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El 14 de abril de 1912 el terrible accidente marítimo que costó la vida a mil quinientos

de sus pasajeros, se pudo saber a ciencia cierta la razón del hundimiento del
trasatlántico Titanic, la nave de pasajeros británica considerada en sus tiempos como la
embarcación más grande, lujosa y segura que navegaba entonces en la mar océano. El
misterio del rápido hundimiento del Titanic al chocar con un gigantesco Iceberg cuando
navegaba con destino a New York procedente de Inglaterra ha venido intrigando a
investigadores y curiosos.

En aquella época, la única explicación y causa aceptada del hundimiento del barco era
que el iceberg había rajado de parte a parte el casco del Titanic. Era la única explicación
que aquella sociedad estaba dispuesta a creer.

Una prueba realizada sobre una plancha de metal que perteneció al casco de la nave,
demuestra que el acero que se usó en la construcción era frágil como el cristal, con
demasiada proporción de azufre. Además, el diseño de los compartimientos estancos no
era el adecuado en caso de un siniestro.

Lo que hundió al Titanic fueron una serie de pequeñas grietas y discontinuas que iban a
lo largo de los 6 primeros compartimientos. El agua, se hubiese repartido por todo el
barco y uniformemente, con lo que hubiese tardado mas en hundirse, quizás unas 4 o 5
horas, con lo que habría dado tiempo al Carpathia a llegar antes del hundimiento, es
decir, el diseño de los estancos no era el correcto, ya que al llegar solamente a la
cubierta 'G', el agua consiguió saltar de mamparo en mamparo inundando toda la nave.
No olvidemos que no habían pensado ni por un momento que el agua llegase a
sobrepasar la línea de flotación.
Ken Karis Allen alzó el disco entre sus manos, Dijo a sus ayudantes: "Sospecho varias
cosas sobre la calidad de este acero. Todo acero es básicamente una aleación de hierro y
carbono, pero es crucial el procedimiento seguido para purificar el hierro, así como para
evitar que el carbono precipite en carburo de hierro...". Añadió, que en al actualidad
existen aceros especiales, que incluyen otros elementos, algo que no se conocía en la
primera década del siglo. Tampoco se practicaban los actuales test de fragilidad. En
aquellos tiempos eran muy numerosas las rupturas de dientes en los engranajes. Sería
casi imposible que el producto de una acería actual se quebrara de tal modo: antes se
doblaría, y solo se fracturaría en zonas muy precisas uniones soldadas o remachadas
después de haberse formado y haber absorbido elásticamente gran parte del impacto;
como un buen boxeador, o como un buen edificio antisísmico.

Para demostrar lo ocurrido, Allis usó el llamado péndulo de Charpy. El descomunal


péndulo, cuyo peso de 30kg. Se incrementaría varias veces con la aceleración, iba a
impactar primero sobre una muestra de acero naval recientemente elaborado; después
golpearía sobre aquel fragmento del casco. Ambos trozos de acero aguardaban dentro de
una solución alcohólica a 1º centígrado bajo cero, temperatura idéntica a la que tenía el
mar en el momento de la catástrofe de 1912. Bajo el tremendo golpe, la pieza de acero
actual se dobló por la mitad con un ruido seco, como sí fuera de goma; pero no se
rompió. El péndulo se detuvo, en tanto los instrumentos electrónicos instalados en la
punta del Charpy deletrearon la fuerza del choque y la reacción física de la pieza
impactada. De inmediato, Allis oprimió nuevamente el switch que accionaba el
péndulo, esta vez, lo que estaba bien sujeto en la morsa era el trozo - testigo del Titanic.
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION SUPERIOR
UNIVERSIDAD POLITECNICA DE PUERTO CABELLO
U.P.P.C.

Integrantes:

Solangie Romero

Sección: 5-22

Puerto Cabello, Febrero de 2011

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