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Referencia bibliográfica :
KENNEY, Carlos. Violencia y poder. En: Páginas. No. 91. Junio 1988. pp. 27-41.
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Ibid., p. 144. Ibid., p. 149.
con la violencia. Si no fuera así, revela cuanto la obediencia al gobierno
difícilmente se explicaría el éxito de las depende del apoyo y asentimiento de la
revoluciones del siglo XX en las cuales población. Es donde el poder se ha
la capacidad destructiva de las armas a desintegrado, que las revoluciones se
disposición de los gobiernos ha sido tornan posibles, si bien no ocurre
muy superior a las que tienen las automáticamente. En la revolución el
fuerzas revolucionarias: uso de la violencia puede ser un factor
“En un contexto de violencia importante, pero es secundario a la
contra violencia la superioridad del situación del poder.
Gobierno ha sido siempre absoluta,
pero esta superioridad existe sólo La eficacia de la violencia depende del
mientras permanezca intacta la poder que está detrás; la violencia por
estructura de poder del Gobierno –es sí solo es ineficaz, inclusive para la
decir, mientras que las órdenes sean dominación política:
obedecidas y el Ejército o las fuerzas “Nunca ha existido un Gobierno
de policia estén dispuestos a emplear exclusivamente basado en los medios
sus armas. Cuando ya no sucede así, de la violencia. Incluso el dirigente
la situación cambia en forma abrupta. totalitario, cuyo principal instrumento de
No sólo la rebelión no es sofocada, dominio es la tortura, necesita un poder
sino que las mismas armas cambian de básico –la policía secreta y su red de
manos- a veces, como acaeció informadores-... Incluso el más
durante la revolución hungara, en el despótico dominio que conocemos, el
espacio de unas pocas horas… Donde del amo sobre los esclavos, que
las órdenes no son ya obedecidas, los siempre le superarán en número, no
medios de violencia ya no tienen una superior organización del poder, en
ninguna utilidad; y la cuestión de esta la solidaridad organizada de los amos.
obediencia no es decidida por la Un solo hombree sin el apoyo de otros
relación mando-obediencia sino por la jamás tiene suficiente poder como para
opinión y, desde luego, por el número emplear la violencia con éxito”16.
de quienes la comparen. Todo depende
del poder que haya tras la violencia”15.
15 16
Ibid., p. 150-151. Ibid., p. 152.
El hecho de la predominancia del poder estados que podrían llamarse puros,
sobre la violencia es observable aun en veremos que es posible que la
el escenario donde menos violencia prevalezca sobre el poder:
esperaríamos encontrarlo: el escenario “El choque frontal entre los
de la guerra: tanques rusos y la resistencia
totalmente no violenta del pueblo
º“Y por lo que se refiere a la checoslovaco es un ejemplo clásico de
guerra, ya hemos visto en Vietnam enfrentamiento de violencia y poder en
como una enorme superioridad en los sus estados puros. En tal caso, el
medios de la violencia puede tornarse dominio es difícil de alcanzar, si bien no
desvalida si se enfrenta con un resulta imposible conseguirlo”18.
oponente mal equipado pero bien
organizado, que es mucho más Arendt recuerda en este contexto la
poderoso. Esta lección, en realidad, experiencia de Gandhi y observa que si
puede aprenderse de la guerra de ese movimiento muy poderoso y no-
guerrilla, al menos tan antiguo como la violento hubiera enfrentado a un
derrota en España de los hasta enemigo distinto y más dispuesto al
entonces invencibles ejércitos de uso de la violencia (por ejemplo la
Napoleón”17. Alemania de Hitler), probablemente
habría predominado la violencia. En
Violencia y poder en sus estados sus estados puros, la violencia (que
puros depende de instrumentos) siempre
puede destruir el poder (la capacidad
Pero ¿siempre predomina el poder del pueblo de actuar concertadamente).
sobre la violencia? Hemos visto que el Puede inclusive constituirse en un
poder y la violencia son fenómenos instrumento eficaz de mando, pero lo
esencialmente distintos, pero que que no puede hacer es crear poder.
suelen aparecer juntos. Además, al
considerarlos en sus manifestaciones La tentación de violencia resulta obvia;
combinadas (por ejemplo, la mientras el poder político requiere la
dominación y la revolución), Arendt nos organización laboriosa del pueblo y
hace observar que el poder tiende a depende de su apoyo siempre
predominar. Sin embargo, si condicional dominar por medio de la
encontramos a estos fenómenos en violencia solamente requiere un grupo
17 18
Ibid., p. 153. Ibid., p. 154-155.
armado relativamente poco numeroso. Aunque Arendt no lo explicita con toda
¿Por qué entonces, no es más común claridad, me parece que según su
la dominación por la violencia pura? La perspectiva la pérdida del poder propio
respuesta, según Arendt, se debe a tendría dos causas, la pérdida de la
que el uso de la violencia no sólo legitimidad ante el pueblo y la
resulta en la reducción del poder del destrucción de su capacidad
enemigo, sino del poder propio: organizativa. Por un lado, el excesivo
“El dominio por la pura violencia uso de la violencia tiende a restar
entra en juego allí donde se está legitimidad al poder político y frente a
perdiendo el poder; Reemplazar al ello el pueblo tiende a retirarle su
poder por la violencia puede significar apoyo, lo que significaría al poder
la victoria, pero el precio resulta muy político y frente a ello el pueblo tiende a
elevado, por que no sólo lo pagan los restar legitimidad al poder político y
vencidos; también lo pagan los frente a ello el pueblo tiende a retirarle
vencedores en términos de su propio su apoyo, lo que significaría la pérdida
poder... Se ha dicho a menudo que la de poder propio. Por otro lado, cuando
impotencia engendra la violencia y con la violencia se destruye el poder
psicológicamente esto es del enemigo (su capacidad de actuar
completamente cierto... Políticamente concertadamente), fácilmente se puede
hablando lo cierto es que la pérdida de llegar a destruir indiscriminadamente la
poder se convierte en una tentación capacidad organizativa de todo el
para reemplazar al poder por la pueblo, lo que significaría la
violencia... y que la violencia en sí destrucción de la base del poder
mismo concluye en impotencia. Donde propio.
la violencia ya no es apoyada y
controlada por el poder se verifica la La destrucción del poder en términos
bien conocida inversión en la de la capacidad organizativa del pueblo
estimación de medios y fines. Los es más evidente en el fenómeno del
medios, los medios de destrucción, terror.
ahora determinan el fin, con la
consecuencia de que el fin será la El terror no es lo mismo que la
destrucción de todo poder” 19 violencia; es, más bien, la forma de
Gobierno que llega a existir cuando la
violencia, tras haber destruido todo
poder, no abdica sino que, por el
19
Ibid..p.155-156
contrario, sigue ejerciendo un completo Para resumir lo expuesto, nos
control. Se ha advertido a menudo que remitimos una vez más al texto de Ana
la eficacia del terror depende casi Arendt:
enteramente del grado de atomización “...Políticamente hablando, es
social. Todo tipo de opción organizada insuficiente decir que poder y violencia
ha de desaparecer antes de que pueda no son la misma cosa: El poder y la
desencadenarse con todo su fuerza el violencia aparece donde el poder está
terror. Esta atomización una palabra en peligro, pero confiada a su propio
vergonzosamente pálida y académica impulso acaba por hacer desaparecer
para el horror supone, es mantenida e al poder. Esto implica que no es
intensificada merced a la ubicuidad del correcto pensar que lo opuesto de la
informador... el climax del terror se violencia es la no violencia: hablar de
alcanza cuando el Estado policial un poder no violento constituye en
comienza a devorar a sus propios hijos, realidad una redundancia. La violencia
cuando el ejecutor de ayer se convierte puede destruir al poder, es
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en la víctima de hoy, y éste es también absolutamente incapaz de crearlo” .
el momento en el que el poder Con estas palabras, Arendt resume su
desaparece por completo” 20 perspectiva sobre el poder y la
violencia en el ámbito político (lo que
El empleo del terror para mantener la constituye la parte central de su ensayo
dominación, dice Arendi, nos “Sobre la violencia”). Si bien la suya es
demuestra cómo la victoria de la una perspectiva polémica y ciertamente
violencia sobre el poder resulta sujeta a debate, me parece que ofrece
contraproducente. El terror implica la nuevos elementos para analizar y
destrucción de todo poder, de toda reflexionar sobre la violencia en el Perú
organización, la atomización social. de hoy. Es hacia esta tarea que
Por eso, aunque el terror puede lograr quisiera dirigirme en la segunda parte
la dominación total por un tiempo, de este trabajo.
resulta finalmente inviable, porque al
destruir todo poder tiende hacia la
parálisis.
20 21
Ibid..p.156-157 Ibid..p.157-158
SEGUNDA PARTE: PODER Y VIOLENCIA EN LA HISTORIA PERUANA