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Y en
medio
del fuego, la metralla, los obuses y el espanto, se produjo la 'derrota
mundial', el final grandioso, mientras los héroes "sucumbían venciendo".
Y
junto a ellos combatían los Ángeles del cielo. Las llamas envolvían el
Bunker de HitlerŠ. Y la voz de Hölderin se escuchaba:
M. Serrano
"Los que ya no hemos podido vivir los tiempos del Milagro, podemos
sólo
admirar las Canciones de Gesta de los que vivieron en los momentos
Trágicos, los que han hecho de su vida la última llama, el Último
Batallón,
los poetas de la Nueva Era.
Los que nos recuerdan que perdiendo se ganó, que la lucha política sigue
pero la victoria del espíritu contra la Bestia ya está ganada."
R. Bau
Por ello cuando ,por suerte del destino, he podido aun conocer a un Gran
Hombre, me he considerado muy afortunado. Conocer a Skorzeny,
Degrelle,
Winifred Wagner o Barbie, poder conocer a Arno Breker o Juan de
Avalos, la
familia de Hess o Hans Rudel, unas docenas de grandes hombres, de los
que
no sólo llevaron una gran vida de héroe, sino que fueron personas de una
valía espiritual profunda y sincera.
Poco a poco han ido muriendo, y no son sustituidos por casi nadie en una
época estéril. Sólo he conocido unos poquisimos grandes hombres de
entre
las nueva generaciones, Personas de verdad, llenas de vida espiritual, de
sensibilidad de fuerza y lucha, de austeridad, de sacrificio, y valientes
para enfrentarse al Sistema, pero son tan pocosŠ. No diré sus nombres
pues
aun viven (para un Gran Hombre la alabanza no es un mérito sino una
molestia), pero son tan poco que me sobran dedos en una mano.
Por eso hacía años que esperabamos las Memorias de uno de los Grandes
Hombres que aun nos quedan, Don Miguel Serrano.
Una gran Persona no se distingue por 'lo político', ni sólo por los cargos
o actuaciones, sino por esa vida intensa, vivida con estilo y lucha, dura y
sacrificada, sin motivaciones de éxito o cobro, sino por un gran Ideal.
Quien cobra en dinero o éxito por sus obras ya tiene el premio que
merece,
sólo quien actua por valores íntimos merece el premio del
reconocimiento.
Pocos luchan 10 años seguidos por sus ideas, muy pocos luchan 30 años,
y
sólo los grandes hombres luchan una vida entera. Lo he visto demasiadas
veces, como los más agresivos y radicales dejaban el sacrificio y la
entrega cuando los años pasaban.
Pero además no es la lucha sólo lo que da la grandeza, es preciso además
que vaya unida a la Etica y el Arte, la Sensibilidad.
Luchar una vida y Sentir una Vida, esto hace al Héroe.
Miguel Serrano nace en 1917, de forma que pudo vivir toda la Gran
Tragedia,
nace en Chile, es chileno hasta la médula, su vida es una vida intensa,
llena de una vitalidad y un sentimiento personal, pero a la vez inmersa en
hechos trascendentes, contactos con personas y acontecimientos únicos, y
todo dentro de esa concepción trascendente de la que Don Miguel ha sido
el
primer propagador.
Pero Serrano aun tiene que vivir el caso de Hector Barreto, que como
García
Lorca, muere en enfrentamiento con 'fascistas'. El amigo Barreto, como
nuestro innigualable Lorca, muere en ese conjunto de luchas que tienen
fascistas y comunistas. Como mueren también Muñoz Seca o Victor
Pradera por
el 'otro lado'. Un conjunto de artistas sensibles e idealistas víctimas de
un combate cósmico del Destino.
El dolor por estas muertes es la que debe animarnos a todos. Muertes
inútiles y no deseadas por nuestro arquetipo. Ningún NS debe dejar de
llorar a Lorca o a Miguel Hernandez, a los poetas muertos, pues nuestra
lucha es por la poesía. No podemos hacer como los marxistas que sólo
lloran
'sus' poetas y condenan e insultan, desprecian y marginan a los poetas
que
no se plegaron a sus mandatos.
Esta será una norma en Don Miguel Serrano, será siempre amigo de los
sensibles y buenas gentes, sean de las ideas que sean. Tendrá amigos de
todos los colores, judíos incluidos, nunca confundirá la guerra con las
personas, la lucha contra el Enemigo con el aprecio por los enemigos que
lo
merezcan. Esta debe ser nuestra norma también.
Poco a poco logrará, con amigos sinceros, y con una valía personal, ir
trabajando, viajando, conocerá a grandes hombres como Hermann Hesse
y será
Embajador en varios paises, sus relaciones y actuaciones son de lo más
interesante. El segundo Volumen sólo inicia la exposición de algunas de
estas relaciones, con Nehru, con Indira Ghandi, con Hesse, etcŠ pero
queda
el volumen tercero para acabar de desarrollarlas.
R. Bau