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BOLETIN JUDICIAL DE LA GACETA


ORGANO DEL DEPARTAMENTO DE JUSTICIA

República de Nicaragua, Centro América

AÑO VII - MANAGUA, 15 DE DICIEMBRE DE 1919 - NUM. 235

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA –– Managua, dos de octubre de mil novecientos diez y nueve. Las diez de la
mañana.

VISTOS,
RESULTA:

Que por escrito de 11 de octubre de 1916, reiterado y reproducido por el de 27 de noviembre de 1917, se
presentó ante el Juez de lo Civil del Distrito de León el Doctor SALVADOR GUERRERO M. como apoderado de la
Junta de Beneficencia de dicha ciudad, demandando ejecutivamente el Canónigo mitrado Monseñor Doctor don
JUAN TOVAL, sacerdote católico, mayor, vecino de Chichigalpa, para que se le obligue a otorgar la escritura
pública en que se transfiere a la referida Junta el dominio de una casa y solar situados en León, que
oportunamente se deslindarán, conforme a la promesa de donación que de ese inmueble le hizo en el documento
auténtico que acompaña, que no es otro que la certificación del acta de la sesión del 19 de mayo de 1916, en que
Monseñor TOVAL se obligó a otorgar la escritura de trasferencia del dominio dentro de dos meses a contar de
esa fecha. Además del poder con que el Doctor GUERRERO M. comprueba su representación, acompañó
certificación del acta de la sesión del 19 de mayo de 1916, celebrada por la Junta de Beneficencia de León, con
asistencia de Monseñor TOVAL, y las diligencias en que el demandado reconoció su firma puesta al pie de dicho
documento, y el cual reza así: "Sesión extraordinaria de la Junta de Beneficencia de esta ciudad, celebrada el 19
de mayo de 1916. Asistieron el señor Presidente Doctor DEBAYLE, el Vicepresidente Doctor SACASA, los
Vocales don MANUEL GODOY y don HONORIO ICAZA y el Secretario Doctor PALLAIS y concurrió también el
Ilustrísimo Monseñor Doctor don JUAN TOVAL. Se trató y resolvió lo siguiente: a) El señor Doctor don JUAN B.
SACASA, comisionado por la Junta anterior para tratar con el Ilustrísimo Monseñor JUAN TOVAL acerca del
nobilísimo ofrecimiento de donar intervivos a esta Junta una de sus casas que posee en esta ciudad, ha informado
que el ilustre dignatario se encuentra actualmente en León, con el exclusivo objeto de llenar a efecto su
resolución; en esta virtud se ha constituido la Junta de Beneficencia en casa de Monseñor Doctor TOVAL, y se ha
convenido en lo siguiente: Monseñor TOVAL manifiesta que posee en esta ciudad una casa y solar ubicados en el
barrio de San Felipe, que linda: Al Oriente con casa solar de don JOSE C. HERDOSIA; al Poniente, calle en
medio, con casas de los Doctores don JOSE ANTONIO MONTALBAN y don TRINIDAD SALINAS; al Norte, con
casa y solar de la señorita ESMERALDA LACAYO; al Sur, con casa y solar de las señoritas ROSALIA y URSULA
TERAN, y solares de doña SARA DE PANIAGUA, del otorgante y de los herederos de doña JUANA GODOY DE
MONTALBAN; que de su libre y espontánea voluntad promete donar intervivos, gratuita e irrevocablemente, el
predio expresado a la Honorable Junta de Beneficencia de esta ciudad, mediante las siguientes condiciones: 1ª,
Que el producto del arrendamiento de la casa y solar descrito y su valor total, en caso que la Junta los vendiere,
una vez que así estime conveniente, debe emplearse precisamente en el suministro de alimentos y medicinas a
los enfermos pobres del Hospital de San Vicente de esta ciudad; 2ª, Que la Junta se constituye en la obligación
estricta de mandar decir, en cuanto ocurra el fallecimiento de iltmo. Doctor TOVAL las siguientes misas cantadas
con su vigilia y responso: de cuerpo presente, o como de cuerpo presente, de tercero, sétimo y trigésimo día y el
primer aniversario; y además después de este último, o sea la de primer aniversario, una misa en los mismos
precisos términos atrás señalados cada cumpleaños de su madre durante diez años; la Junta Beneficencia acepta
con profundo agradecimiento, en los términos expresados, en nombre de los pobres desvalidos el importante y
eficaz donativo, objeto de este convenio, y lo estima como una demostración de los nobilísimo sentimientos del
ltmo. Monseñor Doctor TOVAL. Asimismo la Junta da amplias facultades al señor Doctor don JUAN B. SACASA,
y en su defecto al Doctor don EDMON H. PALLAIS, para que en representación de la Junta acepte la mencionada
donación e intervenga en el acta notarial correspondiente. Monseñor TOVAL expresa además que por faltarle un
pequeño requisito no otorga ahora como lo desearía la respectiva escritura pública de donación, pero se
compromete a elevar este convenio a instrumento público, dentro de dos meses de esta fecha, debiendo figurar

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toda esta acta en la respectiva escritura pública. Para los efectos correspondientes y para la debida seguridad
firman todos los concurrentes a este acto, en la ciudad de León, a las ocho de la noche del diez y nueve de mayo
de mil novecientos diez y seis. Canónigo Mitrado y Monseñor, Doctor JUAN TOVAL – LUIS H. DEBAYLE –
TOMAS PEREIRA – HONORIO ICAZA – M. GODOY – EDMOND H. PALLAIS – J. B. SACASA".

II

Que estimando el Juez que prestaba mérito ejecutivo el documento privado reconocido de referencia, por auto de
28 de noviembre de 1917 ordenó requerir a Monseñor TOVAL, para que dentro de diez días, inclusive el término
de la distancia, otorgara a favor de la Junta de Beneficencia demandante la escritura de donación con descuento
del gravamen a que se refiere el mismo documento reconocido, de la dicha casa y solar deslindado, con
apercibimiento de otorgarse por dicha autoridad si no cumplía. Notificado y requerido Monseñor TOVAL, ocurrió a
oponorse a la ejecución, por medio de su apoderado Doctor NICOLAS PANIAGUA PRADO, quien en escrito de
28 de Diciembre de 1917, formuló en tiempo las siguientes excepciones: La 6ª del artículo 1737 Pr., o sea la de
falsedad de título en que la Junta de Beneficencia apoya su libelo, por decir que en un pliego de papel de los
llamados de oficio, la Junta levantó el acta en que aparece el compromiso de Monseñor TOVAL, y que ese pliego
de papel pasó subrepticiamente a formar fojas integrantes del libro oficial de actas de la Junta, en lo que existe
una verdadera falsedad criminal, que es lo que constituye la falsedad del título; la excepción 7ª del artículo citado
en virtud de que al título que acompañó la Junta de Beneficencia contra Monseñor TOVAL le faltan, no alguno o
algunos, sino todos los requisitos o condiciones ordenados por la leyes para que produzca fuerza ejecutiva, desde
luego que según el sentir de la defensa la promesa de donar, aun aceptada, no implica donación prometida ni da
acción para compeler al donante a cumplir la donación. Agrega el Doctor PANIAGUA, sosteniendo su tesis: que
aun suponiendo el absurdo filosófico y jurídico de que sea apremiable una promesa de donación gratuita de un
inmueble o de lo que fuere, la del caso sub lite no se aceptó legítimamente, pues no se hizo por quien representa
a la Junta, sino por ésta en grupo o cuerpo, lo que es contrario a la ratio legio del artículo 80 C. y autoriza a
Monseñor TOVAL para retirarla, de acuerdo con la prescripción del supradicho C. y porque por medios de actas
no contratan las Corporaciones de Derecho público o jurídicas. También opuso el demandado las excepciones 12
y 14 del artículo 1737 Pr., fundando la primera en que Monseñor TOVAL y la Junta de Beneficencia convinieron en
sustituir la promesa y aun la donación en perspectiva, por ciertos socorros en dinero que el demandado entregaría
a plazos, para el mantenimiento del Hospital que ella regenta y para reembolsarles los gastos que la Junta había
de echo para formalizar la donación. Ofreció el Doctor PANIAGUA PRADO justificar esa excepción con pruebas
de reconocimiento de documentos privados, de confesión y de testigos; la segunda, o sea la 14ª, la funda en que
aun admitiendo que sea verdadero contrato lo pactado entre la Junta y el Doctor TOVAL, ese pacto es nulo,
porque se ha constituido sin los requisitos que las leyes señalan para que pueda tener validez y es de aquellos
que no dan nacimiento a ningún vínculo de derecho, porque le faltan los elementos constitutivos del contrato.
Concluyó pidiendo el Doctor PANIAGUA PRADO se le reservara el derecho que concede el artículo 1752 Pr, y
exigiendo que el actor rindiera la fianza de que habla el artículo 940 id. Exonerada la Junta demandante de la
obligación de rendir la fianza pedida, se ordenó correr traslado de las excepciones opuestas, y con lo que expuso
el Doctor GUERRERO M. rebatiéndolas en escrito de 21 de enero de 1918, se abrió a prueba el juicio por el
término de ley, habiéndose practicado inspección ocular en los libros de actas de la Junta de Beneficencia, de
acuerdo con lo pedido por las parte, con el resultado que se consignó en el acta respectiva de la diez de la
mañana del 28 de enero de 1918, fol. 56 de los autos. Además, de parte del demandado se solicitaron informes
sobre varios puntos al presidente, vicepresidente y secretario de la Junta de Beneficencia, Doctores LUIS H.
DEBAYLE, JUAN B. SACASA y EDMOND H. PALLAIS. Asimismo el apoderado de la referida Junta pidió que
Monseñor TOVAL absolviera posiciones, lo que se hizo en su oportunidad. Practicados los demás trámites de ley,
el Juez de la causa pronunció la sentencia definitiva de las diez de la mañana del 25 de febrero de 1918
"declarando sin lugar la oposición hecha por parte del demandado y de que antes se ha hecho referencia; en
consecuencia, llévase adelante la ejecución contra Monseñor Doctor don JUAN TOVAL, para que dentro del
término que se le señale proceda al otorgamiento de la escritura a que se refiere el presente juicio, a favor de la
Junta de Beneficencia de esta ciudad (la de León), bajo apercibimiento de otorgarse por esta autoridad en su
nombre si no lo verifica. No hay condenación en costas". De dicha sentencia se alzó el Doctor PANIAGUA
PRADO, y admitido el recurso, se enviaron los autos a la Honorable Sala de lo Civil de la Corte de Apelaciones de
León, en donde se dio a las partes la audiencia de ley, habiendo los Doctores DEBAYLE y SACASA absueltos las
posiciones que les articuló el apoderado de Monseñor TOVAL, conforme al interrogatorio de 1° de mayo de 1918;
y practicados los otros trámites de rúbrica, la Honorable Sala dictó en grado la sentencia de las diez de la mañana
del ocho de junio del mismo año, cuya parte resolutiva dice así: "Revócase la sentencia apelada de que se hizo

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mención. Ha lugar a la oposición de Monseñor Doctor don JUAN TOVAL; en consecuencia declárese nulo y de
ningún valor legal el auto de las diez de la mañana del 28 de noviembre del año próximo pasado en que se
despacha ejecución contra el demandado para que otorgara la escritura pública de la referencia. No hay costas".
De la sentencia dicha pidió reposición en cuanto al punto de costas el Doctor BENJAMIN SELVA, como
apoderado de Monseñor TOVAL. Solicitud que fue tramitada conforme a derecho y desechada en resolución de 2
de julio. El Doctor CRISANTO SACASA, como apoderado de la Junta perdidosa, interpuso recurso de casación
en el fondo, apoyándose en las causales número 1, 2, 7 y 10 del artículo 2057 Pr., por haberse infringido en esa
sentencia el precepto contenido en el artículo 122 C. y violado los artículos 2435 al 2438, 2479 al 2481, 2449,
2499, 2093, número 5; 2785 y 2374 C., y 1685, 1814 al 1816 Pr., e incurrido en error de derecho al apreciar el
valor legal del contrato que liga a Monseñor TOVAL con la Junta de Beneficencia, violándose a demás por la Sala
de sentencia, que hizo indebida aplicación de las leyes doctrinas legales que allí se enumeraran, los preceptos
atrás enumerados y los artículos número XVII, párrafo III, Tit. Prel. C. 1839, 2201, 2778 C. 443, 1079, 1684, 1691,
1693 y 1698 Pr. Admitido el recurso de casación interpuesto, llegaron los autos a este Supremo Tribunal, en
donde los abogados de la Junta de Beneficencia de León y de Monseñor Doctor TOVAL presentaron sus
respectivas alegaciones en defensa de sus derechos. En el escrito de 24 de julio de 1918 expone el Doctor
PEDRO GONZALEZ, como apoderado de la Junta recurrente, las siguientes conclusiones: 1°, El declarar la
Honorable Sala que no existen disposiciones concretas que se refieren a las promesas de donar, y que tales
promesas no son exigibles, desconoció la existencia del artículo 2093, inciso 5°, C. y la del artículo 2785 id. del
cual se deduce que el donatario puede intentar las acciones que le competen para obligar al donante a cumplir la
promesa de donación de futuro; 2°, La donación es un contrato, sujeto a todos los preceptos de la materia
contractual, y una vez aceptada, como lo ha sido la de que se trata, no está en el arbitrio del donante prescindir de
cumplir lo prometido. Por desconocer estos innegables principios la Honorable Sala dejó de aplicar los artículos
2435 al 2438, 2449, 2479, 2480, 2481 y 2499 C, e interpretó erróneamente el artículo 2778 del mismo Código; 3ª
Cuando la Honorable Sala resolvió que existe analogía entre la promesa de donación que se discute, con el mutuo
gratuito y aun con el comodato, hizo interpretación errónea y aplicación indebida de los artículos 3394 y 3417 C;
4ª, La Honorable Sala en parte final del Considerando I de su sentencia, invoca las opiniones de los ilustrados
expositores del Derecho; pero no cita una sola, y por el contrario violó la doctrina legal común y corriente, respecto
de la donación y de la promesa de donar y las disposiciones de los artículos 194 y 443 P; 5ª, La Honorable Sala
interpretó erróneamente el contrato desnaturalizando su propio carácter y buscando analogías que no son
pertinentes; 6ª, El Tribunal sentenciador, al negar eficacia al documento reconocido por Monseñor TOVAL, y al
desconocer su carácter de ejecutivo, violó e interpretó erróneamente los artículos 1684, 1685, 1688, 1691, 1693,
1698, 1814, 1815 y 1816 Pr., 7ª, La preterición de disposiciones legales pertinentes al caso sub judice, la
violación, errónea interpretación o aplicación indebida de las leyes citadas en la seis precedentes conclusiones, el
error en la interpretación del contrato y la mala inteligencia de doctrinas legales sobre la materia, son otros tantos
motivos de casación del fallo recurrido, al tenor de los incisos 2, 7 y 10 del artículo 2057 Pr. Por lo expuesto,
agrega el Doctor GONZALEZ, y rogando que se tenga por reproducido a lo alegado en este memorial cuanto se
ha dicho en las instancias precedentes en favor de su representada, pido respetuosamente que se case el fallo
que pronunció la Honorable Sala de lo Civil de la Corte de Apelaciones de León, a las diez de la mañana del 8 de
junio próximo pasado; y que pronunciándose la sentencia conveniente, se ordene que se lleve adelante la
ejecución contra Monseñor Doctor don JUAN TOVAL para que éste, dentro del término que se tenga a bien
señalar, proceda a otorgar la escritura en que debe formalizar la donación que ha hecho a la Junta de
Beneficencia de León, de la casa y solar deslindados en autos; todo con la debida condena en costas. El
apoderado de Monseñor TOVAL, Doctor FRANCISCO PANIAGUA PRADO, – ante esta Corte Suprema – contestó
el memorial del Doctor GONZALEZ, en escrito de 12 de agosto de 1918. Pasó la vista y alegatos orales con
asistencia de los abogados Doctores GONZALEZ y PANIAGUA PRADO. Se está en el caso de dictar la sentencia
que corresponde en derecho; y,

CONSIDERANDO:

La Corte Suprema de Justicia piensa como la Honorable Sala de sentencia que no existen en nuestra legislación
disposiciones para dar vida a eso que la parte actora ha requerido llamar promesa de donación. La ley,
respetando la propiedad y la libertad de disponer de ella ha querido conceptuar la donación entrevivos como acto
en cierto modo semejante en uno de sus efectos al testamento, ambos esencialmente revocables dentro de cierto
período. El testamento no tiene efecto sino a la muerte del testador y la donación no tiene efecto sino mediante la
aceptación del agraciado y noticia autentica del donatario al donante de haberse aceptado. Por estos motivos, sin

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duda, el legislador ha llamado a la donación acto; y no ha conceptuado que pueda existir de ella promesa, así
como nadie puede ligarse con promesa a testar.

II

Verdad es que, en la fracción 5ª del artículo 2093 C., hablando del beneficio de competencia se dice: Que lo tiene
el donante "sólo en cuanto se trate de hacerle cumplir la donación prometida"; y es verdad también que, en el
artículo 2785 del mismo Código se repite: "Que el beneficio se refiere a las acciones que intente el donatario, sea
para obligar al donante a cumplir la promesa o donación de futuro, sea demandado la entrega de las cosas que se
ha donado de presente, pero el lenguaje en estos casos revela de manera evidente, que el Legislador se refiere
siempre a las donaciones solemnes efectivas, a las que sólo llama de futuro o prometidas, por hallarse
pendiente la entrega, sea por plazo o por condición constante en el instrumento público respectivo.

III

El apoderado de la Junta de Beneficencia de León, que representa a la parte actora en este junio, ante esta Corte
Suprema de Justicia, dice en su alegato de agravios: Que la Junta aludida, informada de que Monseñor JUAN
TOVAL, canónigo mitrado de la Catedral de Gaceta, quería hacer un donativo valioso a la Junta, ésta, para que
tan noble propósito se llevara a la practica sin demora, se reunió el 19 de mayo de 1916, con asistencia del
donante, y en el acta de esa sesión que suscribió el donante por haber concurrido, se hizo constar la donación
irrevocable que Monseñor TOVAL hacia a la Junta, de la casa y solar referidos (la casa y solar descritos en
las resultas). Entendió, pues, la Junta y lo sostiene así su abogado: Que en el acta de que se hace mérito se
quiso celebrar, no una promesa, sino el acto mismo de la donación. Desde tal punto de vista, el acto o contrato,
como quiera que se llame, no ha podido tener existencia legal, por tratarse en el caso que se discute, de la
donación de inmueble. El artículo 2768 C. es explícito; en su fracción 1ª dice: Que, "no valdrá la donación entre
vivos de cualquier especie de bienes raíces, si no es otorgada por escritura pública debidamente inscrita". El acta
que se ha presentada como prueba del acto, con el reconocimiento judicial o sin él, es ineficaz. No se puede
pedir que se cumpla lo consignado en ella. No puede servir de prueba del acto de donar ni de su aceptación: A
ello se opone la regla Privatorum convelio juri publico non derogat, esto es, que el convenio particular no
deroga lo que ordena el derecho público, real que en derecho positivo está consignada en el artículo X, párrafo II
que trata de los efectos de la ley en el Tit. Prel. el Código: "Los actos ejecutados, dice, contra las leyes
prohibitivas o preceptivas son de ningún valor, si ellas no designan otro efecto para el caso de contravención"
(art. X C.)

IV

Dada la ineficacia del acto jurídico que se pretendió consignar en el documento que sirve de apoyo a la demanda,
cabe observar también: Que, por el artículo 2778 C. mientras la donación entre vivos no ha sido aceptada y
notificada la aceptación al donante, podrá éste revocarla a su arbitrio, expresa o tácitamente, vendiendo,
hipotecando o dando a otros las cosas comprendidas en la donación. Esta disposición enseña de manera bien
clara que, si una persona que consigna el acto de donación en forma solemne – por escritura pública – conserva
la facultad de revocarlo mientras no esté aceptado en la misma forma; y, aun aceptado, mientras el donante no
esté notificado de la aceptación, con mayor fuerza debe concluirse que es inútil pedir el cumplimiento de una
simple promesa, si así quiere llamarse, cuando no se tiene prueba legal de la existencia del acto. Es pertinente
recordar en esta ocasión, que siempre que se trate de contratos o actos solemnes, que son aquellos que deben
revestirse de ciertas formalidades especiales, de manera que sin ellas no proceden ningún efecto civil, esos actos
o contratos no tienen existencia jurídica mientras no se llenen esas formalidades, de acuerdo con el principio de
derecho forma dat ese rei. En virtud de lo dicho, la Honorable Sala de lo Civil de León, al dictar la parte resolutiva
de la sentencia recurrida, no ha hecho aplicación indebida de disposiciones legales, ni ha habido violación ni
interpretación errónea de las mismas; por lo cual la Corte Suprema no halla razón para casar la sentencia.

POR TANTO:

Y de conformidad con los artículos 441, 2016 y 2109 Pr., los infrascritos Magistrados dijeron: No se casa la
sentencia de que se ha hecho mérito, dictada por la Sala de lo Civil de la Honorable Corte de Apelaciones de

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León, a las diez de la mañana del ocho de junio del año próximo pasado. Vuelvan los autos al Juzgado de su
origen con testimonio de lo resuelto y líbrese la ejecutoria de ley. No hay costas por haber tenido las partes
motivos racionales para litigar. Cópiese, notifíquese y publíquese Santos Flores L. – Estanislao Vela – Manuel
Pasos. Carlos Rosales. De conformidad con el art. 420 Pr, hago constar: Que esta sentencia fue votada por los
señores Magistrados que la suscriben por el señor Magistrado Doctor don Emilio Alvarez, quien no la firma por
estar ausente con permiso – Managua, dos de octubre de mil novecientos diez y nueve – Lorenzo Espinosa. Es
conforme – Managua, diez de octubre de mil novecientos diez y nueve – Lorenzo Espinosa.

B.J.2543
B.J.2544
B.J.2545
B.J.2546
DONACION – ES INEFICAZ LA PROMESA

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