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LA VOZ DEL INTERIOR

CÓRDOBA. DOMINGO 13 DE ABRIL DE 2008


Temas 5 F

POR JUAN MARGUCH


ESPECIAL

SEÑALES

GRANERO
del mundo EMANUEL RODRIGUEZ
DE NUESTRA REDACCIÓN

Japón en polvo
Acaso porque está
en las antípodas de
una frustración,
Japón se ha conver-
tido en el horizonte
a navegar en busca
de una literatura que
Occidente ha dejado
de producir, una lite-
ratura que se ha he-
cho fama de conec-
tar al lector con
emociones que el es-
nobismo de los hipertextos occidentales ha con-
denado al kitsch. Japón es el resultado de un
vacío y una búsqueda que las leyes del mercado
hacen ver como inevitable, el lado de atrás de un
espejo utópico en el que queremos ver el reflejo
de lo que no podemos ser. Minae Mizumura es la
gran escritora que este lado del mundo hubiera
querido tener si le hubiera importado, una mujer
capaz de enamorar a una generación de escrito-
res jóvenes reescribiendo un clásico que proba-
blemente haya sido, para esa misma generación,
Arriba: imagen del puerto de Buenos Aires a fines de siglo 19. Abajo: las bolsas de trigo formaban verdaderas montañas. un paso eludible en la formación de la biblioteca.
Una novela real es una reescritura de Cumbres Bo-
rrascosas, la novela de Emily Brontë que mi abuela
VIENE DE TAPA leyó por obligación de época, que mi madre cono-
ció por su versión fílmica, y que yo compré por
Durante casi tres centurias, la produc- seis pesos en una edición de tapas duras y traduc-
ción de trigo y de harina estuvo desti- ción berreta, para acomodarla en el estante de los
nada al consumo interno, pero su vo- libros que hay que tener pero no necesariamente
lumen era insuficiente para atender las leer. Hasta que apareció Minae, en un libro de ta-
necesidades alimentarias de la pobla- pas de color coral, en el resultado de una frustra-
ción. De hecho, a comienzos de la sex- ción y en el lado oscuro de un cliché. A partir de
ta década del siglo 19, nuestro país se- un paisajismo sensible, Mizumura construye una
guía importando trigo de los Estados historia a partir de otra historia, mezcla ficción y
Unidos, Chile y Australia; azúcar de realidad hacia tensar lo insoportable, y logra una
Brasil, Cuba y Francia; tabaco de los novela intensa, adictiva y delicada, una aproxima-
Estados Unidos, Cuba y Brasil, y acei- ción a lo que hay entre las versiones comunes de
te de España, Italia y Francia. un Japón que parece condensar, y no poder resol-
Pasados los lustros, los decenios y ver, el peso de una esperanza desmedida.
las centurias, en la segunda mitad del
siglo 19 las harinas argentinas de trigo
obtendrían premios a la calidad en las Japón de tocador
exposiciones universales de París y
Chicago... Antes de Mizumura, a
mí me gustaba Muraka-
Tiempos de vacas gordas mi: soy un producto de
En tanto llegara el tiempo de la agri- los tiempos, de las mo-
cultura, la principal actividad agrope- das, lo tengo asumido.
cuaria era la ganadería, que prosperó Disfruté de Kafka en la
rápidamente y creó una oferta que ex- orilla y recomendé la
cedía ampliamente la exigua demanda Crónica del pájaro que
interna. Cuero y tasajo se transforma- da cuerda al mundo
ron en los principales rubros del inci- con la seguridad de
piente comercio exterior de la región. quien recomienda té
El cuero era enviado en su mayor par- res de Manchester, donde un tal Fede- land” que prefiguraba tanta grandeza. con miel para un princi-
te a Europa, en especial a Gran Bretaña, rico Engels era importante ejecutivo de Hasta convirtió al adormecido Rosario pio de resfrío. Haruki
y también a los Estados Unidos, mien- la sucursal de la empresa textil alema- en un puerto que desafió al todopode- Murakami me convenció allí donde los demás con-
tras que la carne salada era adquirida na Engels & Ermen. También crecía la roso Buenos Aires, audacia que le costó temporáneos de mi ansiedad construida sobre dis-
por Brasil, Cuba y los Estados Unidos necesidad de alimentos por la mejoría un largo e injusto letargo. cos de Radiohead me dejaban una molesta sensa-
para alimentación de sus esclavos. (En de la calidad de vida, que ampliaba la ción de ingenuidad. El muchacho que se enamora
1713, el tráfico de esclavos hacia el con- dieta de millones de consumidores. Camino al cielo de la chica que alguna vez fue la mujer mayor que
tinente americano fue potenciado por En 1875, nuestro país realizó la última lo cobija –ese enamoramiento discrónico– me hizo
el Tratado de Utrecht, por el cual Es- El país del mañana importación de trigo. Ese año, se ex- llegar tarde a Kenzaburo Oé, Yasunari Kawabata y
paña se vio obligada a reconocer en fa- La Revolución Industrial, la invención portaron 12.763 kilogramos de harina cuanto japonés fuera editado. Había en Japón el
vor de Inglaterra el monopolio de la ven- del ferrocarril, la radical moderniza- de trigo candeal; menos de una década paisajismo emotivo que yo –que soy un producto
ta de esclavos en las colonias españo- ción de la marina mercante con la in- más tarde (hacia 1883, los envíos al ex- de los tiempos– había creído relegado al cliché, al
las. Es que los ingleses ya detentaban troducción de impulsores a vapor -–que terior treparon a 4.844.385 kilos). Y en chiste. Oh, Murakami de la japonesidad occidental-
el dominio de los mares y podían can- acortaron los tiempos de los viajes y 1878, hace 130 años, con las primeras mente comprensible, dice Minae Mizumura que en
tar a voz plena aquello de Britannia ru- ampliaron el tonelaje de las embarca- exportaciones de trigo comenzaba a te- Japón nadie te toma demasiado en serio, que pro-
les the waves). ciones–, las crisis financieras que gol- jer la canasta de pan del mundo. Las 52 bablemente tu editor inglés te haya mejorado las
La hegemonía ganadera en el que- pearon a Europa en los primeros dece- semillas de Gaboto se multiplicaron co- novelas porque en japonés no sos todo lo que en
hacer económico del Virreinato del Río nios del surgimiento del capitalismo in- mo estrellas en la matriz de Gaia, la dio- inglés y ahora en español dicen que sos. Sauce
de la Plata (creado en 1776 por el rey dustrial, la afluencia sa de la Tierra. ciego, mujer dormida –el nuevo libro de cuentos
Carlos III) fue absoluta hasta el co- de inmigrantes euro- La expansión de la zona triguera fue de Murakami– tiene la mala fortuna de llegar des-
mienzo de la Segunda Revolución In- peos que huían de la El límite del crecimiento era el portentosa: en 1872 se habían sembra- pués de esas frases demoledoras, después de la
dustrial, en Inglaterra, porque el em- miseria que se abatía do 73.096 hectáreas; en 1898 se supera- tapa coral de Una novela real, y después de que la
pleo de maquinarias impulsadas por sobre sus patrias y el
cielo, o poco menos. Al ingresar al ron las 3.200.000 hectáreas. El lino, ca- maquinaria cultural Murakami haya tenido que re-
vapor elevó exponencialmente los ín- arribo al puerto de siglo 20, la Argentina revistaba da vez más requerido por las hilan- currir a sus novelas anteriores –TTokyo Blues, Sput-
dices de producción de bienes de con- Buenos Aires, en di- en el grupo de las 10 potencias derías de Manchester, pasó de 34 hectá- nik, mi amor–, menores y aburridas, para mante-
sumo. La sobrefoerta de manufacturas ciembre de 1876, del reas en 1872 a 130.430 hectáreas en 1898. nerse en la cresta de una ola que parece ser siem-
creó la necesidad de conquistar mer- transporte Le Frigo-
económicas del planeta, y El límite del crecimiento era el cielo, o pre el preámbulo de una desilusión.
cados para la colocación de sus exce- rifique, dotado de un ocupaba el primer puesto en las poco menos. Al ingresar en el siglo 20,
dentes. La anexión de la India y de vas- sistema que mantenía estadísticas mundiales de la República Argentina revistaba en el
tas colonias en África del Sur fue uno la carne a cero grado
cereales exportados “per capita”.
grupo de las 10 potencias económicas Japón federal
de los recursos utilizados por la City. centígrado, lo que po- del planeta, y ocupaba el primer pues-
A él debe agregarse el empleo de la polí- sibilitaba el cruce del to en las estadísticas mundiales de ce- Mi generación, en Córdo-
tica exterior para obtener de España el Atlántico de los embarques conser- reales exportados per capita. ba, fue descripta con la
abandono del monopolio comercial con vando su frescura, se unieron para En 1898 se creó el Ministerio de Agri- precisión de un francoti-
sus colonias en América, invocando los arrancar del suelo argentino, singu- cultura “para el despacho de todos los rador desde las antípo-
sagrados principios del libre comercio, larmente pródigo en fertilidad, una in- asuntos relativos al régimen y fomen- das de la noche cool por
al tiempo que los movimientos de libe- mensa riqueza de origen agrícolo-ga- to de la prosperidad agrícola, industrial dos chicas que, del otro
ración de los pueblos sud y centroame- nadero. y comercial de la Nación”. El primer lado del mundo ansioso
ricanos recibían el apoyo abierto o em- Entre 1857 y 1914, la República Ar- ministro de Agricultura fue Emilio que se construyó sobre canciones modernas en Ca-
bozado del Foreign Office. No por amor gentina tuvo un saldo inmigratorio ne- Frers, ex presidente de la Sociedad Ru- sa Babylon o El Ojo Bizarro, supieron reírse de la
a la libertad e independencia sino por to de 3.300.000 personas, de las cuales ral Argentina, desde luego. El cielo, o ridícula, incurable, esnob y ultrapeinada –¡ja!–
amor a los saldos favorables de la pro- unas 800 mil se dedicarían a activida- poco menos, era el límite. Pero algo pasó utopía moderna de la pose perfecta. Soledad Tole-
pia balanza comercial. Cuando la di- des específicamente rurales. La mano camino de la cima, porque, bien al es- do y Julieta Fantini hicieron un fanzine que se lla-
plomacia y la exhibición del poderío de obra extranjera produjo una verda- tilo argentino, nos enzarzamos en dis- maba Japón, a veces luminoso, a veces estúpido,
marítimo no eran suficientes, el con- dera revolución económica, cuya prin- putas corporativas: agricultura versus casi siempre sin concesiones. Después hicieron ra-
trabando servía estupendamente a sus cipal beneficiaria fue, faltaba más, la ganadería; agricultura y ganadería ver- dio. Y ahora hicieron un librito de diseño ultrapei-
fines. No es exceso verbal afirmar que burguesía terrateniente. Desde enton- sus industria; Sociedad Rural Argenti- nado para la ocasión, seductor, irresistible, a veces
el contrabando tuvo tanta influencia en ces, la agricultura y la ganadería, que na versus Federación Agraria Argen- estúpido, casi siempre inspirado, certero, sobre las
ese proceso de liberación sudamerica- durante el período colonial se mantu- tina y viceversa. Una historia intermi- poses que asumimos de este lado del espejo. Este
na como el legado doctrinario de Rous- vieron marginadas del comercio inter- nable; el más reciente de cuyos capítu- libro, que se llama Pánico! es –para nosotros que
seau, Voltaire y los enciclopedistas. nacional, hicieron de la República Ar- los se está escribiendo en estos días. Por somos un producto de los tiempos y las modas– el
Por contrapartida, la superproducti- gentina, que comenzaba a perfilarse co- algo (¿para eso?) tenemos ministerios Japón que nos hemos construido, el lado divertido
vidad inglesa acrecentaba de día en día mo una genuina potencia, como el país o secretarías de Agricultura y minis- y el consuelo de nuestra propia –¿incurable?– bo-
los requerimientos de fibras (lino, al- del mañana (que nunca llega). La “pam- terios o superministerios de Economía, bería occidental. El resultado de no vivir en las antí-
godón y lana) requeridos por los talle- pa gringa” hizo del Litoral el “hinter- con perdón de la palabra. podas de una frustración.

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