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Agua y Energía en la Ciudad de México

(Visión en 2004)
por

Miguel G. Breceda Lapeyre

Seminario Internacional del Agua


¿ Bien privado o bien común ?

Septiembre 22, 2004

Universidad de la Ciudad de México

Programa de Energí a
AGUA Y ENERGÍA EN LA CIUDAD DE MÉXICO∗
Resumen
El presente trabajo constituye básicamente un acercamiento de carácter amplio a la estimación de la “factura
energética” asociada con el consumo y disposición del agua en nuestra ciudad y sus implicaciones ambientales. En
cierto modo, la estimación puede considerarse como un esfuerzo continuo que implicará una actualización y
afinamiento periódico de los datos necesarios y sugiere el desarrollo de múltiples y diversas líneas de investigación
para la Universidad de la Ciudad de México en áreas que – desde la lógica del Programa de Energía de la Universidad
de la Ciudad de México (PEUCM) – deben ser de su competencia directa desde el punto de vista académico.

Desde nuestra óptica, el agua resulta un recurso vital para los seres vivos y, consecuentemente el acceso a este recurso,
que según los especialistas en el tema del “agua” se conoce como la dotación natural de recursos hídricos de la
humanidad o de un país debe considerarse estrictamente como un bien de propiedad común no sujeto a los mecanismos
de mercado aplicables una mercancía comerciable (commodity), confrontando una tendencia ominosa que se manifiesta
con presencia creciente en el mundo y en nuestro país.

De manera general, la sociedad tiene una noción de la importancia del agua por una parte y de la energía, por otra. Sin
embargo, casi nunca se reflexiona sobre la liga que existe entre ambos bienes. En particular, cabe señalar que para
tener un vaso de agua apta para beber fue necesario incurrir en un gran consumo de energía, cuya producción implica
externalidades ambientales negativas sobre las que aún no se reflexiona sistemáticamente en forma colectiva. Sin
embargo cabe destacar que, desde la óptica de las autoridades encargadas del medio ambiente de la Ciudad de México,
la sobreexplotación de los mantos freáticos, constituye el problema ambiental número uno en esta urbe.

Este trabajo, también intenta proporcionar elementos a dicha reflexión y, después de iniciar con una somera revisión
de los recursos hídricos del mundo y del país, ofrece básicamente un balance de la oferta y la demanda de agua
potable y su disposición ulterior en la Ciudad de México, identificando y haciendo las primeras estimaciones gruesas
sobre el consumo inherente de energía eléctrica, su costo y la consiguiente “generación” de contaminantes. Así
mismo se reseñan brevemente algunas áreas de oportunidad para reducir la “factura” energética y la contaminación
derivada de nuestro actual patrón no sustentable de consumo de agua que inició desde hace al menos cinco décadas,
y que sigue vigente en la Ciudad de México habiendo creado una gran dependencia en fuentes externas cada vez más
distantes, así como presiones sociales y conflictos locales que empiezan a manifestarse con mayor frecuencia.

Al respecto, existen visiones bien fundadas que afirman que la llamada “crisis ambiental” verá sus peores
demostraciones en el deterioro de la calidad y la contracción en la oferta del agua, mucho antes que el deterioro de los
suelos o la atmósfera. Incluso se habla de que en el siglo XXI podrán presentarse diversos conflictos en la forma de
“guerras del agua”, a la manera de las turbias guerras originadas por el control de los recursos naturales,
primordialmente por los energéticos, que se produjeron en el pasado reciente y que en la actualidad resultan evidentes
al analizar los conflictos bélicos del medio oriente (Irak) y Asia (Afganistán).

A nombre del Programa de Energía de la Universidad de la Ciudad de México deseamos manifestar nuestro
agradecimiento a los Ingenieros Guillermo Araiza Ruíz del Sistema de Aguas de la Ciudad de México y al Ing.
Francisco Patiño de la Gerencia Regional de Aguas del Valle de México quiénes amablemente nos proporcionaron
datos fundamentales para realizar esta primera investigación. También expresamos nuestra gratitud al Ingeniero Félix
Hernández Gamundi, Director General de Grupo Mundi S.A. de C.V. por sus invaluables consejos, orientación e
información de relevancia sobre el fascinante tema del agua y a los colaboradores directos de nuestro Programa,
particularmente a la Maestra en Ingeniería Miriam Téllez y al Ing. José Arias. Todas estas personas contribuyen a los
méritos de este trabajo. Empero, los errores, omisiones, o imprecisiones son responsabilidad exclusiva de su autor.

Miguel G. Breceda Lapeyre


Programa de Energía de la Universidad de la Ciudad de México, Septiembre, 2004.

Una versión preliminar de este trabajo con datos hasta 2002, se presentó en Septiembre de 2003 en el marco de la celebración del
2º Aniversario de la Universidad de la Ciudad de México. Aquí se añaden algunos apartados relevantes y se revisan y actualizan las
cifras hasta el año 2003. (N. del A.)
AGUA Y ENERGÍA EN LA CIUDAD DE MÉXICO (La visión en 2004)

Contenido
Página
Consideraciones previas ...................................................................................................................................................1

La cantidad de agua en el mundo y su costo marginal .....................................................................................................2

El agua envasada: ¿rasgo de un nuevo modelo de mercado? ……………………………………………......................3

El agua disponible en México y sus usos .........................................................................................................................5

La Cuenca del Valle de México ........................................................................................................................................7

Sustentabilidad de la CVM y la Ciudad de México .…………………………………………………………………… 8

Ciudad de México: ciclo hidrológico, consumo, demanda y suministro de agua potable ………….……….………… 11

La fuentes de aprovisionamiento de agua de la Ciudad de México .................................................................................13

Gasto de energía relacionado con el consumo de agua en la Ciudad de México ………………………...……………..14

Efectos ambientales del consumo de agua-energía en la Ciudad de México………………………………….………...17

Recapitulación y Conclusiones ........................................................................................................................................18

Referencias ……………………………………………………………………………………………………………. 24

Figuras y Cuadros

Figuras
página
1 El ciclo hidrológico............................................................................................................................................2
2 Agua disponible en el mundo............................................................................................................................3
3 Ciclo Hidrológico Nacional...............................................................................................................................5
4 Distribución espacial de la precipitación media anual en México (serie 1975-1994) ……...………...............6
5 Localización geográfica de la Cuenca del Valle de México..............................................................................7
6 Grado de presión sobre el recurso hídrico.........................................................................................................7
7 La Cuenca del Valle de México: ¿Evolución? ……………………………….…………………….…………9
8 Las Cuencas Endorreicas (Ca. 1500) ………………………….….………………………………….. 10
9 Consumo Bruto Diario de Agua en la Ciudad de México (2004) ……..…………………………………… 12
10 Suministro de agua, producción de electricidad y contaminación en la Ciudad de México............................18
Cuadros

1 Consumo de agua envasada a nivel mundial …………………………………………………………………………… 4


2 Ciclo Hidrológico de la Ciudad de México …………………………………………………………………...………. 11
3 Ciudad de México: dotación de agua por estrato de ingreso (1997)……………………..…….…….………………… 13
4 Ciudad de México: balance de oferta y demanda de agua............................................................................................... 14
5 Consumo y costo de energía eléctrica para el suministro de agua en la Ciudad de México ………………………….. 16
6 Emisión de contaminantes por la producción de energía eléctrica para el manejo del agua en el D.F. ......................... 17
Agua y Energía en la Ciudad de México (La visión en 2004)

Consideraciones previas

¿Qué tipo de bienes son el agua o los recursos energéticos?

De acuerdo con ciertas definiciones ortodoxas, tomadas de la teoría económica dominante, un bien es un
término genérico que se aplica a los productos físicos tangibles utilizados para satisfacer las necesidades y
requerimientos de la gente. Para clasificar los bienes en cuatro grandes tipos genéricos: públicos, privados,
cuasi-públicos o de propiedad común, se debe atender a los criterios básicos de Rivalidad (el consumo de un
cierto bien reduce la cantidad disponible de éste para otros) y de Exclusión (una vez que el bien ha sido
suministrado, resulta posible prevenir que la gente siga consumiéndolo).

Bajo estos criterios, un “bien privado” puede considerarse rival y excluyente, ya que su consumo por una
persona implica que no está disponible para que otra persona lo consuma, típicamente cualquier producto que
podemos comprar en una tienda como comida, aparatos electrodomésticos, autos u otros. Por su parte, el
“bien público” es un bien que puede consumirse simultáneamente por muchas personas sin detrimento de su
calidad o cantidad disponible. El ejemplo clásico de este tipo de bien es la luz que proporciona un faro o,
puede ser también, el alumbrado –público- en las ciudades.

En rigor, el agua y los recursos energéticos no se ajustan a las dos tipologías sucintamente reseñadas y su
definición estricta se presta normalmente a debate. En todo caso, parecerían obedecer más a la definición de
“bienes de propiedad común” (que son aquéllos que resulta difícil excluir o prevenir que se consuman
aunque no se pague por ellos y que, sin embargo, su disfrute se limita a unos cuantos) como playas, océanos,
parques y otros. O, también, a la definición de “bienes cuasi-públicos” (o bienes de cuyo consumo resulta
fácil excluir a los que no pagan pero cuyo disfrute no excluye a otros) como se ha querido manejar a los
servicios de salud, por ejemplo.

Y si bien no podemos definir estrictamente al agua o los recursos energéticos con base en la teoría
convencional, sí podemos afirmar, con base en ésta que no constituyen bienes privados y que se acercan más
a una definición que puede fundir en una nueva noción las definiciones de bienes cuasi-públicos con la de
bienes de propiedad común y que también puede incorporar el concepto de bienes estratégicos, debido a que
resultan insumos imprescindibles en un gran número de procesos productivos. El agua además resulta un
recurso vital para los seres humanos y la llamada dotación natural de agua de la humanidad o de un país
merecería ciertamente considerarse nítidamente como bien de propiedad común, además como un derecho
humano universal.

De manera directa o intuitiva, la gente tiene una noción de la importancia del agua por una parte y de la
energía, por otra. Sin embargo, casi nunca se repara en la liga que existe entre ambos bienes. En particular,
cabe señalar que para tener un vaso de agua apta para beber fue necesario incurrir en un gran consumo de
energía y otros insumos sobre los que no se reflexiona sistemáticamente en forma colectiva.

Ya desde hace varios años, diversas voces han llamado la atención sobre la problemática creciente del
suministro confiable y saludable del agua para las diversas comunidades humanas y especialmente para las
ciudades. Y resulta importante señalar que esta problemática atañe prácticamente a todos los países, inclusive
a aquéllos que, en términos relativos, cuentan con mayores cantidades de agua.

Existen visiones bien fundadas que afirman que la llamada “crisis ambiental” verá sus peores demostraciones
en el deterioro de la calidad y la contracción en la oferta del agua, mucho antes que el deterioro de los suelos
PEUCM/Agua y Energía en la Ciudad de México

o la atmósfera. Incluso es previsible que en el siglo XXI podrán presentarse diversos conflictos en la forma
de “guerras del agua”, a la manera de las turbias guerras originadas por el control de los recursos naturales,
primordialmente por los energéticos, que se produjeron en el pasado reciente y que en la actualidad resultan
evidentes al analizar aún someramente los conflictos bélicos del medio oriente (Irak) y Asia (Afganistán). En
la Ciudad de México, desde la óptica de las más altas autoridades relacionadas con el medio ambiente la
sobreexplotación de los mantos acuíferos constituye el problema ambiental número uno de la urbe.

La cantidad de agua en el mundo y su costo marginal


Conviene recordar que desde la formación de la tierra, la cantidad de agua en el planeta ha permanecido
constante. En teoría, el agua es un recurso renovable que recorre un “ciclo hidrológico” en el que se incluyen
el proceso de evaporación (de los cuerpos de agua) y evapotranspiración (de las plantas), seguidos de la
precipitación (o lluvia) para reconstituirse o renovarse [Figura 1]. Su condición o calidad de renovable,
empero, merece ser revisada frente a un contexto globalizado, donde la demanda por el agua crece con ritmos
más acelerados de los que muestra su tasa de renovación y estas circunstancias permiten anunciar una
eventual, pero ineluctable multiplicación de la escasez – ya patente en muchas partes del mundo- con los
consiguientes conflictos económicos y sociales.
Figura 1
El ciclo hidrológico

Fuente: Tomado de Francisco Javier Aparicio Mijares, Fundamentos de Hidrología de Superficie, Editorial Limusa, México, 1994.

De 1950 a 1990, mientras que la población del planeta se duplicó, la demanda de agua a nivel mundial creció
tres veces y se contempla que se duplique en los próximos treinta años.1 Los requerimientos de agua crecen
con el aumento de la población, pero a un ritmo más acelerado ya que conviene recordar que cada año se
agrega al planeta, una población equivalente a la de un país como México (aproximadamente 100 millones de
personas). En diez años, esta nueva población representa los requerimientos de servicios y bienes –entre ellos
el del agua- de un país como China.

1
Marq de Villiers, Water, Stoddart Publishing Company, Canada, 1999, pág. 32.

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Figura 2 La cantidad de agua disponible en el mundo

A pesar de la gran cantidad de agua existente en los


mares, ríos, lagos, capas polares, o yacimientos
subterráneos en todo el planeta que se estima en un
total de 1,400 a 1,500 millones de kilómetros
cúbicos2 (Km3), el agua realmente disponible para
el consumo y uso de los humanos se reduce a sólo
34 mil Km3por año. En términos del total de agua
del planeta, la disponible sólo representa menos de
una cucharadita de agua vis-a-vis una jarra de
cuatro litros.

Fuente: Tomado de Water, National Geographic, Special Edition, 1993. p. 24.

Actualmente, la humanidad ya consume aproximadamente más de la mitad del agua disponible: 35 por ciento
se destina a la irrigación, la industria y el consumo doméstico, y 19 por ciento se utiliza para efectos de
drenaje o realimentación de corrientes fluviales y acuíferos. Aparentemente, el volumen excedente constituye
un buen margen de reserva. Pero, cabe notar que tal volumen, o casi la mitad del agua disponible, resulta el
más difícil – por consiguiente- el más caro de suministrar debido a que los acuíferos más viables ya se han
localizado, explotado o sobreexplotado y las grandes obras hidráulicas en los ríos accesibles se han realizado,
particularmente en el hemisferio norte del planeta.

Puede afirmarse que, en términos generales, la humanidad está confrontada con un fenómeno de índole
económica semejante al que se inauguró durante la década de los setentas, en el siglo pasado, al presentarse
los llamados “choques" petroleros los cuáles, independientemente de cuestiones coyunturales que
contribuyeron a precipitarlos, en esencia reflejaron una realidad económica cuyos efectos han marcado la
geopolítica del planeta desde entonces. Aquellos choques marcan claramente un punto de inflexión en la
tendencia decreciente de los costos marginales de producción del petróleo crudo. A partir de esos años, el
costo de producción de cada barril de petróleo sería más elevado y, en cierto sentido, esta ineluctable “ley”
económica empieza a vislumbrarse en el caso de la oferta del agua a escala mundial.

Tal vez se pueda razonar que los 34 mil kilómetros cúbicos de agua disponible por año con los que cuenta la
humanidad, mismos que pueden repartirse en 8 mil metros cúbicos por habitante, constituyen una dotación
sobradamente suficiente. Pero los recursos hidráulicos del planeta no se encuentran uniformemente
distribuidos en el espacio y, lamentablemente, el agua deja de concebirse como un bien de “propiedad
común” y se transforma paulatinamente en una mercancía o bien privado, cuyo costo marginal de producción
–como ya se apuntó- tiende a aumentar.

El agua envasada: ¿rasgo de un nuevo modelo de mercado?


Algunas de las primeras manifestaciones patentes de esta transformación, se ilustran en el abandono de la
práctica solidaria, de cierto modo ancestral en la humanidad, de obsequiar agua al sediento. La práctica
resulta ya casi obsoleta en las grandes urbes y, aunada a la desconfianza en la pureza del agua suministrada
por los organismos públicos, el presente mercado del agua envasada o embotellada le resultaría muy curioso

2
Imaginarse: una pecera en forma de cubo, cuyos lados miden 1 kilómetro.
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PEUCM/Agua y Energía en la Ciudad de México

y hasta cierto punto aberrante a nuestros antepasados. Y, en este punto, conviene reflexionar sobre la posible
configuración y Sustentabilidad de un nuevo modelo de mercado del agua en el siglo XXI.

En las últimas tres décadas, el consumo de agua embotellada a nivel mundial ha crecido a un ritmo constante
y la actividad relacionada con esta actividad es la más dinámica de toda la industria de alimentos y bebidas.
A pesar de la gran disparidad en los precios del agua embotellada frente al agua potable que se ofrece como
servicio público, o sea el “agua de la llave”, que puede costar hasta mil veces menos que la embotellada, la
demanda a escala mundial de esta última crece a una tasa media anual de casi 12 por ciento.3

Se estima que en el mundo se consumen del orden de 144 mil millones de litros de agua embotellada al año
y su valor corriente se estima en 289 mil millones de pesos (o 25 mil millones de dólares). Una cuarta parte
de esta agua se consume fuera de su país de origen, hecho que implica un fuerte gasto de energía para su
transporte y para la fabricación de sus envases, normalmente plásticos derivados del petróleo conocidos
como PET y cuyo peso correspondiente es superior a 1.5 millones de toneladas.4

Nuestro país ocupa el segundo lugar como consumidor neto de agua envasada a nivel mundial, después de
Estados Unidos y el mismo lugar en términos del consumo per-cápita a nivel mundial con 164 litros por año,
solo superado por Italia. Se estima que en México existen más de tres mil marcas de agua envasada, cuatro de
ellas controlando el 34 por ciento del mercado nacional5 donde se comercializaron en 2003 del orden de 16
mil millones de litros. Empero, vale notar que entre el 80 y 90 por ciento de esta cifra se comercializa en los
llamados “garrafones” de 19 litros y el resto en botellas de plástico de menor volumen. [Cuadro 1]
Cuadro 1
Consumo de agua envasada a nivel mundial
Millones de Litros Tasa media anual
Lugar en 2003 País 1998 2003 de crecimiento %
1 Estados Unidos 15,635 24,205 9.1
2 México 10,874 16,483* 8.7
3 Brasil 4,738 10,750 17.8
4 China 3,537 10,620 24.6
5 Italia 7,716 10,564 6.5
6 Alemania 8,210 10,322 4.7
7 Francia 6,560 8,900 6.3
8 Indonesia 2,734 7,431 22.1
9 Tailandia 3,840 4,930 5.1
10 España 3,713 4,595 4.4
Primeros 10 67,558 108,799 10
Resto del Mundo 20,215 35,119 11.7

TOTAL 87,772 143,918 10.4


* Conviene señalar que ciertas fuentes locales difieren de este dato, ubicándolo en 13 mil millones de litros por año en 2003. Para efecto de
comparación nos atenemos a las cifras expresadas en el Cuadro.
Fuente: Beverage Marketing Corporation [en] www.bottledwater.org/public/ downloads/2004/2003_BW_Stats_for_Web.doc

3
Hechos y cifras, Agua Embotellada: Año Internacional del Agua Dulce 2003, htpp://www.wat.evphp@URL_ID=5226&URL
4
Ídem.
5
Carlos Fernández-Vega, “El fabuloso negocio del oro transparente” (en) México SA, La Jornada, julio 21, 2003, pág. 18.

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El agua disponible en México y sus usos
De acuerdo con ciertas estimaciones internacionales6, del total de agua dulce disponible en el planeta (34 mil
km3) anualmente, México cuenta con un poco más del uno por ciento o 357 km3∗. En el año de 1950, esta
disponibilidad natural era equivalente a casi 13 mil metros cúbicos (m3) disponibles de agua dulce para cada
mexicano.

Con los datos oficiales de población del año 2001, la Comisión Nacional del Agua de nuestro país ha
establecido este mismo indicador en aproximadamente 4,685 m3 por habitante. En todo caso, la reducción,
atribuible solamente a la dinámica del crecimiento poblacional y no a la disminución en la disponibilidad por
efectos de la contaminación o al cambio climático, se traduce en que los mexicanos de hoy sólo disponen de
alrededor de un tercio del agua con la que contaban nuestros compatriotas hace apenas cinco décadas.

Según las proyecciones de población elaboradas por la Organización de las Naciones Unidas7, para el año
2025 nuestro país contará con 121 millones de habitantes y la disponibilidad anual de agua per-cápita se
habrá reducido a 2,952 m3. Los “componentes” básicos del ciclo hidrológico nacional, consignados por la
Comisión Nacional del Agua se ilustran a continuación. [Figura 3]
Figura 3
Ciclo Hidrológico Nacional 2000-2001

Recursos hídricos internos


Importaciones
50 km 3/año
+
Precipitación
772 mm/
- Evapotranspiración = renovables

1,109 km 3/año, 469 km 3/año


3
1,528 km /año

Exportaciones
0.44 km 3/año

Recarga de acuíferos Escurrimiento superficial virgen


75 km 3/año 394 km 3/año

Extracción de agua Extracción de agua


subterránea superficieal
27.4 km 3/año 45.1 km 3/año

Uso Uso para abastecimiento Uso para industria Consumo Nacional de


Agropecuario + público
+ autoabastecida = Agua
56.4 km 3/año 9.5 km 3/año 6.6 km 3/año 72.5 km 3/año
Fuente: Comisión Nacional del Agua, Estadísticas del Agua en México, 2000, p. 21 (en) http://www.cna.gob.mx y Compendio Básico del Agua
en México, 2001, Enero 2001, p. 5

6
Ver “Appendix” en Marq de Villiers, Op. Cit., pp. 267-273

Cabe señalar, sin embargo, que las estimaciones oficiales para 2003 del gobierno federal del país, elaboradas por la
Comisión Nacional del Agua, difieren de esta cifra y consideran que la disponibilidad natural es superior, ubicándola en
alrededor de 469 Km3.
7
Con base en “Appendix” (en) Marq de Villiers, Op Cit., pp. 267-273
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PEUCM/Agua y Energía en la Ciudad de México

En la Figura 3, con base en series históricas de 1941 a 2001se deduce que, la precipitación media anual en
México, o cantidad de lluvia, es de 772 milímetros por año que equivalen a un volumen de agua repartido en
todo el territorio de 1,528 Km3. De este volumen total, casi el 73 por ciento (o 1,109 Km3) se pierde en
evapotranspiración y evaporación directa de las masas de agua.

Por otra parte, el llamado escurrimiento superficial virgen medio es de 394 km3 cada año, de los cuales 344
se generan por la lluvia en el propio país y los 50 km3 restantes en países limítrofes. De Guatemala se reciben
aproximadamente 47 km3, aunque no existen convenios, y con Estados Unidos ciertos acuerdos
internacionales comprometen importaciones que aportan 1.85 km3 de la cuenca del río Colorado y 0.07 km3
de la cuenca del río Bravo en la región norte del país. En esta región y hacia EEUU, existen compromisos de
cesión (exportaciones) de 0.44 km3 por año de la cuenca del río Conchos.8 Finalmente, la recarga media de
los acuíferos se estima en 75 km3 por año, la cual, sumada al escurrimiento de 394 km3 arroja un total de
469 km3 anuales, cifra que representa los recursos hídricos renovables anuales totales del país. [Figura 3]

Mediante la extracción del agua subterránea y la superficial, el país consume actualmente 72.5 Km3 anuales,
de los cuales 56.4 Km3 o cerca del ochenta por ciento se destina al sector agropecuario; 9.5 km3 o trece por
ciento constituye abastecimiento público a los sectores industrial, residencial y comercial. El resto, 6.6 km3
anuales, se utilizan por un segmento del sector industrial que se abastece autónomamente. [Figura 3]

De manera análoga a la distribución del agua en el planeta, los recursos hídricos de México se encuentran
repartidos de una forma desigual en el territorio nacional, consecuentemente existen variaciones
significativas de las disponibilidades de agua según regiones. El 50 por ciento del escurrimiento superficial
se genera en el sureste del país, en tan sólo el 20 por ciento del territorio, mientras que en el norte del país,
que abarca el 30 por ciento del territorio, se genera sólo el 4 por ciento de dicho escurrimiento.9 También se
sabe que normalmente la lluvia es escasa en el norte del país y más abundante en el sureste y en las vertientes
del Golfo de México y del Pacífico al sur del Trópico de Cáncer. [Figura 4]

Figura 4
Distribución espacial de la precipitación media anual en México (Serie 1975-1994).

Cuenca del Valle de México

Fuente: FAO, http://www.fao.org/waicent/faoinfo/agricult/agl/aglw/aquastat/countries/mexico/indexesp.stm

8
FAO, Sistema de Información sobre el Uso del Agua en la Agricultura y el Medio Rural de la FAO (en)
http://www.fao.org/waicent/faoinfo/agricult/agl/aglw/aquastat/countries/mexico/indexesp.stm
9
Ídem.

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La Cuenca del Valle de México
La llamada región de la Cuenca del Valle de México (CVM) comprende un área aproximada de 10 mil
kilómetros cuadrados (km2). Una tercera parte de la superficie de esta cuenca es plana y la altura media es de
2,240 metros sobre el nivel del mar. Casi la mitad de la CVM se ubica parcialmente en el Estado de México;
más de una cuarta parte en el Estado de Hidalgo; los estados de Tlaxcala y Puebla ocupan menos del 10 por
ciento y el Distrito Federal (DF), con sus 1,504 km2 , cubre un poco más del 15 por ciento de la superficie de
la CVM, aunque el área propiamente urbana del DF mide aproximadamente 700 km2 [Figura 5]
Figura 5
Localización geográfica de la Cuenca del Valle de México

Fuente: Fundación Friedrich Ebert y DDF, Aguas Residuales en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, México 1989, p.44.

La CVM se encuentra en una zona de precipitación anual media con 767 milímetros (mm), cantidad
ligeramente inferior al promedio nacional de 772 mm. Sin embargo, esta región acusa una baja disponibilidad
de agua tanto de la superficial como de la subterránea de tal manera que, de las trece regiones administrativas
en las que se divide el país para efectos de la planeación y administración de los recursos hídricos, la
correspondiente al Valle de México es actualmente la que muestra claramente un desequilibrio entre la oferta
local y sus niveles de consumo. De esta manera, un indicador conocido como el “grado de presión sobre el
recurso hídrico” que se define como: Extracción Total Anual / Disponibilidad Natural, resulta mayor a la
unidad (indicando sobreexplotación), sólo en el caso de esta Cuenca. [Figura 6]
Figura 6
Grado de presión sobre el recurso hídrico

¿ 126, 140, o 175


% ?

Fuente: Comisión Nacional del Agua, Estadísticas del Agua en México, 2003 p. 26 (en) http://www.cna.gob.mx
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PEUCM/Agua y Energía en la Ciudad de México

De acuerdo con este indicador, sugerido por metodologías de la Organización de las Naciones Unidas, la
Cuenca del Valle de México encabezaría la lista de las regiones administrativas que están ejerciendo una
fuerte presión sobre el recurso hídrico y la única donde se presenta el perturbador fenómeno en el cuál la
extracción de agua rebasa la disponibilidad natural en al menos un 26 por ciento. Otras referencias aluden a
que en la CVM que comprende al DF en su conjunto con 8.6 millones de habitantes o aproximadamente 46
por ciento de la población total de la Cuenca, 56 municipios del Estado de México, 39 del Estado de Hidalgo
y cuatro municipios del estado de Tlaxcala, la sobreexplotación de los recursos hídricos excede en “140 % la
magnitud de la recarga,”10 o 40 por ciento de sobreexplotación.

En enero de 2003, se consigna en el Diario Oficial de la Federación que los mantos acuíferos del sistema de
pozos del Valle de México y del Alto Lerma (de donde proviene una parte sustantiva del agua que se
consume en el DF) registran niveles de sobreexplotación que alcanzan el 75 por ciento.11

Analizadas con detenimiento, estas cifras ilustrarían de manera patente un patrón de consumo no sustentable
que resulta, cada vez más, tema de reflexión sobre la viabilidad del crecimiento urbano y los consiguientes
requerimientos de agua en esta cuenca.

El patrón señala claramente un desequilibrio y el eventual agotamiento de los recursos hídricos en los centros
urbanos ubicados en el Valle de México. Las soluciones técnicas normalmente apuntan hacia la obtención de
agua en fuentes cada vez más remotas y, en consecuencia, cada vez más onerosas para la sociedad mexicana
en su conjunto debido a que no sólo se deben contabilizar los gastos de inversión12, asociados a la obra civil
relacionada, sino, también los gastos de operación, incluidos especialmente los de consumo de energía y los
costos de las múltiples y variadas externalidades negativas derivadas del impacto multidimensional que
produce la importación (eufemísticamente hablando) de agua de otras regiones.

Sustentabilidad de la CVM y de la Ciudad de México


Al recordar brevemente las primeras manifestaciones -que se avanzaron a mediados de los años 80- del
concepto de desarrollo sustentable, mismas que recalcaban el principio de respetar los recursos e,
idealmente, acrecentarlos o mejorarlos para futuras generaciones, resulta evidente que, en el caso de los
recursos hídricos en nuestra Ciudad, se han ignorado las tesis fundamentales de aquel aún plausible concepto.

Las formas y mecanismos con los que se ha logrado el precario balance entre demanda y oferta de agua en la
Ciudad de México empiezan a mostrar su inviabilidad a mediano plazo y los conflictos económicos y
políticos empiezan a manifestarse en distintos ámbitos.

Las múltiples y variadas actividades antropogénicas desarrolladas en la CVM causaron, durante un periodo
de cinco siglos, una merma impresionante de los cuerpos de agua superficiales que abarcaban una área de

10
Julio Javier Guido Aguilar, “El Futuro del Recurso Agua” Mimeo, 2003, p. 3-14. bvva@todito.com
11
Citado por Silvia Chávez y René Ramón, “El sistema Chiconautla dejaría de suministrar al DF” (en) La Jornada, Septiembre
18, 2003, p. 34.
12
Estimados en 1990 en 150 mil millones de pesos, aproximadamente, para traer un m3 de agua por segundo desde las posibles
fuentes del río Tecolutla, en el Estado de Veracruz, que en valor actual equivaldría a 648 millones de dólares o 6,480 millones de
pesos (Ver: Kramer A., Johann, El buen uso del agua en las ciudades, Cámara de Comercio de la Ciudad de México, México, Ca.
1990 (sin Fecha precisa), p. 47. Otra estimación, realizada en 1998 por la desaparecida “Comisión de Aguas del Distrito Federal”,
ubicaba diversos gastos de inversión específicos para traer un m3 de agua por segundo adicional al Valle de México desde
Temascaltepec y modernizando el sistema Cutzamala en 120 millones de dólares o 1,200 millones de pesos al tipo de cambio
actual, sin considerar los efectos inflacionarios.

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entre 800 y 1,000 km2 en el año de 1500, que se redujo aproximadamente a 400 km2 hacia mediados del siglo
XIX, y que actualmente sólo abarcan menos de una vigésima parte de aquella superficie original. [Figura 7]
Figura 7
La Cuenca del Valle de México: ¿Evolución?

Hace 500 años los cuerpos de agua de la “Cuenca de En un periodo de cinco siglos, la gran riqueza lacustre de
México” ocupaban una superficie que fluctuaba entre la “Cuenca de México” se redujo drásticamente y en
los 800 y 1,200 kilómetros cuadrados de acuerdo con la términos de recursos hídricos disponibles para la
estacionalidad de las lluvias. Dicha superficie es población, prácticamente desde mediados del siglo XX, la
equivalente al área urbana de la Ciudad de México en la Ciudad de México ya no era sustentable. Los escasos
actualidad … remanentes de los cuerpos de agua, además, están
gravemente contaminados…

Fuente: Enrique Vela, “La Cuenca de México a Vuelo de Pájaro” [en] Revista Arqueología Mexicana, Julio-Agosto 2004, Volumen XII,
Número 68, Editorial Raíces, Ciudad de México. pp. 83 y 85. La ilustración de la izquierda reproducida aquí pertenece al archivo de Enrique
Vela y la de la derecha es autoría de Samara Velásquez.

El proceso, que llevó a la casi total desecación de los cuerpos de agua en una de las cuencas endorreicas (que
no tienen salida al mar) más importantes de la meseta central de México, se manifestó principalmente en tres
fases: 1) Las primeras obras del drenaje basadas en el modelo europeo en boga realizadas por los
conquistadores y sus descendientes inmediatos, en lo que después se conoció como el “Tajo de Nochistongo”
a principios del siglo XVII; 2) Las obras de drenaje emprendidas en el siglo XIX y principios del XX durante
el “Porfiriato” y 3) La construcción del hoy denominado “drenaje profundo” en el último tercio del siglo
XX.
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PEUCM/Agua y Energía en la Ciudad de México

Figura 8
Las Cuencas Endorreicas (Ca. 1500)

Fuente: Teresa Rojas Rabiela, “Las cuencas lacustres del Altiplano Central” [en] Revista Arqueología Mexicana, Julio-Agosto 2004, Volumen
XII, Número 68, Editorial Raíces, Ciudad de México. pp. 20-27.

Además de estas fases, a lo largo del periodo señalado se debe aunar la continua y creciente extracción
aplicada a los mantos acuíferos subterráneos, principalmente en los últimos 150 años junto con una
deforestación acelerada correlacionada con la marcha urbana y la consiguiente impermeabilización de la
superficie que redujo la capacidad de recarga de los acuíferos.

Considerado como el “problema ambiental número uno de la ciudad” actualmente, la sobreexplotación de los
acuíferos de la Ciudad de México, que fluctúa entre 9 y 12 metros cúbicos por segundo [m3 /seg], ocasiona
de 6 a 28 centímetros de hundimiento al año. Una tercera parte de este problema se atribuye a la
impermeabilización y dos terceras partes a la sobreextracción.13

13
Claudia Sheimbaum, Conferencia: “Proyecto de recarga del acuífero en el sur del Distrito Federal”, Colegio de Ingenieros
Civiles de México, Febrero 18 de 2004 [en] Revista Tláloc, Asociación Mexicana de Hidráulica, No. 30, Enero-Abril 2004 pp. 43-
44.

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Ciudad de México: ciclo hidrológico, consumo, demanda y suministro de agua potable

El ciclo hidrológico

De acuerdo con diversos estudios14 enfocados a la determinación de los componentes del ciclo hidrológico
de la Ciudad de México (o Distrito Federal), la Precipitación anual se ha establecido en 1,314 millones de
metros cúbicos anuales o casi 42 m3 por segundo, volumen que se integra por las aportaciones o “gastos” de
la Evapotranspiración, la Evaporación, la Infiltración y el Escurrimiento de acuerdo con el desglose que
se presenta en el Cuadro 1.

Cuadro 2
Ciclo Hidrológico de la Ciudad de México
Componente del Gasto
3
Ciclo Características m /s Millones m3/año
Este componente se genera por un área
total de 729 km2 de flora variada que se
Evapotranspiración integra con una superficie agrícola de 23.893 753.487
aproximadamente 209 km2; zonas de
cobertura vegetal integradas por 381 km2
de bosques, 108 km2 de estrato arbustivo, y
41 km2 de plantaciones diversas

De acuerdo con estudios de la Comisión


Evaporación Nacional del Agua para 1994 , basados en 0.538 16,966
los cuerpos de agua de Xochimilco

Infiltración Con base en datos de 1996 8.272 260.880

La gran mayoría de las corrientes en el


Distrito Federal son intermitentes, salvo los
ríos Magdalena, Mixcoac y Tacubaya, los
cuales tienen escurrimientos perennes. El
Escurrimiento escurrimiento en el Distrito Federal se 8.955 282.396
calculó descontando, al volumen
precipitado, la infiltración, la
evapotranspiración y la evaporación en
cuerpos de agua

TOTAL La temporada de lluvias en la Ciudad de


México se presenta durante el periodo de
Precipitación mayo a octubre. Las precipitaciones son 41,658 1,313.728
intensas y de corta duración. Las lluvias
que ocasionalmente se presentan en
invierno son más extensas con mayor
duración

Fuente: Plan Maestro de Agua Potable del Distrito Federal 1997-2010, Informe Final, Departamento del Distrito Federal, Secretaría de Obras, DGCOH,
México, Julio 1997 pp. 1-3, 1-6.

14
Los estudios se condensan en el Plan Maestro de Agua Potable del Distrito Federal 1997-2010, Informe Final,
Departamento del Distrito Federal, Secretaría de Obras, DGCOH, México, Julio 1997.
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PEUCM/Agua y Energía en la Ciudad de México

Consumo y demanda

De acuerdo con los datos más recientes en forma agregada, la llamada Zona Metropolitana de la Ciudad de
México (ZMCM) consume del orden de 66 metros cúbicos por segundo (m3/seg), de los cuales normalmente
35 corresponden estrictamente a la Ciudad y 31 a los municipios conurbados a la misma. Sin embargo, en
2003 el consumo en la Ciudad de México fue de 33 m3/seg que equivalen a casi 3 mil millones de litros
diarios.
Figura 9
Consumo Bruto Diario de Agua en la Ciudad de México (2004)

Consumo = 2, 851, 200, 000 litros

Para darnos una idea del volumen de agua que el


consumo bruto diario sólo de la Ciudad de México
representa, imaginemos una batería de 3.5 millones
de tanques circulares (con 800 litros cada uno y un
metro de diámetro, parecidos a un típico “tinaco” de
azotea). Alineados consecutivamente tendrían una
longitud de 3,500 kilómetros que equivale a la
distancia entre México y Caracas en Venezuela.

Al considerar una población de 8.6 millones de habitantes en la Ciudad de México, esta oferta de 33 m3/seg
de agua equivaldría a una dotación bruta de 332 litros al día por habitante (l/hab/día), cifra que
aparentemente contrasta en forma positiva con la disponibilidad promedio en ciudades como Nueva York,
Tokio o Paris -dónde dicha dotación es de 200 l/hab/día- cantidad que se considera adecuada para un buen
nivel de confort. Sin embargo, de acuerdo con diversos especialistas, la aparente alta dotación a los
habitantes de la Ciudad de México “por sí misma implica un desperdicio”15 de 132 l/hab/día o
aproximadamente 13 m3/seg.

Por su parte, la demanda de agua de la Ciudad de México, se integra mediante la suma del consumo total de
los distintos usuarios más las pérdidas físicas de caudal (o fugas) que se presenten en los distintos
componentes del sistema de abastecimiento. En particular, se estima que las fugas de agua en nuestra ciudad
son cercanas al 38 por ciento del total o sea que casi 12.4 m3/seg se pierden por fugas en las tomas
domiciliarias (7.4 m3/seg) y en la llamada red primaria (5 m3/seg).

De esta manera, el consumo efectivo (el agua potable disponible para la población) en la Ciudad de México
se reduce a 20.6 m3/seg, de los cuales casi el 40 por ciento se destina a los sectores industrial, comercial y de
servicios. El resto, o aproximadamente 13 m3/seg, resulta el volumen de agua que se consume por el sector
doméstico o residencial. Esta dotación representa una disponibilidad de agua potable per-cápita para este
sector de 131 l/hab/día, aproximadamente.

15
Tercer Congreso de Ingeniería de Sistemas. “Futuro deseado del Agua, Escenario Futuro Probable 2011”, Puerto Vallarta,
México, noviembre, 2002, p.1-31.

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En la Ciudad de México se han hecho estimaciones que ubican el mínimo volumen de agua adecuado para
uso doméstico en aproximadamente 180 l/hab/día. Al comparar este volumen mínimo con la disponibilidad
actual, se deduce que existe un déficit de casi 50 litros diarios por persona, o un caudal necesario de confort
de un poco menos de 5 m3/seg adicionales, suponiendo que el volumen disponible actual se distribuyera
equitativamente. Situación que no se presenta en el contexto de nuestra sociedad urbana.

Nivel de ingreso y dotación de agua en el DF

Ciertos estudios realizados por las autoridades relacionadas con el agua en la Ciudad de México, comprueban
que el ingreso de los usuarios domésticos determina un patrón de inequidad en el volumen de agua
consumida y, en forma concomitante, la cantidad demandada de agua varía en cada una de las 16
delegaciones que integran el Distrito Federal.

De acuerdo con un estudio relacionado con el sistema de distribución de agua potable en la Ciudad de
México16, realizado en 1996, al estratificar a los usuarios por su nivel de ingreso en Popular, cuyo ingreso
familiar es menor a tres salarios mínimos; Medio (entre 3 y 7 salarios mínimos); Medio Alto (entre 7 y 17
salarios mínimos); y Residencial (más de 17 salarios mínimos) se puede constatar un patrón marcadamente
inequitativo en el consumo promedio de agua en nuestra ciudad ya que por cada litro de agua disponible para
el estrato popular de la población, existen hasta cuatro litros disponibles para el estrato de consumidores
residenciales.

El estudio en cuestión concluyó que más de tres cuartas partes de la población de la Ciudad de México no
acceden a la dotación de agua sugerida para lograr un nivel mínimo de confort, ya que sólo cuenta en
promedio con 159 l/hab/día [Cuadro 3
Cuadro 3
Ciudad de México: Dotación de agua por estrato de ingreso (1997)

Estrato por Nivel de Población Porcentaje de la Dotación promedio de Índice de


Ingreso (millones de población agua concentración de
habitantes) (%) (l/hab/día) agua (1)
Popular 6.6 77 159 1
Medio 1.5 18 248 1.56
Medio Alto 0.293 3.4 516 3.25
Residencial 0.153 1.8 653 4.10
Total 8.6 100 (Promedio) 196

(1) Se establece mediante la razón entre las dotaciones de agua de los diferentes Estratos, tomando como base el estrato Popular.
Fuente: Con base en Revista Hidráulica Urbana, DGCOH, Núm. 3, Noviembre de 1997. p. 10

Las fuentes de aprovisionamiento de agua de la Ciudad de México


Para cubrir la demanda de agua, la Ciudad de México recurre a fuentes externas e internas. Como ya se
apuntó, ambas proporcionaron en 2003 un caudal bruto aproximado de 33 m3/seg.

Las fuentes externas se integran con el Sistema Cutzamala que contribuye con 9.72 m3/seg o 30 por ciento
del total; el llamado Sistema Lerma, que contribuye con 4 m3/seg o 12 por ciento del total, y contribuciones

16
Oscar Fuentes Mariles, “El Plan Maestro de Agua Potable”, (en Revista Hidráulica Urbana , DGCOH, Núm. 3, Noviembre de 1997.
pp. 5-23)
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PEUCM/Agua y Energía en la Ciudad de México

del Risco (Caldera) de 1.4 m3/seg o 4 por ciento del total. El suministro agregado de las fuentes externas
representa el 46 por ciento del caudal bruto.

Por su parte, las principales fuentes internas son los pozos ubicados en el Distrito Federal y, en muy pequeña
proporción, diversos manantiales y el río Magdalena. De manera gruesa, ambas fuentes aportan
aproximadamente 18 m3/seg o el 54 por ciento del caudal bruto.

Conviene observar, por otra parte, que el caudal que aportan las fuentes externas – 15.12 m3/seg- es apenas
superior a las pérdidas por fugas – 12.4 m3/seg- en el sistema de distribución de agua de la Ciudad. A esta
problemática la Ciudad dedica una sustantiva cantidad de recursos. De acuerdo con declaraciones del actual
Jefe de Gobierno, hasta 2003, su administración habría realizado un gasto que fluctuó entre 300 y 500
millones de pesos para detectar dichas fugas17. También se pretende implantar un programa de
“Sectorización-Control de Presiones–Control” que tiene la finalidad de recuperar 3 m3/seg.18

En el Cuadro 4 se muestra el balance de la oferta y la demanda de agua en la Ciudad de México.


Cuadro 4
Ciudad de México: balance de oferta y demanda de agua
Oferta Demanda
Fuentes:
Externas
(Cutzamala) 9.72 Sector:
(Lerma) 4.0 Doméstico ≅ 12.36
Risco (Caldera) 1.4 Industrial, Comercial
Sub total ≅ 15.12 m3/seg y Servicios ≅ 8.24
Internas
Pozos ≅ 17 Pérdidas ≅ 12.4
Manantiales y
Río Magdalena ≅ 1
Sub total ≅ 18 m3/seg

TOTAL ≅ 33 m3/seg TOTAL ≅ 33 m3/seg


Fuente: Elaboración propia con base en datos para 1997, tomados del Plan Maestro de Agua Potable del Distrito Federal 1997-2010 e
información directa del Sistema de Aguas de la Ciudad de México para datos del año de 2003.

Gasto de energía relacionado con el consumo de agua en la Ciudad de México


El consumo de la energía eléctrica que se destina al suministro y disposición final del agua en la Ciudad de
México (CEACM) se integra con cuatro componentes básicos que son:

1. Consumo eléctrico de las fuentes externas de suministro (E)


a. Cutzamala (ECU)
b. Lerma (EL)
c. Risco (Caldera) (ER)

2. Consumo eléctrico de las fuentes internas de suministro (I)

3. Consumo eléctrico (particular) de los usuarios (U)

4. Disposición final (Drenaje, Tratamiento y Reuso) (DTR)


17
Berta Teresa Ramírez, “Breve exposición de obras,…, acciones en materia de agua”) en La Jornada, Septiembre 2, 2003, p. 41.
18
Claudia Sheimbaum, Loc. Cit.

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De esta manera, tenemos una ecuación elemental para estimar el consumo de energía agregado y su costo:

CEACM = E + I + U +DTR = (ECU + EL+ ER) + I + U + DTR

A continuación se explica brevemente cada una de las variables:

Ecu Cutzamala
Como se anotó, el volumen de agua proveniente de Cutzamala es de aproximadamente 9.72 m3/s, caudal que -después
de recorrer más de 160 kilómetros-requiere bombearse 1,100 metros de desnivel para llegar a la Ciudad de México.
El consumo de energía correspondiente se estima en 2.85 kilowatts-hora19 por metro cúbico (kwh/m3) y el costo es de
aproximadamente $0.99 / kwh.

EL Lerma
El sistema Lerma aporta del orden de 4.0 m3/s y su consumo energético es de aproximadamente 0.520 kwh/m3, con un
costo promedio de $0.865 /kwh.

ER Risco (Caldera)
Esta fuente externa aporta aproximadamente 1.4 m3/s y el consumo de energía se estima en 0.520 kwh/m3, con un costo
promedio de $0.865 /kwh.20

I Fuentes Internas
De los pozos, manantiales y ríos como el Magdalena, se obtiene un suministro de 18 m3/s, con un consumo de energía
aproximado de 1.02 kwh/m3. (Incluye todo el consumo de energía eléctrica realmente facturada al “Sistema de Aguas”
de la ciudad.) El costo promedio se estima en $ 0.904 /kwh.

U Usuarios particulares
Se ha establecido que aproximadamente del total de agua potable que se suministra a la ciudad (33 m3/s), se pierden 5
m3/s en la red primaria, por consiguiente, 28 m3/s representa el caudal de agua potable que circula en la red
secundaria de dónde se fuga del orden del 25 por ciento por lo que alrededor de 21
m3/s se distribuyen en los hogares, industrias, comercios y servicios de la Ciudad. Se considera que un gran número de
usuarios requiere elevar el agua para poder utilizarla y, con base en una estimación hipotética, que supone que la
altura promedio de los tinacos en la Ciudad es de 6 metros, se recurre a un muy atomizado sistema de bombeo , con su
correspondiente consumo energético21 que alcanzaría del orden de 0.0327 kwh/ m3. El costo, estimado con base en el
precio medio del kilowatt-hora para el usuario doméstico en el D.F. en 2003, es de $ 0.9466 / kwh

DTR Drenaje, Tratamiento y Reuso


Todas las variables anteriores dan cuenta del suministro y utilización del agua en la ciudad. La variable DTR, a su
vez, consigna el consumo de energía eléctrica aparejado a los diversos procesos para la disposición del volumen de
agua que no se pierde en las redes primaria y secundaria de agua potable, aproximadamente 21 m3/s. El consumo
energético requerido para el conjunto de estos procesos, que en rigor también implica el desalojo de 9 m3/seg
adicionales del escurrimiento (i.e. lluvia menos evaporaciones, evapotranspiraciones e infiltraciones) equivale a
0.107 kwh/ m3 y el costo promedio del consumo de energía es de $ 0.907 / kwh.

19
Dato calculado de acuerdo con información proporcionada en comunicación directa de la Comisión Nacional de Agua (Gerencia
Regional de Aguas del Valle de México y Sistema Cutzamala), 2003.
20
No se cuenta con información puntual sobre el consumo energético, ni su costo consiguiente. Se asume igual al del Sistema
Lerma.
21
Asumiendo una eficiencia media de todos los sistemas de bombeo de 50 %.
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PEUCM/Agua y Energía en la Ciudad de México

La ecuación básica (CEACM) nos puede proporcionar la factura energética, así como el consumo total de
energía necesario para alcanzar el balance actual entre la oferta y la demanda de agua en la Ciudad de
México. Los agregados anuales gruesos estimados con datos de facturación para el año de 2003 se presentan
en el Cuadro 5
Cuadro 5
Consumo y costo de energía eléctrica para el suministro de agua en la Ciudad de México (2003)
V ar iab le C au d al C au d al p or añ o C on su m o C o n s u m o A n u al C o s to P r o m ed io F ac tu r a A n u al
(m 3/s eg ) (M illo n es m 3) k w h /m 3 (M illo n es k w h ) $/k w h M illo n es $
Ecu C utz am ala 9.72 307 2.855 875 0.99 866
El L erm a 4 126 0.521 66 0.865 57
Er R isc o (C aldera) 1.4 44 0.521 19 0.865 16
I Internas 18 568 1.018 578 0.904 522
U U suarios partic ulares 21 662 0.033 22 0.9466 20
D T R D renaje, T ratam iento y 30 946 0.107 101 0.907 92
R euso
T o t a l = C EAC M 84.12 2,653 1,660 1,574
Fuentes: Elaboración con base en datos de los caudales de agua consignados en el Plan Maestro de Agua Potable del Distrito Federal 1997-
2010 y actualizados a 2003 con información directa del Sistema de Aguas de la Ciudad de México; Comunicación directa de la Comisión
Nacional del Agua (Gerencia Regional de Aguas del Valle de México y Sistema Cutzamala), con datos para 2003; Datos de Facturación
eléctrica del Sistema de Aguas de la Ciudad de México para 2003 (Fuentes Internas, Lerma y DTR); página electrónica de CFE y estimaciones
propias (PEUCM).

El consumo anual de energía eléctrica para el manejo integral del agua en la Ciudad de México es superior
en un 12 por ciento al consumo total del Estado de Tlaxcala, por ejemplo. Su valor estimado de 1,574
millones de pesos equivale a poco más del 11 por ciento del total de ingresos anuales por productos en el
Distrito Federal de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro.

En la práctica, el organismo rector y operador para el manejo del agua en la Ciudad; el Sistema de Aguas de
la Ciudad de México asume en forma directa el pago por el consumo de energía eléctrica correspondiente a
los caudales provenientes del Lerma (variable EL); de las Fuentes Internas (I) y del Drenaje, Tratamiento y
Reuso (DTR). El subtotal correspondiente es de 745 millones de kwh que cuestan 671 millones de pesos
anuales y convierte a esta entidad en el tercer cliente más importante de la Compañía de Luz y Fuerza del
Centro, después del sistema de alumbrado público y del sistema de transporte colectivo.

A este subtotal estimado debe agregársele la correspondiente al consumo de combustibles y lubricantes de los
equipos hidroneumáticos móviles utilizados para el desazolve, la flota vehicular y diversos motores de
combustión interna estacionarios que se dedican a diversas actividades relacionadas directamente con el
manejo del agua potable o el drenaje. En 1998, esta factura se estimó conservadoramente en cerca de 50
millones de pesos anuales22 y actualmente (2004) puede ascender a los 75 millones de pesos anuales.

Por otra parte, debemos suponer que en las tarifas del “agua en bloque” que la Comisión Nacional del Agua
aplica al Gobierno de la Ciudad de México, los costos por energía eléctrica relacionados con los caudales del
Cutzamala (Ecu) y el Risco (ER) se encuentran imputados. En fechas recientes el Fondo de Educación
Ambiental estimó que el costo real por traer un metro cúbico de agua del sistema Cutzamala hasta la llave de
una casa en la Ciudad de México asciende a 16 pesos23. Aceptando este valor y, de acuerdo con nuestras
cifras, casi el 18 por ciento del mismo, o 2.82 pesos, correspondería al costo por electricidad. Sin embargo

22
A la sazón, solo se incluyó la factura correspondiente a la hoy desaparecida DGCOH.
23
Emilio Fernández Román, “Viaja, sube y se fuga el agua del Cutzamala”, [en] El Universal, 17 de agosto de 2004, página C-6.

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estas cifras deben tomarse con reserva ya que las cifras oficiales nos indican que en 2003, el Sistema de
Aguas de la Ciudad compró el “agua en bloque”, proveniente de fuentes externas a razón de $1.22 por metro
cúbico.24

Efectos ambientales del consumo de agua-energía en la Ciudad de México


El patrón no-sustentable de consumo de agua que priva actualmente en la Ciudad de México implica una
creciente dependencia en fuentes externas de aprovisionamiento cada vez más distantes, así como presiones
sociales y conflictos que empiezan a manifestarse con mayor frecuencia.

Las múltiples externalidades negativas del aprovisionamiento -casi rapaz- de agua que se practica, así como
aquéllas derivadas necesariamente de la producción de energía eléctrica devienen cada vez más onerosas. Las
emisiones asociadas a esta producción pueden estimarse de acuerdo con ciertas metodologías que han sido
avanzadas en el ámbito local por algunos organismos públicos y privados25.

En el siguiente cuadro se presentan los coeficientes de emisión para estimar algunos de los llamados gases de
efecto invernadero (GEI), que se generan por el actual sistema de producción eléctrica en el país. Con base
en el parque actual de plantas de generación eléctrica y los combustibles utilizados, los coeficientes indican
la cantidad aproximada de algunos de los contaminantes que se emiten a la atmósfera cuando se produce un
kwh en esta zona del país. La emisión de contaminantes va aparejada al consumo anual de energía eléctrica
(1,660 Millones de kwh) necesario para el manejo y disposición del agua en la Ciudad de México, multiplicado
por cada coeficiente. [Cuadro 4]
Cuadro 6
Emisión de contaminantes por la producción de energía eléctrica para el manejo del agua en el D.F. (2003-2004)
Coeficiente de
Contaminante Emisión Emisión Anual
(Gramos por kwh) (Miles de Toneladas)

CO2 Bióxido de Carbono 625 1,037.5


Sox Óxido de Azufre 10 16.6
Nox Óxido de Nitrógeno 1.9 3.15
PST Partículas Suspendidas Totales 0.73 1.21
Fuente: Secretaria de Energía (Coeficientes de Emisión utilizados por la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía),
Documentos internos, 2003. La

Las cifras de contaminación son importantes, especialmente las relativas al Bióxido de Carbono o CO2 con
más de 1 millón de toneladas emitidas a la atmósfera cada año. Los volúmenes de esta sustancia son
semejantes a los que producirían aproximadamente 52 mil vehículos automotores de servicio público
(taxis)26.

24
Comunicación directa del Sistema de Aguas de la Ciudad de México del 10 de Septiembre de 2004. “Volúmenes de Agua
obtenidos para suministrar el servicio de agua potable a los habitantes del Distrito Federal en los años 2003-2004”.
25
Al respecto, destacan los trabajos recientes de organismos privados como la Asociación de Técnicos y Profesionistas en
Aplicación Energética (ATPAE); los del Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE) y, por parte del sector público,
los estudios de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Secretaría de Energía (SENER).
26
El cálculo se realiza considerando los factores de emisión del Cuadro 6 para el CO2, así como el consumo anual de electricidad
del Cuadro 5. Además, del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), se obtuvo el factor del
consumo de gasolina que corresponde a 3 Kg. de CO2 por cada kilogramo de gasolina quemada. Con nuestras estimaciones
suponemos que cada taxi con motor de cuatro cilindros, circulando un promedio de 12 horas diarias, produce 20 toneladas de CO2
por año.
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PEUCM/Agua y Energía en la Ciudad de México

Ante el naciente mercado de bonos de carbón que empieza a cobrar cierto dinamismo en el contexto nacional
el potencial para el ahorro y uso eficiente del agua aumenta, ya que ahora se puede correlacionar cada litro de
agua ahorrado no sólo con la consiguiente reducción en la cantidad de energía y factura correspondiente,
sino, adicionalmente, con el beneficio de dichos bonos.
Figura 10
Suministro de Agua, Producción de Electricidad y Contaminación en la Ciudad de México

Equivale a

La emisión de CO2
AGUA PRODUCCIÓN que generan
DE ELECTRICIDAD 52,000 taxis

Suministro Consumo Anual


Caudal anual 1,660 millones kwh
2,653 millones de m3 Que genera 1.04 millones de
toneladas de CO2

Se requiere

Fuente: Elaboración propia con base en cuadros 5 y 6.

Recapitulación y Conclusiones
De carácter general

Un diagnóstico preliminar sobre nuestro sistema de suministro y manejo del agua en la Ciudad de México
muestra varias características generales importantes que se sustentan en una transformación de la forma en
que se concibe al agua. Tradicionalmente vista como un bien de propiedad común, se intenta convertirla en
una mercancía comerciable (commodity) y de estos intentos existen ya muestras palpables que hemos
reseñado sucintamente para el caso del agua envasada.

Como también apuntamos, en una escala global resulta evidente que el costo marginal del suministro de agua
ha entrado en una fase creciente (como ocurrió con el petróleo en los años 1970-1980) y ahora nos
corresponde pagar un costo mayor por cada litro adicional. La respuesta simplista a tan compleja situación se
funda en las corrientes del pensamiento económico en boga que recurren al mercado como regulador entre la
oferta y la demanda de los bienes y servicios, sin tomar en cuenta la naturaleza especial del agua como bien

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cuasi-público, de propiedad común o, en última instancia, como un derecho, según plantean acertadamente
algunos especialistas27.

Los esfuerzos por “privatizar” los recursos hídricos contemplan una ofensiva multidimensional que implica,
por una parte el “libre comercio” de éstos y en forma concomitante la transformación de los marcos jurídicos
nacionales para favorecer el acceso de las grandes empresas transnacionales como Vivendi-Veolia y Suez
Ondeo, ambas con sede en Francia y operando en más de 90 países del mundo, con la finalidad de obtener el
control del recurso mismo, así como la distribución, la comercialización y, en suma, el manejo integral del
agua en los países dónde se desempeñan estas compañías.

Para operar la transformación del bien común hacia una concepción de “commodity”, los marcos normativos
y jurídicos deben reorientarse ciertas posturas tradicionales basadas en criterios de equidad y de propiedad
“nacional” de los recursos, hacia nociones de rentabilidad que comportan una atomización de la propiedad
común para que las comunidades administren el recurso con principios de rentabilidad, no de equidad y, por
supuesto, no de solidaridad. La nueva ley de aguas de carácter federal en México constituye un claro ejemplo
de esta peligrosa tendencia. Casi siempre será más rentable vender in-situ el agua a una gran compañía que
enviarla a una comunidad lejana. Para favorecer este razonamiento, se requiere dotar de “autonomía” a las
regiones y ésta consiste la esencia de la nueva ley.

Las recetas de los organismos internacionales como el Banco Mundial o el Banco Interamericano de
Desarrollo se fundan inicialmente en políticas para inducir aumentos de tarifas y en la aplicación de reglas
transparentes para promover que el ahora llamado “sector agua” pueda atraer a la inversión privada.

Como un sórdido preámbulo de conflictos políticos que podrían desembocar en serios trances locales sobre la
posesión y la propiedad del agua, desde hace varios años se presentan manifestaciones cada vez más
frecuentes en torno del tema. En nuestro contexto inmediato, destacan especialmente los reclamos de ciertas
comunidades del Estado de México28 (ahora encabezadas por las más altas autoridades estatales) que
suministran algunos volúmenes a los sistemas Cutzamala o Lerma.

A manera de ejemplo, a continuación se presentan algunas notas periodísticas aparecidas recientemente.

“El Sistema Chiconautla dejaría de suministrar al D.F.

Gestiona Arturo Montiel uso exclusivo de pozos de agua. El líquido corresponde a nuestros
municipios, dice en informe”.
La Jornada, 18 de septiembre de 2003, página 34.

“Respaldan decisión de Arturo Montiel.

Apoyan sindicatos mexiquenses retirar el subsidio de agua al D.F....por el incumplimiento de los


convenios relacionados con el agua, consideraron necesario se deje de subsidiar a la capital del
país en cuanto a este recurso natural... el agua debe verse como un tema de seguridad
nacional...”
El Sol de México, 10 de septiembre de 2003, página 4/B.

“Cae drásticamente la Disponibilidad del agua

27
Maude Barlow, Tony Clarke, Oro Azul, Editorial Paidos, 2004.
28
Fundamentalmente por el crecimiento poblacional, la presión por el recurso hídrico va en aumento en dicha entidad.
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PEUCM/Agua y Energía en la Ciudad de México

Con promesas incumplidas de políticos como el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés
Manuel López Obrador, quien ofreció realizar hasta ahora inexistentes magnas obra hidráulicas
para garantizar el abasto de agua potable a la Ciudad de México y resolver el diferendo sobre la
materia con el Estado de México….”
Excelsior, 12 de abril de 2004, página 2-A
“Piden retribuir a etnias por agua …

Villa Victoria, Edo. de Mex. La fracción priista del congreso local propondrá que se aplique un
impuesto ambiental a los usuarios que reciben del sistema Cutzamala con el fin de otorgárselos a los
indígenas mazahuas afectados del sureste mexiquense por la operación del sistema hidráulico…

El Universal, 27 de agosto de 2004, página C-7

Los ejemplos de estas fricciones abundan en todo el territorio nacional y, seguramente, el nuevo marco legal
junto con la presión de las empresas del agua, contribuirán a alentar éstas mediante la aplicación de una
estrategia de penetración y conquista de nuevos mercados que se condensa en el dicho popular:

“A río revuelto… ganancia de pescadores”

De carácter puntual

Los rasgos fundamentales del actual modelo de gestión del agua son los siguientes:

• El patrón de consumo no es autosuficiente ni sustentable

• El sistema es relativamente eficaz, pero ineficiente además de inequitativo

• El sistema requiere de un alto consumo de energía y “genera” altos niveles de contaminación

• La expansión del sistema se funda en soluciones tradicionales de expansión de la oferta, enfrentando


costos marginales de producción a la alza y crecientes fricciones políticas regionales

• No existe una verdadera participación ciudadana en la toma de decisiones sobre el sistema

• El uso racional del agua se promueve limitadamente y los instrumentos para modular la demanda
son raramente aplicados

• Otras …

Resulta evidente que el listado previo no comprende el conjunto de rasgos negativos del sistema de
suministro del agua de nuestra Ciudad. Las propuestas de solución, así como sus costos, deberán someterse a
un riguroso análisis técnico, económico y social por parte de la ciudadanía y deberá realizar un esfuerzo por
abandonar el modo tecnocrático (las decisiones se toman por los técnicos) de hacer las cosas y remplazarlo por un
forzosamente complejo proceso decisorio que recaiga en los ciudadanos.
La puesta en marcha de una causa de esta naturaleza representaría uno de los primeros pasos en la revolución
urbana del siglo XXI que parece necesaria si hemos de inscribir a nuestra Ciudad en un patrón de desarrollo
sustentable que permita a los conciudadanos de futuras generaciones, gozar de una dotación estable y
saludable de agua, suministrada al menor costo posible.

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Ahorro y Uso eficiente de Energía

Desde la visión del ahorro y uso eficiente de la energía, conviene destacar que –en el estado actual de cosas-
una serie de recomendaciones emitidas por ciertas entidades públicas como la Comisión Nacional para el
Ahorro de Energía (CONAE), el organismo privado (sin fines de lucro) como el Fideicomiso para el Ahorro
de Energía (FIDE) y especialmente por las áreas abocadas a la eficiencia energética del Sistema de Aguas de
la Ciudad de México, estiman que mediante la aplicación de ciertas medidas de bajo costo en las
dependencias relacionadas con el agua de la Ciudad, se podrían lograr mejoras en la eficiencia en el
aprovechamiento de la energía eléctrica equivalentes a un 11 por ciento del consumo actual del Sistema de
Aguas de la Ciudad de México29 o aproximadamente 82 millones de kwh por año.

Entre las principales medidas identificadas destacan las siguientes:


1. Corrección del factor de potencia
2. Armonización de las cargas
3. Implantación de productos ahorradores (nuevas tecnologías)
4. Administración eficiente de la demanda eléctrica

Además, las inversiones necesarias para aplicar estas medidas podrían muy razonablemente provenir de
empresas privadas de servicios energéticos que pueden asumir el gasto de inversión y cobrar éste y otros
gastos relacionados con el proyecto de ahorro a partir de los consumos “evitados”.

El ahorro potencial tiene un valor aproximado de 74 millones de pesos anuales que podrían canalizarse, por
ejemplo, al recién anunciado ambicioso programa de recarga de los acuíferos, mediante la construcción de
pozos de absorción de 50 a 200 litros por segundo y cuyo costo unitario se ha estimado en $400 mil pesos.
Los ahorros podrían sufragar el costo de 185 de dichos pozos por año y de lograrse, también traería aparejada
una reducción anual en las emisiones de más de 51 mil toneladas de CO2 equivalente a sacar de la circulación
por un año a 2,500 taxis.

El esfuerzo aludido no implica, prácticamente ninguna modificación en los flujos de agua que actualmente se
manejan y se orientaría principalmente hacia los sistemas de bombeo u otros equipos electromecánicos.

También conviene mencionar otra importante área de oportunidad, que podría cristalizar en una serie de
proyectos de minihidráulica para aprovechar la energía cinética de ciertas caídas de agua que ingresan al
caudal de la Ciudad, en la zona de Huixquilucan, próxima al D.F. y que podrían hipotéticamente
proporcionar una capacidad instalada de 10 mil kilowatts (10 Megawatts), con un potencial de generación
“limpia” de energía eléctrica de 70 millones de kwh por año,”desplazando” 46 mil toneladas de CO2 (2 mil
300 taxis menos).

Ahorro y uso racional del agua

La sociedad de la Ciudad de México debe conocer el costo real del suministro de agua y los componentes de
su factura. Desde la óptica del consumidor residencial o, en general, desde el “otro lado del medidor”, la
administración racional de la demanda cobra una gran importancia. Sin embargo, el esfuerzo mayor y el
consiguiente potencial se encuentran por el lado del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, en efecto la
administración por el lado de la oferta debe actualizarse con urgencia. Cada metro cúbico de agua ahorrado
en las redes primaria o secundaria, se traduciría en una reducción correspondiente del caudal importado del
Cutzamala (sustantivamente el más caro para la Ciudad).

29
La suma del consumo de Fuentes Internas, Lerma y el de Desalojo, Tratamiento y Reuso o 671 millones de kwh al año.
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PEUCM/Agua y Energía en la Ciudad de México

Existen diversos programas bien fundados para racionalizar y ahorrar el consumo de agua en la Ciudad de
México que deberían impulsarse más vigorosamente. En términos muy gruesos por ejemplo, de aplicarse
ciertas medidas de ahorro y prevención de fugas de agua, que lograsen reducir el volumen de pérdidas
(actualmente estimado en casi 13 m3/seg), por ejemplo, a la mitad, la Ciudad podría reducir la demanda de
agua, proveniente del Cutzamala en 6.5 m3/seg, logrando un ahorro anual en la “factura” de energía eléctrica
de casi 580 millones de pesos anuales (casi 1,500 nuevos pozos de absorción) y una reducción en las
emisiones correspondientes de CO2 de más de 380 mil toneladas30 (19 mil taxis por año).

Comentarios finales

Por último, debemos mencionar que el presente trabajo constituye un acercamiento, aun de carácter amplio y
por supuesto preliminar, a la estimación de la “factura energética” asociada con el modelo de gestión del
agua en nuestra ciudad y sus implicaciones ambientales. En cierto modo puede considerarse como un
esfuerzo que apunta hacia el desarrollo de múltiples y diversas líneas de investigación para la Universidad de
la Ciudad de México en áreas estratégicas que deben ser de su competencia directa y atención inmediata.

En consecuencia, se requiere avanzar en el conocimiento de los sistemas de suministro y dotación de agua en


nuestro ámbito desde las ópticas de las ingenierías y las ciencias en general. Así mismo se requiere de una
revisión exhaustiva de los patrones de consumo del agua y la energía en la ciudad y determinar la viabilidad
de éstos en una posible senda hacia el desarrollo sustentable que, en el caso de la oferta del agua se puede
constatar que –prácticamente desde hace cinco décadas- al empezar a “importar” agua del sistema Lerma se
anunciaba como inviable en el largo plazo.

La evidencia factual sobre los volúmenes de agua que se requiere importar, especialmente del sistema
Cutzamala y el alto costo relativo de la energía necesaria para dicha importación deben llamar la atención no
solo de las autoridades sino de la sociedad entera. En el “establishment” ligado a las múltiples actividades
relacionadas con la explotación, manejo y disposición del agua integrado por funcionarios públicos y
empresarios privados se conserva un razonamiento hasta cierto punto fundamentalista que consiste en
incrementar la oferta de agua (afortunadamente “estancada” por una cierta contracción de la demanda, fenómeno atribuible al
muy lento crecimiento poblacional del D.F. en los últimos años) mediante la explotación de fuentes cada vez más
remotas y más costosas.

Los habitantes de la Ciudad de México dedican una considerable parte de los ingresos fiscales al aparato
técnico y administrativo encargado del agua,31 así como al pago de la elevada factura energética
correspondiente. Las externalidades negativas, como la del impacto ambiental en las áreas aledañas de
captación o la inherente quema de combustibles fósiles aún no se toman en cuenta fidedignamente pero, en la
contabilidad de nuestro entorno natural, los costos concomitantes empiezan a acumularse y eventualmente se
le presentará la “factura” a nuestra ciudad.

30
Los cálculos se hacen con base en los Cuadros 5 y 6
31
EL 7 por ciento del presupuesto de egresos del Gobierno de la Ciudad se destina al suministro y manejo del agua. (5.416 mil
millones de pesos en 2003)

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Programa de Energía de la Universidad de la Ciudad de México

Septiembre 22, 2004

Universidad de la Ciudad de México, (Plantel Del Valle)

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PEUCM/Agua y Energía en la Ciudad de México

REFERENCIAS

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1994.

2. Barlow Maude, Clarke Tony, Oro Azul, Editorial Paidos, 2004.

3. Beverage Marketing Corporation


[en] www.bottledwater.org/public/downloads/2004/2003_BW_Stats_for_Web.doc

4. Chávez, Silvia y Ramón, René. “El sistema Chiconautla dejaría de suministrar al D.F.” (en) La Jornada,
Septiembre 18,2003, p.34.

5. Comisión Federal de Electricidad, http://www.cfe.gob.mx y Compañía de Luz y Fuerza del Centro


http://www.lfc.gob.mx

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a. Estadísticas del Agua en México, 2000. p.21
b. Estadísticas del Agua en México, 2003 (en Internet)
c. Compendio Básico del Agua en México, Enero, 2001. p.5

7. Departamento del Distrito Federal, Plan Maestro de Agua Potable del Distrito Federal 1997-2010,
Informe Final, Secretaría de Obras, DGCOH, México, Julio 1997

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http://www.fao.org/waicent/faoinfo/agricult/agl/aglw/aquastat/countries/mexico/indexesp.stm

9. Fernández Román Emilio, “Viaja, sube y se fuga el agua del Cutzamala”, [en] El Universal, 17 de agosto de
2004, página C-6

10. Fernández-Vega, Carlos, “El fabuloso negocio del oro transparente”(en) México SA. La Jornada, julio 21,
2003. pág.18

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Núm.3, noviembre 1997, p.5-23)

12. Fundación Friedrich Ebert y DDF, Aguas Residuales en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México,
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13. Guido Aguilar, Julio Javier. “El futuro del Recurso Agua” Mimeo, 2003, p.3-14. bvva@todito.com

14. Hechos y cifras. Agua Embotellada: Año Internacional del Agua Dulce 2003.
http://www.wat.../evphp@URL_ID=4226&URL

15. Kramer A., Johann, El buen uso del agua en las ciudades. Cámara de Comercio de la Ciudad de México,
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16. National Geographic, Water, Special Edition. U.S.A., 1993.

17. Plan Maestro de Agua Potable del Distrito Federal 1997-2010. DGCOH

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18. Tercer Congreso de Ingeniería de Sistemas. “Futuro deseado del agua, escenario futuro probable 2011”.
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19. Ramírez, Berta Teresa, “Breve exposición de obras,...,acciones en materia de agua...”en La Jornada,
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20. Revista Hidráulica Urbana , DGCOH, Núm. 3, Noviembre de 1997.

21. Revista Tláloc, Asociación Mexicana de Hidráulica, varias ediciones.

22. Semarnat, Sistema Cutzamala. Agua para millones de Mexicanos, México 2001.

23. Sheimbaum Claudia, Conferencia: “Proyecto de recarga del acuífero en el sur del Distrito Federal”, Colegio de
Ingenieros Civiles de México, Febrero 18 de 2004 [en] Revista Tláloc, Asociación Mexicana de Hidráulica,
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25. Villiers Marq de, Water, Stoddart Publishing Company, Canada, 1999. pág.32

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