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Tributos a la propiedad inmobiliaria en Argentina:

Radiografía de un federalismo fiscal inconcluso1

Catalina Molinatti
Docente en el Lincoln Institute of Land Policy

Resumen: Este trabajo se propone contribuir a la comprensión de la estructura de la imposición sobre


la propiedad inmobiliaria en la Argentina desde la perspectiva del federalismo fiscal. En primer lugar,
se analiza la configuración legal del sistema tributario argentino a partir de las competencias
normativas sobre la propiedad inmobiliaria de las tres jurisdicciones de la federación (nación,
provincias y municipios) surgidas de un largo proceso de distribución del poder tributario, aún
inconcluso. En segundo lugar, se analiza el ejercicio de estas competencias normativas en la
actualidad, la heterogeneidad de tributos aplicados, así como la captación de recursos en esta materia
entre 1997 y 2007. Finalmente se discuten de manera preliminar algunos interrogantes sobre el reparto
de la soberanía tributaria sobre la propiedad inmobiliaria entre las tres jurisdicciones y la posibilidad
de fortalecer un impuesto inmobiliario municipal como fuente genuina de recursos locales.

Palabras clave: tributos inmobiliarios - federalismo fiscal - financiamiento municipal

1. INTRODUCCIÓN
Es ampliamente reconocido que los impuestos a la propiedad inmobiliaria se ajustan mejor al uso local
que otras formas principales de tributación, los que con una buena administración tienen un gran
potencial para financiar las ciudades y fortalecer las autonomías locales (Dillinger, 1991; McCluskey,
2001; De Cesare, 2004). En particular, la teoría económica del federalismo fiscal prescribe que los
impuestos locales sean de fácil administración local, se apliquen a los residentes locales y no generen
problemas de armonización o competencia entre los gobiernos locales o entre los gobiernos
subnacionales y el gobierno nacional. Entre todas las fuentes impositivas el impuesto a la propiedad
inmobiliaria es el que mejor cumple estas condiciones. La base gravable (especialmente el valor de la
tierra) refleja, a su vez, las inversiones públicas que realizan los gobiernos locales favoreciendo, así,
una mayor correspondencia entre el tipo de gasto y el incremento de la base tributaria (Bird, 2003;
Bird & Slack, 2003; McClusckey, 2001; De Cesare, 2004; Morales, 2004).

En los hechos, la mayoría de los países del mundo utiliza alguna forma de impuesto a la propiedad
inmobiliaria como parte de su sistema fiscal, siendo en general establecidos en la esfera municipal
(Fischer, 1981; Paugam, 1999 citados en McCluskey, 2001). En el contexto Americano, Estados
Unidos y Canadá recaudan impuestos a la propiedad inmobiliaria por valores cercanos a 3 y 4% de sus
respectivos Productos Internos Brutos (Morales, 2004). De igual forma, la tributación a la propiedad

1
Este trabajo es una versión reducida, corregida y actualizada de la ponencia presentada en las 41° Jornadas Internacionales
de Finanzas Públicas organizadas por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Córdoba, 17 y 19
de septiembre de 2008. Agradezco al Lincoln Institute of Land Policy su apoyo para la investigación y a Carlos Morales
Schechinger y Claudia de Cesare los comentarios a las primeras versiones de la misma.
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ocupa un lugar importante en la agenda política de los países en desarrollo (Bahl, 1998 citado en
McCluskey, 2001). En América Latina “el impuesto ha sido implementado en la gran mayoría de los
países, siendo El Salvador un de los raros casos dónde no hay impuesto predial.” (De Cesare, 2004).
Sin embargo, este recurso no ha sido suficientemente explotado en América Latina. El esfuerzo fiscal,
en cuanto tributos inmobiliarios, de los países latinoamericanos sólo ha oscilado en promedio entre
0,48 y 0,68%, entre los años 1990 y 2000 (Morales, 2004).

En Argentina el esfuerzo fiscal presenta valores entre 0,70% y 0,52% entre los años 1997 y 2007,
aunque este esfuerzo fiscal está compartido entre los municipios, las provincias y la Nación, de
manera extraordinaria.

En general, los trabajos que analizan los tributos inmobiliarios aplicados en Argentina se suelen referir
a tres modelos diferentes. Por un lado, se suele señalar que la competencia tributaria inmobiliaria es de
jurisdicción provincial, salvo contadas excepciones (Clichevsky, 2001). En otros casos, se afirma que
los municipios sólo tienen competencia para recaudar tasas por servicios, no impuestos a la propiedad
inmobiliaria (ABA, 2001). También, se afirma que tanto municipios como provincias tienen poder
pleno para determinar la base, establecer las tasas y para administrar el impuesto, ocurriendo lo mismo
con el impuesto nacional sobre los bienes personales, que incluye a la propiedad inmobiliaria entre
estos bienes (Rezk, 2003).

Observando más en detalle, se presentan diversas situaciones, dependiendo de la provincia o


municipio que estemos analizando. Es decir, la tributación sobre la propiedad inmobiliaria en
Argentina muestra tanto una alta heterogeneidad vertical (entre los tres niveles de gobierno de la
federación) como una alta heterogeneidad horizontal entre la ciudad Autónoma de Buenos Aires, las
23 jurisdicciones provinciales, y al interior de éstas, entre los municipios facultados para ejercer su
autonomía. Revisemos el contexto legal y el desempeño de estos impuestos a los fines de estimar la
situación actual del impuesto a la propiedad inmobiliaria como componente del federalismo fiscal.

2. PODER TRIBUTARIO ORIGINARIO Y DELEGADO


En el proceso de distribución del poder tributario entre la Nación, las provincias y los municipios se
pueden distinguir dos momentos principales. El primero, tiene como referencia histórica la
Constitución de 1853-1860, cuando las provincias, si bien delegan facultades tributarias en la Nación,
se reservan para sí las contribuciones directas – entre las que se encontraba la contribución territorial.
Un segundo momento tiene por referente la sanción de la Constitución de 1994, la cual incluyó de
manera expresa la autonomía municipal, así como la posibilidad del ejercicio de la facultad impositiva
por parte de los municipios.

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2.1. Antecedentes

Con la sanción de la Constitución de la entonces Confederación Argentina, aprobada el 1° de mayo de


1853 en el Artículo 64 se deslindaron atribuciones impositivas entre la Nación y las Provincias
estableciendo que al Congreso Nacional le correspondería: “1) Legislar sobre las aduanas exteriores,
y establecer los derechos de importación y exportación que han de satisfacerse en ellas. 2) Imponer
contribuciones directas por tiempo determinado y proporcionalmente iguales en todo el territorio de
la Confederación, siempre que la defensa, seguridad común y bien general del Estado lo exijan”. Las
"contribuciones directas" comprendían a las patentes y a la contribución territorial (Benegas Lynch,
2001:31).

La “contribución directa” es uno de los antecedentes más antiguos de un impuesto a la renta y fue
creada poco después de la independencia de 1816. El gravamen fue definido originalmente como un
impuesto al capital, aunque tuvo escaso rendimiento debido a los pocos contribuyentes que lo
declaraban y a las subdeclaraciones (Benegas Lynch, 2001:15).

Luego, el mismo Congreso Constituyente de 1853 creó la “contribución territorial” que "sometía a
toda propiedad territorial urbana, rural o enfitéutica, enajenable, comprendida dentro del territorio de
la Confederación a una contribución anual de 4 o/oo de su valor" (Benegas Lynch, 2001:32). Hacia el
final de 1890, la contribución directa territorial constituía el mayor ingreso de la Provincia de Buenos
Aires (Benegas Lynch, 2001:33 y 39).

Sin embargo, se considera que la conceptualización de un impuesto a la propiedad inmueble como tal
recién ocurre en 1905, cuando se crea el llamado “impuesto a las sucesiones” (en realidad impuesto a
la transmisión gratuita de bienes). Benegas Lynch señala que este impuesto inició la vigencia del
principio de progresividad en función de la riqueza, por primera vez en la historia tributaria argentina
(Benegas Lynch, 2001:47-48). En la actualidad sólo son alcanzadas impositivamente algunas
transferencias de dominio a título oneroso (Ciarlo & San Martín, 2002:100).

Otro antecedente relevante para el tema estudiado ocurre en 1911, durante la presidencia de Roque
Sáenz Peña, cuando el gobierno envió el primer proyecto de “impuesto al mayor valor de las
propiedades inmuebles” (situadas en la Capital y los territorios nacionales), el que fue fuertemente
resistido por los grandes propietarios y no se logró su aprobación. La definición de este impuesto
consideraba a este mayor valor un producto de la colectividad, ajeno a la actividad de sus dueños. Este
gravamen hubiese recaído sobre la diferencia entre los dos extremos de un período determinado,
restado el valor atribuible a las mejoras introducidas por el propietario. El proyecto fue reintroducido
en el Congreso en 1913 y 1923. En esta última ocasión sólo recibió media sanción de la Cámara de
Diputados (Benegas Lynch, 2001:50).

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Con posterioridad, en las estadísticas de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) se


puede apreciar que el gobierno nacional percibió en dos ocasiones, entre 1950 y 1956 y entre 1967 y
1980, impuestos específicos sobre los bienes raíces. Los mismos en 1950 llegaron a representar 77%
de los impuestos a la propiedad2. Posteriormente, los impuestos a la propiedad fueron adoptando
diversas modalidades hasta las vigentes en la actualidad.

2.2. Distribución actual de potestades tributarias sobre la propiedad inmobiliaria

En la actualidad, la Constitución Nacional de 1994, en materia tributaria, establece para los tres
niveles de gobierno:

a) La Nación tiene facultad exclusiva sobre los tributos al comercio exterior, facultad concurrente
con las provincias sobre las contribuciones indirectas y facultad para aplicar contribuciones
directas sólo por tiempo determinado, cuando la defensa, seguridad común y bien general lo exijan
(es decir, situaciones de emergencia) (inc. 1 y 2 del Artículo 75°).

b) Las provincias poseen poderes tributarios originarios, potestad sobre las contribuciones directas y
facultad concurrente con la Nación sobre los impuestos indirectos, no pudiendo ejercer el poder
delegado a la Nación (Artículo 75° y 126°).

c) Los municipios no poseen potestades impositivas originarias, pero desde 1994 la Constitución
Nacional incorporó la autonomía municipal, debiendo las provincias fijar su alcance en materia
económica – financiera (Artículo 123°).

En primer lugar, aunque el gobierno nacional sólo tiene facultad tributaria excepcional sobre las
contribuciones directas, entre las que se encuentran los impuestos a la propiedad inmobiliaria, ha
invocado sucesivamente el inciso 2 del Artículo 75 de la Constitución Nacional prorrogando esta
excepcionalidad. La última prórroga estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2009 (Art. 2º - Ley
26.072/06). De tal forma, dos impuestos principales de jurisdicción nacional gravan actualmente a la
propiedad inmobiliaria: el impuesto a los bienes personales y el impuesto a la transferencia de
inmuebles, entre otros de mucha menor importancia.

El impuesto a los bienes personales (Ley 23.966/91 y modificatorias) grava el valor total de
inmuebles y otros bienes reales. Este tributo está definido como un impuesto personal (toma en cuenta
consideraciones relativas al contribuyente), además es un impuesto directo (afecta manifestaciones
directas de la capacidad contributiva), es periódico (las obligaciones se renuevan periódicamente,
debiendo determinarse y abonarse una vez en cada período fiscal), es progresivo (concurren un

2
AFIP (2000) "Cuadro Recaudación según la Materia Gravada: Impuestos sobre la propiedad, años 1932 a 2000", Anuario
de Estadísticas Tributarias, Administración Federal de Ingresos Públicos.

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mínimo no imponible y las alícuotas tienen una progresión por grupos de base imponible)3. El
gobierno nacional también aplica un impuesto a la transferencia de inmuebles de personas físicas y
sucesiones indivisas (Ley 23.905/91) el que alcanza las transferencias de dominio de inmuebles a
título oneroso (venta, permuta, cambio, dación en pago, aporte a sociedades y todo acto de
disposición, excepto la expropiación). La recaudación de este tributo es de poca relevancia y con
elevada evasión provocada por la subdeclaración de la valuación de los inmuebles transferidos y por el
uso excesivo de la opción de compra de vivienda única, la cual está exenta (Ciarlo & San Martín,
2002:100).

En segundo lugar, las provincias aplican impuestos inmobiliarios mediante el ejercicio de su potestad
tributaria sobre las contribuciones directas. La legislación y la estructura del impuesto son, en general,
similares en todas las provincias. Este impuesto recae sobre los inmuebles urbanos, suburbanos y
rurales. Es un impuesto permanente, anual, subdividido en pagos periódicos. La base imponible está
constituida por la valuación de la tierra y las mejoras. La obligación fiscal es asumida por los titulares
de dominio, previéndose exenciones subjetivas y objetivas. Las alícuotas son por lo general
progresivas (Santiere et al., 2000:110; Resk, 2002).

En tercer lugar, los tributos municipales son aplicados según las competencias legales que las
provincias les otorgan a los municipios, la cual algunas veces es compartida. Los tipos de tributos
aplicados por los municipios son diversos, tanto entre provincias como al interior de cada una de ellas;
lo cual se manifiesta tanto en las denominaciones como bases gravadas. Estas situaciones que se
profundizan en las secciones siguientes a la luz de los debates sobre la autonomía municipal,
consagrada en la reforma constitucional de 1994.

2.3. Autonomías y facultades tributarias municipales

Otro momento relevante para la distribución de competencias tributarias está dado con la sanción de la
Constitución Nacional de 1994. En particular a partir de la inclusión expresa de la autonomía para el
régimen municipal, la cual es una cuestión relevante para el ejercicio de la soberanía tributaria.

Tanto en términos jurídicos como territoriales no existe una definición única de municipio.
Dependiendo de lo establecido por las Constituciones Provinciales y Leyes Orgánicas Municipales
pueden ser municipios aglomeraciones de población con tamaños que varían entre 500 y 10.000
habitantes. En la actualidad, forman parte de la jurisdicción municipal 2.198 Gobiernos Locales, de los
cuales 1.144 son considerados municipios y el resto, según las provincias, comunas, comunas rurales,

3
Desde el año 2008 se estableció un mínimo no imponible de $305.000 y 4 alícuotas: de 0,5% para un valor total de bienes
hasta $750.000, 0,75% hasta $2.000.0000, 1% hasta $5.000.000 y 1,25% para un total de bienes superior a $5.000.000 (Ley
N° 26.317/07).

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juntas de gobierno, juntas vecinales, comisiones municipales, comisiones de fomento o delegaciones


comunales (INDEC, 2001).

En cuanto a su entidad política, el tema de la autonomía municipal ha sido uno de los temas de mayor
controversia durante casi un siglo y medio. Para algunos, los municipios eran entidades autárquicas, es
decir entidades con gobierno propio, pero regidos por normas del nivel superior – en este caso los
gobiernos provinciales. Para otros, eran entidades políticas autónomas, es decir con capacidad de
regirse por normas propias (ver por ejemplo Ábalos, 2003, Sabsay et al., 2002).

Luego, la evolución de la jurisprudencia y el derecho público condujeron a que en el año 1994, la


nueva Constitución Nacional formalizara el reconocimiento de la autonomía municipal en su Artículo
123: “Cada provincia dicta su propia constitución, conforme a lo dispuesto por el art. 5° asegurando
la autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el orden institucional, político,
administrativo, económico y financiero.”4 Además, la misma reforma constitucional de 1994 declaró
la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires, la que dictó su propia constitución en el año 1996.

Por su importancia para el ejercicio del principio de legalidad tributaria sobre la propiedad
inmobiliaria, se analizan a continuación los órdenes institucional y financiero de la autonomía
municipal, en las Constituciones y Leyes Orgánicas Municipales vigentes de las provincias.

a) Competencias normativas delegadas a los municipios

El reconocimiento de la autonomía municipal por parte de la Constitución Nacional ha sido incluido


en las Constituciones Provinciales en diferentes momentos y formas. En la actualidad la autonomía
institucional ya está contemplada en las constituciones de 20 provincias, además de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. Los casos más recientes ocurrieron con las reformas constitucionales de
Tucumán y Entre Ríos. La provincia de Tucumán consagró la autonomía municipal en el año 2006,
aunque los municipios no podrán ejercerla hasta su reglamentación por ley provincial, aún no
aprobada. La provincia de Entre Ríos contempló la autonomía municipal, en la reforma constitucional
del año 2008, para los municipios con más de 10.000 habitantes, los que ya están organizando
convenciones municipales para dictar sus propias cartas orgánicas.

4
Los órdenes de la autonomía municipal enumerados en la Constitución Nacional, significan: a) Institucional: posibilidad de
regirse por las propias Cargas Orgánicas Municipales, dictadas por convenciones constituyentes municipales, en vez de las
Leyes Orgánicas Municipales de orden provincial; b) Político: facultad de organizar su forma de gobierno y elegir y destituir
a sus propias autoridades municipales sin intervención de niveles superiores de gobierno (aunque la mayoría de las
constituciones provinciales se reservan para las legislaturas provinciales la posibilidad de intervenir en casos de disolución de
los poderes del gobierno); c) Administrativo: posibilidad de llevar adelante la administración local (prestación de servicios,
poder de policía, obras públicas, etc.) sin interferencia de autoridad de otro orden de gobierno; d) Económico: facultad de
gerenciar el gasto público; e) Financiero: facultad de creación e imposición de tributos, entre ellos los impuestos (ver por
ejemplo Ábalos, 2003; Sabsay, et al., 2002; Hernández, 1997).

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En general, los municipios pueden ejercer la autonomía institucional según el tamaño de sus
poblaciones, lo cual es muy variable, desde 1.000 habitantes como en Corrientes y Santa Cruz hasta
30.000 habitantes en San Juan; o pueden ser autónomos los municipios con más de 1.000 electores
como es el caso de la provincia de Chubut. En la provincia de Formosa los municipios (centros
poblados con más de 1.000 habitantes) pueden dictarse sus propias Cartas Orgánicas con la condición
de haber aprobado un Plan Regulador (Constituciones de la provincia de Formosa de 1991 y 2003).

En la actualidad poco más de 130 municipios ya han dictado sus cartas orgánicas. No obstante, una
vez reglamentada la constitución de Tucumán, estarían en condiciones de ejercer la autonomía
institucional – ya sea plena o condicionada5 – 332 municipios (29%) de 20 provincias, en los que
vivían, en 2001, 13.972.980 habitantes, es decir 39% del total del país. (Ver Anexo I)

1986

1998
1991

2006 1994 1958


1988
1997
2007
1998
1962
1986
1987
2008
1987

1916

1994
1994

1957

1988

1994

AUTONOMÍA MUNICIPAL

1994 Autonomía Plena

Autonomía condicionada

Autonomía Semiplena

1991

Fuente: Constituciones Provinciales según fechas de definición


del régimen municipal vigente.

5
La autonomía institucional es plena cuando los municipios dictan sus propias cartas orgánicas por sí mismos; la autonomía
institucional es condicionada o restringida cuando las cartas orgánicas, y en algunos casos sus reformas, requieren la
aprobación de la Legislatura Provincial; y, los municipios no tienen autonomía institucional o la autonomía es semiplena o
relativa cuando los municipios deben regirse por ley provincial, en vez de sus propias cartas orgánicas (Ábalos, 2003).

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Finalmente, no está reconocida la autonomía institucional, o los municipios tienen autonomía


semiplena, en las provincias de Buenos Aires, Mendoza y Santa Fe. Si bien la Constitución de la
provincia de Buenos Aires fue reformada en 1994, ésta no contempló la autonomía municipal. En este
grupo también se incluye a la provincia de La Pampa cuya Constitución si bien declaró la autonomía
política, administrativa, económica, financiera e institucional para los municipios con más de 500
habitantes, los municipios deben aún regirse "de conformidad a las prescripciones de esta
Constitución y de la Ley Orgánica" las que son de jurisdicción provincial (Artículo 115 de la
Constitución de la Provincia de La Pampa, 1994), lo cual además es hoy objeto de debate.

b) Facultades tributarias municipales en materia de propiedad inmobiliaria

Las distintas provincias han otorgado a sus municipios diferentes facultades tributarias. Algunas
provincias han otorgado facultad impositiva expresa sobre la propiedad inmobiliaria, otras en cambio
han otorgado facultades impositivas amplias, sin mención de los impuestos inmobiliarios y otras sólo
reconocen a sus municipios la facultad de recaudar tasas o contribuciones retributivas por los servicios
brindados a la propiedad inmobiliaria.

En primer lugar, los municipios han sido facultados constitucionalmente para recaudar impuestos
sobre la propiedad inmobiliaria, en las provincias de Chaco, Corrientes, Formosa, Misiones,
Neuquén, Río Negro y Santa Cruz; y mediante las respectivas Leyes Orgánicas Municipales en las
provincias de Chubut, Santiago del Estero y Tierra del Fuego. En todas estas provincias los municipios
tienen reconocida la autonomía institucional, ya sea de manera plena o condicionada. Como caso
reciente, la nueva Constitución de la provincia de Corrientes de 2007 incluyó como recurso municipal
propio, en el Artículo 229, al "impuesto inmobiliario urbano y suburbano o subrural" sustituyendo el
Artículo 164 de la Constitución de 1993 en el cual a los municipios sólo les correspondía la
"participación en el impuesto inmobiliario [provincial] que se percibe en su jurisdicción, en la
proporción que determine la ley hasta un 50% de dicho impuesto.".

En segundo lugar, otras provincias reconocen a los municipios facultades impositivas genéricas,
aunque el alcance de ésta sobre diferentes objetos de imposición es a veces difuso y ambiguo. En esta
situación se encuentran los municipios con autonomía institucional plena de las provincias de,
Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, San Juan y Tucumán y los municipios no autónomos o con autonomía
semiplena de las provincias de Buenos Aires y Santa Fe.

En la mayoría de la legislación de estas provincias encontramos que los municipios tienen reconocido
un amplio espectro de tributos de jurisdicción propia. Por ejemplo en la Constitución de la provincia
de Córdoba (1987/2001) se reconoce como recursos municipales a los: "impuestos municipales [...]
precios públicos municipales, tasas, derechos, patentes, contribuciones por mejoras, multas y todo
ingreso de capital originado por actos de disposición, administración o explotación de patrimonio.".

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No obstante, esta amplitud de facultades tributarias no se ha traducido en una jurisdicción municipal


exclusiva sobre los impuestos a la propiedad inmobiliaria en ninguna de estas provincias. Como
denominador común los impuestos a la propiedad inmobiliaria son de jurisdicción provincial mientras
que los municipios recaudan tasas o contribuciones sobre la propiedad inmobiliaria. Veremos en las
secciones siguientes que en algunos casos la definición de estas tasas o contribuciones son muy
similares a las de un impuesto, lo que en algunos casos genera controversias relacionadas a una doble
tributación.

En tercer lugar, no reconocen, expresamente, facultades para recaudar impuestos a sus municipios las
Constituciones de las provincias de Catamarca, La Pampa, La Rioja, Mendoza y San Luis. En estos
casos corresponde a los municipios la recaudación de tasas retributivas por servicios prestados.

En la provincia de La Pampa la Constitución (1994) condiciona los recursos municipales de la


siguiente manera: "El tesoro de los municipios estará formado por el producto de las tasas
retributivas de servicios". La Constitución de la provincia de San Luis (1987) no sólo delimita
expresamente como recursos del municipio a "las tasas por los servicios que presta, patentes y
contribuciones locales"; sino que además, esto es acotado aún más por la Ley Orgánica Municipal que
establece que los ingresos generados por las tasas deben "ser depositados en una cuenta especial que
en ningún caso podrá ser afectada a otros destinos.".

Curiosamente, la Constitución de Catamarca (1988) si bien no faculta a los municipios a recaudar


impuestos inmobiliarios, sí los faculta para recaudar "impuestos permanentes o transitorios que se
crearen especialmente sobre las industrias y profesiones ejercidas en su jurisdicción". Esto resulta
curioso porque estos impuestos son contribuciones indirectas, ya compartidas por la Nación y la
provincia, lo cual ofrece problemas de armonización fiscal y diversas desventajas para ser gravados
localmente. Por ejemplo, se presenta la dificultad de establecer una correspondencia clara entre los
servicios brindados y el aumento de la base gravada, dado que el desempeño de estas actividades
depende de políticas macroeconómicas que exceden el ámbito de competencia de un gobierno local.

3. ¿QUÉ OCURRE EN LOS HECHOS?


En Argentina, recaudan impuestos a la propiedad inmobiliaria los tres niveles en que se organiza el
Estado federal: el Estado Nacional, las 23 provincias y la ciudad Autónoma de Buenos Aires y algunas
entidades de gobierno de jurisdicción municipal.6

6
El dato referido a la ciudad de Buenos Aires se desagrega dada su doble condición de ciudad-provincia, obtenida con su
autonomización del gobierno nacional en 1994. En realidad también se considera que existen cuatro órdenes de gobierno: la
Nación, las provincias, la ciudad autónoma de Buenos Aires y los municipios (Hernández, 2007:2).

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3.1. Los tributos inmobiliarios nacionales y provinciales

Aunque con importantes fluctuaciones, la recaudación de impuestos nacionales a la propiedad ha


representado alrededor de 1% de la Recaudación Bruta de Impuestos Nacionales entre 1997 y 2007,
con una importante participación el componente inmobiliario del Impuesto a los Bienes Personales
que ha representado en promedio 73% de la recaudación total nacional de impuestos a la propiedad7.

En las provincias, el Impuesto Inmobiliario es la segunda fuente principal de sus recursos propios y ha
representando históricamente aproximadamente una quinta parte de los ingresos provinciales (Porto,
2004:17). Aunque en la última década se observa una disminución en su participación en el total de la
recaudación provincial, inducida principalmente por la importante desactualización de las bases
fiscales, en algunos casos más de 20 años. En el año 2007 el impuesto inmobiliario representó menos
de 10% de los ingresos tributarios provinciales.

Observando el esfuerzo fiscal realizado por las 3 jurisdicciones (Nación, Provincias y Municipios) en
materia de impuestos a la propiedad inmobiliaria durante la última década encontramos que el
esfuerzo fiscal de las provincias es predominante (entre 0,47% y 0,29% del PIB) durante toda la
década. No obstante, el esfuerzo fiscal de la Nación ocupa el segundo lugar con valores entre 0,08%
en 1997 y 0,15% en el año 2007, el cual ha sido similar al de la ciudad de Buenos Aires. Mientras, el
esfuerzo fiscal de los todos los municipios que recaudan impuestos a la propiedad inmobiliaria, ha sido
muy bajo, representando apenas 0,06% del PIB durante los cuatro años para los que se cuenta con
información desagregada (Ver Cuadro 1).

Cuadro 1
Esfuerzo Fiscal en Impuestos a la Propiedad Inmobiliaria según jurisdicciones
(% del Producto Interno Bruto)
Jurisdicciones 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007
Nación 0,08% 0,11% 0,22% 0,16% 0,12% 0,08% 0,16% 0,15% 0,14% 0,13% 0,15%
Provincias 0,47% 0,47% 0,46% 0,46% 0,43% 0,39% 0,43% 0,41% 0,40% 0,35% 0,29%
Ciudad de Buenos Aires 0,15% 0,16% 0,17% 0,18% 0,18% 0,15% 0,15% 0,15% 0,13% 0,10% 0,08%
Municipios 0,06% 0,06% 0,06% 0,06% (*) (*) (*) (*) (*) (*) (*)
TOTAL 0,71% 0,75% 0,85% 0,81% 0,73% 0,61% 0,75% 0,71% 0,67% 0,57% 0,52%

Fuentes: Elaboración propia con base en: Impuestos nacionales: Dirección Nacional de Investigaciones y
Análisis Fiscal y Impuestos provinciales y municipales: Dirección de Coordinación Fiscal con las Provincias,
varios años y Producto Interno Bruto: Dirección Nacional de Cuentas Nacionales. (*) Información no disponible.

7
Entre los impuestos al patrimonio de jurisdicción nacional se computaron los tributos que gravan especialmente los valores
inmobiliarios tales como transferencias de inmuebles, transferencia de valores inmobiliarios, impuestos no permanentes sobre
la propiedad y bienes personales (Dirección Nacional de Investigaciones y Análisis Fiscal, 2009). Se estimó una participación
de 33% de componente inmobiliario en la conformación del impuesto a los bienes personales (Santiere, et al., 2000). Se
excluyeron otros tributos a la propiedad tales como los impuestos sobre los débitos bancarios y sobre los sellos y los
impuestos permanentes sobre el patrimonio neto, por su estrecha relación con el impuesto a la renta, al sólo ser aplicado
sobre compañías, sociedades de capital o empresas.

Catalina Molinatti Enero 2010 10


Tributos inmobiliarios en la Argentina

Esta importante participación de la Nación en la recaudación de impuestos a la propiedad, además de


contradecir el Artículo 75 de la Constitución Nacional, también contradice el principio de
correspondencia fiscal porque 90% del total producido por el Impuesto a los Bienes Personales se
destina a la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES) y el 10% restante está destinado a
las cajas previsionales de las provincias (Ley 23.966/91 y modificatorias). Es decir, no habría ningún
tipo de correspondencia entre la fuente generadora del tributo (la valorización inmobiliaria) y el
destino del producido (el financiamiento del desarrollo urbano que se refleja en dicha valorización).

Los municipios por su parte sólo han participado en apenas 0,06% del esfuerzo fiscal total, es decir
han contado entre 1% y 2%del total de lo recaudado por todas las jurisdicciones en materia de
impuestos a la propiedad inmobiliaria entre 1997 y 2000. Esta debilidad cuantitativa es aún más
manifiesta cuando se revisa la estructura de imposición a la propiedad inmobiliaria en las diferentes
jurisdicciones como se observa a continuación.

3.2. Tributos municipales sobre la propiedad inmobiliaria

Los municipios aplican al menos tres tipos de tributos sobre la propiedad inmobiliaria, denominados
en las diferentes provincias impuestos, tasas o contribuciones especiales, según la clasificación
tripartita clásica8. Sin embargo, la denominación del tributo no siempre denota a la correspondiente
categoría tributaria.

Para ilustrar estas situaciones se analizan las 24 jurisdicciones locales. En primer lugar, se analizan los
municipios de las 7 provincias en las cuales recaudan de manera legítima y legal impuestos a la
propiedad inmobiliaria como tales; en segundo lugar, 10 ciudades donde se recaudan tasas o
contribuciones, aunque con estructuras de imposición similares a las de los impuestos; y, finalmente 7
ciudades donde también se recaudan tasas o contribuciones, con estructuras similares a las de las tasas
retributivas por servicios9.

8
Esta clasificación, según la base gravada, define: a) los impuestos, en este caso inmobiliarios, son las prestaciones
pecuniarias exigidas sin contraprestación, sino por el poder de imperio del fisco, donde el hecho imponible es el inmueble y
la base de cálculo su valuación; b) las Tasas por servicios a la propiedad inmobiliaria son tributos exigibles como retribución
por servicios públicos prestados, el que debe ser concreto, efectivo o individualizado y guardar una razonable relación con el
costo del servicio; c) las contribuciones inmobiliarias se refieren a tributos exigibles cuando una persona se beneficia por
obras o servicios públicos de carácter general (ver por ejemplo Jarach, 1998).
9
Por un lado, se analiza la legislación tributaria municipal vigente de estas ciudades, es decir los Códigos Tributarios u
Ordenanzas Fiscales o Tributarias y Ordenanzas Tarifarias o Impositivas disponibles en las páginas web oficiales de las
principales ciudades, en la mayoría de los casos capitales de las 23 provincias, además de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires. Por otro lado, se analizan las Ejecuciones Presupuestarias por Objeto del Gasto de los municipios, agregadas por
provincia, provistas por la Dirección de Coordinación Fiscal con las Provincias (DCFP) entre los años 1993 y 2000, únicos
años con información desagregada disponible. Esta información sólo permite analizar las 7 provincias donde los municipios
recaudan impuestos inmobiliarios, dado que las demás tasas y contribuciones por servicios a la propiedad inmobiliaria, están
agregadas junto con otro conjunto de tasas y derechos que gravan diversos conceptos no inmobiliarios.

Catalina Molinatti Enero 2010 11


Tributos inmobiliarios en la Argentina

a) Impuestos a la propiedad inmobiliaria

Sin bien 19 provincias otorgaron facultades impositivas a sus municipios y 11 de éstas


específicamente sobre la propiedad inmobiliaria, en sólo 7 los municipios están recaudando impuestos
a la propiedad inmobiliaria como tales. Esto ocurre en las provincias norteñas de Chaco, Corrientes,
Formosa y Salta y en las provincias patagónicas de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.

Según la información de la Dirección de Coordinación Fiscal con las Provincias (DCFP), los
municipios de las provincias de Chaco, Chubut, Salta, Santa Cruz y Tierra del Fuego recaudan
impuestos inmobiliarios desde 1993. En Formosa lo hicieron desde 1994 y Corrientes desde 1998,
nueve años antes de que la Constitución Provincial lo reconociera expresamente.

En los municipios patagónicos de las provincias de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego casi 100%
de la recaudación por impuestos inmobiliarios es realizada por los municipios. En Chaco, Formosa,
Salta y Corrientes la recaudación por impuestos inmobiliarios aún estaba compartida en 2000 con las
provincias, donde los municipios recaudaron 82%, 72%, 54% y 32% de los impuestos a la propiedad
inmobiliaria respectivamente.

Para observar en mayor detalle las características de los impuestos municipales a la propiedad
inmobiliaria aplicados en estas provincias, se analizó la legislación de sus principales ciudades –
Resistencia, Corrientes, Formosa, Salta, Comodoro Rivadavia, Río Gallegos y Río Grande. En estas
ciudades vivían, en 2001, 1 millón y medio de habitantes, representando 49% de la población de sus
provincias.

En general, en todas estas ciudades la estructura del tributo es muy similar. Comparte la denominación
común "impuesto inmobiliario", los sujetos pasivos son los propietarios o poseedores a título de
dueño, el hecho generador está constituido por la existencia del inmueble, la base de cálculo se refiere
la valuación fiscal del inmueble, cuyo valor resulta de la sumatoria del valor del terreno y la
construcción, las alícuotas son progresivas y mayores para los terrenos baldíos. Aunque se presentan
algunas singularidades.

Por ejemplo, en la ciudad de Formosa el "impuesto inmobiliario urbano" es de jurisdicción municipal,


mientras que el "impuesto inmobiliario rural" es de jurisdicción provincial. En la ciudad de Corrientes
si bien el impuesto inmobiliario ha sido delegado al municipio, las valuaciones y condiciones de cobro
están regidas por el Código Fiscal de la Provincia de Corrientes (Ley 3.037/72 y modificatorias) y la
Ley de Catastro Provincial (Ley 1.566/65 y modificatorias). En la ciudad de Río Grande (Tierra del
Fuego) están contemplados como sujetos obligados "los adjudicatarios y/o comodatarios y/o ocupantes
de tierras fiscales", es decir de propiedad pública (Ordenanza Fiscal 626/93 – Río Grande).

Catalina Molinatti Enero 2010 12


Tributos inmobiliarios en la Argentina

En términos de esfuerzo fiscal, los municipios de estas provincias recaudaron en conjunto, en 1993 y
2000, 0,55 y 0,60% de los respectivos Producto Geográfico Bruto (PGB) de sus jurisdicciones.

En cuanto a sus atributos socio-económicos, estas provincias parecen tener poco en común. Chubut,
Santa Cruz y Tierra del fuego son provincias sureñas y patagónicas, más jóvenes, escasamente
pobladas – con densidades de población menores a 5 hab/km2 y además más ricas, con valores de
Producto Geográfico Bruto (PGB) superiores a los 10.000 dólares anuales por habitante, sobre todo
generado a partir de la explotación de yacimientos hidrocarburíferos. Mientras, Salta, Corrientes,
Chaco y Formosa son provincias norteñas, en general están entre las más pobres – con valores de PGB
cercanos a los 3.000 dólares anuales por habitante, son más densamente pobladas; también son más
antiguas y con sistemas políticos en general más conservadores. Como cuestión interesante surge que
cinco de estas provincias – Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Formosa y Salta – fueron parte de
los antiguos territorios nacionales, unitarios, autonomizados mucho después de la institucionalización
del Estado argentino – el último territorio nacional autonomizado como provincia fue Tierra del
Fuego, en el año 1994.

b) Cuasi - impuestos

Otro grupo de municipios aunque si bien no han logrado ejercer de manera exclusiva facultades
impositivas sobre la propiedad inmobiliaria, estarían favoreciendo, de alguna manera, una mejor
correspondencia entre los servicios brindados y la valorización de la propiedad inmobiliaria. En estas
ciudades los tributos a la propiedad inmobiliaria, más allá de estar denominados como tasas o
contribuciones, presentan estructuras de imposición similares a las de los impuestos. En la legislación
tributaria el hecho imponible es la existencia del inmueble, son sujetos pasivos los propietarios y
poseedores a título de dueño y la base de cálculo está dada por la valuación de los inmuebles (sumados
el valor de la tierra y las mejoras), las alícuotas son progresivas por zonas o por valor del inmueble y
son mayores para los terrenos baldíos. Por tal razón podrían denominarse "cuasi-impuestos".

Están recaudando "cuasi-impuestos" la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y las ciudades de La Plata,
San Fernando del Valle de Catamarca, Córdoba, Paraná, La Rioja, Mendoza, Neuquén, Rosario y San
Miguel de Tucumán. En estas ciudades vivían, en 2001, casi 7 millones de habitantes, representando
24% de la población de sus provincias. Esto ocurre tanto en ciudades facultadas para recaudar
impuestos inmobiliarios o impuestos en general, como en ciudades sin facultades impositivas. En esta
última situación se encuentran las ciudades de San Fernando del Valle de Catamarca, La Rioja y
Mendoza.

A diferencia de las ciudades que recaudan impuestos, en algunos casos la legislación suele aludir, de
manera indirecta, la prestación del servicio municipal en la definición del hecho imponible. La

Catalina Molinatti Enero 2010 13


Tributos inmobiliarios en la Argentina

enumeración de servicios suele ser muy amplia, incluida la nomenclatura urbana, tratando de alcanzar
a todos los inmuebles de la jurisdicción con los beneficios de algún servicio10.

La legislación tributaria municipal, a veces, presenta ambigüedades conceptuales y hasta jurídicas, lo


cual es ilustrado por la legislación tributaria de la Capital de Mendoza. En esta ciudad donde el
municipio no tiene autonomía institucional ni facultad impositiva, el Código Tributario define a la
"Tasa por servicios a la propiedad raíz" como "la prestación pecuniaria que [...] están obligadas a
pagar a la Comuna las personas como retribución de los servicios que la Municipalidad tenga
establecidos". Al parecer es de interés de la legislación acotar el tributo al beneficio recibido, pero
seguidamente define al "Servicio Público Municipal es el que tiene establecido la Comuna en función
de interés general de su jurisdicción. Para determinar su existencia se excluirá todo criterio de
voluntariedad de la demanda del contribuyente, del beneficio que pueda reportar a éste
individualmente o de divisibilidad del servicio" (Código Tributario – Ordenanza 10.226/77 – Texto
Ordenado al 24/09/2008). Es decir, se desvincula al tributo del consumo de algún servicio, para
finalmente definir como base de cálculo una proporción de la valuación fiscal del inmueble: "la tasa
mensual por servicios a la propiedad raíz se fija en 0,715 Unidades Tributarias Municipales por cada
$10 de avalúo municipal establecido al inmueble" (Ordenanza Tarifaria 3.710/07 – Texto Ordenando
al 03/10/2008).

c) Tasas retributivas por servicios

También con denominación indistinta de tasa o contribución, en otras ciudades el tributo tiene la
estructura de las tasas inmobiliarias, o tasas a los usuarios, al utilizar como base de cálculo alguna
proxy que intenta reflejar un precio por el consumo de servicios o cuotas fijas establecidas anualmente.
Esto ocurre tanto en ciudades facultadas para recaudar impuestos, como San Salvador de Jujuy,
Posadas, San Carlos de Bariloche, San Juan, y Santiago del Estero; como en ciudades no facultadas
como son los casos de Santa Rosa de La Pampa y San Luis.

La ciudad de San Salvador de Jujuy si bien está facultada para recaudar impuestos, aplica un conjunto
diverso de tasas por los servicios municipales prestados. La "Tasa por el servicio urbano de limpieza
de la vía pública", está establecida mediante montos fijos por zonas; la “Tasa sobre instalación y
suministro de gas” con una alícuota de 10% sobre el consumo facturado a cada usuario; la "Tasa por

10
Por ejemplo, en San Fernando del Valle de Catamarca la legislación tributaria define como hecho imponible de la
"Contribución que incide sobre los inmuebles" a: "Los inmuebles que reciban o se beneficien con cualquiera de los servicios
que se mencionan a continuación [...]: barrido, limpieza, riego, extracción de basura, desinfección y deshierbe,
mantenimiento de la viabilidad de las calles y conservación del pavimento, conservación de árboles y jardines públicos,
conservación de plazas y espacios verdes, inspección de baldíos, nomenclatura urbana o cualquier otro servicio similar que
preste la Municipalidad, sea éste recibido total o parcialmente y no retribuido por una contribución especial. También se
pagará el tributo por los inmuebles ubicados dentro de la zona de influencia de espacios verdes parquizados, marcados o
cualquier otra obra o servicio municipal" (Código Tributario Municipal de San Fernando del Valle de Catamarca –
Ordenanza 1.166/84 y modificatorias)

Catalina Molinatti Enero 2010 14


Tributos inmobiliarios en la Argentina

construcciones, reparaciones y desmalezamientos" la cual es calculada por montos fijos según de


rubro, tales como reposición y construcción de calzadas y veredas (según tipos de pavimentos),
construcción de cercas, tapias o muros (según materiales empleados), desmalezamientos (según
maquinaria empleada); la "Tasa por servicio urbano de limpieza de la vía pública" está establecida por
montos fijos por zonas y se aplica una sobretasa a los baldíos y a los inmuebles destinados a renta y se
aplica una reducción a los inmuebles construidos en propiedad horizontal (Ordenanza Impositiva San
Salvador de Jujuy – Ordenanza 4.193/04).

La ciudad de Santa Rosa de La Pampa no está facultada ni para crear tributos ni para aplicar impuestos
sino tasas retributivas por la prestación de servicios públicos, lo cual ocurre así en la práctica11. La
Ordenanza Fiscal de la ciudad de Santa Rosa (La Pampa) establece la “Tasa por alumbrado, limpieza,
riego, barrido y conservación de la vía pública, como una tasa retributiva de servicios que alcanza a
"Todos los inmuebles, edificados o baldíos, habitables o no, comprendidos en el radio de prestación
de servicios" (Ordenanza Fiscal de la ciudad de Santa Rosa - Ordenanza 237/86). Esta tasa está
conformada por la sumatoria de diversos rubros de servicios públicos y formas de cálculo. El servicio
de alumbrado público está establecido por zonas según la cantidad y potencia de los focos de
alumbrado que rodean a la propiedad; la limpieza es un monto fijo por inmueble; el riego, barrido y
conservación de la vía pública es un monto fijo multiplicado por los metros lineales de frente del
inmueble. En cuanto a los terrenos baldíos urbanos el municipio recauda la "Tasa por inspección de
propiedades no edificadas" mediante una tasa fija, según zonas, también por metros lineales de frente
(Ordenanza Tarifaria de la ciudad de Santa Rosa - Ordenanza 3.626/06).

En resumen, la débil participación cuantitativa de los municipios en el esfuerzo fiscal realizado, refleja
a la vez una diversidad de situaciones, a veces ambiguas y confusas. No sólo se presentan diferentes
categorías jurídicas y territoriales de municipios, sino también diferentes grados de autonomía,
variedad de facultades tributarias y competencias normativas municipales, así como ejercicio de las
mismas. Las situaciones van desde provincias que han facultado plena y exclusivamente a sus
municipios para ejercer el poder tributario sobre la propiedad inmobiliaria hasta provincias que
prohíben expresamente a los municipios la creación de cualquier impuesto. Entre estos extremos, se
presentan diversas contradicciones y ambigüedades que revelan la debilidad también cualitativa de la
estructura de imposición sobre la propiedad inmobiliaria de jurisdicción municipal.

11
La Ley Orgánica Municipal es explícita al definir: "Artículo 104.- Para la creación de nuevos tributos municipales sobre
cuestiones o materias que no hubiesen sido especificadas en la presente Ley, las Municipalidades, como requisito previo,
deberán requerir obligatoriamente la conformidad del Poder Ejecutivo [Provincial]. Artículo 109.- Las tasas consideradas
jurídicamente como retributivas de los servicios públicos que presten los municipios en su gestión de administración y
gobierno, se fijarán en forma que cubran el costo total de los mismos más un adicional de hasta el treinta por ciento (30 %) de
ese costo".

Catalina Molinatti Enero 2010 15


Tributos inmobiliarios en la Argentina

FACULTAD TRIBUTARIA MUNICIPAL TRIBUTOS RECAUDADOS


(en principales ciudades)

Impuesto Inmobiliario Impuesto Inmobiliario


Impuestos en general Cuasi-impuestos
Tasas por Servicios Tasas por Servicios

Fuentes: Constituciones Provinciales y Leyes Orgánicas Fuentes: Códigos Tributarios, Ordenanzas Fiscales,
Municipales vigentes. Impositivas y Tarifarias vigentes de las principales
ciudades.

4. CONJETURAS FINALES
En cuanto al reparto de potestades tributarias inmobiliarias, competencia normativa y ejercicio de
éstas, por ahora sólo podemos inferir indicios de un debate aún no resuelto. Se presentan
ambigüedades y contradicciones tanto entre la distribución de competencias entre la Nación y las
provincias como entre las provincias y los municipios, las que describen un proceso en curso que
parece formar parte de un federalismo fiscal inconcluso.

La contribución directa sobre la propiedad inmobiliaria es potestad tributaria provincial, no delegada a


la Nación ni en la Constitución de 1953-1860, ni en la Constitución de 1994. Sin embargo, mediante
diversas leyes de excepción la Nación ha aumentado su recaudación en concepto de impuestos a la
propiedad inmobiliaria. Mientras que en 1997 la recaudación en este concepto representó 11% de la
recaudación total en impuestos inmobiliarios de las tres jurisdicciones de manera conjunta, en 2007
pasó a representar 29%. Además, al estar esta recaudación destinada a la seguridad social nacional y
provincial no habría correspondencia fiscal entre la base gravada y el destino del producido.

Por su parte, las provincias han ido delegando a sus municipios su poder tributario originario sobre
esta materia impositiva en diferentes momentos y formas, aunque a veces de manera ambigua y

Catalina Molinatti Enero 2010 16


Tributos inmobiliarios en la Argentina

contradictoria. Si bien, varias provincias otorgaron constitucionalmente facultades impositivas a sus


municipios, de manera casi contemporánea acordaron con la Nación, por ejemplo, promover la
derogación de "las Tasas Municipales en general, en los casos que no constituyan la retribución de un
servicio efectivamente prestado, o en aquellos supuestos en los que excedan el costo que derive de su
prestación." (Pacto Fiscal I – ratificado por Ley Nacional 2.4130/1992).

Además, agrega mayor confusión, la gran ambigüedad en las denominaciones y estructuras tributarias
aplicadas en los municipios. Esta ambigüedad parece señalar al menos dos cuestiones relevantes. Por
un lado, una confrontación silenciosa de las jurisdicciones en torno al poder tributario sobre la
propiedad inmobiliaria, reflejada en las a veces confusas definiciones legales; y por otro lado, la
escasa autonomía fiscal de los municipios sobre su fuente más genuina de ingresos.

A partir de estas apreciaciones, la institucionalización de un impuesto inmobiliario municipal puede


interpretarse como un proceso en curso, donde sólo algunos municipios (sureños y norteños) han
ganado mayor autonomía tributaria sobre la propiedad inmobiliaria y otros aún no tienen reconocido
de manera legal y legítima la captación de este tributo, configurando un mapa heterogéneo de
captación de la renta inmobiliaria, que varía de provincia en provincia y de municipio en municipio.

Suponiendo que este proceso de profundice ¿Cuánto deberán resignar la Nación y las provincias
durante el mismo? Para la Nación estos impuestos han representado en promedio, durante la última
década, 0,7 % de su recaudación bruta total de impuestos nacionales; sin embargo, en las provincias el
impuesto inmobiliario es la segunda fuente de ingresos la que, si bien ha disminuido en los últimos
años, en la actualidad representa 13 % de la recaudación propia de las provincias.

No obstante, queda pendiente profundizar sobre otras diversas razones que aún dificultan la instalación
legítima y legal de un impuesto inmobiliario municipal en varias provincias argentinas. El análisis
presentado intenta aportar a este debate, resultando apresuradas conclusiones definitivas.

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Catalina Molinatti Enero 2010 17


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Constituciones Nacionales, Constituciones Provinciales, Leyes Nacionales, Leyes Orgánicas


Municipales, Cartas Orgánicas Municipales y Ordenanzas Municipales de varias fechas referenciadas
en el texto.

Catalina Molinatti Enero 2010 18


Tributos inmobiliarios en la Argentina

ANEXO I
AUTONOMÍA Y FACULTADES TRIBUTARIAS SOBRE LA PROPIEDAD INMOBILIARIA
RECONOCIDAS A LOS MUNICIPIOS

Autonomía Municipal
PROVINCIA AÑO Tipo de Tamaño Facultades Tributarias
Municipios
Mínimo
Autonomía Alcanzados
(habitantes)

Ciudad de Buenos Aires 1996 1 - Impuestos en general


Buenos Aires 1994 3 – – Impuestos en general
Catamarca 1988 1 10.000 8 Tasas retributivas por servicios
Chaco 1994 1 20.000 12 Impuesto Inmobiliario
Chubut 1994 2 1000 electores 16 Impuesto Inmobiliario
Córdoba 1987 1 10.000 34 Impuestos en general
Corrientes 2007 1 1.000 59 Impuesto Inmobiliario
Entre Ríos 2008 1 10.000 20 Impuestos en general
Formosa 1991 1 1.000 27 Impuesto Inmobiliario
Jujuy 1986 1 20.000 5 Impuestos en general
La Pampa 1994 ● 500 54 Tasas retributivas por servicios
La Rioja 1998 1 – 18 Tasas retributivas por servicios
Mendoza 1916 3 – – Tasas retributivas por servicios
Misiones 1958 1 10.000 25 Impuesto Inmobiliario
Neuquén 1957 2 5.000 13 Impuesto Inmobiliario
Río Negro 1988 1 2.000 29 Impuesto Inmobiliario
Salta 1998 2 10.000 19 Impuesto Inmobiliario
San Juan 1996 1 30.000 7 Impuestos en general
San Luis 1987 1 25.000 2 Tasas retributivas por servicios
Santa Cruz 1998 1 1.000 14 Impuesto Inmobiliario
Santa Fe 1962 3 – – Impuestos en general
Santiago del Estero 1997 1 20.000 5 Impuesto Inmobiliario
Tierra del Fuego 1991 1 10.000 2 Impuesto Inmobiliario
Tucumán 2006 ▲ 5.000 17 Impuestos en general

TOTALES 332

Referencias:
1 Autonomía plena.
2 Autonomía condicionada o restringida.
3 Autonomía semiplena.
● Se otorgó autonomía aunque no se otorgó la capacidad de autonormativa.
▲ La Constitución otorgó Autonomía plena pero falta reglamentar por ley su ejercicio.

Fuentes: Autonomía: Constituciones Provinciales y Leyes Orgánicas Municipales de varios años (las fechas
corresponden al momento en que se definió régimen municipal, es decir no se consideraron reformas posteriores
sin incidencia sobre éste). Tamaño de población de los municipios: Censo Nacional de Población y Vivienda
2001, INDEC (en Chubut se consideró a la población mayor de 18 años).

Catalina Molinatti Enero 2010 19

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