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Sautuola / XII.

Instituto de Prehistoria y Arqueología "Sautuola"


ISSN: 1133-2166 Santander (2006), pp. 112-119

La terraja. Un eficaz instrumento para la restauración y


reproducción de la cerámica

Modelling board. An effective instrument for the restoration and reproduction of pottery

1
Carmelo FERNÁNDEZ IBÁÑEZ
Luís GARCÍA MUÑIZ2

RESUMEN

Se describe mediante un modelo básico, el método de confeccionar un ingenio de madera para la reproducción de recipientes de
cerámica en escayola, a partir de plantillas metálicas en las cuales se encuentran recortados sus perfiles (terraja). Se proporcionan las
medidas de cada una de las piezas que componen el ingenio, las materias a emplear y se describen los diferentes pasos en el proceso de
reproducción. Aunque su fin último no es este, si no el servir como elemento de restauración para la cerámica arqueológica. Se reúnen y
se comentan también los escasos y diferentes modelos que han sido publicados.

ABSTRACT

Using a basic model, this paper explains how to make a wooden device for the reproduction of pottery vessels in plaster, using
metallic templates in which its profiles have been cut (modelling board). It gives the measurements of each of the device's components
and the materials to be used. It describes the different steps in the reproduction process. Its real use is not reproduction, however, but as
an aid for the restoration of archaeological pottery. Finally the paper comments on the few different models that have been published.

PALABRAS CLAVE: Cerámica. Reconstrucción. Restauración. Terraja.


KEY WORDS: Modelling board. Pottery. Reconstruction. Restoration.

Desde los inicios de la Conservación-Restauración en el momento preciso, pueden ofrecer resultados


hasta nuestros días, hemos asistido a un proceso de más que satisfactorios en virtud a la destreza y la
profundo avance, en gran parte debido a la interdisci- experiencia manual de cada especialista. Siempre
plinariedad que esta disciplina ha mantenido con necesitaremos el metal de agudo extremo o el lápiz de
otras. Este proceso de desarrollo nos ha permitido madera para eliminar, sujetar, aplicar... esos elementos
pasar de los antiguos talleres a los actuales laborato- que plantean problemas en el momento más inespe-
rios, con todo lo que ello lleva implícito, tanto a nivel rado. Podemos asegurar categóricamente que tales
operativo como material o de formación del personal aspectos jamás desaparecerán. Jamás habrá sustituto
encargado. Con el fin de perfeccionar y dar mejores alguno a la mano humana.
resultados a esta labor, el instrumental de laboratorio
es cada día más sofisticado. El profesional en la Y no nos estamos refiriendo solamente a elemen-
actualidad se ayuda con unos medios técnicos que tos tales como un alfiler o una astilla de madera. En
reducen por una parte -y aumentan por la otra- todos ocasiones, existen ingenios que con una mecánica
los aspectos imprescindibles en cada tratamiento, muy simple y realizados sobre materiales de lo más
mejorando en definitiva el mantenimiento de nuestros común, consiguen solventar multitud de engorrosas
Bienes Culturales. dificultades que pueden plantearse durante el proceso
de conservación y/o restauración de una determinada
Sin embargo, la Conservación y la Restauración no materia u objeto. Un ejemplo claro de la operatividad
deben fundamentarse exclusivamente en el uso de la de este tipo de aparatos es el que hoy presentamos, a
tecnología más vanguardista. Junto a los últimos través de la detallada explicación que intentaremos
aparatos debe destacarse siempre la mano del exponer seguidamente.
conservador-restaurador, cuya sensibilidad marcará en
último caso las bases esenciales de cada tratamiento. Ante la evidencia comercial del gran stock de
Muchas veces desde el manejo de simples utensilios productos que actualmente existen en el mercado, las
de madera o plástico hasta el ingenio más tradicional pruebas en pos de nuevas materias con las cuales
reproducir, se prevén como una de las primeras y
1. Museo de Palencia. Instituto de Prehistoria y Arqueología "Sautuola". principales tareas de la investigación empírica a llevar
E-mail: carmelofdez@ono.com a cabo con este aparato que hoy aquí nos propone-
2. M.C. Conservación - Restauración, S.L. mos describir. Hasta el presente se ha venido utilizan-

© 2006, Ed. Instituto de Prehistoria y Arqueología “Sautuola”. All rights reserved.


© 2006, Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria 333
La terraja. Un eficaz instrumento para la restauración y reproducción de la cerámica

do la tan conocida escayola (GARCÍA MUÑIZ, 1988- llegar a agilizar o mejorar el proceso. Proporcionando
89), cuyo manejo ha resultado especialmente útil en además una fiel reproducción de las formas cerámicas
la susodicha reproducción, y creemos que lo seguirá debido a la calidad de los productos que pueden
siendo aún durante un buen número de años. No se llegar a obtenerse, ya que para ello se toman como
conoce todavía un producto que sustituya sus modelo de referencia los restos que poseemos del
propiedades. Pero que duda cabe que han sido explo- recipiente original a reconstruir.
radas otras materias (Polifilla por ejemplo), habiéndo-
se obtenido excelentes resultados (ELSTON, 1990; En definitiva, creemos que es un instrumento útil
PASÍES OVIEDO y CARRASCOSA MOLINER, 2002: 710 y muy práctico para cualquier laboratorio de conserva-
y 713 -nota nº 4- con bibliografía específica)1. ción y restauración (entre otras actividades), fácil de
manejar y con amplias posibilidades de aplicación.
Definición y funciones básicas de la Terraja Ciertamente habrá lectores que hallarán muy comple-
ja su manipulación. Aunque reconocemos que es
Se podría definir la terraja como un aparato de necesario tener en cuenta múltiples factores, no
estructura simple pero ingeniosa, fija o transportable, resulta excesivamente complicado llevarlo a la práctica
que por medio de un manejo manual permite la una vez nos encontramos familiarizados con ella.
reproducción de recipientes cerámicos, siempre y Nosotros mismos y otros muchos profesionales de la
cuando los recipientes no lleven aditamentos volumé- Conservación-Restauración, hemos trabajado en
tricos, decorativos o utilitarios tales como asas, múltiples ocasiones y durante muchos años con el
verdugones, cordones, etc. Estas reproducciones se modelo que aquí vamos a presentar y describir. Otros
llevan a cabo por medio de un sistema de plantillas conservadores-restauradores también trabajaron de la
metálicas2, siendo modelados los volúmenes sobre misma manera mediante terraja años antes, siendo
una torneta. aún hoy y pese al tiempo transcurrido, una técnica
desconocida. Este hecho es el que nos ha movido hoy
Nada sabemos del profesional que adaptó la a su publicación. Aunque por supuesto, cuenta con
terraja al trabajo de la restauración, aunque en sus obvias limitaciones, no siendo posible ni tampoco
líneas básicas se trata de un método -con múltiples aconsejable su manejo en todo tiempo, objeto y lugar.
variantes- harto conocido en las Bellas Artes, y muy
utilizado (cada vez menos ya que se va sustituyendo Construcción de un modelo básico
por moldes) por los profesionales de la escayola a la
hora de confeccionar elementos moldurados para la Los primeros materiales
decoracin de estancias tales como cornisas, plafones,
etc... Se trata también de una herramienta de gran En principio la materia más acorde con la que
versatilidad, hecho que como más adelante compro- construir un cómodo y útil modelo para trabajar con
baremos nos abre un amplio abanico de posibilidades terraja es la madera. Fundamentalmente, por motivos
de aplicación, en virtud del ingenio y la imaginación de sencillez técnica y economía, aunque también
por parte de quien lo utilice. Hasta el momento podemos emplear una buena madera de calidad
además de la reproducción de cerámicas, la terraja, o excelente en cuanto a su compacidad, resistencia y
más bien las producciones obtenidas por medio de durabilidad, lo que incrementa su coste económico
ella, se han venido empleando como un eficaz sistema final. También puede ser fabricada en metal, a ser
de reintegración en los trabajos de restauración de la posible anticorrosivo como puede ser el aluminio, por
cerámica arqueológica. La aplicación de la terraja a la medio de soldar y remachar las diferentes piezas de
reintegración de lagunas, o lo que es lo mismo, la que está compuesto el aparato en cuestión. No deja
reconstrucción de un tanto por ciento más o menos de ser un trabajo engorroso, que no obstante
grande de un determinado recipiente cerámico, puede podemos encargar a empresas especializadas en el
trabajo con aquel metal, como nosotros mismos
hemos realizado (Foto 9).
1. Deseamos agradecer la colaboración siempre inestimable
de Julián Diez en varios de los dibujos que ilustran este
trabajo. Y hemos apuntado igualmente que es necesario
que sea resistente a la humedad ante la posibilidad de
2. Precisamente cada uno de estos perfiles es lo que verdade- corrosión puesto que el agua se derrama durante su
ramente toma el nombre de "terraja". No obstante nosotros manejo, en base a los productos utilizados en la
aquí y en favor de la concisión, y para evitar fárragos en las reconstrucción de los recipientes cerámicos. Por lo que
descripciones que lleven al lector a confusión debido a la
complejidad terminológica, cuando nos refiramos a la terraja
si la terraja se fabrica de madera, se procurará
lo haremos de forma genérica, osea, refiriéndonos al aparato impermeabilizar previamente con un barniz adecuado,
en sí. como es el que expresamente se fabrica para esta

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materia cuando forma parte de las embarcaciones. La se colocan dos listones paralelos (330 x 70 x 30 mm
construcción de este aparato puede hacerse por cada uno) a modo de soportes de todo el conjunto
encargo en empresas donde se trabaja cualquier tipo (Figuras 1-2; 4; 6, nº 2).
de madera. Para facilitar estos encargos por parte del
lector interesado, en la descripción daremos las El segundo elemento o "Cuerpo B" es un plato o
medidas exactas de todos sus componentes. torneta (350 Ø x 30 mm de espesor) cuyo funciona-
miento es manual, y el cual queda emplazado sobre la
Descripción de las diferentes partes plancha rectangular del "Cuerpo A" y en uno de sus
extremos4 (Figuras 1-2; 3, nº 2; 4; 5, nº 4). Se pondrá
Para realizar la pormenorizada descripción de un especial interés en que su eje de giro (Figuras 1-2; 4;
modelo básico de terraja, hemos tomado como 5, nº 3) se encuentre perfectamente situado en el
referencia para llevar a cabo nuestra exposición en centro, y gire éste a la perfección en ambos sentidos
este trabajo un ejemplar transportable que expresa- sin holgura o rozamiento alguno. Finalmente que no
mente diseñamos hace veinticuatro años (FERNÁNDEZ sea posible que se incline (cabeceo o balanceo) hacia
IBAÑEZ, 1986) y que hemos escogido por su tamaño, ningún lugar de su perímetro cuando sea necesario
coste y manejo y que también repetidamente hemos soportar un objeto de gran peso y diámetro. Para éste
probado durante todos estos años y aún hoy seguimos último caso en concreto, indudablemente los mejores
utilizando. Creemos que se ajusta perfectamente a las resultados se obtienen construyendo un eje de giro de
necesidades cotidianas de cualquier laboratorio de amplio diámetro engastado, de materia metálica
Conservación y Restauración de objetos arqueológicos, como es el acero inoxidable, nunca hierro. O mejor
así como a unas proporciones de vasijas con tamaño aún, mediante uno o dos círculos concéntricos
medio-pequeño que normalmente son las que suelen adicionales que hacen girar la torneta con rodamien-
exhumarse en cualquier yacimiento arqueológico. tos metálicos, ruedecillas de teflón o similar; uno a la
mitad de la distancia entre el centro y la periferia, y el
Siempre pueden fabricarse otros modelos de ma- otro cercano a ésta. Aunque la experimentación nos
yores dimensiones, e indudablemente más adecuados ha dictado que uno solo cerca del perímetro suele
a grandes vasijas de almacenamiento. Y sin embargo, resultar suficiente. De esta manera tendremos uno o
aunque pueda parecer en principio una empresa muy dos puntos de apoyo adicionales más el de giro, lo
engorrosa, más adelante explicaremos una variante fija que dará al plato giratorio una gran estabilidad
de terraja, que no presenta complicación alguna con (Figura 7, nº 8; 9).
respecto al pequeño modelo que vamos a explicar a
continuación. De todas formas la reproducción En el extremo opuesto a la torneta manual y a
cerámica con este sistema de terraja lógicamente tiene ambos lados de la plancha-base del "Cuerpo A", se
un límite en el tamaño, llegados a un punto en el cual colocan sendos listones (355 x 30 x 70 mm cada uno)
resulta escasamente eficaz debido a la imposibilidad con guías hacia el interior (350 x 20 x 10 mm)
técnica de maniobra y al peso que adquirieren los (Figuras 1-4; 5, nº 5; 6, nº 3), sobre las que se
objetos. deslizará el tercer elemento de la terraja, que a
continuación vamos a describir.
Para una mejor comprensión por medio de una
más fácil descripción sobre la construcción de la Este último cuerpo o "Cuerpo C" es algo más
terraja, dividiremos el aparato en cuestión en tres complicado que los anteriores, a pesar de la simplici-
cuerpos o elementos independientes, que juntos dad general del objeto en sí. Partimos de una plancha
forman el ingenio en sí. de base (350 x 305 x 18 mm) (Figuras 1; 2, nº 6; 6, nº
4). Sobre ella encolamos y/o atornillamos5 en el centro
El primer elemento o "Cuerpo A" está formado por y equidistante a los bordes, una plancha de dimensio-
una base que es una plancha rectangular, con unas nes algo más reducidas (320 x 280 x 160 mm)
dimensiones (de longitud) 710 x (anchura) 350 x (Figuras 1; 2, nº 7; 3, nº 4; 6, nº 5). De esta manera
(espesor) 30 mm3 (Figuras 1; 6, nº 1). Bajo esta base constituiremos un cuerpo central grueso y rígido de

3. Las dimensiones de todos los elementos que conforman la 5. En el caso de utilizar tornillos para unir o reforzar la unión
terraja, las ofreceremos siempre en este orden, y en milí de dos piezas cualquiera de este aparato, convendría fuesen
metros en busca de una mayor precisión. avellanadas y opcionalmente cubierto y enrasado el hueco
resultante tras introducir el tornillo. Con ello impediremos
4. La perforación en la cual queda insertado el eje de la torneta, roces, enganches no deseados, retenciones de materia en el
se ha de perforar a una distancia de 170 mm del lado frontal, y hueco resultante, oxidaciones, etc. Por supuesto los tornillos o
a 165 mm de los bordes laterales de la tabla o plataforma de tirafondos nunca serán de hierro para evitar su oxidación.
este "Cuerpo A". Para la construcción de este aparato preferentemente

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Figura 1

Figura 2

340 mm, creándose de forma automática en los este segundo cuerpo a lo largo de ellas hacia adelante
laterales los debidos rebajes que serán los que se y hacia atrás (Figuras 1; 2; 3; 6). En uno de los
deslicen por las guías ya vistas. Y así podrá moverse extremos (que será el delantero) se acopla en ángulo
recto dispuesto en vertical con otra plancha rectangu-
utilizaremos tornillos para unir las diferentes piezas. Ya que si lar (280 x 280 x 30 mm) (Figuras 1; 2, nº 8; 3, nº 5; 4;
las unimos por medio de cualquier tipo de adhesivo, y si este 6, nº 6), con dos triángulos (170 x 170 x 30 mm)
no lo escogemos en condiciones, pueden llegar a hinchar, acoplados a sus costados posteriores. El único fin de
agrietarse, desprenderse…, y que duda cabe que la tortillería
estos triángulos es dar rigidez a esta parte al "Cuerpo
proporciona una considerable resistencia en las uniones
evitando otro tipo de problemática. O bien como alternativa, C" de la terraja, ya que actúan como firmes contra-
ambas opciones a la vez. fuertes (Figuras 1; 2, nº 9; 3, nº6; 4; 6, nº 7).

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Figura 3

Figura 4

En la parte anterior de esta plancha vertical que cuenta. El listón "B" deberá permanecer fijo (atornilla-
acabamos de mencionar y dando cara al plato de la do y/o encolado), visto de frente se emplaza a la
torneta, se emplazan dos listones perforados (300 x derecha de su opuesto. Debe colocarse de tal manera
40 x 25 mm cada uno de ellos) que permanecen que el plano que marca su arista izquierda (y el plano
unidos entre sí por medio de palomillas a un cilindro que forma su cara izquierda) se encuentre perfecta-
roscado de acero inoxidable (8 mm Ø por ejemplo); mente alineado con el punto central de la torneta6
nos referiremos a ellos como "A" (el de la izquierda) y (Figuras 3; 5). El listón "A" queda suelto y se sujeta a la
"B" (el de la derecha) según los miramos de frente izquierda de su compañero a través de las palomillas
(Figuras 1; 2, nº 10; 3; 5, nº 7; 4, nº 8). Este es un antedichas7 en el momento en que sea necesario
aspecto muy importante; fundamental a tener en como más adelante veremos, cuando deban sujetar

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Figura 5

Figura 6

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Figura 7

Figura 8

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firmemente los perfiles metálicos que reproducirán pieza objeto de reproducción. Así puede ocurrir por
nuestra cerámica. Ambos listones quedan por encima ejemplo con los largos cordones digitados, zigza-
de la torneta, dejando libre a esta cuando el tercer gueantes u ondulantes, superficies groseras a base de
cuerpo avance hacia ella por los carriles al efecto, tal y "dedadas", mamelones y protuberancias decorativas
como muestra la Foto 9. de todo tipo, asas, etc. Estos elementos pueden
realizarse a posteriori o añadirse una vez el recipiente
Una vez presentadas las tres partes básicas de la se encuentre reproducido, al haber sido confecciona-
terraja, solo nos queda por aclarar la finalidad de las dos aparte. Otro ejemplo de imposibilidades es el caso
dos piezas para asegurar su inmovilidad, éstas son: la de recipientes como la Terra Sigillata romana decora-
pieza nº 8 del "Cuerpo A" (70 x 70 x 30 mm) (Figuras da a molde. Para éstas y otras de similares característi-
3; 5-6) que deberá ser colocada a una distancia de cas que presentan la superficie totalmente decorada
104 mm de su borde izquierdo (o derecho) y a 140 en bajorrelieve con motivos variados, deberán
mm de su borde trasero (Figuras 1-2), y la ranura nº 9 emplearse otros sistemas bien diferentes, como
del "Cuerpo C" (220 x 10 mm) (Figura 3), y que se puedan ser los moldes de varias valvas por ejemplo.
comienza a perforar a una distancia de 40 mm de la Por otra parte y contrariamente a lo dicho, la terraja
tabla vertical anexa. Ambos son complementarios y resulta ideal para la reproducción de Terra Sigillata
destinados a una misma función. La primera pieza se romana o cerámica campaniense lisas. Los cordones,
trata de un paralelepípedo perforado en su centro, baquetones u otro tipo de decoración también lisos
cuyo orificio atraviesa además la tabla nº1 de base que decoran los recipientes en relieve en todo su
vista al principio de esta descripción (Figuras 4; 6, nº perímetro como por ejemplo en las vasijas de la Edad
9). Si atravesamos todo el conjunto (primer y tercer del Bronce, se reproducen perfectamente por este
cuerpo) (Figuras 4; 6), con un largo y grueso tornillo sistema de terraja que nos proponemos explicar.
de amplia cabeza que haga de tope (lo que puede También se puede llegar a conseguir la reproducción
verse mejorado con una arandela adicional de amplio de otro tipo de relieves decorativos partiendo de la
diámetro), lo introducimos por la base a través de la modificación (por añadido o eliminación de materia)
perforación y lo enroscamos y aseguramos una vez de estas decoraciones uniformes y continuas.
sobrepasada la ranura superior del "Cuerpo C" con una
palomilla; colocando previamente sendas arandelas de Confección de los perfiles metálicos reforzados
"tope". Esto nos permitirá mantener bien fijo el tercer (terrajas)
cuerpo cuando lo creamos conveniente y una vez es
deslizado previamente por los carriles, deteniéndolo a Lo que necesitamos en primer lugar para efectuar
la distancia que deseemos de la torneta. Roscando la reproducción de una determinada vasija es un
firmemente la palomilla quedará la terraja inmoviliza- sencillo dibujo de la pieza (Figura 7, nº 1-2). Deberá
da y lista para ser utilizada. ser un dibujo a tamaño natural según las normas
vigentes para el diseño arqueológico (ALVAREZ i ARZA
Proceso para la reproducción de vasijas y MOLIST i CAPELLA, 1988: 12-23 y 45-50; ASQUE-
RINO, 1990: 56-68; BUYS y OAKLEY, 1998; LEONARDI
El motivo principal para la utilización de una y PENELLO, 1991: 58-72), y llevado a cabo de la
terraja es la reproducción de recipientes cerámicos. manera más fiel posible respetando al milímetro todas
Debemos apuntar que en este aspecto la terraja las formas y dimensiones del objeto incluyendo su
presenta alguna limitación, al no poder reproducir diámetro. Evidentemente y en vista de esto, para
aquellos tipos de decoraciones o sistemas de prehen- reproducir volumétricamente un determinado
sión que no se repartan de manera uniforme y en recipiente no es necesario que esté completo, basta
sentido horizontal a lo largo de la superficie de la con uno o varios fragmentos que nos proporcionen
los datos suficientes de sección y diámetro, e induda-
blemente conocer su primitiva forma a partir de una
6. Si se prefiere el orden de colocación de los listones puede tabla tipológica. Más en concreto, lo que necesitamos
cambiarse, pero siempre y cuando se respeten las indicaciones es el desarrollo lineal de las siluetas exterior e interior
hechas. No deberemos olvidar que si se llega a tomar esta
del perfil del fragmento o fragmentos a partir de las
decisión, también se deberá cambiar la posición de la plancha
metálica en su soporte de madera, que lleva el perfil de las cuales reconstruiremos la vasija (Figura 7, nº 2). O
vasijas y que nos sirve para reproducir estas, todo lo cual también podemos rehacer la porción de una vasija si
veremos con posterioridad. lo que deseamos reconstruir es, por ejemplo, una
mitad de la misma, ya sea la parte superior o inferior.
7. Entre las palomillas y los listones se deberán interponer
E inmediatamente, obtener la volumetría de esta
arandelas de diámetro adecuado, con el fin de proteger la
madera por el roscado cuando sea necesario asegurar con porción al hallar su diámetro en cualquier punto de su
fuerza sendos listones. perfil (Foto 14) (FERNÁNDEZ IBÁÑEZ, 1992).

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Del dibujo de la sección calcamos de forma la mitad del labio de la vasija, y finaliza en otro punto
independiente la línea que se corresponde con los concreto emplazado en el mismo centro de la base
perfiles exterior (Figura 3, línea de puntos) e interior (Figuras 7, nº 3-5). Para su sustentación y manejo
(Figura 3, línea contínua) de la vasija a reproducir, en necesitan de un soporte debido a la maleabilidad del
sendas láminas de zinc8 trasladándolos por medio de zinc. Este soporte es de madera, que puede ser per-
un papel de calco (Foto 2), grabándolas (y repasándo- fectamente de tipo aglomerado con un grosor, por
las firmemente) con un punzón metálico de punta ejemplo, de 20 mm. Este perfil en madera se puede
afilada (Foto 3)9. A continuación cada perfil se recorta recortar con sierra de arco como vimos anteriormente
de forma muy precisa con una sierra de arco (segueta) o bien eléctrica si precisamos más rapidez, pues no
de marquetería utilizando "pelos metálicos" para metal necesita de tanta precisión como en el metal.
(de los nº 4 ó 5)10 (Foto 4). Pero los perfiles no son ele-
mentos aislados; veamos este punto detenidamente. Cada uno de los perfiles se encuentra recortado
en dos de los cuatro lados de láminas las de zinc para-
Cada uno de los perfiles comienza en un punto lepipédicas antedichas, cuadradas o rectangulares11
concreto cuyo mejor emplazamiento suele situarse a según obligue cada caso. Pero la unión entre uno de

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los lados adyacentes y el extremo mismo del perfil medio de pequeños clavos insertándolos a martillo13
recortado no se realiza directamente como podría en todo su perímetro (Figuras 7, nº 8-9; 9)14 (Fotos 7 y
parecer lógico. El perfil deberá recortarse dejando una 8) y procurando cumplir los siguientes puntos:
porción de metal a modo de escalón en uno de los
extremos, más concretamente el que se corresponde 1. Colocar la lámina metálica a la derecha (lado dere-
con el labio de la vasija. Eso quiere decir que la lámina cho) de la plantilla recortada en madera.
de metal en ese punto en concreto será unos centíme-
2. Que el recorte de zinc quede lo más paralelo po-
tros más larga que el perfil en sí (Figuras 7-8). Por
sible al de madera que hace las veces de soporte y
ejemplo unos siete centímetros en aquel extremo
refuerzo, sin que se produzca inclinación de uno
podría valer.
respecto al otro.
A continuación y una vez recortados los perfiles 3. Que entre ambos perfiles de madera y zinc exista -
completos, con papel de lija y/o finas limas se iguala repetimos- una diferencia de unos siete centímetros
la línea del perfil recortada en el metal, eliminando como mínimo (aunque no mucho más), sobresa-
rebabas o corrigiendo errores -por exceso-12 que liendo el metal sobre la madera, ya que se trata de
hayamos podido cometer (Foto 5). una línea de corte (Figuras 7, nº 6-9; 8).

Seguidamente se superpone metal sobre madera De esta manera ya tenemos confeccionada la


(Foto 4), haciendo sobresalir 7 cm aproximadamente llamada "terraja", y por supuesto el elemento más
los dos lados a partir de los cuales se ha recortado el importante para llevar a cabo la reproducción. Ya no
perfil metálico sobre su soporte de madera (Figuras 7, nos queda sino comentar el último paso, y éste es
nº 6-7; 8). Esta holgura permitirá entre otras cosas importante. Unidos metal y madera mediante los
formar un espacio bajo el objeto que facilitará clavos antedichos, el conjunto que forman tales
posteriormente el retirar con garantías de no verse perfiles hace de "tope" en el vástago roscado mediante
fracturada la reproducción en la torneta, al impedir el el cual se atornillan las palomillas que aprisionan las
contacto directo de la pieza con ésta (Figura 7, nº 9 maderas "A" y "B" del segundo cuerpo (Figura 8) (Foto
-asterisco-). Se fija firmemente la lámina metálica por 9)15. Máxime cuando se trata de un "hueco", que

8. Las dos láminas de zinc a partir de las cuales recortamos con jabón seco o cera compacta el "pelo" metálico de la sierra
cada perfil, han de ser del mismo tamaño. Las podemos que lo recortará. Existen modelos eléctricos de este tipo de
obtener de grandes planchas de 1 x 1 m que se expiden en sierras utilizadas en modalismo.
comercios de ferretería. Económicamente su precio no es
elevado, y su tamaño proporciona materia suficiente como 11. No olvidaremos comprobar si el perfil metálico se
para realizar múltiples terrajas. encuentra recortado de forma correcta. Para ello lo
Mediante tijeras apropiadas para zinc (cizalla), recortamos superpondremos al dibujo previamente realizado en papel y del
proporciones mayores a las necesarias. Con regla, cartabón, cual originalmente partimos.
escuadra y punzón medimos y grabamos el tamaño de los
rectángulos o cuadrados que nos sean necesarios, y 12. Es necesario tener en cuenta que si este "recorte o limado"
procederemos con cuidado a su recorte. es por exceso, produciremos una inevitable deformación que
como tal, se producirá en la vasija deformándola, y no tendre-
Este recorte puede hacerse mediante sierra de arco, pero la
mos más opción que repetir el corte en otra plantilla metálica.
experiencia con el tiempo nos ha dictado, que un método
rápido y eficaz es el uso de una resistente guillotina o cizalla
13. Y repasando el martillado de sus cabezas por medio de
metálica, como la que reutiliza en papelería para cortar
puntero para enrasar con la superficie anexa.
gruesos bloques de papel (Foto 1). Reúne las ventajas de hacer
cortes rectos, con una hoja lo suficientemente resistente como
14. En esta operación un puntero, punzón, etc. nos puede ser
para cortar el zinc sin mellarse. Con la ventaja, que cuando
de gran utilidad a la hora de marcar y/o agujerear en punto
este efecto ocurra al cabo de haberla usado varias veces,
concreto donde cada clavillo va ha ser insertado, infraponiendo
fácilmente puede ser reafilada.
bajo la lámina un soporte de madera (tipo "tabla de cocina"
9. O bien dibujando los perfiles en papel vegetal, y trasladán- pongamos por caso), ya que la maleabilidad del zinc es
dolos a las láminas de zinc situando el papel sobre el metal, y peligrosa a la hora de insertar cada uno de los clavos. De esta
por medio de un punzón que repasa manualmente las líneas y manera clavaremos cada uno de ellos sin que la lámina se
las graba. doble repetidamente en cada acción de clavado. Lógicamente
utilizaremos siempre clavillos cuya longitud sea menor al
10. Esta acción de recortar el metal será posible realizarla con espesor creado entre metal y madera.
mayor facilidad y precisión si la línea grabada a recortar
presenta un surco fuertemente inciso, producto de haber sido 15. Para que dichas palomillas ejerzan una función eficaz, su
repasado repetidamente, ¡con cuidado! Pues la prisa hará que emplazamiento más aconsejable a lo largo de las maderas que
nos salgamos del surco previamente gravado y crear otros deben aprisionar, deberá ser a la mitad de su anchura, y aproxi-
nuevos que pueden llegar a equivocarnos posteriormente en el madamente a una distancia de cada extremo de unos 50/60
corte. Y más fácil aún, si posteriormente además impregnamos mm en el tamaño de terraja que aquí estamos describiendo.

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además cuenta con tan solo 40 mm de profundidad. leve capa de vaselina sobre la superficie de la torneta
Comprenderemos que si no recortamos una porción para facilitar al final la separación de la reproducción,
cuadrangular o rectangular en la parte trasera de cada además de eliminar más fácilmente el barro y la
perfil -interno y externo- (Figuras 7, nº 6-7; 8) (Fotos 8 escayola que utilizaremos y que se derramarán sobre
y 9), no es posible introducir adecuadamente los ella como posteriormente veremos. Sobre la torneta y
perfiles entre aquellas maderas "A" y "B". Y por lo tanto a partir de su centro hacia arriba y hacia el exterior,
dichos perfiles no se podrán aprisionar de forma lo iremos amontonando y comprimiendo pellas de barro
suficientemente rígida como para perma-necer firmes para modelar, procurando más o menos imitar en
en aquel lugar, y sin movimiento alguno una vez forma y volumen la vasija que deseamos obtener. A la
quede nivelado, para que a continuación procedamos vez que efectuamos esta operación iremos girando -
a la reproducción de la cerámica en sí. en principio suavemente- con ambas manos la
torneta, en sentido contrario a las agujas del reloj. La
El modelado de las reproducciones lámina de zinc irá cortando y modelando el barro
hasta proporcionarnos un macizo molde o vaciado del
Conseguidas las secciones de la forma ya indica- hueco interior de la vasija a reproducir, eliminando y
da, procederemos primeramente a situar el "perfil almacenando en su línea de corte el barro sobrante
interior" de la futura vasija entre los listones "A" y "B" que iremos retirando a cada paso (Foto 10). Puede
del que antes denominamos como tercer cuerpo (Foto que durante este proceso tengamos que ir añadiendo
9). Para ello sujetamos en aquel lugar el perfil de la más pellas de barro de tamaños variables al vaciado,
terraja, a base de apretar -levemente en principio- las para ir rellenando los huecos hasta completar la forma
palomillas roscadas. La situación perfecta será a la real. Nuestra labor será más fácil y el barro girará
inversa, osea, orientando la boca del perfil de la vasija mejor, se obtendrá más rápidamente la forma, etc. si
hacia abajo. Será imprescindible seguidamente nivelar cuando ya prácticamente se encuentra obtenida la
el perfil. Después, se desliza el tercer cuerpo de la forma y la superficie casi alisada, vertemos un poco de
terraja por los raíles de madera (ya engrasados mejor agua por toda ella, y la extendemos suavemente con
con vaselina que con aceites o grasas industriales), la palma de la mano según va girando el conjunto.
hasta que la arista superior de zinc que nos indica el
centro del diámetro de la vasija (que se corresponde Procedemos ahora a retirar con sumo cuidado la
con el fondo del futuro recipiente), quede exactamen- plantilla. Para ello aflojaremos levemente las dos
te perpendicular al punto central de la torneta16 palomillas referidas con anterioridad y que inmoviliza-
(Figura 8). Algo también muy importante es que la ban la plantilla aprisionada por los listones "A" y "B".
línea superior del perfil metálico, deberá ser paralela Evitaremos no dejar ningún tipo de marca sobre el
al plano que forma la superficie de la torneta y por lo barro para lo cual actuaremos con prudencia y
tanto deberá inexcusablemente ser nivelada de nuevo. evitaremos los movimientos bruscos. Es importante
Nos hallamos en un momento crucial. Deberemos marcar -de forma no permanente- previamente sobre
comprobar una y otra vez la correcta situación del los listones "A" y/o "B", la altura a la que se encontraba
perfil metálico. Una inclinación de este perfil por la plantilla recién retirada, sirviéndonos así de
exceso o por defecto hará inútil nuestro trabajo, ya referencia para instalar la siguiente. Esta última es la
que no estaremos reproduciendo la cerámica deseada, que realmente nos va a reproducir el objeto, ya que se
sino creando una forma anómala, no real, al haber trata del "perfil exterior".
aumentado o disminuido el diámetro.
Ya nivelada y colocada la nueva plantilla de forma
A partir de este momento es cuando se atornillan conveniente, realizaremos poco más o menos las
firmemente las palomillas que unen los cuerpos mismas operaciones ya vistas en el primer caso. Salvo
primero y tercero, y también las que abrazan la que ahora, habrá que dejar un espacio libre entre el
madera que soporta el perfil. De esta manera inmovili- modelo de barro que acabamos de conformar y la
zaremos todo el conjunto ya dispuesto para llevar a nueva plantilla. Esta distancia no es más que el
cabo la primera fase de la reproducción (Foto 9). espesor real que posee la vasija original, por lo que
deberemos calibrar perfectamente todos sus puntos
Con la estructura ya preparada extendemos una desde el mismo borde hasta el centro de su fondo.
Osea, que la distancia entre cada punto de la línea de
corte metálica y cada punto de la superficie del barro,
16. La distancia entre este punto central de la torneta y la línea sea la misma que de cada punto entre los perfiles
que marca el centro del labio o extremo inferior de la terraja,
exterior e interior del original medibles en el dibujo de
lógicamente deberá indicarnos exactamente la mitad del
diámetro real en la boca del recipiente (Figuras 7, nº 8-9; 8). la sección. Si para calibrar la plantilla no hemos
Esta es una fase muy importante a tener en cuenta. movido el tercer cuerpo de la terraja, y hemos coloca-

334
C. FERNÁNDEZ / L. GARCÍA

do y nivelado la segunda plantilla perfectamente en últimas vueltas, si lo deseamos y queremos dejar una
las marcas de la primera, dicho espesor puede llegar a superficie tersa y con un buen acabado, podemos
obtenerse "casi" de inmediato. Con todo, es muy derramar una pequeña cantidad de agua por la
normal que haya que efectuar pequeñas correcciones. superficie. Detendremos de inmediato todo tipo de
Para los movimientos finales de ajuste, un pequeño operación, pues de lo contrario el perfil metálico hará
martillo de goma o teflón nos resultará de gran tope con la escayola endurecida, aún húmeda y por lo
utilidad. tanto extremadamente frágil, destruyendo y/o
rallando la reproducción.
Después de efectuadas todas las operaciones llega
el momento de hacer escayola, pero debemos tener la Es el momento de separar los listones "A" y "B" y
consabida precaución de rociar de agua levemente el retirar la plantilla con cuidado de no dañar la repro-
modelado en barro antes de verter ésta. En caso ducción, operación que puede a veces agilizarse
contrario puede ser que tengamos problemas a soltando a la vez la palomilla que nos sujeta los
posteriori derivados de la absorción del agua conteni- cuerpos primero y tercero de la terraja, procediendo
da en el barro por parte de la escayola. Cuando la seguidamente a retirar este cuerpo hacia atrás por las
escayola bien mezclada con el agua empieza a tomar guías engrasadas; pero, ¡cuidado con los enganches
un aspecto cremoso, debemos ir vertiéndola poco a producidos por las convexidades y/o concavidades de
poco con una cuchara sopera. Simultáneamente los perfiles de cada recipiente! Si una determinada
vamos girando con ambas manos la torneta en el vasija ya reproducida por este sistema tiene la base
sentido antes indicado. En esta operación resulta cóncava o en onphalo por ejemplo, al proceder a
indispensable la ayuda de al menos una persona que retirar la lámina de zinc por la maniobra descrita, el
vaya girando la torneta17, y si es posible otra que vaya daño que puede llegar a producirse es irreparable si
haciendo más escayola líquida según se vaya termi- no se lleva a efecto con sumo cuidado y las consabi-
nando la que vertemos; siempre y cuando, por das precauciones.
supuesto, sea necesario. Por lo menos cuando la vasija
a reproducir responde a unos tamaños entre mediano Pasada una hora aproximadamente y mediante un
y grande. Debemos tener muy en cuenta que depen- sedal, hilo de cobre, etc… y teniendo nuevamente un
demos del tiempo de fraguado de la escayola, y en cuidado exquisito, cortaremos la base de barro que
este caso el trabajo en equipo agiliza las operaciones y soporta encima la reproducción, separándola de la
evita que por una excesiva acumulación de maniobras torneta a la altura de su superficie. Pasarán unas doce
simultáneas en manos de una sola persona, el horas más (cuanto más tiempo mejor) aproximada-
resultado final pueda verse frustrado. mente hasta que la escayola tome consistencia el irse
evaporando el agua. Pasado este tiempo y con mucha
A medida que giramos la torneta, la lámina de precaución para evitar roturas, iremos eliminando el
zinc irá extendiendo de manera uniforme la escayola y barro del interior muy poco a poco a través de la boca
eliminando la sobrante (que iremos retirando constan- del recipiente reproducido por medio de una cuchari-
temente con la misma cuchara u otro útil que se lla. O aún mejor empleando un vaciador de barro
adapte a nuestras necesidades), o volviéndola a verter como herramienta más específica, debido a que se
de nuevo. De esta manera, se irá conformando la trata de una varilla y por lo tanto ocupa menos
vasija que quedará concluida cuando, una vez espacio. De este modo impedimos que se ejerza
endurecida la escayola, al girar la torneta la lámina de excesiva presión, reventando la reproducción de
zinc no elimine ya ningún resto de escayola, y apenas escayola endurecida y todavía húmeda, debido al
haya espacio entre la superficie del objeto reproduci- agua que contiene el barro que estamos extrayendo.
do (boca abajo) y el perfil de zinc (Foto 11). En las Sin haber secado del todo podemos lavar el objeto de
los restos de barro adheridos a las superficies exterior
e interior con agua.
17. A lo largo de estos años de trabajo con la terraja han sido
muchas las personas que nos han sugerido la posibilidad de
Dejamos secar el objeto a temperatura ambiente,
contar en esta fase del trabajo con un torno eléctrico. Según
se irá viendo a lo largo de la descripción de estre trabajo, y o bien para una mayor rapidez en estufa de aire
sobre todo si se pone en práctica, esta posibilidad es inviable forzado a baja temperatura (entre 20 y 30 ºC),
pese a que contemos con una herramienta autónoma como evitando un secado demasiado rápido y con ello
aquella, incluso contando con la posibilidad de que conlleve roturas indeseadas debido a una brusca diferencia
en su mecanismo un control de velocidad. Fundamentalmente térmica. Una vez que tengamos la vasija ya seca
por que el giro continuo deberá ser suave, y es necesario
multitud cambios de la velocidad de rotación, pero nunca de
repasaremos los puntos necesarios con bisturí, lijas...
forma intermitente. Lo que conlleva un control exhaustivo y para solventar cualquier error, rebaba, o simplemente
contínuo, algo que no proporcionan estas máquinas. rellenar huecos producidos por burbujas de aire u

337
La terraja. Un eficaz instrumento para la restauración y reproducción de la cerámica

Una vez tengamos la vasija reproducida, retocada,


limpia y seca, nuestro trabajo consistirá en colocar los
fragmentos originales en el lugar que les corresponda
en altura en la reproducción. El sistema más sencillo
sería hacer reposar el fragmento original sobre la
superficie de la vasija reproducida y en el lugar que le
corresponde en altura. Mediante un objeto punzante
(bisturí, aguja, punzón... minas de lápiz, etc.)
gravaremos en la escayola por medio de surcos, la
forma exacta del fragmento a encajar, perimetrándo-
lo. Iremos profundizando de forma paulatina y
uniforme dicho surco por todo su perímetro hasta
Figura 9 atravesar la escayola, y poder retirar lo que resultará
una copia más o menos fiel del fragmento que desea-
mos encajar. Ahora no tenemos más que introducir en
el hueco resultante el fragmento original, adhiriéndo-
lo posteriormente al cuerpo de la reproducción a base
de escayola líquida (Foto 12). Así actuaremos hasta
insertar todos los fragmentos. Final-mente estén
perfectamente colocados, no quedara más que
disimular las uniones, entonar cromáticamente y
uniformar la superficie según criterios (Foto 13).

Evidentemente este sistema de restauración es


más eficaz en lo que se refiere a nivel de acabado, que
otros basados en rehacer extensas superficies, o bien
Figura 10 numerosas partes ausentes con moldes de plastilina o
placas odontológicas de cera. Resulta especialmente
útil para aquellos objetos de dificultosa reintegración,
o para las vasijas que carecen de un gran tanto por
otras causas, hecho que suele resultar frecuente. ciento de su primitiva superficie. Tiene así mismo la
Finalmente se procederá a realizar decoraciones inci- ventaja de que para la reproducción y/o posterior
sas, añadir elementos de prehensión, suspensión, etc. restauración de una o varias partes ausentes, tan solo
que habremos modelado aparte, podemos hacerlo es necesario conocer su perfil completo y el diámetro,
ahora directamente sobre el objeto. Y si es necesario, ya que a partir de los citados fragmentos podrá
pintar la pieza con colores acrílicos mediante pincel o conseguirse la vasija en su totalidad. No cabe duda
aerógrafo. también de que se trata de un proceso algo engorro-
so, aunque los resultados son de calidad, siempre y
Los perfiles, una vez limpios y debidamente cuando seamos rigurosos y trabajemos con fidelidad.
etiquetados pueden almacenarse para ser utilizados
de nuevo en cualquier otra ocasión y con cualquier Hay otros sistemas más laboriosos que éste o con
otro motivo que haga necesaria la obtención de una resultados más discutibles según los casos con que
reproducción de cada vasija. nos encontremos, que de hecho son o pueden ser
muchos y muy variados. La imaginación, la experien-
Reintegración de cerámica arqueológica cia, la necesidad y/o el ingenio juegan en este punto
un papel fundamental. Una variante al sistema ya
Ya hablamos al principio de la importancia del uso explicado y quizás más conocido, lo expondremos
de la terraja en la restauración de la cerámica, no solo seguidamente como ejemplo.
como simple método de reproducción, sino especial-
mente como sistema de reintegración de lagunas. Una vez se ha conseguido el modelo en arcilla y
también se ha colocado de forma definitiva del perfil
Si buscamos restaurar o reintegrar una o varias exterior de la vasija a reproducir, el o los fragmentos
partes de una determinada vasija, o bien añadir a un originales que se hayan conservado de la vasija se
recipiente completo los fragmentos originales (Figura colocan suavemente encima, y en el lugar en altura
9), el procedimiento -como primer paso a dar- es el donde consideremos debieran estar. Seguidamente se
mismo que hemos explicado en los puntos anteriores. repasa su perímetro con una aguja de grueso

334
C. FERNÁNDEZ / L. GARCÍA

absorber la escayola endurecida producto de su


característica higroscopicidad, pase al cuerpo de la
cerámica; y diluidos en ella todo tipo de productos
salinos, pese a que siempre deberemos trabajar con
agua desionizada. De este modo se formará una
barrera en las superficies de rotura que entran en
contacto con la escayola.

Otros modelos de terraja y otros sistemas de


reintegración
13 En la bibliografía, tanto de restauración cerámica,
moldeados y reproducciones u otras materias, a veces
diámetro. Una vez los hayamos retirado, seguimos se ha hecho referencia mediante esquemas al uso de
hacia el paso siguiente y definitivo de verter la sencillos ingenios para la reproducción; generalmente
escayola y conformar la reproducción en sí. Retirada la de fabricación artesanal. Suelen hacer alusión todos
arcilla, observamos en el interior de la vasija reprodu- ellos a distintos modelos de terraja. La necesidad, el
cida que la escayola líquida se introdujo en los surcos ingenio y la inventiva, como también un conocimiento
que perimetraban cada fragmento original, de de este sistema de reproducción que aún no cuenta
manera que queda así conformado en relieve cada con literatura especializada al uso, son los que han
uno de los perímetros. Una vez definitivamente publicado una reducida variedad. En este último
endurecida la escayola, no hay más que recortar tales apartado presentamos a modo de ejemplo los
perímetros en realce, introducir cada uno de los modelos que hemos ido reuniendo a lo largo de varios
fragmentos e irlos sujetando definitivamente con años, así como también explicaremos una variante al
escayola (Foto 12). sistema que a lo largo de este trabajo hemos descrito
pormenorizadamente.
Llegados a este punto hemos de hacer una
advertencia cara a la mejor conservación de los La parte fundamental de este sistema de repro-
fragmentos originales de cerámica antigua que vamos ducción mediante terraja es la plancha metálica de
a integrar en la reproducción. Será necesario que zinc (o bien fabricada en otro metal o materia), en la
éstos ya se encuentren debidamente limpios, desala- cual se encuentra recortado el perfil de aquel objeto
dos, y sobre todo consolidados con el producto que que deseamos reproducir. Por medio de ella es
cada profesional utilice habitualmente. La aplicación precisamente por lo cual queda modelado el objeto.
de dicho consolidante tendrá una doble motivación Por lo tanto es el elemento común a todos los
aislante. En primer lugar dar cohesión a las materias modelos de terraja que son conocidos, y podemos
que constituyen la pasta cerámica, si ésta se encuen- fácilmente augurar que incluso de los que se desarro-
tra con cierto grado de disgregación. Pero también llen en el futuro.
para obturar la red de poros. De esta manera conse-
guiremos atajar un tipo de alteración dúplice, que la Las diferentes variantes de terraja en una primera
escayola se adhiera de forma permanente en las gran clasificación podrían dividirse en tres grupos. Las
superficies, y además, que la humedad que pueda "terrajas giratorias". En las cuales, la plancha metálica

Figura 11 Figura 12

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La terraja. Un eficaz instrumento para la restauración y reproducción de la cerámica

Rotating rod Figura 14

Supporting Template for


frame internal surface

Modelling clay

Central core

Rotating base
Figura 13

reforzada es la que gira en círculo a partir de un eje Para su uso, el sistema de confeccionar los perfiles
central (Figuras 10 y 11), lo que en absoluto se metálicos en zinc reforzados con la madera-soporte,
corresponde con el sistema que hemos descrito y que es exactamente el mismo ya visto con anterioridad de
justamente es lo contrario. En las "terrajas de despla- forma detallada en el apartado IV.1. Dichos perfiles los
zamiento longitudinal" el metal reforzado se desplaza colocaremos en los listones que los atrapan e inmovili-
de forma lineal (Figura 12). En las "terrajas fijas", la zan (Figura 14, nº 1). Dichos listones tienen unas
plantilla metálica se encuentra precisamente fija al dimensiones de 505 x 52 x 73 mm cada uno de ellos, 18
costado sobre un recipiente de madera, bastidor permaneciendo fijo por ejemplo el de la derecha a
(Figura 13) o bien contenedor y junto a una varilla-eje otra plancha inferior de madera (420 x 112 x 30 x
cuyo giro es manual mediante manivela. En este mm, por ejemplo, aunque puede ser mayor) (Figura
último caso y en el centro de este eje se coloca una 14, nº 2) que hace de soporte, y ambos a una pared.
materia para retener la escayola y que tradicionalmen- Por lo tanto el listón de su izquierda -con idénticas
te ha sido estopa. La acumulación reiterada de la dimensiones- permanece suelto. Se une al anterior de
escayola vertida en estado cremoso y que poco a la forma que ya vimos anteriormente, mediante
poco va fraguando, se recorta con la forma de la sendas perforaciones que son atravesadas por varillas
plantilla metálica y así va obteniéndose la forma roscadas (de unos 180 mm de longitud cada una)
deseada (SANZ SERRANO, 2003: 518-520). Este (Figura 14, nº 3), quedando fijas mediante cuatro
último sistema fue muy utilizado en la confección de palomillas insertadas con posterioridad a las arandelas
modelos para, una vez obtenido su molde, fabricar en correspondientes que protegen la madera y aseguran
época contemporánea las diferentes figuras de vidrio la inmovilidad. Uno de los elementos que proporciona
con las cuales confeccionar o decorar grandes utilidad a este objeto, es el que esta estructura se
lámparas, tal y como se exponen en el Museo del encuentra complementada en su parte inferior por
Centro Nacional del Vidrio (La Granja de San una mesa (Figura 14,19 nº 4), la cual no es necesario
Ildefonso, Segovia). que permanezca fija . Sobre esta mesa se sitúa la
torneta (Figura 14, nº 5), que gira en un tablero
Pero siguiendo con otros modelos de terraja, cuadrado de dimensiones 550 x 750 x 15 mm (Figura
describiremos ahora al que hemos hecho escueta
referencia líneas atrás. Deriva del modelo que ya
18. Cuya cara izquierda (según nosotros lo miramos), será la
hemos descrito y que forma la base fundamental de que forme el plano perpendicular al punto central de la torneta
este trabajo. Como puede apreciarse en la Figura 14 (Figura 8).
es muy parecido a su modelo de origen. Un ingenio
de estas características nos ha servido para realizar 19. Ya que de esta manera y con respecto al tipo de vasijas de
mayor altura y/o diámetro, podemos vernos en la necesidad de
reproducciones de vasijas de una altura mayor a las
acoplar otras mesas también de altura y tamaño diferentes.
que podíamos reconstruir con el modelo más Algo importante es que estos mostradores posean una
pequeño ya visto. Describiremos sus dimensiones en acusada estabilidad durante el trabajo, ya que de lo contrario
función del que nosotros utilizamos en su día. hemos de darles previamente firmeza e inmovilidad.

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C. FERNÁNDEZ / L. GARCÍA

Figura 15

Figura 16

14, nº 6) que la hace transportable. Será de 505 mm mm de la línea periférica. La torneta, una vez haya-
de diámetro recortada en un tablero de madera de 15 mos elegido el lugar donde deseemos que quede
mm de espesor. Para reforzar éste y dar rigidez y inmobilizada a la mesa, puede permanecer unida
horizontalidad al plato, es conveniente adosarle otro firmemente a ella por medio de varios "gatos" o
disco en la parte inferior de 380 mm de diámetro y 15 "sargentos", y de esta manera dar comienzo al
mm de espesor (Figura 14, nº 7), así como proporcio- verdadero trabajo de reproducción.
narle un doble eje de giro, uno en el centro (reforzado
mediante un taco de madera con dimensiones 100 x En el Museo de Historia de la Ciudad de Barcelona
130 x 350 mm)20 (Figura 14, nº 8) y otro a unos 60 hemos tenido noticia de la utilización de un particular
modelo de terraja, con el fin de confeccionar repro-
20. Siempre y cuando no se utilice una madera de base de ducciones macizas de los modelos cerámicos de
mayor grosor que la propuesta anteriormente. reducido tamaño. Por medio de ellas llevan a cabo un

337
La terraja. Un eficaz instrumento para la restauración y reproducción de la cerámica

14 15

16

particular sistema de restauración en base a la hasta obtener el volumen con la forma deseada. Se
integración de los fragmentos en la vasija reconstrui- retira el conjunto de maderas y metal y con escayola
da, que utilizan como soporte. Por el momento no se se realiza un molde en dos o más piezas, del que se
ha realizado una descripción pormenorizada. Sin obtiene posteriormente la reproducción de la cerámi-
embargo, las imágenes y los breves textos publicados ca en cuestión (Foto 15). Ni que decir tiene que serán
son de una claridad tan meridiana, que quien se imposibles de reproducir aditamentos utilitarios o
encuentre acostumbrado a estos trabajos comprende decorativos que no estén repartidos de manera
de inmediato su mecanismo y motivación (FONT i uniforme por la totalidad de la superficie, apliques
PUGÈS, 2005: 28-29). Para reconstruir cualquier tipo diversos tales como asas, picos vertedores, etc.
de vasija se deberá conseguir un molde del objeto en
cuestión. Éste se obtiene confeccionando plantillas El sistema de reintegración es sencillo. Una vez
metálicas, cuyo mecanismo de construcción venimos moldeado el objeto, repasadas y pulidas las imperfec-
viendo a lo largo de este trabajo. El perfil de cada ciones que pudiera tener, cada fragmento original se
vasija a reproducir deberá ser a tamaño natural y no coloca en el lugar que le correspondiese y se perfila
llevan refuerzos de madera. Presentan la particulari- con lápiz o punzón. Seguidamente se rebaja de
dad de los dos pequeños apéndices en cada extremo escayola el espacio interior perimetrado de cada
(Figura 15, vid flechas), que sirven como eje de fragmento, de tal manera que puedan ser encajados
rotación. Sobre una superficie lisa (tipo Formica o en su "hueco" correspondiente. Pero procurando no
similar) y habiendo previamente extendido desmol- enrasar o nivelar la superficie exterior original-
deante, se colocan sendos listones de madera; el escayola. Siempre la superficie de cada fragmento de
conjunto se sujeta a una mesa de trabajo mediante cerámica quedará unos milímetros por encima de la
"mordazas". La distancia entre los listones será la de la superficie de la reproducción en la escayola circundan-
lámina metálica (terraja), de tal manera que unas te (FONT i PUGÈS, 2005: 28-29) (Foto 16). Este último
perforaciones en la madera nos servirán para el giro sistema es parecido a aquel otro ya conocido, y que se
de las plantillas. No tendremos más que ir añadiendo fundamenta en reproducir en primer lugar mediante
barro y moviendo la plantilla a un lado y al contrario la reconstrucción en escayola u otra materia la vasija a

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C. FERNÁNDEZ / L. GARCÍA

restaurar pero en un tamaño algo más reducido que el Figura 17


original (también utilizando terraja a partir del perfil
interior de dicha vasija), sin incluir aditamentos en
relieve o volumen tales como decoraciones u otros
elementos de prehensión y/o vertido. Una vez colorea-
da dicha reproducción esta es utilizada como soporte
de los fragmentos originales, depositándolos en la
superficie en el lugar que les corresponda en altura.

Finalmente una rudimentaria terraja-plantilla de


madera ha sido sucintamente publicada con el mismo
fin de reconstruir-restaurar los objetos de cerámica
(J.N., 1998). Básicamente es la que hemos venido
explicando en la primera parte de este trabajo (Figura Figura 18
16). Los perfiles exterior e interior de la vasija a
reconstruir se realizan en madera. Sobre una torneta o
plato giratorio se modela arcilla, y por medio de las El futuro objeto cerámico resulta simétrico en sus
plantillas, pero en este caso soportadas y manejadas perfiles mientras su pasta arcillosa, aún fresca, se
de forma manual, se va dando forma primero al perfil encuentra girando en la rueda del torno. Una vez
exterior y posteriormente con escayola finaliza el finalizada esta fase de su confección, varios son los
trabajo utilizando la plantilla con el perfil interior. La aspectos que pueden producir -y de hecho lo hacen-
confección de los perfiles y el diámetro de cada su deformación. En primer lugar el diseño de su
recipiente deberá tener en cuenta el borde de la forma, ya que cuanto más voluminosa sea, sus
torneta o plato giratorio, pues éste hace "tope" en el paredes son más gruesas. El incremento de éstas en
giro. Y lo que aún es más importante, conforma el cuanto a peso producido por abundancia de desgra-
diámetro y por lo tanto -de forma correcta o no- la santes minerales (y su tamaño), etc. provoca por
reconstrucción del recipiente. simple gravedad ya las primeras deformaciones. Éstas
pueden ser mucho más acusadas si la base tiene un
reducido diámetro, pues automáticamente se crean
Comentario final. Sobre la disimetría de los zonas convexas muy sobresalientes -extraplomados-
perfiles cerámicos confeccionados a torno en el desarrollo del galbo, al quedar situado el punto
de gravedad muy bajo. Este efecto es particularmente
Existen ciertas realidades que, pese a ser evidentes, evidente en las grandes vasijas de almacenamiento
pocas veces se han expresado de forma clara, y que (dolia). La deformidad puede verse desarrollada
han de tenerse muy en cuenta desde un principio a la durante el secado o curado del objeto al aire libre.
hora de reintegrar un recipiente de la antigü
edad. Cuando analizamos en cualquier publicación los Otro tipo de manifiesta deformación sobre los
hallazgos realizados en un determinado yacimiento recipientes confeccionados pero aún sin cocer, se
arqueológico, la reconstrucción que normalmente se llevaba a cabo de forma involuntaria por los alfareros
ha llevado a cabo de los mismos mediante dibujo, de la antigüedad cuando procedían a decorar los
siempre se realiza con el presupuesto de que, al haber recipientes. Aunque fuesen retocados a posteriori, que
sido confeccionados mediante torno (ya sea de giro duda cabe que las impresiones bien fuesen efectuadas
manual -bajo o lento- o bien de pie -alto o rápido-) sus digitalmente o mediante punzones, espatulados…
perfiles son simétricos. Verdaderamente es un supues- acababan por deformar la superficie de la pieza.
to básico de inferencia sobre un alto tanto por ciento
de materia ausente que, pese a que conlleve errores Estos detalles tienen mucho que ver hoy a la hora
asumidos, nos sirve para desarrollar el discurso históri- de la reconstrucción de las formas, sobre todo si
co que necesitemos: de tipo tecnológico, de produc- utilizamos la terraja. Es un efecto del cual nos
ción, tipológico, etc. Pero en realidad dicha inferencia percatamos hace años en el momento de rehacer los
resulta errónea de base en un tanto por ciento volúmenes de muchas vasijas aparecidas en los castros
variable, y queda demostrada si analizamos (y vemos de la Edad del Hierro en el Noroeste de la Península
en la actualidad) las diversas fases y manipulaciones Ibérica (FERNÁNDEZ IBÁÑEZ, 1998: 41-43).
que llevan a cabo los alfareros. Y nos es posible refutar
tales observaciones, después de un minucioso análisis Volviendo a la terraja, y más en concreto al
visual en los recipientes cerámicos de la antigüedad momento ya visto cuando nos proponemos dibujar las
más completos que han llegado hasta nosotros. secciones de los recipientes a reconstruir, si realizamos

337
La terraja. Un eficaz instrumento para la restauración y reproducción de la cerámica

el dibujo de los perfiles en dos zonas opuestas y las ELSTON, M. (1990): "Technical and aesthetic considerations in the
conservation of ancient ceramic and terracotta objects in the J.Paul Getty
superponemos, éstas puede ser que no coincidan y Museum: five case studies", Studies in Conservation 35, London, 69-80.
nos encontremos en el caso que venimos explicando
como vemos en las Figuras 17 y 18. Si esta diferencia FERNÁNDEZ IBÁÑEZ, C. (1986): "Una nueva experiencia en arqueología
de campo. El laboratorio de Conservación y Restauración de las
es muy acusada y por lo tanto la deformación excavaciones romanas de Juliobriga (Reinosa, España)", Homenaje a Jean
también (seguramente nos habremos percatado de Roche Vol.II, Arqueologia 13, Oporto, 185-188.
ello sin tener que llegar al dibujo), la terraja de nada
FERNÁNDEZ IBÁÑEZ, C. (1992): "Nuevos aspectos en la restauración de
nos sirve. Pero si la diferencia entre secciones es leve, cerámica antigua", Gallaecia 13, Santiago de Compostela, 261-272.
el buscar una situación de compromiso suele dar
buenos resultados. Bien entendido que los recipientes FERNÁNDEZ IBÁÑEZ, C. (1993): "Organización y funcionamiento del
laboratorio de conservación y restauración", Arqueología y Conservación
a reconstruir en este caso concreto, deberían contar (C.Fernández, L.Castro y F.Pérez eds.), Xinzo de Limia, 117-129.
con un gran tanto por ciento de superficie original.
FERNÁNDEZ IBÁÑEZ, C. (1996): "Montaje y funciones del laboratorio de
Nos referimos a crear una sección intermedia entre
conservación en un museo de arqueología", Cuadernos de Prehistoria y
ambas, a partir de la cual conseguir los perfiles que Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid 23, Madrid, 9-36.
recortaremos en metal. Procuraremos obtener las
FERNÁNDEZ IBÁÑEZ, C. (1998): "Algunhas observacións sobre
secciones lo más cerca posible de las líneas de rotura conservación e restauración de cerámica arqueológica en Galicia", Labris
a las cuales se va a adaptar nuestra reconstrucción. 1, Pontevedra, 38-46.
Tratándose de una deformación no debemos sorpren-
FONT i PUGÈS, L. (2005): "El department de conservació i restauració del
dernos si la reconstrucción no se adapta a la perfec- Museu d´Història de la Ciutat", Conservació i Restauració, Quaderns
ción a la vasija original o viceversa. Quizás debamos Tècnics de l´M.H.C.B.1, Barcelona, 11-31.
hacer ajustes mediante añadidos de escayola, rebajes,
GARCÍA MUÑIZ, L. (1988/89): "El yeso. Origen, propiedades y tipos",
modificaciones parciales con leves roturas, etc. En Boletín Auriense XVIII-XIX, Orense, 435-461.
cualquier caso, incluso con los ajustes indicados, el
resultado final tendrá la calidad esperada. J. N. (1998): "La reconstitution sur une âme en argile des parties
manquantes d´une céramique", L´usure du temps. La Restauration des
objetos du Patrimoine, Vienne, 58.

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