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OPINIÓN

POLÍTICAMENTE INCORRECTO THEODORE DALRYMPLE

EL ARQUITECTO intentar orientarse en él. El Barbican no fue diseñado por Le


Corbusier, pero no cabe duda de que su constructor estaba in-
TOTALITARIO fluido por su particular arquitectura sin alma.
En la muestra conversé con dos señoras elegantemente vesti-
das. “Maravilloso, ¿no cree?”, me dijo una, a lo que yo contesté:
“Monstruoso”. Ambas abrieron los ojos como platos, como si hu-
biera negado la existencia de Alá en la misma Meca. Si la mayo-
Le Corbusier supuso para la arquitectura lo que Pol ría de los arquitectos reverenciaron a Le Corbusier, ¿quiénes so-
Pot para la reforma social. En cierto sentido, sus activi- mos nosotros, los legos, los meros mortales que servimos de te-
dades tienen menos excusa que las de Pol Pot, porque a lón de fondo de sus edificios y no sabemos nada de los proble-
diferencia de los camboyanos poseía un gran talento, mas de la construcción, para criticarle? Para convencer a las se-
incluso se podría decir que era un genio. Por desgracia, ñoras, les hablé de los horrores del material favorito de Le Cor-
utilizó sus dones para fines destructivos, y el hecho de busier, el hormigón armado, que no soporta bien el paso del
que prestara de buena gana sus servicios tanto a Sta- tiempo y se desmenuza, mancha y deteriora. Insistí en que cual-
lin como al régimen de Vichy no es pura coincidencia. quiera de sus edificios o cualquiera de las construcciones inspi-
radas en él podría arruinar la armonía del paisaje urbano de una
Al igual que Pol Pot, quería empezar desde el año cero: antes de ciudad. Un edificio de Le Corbusier es incompatible con todo,
mí no había nada; después de mí, todo. La mera presencia de las salvo consigo mismo.
torres rectangulares de hormigón bruto que le obsesionaban Las dos señoras me dijeron que vivían en un barrio de Londres
neutralizó los avances conseguidos durante siglos en arquitec- en el que la mayoría de los edificios eran del XVIII, pero cuyo as-
tura. El paisaje urbano de casi todas las ciudades británicas (por pecto y atmósfera social habían sido totalmente destrozados por
citar un solo país) ha sido destrozado por arquitectos y expertos dos enormes torres de hormigón. Cada vez que veían las torres
en planificación urbanística influidos por sus ideas. se sentían impotentes porque no podían hacer nada para resol-
Los libros sobre Le Corbusier a me- ver la situación, lo que las entristecía e
nudo empiezan subrayando su rele- irritaba. “¿Y en quién creen que se ins-
vancia. Por ejemplo: “Fue el arquitecto piró el arquitecto que hizo esas to-
más importante del siglo XX”. Tanto rres?”, pregunté. “Sí, ya entiendo lo que
sus defensores como sus detractores usted quiere decir”, me dijo una, como
coinciden en este juicio, pero qué si fuese difícil o incluso peligroso esta-
pueda significar esto desde el punto blecer la conexión.
de vista moral y estético es más discu- Mostré a las señoras una parte de la
tible. Después de todo, Lenin fue uno exposición sobre el Plan Voisin, el pro-
de los políticos más importantes del yecto de Le Corbusier para levantar en
siglo XX, pero lo fue por la influencia París un buen número de edificios fun-
que ejerció en la historia, no porque damentalmente similares a los de la
las cosas que hizo fueran positivas. periferia de Novosibirsk y de cualquier
Pero del mismo modo que siguió re- otra ciudad de la antigua Unión Sovié-
verenciándose a Lenin a pesar de to- tica (por no hablar de las banlieues
das las monstruosidades que cometió, alienadas de la propia París). Si el plan
a Le Corbusier también sigue venerán- hubiera salido adelante, habría cam-
dosele. De hecho, su culto está rena- biado, dominado y, en mi opinión, des-
ciendo en cierto sentido. Nicholas Fox trozado el paisaje urbano de la ciudad.
Weber acaba de publicar una biogra- En la exposición se ve a Le Corbusier
fía exhaustiva, bastante elogiosa, y delante de un mapa de París, tachando
Phaidon ha lanzado un libro extenso y gran parte del centro de la ciudad con
caro que aborda con cariño su trabajo. El genio, delante de una de sus “máquinas para vivir”. un rotulador negro con el entusiasmo
Además, una muestra hagiográfica se con que el piloto de un bombardero
ha exhibido recientemente en Londres y Rotterdam. En Londres programa la aniquilación de un objetivo.
la exposición tuvo adecuadamente lugar en un espantoso com- Le Corbusier ensalzaba este tipo de destrucción porque le pa-
plejo construido en los años 60, el Barbican Center, cuya estruc- recía un alarde de imaginación, audacia y osadía, y consideraba
tura brutal de hormigón parece diseñada para intimidar, humi- convencionales y tímidos a todos los arquitectos coetáneos
llar y confundir a todo ser humano lo bastante desgraciado para que no se hincaban de rodillas ante él.

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OPINIÓN
CHARLES-ÉDOUARD JEANNERET ADOPTÓ EL CRECIÓ EN UN ENTORNO DOMÉSTICO BURGUÉS
NOMBRE DE LE CORBUSIER EN LOS AÑOS 20. Y RECARGADO, CON ADORNOS Y OBJETOS
REMITE A ‘CORBEAU’, QUE SIGNIFICA ‘CUERVO’, POR TODAS PARTES. RESULTA COMPRENSIBLE
UN PÁJARO SENCILLO Y AUSTERO, COMO ÉL QUE DESARROLLARA UNA PASIÓN MILITANTE
MISMO AFIRMABA QUE ERA SU ARQUITECTURA POR LA DESNUDEZ Y LA FALTA DE ADORNOS

Le Corbusier, cuyo verdadero nombre era Charles-Édouard Jea- Probablemente el principal motivo es la vastedad de la arquitec-
nneret, nació en 1887 en La Chaux-de-Fonds, una pequeña ciu- tura, que hace de ella un arte difícil de comprender. […] Y aun-
dad de la Suiza francófona. Su padre era grabador de cajas para que los edificios son grandes, las ciudades son aún más gran-
relojes y su madre música. Su padre quería que siguiera sus pa- des: aquí, delante de nosotros, hay un mosaico extraordinaria-
sos, pero desde su adolescencia Le Corbusier mostró un gran ta- mente elaborado, tejido con una infinidad de hebras proceden-
lento para el arte. Estudió un tiempo en la Escuela de Bellas Ar- tes de todas partes. Al principio, parece imposible tener una vi-
tes de su ciudad y luego viajó varios años por Europa para com- sión clara del mismo. Aunque en realidad hay un orden, una
pletar su formación estética. Su habilidad extraordinaria se pone forma y una continuidad, todo lo que vemos es un revoltijo. Y en
claramente de manifiesto en su capacidad para el dibujo, refle- este punto es donde uno descubre que no es posible seguir el pa-
jada en sus primeras (y convencionales) acuarelas. También di- trón porque falta una pieza crucial del rompecabezas […] En el
señó elegantes muebles antes de que le mordiera el gusanillo de siglo XX, Le Corbusier aportó esa pieza”.
la revolución intelectual y artística. ¿Hay alguien que haya contemplado el Gran Canal de Venecia y
Le Corbusier adoptó su seudónimo en los años 20, modificando haya pensado: “Lo que necesito para comprender esto es la pieza
el nombre de un antepasado lejano, Lecorbésier. La falta de nom- que falta del rompecabezas, que sólo un arquitecto me puede
bre de pila remite a una fuerza física, además de a un ser hu- proporcionar, y sólo entonces lo comprenderé”? Gardiner es un
mano. Trae a la mente el verbo courber, que en francés significa verdadero discípulo de Le Corbusier por su deseo de intelectua-
curvar: Le Corbusier fue, de hecho, un gran deformador de pai- lizar sin hacer uso del intelecto, por su incapacidad de hacer dis-
sajes urbanos. También sugiere corbeau, que significa cuervo, un tinciones elementales y por su uso de palabras tan ambiguas
pájaro que no destaca especialmente por su bello plumaje o su que es difícil rebatirle de forma concluyente.
voz, sino que es sencillo y austero y, por tanto, honesto y directo,
como afirmaba Le Corbusier que era su arquitectura. En francés, ATENUANTES. En descargo de Le Corbusier hay que decir que su ho-
corbeau tiene otro significado: el de pájaro de mal agüero, y qui- rroroso trabajo tiene tres atenuantes. Alcanzó la madurez en una
zás sea ésa la pequeña broma que le gastó al mundo. Sin duda época de nuevos materiales y procedimientos industriales, que
fue un pájaro de mal agüero para las ciudades de Europa y de abrieron la posibilidad de hacer una arquitectura totalmente di-
otras partes del mundo donde construyó edificios. ferente. Debido a la devastación causada en el norte de Francia
por la Primera Guerra Mundial, hacía falta además acometer
LA IMPORTANCIA DEL DEBER. La influencia de Le Corbusier procede una reconstrucción a gran escala, algo que nadie había resuelto
tanto de sus libros como de su obra arquitectónica, aunque quizá satisfactoriamente. Y creció en un entorno doméstico recargado
más de los primeros. Su estilo literario es inconexo, sin estruc- y burgués, de muebles pesados, dorados y lujosos, con adornos y
tura lógica aparente. Está lleno de aforismos, y utiliza frecuente- objetos por todas partes. La decoración era tan extravagante y
mente el verbo deber, como si ningún ser humano sensato con un atroz, que resultaba comprensible que produjera un rechazo ex-
coeficiente intelectual de más de 50 pudiera rebatir lo que dice. tremo y una pasión por la desnudez militante y la ausencia de
Los textos van a menudo ilustrados con dibujos y fotos, aunque ornamentación, aunque eso no fuera necesariamente positivo (lo
la relación entre todo es tan enigmática que logra que el lector opuesto a lo extravagante y atroz suele ser también extravagante
dude de su capacidad de comprensión: se le hace creer que está y atroz, no su antídoto).
leyendo un libro que ha escrito alguien situado en un plano inte- Sea como fuere, el lenguaje de Le Corbusier revela una forma
lectual diferente y más elevado. La arquitectura se vuelve un de pensar alarmantemente totalitaria. Por ejemplo, en su influ-
templo sagrado en el que la plebe no puede entrar. yente libro de 1924, Hacia una nueva arquitectura (el propio tí-
André Wogenscky, de la Fundación Le Corbusier, afirma en el tulo ya indica que el mundo esperaba su advenimiento), escribe
prólogo de una antología de sus obras que las palabras del maes- de forma poética: “Debemos crear una mentalidad de produc-
tro no se pueden juzgar con métodos normales: “No podemos li- ción en serie: una mentalidad que nos permita producir edificios
mitarnos a entender los libros, sino que debemos entregarnos; en serie. Una mentalidad que nos permita vivir en una sociedad
tienen que resonar, en el sentido acústico, con sus vibraciones, que produce edificios en serie. Una mentalidad que nos permita
con el fluir y refluir de sus ideas”. Esta cita trae a la mente lo que concebir la producción de edificios en serie”.
el poeta Tyutchev dijo sobre Rusia: había que creer en ella por- ¿Quién es ese nosotros del que habla Le Corbusier tan a la li-
que nadie podía valorarla con la mente. Al tratar a Le Corbusier gera, responsable de alumbrar, entre otras cosas, formas de pen-
de este modo místico, Wogenscky se postra ante un dios pecu- sar universales? Sólo hay una respuesta posible: él y sus discí-
liarmente vengativo: el hormigón armado, el material favorito de pulos (de los cuales había muchos). El resto de las personas tie-
Le Corbusier. nen “ojos que no ven”, como dice él de modo tan tolerante. Aquí
Le Corbusier consiguió transmitir este elitismo a sus discípu- van algunos otros ejemplos de cómo uso el verbo deber: “Debe-
los, apologistas y hierofantes, como se aprecia en este pasaje del mos establecer normas para solucionar los problemas existen-
arquitecto Stephen Gardiner: tes y llegar a la perfección”. “El hombre debe formar parte de este
“Le Corbusier sigue siendo un enigma para muchas personas. eje [de armonía], en consonancia perfecta con la naturaleza, y

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OPINIÓN
QUERÍA QUE LA ARQUITECTURA FUESE IGUAL ESTOCOLMO LE PARECÍA “UN CAOS” Y SOÑABA
EN TODO EL MUNDO, PORQUE CREÍA QUE HABÍA CON “PURGAR” LA CIUDAD Y LLENARLA DE “UNA
UNA FORMA CORRECTA DE CONSTRUIR Y QUE ARQUITECTURA PODEROSA”. NUNCA LLEGÓ A
SÓLO ÉL SABÍA CUÁL ERA. “OSLO, MOSCÚ, DESTRUIRLA, PERO SU DOCTRINA HA INSPIRADO
BERLÍN O PARÍS, LA SOLUCIÓN ES LA MISMA” LA DESTRUCCIÓN DE OTRAS MUCHAS CIUDADES

probablemente con el universo”. “Debemos encontrar y aplicar forma fraterna. Y por este motivo, cuanta más razón tenía este
métodos nuevos y claros que nos permitan elaborar planes úti- hombre, más molestaba a las personas que tenían otros planes”.
les para la casa y que conduzcan naturalmente a la estandariza- Entre estos fraternales planes figuraba la destrucción de ciu-
ción, a la industrialización y a la taylorización [de Frederick dades enteras, como Estocolmo. (Otras que proyectó destruir
Winslow Taylor, el padre de la ingeniería industrial]”. “El plan fueron París, Moscú, Argel, Barcelona, Río de Janeiro, Montevi-
debe seguirse siempre a rajatabla. […] La calle debe desapare- deo, Buenos Aires, Amberes y Ginebra.) En La ciudad radiante
cer”. Y finalmente: “El muro de mampostería ya no tiene derecho hay una fotografía aérea de un conjunto asombrosamente bello
a existir”. de edificios de Estocolmo que para Le Corbusier constituía “un
Le Corbusier quería que la arquitectura fuese igual en todo el caos aterrador y una monotonía entristecedora”. Soñaba con
mundo, porque estaba convencido de que había una forma co- “limpiar y purgar” la ciudad y llenarla de “una arquitectura tran-
rrecta de construir y que sólo él sabía cuál era. En el programa quila y poderosa”; es decir, de edificios diseñados por él de
del Congreso Internacional de Arquitectura Moderna, que pro- acero, vidrio y hormigón armado, la mezcla de materiales que
movió ardientemente, sostenía lo siguiente: “Las reformas se ex- era en su opinión la adecuada. Le Corbusier nunca llegó a des-
tienden simultáneamente a todas las ciudades, a
todas las zonas rurales, a través de los mares”.
No hay ninguna excepción. “Oslo, Moscú, Berlín,
París, Argel, Port Said, Río o Buenos Aires, la so-
lución es la misma, ya que satisface las mismas
necesidades”.
Le Corbusier aplicaba sus imperativos en cam-
pos ajenos a la arquitectura o la planificación ur-
bana, ya que era ni más ni menos que un filósofo
totalitario, cuyas creencias arquitectónicas eran
fruto de los amplios conocimientos que procla-
maba poseer en todos los campos. “Debemos
crear granjas, herramientas, maquinaria y casas
que fomenten una vida limpia, sana y ordenada.
Debemos organizar el pueblo para que cumpla
su función de centro neurálgico que cubre las ne-
cesidades de la granja y actúa como distribuidor
de sus productos. Debemos acabar con el tipo
antiguo de dinero voraz y despiadado y crear un
nuevo dinero honesto, una herramienta que per-
mita realizar una función totalmente normal y
totalmente natural”.
No podemos omitir las declaraciones exube-
rantes de Le Corbusier. “La única vía posible es Pabellón Philips para la Exposición de Bélgica de 1958. El hormigón obsesionaba a Le Corbusier.
la del entusiasmo […] la movilización del entu-
siasmo, la fuente de energía de la fábrica humana”. En su libro truir Estocolmo, pero otros arquitectos influidos por sus doctri-
La ciudad radiante hay una fotografía de una gran multitud en nas han destruido de esa forma otras ciudades. Como se indica
la plaza de San Marcos de Venecia y el texto que la acompaña proféticamente en la contraportada de la edición de 1964, el li-
dice lo siguiente: “Poco a poco, el mundo se está moviendo hacia bro es “un anteproyecto para el presente y para el futuro […] una
su destino fijado. En Moscú, en Roma, en Berlín, en Estados Uni- obra clásica sobre arquitectura y planificación urbana”.
dos, grandes multitudes comparten una idea sólida”. Aparente- Una manifiesta falta de humanidad caracterizan la forma de
mente, esa idea sólida era la existencia de un líder absoluto. pensar y los libros de Le Corbusier, a pesar de sus profesiones
Estas palabras se escribieron en 1935, una época no muy buena de fraternidad hacia la humanidad. Esto se pone de manifiesto
para tener ideas políticas propias en Moscú, Roma o Berlín, y ca- en diversas formas, como en sus fotografías y dibujos de edifi-
bría esperar que Le Corbusier se retractara posteriormente de cios, en los que es muy raro que aparezca una figura humana (y
ellas. Pero en 1964, en una nueva edición inglesa del libro, lejos cuando lo hace, parece una hormiga distante que echa a perder
de rectificar, añadió las siguientes palabras al texto: “Han pen- un paisaje inmaculado y platónico). Le Corbusier afirmaba que
sado alguna vez, todos ustedes ¡Señores NOS!, que estos planes gracias a sus edificios altos el 95% de la superficie de las ciuda-
los alumbró con una pasión total y desinteresada un hombre que des estaría ocupada por zonas verdes, y muestra una foto-
ha pasado toda su vida preocupándose por sus congéneres de grafía de un parque en la que no hay ni una sola persona.

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OPINIÓN
EL “JARDÍN INTERIOR” DE SU FAMOSO EDIFICIO LE CORBUSIER PERTENECE MÁS A LA HISTORIA
DE MARSELLA ES UNA SUPERFICIE PLANA DE DEL TOTALITARISMO QUE A LA DE LA
HORMIGÓN. CABRÍA ESPERAR QUE EL HECHO DE ARQUITECTURA. ILUSTRA LA DEFORMIDAD
QUE LLAMARA A ESO “JARDÍN” CAUSE HOY RISA, ESPIRITUAL, INTELECTUAL Y MORAL REINANTE
PERO SE CONSIDERA OTRA PRUEBA DE SU GENIO EN EL PERIODO DE ENTREGUERRAS EN EUROPA

Presumiblemente, los seres humanos están donde deben estar, un paseo por el barrio parisino de Vincennes, por poner un ejem-
fuera del alcance de la vista y de la mente (al menos de la del ar- plo, para convencerse de que hasta la Primera Guerra Mundial,
quitecto), en las máquinas que sirven para vivir (como denomi- los arquitectos habían sido capaces de levantar edificios que,
naba de forma encantadora a las casas), sentados en las máqui- siendo totalmente distintos a los anteriores, estaban a la vez en
nas que sirven para sentarse (como denominaba a las sillas). armonía con ellos. Pero estos arquitectos no eran ególatras dese-
Esta falta de humanidad explica el odio por la calle y el amor a quilibrados obsesionados en imponer sus ideas a la opinión pú-
la carretera, que Le Corbusier expresó a menudo. Las carreteras blica, sino hombres que estaban contentos de aportar su contri-
eran vías públicas impresionantes para conducir por ellas a la bución a su civilización. Le Corbusier no habla nunca de la nece-
máxima velocidad posible (estaba obsesionado con los coches sidad de armonizar las construcciones y los edificios nuevos con
rápidos y los aeroplanos), y por tanto tenían un propósito defi- los ya existentes. “Fundamentalmente, la arquitectura gótica no
nido y no daban lugar a interacciones humanas desordenadas. se basa en esferas, conos y cilindros”, escribe. “Por eso las cate-
Por el contrario, las calles eran impredecibles, incalculables y drales no son muy bonitas. […] Nos interesan porque constitu-
profundamente sociales. Le Corbusier yen una solución ingeniosa a un pro-
quería ser para la ciudad lo que la pas- blema difícil de resolver, pero un pro-
teurización es para el queso. blema cuyos postulados se han formu-
lado mal, porque no proceden de las
JARDÍN INTERIOR. El odio de Le Corbusier a grandes formas primarias”.
lo humano iba mucho más allá de las ¡Así que ahora sabemos por qué a la
palabras, por supuesto. Lo que deno- gente le gustan las catedrales de Char-
minó el “jardín interior” de su famoso tres y de Reims! ¡Solucionan proble-
edificio de apartamentos L'Unité d'Ha- mas mal formulados! Le Corbusier me
bitation de Marsella consiste en una recuerda al padre de un amigo mío que
superficie plana de hormigón de la que era el mayor experto de la Unión Sovié-
sobresalen diversas formas abstractas. tica en vidrio cilindrado y que la pri-
Cabría esperar que el hecho de que Le mera vez que fue a Londres contempló
Corbusier llamara jardín a una super- un edificio modernista del estilo de Le
ficie baldía de hormigón causara irri- Corbusier que arruinaba una plaza del
sión; pero, en vez de ello, la exposición XVIII y dijo, refiriéndose a algún as-
exhibe fotografías del jardín como tes- pecto del vidrio cilindrado: “Ésta es
timonio de su genialidad inventiva. una solución interesante al problema”.
La única ciudad que construyó Le El homenaje más sincero a Le Corbu-
Corbusier, Chandigarh en la India, es sier, porque es inconsciente, se lo ha-
otro monumento a su visión inhóspita. cen los grafiteros. Si se analizan los re-
En la exposición de Londres había fo- sultados de sus actividades desde el
tos en una sala donde sonaba una bella punto de vista epidemiológico, por de-
música clásica india, como si hubiera cirlo así, se observa en seguida que en
una conexión intrínseca entre la refi- los lugares donde hay tanto edificios
nada cultura india y los feos bloques El artista en su taller de París, hacia 1965. bellos como edificios del estilo de Le
de hormigón. La asombrosa ineptitud Corbusier, suelen hacer pintadas sólo
de Le Corbusier (el producto natural de en los segundos.
su arrogancia inflexible) se pone de manifiesto, sin duda no in- Le Corbusier pertenece más a la historia del totalitarismo que
tencionadamente, en las imágenes de la amplia plaza de hormi- a la de la arquitectura y es un ejemplo de la deformidad espiri-
gón que hizo en Chandigarh, desprovista de sombra. Es como si tual, intelectual y moral reinante en el periodo de entreguerras
quisiera que el sol derritiera a los insectos humanos que se atre- en Europa. No era el único; fue al mismo tiempo un creador y un
vieran a mancillar la perfecta geometría de sus planos. síntoma de su tiempo. Después de todo, elaboró sus planes para
Su falta de humanidad también se revela en su actitud hacia el Estocolmo como respuesta a un concurso oficial convocado por
pasado. Se refiere repetidamente a él como una tiranía de la que las autoridades para reconstruir la preciosa parte vieja de la ciu-
es necesario huir, como si nadie hubiera descubierto o sabido dad, por lo que dicha destrucción formaba parte del menú. El
nada antes de su llegada. No es que el pasado nos haya legado hecho de que a Le Corbusier se le siga reverenciando y no sea
problemas que haya que solucionar, sino que, con pocas excep- objeto de escarnio generalizado es un signo de la fortaleza per-
ciones, constituye él mismo un terrible error, por lo que lo mejor durable de la tentación totalitaria, esa expresión acuñada
es destruirlo y olvidarlo. Su desdén por los contemporáneos era por el filósofo francés Jean-François Revel.
total, salvo por los que lo adoraban sin reservas: pero basta dar Teodoro Darlymple es psiquiatra y colaborador habitual de City Journal y el Instituto Manhattan.

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