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NORMAS DE ATENCION INICIAL HOSPITALARIA EN PACEINTES

TRAUMATIZADOS

Generalidades.
La normalización de la atención inicial hospitalaria del paciente traumatizado tiene
como finalidad servir como herramienta de trabajo que permita resolver rápida y
efectivamente la mayor parte de las situaciones que se pueden presentar.
Esa solución implica la rápida estabilización del paciente traumatizado grave para
salvar la mayor cantidad de vidas en ese primer periodo postraumático, de
aproximadamente 2 hrs, al cual para enfatizar su importancia suele denominarse
hora de oro o periodo de oro. De las muertes que ocurren por traumatismo, 60%
acontecen en la etapa prehospitalaria y 40 % en las primeras 4 hrs de la
hospitalización.
Por ello es necesario llevar al paciente indicado en el tiempo indicado al lugar
indicado
Comienza por la recepción en la sala de admisión del centro de traumatismo y
continua en la áreas del mismo que deben de contar con la complejidad necesaria
que requiere la patología del paciente, teniendo en cuenta que este debe recibir una
atención integral y rehabilitación precoz que asegure la menor morbimortalidad
posible en relación con la gravedad del traumatismo que presenta, y una rápida
reintegración familiar y social con la menor secuela posible.
Si se siguen las normales del curso ATLS la atención inicial hospitalaria del
paciente traumatizado se puede dividir en las siguientes etapas:

• Primer examen
o Vía aérea permeable con protección de columna cervical
o Respiración (ventilación y oxigenación)
o Reposición de volumen con control de hemorragia
o Evaluación del deterioro neurológico
o Exposición completa del paciente.

• Reanimación
• Segundo examen
• Tratamiento definitivo

EQUIPO PROFESIONAL

Para cumplir con el plan mencionado previamente, es fundamental constituir un equipo


profesional , especial que acepte la filosofía descrita y tenga la capacitación necesaria
para su rehabilitación. Este equipo deberá tener un líder de experiencia que coordine las
acciones y las prioridades, en lo posible, un cirujano general y con un perfil que
corresponda a la formación del comité de Traumatismo de American Collage of
Surgeons a través del curso ATL completando concursos de formación integral teórico
prácticos prolongados.

Un segundo miembro debe de ser un anestesista, intensivista o emergentologo con la


misma formación que el líder. El resto del equipo con un máximo de hasta 5 miembros
podrá contar con un residente de las especialidades ante dichas o un medico asistente y
una o dos enfermeras con capacitación en traumatismo.

NORMATIZACION DEL MANEJO INICIAL DEL PACIENTE TRAUMATIZADO


GRAVE

Primer examen

Evaluación inicial. En esta etapa el examen total del paciente debe de ser rápido
y superficial, fundamentalmente semiológico, sin tratar de realizar un inventario
detallado de las lesiones del paciente.
Evaluación inmediata. Debe centrarse en descubrir las situaciones que ponen en
peligro inmediato la vida del paciente. Se efectúa en uno a dos minutos a si se
clasificara a los pacientes en tres tipos: estables, potencialmente inestables e inestables.

ACCESO A LA VIA AEREA CON CONTROL DE COLUMNA CERVICAL

• Todo paciente traumatizado, en especial inconsciente o con lesión por arriba de


las clavículas o de las líneas mamilares, tiene traumatismo raquimedular cervical
en tanto no se demuestre lo contrario,
• Mantener la cabeza en posición neutra, evitando los movimientos de flexión,
extensión y rotación del cuello.
• Colocar collar cervical tipo Philladelphia y estabilizar lateralmente la cabeza
utilizando bolsas de arena.
• Efectuar, solo si es necesario, las maniobras de elevación del mentón y la
mandíbula para permeabilizar la vía aérea, no hiperextender el cuello.
• Limpiar las fauces y la orofaringe, aspirando adecuadamente.
• Si es necesario y no se dispone de otros elementes, colocar transitoriamente vías
nasofaringeas u orofarinfeas.
• Oxigenar adecuadamente al paciente. Si se ventila de manera espontánea y no
hay indicación del intubación endotraqueal utilizar mascaras multigraduadas o
bolsas de reanimación con reservorio.
• Efectuar intubación endotraqueal en las siguientes circunstancias:
o Hipoxemia por alteración V/Q
o Falta de autoprotección para evitar la aspiración de contenido gástrico
o Glasgow menor o igual a 8
o indicación de anestesia para cirugía
• Traumatismo de columna cervical sin lesión de base de cráneo o de macizo
facial:
o intubación nasotraqueal
o Si el operador no esta capacitado puede optar por intubación orotraqueal
con fijación manual de la cabeza por un segundo operador. En el
paciente con apnea siempre debe elegirse vía orotraqueal

• Traumatismo de columna cervical con lesión del la base de cráneo, sin lesión del
macizo facial. En esos casos esta contraindicado la vía nasal. La indicación por
orden es:
o intubación orotraqueal con fijación manual de la cabeza por un segundo
operador
o En caso de no acceder a la intubación endotraqueal: punción
cricotiroidea, catéter 12 o 14 G conectado a tubo T con oxigeno.

• Traumatismo de la columna cervical con lesión grave del macizo facial


o punción cricotiroidea
o punción traqueal y ventilación “jet”

• Fractura de laringe sin gran deformación anatómica:


o Intubación endotraqueal con fibroendoscopia
o punción traqueal con ventilación jet y traqueotomía

• Fractura de laringe con gran deformidad anatómica: traqueotomía de urgencia

Necesidad no urgente de intubación orotraqueal

Efectuar radiografía de columna cervical con visualización de las 7 vértebras cervicales


Si la radiografía no permite ver la totalidad de las 7 vértebras cervicales y el borde
superior de T1, se puede solicitar una radiografía en posición de nadador.

VENTILACION Y OXIGENACION
Ventilar y oxigenar adecuadamente al paciente. Recordar que ventilación y oxigenación
no son sinónimos, si el paciente ventila espontáneamente utilizar mascarillas
multigraduadas de Fio2 0.50 o mayor lo que permitirá efectuar calculos de Pa/Fio2 a/A,
una vez obtenidos los gases en sangre del paciente.

Es muy importante la determinación seriada del estado acido básico del paciente y de
los gases en sangre, recordar que si esta ventilando a un paciente con una bolsa de
reanimación y no se utiliza reservorio la Fio2 es de aproximadamente 0.5, si se utiliza es
de 0.8 a 0.9. para vigilancia es de gran utilidad la capnografia y la oximetria de pulso,
con objeto de evaluar en forma continua la saturación de oxigeno, tanto para el
diagnostico precoz de intubación esofágica como para el seguimiento del paciente con
ventilación mecánica.

Neumotórax hipertenso. Hipoventilacion y timpanismo en el hemitorax afectado y


desviación de la traquea hacia el lado opuesto. Clínicamente puede cursar con
inestabilidad hemodinámica y actividad eléctrica sin pulso. Efectuar descompresión
inmediata, sin esperar Rx de Tórax. Insertar un trocar transparietal a nivel del segundo
espacion intercostal línea medioclavicular, niveladas las presiones quedara un
neumotórax normotenso que se tratara mediante la colocación de un tubo de drenaje
pleural a nivel de la línea axilar media y a la altura del quinto espacion intercostal.

Neumotórax abierto. Cerrar cuanto antes la brecha parietal para evitar la competencia de
las vías aéreas superiores. Colocar gasa vaselinaza, fijándola con tela adhesiva, sobre
tres lados del orificio para impedir que un mecanismo valvular lo convierta en
hipotenso. Posteriormente colocar drenaje pleural y cerrar quirúrgicamente la brecha
traumática.

Hemotórax masivo. El paciente por lo regular tiene mas de 1000 ml de sangre en el


hemitorax afectado efectuar inicialmente drenaje pleural para descomprimir el
hemitorax, vigilar la perdida persistente de sangre. Si el debito es mayor de mil ml de
entrada, o de 200 ml por hora y se mantiene durante 4 a 5 h, o ya en la primera hora
salen mas de 500 ml, estará indicada la toracotomia.

Taponamiento cardiaco. Si se sospecha compromiso pericardico y el paciente se halla


estable hemodinamicamente, efectuar ventana pericárdica. Recordar que si se realiza
pericardiocentesis, aun habiendo hemopericardio, la punción puede ser negativa si la
sangre se coagulo rápidamente. La ventana pericárdica o pericardiocentesis positiva
indica la necesidad de efectuar toracotomia amplia como tratamiento definitivo.

Se sospechara la posibilidad de contusión cardiaca en el paciente con lesión torácica


grave, y ruptura cerrada de aorta en caso de mediastino ancho en la Rx de Tórax e
historia de lesión por desaceleración horizontal o vertical.

Tórax móvil grave. En general el paciente suele tener mas de tres costillas dobles
fracturadas, desinsercion bilateral condroesternal o fractura esternal asociada a fracturas
costales. Las mas graves son las anteriores y en particular las anterolaterales. El pulmón
contuso subyacente es la principal causa de insuficiencia respiratoria, y la magnitud de
la contusión pulmonar determinara la necesidad o no de ventilación mecánica. En
cambio, la lesión parietal es la causa del dolor y de la hipoventilacion, si no se trata
activamente (analgesia local o regional) puede asociarse a atelectasias y acumulación de
secreciones, lo que incrementa aun mas la insuficiencia respiratoria.

En estos pacientes se debe efectuar control adecuado de la frecuencia respiratoria, de los


gases en sangre y del trabajo respiratorio. Se evaluara la indicación de asistencia
respiratoria mecánica para tratar la insuficiencia respiratoria grave de acuerdo a los
parámetros clásicos. Recuérdese que la anestesia parietal es de trascendental
importancia en el mecanismo de la tos y en la disminución de las complicaciones
respiratorias.
Si el mediastino aparece ancho en Rx de tórax se deberá descartar ruptura aortica
traumática.
En paciente que ingresaron en los servicios de urgencias por traumatismo penetrante de
tórax, paro cardiaco o alteraciones hemodinámicas graves debe efectuarse toracotomia
de urgencia.

CIRCULACION CON CONTROL DE HEMORRAGIA

Estimación clínica del relleno vascular y del volumen minuto cardiaco. La hemorragia y
la hipovolemia, son consecuentes de muerte hospitalaria. Valorar clínicamente el estado
hemodinamico de la siguiente manera.

Estado de consciencia: una reducción mayor al 50% de la volemia origina


perdida de la consciencia
Color de la piel: un color pálido grisáceo es signo de hipovolemia grave.
Pulso: un pulso regular de baja frecuencia y lleno es signo de buen pronostico,
en cambio la taquicardia indica que el paciente continua sangrando. La falta de pulso
central en mas de un punto en ausencia de lesiones directas en esa zona, indica perdida
de volumen mayor de 50%
También son parámetros indicadores de volumen urinario (lactante, 2ml por
kg/hr, niño 1 ml/kg/hr, adulto .7ml/kg/hr) aunque sea tardío por que debe esperarse al
menos una hora.

CONTROL DE LA HEMORRAGIA
Las hemorragias externas se controlan mediante compresión directa de la herida. Evitar
los torniquetes pues originan metabolismo anaerobio y puede aumentar la hemorragia
por compresión venosa o incrementar el daño del vaso lesionado. La cavidad pleural
puede albergar 2500 ml de sangre. La peritoneal 2000 ml, una fractura grave de pelvis
2500 ml, una de fémur mil a 1500, una fractura de tibia y peroné 500, humero 300, cada
costilla 100ml.

Acceso al sistema venoso. Primera vía: se recomienda colocar en el sistema de la cava


superior cuando la lesión se encuentre por debajo de la tetilla y en el sistema de la cava
inferior cuando la lesión sea por encima. Utilizar catéteres cortos y gruesos calibre 14 o
mayores.
Preferir la región antebraquial la safena o la colocación de un introductor en la vena
femoral con la técnica de Seldinger. Postergar la colocación de vías centrales para medir
presión venosa central para el momento en que el paciente sea adecuadamente
reanimado.
Comenzar la rápida infusión de líquidos para reestablecer el volumen circulante.
Obtener muestras de sangre para determinaciones basales de laboratorio.

Numero de vías: las suficientes como para restaurar el volumen circulante en pocos
minutos. Recordar que un catéter 14G colocado en la región antebraquial y presurizado
a 300 mmHg tiene un flujo de infusión para la solución salina de casi 500ml/min y un
catéter 8.5 Fr colocado en la vena femoral de aproximadamente 1000ml/min.

DETERMINACION DEL ESTADO NERUOLOGICO.

Efectuar una rápida evaluación neurológica. El estado de consciencia puede dividirse en


4 niveles.alerta, responde a estímulos vocales, responde a estímulos dolorosos, no
responde a ningún estimulo. Tratar de determinar la Escala de Glasgow lo mas
precozmente posible.

EXPOSICION CORPORAL COMPLETA DEL PACIENTE


El paciente debe estar totalmente desnudo para su evaluación completa, pero debe
evitarse por todos los medios la hipotermia.

CONTROL DE LOS SISTEMAS DE APOYO PARA LA VIDA

Tener en cuenta tres variables: la PaO2, El volumen minuto y la magnitud de la


hemorragia.

Seguridad de una buena ventilación

Una vez asegurada la permeabilidad de la vía aérea efectuar el seguimiento periódico


con gases en sangre. Mantener al paciente con una PaO2 de 100 mmHg y una PaCO2
dentro de limites normales.
RESTAURACION DEL VOLUMEN VASCULAR

Clasificar la hemorragia y recordar que la volemia normal de un adulto es de 70 ml/kg


de peso y la del niño de 80 90 ml/kg.
Clase 1: perdida de hasta 15% de la volemia
Clase2: perdida de 15 a 30% de la volemia
Clase 3: perdida de 30 a 40% de la volemia
Clase 4: perdida e mas del 40% de la volemia.

Recordar que en el choque hipovolémico traumático se asocia como elemento propio la


presencia de edema en tejidos blandos lesionados, comenzar la reposición de volumen
con solución salina isotónica. La solución fisiológica puede producir acidosis
hipercloremica por exceso de cloro en su composición. . comenzar con 2000 ml de
cristaloides ( niños 20ml /kg) lo mas rápidamente posible y evaluar la necesidad de
reposición ulterior de acuerdo con las siguientes reacciones:

rápida. Responde rápidamente y permanece estable significa perdidas menores de 20%


de la volemia.
Transitoria. Una respuesta inicial rápida y la aparición de signos de hipoperfusion
significan perdidas de entre el 20 y 40% de la volemia. Hay indicación de reposición de
sangre y valoración por un cirujano.
Minima o nula. Significa hemorragia exasanguinante mayor al 40% de la volemia.

MANTENIMIENTO DEL CONTENIDO ADECUADO DE HEMOGLOBINA EN


LIQUIDO CIRCULANTE

Una vez compensada la reposición con cristaloides debe efectuarse lo mas rápidamente
posible la administración de la sangre. Las pruebas de compatibilizacion pueden tardar
hasta 60 min. Decidir si se puede esperar este tiempo para administrar el isogrupo y el
factor correspondiente. Si esto no es posible, utilizar sangre del grupo O negativo
especialmente cuando existe riesgo de sensibilización futura.
Las determinaciones de TPT, TP y plaquetas permitirán efectuar el diagnostico
diferencial de los trastornos de la coagulación vinculados con la reposición de sangre.
Con menos de 10 unidades de sangre transfundida, rara vez esta indicada la
administración de plaquetas y plasma fresco congelado.
Cuando el paciente ha recibido por lo menos 80 ml/kg de líquidos es común que
presente hemodilusion con descenso de los factores de la coagulación y de las plaquetas.
El mejor método de seguimiento para evaluar la reposición de volumen es la
determinación de del déficit de base. Se considera DB leve si es mayor de -6 y
moderado si es de -6 a -10, grave si es menor de -10.

EVALUACION GASTRICA

Colocar sonda nasogastrica, solo si hay contraindicaciones colocar orogastrica.


Sonda vesical, permite detectar hematuria y monitorear la diuresis, en traumatismos
perineales o pélvicos con sospecha de lesión de uretra refectuar uretrocistografia
retrograda antes de decidid la conducta a seguir.
SEGUNDO EXAMEN

Realizar examen semiológico completo minucioso y sucesivo del paciente desde la


cabeza hasta los pies.

CABEZA Y CARA
Investigar lesiones externas. Examinar cuidadosamente la caja craneana en busca de
zonas posibles de fractura con depresión, evaluar los ojos investigando tamaño pupilar,
fondo de ojo en busca de hemorragias, dislocación del cristalino, hemorragias
conjuntivales y cualquier herida penetrante.
Traumatismo maxilofacial. Investigar la presencia de asimetrías o deformidades,
realizar la palpación de superficies óseas de los huesos de la cara para detectar
crepitación.

CUELLO Y COLUMNA CERVICAL

La presencia de contracturas musculares cervicales o dolor espontáneo a la palpación


debe alertar al operador hacia el diagnostico de traumatismo vertebral. Extremar estas
medidas y considerar que se esta ante una lesión de columna cervical en tanto se
descarta radiologicamente. La ausencia de dolor en pacientes no lucidos o de signos
neurológicos no descarta este tipo de traumatismo. Por el contrario la aparición de
signos neurológicos puede indicar tratamiento inicial incorrecto de la cabeza y del
cuello del paciente. La placa radiográfica de columna cervical con visualización de las 7
vértebras cervicales, no permite descartar la presencia de lesiones.
Buscar heridas penetrantes, equimosis, hematomas, desviación traqueal, distensión de
venas del cuello, etc.
Palpar el cuello para confirmar la posición traqueal y poner en evidencia enfisema
subcutáneo, fremitos respiratorios y otros trastornos. Auscultar para detectar
obstrucciones parciales de vías aéreas superiores. En caso de heridas penetrantes que
sobrepasan en profundidad el nivel del músculo cutáneo del cuello la exploración debe
hacerse en el ambiente y por equipo quirúrgico.

TORAX

Obtener radiografía de tórax si es posible en posición erguida, esta contraindicada si se


sospecha fractura de columna, inestabilidad hemodinámica o fractura de pelvis. Evaluar
los debitos de drenajes pleurales. Si el paciente presenta mas de 500 ml por hr en la
primera hora o mas de 200 ml por hora durante 4 horas seguidas puede ser indicación de
cirugía.

ABDOMEN

Si el paciente presenta signos clínicos de compromiso abdominal (peritonitis) debe ser


transportado al quirófano sin efectuar otro tipo de estudios. Cuando el paciente presenta
signos equívocos o poco confiables debe ser transportado para estudios diagnósticos por
imagen, o se llevara a cabo un procedimiento diagnostico a fin de descartar la presencia
de liquido en la cavidad abdominal

Efectuar lavado peritoneal o ecografía abdominal si se sospecha de lesión


intraabdominal en contusiones por la modalidad traumática o por el examen clínico, así
como pacientes deprimidos por TCE o por consumo de drogas o alcohol. También
cuando existan antecedentes de:

o lesión súbita por desaceleración


o lesión de partes blandas en los flancos
o Presencia de hematuria microscopica o macroscopica
o Fracturas de costillas inferiores o de vertebras lumbares superiores
o Masa abdominal o en flanco.
o Choque consecutivo a traumatismo abdominal cerrado

La ecografía abdominal en el departamento de urgencias tiene gran efectividad para


detectar liquido libre en la cavidad abdominal, pleural y en pericardio.
Cuando el paciente se encuentre estable hemodinamicamente puede ser trasladado para
efectuar la TAC. Es muy útil para el diagnostico de lesiones retroperitoneales.
En pacientes estables hemodinamicamente la laparoscopia permite evaluar la cavidad
abdominal y en particular las cúpulas diafragmáticas, pero permite la evaluación del
retroperitoneo. Es importante enfatizar una vez mas que tanto la TAC como la
Laparoscopia están absolutamente contraindicadas cuando el paciente se encuentra
inestables dentro del punto de vista hemodinamico.

ABDOMEN Y PERINEO
Evaluar la existencia de fractura pélvica mediante dos maniobras: compresión
transversal centrípeta y hacia el plano posterior de las crestas iliacas y palpación de la
sínfisis del pubis. Solicitar radiografía panorámica de pelvis. El paciente con fractura
pélvica grave no debe ser movilizado innecesariamente, ya que estas maniobras
inapropiadas pueden incrementar el sangrado. Es muy importante la fijación pélvica
precoz, ya sea mediante un pantalón neumático o por fijadores externos que permitirían
la estabilización, no solo mecánica sino también hemodinámica.
Debe recordarse que 60% de los pacientes con fracturas pélvicas fallece de hemorragia,
y que de las hemorragias pélvicas 85% tienen origen venoso y por lo general responden
a la fijación externa, pero el restante 15% tiene origen arterial y es imprescindible
efectuar angiografía con embolizacion de los vasos pélvicos sangrantes lo mas
precozmente posible.
Examen perineal. Se lleva a cabo minuciosamente. La inspección dará a conocer
hematomas y equimosis. Antes de colocar la sonda vesical, realizar siempre tacto rectal.
Sospechar lesiones uretrales en las siguientes situaciones:
o Sangre en el meato uretral.
o Extravasación de sangre u orina perineal, escrotal o peniana
o Próstata alta en el examen rectal
o Retención urinaria
o Traumatismo perineal
o Fractura pélvica
o Caída a horcajadas
Recordar que 40% de las lesiones uretrales son incompletas cuando se presentan
inicialmente. La colocación inadecuada de una sonda vesical puede: 1) Convertir una
lesión incompleta en completa; 2) provocar hemorragia en el lecho prostático; 3)
Contaminar un hematoma pélvico previamente estéril.
Las lesiones de la uretra pueden ser anteriores o posteriores. Las roturas vesicales
pueden ser intraperitoneales o extraperitoneales. Entre 50% y 80% de las roturas
vesicales secundarias a fracturas pélvicas son extraperitoneales. Sospechar lesión
vesical siempre que exista: 1) Fractura pélvica; 2) traumatismo de hemiabdomen
inferior, ya sea penetrante o cerrado; 3) retención urinaria; 4) hematuria microscópica.
Examen rectal. Investigar: 1) la presencia de sangre en la luz intestinal; 2) elevación de
la próstata a la palpación; 3) la presencia de fracturas pélvicas; 4)la integridad de la
pared rectal; 5) el estado del tono esfinteriano y de la sensibilidad rectal (muy
importante en caso de pacientes con lesiones medulares para saber si se trata de una
lesión completa o incompleta).
Examen ginecológico.
Efectuar el examen ginecológico para descartar la presencia de lesiones vaginales
asociadas, ya que pueden ser la puerta de entrada de infección grave.
Examen neurológico
Llevar a cabo evaluación neurológica completa, que incluya no solo la evaluación
sensitiva y motora de las extremidades, sino también la reevaluación del nivel de
conciencia y del estado pupilar. Para la evaluación del nivel de conciencia se utilizara la
escala de Glasgow. Consignar la “mejor respuesta motora” para dicha escala y la “peor
respuesta motora” como evidencia de foco motor. La evidencia de paresias o parálisis
sugiere la existencia de importantes lesiones encefálicas, medulares o del sistema
nervioso periférico. Inmovilizar correctamente al paciente con tabla larga y con collares
tipo Philadelphia. Solicitar consulta temprana con el neurocirujano, sobre todo si hay
pruebas de progresión del estado neurológico.
Aparato locomotor.
Realizar un cuidadoso examen de los miembros en búsqueda de contusiones o
deformidades. Palpar y girar cuidadosamente los miembros en busca de dolor,
crepitación o movilidad anormal (ayuda a identificar las fracturas que han mantenido su
alineamiento). Investigar cuidadosamente los pulsos de los miembros (antes, durante y
después de cualquier movilización), y tomar nota de cualquier anormalidad de los
mismos, junto con las neurológicas.
Dorso
Realizar revisión adecuada del dorso del paciente, movilizándolo en bloque y
manteniendo la cabeza y el cuello en posición neutra para evitar que pasen inadvertidas
las lesiones.
Clasificación de pacientes traumatizados
Luego de completado el segundo examen, efectuar una nueva clasificación del paciente
mediante un indicador de lesiones, el “ISS” (Índice de Severidad Lesional). La
combinación del TSRe (TSR modificado por los factores de corrección) y el ISS
(denominados metodología TRISS) permite determinar la probabilidad de sobrevida
(Ps) de utilidad para el paciente, y en particular para la evaluación de series de pacientes
y de control de calidad en la atención (detección de errores y muertes prevenibles).
Traslado al servicio de diagnostico por imagen
Una vez que el paciente ha sido estabilizado en el área de admisión donde se han
efectuado las tres radiografías iniciales (lateral de columna cervical, de tórax y de
pelvis) con equipo portátil, y solo si se encuentra estable hemodinamicamente, el sujeto
deberá ser trasladado para efectuar los métodos de diagnostico necesarios como la TAC,
la RMN, la angiografía (de aorta, de pelvis, etc.) y en ocasiones las embolias, en caso de
lesiones pélvicas arteriales sangrantes.
La prioridad de que estudio se efectuara primero dependerá de si el paciente se
encuentra alerta o en coma. Es muy importante que uno o mas miembros del equipo
tratante acompañen al paciente a diagnostico por imagen para optimizar el interés de los
mismos.
Tratamiento definitivo
Se refiere al tratamiento especifico, y en principio definitivo, de cada uno de los
sectores del organismo (sistema nervioso, tórax, abdomen, miembros, etc.), cuyo
manejo estará a cargo de los especialistas respectivos (neurocirujano, cirujano toráxico,
cirujano general, traumatólogo, etc.).
Al llegar a esta etapa, el paciente debe estar estabilizado o con los sistemas vitales
controlados y con una evaluación diagnostica lo mas adecuada y completa posible.
Efectuar, además, profilaxis antitetánica y antibiótica de acuerdo con las
recomendaciones del American College of Súrgenos y de las Trauma Practice
Guidelines de la Eastern Association for the Surgery of Trauma.
El tratamiento adecuado del paciente traumatizado solo puede llevarse a cabo por un
equipo interdisciplinario entrenado, con normatizacion científicamente reconocida y en
un medio adecuado a la gravedad de la patología del paciente.
PROCEDIMIENTO DE INTERCONSULTA

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