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Taburete en madera y cuero, asiento utilizado por todas las clases sociales
Silla estable en madera de ebano y policromada, patas imitando a las garras de un leon
La historia del mueble, tiene su origen en la evolución y progreso de la humanidad, pero las
primeras referencias bastantes completas que tenemos se refieren al antiguo Egipto.
Los egipcios ubican la mayoría de sus ciudades y pueblos en las cercanías del río, o a una
distancia considerable o elevadas sobre montículos, intentando en ambos casos evitar los
efectos de la inundación. Las principales ciudades eran elegidas por el faraón y todas ellas
estaban organizadas de forma caótica, tomando como centro los edificios públicos. Las
construcciones eran en su mayoría de adobe, material creado con paja y barro, debido a la
ausencia de piedras y madera en la zona. Sólo los grandes templos y las construcciones
funerarias utilizaban piedra sacada de las canteras de Wadi Hammamat u otras zonas
cercanas a las fronteras.
Las excavaciones arqueológicas nos ha permitido saber que la casa egipcia estaba construida
alrededor de un patio, demostrándose que fueron habitadas por un amplio número de personas
y que fue creciendo respecto a las necesidades familiares, transformándose incluso en un
conjunto de casas. La casa tenia una planta cuadrada con un espacio central precedido por
una antecámara. A su alrededor nos encontramos los dormitorios y las habitaciones destinadas
a almacén. Incluso en algunas casas de Tell el-amarna se han encontrado cuartos de baño.
Estaban situados junto a la habitación principal y separados de ella por un muro bajo cubierto
con caliza. Constaban de una zona de baño y de un retrete consistente en un asiento ubicado
sobre una vasija rellena de arena.
Algunos miembros de grandes familias tenían amplias casas en las afueras de las ciudades, a
modo de urbanizaciones de alto standing. Las villas estaban rodeadas de árboles y jardines
con estanques, cocinas, talleres, establos, graneros y casas para los sirvientes. Los restos de
mobiliario que nos han quedado no son muy abundantes y corresponden a las clases sociales
más acomodadas. El taburete era el mueble universal egipcio ya que en su uso no se
encuentran distinciones sociales. Más elitista es la silla y las camas, realizadas en madera. El
ajuar era de lino y utilizaban unos reposacabezas para dormir.
Para pintar los muebles, recubrían la madera con una selladora semejante al yeso, para
después aplicar los tintes pigmentados sobre la superficie seca, se puede observar en muchas
sillas, tumbas y otros objetos encontrados en yacimientos muebles decorados con gran lujo de
detalles.
Eran abundantes los escabeles, muestran una base cúbica formada por una estructura de
listones de madera y el asiento curvado anatómicamente. Las camas muy simples estaban
formadas por una base de madera a la que se fijaban cuerdas o tiras de cuero recubiertas de
telas o pieles, los ejemplares mas ricos presentaban a los pies un bajorrelieve pintado.
El resto del mobiliario eran arcones, lámparas, mesas de varios tamaños y utilidades,
reposapiés decorados con garras de león o de toro, cabezas de felino y aves con alas
desplegadas y generalmente policromados, reproduciendo escenas cotidianas de la vida social
de la epoca.
La antigua Grecia se extendía por la península balcánica, las islas del mar Egeo y las costas de
la península de Anatolia, en la actual Turquía.
La cultura helénica fue la primera gran etapa de nuestra civilización occidental. Con la
observación de la naturaleza y el uso de la razón, los griegos inauguraron una nueva etapa en
la historia del conocimiento humano.
Las casas griegas eran sencillas y construidas con materiales livianos, sólo las casas muy ricas
establecen habitaciones separadas para hombres y mujeres y disponen de pozos de agua. Las
viviendas de campo se construyen con piedras y adobe. En la ciudad, las casas son de planta
cuadrada, de modo que lo que se recuerda de ellas lo ha sido gracias a los romanos que las
imitaron cuando las conocieron.
El mueble griego nace influido por las corrientes artísticas egipcias para, más adelante, ir
cambiando con el desarrollo del pensamiento filosófico. En los primeros pasos del mueble
griego se siguen muchas directrices egipcias, como el recubrimiento de la madera (esta vez del
país) con materiales más ricos como los metales, el marfil o las maderas finas. También se
hace uso de la pintura con finalidad decorativa. Las armaduras de los muebles son sencillas,
aunque en Grecia se potencia la estructura vertical, hecho que dotaba de una mayor
delicadeza y exquisitez a las piezas.
El griego fue un pueblo callejero, por lo que la bondad del clima determino una vida intensa al
aire libre. Refiriéndonos a la clase media (artesanos, orfebres, mercaderes, etc) no solo era
sencilla la construcción de la casa, el mobiliario estaba exento de ornamentación, lujo y valor.
Las mesas eran pequeñas, casi siempre trípodes de madera, aunque en las casas de los
potentados las solía haber de bronce, servían unicamente para comer, ya que no se conocían
mesas de trabajo o de lectura.
Las camas fueron evolucionando desde las sencillas que describe Homero, y que consistían en
simples montones de pieles, hasta las más complicadas de la epoca clásica como el “Kline”,
una cama para comer acostados compuesta por un bastidor que sujeta una red de tiras de
cuero entrecuzadas, y por un colchón. Estos lechos se alzaban sobre patas torneadas o
escuadras cuya parte superior está decorada por un capitel. Dos de estas patas pueden
elevarse por encima del bastidor formando un cabezal sobre el que puede disponerse una
almohada para apoyar la cabeza. De este Kline se deriva el “triclinio”, amplio lecho en forma de
U utilizado para comer y en el que, como novedad, podían acostarse tres personas.
Roma conquistó y domino todas las tierras del Mediterráneo y doto a esta diversidad de
pueblos de una cultura común.
Gracias a las excavaciones de Pompeya y Herculano podemos hacernos una idea de cómo era
la vida hace veinte siglos, en los restos arqueológicos encontrados figuran muebles de madera:
camas, mesas, armarios y otros objetos que nos permiten imaginar como era su ambiente.
Los romanos gustaban de usar pocos muebles en sus casas. Se daba importancia a los
ambientes diáfanos, aunque esto no quiera decir que no existiera una gran variedad de
muebles. Los romanos empleaban hasta cinco tipos de mesas de diferentes, todas de origen
griego y de diferentes formas geométricas, rectangulares, cuadradas o redondas, también se
diferenciaban por el numero de patas, tres o cuatro.
Gracias a los artesanos y tallistas las patas adquieren formas de animales. Contaban con un
gran numero de asientos, taburetes sin brazos o respaldo, sillas entronizadas, pesados sillones
y lechos para acostarse durante los banquetes.
En Roma encontramos la silla en forma de tijera, que se repite en Egipto y Grecia, a veces
plegable y de bronce (bisellium) y que servia de taburete y apoya pies. A veces los laterales o
brazos de los bisellium eran rematados con un relieve de cabeza de animal.
Había sillas de piedra con respaldo cóncavo, y que al contrario de lo que pudiera parecer eran
cómodas, decoradas con relieves o inscripciones. Los sillones de piedra o mármol, ricamente
ornamentados y tallados en sus laterales con motivos alados o con representaciones de
animales, pero el asiento mas característico de la época fue el (curul) reservado para
personajes públicos, algunas tienen las patas de doble curvatura con anillas para ser
transportadas y ricamente decoradas.
En los lugares públicos eran corrientes los bancos (scamun) de bronce o de piedra. La mesa
ocupaba un lugar importante en la casa, eran rectangulares con soportes de piedra, bronce y
con tablero de maderas exóticas. En otras, los pies eran torneados o estriados con terminación
en garras.
El (cartibulum) era la mesa característica con soporte de mármol, generalmente dos patas
simulando dos leones con terminación con garras y entrelazados con hojas y volutas. Los
(lararium) eran unos pequeños armarios que ocupaban un lugar en el atrio de la casa, donde se
adoraban a los dioses domésticos. Los arcones eran similares a los griegos y egipcios con
rasgos idénticos. El (lectus) lecho romano con armadura de bronce o madera con soportes
torneados y brazos curvos. El (triclinio) lecho grande con capacidad para tres personas
utilizado tanto por griegos y romanos para comer, todo decorado con telas y almohadones.
Existían otros muebles secundarios como veladores, candelabros, etc...
EL MUEBLE PALEOCRISTIANO-BIZANTINO
El mueble no es mas que un objeto cuyo fin es exclusivamente utilitario (no olvidemos que el
cristianismo empieza en las clase mas desfavorecidas) y la ornamentación esta inspirada en la
decoración romana.
Despues del edicto de Milan (313), se construyen una gran cantidad de nuevos edificios
consagrados al culto, se requeria un templo en el que pudieran congregarse los fieles, para lo
cual se adopta el tipo de basilica romana.
EL MUEBLE ROMANICO
El arte románico deriva de la tradición artística romana, con aportaciones germánica, bizantinas
e islámicas. Como característica del periodo, destaca la fragmentación del poder político en la
nobleza y la división en clases de la sociedad, la economía es básicamente rural en la que una
minoría, mediante el sistema de renta feudal vivía del trabajo de las clases bajas y campesinas.
Los decorados de los muebles, son principalmente tallas y pinturas, la pintura incorpora ya la
figura humana, y compone escenas religiosas y simbólicas. Las tallas se trabajan sobre
gruesos tablones y en gran relieve.
En los muebles de influencia morisca, la marquetería responde a dibujos geométricos, el
empleo de telas y tapices, son en gran parte orientales, utilizadas para el enriquecimiento y
decorado de los toscos muebles de hierro o madera.
SILLAS
Las sillas son muy escasas, en las mas corrientes los montantes son torneados y los respaldos
se entrelazan con arquerías de medio punto, tallados y policromados. Los sitiales y faldistorios
son asientos de honor para la nobleza y eclesiásticos, en forma de tijera, decorada con
influencias moriscas, tallados y policromados, construidas generalmente en pino y nogal. Un
buen ejemplo de ello lo podemos encontrar en la Silla de San Ramón de la ex catedral de
Roda.
MESAS
Las mesas no tienen valor artístico, son simples tablones soportados sobre caballetes y
reforzados con herrajes, con el simple objeto de ser cubiertos con telas o tapices. Otras son
octogonales o circulares, soportado por un pie o columna
ARMARIOS
El mueble románico por excelencia es el arcón, lo mismo se encuentra en la casa del
campesino, que en los palacios o en las sacristías. El arca sirve de banco, mesa o armario, su
numero excede de treinta en muchas casas.
Su desarrollo evoluciona inmediatamente, muchas son inspiradas en la antigüedad de los
sarcófagos griegos y romanos. Muy toscas al principio, se perfecciona paulatinamente, La tapa
es casi siempre plana, aunque algunas veces tenga forma de tejado. La madera va tallada o
cubierta de tela o de cuero, y reforzada con clavos y herrajes, los ejemplares mas bellos son
franceses y alemanes.
Por lo que a España respecta, esta el célebre arcón de Astorga, cubierto en forma de tejadillo
policromado, es un ejemplar casi único. Se conservan arquetas hispanoarábigas, con
decoraciones geométricas y estrellas, considerándose también de la época el legendario arcón
del Cid, con la cubierta en forma de teja, comienza a hacerse algunos armarios con
características muy semejantes a las arcas, altos, estrechos y con una sola puerta. Las puertas
son tablas ensambladas, siempre reforzadas con piezas de hierro.
CAMAS
Las camas tienen sus cuatro patas torneadas y los cabezales muy altos, acabados en ligera
curva y a veces policromado, siempre cubiertas con telas y tapicerías, tenían en un extremo
unos escalones para poder subir y bajar cómodamente. En el manuscrito de las Cantigas de
Alfonso X el Sabio, se pueden ver en miniatura diversos ejemplares de la época.
La casa noble se dividía en varios edificios y la vida se distribuía en plantas diferentes. Cada
uno de los edificios y de las estancias se había construido con un propósito distinto. En la
vivienda principal la ostentación se reflejaba en el mobiliario y la decoración interior. Ajuares de
madera, muebles con tallas e incrustaciones artesanales, telas y tapices exóticos, venidos de
tierras orientales y compradas en el mercado por los siervos... en las casas nobles había
suficiente dinero como para mantener a toda la población.
EL ESTILO TARDO-GOTICO
Para empezar este estudio del mueble español, tomamos como referencia el periodo de los
reyes católicos que coincide con el último cuarto del siglo XV.
En esta época se produce la constitución de la nación centralizada, orden, seguridad y
prosperidad que contribuyen a un amplio desarrollo del mobiliario y la decoración.
Los muebles españoles siguen una línea similar a los países de Europa Occidental excepto
Italia, cuna del renacimiento. Su estilo es Gótico y sus estructuras son todavía de tipo medieval
pero en España existe una nota diferenciadora, el influjo de la estética hispano-musulmana,
una característica constante de nuestro arte, la personalidad del mueble español se ve definida
por esta yuxtaposicion de elementos occidentales y árabes.
En este periodo hay dos tipos de mobiliario, el de uso simple y funcional y sin interés estético, y
el de aparato y ostentación, cuya decoración deriva de la arquitectura y escultura gótica, con
ornamentación hispano-árabe. En las piezas de calidad aparecen tallas con figuras religiosas,
temas vegetales y asuntos heráldicos en bajorrelieve. Los adornos de tema musulmán son por
lo general de formas abstractas y geométricas, los muebles realizados en estos años gozan de
unas características que las acompañaran a través de la edad moderna; son macizos y
pesados, pero con gran dignidad, con acabados generalmente poco cuidados y construcción
honesta.
Los materiales más usados son la madera de nogal, roble y pino para su construcción, hierro
para los herrajes y guarniciones, en cuero y tejido para el recubrimiento, los muebles están
acabados en patina natural, excepto las piezas más ricas que van doradas y plateadas o se
cubren con tejidos (mueble ensayolado) o con cuero (encorados) y reforzados con barras de
hierro.
En este tiempo el mobiliario es escaso dada la personalidad nómada de la nobleza y el mueble
es ligero, transportable y desmontable, o muy pesado para que nadie lo pueda mover,
dejándolo en las salas vacías del castillo temporalmente vacío. Las arcas, cofre y baúles son
los muebles más abundantes en esta época, los que desempeñan un mayor uso y funciones, y
por tanto, los que reflejan la forma de vida de los españoles en el siglo XV.
Las sillas son denominadas de caderas, con incrustaciones en la madera con motivos
geométricos y vestida de tela o en cuero. En este tiempo es muy escaso el mobiliario de
asiento, dada la costumbre de sentarse a la morisca, es decir la de sentarse las damas sobre
ricos almohadones dispuestos sobre una tarima alfombrada. Las arcas también se utilizaban
como bancos de asientos y las mesas siguen la pauta medieval, facilmente desmontable.
La manifestación más importante de este estilo fue sin duda la arquitectura religiosa, por eso
los pocos muebles conservados de este periodo son básicamente ejemplares destinados a
iglesias o catedrales (sillones abciales, armarios de sacristia...) Una pieza característica de este
estilo gótico es el cassoné, un tipo de arca de origen italiano facilmente transportable y su
aceptación continuara durante el renacimiento.
ESTILO PLATERESCO
España tarda en romper las ataduras de la edad media, es por eso que se admite tardíamente
y desigualmente el renacimiento. El estilo Plateresco abarca principalmente la época de Carlos
I y deja sus señas de identidad en el mobiliario realizado para edificios y palacios que se erigen
durante estos años, cuya decoración se lleva acabo en el nuevo estilo de gusto italiano.
Al igual que sucede con la arquitectura y escultura, en el mueble el estilo entra en dos periodos.
En el primero la estructura del mueble evoluciona más lentamente que su decoración, por lo
que podemos decir que es un Renacimiento a nivel ornamental. En la ornamentación
predominan los medallones con bustos de perfil, las tornapuntas en "S" anillada en vástago
central, los balaustres y un monto de motivos vegetales, composición que puede recordar aún
lo gótico.
En el segundo periodo, la figuración es más abundante y esta realizada con más volumen y
tamaño. Los muebles se estructuran mediante las ordenes renacentistas, dando lugar a la
aplicación de columnillas, dinteles, serlanas y frontones. En la decoración del mueble, se
empieza a notar un afan perfeccionista y sofisticado que culmina en la segunda mitad del siglo
XVI, que no tiene paralelo en la historia del mueble español.
Las técnicas decorativas empleadas en estos años son el relieve de tipo medio y bajo sobre
madera generalmente de nogal, en el siglo XVI, las maderas lisas o labradas, se pueden dejar
en el mueble en blanco, en decir en su color naytural, o se enriquecen mediante estucado,
policromado, dorado y estofado, de todas la mas rica es la ultima porque requiere la
combinación de las demás. Sobre una superficie de madera estucd y dorada, se pinta un óleo
ocultando los panes de oro y a continuación se raspa la policromía en las zonas que exija el
dibujo a representar, haciendo reaparecer el dorado. El resultado de esta técnica, consigue
efectos de gran riqueza.
En esta época una gran novedad a nivel decorativo es la taracea (taracea deriva de la voz
árabe tarsi, que quiere decir incrustación) o marquetería (según Mainar, deriva del catalán de la
palabra marquet, que se refiere tanto a la pieza a incrustar como el martillo utilizado a tal fin).Se
utilizan tres clase de marquetería, una la mas antigua se lleva a cabo incrustando diversos
materiales como el nogal, boj y hueso. La mesa tradicional española del siglo XV y parte del
XVI, es facilmente desmontable, es un mueble a la que no esta reñida su incuestionable
utilidad, con su calidad y belleza de su decoración y que hace que se difunda en otros países
europeos.
España dio prueba de su personalidad al crear un tipo de mueble llamado: Bargueño. Estaba
formado por un arco, con tapa y cajones, sostenida por un alto soporte de patas torneadas, se
decoro con incrustaciones de madera y marfil que formaban dibujos geométricos inspirados en
el arte musulmán, se organiza de una manera que podríamos decir arquitectónica y que
recuerda la fachada de edificios platerescos. Como en ellos, la decoración esta confiada a
columnas balaustradas, medallones esculpidos y finos grutescos. Como en ellos, la decoración
esta confiada a columnas balaustradas, medallones esculpidos y en las partes más importantes
del mueble es donde vemos bustos humanos de perfil.
En la segunda mitad del S.XVI nos encontramos con dos estilos que discurren en paralelo y
que nos lleva al gusto mejor definido del mueble español: el de la corte de Felipe II.
Uno de estos estilos es el manierista, ( el termino manierismo fue adaptado para designar el
complejo fenómeno estilístico italiano y europeo que se desarrollo entre 1520
aproximadamente y la última década del S.XVI, es decir, entre la culminación del Renacimiento
y los inicios del Barroco. La denominación deriva del termino italiano “maniera”, usado por
Vasari como sinónimo de estilo, para indicar el modo de componer de los artistas del
Renacimiento).
La maniera se convierte en una técnica decorativa, exenta de toda intencionalidad. La talla en
relieve se trabaja con gran precisión y refinamiento, desarrollándose, de un lado, temas
figurados de influencia plateresca, y de otro de influencia de estampas flamencas y de
Fontainebleu.
Los muebles realizados en esta época presentan acabados decorativos muy elaborados,
usando técnicas tanto escultóricas como pictóricas, con dorados y cromatismos de indudable
belleza.
El otro estilo deriva de “El Escorial”, los muebles son de concepción elegante y bien definidos,
su estructura es arquitectónica y con elementos teutónicos como columnas de orden toscano,
pilastras estriadas, frontones triangulares, etc.,con otros elementos como remates en forma de
bola o pirámide, las volutas en espiral, los espejos convexos y cartuchos enlazados, etc.
En la actualidad hay muy pocos muebles conservados del entorno de Felipe II, algún ejemplar
que podemos ver en la actualidad es el escritorio donado por el rey al monasterio de
Guadalupe, los armarios para libros de la biblioteca del monasterio del Escorial, o un armario-
archivo de madera de nogal tallada que se conserva junto a diversos muebles en el
ayuntamiento de Huesca, un aspecto muy importante del mobiliario español es la utilización
temprana de madera americana y totalmente nueva en Europa, y de chapeado de plata para
realizar muebles de lujo. En la testamenteria de Felipe II encontramos numerosos ejemplos,
como maderas de acaná y caoba de las Indias, y de los muebles de plata, como una cama de
105 kilos de peso.
En este siglo es importante la afición de la nobleza por los muebles orientales, donde se
encuentran importantes pruebas de ello en relicarios de catedrales, clausuras y palacios reales.
En “El Escorial” aún existen sillas chinas de la época.
Vamos a empezar el estudio del mueble del S.XVII en la etapa del Barroco que abarca distintas
épocas. La época de FelipeIII (1598-1612). Felipe IV (1621-1655) y la época de Carlos II(1663-
1700).
El S.XVII se caracteriza por una crisis general de Europa: empobrecimiento, hambre, miseria,
peste, caza de brujas y conflictividad política, social y religiosa, acentuada además en España
por el hostigamiento y perdidas de colonias americanas, la expulsión de los moriscos y el
posterior pirateo de estos al levante español, las guerras políticas, etc. y frente a esto cabe
destacar la brillantez y la espectacularidad del arte barroco que nace como expresión artístico-
propagandística de la monarquía impulsada tanto por autoridades civiles como eclesiásticas.
Felipe IV nació en 1605 y sucedió a su padre en el trono en 1621, y al igual que este confío los
asuntos de estado en un valido, el Conde Duque de Olivares. Su reinado estuvo plagado de
reveses para la corona de los Austrias.
La intervención española en la guerra de los treinta años se saldo con notables pérdidas
territoriales (paz de Wesfalia 1648) agravada en 1659 tras la firma de la paz de los pirineos con
Francia a la que entrego la Cerdeña, el Rosellón y algunos plazas de Flandes. Las relaciones
con Inglaterra se llevaron por mal camino perdiéndose Jamaica. A todo esto se sumaron
conflictos internos.
Corresponde todavía al reinado de Felipe IV parte del siglo de oro de la literatura española, la
época de Lope de Vega, que con altas manifestaciones plásticas, (el Greco, Velásquez, etc.)
compensa en el interior, el desprestigio creciente en el exterior.
Este ímpetu cultural y artístico se refleja en el mobiliario, así la característica principal del
mueble es el casticismo y la ostentación, casticismo a la necesidad de hacer economía y
ostentación a la necesidad de impresionar.
El Conde-Duque de Olivares levanta el palacio del buen retiro, se construye con gran rapidez y
con materiales sencillos con un resultado arquitectónico no muy rico, que constrasta con los
interiores del palacio, se realiza gran cantidad de tapices, colgaduras, “bufetes de jaspe” y
escritorios magníficos, el mas rico es el que regala la Junta de Obras y Bosques, de ébano,
marfil, columnillas de cristal y figuras de plata y oro, valorado en torno a los 30.000 ducados de
la época, la misma cama del Rey obra del platero Jorge de Quevedo, con cuatro grandes
columnas y veinte pequeñas, solo alcanza 2500 ducados.
Hoy día la idea que nos hemos hecho de los muebles conservados, nos hace creer que eran de
una rusticidad generalizada, nada mas lejos de la realidad, la causa de que estos muebles
suntuosos no haya llegado hasta nosotros era que en cualquier momento se podían volver a
fundir, como sucedió en toda Europa.
El incendio del Alcazar nos ha privado de la principal colección de muebles de la época,
excepcionalmente podemos conocer como eran en el salón de los espejos, gracias al magnifico
retrato de Carlos II joven, pintado por Carreño (museo del Prado) en el citado salón se dispone
“seis bufetes de pórfido iguales” cuyos soportes son “dos leones al natural de bronce dorado
con una bola de mármol”. En la pared sobre cuatro de los bufetes se colocan ocho espejos,
“con marcos de ébano de Portugal y unas empresas de bronce con una aguila cada espejo”.
En la actualidad se conservan cuatro leones en el salón del trono del Palacio Real y siete en el
museo del Prado (la decoración del palacio se le encargo al pintor Velásquez).
De la afición al lujo de la nobleza cabe destacar como ejemplo el mobiliario del dormitorio del
Conde de Benavente, según el inventario de 1623, con pinturas nada menos que de El Bosco y
de El Greco. La cama es de madera de palosanto y bronce, hay tres escritorios de marfil y
ébano y entre estos uno tallado con figuras, vasas y capiteles de relieve entero de marfil, cinco
bufetes de “piedras de jaspe” y como complemento un “órgano grande de ébano” y un
nacimiento de escultura.
Otro ejemplo del mobiliario que podemos describir es la casa de Velásquez. Reside Velásquez
en la casa llamada del tesoro, una de las anejas a palacio. Casa que se compone de cuatro
plantas, el cuarto bajo, la bovedilla y el cuarto alto. En cada uno de los pisos hay varias
estancias, las de la planta baja, que tendrían oficio de recibimiento, estrado y dormitorio, están
muy bien amuebladas, con una sillería de “baqueta de Moscovia” con clavazón dorado y que
podemos suponer con brazos, varios bufetes y escritorios, entre los primeros uno muy rico, “de
piedra negra con sus pies de palosanto”. Hay bastantes cuadros entre ellos un Cristo en la
Cruz de Pacheco y un retrato de Inocencio X, cuatro escaparates entre cuyos cristales se
conservan, protegidos del polvo, cosas de plata, etc. en la bovedilla o entrepiso es donde Don
Diego tiene su cuarto de trabajo. Subimos desde aquí a la bóveda, su piso mejor amueblado,
donde además de los bufetes, un escaparate, una papelera y un escritorio contiene
muchísimas curiosidades como dos cocos de la india guarnecidos de plata, posee dos camas
magnificas, una de ellas de damasquillo carmesí, con sus cortinas y su cielo y cuatro medias
camas de nogal. En el cuarto alto, donde están la cocina, un cuarto de cofres y baúles y dos
armarios de pino.
En el reinado de Felipe IV cabe destacar la aparición del mueble escaparate de gran difusión
en España y que llama la atención a los visitantes extranjeros, especie de vitrina acristalada
chapeada de concha de tortuga y placa de hueso sobre ébano, que servia para guardar objetos
de plata, retratos, figurillas, etc..el mueble tiende a destacar aspectos ornamentales, aumenta
la molduración y la talla, el torneado acepta formas cada vez mas complejas, a causa de la
influencia de Portugal. Los elementos utilizados para la decoración derivan de la arquitectura
barroca, con frontones curvos, arquerías, columnillas torsas y salomonicas, montantes en
forma de columna toscana.
Aparecen motivos de gusto naturista y se siguen utilizando otros de tipo geométricos. La
taracea sobre nogal macizo va quedando relegado al ámbito popular y su lugar lo ocupa el
chapeado geométrico, que forma dibujos estrellados y entrelazados, combinando concha de
tortuga y hueso.
El mueble escritorio sigue siendo el mas atractivo, se importan de Flandes y de Nápoles, los
primeros de ébano, concha de tortuga y bronce con sobrepuestos de plata relevada y con
pinturas y los segundos con marquetería del tipo “machio e femina”, en marfil y ébano.