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Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas

Escuela de Trabajo Social


Magíster en Trabajo Social.

Perspectivas históricas: Relación entre continuidad y cambio en la


historia latinoamericana del siglo XX.

Profesor: Igor Goicovic D.


Alumna: Paula Farfán S.

Primavera, 10 de diciembre del año 2009.


Perspectivas históricas: Relación entre continuidad y cambio en la historia
latinoamericana del siglo XX.

Como plantea José del Pozo en su texto Historia de América Latina y del Caribe,
1825-2001, el avance progresivo del liberalismo, a fines del siglo XIX, se observaba como
una instancia ‘…que en principio favorecía una mayor apertura a las ideas, una
participación más amplia de la ciudadanía y una sociedad más abierta. Sin embargo, todo
ello se había realizado dentro de un marco donde el poder y la gestión estaban siempre en
manos de una muy pequeña minoría, lo que equivalía a un sistema oligárquico’. Lo anterior
significó que si bien existieron avances sociales en términos de participación y de
legislación social, así como una potenciación de la economía y un rol más protagónico del
Estado, por dar algunos ejemplos, esto se dio en un contexto que hizo manifiestas las
vulneraciones de los países latinoamericanos en cuanto a sus dependencias, construcciones
e incipiente desarrollo social y económico.

Para dar cuenta de la relación entre continuidad y cambio en la historia de


Latinoamérica, haremos referencia a diversos aspectos que hacen mención a esta
coexistencia de elementos que tienden a la innovación de prácticas, así como a
conservación de otras.

Aquellos elementos que de manera transversal y generalizada en los países


latinoamericanos se observan como sostenedoras de un status quo, y que de distinta forma
se observan en los tiempos actuales, son las siguientes:1

- Vínculo con los países hegemónicos.

Con este vínculo nos referimos particularmente a Estados Unidos, quien a partir de su
posicionamiento como potencia, a través de distintas políticas más o menos agresivas,
influyó de distinta manera en los países latinoamericanos, ya sea a partir de intervenciones
armadas (v.gr. Cuba y Panamá), imponiendo mecanismos de arbitraje, controlando las
economías de los países y también su vida política.

1
Cabe mencionar que los elementos que se señalarán en estas descripciones, más que tender a una
homogeneización de realidades de Latinoamérica, lo que pretende es realizar es una caracterización de
tendencias, de acuerdo a aquellas experiencias que se observan como gráficas, para dar cuenta de los procesos
de modernización.

2
- Vulnerabilidad económica.

Esta vulnerabilidad estuvo dada por la característica de la mayoría de los países


latinoamericanos de ser prioritariamente monoproductores de materias primas y tener una
escasa diversificación productiva, así como poseer una infraestructura dependiente de
economías externas lo cual generó que los presupuestos de los estados se desequilibraran
ante cualquier cambio en la demanda extranjera o en los precios, hecho que fue evidente en
épocas de crisis como la de los años treinta y en épocas de guerras.

- Mundo indígena y campesinado.

Los indígenas y el campesinado se observan como parte de los grandes excluidos dentro
de los proyectos de modernización a través de presiones contra las tierras pertenecientes a
las comunidades, la expropiación, campañas de exterminación de pueblos indígenas, por
ejemplo de los yaganes y onas y reproducción de la existencia precaria en el caso del
campesinado.

- Relaciones clientelares.

La manifestación de este tipo de relación se observa primero en la hacienda pero luego


también se resignifica en los Regímenes Populistas. De este tipo de relación subyacen
elementos como los códigos de masculinidad y el patriarcado, sobre la base de vínculos
donde el poder y el control son aspectos centrales.

- Orden estamental.

Se observa por un lado el sostenimiento de las elites blancas como dirigentes de los
diversos proyectos de país, así como el carácter sectario y pigmentocrático de las
sociedades.

Por otra parte se observan ciertos aspectos que generaron cambios en la sociedad del
siglo XX que pasan a ser los siguientes.

- Incorporación a los procesos de industrialización.

Esta es un área que obtuvo algunos impulsos, y que fue potenciada por las Guerras por
cuanto los países se vieron obligados a producir lo que antes traían desde fuera. Significó
además para los países la importación de tecnologías y cambios en sus procesos de
producción.

3
- Conformación de las grandes urbes.

El incremento en el sector de servicios y el desarrollo industrial dio pie a las


migraciones, tanto desde el campo a la ciudad como también se dio la llegada de
inmigrantes extranjeros que se incorporaban a como una mano de obra más calificada, los
cuales de distinta forma influyeron en la constitución identitaria de las ciudades.

- Incorporación de nuevos actores sociales.

Estos surgen tanto a partir de la nueva elite que se conforma de los sectores bancarios e
industrial; así como de la clase media conformada por los funcionarios públicos y el sector
privado, compuesto por el comercio y las empleadas domésticas. También están presentes
los militares a través de la creación de instituciones para su formación; la clase obrera a
través de la incorporación del salario

- Movilidad social.

Dada en gran parte por la importancia creciente dada a la educación, la cual se


desarrolló gradualmente en todos los sectores, con incremento en la construcción de
escuelas públicas, permitiendo por primera vez que los sujetos lograran instaurar un
proyecto de vida. Esta movilidad fue gráfica en las capas medias, quienes se vieron
favorecidas por la ampliación de la educación y por el incremento de los empleos en el
sector de servicios, en esencial los que exigían cierta calificación.

- Fortalecimiento del Estado.

Se observa un rol del estado, con una creciente intervención regulatoria en las políticas
económicas, dando lugar al proteccionismo estatal con el posterior estado de bienestar; la
diversificación de partidos políticos; el aumento de la participación electoral.
También se evidencia un rol más protagónico del estado como articulador de políticas
públicas, en sectores como la educación a través de la alfabetización y formación
profesional y técnica; salud pública; legislación laboral y social; y desarrollo urbano.

- Organización social y movimientos sociales.

La clase obrera comenzó gradualmente a sindicalizarse, como forma de manifestación


de sus demandas en pos de sus jornadas laborales, protección social y atención en salud.

4
- Creación de organismos internacionales.

Ejemplos de organizaciones y/o movimientos entre los países de Latinoamérica con


fines comunes fue el Panamericanismo quien apuntó, entre otros objetivos, a tratados de no
agresión y conciliación, mantenimiento de la paz, abstención de actos de guerra; la
posterior conformación de la Organización de Estados Americanos, OEA constituida como
pacto regional; y la CEPAL, con sus definiciones en relación al rol que debía cumplir el
Estado en la definición de la política económica y como garante técnico de las líneas de
crédito, entre otros.

Se hace fundamental, al plantear ciertos elementos que instauraron cambios en los


modelos socio culturales y económicos de América Latina, así como elementos que no
expresaron mayores variaciones, referirnos a los conceptos de Modernidad y
Modernización.

De acuerdo a lo que plantea Néstor García Canclini 2 es necesaria una perspectiva


pluralista que acepta la fragmentación y las combinaciones múltiples entre tradición,
modernidad y posmodernidad para referirnos a la cultura latinoamericana de fines de siglo.

Según el enfoque de Canclini la modernidad contiene a lo menos cuatro


movimientos: emancipación, expansión, renovación y democratización. Por emancipación
entiende la secularización de los campos culturales, la producción autorregulada de las
prácticas simbólicas y su desenvolvimiento en mercados autónomos. Denomina expansión
a la tendencia moderna a extender conocimientos, controlar la naturaleza y producir bienes.
El aspecto renovador de la modernidad alude a la innovación incesante, liberada de toda
normatividad de origen sacro, y a la necesidad d reformular permanentemente los signos de
diferenciación que el consumo masivo desgasta. Finalmente, el proyecto democratizador
confía a la educación, la difusión del arte y de los saberes especializados, la evolución
racional y moral.

Por otra parte, según lo que plantea Habermas3 la modernización hace referencia a
los procesos acumulativos que refuerzan mutuamente a la formación de capital y a la
movilización de recursos; al desarrollo de las fuerzas productivas y al incremento de la
productividad del trabajo; a la implantación de poderes políticos centralizados y al
desarrollo de la difusión de los derechos centralizados y al desarrollo de la difusión de los
derechos de participación política de las formas de vida urbana y de la educación formal.

2
Néstor García Canclini. Culturas Híbridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad.
3
Jürgen Habermas. Teoría de la acción comunicacional.

5
Según este concepto de modernización, y en relación a los textos analizados,
podemos observar que en Latinoamérica la mayor parte de los procesos instaurados fueron
orientados a la modernización de los estados, a través de la expansión de los mercados, lo
cual trajo consigo cambios en la organización política y social como forma de readecuación
a las nuevas contingencias. Los cambios que se observan fueron en cuanto a la praxis más
que en el modelo ideario de la modernidad, por cuanto si bien se logró una autonomía
relativa de campos, las democracias instaladas no concretaron una mayor equidad y
distribución de los ingresos y capitales, así como tampoco una participación social real y
efectiva, sino que ésta se dio de forma limitada y controlada de acuerdo a los intereses
4
hegemónicos del estado o de las potencias internacionales y los sujetos no lograron un
fortalecimiento de sus autonomías en pos de la construcción de un proyecto de vida unido
a un proyecto social y cultural, y en los casos en que existieron ciertas iniciativas ésta
fueron replegadas por conductas represivas y autoritarias

Lo anterior nos hace llegar a la pregunta más allá si Latinoamérica se ha


modernizado, cómo ha sido este proceso contradictorio y desigual en que dichos
componentes se han articulado, entendiendo que la modernidad más que un estado se
entiende como una condición de tránsito interminable.

García Canclini utiliza el término de ‘culturas híbridas’ para señalar que todas las
culturas son de frontera, pierden relación exclusiva con un territorio o con una práctica
definida rígidamente y ganan en comunicación. Los países latinoamericanos son el
resultado de la sedimentación, yuxtaposición y entrecruzamiento de las tradiciones
indígenas, del hispanismo colonial católico y de las acciones políticas, educativas y
comunicacionales modernas. Desde esta mirada observamos la coexistencia en América
Latina de aspectos tradicionales, que no han manifestado mayor variación y que han
reforzado la reproducción de prácticas y aspectos que se han modificado potenciando el
cambio.

Gramsci utiliza el término de revolución pasiva ‘como un entramado de


continuidades y cambios, de persistencias y rupturas en el conjunto de la sociedad, que la
modifican (modernizan) sin transformarla radicalmente. Se trata de un proceso que
reconoce el poder y los privilegios de clases o grupos tradicionalmente dominantes en
regiones menos desarrolladas en términos capitalistas, al tiempo que frenan u ocluyen el
potencial transformador que eventualmente pueden expresar o demandar las clases
subalternas. Es un dialéctica conservación-innovación. La revolución pasiva es un proceso
de transformación capitalista que resulta del acuerdo entre clases o fracciones dominantes,

4
Hans Vaihinger en su libro ‘La filosofía del ‘como si’’ planea el concepto de ficción democrática por cuanto
se establece el principio de soberanía residiendo en la nación, la división tripartita de los poderes, la forma
representativa del sufragio, pero el enunciado o precepto legal no se corresponde con su observancia práctica.

6
con exclusión de las clases subalternas, con empleo sistemático de la violencia o coerción y
con una decisiva intervención del estado en todos los espacios sociales’. Waldo Ansaldi5

Desde los anteriores puntos de vista podemos hacer alusión al término utilizado por
Habermas en cuanto a identificar a la modernidad como un proyecto incompleto, el cual si
bien generó cambios en las estructuras de producción y de concepción de trabajo, convivió
con ciertas sedimentaciones culturales que no se vieron mayormente alteradas como la
cosmovisión pertenecientes al mundo rural, el orden estamentario y el control de la vida
política y social por parte de las elites. Todo esto hace alusión a la escisión planteada por
ese autor entre razón y pasión: orientados por la corriente del positivismo y su ideario de
orden y progreso, se instalaron procesos que tendieron a basarse en la ciencia y en la
técnica para potenciar cambios basados en los modelos de los países industrializados,
excluyendo al sujeto del proyecto cultural que esto significaba, con los consiguientes
abusos y marginalidades creadas en esos tiempos.

5
La democracia en América Latina, un barco a la deriva. Waldo Ansaldi, director.

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