fueron revertidas al Estado.
Uno de los fundamentos e ideales de la colonización fue hacer productivas las tierras
consideradas "improductivas". "Producir" significaba transformar los bosques en tierras
agrícolas y ganaderas. Detrás de estas ideas existía un "modelo" o imagen de los recursos
naturales subtropicales: la tierra considerada útil para extraer y sacar provecho de ella. La
tierra, siempre que sea productiva, era un sinónimo de progreso. Cabe señalar que en las
mentes de los campesinos de Nanegal, como también en las de los decisores de políticas,
habían ideas bastante similares. La tierra fue considerada como productora de alimentos,
tanto en las políticas como en el manejo que realizaron los pobladores, mientras las áreas
destinadas a la conservación de los bosques eran concebidas como “improductivas”: no
producen dinero, son tierras "inválidas" que no generan ingresos.
En este contexto, una zona cuya vocación es forestal pero cuyo principal destino
productivo no es el forestal, puede constituir un escenario de confrontación humano-
ecológica. Al ser Nanegal una zona orientada a la producción agropecuaria, en varias
ocasiones el bosque ha constituido un obstáculo para la producción, en especial en relación
con el espacio necesario para desarrollar una agricultura extensiva como es la cañicultura y
la implantación de pastizales. Igualmente se ha producido una confrontación entre el
aprovechamiento agrícola del suelo y la presencia de animales silvestres que se acercan a
los cultivos de yuca, maíz o zanahoria blanca. Según los pobladores de la zona, los "puercos
de monte" o sahinos y algunas aves pueden acabar en un día un maizal o un cultivo de
zanahoria blanca. En el análisis que sigue cabe destacar la conjugación de estos y otros
factores históricos, laborales, culturales, económicos y políticos, que crean particulares
formas de pensamiento con relación a los recursos naturales.
8
III. USOS Y PERCEPCIONES DE LOS RECURSOS NATURALES EN NANEGAL
Hemos señalado que la Etnociencia examina los puntos de vista del grupo y las
formas según las cuales éste organiza y clasifica sus conocimientos del medio ambiente y
de los procesos medioambientales y actúa sobre dicho medio. En otras palabras, la
Etnociencia examina los "modelos" de la realidad que construyen las poblaciones locales a
través de sus prácticas. Estos modelos son construidos desde una profundidad histórica, en
una conjugación constante entre las prácticas-percepciones locales y los contextos
económico-políticos regionales y nacionales. El estudio de estos "modelos" de pensamiento
permite entender la base misma de las decisiones y las formas de resolver los problemas
(Nazarea, op. cit). Este principio etnoecológico ha servido de eje para la investigación sobre
las percepciones y formas de organizar los conocimientos y prácticas por parte de los
pobladores de Nanegal.
Los años de permanencia de estos pobladores en la zona, han creado una historia
de relación población-recursos naturales y de conocimiento sobre el medio ambiente. Vamos
a considerar esta historia como un "corpus" o construcción cultural específica en la zona,
que conjuga las prácticas con las percepciones, conocimientos y formas de clasificar los
recursos naturales. Aún si la orientación principal del uso de la tierra en Nanegal es
agropecuaria, los pobladores de las comunidades manifiestan una percepción más amplia
sobre la "montaña", conforme a su relación histórica con ella, y organizan sus conocimientos
de acuerdo a una serie de parámetros no únicamente agropecuarios: la utilidad de la
montaña, las funciones específicas y la diversidad de sus recursos, el simbolismo de la
montaña, la belleza escénica y el aire puro, etc.
Las entrevistas a informantes calificados y los “talleres de historia”, revelan que las
décadas de permanencia de los actuales pobladores, sus padres y sus abuelos en la región
de Nanegal, han creado un complejo sistema económico, simbólico y cultural que involucra
sea a la producción de caña y aguardiente, como a las redes mercantiles, a las políticas
nacionales y a los ideales de desarrollo que estuvieron presentes en las mentes de estos
"agricultores" y de los "decisores de políticas". También las percepciones y los conocimientos
sobre los comportamientos y potencialidades de uso de las plantas y animales forman parte
de este sistema simbólico y cultural.
Como hemos señalado, los modelos, las percepciones, los corpus, son construidos
históricamente, de tal manera que los conocimientos no son homogéneos entre todos los
pobladores; existen diferencias entre las opiniones de los habitantes más adultos que
llegaron a la región cuando ésta se encontraba mayoritariamente cubierta por bosques,
aquellos que llegaron en los años posteriores y los más jóvenes que nacieron en la zona
cuando ésta ya era una región de producción agroindustrial9.
Conceptos de "montaña"
10
En sus narraciones es relevante la presencia de pacche, teme (colorado y amarillo), malva, helecho
arborescente, balsa, cedro, ceibo, motilón, nogal, guadúa, guarumo, choagalo, pigua, roble, arrayán,
lechero, pachaco, roble, pacche blanco, canelo, aguacatillo, palmito, carachacoco.
11
Se menciona la alimentación con todo tipo de aves (picches, loros, predicadores, marrajos, tórtolas,
gallos de la peña, perdices, gavilanes, guajalitos, codornices, pavas de monte, carpinteros, moledores,
azulejos, ticteres, pavos reales, gallinazos, torcazas), varias especies de serpientes y animales
mamíferos (armadillos, guatusos, guantas, venados, cuyes de monte, cusillos, chucuris, puercos de
monte, cuyagos, monos, tutamonos).
10
para usted la "montaña"? a mujeres y hombres adultos de la zona12. Se obtuvieron 32
respuestas que demuestran varios conceptos.
1. La montaña es lo "natural: no creado por los seres humanos, formado durante mucho
tiempo a través de los años"; es lo "virgen: no trabajado, no cultivado, no talado, bruto,
donde no ha entrado la mano del hombre”; “no se utiliza, permanece allá, tranquilita". Estas
concepciones relacionadas con el orden simbólico como forma importante de organizar el
pensamiento, fueron manifestadas en 11 de las respuestas. En éstas, la montaña se
relaciona con lo lejano, con lo opuesto al trabajo y a la presencia humana.
12
Debido al número de entrevistas realizadas no es posible hacer un análisis estadístico diferenciado
por género y edad. Cada grupo de respuestas no tiene un número mínimo que facilite este análisis.
11
cazador con la montaña, el paseo en las montañas durante un fin de semana por un joven
de Nanegal que estudia en Quito, etc.-, que se encuentren separadas de los actos o hechos
lingüísticos, sean éstos discursos, denominaciones, calificaciones. Los actos lingüísticos se
expresan entonces en los nombres dados al objeto de la acción material: montaña fecunda,
montaña silvestre, montaña lejana, montaña bienestar del ser humano, etc.
El discurso y las palabras revelan el significado que tiene el mundo para las personas
(Ulin, 1990: 225). Una montaña es un conjunto de elementos para los pobladores de
Nanegal. En el orden de clasificación de los recursos naturales, la palabra "montaña" se
encuentra en la cima de un esquema jerárquico compuesto de elementos reales expresados
en palabras, que están agrupados en el "dominio" o "campo semántico" llamado "montaña":
árboles, tierra, agua, animales de monte, bejucos, helechos, musgo, flores, rocas, peñas,
quebradas, insectos, reptiles, personas. En otras palabras, estos diversos elementos son
clasificados como integrantes del dominio semántico "montaña", pero a la vez cada
elemento se convierte en un nuevo dominio o campo semántico que agrupa objetos
clasificados como parte del mismo dominio; así, los suelos negros, arcillosos, arenosos,
barrosos, amarillos, rojizos, laderosos, planos, etc. son parte del campo "tierra".
Sin embargo, el hecho de relacionar un elemento con otro hasta formar un conjunto
que compone un concepto o campo semántico, está vinculado estrechamente con las
prácticas y experiencias del individuo que compone tal conjunto. Así, cada uno de los tres
tipos de respuestas que presentamos antes no incluye todos los elementos enunciados en
líneas anteriores. Incluye solamente los elementos que se relacionan más directamente con
su formas de acercamiento mental y práctico a la montaña.
Uno de los ejemplos de esta unidad en la zona de Nanegal, son las ideas y prácticas
campesinas sobre la conservación de pequeños remanentes de bosque, sea para obtener
leña o para recoger postes para construir cercas para estabular al ganado, construir
pequeños puentes sobre las quebradas y puertas de ingreso a los potreros. Estos bosques
remanentes se encuentran en los sectores más "laderosos", donde no es posible realizar
agricultura o ganadería; son lugares considerados "muy pendientes para trabajar" o inaptos
para la agricultura que debe ser realizada en "espacios amplios y limpios de monte". Aquí se
percibe la relación entre las prácticas (agricultura, conservación de remanentes de bosque,
extracción de postes) y el proceso cognitivo y lingüístico que permite clasificar y denominar
al paisaje como zonas amplias, zonas laderosas, zonas limpias de monte, espacios
12
cerrados, etc. En otras palabras, esta unidad corpus-praxis tiene implicaciones sobre el
manejo de los recursos naturales.
Las imágenes sobre la montaña construidas por los niños en sus dibujos, reflejan las
acciones prácticas del grupo en su entorno social y ambiental, como también el ejercicio
cognitivo de aprehender la realidad y elaborar un concepto. La construcción de conceptos e
imágenes es un proceso en el que participan los contextos sociales, económicos, políticos,
generacionales, étnicos, religiosos. Como señala Greg Urban, al “codificar historias sobre el
mundo” en forma de conceptos e imágenes, éstas se convierten en espejos que tratan de
aprehender la realidad (Urban,1991: 17).
Para entender los dibujos de los niños de las escuelas y buscar un concepto de
montaña reflejado en el lenguaje de la imagen, nos hemos basado en un análisis estadístico
y cualitativo de los elementos que componen cada dibujo. Antes de que realizaran los
dibujos, solicitamos a los niños de cada una de las escuelas que pensaran en la montaña
que conocen e insistimos en que no dibujen imágenes de los libros, sino lo que conocen a
través de su propia experiencia. Luego analizamos los dibujos de manera cuantitativa y
cualitativa; para el primer análisis realizamos una lista de todos los elementos presentes en
los dibujos y cuantificamos el número de imágenes que presentan cada elemento. Luego
realizamos un dibujo que sintetiza una imagen común de "montaña", con el número
promedio de elementos más importantes y el número de veces en que éstos se repiten.
El análisis que presentamos se basa sobre la premisa de que al hacer dibujos desde
imágenes mentales, las personas tienden a distorsionar la proporción y escala de las cosas,
13
agrandando los rasgos que figuran prominentemente en las decisiones diarias y
minimizando aquellos que consideran irrelevantes (Nazarea, op. cit.). En esta medida, los
dibujos realizados proveen información sobre lo que es significativo para la población y lo
que es menos importante. Desde el estudio de la perspectiva, hay claramente dos clases de
dibujos: aquellos que presentan en un plano cercano, desde dentro, la montaña con árboles,
animales silvestres y ríos; y segundo aquellos que representan la montaña como lomas
lejanas con árboles y aves en la parte superior, mientras en primer plano se encuentran las
casas, los animales domésticos, los caminos y las personas. Si bien la primera imagen está
presente en muchos de los dibujos (55%), la segunda también se repite con mucha
frecuencia (45% de los casos).
Los dibujos de los varones también representan más animales silvestres, serpientes,
leones, tigres, ardillas, caracoles, caballos y puentes sobre los ríos. Ante esta observación,
cabe tomar en cuenta que los niños son quienes más van a la montaña, con sus padres, a
cortar árboles. Ellos tienen en su repertorio mental a los animales silvestres, los árboles, los
puentes. Las niñas van poco a la montaña, para ellas es algo lejano y su realidad más
cercana es la casa, los potreros, los animales domésticos, los sembríos. Para ellas, la
montaña está más referida a la práctica agropecuaria y la conceptualizan de esta manera en
mayores ocasiones que los niños. Estas disimilitudes hacen relación a las prácticas
diferenciadas por género y muestran también que las percepciones de lo que es más
significativo (la casa, los animales silvestres, etc.) tiene connotaciones de género.
14
IV. LAS PERCEPCIONES EN EL CONTEXTO SOCIOECONOMICO:
DIFERENCIAS POR EDAD, GENERO Y TRABAJO
Cuadro N. 1
USOS DE LA MONTAÑA (porcentajes de opinión según sexo)
15
Ya hemos señalado que, a diferencia de otros pueblos como los amazónicos, el
bosque en esta zona no constituye la fuente indispensable de abastecimiento de una amplia
gama de productos y del sostenimiento material y espiritual. Tener tierra para sembrar caña
o potreros para mantener al ganado es casi suficiente, aunque hay una percepción sutil de la
relación entre agroindustria y bosque: en él se proveen de leña y postes para cercas y se
abastecen de agua, fundamental para la caña, el ganado y la elaboración de aguardiente.
En Nanegal los bosques o la "montaña" son conocidos, valorados y usados por las
personas de acuerdo a sus prácticas productivas, a las diferencias generacionales e
inclusive a los distintos niveles de educación. Las diferencias de opinión entre jóvenes y
adultos y entre distintos niveles de educación son importantes, como se puede observar en
los Cuadros N. 2 y 3.
Cuadro N. 2
Principales utilidades de la montaña. Porcentajes según grupos de edad.
Uso 15-24 25-54 55 años Total
años años y más
Madera 8,1 25,0 25,4 21,3
Conservación 16,1 11,5 11,9 12,6
Cacería 12,9 10,3 8,5 10,5
Agricultura 4,8 14,7 13,6 12,3
Agua 12,9 11,5 6,8 10,8
Otros 4,8 2,6 10,2 4,7
Distracción 0 1,3 1,7 1,1
N/R 40,3 23,0 22,0 26,7
Total 100,0 100,0 100,0 100,0
16
Cuadro N. 3
Principales utilidades de la montaña. Porcentajes según niveles de instrucción.
Uso Ninguno Primario Secundario
Madera 18,4 24,0 12,5
Conservación 10,5 13,5 10,0
Cacería 0 12,0 15,0
Agricultura 21,1 8,3 17,5
Agua 5,3 12,0 12,5
Otros 7,9 4,2 5,0
Distracción 0 1,6 0
N/R 36,8 24,4 27,5
Total 100,0 100,0 100,0
17
En el otro extremo, los encuestados que consideran que la montaña ha disminuido
de tamaño, manifiesta una mayor cercanía con lo que ocurre con ésta. En este grupo se
encuentran los pobladores vigilantes, preocupados, a la expectativa de los cambios que
ocurren en el tamaño y características de la montaña. Ellos notan que ésta ha disminuido
durante los últimos años y sienten sus efectos en una serie de aspectos tales como la mala
producción, el cambio de clima, la falta de madera, la desaparición de algunas especies de
animales, la frecuencia de deslaves y la erosión. Consideran que la montaña es útil para
conservar el agua y el ambiente, para la agricultura y la madera y para obtener un suelo fértil
para cultivar la caña. Este grupo de personas está compuesto por aquellos que desarrollan
trabajos agrícolas como la cañicultura, o actividades vinculadas a la montaña como la
carpintería, la limpieza del monte y el manejo de motosierras. El análisis factorial demuestra
que estas personas trabajan principalmente en las comunidades de la zona.
En el primer extremo del eje -uso concreto- las opiniones de los pobladores se
agrupan en torno a los efectos negativos de la disminución de la montaña por la pérdida de
recursos que este hecho implica: desaparecen los animales, falta madera, el suelo no es tan
productivo. Concomitantemente, a esta opinión se suma la idea de que el bosque es útil
para la cacería, para la agricultura y para obtener agua. Este grupo está compuesto por
personas que trabajan con caña y madera y algunos jornaleros agrícolas que trabajan en las
comunidades de la zona.
Los extremos de este eje muestran grupos de personas que tienen opiniones
diferentes respecto a la utilidad de la montaña. En este eje no aparecen como importantes
las características de género, edad y nivel de instrucción. El rasgo asociado más
importante es el tipo de ocupación desempeñada por las personas.
Para el grupo que carece de bienes, la montaña constituye un potencial rico para
obtener suelos productivos y sembrar caña o pastos para mantener al ganado. En este
segundo grupo también se incluyen propietarios de pequeños lotes de terreno, muy
gastados o insuficientes para satisfacer las necesidades familiares. Por esta razón, la
aspiración a poseer tierras “nuevas” de montaña, fértiles, incluye a estos pequeños
propietarios. Las percepciones sobre el suelo de la montaña confirman esta opinión,
común en muchos pobladores: “ese suelo es bueno porque cuando se tumba la montaña,
todo lo que se siembra se produce bien. La montaña como no está todavía trabajada, es
mejor tierra, negra, tierra buena, el suelo bueno es la tierra negra; en cambio la tierra que
es amarilla o arenosa esa se dice que no vale, que no produce lo mismo que la tierra
negra”13.
13
Entrevista a una mujer mayor de La Perla.
19
En los tres ejes presentados, existen rasgos que se asocian al tipo de opiniones
vertidas sobre la utilidad y efectos de la disminución de la montaña. Para complementar
esta información, es pertinente presentar un análisis de “clases”, esto es, del número de
personas que se agrupan en un conjunto de opiniones similares. Encontramos
básicamente 7 clases:
Los 7 grupos demuestran una estrecha relación entre su ocupación y edad y sus
opiniones sobre el tamaño de la montaña, su utilidad y los efectos de su disminución.
Dichas opiniones constituyen también valoraciones sobre los recursos naturales, en
estrecha vinculación con las categorías de ocupación de esta población (agricultura,
ganadería, quehaceres domésticos, cañicultura, estudios, etc.). En adelante vamos a
analizar cómo son valorados ciertos recursos naturales, en el caso de personas adultas de
las comunidades, vinculadas al trabajo agropecuario.
20
Para la obtención de los datos hemos recurrido a los métodos etnocientíficos de
recopilación de las taxonomías o clasificaciones construidas por el grupo local. Escogimos
26 informantes claves (mujeres y hombres adultos de las 4 comunidades) y les pedimos que
identifiquen, definan y clasifiquen algunos elementos que son importantes en el campo
semántico bajo investigación. Pedimos a los informantes que definan lo que entienden por
montaña, mediante preguntas como “Cuando piensa en montaña, ¿qué es lo que le viene a
la mente?”, para entender que clases de elementos se incorporan en el concepto. Después
les pedimos que subclasifiquen estos elementos, es decir, que digan de que clase son cada
una de las cosas que nombraron.
Clasificaciones y prácticas
22
GRAFICO N. 1
MONTAÑA
nueva negra, de laderosa amarilla alimenti- medici- Insectos Serpien- aves: roedores: madera madera leña beju- flores alimenticios consum agricul- uso agrícola
montaña no pro- no sirve cios nales tes comen dañan buena mala cos o tura
duce para la cultivos humano
trabajar cosecha
Las percepciones de la población de Nanegal están enmarcadas en un conjunto de
condiciones constituidas en el contexto local y global de producción de conocimientos y
percepciones. En este contexto existen diferencias sociales, económicas y culturales que
llevan a apreciaciones diversas sobre la utilidad de los recursos. Al mismo tiempo, el
contexto de intercambio sociocultural local ha formado a lo largo de los años un marco que
permite encontrar regularidades y formas comunes de percepción de los recursos.
Uno de los métodos utilizados para recoger información sobre el uso (real e ideal)
de los recursos mencionados como constitutivos de la montaña, es el llamados por la
etnociencia sondeo de percepción temática (TAT). Es un procedimiento de elicitación
usado para investigar las percepciones locales sobre las relaciones y contrastes entre los
ítems que se encuentran bajo un mismo concepto. La metodología consiste en la
presentación de conjuntos de tres cartas (dibujos, fotografías, etc.), que son examinadas
por los informantes; luego ellos juntan dos cartas que consideran similares y aislan la
tercera sobre la base de contraste. Se pide a los informantes que señalen cuál ítem no
pertenece al conjunto y por qué (Nazarea, 1997).
3. El orden visible entre los elementos y el trabajo humano encaminado a dar dicho orden,
demuestran también un paisaje adecuado: las respuestas de los informantes muestran su
percepción de "paisaje" como un conjunto de elementos ordenados: "las plantaciones,
cómo han distribuido los cultivos o los potreros, se ve bonito. Están bien cultivadas para
que se vea más bonito, para que las personas que vienen de afuera, que no conocen
digan: aquí la gente ha sabido trabajar, han sabido distribuir, han sabido las formas de
planificar en dónde deben sembrar cada cosa".
En las comunidades de Nanegal tanto los hombres como las mujeres siembran
productos agrícolas, participan en el cultivo y procesamiento de la caña y cuidan animales
para el consumo doméstico, es decir, participan plenamente en el ciclo productivo para el
mercado y para el consumo familiar, aunque hay roles o funciones productivas asignadas
específicamente a cada género. La cultura y las relaciones sociales construyen categorías
o denominaciones lingüísticas para referirse a esas funciones. Así, de los hombres se
espera que “limpien el monte” y se les llama “macheteros”; esta actividad no es asignada a
las mujeres y no se les puede llamar “macheteras”. Los valores de género y las conductas
respecto del medio ambiente se reflejan en las categorizaciones de los distintos tipos de
trabajo que realizan esos hombres y mujeres aunque generalmente hay trabajos que son
considerados más masculinos o más femeninos que otros, pero en la práctica son realizados
por hombres o por mujeres indistintamente.
Identidades en Nanegal
Los pobladores del área no son indígenas, la mayor parte son campesinos migrantes
y solamente una proporción pequeña de ellos ha nacido en la zona. La palabra "colonos" no
los describe plenamente, pues la mayoría no fueron colonizadores de tierras baldías sino
compradores de tierras que ya tenían ocupantes anteriormente; por esto, tampoco ellos se
sienten identificados con este término. Actualmente se autoidentifican como "agricultores",
palabra que deja entrever su orientación productiva y su percepción de la zona como un
área agrícola. Si bien no es el propósito de este artículo profundizar en las formas de
identificación y denominación de los pobladores, cabe mencionar que varias personas de la
zona en ocasiones se refieren a sí mismas como habitantes o "habituados a la montaña" en
contraposición a los habitantes de la ciudad. Al contrario, otras personas consideran que son
los citadinos quienes los señalan como habitantes de la montaña, aunque ellas no se
sienten así, como lo demuestra el siguiente testimonio: “en otras comunidades no le llaman
así por que no hay monte, no hay bosque, como aquí donde había madera y árboles bien
grandes; en nuestra tierra (Carchi) si dicen ‘vive en la montaña’, pero en sí ya no es
montaña, ya es distinto".
25
Las formas de identidad que asumen los individuos siempre son múltiples. Alguien
puede autoidentificarse como agricultor, pero a la vez considerarse “cañicultor”, por ejemplo.
En adelante mostramos algunas de las “categorías de trabajo” que constituyen una de las
formas de identidad de los pobladores de Nanegal. Entre éstas están las de agricultor(a),
cañicultor(a), aserrador, cortador, cargador, chacriador(a), ganadero, etc. Cabe recalcar que
dichas categorías de trabajo son expresiones lingüísticas producidas en un marco de
relaciones sociales como también entre los individuos y el medio ambiente.
Al igual que en las clasificaciones de los recursos naturales, en este caso también
hay grandes clasificaciones que luego se subdividen en otras específicas y éstas a su vez
en otras más específicas (Gráfico N. 2).
GRAFICO N. 2
AGRICULTOR
En las categorías lingüísticas se reflejan con mayor claridad los valores asignados a
los géneros, aunque en la práctica dichos valores pueden contradecirse. Así, por ejemplo los
testimonios revelan que muchas mujeres que “saben coger la bomba, fumigar, saben de
amarrar tomate, saben deshierbar tomate”. Pero al preguntar por las categorías de trabajo
se habla solamente de hombres que deshierban y que fumigan: “deshierbador”, “fumigador”.
Entre las subcategorías relacionadas con la caña están las de sembrador, trabajador,
cortador o “raumador”, cargador, moledor, bagaceador, sacador, destilador, melero,
panelero, vaciador, descachazador, quemador. Cada una de éstas tiene un lugar en la
jerarquía lógica de clasificaciones, como se observa en el gráfico N. 3. En estos casos las
mujeres también pueden realizar este tipo de trabajos, pero con las mismas valoraciones y
distinciones entre trabajo femenino y masculino: “Claro que pueden ser, porque son mujeres
de uno que tiene caña y ellas también cortan caña, también cargan. También hacen trago.
Hay mujeres de cañicultores y se dedican a eso: a moler, todo, se les puede decir
cañicultoras”.
Las personas que cargan la caña o que la cortan pueden ser jornaleros o peones.
Ellos no son cañicultores porque están prestando un servicio al cañicultor dueño de la finca.
Su trabajo es “al diario” o por obra, generalmente se contrata por hectárea. El “contratista” es
quien hace por obra los trabajos. (Ver procesamiento de la caña y categorías en el gráfico N.
4).
Adicionalmente, las clasificaciones están relacionadas con las valoraciones sobre las
distintas formas de trabajo. En la zona se considera la cañicultura como una de las mejores
formas de trabajo: “es un trabajo bastante rentable, porque de esta forma de trabajo sale
dinero”. Al contrario una de las peores formas de trabajo, la más pobre de todas, es la
agricultura de hortalizas, por ser la menos rentable. “Se siembra yuca, plátano, pero sólo
para la comida. Todo agricultor debe combinar ese trabajo con otra actividad económica
“porque de esto no saca nada”.
Como señalamos anteriormente, existe una relación entre las valoraciones del
paisaje y las categorías de trabajo. La mejor forma de trabajo (cañicultura) fue relacionada
con la tierra más apreciada (cañaverales): “es el sector más simpático para poder trabajar”.
Al contrario, la montaña fue considerada como el sitio que menos importancia tiene, porque
“es una parte que no tiene forma de trabajar, es una ladera. Lo que puede haber es madera,
puede ser un campo de explotar madera. En la parte que no hay como sembrar y hay
vegetación, puede haber, por ejemplo, canelo, cedro”.
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GRAFICO N. 3
CATEGORIAS DE TRABAJO
CULTIVO DE CAÑA
(Cañicultor)
siembra la limpia la hierba corta carga” inserta la “bagacea” quema revisa los bate
caña del suelo amontona transporta caña el horno tanques la miel
“despaja” “baja”
GRAFICO N. 4
PROCESO DE LA CAÑA
SIEMBRA
(Sembrador, jornalero)
TRABAJO
(Contratista)
COSECHA
CORTE
(cortador)
CARGADA
(cargador)
MOLIENDA
(moledor y bagaceador)
ELABORACION ELABORACION
AGUARDIENTE PANELA
(destilador) (panelero)
Cajones de
fermentación
Calentadora Calentadora
(hornero) (hornero)
Pondo Pailas
olla o caldera banda
Serpentina Moldeado
(acomodador)
Recolector de Empaque
aguardiente (empapelador)
Venta Venta
Las actividades relacionadas con la explotación de madera también tienen
designaciones específicas. Se llama aserrador a quien tumba los árboles, los corta y hace
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tablas o vigas. El “terciador” es quien carga la madera en los caballos o mulas y la lleva al
sitio de entrega. Luego el “carpintero” procesa la madera elaborando muebles, puertas,
ventanas, etc.
VII. CONCLUSIONES
En este artículo hemos buscado un conocimiento de las formas según las cuales las
personas clasifican y utilizan los recursos. Esto es, hemos visto sus modelos de decisión.
Así, la clasificación local de los suelos, por ejemplo, es en si misma una forma de manejo de
este recurso. Si los suelos son clasificados como buenos, malos, cultivables, no cultivables,
en descanso, arables o no, reforestables, inservibles, etc. esa clasificación ofrece una idea
de la acción que las personas desarrollan sobre esos suelos: cultivar, dejar en descanso,
arar, no arar, reforestar, dejar como se encuentra, etc.
Esto nos lleva a concluir que el “desarrollo rural sostenible”, y dentro de éste la
conservación de los recursos naturales, no es solamente un problema local, sino de contexto
regional, nacional, internacional. Tampoco es solo un problema económico, sino social,
cultural y de representaciones. El uso de los recursos naturales, sostenible o no, está
enmarcado en estos contextos.
Para concluir, queremos señalar con Virginia Nazarea, que cualquier proceso de
desarrollo requiere no solamente reconocer, sino construirse, en base a los conceptos y
creencias locales, elementos básicos para entender cómo los miembros de una población
piensan, clasifican y hacen sentido de su medio ambiente (Nazarea, op. cit: 91).
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