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c se dice que algo que es un hecho cuando ya está ya cumplido y no puede
negarse su realidad. A menudo se ha opuesto el hecho a la ilusión, a la apariencia o al
fenómeno. La noción de hecho se ha empleado con frecuencia en muy diversas
orientaciones filosóficas. Un hecho puede ser, según los casos, natural (un fenómeno o
un proceso natural) o un hecho humano (por ejemplo, una situación determinada).
Puede ser una cosa, un ente individual, etc. A veces se destaca en el hecho su realidad
situada y actual; a veces la idea de un proceso especialmente temporal.
Una historia filosófica de la noción de hacho seria muy larga y particularmente
complicada por cuanto en numerosos casos se ha usado el término sin gran precisión
conceptual. Por ejemplo Comte, que ha insistido mucho en que sólo los hechos son
objetos de conocimiento efectivo, en que sólo ellos son realidades positivas, no aclara
en que medida se pueden equiparar hechos con fenómenos. Particularmente interesantes
es la noción del hecho en la fenomenología contemporánea. Husserl ha establecido una
distinción entre hecho y esencia y ha puesto asimismo de relieve la inseparabilidad de
ambos. Según Husserl la ciencia empíricas o ciencias de experiencias son ciencias de
hechos. Todo hecho es contingente, es decir, todo hecho podría ser esencialmente algo
distinto de lo que es. Pero ello indica que a la significación de cada hecho pertenece
justamente una esencia que debe aprehenderse en su pureza. Las verdades de hecho o
verdades fácticas caen en este modo bajo las verdades esenciales o verdades eidéticas
que poseen distintos grados de generalidad. De acuerdo con ello el ser fáctico se
contrapone y subordina al ser eidético y lo mismo ocurre con las ciencias
correspondientes.
Para Wittgenstein los hechos son los llamados hechos atómicos que están constituidos
por una combinación de objetos. Cada cosa es un parte constitutiva de un hecho
atómico. Así el mundo no es la totalidad de las cosas, sino de los hechos. Los hechos
atómicos en cuestión se expresan por medio de proposiciones atómicas, las cuales se
combinan mediante funciones de verdad formando las llamadas proposiciones
moleculares. En general, los hechos, en cuanto a hechos atómicos, consiste en que una
entidad particular posea una característica, o en relación entre dos o más entidades. Los
términos de una proposición deben corresponder a los componentes de un hecho
atómico.
José Ferrater Mora
Diccionario de Filosofía Abreviado
Editorial Sudamericana, Buenos Aires 1970
pp.163
c
de un concepto se llama a su contenido, por el cual debe entenderse
³el hecho de que un concepto determinado se refiera justamente a este objeto
determinado´. Comprensión o contenido difieren, pues, de la mera suma de las notas del
objeto y, desde luego, del objeto propio en cuanto termino de referencia de dictas notas.
Este nuevo sentido de comprensión o contenido, que ha puesto en circulación la lógica
fenomenológica, ésta destinado a evitar las confusiones de ciertas lógicas entre el
concepto y el objeto así como entre el concepto y el objeto formal; de este modo se
llega a una distinción rigorosa entre contenido del concepto, objeto formal y objeto
material, cuya correlación no equivale forzosamente a una identificación.
En otro sentido muy distinto se llama comprensión a una forma de aprehensión que se
refiere a las expresiones del espíritu y que se opone, como método de la psicología y de
las ciencias del espíritu, al método explicativo propio de la ciencia natural. Aunque la
idea de la comprensión se halla más o menos claramente formulada en el romanticismo
alemán, se debe a Dlthey su elaboración precisa y consecuente. Dilthey entiende por
comprensión el acto por la cual se aprehende lo psíquico a través de sus múltiples
exteriorizaciones. Lo psíquica, que constituye un reino peculiar y que posee una forma
de realidad distinta de la natural, no puede ser objeto de mera explicación. La vida
psíquica se resiste a toda aprehensión que no apunte al sentido de sus manifestaciones,
de su propia estructura. Al exteriorizarse, la vida psíquica se convierte en expresión o en
espíritu objetivo. Este último, que constituye la parte fundamental y esencial de las
ciencias del espíritu propiamente dichas consiste en exteriorizaciones relativamente
autónomas de la vida psíquica, esterilizaciones que poseen en su propia estructura una
dirección y un sentido. El método de la comprensión, que es originalmente psicológico,
se convierte, pues, para Dilthey en un procedimiento más amplio, en una hermenéutica
encaminada a la interpretación de las estructuras objetivas en cuantas expresiones de la
vida psíquica. Comprender significa, por lo tanto, pasar de de una exteriorización del
espíritu a su vivencia originaria, es decir, al conjunto de actos que producen o han
producido bajo formas diversas, la mencionada exteriorización.
es usual llamar imágenes a las representaciones que tenemos de las cosas.
En cierto sentido los términos ³imagen´ y ³representación´ tienen el mismo significado.
Pueden emplearse asimismo los términos imagen e imágenes para designar las
representaciones ³enviadas´ por las cosas a nuestros sentidos. Así Epicuro indica en su
Carta a Heródoto que las imágenes sobrepasan en finura y sutileza a los cuerpos sólidos
y poseen también mas movilidad y velocidad que ellos, de tal modo que nada o muy
pocas cosas destinen su emisión. No afectan solamente de la vista sino también a los del
oído y del olfato; las sensaciones experimentadas por estos son causadas asimismo por
irradiaciones de las imágenes.
El concepto de imagen ha sido usado con mucha frecuencia en psicología. En la mayor
parte de las ocasiones se han entendido como la copia que un sujeto posee de un objeto
externo. Aunque las opiniones sobre el modo como se produce tal copia, y aun sobre la
naturaleza de la misma, han variado mucho a través de las épocas, ha habido un
supuesto constante en casi todas las teorías sobre la imagen psicológica: el de que se
trata de una forma de realidad interna que puede ser contrastada con otra forma de
realidad externa. La mencionada doctrina de los epicúreos acerca de los simulacros, la
tesis escolásticas sobre la naturaleza de las especias inteligibles y muchas teoría
psicológicas modernas que han intentado explicar psico fisiológicamente la aparición de
las imágenes no difieren entre sí considerablemente.
José Ferrater Mora
Diccionario de Filosofía Abreviado
Editorial Sudamericana, Buenos Aires 1970
pp.181
c
es aquello en que consiste algo y se lo ha entendido de muy diversas
maneras. Donde se dice qué es la cosa o se define la cosa.
Existen diferentes casos: a) algo real b) algo lógico o conceptual (ambos están
relacionados).
Por la dificultad de encontrar definiciones esenciales para individuos se ha atendido a
reservar para clases de individuos, por ejemplo, decir ³el hombre es un animal racional´
Se puede definir en:
- predicado: se pregunta si es necesario o suficiente
- universal: se pregunta si se trata de un género o especie o ambas
- constitutivo metafísico: puede considerarse como idea, forma, modo de causa, etc.
También puede considerarse como una ³parte´ de la cosa junto a la existencia.
Pede concebirse como algo que ³constituye´ la cosa y que este ³algo´ se expresa
indicando mediante que términos se define esencialmente la cosa, es decir, aquello por
lo cual la cosa es.
Es aquello que es mediante la definición; en sí misma es lo que es. La esencia es el ser
en sí absoluto; es el lugar intermedio entre el ser y el concepto.
Se desarrolla dialécticamente en tres fases:
1)? como reflexión (simple en sí)
2)? emerge a la existencia
3)? forma una unidad con su aparición (efectividad Hegel)
En sentido fenomenológico son intemporales y apriorísticas. Son así mismo universales,
³concretas´. No poseen realidad o existencia sino idealidad
Pueden ser:
-? formales: no tiene contenido y valen para todos los objetos (ideales, reales)
-? materiales: contenido limitado, referido a una esfera y válida solo para esa esfera
Su diferencia esta en su radio de aplicación.
en el sentido del arte de vivir, de escribir, de pensar se habla de una cierta
virtud o habilidad para hacer o producir algo. Mientras que cuando se habla de bellas
artes en cuyo caso el arte es tomado en sentido estético es más ³formal´, en cuanto la
filosofía del arte es mas ³material´. Se puede decir que el arte es cierta ³revelación´ del
mundo.
Estos significados no son totalmente independientes; los une la idea de hacer, y
especialmente de producir algo de acuerdo con ciertos métodos o ciertos modelos.
Aunque hay que confesar que los limites entre ambas disciplinas son imprecisos
puede sin embargo, establecerse una distinción razonable. Mientras la estética trata
de cuestiones relativas a ciertos valores y a ciertos lenguajes, Ej.: ³obras de arte´; la
filosofía del arte trata de estas obras desde un punto de vista filosófico apoyándose
en investigaciones estéticas.
Algunos autores han declarado que el arte no proporciona ningún conocimiento de
la realidad, como lo hace la filosofía, y especialmente la ciencia; se suele indicar que
el arte no es un contemplar, sino un hacer, pero puede proporcionar cierta ³imagen
del mundo´.
Más adecuadas definiciones de arte:
-? como creación de valores como: lo bello, lo sublime, lo cómico, etc.
-? Es una forma de simbolización.
se puede entender de manera positiva y negativa. En el primer caso se
afirma que el ser real solo puede entenderse como un ser contrapuesto al ser aparente, o
al ser potencial, o al ser posible. Lo que se diga acerca de las nociones de apariencia,
potencia y posibilidad permite entender en tal caso la naturaleza del ser real. En el
segundo caso se afirma que ³es real´ equivalente a ³es´ o a ³es actual´ o a ³existe´. En
tal caso hay que saber lo que se entiende por las nociones de ser, de existencia, de acto
con el fin de establecer lo que se va a significar por ³es real´ o por ³realidad´.
La manera negativa permite poner de relieve que no de todo lo que hablamos podemos
decir que es real, pero a la vez impide dar una noción suficientemente positiva de la
realidad.
Por esto existen dos métodos
1)? usar simultáneamente ambas definiciones (positiva y negativa)
2)? una serie de características que establezcan que aquello sea real
Según Kant en el marco de la experiencia posible y por eso ³lo que concuerda con las
condiciones materiales de la expresión es real´.
El problema de no poder distinguir entre las especies o formas de lo real, su solución es
adoptar varias actitudes; una consiste en declarar que el ser es lo que común a todas las
especies de realidad que pueden describirse y en proceder a clasificar estas especies (es
una realidad subjetiva, objetiva, experimental, ideal, etc.). La otra se basa en la idea de
que el concepto de realidad no es unívoco y de que hay, además, una serie de entidades
que van de lo menos real a lo mas real. La realidad es una de las maneras primarias del
ser.
La realidad como existencia pude ser desde este punto de vista (ontología), uno de los
momentos del ser; la realidad como algo distinto u opuesto a la idealidad, una de las
formas del ser; la realidad como actualidad, uno de los modos de ser.
Su rasgo común es el admitir que la expresión ³es real´ es una expresión significativa
Puede distinguirse entre la validez y el valor. 'Validez' es un término lógico
y epistemológico; Valor', un término ético y, en general, axiológico. Como vocablo
epistemológico, 'validez' se refiere al hecho de que una proposición sea aceptada como
verdadera. Es conveniente distinguir, pues (como ya propuso Kant), entre la validez de
un conocimiento y el origen de este conocimiento. Así, aun cuando se admita que todos
los conocimientos proceden de la experiencia, puede aceptarse que no todos los
conocimientos son válidos en virtud de su origen en la experiencia.
Como vocablo lógico, Validez' equivale
a veces a Verdad', pero a veces se indica que los dos vocablos no son equiparables. El
predicado metalógico 'es válido" es considerado con frecuencia como teniendo un
sentido más "neutral" que el predicado metalógico
'es verdadero". Algunos autores proponen que 'es válido' sea equivalente a 'es aplicable'.
Otros indican que mientras 'es verdadero' es un predicado que se refiere a esquemas
cuantificacionales y, por lo tanto, es usado @ en la lógica
cuantificacional, 'es válido' es un predicado que se refiere a esquemas sentenciales y,
por lo tanto, es usado @ en la lógica sentencial.
La noción de validez ha sido usada asimismo en sentido metafísico como equiparable al
concepto de sentido. Así ocurre sobre todo con Arthur Liebert, el cual habla de validez
como de una noción que abarca por igual la validez de las proposiciones y
(sobre todo) el sentido de ellas. La validez resulta en este caso no un modo del ser en
cuanto mero
sino el fundamento de la justificación (en cuanto sentido) de todo
ser.
cc
La distinción entre técnica y arte es escasa cuando lo que hoy llamamos
"técnica" está poco desarrollada. Los griegos usaban el término (con frecuencia
traducido por
'arte' y que es la raíz etimológica de 'técnica'), para designar una
habilidad mediante la cual se hace algo ² generalmente, se transforma una realidad
natural en una realidad "artificial". La
no es, sin embargo, cualquier habilidad,
sino una que sigue ciertas reglas. Por eso
significa también "oficio". En general,
es toda serie de reglas por medio de las cuales se consigue algo. Por boca de
Sócrates, Platón se refiere con mucha frecuencia a la
Según Aristóteles, la
es superior a la experiencia, pero inferior al razonamiento
² en el sentido de un "pudo pensar", aun cuando el pensar requiere asimismo reglas.
Según Kant, el "modo técnico" puede aplicarse no solamente al arte, sino también a la
Naturaleza. Kant dice que la belleza de la Naturaleza revela una técnica de ella como
sistema realizado de acuerdo con leyes. Kant llama "técnica de la Naturaleza" a la
causalidad propia de la Naturaleza en relación con la forma de sus productos en tanto
que fines. Esta técnica de la Naturaleza se contrapone a la mecánica de la Naturaleza, y
por eso puede decirse que la facultad del juicio es de carácter "técnico".
La "meditación sobre la técnica" en el sentido actual de 'técnica' es propia de la Edad
Moderna, especialmente desde que con la
@ francesa se prestó gran atención
a todas las técnicas, y particular atención a las técnicas mecánicas, incorporándose
plenamente las técnicas al "saber". Por otro lado, las técnicas ²y no sólo las mecánicas,
sino también las "técnicas humanas"² se han desarrollado en tal proporción que se ha
planteado el problema de hasta qué punto el hombre es capaz de dominar las mismas
técnicas que ha creado.
En la actualidad abundan las "filosofías de la técnica". Por ejemplo, tenemos la filosofía
de la técnica propuesta por Spengler. Según este autor, la técnica es "la táctica de la
vida", comparar el hombre con un "animal de presa". Pero puede admitirse asimismo la
idea de la técnica como "táctica de la vida" sin adoptar la antropología filosófica
spengleriana. Así, puede considerarse que la técnica es un recurso que la vida humana
usa para realizar sus finos esenciales, o cuando menos algunos de ellos. En ciertas
filosofías de la técnica se ha procedido a una distinción entre varias formas de técnica o
varias etapas en la evolución técnica. Pueden clasificarse las técnicas en una técnica de
la producción de bienes, una técnica de las diferentes "artes", una técnica del saber, etc.
Ciertos autores han distinguido entre la técnica y el trabajo, y han considerado que este
último es más fundamental que la primera, de tal suerte que, como escribe Simondon,
"el objeto técnico ha sido aprehendido a través del trabajo humano, pensado y juzgado
como instrumento, auxilio o producto del trabajo". El trabajo podrá ser considerado en
tal caso como "un aspecto de la operación técnica".
José Ferrater Mora
Diccionario de Filosofía en CD_ROM
Editorial Sudamericana, Buenos Aires 1970
Pp 763-764
[c
. Si en un intercambio una de las partes recibe del otro menos de lo que
corresponde por lo que ha entregado a ésta, se dice que el intercambio no es justo. Si se
supone que pertenecen a una persona o a una cosa ciertas propiedades que se le niegan o
retiran, se dice que tal negación o tal sustracción no son justas. He aquí dos de las
fuentes que suelen dar origen a la idea de la justicia: una es la igualdad (en
determinados respectos) entre dos partes; la otra es la posesión por una persona o cosa
de lo que le corresponde y la restitución a una u otra de semejante posesión.
Los primeros pensadores griegos manejaron ambas fuentes en sus especulaciones sobre
la noción de justicia, pero destacaron el concepto de compensación. Aunque no
olvidaron los problemas morales y sociales que plantea la justicia, prefirieron ocuparse
de los aspectos "cósmicos". La justicia fue considerada, pues, con frecuencia, como una
ley universal ²a veces personalizada² que restituye a cada cosa y a cada persona lo
que se le debe y a la vez aniquila lo que no se debe. Por este motivo la justicia se
encargaba no sólo de regular las relaciones entre los hombres, las clases y las
comunidades, sino también las relaciones entre los hombres y la Naturaleza y, en último
término, las relaciones entre cada ser y el ser del universo. Toda "desmesura" debe ser
castigada y compensada por la justicia, tanto la desmesura de la tragedia como la de la
individualidad.
Precedidos por los sofistas, Platón y Aristóteles se ocuparon, en cambio, sobre todo del
problema de la naturaleza de la justicia, en particular en relación con la constitución del
Estado- Ciudad. Platón dedicó al análisis de dicho problema varios de sus diálogos. Ya
en el
se defiende la justicia como condición de la felicidad: el hombre injusto,
arguye Sócrates contra el sofista Polo y el ciudadano Calicles, no puede ser feliz.
Por eso hay que ser justo inclusive si el practicar la justicia causa la infelicidad,
inclusive si no hay dioses que puedan recompensar en otra vida los supuestos males
causados por la práctica inflexible de la justicia. Pues la justicia no es solamente una
alta virtud; es la virtud esencial y suprema del Estado, que debe organizarse enteramente
según ella: el Estado ideal es el Estado donde domina la justicia. La noción de justicia
fue analizada también con detalle por los filósofos cristianos medievales. Sin embargo,
hay que tener en cuenta que mientras en las concepciones griegas clásicas la justicia
constituye el elemento fundamental en la organización de la sociedad, en las
concepciones cristianas la justicia es desbordada por la caridad y la misericordia.
En la justicia se otorga a cada ser lo que se le debe; en la caridad, más de lo que se le
debe. Hay que advertir, empero, que este desbordamiento de la justicia por la había sido
"anticipado" por algunos filósofos griegos, entre ellos Aristóteles: "cuando los hombres
son amigos no han menester de justicia, en tanto que cuando son justos han menester
también de amistad"
El problema de lo que significa propiamente la justicia, referida sobre todo a su
aplicación a cada individuo dentro de la sociedad humana, ha sido muy debatido en el
curso de la época moderna. Una referencia a cada una de las situaciones históricas de las
cuales han surgido las diferentes concepciones de la justicia en el sentido arriba
apuntado sería, desde luego, indispensable para una cabal comprensión de ellas. Una
dilucidación formal del concepto de justicia en tanto que marco funcional dentro del
cual pudiesen insertarse las diversas concepciones no es, sin embargo, inútil, cuando
menos para los efectos de una orientación en la significación del término. Cha'ín
Perelman ha intentado realizar tal dilucidación formal y ha encontrado que justicia, por
lo menos en el sentido de lo que puede ser justo para cada individuo respecto a la
sociedad y prescindiendo de algunas de las dimensiones de lo justo aludidas
anteriormente, puede significar seis tipos de afirmación: (1) A cada uno lo mismo. (2) A
cada uno según sus méritos. (3) A cada uno según sus obras. (4) A cada uno según sus
necesidades. (5) A cada uno según su rango. (6) A cada uno según lo atribuido por la
ley ² que puede ser entendida o formalmente o como algo que tiene primariamente un
contenido. Según el mencionado autor, todas estas concepciones son incompatibles
entre sí, pero hay en ellas algo de común si nos decidimos precisamente a practicar
sobre ellas una formalización suficiente. Entonces nos aparece el concepto de justicia
como "un principio de acción según el cual los seres de una misma categoría esencial
deben ser tratados del mismo modo". Sin embargo, ninguna de las definiciones citadas
ni su común denominador formal hacen algo más que fijar unos límites dentro de los
cuales puede discutirse conceptualmente el concepto de justicia, que requiere tanto una
formalización como la constante referencia a las bases históricas.
José Ferrater Mora
Diccionario de Filosofía en CD_ROM
Editorial Sudamericana, Buenos Aires 1970
Pp 1039-1040
: El vocablo 'saber* (usado a veces como verbo y a veces como sustantivo: "el
saber") se equipara con frecuencia al término 'conocimiento'. Sin embargo, es muy
común en la literatura filosófica de varias lenguas (por ejemplo, español, francés,
alemán) emplear 'saber' en un sentido más amplio que 'conocimiento'. De acuerdo con
ello, mientras el conocimiento se refiere a situaciones objetivas y da lugar, una vez
debidamente comprobado y sistematizado, a la ciencia, el saber puede referirse a toda
suerte de situaciones, tanto objetivas como subjetivas, tanto teóricas como prácticas.
Entendido en un sentido muy amplio, el saber es un "contacto con la realidad" con el fin
de discriminarla; el término 'saber' está relacionado con 'sabor', y este último indica que
se trata de "probar" las cosas y ver a lo que "saben". Pero este sentido de 'saber' no es
suficientemente preciso.
Además de un "contacto con la realidad" el saber requiere ciertos elementos: tendencia
a una objetivación y universalización de lo sabido, tendencia a hacer consciente lo que
se sabe, admiración ante lo real, actitud de interrogación, etc.
Ahora bien, con el fin de evitar ciertos equívocos, se tiende a reservar el nombre 'saber'
para una serie de operaciones más definidas que las anteriormente mencionadas; el
saber es entonces más bien una aprehensión de la realidad por medio de la cual ésta
queda fijada en un espíritu, expresada, transmitida a otros sujetos, sistematizada e
incorporada a una tradición (por principio criticable y revisable). Así, tal como X.
Zubiri lo ha caracterizado, el saber aparece primero, según se advierte en Parménides,
como un discernir. La realidad se ofrece como algo que parece ser algo y es otra cosa; el
saber-discernir distingue entonces entre el parecer y el ser, en virtud de esa experiencia
o sentido del ser que es la inteligencia. Este saber proporciona un juicio sobre el ser
verdadero y lo enuncia, mediante el ȜȩȖȠȢ, como la idea de la cosa sabida. En segundo
lugar, el saber es, como en Platón se advierte, un definir; por lo tanto, no sólo consiste
en distinguir entre lo que es y lo que parece ser, sino que es averiguación de aquello en
que consiste lo que es: la esencia. En tercer lugar, el saber es, como ya indicó
Aristóteles, un conocer por qué la cosa examinada es como es: saber es, en tal caso,
conocimiento no sólo de la idea, sino de la causa formal, es decir, conocimiento de la
"esencia no sólo como contenido de la definición, mas como lo que esencialmente
constituye la cosa". Saber es, en suma, saber de la sustancia de la cosa; es entender y
demostrar. Tal entendimiento o sapiencia del saber se efectúa en varias etapas: se
demuestra la necesidad de la cosa en el raciocinio y en la argumentación (silogismo,
lógica del raciocinio); se va más allá del mero discurrir sobre los momentos principales
de la cosa para aplicarse a los principios (lógica de los principios); se descubre que el
principio es la simplicidad, lo que no ofrece doblez ni apariencia y lo que, al mismo
tiempo, permite reconstruir la cosa y efectuar una completa demostración de su ser
verdadero; se tiende a entender no sólo la idea o principio de lo real en sí mismo, sino a
entenderlos como principios efectivos de la realidad ²por lo tanto, mediante una
especulación que presenta cada cosa como algo en que en principio está todo², de tal
suerte que el mero ser queda desbordado por un llegar a ser y el saber es descubrir cómo
algo ha llegado a ser lo que es, cómo dialécticamente se ha constituido (idealismo
alemán). Mas el saber puede también ser y aspira sobre todo a ser un atenerse a la
realidad misma, una huida de aquella abstracción que diseca continuamente el saber
efectivo y plenario, una marcha hacia lo concreto. El saber se desvía de su preocupación
por la idea verdadera de la cosa y se aplica a la verdad de lo real; no importa tanto la
verdad como la realidad misma. De ahí el desarrollo del saber como un sentir y la
consiguiente historia del saber entendido como una afección o como una impresión.
Entonces la mente se hace menos aprehensión de la idea que órgano del sentido y del
tanteo de la realidad; si antes era instrumento para el saber de la idea verdadera, ahora
es instrumento para el saber de la verdadera realidad.
Se han propuesto diversas clasificaciones del saber. Así, por ejemplo, Max Scheler ha
hablado de tres clases de saber que ha llamado "saber técnico", "saber culto" y "saber de
salvación". El saber técnico tiene, según Scheler, sus raíces en la necesidad, la cual
puede ser (y suele ser) material, en cuyo caso tenemos la técnica en sentido estricto,
pero puede ser también "espiritual", en cuyo caso el saber técnico es un "entrenamiento
espiritual", "entrenamiento psíquico" (ascesis, ascética). El saber culto tiene sus raíces
en la admiración y en la curiosidad ² entendiendo esta última como "curiosidad noble",
curiosidad de "esencias" y no de "insignificancias". El saber culto puede tener su origen
real en la necesidad, y ser un instrumento para el dominio de la Naturaleza o de los
hombres, pero en su esencia es desinteresado.
Entre otras clasificaciones que se han propuesto del saber mencionamos la que lo divide
en un saber "vulgar", o "común", un saber científico y un saber filosófico. El saber
"vulgar" o "común" se funda en la "experiencia de la vida". En muchas de sus
manifestaciones este saber adopta un realismo ingenuo según el cual las cosas son tal
como aparecen. En todo caso, este saber posee un mínimo de elementos universales y de
leyes. Se ha dicho a veces que este saber carece de métodos y organización o, en todo
caso, que se trata de un método y de una organización no sistemática. El saber "vulgar"
y "común" puede, y suele, estar mezclado con pre-juicios de todas clases, pero es
frecuente que los saberes más rigurosos estén fundados parcialmente en dicho saber.
Para determinar lo que es el saber estimamos que es mejor tomar el vocablo 'saber' en
amplio sentido, incluyendo en él, por consiguiente, no sólo el conocer propiamente
dicho, sino también el "orientarse", el "comportarse", etc. Esto ofrece la ventaja de que
permite una completa fenomenología del saber, pero tiene el inconveniente de que los
límites del concepto de saber se hacen sobremanera imprecisos. Con el fin de evitar este
inconveniente algunos autores proponen limitar la significación de 'saber' a la de
'conocimiento' en sentido estricto. En tal caso, habría solamente saber científico y
filosófico (y, según varios autores, solamente científico). Las clasificaciones del saber
deberían entonces seguir otras normas; en vez de hablarse de saber técnico, culto, etc.,
habría que hablar de las diferentes especies de conocimiento (en muchos casos idénticos
a métodos de conocimiento): saber mediato, saber inmediato, saber intuitivo, racional,
descriptivo, explicativo, etc., etc. No vemos inconveniente en restringir el significado de
'saber' en el último sentido apuntado, pero tampoco consideramos impropio conservar el
amplio sentido presentado al comienzo. Lo que importa es que siempre que se use el
vocablo 'saber' para dar sobre él precisiones un poco rigurosas, se indique si se toma en
sentido amplio o restringido.
José Ferrater Mora
Diccionario de Filosofía en CD_ROM
Editorial Sudamericana, Buenos Aires 1970
Pp 600 al 602
c
. El término 'ética' deriva de 'costumbre' y, por ello, se ha definido con
frecuencia la ética como la doctrina de las costumbres, sobre todo en las direcciones
empiristas. La distinción aristotélica entre las virtudes éticas, , y virtudes dianoéticas,
indica que el término 'ético' es tomado primitivamente sólo en un sentido "adjetivo": se
trata de saber si una acción, una cualidad, una "virtud" o un modo de ser son o no
"éticos". Las virtudes éticas son para Aristóteles aquellas que se desenvuelven en la
práctica y que van encaminadas a la consecución de un fin, en tanto que las dianoéticas
son las virtudes propiamente intelectuales. A las primeras pertenecen las virtudes que
sirven para la realización del orden de la vida del Estado y tienen su origen directo en
las costumbres y en el hábito, por lo cual pueden llamarse virtudes de hábito o
tendencia. A las segundas, en cambio, pertenecen las virtudes fundamentales, las que
son como los principios de las éticas, las virtudes de la inteligencia o de la razón:
sabiduría, y prudencia. En la evolución posterior del sentido del vocablo, lo ético se ha
identificado cada vez más con lo moral, y la ética ha llegado a significar propiamente la
ciencia que se ocupa de los objetos morales en todas sus formas, la filosofía moral.
En nuestra opinión, por consiguiente, solamente hay historia de la ética dentro del
marco de la historia de la filosofía. Aun así, la historia de la ética resulta a veces de una
amplitud considerable, pues se hace difícil con frecuencia establecer una separación
estricta entre los sistemas morales ²objeto propio de la ética² y el conjunto de normas
y actitudes de carácter moral predominantes en una sociedad o en una fase histórica
dadas. Con el fin de solucionar este problema, los historiadores de la ética han limitado
su estudio a aquellas ideas de carácter moral que tienen una base filosófica. Por este
motivo, los historiadores de la ética suelen seguir los mismos procedimientos y adoptar
las mismas divisiones propuestos por los historiadores de la filosofía
En efecto, al considerar el problema ético individual como el problema central
filosófico, Sócrates pareció centrar toda reflexión filosófica en la ética. En un sentido
parecido trabajó Platón en los primeros tiempos, antes de examinar la idea del Bien a la
luz de la teoría de las ideas y, por consiguiente, antes de subordinar, por así decirlo, la
ética a la metafísica. En cuanto a Aristóteles, no solamente fundó la ética como
disciplina filosófica, sino que, además, planteó la mayor parte de los problemas que
luego ocuparon la atención de los filósofos morales: relación entre las normas y los
bienes; relación entre la ética individual y la social; clasificación y jerarquía de los
bienes; clasificación (precedida por la platónica) de las virtudes; examen de la relación
entre la vida teórica y la vida práctica, etc. También fue común a la mayor parte de tales
escuelas el manifestar los dos siguientes rasgos. Primero, el de considerar la ética como
ética de los bienes, es decir, el establecer una jerarquía de bienes concretos hacia los
cuales aspira el hombre y por los cuales se mide la moralidad de sus actos. Segundo: el
buscar la tranquilidad de ánimo, que según algunos (los estoicos) se halla en la
impasibilidad, según otros (los cínicos) en el desprecio a las convenciones, y según
otros (los epicúreos) en el placer moderado o, mejor dicho, en el equilibrio racional
entre las pasiones y su satisfacción.
Se formaron así diversas corrientes éticas que han recibido los nombres de naturalismo,
egoísmo, asociacionismo, intuicionismo, etc. Un cambio radical experimentó la ética
con la filosofía de Kant, rechazó toda ética de los bienes, y procuró en su lugar
fundamentar una ética formal, autónoma y, en cierta medida, penetrada de rigorismo.
En efecto, como reacción contra el formalismo y rigorismo kantianos ²interpretados,
por lo demás, demasiado al pie de la letra² autores como Brentano intentaron edificar
una ética que fuese al mismo tiempo material y rigurosa y no dependiese de un sistema
de bienes o arbitrariamente seleccionado, o considerado como establecido por la
sociedad, o estimado como conocido de un modo inmediato y evidente, o fundado en
una heteronomía. Desde entonces la ética ha entrado en una fase muy activa de su
desarrollo. Examinaremos cuatro de estos problemas: la esencia de la ética, su origen, su
objeto o fin y el lenguaje ético. En lo que toca a la cuestión de la R R, hay dos
concepciones antitéticas, que pueden designarse con el nombre de ética formal y ética
material. Ninguna de ellas aparece, naturalmente, en toda su pureza y puede decirse, por
lo contrario, que toda doctrina ética es un compuesto de formalismo y "materialismo",
los cuales se han mantenido como constantes a lo largo de toda la historia de las teorías
y actitudes morales.
Según este fin, la moral se llama utilitaria, perfeccionista, evolucionista, religiosa,
individual, social, etc. En una dirección parecida, pero con distintos fundamentos, se
halla la ética de los valores, la cual representa, por un lado, una síntesis del formalismo
y del materialismo y, por otro, una conciliación entre el empirismo y el apriorismo
moral. En lo que se refiere al problema del R la discusión ha girado sobre todo en
torno al carácter autónomo o heterónomo de la moral. Para los partidarios del primero,
lo que se ha realizado por una fuerza o coacción externa no es propiamente moral; para
los que admiten el segundo, no hay de hecho posibilidad de acción moral sin esa fuerza
extraña, que puede radicar en la sociedad o, como ocurre en la mayor parte de los casos,
en Dios. A ellas se han sobrepuesto asimismo tendencias conciliadoras que ven la
necesidad de la autonomía del acto moral, pero que niegan que esta autonomía destruya
el fundamento efectivo de las normas morales, pues el origen del acto puede distinguirse
perfectamente de la cuestión del origen de la ley. En otros sentidos, se han contrapuesto
entre sí las tendencias aprioristas y empiristas, voluntaristas e intelectualistas, que se
refieren más bien al origen efectivo de los preceptos morales en el curso de la historia o
en la evolución de la individualidad humana y que quedan con frecuencia sintetizadas
en una concepción perspectivita en la cual el voluntarismo y el intelectualismo, el
innatismo y el empirismo son concebidos como meros aspectos de la visión de los
objetos morales, de los valores absolutos y eternamente válidos, progresivamente
descubiertos en el curso de la historia. En cuanto al problema de la finalidad, equivale
en parte a la misma cuestión de la esencia de la ética y hace referencia a las posiciones
eudemonistas, hedonistas, utilitaristas, etc., que responden a la pregunta por la esencia,
siempre que ésta sea definida de acuerdo con un determinado bien.
Finalmente, en lo que respecta al problema del R
R de la ética, se han presentado
varías teorías. Las más importantes han sido elaboradas por autores como C. K. Ogden e
I. A. Richards, J. Dewey, A. J. Ayer, R. B. Perry, Ch. L. Stevenson, R. M. Hare, etc., es
decir, por filósofos que se han ocupado de la significación de las expresiones éticas, o
que han analizado la naturaleza de las "reacciones" de un sujeto ante los imperativos
éticos.
Una de las doctrinas más difundidas ha sido la de J. Dewey al distinguir entre términos
valorativos (como 'deseado' y términos descriptivos (como 'deseable'). Los términos
éticos pertenecen al segundo grupo. Ogden y Richards han distinguido entre lenguaje
indicativo o científico, y lenguaje emotivo no científico; el de la ética pertenece a la
segunda serie. El llamado análisis emotivo en la ética ha sido defendido por Ayer (y
Carnap). Consiste en hacer de los juicios valorativos (dentro de los cuales se hallan los
éticos) juicios metafísicos, esto es, no teóricos y no verificables. Ch. L. Stevenson ha
elaborado estas distinciones, pero refinándolas considerablemente al mostrar que el
hecho de que los juicios éticos no sean indicativos, sino pres-criptivos, no significa que
tales juicios pertenezcan pura y simplemente a la "propaganda".
Los análisis de Perry están dentro del marco de una ética normativa, la cual pretende ser
a la vez una ciencia natural. En cuanto a Hare, ha examinado sobre todo los usos de los
términos éticos y axiológicos, mostrando que aun cuando todos ellos están dentro de un
lenguaje prescriptivo, no pueden simplemente confundirse entre imperativos y juicios
de valor, y entre imperativos singulares y universales, o entre juicios de valor morales y
no morales. Lo común en todas estas investigaciones ha sido el hecho de haberse
reconocido que hay un lenguaje propio de la ética, que este lenguaje es de naturaleza
prescriptiva, que se expresa mediante mandatos o mediante juicios de valor y que no es
posible en general un estudio de la ética sin un previo estudio de su lenguaje. Las
principales dificultades que al respecto se ofrecen aparecen cuando se examinan las
relaciones entre el lenguaje ético imperativo y el lenguaje ético valorativo, y
especialmente cuando se plantea la cuestión de hasta qué punto tales lenguajes están
relacionados con el lenguaje cognoscitivo. En los primeros tiempos en que empezó a
estudiarse el problema del lenguaje ético se tendía a negar que éste tuviese carácter
cognoscitivo. En época más reciente tal negación se ha atenuado mucho. Puede decirse
que la cuestión está todavía abierta y que mientras las posiciones relativas a la esencia,
origen y objeto o fin de la ética están ya bien delimitadas, las que se refieren al lenguaje
ético se encuentran aún en estado de formación.
José Ferrater Mora
Diccionario de Filosofía en CD_ROM
Editorial Sudamericana, Buenos Aires 1970
pp. 594-597
c
c
. Primariamente expresión de un
pensamiento; de ahí explicación y, sobre todo, interpretación del mismo.
En Platón encontramos dicha voz en la frase: "la razón [de lo dicho] era la explicación
de la diferencia". Es el título del tratado de Aristóteles incluido en el Orga que se
ocupa de los juicios y de las proposiciones. Dicho tratado se ha traducido al latín con los
nombres de ! @ y de "
La interpretación se refiere, a su entender, a la oración enunciativa, de la que puede
enunciarse la verdad o la falsedad. Para Waitz, el vocablo tiene una significación más
amplia que el vocablo ('enunciado'). Por lo tanto, el sentido dado por Aristóteles a su
tratado no se confina al de una descripción de oraciones enunciativas, sino que dilucida
"los principios de la comunicación del
# El sentido que tiene hoy el vocablo
'hermenéutica' se aproxima al destacado al principio de este artículo. Tal sentido
procede en gran parte del uso de İȡȝȘȞİȓĮ para designar el arte o la ciencia de la
interpretación de las Sagradas Escrituras. Este arte o esta ciencia puede ser: (1)
interpretación o averiguación del sentido de las expresiones empleadas por medio
de un análisis de las significaciones lingüísticas, o (2) interpretación
en la
cual lo importante no es la expresión verbal, sino el pensamiento.
A veces se llama
a la interpretación de lo que está expresado en símbolos.
Aunque esta última significación parece al principio tener poco que ver con la anterior,
está estrechamente relacionada con ella en tanto que las expresiones que hay que
interpretar son consideradas como expresiones simbólicas de una realidad que es
menester "penetrar" por medio de la exégesis.
Más influyente fue Schleiermacher, el cual elaboró una hermenéutica aplicada a los
estudios teológicos en su escrito sobre "hermenéutica y crítica con referencia especial al
Nuevo Testamento". La hermenéutica de Schleiermacher no es sólo una interpretación
filológica ² o filológico-simbólica. La interpretación no es algo "extremo" a lo
interpretado. Todavía más influyentes han sido los trabajos hermenéuticos de Dilthey,
trabajos sobre personalidades, obras literarias o épocas históricas.
Además, Dilthey se ocupó del problema general de la hermenéutica. Según Dilthey, la
hermenéutica no es solamente una mera técnica auxiliar para el estudio de la historia de
la literatura y, en general, de las ciencias del espíritu: es un método igualmente alejado
de la arbitrariedad interpretativa romántica y de la reducción naturalista que permite
fundamentar la validez universal de la interpretación histórica. Apoyándose en parte en
Schleiermacher, Dilthey concibe la hermenéutica como una interpretación basada en un
previo conocimiento de los datos (históricos, filológicos, etc.) de la realidad que se trata
de comprender, pero que a la vez da sentido a los citados datos por medio de un proceso
inevitablemente circular, muy típico de la comprensión en tanto que método particular
de las ciencias del espíritu. La hermenéutica ²que se puede en parte enseñar, más para
la cual se necesita sobre todo una perspicacia especial y la imitación de los modelos
proporcionados por los grandes intérpretes² permite comprender a un autor mejor de lo
que el propio autor se entendía a sí mismo, y a una época histórica mejor de lo que
pudieron comprenderla quienes vivieron en ella. La hermenéutica se basa, por lo demás,
en la conciencia histórica, la única que puede llegar al fondo de la vida; es una
"comprensión de las manifestaciones en las cuales se fija la vida permanentemente" y,
por así decirlo, de "los residuos de la vida humana". Como tal, la hermenéutica permite
pasar de los signos a las vivencias originarias que les dieron nacimiento; es un método
general de interpretación del espíritu en todas sus formas y, por consiguiente, constituye
una ciencia de alcance superior a la psicología, que es sólo, para Dilthey, una forma
particular de la hermenéutica. Heidegger, cuyas investigaciones sobre lo histórico deben
tanto, de acuerdo con su propia confesión, a Dilthey y al Conde Yorck, emplea con
frecuencia el término 'interpretación' en un sentido no lejano al de la hermenéutica
diltheyana. Pero a su entender la interpretación existencial que realizan la psicología
filosófica, la antropología, la historia, etc., no es suficiente si no es guiada ²o
fundada² en una previa analítica existenciariaAhora bien, aunque Dilthey no llegó a
ella, se acercó, según Heidegger, a su nivel cuando consideró la hermenéutica como una
autoexplicación de la comprensión de la "Vida".
Heidegger no entiende, pues, la hermenéutica de Dilthey exclusivamente como un
método científico-espiritual y señala, siguiendo a G. Misch, que hacerlo así equivale a
descuidar las tendencias centrales de Dilthey a partir de las cuales solamente puede
entenderse el sentido de la hermenéutica. Agreguemos que en diversos lugares
Heidegger declara que la hermenéutica no es una dirección dentro de la fenomenología,
ni tampoco algo sobrepuesto a ella: es un modo de pensar "originariamente" la esencia
de la fenomenología ² y, en general, un modo de pensar "originariamente" (mediante
una teoría y una metodología) todo lo "dicho" en un "decir". Una filosofía general de la
hermenéutica o interpretación ha sido desarrollada por Emilio BettiLa hermenéutica de
Betti se funda, según indica G. Funkeen la realidad objetivo-espiritual.
Tal hermenéutica se basa, pues, en gran parte en la noción de comprensión tal como fue
postulada por Hegel y desarrollada por Dilthey.
Pero Betti no se ha limitado a propugnar la comprensión hermenéutica; ha presentado
en detalle: (1) una fenomenología de la comprensión hermenéutica ("fenomenología
hermenéutica") y (2) un sistema de categorías de la interpretación. Betti ha propuesto
distinguir entre varios modos de comprensión hermenéutica (simbólica, expresiva,
modélica, etc.). Cada uno de estos modos ocupa un lugar dentro de una metodología, y
todos ellos se hallan ligados entre sí por una "continuidad de comprensión".
Comprender significa, por lo tanto, pasar de una extereorización del espíritu a su
vivencia originaria, es decir, al conjunto de actos que producen o han producido bajo las
formas mas diversas la mencionada extereorización.
cR
Según una opinión corriente, los conceptos son los elementos últimos de
todos los pensamientos. En esta caracterización está implícita una radical distinción
entre el concepto entendido como entidad lógica y el concepto tal como es aprehendido
en el curso de los actos psicológicos. La doctrina del concepto es en este caso una parte
de la lógica y nada tiene que ver como tal con la psicología. El concepto queda así
distinguido de la imagen, tanto como del hecho de su posibilidad o imposibilidad de
representación. Por otro lado, debe distinguirse entre el concepto, la palabra y el objeto.
Si los conceptos pueden ser el contenido significativo de determinadas palabras, las
palabras no son los conceptos, sino únicamente los signos, los símbolos de las
significaciones. En efecto, hay o puede haber conceptos sin que existan las palabras
correspondientes, así como palabras o frases sin sentido, que carecen de las
significaciones correspondientes. El concepto de distingue también del objeto: si es
verdad que todo concepto se refiere a un objeto en el sentido más general de este
vocablo, el concepto no es el objeto, el concepto no es el objeto, ni siquiera lo
reproduce, sino que es simplemente su correlato intencional. Los objetos a que pueden
referirse los conceptos son todos los objetos, los reales y los ideales, los metafísicos y
los axiológicos y, por lo tanto, los propios conceptos. Siendo todo un objeto, por
consiguiente, un correlato intencional del concepto, habrá que distinguir entre el objeto
como es en sí y el objeto como es determinado por el concepto. El primero se llama
objeto material, es decir, objeto material del concepto; el segundo, objeto formal. Según
la concepción anterior, la lógica trata predominantemente del objeto formal.
Todo concepto tiene comprensión o contenido y extensión. La primera ya se ha definido
y es diferente de la mera suma de las notas del objeto; la segunda consiste en los objetos
que el concepto comprende, en los objetos que caen bajo el concepto.
En lo referido a su clasificación, los conceptos se dividen primariamente en objetivos y
funcionales. Los primeros son los conceptos de los objetos propiamente dichos, los que
tiene como correlato intencional un sujeto o un predicado de un juicio. Los segundos
son los conceptos que se relacionan, los cuales no deben confundirse con los conceptos
de las relaciones, que son objetos ideales y, por lo tanto, objetos mentados por un
concepto. Los conceptos de objetos se clasifican a su vez en conceptos de individuo, de
especie y de género.
La ³teoría de los valores´ fue reconocida, hace algunos decenios, como
parte importante de la filosofía; aun mas, se la consideró como totalidad de la filosofía
denominada ³filosofía de los valores´ y direcciones conexas (Véase valor) cuando, a
principios de nuestro siglo, se comenzó a usar para indicarla, la expresión axiología. El
termino tuvo fortuna, que no tuvo el termino el termino etimología propuesto para la
misma ciencia ³(fundamentacion psicología de un sistema De la teoría del valor´
1,1902 p. 194).
RR R Aquello que se puede prever o exigir que suceda de acuerdo con la base de
una regla o norma a la que se conoce como válida. El deber ser expresa el sentido
específico en el cual el comportamiento humano está determinado por una norma. Todo
lo que podemos hacer para describir tal sentido es declarar que difiere del sentido por el
cual decimos que un individuo se comporta efectivamente de determinada manera y que
algo sucede o existe efectivamente.
El término fue creado por Destut De Tracy ( , 1801) para
indicar ³el análisis de las sensaciones y de las ideas´, según el modelo de Condillac. La
I. fue la corriente filosófica que señaló el tránsito del empirismo iluminista al
espiritualismo tradicionalista que floreció en la primera mitad del siglo XIX. Se puede
denominar I. a toda creencia adopta como control de los comportamientos colectivos,
entendiendo el término creencia en su significado más amplio, como noción que
compromete la conducta y que puede tener o no validez objetiva. Entendiendo así, el
concepto de I. resulta puramente formal, ya que puede ser adoptada como I. tanto una
creencia fundada sobre elementos objetivos, como una creencia totalmente infundada,
tanto una creencia realizable como una creencia no realizable. Lo que hace de la I. una
creencia no es, en efecto, su validez o falta de validez, sino sólo su capacidad de control
de los comportamientos en una situación determinada.
El termino fue introducido en filosofía en 1898 por una relación que
W. James hiciera a la California Unión, en la que James se refirió a la doctrina expuesta
por Peirce en un ensayo de 1878 intitulado ³Como hacer claras nuestras ideas´. Algunos
años mas tarde Peirce declaro haber inventado el nombre P. para la teoría que enuncia
que ³una concepción, o sea el significado racional de una palabra o de otra expresión,
consiste exclusivamente en su alcance concebible sobre la conducta de la vida´ y haber
preferido este nombre al de pacticismo o practicalismo, porque estos últimos, para el
que conozca la filosofía kantiana atribuye a ³practico´, hacen referencia al mundo moral
donde no tiene lugar la experiencia, en tanto que la doctrina propuesta, es precisamente,
una doctrina experimental.
1)? el P. metodológico no pretende definir la verdad o la realidad, sino solo ser un
procedimiento para determinar el significado de los términos o, mejor aun, de
las proposiciones. Decía Pierce en el articulo de 1878: ³es imposible tener en la
mente una idea que se refiera a otra cosa que no sean los efectos sensibles de las
cosa. Nuestra idea de un objeto es la idea de sus efectos sensibles« De modo
que la regla para lograr el último grado de claridad en la aprehensión de las ideas
es la siguiente: considerar cuales son los efectos, que se puedan concebir con un
alcance práctico, que pensamos tenga el objeto de nuestra concepción. La
concepción de estos efectos es la total concepción nuestra del objeto´. El
principio del cual se saca esta regla metódica es que ³la total función del
pensamiento es de producir hábitos de acción´, esto es, creencias. La regla
propuesta por Peirce, por lo tanto, le fue sugerida por la exigencia de hallar un
procedimiento experimental o científico para fijar las creencias, entendiendo por
procedimiento científico o experimental, el que no recurre al método de la
autoridad o al método a priori
2)? la concepción del P. metafísico es la de W. James y de F.C. S. Schiller y sus
tesis fundamentales consisten en reducir la verdad a utilidad y la realidad a
espíritu. La primera tesis es la característica de esta forma de pragmatismo. Su
supuesto es el principio que tiene en común con el P. metodológico: la
instrumentalizad del conocer. Pero este supuesto es entendido y realizado por
ella en forma totalmente diferente. En primer lugar, intenta aclarar la
dependencia de todos los aspectos del conocimiento (o del pensamiento) de las
exigencias de la acción y por la tanto, de las emociones en las cuales tales
exigencias se concretan. También la ³racionalidad´ es, según James, una especie
de sentimiento. Desde este punto de vista, las acciones y los deseos humanos
condicionan la verdad e incluso todo tipo de verdad, esto es, también la verdad
científica. Por lo tanto, no es legítimo, desde este punto de vista, rehusar creer
doctrinas que pueden ejercer una acción benéfica sobre la vida del individuo, por
el hecho de que estas doctrinas no se apoyen en pruebas racionales. Por lo
demás, en tanto que el P. metodológico ha su continuación en los estudios de
lógica y de metodología y en algunas corrientes del neoempirismo, el P.
gnoseológico ha confluido en las corrientes espiritualistas
Se trata de una imposición de la obediencia y por lo tanto, de una
restricción de la libertad. A través de la historia se han distinguido tres tipos de
autoritarismo: ideológico, psicológico y gubernamental. En términos generales, el
pensamiento autoritario se contrapone a la ideología liberal y democrática. Los
regímenes autoritarios son sistemas de opresión porque privilegian el mando y
concentran el poder político en un solo hombre u órgano, reduciendo cualquier tipo de
oposición y autonomía por parte de los actores políticos de un determinado sistema.
R Se ha dicho que la democracia es ³la política de la coerción mínima de
la lucha moderada´ (R. Wesson). Pueden mencionarse los siguientes rasgos principales
de un sistema político y de una sociedad verdaderamente democrática: 1) Soberanía
popular. 2) La libertad. 3) La igualdad política ante la ley de todos los ciudadanos. 4) El
consenso. 5) El gobierno como agente del pueblo. 6) La participación. 7) Un ambiente
de diversidad y de controversia. 8) Moderación y compromiso. 9) Decisiones a través de
elecciones. 10) Decisiones gubernamentales abiertas y tentativas (no inflexibles o
irreversibles). 11) Decisiones por mayoria, y defensa de los derechos de las minorías.
Una verdadera democracia tiene que proteger los derechos de los que no piensan como
la mayoría; y los que se encuentran en minoría, a su vez, deben aceptar las decisiones
mayoritarias y acogerse a ellas, dentro del marco legal establecido. La democracia ha
sido diseñada para evitar la tiranía y para sustituir a los gobiernos sin el uso de la
violencia, haciendo posible las reformas y el cambio social en un ambiente de libertad.
En un sentido amplio, el término se refiere al ejercicio del poder estatal
caracterizado por la concentración de facultades extraordinarias en un individuo, grupo
o elite. Se diferencia por ser una forma de Estado normal y permanente, por no estar
autorizada por reglas constitucionales, y por no encontrarse necesariamente subordinada
al objetivo de defender el orden político del Estado. Por lo general, las diversas
experiencias dictatoriales contemporáneas tienen como elemento común el exclusivismo
en el ejercicio del poder, la restricción de las libertades civiles, y los métodos represivos
de control social y político.
Movimiento político creado por Benito Mussolini en Italia, y establecido
en el poder desde 1922 hasta el colapso italiano en la Segunda Guerra Mundial. El
nombre ³fascista´ derivada del latín (fasces), y hace referencia a un instrumento
simbólico de los tiempos imperiales de Roma, empleado para representar la autoridad
del Estado romano. Algunos de los rasgos centrales del fascismo en sus encarnaciones
iníciales son el nacionalismo extremo, la hostilidad hacia las ideas democráticas,
liberales, e igualitarias; el culto a un líder y el respeto a sus especiales cualidades; el
anti-comunismo, el culto a la disciplina y la militarización de la sociedad y el Estado.
RLa noción de gobierno está actualmente asociada a la del Estado moderno,
y por lo general designa la acción de dirigir ese Estado a través de sus instituciones. Es
común designar como gobierno al poder ejecutivo del Estado.
R Doctrina política que florece a partir de mediados del siglo XVII en
Inglaterra y Francia, y alcanza su punto de mayor desarrollo teórico e impacto práctico
durante el siglo XIX. Los postulados centrales del liberalismo tienen que ver con la
limitación de los poderes del gobierno; la defensa de la libertad, los derechos y la
autonomía del individuo; la tolerancia política y religiosa; el gobierno constitucional,
con separación de poderes y autonomía del poder judicial; la defensa de la propiedad
privada y de la libertad de contrato.
Para Aristóteles la monarquía constituía un tipo de gobierno ³puro´; se
trataba del gobierno de una sola persona, pero era contrario a la tiranía. En el lenguaje
político moderno, sobrevive esta distinción: la monarquía equivale a un gobierno de
consenso, mientras que por tiranía se entiende un gobierno impuesto. Actualmente, sin
embargo, el termino monarquía se asocia a los tipos de gobierno hereditarios
desarrollados en Europa durante la Edad Media.
Aristóteles la concebía como una desviación del tipo puro de
aristocracias. Ambos son sistemas de gobierno ejercidos por un pequeño grupo o elite.
No obstante, en la opinión de Aristóteles, mientras la aristocracia es el gobierno de los
pocos y mejores para la mayoría, la oligarquía es de los pocos y más ricos, y para los
pocos mismos. En la versión aristotélica, la oligarquía incluye lo que hoy entendemos
por plutocracia o gobierno de los ricos.
R En la actualidad, su significado es impreciso y ambiguo. No obstante, en
términos generales se refiere a ³identidad colectiva´ (sea una identidad histórico-
religiosa, una identidad política, una identidad cultural o social) y hace alusión a la
pertenencia a una comunidad. Lat. Populus. Una comunidad humana caracterizada por
la voluntad de los individuos que la componen para vivir bajo el mismo orden jurídico
R Termino derivado del latín, que significa ³la cosa pública´, es decir, el
Estado y sus instituciones. En nuestros días, se le emplea comúnmente para referirse a
un Estado no monárquico.
Lo que caracteriza de modo específico al totalitarismo, como lo
indica el término, es la amplitud y profundidad del dominio político ejercido por los que
controlan el poder. Dicho de otra manera, llamar a una sociedad o régimen político
³totalitarios´ significa que en la misma los gobernantes controlan- o intentan controlar-
todos los aspectos de la existencia individual y social, dejando prácticamente sin
autonomía y capacidad de participar en la toma de decisiones a los que no pertenecen al
grupo dominante
Rc
R
R R
RR
R Una totalidad deductiva de discurso. La palabra, desconocida en este sentido
en el periodo clásico, fue adoptada por Sexto Empírico para indicar el conjunto de las
premisas y de la conclusión o el conjunto de las premisas. Y la palabra es empleada en
filosofía para indicar preferentemente un discurso organizado en forma deductiva, o sea
que constituye un todo cuyas partes pueden resultar una de la otra. A su vez Wolff dijo:
³Se relaciona S. un conjunto de verdades relacionadas entre sí y con sus principios´.
Kant afirmo que el S. es un todo organizado con una finalidad y por lo tanto, es
articulado (
) no acumulado (
). El ideal del S. como el de un
organismo deductivo fundado sobre un principio único ha seguido siendo el patrimonio
de la filosofía, que lo ha cultivado incluso cuando, según el ejemplo de Kant, declara tal
ideal inalcanzable para el conocimiento humano. Sin embargo, el término ha sido y es
adoptado también sin relación con este significado, para indicar cualquier organismo
deductivo, aun no teniendo un principio único como fundamento.
RR
R 1)Lo que esta mas allá de un determinado limite, considerado como
medida o como punto de referencia; 2) la operación de traspasar.
1)? En el primer significado, la palabra toma valores muy diferentes, según lo que se
considere como límite o medida. Las propiedades
se denominaron
así porque son trascendentes con referencia a los géneros, de los cuales se
consideraban independientes. Con mayor precisión ±y a partir de Kant- se entiende
por T. una noción que excede los límites de la experiencia posible. Por lo tanto,
según Kant, son T. las ideas de la razón pura.
2)? De trascendencia T. en este sentido es, según Husserl, la percepción de las cosas,
en oposición a la percepción que la conciencia tienen de sí misma. Hartmann
denomina en el mismo sentido acto T. al conocimiento. Y Heidegger define como T.
³lo que obra el ir más allá, lo que se mantiene en el traspasar´
R
R En general, el uso de los signos intersubjetivos. Por intersubjetivos se
entiende los signos que hacen posible la comunicación. Por uso se entiende: 1) la
posibilidad de elección (institución, mutación, corrección) de los signos; 2) la
posibilidad de combinación de tales signos en modos limitados y receptibles. Este
segundo aspecto se refiere a las estructuras sintácticas del lenguaje, en tanto que el
primero se refiere al diccionario del lenguaje mismo. Paciencia moderna del lenguaje ha
insistido siempre en la importancia de las estructuras lingüísticas, esto es, de las
posibilidades de combinaciones que el lenguaje delimita. Elementos como ³Sócrates´,
³hombre´, ³es´, ³y´, ³todos´, ³no´, etc. son todas palabras, es decir, signos
intersubjetivos, pero pueden entrar en un discurso sólo con una función determinada, o
sea, pueden combinarse con los otros signos sólo de modo limitado y reconocible.
R
La ciencia primera, esto es, la ciencia que tiene como objeto propio el
objeto común de todas las demás y como principio propio un principio que condiciona
la validez de todos los demás. Por tal pretensión de prioridad, la metafísica presupone
una situación cultural determinada, esto es, la situación en la cual el saber ya se ha
organizado y dividido en diferentes ciencias, relativamente independientes unas de
otras, y en tal forma que exijan la determinación de sus relaciones cambiantes y su
integración sobre un fundamento común. El nombre mismo de esta ciencia, expresa bien
su naturaleza, en cuanto va más allá de la física, que es la primera de las ciencias
particulares, para lograr el fundamento común en el que se basan todas y determinar el
puesto que corresponde a cada una en la jerarquía del saber, y esto explica si no el
origen, por lo menos el éxito que el nombre ha tenido. La metafísica implica, una
enciclopedia de las ciencias, esto es, un prospecto completo y exhaustivo de todas las
ciencias en sus relaciones de coordinación y de subordinación, y en sus tareas y en los
límites asignados a cada una.
El término tiene dos significados fundamentales: 1) toda investigación u
orientación de la investigación; 2) una particular técnica de investigación. El primer
significado no se distingue del de ³investigación´ o ³doctrina´. El segundo significado
es más restringido e indica un procedimiento de investigación ordenado, repetible y
autocorregible, que garantiza la obtención de resultados válidos. Tanto Platón como
Aristóteles adoptaron el término con ambos significados. En el uso moderno y
contemporáneo prevalece el segundo significado. Pero es necesario observar que no hay
doctrina o teoría, ya sea científica o filosófica, que no pueda ser considerada según el
aspecto de su orden de procedimiento y, por lo tanto, denominada método. Y en general
no hay doctrina que no pueda ser considerada y denominada método si se la considera
como orden o procedimiento de investigación. Por lo tanto, la clasificación de los
métodos filosóficos y científicos sería sin más una clasificación de las doctrinas
respectivas.
R
Con el nombre metodología se indica a menudo actualmente el
conjunto de los procedimientos de comprobación o de control en posesión de una
determinada disciplina o grupo de disciplinas. Por otro lado y en estrecha relación con
la metafísica en el sentido precedente, la metodología se ha ido constituyendo como
disciplina filosófica relativamente autónoma y destinada al análisis de las técnicas de
investigación adoptadas en una ciencia o en pluralidad de ciencias. El objeto de la
metodología en este sentido no son los ³métodos´ de las ciencias, es decir, las
clasificaciones amplias y aproximativas en que caen las técnicas de la investigación
científica, sino precisamente sólo estas técnicas, consideradas en sus estructuras
específicas y en las condiciones que hacen posible su uso. Tales técnicas comprenden,
obviamente, todo procedimiento lingüístico u operativo. En este sentido, la metodología
es la heredera: a) de la metafísica, porque a ella competen los problemas concernientes a
las relaciones entre las ciencias y las zonas de interferencia (y a veces de contraste)
entre ciencias diferentes; b) de la gnoseología, en cuanto sustituye la consideración del
³conocimiento´ entendido como forma global de la actividad humana o del Espíritu en
general, por la consideración en uso, en particular, en uno o más campos de la
investigación científica.
Término raramente usado en la filosofía del siglo XIX para indicar la
ciencia de la legislación. Husserl llamó nomolgía aritmética a la matemática universal.
Kant denomina nomotético, o sea dador de leyes, al juicio reflexivo en
cuanto suministra máximas para la unificación de las leyes naturales y excluye la
posibilidad de que el juicio trascendental sea nomotético, ya ³que contiene las
condiciones para el ordenamiento en categorías´.
R Este término fue introducido por Kant para indicar el objeto del
conocimiento intelectual puro que, por lo demás, es la cosa en sí. En la disertación de
1870 dice Kant: ³El objeto de la sensibilidad es lo sensible; lo que no contiene nada que
no pueda ser conocido por la inteligencia es lo inteligible. El primero era denominado
fenómeno por las antiguas escuelas, el segundo noúmeno´.
R
1) En sentido objetivo: carácter de lo que es objeto. En este sentido
Husserl habló de una ³Objetividad prístina que tendría el privilegio de representar la
cosa misma, frente a las propiedades, relaciones, etc., de la cosa´. 2) En sentido
subjetivo: carácter de la consideración que intenta ver el objeto tal como es,
prescindiendo de las preferencias y de los intereses del que los considera y basándose
solamente en procedimientos intersubjetivos de comprobación y de control. En este
significado, la objetividad es el ideal de la investigación científica, ideal al que se acerca
en la medida en que se dispone de procedimientos adecuados.
Bajo este nombre se han entendido varias cosas y precisamente: 1) la
doctrina del derecho y de la moral; 2) la teoría del Estado; 3) el arte o la ciencia de
gobernar.
1)? El primer concepto es expuesto en la Ética de Aristóteles. La investigación en
torno a lo que debe ser el bien y el bien supremo parece pertenecer, dice Aristóteles,
a la ciencia más importante y más arquitectónica. ³Y ésta parece ser la política. Ésta,
en efecto, determina las ciencias necesarias en las ciudades y las que, y hasta qué
punto, cada ciudadano debe aprender´. Hobbes, por ejemplo, decía: ³La Política y la
ética, o sea la ciencia de lo justo y de lo injusto, de lo equo y de lo inicuo, se puede
demostrar a priori en cuanto los principios con los cuales se puede juzgar lo justo y
lo equitativo o sus contrarios, o sea las causas de la justicia, las leyes o las
convenciones, han sido hechos por nosotros mismos´.
2)? El segundo significado del término es el expuesto en la Política de Aristóteles.
³Es evidente ±dice Aristóteles- que existe una ciencia a la que corresponde indagar
cuál es la mejor constitución, cuál, más que otra, es adecuada para satisfacer
nuestros ideales, cuando no existen impedimentos externos , y cuál se adapta a las
diferentes condiciones para ser puesta en práctica. Ya que es casi imposible que
muchos puedan realizar la mejor forma de gobierno, el buen legislador y el buen
hombre político deben saber cuál es la mejor forma de gobierno dentro de
determinadas condiciones´.
3)? La política como arte o ciencia de gobierno es el concepto que expresara y
defendiera Platón en el Político con el nombre de ³ciencia regia´ y que Aristóteles
tomó como tercera tarea de la ciencia política. ³Una tercera rama de la investigación
es la que considera el modo en que ha surgido un gobierno y el modo en que, una
vez surgido, puede ser conservado el mayor tiempo posible´.
R Este término ha sido usado con dos significados fundamentales y diferentes a
saber: 1) como la especie única intuible en una multiplicidad de objetos; 2) como
cualquier objeto del pensamiento humano, o sea como representación en general. En su
primer significado la palabra fue utilizada por Platón, Aristóteles, Kant, los escolásticos,
etcétera. En su segundo significado fue empleada por Descartes, los empiristas y buena
parte de los filósofos modernos.
Según el primer significado, la I. como unidad visible en la multiplicidad, tiene, con
referencia a la multiplicidad misma, un carácter privilegiado, por el cual es considerada
a menudo como la esencia o la sustancia de lo múltiple y a veces como su ideal o
modelo. Este es el punto de vista platónico. De que la I. sea la unidad visible en la
multiplicidad de los objetos y, por lo tanto, también su especie es doctrina que Platón
atribuye a Sócrates, en el Parménides. De un fragmento de este resulta la existencia de
tres clases de objetos: 1) Objetos de los cuales se puede afirmar con seguridad que
existen I. Tales son: a) los objetos matemáticos: igualdad, uno, muchos, etc.; b) los
valores: lo bello, lo justo, el bien, etc. 2) objetos de los cuales es dudoso que
existas I.: cosas naturales tales como el fuego, el agua, el hombre. 3) Objetos de los
cuales se tiene la seguridad de que no existen I. y tales son las causas viles o, en general,
las que carecen de valor. Y de esto se puede entender lo que Platón pensaba al afirmar la
existencia de las I. ³separadamente de las otras cosas´.
En correspondencia con las dos clases de I. admitidas por Platón, o sea las I.
matemáticas y las I. valores, Platón admitía dos órdenes de conocimiento científico: el
conocimiento dianoético, que es propio de las ciencias propedéuticas, que son
precisamente las ciencias matemáticas y el conocimiento intelectual o filosófico que es
propio de la dialéctica. La repetida crítica que de esta doctrina formula Aristóteles, está
dirigida a su punto central: las I. no son principio de explicación ni causas. Causa y
principio de explicación es solamente la sustancia o esencia necesaria y esto vale para el
bien y para las que Platón denominaba I., lo mismo que para las otras cosas.
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R Es lo que está dentro de algo. En Kant: lo que permanece dentro del
ámbito de la experiencia posible; opuesto a trascendente. El <inmanente salir fuera> de
la dialéctica hegeliana unifica la oposición entre inmanencia (el estar contenido en algo,
o el permanecer dentro) y trascendencia.
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Es un modo de pensar que da la primacía al espíritu como intelecto,
inteligencia, razón, frente a la voluntad. Típicos representantes del intelectualismo son,
por ejemplo: Atistóteles (que interpreta lo supremo, lo divino, como el pensarse a sí
mismo el pensamiento); Tomás de Aquino (nada es querido que no haya sido primero
conocido; mientras que la voluntad tiende sólo a algo diferente, el intelecto en la
la historia no hace nada, es más bien el hombre (real y vivo) el que hace,
posee, lucha; no es ciertamente la historia la que se sirve del hombre como medio para
elaborar sus objetivos como si ella fuera una persona aparte. La historia no es más que
la actividad del hombre que persigue sus objetivos.
Del mismo modo que todo lo natural requiere una generación, también al hombre tiene
su génesis, la historia; pero este acto genético le es consciente y en cuanto tal se supera
a sí mismo. La historia es la verdadera historia natural del hombre.
Sucesión de las diferentes generaciones cada una de las cuales explota los materiales,
los capitales, las fuerzas productivas transmitidos por las precedentes. La historia de
todas las sociedades existentes hasta el presente es la historia de lucha de clases.
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: parte del principio de que la producción, y,
junto con ella, el intercambio de sus productos, constituyen la base de todo el orden
social; que en toda sociedad que se presenta en la historia la distribución de los
productos y, con ella, la articulación social en clases o estamentos, se orienta por lo que
se produce y por cómo se produce, así como por el modo como se intercambia lo
producido. Según esto, las causas ultimas de todas las modificaciones sociales y las
subversiones políticas no deben buscarse en las cabezas de los hombres, en su creciente
comprensión de la verdad y la justicia eternas, sino en las transformaciones de los
modos de producción y de intercambio; no hay que buscarlas en la filosofía, sino en la
economía de las épocas de que se trate.
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Es una alteración absoluta de las estructuras establecidas en un orden
social establecido para ser sustituida por otras destintas o un cambio sustancial en los
lineamientos habituales de cualquier actividad del comportamiento humano. (Dicc. De
Del Campo, pág. 769. Glosario de Términos de Ciencia Política, Magaly Pérez
Campos)