Professional Documents
Culture Documents
La búsqueda de la libertad interior es uno de los desafíos más importantes de nuestra vida.
No basta con tener libertad política, económica o religiosa; de expresión, o física, etc. Para
lograr desarrollo y felicidad, aunque lleguemos a gozar de todos estos tipos de libertad, si
no nos sentimos libres en nuestro interior, verdaderamente libres de pensar sin sentirnos
culpables, libres de idear, aunque lo que queremos parezca imposible, libres de querer,
aunque no podamos expresarlo como deseamos. Si no somos libres en esa manera vivimos
permanentemente con la sensación de ser prisioneros de nosotros mismos.
De esta libertad surge la paz que permite vivir ante los otros con autenticidad, cada día con
menos caretas, y con el equilibrio necesario para expresar emociones y afectos sin temor y
sin dañar a los demás. De igual manera podemos recibir de los otros sus sentimientos,
afectos y deseos sin sonrojarnos ni avergonzarnos.
Afectividad Caminantes 1
2. Soy asertivo en mi trato manteniendo una actitud afectuosa hacia los demás sin
inhibirme ni ser agresivo.
Ya son demasiadas personas las que hablan de asetrividad y cada día parece que son menos
las que saben de qué se trata.
Asertividad es tener la capacidad de comunicación justa sin tener la intención de hacer que
el otro haga lo que nosotros queremos, es decir, decir las cosas como nos salen pero sin
agresividad.
Aveces ocurre que tratamos de decir una cosa y decimos otra. Incluso hay oportunidades en
las que se puede herir con palabras o los gestos a alguien sin tener la más mínima intención.
Es como si por momentos no pudiéramos comunicarnos. Esto produce frustración,
incomprensión y finalmente distanciamientos.
Sin embargo cuando nos comunicamos con claridad y sinceramente, sin agresividad, en
forma constructiva, lo más probable es que nos den las gracias por esa sinceridad, aunque
duela.
Esto es posible de lograr si antes de hablar nos damos un segundo para pensar en el otro,
ver como se encuentra y como es probable que le afecte lo que le queremos decir,
orientando así nuestros sentimientos y emociones para lograr ser asertivo al hablar. Este es
quizás el espacio privilegiado para aprender y desarrollar la amistad. El tener amigos no solo
es bueno y entretenido, sino que entrega espacios de confianza e intimidad que nos
permiten expresarnos en forma abierta y confiada porque estamos seguros de que el otro
escucha y acoge. La amistad es una ventana que permite mirarnos y mirar al otro tal cual
cada uno es, aprendiendo a querer por lo que el otro es.
Ya hablamos de tener claras las propias ideas, ahora para poder comunicarlas es preciso
hacerlo en la forma correcta, aquella que permita que el otro perciba el pensamiento sin
sentirse forzado a actuar de acuerdo con nuestra opinión. Sin que nuestra opinión no sea
más que eso, una expresión de lo que pensamos, mas que una orden o una agresión
descalificadora.
La invitación es a ejercitar esta habilidad cada vez que sea posible, en cada uno de los
medios en los que nos comunicamos con los demás.
Afectividad Caminantes 2
3. Construyo mi felicidad personal basada en el amor por los demás, valorándolos
por lo que son y sirviendo sin esperar recompensa.
La Ley dice que todo caminante sirve sin esperar recompensa. Pero ¿qué significa esto? Se
trata de una invitación para que asumamos el servicio como una forma concreta de expresar
nuestra solidaridad por los demás. Al vivir así el servicio nos damos la oportunidad de
expresar amor, preocupación e interés por los otros y a la vez, ponemos a prueba nuestra
generosidad.
Así también, el servicio permite encontrarse con los otros, trabajando codo a codo, viviendo
y conociendo desde su realidad, de su verdad. Resulta ser forma hermosa de compartir, de
descubrir quienes son las personas que nos rodean, que piensan, que sienten, valorándolos
tal como son.
Pero aún hay más: Al vivir el servicio de esta manera, podemos descubrir que a través del
encuentro con el otro, conocemos realidades distintas de la nuestra y hacemos cosas que de
otra forma no haríamos.
Cuando sentimos que el otro crece gracias a nuestra colaboración, la alegría interior nos
embarga y aunque parezca increíble, lo que hemos ido haciendo es construir nuestro propio
camino de realización y felicidad personal.
El conocer las realidades ajenas desde adentro nos hace sentirlas como propias,
descubrimos un mundo nuevo, vemos el mundo desde una perspectiva distinta, descubrimos
que las personas valen porque existen y somos capaces de defenderlos a ellos y a sus
intereses como si fueran los nuestros.
Cuando vivimos experiencias intensas con personas de “otro mundo” es cuando nos damos
cuenta que el mundo es uno solo y que lo nuestro no es más que una parcela.
Afectividad Caminantes 3
4. Conozco, acepto y respeto mi sexualidad y la del sexo complementario como
expresión del amor.
“¿Sexo? ¿Amor? ¡Eso es para los viejos! El mundo ya cambió y las cosas se miran ahora de
una ángulo distinto.”
No salgamos ahora con frases cliché que, como todas, le sirven sólo a los que nos son
capaces de pensar y actuar por sí mismos.
El ser humano es un ser que tiene la conciencia de su sexo. Este hecho que parece tan obvio
termina siendo determinante en todas nuestras vidas porque nos define como mujer o como
hombre.
Esta condición nos cruza transversalmente y se expresa en todo lo que pensamos, sentimos,
decimos y hacemos. Es decir, es parte fundamental de nuestra identidad, y desde que
nacimos hemos ido conociendo, desarrollando una sexualidad propia y preparándonos para el
encuentro con el sexo complementario.
Nos miramos como mujer y como hombre y ello nos permite reconocer al otro genero como
valioso, aceptándolo y respetándolo. Así las mujeres o los hombres resultan ser
complementarios de nosotros mismos. En esta forma de ver las cosas cobra sentido la
igualdad de participación ya que la naturaleza de la sexualidad es complementaria. Por ser
hombre o mujer, o por formación cultural unos son más hábiles para unas cosas y otros para
otras. En definitiva somos distintos pero es esta diferencia la que crea la riqueza que nos
permite alcanzar metas.
Pero ocurre que regularmente no es esa es la motivación para acercarse al otro sexo.
Ocurre que priman las necesidades y intereses propios de la energía y apetito sexual.
Ablando claro. Una relación de amor requiere de dos seres que se encuentran en un dialogo
muy profundo, íntimo y tierno. Nuestra preocupación por el otro, el considerarlo como otro
verdaderamente válido, cobra ahora verdadera importancia.
El cuento es simple, si decimos creer en algo, vivir de acuerdo con una ley, hagámoslo, lo
demás es farsa.
Afectividad Caminantes 4
5. Reconozco el matrimonio y la familia como la base de la sociedad, proyectando
el mío como una comunidad de amor de pareja, de padres e hijos, y entre
hermanos.
Aunque lo que escuchamos muchas veces, siempre expresado desde una perspectiva egoísta
y fácil, sea distinto; que “el amor es puro cuento”, que “el matrimonio es cosa de viejos”, que
“si así no más nos arreglamos”.
Las manifestaciones cotidianas y permanentes de egoísmo toman las más variadas formas y
las más clásicas son aquellas que ayudan a evitar todo tipo de responsabilidad. ¿Y no
trabajamos nosotros exactamente en sentido contrario?
Nuestra opción por lograr un mundo mejor la que nos llama. Es nuestra consecuencia con los
valores personales y espirituales la que nos plantea desafíos a los que no podemos escapar.
Podemos empezar por mantener un diálogo abierto y sincero con nuestros padres, asumir
los valores que son un aporte para la construcción de una sociedad más humana y
profundizar la relación afectiva con nuestros hermanos en base al respeto y al apoyo
mutuo.
Pero eso no basta, se trata también de tomar el pololeo en serio, buscando verdaderos
afectos y estabilidad en él. Al fin y al cabo no es cuento que sólo enfrentándolo en esta
forma podremos proyectar nuestra vida en una relación de verdadero amor conyugal.
Afectividad Caminantes 5
• Proyectar nuestra vida en una relación de amor conyugal.
Afectividad Caminantes 6