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LA METODOLOGÍA
METODO O METODOLOGÍA
Ambos conceptos tienen sus propias complicaciones, ya que estos han sido definidos
desde diversas perspectivas teóricas y en su elaboración se les otorga a los mismos
conceptos diferentes orientaciones.
El método, en su acepción más desarrollada, ha sido definido por Eli de Gortari como:
“El procedimiento lógico, rigurosamente planeado y diseñado que se establece para
descubrir las formas de existencia de los procesos objetivos de la realidad; desentrañar
sus conexiones internas, generalizar y profundizar en su conocimiento y demostrando
con rigor racional; así como incidir en su desarrollo”.
Si analizamos con cuidado esta definición tenemos que explicar un procedimiento que
integra el conocimiento de la realidad, el análisis, la demostración y la aplicación; es
decir, el método se inicia siempre en la investigación del fenómeno, logra su
explicación racional y prevé su desarrollo interno y su necesaria evolución. Estas son
las fases necesarias que se cumplen en todo procedimiento metodológico para pasar
de la apariencia e intencionando su transformación.
Revisando las definiciones, encontramos que aun aquella que la define simplemente
como “un conjunto de métodos”, plantea una diferencia sustancial encontró ambas
categorías: “ de metodología y de método’. La metodología es entonces el método
apoyado en una concepción teórica y en una opción ideológica.
Podríamos decir entonces que para conocer, analizar y transformar la realidad hace
falta algo más que un procedimiento riguroso. Ningún proceso de conocimiento,
análisis y desarrollo se da sin un conjunto de categorías teóricas y filosóficas que se
constituyan en el marco referencial orientador de dicho proceso.
Una mirada a nuestra historia metodológica, podríamos decir que en la historia de la
profesión, estas diferencias conceptuales entre el método y la metodología no han sido
muy claras, quizá ni las propias definiciones, ya que estas no han sido elaboradas por
nosotros si no que las hemos asumido de los marcos conceptuales de otras
disciplinas. Sin embargo, de lo que no hay ninguna duda es de que la historia
metodologica de la profesión es inmensamente rica porque refleja las innumerables
iniciativas que los trabajadores sociales hemos emprendido para realizar una acción
más profesional. Por ello, en cada texto de trabajo social encontramos un capitulo
referente a ello incluso, gran parte de la literatura es resultado de la sistematización de
una experiencia profesional en la que se diseño y se realizo una propuesta
metodologica.
Sin embargo, en esos momentos no se vislumbro otra alternativa para que al mismo
tiempo que contribuyera a profesionalizar la ayuda y que esta tuviera un alcance
mayor, sino que se busco dar curso a la necesidad de estudiar más a fondo las
condiciones de los sujetos demandantes. Revisando esta historia metodologica,
encontramos que desde las primeras manifestaciones de una intervención profesional
organizada se centraba la atención en el hombre, ya sea como individuo, grupo y
comunidad, de tal manera que las denominaciones metodologicas que se consideran
propias de trabajo social aparecen, precisamente con estos nombres: Método de
trabajo social de casos, método de trabajo social de grupos y, mas tarde, el
método de organización y desarrollo de la comunidad.
Por ello, las primeras influencias teóricas en nuestra profesión nos llegaron desde la
psicología evolutiva, en un intento por hacernos de herramientas que nos ayudasen a
explicar la situación de los individuos, ya desde entonces denominados como casos y
ubicados en esa situación de desajuste.
De igual manera, el trabajo social de grupos que nació como resultado de las
necesidades de contribuir a la atención de los lisiados e incapacitados, se inscribió en
una posición psicologista al asumir a los grupos desde el punto de vista terapéutico,
aunque ahora en el plano de la atención, y no solo de la investigación, como sé hacia
anteriormente. Las referencias teóricas y técnicas en esos momentos fueron
retomadas desde la psicología estructural y se conservan de manera tradicional en la
historia de nuestra profesión, en una perspectiva de control de la dinámica grupal, más
que de la dinamizacion de sus procesos.
Lo anterior, sin duda alguna, contribuye un antecedente fundamental del trabajo social
con sentido comunitario, seguido mucho mas tarde por las denominadas misiones
culturales, creadas en 1921 por la Secretaria de Educación Publica, bajo la dirección
de José Vasconcelos, y en los que se planteaban como objetivo promover el
mejoramiento comunitario en su aspecto económico, social y material.
En este momento que se caracterizo por el privilegio de la técnica llevo al trabajo social
a poner el énfasis en la manera como se estudian o resuelven los problemas por lo que
la profesión toma un curso que le hizo perder el tinte que le había impregnado en su
surgimiento el movimiento humanista del siglo XIX. Por ello, los marcos teórico
referenciales que tuvo que asumir fueron aquellos que precisamente responsabilizaban
al hombre de los ‘desajustes de la sociedad”, que los hacían ver como hechos
“negativos” que dificultaban la armonía y el progreso social.
Así nacen los denominados métodos básico, método único y método integral,
como intencionalidades que reivindican un camino unificado para la intervención
profesional, ya sean como un solo procedimiento adecuado a individuos, grupos y
comunidades, o como un tronco común básico que solo se diferenciaría a partir del
tratamiento y de acuerdo al tipo de problema que se le diagnosticaba al sujeto
demandante, etcétera.
Estas son condiciones absolutamente necesarias para desarrollar una práctica con
intencionalidades de transformación mediante precisiones científicas, con
continuallidad y permanencia metodologica.
PROCESO METODOLOGICO
Etapa I: CONOCIMIENTO
El Caso Social puede definirse como una situación individual o familiar que:
Se dan en un contexto social determinado, está afectado por uno o varios problemas
y/o conflictos o carencias, generalmente interrelacionados, Requiere de potencial,
recursos del sujeto, así como de otros ajenos al mismo (ayuda externa) para intentar
su resolución permanente o transitoria, total o parcial, afecta invariablemente al grupo y
a la comunidad.
El diagnostico sugiere una completa evaluación que procede al tratamiento, los cuales
invariablemente van juntos. El Trabajo Social de Casos, debido a que el medio
mediante el cual se ofrece la ayuda es mediante una relación personal, el tratamiento
inicia en el momento en el que el trabajador social y el sujeto de caso se conocen por
primera vez, y continúa durante el tiempo en el que el caso permanece activo. Debido
a que no son estáticas las personas ni los problemas, sino que están en constante
cambio, el diagnostico debe también de concebirse como un proceso dinámico.
Dentro del Trabajo Social de Casos es necesario estudiar todos estos elementos:
INVESTIGACIÓN
Como su nombre lo indica, consiste en buscar, observar y analizar toda clase de
hechos y situaciones que se refieran al caso interrelacionadamente con el problema o
los problemas que este presente. En cada caso, las personas y los hechos
significativos en la experiencia y la vida del sujeto, así como su actitud frente a ellos,
que es un reflejo de su postura general frente a la vida, constituyen lo que en Trabajo
Social de casos se llama “unidad de atención”, o sea el campo a explorar para lograr el
mejor resultado de nuestra investigación.
Como técnicas de elección dentro del proceso metodológico del Trabajo Social de
casos, tenemos primordialmente la entrevista, pero en algunas ocasiones, por la
urgencia con la que debemos abordar la problemática del sujeto, se usa el
interrogatorio. Sin embargo, cuando necesitamos conocer aspectos mas amplios y
mayores detalles, por ejemplo la vida pasada del sujeto, entonces es recomendable
utilizar el relato espontaneo.
Las fuentes directas están constituidas por la información objetiva y subjetividad que
se recogen del sujeto, de sus familiares mas allegados y de las observaciones que
tenemos oportunidad de hacer al verlo actuar libremente en su lugar, el trabajo, la
escuela, etc., comprende las entrevistas con el sujeto de caso y la observación de sus
actitudes y su entorno.
El proceso de reunir sobre una familia puede pensarse como si se estuviera arrojando
una red de información metafórica en círculos cada vez mayores para poder captar la
información importante sobre la familia y su contexto mas amplio. La red se esparce en
diferentes direcciones:
Del problema actual al contexto mayor del problema, de la familia inmediata a la familia
anexa y sistemas sociales más amplios, de la situación actual de la familia a una
cronología histórica de hechos familiares, de integrantes fáciles y no amenazadores a
cuestiones difíciles y que provocan ansiedad, de hechos obvios a juicios sobre el
funcionamiento y las relaciones e hipótesis sobre pautas familiares.
Las perspectivas históricas: A medida que se va conociendo más sobre los nuevos
familiares, es importante situar el desarrollo de la familia en el tiempo. Esta
consideración puede llevarnos a relacionar los cambios en la familia con los del macro
sistema. Por otro lado, haciendo un recorte de la familia, se investigaron los cambios
presentados por nacimiento, muertes, matrimonios, que no pueden ayudar a elaborar
hipótesis sobre el estilo de adaptación, flexibilidad o rigidez.
¿En la familia hay un miembro que no se dirige la palabra o que alguna vez tuvieron un
periodo de no hablarse?, ¿Hay alguno que tenga o haya tenido un conflicto serio?
Toda las parejas tienen algún tipo de dificultad marital ¿A que tipo de problemas y
conflictos tuvieron que hacer frente?, ¿Cómo se lleva con cada hijo?, ¿Hay alguna
situación (a parte del motivo de atención que les preocupa o que deseen cambiar?
DIAGNOSTICO
Como es obvio, este término lo tomo el Trabajo Social de otro campo profesional, que
es la medicina. Cosas similares ocurren con frecuencia cuando aparecen profesiones
nuevas: los términos de estas se ven precisados a acuñar nuevos términos; para
mayor claridad se acostumbra llamar al diagnostico que se formula en Trabajo Social
de Casos: “Diagnostico Social”.
Uno de los problemas del diagnostico social es que fundamentalmente subjetivo, por
que gran parte de sus bases son psicológicas, a diferencia del diagnostico medico, que
es objetivo porque se fundamenta en forma principal sobre signos, o sea en elementos
visibles y comprobables, de orden físico.
Para formular un diagnostico social existe una serie de reglas sumamente sencillas,
pero que nos ayudan en mucho a su correcta elaboración, estas son: