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Muchos de nosotros nos vamos a identificar con el tema, las personas difíciles
son las que complican la vida en lugar de contribuir con ella.
Últimamente las personas difíciles se están multiplicando muy de prisa.
Durante esta serie vamos a analizar algunas áreas problemáticas muy comunes en
muchos de nosotros. Y las vamos a enfrentar cara a cara, no vamos a poner
justificación, porque eso complica el problema.
Todos somos personas difíciles, unos más que otros. Y en vez de excusarnos,
necesitamos trabajar para eliminar esos defectos de carácter. Y pidámosle a Dios
que nos ayude a rectificar.
Los criticones son personas imposibles de agradar. Para ellos no existe nada
bueno, no saben disfrutar de la vida, son impulsados por señalar los problemas
de otros.
Hay algo en nuestro carácter que está mal, lo cual nos hace ver solamente lo
negativo, hasta le hemos cambiado el término a crítica constructiva.
¿Por qué seremos así? Será porque nacemos desnudos, mojados y hambrientos y
la primera experiencia que tenemos es una nalgada.
(Ej. Del cazador de patos y su perro)
La crítica nos viene más natural que la edificación. Dios no nos diseñó así; eso es
parte de nuestra naturaleza caída. (Ej. De la maestra de Esc. Dominical; Dios no
puede agradar a todo el mundo)
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@ Mateo 7:1 "No juzguen a otros, para que Dios no los juzgue a ustedes.
Tenemos que dejar de criticarnos los unos a los otros. La palabra juzgar significa
cuestionar, condenar, criticar, hacer un juicio basado en nuestra opinión.
Ej. “Ya viste a la hermanita que ropa trae, no puedo creer que se diga cristiano
y escucha ese tipo de música”
@ Rom. 14:19 Por lo tanto, busquemos todo lo que conduce a la paz y a la edificación
mutua.
@ Rom. 15:2 BLS Todos debemos apoyar a los demás, y buscar su bien. Así los
ayudaremos a confiar más en Dios.
@ 1ª Tes. 5:11 BLS Por eso, anímense los unos a los otros, y ayúdense a fortalecer su
vida cristiana, como ya lo están haciendo.
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@ Heb. 10:24, 25 Busquemos la manera de ayudarnos unos a otros a tener más amor y a
hacer el bien. 25 No dejemos de asistir a nuestras reuniones, como hacen algunos, sino
animémonos unos a otros; y tanto más cuanto que vemos que el día del Señor se acerca.
En ningún lado se nos dice que veamos a los demás con los ojos de un espíritu
crítico y en todos lados se nos manda que seamos amables, corteses los unos con
los otros, armonía, ternura piensa lo que haría eso en una familia, en un
matrimonio, con nuestros amigos etc.
@ Rom 14:4 ¿Quién eres tú para criticar al servidor de otro? Si queda bien o queda mal,
es asunto de su propio amo. Pero quedará bien, porque el Señor tiene poder para
hacerlo quedar bien.
Las cosas que otras personas hacen, nos molestan, que llegamos al punto de
corregirlos y hasta condenarlos por el simple hecho de no estar de acuerdo con
ellos.
@ Sant. 4:11 PDT Hermanos, no sigan hablando mal los unos de los otros. El que habla
en contra de su hermano o quien juzga a su hermano está hablando en contra de la ley y
está juzgando a la ley. Si tú juzgas a la ley, no estás siguiendo lo que ella dice y te
conviertes en juez.
@ Mateo 7:3 ¿Por qué te pones a mirar la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no te
fijas en el tronco que tú tienes en el tuyo?
La razón por la cual criticamos a los demás es porque nos hace sentirnos mejor
con nosotros mismos, es mejor ver las faltas de otro que las nuestras.
Las imperfecciones son como las luces de un carro. Siempre las de los otros son
más altas.
@ 1ª Cor. 4:3,4 En cuanto a mí respecta, muy poco me preocupa ser juzgado por ustedes
o por algún tribunal humano. Ni siquiera yo mismo me juzgo. 4 Sin embargo, el que mi
conciencia no me acuse de nada no significa que yo por esto sea inocente. Pues el que
me juzga es el Señor.
@ Rom. 14:10-12 PDT Entonces, ¿por qué juzgas a tu hermano? ¿O por qué te crees
mejor que tu hermano? Dios es nuestro juez y todos tendremos que presentarnos ante él.
11 Como dicen las Escrituras: "El Señor dice: Prometo por mi vida, que todos se
arrodillarán ante mí, y todos reconocerán a Dios". 12 Así que cada uno de nosotros
tendrá que rendirle cuentas a Dios.
Si nuestro enfoque está en criticar, corregir, ver las faltas de los demás, estamos
mal.
@ Heb. 12:1,2 PDT Fijémonos entonces que nos rodean muchísimas personas que
demostraron su fe. Corramos sin fallar la carrera que tenemos por delante. Quitemos de
nuestra vida cualquier cosa que nos impida avanzar, especialmente el pecado que nos
hace caer tan fácilmente. 2 Fijemos nuestra mirada en Jesús, en quien empieza y termina
nuestra fe. Él sufrió la muerte en la cruz y aceptó la humillación como si no fuera nada.
Pudo hacerlo por el gozo que le esperaba: sentarse a la derecha del trono de Dios.