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LA DIVINA LITURGIA
San Basilio Magno
DE SAN BASILIO MAGNO

Diácono: –Bendice, Señor!


El sacerdote eleva el santo Evangelio con ambas manos,
y con él hace la señal de la cruz sobre el Antimensio,
exclamando con fuerza:
Bendito sea el Reino del Padre,
Sacerdote:
del Hijo y del Espíritu Santo, ahora y
siempre y por los siglos de los siglos.
Pueblo: Amén.
El sacerdote coloca el Evangelio sobre el Antimensio,
mientras el diácono, de pie frente a las Puertas Santas,
entona la Letanía de la Paz:

Letanía de la Paz
Diácono: En paz, roguemos al Señor.
Pueblo: Señor, ten piedad.

1
Por la paz que de lo alto viene, y
Diácono: Diácono: Por el Presidente de la
por la salvación de nuestras almas, República, por toda autoridad civil y por
roguemos al Señor. las fuerzas armadas, roguemos al Señor.
Pueblo: Señor, ten piedad. Pueblo: Señor, ten piedad.
Diácono:Por la paz del mundo entero, por Diácono:Por esta ciudad (pueblo, monasterio),
la estabilidad de las santas iglesias de por toda ciudad y país, y por los fieles
Dios y por la unión de todos, roguemos al que en ellos habitan, roguemos al Señor.
Señor.
Pueblo: Señor, ten piedad.
Pueblo: Señor, ten piedad.
Diácono:Por la templanza de los aires, la
Diácono:Por esta santa morada y por todos abundancia de los frutos de la tierra y por
los que en ella entran con fe, devoción y climas benévolos, roguemos al Señor.
temor de Dios, roguemos al Señor.
Pueblo: Señor, ten piedad.
Pueblo: Señor, ten piedad.
Diácono: Por los que viajan por tierra, mar
Diácono: Por nuestro padre y Metropolita o aire; por los enfermos, los afligidos y los
(.....), por el honorable presbiterado y el cautivos; y por su salvación, roguemos al
diaconado en Cristo; por todo el clero y Señor.
el pueblo, roguemos al Señor.
Pueblo: Señor, ten piedad.
Pueblo: Señor, ten piedad.

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Diácono: Para que seamos liberados de inconmensurable y cuyo amor a la
toda aflicción, ira, peligro y necesidad, humanidad es inefable: vuelve la mirada, oh
roguemos al Señor. Soberano, según tu entrañable ternura, a
nosotros y a esta santa morada, y derrama en
Pueblo: Señor, ten piedad. abundancia sobre nosotros y cuantos junto
Diácono:Ampáranos, sálvanos, ten con nosotros hacen oración, tus gracias y tu
misericordia y protégenos, oh Dios, por piedad...
tu Gracia. (Exclamación): Porque a Ti se debe toda
Pueblo: Señor, ten piedad. gloria, honor y adoración: oh Padre, Hijo
y Espíritu Santo, ahora y siempre, y por
Diácono:Conmemorando a nuestra los siglos de los siglos.
santísima, purísima, bendita y gloriosa
Señora, Madre de Dios y siempre Virgen Pueblo: Amén.
María, junto con todos los santos,
encomendémonos a nosotros mismos, los El diácono se para frente al icono de la Madre de Dios.
unos a los otros y nuestra vida entera, a
Cristo nuestro Dios. Primera Antífona
Pueblo:Por las intercesiones de la Madre
Pueblo: A Ti, Señor.
de Dios, oh Salvador, sálvanos. (3 veces)
(Oración de la Primera Antífona):
Sacerdote: Señor, Dios nuestro, cuyo poder es
irrepresentable, cuya gloria es
incomprensible, cuya misericordia es

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Cuando el coro termina de cantar la Primera Antífona, aman la belleza de tu morada; glorifícalos a
el diácono se coloca de nuevo ante las Puertas Santas y
cambio con tu divino poder y no abandones
entona la Letanía Menor:
a quienes ponemos en Ti nuestra
esperanza.
Letanía Menor
Diácono: Más y más, en paz, roguemos al Porque tuyo es el poder,
(Exclamación):

Señor. y tuyos son el Reino, la fuerza y la gloria:


oh Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y
Diácono: Ampáranos, sálvanos, ten siempre, y por los siglos de los siglos.
misericordia y protégenos, oh Dios, por
tu Gracia. Pueblo: Amén.
El diácono se para frente al icono del Señor.
Diácono: Conmemorando a nuestra
santísima, purísima, bendita y gloriosa
Segunda Antífona
Señora, Madre de Dios y siempre Virgen
María, junto con todos los santos, Pueblo:Sálvanos, oh Hijo de Dios, que
encomendémonos a nosotros mismos, los resucitaste de entre los muertos, a los
unos a los otros y nuestra vida entera, a que te cantamos: –Aleluya! (3 veces)
Cristo nuestro Dios. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu
Pueblo: A Ti, Señor. Santo, ahora y siempre, y por los siglos de
los siglos. Amén.
(Oración de la Segunda Antífona):
Sacerdote:Señor, Dios nuestro, salva a tu –Oh Verbo de Dios!, Hijo Unigénito, que
pueblo y bendice tu heredad; protege la eres inmortal; para nuestra salvación, te
plenitud de tu Iglesia; santifica a los que dignaste encarnar de la santa Madre de

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Dios y siempre Virgen María, haciéndote unos a los otros y nuestra vida entera, a
hombre inmutablemente y, habiendo Cristo nuestro Dios.
sido crucificado, oh Cristo Dios, pisaste
Pueblo: A Ti, Señor.
la muerte con la muerte, siendo uno de la
Santa Trinidad, glorificado con el Padre
(Oración de la Tercera Antífona):
y el Espíritu Santo: –Sálvanos!
Sacerdote: Tú que nos concediste la gracia
de elevar estas oraciones en común y al
Cuando el coro termina de cantar la Segunda Antífona,
unísono, y que prometiste conceder las
el diácono se coloca de nuevo ante las Puertas Santas y
entona la Letanía Menor: peticiones a dos o tres concordes en tu
nombre: Tú mismo, ahora, cumple las
Letanía Menor peticiones de tus siervos según lo
conveniente otorgándonos, en el presente
Diácono: Más y más, en paz, roguemos al siglo, el conocimiento de tu verdad y, en el
Señor. venidero, la Vida eterna.
Diácono: Ampáranos, sálvanos, ten (Exclamación): Porque eres un Dios bueno
misericordia y protégenos, oh Dios, por y amante de la humanidad, y a Ti
tu Gracia. rendimos gloria: oh Padre, Hijo y
Diácono:Conmemorando a nuestra Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los
santísima, purísima, bendita y gloriosa siglos de los siglos.
Señora, Madre de Dios y siempre Virgen Pueblo: Amén.
María, junto con todos los santos,
encomendémonos a nosotros mismos, los

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El diácono entra al Santuario por la Puerta Sur, y el El diácono señala con el Orario hacia las Puertas
coro canta la Tercera Antífona. Santas, diciendo:
Diácono: Bendice, reverendo padre, la santa
Entrada Menor Entrada.
Cuando el coro empieza a cantar el Tropario en la El sacerdote bendice con su derecha, diciendo:
Tercera Antífona, el sacerdote y el diácono hacen tres
reverencias ante el santo Altar; luego, el sacerdote lleva el
Sacerdote: Bendita sea la entrada de tus
Evangelio, lo besa y lo entrega al diácono, el cual besa la santos perpetuamente: ahora y siempre, y
mano derecha del sacerdote y eleva el Evangelio arriba por los siglos de los siglos. Amén.
de su frente. El sacerdote y el diácono caminan por atrás
del santo Altar y salen por la Puerta Norte; un acólito El diácono acerca el Evangelio al sacerdote para que lo
va delante de ellos, portando una vela, hasta llegar bese, mientras él besa la mano derecha del sacerdote.
frente a las Puerta Santas. El diácono se dirige al Cuando el coro termina la Antífona, el diácono levanta
sacerdote con una suave reverencia y dice en voz baja: el Evangelio con ambos manos haciendo con él la señal
de la cruz y proclama en voz alta:
Diácono: Roguemos al Señor.

(Oración de la Entrada): Diácono: –Sabiduría! –Levantémonos!


Sacerdote: Oh Soberano Señor y Dios
nuestro, que has establecido en los cielos El Canto de la Entrada
legiones y ejércitos de ángeles y arcángeles El diácono y el sacerdote entran al Santuario por las
al servicio de tu gloria: haz que con nuestra Puertas Santas; el diácono coloca el Evangelio sobre el
santo Altar, mientras el coro entona el Himno de la
entrada se realice la entrada de los santo Entrada:
˘ngeles que concelebran y glorifican
Pueblo:–Venid, adoremos y postrémonos
juntamente con nosotros tu bondad, porque
delante de Cristo! Sálvanos, oh Hijo de
a Ti se debe toda gloria, honor y adoración:
oh Padre, Hijo, y Espíritu Santo, ahora y
Dios, que resucitaste de entre los
siempre, y por los siglos de los siglos. Amén. muertos, a los que te cantamos: –Aleluya!

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Después de la Entrada, el coro canta los Troparios y el visítanos en tu bondad; perdona todas
Condaquio propios.
nuestras transgresiones, voluntarias e
El Trisagio involuntarias; santifica nuestras almas y
Diácono: Roguemos al Señor. cuerpos, y concede que te adoremos en
santidad todos los días de nuestra vida; por
Pueblo: Señor, ten piedad. la intercesión de la santísima Madre de Dios
(Oración del Himno Trisagio): y de todos los santos que desde siempre te
Sacerdote: Oh Dios Santo, que descansas en han complacido.
los santos y eres alabado por los serafines (Exclamación):Porque eres Santo, oh Dios
con el Himno Trisagio, glorificado por los
nuestro, y a Ti rendimos gloria: oh Padre,
querubines y adorado por toda potestad
Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre,
celestial, Tú que de la nada trajiste todo a la
existencia, que creaste al hombre a tu Diácono: y por los siglos de los siglos.
imagen y semejanza, y lo adornaste con
todos tus dones; Tú que das al suplicante
Pueblo: Amén.
sabiduría y prudencia, y no desprecias al Santo Dios, Santo Poderoso, Santo
Pueblo:
pecador, sino que instituiste el Inmortal: ten piedad de nosotros. (3 veces)
arrepentimiento para su salvación; Tú que
nos hiciste dignos, a nosotros tus humildes e Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu
indignos siervos, de estar ahora ante la gloria Santo, ahora y siempre, y por los siglos de
de tu santo Altar y de ofrecerte la adoración los siglos. Amén.
y la alabanza que te son debidas: Tú mismo,
Santo Inmortal: ten piedad de nosotros.
Soberano, recibe, aun de la boca de
nosotros, pecadores, el Himno Trisagio, y Diácono: ∆ύναµις (Con fuerza).

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Santo Dios, Santo Poderoso, Santo Lector: (Anuncia la Epístola.)
Inmortal: ten piedad de nosotros. Diácono: –Estemos atentos!
Mientras el coro está cantando esta parte por última vez, Lector: (Entona la Epístola.)
el diácono se dirige al sacerdote y dice: Mientras el lector está entonando la Epístola, el
Diácono: Ordena, oh reverendo padre. sacerdote lee la siguiente oración:
Diácono: Roguemos al Señor. Señor, ten
Sacerdote: Bendito es el que viene en el
piedad.
Nombre del Señor.
Sacerdote: Oh Soberano que amas a la
Diácono: Bendice, oh reverendo padre, la humanidad, haz brillar en nuestros
excelsa Cátedra. corazones la luz pura de tu divino
Sacerdote: Bendito eres en el Trono de gloria conocimiento, y abre los ojos de nuestro
de tu Reino, Tú que estás sentado sobre los entendimiento a la comprensión de tus
querubines, perpetuamente: ahora y predicaciones evangélicas; inculca en
siempre, y por los siglos de los siglos. Amén. nosotros el temor de tus bienaventurados
mandamientos a fin de que, habiendo
Las Lecturas Bíblicas pisoteado todos los deseos carnales,
Cuando el coro termina de cantar el Himno Trisagio, el vayamos en busca de un modo de vida
diácono, desde las Puertas Santas, se dirige hacia el espiritual, pensando y obrando cuanto es de
pueblo y dice:
tu agrado. Porque Tú eres la iluminación de
Diácono: –Estemos atentos!
nuestras almas y cuerpos, oh Cristo Dios, y a
Lector: (Lee el Proquímeno correspondiente.) Ti rendimos gloria junto con tu Padre que
Diácono: –Sabiduría! es sin principio y tu Santísimo Espíritu
bueno y vivificador, ahora y siempre y por
los siglos de los siglos. Amén.

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El diácono, inclinando la cabeza ante el sacerdote y El segundo diácono ·y si no lo hay, el sacerdote·
tomando el Evangelio, dice: anuncia:
Diácono: Bendice, reverendo padre, al que Diácono:–Sabiduría! –Levantémonos!
proclama el Evangelio según el glorioso y –Escuchemos el Santo Evangelio!
santo apóstol y evangelista (.....).
Sacerdote: La paz sea con vosotros.
Sacerdote: Que Dios, por las intercesiones del
glorioso y santo apóstol y evangelista (.....), Pueblo: Y con tu espíritu.
te conceda palabra de gran vigor, para Diácono:Lectura del santo Evangelio
cumplimiento del Evangelio de su amado según San (.....).
Hijo, nuestro Señor Jesucristo.
Pueblo: –Gloria a Ti, oh Señor, gloria a Ti!
Diácono: Amén. Amén. Amén. Hágase en mí
según tu palabra. Diácono: –Estemos atentos!
Cuando el diácono está entonando el Evangelio, el
El sacerdote besa el Evangelio, mientras el diácono le sacerdote se para en las Puertas Santas, de cara al
besa la mano. El diácono sale por la Puerta Norte y se pueblo. Terminando el Evangelio, el coro canta:
dirige hacia el Ambón ·precedido por un acólito con Pueblo: –Gloria a Ti, oh Señor, gloria a Ti!
vela·, donde leerá el Evangelio. Cuando el lector
termina de leer la Epístola, el sacerdote lo bendice El diácono entrega el Evangelio al sacerdote, que lo
diciendo: bendice diciendo: ÿ–La paz sea contigo, evangelizador!Ÿ;
Sacerdote: La paz sea contigo, Lector. el sacerdote besa el Evangelio y, haciendo con él la señal
de la cruz, bendice al pueblo; luego, lo coloca sobre el
El coro canta ÿAleluyaŸ, antes de la lectura evangélica: santo Altar. Y desde las Puertas Santas, da la homilía.
Pueblo: –Aleluya, aleluya, aleluya! Después de la homilía, el diácono sale por la Puerta Sur
y, frente a las Puertas Santas, entona la Letanía.

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Diácono: Más y más, en paz, roguemos al Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y
Señor. siempre, y por los siglos de los siglos.
Pueblo: Señor, ten piedad. Pueblo: Amén.
Diácono: Ampáranos, sálvanos, ten Entrada Mayor
misericordia y protégenos, oh Dios, por Coro: Nosotros que místicamente
tu Gracia. representamos a los Querubines, y que
El sacerdote desdobla el Antimensio, en señal de cantamos el Himno Trisagio a la
terminar la parte de los Catecúmenos e iniciar la de los Trinidad vivificadora: apartémonos de
Fieles.
todo interés mundano, para que
Diácono: –Sabiduría!
recibamos al Rey de todos...
Sacerdote: Oh Dios, que has visitado en tu
Mientras el coro está cantando el Himno de la Entrada,
misericordia y ternura nuestra miseria; que el sacerdote, inclinándose, dice la siguiente oración:
nos has colocado a nosotros, humildes,
pecadores e indignos siervos tuyos, ante tu Sacerdote: Ninguno de los que se hallan
santa Gloria, para que sirvamos a tu santo atados por los deseos y placeres carnales es
Altar: fortalécenos con el poder de tu Santo digno de llegar o de acercarse a Ti, ni de
Espíritu para este ministerio, y concédenos servirte, oh Rey de la gloria; pues el servirte
palabras, cuando abrimos la boca, para es cosa grande y terrible aun para las
invocar la Gracia de tu Espíritu Santo sobre potestades celestiales. No obstante, por tu
los Dones que ahora te serán ofrecidos. inefable e infinito amor a la humanidad, te
Para que, guardados siempre
(Exclamación): hiciste hombre sin cambio ni alteración, te
bajo tu poder, te rindamos gloria a Ti: erigiste Sumo Sacerdote nuestro y nos

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concediste a nosotros el ministerio de este rendimos gloria junto con tu Padre que es
litúrgico e incruento Sacrificio, como sin principio y tu Santísimo Espíritu bueno
Soberano de todo; puesto que sólo Tú, y vivificador, ahora y siempre, y por los
Señor Dios nuestro, dominas sobre todas las siglos de los siglos. Amén.
cosas celestiales y terrenales; Tú que estás Luego el sacerdote, ante el santo Altar, dice el
sentado sobre el trono de los Querubines; Querubicón, y el diácono lo concluye: 1
que eres el Señor de los Serafines y el Rey Sacerdote: Nosotros que místicamente
de Israel, el único Santo que descansas en representamos a los Querubines, y que
los santos. A Ti, pues, dirijo mi súplica, oh cantamos el Himno Trisagio a la Trinidad
único bueno y pronto para escuchar: mírame vivificadora: apartémonos de todo interés
a mí, tu pecador e inútil siervo, y limpia mi mundano...
alma y mi corazón de todo pensamiento
maligno; y hazme capaz, por el poder de tu
Santo Espíritu, ya que me hallo revestido de
1 El Jueves Santo se dice en vez del Querubicó:
la gracia del sacerdocio, de estar ante esta tu Sacerdote: Oh Hijo de Dios, admíteme hoy como participante
santa Mesa, y administrar tu santo e en tu Cena Mística, pues no diré tu misterio a tus enemigos ni
te daré un beso de Judas,
inmaculado Cuerpo y tu preciosa Sangre; Diácono: sino que, como el ladrón, te confesaré: „Acuérdate
pues a Ti me aproximo inclinando la cerviz, de mí, Señor, en tu Reino.‰
El Sábado de Gloria se dice en vez del Querubicón:
y te suplico: no apartes de mí tu Rostro ni Sacerdote: Guarde silencio cada carne mortal y esté de pie con
me rechaces de entre tus hijos, sino dígnate temor y temblor, sin preocuparse en nada terrenal; porque el
Rey de los reyes, el Señor de los señores, viene para ser
aceptar de mí, tu siervo pecador e indigno, sacrificado y entregado como alimento a los fieles, precedido
estos Dones; porque Tú mismo eres el que por los coros de los ˘ngeles: los Principados y Potestades,
Diácono: los Querubines de muchos ojos y los Serafines de
ofrece y es ofrecido, el que recibe y es seis alas que cubren su rostro, clamando el himno: –Aleluya,
aleluya, aleluya!
distribuido, Cristo Dios nuestro, y a Ti De la misma manera, el coro canta estos dos himnos en vez
del Querubicón habitual.

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Diácono: ...para que recibamos al Rey de El sacerdote toma la santa Patena cubierta, la besa y
entrega al diácono, el cual también la besa con devoción
todos, acompañado invisiblemente por
y la eleva con ambas manos hacia el nivel de su frente; el
legiones angélicas. Aleluya. sacerdote toma el santo Cáliz con ambas manos y lo
besa. En caso de que no haya diácono, el sacerdote pone
El sacerdote bendice el incensario, lo recibe e inciensa el
el gran Velo sobre sus hombros, y toma el santo Cáliz con
santo Altar por los cuatro costados, la mesa de la
su mano derecha y la santa Patena con la izquierda. Por
oblación, el crucifijo atrás del Altar y los iconos, diciendo
la Puerta Norte salen las velas, los sexalarios, la cruz, el
el domingo: ÿHabiendo visto la ResurrecciónŸ, y el
incensario; luego el diácono y el sacerdote. Empezando la
salmo 50 ÿTen piedad de mí, oh DiosŸ; entre semana,
procesión, el diácono exclama con gran voz:
dice: ÿVenid adoremos...Ÿ, tres veces, y el Salmo 50
hasta el verso ÿEl corazón contrito y humillado, Dios no
desprecia.Ÿ Luego, desde las Puertas Santas, inciensa el Diácono: De todos vosotros, se acuerde
Trono episcopal, los iconos según el orden respectivo, y el Dios, el Señor, en su Reino
pueblo; de nuevo el Trono, y los iconos del Señor y de la
Madre de Dios; después, entra al Santuario, donde perpetuamente: ahora y siempre, y por
inciensa el Altar, la mesa de la oblación, y todos los que los siglos de los siglos.
están en el Santuario; finalmente, entrega el incensario al
acólito. El sacerdote y el diácono hacen dos reverencias Pueblo: Amén.
ante el Altar, besan el Antimensio y hacen la tercera
reverencia; luego, se inclinan hacia el pueblo pidiendo Sacerdote: De todos vosotros, y de todos
perdón. Enseguida, se dirigen hacia la mesa de la
los cristianos ortodoxos, se acuerde Dios,
oblación donde hacen tres reverencias diciendo en su
interior: ÿOh Dios purifícame a mí, pecador.Ÿ El el Señor, en su Reino perpetuamente:
diácono dice: ahora y siempre, y por los siglos de los
Diácono: Levanta, reverendo padre. siglos.
El sacerdote levanta el gran Velo que cubre los Dones, y
lo pone sobre los hombros del diácono, diciendo:
Pueblo: Amén.
Sacerdote: Levantad sus manos hacia lo santo Cuando llegan ante las Puertas Santas, el diácono entra
y bendecid al Señor. al Santuario y se para en el lado derecho del Altar con la

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santa Patena en sus manos. El sacerdote eleva el Cáliz y
conmemora, primeramente, al obispo (y al abad del El sacerdote entra al Santuario, y el diácono le dice: ÿDe
monasterio, si es el caso), luego los difuntos y vivos. El tu sacerdocio, se acuerde Dios, el Señor, en su Reino...Ÿ;
pueblo contesta a cada conmemoración con ÿAménŸ: el sacerdote le contesta: ÿDe tu diaconado, se acuerde
Sacerdote: De nuestro padre y Metropolita Dios, el Señor, en su Reino...Ÿ. Coloca el Cáliz sobre el
santo Altar; recibe del diácono la Patena y la coloca al
(.....), se acuerde Dios, el Señor, en su lado izquierdo del Cáliz; quita los velos del Cáliz y de la
Reino perpetuamente: ahora y siempre, y Patena, los dobla y los pone en la esquina superior
por los siglos de los siglos. izquierda del Antimensio; recibe el gran Velo (colocado
anteriormente sobre los hombros del diácono), lo inciensa
Pueblo: Amén. y cubre los Dones con él; luego, toma el incensario, y el
diácono dice:
Sacerdote:De los fundadores de este santo Diácono: Favorece, reverendo padre.
templo, de nuestros padres y hermanos, El sacerdote inciensa los Dones tres veces, concluyendo
y de todos los que duermen en la con el final del Salmo 50:
esperanza de la Resurrección a la vida Sacerdote: Favorece a Sión, con tu
eterna, se acuerde Dios, el Señor, en su benevolencia; reconstruye los muros de
Reino perpetuamente: ahora y siempre, y Jerusalén. Entonces te agradarán los
por los siglos de los siglos. sacrificios de justicia –holocausto y oblación
entera–, entonces se ofrecerán becerros
Pueblo: Amén. sobre tu altar.
El coro concluye el Himno de la Entrada Mayor: El sacerdote devuelve el incensario e, inclinando la
Coro:... acompañado invisiblemente por cabeza ante el santo Altar, dice al diácono:
legiones angélicas. Aleluya. Sacerdote: Acuérdate de mí, hermano y
concelebrante.

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Diácono: De tu sacerdocio, se acuerde Dios, El diácono toma la bendición del sacerdote y sale por la
Puerta Norte; se para ante las Puertas Santas y entona
el Señor, en su Reino perpetuamente: ahora
la Letanía de las Ofrendas:
y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén.
Letanía de las Ofrendas
El diácono, inclinando la cabeza y sosteniendo con los
tres dedos de su mano derecha el Orario, dice: Diácono: Completemos nuestra oración al
Diácono: Ora por mí, reverendo padre. Señor.

Sacerdote: Que el Espíritu Santo descienda Pueblo: Señor, ten piedad.


sobre ti y el poder del Altísimo te cubra con
Por los preciosos dones ofrecidos,
Diácono:
su sombra.
roguemos al Señor.
Diácono: Este mismo Espíritu concelebrará
Pueblo: Señor, ten piedad.
con nosotros todos los días de nuestra vida.
Acuérdate de mí, reverendo padre. Por esta santa morada, y por todos
Diácono:

Sacerdote: De tu diaconado, se acuerde Dios, los que en ella entran con fe, devoción y
el Señor, en su Reino perpetuamente: ahora temor de Dios, roguemos al Señor.
y siempre, y por los siglos de los siglos. Pueblo: Señor, ten piedad.
Amén.
Diácono:Para que seamos liberados de
toda aflicción, ira, peligro y necesidad,
roguemos al Señor.
Pueblo: Señor, ten piedad.

26 27
Diácono:Ampáranos, sálvanos, ten Diácono:Que el tiempo restante de
misericordia y protégenos, oh Dios, por nuestra vida se concluya en paz y
tu Gracia. penitencia, pidamos al Señor.
Pueblo: Señor, ten piedad. Pueblo: Concédelo, Señor.
Diácono:Que este día entero sea perfecto, Un cristiano fin de nuestra vida,
Diácono:
santo, pacífico y sin pecado, pidamos al exento de dolor y vergüenza, pacífico, y
Señor. una buena defensa ante el temible
tribunal de Cristo, pidamos al Señor.
Pueblo: Concédelo, Señor.
Pueblo: Concédelo, Señor.
Diácono:Un ángel de paz, fiel guía y
custodio de nuestras almas y cuerpos, Diácono:Conmemorando a nuestra
pidamos al Señor. santísima, purísima, bendita y gloriosa
Señora, Madre de Dios y siempre Virgen
Pueblo: Concédelo, Señor.
María, junto con todos los santos,
El perdón y remisión de nuestros
Diácono: encomendémonos a nosotros mismos, los
pecados y ofensas, pidamos al Señor. unos a los otros y nuestra vida entera, a
Pueblo: Concédelo, Señor. Cristo nuestro Dios.

Diácono:Cuanto es bueno y útil para Pueblo: A Ti, Señor.


nuestras almas, y la paz para el mundo, Sacerdote:Oh Señor Dios nuestro, que nos
pidamos al Señor. has creado y nos has introducido en esta
vida; que nos has mostrado los caminos de
Pueblo: Concédelo, Señor.

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la Salvación y nos has concedido la estos Dones, de las manos de nosotros,
Revelación de los Misterios celestiales; Tú, pecadores. Para que, habiendo sido dignos
que nos has asignado para este ministerio de servir sin mancha tu Santo Altar,
con la fuerza de tu Santo Espíritu: dígnate, encontremos la recompensa de los
Señor, que seamos servidores de tu Nueva administradores fieles y prudentes, en el
Alianza y ministros de tus santos Misterios. temible día de tu justa retribución.
Acéptanos, por la abundancia de tu
(Exclamación):Por las misericordias de tu
misericordia, a los que nos aproximamos a
tu Santo Altar, para que seamos dignos de
Hijo Unigénito, con Quien eres bendito
ofrecerte este Sacrificio incruento y junto con tu Santísimo Espíritu, bueno y
espiritual por nuestros pecados y por las vivificador, ahora y siempre, y por los
faltas del pueblo, cometidas en ignorancia. siglos de los siglos.
Y al haberte dignado recibirlo sobre tu Pueblo: Amén.
santo, celestial e inmaterial Altar como
aroma de fragancia espiritual, envíanos, a
cambio, la Gracia de tu Espíritu Santo.
El ósculo de la paz
Vuelve la mirada a nosotros, oh Dios, y mira El sacerdote bendice al pueblo:
este culto nuestro y acéptalo tal como Sacerdote: La paz sea con vosotros.
aceptaste los dones de Abel, los sacrificios
de Noé, los holocaustos de Abraham, el Pueblo: Y con tu espíritu.
sacerdocio de Moisés y de Aarón y la
Diácono:Amémonos los unos a los otros,
ofrenda de paz de Samuel. Así como
para que confesemos de unánime
recibiste de tus santos Apóstoles este culto
acuerdo...
verdadero, recibe en tu bondad, oh Señor,

30 31
Pueblo: ...al Padre, al Hijo y al Espíritu Dios verdadero de Dios verdadero,
Santo: Trinidad, consubstancial e nacido no creado, consubstancial al
indivisible. Padre, por quien todo fue hecho. Quien
Mientras el pueblo está cantando, el sacerdote hace tres por nosotros, los hombres, y para nuestra
reverencias ante el santo Altar y besa los Dones cubiertos salvación, bajó de los cielos, se encarnó
con el gran Velo: primero la Patena, luego el Cáliz y, del Espíritu Santo y de María Virgen, y
después, el santo Altar, diciendo para sí mismo: ÿA Ti
amaré, Señor, fortaleza mía. El Señor es mi se hizo Hombre. Fue crucificado
firmeza, mi refugio y mi libertador.Ÿ también por nosotros, bajo Poncio Pilato;
padeció, fue sepultado y resucitó al
El Credo tercer día, según las Escrituras; subió a
El diácono exclama: los cielos y está sentado a la diestra del
–Las puertas! –Las puertas! –Con
Diácono: Padre, y de nuevo vendrá, con gloria, a
sabiduría, estemos atentos! juzgar a los vivos y a los muertos, y su
Reino no tendrá fin.
Todos, clero y pueblo, recitan el Credo de fe. Mientras, el
sacerdote levanta el Velo y aletea con él sobre los Dones, Y en el Espíritu Santo, Señor y
hasta la frase ÿy resucitó al tercer díaŸ; entonces, besa el
Velo, lo dobla y lo pone sobre los demás velos. Vivificador, que procede del Padre, y
Creo en Un solo Dios, Padre que con el Padre y el Hijo es juntamente
Todopoderoso, Creador del cielo y de la adorado y glorificado, y que habló por los
tierra, y de todo lo visible e invisible. profetas.

Y en un solo Señor, Jesucristo, Hijo Y en la Iglesia que es Una, Santa,


Unigénito de Dios, nacido del Padre Católica y Apostólica. Confieso un solo
antes de todos los siglos; Luz de Luz, bautismo para la remisión de los pecados.

32 33
Espero la resurrección de los muertos y El sacerdote, hacia el Altar, dice:
la vida del siglo venidero. Amén. Sacerdote: Demos gracias al Señor.
Pueblo: Es justo y digno.
La Anáfora El sacerdote inicia la oración de la Anáfora:
Diácono: Comparezcamos bien! Sacerdote: Oh Existente, Soberano, Señor
–Comparezcamos con temor! –Estemos Dios, Padre omnipotente, ante Quien nos
atentos!, para ofrecer en paz la Santa prosternamos: en verdad es digno, justo y
Oblación. propio de la magnificencia de tu Santidad
alabarte, cantarte, adorarte, darte gracias y
Pueblo: La misericordia de la paz; el glorificarte, oh único y, verdaderamente,
sacrificio de alabanza. existente Dios, y ofrecerte con corazón
El diácono entra al Santuario por la Puerta Sur, y se contrito y espíritu humilde este culto
para a la derecha del celebrante. espiritual nuestro. Porque Tú eres Quien
El sacerdote se dirige hacia el pueblo, bendiciendo y nos ha otorgado el conocimiento de tu
exclamando: Verdad. œQuien es capaz de proclamar tus
Sacerdote:La gracia de nuestro Señor hazañas, hacer escuchar tus alabanzas o
Jesucristo, el amor de Dios Padre y la narrar todos tus milagros en todo tiempo?
comunión del Espíritu Santo sean con
Oh Soberano de todos, Señor del cielo y de
todos vosotros. la tierra y de todo lo creado, visible e
Pueblo: Y con tu espíritu. invisible; que estás sentado en el trono de
gloria y miras los abismos, Sempiterno,
Sacerdote: Elevemos nuestros corazones. Invisible, Inconcebible, Indescriptible,
Pueblo: Los tenemos al Señor. Inmutable, Padre de nuestro Señor, Gran

34 35
Dios y Salvador Jesucristo, nuestra ...entonando el Himno de la
(Exclamación):
Esperanza, Quien es Imagen de tu Bondad, Victoria, proclamando, exclamando y
y Sello idéntico que en Sí te muestra a Ti, diciendo:
oh Padre; Quien es el Verbo viviente, Dios
El diácono levanta de la Patena el Asterisco, haciendo
verdadero, Sabiduría eterna, Vida, con él la señal de la cruz; lo besa y lo pone sobre los
Santificación, Poder, Luz verdadera, por velos, mientras el pueblo canta:
Quien el Espíritu Santo ha sido Pueblo:–Santo, Santo, Santo, Señor de
manifestado, el Espíritu de verdad, Don de Sabaóth! El cielo y la tierra están llenos
filiación, Promesa de herencia venidera,
de tu Gloria. –Hosanna en las alturas!
Primicia de los bienes eternos, Fuerza
–Bendito el que viene en el nombre del
vivificadora, Fuente de santificación, por
Señor! –Hosanna en las alturas!
Quien Fortalecida toda criatura racional y
espiritual, te sirve y te rinde El sacerdote continúa la oración:
constantemente la glorificación, porque Sacerdote: Con estas bienaventuradas
todo en la creación te sirve a Ti: potestades, Soberano que amas a la
humanidad, también nosotros, pecadores,
a Ti alaban los ˘ngeles, Arcángeles, Tronos,
clamamos y decimos: Santo eres
Dominaciones, Principados, Potestades, las
verdaderamente y Todo Santidad, y no
Fuerzas y los Querubines de muchos ojos; a
existe mesura para la magnificencia de tu
tu alrededor comparecen los Serafines, con
Santidad; eres justo en todas tus obras,
seis alas cada uno: con dos se cubren la cara,
porque en justicia y sentencia sincera es
con dos los pies y con dos vuelan, y
todo lo que has traído sobre nosotros: pues
exclaman el uno hacia el otro, con voces
al crear al hombre, tomaste polvo de la
incansables, alabanzas incesantes...
tierra, lo honraste con tu imagen, oh Dios, y

36 37
lo colocaste en el paraíso del bienestar, Mas al llegar la plenitud de los tiempos, nos
prometiéndole vida inmortal y gozo de los hablaste por medio de tu mismo Hijo, por
bienes eternos si guardaba tus Quien creaste los siglos. Él, siendo el
mandamientos. Pero cuando te desobedeció Resplandor de tu Gloria, Imagen de tu
a Ti –el Dios verdadero que lo creaste–, Hipóstasis y Quien sostiene todo con la
atraído por el engaño de la serpiente, y palabra de su fuerza, no consideró por
habiendo fallecido por sus propios pecados, usurpación el ser igual a Ti, Dios Padre;
lo expulsaste por tu justa sentencia, oh sino que, siendo Dios eterno, se vio en la
Dios, del paraíso a este mundo, y lo tierra y convivió con los hombres; al
devolviste a la tierra de la que fue tomado, encarnar de la Virgen, se anonadó a sí
proveyéndole la Salvación por el nuevo mismo, tomando aspecto de siervo y
nacimiento en tu mismo Cristo. Pues no haciéndose semejante al cuerpo de nuestra
rechazaste del todo a la criatura que has humildad, para hacernos semejantes a la
formado, oh Bondadoso, ni te olvidaste de la imagen de su gloria. Porque, como por el
obra de tus manos, sino que la asististe de hombre el pecado entró al mundo y por el
muchas maneras, por la ternura de tu pecado la muerte, tu Hijo unigénito,
misericordia. Enviaste a Profetas, obraste existente siempre en tu seno, oh Dios
milagros por medio de tus Santos que te han Padre, se dignó nacer de una mujer, la
complacido en toda generación; nos Santísima Madre de Dios y Siempre Virgen
hablaste por la boca de tus siervos, los María, y someterse a la Ley para condenar
Profetas, que predijeron la Salvación el pecado en su propia carne; a fin de que
venidera; estableciste la Ley, para nuestra los que han muerto en Adán, se vivifiquen
ayuda; y pusiste a ˘ngeles guardianes. en tu mismo Cristo. Y mientras vivía en este
mundo, dándonos sus mandamientos

38 39
salvíficos y apartándonos del engaño de los su mandato. Pues, mientras estaba por partir
ídolos, nos condujo al conocimiento de Ti, hacia su muerte voluntaria, gloriosa y
verdadero Dios Padre y nos adquirió para Sí vivificadora, en la noche en que se entregó a
como pueblo elegido, sacerdocio real, linaje Sí mismo por la vida del mundo, tomó pan
santo. Y habiéndonos purificado con el agua en sus santas y purísimas manos, lo elevó a
y santificado por el Espíritu Santo, se Ti, Dios Padre, y dando gracias lo bendijo,
entregó a Sí mismo cual rescate de la lo santificó, lo partió y⁄
muerte, en la cual éramos cautivos,
(Exclamación): ⁄dio a sus santos discípulos y
vendidos por el pecado. Y habiendo
apóstoles diciendo: Tomad y comed: éste es
descendido al Hades por medio de la Cruz –
mi Cuerpo, que por vosotros es partido para
para llenarlo todo de Sí–, anuló las penas de
la remisión de los pecados.
la muerte. Y al resucitar al tercer día y abrir
para toda carne el camino de la resurrección Pueblo: Amén.
de entre los muertos –puesto que no era
Sacerdote: Del mismo modo tomó el cáliz con
posible que la corrupción se apoderase del
el fruto de la vid, lo mezcló, y dando gracias
Origen de la vida–, vino a ser Primicia de los
lo bendijo, lo santificó y⁄
que han fallecido, Primogénito de entre los
muertos, a fin de que lo sea Él todo siendo ⁄dio a sus santos discípulos
(Exclamación):
el Primero en todo. Y al ascender a los y apóstoles diciendo: Bebed todos de él;
cielos, se sentó en las alturas a la diestra de ésta es mi Sangre, la de la Nueva Alianza,
tu Majestad, de donde ha de venir para que por vosotros y por muchos es
retribuir a cada uno según sus obras. derramada para la remisión de los
Y nos dejó estas memorias de su Pasión pecados.
salvífica, las que hemos ofrecido conforme a

40 41
Pueblo: Amén. Amén. El sacerdote continúa la oración:
Sacerdote: Por todo ello, oh Soberano Todo
El sacerdote, inclinando la cabeza, continúa la oración:
Santidad, también nosotros, pecadores e
Sacerdote: ÿ–Haced esto en memoria mía;
indignos siervos tuyos que nos has hecho
pues cada vez que comáis de este pan y
dignos de servir a tu santísimo Altar, no en
bebáis de este cáliz, anunciáis mi Muerte y
atención a algún mérito nuestro –que no
confesáis mi Resurrección!Ÿ Así que,
hemos hecho nada bueno en la tierra– sino
recordando nosotros también, oh Soberano,
por la misericordia y compasión que
su Pasión salvífica, su vivificadora Cruz, su
abundantemente has derramado sobre
Sepultura de tres días, su Resurrección de
nosotros, nos atrevemos a acercarnos a tu
entre los muertos, su Ascensión a los cielos,
santo Altar; y al haberte ofrecido los
su Entronización a tu Diestra, oh Dios
símbolos del santo Cuerpo y Sangre de tu
Padre, y su segunda Venida gloriosa y
Cristo, te rogamos y suplicamos, oh Santo
temible ⁄
de los santos, que por el agrado de tu
El diácono toma la Patena con su mano derecha y el Bondad, descienda tu Santo Espíritu sobre
Cáliz con la izquierda (formando con sus manos la nosotros y sobre estos dones aquí
señal de la cruz), y los levanta haciendo la señal de la
cruz sobre el Antimensio, mientras el sacerdote exclama: presentados. Y bendice, santifica y
⁄, lo tuyo de lo tuyo, te
(Exclamación):
muestra⁄
ofrecemos por todo y para todo. Diácono: Bendice, reverendo padre, el santo
pan.
Pueblo:Te alabamos, te bendecimos, te
damos gracias, oh Señor, y a Ti El sacerdote bendice el pan, diciendo:

suplicamos, oh Dios nuestro. Sacerdote: ⁄este pan como el mismo precioso


Cuerpo de nuestro Señor Dios y Salvador
Jesucristo⁄

42 43
Diácono: Amén. Bendice, reverendo padre, complacido: los Progenitores, Padres,
el santo Cáliz. Patriarcas, Profetas, Apóstoles, Predi-
El sacerdote bendice el Cáliz, diciendo:
cadores, Evangelistas, Mártires, Confesores,
Maestros y todo espíritu justo que ha
Sacerdote: ⁄y lo que está en este cáliz, como
dormido en la fe...
la misma preciosa Sangre de nuestro Señor
Dios y Salvador Jesucristo⁄ El sacerdote recibe el incensario, e inciensa los santos
Dones exclamando:
Diácono:Amén. Bendice, reverendo padre, ...especialmente, con nuestra
(Exclamación):
ambos dones.
santísima, purísima, bendita y gloriosa
El sacerdote bendice ambos Dones, diciendo: Señora, Madre de Dios y siempre Virgen
Sacerdote: ⁄derramada por la vida del María⁄
mundo⁄
Pueblo:Toda la creación se alegra en ti, oh
Diácono: Amén. Amén. Amén. Llena de gracia, el coro de los ángeles y
El sacerdote se prosterna o se inclina, y dice: el género humano. –Oh templo consa-
Sacerdote: ⁄y a nosotros que participamos del grado, paraíso espiritual y orgullo de la
mismo Pan y del mismo Cáliz, únenos los virginidad, de quien Dios encarnó y se
unos a los otros en la comunión del mismo hizo niño, el sempiterno Dios nuestro!
Espíritu Santo; y que a ninguno de nosotros Pues Él hizo de tu vientre un trono, y
le consideres su participación del santo más amplias que los cielos tus entrañas.
Cuerpo y Sangre de tu Cristo para juicio o Toda la creación se alegra en ti, oh Llena
condenación, sino para que hallemos
de gracia: –Gloria a ti!
misericordia y gracia junto con todos los
Santos que desde siempre te han

44 45
Mientras el coro está cantando ÿEs justo en verdad⁄Ÿ, Acuérdate, Señor, de quienes en tus santas
el sacerdote continúa la conmemoración:
iglesias fructifican en buenas obras y de los
Sacerdote: ⁄con el santo profeta y precursor que asisten a los pobres, retribúyelos con
Juan el Bautista, los santos gloriosos y tus ricos y celestiales dones y otórgalos lo
alabadísimos Apóstoles, san (.....), cuya celestial en vez de lo terrenal, lo eterno en
memoria celebramos hoy, y con todos tus lugar de lo efímero y lo incorruptible por lo
santos, por cuyas súplicas asístenos, oh corruptible.
Dios.
Acuérdate, Señor, de los que habitan los
Y acuérdate de todos cuantos han dormido desiertos, montañas, grutas y cavernas de la
en la esperanza de resurrección a la vida tierra. Acuérdate, Señor, de quienes
eterna, (menciona los nombres de los difuntos que perseveran en castidad, devoción, ascetismo
quisiera) y concédeles el descanso donde y en un modo de vivir digno.
resplandece la luz de tu Rostro.
Acuérdate, Señor, de nuestros gobernantes,
También te rogamos, oh Señor, te acuerdes que has consignado rijan la tierra; corónalos
de tu Iglesia, Santa, Católica y Apostólica, con el arma de la verdad, con el arma de la
extendida de un extremo al otro del mundo; benevolencia, cubre sus cabezas en el día de
concédele la paz, ya que la redimiste con la guerra, concédeles una paz profunda e
preciosa Sangre de tu Cristo; y reafirma esta inamovible; planta en sus corazones lo que
santa casa hasta el fin de los siglos. es bueno por tu Iglesia y todo tu pueblo,
Acuérdate, Señor, de quienes ofrecieron para que también nosotros, en su serenidad,
estos Dones, y de aquellos por quienes y llevemos una vida tranquila y sosegada, en
por medio de los que lo hicieron, y de sus plena devoción y dignidad. Acuérdate,
peticiones. Señor, de todo gobierno y autoridad y del

46 47
ejército. A los buenos, consérvalos en tu que nos odian, de los que se han
bondad; y a los malos, transfórmalos en encomendado a nuestras indignas oraciones.
buenos, por tu benevolencia. Acuérdate, Señor, de tu pueblo y derrama
sobre todos tu abundante misericordia
Acuérdate, oh Señor, del pueblo aquí
concediéndoles a cada uno lo que pida para
presente y de los ausentes por motivos
su salvación. Y al que no hemos
justificables, y ten piedad de ellos y de
conmemorado, por ignorancia, olvido o
nosotros, por tu gran misericordia. Llena sus
debido a la gran cantidad de nombres,
graneros de todo bien; conserva sus
conmemóralo Tú, oh Dios que sabes la
matrimonios en paz y armonía; educa a los
edad y el nombre, y conoces a cada uno
niños; instruye a la juventud; sostén a la
desde en el seno de su madre.
vejez; conforta a los pusilánimes; reúne a los
errantes. Haz volver a los que se han Pues Tú eres, oh Señor, el Auxilio de los
extraviado y reintégralos a tu Iglesia Santa, desamparados, la Esperanza de los
Católica y Apostólica. Libra a los agobiados desesperados, el Salvador de los
por espíritus inmundos; acompaña a quienes atormentados, el Puerto de los navegantes y
viajan por tierra, mar o aire; asiste a las el Médico de los enfermos: sé todo para
viudas; defiende a los huérfanos; libera a los todos, oh Tú que conoces de cada hombre
cautivos; sana a los enfermos; y acuérdate, su petición, y de cada hogar su necesidad.
oh Dios, de los que están ante los
Libra, oh Señor, esta ciudad (pueblo,
tribunales, en las presiones, minas, exilios y
monasterio, navío o isla) y toda ciudad y país de
trabajos forzados; de quienes sufren
la hambruna, epidemia, sismo, inundación,
cualquier pena, necesidad o adversidad, y
incendio, espada, invasión de los enemigos
de todos los que imploran por tu gran
y de la guerra civil. (Y menciona los nombres de los
misericordia; de los que nos aman, de los vivos que quisiera.)

48 49
Acuérdate, Señor, primeramente
Sacerdote: ofrecidos. Acuérdate, oh Señor, del
de nuestro padre y Arzobispo (.....); y presbiterado y del diaconado en Cristo y de
consérvalo para tus santas iglesias, en todo orden sacerdotal y monástico, y no
paz, sano, salvo, honorable y en larga dejes ir frustrado a ninguno de los que
vida, predicando rectamente la palabra rodeamos tu santo Altar.
de tu verdad. Asístenos en tu clemencia, Señor, y
manifiéstate a nosotros en tu abundante
Diácono:y de quienes cada uno de
compasión; concédenos aires templados y
nosotros tiene en mente; y de todos y de
útiles, lluvias benévolas para fertilidad de la
todas. tierra; bendice el ciclo del año con tu
Pueblo: Y de todos, y de todas. bondad. Apacigua la discordia entre las
Iglesias, calma la rebelión de los paganos y
El acólito entrega la bandeja del Antídoro al sacerdote,
quien la acerca a los santos Dones haciendo con ella la
disuelve pronto los levantamientos de las
señal de la cruz y diciendo: ÿSantísima Madre de Dios, herejías por la fuerza de tu Espíritu Santo.
ampáranos.Ÿ Se la devuelve al acólito y continúa la Recíbenos a todos en tu Reino,
oración:
mostrándonos cual hijos de la luz, hijos del
Sacerdote: Acuérdate, Señor, de todo el día. Otórganos tu paz y tu amor, Señor Dios
episcopado ortodoxo, que predica nuestro, puesto que nos has dado todo.
rectamente la palabra de tu verdad.
Acuérdate también, en la abundancia de tu Y concédenos que, con una
(Exclamación):
ternura, de mi indignidad; perdona mis sola boca y un solo corazón,
faltas voluntarias e involuntarias; no sea que glorifiquemos y alabemos tu
por causa de mis pecados apartes la Gracia honorabilísimo y magnífico Nombre: oh
del Espíritu Santo de los Dones aquí

50 51
Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y Pueblo: Señor, ten piedad.
siempre, y por los siglos de los siglos.
Diácono:Que nuestro Dios amante de la
Pueblo: Amén. humanidad, que se ha dignado recibirlas
El sacerdote concluye la oración de la Anáfora, sobre su santo, celestial e inmaterial Altar
bendiciendo al pueblo y exclamando: como aroma de fragancia espiritual, envíe
Que las misericordias de nuestro
Sacerdote: sobre nosotros, a cambio, la divina Gracia
gran Dios y Salvador Jesucristo sean con y el don del Espíritu Santo, pidamos al
todos vosotros. Señor.

Pueblo: Y con tu espíritu. Pueblo: Señor, ten piedad.


Diácono:Para que seamos liberados de
Letanía antes del Padre Nuestro toda aflicción, ira, peligro y necesidad,
El diácono sale por la Puerta Norte, se para ante las roguemos al Señor.
Puertas Santas y dice la siguiente Letanía:
Pueblo: Señor, ten piedad.
Diácono:Habiendo conmemorado a todos
los Santos, más y más, en paz, roguemos Diácono: Ampáranos, sálvanos, ten
al Señor. misericordia y protégenos, oh Dios, por
tu Gracia.
Pueblo: Señor, ten piedad.
Pueblo: Señor, ten piedad.
Diácono:Por los preciosos Dones ya
ofrecidos y santificados, roguemos al Diácono: Habiendo implorado por la unión
Señor. de la fe y la comunión del Espíritu Santo,
encomendémonos a nosotros mismos, los

52 53
unos a los otros y nuestra vida entera, a con dignidad, hasta nuestro último suspiro,
Cristo nuestro Dios. la porción en tus Misterios, como viático
para la Vida eterna y para una defensa
Pueblo: A Ti, Señor. favorable ante el temible tribunal de tu
Sacerdote: Oh Dios nuestro, Dios de Cristo. Para que nosotros, junto con todos
salvación: Tú enséñanos cómo darte gracias los Santos que desde siempre te han
debidamente por todos los beneficios que complacido, seamos partícipes de los bienes
nos has hecho y sigues haciendo. Tú, oh eternos que has preparado, oh Señor, para
Dios nuestro, que has aceptado estos los que te aman.
Dones, purifícanos de toda impureza de la Y
(Exclamación): haznos dignos, oh
carne y del espíritu, y enséñanos a consumar
Soberano, de atrevernos a invocarte
la santidad en tu temor; para que,
como Padre, con confianza y sin
participando de los Misterios con el
condenación a Ti, Dios celestial, y
testimonio puro de la consciencia, nos
unamos con el santo Cuerpo y Sangre de tu decirte:
Cristo, y habiéndolos recibido dignamente, Todos, clero y pueblo, dicen:
poseamos a Cristo viviendo en nuestro Pueblo: Padre nuestro, que estás en los
corazón, y seamos templo de su Espíritu cielos, santificado sea tu Nombre, venga
Santo. tu Reino, hágase tu voluntad así en la
Sí, Dios nuestro: que a ninguno de nosotros tierra como en el cielo. El pan nuestro
juzgues como reo ante estos Misterios de cada día dánoslo hoy, perdona
tuyos, celestiales y temibles, ni enfermo, de nuestras deudas así como nosotros
alma o cuerpo, por haberlos recibido perdonamos a nuestros deudores, y no
indignamente; sino que concédenos recibir

54 55
nos dejes caer en la tentación, mas toda buena acción; y hazlos dignos de
líbranos del mal. participar, sin reproche, de estos Misterios
tuyos, inmaculados y vivificadores, para la
Mientras, el diácono cruza el Orario sobre el pecho y la
espalda. remisión de los pecados y la comunión del
Espíritu Santo.
Porque tuyo es el Reino, el
Sacerdote:
poder y la gloria: oh Padre, Hijo y (Exclamación):Por la gracia, la misericordia
Espíritu Santo, ahora y siempre, y por los y el amor a la humanidad de tu Hijo
siglos de los siglos. unigénito, con Quien eres bendito, junto
con tu Santísimo Espíritu, bueno y
Pueblo: Amén.
vivificador, ahora y siempre, y por los
Sacerdote: La paz sea con vosotros. siglos de los siglos.
Pueblo: Y con tu espíritu. Pueblo: Amén.
Diácono: Inclinemos la cabeza ante el Sacerdote: Señor Jesucristo, Dios nuestro,
Señor. escúchanos desde tu santa morada y desde
el Trono de gloria de tu Reino, y ven a
Pueblo: A Ti, Señor.
santificarnos, oh Tú, que estás sentado en
El sacerdote, inclinando la cabeza, dice la siguiente las alturas con el Padre, y que
oración:
invisiblemente estás aquí presente con
Sacerdote: Oh Señor y Soberano, Padre de nosotros; dígnate concedernos, por tu
misericordias, y Dios de todo consuelo: poderosa mano, tu inmaculado Cuerpo y tu
bendice a los que ante Ti han inclinado la preciosa Sangre, y por medio nuestro, a todo
cabeza; santifica, protege, fortifica, confirma el pueblo.
y apártalos de toda obra mala, y únelos a

56 57
Y deposita las cuatro porciones en la Patena,
El sacerdote y el diácono, en el lugar donde se ordenándolas en forma de cruz:
encuentren, hacen tres reverencias diciendo: ÿOh Dios,
purifícame a mí, pecador, y ten piedad de mí.Ÿ
ΙΣ (para ser depositada en el Cáliz)
Diácono: –Estemos atentos!
ΝΙ ΚΑ (para la comunión del pueblo)
El sacerdote toma el santo Cordero con ambas manos y XΣ (para la comunión del clero)
lo levanta, haciendo con él la señal de la cruz sobre la
santa Patena y diciendo:
El diácono, señalando con su Orario el Cáliz, dice:
Sacerdote: –Lo Santo, para los santos!
Diácono: Llena, reverendo padre, el santo
Pueblo:Un solo Santo, un solo Señor: cáliz.
Jesucristo, en la gloria de Dios Padre.
El sacerdote toma la porción sellada con ΙΣ; hace con
Amén. ella la señal de la cruz sobre el santo Cáliz y deposita la
partícula dentro del Cáliz diciendo:

Mientras, el diácono entra al Santuario por la Puerta


Sur, se para al lado derecho del sacerdote y dice: Sacerdote: La plenitud del Espíritu Santo.
Diácono: Fracciona, reverendo padre, el Diácono: Amén.
santo Pan.
El diácono presenta el agua caliente en el Zeón al
El sacerdote fracciona al santo Cordero en cuatro partes sacerdote, diciendo:
con gran reverencia, diciendo: Diácono: Bendice, Señor, el agua caliente.
Sacerdote: Es fraccionado y distribuido el
El sacerdote bendice, diciendo:
Cordero de Dios: fraccionado y no dividido;
siempre es comido y jamás consumido, mas Sacerdote: Bendito es el fervor de tus Santos

santifica a los que de Él participan. Dones perpetuamente: ahora y siempre, y


por los siglos de los siglos. Amén.

58 59
El diácono vierte el agua caliente en el Cáliz en forma de inmaculado Cuerpo y que ésta es tu misma
cruz, diciendo:
preciosa Sangre. Por tanto, te imploro: ten
Diácono: El fervor del Espíritu Santo. Amén. piedad de mí y perdona mis culpas,
El sacerdote y el diácono, inclinando devotamente la voluntarias e involuntarias, las de palabra o
cabeza frente al altar, rezan las oraciones de la de obra, cometidas a sabiendas o en
comunión:
ignorancia; y hazme digno, sin condenación,
de participar de tus inmaculados Misterios,
para el perdón de mis pecados y para la vida
eterna.
Oh Hijo de Dios, admíteme hoy como
participante de tu Cena mística, pues no
diré tu misterio a tus enemigos ni te daré un
beso como Judas, sino que, como el ladrón,
te confieso: ÿAcuérdate de mí, Señor, en tu
Reino.Ÿ
Que la comunión de tus santos Misterios, oh
Oración de preparación para la Señor, no sea para mí motivo de juicio o
comunión condenación, sino para curación del alma y
del cuerpo.
Creo, Señor, y confieso que Tú eres en
verdad el Cristo, el Hijo de Dios vivo, que
has venido al mundo a salvar a los
pecadores, de los que yo soy el primero.
También creo que éste es tu mismo

60 61
La Comunión del clero El sacerdote coloca la otra parte de la porción del
Cordero sellada con XΣ en las manos del diácono
El sacerdote hace tres reverencias ante el Altar, pide diciendo:
perdón al diácono y al pueblo, y dice ante el Altar:
Sacerdote: Le es concedido al piadoso
Sacerdote: He aquí que me acerco a Cristo,
diácono (.....), el precioso y santísimo
nuestro Rey inmortal y nuestro Dios.
Cuerpo de nuestro Señor, Dios y Salvador
Toma con ambas manos una parte de la porción del Jesucristo, para la remisión de sus pecados y
Cordero sellada con XΣ, diciendo: para la vida eterna.
Sacerdote: me es concedido a mí (.....),
El diácono besa la mano del sacerdote y se dirige hacia
indigno sacerdote, el precioso y santísimo atrás del Tabernáculo; y con temor y devoción, consume
Cuerpo de nuestro Señor, Dios y Salvador la porción del Cordero que le fue dada; regresa de nuevo
Jesucristo para la remisión de mis pecados y a la esquina norte del Altar y sacude cuidadosamente con
la esponja, sobre la Patena, la palma de su mano. El
para la vida eterna.
sacerdote, tomando con ambas manos el Cáliz y
El sacerdote consume la porción del Cordero con sosteniendo un borde del Cálima, dice:
devoción, y con sumo cuidado sacude la palma de su Sacerdote: También me es concedida a mí
mano con la esponja, encima de la Patena. Luego, dice al (.....), indigno sacerdote, la santísima y
diácono:
vivificadora Sangre de nuestro Señor, Dios y
Sacerdote: Acércate, diácono.
Salvador Jesucristo, para la remisión de mis
El diácono se acerca al sacerdote con las palmas de sus pecados y para la vida eterna.
manos cruzadas (la derecha sobre la izquierda),
diciendo: El sacerdote toma tres sorbos del Cáliz diciendo:
Diácono: He aquí que me acerco; Sacerdote: En el nombre del Padre, y del
concédeme, Soberano, el precioso y Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
santísimo Cuerpo de nuestro Señor.

62 63
Seca sus labios y el borde del Cáliz con el Cálima La Comunión del pueblo
diciendo:
El sacerdote deposita el Cáliz sobre el Antimensio y, con
Sacerdote: Esto ha tocado mis labios, borrará
gran devoción, parte en pequeñas partículas las
mis iniquidades y limpiará mis pecados. porciones del Cordero selladas con NI y KA
(exclusivamente), diciendo: ÿHabiendo visto la
Luego dice al diácono:
resurrección de Cristo...Ÿ; las vierte en el Cáliz, y lo cubre
Sacerdote: Diácono, acércate de nuevo. con el Cálima. El sacerdote toca el Asterisco sobre la
santa Patena, indicando al pueblo concluir el canto de la
El diácono se acerca y hace una reverencia diciendo: comunión; y entrega el Cáliz al diácono, quien lo eleva
Diácono: De nuevo me acerco; concédeme, exclamando:
Soberano, la santísima y vivificadora Sangre Diácono:Con temor de Dios, fe y amor,
de nuestro Señor. acercaos.
El diácono toma con una mano el borde del Cálima y lo
Pueblo:–Dios, el Señor, se nos ha
coloca debajo de su mentón; y con la otra, le ayuda al
sacerdote a inclinar el Cáliz. El sacerdote dice: manifestado! –Bendito el que viene en el
Sacerdote: Le es concedida al piadoso nombre del Señor!
diácono (.....) la santísima y vivificadora El sacerdote recibe del diácono el Cáliz para dar la
Sangre de nuestro Señor, Dios y Salvador comunión a los fieles, mientras el diácono se para a su
Jesucristo, para la remisión de sus pecados y lado izquierdo para ayudarlo. El sacerdote dice a cada
uno: ÿ–Cuerpo y Sangre de nuestro Señor
para la vida eterna.
Jesucristo!Ÿ; y concluyendo dice: ÿPara la remisión de
El sacerdote seca los labios del diácono y el borde del sus pecados y para la vida eterna.Ÿ
Cáliz con el Cálima, y dice: Mientras el sacerdote da la comunión, el pueblo canta
Sacerdote: Esto ha tocado tus labios, borrará este himno propio:
tus iniquidades y limpiará tus pecados. Pueblo:Oh Hijo de Dios, admíteme hoy
como participante de tu Cena mística,
pues no diré tu misterio a tus enemigos

64 65
ni te daré un beso como Judas, sino que, Y cubre el santo Cáliz con el Cálima, y pone los Velos, la
Lanza y el Asterisco sobre la Patena, mientras el
como el ladrón, te confieso: ÿAcuérdate sacerdote inciensa los santos Dones tres veces. El diácono
de mí, Señor, en tu Reino.Ÿ le dice:
Diácono: Alza, reverendo padre.
Al terminar, el sacerdote bendice al pueblo con su diestra, Sacerdote: –˘lzate, oh Dios, sobre los cielos;
exclamando:
sobre toda la tierra, tu gloria!
Salva, oh Dios, a tu pueblo y
Sacerdote:
El sacerdote entrega al diácono la santa Patena; él la
bendice tu heredad.
levanta al nivel de su frente con ambas manos y la lleva
hasta la mesa de la oblación. El sacerdote toma el Cáliz
Pueblo: Vimos la Luz verdadera, recibimos
cubierto y, elevándolo, se dirige hacia el pueblo diciendo:
el Espíritu celestial, encontramos la fe
justa: adoremos a la indivisible Trinidad, Sacerdote:Perpetuamente: ahora y
porque Ella nos salvó. siempre, y por los siglos de los siglos.
El sacerdote y el diácono retornan hacia el Altar. El
diácono vierte en el santo Cáliz las partículas de la Pueblo: Amén.
conmemoración que están en la santa Patena diciendo:
El sacerdote lleva el santo Cáliz y lo coloca sobre la
Diácono: Lava, oh Señor, con tu preciosa mesa de la oblación; luego, retorna hacia el Altar.
Sangre, los pecados de tus siervos que han Mientras, el diácono sale por la Puerta Norte, y se para
ante las Puertas santas para decir la Letanía:
sido conmemorados aquí, por la intercesión
de la Madre de Dios y de todos los Santos.
Oración de Acción de Gracias
Diácono: –Levantémonos! Habiendo
participado de los divinos, santos,
inmaculados, inmortales, celestiales,

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vivificadores y temibles Misterios de cuerpos. Tú mismo, Señor de todo, haz que
Cristo, demos dignas gracias al Señor. la comunión del santísimo Cuerpo y Sangre
de tu Cristo se nos convierta en fe sin
Pueblo: Señor, ten piedad. tropiezo, en amor sin hipocresía, aumento
Diácono: Ampáranos, sálvanos, ten de sabiduría, curación del alma y del
misericordia y protégenos, oh Dios, por cuerpo, rechazo de todo adversario, en un
tu Gracia. vivir conforme a tus mandamientos y
respuesta favorable ante el temible tribunal
Pueblo: Señor, ten piedad. de tu Cristo.
Diácono:Habiendo pedido que todo el día (Exclamación):Porque Tú eres nuestra
sea perfecto, santo, pacífico y sin pecado, santificación, y a Ti rendimos gloria: oh
encomendémonos a nosotros mismos, los Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y
unos a los otros y nuestra vida entera, a siempre, y por los siglos de los siglos.
Cristo nuestro Dios.
Pueblo: A Ti, Señor. Mientras el sacerdote está diciendo la exclamación, toma
el santo Evangelio, lo levanta y con él hace la señal de la
El diácono entra al Santuario por la Puerta Sur. cruz sobre el Antimensio; luego lo besa y lo coloca en su
Mientras, el sacerdote dobla el Antimensio; luego dice la lugar.
siguiente oración: Pueblo: Amén.
Sacerdote: Te damos gracias, Señor Dios
El sacerdote se dirige hacia el pueblo diciendo:
nuestro, por la participación de tus santos,
Sacerdote: Salgamos en paz.
inmaculados, inmortales y celestiales Mis-
terios, que nos has dado para beneficio, Pueblo: En el nombre del Señor.
santificación y curación de nuestras almas y

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Diácono: Roguemos al Señor. guárdanos, a tus siervos y ministros, a los
gobernantes, al ejército y a todo el
Pueblo: Señor, ten piedad.
pueblo aquí presente, en tu santificación;
Oración del Ambón y concédenos en todo tiempo contemplar
El sacerdote sale por las Puertas Santas, y se para ante tu justicia, para que, habiéndonos
el icono del Señor; y dice la siguiente oración: conducido hacia tu Voluntad, y obrado lo
Sacerdote: Oh Tú que has recibido este que es de tu agrado, seamos dignos de
Sacrificio espiritual e incruento de estar a tu diestra cuando vengas a juzgar
quienes te invocamos con todo corazón, a los vivos y a los muertos. Rescata a
como Sacrificio de Paz y culto agradable, nuestros hermanos que están en el
oh Cristo nuestro Dios, Hijo de Dios que cautiverio; asiste a los que reposan en la
quita el pecado del mundo, Cordero sin enfermedad; guía a quienes están en los
mancha que no ha aceptado el yugo del peligros del mar; y da reposo a las almas
pecado y fue sacrificado voluntariamente de quines han dormido con la esperanza
por nosotros; Quien es fraccionado y no de la vida eterna, donde resplandece la
dividido, siempre es comido y jamás luz de tu Rostro; y responde a todos
consumido, mas santifica a los que de Él quienes piden tu auxilio.
participan; Quien en memoria de su
Pasión voluntaria y de su vivificadora porque Tú eres el Dador de todo bien y
Resurrección al tercer día, nos ha a Ti rendimos gloria junto con tu Padre,
que es sin principio, y tu Santísimo
mostrado partícipes de sus inefables y
celestiales y temibles Misterios, su Espíritu, bueno y vivificador, ahora y
santísimo Cuerpo y su preciosa Sangre:

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siempre y por los siglos de los siglos. El sacerdote, desde las Puertas Santas, bendice al pueblo
diciendo:
Amén.
La bendición del Señor y su
Sacerdote:
Pueblo: Amén. misericordia desciendan sobre vosotros,
Bendito sea el Nombre del Señor desde por su divina Gracia y su amor a la
ahora y para siempre. (3 veces) humanidad perpetuamente: ahora y
siempre, y por los siglos de los siglos.
Entre tanto, el sacerdote se dirige a la mesa de la
oblación y dice la siguiente oración: Pueblo: Amén.
Sacerdote: Se ha cumplido y consumado,
según nuestra fuerza, el Misterio de tu Oración de la conclusión
Providencia, oh Cristo nuestro Dios: hemos Sacerdote: El que ha resucitado de entre los
celebrado el recuerdo de tu Muerte, hemos muertos (o la frase correspondiente a la fiesta,
visto la imagen de tu Resurrección, nos Cristo nuestro verdadero
cuando es el caso),
hemos colmado de tu Vida infinita y hemos Dios, por la intercesión de su purísima e
gozado de tu dicha inagotable. Complácete inmaculada Madre; por el poder de la
en que seamos dignos de ella también en el
preciosa y vivificadora Cruz; la
Siglo venidero, por la Gracia de tu Padre,
protección de las celestiales potestades
que es sin principio, y de tu Santo Espíritu,
incorpóreas; las súplicas del venerable y
bueno y vivificador, ahora y siempre, y por
los siglos de los siglos. Amén.
glorioso profeta y Precursor Juan el
Bautista; de los santos gloriosos y
Diácono: Roguemos al Señor. alabadísimos apóstoles; de los gloriosos y
Pueblo: Señor, ten piedad. victoriosos Mártires; de nuestros justos y
teóforos Padres; de nuestro padre entre

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los santos Basilio Magno, arzobispo de El diácono se dirige hacia la mesa de la oblación y
consume lo que sobró en el Cáliz; luego, se quita el
Cesrea, cuya Liturgia hemos celebrado; ornamento.
de los santos y justos Abuelos del Señor, El sacerdote distribuye el pan bendito a los fieles, desde
Joaquín y Ana; de san (.....), titular de las Puertas Santas, diciendo a cada uno: ÿLa bendición
del Señor y su misericordia desciendan sobre ti.Ÿ
este santo templo; de san (.....) cuya Durante la distribución del pan, se lee la oración de dar
memoria celebramos hoy; y de todos los Gracias, Pág. 126.
santos: tenga misericordia de nosotros y
nos salve, pues Él es Dios bondadoso y Al terminar, todos damos gracias a Dios, y salimos
alabando su Nombre.
amante de la humanidad.
Y concluye con la siguiente exclamación:
Por las oraciones de nuestros
Sacerdote:
santos padres, oh Señor Jesucristo, Dios
nuestro: ten piedad de nosotros y
sálvanos.
Pueblo: Amén.
g

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