You are on page 1of 117

ENSEÑANDO VALORES HUMANOS A LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES

Saara Nousiainen

Aclarando
Este libro fue adaptado a partir del primer Módulo del Programa Cinco
Minutos de Valores Humanos para la Escuela y representa un curso básico de
valores humanos para niños, jóvenes y también adultos. En él, tuvimos el
cuidado de incluir al final de las clases, ejercicios de relajación con visualización
de naturaleza positiva, y también pequeñas oraciones dirigidas al Creador, son
enfocadas para cualquier religión, cuando se refiere a contenidos de
religiosidad.
Contiene 42 clases con duración aproximada de una clase normal, para ser
administradas semanalmente.

Instrucciones al profesorado

Todo el contenido de las clases está listo para ser presentado, solo es
necesario que el profesor lea y atienda a las orientaciones puntuales, que están
en cursiva.
La lectura debe ser lenta, muy despacio, y las palabras bien pronunciadas,
para que todos puedan entender y asimilar bien su contenido.
En las orientaciones puntuales en cursiva, cuando se dice El profesor debe
socializar el tema, eso significa que él debe involucrar a los presentes en la
conversación, incentivando respuestas, comentarios y opiniones. Debe, sin
embargo, respetar la opinión y el pensamiento de cada uno y tener cuidado
para que las divergencias entre unos y otros no desemboquen en discusiones
que solo perjudicarían la reunión y amargarían el clima en clase. En situaciones
de divergencia, jamás debe criticar a alguien, pero debe respetar y hacer
respetar el pensamiento de todos.
En la mayoría de las veces, cuando se pide para incentivar respuestas, las
respuestas esenciales son presentadas en seguida para facilitar.
El profesor debe también estar atento al horario, no permitiendo
participaciones largas de los presentes.
En los ejercicios de relajación con visualizaciones, la lectura debe ser aún
más lenta y pausada.
Es importante que la oración que hacemos al finalizar la clase se haga en
voz alta por una persona y que las otras la acompañen solo con el pensamiento.
Así es más fácil para que todos se concentren en las ideas de la oración.

ENSEÑANDO VALORES HUMANOS A LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES


1ª clase – Amor universal

Nosotros vamos a empezar hablando sobre el amor, porque ese sentimiento


es la mayor fuerza de la vida. Es tan importante que, si la humanidad tuviera
amor, la Tierra seria un paraíso. Nadie haría sufrir a los demás, no habría
criminales, no habría corruptos, y todos harían lo posible por hacer feliz a los
otros.
El amor está en todo lo que es bueno lo que hace bien, da felicidad, y
podemos definirlo como que es un sentimiento vivo de afecto y de alegría.
Pero existen varios tipos de amor.
Podríamos comparar ese sentimiento con un árbol con muchas ramas y
hojas. El tronco representaría el amor universal, y las ramas y hojas, los otros
tipos de amor. De eso, hablaremos en nuestro próximo encuentro.
El más sublime de todos, es el amor universal, que es un sentimiento
generalizado, así como una fuente que da sus aguas cristalinas sin preguntar a
quien.
Para nosotros es bastante difícil entender ese tipo de amor, porque
estamos acostumbrados a amar a nuestros padres, a nuestros hermanos, a
nuestros amigos, etc, pero no a todo y a todos.
Vamos a encontrar ejemplos de amor universal en los grandes seres, como
Jesús, que ama a toda la humanidad; Francisco de Asís, que ama todo: ama al
Sol, al viento, a las piedras, a las plantas y a los animales, y a todos les llama
hermanos.
En Brasil, hemos tenido varios ejemplos de ese tipo de amor, como es el
caso de Betinho. Incluso estando muy enfermo, trabajó duramente para mejorar
las condiciones de vida de los más pobres. También la hermana Dulce, en
Bahía, luchó toda su vida por un mundo mejor, cuidó a los enfermos, convirtió el
gallinero del convento en un albergue para pobres, construyó una farmacia, un
puesto de salud y una cooperativa de consumo. Fundó el Círculo Obrero de
Bahía, que, además de escuela de oficios, organizaba actividades culturales y
recreativas. Casi no comía ni dormía. Todo ese sacrificio le daba a ella felicidad,
porque el amor es la verdadera fuerza de la vida.
Quien ama, con ese amor universal, lleva el cielo dentro de sí.
¿Quién conoce otros modelos de amor universal?
El profesor debe incentivar respuestas.
OBSERVACIÓN: Ciertamente algunos pondrán la madre o el padre como
ejemplo, pero ahí cabe explicar la diferencia, es decir, madre y padre aman a
sus hijos. Es un amor individualizado. El amor universal cubre todo y a todos.
Es como la fuente que ofrece sus aguas a todo y a todos, sin señalarles una
dirección,. Los demás tipos de amor tienen una dirección determinada.

El amor universal es una fuerza que surte varios efectos. Uno de esos
efectos es la solidaridad. ¿Quién de vosotros sabe que es eso?
El profesor debe incentivar respuestas.

Nosotros vamos a narrar una situación que enseña bien lo que es


solidaridad.
En noviembre de 2008, Mariazinha y sus padres estaban asistiendo al
noticiario en la tele, que enseñaba imágenes de la catástrofe ocurrida en Santa
Catarina. La lluvia venía castigando a ese estado hacía tiempo y, en los últimos
días, más que nunca. Ciudades que estaban inundadas, y morros o
promontorios que se hundían sepultando casas y personas.
Decenas de millares de familias habían perdido todo, sus casas, sus
pertenencias y hasta a personas queridas.
La tele presentaba también entrevistas con las personas afectadas. Eran
hombres y mujeres desesperadas por haber perdido todo y no saber lo que
hacer, ni por dónde empezar otra vez.
Mariazinha tenía tendencias al orgullo, que sus padres venían intentando
combatir; ella no era mala, al contrario, tenía un buen corazón. Ahogada por la
emoción, exclamó:
– ¡Nosotros debemos ayudar a esas personas!
Geraldo contestó:
– Sí, debemos ayudar de alguna forma. Mañana voy depositar algún dinero
en la cuenta de la Defensa Civil de Santa Catarina.
Ilka, con voz ahogada, dijo:
– Voy a separar todas las ropas que no necesitamos y comprar alimentos...
Geraldo, satisfecho con la actitud de las dos, completó:
– Yo dejaré ese material en Defensa Civil, para que ellos lo envíen.
Mariazinha pensó por unos instantes y dijo:
– Aquellas personas han perdido sus casas... y pienso cómo sería si
nosotros hubiéramos perdido nuestra casa...
Pensó un poco más y, de repente, exclamó:
– ¡Ya sé lo que haré! ¿Recordáis aquel dinero que vosotros estáis reuniendo
para llevarme a Disneylandia? Pues prefiero que se lo deis a ellos. Creo que eso
ayudará bastante.
– ¡Pero hija! – exclamó Ilka.
Antes que la madre pudiera continuar, Mariazinha habló en tono decidido:
– ¡Es eso lo que quiero, mamá! ¿Como crees que me sentiría en ese viaje,
sabiendo que una familia que podría estar recibiendo una casa... sigue en la
calle?. No, no. Voy a ser mucho más feliz quedándome aquí mismo, sabiendo
que estamos haciendo nuestra parte.

¿Quién de vosotros, en el lugar de Mariazinha, hubiera hecho lo mismo?


El profesor debe incentivar respuestas y socializar el tema, enfocando la
importancia de la solidaridad y del desprendimiento.
Voy a haceros una propuesta a vosotros, o mejor, a todos nosotros. Ya que
el amor es la gran fuerza de la vida... Ya que él está en todo lo que es bueno,
que nos hace bien, que da felicidad... ¿Por qué no intentamos desarrollar más
amor en nuestros sentimientos? ¿Qué os parece? ¿Es una buena idea?
El profesor debe incentivar respuestas y socializar el tema, preguntando a
cada uno de los presentes que podrían hacer, como deberían actuar, para ser
más afectuosos, más fraternos.

OBSERVACIÓN: Para los ejercicios de relajación y visualizaciones, es


importante que el profesor lea calmadamente, con voz tranquila, haciendo las
debidas pausas.
Haremos ahora un ejercicio de relajación con visualizaciones benéficas.
El profesor debe orientar al hacer la respiración profunda, recordando que
debe ser calmada y rítmica, y que es el abdomen el que se inflar y se retrae con
los movimientos respiratorios y no el tórax.
Vosotros debéis cerrar los ojos para concentraros mejor.
Haced algunas respiraciones profundas para relajaros... (veinte segundos)
Seguid con los ojos cerrados para poder concentraros mejor. Pensad en sí
mismo con mucho cariño. Imaginaos vuestros cuerpos envueltos en una luz
suave, llena de paz... (cinco segundos)
Sentid afecto por sí mismo... (cinco segundos)
Sentid respeto por sí mismo... (cinco segundos).
Pensad en sí mismo viviendo siempre de acuerdo con las leyes de Dios,
siendo honesto, fraterno, pacífico... (diez segundos)
Ahora voy a hacer una oración, y vosotros me acompañaréis, solo con el
pensamiento: “Dios, nuestro creador, pedimos que nos proteja, a nosotros y a
nuestros familiares, y que nos conduzcas siempre por caminos honestos,
ayudándonos a desarrollar el amor universal. Pedimos tu amparo para la
humanidad entera. Ayuda a los que están sufriendo, los que están enfermos y
aquellos que no tienen un hogar... Pedimos también por los malos... Ayúdales a
comprender sus errores y a que intenten ser mejores. Finalmente te
agradecemos todo lo que la vida nos da, pues sabemos que es ella, la vida, la
gran escuela de nuestro espíritu... Así sea.”

2ª clase – Otros tipos de amor

¿Vosotros recordáis el propósito que hicimos en nuestro último encuentro


sobre desarrollar el amor, el cariño?
Entonces, vamos a ver quien intentó ser más afectuoso, más fraterno,
durante esta semana.
El profesor debe incentivar respuestas, socializar el tema y estimular
narrativas sobre tales experiencias.

Hoy vamos a hablar sobre los otros tipos de amor, como aquel que hay
entre hermanos.
Muchos hermanos, pelean algunas veces y creen que no se quieren, pero, si
uno de ellos enferma o tiene algún problema grave, los otros perciben luego lo
mucho que lo quieren. Es muy importante que los hermanos siempre intenten
cultivar la amistad entre sí.
Otro tipo de amor es el que hay entre padres e hijos. Ese es de los más
fuertes y profundos.
La naturaleza es tan sabia, que puso mucho amor en los corazones de los
padres por sus hijos y, también en los corazones de los hijos por sus padres.
Esto se da porque los niños llegan al mundo completamente necesitados de
quien cuide de ellos, y, para cuidar de los niños, es necesario tener mucho amor
por ellos. Solo un amor muy grande puede llevar a una persona a cuidar de su
bebé, cambiar los pañales, alimentarlo, bañarlo, pasar noches despierto cuando
él enferma...
Millones de personas trabajan desesperadamente para conseguir mantener
a sus hijos.
También existen excepciones. Algunos padres no lo aguantan y se
marchan. Algunas madres abandonan al hijo recién nacido en cualquier lugar,
porque no se sienten en condiciones de criarlo.
Muchas personas también adoptan un niño y sienten por él el mismo amor
que sentirían si fuera su propio hijo.
Vamos ahora a hacer un ejercicio.
El profesor debe explicar que la respiración profunda es lenta, tranquila, y
es el abdomen el que infla y se retrae en los movimientos respiratorios, no el
tórax.
Vamos a cerrar los ojos y respirar profundamente varias veces para
relajarnos. (diez segundos)
Pensemos en nuestros padres, en nuestras madres o en aquellas personas
que cuidan de nosotros. Vamos a visualizarlos, como si los estuviéramos viendo.
(diez segundos)
Vamos a decirles, solo con el pensamiento: “Muchas gracias por cuidar de
mí. Te quiero mucho” (diez segundos).
Podemos abrir ahora los ojos, porque vamos a hablar sobre otro tipo de
amor, aquel que hay entre las parejas.
Ahí también vemos como la naturaleza es sabia, haciendo surgir amor en
los corazones de las parejas, porque ese es un sentimiento muy bueno, da
felicidad; también es muy importante para formar un hogar, tener hijos y cuidar
de ellos.
Es verdad que muchas parejas se pelean mucho y algunas acaban
separándose y en muchos casos terminan por formar otra familia, pero los
padres siempre siguen amando a sus hijos, aunque no estén viviendo juntos.
Una práctica muy importante en la relación familiar es el abrazo, pues se
trata de un cambio de energías del afecto, que hace mucho bien. Pero no es
necesario abrazarse a todas horas. Eso solo se debe hacer de vez en cuando,
para no aburrir.
A veces si damos un abrazo puede no ser bien recibido, porque no haya esa
costumbre en la familia. En esos casos es bueno repetir el abrazo de vez en
cuando para crear esa costumbre, que es muy buena y saludable.
También puede ocurrir que el abrazo no sea bien recibido por no haber sido
dado con amor, sino como broma. Por eso siempre es bueno recordar que lo
más importante es el sentimiento que acompaña a cualquier gesto.
Un abrazo afectuoso enriquece nuestro corazón con buenos sentimientos, y
nos da la impresión de que energías benéficas pasan a circular en nosotros.
Hay también un tipo de amor que es maravilloso por ser desinteresado, es
la amistad.
A nosotros nos gustan nuestros amigos no porque son feos o bonitos, ricos
o pobres... o porque son útiles para nosotros... Sencillamente a nosotros nos
gustan.
Entre amigos verdaderos no existe envidia, orgullo ni grandes amarguras.
Si peleamos con un amigo, quedamos muy tristes y con ganas de hacer las
paces.
Por el hecho de ser un sentimiento desinteresado, la amistad puede durar
la vida entera.
Es una felicidad tener amigos verdaderos.
El profesor debe pedir a los presentes que cuenten con los dedos cuantos
amigos poseen y alcen las manos para enseñar esa cuenta; debe también
explicar que no se trata de colegas, pero sí de amigos.

Dijimos que la naturaleza es sabia y que proporciona a la vida todo lo que


ella necesita. Pero nosotros, ¿respetamos a la naturaleza?
El profesor debe incentivar respuestas.

El ser humano no tiene respeto a la naturaleza, pues viene depredando los


bosques, contaminando el aire, los ríos y hasta el mar, y a causa de eso el clima
de la Tierra está cambiando y están ocurriendo muchas catástrofes, sin
embargo es fundamental, es imprescindible, que empecemos a crear una
cultura de respeto por la naturaleza, para que la vida pueda seguir
manifestándose en la Tierra, sin mayores sufrimientos.
También el ser humano se enorgullece en acreditar que es el rey de la
creación, dueño del mundo... y vive pensando viajar por el espacio y conquistar
otros planetas. Los americanos que fueron a la Luna pusieron allá la bandera
americana, así como los conquistadores hacen al conquistar un país. Pero, antes
de que pretendamos conquistar el espacio sideral, debíamos aprender a vivir
mejor en nuestro propio mundo; dar condiciones de vida iguales a todas las
personas; respetar la naturaleza y cuidar de ella para que ella pueda cuidar de
nosotros.
¿Quién sabe decir que es lo que debemos hacer para cuidar mejor de la
naturaleza?
El profesor debe incentivar respuestas y socializar el tema, enumerando las
diversas acciones que todos pueden hacer para cuidar de la naturaleza.

OBSERVACIÓN: Para los ejercicios de relajación y visualizaciones, es


importante que el profesor lea calmadamente, con voz tranquila, haciendo las
debidas pausas.
Vamos ahora a hacer un ejercicio de relajación, con mentalizaciones.
Debemos relajarnos... cerrar los ojos y respirar profundamente, varias
veces para armonizarnos... (veinte segundos)
Imaginad que os encontráis en el campo... (cinco segundos)
Hay arbustos floridos alrededor vuestro... (tres segundos)
Mirando hacia arriba, veis el cielo, muy azul, con algunas nubecillas
llevadas suavemente por la brisa... (cinco segundos)
Veis flores y nubes... Las flores nos hablan de la alegría y el amor... Su
vibración nos transmite ternura y gozo... (cinco segundos)
Las nubes al pasar, indican que hay cielo, luz, vida que brilla en otras
infinitas dimensiones... (cinco segundos)
Ligad vuestra alma, mente, espíritu, a esa luz... Luz de Dios que está en las
flores y más allá de las flores; que está en las nubes y más allá de las nubes;
que está en el azul del cielo y más allá de ese azul... (cinco segundos)
Repetid mentalmente las siguientes palabras, intentando sentirlas en toda
su profundidad:
La mente divina, luz infinita, fluya luz para mi mente... (cinco segundos)
Que mi mente se ilumine y se vuelva noble con esa luz... (cinco segundos)
Que esa luz divina recorra todo mi ser, para que yo vibre en la paz y en la
armonía... (cinco segundos)
Del corazón del universo, fuente infinita y eterna de amor, fluya amor para
mi corazón... (cinco segundos)
Que mis sentimientos se engrandezcan en ese afecto de Dios, en ese afecto
que vibra en todo el universo, dando a todo y a todos, razones para existir...
(cinco segundos)
Que ese afecto de Dios rellene todos mis espacios interiores... (cinco
segundos)
Paz y armonía en todo mi ser. (cinco segundos)

Sugerencia:Terminar la reunión con una pequeña oración.

3ª clase – Responsabilidad

Esta mañana, cuando os habéis despertado, ¿cuales fueron las primeras


personas que visteis?
El profesor debe incentivar respuestas.

Pues bien, ¿quién de vosotros les dio los buenos días, a esas personas?
El profesor debe preguntar a los alumnos uno por uno e incentivar
respuestas.

Es muy bueno siempre saludar a las personas. La gente se siente bien


cuando recibe un alegre buenos días, buenas tardes o buenas noches. ¿Verdad?
Cuando decimos buenos días a alguien, estamos deseando a esa persona
un día realmente bueno, y, cuando ella nos contesta de la misma manera,
también está deseándonos un buen día.
Así, estamos pasando a esa persona una energía buena y al mismo tiempo
recibiéndola de ella.
Esa cuestión de las energías es muy interesante y es fácil de verificar.
Muchas veces nos ocurre que estamos con el ánimo bajo y, al encontrarnos a
alguien que nos recibe con una gran sonrisa y un alegre buenos días, el ánimo
bajo se termina. Es aún mejor cuando recibimos también un abrazo amigo.
También es muy común cuando algunas personas están en un ambiente un
poco cargado y entra alguien de alto astral, que saluda a los demás con alegría
y afecto, entonces el ambiente cambia totalmente, queda más suave.
Los grandes maestros de la humanidad siempre dijeron que aquello que
queremos para nosotros debemos quererlo para los demás. Entonces, vamos a
empezar a cultivar el Buenos días, Buenas tardes y Buenas noches. De esa
forma, estaremos ofreciendo una buena energía para otras personas y
recibiendo también la buena energía de ellas. ¿De acuerdo?
P.S.: En los encuentros siguientes el profesor debe siempre preguntar quién
se acordó de usar el buenos días, buenas tardes y buenas noches.

Ahora vamos a hablar sobre responsabilidad. ¿Quién sabe lo que eso


significa?
El profesor debe incentivar respuestas.

Vamos a contar lo que le ocurrió a Mariazinha.


Ella tuvo una idea genial. Organizaría una obra de teatro en la escuela.
Con las ideas hirviéndole en la mente, invitó a dos compañeras, Nicinha y
Juana, para que escribieran con ella, el argumento de la obra. Las tres,
encantadas con la idea, trabajaron mucho y lo consiguieron. El argumento de la
obra quedó listo y era estupendo. Muy animadas, fueron a hablar con la
directora de la escuela, también le gustó mucho la idea y hasta concertó la
fecha de la representación.
Las chicas invitaron a Lucio, un compañero de clase, para hacer el papel
masculino de la obra, y los ensayos se iniciaron en el mismo día.
En la víspera del día concertado para la representación, Lucio no
compareció al último y decisivo ensayo. Le llamaron, pero él no estaba en casa.
Había salido con unos amigos.
Las chicas quedaron desesperadas porque el papel de Lucio, a pesar de ser
corto, era fundamental.
– ¿Y ahora? – preguntó Mariazinha. – ¿Qué vamos a hacer? A causa de la
falta de responsabilidad de Lucio, tendremos que cancelar la representación,
justo ahora, cuando invitamos a todos los padres de alumnos y está todo listo,
incluso el escenario. Solo faltaba este último y decisivo ensayo.
Juana, con aire muy enfadado, habló:
– ¿Cómo pudo Lucio hacernos esto? ¡Que chico tan irresponsable! Tanto
trabajo, tantos sueños… y al final, para nada.
Pero Nicinha alzó la cabeza y dijo:
–Por Lucio no vamos a cancelar la representación. Creo que mi hermano
podría hacerlo. Él tiene mucha facilidad para recordar textos y ya participó en
varias obras de teatro.
El problema quedó resuelto, y la representación fue un éxito, pero... ¿cómo
quedó Lucio en ese contexto?
El profesor debe socializar la conversación, enfatizando las consecuencias
de la falta de responsabilidad, recordando que, actuando así, sin
responsabilidad, la persona va perdiendo la credibilidad y, con eso,
perjudicando su propio futuro.

Las personas sensatas siempre asumen y cumplen sus responsabilidades.


Es verdad que existen situaciones en que no es posible, pero, en esos casos,
ellas se justifican e intentan encontrar una forma de resolver el problema que
van a causar. En el caso de Lucio, fue diferente. Él dejó de ir al ensayo por salir
con sus amigos. Si hubiera sido una persona sensata, no hubiera cambiado una
responsabilidad por un mero placer. Y si hubiera habido necesidad de faltar al
ensayo, tendría que haber avisado con tiempo y debería haber ayudado a
encontrar quien lo substituyera.
¿Habéis comprendido?
La falta de responsabilidad es negativa para la persona. ¿Quién puede
confiar en un irresponsable?
Es lógico que nosotros queramos ser personas responsables, ¿verdad?
Entonces, vamos todos a intentar ser responsables de aquí en adelante.
Pero existe otro tipo de responsabilidad que no todo el mundo acepta. Es
aquella que tenemos con relación a nuestros hermanos en la humanidad.
Nosotros tenemos alimentos para comer, pero hay millones de personas que
viven en la miseria. Se estima que cada día mueren veinte mil personas en
nuestro planeta, principalmente en África, a consecuencia del hambre y de la
pobreza extrema.
¿Sabemos lo que significa pasar hambre... morir de hambre?
Vivimos en un mundo de vergonzosos contrastes. Mientras millones de
personas tienen problemas con la obesidad, por comer demasiado, otros
millones de hermanos nuestros, por no tener que comer, están tan flacos que
ni consiguen mantenerse en pie...
El profesor debe enseñar las fotos...
Y niños esqueléticos piden limosna para no morir de hambre.

¿Y nosotros? ¿Es que no podemos hacer alguna cosa para cambiar esa
situación, aliviar el sufrimiento de esas personas, aunque sea solo un poquito?
Podemos, sí. Podemos buscar alguna institución filantrópica seria, o una
ONG de respeto y ofrecer nuestra ayuda. Esa ayuda puede ser material, con
donaciones; y puede ser dada por la figura de un voluntario que contribuye con
su tiempo y conocimiento.
Pero, aquí mismo en nuestro país, también hay muchas personas viviendo
en la miseria. Hay niños pasando hambre; otros teniendo que trabajar desde
pequeños para ayudar en la manutención de su familia.
El profesor debe enseñar la foto y enfatizar la expresión de sufrimiento en
los rostros de estos niños que trabajan rompiendo piedras; observar el tamaño
del mazo en una mano tan pequeña.
El profesor debe incentivar a los alumnos para que opinen sobre los temas
que fueron tratados y conducir la conversación para un sano cambio de ideas.

OBSERVACIÓN: Para los ejercicios de relajación y visualizaciones, es


importante que el profesor lea calmamente, con voz tranquila, dando las
debidas pausas.
Vamos ahora a relajarnos... cerrad los ojos y respirad profundamente varias
veces para armonizarnos.... (veinte segundos).

Vamos a imaginar que estamos en una selva, sentados al pie de una gran
árbol, apoyados en su tronco. (cinco segundos)
Alrededor nuestro, el verde de la vegetación, y allá en lo alto podemos ver
el azul del cielo por entre las ramas de los árboles. (cinco segundos)
Vamos a inspirar el aire, despacio, intentando sentir el olor de las hojas de
los árboles, de la tierra y de las flores silvestres. (cinco segundos)
Intentemos oír con nuestra imaginación el canto de los pájaros, el sonido de
las hojas que se tocan al acariciarlas la brisa y un poco más lejos el sonido del
agua de un riachuelo, corriendo por entre las piedrecillas de su lecho. (cinco
segundos)
Estamos en plena naturaleza, sintiendo esa paz, tranquilidad y alegría...
(cinco segundos)
Vamos a reflexionar sobre lo que significa “amar y respetar la naturaleza”.
(veinte segundos)
Ahora debemos volver tranquilamente aquí, a nuestro ambiente y abrir
despacio nuestros ojos.
El profesor debe preguntar a cada uno si consiguió realizar bien el ejercicio
e incentivar a los alumnos a que hablen, cada cual, sobre la experiencia vivida.

Sugerencia: Terminar la reunión con una pequeña oración.

4ª clase – Conciencia pesada

¿Quienes de vosotros recordó saludar a las personas con un: Buenos días,
buenas tardes o buenas noches?
El profesor debe incentivar respuestas.
Y, en cuanto a los abrazos de que hablamos en otro encuentro ¿a quienes
de vosotros le gusta dar o recibir un abrazo?
El profesor debe incentivar respuestas.
¿Qué tal si practicamos ahora la terapia del abrazo? ¿Alguien sabe que es
eso?
El profesor debe incentivar respuestas.
La terapia del abrazo es solamente abrazar a quién está cerca de nosotros.
¿Vamos a hacerlo? ¿Vamos a abrazarnos?
El profesor debe incentivar a los alumnos para que se abracen, pero sin
forzar cualquier situación. Si alguien no quiere participar, es muy importante NO
FORZARLE.
Geraldino era un niño muy feliz, hasta que nació su hermanito, Tiago.
Antes de nacer Tiago, Geraldino era hijo único. Sus padres le compraban
regalos, cuando económicamente podían, y lo llevaban a la playa, al circo y a
muchos otras diversiones que él adoraba, pero, después que nació su
hermanito, adiós paseos y juguetes, porque el dinero solo llegaba para los
gastos del bebé.
Por si fuera poco, la madre no tenía tiempo para él, pues necesitaba cuidar
de Tiaguinho, que daba mucho trabajo.
Geraldino percibía también que nadie le prestaba atención. Cuando venían
visitas, todos estaban pendientes del bebé... y los regalos eran también para el
pequeñín.
Geraldino iba pensando en esas cosas al volver de la escuela, se sentía
abandonado e infeliz, pero, además de tener esos sentimientos, percibió que
sentía rabia hacia su hermano... mucha rabia. No conseguía entender porque la
vida le llevó a esa situación.
Cierto día, Tiaguinho amaneció con fiebre; vomitaba mucho, dejando a sus
padres bastante preocupados, y Geraldino empezó a pensar que, si su hermano
se moría, las cosas volverían a ser como antes.
Geraldino sabía que ese era un pensamiento pésimo, horrible, pero no
conseguía quitarse esa idea de la cabeza.
Aquella noche tuvo un sueño: Iba andando por un lugar desierto y muy
oscuro. Estaba con mucho miedo. De repente empezó a oír gritos extraños, no
sabía de dónde venían. Intentó huir, pero no conseguía salir del lugar, era como
si estuviera pegado al suelo.
Su miedo iba aumentando más y más. Quiso gritar, pidiendo socorro, pero
la voz no salía de su garganta. Estaba horrorizado, muy asustado.
De repente, recordó lo que le dijo su madre, cierta vez: “Hijo, si alguna vez
estuvieses en una situación muy difícil, recuerda pedirle ayuda a Dios. Él
siempre nos socorre en los momentos de aflicción”.
Pero, ¿cómo podría él pedir ayuda a Dios, si estaba deseando la muerte de
su propio hermano?
Se sentía culpable, sin perdón. Pero el miedo era tan grande que se
arrodilló en el suelo, cerró los ojos y pidió:
– Dios mío, perdóname... perdóname... y ayúdame...
Se quedó así por algún tiempo, llorando y pidiendo perdón y ayuda. De
repente percibió que estaba más calmado. Abrió los ojos y vio que había una
suave claridad en el ambiente y un joven le miraba con expresión de pena.
– Hola, Geraldino, – le dijo el muchacho. – ¿Has visto el resultado de tus
malos pensamientos?
– ¿Cómo sabes mi nombre? – preguntó, asustado.
– No te preocupes por eso. Preocúpate de ti mismo y de los malos
pensamientos que vienes acumulando.
Geraldino quedó aún más asustado. Aquel extraño ¿cómo, podía saber sus
pensamientos?
Sin importarle su reacción, el joven siguió:
– ¿Sabes que produjo toda esa oscuridad? Fue tu conciencia, los
pensamientos malos que tuviste con relación a tu hermano. ¿Sabías que cada
pensamiento malo que desarrolles representa un punto oscuro más en tu
conciencia? Pues así es. Desde que Tiaguinho nació, ya creaste tantos puntos
oscuros en tu conciencia que acabó quedándose en la oscuridad.
Geraldino estaba atónito. Muy preocupado, preguntó:
– ¿Qué puedo hacer para salir de esa sombra, de esa oscuridad?
– Es fácil. Todo pensamiento bueno, todo sentimiento de amor y toda buena
acción que practicamos representan un puntito de luz en nuestra conciencia.
El joven sonreía de nuevo y se alejó rápidamente, dejando a Geraldino otra
vez solo, pero ahora no tenía miedo. Ahora sabía cómo debería proceder, no
quería tener la conciencia en la oscuridad.
Estaba tan despistado con sus pensamientos que le costó percibir que ya
estaba despierto y que todo había sido una pesadilla... ¿Un sueño malo? No,
claro que no. fue un sueño muy bueno porque hizo que él percibiera el mal que
se estaba haciendo a sí mismo.
Se levantó, fue hasta la cuna de Tiaguinho y se quedó mucho tiempo
mirándole. Parecía un angelito durmiendo... Era su hermano y estaba enfermo.
¿Iba a morir? Esa pregunta golpeó el alma de Geraldino. Ahora no quería que su
hermanito muriera. Quería que viviera y creciera luego para que pudieran jugar
juntos.
Se arrodilló al lado de la cuna e hizo la oración más sentida de su vida,
pidiendo a Dios que curase a Tiaguinho.
Su oración fue tan sincera y con tanto fervor que consiguió apagar casi
todos los puntos oscuros que creara en su conciencia con sus malos
pensamientos y sentimientos.
Al día siguiente, Tiaguinho despertó sin fiebre y parecía estar muy bien.
A partir de ese día, Geraldino cambió mucho. Pasó a ser más afectuoso,
más fraterno, y a tener mucho cuidado para no actuar en desacuerdo con la
Gran Ley.
El profesor debe incentivar a los alumnos a que opinen sobre los temas que
fueron tratados y conducir la conversación para un sano cambio de ideas.

OBSERVACIÓN: Para los ejercicios de relajación y visualización, es


importante que el profesor lea calmadamente, con voz tranquila, haciendo las
debidas pausas.
Vamos ahora a hacer un ejercicio de relajación con visualizaciones.
Debemos cerrar los ojos y respirar profundamente y varias veces para
armonizarnos... (diez segundos)
Vamos a imaginar que estamos en una selva, sentados al pie de un gran
árbol, apoyados en su tronco... (cinco segundos)
Alrededor nuestro, podemos ver el verde de la vegetación, y en lo alto, el
azul del cielo, por entre las ramas de los árboles... (cinco segundos)
Vamos a inspirar el aire, calmadamente, intentando sentir el olor de las
hojas de los árboles, alrededor nuestro... (cinco segundos)
Intentad oír con la imaginación el canto de los pájaros, el sonido de las
hojas que se tocan, acariciadas por la brisa y, un poco más lejos, el sonido del
agua de un riachuelo, corriendo por entre las piedrecillas de su lecho... (cinco
segundos)
Estamos en plena naturaleza, sintiendo paz, tranquilidad y alegría... (cinco
segundos)
Vamos a reflexionar sobre lo que significa “amar y respetar la naturaleza”.
(veinte segundos)
Vamos ahora a volver lentamente a nuestro ambiente y abrir despacio
nuestros ojos.
El profesor debe preguntar a cada uno de los alumnos, si consiguió realizar
bien el ejercicio e incentivarles para que hablen sobre la experiencia que
vivieron.

Sugerencia: Terminar la reunión con una oración, pidiendo a Dios que


ayude a todos los alumnos a vivir siempre de acuerdo con la Gran Ley, a que
desarrollen sentimientos nobles y fraternos; dar gracias a Dios por todas las
bendiciones recibidas, por la familia, por el amor, por la amistad...; pedir
protección y amparo para los familiares y para los que estén en dificultades;
solicitar auxilio divino para toda la humanidad, para que ésta se vuelva más
fraterna y más justa, etc.
RECORDATORIO: la oración no debe ser larga, para no cansar a los
alumnos, y que sea expresada con claridad y sobretodo con sentimiento.

5ª clase – Ambición

¿Quién de vosotros recuerda siempre, saludar a las personas?


El profesor debe incentivar respuestas.
¿Quién de vosotros ha recordado ser más cariñoso, más fraterno, de dar un
abrazo?
El profesor debe incentivar respuestas y socializar el tema.

El tema de hoy es ambición. Existe la buena ambición, aquella que es


benéfica, y existe la ambición ruin, aquella que genera perjuicios y muchos
sufrimientos.
Se cuenta que hace mucho, mucho tiempo, había solo dos países en la
Tierra, uno se llamaba Primavera, el otro Ambión. El verdadero nombre de ese
país era Ambición, pero a sus gobernantes les pareció mejor sacar dos letra
para que el pueblo de Primavera no supieran quién eran ellos en realidad.
En Primavera todos vivían felices. Los adultos trabajaban solo seis horas por
día, a fin de poder quedarse más tiempo con la familia y enseñar los valores
humanos a sus hijos.
Las mujeres solo trabajaban cuando no tenían hijos menores de doce años,
para que pudieran cuidar de sus niños y darles una buena base de educación.
Los niños estudiaban y jugaban mucho. Como allí no había violencia, ellos
podían alejarse de casa para jugar en los ríos y subir a los árboles para recoger
frutas, ya que los frutos estaban bajos y no había peligro de magulladuras, en el
caso de caerse. También iban a caballo, haciendo excursiones, y jugaban en las
playas antes de que el sol calentara. Además de eso, tenían clases de arte,
danza, pintura, música, etc.
En Primavera no había ricos ni pobres. Todos tenían buenas viviendas y
podían disfrutar libremente de los bienes colectivos. La asistencia médica y
odontológica era gratuita y de excelente calidad.
Como se puede ver, aquello era un verdadero paraíso.
Pero, en el país vecino, Ambión, los poderosos se estaban planteando
dominar Primavera. Querían apoderarse de ella y, principalmente, de sus minas
de oro, que eran abundantes. A los primaverenses no les importaba el oro, que,
para ellos, servía apenas para adornar los edificios públicos, los monumentos y
las iglesias. ¡Ah!, servía también para confeccionar las alianzas de los novios y
de los matrimonios.
En Ambión era todo diferente, porque allí la ambición dominaba. Los ricos
explotaban a los pobres y eran cada vez más ricos. Malgastaban el dinero en
satisfacer sus caprichos y ostentaban un lujo muy vergonzoso.
Los gobernantes eran corruptos y se enriquecían con el dinero público.
Había también muchos malhechores que incomodaban tanto a los ricos como a
los pobres, y los vicios dominaban tanto a unos como a otros.
La justicia allí, prácticamente no existía, a causa de la corrupción. Las
causas eran ganadas por los que más pagaban. La honestidad, la nobleza de
espíritu y la dignidad eran valores muy arrinconados.
Los poderosos de Ambión pensaban en que podían hacer para dominar
Primavera y apoderarse de las minas de oro. Decidieron hacer una serie de
grandes desfiles con las mujeres más bellas, vestidas con las ropas más bonitas
y usando las joyas más caras. Esos desfiles se hacían junto a la frontera de los
dos países, para que las mujeres de Primavera pudieran asistir.
A poco tiempo ocurrió lo que los ambienses querían. Las mujeres de
Primavera empezaron a sentir envidia de aquellas mujeres tan bellas y tan bien
vestidas y resolvieron imitarlas. Así el país acabó abriendo sus fronteras a los
mercaderes de Albión, entraron y montaron tiendas y joyería. Después fueron
introduciendo el uso de bebidas alcohólicas y de otros vicios.
Pasaron muchos años y Primavera ya no era la misma. Las personas habían
pasado a trabajar mucho más, para poder comprar ropas y joyas caras. Los
niños no podían jugar lejos de casa, ni en la calle, por miedo a la violencia.
También las condiciones sociales cambiaron mucho, pues un número
pequeño de personas pasó a dominar los recursos naturales y las riquezas del
país, viviendo en mansiones de lujo, mientras la mayoría de la población era
pobre y vivía en situación muy precaria.
En cuanto a la Justicia, también estaba corrompida y funcionaba de la
misma forma que en Ambión.
Ya no había diferencia entre los dos países.

Pues bien, en la evaluación de vosotros ¿cuál fue la causa del colapso de


Primavera?
El profesor debe incentivar respuestas y socializar el tema.

La ambición en si misma, puede no ser ruin. Lo ruin es la exageración y la


forma de como busquemos satisfacer nuestras ambiciones.
Vamos a dar un ejemplo.
Digamos que dos niñas, vamos a llamarlas Adriana y Bruna, tienen una
ambición muy buena, la de sacar buenas notas en la escuela.
Adriana estudia bastante y siempre presenta los deberes bien hechos. Usa
Internet para investigar y, cuando tiene que copiar alguna cosa, lo hace
escribiendo a mano, porque así va aprendiendo.
Bruna está siempre en busca de conseguir alguna “chuleta” y, cuando
puede, ella copia textos enteros de Internet y los imprime, sin preocuparse en
aprender.
¿Cuál de las dos está buscando de forma correcta la satisfacción de sus
ambiciones, Adriana o Bruna?
El profesor debe incentivar respuestas.

La vida es como una plantación. Si sembramos semillas buenas, vamos


cosechar buenos frutos, pero, si plantamos semillas ruines, vamos a cosechar
frutos malos.
En el caso del ejemplo que hemos dado, Adriana está sembrando semillas
buenas a través del esfuerzo que hace para aprender.
Bruna está sembrando semillas ruines a causa de su pereza en estudiar y
también de su deshonestidad. Las “chuletas” que ella hace y el hecho de copiar
de Internet los trabajos que debería hacer, es deshonestidad por parte de ella.
Vosotros veis que Adriana usa Internet para aprender, mientras Bruna la
usa para copiar y presentarlo mejor que sus compañeros.
¿Qué creéis que va a ocurrir entonces?
El profesor debe incentivar respuestas.
En el futuro, cuando Adriana haga el examen para la Universidad,
seguramente le va a salir bien. Ella estudió intentando aprender.
Bruna, ¡pobrecita!, va a salirle mal porque, en las pruebas de la
universidad, no se pueden hacer “chuletas”, y como ella no se preocupó en
aprender...
Ese es apenas un ejemplo de cómo las cosas ocurren en la vida.
El profesor debe incentivar a los alumnos a que opinen sobre los temas que
fueron tratados y conducirá la conversación hacia un sano cambio de ideas.

Vamos ahora a cerrar los ojos y respirar profundamente varias veces para
armonizarnos... (veinte segundos)
Imaginemos que estamos en la cumbre de una alta montaña... (cinco
segundos)
Allí podemos sentir la paz de las alturas, las caricias de la brisa a lo largo
del cuerpo y la presencia grandiosa de la naturaleza... (cinco segundo)
Cada uno de nosotros va intentar sentir esta paz en todo su ser... (tres
segundos), paz en su corazón... (tres segundos), paz en su mente... (tres
segundos), paz en todo su cuerpo... (cinco segundos)
Ahora que estamos así, tan en paz, vamos a involucrar a nuestro planeta y
a toda la humanidad en ese sentimiento.
Vamos a decir mentalmente, pero intentando sentir lo que decimos: Tierra
en paz... (tres segundos), Tierra en paz... (tres segundos), Tierra en paz... (tres
segundos)

Ahora yo haré una oración y vosotros me acompañáis, solo con el


pensamiento: “Dios, nuestro Padre, pedimos tu ayuda para todas las personas
que están sufriendo en este momento. Da alivio a toda dolor y ampara a los que
están pasando hambre o no tienen donde vivir. Ampara a los niños
abandonados y ayúdalos a encontrar alguien que cuide de ellos. Finalmente te
agradecemos todo lo que tenemos, por la familia, por el amor, por la vida, pues
sabemos que es ella, la vida, la gran escuela de nuestro espíritu... Así sea.”

6ª clase – Ellos dijeron que Dios no existe

En una tarde lluviosa Mariazinha pensaba sobre lo que algunos científicos


habían dicho respecto a Dios. Ellos dijeron que habían descubierto que Dios no
existe y que la vida y el universo son el resultado del azar.
Sin darse cuenta, se durmió y soñó que estaba en una época muy anterior a
la prehistoria, periodo perdido en los confines del tiempo, en un planeta llamado
Hipotalus. Allí, la civilización era muy adelantada en todos los sentidos. Había
verdadera fraternidad, honestidad, respeto y paz. No existían pobres ni ricos, y
todos vivían de acuerdo con lo que producían, mediante el propio esfuerzo y
capacidad.
Pero, en un Congreso de Ciencias de la Evolución, que reunió a los más
ilustres científicos de la época, fue presentada una tesis que decía no ser Dios el
creador de todo, pero sí que todo era obra del azar.
Los periódicos presentaban esa noticia con gran escándalo, los canales de
TV abrieron un espacio para que los científicos hablasen de su descubrimiento y
en Hipotalus solo se hablaba de ese tema.
Ahí empezó todo y ocurrió, porque el pensamiento de aquella gente en
torno del “azar” fue tan fuerte que este consiguió dominar el patio de la casa de
Dr. Alcott, el científico que había lanzado esa tesis en el Congreso.
En ese patio, el doctor al que le gustaba cuidar de la tierra, había sembrado
algunas plantas de lechuga, pimientos y rabanitos.
El azar, queriendo saber su propio significado, buscó un diccionario en el
cual se decía que “azar es alguna cosa que surge o se produce al azar, sin
cualquier motivo o explicación aparente”.
– ¡Que lástima¡ Es muy confuso – exclamó. – ¿Cómo voy a trabajar en la
terraza de Dr. Alcott, si no sé qué hacer?
Resolvió salir por la ciudad, ya que se sentía completamente libre. Los
científicos habían decretado que Dios no existía, y tampoco algo así como una
mente cósmica responsable de las leyes universales. Con eso él podría hacer lo
que mejor creyera.
Pero, como no había coordinación de leyes naturales, la planta de lechuga
empezó a crecer al azar, derivando en otras situaciones y estados, y acabó
transformándose en un gigantesco lago de agua dulce y salada. El pimiento
creció hasta alcanzar la altura de 1.650 metros, se asustó con una nube que
pasaba y se redujo tanto que acabó del tamaño de una naranja, pero su peso
era de 63 toneladas. Ese peso, en un volumen tan pequeño, entonces se
empezó a hundir y, por el orificio formado, empezó a subir humo tan caliente
que modificó la temperatura de la región.
La planta de rabanitos se volvió maíz de palomitas y, creció tanto que la
copa alcanzó la ionosfera y produjo millones de mazorcas, cuyos granos
gigantescos caían sobre la tierra. La temperatura elevada, asaba los granos, y
los hacían explotar.
El azar se preocupó, ¿qué hacer? Habían puesto responsabilidades vitales
en sus inexistentes manos. Corrió hasta la Biblioteca Pública, decidido a buscar
en los libros alguna ley natural que pudiera volver a organizarlo todo otra vez,
frenando aquel terrible caos provocado por él, pero el primer libro que tocó se
deshizo, pues las moléculas que lo formaban se dispersaron, ya que había sido
rota la ley natural que las mantenía ligadas.
Era una situación absolutamente nueva e inesperada. El pobre Azar no
tenía la menor idea de cómo solucionar tantos y tan graves problemas. Él
acostumbrado a marcar su presencia dentro de la vida, en una organización
perfecta, regida por las leyes universales, ahora no conseguía identificarse, ni
situarse en la nueva posición.
Resolvió, entonces, apelar a Dios. Tal vez Dios pudiera oírlo y poner las
cosas en su debido lugar. Se arrodilló e intentó orar, pero su pensamiento, no
conseguía decir lo que debiera. Desistió.
Los gobernantes también decidieron apelar a Dios, como siempre habían
hecho en los momentos de aflicción. Convocaron a los canales de televisión y a
las emisoras de radio para hacer una cadena mundial de oración, pero, como los
programas en Hipotalus ya eran todos determinados por el Azar, este no se hizo
presente para dirigirlos y no funcionaron. La radio enmudeció y la tele se quedó
sin imagen y sin sonido.
En el auge de la desesperación, el alto mando del planeta envió mensajeros
a todos los gobiernos, ordenando una convocación general de la población para
actos de fe, pero los aviones no volaban, los coches no funcionaban, los
aparatos de fax estaban parados y, en los teléfonos, no había ninguna señal.
Mientras esto ocurría, el elefante del jardín zoológico, desorganizado por el
Azar, creció tanto que su cabeza alcanzó una altura de 12.000 metros y la
trompa dio una vuelta al planeta. Cuando respiraba, causaba terribles
tempestades y cada pasada suya generaba terremotos. En dos horas se bebió
toda el agua potable de Hipotalus, secando ríos, fuentes y lagos.
Los más débiles ya morían de sed, mientras los más fuertes agonizaban.
Las palomitas gigantes continuaban cayendo y explotando. El sufrimiento
de todos los reinos de la naturaleza era terrible, hasta que dos palomitas
gigantes cayeron en una mina de uranio, generando una reacción en cadena y…
Hipotalus explotó, se desintegró.
El Azar, asustado de sus actos, quedó tan traumatizado que le llevaría
muchos millones de años para reponerse.
Con la explosión, Mariazinha se sintió lanzada al espacio, a lo largo de la
órbita de aquel planeta. Lloró amargamente, desesperadamente, pidiendo
ayuda, y luego percibió que se formaba una suave corriente de emociones a lo
largo de la órbita del extinto Hipotalus. Al poco tiempo, los fragmentos de ideas,
sensaciones y sentimientos se iban reagrupando y tomando forma, movidos y
atraídos por una fuerza identificada como ¡el amor!.
Percibió que esa fuerza poderosa e inteligente era del Ser Supremo,
Creador de todas las cosas, y se sintió consolada y amparada.
Le costó a Mariazinha percibir que ya estaba despierta y que todo había
sido un sueño. A partir de entonces, cuando escuchaba a alguien decir que Dios
no existía y que todo era obra del azar, ella con un aire misterioso, sonreía y se
callaba, pensando que era cuestión de opiniones y no valía la pena discutir.

¿Qué opináis respecto a Dios?


El profesor debe incentivar respuestas y socializar el tema; hablar de la
perfección e inteligencia que todo lo rige y que no es obra del ser humano, ni
del mero azar; que es una inteligencia tan fabulosa que no conseguimos
entenderla y que a esa inteligencia suprema, causa primaria de todo, llamamos
Dios.
OBSERVACIÓN: Para los ejercicios de relajación y visualizaciones, es
importante que el profesor lea calmadamente, con voz tranquila y haciendo las
debidas pausas.
Vamos ahora a hacer un ejercicio de relajación, con visualizaciones.
Nos relajaremos... Cerrad los ojos y respirad profundamente varias veces
para armonizarnos.... (diez segundos)
Vamos a imaginar que estamos en la cumbre de una alta montaña, al final
de la tarde... (cinco segundos)
En la lejanía vemos el mar, bajo el horizonte luminoso de la puesta del sol...
Pero más cercano, el paisaje recortado por montañas, ríos y valles...
Aquí, en lo alto de la montaña, podemos sentir la grandiosa paz de las
alturas, la caricia de la brisa en nuestro cuerpo y la presencia grandiosa de la
naturaleza. (cinco segundos)
En lo alto, algunas estrellas empiezan a brillar en el cielo como si estuvieran
diciendo: “Paz en la Tierra a las personas de buena voluntad”. (cinco segundos)
Y aquí en este lugar, ante el altar de la naturaleza, elevamos nuestro
pensamiento a Dios, en una oración: “Padre de toda la vida, creador de todo lo
que hay, involucra nuestro planeta Tierra en vibraciones de amor y de paz, en
toda su extensión. Bendice la naturaleza... el agua, la tierra y el aire. Bendice al
ser humano, ayuda a todas las personas para que se vuelvan más fraternas,
más pacíficas y más justas. Ampara a aquellos que están sufriendo e infunde en
sus corazones la esperanza y la confianza. Bendícenos a todos los que nos
encontramos aquí y también a nuestros familiares. Finalmente te agradecemos
todo, porque todo en nuestras vidas representan lecciones para nuestro
crecimiento interior. Así sea.”

7ª clase – No violencia

¿Quién de vosotros recuerda saludar a las personas, ser más cariñoso, más
fraterno, de dar un abrazo...?
El profesor debe incentivar respuestas.

El profesor debe enseñar a los presentes la foto de Gandhi.


Observen esta foto. ¿Qué os parece? ¿Ese hombre es feo o guapo?
El profesor debe incentivar respuestas.
Si a alguien le pareció guapo, seguramente vio su belleza interior, porque
Gandhi era físicamente feo, pero muy, muy hermoso, por dentro. Él era muy
flaco, casi raquítico, pero consiguió llevar a una gran nación, La India, a
libertarse del yugo de Inglaterra. Y como podéis ver, fue hecho sin violencia, sin
armas.
Gandhi habló y vivió la no violencia.
A pesar de su fealdad, cuando conocemos la nobleza del alma de este
hombre, su lucha por la paz, por la no violencia, nosotros acabamos creyendo
que es hermoso, muy hermoso.
Es muy importante que aprendamos a conocer a las personas aparte de su
apariencia.
Si alguien es hermoso por dentro, la apariencia externa poco importa. La
belleza de la persona no está en su exterior, porque ese tipo de belleza un día
se acaba. Está en su riqueza interior, en sus buenos sentimientos, en sus
actitudes justas y honestas, en el respeto que tiene por sí misma, por los otros,
por las leyes, por la naturaleza...
Gandhi era hindú, pues nació en La India, un país muy grande que queda en
el otro lado del mundo, y fue un gran hombre... Era grande como persona,
porque como veis en la foto, era muy flaco...
Gandhi estudió en Londres, donde se tituló como abogado en 1891, por lo
tanto hace más de un siglo. Dos años más tarde, se fue a África del Sur, para
trabajar en una empresa hindú. Allí, empezó a sentir el peso del poderío del
Imperio Británico, o sea, de los ingleses, que dominaban muchas naciones del
mundo, incluso La India.
Cuando volvió a su país, Gandhi congregó al pueblo hindú y les animó a que
opusieran resistencia al dominio inglés, pero de forma pacífica.
Imaginaros vosotros que Inglaterra se había apropiado la producción de sal
de la India, y los hindúes tenían que comprársela a los ingleses.
¿Que hizo Gandhi, entonces? Informó al Primer-Ministro inglés, que
gobernaba La India, que iría al mar para extraer la sal, desobedeciendo así la
imposición de los ingleses, injusta y absurda.
Partió así, con un pequeño grupo de personas, iniciando la famosa “Marcha
para la Sal” por el camino otras personas se iban uniendo al grupo, que iba
creciendo cada vez más y más. Al llegar al mar, ya eran millares los hindúes
que llevaban andado más de 300 Km a pie.
Era una multitud tan grande, que los ingleses nada pudieron hacer.
A partir de entonces, los hindúes pasaron a extraer y a comercializar su sal.
Con eso, la nación se fue fortaleciendo y acabó expulsando a los ingleses,
conquistando de ese modo su independencia, sin guerra y por lo tanto, sin
coger las armas.
Mahatma Gandhi fue una persona admirable, dejó un gran ejemplo, para
que aprendamos a vivir sin violencia.
Practicar la no-violencia, es no herir ni ofender nunca a nadie con palabras
ni con acciones.
Las personas no violentas siempre son más agradables, consiguen hacer
más amigos, progresan más en la vida y, principalmente, están obedeciendo a
leyes universales de paz.

Otro ejemplo de lucha sin violencia fue lo que ocurrió en los Estados
Unidos en la mitad el siglo pasado. La situación de los negros en el sur de
Estados Unidos era muy mala, porque estaban discriminados por los blancos.
Ellos tenían prohibido entrar en determinados restaurantes y lugares públicos.
Los niños negros no podían frecuentar las mismas escuelas que los blancos, y
un hombre negro podía incluso ser asesinado por mirar una mujer blanca o
conversar con ella.
Los negros no tenían derecho a voto en las elecciones, y en los autobuses
ellos solo podían ocupar los asientos del fondo de los vehículos. Si el autobús
iba completo, los negros que estaban sentados tenían que levantarse para
ceder sus asientos a los blancos.
Eran frecuentemente humillados y agredidos por racistas blancos.
Es triste ver a seres humanos tratando a otros seres humanos con tanta
crueldad, solo porque el color de la piel es diferente. ¿Verdad?
En 1955, en la ciudad de Montgomery, en el estado de Alabama, una mujer
negra, Rosa Parks, recibió orden de un conductor de autobús para ceder su
asiento a un pasajero blanco. Ella se negó y a causa de eso la enviaron a
prisión.
Ese incidente llevó a la población negra a boicotear durante un año, los
autobuses de la ciudad, los negros de Montgomery se negaron a utilizarlos.
Sus desplazamientos los hacían andando, en bicicleta…, como podían, pero
no se subían a un autobús.
Podemos ver lo importante que fue esto, pues los negros encontraron una
forma de luchar sin violencia contra aquella situación, y quien coordinó esa y
muchas otras luchas por sus derechos, fue el abogado y pastor de la Iglesia
Batista, que también era negro, Martin Luther King Jr.
Ese hombre lideró protestas contra la discriminación racial sin emplear la
violencia, pero lo encarcelaron, a su familia la amenazaron de muerte y su casa
fue destruida.
En 1964 ganó el Premio Nóbel de la Paz, debido a su lucha pacífica por los
derechos humanos y de forma especial por los de los negros americanos.
En 1968 le dispararon y le mató un hombre de raza blanca. Su asesino fue
encarcelado y condenado a 99 años de prisión.
Martin Luther King Jr. fue una persona admirable, que luchó y venció
muchas luchas sin usar la violencia.
Y por hablar en paz, ella tiene varias caras: está relacionada a la propia
persona; puede referirse a la familia, al barrio, a la ciudad, al país... y también a
nuestro planeta. También puede ser individual o colectiva.
Vamos a conversar sobre la paz individual.
¿Quién sabe decir que significa paz individual?
El profesor debe incentivar respuestas.

Podemos entender la paz individual como un estado espiritual sin ira, sin
desconfianza, y sin esos sentimientos negativos que las personas acostumbran
a guardar en su corazón, como los celos, la envidia y el odio.
La paz es una condición interior de tranquilidad, de no violencia.
Muchas personas consiguen mantener esa paz interior, a pesar de
situaciones complicadas. Algunas otras se sienten presionadas, por cualquier
cosa, y otras, peor aún, se vuelven agresivas por cualquier motivo.
¿Alguno de vosotros sabe decir por qué la paz es tan importante?
El profesor debe incentivar respuestas; preguntando a los alumnos a cuál
de ellos le gusta presenciar una pelea en casa, ver a personas que están siendo
agredidas y golpeadas, o saber de guerras en las cuales mueren millares de
personas inocentes, etc.
Podemos decir que la paz es importante por todas estas razones, porque
en lo opuesto, está la violencia, la agresión, la guerra... que sólo trae daño,
angustia y sufrimiento... mucho sufrimiento.
La violencia es una fuerza destructiva. Es contraria al derecho y a la justicia.
Y la paz es un estado beneficioso, permite la construcción del bienestar y
de la alegría. La paz sólo nos proporciona el bien. Agredir golpear

En los noticiarios siempre vemos situaciones en que personas, en un


momento de rabia, golpean y hasta matan a otras personas. Con esto estropean
sus propias vidas y terminan en prisión afrontando las peores situaciones.
Además de eso, los que tienen una familia que mantener, tendrán que verla
pasar necesidades y privaciones año tras año. Y peor aún, es el peso que llevan
en la conciencia siempre, acusándolos por la violencia o por el crimen cometido.
Cuanto daño podemos hacer en nuestras vidas y en las vidas de otras
personas, en aquellos momentos de ira, de arrebato, que no conseguimos
controlar. Por eso es tan importante que intentemos educarnos a nosotros
mismos.
¿Alguno de vosotros tiene una sugerencia sobre que hacer, para volvernos
más pacíficos?
El profesor debe incentivar respuestas.

La paz es un estado beneficioso para el espíritu, permite la construcción del


bien-estar y de la satisfacción, solo nos hace bien y lo más interesante es que
puede ser cultivada.
Una forma muy sencilla es que nos acostumbremos a pensar en la paz,
intentando sentirla en nuestro interior, y en los momentos de rabia repetir
mentalmente la palabra “paz”, varias veces, intentando sentir que esa paz se
instala dentro de nosotros.
El profesor debe incentivar a los alumnos a que opinen sobre los temas que
hemos tratado y debe conducir la conversación para un sano cambio de ideas.

Vamos a cerrar los ojos ahora y respirar profundamente varias veces para
armonizarnos... (veinte segundos)
Imaginemos que estamos en la cumbre de una alta montaña... (cinco
segundos)
Aquí se puede sentir la paz de las alturas, la caricia de la brisa en nuestro
cuerpo y la presencia grandiosa de la naturaleza... (cinco segundos)
Intentemos sentir esa paz en todo nuestro ser... (tres segundos), paz en
nuestro corazón... (tres segundos), paz en nuestra mente... (tres segundos), paz
en todo nuestro cuerpo... (cinco segundos)
Ahora que estamos así, en paz, vamos a involucrar a nuestro planeta y a
toda la humanidad en ese sentimiento.
Vamos a decir mentalmente, pero intentando sentir lo que decimos: Tierra
en paz... (tres segundos), Tierra en paz... (tres segundos), Tierra en paz... (tres
segundos)

Ahora voy a hacer una oración y vosotros me acompañaréis, solo con el


pensamiento: “Dios, nuestro Padre, pedimos tu ayuda para la humanidad, para
que se vuelva más pacífica, que todas las personas puedan comprender la
importancia de la paz, el bien que nos hace. Pedimos también por todas las
personas que están sufriendo en este momento. Da alivio a todo dolor y ampara
a los que están pasando hambre o no tienen donde vivir. Ampara a los niños
abandonados y ayúdalos a encontrar a alguien que cuide de ellos. Finalmente te
damos gracias por todo lo que tenemos, por la familia, por el amor, por la vida,
pues sabemos que es ella, la vida, la gran escuela de nuestro espíritu... Así
sea.”

8ª clase – Paz para los demás.


¿Quién de vosotros, esta semana, consiguió ser una persona pacífica?
El profesor debe incentivar respuestas.

Hoy vamos a reflexionar sobre la paz para los demás; cuando ella parte de
nosotros en dirección a los otros, en una especie de donación que podemos
hacer.
Antiguamente se usaba un saludo muy bueno y bello: “La paz esté contigo”
o “La paz esté en este hogar”. Desafortunadamente está en desuso, o sea, no
se utiliza ahora.
Cuando decimos de corazón, “la paz esté contigo”, estamos deseando paz
al otro y, al mismo tiempo, creando en nosotros mismos, un estado de paz.
¿Queréis hacer un experimento?

El profesor debe acercarse a algunos alumnos, uno por uno, mirándolos con
cariño, y decirles: “La paz esté contigo”. En seguida, debe preguntar cómo se
sintieron al recibir esa influencia de sentimiento de paz.

Ahora, vosotros vais a mirar al que esté más cerca vuestra y, sin bromas, le
dirá de todo corazón: “La paz esté contigo”.
El profesor debe incentivar esa acción, pero sin forzar a nadie.

Vamos a cambiar los papeles. Quien recibió ese saludo, va a devolverlo al


mismo compañero, diciendo de todo corazón: “La paz esté contigo”.

El profesor debe analizar el tema, preguntando cómo se sintieron con ese


ejercicio.

Otra forma de desplegar paz hacia los demás, es estando nosotros mismos
en paz. Así, los otros van a contagiarse con ella, pues, la presencia de personas
agresivas, violentas y malhumoradas, es muy desagradable.
Por esa razón, a todos nos gustan las personas que cultivan la paz interior,
ya que son afectuosas y respetuosas.

¿Sabíais que muchas personas hicieron de la paz su objetivo de vida?


Hay muchos grupos de personas, muchos movimientos e instituciones, cuya
finalidad es trabajar por la paz. Así mismo, hay una universidad de la paz en
Brasilia (Brasil), la Unipaz.
Observad una cosa muy interesante. Mientras tantas personas viven en
función de la violencia, de la agresión y de la maldad, muchas otras dedican sus
vidas a trabajar por la paz, por el bienestar de los demás, para disminuir los
sufrimientos de los otros. Son personas que aún estando en una lucha continua
por sus ideales, con toda seguridad por dentro están en paz y con la conciencia
tranquila.
¿Algunos de vosotros sabría decir por qué el que se dedica a ayudar a los
demás puede sentirse en paz y con la conciencia tranquila?
El profesor debe incentivar respuestas, recordando que, cuando nos
dedicamos a los otros sin esperar recompensa, estamos desarrollando amor en
nuestros corazones; que ese es un sentimiento maravilloso, que nos hace bien,
nos pacifica; pues el hecho de hacer alguna cosa buena a favor de los demás,
deja nuestra conciencia tranquila, porque estamos cumpliendo con nuestra
parte; ya que nadie puede sentirse feliz viendo que otros sufren: que sólo a los
egoístas y a los malos, no les importa el sufrimiento ajeno.

Pero hay también la paz colectiva.


El diccionario dice que está, ante la ausencia de luchas, de violencia, de
perturbaciones sociales, de guerra...
Existen organizaciones internacionales, como la ONU (Organización de las
Naciones Unidas), que tienen entre sus objetivos, mantener la paz mundial. Así,
cuando ocurren situaciones de conflicto entre países, la ONU busca encontrar
una solución pacífica para los problemas. Ella también se ocupa de los derechos
humanos, procurando que sean respetados.
Muchas veces también ocurren situaciones delicadas entre dos o más
países, entonces, para evitar una guerra, gobernantes de otros países se reúnen
para intentar encontrar soluciones, buscando la pacificación. Eso es muy bueno.
Pero la violencia también está en la injusticia, en el trabajo esclavo, en la
corrupción...
Vamos a explicarlo mejor.
La injusticia es una violencia que se práctica contra alguien, a pesar de
sus derechos naturales.
El trabajo esclavo violenta los derechos del trabajador.
Y la corrupción es la violencia contra el pueblo y contra la propia justicia.
Hoy, los medios de comunicación muestran continuamente, la acción de
corruptos que se apropian de valores que son pagados por la gente, en forma
de impuestos.
Vamos a ver quién sabe decir cómo y dónde está haciendo falta ese dinero
robado por los corruptos.

El profesor debe incentivar respuestas y hacer análisis del tema,


conviniendo que tales valores deberían estar siendo utilizados honestamente en
la construcción y manutención de hospitales, escuelas, carreteras; en la
contratación de más profesionales de la salud, más profesores; en la compra de
equipos y de todo aquello que se refiera a lo que es responsabilidad de los
gobiernos.

Vamos ahora a relajarnos... cerrad los ojos y respirad profundamente varias


veces para armonizar los ritmos internos... (diez segundos)
Pensad en sí mismos con mucho cariño. Imaginaos vuestros cuerpos
envueltos en una luz suave, llena de paz. (cinco segundos)
Pensad ahora en las personas egoístas y ambiciosas, que tanto mal hacen a
tanta gente... (cinco segundos)
Ahora voy hacer una oración y vosotros me acompañaréis, solo con el
pensamiento: “Dios, nuestro Padre, pedimos tu ayuda para todas las personas
que son egoístas y ambiciosas... Ayuda a esas personas a que perciban el mal
que están haciendo a los demás y a sí mismos, manchando así su propia
conciencia. También queremos agradecerte la vida y todo lo que ella nos da,
pues sabemos que es la vida, la gran escuela de nuestro espíritu... Así sea.”

9ª clase - La mentira

¿Quién de vosotros ha conseguido ser una persona pacífica?


El profesor debe incentivar respuestas y socializar el tema.
Ahora vamos a conversar sobre la mentira. ¿Vosotros soléis mentir?
El profesor debe incentivar respuestas.

Ana Rosa era una chica inteligente, estudiosa y educada. Era hija de un
empresario con éxito en los negocios y que viajaba mucho. La madre era
médica y pasaba gran parte de su tiempo en el hospital. A causa de eso, la
chica veía poco a sus padres.
Todo empezó con una pequeña mentira aquí, otra allí, y luego… luego la
chica ya mentía tanto en las pequeñas, como en las grandes cosas.
Los compañeros siempre le decían que un día iba a tener problemas a
causa de eso, pero a Ana Rosa le estaba gustando mucho lo que entendía era
solo una broma.
Cierto día, como el padre estaba viajando y la madre de guardia en el
hospital, ella pensó que podría ir al cine con las amigas al salir de la escuela.
Llamó a su casa y, mintiendo, le dijo a la cocinera que iría a comer en casa de
una amiga y pasaría la tarde con ella, pero, así que salió a la calle, la
secuestraron dos hombres y una mujer y fue llevada a su cautiverio. Allí, ella
consiguió oír una conversación entre los secuestradores y reconoció la voz de
uno de ellos. Era Antonio, que había sido jardinero en su casa.
Ana Rosa era lista y consiguió coger el móvil de la mujer que la vigilaba, sin
que esta lo percibiera. Llamó a su casa y fue la cocinera quien contestó,
hablando bajito, informó que había sido secuestrada, pero la cocinera sonrió y
colgó el teléfono. Ana Rosa entendió que la cocinera pensó que ella estaba
mintiendo, como solía hacer. Se desesperó, pero tenía que devolver el móvil, ya
que la mujer volvía.
Fueron doce días de cautiverio en condiciones muy precarias. En aquella
triste situación y con miedo de que la mataran los secuestradores, Ana Rosa
tuvo mucho tiempo para reflexionar. Si no hubiera sido una persona mentirosa,
la cocinera le hubiera prestado atención y ella le podría haber informado que
Antonio era uno de los secuestradores. Con esa información, la policía hubiera
tenido más facilidad para encontrarla, pero ahora... ¿qué sería de ella?
Finalmente fue localizado el lugar donde la tenían secuestrada y ella quedó
en libertad, pero dejó de ser la chica mentirosa de antes. Ana Rosa aprendió la
lección.

Pero hay muchos tipos de mentira. Hay mentirillas, o sea pequeñas


mentiras, que creemos que no son importantes y que nunca irán a causar
ningún mal, pero vimos en el caso de Ana Rosa, que sus mentirillas fueron muy
perjudiciales, tanto a ella como para su familia
Hay mentiras más grandes, más graves, cuando no tenemos el coraje para
decir la verdad o cuando creemos que, si decimos la verdad, vamos a
perjudicarnos.
Es cierto que existen situaciones en las cuales es preferible no decir la
verdad, si al decirla pudiéramos herir o perjudicar a alguien.
¿Qué creéis que se debe hacer en una situación así?
El profesor debe incentivar respuestas y socializar el tema, explicando que
lo más acertado siempre es intentar actuar con amor y con sabiduría o sea con
equilibrio; reflexionar sobre la situación e intentar actuar de acuerdo con
nuestra conciencia.

En cuanto a la cuestión de la mentira, existen también las que aplicamos a


nosotros mismos.
Ejemplo - 1 – Digamos que Juan nos habla mal de Antonio. Entonces, le
contamos a Antonio lo que Juan dice de él. Nuestra conciencia nos indica que
eso es chismorrear, y que no debemos hacerlo, pero nos damos la excusa a
nosotros mismos, de que Antonio tiene derecho a saber lo que hablan de él…
Con eso, nos estamos mintiendo.
Ejemplo 2 – Digamos que nuestro grupo está planeando alguna acción que
nuestra conciencia dice que es equivocada, pero intentamos convencernos de
que está bien, y que es importante que participemos de lo que hace el grupo,
etc. Con eso, estamos mintiéndonos a nosotros mismos.
Cuando aun somos niños, empezamos a aprender lo que está bien y lo que
está mal. Entonces, es importante que aprendamos a vivir con lo que está bien,
porque solo así podremos tener la conciencia en paz y sentir felicidad
verdadera.
Otra cosa, si queremos un mundo mejor para el futuro, todos nosotros
necesitamos colaborar. Si los niños y los adolescentes empezaran a asimilar y a
vivir los valores que tratamos aquí en nuestros encuentros, cuando fueran
adultos, serían más una fuerza para el bien y se sumarían a todos aquellos que
ya se esfuerzan para mejorar nuestro planeta.
¿Percibís la importancia que tienen los niños y los adolescentes en ese
proceso para volver al mundo mejor?
Pero es necesario que no os importe las críticas o las dificultades que las
personas siempre encuentran cuando quieren vivir y actuar de forma acertada.
Vosotros podréis encontrar compañeros, amigos, o hasta personas de
vuestra familia que piensan de manera distinta, que son peleones, deshonestos
o perezosos, que son orgullosos o ambiciosos y no respetan a nadie.
Es muy posible que encontréis a otros que se drogan y que van a hacer
todo lo posible por llevaros también hacia ese vicio. Pero debéis recordar una
cosa, y es que es muy fácil a las personas volverse adictas, lo difícil está en
conseguir dejar el vicio. Ellos dirán que solo una vez no tiene importancia, que
no os enviciaréis… Pero es exactamente así como ocurre. La persona empieza
drogándose una vez, después otra, otra más y, cuando se da cuenta, no
consigue parar, porque ya entró en ese camino, un camino que le traerá mucho
sufrimiento.
Y es bueno recordar que el alcohol también es una droga que envicia,
generando infinitos sufrimientos.
Entonces, si queremos para nuestro futuro una vida más plena, más
equilibrada, más feliz, esa responsabilidad es de cada uno de nosotros.
Ya todos sabemos lo que es ser una persona de bien, una persona de esas
que todo el mundo admira a causa de las cualidades, a causa del carácter. Esa
es una admiración buena, saludable.
Otra forma de contribuir para la construcción de un mundo mejor es
transmitiendo a otras personas esos valores de los que hemos hablado.
El profesor debe incentivar a los alumnos para que opinen sobre los temas
que fueron tratados y conducir la conversación para un sano cambio de ideas.
Vamos ahora a cerrar los ojos y respirar profundamente para relajarnos...
(diez segundos)
Imaginemos que estamos en el campo, junto a un riachuelo, viendo el agua
cristalina correr alegremente sobre su lecho de arena... (cinco segundos)
Alrededor de nosotros, está el verde de la vegetación, y la luz del Sol
acaricia suavemente nuestra piel... (cinco segundos)
Respiremos profundamente, sintiendo el aire penetrar en nuestros
pulmones, llevando oxígeno a nuestro cuerpo... lleva vida a nuestro cuerpo...
(diez segundos)
Ahora vamos a hacer una oración de gratitud al Creador de todo, por las
cosas tan buenas y tan bellas que creó: “Señor de la Vida, nosotros te
agradecemos la tierra que nos mantiene..., el agua que es tan importante para
nuestras vidas... Te agradecemos el aire que respiramos... y el Sol que nos da
vida y calor. Te agradecemos el amor, la amistad y te pedimos que nos ayudes
siempre a ser personas de bien, a vivir los valores más nobles del espíritu. Te
pedimos también que nos protejas y a toda nuestra familia y que ayudes a la
humanidad a encontrar caminos para la paz. Así sea.”

10ª clase – La compasión


Primera parte

¿Vosotros os acordáis de María y de aquel sueño que tuvo sobre el planeta


Hipotalus, que explotó?
Pues bien, ella se quedó con mucha curiosidad de conocer esas cuestiones
de la religiosidad, de la fe. Buscó en Internet y encontró una conferencia de un
lama budista, que es una especie de sacerdote de esa religión.
María leyó y releyó el texto, cada vez más encantada. Aquel lama decía que
nosotros podemos practicar la compasión a través de cinco colores: azul,
amarillo, rojo, verde y blanco. Decía que el color azul significa acogida. Es
cuando miramos a otro y lo acogemos.
María no entendía muy bien el sentido de la palabra acoger y fue a
preguntárselo a su madre para que se lo explicara.
- Acoger – respondió la madre – es recibir bien, es tratar de comprender y
tener solidaridad.
La niña regresó al texto de Internet, donde el lama decía: “Digamos que
alguien mira una planta que se encuentra en una maceta dentro de la casa. Con
la mirada compasiva, en vez de observar si le gusta o no, pregunta cómo se
siente ella sin la luz del sol, el agua de la lluvia y sin sus plantas amigas y
compañeras.”

María se fue corriendo a mirar la planta que su madre cultivaba en una


maceta.
– ¿Será que siente nostalgia de las otras plantas? – se preguntó a sí misma.
– ¿O será que el lama dice eso simplemente como un símbolo?
El timbre sonó y la niña fue a abrir. Era Juana, una compañera del colegio.
Juana venía triste a pedir que la ayudara con la tarea de matemáticas.
María hace una mueca al oírla, pues estaba de vacaciones y quería
mantenerse lejos de los libros. Estudiaba mucho durante el semestre,
justamente para quedar libre en las vacaciones. Juana vestía una blusa azul, y
María recordó lo que había dicho el lama sobre los colores de la compasión y el
azul significaba precisamente la acogida. ¡Ah!, ahora entendía bien el sentido
de esa palabra, abrió la puerta e invitó a Juana a entrar. La acogería,
ayudándola en sus dificultades con las matemáticas.

El profesor debe socializar el tema, centrándose en la importancia de


ayudarnos los unos a los otros siempre que sea posible, y recordando también
que, si ayudamos ahora, tendremos más posibilidades de recibir ayuda en el
futuro, cuando la necesitemos.

Después que Juana se fue, Maria se quedó pensando sobre la compasión en


color azul y se sintió feliz por haber tenido la oportunidad de practicarla,
acogiendo a Juana. Esto le hizo mucho bien; ver su compañera feliz y
agradecida, fue una excelente recompensa para ella.
Ahora estaba muy interesada en leer la otra parte del texto sobre los
colores de la compasión. Ella entendía que la compasión realmente no tenía
colores, pero así resultaba más fácil entenderlo y practicarlo.
En la primera oportunidad volvió a Internet. El texto decía así: “El amarillo,
un amarillo dorado, significa generosidad, riqueza, medios. Entonces, cuando
vamos a ayudar a alguien, además de escucharlo, darle un hombro amigo
donde apoyarse, también podemos eventualmente hacer alguna cosa más.
Digamos que el río creció y la casa de una persona quedó destruida. Podemos
visitar a esta persona sin techo y decir: No te preocupes tanto... Ya pasará. Esa
es una buena ayuda, pero con el color amarillo podemos ayudar más,
ofreciendo, por ejemplo, un lugar para que su familia pueda quedarse mientras
reconstruyen la casa; también podemos ayudar con materiales de construcción
y otras cosas de las que podamos disponer. Esta es la compasión en el color
amarillo.”
María se acordó inmediatamente de Nilo, un compañero que no podría
continuar estudiando en su colegio porque su padre estaba desempleado y el
dinero no alcanzaba para pagar las mensualidades.
- ¡No, no puedo dejar que esto ocurra! - exclamó.
Pensó, pensó y fue a buscar a su padre para contarle la situación de Nilo.
Gerardo le prometió hacer algo para ayudarlo. Él no disponía de recursos para
pagarle el colegio a Nilo, pero iría a hablar con la directora a ver qué podría
conseguir.
Al día siguiente, mientras esperaba a su padre, María no soportaba la
ansiedad de saber si había dado resultado. Finalmente, Gerardo llegó con la
buena noticia. El colegio le daría una beca de estudios a Nilo hasta que su padre
pudiera volver a pagar las mensualidades. La directora había dicho que Nilo, al
ser un chico muy estudioso y dedicado, merecía esa oportunidad.
María salió corriendo a dar la buena noticia al compañero, pensando que
ese día ella había practicado la compasión en dos colores, en azul, acogiendo
Juana y ayudándola en su dificultad, y, en amarillo, consiguiendo una ayuda
material a Nilo. Ella estaba realmente muy feliz.
¿Qué opináis sobre intentar recordar lo que Maria aprendió sobre la
compasión, en los colores azul y amarillo, e intentar practicarla?
El profesor debe incentivar respuestas y socializar la conversación,
enfatizando la importancia de hacer el bien, ya que esa acción representa una
verdadera fuente de felicidad; todo lo que hacemos un día vuelve a nosotros y,
así, haciendo el bien, el bien volverá a nosotros, dándonos alegría.

Ahora hacemos un ejercicio de relajación con visualizaciones.


Vamos entonces, a cerrar los ojos y respirar profundamente varias veces,
para relajarnos... (Diez segundos)
Imaginaros que estamos en una playa desierta, a la orilla del mar... (Cinco
segundos)
Las olas vienen y se van rompiendo suavemente en la arena, mojando
nuestros pies... (Cinco segundos)
Inspiremos con calma y profundamente, intentando sentir la energía del
mar entrando en nuestros pulmones y extendiéndose por nuestro cuerpo...
(Cinco segundos)
Delante de nosotros tenemos la inmensidad del mar, y por encima el cielo
muy azul... (Tres segundos)
Vamos a aprovechar este contacto con la naturaleza, este momento de
calma, para elevar nuestro pensamiento a Dios. Voy a hacer una oración y
vosotros me acompañaréis, solo con el pensamiento: “Padre nuestro que estás
en todo el universo, ayúdanos a santificar tu nombre a través de nuestros
pensamientos, palabras, sentimientos y acciones. Venga a nosotros tu reino.
Sea hecha tu voluntad, aquí y en todas partes. El pan de cada día dánoslo hoy
y todo los días. Perdona nuestras faltas, así como nosotros perdonamos a los
que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación, líbranos de todo el mal. Así
sea.”
11ª clase – La compasión
Segunda parte

El profesor debe preguntar a los presentes quién tuvo la oportunidad de


practicar la compasión en los colores azul o amarillo y socializar el tema.

Vimos en nuestro último encuentro, como Mariazinha practicó la compasión


en su color azul, acogiendo a su compañera Juana, que estaba con dificultad en
los estudios. En seguida vimos como practicó la compasión en su color amarillo,
cuando consiguió ayuda a Nilo, cuyo padre no estaba pudiendo pagar las
mensualidades de la escuela.
Esto había dejado a la chica muy feliz.
Días después, la niña regresó a Internet para leer un poco más de aquel
texto del lama budista sobre los colores de la compasión, esta vez sobre el rojo.
El texto decía: “Tenemos el color rojo, que simboliza el equilibrio. Proviene de
la seducción, de lo que nos encanta, que podamos producir en el otro un
encanto positivo, un equilibrio positivo. Así, en aquella situación de la que
hablamos, en que la casa fue arrastrada por el río, el color rojo nos va a ayudar
a decirle a esa persona que es mejor no reconstruir la casa en el mismo lugar
porque el río puede crecer de nuevo. De esta forma, muchas veces no basta con
que ayudemos a otro a reconstruir, sino ayudarlo a hacerlo en una mejor
situación. Para eso, nos hace falta la sabiduría del equilibrio. Esa es la
compasión en el color rojo.”
Mariazinha no estaba consiguiendo entender bien qué significaba eso de
“sabiduría de los ejes”.
Sonó el timbre, interrumpiendo su lectura. Era Nicinha, su mejor amiga, que
llegaba con la mochila al hombro y con cara de enfado. Apenas entró, dijo
enseguida:
- Me fui de la casa. Papá me puso un castigo, dijo que me iba a dejar un
mes sin video juegos. Me voy a quedar aquí, contigo.
María se acordó de lo que acababa de leer sobre la compasión en el color
rojo, que significaba equilibrio. Llevó a la amiga a su cuarto y dijo:
- Nicinha, por mí no hay ningún problema en que te quedes aquí, pero
vamos a pensar en cuál sería la mejor solución ante una situación como esta.
Antes que la amiga tuviera tiempo de hablar, María continuó:
- En primer lugar vamos a cerrar los ojos y a respirar hondo varias veces
para relajarnos...
Instantes después, María preguntó:
- ¿Estás más calmada?
A un ademán positivo de la amiga, continuó:
- Bueno, ahora ya podemos conversar mejor. Estás más tranquila y vas a
poder reflexionar con serenidad. Pues bien, ¿quieres que te sea sincera?
- Claro que sí – respondió Nicinha.
- Entonces te diré, que me parece que tu padre hizo bien en prohibirte usar
el video juego. Sacaste notas bajas porque estás tan enviciada con esos juegos
que sólo piensas en ellos y no estudias, tu padre se está preocupando por tu
futuro. Si no estudias, ¿cómo crees que va a ser tu futuro? ¿Prefieres ser una
simple obrera en cualquier fábrica, o aspiras a ser veterinaria como siempre has
querido? No es que ser obrera sea malo, pero uno debe siempre buscar lo
mejor, ¿no te parece?
Nicinha no contestó, solamente abrazó con fuerza a María y regresó a su
casa.

¿Qué habéis pensado de ese gesto de María?

El profesor debe socializar la discusión, enseñando como Mariazinha


practicó la compasión en su color rojo, ofreciendo un eje a la amiga.
Al día siguiente María volvió a la lectura de aquel texto del lama sobre los
colores de la compasión, en el punto donde dice: “Tenemos también el color
verde. Digamos que un niño está levantando un mantel con un recipiente lleno
de leche hirviendo encima. Si no gritamos, el niño lo levanta y se quema.
Cuando gritamos, no estamos actuando contra el niño, sino en favor suyo.
Cuando decimos ¡No hagas eso!, estamos interrumpiendo una acción negativa.
Es cuando vemos aparecer alguna cosa mala y la impedimos.”
- Qué interesante, pensó María. - Quiere decir que ayer, cuando fui dura con
Nicinha, yo estaba usando la compasión en el color verde. No estaba contra ella,
sino a su favor, ayudándola a entender mejor la situación.

Muchas veces, cuando un niño recibe un castigo, se enoja y hasta se pone


rebelde, como sucedió con Nicinha. Pero siempre es importante reflexionar
sobre las razones del castigo. Los padres siempre aman a sus hijos y, cuando
les imponen algún castigo, es porque están actuando por el bien de ellos. Están
pensando en su futuro, en educarlos para la vida.
Por eso, nunca seáis rebeldes con quienes son responsables de vosotros,
cuando os pongan un castigo. Mucho mejor es reflexionar sobre lo que hayáis
hecho para merecerlo y debéis tratar de corregiros. Es por vuestro propio bien.
El profesor debe incentivar los presentes a manifestarse sobre los temas
que fueron tratados y conducir la conversación para un sano intercambio de
ideas.

Ahora vamos a relajarnos... cerrar los ojos y respirar hondo algunas veces
para armonizar nuestros ritmos internos... (Quince segundos).
Vamos a imaginar que estamos en una selva, sentados al pie de un gran
árbol, apoyados en su tronco. (Cinco segundos)
Alrededor de nosotros, hay el verde de la vegetación, y, en lo alto, podemos
ver el azul del cielo por entre las ramas de los árboles. (Cinco segundos)
Vamos a inspirar el aire, calmamente, intentando sentir el olor de las hojas
de la arboleda, de la tierra y de las flores silvestres. (Cinco segundos)
Intentemos oír con nuestra imaginación el canto de los pájaros, el sonido de
las hojas que se tocan al sabor de la brisa y un poco más lejos el sonido del
agua de un riacho, corriendo por entre las piedrecitas de su lecho. (Cinco
segundos)
Estamos en plena naturaleza, sintiendo paz, tranquilidad y alegría... (Cinco
segundos)
Vamos aprovechar este momento para una oración: “Dios, nuestro Padre,
queremos agradecerte por todas las bendiciones recibidas; por el amor, por la
amistad... Y te pedimos protección y apoyo para nuestros familiares y a todos
que estén sufriendo; pedimos también por la humanidad, para que se vuelva
más fraterna y más justa. Así sea.”
Vamos ahora volver calmamente a nuestro ambiente y abrir tranquilamente
nuestros ojos.
El profesor debe preguntar a cada uno si consiguió realizar bien el ejercicio
e invitar a los presentes a que intenten practicar la compasión también en los
colores rojo y verde.

12ª clase – La compasión


Conclusión

¿Quién de vosotros se ha acordado de saludar a las personas, de ser más


amoroso, más fraterno, de dar un abrazo...?
El profesor debe incentivar respuestas.

Mariazinha andaba ocupando su espíritu con la cuestión de la compasión


presentada por el lama budista en la forma de colores. Ya había leído sobre
algunos colores y sus significados. Ya sabía que el azul se refería a
“acogimiento”; el amarillo a “formas” que usamos para ayudar a alguien; el rojo
al “eje”, o sea, a una buena orientación. Había leído también sobre el verde,
usado cuando interrumpimos una acción negativa, así como ella hizo con su
amiga Nicinha, que estaba para hacer una tontería, y ella terminó “hablando
duro” con su amiga, pero consiguió que ella cambiara de idea.
Apenas pudo, María volvió a leer ese texto y encontró lo siguiente: “El
último, es el color blanco, la culminación de la compasión. Consiste en que
descubramos la naturaleza ilimitada y en tener suficiente amor para ofrecerlo a
las demás personas.”
Ahí la cosa se complicó un poco. ¿Qué sería esa naturaleza ilimitada?
Le pareció mejor pedir ayuda a su padre, quien dijo:
– Creo que se refiere a Dios. Cada religión entiende a Dios a su manera y
muchas le dan nombres diferentes – Absoluto, Altísimo, Arquitecto Cósmico,
Jehová, etc.; otras se refieren a Dios como aquél cuyo nombre no se puede
pronunciar, causa primera de todas las cosas, entre otros.
Ya el gran científico Albert Einstein dijo que Dios es la fuerza de la
naturaleza, el Gran Legislador Cósmico.
– No entiendo, dice María. – ¿Qué es eso de Gran Legislador Cósmico?
¿Legislador no es el que hace las leyes?
– Exactamente – respondió Gerardo. – ¿No es Dios quién hizo las leyes que
rigen el universo? Entonces...
– Ah, ahora entendí, afirmó la niña. – Son esas leyes las que hacen que
haya orden en el universo.
Gerardo, riendo de la astucia de su hija, dijo:
– Imagínate cómo sería, un caos si no existieran esas leyes que rigen los
movimientos de los cuerpos celestes, que aquí en la Tierra hacen los días, las
noches, las estaciones del año y permiten que haya vida en nuestro planeta.
Piensa en cómo sería si de repente esas leyes dejaran de existir o de actuar.
María no respondió, solamente se reía acordándose del sueño que había
tenido con el planeta Hipotalus, que acabó explotando, porque el azar se había
hecho cargo de todo y las leyes naturales habían dejado de actuar.
Regresó al ordenador, pensativa. El texto, que hablaba sobre la naturaleza
ilimitada, o sea, Dios, decía que era necesario suficiente amor para llevar esa
naturaleza a las otras personas.
La chica pensó… pensó y concluyó que eso puede suceder a través de
nuestras acciones, o sea, cuando vivimos de acuerdo con las leyes de Dios.
Amando, siendo honestos, respetuosos y pacíficos, estamos mostrando a los
demás esa naturaleza divina.
Sin embargo no estaba integralmente satisfecha, quería saber más y
continuó buscando otros enfoques sobre Dios, en Internet.
En esa búsqueda, conoció las más diversas maneras de entender a Dios.
Percibió que cada religión Lo veía de una forma diferente.
Ese entendimiento movió con la cabeza de la niña; ella corrió a pedir otra
vez ayuda al padre y fue luego diciendo:
– Papá, fui a investigar en la Internet sobre Dios y encontré más de diez
explicaciones diferentes sobre Él. Ahora estoy completamente confundida. Si
todas esas religiones creen sinceramente que están con la verdad, ¿cómo
queda eso? ¿Cuál de ellas está con la razón? ¿Cómo podemos saber en cuál de
ellas confiar? ¿O será que todo eso es invención?
– Calma, hija mía – contestó Geraldo. – Es innegable que existe un ser
superior, alguien arriba y muy allá de todo que nuestra mente consiga entender.
Basta que hagamos dos preguntitas básicas para que percibamos nuestra
absoluta incapacidad para entender a Dios.
– ¿Qué preguntitas son esas? – indagó Mariazinha, curiosa.
– Son sobre el tiempo y el espacio – contestó Geraldo.
Él siguió:
– Si pensamos sobre el tiempo, de aquí en adelante... es fácil imaginar la
eternidad... un tiempo que nunca termina. Pero si empezamos a volver en el
tiempo, siempre más y más para atrás, esperamos llegar a su inicio, ¿Verdad?
Sólo que preguntamos: ¿cómo era antes de ese inicio?
Mariazinha pensó un poco y dijo:
– Entendí, papá. La misma cosa ocurre con el espacio. Si viajamos a la
velocidad de la luz en alguna dirección por muchos millones de años y llegamos
al fin del espacio... entonces vamos a preguntar qué existe después de ese fin.
– Así es, hija– contestó Geraldo, orgulloso de la inteligencia de la niña, y
siguió:
– Dio para ver que el ser humano no tiene capacidad para entender a Dios.
Si ni mismo al tiempo y al espacio conseguimos vislumbrar, ¿cómo podríamos
entonces visualizar al Creador de todo eso?
Mariazinha reflexionó un poco más y su expresión era de preocupada.
Finalmente comentó:
– Yo estaba muy feliz al creer en Dios. Pero, ahora, no sé más en qué
pensar. ¿Será que Dios existe de verdad? Y, si él existe, será que cuida de
nosotros, así como las religiones enseñan?
– No te preocupes, hija. Basta mirar alrededor y verificar que hay una
inteligencia mayor conduciendo todo; hay un comando inteligente en la propia
vida. Las leyes naturales son perfectas y sus impulsos siempre visan la
evolución.
– Pero, papá, es que quiero saber si existe un Dios que cuida de nosotros,
de acuerdo con lo que afirman las religiones.
– Bien, hija, si podemos entender que Dios es la causa primaria de todo y
que la vida y el universo son conducidos por leyes equilibradas y sabias,
entonces podemos concluir que nosotros también somos gobernados por leyes
equilibradas y sabias.
– Comprendí, papá – contestó Mariazinha. – ¿Pero cómo puedo saber si Dios
cuida de verdad de mí?...
Geraldo pensó un poco y contestó:
– Bueno, en primer lugar, podemos percibir que el amor es la grande fuerza
del universo. Es el amor que conduce a los seres a la felicidad, y, si ese
sentimiento existe, es porque procede de Dios. Sentimientos negativos, como el
odio y otros tantos, son creaciones nuestras y no son eternos, porque, cuando
abrimos el corazón para el amor, ellos desaparecen. Entonces, si nos guiamos
por el amor, si vivimos el amor, estaremos en armonía con Dios. Cuanto a Él
cuide de nosotros, eso podemos conocer en la práctica, a lo largo de la vida. Se
cuentan millones de narrativas de personas que pidieron ayuda a Dios en un
momento de aflicción, y la ayuda llegó en las formas más inesperadas.
El profesor debe incentivar a los presentes a que se manifiesten sobre los
temas que fueron tratados y conducir la conversación para un sano intercambio
de ideas.

Vamos ahora hacer un ejercicio de relajación con visualización relacionadas


al Sol.
Los antiguos egipcios, principalmente en la era del faraón Akhenatón,
adoraban el Sol, como siendo la representación del Creador, porque el Sol da
vida a nuestro planeta.
Vamos, entonces, a cerrar los ojos y respirar hondo algunas veces para
armonizarnos.... (Veinte segundos)
Vamos a imaginar que estamos en la cumbre de una alta montaña, a la
hora del amanecer. Aquí se puede sentir la paz de las alturas, las caricias de la
brisa a lo largo del cuerpo, y la presencia grandiosa de la naturaleza. (Cinco
segundos)
A lo lejos, en el horizonte, el sol empieza a surgir con todo su esplendor,
iluminando valles y montañas, despertando la vida... (Cinco segundos)
Cada uno de vosotros debe intentar imaginar los rayos de ese sol naciente
iluminando su pecho (Tres segundos), penetrando en su corazón (Tres
segundos), retirando de su corazón todo sentimiento malo, retirando las
amarguras (Tres segundos), retirando la rabia (Tres segundos), retirando todas
las tristezas (Tres segundos), retirando las preocupaciones(Tres segundos).
Sentirá como su corazón queda suave, iluminado, feliz... (Cinco segundos)
Observe ahora mentalmente los rayos luminosos de ese Sol naciente, que
ilumina su cabeza, limpia su mente de todos los pensamientos contrarios a las
leyes cósmicas. (Cinco segundos).
Sienta su mente toda iluminada con la luz del bien, de la verdad, de la
paz... (Cinco segundos)

Sugerencia: encerrar la reunión con una oración, pidiendo a Dios para


ayudar a la humanidad a vivir el amor, la paz y la justicia; también para
bendecir a los presentes y a sus familiares...

13ª clase – Revisión

Hoy vamos hacer una relación de los valores que ya fueron tratados en
nuestros encuentros.
Siempre que sea posible o viable, el profesor debe incentivar comentarios
y/o socializar los temas.

Los temas que fueron vistos son los siguientes:


1 – Amor.
¿Quién se recuerda cuántos tipos de amor existen?
El profesor debe incentivar respuestas.
Tipos de amor:
a) Amor universal. Ejemplo: Una fuente que dona sus aguas cristalinas sin
preguntar a quién.
b) Amor entre hermanos.
c) Amor entre padres e hijos.
d) Amor entre parejas.
e) Amor entre personas en forma de amistad.
2 – Naturaleza.
La naturaleza es sabia y maternal proporcionando a la vida todo de lo que
ella necesita, pero el ser humano no la respeta. Este contamina el aire, los ríos y
hasta el mar, y, a causa de eso, el clima de la Tierra está cambiando y tantas
catástrofes vienen ocurriendo. A causa de eso es imprescindible que
empecemos a crear una cultura de respeto por la naturaleza, para que la vida
pueda seguir manifestándose en la Tierra, sin mayores sufrimientos.
3 – Importancia del “Buenos días”, “Buenas tardes” o “Buenas noches”.
El saludo eleva el ánimo de las personas y también representa buena
educación.
4 – Responsabilidad. Ejemplo: Caso de La obra de teatro de Mariazinha y
compañeras que casi fue por “agua abajo” a causa de la falta de
responsabilidad de Lúcio.
5 – Consciencia pesada. Ejemplo: Caso de Geraldino.
Cuando nació su hermanito, Geraldino se puso tan celoso que deseó que el
bebé muriera, pero, después de un sueño que tuvo, percibió cuán equivocado
estaba y quedó con la conciencia muy pesada. Pidió mucho a Dios para curar a
su hermanito y fue un alivio cuando el bebé se recuperó.
6 – Ambición.
En sí misma, la ambición puede no ser mala. Lo malo es el exagero y la
forma cómo buscamos satisfacer nuestras ambiciones. Ejemplo: Adriana tiene
una buena ambición, la de sacar buenas notas en la escuela. Estudia mucho y
siempre hace muy bien sus tareas. Usa Internet para investigar y, cuando tiene
que copiar alguna cosa, ella lo hace escribiendo a mano, porque así va
aprendiendo. La ambición de Bruna es mal conducida. En vez de estudiar, busca
conseguir alguna “chuleta” y, cuando puede, copia trechos enteros de Internet
e imprime, sin preocuparse en aprender.
7 – Fue en la existencia de Dios.
8 – No violencia.
Ejemplo 1: Gandhi, hombre admirable que consiguió expulsar a los ingleses,
conquistando la independencia de India sin guerra, sin tocar en armas.
Ejemplo 2: Martin Luther King Jr., que luchó sin violencia por los derechos
de los negros en los Estados Unidos.
Practicar la no-violencia es nunca herir o amagar a alguien por palabras o
por acciones. Las personas no violentas siempre son más agradables, consiguen
hacer más amigos, tienen más suceso en la vida y, principalmente, están
obedeciendo a las leyes universales de la paz.
9 – Paz.
La paz es una condición interior de tranquilidad, de no violencia, y puede
ser entendida como siendo un estado de espíritu sin ira, sin desconfianzas y sin
esos sentimientos negativos que las personas suelen guardar en el corazón,
como el celo, la envidia y el odio. Muchas personas consiguen mantener la paz
interior, a pesar de situaciones complicadas. Otras se estresan por cualquier
cosa y otras, todavía, parten para la agresión por cualquier motivo.
La paz es una de las mayores conquistas del ser humano.
10 – La mentira. Ejemplo: El caso de Ana Rosa, que vivía mintiendo y,
cuando fue secuestrada, perdió la oportunidad de ser rescatada porque no
creyeron en ella.
11 – Críticas.
Es necesario no importarse con las críticas o con las dificultades que las
personas siempre encuentran cuando quieren vivir y actuar de forma correcta.
12 – Vicios.
Es posible que vosotros encuentren personas que usan drogas y que van
hacer de todo para atraerlos también al vicio. Ellos dirán que sólo una vez no
tiene importancia, que no vicia... Pero es exactamente así que ocurre. La
persona usa una vez, después usa otra más y, cuando se da cuenta, no
consigue parar más, porque ya entró en ese camino, un camino que le traerá
mucho sufrimiento.
Y es bueno recordar que el alcohol también es una droga que vicia,
generando infinitos sufrimientos.
13 – Compasión en el concepto budista, representado por los colores:
Azul = acogimiento. Ejemplo: Mariazinha acogió la compañera Juana, que
estaba necesitando de ayuda con las matemáticas.
Amarillo = formas. Ejemplo: Mariazinha proporcionó formas para Nilo poder
seguir estudiando.
Rojo = eje. Ejemplo: Mariazinha mostró a Nicinha que ella estaba
equivocada al querer salir de casa, considerando que el castigo que había
recibido era justo.
Verde = interrumpir la negatividad. Ejemplo: Mariazinha “habló duro” con
Nicinha que estaba para hacer una tontería y consiguió que ella desistiera.
Blanco = culminación de la compasión. Está en que descubramos la
naturaleza ilimitada (Dios) y tener suficiente amor para ofrecer para otras
personas.
Con relación al blanco, Mariazinha entendió que ofrecer a las otras personas
ese entendimiento sobre Dios puede ocurrir a través de nuestras acciones, o
sea, cuando vivimos de acuerdo con las leyes divinas, amando, siendo
honestos, respetadores y pacíficos. Es de esa forma que estamos presentando a
los otros esa naturaleza divina.
Finalizando, vamos a leer otra vez lo que Geraldo le dijo a su hija, a
respecto de Dios y del amor: “En primer lugar, podemos percibir que el amor es
la gran fuerza del universo. Es el amor que conduce a los seres a la felicidad, y,
si ese sentimiento existe, es porque viene de Dios. Sentimientos negativos,
como el odio y otros tantos, son creaciones nuestras y no son eternos, porque,
cuando abrimos el corazón para el amor, ellos desaparecen. Entonces, si nos
guiamos por el amor, si vivenciamos el amor, estaremos en armonía con Dios.
Cuanto a que Él cuide de nosotros, eso lo podemos conocer en la práctica, a lo
largo de la vida. Se cuentan millones de narrativas de personas que pidieron
ayuda a Dios en un momento de aflicción, y la ayuda llegó en las formas más
inesperadas.”

Vamos ahora a relajarnos... cerrar los ojos y respirar hondo algunas veces
para armonizarnos.... (Veinte segundos)
Imaginen que vosotros se encuentran en el campo... (Cinco segundos)
Hay arbustos floridos alrededor... (Tres segundos)
Mirando hacia arriba, vosotros ven el cielo, muy azul, con algunas nubecitas
llevadas suavemente por la brisa... (Cinco segundos)
Vosotros ven flores y nubes... Las flores nos hablan en alegría y amor... Su
vibración nos transmite ternura y contentamiento... (Cinco segundos)
Las nubes, pasando, indican que hay cielo, hay luz, hay vida que brilla en
otras infinitas dimensiones... (Cinco segundos)
Una su alma, su mente, su espíritu en esa luz... Luz de Dios que está en las
flores y además de las flores; que está en las nubes y además de las nubes; que
está en el azul del cielo y además de ese azul... (Cinco segundos)
Repita mentalmente las siguientes palabras, intentando sentirlas en toda su
profundidad:
De la mente divina, luz infinita, fluya luz para mi mente... (Cinco segundos).
Que mi mente se ilumine y se ennoblezca en esa luz... (Cinco segundos).
Que esa luz divina recorra todo mi ser, para que yo vibre en la paz y en la
armonía... (Cinco segundos).
Del corazón del universo, fuente infinita y eterna de amor, fluya amor para
mi corazón... (Cinco segundos).
Que mis sentimientos se engrandezcan en ese afecto de Dios, en ese afecto
que vibra en todo el universo, dando a todo y a todos, razones para existir...
(Cinco segundos)
Que ese afecto ocupe todos mis espacios interiores... (Cinco segundos)
Paz y armonía en todo mi ser. (Cinco segundos)

Sugerencia: cerrar la reunión con una oración, pidiendo a Dios para que
cuide de todos los presentes, ayudándoles a vivir siempre en de acuerdo con la
Gran Ley; a que desarrollen sentimientos nobles y fraternos; agradecer a Dios
por todas las bendiciones recibidas, por la familia, por el amor, por la amistad;
pedir protección y apoyo a los familiares y a quién esté en dificultades; solicitar
ayuda divina para toda la humanidad, para que se vuelva más fraterna y más
justa.

14ª clase – Fe y amor

¿Vosotros os acordáis de aquél episodio que narramos aquí sobre el planeta


Hipotálus, que explotó por causa de las artimañas del azar? Vimos también que
María se sintió dispersada por el espacio, a lo largo de la órbita de aquél
planeta, y que, llorando, desesperada, pidió ayuda a Dios y luego percibió que
sus fragmentos de ideas, sensaciones y sentimientos se iban reagrupando y
tomando forma, movidos y atraídos por una fuerza que se identificó como el
amor.
Ella percibió también que esa fuerza poderosa e inteligente era del Ser
Supremo, Creador de todas las cosas, y se sintió consolada y protegida.
Esa historia nos enseña, lo importante que es tener fe.
Los grandes maestros que han surgido en las más diversas épocas para
conducir a la humanidad siempre enseñaron prácticas necesarias para la
construcción de la felicidad para todos. Y todas esas prácticas siempre se
basaron en el amor.
Si la humanidad intentara seguir esas enseñanzas, la vida sería mucho
mejor para todos, no habría miseria ni pobreza y también no habría gente
malgastando dinero, viviendo en fabulosas mansiones y gastando fortunas
consigo misma.
Las grandes religiones de la Tierra siempre han enseñado que vivir hoy de
forma fraterna, justa y honesta genera efectos para lo después de esta
existencia.
Algunas religiones creen que hay un cielo o un infierno para después de la
muerte. Dicen que aquellos que cumplieron sus obligaciones religiosas van para
el cielo y los otros para el infierno, o incluso al purgatorio.
Otras religiones dicen que todas las personas ya vivieron muchas
existencias en la Tierra. Dicen también que todos volverán a reencarnar tantas
veces cuantas fueren necesarias, hasta que se decidan a vivir de forma
fraterna, justa y honesta, porque sólo así el mundo podrá volverse en un lugar
bueno para todos.
Pero, sea cual sea la creencia religiosa, ella siempre indica que hay un
“después de esta vida” y que ese después depende de la forma de cómo se
vivió aquí en la Tierra.
Así que, no importa cuál sea nuestra religión. Hasta los que no tienen una
religión, lo importante es que crean que existe una superioridad superior en el
universo, un mando justo, basado en el amor, porque el amor es la propia
fuerza de la vida.
Entonces, para que nos armonicemos con el universo y con las leyes
cósmicas, es necesario que aprendamos a amar, a sentir un amor universal, de
acuerdo con lo que ya fue explicado.
Los grandes seres, como Jesús, Francisco de Asís, Madre Teresa de Calcuta
y tantos otros, aman con ese amor universal, que no es enfocado en alguien,
sino en todo y en todos.
Madre Teresa de Calcuta, por ejemplo, es considerada la misionera del siglo
XX. Aún joven, se marchó a la India, vivió como religiosa y profesora en el
convento de Loreto, en la ciudad de Calcuta. Pero, observando los enormes
contrastes entre el lujo de los ricos y la penuria de los pobres que vivían en la
miseria, resolvió abandonar la seguridad del convento y se fue a vivir entre los
pobres.
En Calcuta las personas morían en las calles, diariamente, de hambre y
enfermedades, y todas las mañanas sus cuerpos eran recogidos por una carreta
de limpieza como si fueran basura. ¡No! Ella no conseguía habituarse a ese
terrible espectáculo de personas esqueléticas muriendo de hambre o pidiendo
limosna por las calles.
Empezó entonces, a pedir ayuda a quién se la pudiera dar, con lo que
conseguía aliviar el hambre de los pobres. Recogía de las calles a los enfermos
y moribundos, les daba cobijo, bañaba, conseguía ropa limpia, les daba
medicamentos y cuidaba de ellos con inmenso amor. Ella decía:
– Queremos que ellos sepan que hay gente que los ama verdaderamente.
Aquí ellos encuentran su dignidad de seres humanos.

¿Y vosotros? ¿Qué opinan sobre esas actitudes de Madre Teresa?


El profesor debe incentivar respuestas.

Cuando ella pasaba, los niños hambrientos y sucios, deficientes, enfermos


de todas clases gritaban su nombre con los ojos inundados de esperanza.
Madre Teresa decía que la falta de amor es la mayor de todas las pobrezas.
Murió en 1997, dejando al mundo un grandioso ejemplo de coraje y de
amor.

También existen miles de otras personas que dedicaron y todavía dedican


sus vidas a ayudar a los más necesitados, pero que permanecen en el
anonimato; eso quiere decir que pocos conocen sus acciones. Esas personas
también aman con ese amor universal.
Cuanto a nosotros, cuando queremos, siempre encontramos alguna forma
de ayudar a alguien que esté necesitando. Esa ayuda también puede ser un
sencillo gesto de solidaridad, un gesto de afecto... y hasta incluso un
sentimiento de amor direccionado para la humanidad.
¿Vosotros saben por qué hay gran diferencia entre el ambiente de una
iglesia, por ejemplo, y de una cárcel? Porque aquello que sentimos queda
impregnado en los ambientes. Eso es fácil de percibir.
Cuando entramos en una iglesia donde las personas desarrollan
sentimientos elevados, de religiosidad, de amor y de fe, podemos sentir un
ambiente leve, agradable. Pero, si entramos en una cárcel, sentimos un
ambiente muy pesado, difícil de soportar.
Esto ocurre por causa de los sentimientos y pensamientos de los que allí
viven, así como también de lo que hablan.
Nuestro planeta está envuelto en energías agresivas, principalmente por el
hecho de millones de personas asisten a películas y noticiarios con contenido
violento; juegan juegos electrónicos violentos, y hasta conversan mucho sobre
temas que giran alrededor de esos temas.
¿Saben cómo ocurre eso?
El profesor debe incentivar respuestas.
Mientras estamos jugando juegos violentos, viendo escenas de violencia o
hablando sobre esos temas, estamos generando emociones de esa naturaleza.
Entonces, esas energías agresivas que nosotros generamos van a juntarse con
aquellas que ya existen, se impregnan aún más en los ambientes de la Tierra.
Ocurre que las personas sienten esa influencia, y vemos personas sin cualquier
motivo coger un arma y salen matando a la gente.
Si queremos un mundo mejor para nuestro futuro, necesitamos hacer
alguna cosa para que el mundo mejore y podríamos empezar intentando en no
envolvernos con emociones violentas, como esas de que hablamos: juegos,
películas, noticiarios y conversaciones que tengan contenido de violencia.
El profesor debe incentivar a los presentes a que se manifiesten sobre los
temas que fueron tratados y conducir la conversación para un sano intercambio
de ideas.

Para terminar, vamos a generar una buena energía para nuestro planeta.
Entonces, vamos a cerrar los ojos y respirar hondo algunas veces para
relajarnos. (Diez segundos)
Vamos a imaginar que estamos en una nave espacial parada a gran altura y
de donde vemos la Tierra girando lindamente en el espacio. (Diez segundos)
Pensemos ahora con mucho amor en nuestro planeta, como si lo
estuviéramos abrazando con mucho cariño. Al final, se trata de nuestra casa
cósmica, ¿Verdad? ... (Cinco segundos)
Pensemos en las bellezas de la naturaleza, en las matas verdes... (Tres
segundos), en los océanos azules... (Tres segundos), en los picos de hielo...
(Tres segundos), en las tierras fértiles donde son sembrados alimentos que
nutren a los seres humanos y muchos animales. (Cinco segundos)
Vamos a envolver la Tierra en un sentimiento de amor y de paz. (Diez
segundos)
Ahora vamos abrir los ojos y seguir sintiendo esos sentimientos tan buenos
que son el amor y la paz.

Sugerencia: terminar la reunión con una oración, pidiendo a las Fuerzas


Cósmicas del Amor para envolver a toda la Tierra en su vibración, desarrollando
amor en los corazones de todos; para que infundan paz en los corazones de
todas las personas; terminar, agradeciendo a Dios por todas las bendiciones
recibidas, por la familia, por el amor, por la amistad...

15ª clase – Falta de respeto

El profesor debe pedir a algunos de los presentes que preste por instantes
algo que esté con él, un libro, un bolígrafo, etc.; coger el objeto solicitado y
devolverlo, diciendo amablemente “muchas gracias”; preguntar a esa persona
cómo se sintió al recibir el agradecimiento; socializar la discusión, enfocando la
idea de que agradecer es bonito, enseña la buena educación de la persona,
que una persona educada siempre es más admirada y mucho más bien recibida
en cualquier lugar; invitar a los presentes a que pasen a usar siempre el
agradecimiento a partir de ese día, sin que se olviden de los saludos: Buenos
días, Buenas tardes y Buenas noches.

Arturo era un chico que no respetaba a los otros. Empujaba a quien


estuviera enfrente de él cuando quería pasar; usaba objetos de los compañeros
sin pedirles permiso; molestaba a quien quería estudiar y, cuando alguien
protestaba, se reía y salía corriendo.
No era un chico malo, sólo maleducado, aparte de eso tenía también
muchas cualidades, era colaborador, ayudaba a los compañeros cuando lo
necesitaban; en casa, ayudaba a su madre en las tareas domésticas y le
encantaba tocar la guitarra. Pero su mayor pasión era el futbol de salón y
jugaba bien, pero… había siempre aquella cuestión de la falta de respeto, pues
Arturo no quería obedecer las reglas del juego. Además de eso, creaba muchos
problemas; no utilizaba la cisterna cuando iba al servicio y dejaba el lavabo del
vestuario todo cubierto de agua.
Nadie podía confiar en él. Cierta vez escuchó una conversación en la cual se
hablaba sobre el descalabro económico del padre de Nedinha y lo difundió por
todo el colegio. Nedinha, que no sabía nada, se quedó tan traumatizada que
hasta se enfermó. La directora lo mandó llamar y tuvo una conversación muy
seria con él sobre la cuestión del respeto, y le preguntó:
– ¿Arturo, a ti te gustaría que el colegio supiera que estudias aquí casi sin
pagar porque tu padre es alcohólico y es tu madre quien se mata trabajando
para mantener la familia?
Fue un choque, como si una bomba explotara encima de él, pues nunca
había pensado en ello.
Ese día Arturo se fue a su casa con la cabeza baja, todo avergonzado,
prometiéndose a sí mismo que, a partir de entonces, sería más discreto, nunca
más iría a divulgar secretos ajenos.
Pero la mala educación continuaba, no respetaba los derechos de los otros,
usaba objetos de los compañeros sin pedirles permiso, molestando a quien
quería estudiar, no limpiando lo que ensuciaba, etc.
Pobre Arturo, no sabía lo que le esperaba.
Imaginen su entusiasmo, su alegría, cuando supo que su nombre había sido
elegido para el equipo de futbol de salón que iría a disputar el campeonato
regional entre colegios. Sólo que había una condición para que un alumno
participara en ese campeonato. Tendría que conseguir la aprobación, con
relación a su conducta, por lo menos de un 70% de los compañeros y
profesores.
Es obvio que Arturo perdió esa oportunidad. Era lo que más deseaba.
Fue llorando amargamente cuando vio su nombre tachado en la relación de
participantes, pero eso fue un dolor que lo benefició, porque le hizo cambiar su
conducta; a partir de entonces fue respetuoso con los demás, como debe ser.
¿Vamos a ver quién sabe lo que es respetar a los otros?

El profesor debe incentivar respuestas y socializar el tema, destacando lo


que significa respetar a los otros:
- Nunca humillar a nadie.
- Tratar a todos con atención y consideración.
- No desmerecer a cualquier persona.
- No agredir.
- No insultar.
-Ser educado en el trato con los otros, principalmente con los padres, con
los profesores y con los más viejos.

¿Quién de vosotros cree que tiene respeto por los otros?


El profesor debe incentivar respuestas.

Pero existen varias situaciones en las cuales se falta el respeto, como en


relación a las leyes.
En Brasil tenemos las leyes federales, que son válidas para todo el país.
Tenemos las leyes estatales, validas dentro de los estados, y también las leyes
municipales, que valen en los municipios.
¿Alguien sabe decir para qué sirven las leyes?
El profesor debe estimular respuestas.

Antiguamente las comunidades establecían reglas de conducta para


preservar los derechos de las personas y para que ellas supieran cuáles eran
sus derechos y deberes. Sólo así sería posible vivir en armonía entre sí.
Hoy, las naciones establecen sus leyes y crean organizaciones para hacer
con que sean cumplidas.
¿Quién sabe citar alguna de esas organizaciones?
El profesor debe incentivar respuestas, recordando que el Poder Judiciario,
las policías y el sistema penitenciario son algunas de esas organizaciones que
fueron creadas para hacer con que las leyes sean cumplidas.

Pero existen también otras leyes o reglas de conducta, que son creadas en
las empresas, en las escuelas y hasta incluso en los hogares.
¿Quién sabe citar alguna de esas normas establecidas en su casa?
El profesor debe estimular respuestas.

En la escuela también existen reglas de conducta, porque es allá que los


niños estudian, aprendiendo las materias y adquiriendo los conocimientos de
que van a necesitar durante toda su vida.
Pero, para que existan condiciones buenas para los alumnos puedan
estudiar con tranquilidad, para el bien de todos, es necesario que haya reglas y
que ellas sean obedecidas.
Sin leyes y sin reglamentos, todo se vuelve un desorden, y sin organización
no se hace nada de bueno.
La escuela es un lugar de aprendizaje, por eso es necesario que haya un
ambiente equilibrado.
El hogar es nuestro espacio, nuestra dirección en el mundo, por eso allí
también debe existir leyes o reglas de conducta, para que cada miembro de la
familia haga su parte. Eso es importante para que haya orden y armonía y que
todos puedan sentirse bien.
El profesor debe incentivar a los presentes a que se manifiesten sobre los
temas que fueron tratados y conducir la conversación para un sano intercambio
de ideas.

Vosotros ahora van a relajarse... cerrar los ojos y respirar hondo algunas
veces para armonizarse.... (Diez segundos)
Piensen en sí mismos con mucho cariño. Imaginen sus cuerpos envueltos en
una luz suave, llena de paz. (Cinco segundos)
Sientan afecto por sí mismos... (Tres segundos)
Sientan respeto por sí mismos... (Tres segundos)
Piensen en sí mismos viviendo siempre de acuerdo con las leyes de Dios,
siendo honestos, fraternos y pacíficos. (Diez segundos)
Ahora voy hacer una oración y vosotros acompañan, sólo en pensamiento:
“Dios, nuestro creador, pedimos que nos proteja, a nosotros y a nuestros
familiares, y que nos conduzca siempre por caminos honestos, justos y
fraternos. Pedimos tu apoyo para la humanidad entera. Ayuda a los que están
sufriendo, a los que están enfermos y a aquellos que no tienen un hogar...
Pedimos también por los malos... ayúdalos a que comprendan sus errores y a
que busquen mejorarse. Finalmente te agradecemos por todo lo que la vida nos
da, pues sabemos que es ella, la vida, la gran escuela de nuestro espíritu... Así
sea.”

16ª clase – Altruismo

NOTA.: El docente debe mostrar a los niños, la foto de abajo.


¿Saben por qué estos niños están tan delgados? Es a causa del hambre; no
esa hambre que la gente siente cuando va llegando la hora de la comida, sino
un hambre perenne, porque el alimento nunca llega, y cuando llega, será tan
solo un trocito de alguna comida vieja que no alcanza ni para engañar al
estómago.
Existen millones de personas en nuestro planeta que no tienen qué comer.
¡Piensen en la dimensión de su sufrimiento!
¿Quién de ustedes puede decir por qué existe tanto sufrimiento en la
Tierra?
El docente debe incentivar respuestas.

La inmensa mayoría de los sufrimientos en la Tierra, son causados por el


propio ser humano.
Entendemos que la mayor causa de esos sufrimientos, está en un trío con
caracteres negativos, que son cultivados por un gran porcentaje de las
personas.
¿Quién sabría decir cuáles valores negativos son esos?
El profesor debe incentivar respuestas.

Ese trío de valores negativos son el egoísmo, la ambición y el orgullo.


Vamos a ver cómo funciona eso.
Quien es egoísta, sólo piensa en sí mismo; no le importa el sufrimiento de
los otros.
El ambicioso, siempre quiere tener cada vez más y más bienes, más dinero,
mismo a costa de la miseria y del sufrimiento de los otros.
Y el orgulloso quiere tener más poder; siempre quiere estar por encima de
los demás.
Este es el trío del mal. Es el trío responsable de los terribles sufrimientos de
millones y millones de seres humanos.
Una infinidad de políticos, de empresarios y de ricos en nuestro planeta,
que son egoístas y ambiciosos. Por esa razón, siempre están haciendo de
todo, para ganar más dinero, sin preocuparse por los sufrimientos que puedan
causar, ni por los daños que puedan producir en el medio ambiente. Como son
egoístas y ambiciosos, sólo piensan en sí mismos. Lo mismo ocurre con los
orgullosos, que viven luchando para tener más poder, y, para alcanzar sus
objetivos, son capaces de pasar por encima de los demás, generando muchos
sufrimientos.
Pero existe una cualidad muy valiosa que podría acabar con la miseria en la
Tierra. Ella se llama altruismo.
¿Alguien sabe lo que significa altruismo?
El docente debe incentivar respuestas.

Altruismo es lo contrario de egoísmo. La persona altruista se preocupa más


por el bienestar de los otros, que por el suyo.
Imaginen cómo sería la Tierra si no hubiesen egoístas, ambiciosos ni
orgullosos. Si todos fuesen más fraternos, más pacíficos y más justos... nuestro
mundo sería un paraíso... para todos.
Y en ustedes, niños, está la gran esperanza para el futuro de la Tierra.
¿Saben por qué?
Si los niños de nuestro planeta crecieran practicando los valores, de los que
hemos hablado en el transcurso de estas clases, después de algunos años más,
cuando ya sean adultos, podrían unirse a los millones de personas y
organizaciones que trabajan por el bien de la humanidad. Debido a ese
refuerzo, habría una poderosa fuerza del bien actuando en la Tierra, con
capacidad para cambiar el mundo, volviéndolo pacífico, justo y fraterno.
Pero nosotros también podemos colaborar desde ahora, y vosotros ya
saben cómo: haciendo otra vez aquellas vibraciones de amor para la Tierra.
OBSERVACIÓN: En este ejercicio es importante que el profesor lea
lentamente, dando las pausas que sean necesarias.

Entonces, vamos a cerrar los ojos y respirar hondo algunas veces para
relajarnos. (10 segundos)
Vamos a imaginar que estamos en una nave espacial parada a gran altura y
desde donde vemos la Tierra, girando rítmicamente en el espacio. (Diez
segundos)
Pensemos ahora con mucho amor en nuestro planeta, como si lo
estuviéramos abrazando con mucho cariño. Al fin y al cabo se trata de nuestra
casa cósmica, ¿no es verdad?
Pensemos en lo bella que es la naturaleza, las selvas verdes... los océanos
azules... las cordilleras nevadas... las tierras fértiles donde se siembran
alimentos que nutren a los seres humanos y a muchos animales. (Diez
segundos)
Vamos a envolver la Tierra en un sentimiento de amor y de gratitud. (Diez
segundos)
Ahora vamos a abrir los ojos y a continuar sintiendo ese sentimiento tan
bello que es el amor, en su forma universal.

El profesor debe incentivar a los presentes a que se manifiesten sobre los


temas que fueron tratados y conducir la conversación para un sano intercambio
de ideas.
Sugerencia: terminar la reunión con una oración, pidiendo a Dios ayuda
para todos que los están pasando necesidades, por los niños abandonados y por
los que se dejaron involucrar en vicios; también protección y apoyo a los
familiares de los que se encuentran presentes; ayuda para toda la humanidad,
para que esta se vuelva más fraterna y más justa. Es importante recordar
además de agradecer a Dios por todas las bendiciones recibidas, por el amor y
por la amistad, así como por la alegría que hace tan bien al cuerpo y alma...

17ª clase – Respeto

El profesor debe preguntar a los presentes si se han acordado de pedir


disculpas, de usar el “por favor”, de saludar a las personas al encontrarlas y de
agradecer por las amabilidades que hayan recibido.

Hoy vamos hablar sobre el respeto que debemos tener por algunas cosas,
tales como la vida, la naturaleza, por nosotros mismos, por los otros, por las
leyes, etc.
Vamos a empezar por el respeto a la vida. ¿Quién de vosotros sabe definir
qué es vida?
El profesor debe incentivar respuestas.

Es difícil definir qué es vida, pero sabemos que es una cosa maravillosa.
Podemos estudiar, jugar, divertirnos, abrazar nuestros padres y nuestros
amigos porque estamos vivos.
Para que haya vida en nuestro planeta, es necesario tierra, agua, aire y luz
del Sol.
La tierra produce las plantas.
El agua matar la sed de las criaturas vivas y sirve también de vivienda a un
gigantesco sistema de vida, tanto en el agua salada, o sea, en los mares y
océanos, cuanto en el agua dulce, en los ríos, lagos y estanques.
Cuanto al aire, nutre nuestras células con oxígeno. Las plantas, los
animales y las personas necesitan del aire para vivir. El aire también conduce el
sonido, el perfume de las flores y posibilita el vuelo de los pájaros y también de
los aviones.
Ya la luz del Sol realiza la fotosíntesis en las plantas. La fotosíntesis es uno
de los procesos biológicos más importantes del planeta. Fue ella que transformó
la Tierra en este lugar habitable donde vivimos.
Sugerencia: pedir a los niños para que siembren algunos granos de frijoles
a fin de que puedan observar cómo la vida se manifiesta, cuando hay
condiciones favorables. Ellos pueden sembrarlas, por ejemplo, en un vaso
descartable, dentro de un penacho de algodón; deben mojar diariamente el
algodón y dejar este material en un local donde haya claridad del Sol. Con
algunos días verán los granos crear raíces y crecer rápidamente.

Ahora vamos hablar sobre el respeto que debemos tener por nosotros
mismos.
¿Quién de vosotros sabe lo que significa que tengamos respeto por
nosotros mismos?
El profesor debe incentivar respuestas.

Vamos a mostrar un ejemplo. Buda fue un hombre que supo respetarse a sí


mismo. Él vivió hace más de 2.500 años. Su nombre verdadero era Sidarta
Gautama.
Sidarta era un príncipe hindú que no conocía la pobreza, no sabía lo que era
viejez ni enfermedades, porque su familia lo mantenía siempre lejos de todo
eso.
Una tarde, huyendo del palacio, el joven Gautama vio a un viejo tan
curvado que mal conseguía caminar, apoyándose en un bastón. Vio mendigos,
personas enfermas y todo tipo de males y sufrimientos. Todo eso lo dejó
profundamente chocado.
Cuando iba volviendo al palacio, él vio un Sadhu, un ermitaño errante, cuyo
rostro irradiaba paz y dignidad. Eso impresionó a Buda a tal punto que él decidió
renunciar a todas las comodidades y dedicar el resto de su vida en busca de la
verdad.
Vivió mucho tiempo en contacto con la naturaleza, meditando sobre la vida,
y llegó a la conclusión de que los placeres del mundo no traían la felicidad y que
solamente los placeres del espíritu podrían volver a las personas
verdaderamente plenas y felices.
Salió, entonces, por el país hablando del desprendimiento de los bienes
materiales.
¿Quién sabe lo que significa desprendimiento de los bienes materiales?
El profesor debe incentivar respuestas, recordando que las personas
desprendidas son las que no se apegan a bienes materiales; que pueden
deshacerse de ellos – si fuera necesario – sin sufrimiento. Debe también
explicar que debemos cuidar de los bienes que poseemos, pero no apegarnos a
ellos, porque son transitorios, y que los únicos bienes realmente nuestros son
los bienes espirituales, o sea, los valores positivos que ya conseguimos agregar
a nuestras actitudes.
Pues bien, Buda abandonó su condición de riquísimo príncipe hindú y
dedicó toda su vida para enseñar el bien. Así, terminó volviéndose el guía
espiritual de más de 370 millones de personas, en casi todos los países de
nuestro planeta.
¿Alguien sabe qué tiene eso que ver con respeto por sí mismo?
El profesor debe incentivar respuestas.

Al abandonar las riquezas y comodidades por una vida de pobreza y hasta


de sufrimientos, Buda estaba respetándose a sí mismo.
Cuando descubrió que había pobreza, miseria, enfermedades y muchos
sufrimientos, mientras él vivía en un palacio, regazo de lujo y de comodidad,
entendió que todo aquello era muy injusto, era contra sus principios; era contra
sus valores. Él percibió también que la felicidad no está en los bienes
materiales, ni en los placeres que el mundo ofrece. Entonces, por respeto a sí
mismo, a sus valores, prefirió abandonar todo y pasó a vivir en busca de los
valores del propio espíritu.
Buda supo respetarse a sí mismo, pero millones de personas hacen lo
opuesto. No se respetan a sí mismos.
¿Quién de vosotros ya vio un rebaño de vacas?
El profesor debe incentivar respuestas.
Siempre hay una vaca que va al frente con una campana en el cuello, y las
otras la siguen; van para donde ella vaya.
De la misma forma muchas personas que tienen capacidad de imponerse a
los otros también forman sus rebaños de gente. Podemos observar eso en
muchos políticos que hablan bonito, con mucho entusiasmo, prometen todo, y el
pueblo vota en ellos, creyendo que van realmente a cambiar mucha cosa para
mejor. Pero, en gran parte de los casos, esos políticos sólo quieren
aprovecharse.
Entre los jóvenes también vamos a encontrar grupos liderados por alguien
que “piensa” ser el mejor, por el hecho de ser el más fuerte, el más bonito, o
porque posee un coche u otra cosa que los otros no tienen.
Hay también aquellos que toman bebidas alcohólicas o usan drogas, y otros
incluso que son peleadores; por donde andan hacen confusión, agrediendo y
hasta mismo matando, como ya ha ocurrido muchas veces. Esos tipos se ponen
a liderar a los compañeros, y quien quisiera agruparse a ellos tienen que hacer
lo mismo.
¿Qué ocurre entonces?
El profesor debe incentivar respuestas y socializar el tema, con foco a los
grupitos que se forman, principalmente en las escuelas, enseñando que muchos
jóvenes, para agruparse, abren mano de los propios valores y terminan
haciendo cosas contrarias a lo que sus conciencias indican.
Como vosotros pueden ver, esos jóvenes que se unen a una conducta
desordenada, para molestar a los otros, para disfrutar de los vicios, no están
teniendo respeto por sí mismos.
De la misma forma niños que mienten, engañan, roban, faltan con el
respeto a los más viejos, a los profesores, niños que maltratan animales, no
están teniendo respeto por sí mismos.

¿Quién sabe definir ahora lo que significa respetarse a sí mismo?


El profesor debe incentivar respuestas, recordando que respetarse a sí
mismo, dentro de otras cosas, es ser de bien, no mentir, cuidar bien del propio
cuerpo... en fin, nunca hacer algo que la conciencia pueda recriminar.

Sugerencia: terminar la reunión con una oración, pidiendo a Dios para


ayudar a todos los presentes a que vivan siempre de acuerdo con la Gran Ley; a
que desarrollen sentimientos nobles y fraternos; agradecer a Dios por todas las
bendiciones recibidas, por la familia, por el amor, por la amistad; pedir
protección y apoyo a los familiares y a quien esté en dificultades; solicitar
ayuda divina para toda la humanidad, para que esta se vuelva más fraterna,
más justa y pacífica.

18ª clase – Factura.

El profesor debe preguntar a los presentes si se han acordado de pedir


disculpas, de usar el “por favor”, de saludar a las personas al encontrarlas y de
agradecer por las amabilidades que hayan recibido.

Cierto día, Mariacita llegó de la escuela toda eufórica, diciendo:


– Mamá, un compañerita me ofreció un MP3 muy baratito. ¡Cómpramelo,
mamacita, cómpramelo!
– Bien, si el precio es bueno y ella tiene la factura... – contestó Ilka.
– ¿Qué es factura? – preguntó Mariacita curiosa.
– La factura es un documento importante que la tienda da al cliente, cuando
este hace una compra – explicó Ilka. – Es la garantía de que ese producto no ha
sido robado.
– No entendí, mamá. ¿Qué tiene que ver esa factura con un robo?
Dejando de lado lo que estaba haciendo, Ilka se puso a explicarle:
– Un objeto que alguien quiera vender sin factura, puede muy bien ser
producto de un robo. Generalmente, para vender el producto de sus robos, los
ladrones los entregan a otras personas como no pueden presentar una factura,
puesto que no compraron esos objetos, los venden a precios muy bajos.
– ¡Qué lástima! – murmuró Mariacita.
Ilka, viendo el aire entristecido de su hija, aseveró:
– Piensa bien, hija mía. ¿Cómo te sentirías si anduvieras por la calle con un
aparato de esos, oyendo música, y de repente apareciera alguien que te lo
arrancase y saliese corriendo?
– Horrible, mamá. No quiero ni pensar...
– Peor aún es – continuó Ilka –cuando los atracadores entran en una casa,
sometiendo a todas las personas que estén, encerrándolas en un baño, y
robando todo lo que puedan.
– ¡Ay, mamá, qué horror! – exclamó Mariacita, muy asustada.
– Y es aún peor, hija mía, cuando ellos hieren o matan personas para robar.

Mariacita no sabía qué decir. Finalmente había entendido el peligro de


comprar objetos robados. Comentó:
– Quiere decir que, ¿sólo deben comprarse cosas de segunda mano con esa
tal factura?
– Exactamente – dijo Ilka – la factura es un documento que garantiza que un
objeto fue comprado y no robado. Comprar alguna cosa de segunda mano, sin
esa documentación, solamente puede hacerse con personas conocidas que
puedan informarnos acerca de la procedencia del objeto. Si comprásemos sin
factura, podríamos estar colaborando con los ladrones.
Mariacita pensó por unos instantes y dijo:
– Madre, si todos obedecieran esa norma, comprando sólo con factura, los
ladrones dejarían de robar porque no tendrían a quién vender.
Ilka sonrió orgullosa del discernimiento de su hija y volvió a sus quehaceres.

Esa narrativa nos enseña cómo es importante que estemos siempre atentos
para actuar de forma correcta y con honestidad.
En Brasil hay tanta corrupción porque nosotros permitimos y colaboramos
incluso hasta en situaciones que ni percibimos, como esa de la factura. Pero hay
muchas otras situaciones así. Digamos que vamos a una notaría a solicitar un
documento y el funcionario nos dice que, si pagamos una tasa extra, el
documento queda listo más deprisa. ¿Qué os parece? ¿Eso sería honesto?
El profesor debe incentivar respuestas y socializar el tema, recordando que
el pagamiento de esa tasa no deja de ser un soborno, ya que la notaría tiene
obligación de servir igualmente a todos y, con eso, a los otros que tendrán que
esperar el plazo normal para recibir su documento habrían quedado
perjudicados.

Muy bien, ahora vamos a cerrar los ojos y hacer algunas respiraciones
profundas para relajarnos. (Diez segundos)
Continuemos con los ojos cerrados, sintiéndonos muy relajados.
Pensemos ahora en nuestro planeta Tierra, tan lindo y tan maternal... (Tres
segundos) Pensemos en el cielo azul... (Tres segundos), en las matas verdes...
(Tres segundos), en el mar con sus olas acariciando la arena de la playa...
(Cinco segundos)
Sintamos amor por nuestro planeta... (Cinco segundos)
Vamos ahora a pensar en nuestra humanidad y enviar para todas las
personas de la Tierra un pensamiento de afecto y de paz... (Cinco segundos)
Vamos enviar ahora una vibración de alegría para todas las personas de la
Tierra... (Cinco segundos)
Vamos a imaginar que todas las personas que viven en la Tierra están
recibiendo ahora nuestras vibraciones de amor, de paz y de alegría. (Cinco
segundos)
Muy bien, podemos abrir los ojos.

Sugerencia: terminar la reunión con una oración agradeciendo a Dios por


todas las bendiciones recibidas, por la familia, por el amor, por la amistad; pedir
protección y apoyo a los familiares y a quien esté en dificultades; solicitar
ayuda para toda la humanidad, para que esta se vuelva más fraterna y más
justa, etc.

19ª clase - Placeres

El profesor debe preguntar a los presentes si han intentado actuar de


acuerdo con la ley divina, o Gran Ley.

Cassiana era una chica preguntadora. Ella todo observaba y quería saber el
porqué de cada cosa. Su padre, Neves, era funcionario público y la madre,
Miriam, trabajaba en una guardería para ayudar en los gastos de la casa.
Cassiana siempre iba a esperar a su padre al término del trabajo para
volver juntos.
Cierta tarde, cuando volvían para la casa, Cassiana preguntó:
– ¿Quién es aquella señora que bajó las escaleras con nosotros? ¡Qué
expresión orgullosa! Parecía la propia dueña del mundo.
– Es Gisa, una compañera del departamento – contestó su padre.
Cassiana hizo aire de censura y dijo:
– ¿Te fijaste en la ropa de ella, papá? Un vestido apretado en un cuerpo tan
gordo... Si ella es vanidosa como parece, debería hacer una dieta y no aumentar
el peso de aquella manera.
– ¿Qué es eso, hija? – dijo Neves. – ¿No sabes que es feo observar la vida de
los otros?
Como estaban cruzando una plaza, Neves paró, admirando el verde de los
arbustos y el colorido de las flores. Cassiana aprovechó para preguntar:
– ¿Gisa es rica, papá?
– No, hija, ella no es rica. El marido de ella gasta todo su sueldo con bebida
y borracheras. Lo que ella gana mal da para suplir los gastos de la casa.
– ¿Pero por qué entonces ella anda de aquella forma... en aquel lujo todo, y
con la nariz tan empinada como si fuera la dueña del mundo?
Neves pensó un poco y contestó:
– Hija, la mayoría de las personas intentan sacar de la vida el máximo de
placer que la vida les pueda dar. Gisa es vanidosa y le gusta aparecer. Ella se
realiza de esa forma.
– Pero, papá, si ella es pobre y, sin embargo, anda por ahí toda orgullosa
como si fuera una rica... eso es una mentira... es una farsa. ¿Cómo es que una
persona consigue sentir placer en una mentira así? ¿Será que ella consigue
engañarse a sí misma?
– Hija, todos nosotros vivimos aquello que tenemos en la intimidad de
nuestro espíritu. Si nuestro interior está lleno de vanidad, nuestra conducta
refleja esa vanidad. La humanidad es compuesta de espíritus más o menos
inmaduros; no todo el mundo se ocupa en analizar las cosas así como lo estás
haciendo. Las personas inmaduras, hija, tratan apenas de vivir, intentando
gozar con la mayor intensidad posible los placeres que la vida les pueda ofrecer.
– Entendí, papá.
Cassiana se calló por instantes y preguntó:
– ¿Cuál es la edad de Gisa?
– Creo que debe tener unos 35 años – contestó Neves.
– ¿Cómo es que ella puede ser inmadura, con esa edad?
– Hija, existen personas en edad madura que son tan inmaduras cuanto un
adolecente de diecisiete años, y existen niños que demuestran una madurez
propia de un adulto. Las personas son todas diferentes unas de las otras... Pero,
volviendo a la cuestión de los placeres, ¿sabes qué es publicidad engañosa,
verdad?
– Lo sé si, papá.
– Es lo mismo que ocurre con innúmeros placeres. Ellos nos parecen
inofensivos, pero, después de la inmersión en ellos, es que vamos a ver el
engaño, pero ahí ya es tarde. Y lo peor es que la mayoría de las personas no se
preocupa en seleccionar lo que sirve y lo que no es bueno.
– No entendí, papá.
Neves pensó un poco y contestó:
– Vea lo que ocurre con nuestra alimentación. Deberíamos comer para
nutrir el cuerpo, pero comemos para satisfacer el sabor.
– Ah, eso es verdad, papá – contestó Cassiana.
La niña continuó:
– Yo misma sé que debería comer verduras y frutas, pero no me gustan.
Mamá a veces me obligaba, pero terminó desistiendo. También sé que el
refresco es malo para la salud, pero no consigo almorzar si no hay...
– Así es, hija. Existen muchos placeres que nos perjudican, pero, como
somos inmaduros, a pesar de nuestra edad, seguimos sumergidos en ellos.
Después que su tía descubrió que está con cáncer, su madre y yo empezamos a
investigar sobre el tema y descubrimos cuán importante es la alimentación para
prevenir esa enfermedad*. Así, resolvimos tomar una decisión.
Con aire desconfiado, Cassiana preguntó:
– ¿Qué decisión fue esa?
– Nosotros llegamos a la conclusión de que no vale la pena alimentar
placeres perjudiciales. La salud es un bien muy valioso, y nosotros sólo
entendemos eso cuando nos enfermamos, o cuando se enferma alguien
próximo de nosotros. Por eso, vamos a cambiar nuestro estilo de vida, a
empezar por la alimentación. Sólo vamos a comer lo que sea sano.
Cassiana hizo cara de quien no le ha gustado la novedad. Se quedó
silenciosa por algún tiempo y después habló:
– No me ha gustado, papá. Pero mamá y tú tienen razón, y creo que la vida
es más valiosa que el placer de comer.
– No te preocupes, hija, contestó. Vas a sentir falta del refresco, pero sólo al
inicio, porque vamos sustituirlo por sumo de frutas. Y, cuanto a la comida,
estamos estudiando una serie de recetas muy saludables y ricas.
Cassiana miró a su padre y sonrió. Él era la persona a quien ella más
amaba. Sujetó su mano y volvieron a caminar hacia su hogar.

¿Y cuanto a nosotros? ¿Será que nuestra alimentación es sana?


El profesor debe incentivar respuestas y socializar la conversación,
hablando sobre la importancia de la alimentación saludable, con muchas
verduras y frutas, etc.
Sugerencia: terminar la reunión con una oración agradeciendo a Dios por
todas las bendiciones recibidas; agradecer por la familia, por el amor, por la
amistad... Pedir protección y apoyo a los familiares y a quien esté en
dificultades; solicitar ayuda divina para toda la humanidad, para que esta se
vuelva más fraterna y más justa, etc.

* Un neurosiquiatra francés, Dr. David Servan-Shreiber, a los 31 años,


descubrió que estaba con un tumor maligno en el cerebro, y los especialistas le
dieron seis meses de vida. Pasó, entonces, a buscar medios para luchar contra
la enfermedad. Esto ocurrió hace quince años. Se ve que consiguió. Como
resultado escribió el libro cuyo título es “Anticáncer” con explicaciones
científicas sobre todos los aspectos de la enfermedad, a partir de las células
iniciales, como se nutren y crecen, hasta lo que se puede hacer cuando ella es
diagnosticada, uniendo a la medicina convencional las prácticas y alimentación
saludables.

20ª clase – Riqueza


Primera parte

El profesor debe preguntar a los presentes si han intentado ser más


fraternos y educados.
Bruno era un joven pobre y sin familia. Trabajaba en una fábrica de
calzados y por la noche estudiaba ingeniería mecánica, en una universidad. El
dinero sólo daba para los gastos esenciales.
Su novia, Silvana, trabajaba por la noche en un hospital. Era enfermera.
Debido a eso, los dos solamente podían verse los fines de semana, pero
¡Vivían muy felices! La alegría de estar juntos valía por todos los días que
estaban lejos uno del otro, echándose de menos.
Un día, todo cambió. Bruno ganó, para él solito, los 15 millones de la lotería.
¡Qué gran alegría!
Su primer impulso fue correr a casa de Silvana y contarle la novedad.
Resultaba difícil de creer que todo aquello fuese verdad, pero lo era.
– ¿Qué vas hacer ahora? – preguntó Silvana.
– ¿Yo? Bien, voy a renunciar en la fábrica y me complacerá ver la cara de
mis colegas cuando sepan que ahora soy millonario. Tú también vas a dejar tu
empleo. Ahora somos ricos. No necesitamos trabajar. Después... nos vamos a
comprar una bella mansión, aquí mismo en Alcalá de Henares, vamos a
casarnos y vivir felices.
Pero la prensa informó del caso rápidamente y, con la publicidad, apareció
el miedo de ser asaltados o secuestrados. Tuvieron que cambiar sus hábitos, y
la primera cosa que hicieron fue contratar un guardaespaldas, comprar
vehículos blindados, colocar cercas eléctricas en los muros de la mansión, así
como alarmas de toda naturaleza.
Luego, Silvana empezó a ocuparse de los preparativos para la boda. Quería
que fuese la más chic del año, la más bella y la más comentada. A Bruno no le
gustó mucho la idea y contestó:
– Prefiero una ceremonia sencilla, sólo con nuestros amigos...
– ¡De ninguna manera! – contestó Silvana. – Siempre he soñado con un
matrimonio distinguido, con la iglesia tupida de flores y, después... una fiesta a
la que nadie pueda encontrarle ningún defecto.
– Pero, vida mía, nuestros amigos no van a sentirse a gusto con todo ese
lujo. Son personas sencillas.
– Por eso mismo – contestó Silvana, un poco irritada. – No quiero saber más
de esa gente. Garantizo que, cualquier día de estos, van a llegar aquí para pedir
dinero. Y tú, no seas el tonto dándoselos.
Bruno se sintió un poco decepcionado con la actitud de su novia, pero,
enamorado como estaba, prefirió no decir palabra.

Y cuanto a vosotros, ¿Qué os parece la actitud de Silvana? ¿Ella estaba


correcta o equivocada cuanto a no querer saber más de los amigos pobres
después de que se volvió rica?
El profesor debe incentivar respuestas y socializar el tema, enfatizando la
importancia de las verdaderas amistades, que no fueron compradas por
cualquier tipo de intereses.

Vamos a volver al caso de Silvana y Bruno.


Para complacer el deseo de su novia, Silvana, la boda fue una de las más
lujosas y también de las más comentadas de la ciudad. Finalmente, ellos eran
parte de los nuevos millonarios.
La luna de miel fue un largo viaje por Europa y después por Nueva York y
Miami. Bruno habría preferido ir a Grecia, a un tour por las islas griegas. Había
leído mucho sobre aquel país y admiraba la mitología griega. Siempre que veía
alguna película que transcurría en Grecia, sentía un gran deseo de ir allá, y
conocer de cerca los lugares donde vivieron los grandes filósofos de la
antigüedad, tales como Sócrates, Platón, Aristóteles y muchos otros que tanta
influencia ejercieron sobre el pensamiento del mundo occidental.
Pero Silvana sólo tenía interés en ostentar la riqueza, embellecer y adornar
el cuerpo, sin ninguna preocupación por su interior. Eso dejaba a Bruno triste,
porque empezó a observar que la vida de ellos estaba dedicada a fiestas, viajes
y diversiones, tantas, que no sobraba tiempo ni disposición para las cosas que
más le gustaban, como ir al cine para asistir a una buena película comiendo
palomitas, tal y como acostumbraban hacer en las tardes de domingo, o bien
tomar un autobús de madrugada y amanecer en Barcelona, para correr a la
playa, viendo la salida del sol irradiando maravillosos reflejos sobre el mar.
También, Bruno echaba de menos a sus amigos, pero a Silvana ya no le
gustaba más la presencia de ellos. Eran personas sencillas, que ella ahora
consideraba indignas de estar allí, como si la dignidad estuviese en la riqueza o
en la clase social de alguien. Así, poco a poco, fue logrando que ellos se alejaran
definitivamente.

Vamos a seguir con esa narración en otra clase, porque ahora vamos hablar
sobre la dignidad. Vimos como Silvana, después de que se hizo rica, comenzó a
considerar a los antiguos amigos, indignos de estar en su casa.
¿Quién puede decir lo que es la dignidad?

El profesor debe incentivar respuestas.

La palabra dignidad viene del latín “dignitate”, la cual puede ser definida
como honradez, honra, nobleza de carácter, decencia, respeto a sí mismo;
también es aplicada para definir la forma como las personas deben ser tratadas
en sus derechos esenciales. En el mundo occidental, hay el concepto de que
todo ser humano, independientemente del color, raza, edad, sexo, clase social o
estado de salud físico o mental, posee el derecho a la educación, diversión,
salud, vivienda, al trabajo y a ser escuchado y respetado, en fin, ser tratado con
dignidad, como ciudadano.

El profesor debe incentivar los presentes a manifestarse sobre los temas


que fueron tratados y conducir la conversación para un sano intercambio de
ideas.

Vamos ahora hacer un ejercicio de relajación con mentalización de paz para


nuestro planeta.
Vamos a cerrar los ojos y respirar hondo algunas veces para
armonizarnos... (Veinte segundos)
Vamos a imaginar que estamos en la cumbre de una alta montaña... (Cinco
segundos)
Aquí se puede sentir la paz de las alturas, las caricias de la brisa a lo largo
del cuerpo y la presencia grandiosa de la naturaleza... (Cinco segundo)
Cada uno de nosotros debe intentar sentir esta paz en todo su ser... (Tres
segundos), paz en su corazón... (Tres segundos), paz en su mente... (Tres
segundos), paz en todo su cuerpo... (Cinco segundos)
Ahora que estamos así, tan en paz, vamos a envolver a nuestro planeta y
toda la humanidad en ese sentimiento.
Vamos a decir mentalmente, pero intentando sentir lo que decimos: Tierra
en paz... (Cinco segundos), Tierra en paz... (Cinco segundos), Tierra en paz...
(Cinco segundos)
Ahora voy hacer una oración, y vosotros acompañan, sólo con el
pensamiento: “Padre nuestro que estás en todo el universo, ayúdanos a
santificar tu nombre a través de nuestros pensamientos, palabras, sentimientos
y acciones. Venga a nosotros, tu reino. Sea hecha tu voluntad, aquí y en todas
partes. El pan de cada día dadnos hoy y todos los días. Perdona nuestras faltas,
así como perdonamos nuestros ofensores. No nos dejes caer en tentación, pero
líbranos de todo el mal. Así sea.”

21ª clase – Riqueza


Conclusión

El profesor debe preguntar a los presentes si han buscado ser fraternos,


teniendo responsabilidad en las acciones, siendo verdaderos, etc.

¿Se acuerdan de la narración sobre Bruno y Silvana? Quedamos en el


momento en que Bruno empezó a entristecerse con las actitudes de su esposa,
que sólo quería saber de fiestas, cenas y diversiones.
En una tarde fría y lluviosa, de aquellas que dan ganas de quedarse en
casa, bajo las cobijas, Silvana se arreglaba para una cena en casa de unos
amigos, cuando Bruno dijo:
–Vida mía, vamos a quedarnos en casa hoy, no estoy con ganas de salir...
– Ni pensar – contesta Silvana. – Voy a estrenar mi vestido que compré
ayer.
– Tampoco me gusta esa gente – siguió Bruno. – Ya oí decir que usan
drogas.
– ¿Qué pasa?– Contestó Silvana, con enfado. – Si ellos usan, el problema es
de ellos, no nuestro.
Mirando a su marido con un poco de desdén, concluyó:
– Si quieres meterte en la cama como un viejo, puedes quedarte, porque
me voy sola. No va a faltar quien me traiga de vuelta.
Silvana se fue sola, y Bruno se quedó en la casa reflexionando sobre su
vida, con cierta preocupación. Se preguntaba a sí mismo, si no era mucho más
feliz cuando era pobre. Trabajaba, le gustaba lo que hacía, y el estudio era muy
importante para él. Formarse en ingeniaría mecánica siempre fue su sueño y
habría sido la gran realización de su vida; era la vida de un joven pobre, que
vencía los obstáculos, con su esfuerzo. Sin embargo ahora había perdido las
ganas de estudiar. A pesar de tener mucho dinero para pagar la facultad y tener
todo lo que necesitaba, el estudio no lo veía más como una realización de la
cual pudiera sentirse orgulloso.
Dio un profundo y doloroso suspiro y dijo en voz alta:
– Mi vida ha perdido el sentido. Tengo dinero, pero no tengo más sueños, ni
motivos para luchar por ellos.

¿Qué les parece la actitud de Bruno? ¿Será que él estaba correcto al pensar
que era más feliz cuando era pobre?
El docente debe incentivar respuestas y analizar el tema, recordando que la
riqueza, en sí misma, no es peligrosa, sino la forma en que sea utilizada.

Bruno ganó el acumulado de la lotería, pero no estaba feliz. Silvana, su


mujer, muy vanidosa y frívola, sólo quería saber de fiestas y parloteo. Ella bebía
mucho, y, en poco tiempo, Bruno descubrió que Silvana era alcohólica. No
lograba pasar un solo día sin bebida y, cuando se emborrachaba, perdía la
noción del decoro. También se volvió agresiva y tuvo que ser internada para
recibir tratamiento, pero siempre, al darla de alta, volvía a beber.
Él intentó llevar a su mujer a tratamiento en los Alcohólicos Anónimos (AA),
pero ella no quiso.
Cierto día, después de una fiesta que duró dos días, Silvana tuvo que ser
internada apresuradamente, en coma alcohólico. A pesar del esfuerzo del
equipo médico, la mujer no resistió y murió, dejando a Bruno, aún más solitario.

¿Quién de ustedes sabe lo que es alcoholismo?

El profesor debe incentivar respuestas.

El alcoholismo es una enfermedad, y los alcohólicos necesitan de


tratamiento adecuado. Los Alcohólicos Anónimos (AA) realizan un bellísimo
trabajo para ayudar a los adictos del alcohol. En sus reuniones, ellos cuentan
sus dramas, las cosas grotescas, y hasta terribles, que hacen cuando se
emborrachan, y así, ayudándose mutuamente, muchos consiguen alejarse de la
bebida.
Muchos adolescentes y hasta niños empiezan a beber, siguiendo el ejemplo
de los mayores, pero esa es una pésima elección porque puede generar efectos
desastrosos y mucho sufrimiento para todos los que están involucrados en esa
situación.
Pero, volviendo a nuestro cuento, cierto día, después de una fiesta que duró
dos días, Silvana tuvo que ser internada apresuradamente, en coma alcohólico.
A pesar del esfuerzo del equipo médico, la mujer no resistió y murió, dejando a
Bruno, aún más solitario.
Algunos de los amigos que habían adquirido después de que se hizo rico,
fueron a visitarlo para darle sus condolencias, pero Bruno no sintió en ellos una
amistad sincera. Aquellas visitas representaban, apenas, obligaciones sociales.
Cierto día, el corazón de Bruno latió fuertemente, al abrir la puerta y ver un
grupo de rostros solidarios. Eran sus antiguos amigos, llevándole aquello que
más estaba necesitando, amistad verdadera.
Al día siguiente, tomó una decisión: volvería a estudiar y a convivir con los
viejos amigos; fundaría una institución para administrar sus bienes y utilizar su
dinero en actividades que ayudasen a niños desvalidos, y a ancianos
abandonados por la familia; cuidaría también de instaurar, en las más diversas
ciudades del país, organizaciones que atendiesen a químicos dependientes,
ayudándoles a rehabilitarse. Sabía que así evitaría que mucha gente pasara por
el dolor de ver personas queridas, sometidas en los vicios, sin poder hacer algo.

El profesor debe incentivar a los presentes a manifestarse sobre los


asuntos que fueron tratados y conducir la conversación para un sano
intercambio de ideas.

Vamos hacer un ejercicio de visualización. Vamos a cerrar los ojos y respirar


hondo para relajarnos... (Diez segundos)
Imaginemos ahora que estamos en el campo, junto a un riacho, viendo el
agua cristalina corriendo alegremente por sobre el lecho de arena... (Cinco
segundos)
Alrededor de nosotros, está el verde de la vegetación, y la luz del Sol
acaricia suavemente nuestra piel. (Cinco segundos)
Respiremos profundamente, sintiendo el aire penetrar en nuestros
pulmones, llevar oxígeno para el cuerpo... llevar vida para nuestro cuerpo. (Diez
segundos)
Vamos ahora hacer una oración de gratitud al Creador de todas las cosas,
por las cosas tan buenas y tan bellas que creó: “Señor de la Vida, nosotros te
agradecemos por la tierra que nos sostiene... por el agua que es tan importante
para nuestras vidas... Agradecemos por el aire que respiramos... y por el Sol
que nos da vida y calor. Agradecemos por el amor, por la amistad y pedimos
que nos ayude siempre a ser personas del bien, a vivir los valores más nobles
del espíritu. Pedimos también que nos proteja y a toda nuestra familia y que
ayude a la humanidad a encontrar caminos para la paz. Así sea.”

22ª clase – Respetar a sí mismo


El profesor debe preguntar a los presentes si han intentado ser fraternos y
respetadores; tener responsabilidad en las acciones, etc.

El padre de Eduardo siempre le dijo que las leyes de Dios están grabadas
en nuestra conciencia, a causa de eso todas las personas saben siempre lo que
es correcto y lo que es equivocado. Decía también que lo más importante es
obedecer a esas leyes, porque la mayor riqueza de un ser humano es tener la
conciencia tranquila.
La familia de Eduardo era pobre, y él necesitaba trabajar para ayudar a
pagar los gastos de casa. Por eso tuvo que luchar mucho para conseguir
licenciarse en Derecho y llegar a ser juez.
Cuando eso ocurrió, hicieron aquella fiesta, hubo mucha alegría.
Pero cierto día llegó a sus manos, para analizar y juzgar, un proceso contra
el señor Gouveia, persona muy importante en la ciudad. Eduardo, o sea, el Dr.
Eduardo se quedó preocupado pues sabía que no sería fácil. De hecho, al día
siguiente recibió la visita del abogado del señor Gouveia pidiéndole que diera
por ganada la causa de su cliente.
Dr. Eduardo respondió, que juzgaría los hechos y actuaría con justicia.
El abogado le ofreció entonces, una importante cantidad de dinero para que
considerara inocente al señor Gouveia. Era mucho dinero, pero Dr. Eduardo se
negó a recibir el soborno e, indignado, amenazó con mandar que lo prendieran.
El abogado salió furioso, diciendo que, por eso el Dr. Eduardo, sería trasladado
hacia un pueblo, lo más lejano posible.
Enfadado y preocupado, Dr. Eduardo fue a buscar a su padre, que le dijo:
– Hijo mío, estoy orgulloso de ti. Es así como actúa una persona de bien,
una persona honesta, que tiene respeto por sí misma.
– Ya lo sé papá – contestó Dr. Eduardo. – Y aunque el señor Gouveia consiga
que me trasladen, al peor lugar del mundo, no me importa. Lo más importante
es estar con la conciencia tranquila.

¿Quién de vosotros cree que Dr. Eduardo hizo bien en rechazar aquella
cantidad de dinero, con la que quería el abogado sobornarlo?

El profesor debe incentivar respuestas y socializarlas, centrándose en la


importancia de la honestidad.

Con la actitud de rechazo a la coima, Dr. Eduardo demostró respeto por sí


mismo, por sus valores. Además de eso, él preservó la propia conciencia, pues
actuó de acuerdo con las leyes de Dios.
Si él hubiera aceptado la coima, ¿que habría ocurrido?
El profesor debe incentivar respuestas.

Si él hubiera aceptado la coima, había practicado una acción equivocada,


en desacuerdo con su conciencia, generando desarmonía interior. También
habría dado el primer paso en el camino de la corrupción y, a partir de
entonces, siempre terminaría siendo buscado por otras personas que le
ofrecerían soborno para que él las favoreciera en su juzgamiento.
Piensen en el futuro de una persona así. Ella podría conseguir tener mucho
dinero y hasta mismo mucho poder, pero jamás podría tener respeto por sí
misma, ni sentirse satisfecha por sus propios valores.
Una persona así puede hasta pasar la vida entera engañándose a sí misma,
creyendo que es estupenda, pero un día la conciencia le va a cobrar y, ahí, tal
vez sea demasiado tarde para el arrepentimiento y para el cambio de actitudes.
El profesor debe socializar el tema, pidiendo a los presentes para que citen
otras situaciones en que la persona no tuvo respeto por sí misma.

Otra forma de no respeto a sí mismo está en la pereza.


Muchas personas viven en la pobreza, pasan necesidades, no tienen dinero
para nada, porque, cuando estaban en el colegio no iban a clase, no hacían las
tareas y de ese modo no se prepararon para poder tener una buena profesión
para cuando fueran adultos.
Otros pasan necesidades por culpa de la pereza, de la falta de
responsabilidad, o debido a los vicios.
Cuántos hombres, en vez de buscar trabajo, pasan el tiempo en los bares
bebiendo... Algunas personas, cuando consiguen un empleo trabajan sólo unos
días, nada más.
Otros, cuando tienen empleo, no se dedican al trabajo, cumplen mal sus
obligaciones, llegan tarde y al final son despedidos.
Todas esas situaciones demuestran que esas personas no tienen respeto
por sí mismas, por los valores que deberían asumir como seres humanos.
Pero quien estudia con juicio, esforzándose por aprender, quien es
responsable y dedicado, está construyendo un futuro mejor para sí mismo.

El profesor debe incentivar los presentes a manifestarse sobre los temas


que fueron tratados y conducir la conversación para un sano intercambio de
ideas.

Sugerencia: terminar la reunión con una oración, pidiendo a Dios para


bendecir nuestro planeta y amparar los que sufren, dándoles fortaleza y ayuda;
para auxiliar a los que perdieron el respeto por sí mismos; pedir también por los
presentes, para que tengan salud y paz.

23ª clase – Los pilares de la paz


Afectividad y alteridad

Hoy vamos a hablar sobre la paz, recordando que ella necesita de algunos
pilares para sostenerla, tales como la afectividad, la alteridad y el respeto.
¿Vosotros saben por qué la afectividad es tan importante en la construcción
de la paz?
El profesor debe incentivar respuestas.

Las personas afectuosas no son peleadoras ni agresivas. Son naturalmente


pacificas; no son de hacer intrigas ni de hablar mal de alguien y, como tratan a
los demás con afecto, ganan fácilmente la simpatía de los otros. La afectividad
nos ayuda en la buena convivencia y nos deja de bien con la vida.
Vemos así cuán importante es la afectividad en la construcción de la paz y
en todo lo demás en nuestra vida.
¿Vamos hacer un trato? ¿Vamos a esforzarnos durante esta semana para
ser más afectuosos?
El profesor debe incentivar adhesiones y socializar el tema, recordando que
las personas afectuosas no son peleadoras ni agresivas. Son naturalmente
pacíficas; no son de hacer intrigas ni de hablar mal de alguien...

Otro pilar importante de la paz es la alteridad.


¿Quién sabe lo que es alteridad?
El profesor debe incentivar respuestas.

La alteridad es el respeto que debemos tener para con los otros, aceptando
las diferencias y aprendiendo a convivir bien con ellos.
Si afirmo que la Tierra es azul, y otros afirman que ella es verde, ellos
tienen todo el derecho de pensar así. Si me inclino por un equipo, debo respetar
a los que se inclinan por otros equipos y dejarlos en paz. Si tengo determinada
religión, no debo irrespetar las religiones de los otros. Si me gusta un
determinado color, necesito respetar el gusto de los otros que prefieren otros
colores. Eso es alteridad. ¿Ustedes entienden?
Todos somos diferentes, los unos de los otros, y eso es maravilloso. ¿Han
pensado cómo sería si todos fuésemos exactamente iguales, pensásemos de
igual modo, tuviésemos los mismos gustos y vistiésemos de la misma forma...?
Seríamos como un cardumen de peces, todos iguales... Sin gracia, ¿No es
verdad?
¿A quién de ustedes le gusta la música?
Muy bien, la música sólo existe porque hay siete notas musicales, que son
todas distintas unas de las otras. Toda música es hecha con esas notas. Por ser
diferentes, los compositores las juntan de forma armoniosa y ahí tenemos la
música.
El profesor debe pedir a los presentes para que sostengan un lápiz u otro
objeto con la mano; en seguida, debe preguntar como irían a sostenerlo si todos
los dedos fuesen iguales.

Como podemos ver, hasta los dedos de nuestras manos no son iguales. Así,
debemos entender la importancia de las diferencias entre las personas, porque
siempre todos tenemos alguna cosa a aprender unos con los otros.
Hasta mismo en las profesiones, las diferencias son fundamentales.
En una construcción de un edificio de departamentos, por ejemplo, es
necesario haber un ingeniero que sea el responsable por la obra, establecer
todos los cálculos, etc. Es necesario que haya albañiles, peones, electricistas,
fontaneros... y los agentes, que van a vender los departamentos.
En cualquier sector de la vida humana, es necesario haber diferencias para
que haya armonía. Siendo así, necesitamos respetar a los diferentes, intentar
aprender con ellos lo que ellos tienen de bueno para enseñarnos y aceptarlos
como son. Eso es alteridad.
En nuestro próximo encuentro, vamos a hablar sobre el respeto, que
también es uno de los pilares de la paz.
El profesor debe incentivar los presentes a que se manifiesten sobre los
asuntos que fueron tratados y conducir la conversación para un sano
intercambio de ideas.

Ahora vamos hacer un ejercicio de relajación con visualizaciones benéficas.


Si fuera posible, se debe poner alguna música suave y relajante, de
preferencia con sonidos de la naturaleza, como canto de pájaros, cascadas, etc.
Vamos a cerrar los ojos, para que podamos concentrarnos mejor.
Vamos hacer algunas respiraciones profundas para relajarnos... (Veinte
segundos)
Vamos a seguir con los ojos cerrados e imaginar que estamos en un campo
florido muy bonito. Aquí todo es calma y quietud. El suelo está todo cubierto de
una hierba verde, muy suave, y nosotros vamos a tendernos sobre esa hierba.
(Diez segundos)
Alrededor de nosotros, hay arbustos floridos y, arriba, algunas nubecitas
navegando tranquilamente en el azul del cielo. (Diez segundos)
Vamos ahora hacer una oración de gratitud al Creador, por las cosas tan
buenas y tan bellas que creó: “Señor de la vida, nosotros te agradecemos por la
naturaleza tan bella... por el agua, que es tan importante para nosotros...
Agradecemos por el aire que respiramos... y por el Sol, que nos da vida y calor.
Agradecemos por el amor, por la amistad y pedimos que nos ayude siempre a
ser personas de bien, a desarrollar los valores más nobles del espíritu. Pedimos
también que nos proteja y a toda nuestra familia y que ayude la humanidad a
encontrar caminos para la paz. Así sea.”

24ª clase – Los pilares de la paz


Respeto

¿Quién se recordó de ser afectuoso durante la semana, de acuerdo con lo


que cometamos en nuestro último encuentro?
El profesor debe incentivar respuestas, enfatizando la importancia de
siempre intentar ser afectuoso.
Dijimos el otro día que la paz necesita de algunos pilares para sustentarla,
tales como la afectividad, la alteridad y el respeto; entonces, hablamos sobre la
afectividad y la alteridad.
Hoy vamos a conversar sobre el respeto, que también es muy importante
en la construcción de la paz.
Cuando respetamos a los otros, intentamos actuar de forma para no
molestarlo; cuidamos de no invadir la privacidad ajena, ni crear situaciones de
conflicto.
Vamos a dar un ejemplo. Digamos que a alguien le gusta oír música con
volumen alto. Si fuese una persona que respetase a los demás, cuidaría de
graduar el volumen para no molestar a los vecinos.
Imaginen como sería de malo si estuviesen estudiando para una prueba
importante y el vecino pusiera el sonido con un volumen alto, dificultándoles la
concentración.
Así, si no queremos que los demás nos molesten, tampoco debemos
molestar a los otros. Esa norma, es una de las leyes cósmicas que están
grabadas en la conciencia de las personas, las cuales también están en la base
de todas las grandes religiones.
¿Quién se recuerda cómo es esa ley?
El profesor debe incentivar respuestas, recordando que a ley dice al
respecto a que sólo hagamos a los otros lo que nos gustaría que los otros nos
hiciesen.

Pero el respeto también es parte de la buena educación. La persona


bien educada siempre trata de no molestar a los demás.
Así, nuestro derecho de hacer, de hablar, de oír... solamente debe
llegar, hasta donde no interfiera con el derecho de los otros.
Vamos ahora a ver otras situaciones en las cuales debemos respetar a
los otros.
El docente debe incentivar respuestas y socializar el tema.

El respeto también incluye obediencia a las leyes.


Existen las leyes de Dios, que algunos la llaman leyes naturales; otros las
llaman leyes cósmicas. Ellas siempre existirán y nunca se modifican, porque son
perfectas. Y existen las leyes humanas, que se modifican con el pasar de los
tiempos volviéndose cada vez más justas y sabias.
Las leyes de Dios están siempre asentadas en el amor, en la paz, en la
justicia, en el respeto y en la sabiduría. Si las personas obedecieran las leyes de
Dios, que son siempre de amor, no habría sufrimiento en la Tierra, porque todos
se ayudarían mutuamente. No habría ricos ni pobres, y todos tendrían los
mismos derechos y deberes. La Tierra sería un paraíso.

En cuánto a las leyes humanas, ¿ustedes aceptan que ellas son


importantes?.
El docente debe incentivar respuestas.

Las leyes humanas son importantes porque disuade a muchas injusticias, y


seguramente llegará el día en que ellas serán plenamente respetadas.
Hoy, sin embargo, muchas personas que se creen listas, actúan buscando la
manera de burlar la ley. Ellas consiguen engañar a las leyes humanas, pero no
escapan de las leyes divinas. Quien actúa mal, atrae lo malo para sí mismo.
Personas así pueden incluso prosperar, hacerse muy ricas y poderosas, pero,
¿de qué vale el dinero si la conciencia está sucia? ¿De qué vale el poder, si los
poderosos ni siquiera consiguen tener amigos verdaderos, con escasas
excepciones? Las personas no aman a los poderosos, les tienen miedo por
causa del mal que ellos pueden hacer. Muchos les fingen amistad por interés,
pero amistad verdadera, son escasos los poderosos que la poseen.
Cuando muere una persona buena, honesta, digna, su paso por la Tierra
deja añoranza; su nombre es recordado y citado como ejemplo. Cuando muere
un corrupto o una persona mala, muchos respiran aliviados y su nombre sólo va
a servir como ejemplo de aquello que no se debe ser o hacer.
El docente debe analizar el tema, pidiendo a los alumnos que citen
nombres de personajes conocidos, cuya existencia fue ejemplar. (OBS.: Es
probable que algún alumno cite personas conocidas como artistas y otros que
dejaron desconsuelo, pero es necesario dejar claro que han de focalizarlo en las
virtudes y no en las glorias.)

Pero es importante que aprendamos a respetar también a la naturaleza... ¡y


cómo eso es importante!
El ser humano se ha preocupado sólo en ganar más, en tener más lucro, y
con eso viene degradando la naturaleza. Tanto es así que acabó generando el
efecto invernadero, contaminando la tierra, los ríos y hasta el mar.
Pero todos podemos colaborar con la naturaleza. ¿Vosotros saben cómo?
El profesor debe incentivar respuestas y hablar sobre las más diversas
formas de que colaboremos con la naturaleza, tales como poner siempre la
basura en los contenedores, nunca tirarlo en otros lugares; proteger las plantas
y los animales silvestres; jamás capturar o matar pájaros, etc.

Ahora vamos a relajarnos... cerrar los ojos y respirar hondo algunas veces
para armonizar nuestros ritmos internos... (Veinte segundos)
Vamos a imaginar que estamos en una floresta, sentados al pie de un gran
árbol, apoyados en su tronco. (Cinco segundos)
Alrededor de nosotros, está el verde de la vegetación, y allá en el alto
podemos ver el azul del cielo por entre las ramas de las arboles. (Cinco
segundos)
Vamos a inspirar el aire, calmamente, procurando sentir el olor de las hojas
de la arboleda, de la tierra y de las flores silvestres. (Cinco segundos)
Intentemos oír con nuestra imaginación el canto de los pájaros, el sonido de
las hojas que se tocan con la brisa, y un poco más lejos el sonido del agua de un
riacho, corriendo por entre las piedrecitas de su lecho. (Cinco segundos)
Estamos en plena naturaleza, sintiendo paz, tranquilidad y alegría... (Cinco
segundos)
Vamos a reflexionar sobre lo que significa “amar y respetar la naturaleza”.
(Veinte segundos)
Vamos ahora a volver calmamente a nuestro ambiente y abrir
tranquilamente nuestros ojos.
El profesor debe preguntar a cada uno si consiguió realizar bien el ejercicio
e incentivar los presentes a que hablen sobre la experiencia que vivieron.

Sugerencia: terminar la reunión con una oración, pidiendo a Dios ayuda


para todos los presentes desarrollando valores de respeto, honestidad y amor,
aprendiendo a amar y a preservar la naturaleza; también protección y apoyo a
los familiares y a quién está en dificultades; ayuda divina para toda la
humanidad, para que esta se vuelva más fraterna y más justa. Debe recordar
también de agradecer a Dios por todas las bendiciones recibidas, por el amor y
por la amistad, así como por la alegría, que hace tan bien al cuerpo y el alma...

25ª clase – Valores (Primera parte)

El profesor debe preguntar a los presentes si han intentado actuar de


acuerdo con las leyes de amor y de respeto; si se han recordado de saludar a
las personas al encontrarlas y de agradecer por las amabilidades que hayan
recibido.

Un día, María estaba en la cocina ayudando a su madre a preparar unos


dulces, cuando pasó por la calle un hombre gritando: “Se arreglan estufas”.
María comentó:
- Si nuestra estufa tuviera algún problema y necesitara arreglo, no la
arreglaría cualquiera. Nuestra estufa es muy buena.
- Hija – replicó la madre- ¿te has dado cuenta de que siempre hablas con
desprecio de ciertas cosas y personas? Eso no está bien. Si tenemos una estufa
muy buena, como dijiste, debemos sentirnos satisfechos de ello, pero nunca
sentirnos superiores por las cosas que poseemos.
- Oye, mami – apuntó María - ¿qué problema hay con tener un poco de
orgullo?
Ilka reflexionó un momento y dijo:
- El orgullo es un valor negativo. La humanidad está compuesta por todo
tipo de personas y en todas las situaciones imaginables. Muchos progresan en
la vida, consiguen buenos trabajos y muchos bienes, a través del propio
esfuerzo. Estos tienen su propio valor, porque trabajaron, se esforzaron,
buscaron y consiguieron. Muchos otros que están bien en la vida, o incluso que
son ricos, heredaron esos bienes. No hicieron ningún esfuerzo para adquirirlos.
- ¿Quieres decir que yo no tengo valía propia porque...?
- No es eso, hija – interrumpió Ilka. – Nuestra casa y todo lo que tenemos
fue conseguido con el esfuerzo de tu padre y mío. Trabajamos duro muchos
años para poder comprar esta casa y amueblarla. Podemos decir entonces que
tu padre y yo tenemos valía propia. En cuanto a ti, hija, que tengas valía propia
sólo depende de tu esfuerzo. Ahora, estudiando y preparándote para el futuro y
en el futuro, trabajando con honestidad y con responsabilidad para tener lo que
desees.
- Me parece que lo he entendido – dijo María, medio decepcionada. Pensó
un poco y preguntó:
- Mami, ¿cómo es entonces ese asunto de la valía propia con respecto a
tantas personas que se enriquecen por medios deshonestos o explotando a los
demás?
- ¡Ah! hija, esos piensan que son listos, pero son unos pobres infelices.
Nadie los respeta; nadie los ama de verdad. Pueden hasta rodearse de muchos
aduladores, de personas que solamente están interesadas en conseguir algo,
así como un perro que se queda sentado junto a la mesa, esperando que
alguien le de algunas sobras de hueso o de comida. Pueden ser temidos y
envidiados, pero no respetados. Su valía es falsa.
María se quedó pensativa por instantes y dijo.
– Tengo la impresión de que la mayoría de las personas sólo quieren salirse
bien.
¿Y vosotros, qué os parece? ¿Será que María tiene razón? ¿Será que la
mayoría de las personas sólo quieren salirse bien?
El profesor debe incentivar respuestas.

Hay mucho egoísmo en la Tierra, pero también hay mucha gente altruista, o
sea, lo contrario de egoísta. Hay personas que se preocupan con los otros, con
las dificultades y sufrimientos de los otros, y hacen lo que pueden para ayudar a
quien está en una situación peor.
No vale la pena ser egoísta. Quién sólo se ocupa consigo mismo no hace
por merecer la gratitud de alguien. Personas así, un día, van a sentirse solas, sin
tener a quién recurrir en una dificultad.
La vida es así como un camino. En la ida sembramos nuestras semillas y en
la vuelta cosechamos el resultado de lo que sembramos. Las personas
fraternas, que siempre intentan ayudar a quien está en agobio, crean lazos de
amistad y de gratitud. Eso es muy bueno.
También es muy bueno saber que ayudamos una persona cuando ella se
encontraba en un momento de aflicción o de necesidad. Es muy confortador
saber que fuimos útiles.
Pero hay también otros tipos de valores. ¿Vamos a ver quién consigue citar
el mayor número de valores?
El profesor debe incentivar respuestas y hacer una relación con los valores
que sean citados, recordando que hay los de la buena educación, del esfuerzo
propio, de la confianza en sí mismo, de la sabiduría, de la paz, del trabajo, de la
solidaridad, de la no violencia, del respeto, de los sentimientos de justicia, de
ética, etc.

Ahora vamos hacer un ejercicio de visualización. Vamos a cerrar los ojos y


respirar hondo para relajarnos... (Veinte segundos)
Imaginemos que estamos en el campo, junto a un riacho, viendo el agua
cristalina que corre alegremente por sobre el lecho de arena... (Cinco segundos)
Alrededor de nosotros, hay el verde de la vegetación, y la luz del sol
acaricia suavemente nuestra piel. (Cinco segundos)
Respiremos profundamente, sintiendo el aire penetrar en nuestros
pulmones, llevar oxígeno para el cuerpo... llevar vida para nuestro cuerpo. (Diez
segundos)
Voy ahora hacer una oración de gratitud al Creador, por las cosas tan
buenas y tan bellas que creó, y vosotros la van acompañar, sólo en
pensamiento: “Señor de la Vida, nosotros te agradecemos por la tierra que nos
sostiene... por el agua, que es tan importante para nosotros... Agradecemos por
el aire que respiramos... y por el Sol, que nos da vida y calor. Agradecemos por
el amor, por la amistad, y pedimos que nos ayude siempre a ser personas de
bien, a vivir los valores más nobles del espíritu. Pedimos también que nos
proteja y a toda nuestra familia y que ayude la humanidad a encontrar caminos
para la fraternidad, la paz y la justicia. Así sea.”

26ª clase – Valores (Conclusión)

El profesor debe preguntar a los presentes si han intentado actuar de


acuerdo con las leyes de amor y de respeto.

Cierto día Mariazinha, como de costumbre, estaba leyendo periódicos en la


Internet para saber de lo que ocurría en Brasil y en el mundo, frente a una
noticia impactante. Salió corriendo en busca de los padres y fue luego diciendo:
– Vosotros no van a creer... ¿Saben aquellas donaciones que el Brasil entero
envió para las personas sin hogar de las inundaciones en Santa Catarina? Pues
el periódico está diciendo que tuvo voluntarios allá robando objetos...
– ¡Qué! – exclamaron los padre a una sola voz.
– Así es, siguió Mariazinha. – Hubo hasta soldados robando. Ellos mostraron
una grabación con esas personas eligiendo qué llevar... Hubo uno que preguntó
al otro qué era lo que ellos iban hacer con algunas ropas femeninas que había
separado, y el sujeto contestó diciendo que se la daría para su novia.
– ¡Dios mío, qué horror! – exclamó Ilka. – ¿Cómo un ser humano puede
actuar así? Esas donaciones fueron recogidas para las decenas de miles de
personas que perdieron todo con las inundaciones.
¿Tienen consciencia esas criaturas?
De repente Mariazinha dio un salto y preguntó:
– Y aquél dinero que enviamos para los flagelados... Aquel que estaban
juntando para llevar para Disneylandia... ¿será que ellos robaron ese dinero
también?
– Calma hija, tenga calma – habló Geraldo. – Las cosas no son bien así... Lo
que pasó fue una cosa mínima, delante de la grandeza de actitudes de las
millones de personas que se movilizaron para ayudar. Estoy seguro que el
dinero que enviamos será bien aprovechado.
Con un tono de indignación en la voz, Ilka preguntó:
– ¿Cómo podemos estar seguros de eso?
Geraldo refregó la punta del pulgar en el dedo meñique, gesto que hacía
cuando pensaba, y dijo:
– Eso es repulsivo, sin duda alguna. Y es por causa de eso que muchas
personas dejan de ayudar. Pero debemos entender que esas personas que
roban y las muchas otras que robarían si tuvieran la oportunidad no son la
mayoría de nuestro pueblo.
– No lo sé – contestó Ilka. – Hace algunas decenas de años, aún había una
cultura de honestidad en nuestro país. No muy fuerte, pero había. Las personas
que fueron cogidas robando o en un acto de corrupción se morían de vergüenza
y quedaban marcados de sospecha por los otros... Pero todo eso cambió.
Nuestra cultura cambió. Hoy, los corruptos ricos e importantes, cuando cogidos
en flagrante, aparecen en los noticiarios con la mayor “cara dura”. No esconden
ni el rostro. Enfrentan las cameras mirando de frente, jurando que son
inocentes. Y, cuando son presos, los abogados van allá y los sueltan.
– Eso es verdad – concordó Geraldo. – Pero esos no son la mayoría. Lo que
preocupa es que esa cultura del consumismo viene transformando el mundo en
una especie de arena del consumo. Las personas se ocupan mucho en tener
(“necesitamos tener esto y más aquello...”) Pero lo esencial, el ser...
(“necesitamos ser honestos; necesitamos ser fraternos y justos, etc.”), está muy
olvidado. Los medios de comunicación tiran toneladas de publicidad de cosas
para el consumo, y hasta los bebes ya aprenden a apuntar el dedito para el
juguete que desean. Y, en esa arena del tener, sobra poco espacio para cultivar
los valores verdaderos. Los padres trabajan demasiado para poder mantener la
familia; otros trabajan demasiado para tener más dinero, más bienes. Con eso,
¿cuál es el tiempo y la disposición que sobra para enseñar valores a los hijos?
Mariazinha quedó pensativa por instantes y dijo:
– Yo estuve pensando que no podemos dejar de ayudar a quien está en una
peor, por miedo de que esa ayuda sea desviada por los deshonestos. La
responsabilidad de los robos es de ellos, de los deshonestos, y creo que un día
las consciencias de ellos irán a cobrarles...
– Pues creo que el mundo estará perdido si no se empieza a enseñar
valores a los niños – dice Ilka. – Si la actual generación va tan mal, necesitamos
intentar cambiar la dirección de la nueva generación.
– Por hablar en eso – dijo Mariazinha – en mi colegio ellos empezaron un
programa de valores humanos para niños. Estoy encantada.
– ¡Excelente noticia! – exclamó Geraldo. – Todas las escuelas del país... y
del mundo deberían hacer lo mismo.
¿Y vosotros, qué os parece? ¿Será que debemos dejar de ayudar a los que
están necesitados, por miedo de esa ayuda ser mal utilizada, o hasta desviada?
El profesor debe incentivar respuestas.

Los actos de bondad que practicamos, el bien que hacemos, nunca se


pierden. Son acciones que nos hacen bien a nosotros mismos, dan alegría a
nuestra alma.
También hay innúmeras situaciones en que una persona, en un momento
de aflicción, recibe una ayuda inesperada de alguien. Es el retorno del bien que
hizo un día. Siendo así, nunca debemos dejar de ayudar a alguien por recelo de
que esa ayuda sea desviada. Por supuesto, en la gran mayoría de las veces,
cuando nos solicitan ayuda, debemos observar y evaluar, antes de ayudar.
También es importante pensar en la forma por el cual ayudaremos, pero,
cuando el corazón pide, debemos atender.
Sin embargo hay también formas de ayudar al mundo, sin que esa ayuda
sea robada por alguien. Vamos hacer una experiencia.
Cierren los ojos por un instante e imaginen que es de noche, que están en
un lugar donde no hay luz eléctrica, ni de lámpara, y por eso están en completa
oscuridad.
Imaginen ahora que alguien enciende una vela. Es una luz muy pequeña,
pero ya da para iluminar un poquito. Otras personas encienden otras velas;
luego hay varias de ellas encendidas y, todas juntas, iluminan completamente el
ambiente.
Pueden abrir los ojos.
La misma cosa ocurre en otras situaciones.
Una sola persona no consigue mejorar al mundo, pero, cuando su acción se
suma a muchas otras, a millones de otras, entonces podemos tener esperanza
de que el mundo va a mejorar, ni que sea bien despacito, pero va.
Pues bien, la buena noticia es que hay millones de personas en nuestro
planeta haciendo alguna cosa para mejorar nuestro mundo, y nosotros también
podemos colaborar. ¿Saben cómo?
El profesor debe incentivar respuestas.

Todos podemos colaborar para volver al mundo mejor, intentando siempre


ser respetuosos, honestos, pacíficos y fraternos. Pero no es sólo eso, porque,
cuando conseguimos vivir esos valores, estaremos también:
a) sumando valores a nuestra vida personal;
b) mejorando nuestros relacionamientos;
c) dando buenos ejemplos a las otras personas.
El profesor debe incentivar los presentes a manifestarse sobre los temas
que fueron tratados y conducir la conversación para un sano intercambio de
ideas, recordando también que, si muchos viven el mal, muchos otros viven el
bien, ayudando a mejorar al mundo, y que cada uno es responsable por sí
mismo, por sus acciones y omisiones.

Vamos ahora a cerrar los ojos y respirar hondo algunas veces para
armonizarnos... (Veinte segundos)
Vamos a imaginar que estamos en la cumbre de una alta montaña, en la
hora del amanecer. Aquí se puede sentir la paz de las alturas, las caricias de la
brisa a lo largo del cuerpo y la presencia grandiosa de la naturaleza. (Cinco
segundos)
De lejos, en el horizonte, el Sol empieza a surgir con todo su esplendor,
iluminando valles y montañas, despertando la vida... (Cinco segundos)
Cada uno ahora observe mentalmente los rayos luminosos del Sol naciente,
que ilumina su pecho... (Tres segundos), penetra en su corazón... (Tres
segundos), saca de su corazón todo sentimiento negativo... saca el rencor...
(Tres segundos), saca la rabia... (Tres segundos), saca las amarguras (Tres
segundos), saca las tristezas (Tres segundos), saca las preocupaciones... (Tres
segundos)
Sienta como su corazón se puso suave... iluminado... feliz... (Cinco
segundos)
Observe ahora, mentalmente, los rayos luminosos del Sol naciente, que
ilumina su cabeza, limpia su mente de todos los pensamientos contrarios a las
leyes cósmicas. (Cinco segundos)
Sienta su mente toda iluminada con la luz del bien, de la verdad, de la
paz... (Cinco segundos)

Sugerencia: encerrar la reunión con una oración agradeciendo a Dios por


todas las bendiciones recibidas, por la familia, por el amor, por la amistad;
pidiendo protección y apoyo a los familiares y a quien esté en dificultades;
solicitando ayuda divina para toda la humanidad, para que ésta se vuelva más
fraterna, más justa y más pacífica.

27ª clase – Revisión

Hoy vamos hacer una relación de los valores que fueron tratados en
nuestros encuentros desde la última revisión.
Siempre que fuera posible o viable, el profesor debe incentivar comentarios
y/o socializar los temas.

Los asuntos que fueron vistos son los siguientes:


1 – Las grandes religiones de la Tierra enseñan que existe un “después de
esta existencia”. Algunas creen que hay un cielo o un infierno después de la
muerte. Otras dicen que todas las personas ya vivieron muchas existencias en
la Tierra y que todos volverán a reencarnar hasta que se decidan a vivir de
forma fraterna, justa y honesta, para que el mundo se vuelva un lugar bueno
para todos.
2 – No importa cuál sea nuestra religión. Hasta incluso para quien no tiene
una religión, lo importante es creer que existe un comando superior en el
universo, un comando justo, basado en el amor, porque el amor es la propia
fuerza de la vida. Entonces, para que nos armonicemos con el universo y con
las leyes cósmicas, es necesario que aprendamos a amar, a sentir un amor
universal, de acuerdo con lo que fue explicado.
3 – Que hay personas cuya existencia se basa en el amor. Ejemplo: Madre
Tereza de Calcutá.
4 – La importancia de nuestros sentimientos y emociones, a causa de la
energía que generamos con ellos. Ejemplo: La diferencia entre el ambiente de
una iglesia y el de una prisión.
5 – Energías agresivas en los ambientes de la Tierra son generadas por las
emociones violentas de millones de personas que asisten a películas y
noticiarios con contenido violento, juegan juegos electrónicos violentos y
conversan sobre temas que giran alrededor de esos temas.
6 – La falta de respeto le resulta al ser humano en muchos disgustos.
También fueron listados algunas actitudes de quien tiene respeto por los otros:
- Nunca humillar a quien quiera que sea.
- Tratar a todos con atención y consideración.
- No desmerecer cualquier persona.
- No agredir.
- No insultar.
- Usar siempre de educación en el trato con los otros, principalmente con
los padres, con los profesores y con los más viejos.
7 – Que existe el altruismo. ¿Por qué tantos millones de personas pasan
hambre en la Tierra?
Causas: egoísmo, ganancia y orgullo.
Antídoto: altruismo (lo contrario de egoísmo)
8 – Es necesario que tengamos respeto por nosotros mismos. Ejemplos:
a) Buda, que supo respetarse a sí mismo, a sus valores.
b) Dr. Eduardo, el juez que no aceptó la coima de Gouveia, el hombre más
poderoso de la ciudad, y que prefirió enfrentar los problemas que tendría a
causa de su honestidad.
Se habló también sobre los jóvenes que no se respetan a sí mismos,
siguiendo falsos líderes, tales como los que se creen superiores, por el hecho de
ser los más fuertes; los más guapos, o los que poseen un coche u otra cosa que
los otros no tengan; los que toman bebidas alcohólicas o usan drogas; los
peleadores, etc.
9 – Comprar sin factura favorece a ladrones y delincuentes.
10 – Las personas inmaduras tratan sólo de vivir, intentando disfrutar, con
la mayor intensidad posible, los placeres que la vida les pueda ofrecer.
Innúmeros placeres son como publicidad engañosa, parecen inofensivos, pero,
después que nos sumergimos en ellos, es que vamos a ver el engaño, pero ahí
es tarde. Y lo peor es que la mayoría de las personas no se ocupa en elegir lo
que sirve y lo que no es bueno. Ejemplo: alimentación. Deberíamos comer para
nutrir el cuerpo, pero comemos para satisfacer el paladar.
11 – Que existe la cuestión de la riqueza. Fue narrado el caso de Bruno y
Silvana, que se volvieron ricos, pero el dinero no les trajo felicidad, fue al revés.
No se realizaron. Bruno percibió que era mucho más feliz cuando pobre.
12 – Afectividad, alteridad y respeto son pilares de la paz.
13 – Es importante enseñar valores a los niños y a los adolescentes.
El profesor debe incentivar los presentes a manifestarse sobre los temas
que fueron tratados y conducir la conversación para un sano intercambio de
ideas.

Vamos ahora a relajarnos... a cerrar los ojos y respirar hondo algunas veces
para que armonicemos los ritmos internos.... (Diez segundos)
Piensen en sí mismos con mucho cariño. Imaginen sus cuerpos envueltos en
una luz suave, llena de paz. (Cinco segundos)
Piensen ahora en las personas que están enfermas... (Tres segundos), en
las personas que están pasando hambre o no tienen donde vivir... (Tres
segundos), en los niños abandonados... (Cinco segundos)
Ahora voy hacer una oración y vosotros acompañan, sólo en pensamiento:
“Dios, nuestro Padre, pedimos tu ayuda para todas las personas que están
sufriendo en este momento. Da alivio a todo dolor y ampara a los que están
pasando hambre o no tienen donde vivir. Ampara a los niños abandonados y
ayúdalos a encontrar a alguien que cuide de ellos. Finalmente te agradecemos
por todo lo que tenemos, por la familia, por el amor, por la vida, pues sabemos
que es ella, la vida, es la gran escuela de nuestro espíritu... Así sea.”

28ª clase – Conciencia tranquila

El gran científico Albert Einstein entendía que Dios era la fuerza de la


naturaleza, la Gran Ley del universo. Algunos filósofos también pensaban de la
misma forma, y mucha gente entiende que nuestra conciencia guarda reflejos
de esa ley; es por eso que sabemos lo que es correcto y lo que es equivocado.
¿Quieren una prueba de eso?
Pues bien, ahora ustedes van a imaginar que están caminando por la calle y
se dan cuenta de que una persona dejó caer la cartera en el suelo. Ustedes
cogen la cartera y ven que está llena de dinero.
¿Qué harían?
Alce la mano el que se quedaría con el dinero.
Ahora, alce la mano quién correría tras la persona que perdió la cartera,
para devolvérsela. Pues bien, aquellos de ustedes que devolverían la cartera,
estarían actuando de esa forma porque escucharon y tomaron en cuenta la
orientación que les dio su propia conciencia. Están muy acertados. Es así como
se debe actuar para quedar con la conciencia tranquila.
Tener nuestra conciencia tranquila es muy importante, porque es con ella
que convivimos las 24 horas del día. Ella está dentro de nosotros, y sólo
podemos tener paz y armonía interior cuando nuestra conciencia está en paz.
Aquellos que se quedarían con el dinero estarían actuando contra la Gran
Ley, y eso genera desarmonía interior.
Siempre es malo que actuemos contra nuestra conciencia.
A lo largo de nuestra vida, es muy importante que intentemos actuar de
forma correcta, la más correcta que podamos. Sólo así podemos tener felicidad
interior, un estado de espíritu en armonía con las leyes universales.
¿Quién de vosotros sabe cuál es la mejor forma de actuar, para que
tengamos la conciencia tranquila?
El profesor debe incentivar respuestas y recordar que la fórmula para que
tengamos la conciencia tranquila es muy sencilla: “Sólo hacer a los otros lo que
deseamos que los otros nos hagan”.

Pero hay un detalle. No siempre lo que nos gustaría recibir sería lo mejor
para nosotros. A causa de eso siempre es importante intentar actuar también
con sabiduría.
Veamos como ejemplo la cuestión de ayudar a los otros.
Cuando vivenciamos el mayor de todos los mandamientos de la Gran Ley,
que es el amor, nuestro corazón pide para ayudar a quién está necesitando,
¿verdad?
Existe una máxima muy interesante que dice así: “Que mi mente
aprenda a pensar con amor, y mi corazón a amar con sabiduría”.
Eso es importante porque hay mucha gente que le gusta aprovecharse de
la bondad ajena. Mucha gente que se aprovecha de los programas de ayuda
que el gobierno ofrece y, en vez de buscar un trabajo, se queda sólo recibiendo
esa ayuda. Hay personas que realmente no tendrían cómo vivir sin ella, pero
también hay mucho bribón beneficiándose cuando debería estar trabajando.
Muchas personas viven pidiendo limosna cuando podrían trabajar. Muchos
niños y jóvenes no se esfuerzan en los estudios y, al volverse adultos, siguen su
vida perezosa, mantenidos por los padres.
Hay personas que no aceptan cualquier trabajo y prefieren vivir de la
caridad ajena.
Vamos a ver un ejemplo.
Digamos que alguno de ustedes está comiendo en un restaurante con
sus padres y aparece un mendigo pidiendo dinero para comprar un pan,
diciendo que tiene hambre.
¿Qué creen ustedes, que sus padres deberían hacer?

El profesor debe incentivar respuestas.


Vamos a ver qué harían sus padres, si estuviesen pensando con amor,
con certeza atenderían el pedido del mendigo dándole dinero. Al final, es un ser
humano y está con hambre.
Pero si estuviesen amando con sabiduría, ¿saben lo que ellos harían?
Con seguridad, irían a comprar un plato de comida para el mendigo. De esa
forma estarían actuando con amor y con sabiduría, porque muchos mendigos
piden dinero para comer, pero lo que están deseando es comprar bebidas
alcohólicas; otros piden limosna para sostener familiares perezosos; otros lo
hacen, pensando que es lo más fácil, antes que buscar un medio más digno
para sobrevivir.
Como hemos podido ver, pensando con amor y amando con sabiduría,
siempre tendremos muchas más posibilidades de acertar en nuestras acciones.
Cuando pensamos con amor, estamos desarrollando ese sentimiento
maravilloso de afecto, de la fraternidad. Esta es una gran conquista de nuestro
espíritu, porque la fraternidad y el amor, son fuerzas divinas manifestándose en
nosotros. Y, actuando con sabiduría, no estamos favoreciendo a la pereza o a la
falta de escrúpulos de alguien; además de eso, estamos enriqueciendo nuestro
aprendizaje en la vida.

Hay una idea muy interesante a ese respecto. Ella dice que la evolución
puede ser simbolizada por las dos alas de un pájaro. Una representa el amor, y
la otra representa la sabiduría.
Imaginen cómo sería un pájaro queriendo volar sólo con un ala.
Lo mismo ocurre con nosotros. Es importante que desarrollemos amor y
también sabiduría, que es lo mismo que equilibrio.
Vamos a buscar otros ejemplos de cómo se puede pensar con amor y amar
con sabiduría.
El profesor debe socializar el tema y ayudar los presentes a encontrar tales
ejemplos.
Vamos ahora a relajarnos... a cerrar los ojos y respirar hondo algunas veces
para armonizar nuestros ritmos internos.... (Diez segundos)
Vamos a imaginar que estamos en la cumbre de una alta montaña, al final
de la tarde. (Cinco segundos)
De lejos vemos el mar, bajo el horizonte luminoso de la puesta de sol...
Más cerca, el paisaje rodeado por montañas, ríos y valles...
Aquí, en lo alto de la montaña, podemos sentir la grandiosa paz de las
alturas, las caricias de la brisa a lo largo del cuerpo, y la presencia grandiosa de
la naturaleza. (Cinco segundos)
En lo alto, algunas estrellas empiezan a aparecer en el cielo como si
estuvieran diciendo: “Paz en la Tierra a las personas de buena voluntad”. (Cinco
segundos)
Y aquí en este lugar, delante del altar de la naturaleza, vamos a elevar
nuestro pensamiento a Dios, en una oración: “Padre de toda la vida, creador de
todo que hay, envuelve nuestro planeta Tierra en vibraciones de amor y de paz,
en toda su extensión. Bendiga la naturaleza... en el agua, en la tierra y en el
aire. Bendiga al ser humano, ayudando a todas las personas a volverse más
fraternas, más pacíficas y más justas. Ampara a aquellos que están sufriendo y
derrama en sus corazones la esperanza y la confianza. Bendiga a todos nosotros
que aquí nos encontramos y también a nuestra familia. Finalmente te
agradecemos por todo, porque todo en nuestras vidas representa lecciones para
nuestro crecimiento interior.”

29ª clase – Internet

El ordenador es un aparato muy importante y, cuando conectado a la


Internet, se vuelve en un extraordinario recurso de comunicación con el mundo
entero, pero tiene dos lados, uno bueno y otro malo.
Es bueno cuando es usado para trabajar, estudiar, investigar, enviar y
recibir mensajes, etc.
Es malo cuando se vuelve en un vicio. Muchas personas se hacen adictas al
ordenador. Pasan todo el tiempo disponible con él, perjudicando los estudios y
muchas otras cosas.
Ese vicio es tan grave que en algunos países ya existen clínicas
especializadas en tratar la adicción al ordenador. Son tratamientos muy difíciles,
y el adicto siempre sufre mucho para conseguir librarse del vicio. Lo mismo
sucede en relación a todos los vicios: el cigarro, el alcohol, las drogas, los
videos juegos, etc.
Por eso, las personas inteligentes se cuidan de no adquirir vicios
El problema está en que siempre creemos que podemos experimentar,
usar... y que no nos vamos a hacer adictos. Pero es ahí donde está el peligro,
porque cuando la gente menos lo espera, ya se ha hecho adicta... Entonces…
empiezan los problemas, los sufrimientos.
Así, siempre es bueno que nos mantengamos lejos de las cosas que nos
pueden generar vicio.

El profesor debe socializar la conversación, pidiendo a los presentes para


que citen ejemplos de personas con cualquier tipo de vicio, conocidas o de las
cuales ya escucharon hablar; debe también enfatizar los aspectos negativos de
los vicios, las dificultades y sufrimientos que provocan, tanto al dependiente
cuanto a los que con él conviven.

Pero, volviendo a hablar sobre el ordenador, existen muchos peligros al


acecho alrededor de la Internet, así como las falsas amistades, los contactos
peligrosos, la entrada de virus y aún algunas imágenes negativas que quedan
presentes por mucho tiempo en nuestra memoria.
Por el ordenador podemos conversar con personas del mundo entero, pero
no podemos ver a esas personas mientras hablamos con ellas, no podemos
oírlas y por eso ellas pueden engañarnos a gusto. Muchas veces dicen cosas
bonitas, cuentan historias tristes de sus vidas para sensibilizarnos, y
terminamos creando una gran amistad con alguien que sólo está jugando con
nosotros.
Es peor aun cuando se trata de algún delincuente haciéndose pasar por un
niño, lo hace para ganar su confianza y conseguir informaciones importantes
para sus intenciones, que siempre son muy malas.
Ya han ocurrido muchos casos. Un delincuente se hace pasar por un niño y
hace amistad virtual con otro niño de verdad. En algún momento le pregunta a
ese niño si estudia en escuela particular o pública y, con más preguntas
aparentemente inocentes, y termina sabiendo el nombre de la escuela, cual es
el turno en que el niño estudia, su tipo físico y, así, ya sabe cómo hacer el
secuestro.
Otra cosa que no se debe poner en Internet son fotografías de la familia, de
la casa donde se vive, números de teléfono, de móvil; tampoco se debe dar
ninguna información de esa naturaleza.
Todo cuidado es poco, porque hay muchos delincuentes usando Internet
para los más diversos fines, siempre malos.
Además de eso, existe también la entrada de virus. Mucha gente manda
virus al ordenador por Internet y eso puede generar graves problemas. Existen
otros tipos de virus que son unos programitas que los hackers envían y que
quedan instalados en el ordenador. Esos programitas captan informaciones
importantes, como número de cuentas bancarias, el pin de esas cuentas, etc.
Entonces los hackers, con esos datos en la mano, transfieren todo el dinero
para sus propias cuentas.
Existen miles de personas que de repente perdieron todo el dinero que
tenían en el banco, por causa de los descuidos con el uso de Internet.
Muchos sites, principalmente los pornográficos y hasta los musicales, son
transmisores de esos virus.
Por eso, quien tiene acceso a Internet en casa debe siempre preguntar a
sus padres cuáles son los sites que puede visitar.
Otro cuidado que siempre debemos tener, no sólo con Internet, pero con
todos los medios de comunicación, es con la elección de las imágenes que
queremos ver. Cuanto más fuerte es una imagen, más tiempo ella queda en
nuestro subconsciente, volviendo siempre a la memoria. Así, ella termina
contaminando nuestro mundo íntimo con las ideas que representa.
¿Quién sabe decir qué es una imagen fuerte?
El profesor debe incentivar respuestas y socializar la conversación,
recordando que imágenes fuertes son las de accidentes, de crimines, de
películas de terror, etc.

Siempre que ocurre un accidente o un crimen, las personas corren


apresuradas para ver lo que pasa. Eso no es bueno. Si nada podemos hacer
para ayudar en una situación de esas, lo mejor a hacer es que nos alejemos.
También es importante hacer una oración, pidiendo a Dios para ayudar a las
personas involucradas.
El profesor debe incentivar a los presentes a manifestarse sobre los temas
que fueron tratados, y conducir la conversación para un sano intercambio de
ideas.

Vamos ahora a cerrar los ojos y respirar hondo algunas veces para que nos
armonicemos... (Veinte segundos)
Vamos a imaginar que estamos en la cumbre de una alta montaña... (Cinco
segundos)
Aquí se puede sentir la paz de las alturas, las caricias de la brisa a lo largo
del cuerpo y la presencia grandiosa de la naturaleza... (Cinco segundo)
Intente sentir esta paz en todo su ser... (Tres segundos), paz en su
corazón... (Tres segundos), paz en su mente... (Tres segundos), paz en todo su
cuerpo... (Cinco segundos)
Ahora que estamos así, tan en paz, vamos a envolver nuestro planeta y
toda la humanidad en ese sentimiento.
Vamos a decir mentalmente, pero intentando sentir lo que decimos: Tierra
en paz... (Tres segundos), Tierra en paz... (Tres segundos), Tierra en paz... (Tres
segundos)

Ahora voy hacer una oración y vosotros acompañan, sólo en pensamiento:


“Señor de la vida, nosotros te agradecemos por la naturaleza tan bella... por el
agua, que es tan importante para nosotros... Agradecemos por el aire que
respiramos... y por el Sol, que nos da vida y calor. Agradecemos por el amor,
por la amistad y pedimos que nos ayude siempre a que seamos personas de
bien, a desarrollar los valores más nobles del espíritu. Pedimos también que nos
proteja y a toda nuestra familia y que ayude a la humanidad a encontrar
caminos para la paz. Así sea.”

30ª clase – Humildad

A lo largo de la historia de la Tierra, siempre existieron personas


extraordinarias que pueden ser llamadas maestros, porque trajeron sabias
enseñanzas al ser humano.
Muchas de las grandes religiones nacieron de las enseñanzas de esos
sabios:
- De las enseñanzas de Buda, surgió el budismo; el profeta Mahoma creó la
religión musulmana; de las enseñanzas de Jesús, nació el cristianismo.
Todos ellos enseñaron que el amor y la humildad son fundamentales para la
evolución espiritual de los seres humanos.
Jesús, en determinada ocasión, dijo así: “Aprended de mí que soy manso y
humilde de corazón y tendréis paz para vuestras almas”.
Observad bien como es hermoso escuchar a alguien tan importante como
Jesús decir que es manso y humilde de corazón.
El problema está en el hecho, de que generalmente confundimos las cosas.
Muchos entienden que humildad es pobreza o ignorancia, que ser humilde es
andar mal vestido, con la cabeza baja y diciendo siempre “sí, señor” o “sí,
señora” para todo, sin opinión propia.
La humildad no es eso, podremos tener conciencia de nuestros valores,
tanto materiales como espirituales, pero no necesitamos exhibir esos valores
para que los otros los vean y los admiren, entonces esto no sería humildad,
sería orgullo.
La humildad es sencillamente lo contrario del orgullo. La persona que es
humilde jamás actúa con arrogancia; no tiene orgullo de lo que posee, ni de su
condición social.
La humildad es uno de los mayores valores del ser humano. Quien es
humilde siempre agradece la vida y a todos los que le han ayudado en sus
aprendizajes y en sus adquisiciones.
¿Quién de vosotros creéis que es humilde?
El profesor debe incentivar respuestas y socializarlas, buscando mostrar
que las palabras humilde y humildad han sido entendidas de forma
equivocada.

Mariacita, aquella chica de quien hemos hablado en nuestras clases de


valores humanos, era muy guapa y, tal vez por el hecho de siempre estar
mirándose en el espejo, terminó valorando demasiado su belleza. Entonces
decidió tener amistad, solamente con quien fuese guapo. Si era feo, ni se le
acercaba.
Cierto día su padre, D. Geraldo, comentando ese hecho con su mujer, Doña.
Ilka, dijo:
– Nosotros necesitamos hacer alguna cosa. Mariacita no puede seguir así,
despreciando a quien no sea guapo.
– Pero esa es la naturaleza de ella – contestó Doña. Ilka.
D. Geraldo pensó un poco y dijo:
– No importa. La naturaleza no es inmutable, y, cuando descubrimos que
estamos contrariando las leyes universales de amor y de justicia, precisamos
corregir eso.
– No sé qué hacer – dijo Doña. Ilka. – Ya conversé con ella, pero de nada
valió.
Pasaron algunos días después de esa conversación, cuando D. Geraldo
llegó a casa trayendo un perrito que adquirió:
– Mariacita, mira lo que te he traído.
La niña llegó corriendo, feliz, porque iba a recibir un regalo, pero se quedó
un poco decepcionada cuando vio a Pedrito. Era un perrito callejero, feo sin
igual. El color era casi indefinido, pareciendo color de piedra, razón por la cual
pusieron el nombre de Pedrito.
El animalito, acostumbrado a sentir el desprecio de las personas a causa de
su fealdad, no le importó la recepción que tuvo y poco a poco se fue acercando
a Mariacita, haciéndole fiestas.
A la niña le gustó aquel gesto y el animalito terminó por parecerle
simpático, pero no pensaba salir a pasear con él. No saldría por allí, exhibiendo
un animal feo como aquél.
Algunos meses más tarde, al salir para la escuela, el perro de un vecino, un
animal muy feroz, había huido y, al ver a la niña, se lanzó sobre ella. La chica
intentaba defenderse como podía, poniendo la mochila entre ella y los dientes
del animal. Pedrito inmediatamente saltó el muro y corrió para defenderla. Se le
fue encima del otro, ladrando y mordiéndolo cuanto podía. Gracias a eso, el
perro del vecino soltó a la niña y se pegó a Pedrito. Como tenía el doble de su
tamaño, el feroz animal terminó la pelea, dejando a Pedrito muy herido.
La madre llegó corriendo, se llevó el perrito para dentro de la casa y fue a
buscar un veterinario.
Mariacita sintió un nudo en la garganta al ver a Pedrito todo herido,
gimiendo bajito. Pero lo que más le dolía era saber que el animalito que ella
había despreciado a causa de su fealdad estaba ahora sufriendo por su culpa. Él
en verdad, tuvo un gesto noble, salvándola, tal vez, hasta con su propia vida.
Ah, no fue posible aguantar... Mariacita cayó de rodillas, en un llanto
desesperado, pidiéndole a Dios que salvara al animalito. En seguida,
acariciando cariñosamente al animal, y con lágrimas en los ojos, le pedía perdón
por haberlo despreciado, prometiendo que nunca más rechazaría a alguien, por
causa de su apariencia.
Felizmente Pedrito consiguió sobrevivir, aunque había quedado herido, pero
Mariacita, que ahora salía todos los días con él a pasear, tenía mucho cuidado
para que no se cansara, tratándolo con mucho cariño y dedicación.

El profesor debe incentivar los presentes a manifestarse sobre los asuntos


que fueron tratados y conducir la conversación para un sano intercambio de
ideas.

Vamos ahora a relajarnos... a cerrar los ojos y respirar hondo algunas veces
para armonizar los ritmos internos.... (Veinte segundos)
Vamos a imaginar que estamos en la cumbre de una alta montaña... (Cinco
segundos)
Aquí se puede sentir la paz de las alturas, las caricias de la brisa a lo largo
del cuerpo y la presencia grandiosa de la naturaleza... (Cinco segundo)
Cada uno de nosotros intente sentir esta paz en todo su ser... (Tres
segundos), paz en su corazón... (Tres segundos), paz en su mente... (Tres
segundos), paz en todo su cuerpo... (Cinco segundos)
Ahora que estamos así, tan en paz, vamos a envolver nuestro planeta y
toda la humanidad en ese sentimiento.
Vamos a decir mentalmente, pero intentando sentir lo que decimos: Tierra
en paz... (Cinco segundos), Tierra en paz... (Cinco segundos), Tierra en paz...
(Diez segundos)
Vamos aprovechar este momento para una oración: “Señor de la Vida,
pedimos tu bendición para nuestro planeta. Bendiga la Tierra, la naturaleza y
también a la humanidad; ayuda a las personas a que sean más pacíficas, más
fraternas y a que tengan más equilibrio en todo; bendiga nuestros hogares,
nuestros familiares y ayúdanos siempre a vivir la Gran Ley, la ley de amor;
también queremos agradecerte por la vida y por todo lo que ella nos da, pues
sabemos que es ella, la vida, es la gran escuela de nuestro espíritu... Así sea.”

31ª aula – Los Celos y la envidia

El profesor debe preguntar a los presentes si han procurado desarrollar la


humildad y el amor.

Joselito vivía implicando con su hermano Carlitos, que era cuatro años más
nuevo que él. Encontraba que Carlitos era más bonito, tenía un cabello rubio,
encaracolado, y una sonrisa que lo tornaba muy simpático.
Todo lo que el hermanito hacía, Joselito iba luego a contarle a su madre,
con aquél aire de quien está denunciando algo errado que el hermano hubiese
hecho. A parte de eso, nunca perdía la oportunidad de dar unos golpes a
Carlitos, por cualquier motivo e incluso sin razón.
Cierto día Carlitos le contó a la madre que Joselito venía faltando a clases
en la escuela para ir a jugar futbol con los amigos... Ah, ¡para qué! Esto le rindió
media docena de puñetazos y algunos pellizcos.
Ante eso, la madre puso a Joselito de castigo: una semana sin televisión, sin
computador y sin paseos. Además, tendría que leer un libro en las horas libres,
cuando no estuviese estudiando.
Joselito odió tener que leer un libro. Tenía flojera de leer, pero de esa vez no
hubo forma. El libro escogido era sobre relacionamientos en familia, y, como la
madre le venía a preguntar diariamente lo que él había entendido sobre la
lectura del día, era preciso prestar atención.
Cierta noche, sin tener con qué ocuparse, Joselito comenzó a pensar en su
vida. Primero, sintió pena de sí mismo por causa del castigo, sin embargo fue
reflexionando más profundamente y llegó a la conclusión de que el castigo era
merecido. Así que, en ese rumbo de sus reflexiones, terminó concluyendo que él
tenía un serio problema con relación al hermano, pero no conseguía percibir
cuál sería la causa. Sabía que amaba a Carlitos, pero no conseguía controlarse.
Tenía siempre al chico en la mira de su atención, buscando algo de malo en el
hermano que pudiese mostrar a la madre. ¿Sería celos? ¿Sería envidia? “No,
¡claro que no!” pensó asustado.
Terminó adormeciendo y soñó que se encontraba en un lugar oscuro, muy
feo, y que huía de algunos seres extraños que lo perseguían, gritando:
– ¡Es celos! ¡Es envidia! Ese chico tiene envidia del hermano que es más
bonito que él, por eso es tan malo.
Joselito despertó con el corazón a saltos, la respiración jadeante y una
presión en el pecho.
Cuando consiguió calmarse, procuró descifrar el significado de aquel sueño,
o pesadilla. Pero no había nada para descifrar, estaba todo muy claro. Sentía
que realmente tenía celos, y peor aún, tenía envidia del hermano, por eso lo
maltrataba.
Se recordó vagamente de cuando era hijo único. Era él el centro de las
atenciones. Cuando llegaba una visita, todos los agrados eran para él. En el Día
del Niño y en Navidad, los mejores regalos eran siempre los de él. La madre
pasaba todo el tiempo libre con él... Ah, pero después que Carlitos nació, todo
cambió. El hermanito vino a tomar su lugar, ocupar sus espacios y, conforme
crecía, demostraba cualidades que él, Joselito, no poseía. Era un chico calmo,
amoroso y más inteligente que él.
¡Era eso! Lo que él sentía era realmente celos y también envidia de
Carlitos.
Joselito no le gustó de la idea de saber que era celoso y envidioso y fue
buscar en el libro que la madre lo había obligado a leer, alguna cosa que
pudiese ayudarlo. Leyó, de esta vez con gusto, y terminó comprendiendo
muchas cosas. Resolvió cambiar. A partir de entonces, dejaría de ver Carlitos
como a un rival y trataría de verlo como a un hermano, un hermano de verdad.
Por la mañana, bien temprano, fue a la pieza de Carlitos para despertarlo y
le dio un abrazo.
El chico extrañó aquella actitud, pero percibió luego que era de corazón y
comenzó a llorar, diciendo:
– Yo nunca pensé que fueses a gustar de mí algún día...
Joselito no aguantó... Con un nudo en la garganta, abrazó nuevamente al
hermano, sintiendo cuanto gustaba de él.
Sabía también que, de aquel día en adelante, los dos serían verdaderos
hermanos. Mismo que peleasen de vez en cuando, lo que sería natural, no
habría más agresiones ni implicancia. Nada de celos, mucho menos de envidia.
¿Y cuánto a vosotros? ¿Quién aquí encuentra que puede estar sintiendo
celos o envidia de alguien?
El profesor debe incentivar respuestas y socializar el tema.

Los celos y la envidia son sentimientos que van contra las leyes divinas, o
cósmicas.
Nosotros sabemos que esas leyes están en la conciencia del ser humano.
Tanto es verdad que, desde eras primitivas, las personas ya tenían nociones de
honestidad, justicia, fraternidad, respeto, etc. ¿De dónde vinieron esas
nociones, a no ser del propio espíritu humano, de su conciencia? Con esas
nociones los pueblos antiguos iban estableciendo sus leyes, de acuerdo con la
propia cultura, y podemos percibir también que ellas evolucionan, se van
volviendo más justas y más sabias de acuerdo con la propia evolución de las
comunidades humanas.
Tenemos, entonces, lo siguiente: cuando transgredimos la ley de la justicia,
de la fraternidad u otras leyes divinas, estamos entrando en conflicto con
nuestra conciencia. Esto genera desarmonía interior, una especie de
remordimiento, y ese remordimiento puede levarnos a la depresión o, entonces,
a desarrollar otras formas de enfermedades conocidas como psicosomáticas.
Cuando sentimos remordimiento por alguna cosa errada que hicimos, nos
quedamos mal con nosotros mismos.
¿Quién de vosotros ya sintió remordimiento alguna vez?
El profesor debe incentivar respuestas.

El remordimiento es un sentimiento muyo malo. Por eso, siempre que


hagamos alguna cosa errada, que nos crie remordimiento es muy importante
que busquemos corregir el error, pedir disculpas, en fin, hacer lo posible para
aliviar la conciencia.
¿Quién de vosotros tiene facilidad para pedir disculpas?
El profesor debe incentivar respuestas.
¿Quién tiene dificultad para pedir disculpas?
El profesor debe incentivar respuestas.

Muchas personas piden una media disculpa diciendo, por ejemplo: “fue
malo”.
Decir “fue malo” apenas informa que la persona entiende que no “fue
bueno”, pero esto no es exactamente un pedido de disculpas.
Las personas que no piden disculpas se vuelven desagradables y se quedan
conocidas por su falta de educación. Ya las personas educadas son bien vistas y
bienvenidas en cualquier lugar.
El profesor debe incentivar a los presentes a manifestarse sobre los asuntos
que fueron tratados y conducir la conversación para un saludable intercambio
de ideas.

Ahora vamos a relajarnos... a cerrar los ojos y respirar hondo algunas veces
para armonizar nuestros ritmos internos... (Veinte segundos)
Vamos a imaginar que estamos en una floresta, sentados al pie de una gran
árbol, apoyados en su tronco. (Cinco segundos)
Alrededor nuestro, está el verde de la vegetación, y allá de lo alto podemos
ver el azul del cielo por entre los follajes de los árboles. (Cinco segundos)
Vamos a inspirar el aire, calmamente, procurando sentir el olor de las hojas
de la arboleda, de la tierra y de las flores silvestres. (Cinco segundos)
Procuremos escuchar con nuestra imaginación el canto de los pájaros, el
sonido de las hojas que se tocan al sabor de la brisa, y un poco más lejos el
sonido del agua de un riachuelo, corriendo por entre las piedrecitas de su lecho.
(Cinco segundos)
Estamos en plena naturaleza, sintiendo paz, tranquilidad y alegría... (Cinco
segundos)
Vamos a reflexionar sobre lo que significa “amar y respetar la naturaleza”.
(Veinte segundos)
Vamos ahora a volver calmamente a nuestro ambiente y abrir
tranquilamente nuestros ojos.
El profesor debe preguntar a cada uno si consiguió realizar bien el ejercicio
e incentivar a los presentes a que hablen sobre la experiencia que vivenciaron.
Sugerencia: encerrar la reunión con una oración, pidiendo a Dios para
bendecir nuestro planeta y ayudar a la humanidad a volverse mejor, más
pacífica y más fraterna; pidiendo por la paz, salud y armonía en el hogar, y para
que todos puedan desarrollar los valores del espíritu.

32ª clase – Ley moral dentro de mí

¿Quién de vosotros se ha recordado de saludar a las personas, de ser más


amoroso, más fraterno, de dar un abrazo...?
El profesor debe incentivar respuestas.

Immanuel Kant fue un filósofo alemán que vivió en el siglo XVIII. Cierta vez
él dijo así: “Dos cosas me llenan el alma de crecente admiración y respeto: el
cielo estrellado sobre mí y la ley moral dentro de mí”.
¿Qué os parece eso? ¿No es bonita esa admiración que él sentía por el cielo
estrellado y por la ley moral que se encontraba dentro de él?
¿Alguien sabe lo que él quiso decir con la idea de la ley moral encontrarse
dentro de él?
El profesor debe incentivar respuestas.

Kant entendía que todas las personas saben lo que es correcto y


equivocado, no porque lo aprendieron, sino porque la ley moral es algo que
hace parte de la propia razón del ser humano. Ella está en nuestra conciencia.
Lo importante, entonces, es siempre que actuemos de forma que nunca
hagamos el mal a quién quiera que sea, ni a nosotros mismos.
Es verdad que muchas veces no sabemos si estamos actuando
correctamente o de forma equivocada. Pero para esos casos hay una regla
básica: sólo hacer a los otros lo que nos gustaría que los otros nos hicieran. Esa
regla está en la base de todas las grandes religiones.
Quien no actúa de acuerdo con esa regla está violentando la propia
conciencia.
Y, cuanto a las personas que hacen el mal, que roban, violentan, matan...
¿será que ellas no tienen conciencia?
¿Qué os parece?
El profesor debe incentivar respuestas.
Todo ser humano tiene conciencia, sin embargo muchos la esconden bajo
toneladas de ganancias, de odio, de deseos de poder...
Mucha gente hace cosas equivocadas sin preocuparse con la conciencia,
pero un día, cuando menos esperan, ella empieza a cobrar.
El caso de Deodato fue de ese tipo. Él había asesinado al dueño de un
almacén para poder robarle. Después de algún tiempo, conoció una joven, se
enamoró y se casó con ella. Tuvo tres hijos. La vida para él estaba estupenda,
pero la conciencia empezó a atormentarle. Comenzó a tener pesadillas con el
hombre que había matado, y la cosa se fue complicando tanto, que sintió que
acabaría enloqueciendo.
¿Qué hizo entonces?
Le contó todo a su mujer, fue a la policía y se entregó, confesando el
crimen. Lo sentenciaron a muchos años de cárcel, pero como tenía una
conducta ejemplar, le permitieron salir, antes de lo esperado, en libertad
condicional. Pues bien, la primera cosa que Deodato hizo, fue buscar a la familia
del hombre que había asesinado. La viuda había vendido el almacén, pues no
sabía trabajar con él, y el dinero de la venta ya estaba llegando a su fin. Ella y
los hijos, iban a pasar muchas necesidades. Deodato comenzó entonces a
ayudar a la familia del hombre que había matado. Costeó los estudios de los
niños; hacía las compras de supermercado para la viuda y así, después de
muchos años luchando para mantener las dos familias, la de él y la de su
víctima, finalmente, cuando ya todos estaban bien encaminados en la vida,
Deodato se dio por satisfecho. Llamó a la mujer y le dijo: “Ahora ya puedo
dormir en paz; mi conciencia me dejó tranquilo”.

¿Qué les parecen esa actitud de Deodato?

El docente debe incentivar respuestas y analizar el tema.

Há uma ley universal conocida como ley de causa y efecto. Todo efecto
siempre tiene una causa.
Basados en esa ley, los grandes maestros de la humanidad y los fundadores
de las grandes religiones de la Tierra enseñaron aquella regla de que hablamos:
“Sólo hacer a los otros lo que quisiéramos que los otros nos hagan”.
¿Vean sólo qué cosa más sencilla, verdad?
Cuando la humanidad obedezca esa ley tan sencilla, no habrá miseria, ni
tanta cosa mala que vemos todos los días ocurriendo por ahí.
Pero, cuando pensamos en sólo hacer a los otros lo que gustaríamos que
ellos nos hicieran, es necesario que nos pongamos en el lugar de ellos.
Digamos que le gusta menospreciar a su compañero, porque él es muy
pobre, no tiene un móvil y nunca jugó video juegos.
Entonces, antes de menospreciarlo, imagine que el pobre es usted; que su
padre se fue y su madre trabaja mucho para sostener a la familia; que el dinero
es tan poco que sólo da, mal y mal, para comprar comida y pagar el alquiler de
la casita donde vives.
Piense en las muchas dificultades que necesita afrontar para poder estudiar
y que, luego, luego va a tener que trabajar en las calles para ayudar a la
madre...
Así, si te pones en lugar del otro, vas a intentar ayudarlo, en vez de
criticarlo o maltratarlo, ¿verdad?
¿Vamos hacer un ejercicio?
Vamos, entonces, a cerrar los ojos y respirar hondo algunas veces para
relajarnos. (Diez segundos)
Ahora cada uno vaya pensando en una persona a quien menosprecia. (Diez
segundos)
Ahora vaya pensando en cómo sería si estuviera en el lugar de esa persona.
(Treinta segundos)
El profesor debe socializar el tema, preguntando a cada uno que sintió al
ponerse en el lugar de la persona a la cual menosprecia.

Y por hablar en causa y efecto, aquí va una pregunta importante: ¿por qué
viene ocurriendo tantas catástrofes como se ha visto en los últimos años, tales
como las devastadoras inundaciones, huracanes, etc.?
La respuesta es sencilla. Se trata del retorno de los actos del propio ser
humano. Movido por la ambición, él viene contaminando el aire con los humos
de las quemadas, de las fábricas, de los vehículos motorizados, generando el
efecto invernadero, y ese efecto viene cambiando el clima en la Tierra,
provocando esas catástrofes.
Otra pregunta: ¿por qué el agua potable en nuestro planeta está
empezando a agotarse?
También es por culpa del propio ser humano, que viene devastando las
florestas, no respetando ni mismo las nacientes de agua y los márgenes de los
ríos. A parte de eso, contamina los ríos y hasta incluso el propio mar,
provocando la diminución de las poblaciones de peces, que le dan alimento.
Como si no fuera suficiente, el ser humano va dejando su basura por donde
pasa. Bolsas plásticas que son dejadas en las playas o tirados en los ríos se van
para el mar, donde son confundidos con alimento y comidos por tortugas
marinas y otros animales, que llegan a morir.
Como podemos percibir, es muy importante que dejemos la basura donde
venga a ser debidamente recogida y, siempre que posible, apoyar e incentivar
la recogida selectiva, en la cual gran parte de esos residuos que tanto
damnifican la naturaleza pueda ser correctamente aprovechada.
Si queremos un mundo mejor, necesitamos esforzarnos, haciendo lo que
fuera posible.
Vamos ahora hacer una relación de acciones que pueden ser practicadas
por cualquier persona, adulta o niño, para proteger la naturaleza.
El profesor debe socializar la conversación, incentivando a los presentes a
que citen tales acciones y actitudes.
Sugerencia: encerrar la reunión con una oración, pidiendo a Dios para que
bendiga nuestro planeta Tierra, proteja y ampare a la naturaleza; ayude a las
personas a aprender a amar la naturaleza y a cuidar de ella, a que se vuelvan
más fraternos y pacíficos; pedir apoyo a quien está en dificultades, paz para la
Tierra, etc.

33ª clase – Las estatuas de piedra

En el libro La Misión Virtual, hay un episodio muy interesante que vale la


pena contar a vosotros.
Se trata de una aventura virtual vivida por tres niños: Gilberto, Teca y
Sergito.
En cierto momento de la aventura, caminando en una región montañosa,
acompañados por Timón y por el gorila Migón, ellos llegan a la entrada a una
cueva pegado en las paredes de un “canyon”. El Sr. Timón entró y los otros lo
siguieron atrás. Anduvieron un poco y llegaron delante de una pared con una
puerta cerrada. Arriba, había una placa donde podía leerse: HAGA UNA BUENA
ACCIÓN Y RECIBA UNA GRAN RECOMPENSA.
Teca se restregó la punta de la nariz y dijo:
– ¡Que extraño! Si alguien hace una buena acción va a recibir una
recompensa...
– Entonces ya no es una buena acción – completa Gilberto.
El Sr. Timón abrió la puerta y entraron en una sala que más parecía una
tienda. En las paredes había varias estanterías con objetos que aún estaban
dentro de los embalajes originales: innumerables tipos de juguetes, ropas
exóticas, electrodomésticos, joyas... Los ojos de los niños brillaban al mirarlos.
De repente Gilberto exclamó:
– ¡Un magazin, un MINI SYSTEM! Mira, Sergito, tiene radio, MP3... es el
nuestro... aquel que la gente muere por tener...
– ¡Mi patín! – exclamó Teca, sosteniendo un bello modelo de patín en las
manos. – Siempre quise tener uno de estos.
El Sr. Timón observaba una pequeña pelota con una plaquita donde estaba
escrito: “Bolsa mágica. Contiene siete monedas de oro. Siempre que su dueño
saque una, en su lugar surgirá otra igual”.
– ¡Arre!!!... Quiere decir que el dueño de esta bolsa puede ser la persona
más rica del mundo – dijo el Sr. Timón para sí mismo. – Tan sólo hay que ir
sacando monedas de oro...
Hasta Migón cogió un juguete, un muñeco con cara graciosa. Entonces, se
abrió una puerta en el fondo del salón. Los cinco miraron desconfiados.
– Si la puerta está abierta, creo que es para que pasemos – dijo el Sr.
Timón, pasando hacia el otro lado.
Los niños dejaron los objetos en las estanterías y lo siguieron,
desembocando en una gruta llena de estatuas aterradoras. Parecían personas
petrificadas: hombres, mujeres y niños. Teca se aproximó para mirarlas más
cerca, dio un grito y corrió para abrazarse a Gilberto, exclamando:
– ¡Esas estatuas parecen gente!
Pero los sustos no quedaron allí. En el fondo de la gruta, sentado en un
gran trono de oro, incrustado de piedras preciosas, estaba un hombre vestido
como un rey, pero con aire muy triste. Tenía las manos esposadas al trono. Al
ver a los visitantes, por sus ojos pasó un reflejo de esperanza.
– Sean bienvenidos – dijo con entonación ansiosa. – Soy el Rey de estas
montañas.
Los niños se miraron asustados. El Sr. Timón tenía un aire enigmático.
– Aproxímense, por favor – continúa. – No tengan miedo... ¿No están viendo
que estoy esposado?
Los niños y el Sr. Timón se aproximaron, y Migón fue hasta el trono para
examinar todo, con su natural curiosidad. El Rey prosiguió, con tristeza en la
voz:
– Antiguamente, todos los días cabalgaba al amanecer, cuando la
naturaleza estaba despertando... Todo tenía vida y belleza. Las costas estaban
llenas de plantas, pequeños riachuelos y magníficas cascadas. Había muchos
animales silvestres, muchos pájaros... todo era alegría.
Los niños estaban impresionados. Teca, apesadumbrada, preguntó:
– ¿Qué ocurrió?
– El genio del mal consiguió sujetarme aquí. Ahora, al amanecer, ya no
puedo despertar junto a la naturaleza. Ustedes deben haber visto que afuera
todo está muerto.
– ¿Y no se puede hacer nada?, ¿nadie puede soltar al señor? – preguntó
Sergito.
– Se puede, sí. Cualquier persona puede. Si quisieran, podrían liberarme.
El Rey hace una pequeña pausa y concluye, con inconfundible ansiedad en
la voz.
– Y pueden pedir cualquier cosa como recompensa.
Los ojos de Sergito brillaban, al preguntar:
– ¿Podemos pedir el MINI SYSTEM?
– Pueden, sí. Cualquier cosa... hasta aquella bolsa mágica.
– ¿Bolsa mágica? – preguntó Teca, muy curiosa.
– Es una bolsa con siete monedas de oro – explica el Rey. – Cuando su
dueño saca una, aparece otra en su lugar.
Los niños, maravillados, retornaron corriendo a la sala de los juguetes. El
rey espera, con expresión terriblemente ansiosa, pensando: “¿Será que ellos
van a caer en el escuadrilla?”.
En la sala de los juguetes, los niños seguían mirando todo para mejor poder
elegir las recompensas. Pero no están tan animados cuanto antes. Gilberto
externa el pensamiento de los tres:
– ¿Os parece correcto que pidamos recompensa por una buena acción?
Mirando unos para los otros en silencio, y sus expresiones alegres van
disminuyendo. Sin decir una palabra devuelven los juguetes a los estantes.
Gilberto saca el muñeco de las manos de Migón, diciendo con cariño, pero con
firmeza:
– Migón, de esta vez no se puede.
Timón sonrió bajo el bigote canoso, acompañando a los niños de vuelta a la
gruta de las estatuas. Gilberto, como portavoz del grupo, se dirige al Rey.
– Disculpe Rey, pero nosotros no queremos recompensa. Basta decir qué es
necesario hacer.
Mal acaba de hablar, las esposas se abren misteriosamente. El Rey levanta
las manos mirando para ellos, casi sin creer en tamaña ventura. Cuando se
convence de que está libre, una expresión de felicidad indescriptible se va
extendiendo por su rostro. Vuelve los ojos para el alto en gesto de gratitud,
mientas dos gruesas lágrimas caen de sus ojos.
– ¡Finalmente!... ¡Finalmente, Dios mío! – exclamó. – ¡Estoy libre... libre!
Los niños están más que espantados, y Timón sonríe abiertamente. El Rey
se levanta y baja de aquel “trono prisión”, moviendo los brazos para hacer
volver la circulación. Se acerca a los niños, se arrodilla delante de ellos diciendo,
con lágrimas en los ojos y en la voz:
– Gracias. Muchas gracias. Vosotros salvaron más que mi vida. Vosotros me
dieron la libertad.
– ¡Pero nosotros no hicimos nada! – exclamaron los tres al mismo tiempo.
El Rey, profundamente emocionado, explica con la voz ahogada por los
sollozos que intentaba contener:
– Para que yo me quedase libre, era necesario aparecer alguien grande lo
suficiente para no aceptar recompensa por la buena acción.
Sergito, sin entender bien el sentido de aquellas palabras, dijo:
– Pero nosotros no somos grandes... somos niños.
Timón no consigue contener La sonrisa, que suena extrañamente en
aquella escena repleta de emoción. El Rey mira para él, se levanta y va
abrazarlo, exclamando:
– ¡Cómo son inocentes estos niños! Tan dignos y nobles...
Señala con el dedo para las estatuas, sigue:
– ¿Están viendo? Todas ellas son personas que aceptaron recompensa para
libertarme y fueron transformados en piedra.
Una emoción de horror pasa por el grupo. Los niños, asustadísimos, se
quedan algún tiempo mirando para aquellas personas transformadas en piedra,
pensando que en aquel momento ellos propios podrían estar así. Sólo Timón
permanece sonriendo, como si ya conociera aquel enredo. Finalmente, Gilberto,
recuperándose un poco del susto, pregunta:
– Quiere decir que, si hubiéramos aceptado la recompensa para libertarlo...
ahora...
– Ahora vosotros estarían allí, transformados en piedra – completa el Rey.
El profesor debe socializar la conversación, recordando que esa historia es
imaginaria, pero enseña cómo actúan personas de buen carácter y con buena
formación moral. Son personas que se respetan a sí mismas.
Sugerencia: encerrar la reunión con una oración, pidiendo a Dios ayuda
para todos los presentes que siempre tengan respeto por sí mismos, actuar de
acuerdo con la propia conciencia y no ser ambiciosos, pero sí altruistas y
fraternos; también protección y apoyo a la familia y a quien está en
dificultades; ayuda divina para toda la humanidad, para que esta se vuelva
más fraterna y más justa. Debe recordar también de agradecer a Dios por todas
las bendiciones recibidas, por el amor y por la amistad, así como por la alegría,
que hace tan bien al cuerpo y al alma, etc.

34ª clase – Amar y perdonar

¿Vosotros os acordáis de la historia de María y de su sueño sobre el planeta


Hipotalus? ¿Recordáis que los científicos de allá habían concluido que Dios, o
sea, un ser superior responsable de las leyes universales y de la dirección del
universo, no existía? Debido a esto, el azar se ocupó de todo y fue tanta la
confusión que el planeta acabó explotando.
Pues bien, después de que Hipotalus explotó, María se sintió disparada a lo
largo de la órbita de ese planeta. Fue allí donde recurrió a Dios, el Ser Supremo,
y recibió la ayuda que necesitaba.
María había quedado muy impresionada con aquel sueño y decidió saber
más sobre ese tema de la religiosidad, de la fe. Entonces se fue a buscar, en la
biblioteca de su padre, algunos libros sobre Dios y encontró la Biblia. Hojeó aquí
y allí y se sintió interesada en la historia de Jesús.
A María le gustaba mucho leer, porque sentía como si estuviera
participando en las historias que leía. Así, leyendo la historia de Jesús, era como
si ella estuviese allá, recorriendo los caminos de Galilea con él y sus discípulos,
caminando por la orilla del mar, o sentada a sus pies cuando él subía a lo alto
del monte a hablarle a la multitud de personas que acudían a escucharlo.
Era reconfortante oír a Jesús cuando decía que Dios es como un padre que
socorre a sus hijos en la hora de la aflicción. Pero le pareció medio raro cuando
dijo que el principal mandamiento es “Amar a Dios sobre todas las cosas y al
prójimo como a nosotros mismos”.
-Aquí está el problema, pensó María. Si tenemos que amar al prójimo, o sea,
a todas las personas... Entonces tenemos que amar también a nuestros
enemigos.
Se fue a buscar a su padre, Gerardo, le contó sus dudas y le preguntó:
- ¿Te parece que es posible mirar a un enemigo y sentir amor por él?
- Pues bien, hija mía – le contestó su padre-, creo que Jesús no quiso decir
exactamente amar a un enemigo, porque esto es imposible, va en contra de
nuestra naturaleza humana. Cuando pensamos en un amigo, nuestro corazón se
abre, feliz, con esa evocación; pero cuando pensamos en un enemigo, nuestro
corazón no puede abrirse así, porque se trata de alguien en quien no podemos
confiar.
Creo que Jesús quiso decir que no debemos odiar a nuestros enemigos, sino
perdonarlos y desearles lo mejor.
- Quiere decir que no debemos desear el mal a nuestros enemigos...
Gerardo pensó por un momento y dijo:
- ¿Sabías que todas las enseñanzas de Jesús tienen fundamento científico?
- ¿Cómo es eso, papá? –preguntó María, curiosa.
- Mira qué interesante: las investigaciones científicas han ido demostrando
que sentir odio y rencor es dañino para la salud, pero que el perdón y el amor
son muy beneficiosos para nuestro organismo; fortalecen el sistema
inmunológico.

María se quedó pensativa. Le comenzaba a parecer interesante esa


cuestión de la religiosidad.
Buscó un libro que hablase sobre el perdón y, al abrirlo, fue luego leyendo:
“Hace dos mil años, el código que regía el comportamiento de las personas era
el “ojo por ojo, diente por diente”, o sea, el mal que alguien hiciera, le era
cobrado en la misma medida. Eso muchas veces creaba una especie de círculo
vicioso de la venganza. Digamos que alguien de la familia A le pegaba a alguien
de la familia B. La familia B entonces trataba de desquitarse dando una paliza a
alguien de la familia A y así sucesivamente. Nadie poseía buena voluntad, y
todos tenían la idea que perdonar una ofensa, era señal de cobardía.
¡Imaginen entonces cómo sería si, en ese escenario, apareciese alguien
propagando la necesidad de amar al prójimo y perdonar todas las ofensas!
Pues eso fue lo que ocurrió cuando llegó Jesús. Él hacía muchos milagros y,
por donde pasaba, siempre tenía una multitud de personas alrededor suyo. Su
predicación estaba dirigida hacia la necesidad del perdón, de la humildad y del
amor. Ese mensaje de Jesús, empezó a enseñarle al ser humano cuán
importantes son esos valores en la vida de las personas y de las comunidades.
A partir de entonces, el mundo Cristiano lentamente empezó a cambiar, y hoy
ya existen millones de personas que se esfuerzan por seguir aquellas
enseñanzas, en el sentido de amar a las personas, perdonar las ofensas y
librarse de las peores cualidades negativas que existen, como son el egoísmo,
la ambición y el orgullo.
– Que interesante, pensó Mariazinha. Las personas deberían conocer mejor
esa cuestión del perdón. El mundo sería mucho mejor...
Y cuanto a nosotros. ¿Quién de nosotros consigue perdonar?
El profesor debe incentivar respuestas.

Solamente el perdón consigue romper el círculo vicioso de la venganza de


que hablaba el libro que Mariazinha estaba leyendo. Sólo el perdón consigue dar
paz.
Piensen cómo queda el interior de una persona que está con odio. Es como
si ese sentimiento hirviera dentro de ella, sacándole hasta incluso la alegría de
vivir.
Y el peor es que eso también hace mal a la salud, como ha sido
comprobado por investigaciones científicas.
Con l rabia hirviendo dentro de nosotros, hasta incluso nuestros
relacionamientos pueden ser perjudicados.
El acto de perdonar fortalece el sistema inmunológico, que es muy
importante para tener buena salud. Además de eso, alivia nuestro corazón,
abriendo caminos para la alegría.
¿Y cuánto a nosotros? ¿Será que sentimos odio por alguien?
Pues bien, sintiendo odio o no, vamos hacer un ejercicio del perdón.
Cerremos los ojos y respiremos hondo algunas veces para relajarnos. (Diez
segundos)
Pensemos en algún animal o incluso en alguna cosa de la cual nos gusta
mucho... (Cinco segundos)
Sintamos como es buena la sensación de gustar, de querer bien. (Cinco
segundos)
Ahora pensemos en una persona a quien amamos mucho. (Cinco segundos)
Sintamos como es buena la sensación de amar a alguien y de saber que
también somos amados. (Cinco segundos)
Ahora que estamos con nuestros corazones llenos de amor, pensemos en
alguna persona de la cual guardamos alguna amargura o de la cual no
gustamos. (Cinco segundos)
Imaginemos que estamos viendo esa persona aquí en nuestra frente y
vamos a decirle, sólo en pensamiento, pero de todo corazón: “Yo te perdono y
te deseo todo el bien”. (Veinte segundos)
Vamos ahora abrir los ojos, y vosotros van hablarme sobre esa experiencia.
¿Quién consiguió sentir que perdona de corazón?
El profesor debe incentivar respuestas y socializar el tema.

Sugerencia: encerrar la reunión con una oración, pidiendo a Dios para


ayudar a todos los presentes a que perdonen siempre cualesquiera ofensa y a
que desarrollaren amorosidad; agradecer por todas las bendiciones recibidas,
por la familia, por el amor, por la amistad; pedir protección y apoyo a los
familiares y a quien esté en dificultades; solicitar ayuda divina para toda la
humanidad, para que ésta se vuelva más fraterna y más justa.

35ª clase – Líderes

¿Vosotros ya vieron un rebaño de vacas? Siempre hay una que es líder y


que lleva una campana en el pescuezo. Para donde ella va, las otras van
también.
El ser humano también tiene esa tendencia de seguir líderes. Unos son
buenos porque llevan sus seguidores para buenas acciones, pero otros no
sirven, llevan sus liderados para el lado malo de la vida. Esos son como aquellos
que hacen películas de violencia, “video juegos” con juegos violentos que llevan
a la persona a acostumbrarse con la idea de agredir y de matar. También hay
los que incentivan el fumo y las bebidas alcohólicas, los que usan drogas y
llevan otros a eso. Esos líderes del mal siempre encuentran personas que las
siguen y que pasan a actuar de la misma forma que ellos.
Eso ocurre también con adolecentes y hasta con niños. Para agruparse con
los otros, estos acaban haciendo las mismas cosas que aquellos.
Por causa de eso, es mucha tontería hacer cosas equivocadas sólo para
agruparse, para hacer parte de un grupo.
Cuando el grupo es del bien, es diferente. Existen grupitos que se reúnen
para estudiar, practicar un deporte, hacer alguna actividad beneficiosa, etc., y
eso es bueno.
El profesor debe socializar el tema, con foco en la realidad local, alertando
para los peligros existentes.

La vida es como un camino que recorremos, yendo y viniendo. En la ida


vamos plantando semillas con nuestras acciones; y en la vuelta tenemos que
recoger aquello que sembramos.
Por eso, todo lo que hacemos o dejamos de hacer es muy importante.
Es como el caso de aquellos hermanos gemelos, Duda y Edu. Eran de una
familia económicamente muy bien situada. A Edu le parecía que no necesitaba
esforzarse estudiando porque la familia podía sostenerlo. Duda entendía que
era él mismo era quien tenía que cuidar de su futuro, pues ese es el deber de
todo ciudadano.
Con esto es fácil imaginar lo que ocurrió. Duda estudió, se formó en una
profesión que le gustaba mucho; se casó, tuvo hijos y vivía feliz con su familia.
Edu faltaba a clase, no se interesaba en los estudios y pasaba la mayor
parte del tiempo jugando con video juegos. A los 13 años, como no gastaba su
tiempo en los estudios, comenzó a andar con muchachos que usaban drogas.
Duda trató de aconsejarlo, pero él decía que no se enviciaría, porque tenía
control sobre sí mismo y que fumar un porro con los amigos de vez en cuando
no le hacía ningún daño...
Sólo que hace daño... mucho daño.
Cuando se dio cuenta, Edu ya estaba completamente enviciado. Sin control.
¡Fue terrible!
Todo el dinero que le daban sus padres se le iba en comprar drogas.
Poco después, comenzó a usar drogas más fuertes y, cuando se le
terminaba el dinero que le daban sus padres, se dedicaba a robar. Robaba a sus
padres, a sus compañeros y hasta a las amigas de su madre, cuando iban a
visitarla.
Un día, sin dinero y desesperado por comprar drogas, cogió el revólver del
padre y se fue a atracar. Sólo que el hombre a quien abordó, reaccionó y Edu,
nervioso, le disparó y lo mató.
Por esto, terminó en una institución para menores peligrosos. Allí vivió un
verdadero infierno, además de las condiciones precarias que había, le hacía
falta la droga. Su organismo, acostumbrado al vicio, le causaba terribles
sufrimientos.
Finalmente, después de cuatro años infernales, lo soltaron y regresó a casa.
¿Creéis que los sufrimientos de Edu terminaron ahí?
No, no terminaron. Había dejado de usar drogas, sin embargo se mantenía
horrorizado sólo con la idea de volver a usarlas. Pero esos vicios no se acaban,
así de fácil. Quién alguna vez haya sido dependiente de las drogas sabe que
tiene que pasar el resto de su vida cuidándose para no sufrir una recaída.
A Edu, la conciencia le dolía permanentemente. Era terrible cuando se
acordaba del hombre que mató. Se quedaba preguntándose a sí mismo:
“¿Tendría familia, hijos…?”
En ese momento tomó una decisión muy acertada. Volvió a estudiar, esta
vez con mucha dedicación, y logró formarse en medicina. Se fue a vivir a la
ciudad y a trabajar en un hospital. Allí siempre llegaban personas heridas de
bala, entonces Edu, recordando al hombre que matara, hacía todo lo posible por
salvarlas.
Así, en muchas ocasiones, consiguió salvar a personas que difícilmente
sobrevivirían y, siempre que eso ocurría, Edu sentía su conciencia un poquito
más aliviada.

¿Quién sabe decir por qué Edu se esforzaba tanto para salvar a sus
pacientes?
El profesor debe incentivar respuestas y socializar la conversación,
recordando que la conciencia de Edu pesaba mucho a causa del hombre a quién
matara; así, salvar vidas era como si estuviera disminuyendo la propia culpa;
debe enfatizar también la importancia de actuar siempre bien, con honestidad y
con responsabilidad, para nunca generar pesos en la conciencia.

Pero existen también otros tipos de vicios, como los que envuelven juegos
electrónicos.
Hay personas que juegan durante algún tiempo y después van a cuidar de
otros quehaceres, sin ningún problema. Pero, cuando el juego se vuelve en un
vicio, él pasa a ser prioridad en la vida de esas personas. Es como el caso de
Jair. Cuando volvía de la escuela, venia por el camino anticipando el placer que
sentiría al jugar y, apenas entraba en su casa, corría luego para el video juego.
Mal hacía las tareas de la escuela y tenía gran dificultad para despertar por
la mañana, porque se quedaba jugando hasta la madrugada. Eso ocurría hasta
que los padres descubrieron lo que estaba ocurriendo. Fue aquel reto, y Jair
prometió que iría jugar sólo una hora por día, pero, como siempre ocurría con
los vicios, ellos son fuertes, y Jair terminó volviendo a los antiguos hábitos.
Para solucionar el problema, sus padres tuvieron que botar el video juego,
después de quebrarlo, para que no viniera a viciar a otros niños.
Fue muy difícil para Jair conseguir librarse de ese vicio. Él sufrió mucho,
pero finalmente consiguió.
Los juegos violentos o agresivos van creando la idea de que agredir y matar
es una cosa común, sencilla, sin problemas... Y eso queda en el inconsciente,
estimulando la violencia y destruyendo la afectividad.
Por eso, si va a jugar, busque juegos no violentos.
También las películas a que asistimos hacen el mismo efecto. Las escenas
que marcan quedan en nuestro inconsciente. Por eso, se quiere ver una
película, busque... hay muchas películas buenas, sin violencia y sin terror.
Ahora que ya hablamos sobre los vicios y sobre violencia, reflexionando
sobre el mal que ellos nos hacen, vamos hacer un ejercicio de armonización.
OBSERVACIÓN: Si posible, el profesor debe poner alguna música suave, de
preferencia que tenga canto de pájaros.

Vamos a respirar hondo algunas veces para relajarnos... (Diez segundos)


Vamos a imaginar que estamos en el campo, en medio a la naturaleza...
(Cinco segundos)
Aquí sólo se escucha el canto de pájaros y el ruido de las hojas tocadas por
la brisa... (Cinco segundos). Intentemos sentir esa paz, esa quietud... (Cinco
segundos)
Observemos como ella nos deja calmos, relajados... (Cinco segundos)
Pensemos en el Creador de todas las cosas, que hizo tantas cosas tan
bellas, así como las plantas, las flores, los riachos de aguas cristalinas, las
matas y los pájaros... (Cinco segundos).
Vamos aprovechar este momento para una oración: “Señor de la Vida,
pedimos tu bendición para nuestro planeta. Bendiga la Tierra, la naturaleza y
también a la humanidad; ayuda a las personas a ser más pacíficas, más
fraternas y que tengan más equilibrio en todo; bendiga nuestros hogares,
nuestros familiares y ayúdanos siempre a vivir la Gran Ley, la ley de amor. Así
sea.”

36ª clase – Influencias

El profesor debe preguntar quién se ha recordado de intentar actuar


siempre de acuerdo con las leyes de Dios.
¿Vosotros saben qué es influencia?
Vamos a ver un ejemplo.
San Francisco fue una persona que siempre generó una influencia buena,
por lo que decía y principalmente por sus acciones.
Era un hombre bueno que irradiaba alegría y amor. Él amaba todo, de la
misma forma que una fuente ofrece sus aguas para todos, sin excepción.
Entonces, las personas que convivieron con él fueron influenciadas hacia el
bien, hacia la alegría y hacia el amor.
Un ejemplo opuesto nosotros lo podemos ver en Hitler, que promovió la
Segunda Guerra Mundial, en la que murieron muchos millones de personas.
Hitler usó todos los recursos posibles influenciando a los alemanes para
que aceptaran la guerra. Él hacía discursos exaltados y sabía cómo usar las
palabras que más tocasen el patriotismo de las personas. Hasta incluso las
músicas que eran tocadas antes y después de sus discursos eran elaboradas de
tal forma para incentivar a las personas para la guerra.
Hitler fue una influencia hacia el mal, en cuanto San Francisco fue una
influencia hacia el bien.

Las personas que producen películas y novelas, que crean juegos o escriben
libros, tienen una responsabilidad mucho más grande ante la vida a causa del
tipo de influencia que pueden ejercer.
Veamos un caso de buena influencia.
En 1912, hace cien años, la escritora americana Eleanor Porter lanzó la
novela titulada “Polyanna”. La repercusión de esa novela en el mundo entero
fue una impresionante ola de esperanza, de entusiasmo y de optimismo.
Esa novela cuenta la historia de Polyanna, una niña huérfana de madre, que
pide una muñeca en Navidad, pero, en la caja del regalo, en lugar de la muñeca
hay un par de muletas.
La decepción de Polyanna es muy grande y, cuando ella empieza a llorar, el
padre, muy sabio, la consuela diciendo que ella debe quedarse contenta.
– ¿Contenta por qué? – pregunta Polyanna. – Yo pedí una muñeca y recibo
un par de muletas.
El padre entonces le dijo:
– Pues debieras estar contenta por no necesitar las muletas.
A partir de entonces, Polyanna empieza a jugar lo que ella llama “el juego
del contento”.
Así, cuando el padre se muere y Polyanna es entregada a los cuidados de
una tía amargada, enfadada y exigente, en vez de sufrir con las maldades que
la tía le preparaba, Polyanna encuentra en todo un motivo para ser feliz.
¿El cuarto es muy pequeño? Mejor, así ella lo limpiará mucho más rápido.
¿No existen cuadros en la pared, como había en su casa? Qué bien, así ella
podrá abrir la ventana y mirar los cuadros de la naturaleza, en vivo.
¿No tiene espejo? Excelente, así no verá las pecas de su rostro.
Más tarde, ella acaba conquistando para el juego del contento a la
empleada e incluso a la propia tía, que se tornó una persona mucho mejor y
más animada.

Pues bien... eso fue en el inicio del siglo pasado, y hoy, la ciencia ya
demuestra que el estar contento es muy bueno para la salud, porque mejora
mucho el sistema inmunológico de las personas, ayudándolas a no enfermar.
Pero el estar contento, también es bueno porque nos deja con más ánimo, y
a todo el mundo le gusta la gente animada.
Es claro que hay situaciones en que es necesario protestar y hacer lo
posible para cambiar las cosas, pero eso es distinto.
Esa cuestión de la protesta tiene dos lados, uno bueno y otro malo.
El lado bueno es cuando usamos la protesta para una causa útil, digamos
que la calle en que vivimos está llena de charcos y falta alcantarillado,
entonces, nos unimos algunas personas y vamos hasta el ayuntamiento a
protestar y pedir soluciones...
Ese es el lado bueno de la protesta, cuando lo hacemos por un motivo justo
y buscando soluciones para algún problema.
El lado malo de las protestas está en aquellas que la gente hace por hacer,
sin una finalidad útil.
Hay gente que protesta porque está lloviendo, pero también protesta
cuando hace sol. Son personas que nunca están satisfechas.
Mucho mejor que reclamar es hacer alguna cosa para cambiar lo que
vemos que está mal. Si fuera una de aquellas cosas que no pueden ser
cambiadas, o que no tenemos condiciones para cambiarlas, entonces, vamos a
hacer “el juego del contento”... Es mucho mejor.
Digamos que el paseo que teníamos planteado para el fin de semana no lo
hicimos, por causa de la lluvia.
En vez de estar maldiciendo a la lluvia, vamos a estar contentos por
quedarnos en casa, abrigados de la lluvia. También podemos aprovechar para
leer un buen libro, conversar con la familia, dibujar, o también ver una buena
película.
De esta forma, con el “juego del contento”, siempre vamos a encontrar
razones para no protestar y estar contentos.
Ese tipo de acción sólo nos hace bien.

Entonces ¿Qué os parece? ¿Qué tipo de influencia esa escritora generó con
la novela “Polyanna”?
El profesor debe incentivar respuestas.

Pues bien, cuanto a la cuestión de la influencia, nosotros somos dos veces


responsables.
La primera es por aquello que nos viene de fuera, o sea, lo que oímos, lo
que vemos y aquello que leemos. Somos responsables por la acogida que
damos a lo que es malo, a todo lo que sea contrario a las leyes cósmicas, o
leyes de Dios.
Vamos a ver quién de vosotros se recuerda de algunas de esas leyes.
El profesor debe incentivar respuestas y ayudar a enumerar esas leyes,
recordando que la más importante de todas es la del amor.

Entonces, cabe a nosotros sólo que acojamos aquello que la ley de Dios nos
informa que es bueno.
Pero nosotros también somos responsables por la influencia que ejercemos
junto a los otros. De la misma forma como los otros pueden influenciarnos,
también nosotros podemos influenciar los otros. Entonces, es ahí que también
entra nuestra responsabilidad, o sea, es importante que nuestra influencia sea
buena; que los consejos que podamos dar a alguien sean consejos basados en
la fraternidad, en la honestidad, en la paz y en lo que es justo.
Del mismo modo, es importante que los ejemplos que pasamos a los otros
sean buenos.
Vamos a ver quién sabe cuáles serían esos buenos ejemplos que podamos
pasar a los otros.
El profesor debe incentivar respuestas y socializar la conversación,
recordando que los buenos ejemplos que podemos dar a los otros son los de la
honestidad, de la no violencia, del respeto, de la fraternidad, de la buena
educación, etc.

Vamos ahora hacer un ejercicio de relajación con visualizaciones.


Vamos a cerrar los ojos y respirar hondo algunas veces para
armonizarnos... (Veinte segundos)
Vamos a imaginar que estamos en la cumbre de una alta montaña, en la
hora del amanecer. Aquí se puede sentir la paz de las alturas, las caricias de la
brisa a lo largo del cuerpo y la presencia grandiosa de la naturaleza. (Cinco
segundos)
A lo largo, en el horizonte, el Sol empieza a surgir con todo su esplendor,
iluminando valles y montañas, despertando la vida... (Cinco segundos)
Cada uno va ahora a observar mentalmente los rayos luminosos del Sol
naciente, que ilumina su pecho... (Tres segundos), penetra en su corazón...
(Tres segundos), saca de su corazón todo sentimiento negativo... saca el
rencor... (Tres segundos), saca la rabia... (Tres segundos), saca las amarguras
(Tres segundos), saca las tristezas (Tres segundos), saca las preocupaciones...
(Tres segundos)
Sienta como su corazón quedó suave... iluminado... feliz... (Cinco segundos)
Observe ahora, mentalmente, los rayos luminosos del Sol naciente, que
ilumina su cabeza, limpia su mente de todos los pensamientos contrarios a las
leyes cósmicas. (Cinco segundos)
Sienta su mente toda iluminada con la luz del bien, de la verdad, de la
paz... (Cinco segundos)

Sugerencia: encerrar la reunión con una oración, pidiendo a Dios ayuda


para que todos los presentes desarrollen los valores fraternidad, honestidad y
paz, aprendiendo a vivir con equilibrio y sabiduría; también protección y apoyo
a la familia y a quien está en dificultades; ayuda divina para toda la humanidad,
para que esta se vuelva más fraterna y más justa. Es importante recordar
también de agradecer a Dios por todas las bendiciones recibidas...

37ª clase – Ley del retorno

¿Quién sabe decir por qué en nuestro planeta ocurren tantas cosas malas?
El profesor debe incentivar respuestas.

En la Tierra ocurren tantas cosas malas porque el ser humano abriga


muchos valores negativos en su corazón, así como la ambición, el orgullo y la
falta de amor.

¿Qué sería necesario cambiar en las personas para que el mundo se


volviera un lugar bueno para todos?
El profesor debe incentivar respuestas y socializarlas.

Las personas ya están empezando a entender la necesidad de cambios


para salvar nuestro planeta y transformarlo en un mundo mejor para todos.
Muchas empresas, muchas instituciones y hasta gobiernos están trabajando
para proteger la naturaleza.
Pero sólo proteger la naturaleza no es bastante porque son las personas las
que necesitan cambiar.
Bastaría que el ser humano cultivara dos cualidades, o sea, dos valores
para transformar la Tierra en un lugar bueno para todos.
¿Que os parece? ¿Por qué el amor es tan importante?
El profesor debe incentivar respuestas.

El amor es la base para que las personas convivan bien unas con las otras.
Cuando amamos nuestro prójimo, o sea, todas las personas con las cuales
convivimos, somos una presencia benéfica en nuestra comunidad. Así, cuando
la ley del amor es vivenciada entre las personas, todos se ayudan mutuamente
en las dificultades de la vida y nadie se pone a agredir ni a explorar a los otros.
Desafortunadamente no es eso lo que ocurre en la Tierra, porque aquí hay
mucha ambición, mucho orgullo, mucha ganancia y mucha violencia.
Las cualidades negativas han crecido tanto que muchos hasta critican a
quien intenta ser honesto y fraterno.
Fue el caso de un joven llamado David. Cierta vez, al ir al banco para hacer
unos pagamentos para la empresa en la cual trabajaba, el cajero se equivocó y
le dio quinientos reales a más, como cambio de cheque que había llevado. Ya
iba a salir del banco cuando percibió el equívoco del cajero.
¿Qué creen que hizo él?
El profesor debe incentivar respuestas.

Pues él volvió al cajero y le devolvió el dinero.


Al llegar en casa por la noche, David le contó a la familia lo que ocurrió, y
todos, padre, madre y los dos hermanos, lo llamaron de imbécil, pensando que
él debería haberse quedado con aquel dinero.
¿Qué os parece? ¿David debería haberse quedado con el dinero que el
cajero le había dado a más, por equívoco?
El profesor debe incentivar respuestas.
Pues sepan que David hizo muy bien en devolver el dinero que no le
pertenecía. Así, él no manchó su propia conciencia y actuó de acuerdo con la
Gran Ley. Él sabía que el bien que hacemos a los otros siempre vuelve para
nosotros de forma buena, benéfica, y que el mal que hacemos a los otros
también vuelve, pero de forma negativa, haciéndonos sufrir.
Vean qué cosa más sencilla, ¿Verdad? Esa es la ley de causa y efecto, y
mira que ella ya era enseñada por los pueblos antiguos.
Los griegos decían: "No hagas al prójimo lo que no deseas recibir de él".
Los persas: "Hace como quieres que te hagan".
Los chinos: "Lo que no deseas para ti no lo hagas a otros".
Los hebreos: "Lo que no quisieres para ti no desees para el prójimo".
Los romanos: "La ley grabada en los corazones humanos es amar a los
miembros de la sociedad como a sí mismo".
También Jesús enseñó esa ley, y con mucha claridad, cuando dijo: “Todo
que quisieres que los otros os hagan, hazlo también a vosotros”.
Eso significa que siempre, que hacemos cualquier cosa a los otros,
debemos preguntarnos a nosotros mismos cómo nos sentiríamos si
estuviéramos en el lugar de esos otros. Fue lo que hizo David. Él sabía que, si
no devolvía el dinero, el cajero tendría que prestar cuentas con el banco, o sea,
tendría que pagar al banco aquella importancia.
Cuando la humanidad obedezca a esa ley tan sencilla, no habrá miseria, ni
injusticia, ni tanta cosa mala que vemos todos los días ocurriendo por ahí.
Vamos a ver otro ejemplo.
Digamos que eres bueno en matemáticas y un compañero, que está
teniendo mucha dificultad con esa asignatura, le pide ayuda y la niega.
Pero, si se pusiera en el lugar de él, va a sentir su aflicción por no conseguir
entender la asignatura... y va pensar en cómo se sentiría feliz si recibiera
ayuda. Además de eso, estaría generando gratitud por parte de su compañero y
sabría que podría contar con él en el futuro, en alguna situación en que él
pudiera ayudarlo.
Todos los seres humanos que habitan en este planeta forman una gran
familia, la familia humana. Por eso debemos esforzarnos, a pesar de todo, para
que esa familia viva de la mejor forma posible.
¿Pero cómo podemos hacer eso?
El profesor debe incentivar respuestas.

Hay varias formas de colaborar para que nuestra familia humana viva
mejor:
1. Por lo bien que podemos hacer a los otros.
2. A través de los buenos ejemplos que demos.
3. Por las buenas enseñanzas que podemos pasar a los otros.
Actuando así, nosotros también podremos sentirnos más felices.
El profesor debe socializar el tema, recordando que quién ama no agrede,
no humilla, no perjudica, y todo lo hace para ayudar a los otros a que sean
felices.

Vamos ahora a relajarnos... a cerrar los ojos y respirar hondo algunas veces
para armonizar los ritmos internos.... (Diez segundos)
Piensen en sí mismos con mucho cariño. Imaginen sus cuerpos envueltos en
una luz suave, llena de paz. (Cinco segundos)
Piensen ahora en las personas que están enfermas... (Tres segundos), en
las personas que están pasando hambre o no tienen donde vivir... (Tres
segundos), en los niños abandonados... (Tres segundos)
Ahora voy hacer una oración y vosotros acompañan, sólo en pensamiento:
“Dios, nuestro Padre, pedimos tu ayuda para todas las personas que están
sufriendo en este momento. Da alivio a todo dolor y ampara a los que están
pasando hambre o no tienen donde vivir. Ampara a los niños abandonados y
ayúdalos a encontrar a alguien que cuide de ellos. Finalmente te agradecemos
por todo lo que tenemos, por la familia, por el amor, por la vida, pues sabemos
que es ella, la vida, la gran escuela de nuestro espíritu... Así sea.”

38ª clase – El robo

¿Quién de vosotros suele pedir permiso a alguien que esté estorbando la


pasada?
El profesor debe incentivar respuestas.

Vamos hacer una experiencia. Ustedes van a cerrar los ojos e imaginar
que están en una tienda de juguetes, llena de gente. (Tres segundos)
Cada uno de ustedes va a imaginarse que está buscando aquél
juguete que le gustaría ganarse como regalo. (Tres segundos)
De repente, aparece alguien muy apresurado y les da un empujón
para poder pasar. (Cinco segundos)
Muy bien, pueden abrir los ojos y decir lo que sintieron cuando
recibieron el empujón.
El profesor debe incentivar respuestas.

Ahora, cierren otra vez los ojos e imaginen que están en la misma
tienda llena de gente. (Tres segundos)
Cada uno de ustedes va a imaginar que continúa buscando aquél
juguete que le gustaría ganar. (Tres segundos)
De repente aparece alguien muy apresurado y les dice con
delicadeza: “¿Con permiso?”(Cinco segundos)
Ahora pueden abrir a los ojos y decir, cómo se sintieron cuando esa
persona apresurada, les pidió permiso para pasar.
El docente debe incentivar respuestas y analizar el tema, enfatizando la
importancia de la buena educación en cualquier lugar y en todas las
circunstancias; recordar que todos agradecen una actitud educada.

Ahora vamos hablar sobre otro tema.


Manuel era un chico muy inteligente, sin embargo usaba muy mal su
inteligencia. Había adquirido el hábito de robar.
Imaginen qué cosa más fea una persona sacar lo que no le pertenece.
Robar indica falta de carácter, pero Manuel no estaba importándose mucho
con eso, porque siempre conseguía escapar y nadie sabía que él cultivaba un
hábito tan vergonzoso.
El tiempo pasó y cierto día, cuando tenía diecisiete años, conoció a Lucia,
que venía de otra ciudad. Era una chica dulce y guapa, y Manuel tanto hizo que
consiguió acercarse e iniciar una relación. En poco tiempo ambos estaban
completamente enamorados uno por el otro. Ya hacían hasta planes para el
futuro, para el día en que estuvieran titulados, trabajando, cuando entonces
podrían casarse, formar un hogar, tener hijos, etc.
Cierto día Manuel quería llevar a Lucia al cine, pero no tenía dinero. Había
observado que un compañero de la sala, el Juninho, estaba con dinero en la
cartera, y resolvió aprovechar la hora del intervalo para robarlo. Como estaba
acostumbrado a eso, no sería difícil.
Pero fue horrible. Cuando estaba saliendo de la sala con el dinero ajeno ya
en el bolsillo, fue abordado por la profesora acompañada de dos de la
seguridad.
– Cogimos el ladroncito – dijo el de la seguridad.
– ¡Ladroncito yo! – exclamó Manuel. – Yo no hice nada.
El de la seguridad fue luego sacando el dinero del bolsillo de Manuel, que
reclamó:
– ¡Ese dinero es mío!
La profesora explicó:
– Nosotros instalamos una cámara escondida en la sala para coger al ladrón
que venía robando a sus compañeros y... lo cogimos.
Uno de la seguridad, pidió:
– Llamen a la policía, por favor.
– ¡La policía, no, por el amor de Dios! – exclamó Manuel, en terrible
desespero. – Si me fichan, mi padre me mata...
– Debía haber pensado en eso antes, contestó la profesora.
Lucia, que se había olvidado el móvil en el aula, estaba volviendo para
buscarlo y supo lo que había ocurrido. Manuel, intentando aliviar la culpa, habló
desesperado:
– Lucia, crea en mí, yo sólo quería llevarte al cine...
Pero Lucia no dijo nada, sólo lo miró con una mirada llena de asco y salió.
La profesora terminó no llamando a la policía, pero el chico tendría que
prestar servicios comunitarios por un año y quedaría bajo vigilancia.
Manuel no fue entregado a la policía, y la ocurrencia no fue divulgada, pero
nada de eso tenía importancia delante de la perdida de la chica que el
muchacho amaba. Durante muchos años, aquella mirada de asco que Lucia le
había dirigido permaneció grabada en su memoria, avergonzando su alma y
machucando su corazón.
Manuel jamás había imaginado cuánto dolía sentir vergüenza.
¿Y vosotros? ¿Qué os parece una persona que roba?
El profesor debe incentivar respuestas y socializar el tema.

Pero hay también otros tipos de robo que no constan de las leyes humanas.
Ocurren cuando robamos la alegría de alguien, o entonces su paz; cuando
robamos el novio o novia de alguien; cuando somos demasiado ambiciosos y
acumulamos bienes sin necesidad, que podrían estar dando empleo a muchas
personas y la posibilidad de estar ganando el sostén de la familia.
Por eso siempre es bueno que nos acostumbremos a oír nuestra conciencia,
para saber lo que es correcto y lo que es equivocado.
El profesor debe incentivar a los presentes a que manifiesten sobre los
temas que fueron tratados y conducir la conversación para un sano intercambio
de ideas.
Vamos ahora relajarnos... a cerrar los ojos y respirar hondo algunas veces
para armonizar nuestros ritmos internos.... (Veinte segundos)
Imaginen que estáis en el campo... (Cinco segundos)
Hay arbustos floridos a su alrededor... (Tres segundos)
Mirando hacia arriba, ves el cielo, muy azul, con algunas nubecitas llevadas
suavemente por la brisa... (Cinco segundos)
Ves flores y nubes... Las flores nos hablan en alegría y amor... Su vibración
nos transmite ternura y contentamiento... (Cinco segundos)
Las nubes, pasando, indican que hay cielo, hay luz, hay vida que esplende
en otras infinitas dimensiones... (Cinco segundos)
Conecte su alma, su mente, su espíritu en esa luz... Luz de Dios que está en
las flores y allá de las flores; que está en las nubes y allá de las nubes; que está
en el azul del cielo y allá de ese azul... (Cinco segundos)
Repita mentalmente las siguientes palabras, intentando sentirlas en toda su
profundidad:
De la mente divina, luz infinita, fluya luz para mi mente... (Cinco segundos)
Que mi mente se ilumine y se ennoblezca en esa luz... (Cinco segundos)
Que esa luz divina recorra todo mi ser, para que yo vibre en la paz y en la
armonía... (Cinco segundos)
Del corazón del universo, fuente infinita y eterna del amor, fluya amor para
mi corazón... (Cinco segundos).
Que mis sentimientos se engrandezcan en ese afecto de Dios, en ese afecto
que vibra en todo el universo, dando a todo y a todos, razones para existir...
(Cinco segundos)
Que ese afecto ocupe todos mis espacios interiores... (Cinco segundos)
Paz y armonía en todo mi ser. (Cinco segundos)

Sugerencia: Encerrar la reunión con una oración, pidiendo a Dios para


ayudar a todos los presentes a que vivan siempre de acuerdo con la Gran Ley; a
que desarrollen sentimientos nobles y fraternos; agradecer a Dios por todas las
bendiciones recibidas, por la familia, por el amor, por la amistad... Pedir
protección y apoyo a los familiares y a quién esté en dificultades; solicitar
ayuda divina para toda la humanidad, para que esta se vuelva más fraterna y
más justa, etc.

39ª clase – Palabrotas

¿Alguno de vosotros suele decir palabrotas?


El profesor debe incentivar respuestas.

Nosotros vamos a contar lo que ocurrió con Marcelo. Él era un niño muy
inteligente y tenía un buen corazón, pero le gustaba enfadar a los otros y tenía
también la manía de decir palabrotas.
Marcelo sabía que no se deben decir palabrotas, pero él terminaba siempre
diciendo algunas en medio de una frase.
Cierta noche, su padre le dijo:
– Hijo mío, tienes una noción muy clara de lo que es bueno y de lo que es
malo. ¿Por qué eliges siempre hacer lo que está mal?
– ¡Ah, papá! Es sólo de broma – contestó – Los otros saben que estoy
bromeando. No lo hago para ofender. En cuanto a las palabrotas, es mi forma
de ser cuando bromeo, no lo hago con intención de ofender. Como tú mismo
dijiste, sé lo que es bueno y lo que es malo, y puedo parar de hacer lo
equivocado a la hora que yo quiera.
– Cuidado, hijo – contestó el padre – Costumbre de casa se lleva a la
plaza. Además, debemos aprovechar siempre las oportunidades de hacer lo
que está bien.
– Quédate tranquilo, papá – contestó Marcelo. – Yo sólo quiero aprovechar
el tiempo de mi niñez. Cuando sea adulto, yo pararé.
Al día siguiente, cuando estaba cruzando la calle para ir al cole, Marcelo fue
atropellado y se golpeó la cabeza. Él no estaba muy magullado, pero había
perdido la memoria. Como no se acordaba del camino de casa, se perdió. Las
personas que había por allí intentaron ayudarle, pero Marcelo las asustaba y las
ofendía, pronunciando palabrotas absurdas y burlándose de ellas de manera
jocosa. Aunque sintiendo lástima del niño, nadie quiso llevarlo a su casa, así que
por decir tantas palabrotas y burlarse de la gente. Marcelo terminó durmiendo
en la calle, triste y solitario.
Al día siguiente despertó asustado en su propia cama, llorando e hipando.
Todo había sido una pesadilla.
Su padre, se despertó con el llanto de su hijo, fue a verlo. Marcelo contó el
sueño a su padre y éste le dijo:
– Hijo, creo que fue suficiente para que veas como son importantes las
costumbres que adquirimos. Son como nuestra tarjeta de visitas, en cualquier
lugar. Nosotros tenemos inteligencia para elegir entre el bien y el mal, pero
debemos también comprender que es importante grabar esas elecciones en el
alma, para el caso de que nos falte inteligencia algún día.
A partir de aquella noche, Marcelo cambió completamente. Es lógico,
después de la experiencia que tuvo con aquella pesadilla. ¿Verdad?

El profesor debe incentivar a los presentes a que se manifiesten sobre los


temas que fueron tratados y conducir la conversación para un sano intercambio
de ideas, enfatizando la cuestión de los malos hábitos, que siempre terminan
dando problemas y que vuelven antipáticas a las personas que los cultivan.

Muy bien, ahora vamos a cerrar los ojos y hacer algunas respiraciones
profundas para relajarnos. (Diez segundos)
Vamos a seguir con los ojos cerrados, sintiéndonos bien relajados.
Pensemos en nuestro planeta Tierra, tan lindo y tan maternal... (Cinco
segundos)
Pensemos en el cielo azul... (Tres segundos), en las matas verdes... (Tres
segundos), en el mar con sus olas acariciando la arena de la playa... (Tres
segundos)
Sintamos amor por nuestro planeta... (Cinco segundos)
Vamos ahora a pensar en la humanidad y enviar para todas las personas de
la Tierra un pensamiento de paz... (Cinco segundos), de afecto... (Cinco
segundos), de alegría... (Cinco segundos)
Vamos a imaginar que todas las personas que viven en la Tierra están
recibiendo ahora nuestras vibraciones de cariño, de paz y de alegría. (Cinco
segundos)
Vamos aprovechar este momento para una oración, que vosotros deben
acompañar sólo con el pensamiento: “Dios, nuestro creador, estamos aquí más
una vez para pedir que protejas, a nosotros y a nuestros familiares, y que nos
conduzcas siempre por caminos honestos, justos y fraternos. Pedimos tu apoyo
para la humanidad entera. Ayuda a los que están sufriendo, los que están
enfermos y aquellos que no tienen un hogar. Pedimos también por los malos...
Ayúdalos a que comprendan sus errores y a que intenten a mejorarse. Por fin
queremos agradecerte por la oportunidad que tuvimos para estos encuentros
sobre los valores más nobles del espíritu; por todas las bendiciones que nos has
proporcionado, por nuestra familia, por el afecto... Te agradecemos por todo lo
que la vida nos da, pues sabemos que es ella, la vida, la gran escuela de
nuestro espíritu. Así sea.”

40ª clase – Cofradía de los Tristes


Hoy vamos narrar un episodio muy interesante extraído del libro La Misión
Virtual.

Los niños Gilberto, Teca y Sergito se abrigan de la lluvia en una casita, en


medio a las montañas.
De madrugada, ya cerca del amanecer, los niños despiertan asustados,
oyendo voces en la casa. Luces brillantes vagan por la abertura de la puerta.
- ¿Quién será? - pregunta Teca, en un susurro.
Las voces se acercan, y dos bultos entran en la habitación, cargando una
linterna. Son dos hombres, uno alto y otro más bajo, muy delgados y con
expresión extremamente tristes. Barbillas sin afeitar, ropas oscuras y
desaliñadas, cabellos largos y revueltos. Tanto las fisonomías como los ojos,
expresan profunda amargura. La voz es lúgubre y hablan lentamente.
– ¿Qué hacéis vosotros aquí? – pregunta el más alto.
–Y vosotros ¿quién sois? – indaga el más bajo.
Con mucho esfuerzo Gilberto consigue contestar:
– Somos hermanos... esta que está aquí es Teca, este es Sergito y yo soy
Gilberto... Gil, para los amigos... Nosotros somos brasileños... y...
– Ah, muy bien... – dijo el alto, con acento cargado.
El bajo dirige una mirada triste hacia los niños y habla, con igual acento:
– Tenéis suerte... Ya que vosotros también vais a quedar libre de una carga
pesada.
Teca traga en seco algunas veces, intentando recuperar la voz. Por fin
pregunta, casi en un susurro:
– ¿Carga pesada?
– Así es – contesta el alto. – Ya que habéis ocupado nuestra casa, os
quedáis aquí para siempre. No necesitáis volver al mundo. El mundo es malo... y
muy triste...
Los niños saltan de la cama, terriblemente asustados.
– Ellos quieren encerrarnos aquí – dijo Teca, en un susurro.
El más bajo mira a los niños con expresión de profunda tristeza y dice:
– Os vamos a hacer un favor... un gran favor.
El alto, con cara de quien está casi llorando, dice:
– Vosotros vais a formar parte de la Asociación de los Tristes. Vais a recibir
una iniciación y nunca más vais a necesitar sonreír.
– ¡Pero sonreír es bueno! – exclama Sergito. – Lo mejor de la vida es la
alegría...
El alto avanza para Sergito con la mano alzada, dispuesto a agredirlo.
– Nunca más... ¿me estáis oyendo? ¡Nunca más digáis esa palabra otra vez!
Los niños, atemorizados, corren para la sala buscando la puerta para huir.
Está cerrada. El alto pone la mano sobre el bolsillo, enseñándoles que tiene la
llave.
– Tenéis que desistir – dijo el bajo. No hay forma de escapar.
Mira al compañero y comenta:
– Son tres más para nuestra cofradía.
– ¡Tenemos que salir de aquí! – exclama Gilberto, con gran aflicción.
Sergito se acerca a los dos hombres, arrodillándose delante de ellos, con
manos suplicantes, les dice:
– Por favor, no hagan eso con nosotros. Sí vosotros sois tristes... nosotros
no queremos ser así.
Los dos no le prestan la menor atención. El alto mira el reloj y dice:
– De aquí a cinco minutos, llegan los oficiales de la cofradía y podremos
empezar la ceremonia.
– ¡Por amor de Dios! no hagan eso con nosotros – implora Teca. – Tenemos
madre y padre... Ellos van a quedarse muy desesperados... ¡Por favor!
El bajo lanza una mirada triste sobre los niños y les dice:
– Vosotros no sabéis lo que estáis diciendo. La vida es una carga oscura y
pesada que la gente tiene que llevar. Por eso nosotros creamos la Cofradía de
los Tristes.
Gilberto llama a sus hermanos hacia un esquinazo de la sala y les dice
bajito:
– No solucionamos nada discutiendo con ellos... Tenemos que encontrar
otra salida.
– ¿Qué salida? - pregunta Teca, con voz llorosa. – Ellos van a
transformarnos en criaturas horribles como son ellos.
De repente, Sergito abre los ojos y exclama:
- ¡Creo que ya lo sé!
Gilberto y Teca miran ansiosos a su hermano, que continúa:
- ¿El problema de ellos no es la tristeza, la depresión? Entonces, les vamos
a lanzar alegría encima...
- ¡Estás soñando! - exclama Gilberto. – Eso no serviría. Estamos perdiendo
tiempo.
- Pues me parece que no -interrumpe Teca. –Tal vez Sergito tenga razón.
Vamos a ver... ¿dónde está tu varita?
- Está aquí -dice Sergito, cogiendo lo que Ashtarih le diera. -Esta punta azul
es la de la alegría.
Teca coloca las puntas de los dedos en la parte azul que Sergito mostraba:
- Vamos, Gilberto, toca aquí... y vamos todos juntos a mentalizar alegría
para esos hombres.
- Para ellos y para toda su cofradía –termina Sergito.
Los tres cierran los ojos para poder concentrarse mejor. Una sonrisa se
dibuja en sus labios, y sus rostros van adquiriendo una expresión de profunda
alegría.
Se oye el canto de un pájaro sobre el tejado de la casa. Luego otro y otro
más. Desde el tejado entran al salón dos pájaros de bellísimo y colorido
plumaje. Se posan en las manos de los dos hombres y comienzan a gorjear. Su
trino es suave, bello, y al poco rato se va volviendo más vibrante, lleno de
encanto y de alegría. Los hombres no logran despegar los ojos de los pájaros.
Sus expresiones comienzan a cambiar lentamente, muy lentamente. Sus rostros
se vuelven menos tristes. Al poco tiempo, una sonrisa tímida comienza a
esbozarse en sus labios, irradiándose a toda la cara.
Otros pájaros entran al salón y se quedan revoloteando alrededor de los
hombres, agregando sus gorjeos a los otros. Los niños abren los ojos y quedan
deslumbrados.
-¡Qué maravilla! -exclama Gilberto. -Nunca había visto nada igual... Ni en la
TV.
Los pájaros continúan volando por el salón, soltando en el aire sus
magníficos gorjeos. El bajito comienza a silbar, intentando imitar a los pájaros.
El alto hace lo mismo. Los niños, felices, empiezan a aplaudir y a bailar. Los
hombres también comienzan a bailar. Al principio sin maña, tiesos, pero al poco
tiempo se van soltando y luego todos cantan, silban y bailan con la mayor
alegría.
De repente, los pájaros se van, dejando silenciosa la casa. El bajito mira el
reloj y se pone pálido. El alto coge aire. El mini-ordenador de pulso de Gilberto
comienza a emitir señales de alarma. Todos tienen miedo; se miran los unos a
los otros.
- Son los oficiales de la cofradía que están llegando -dice el alto, en un
murmullo.
-¡Yo ya no quiero volver a ser triste! -exclama el bajo. -¡Ni muerto!
- Yo tampoco quiero -dice el alto. -Ahora que sentí el gusto por la alegría,
nunca más me voy a poner triste.

Desde afuera llega el sonido de lamentos y el ruido de algo que están


arrastrando en el piso. Todos corren a la ventana a tiempo para ver la procesión
de los tristes llegando al frente de la casa, arrastrando un gran tronco de árbol
pintado de color ceniza oscuro.
- ¿Veis ese tronco? - pregunta el bajo, y continúa:
- Simboliza el sufrimiento, que los tristes van arrastrando toda la vida.
El alto se golpea la cabeza con su mano, como quien tiene una idea
brillante, y pregunta a los niños:
- ¿Qué hicisteis hace poco para llamar a aquellos pájaros?
- Eso – dice el bajo y pregunta: - ¿Podéis hacerlo de nuevo?
Los niños se miran los unos a los otros. Sergito coge la varita e invita:
- Señores, vengan también.
Los cinco salen, hacen un círculo y tocan la varita con los dedos. Cierran los
ojos y sus rostros se van iluminando.
Los de la cofradía quedan horrorizados de ver a sus jefes con expresiones
sonrientes, en flagrante trasgresión del principal de sus mandamientos, pero
antes de que puedan decir algo, los pájaros entran en escena, posándose en sus
manos y trinando alegremente.
Sucede el mismo fenómeno de antes y tras algunos minutos más están
todos sonriendo, cantando, silbando y bailando, con gran alegría, celebrando el
fin de la tristeza.
El alto corre hacia adentro de la casa y vuelve con una lata de queroseno.
Los demás, como si fuera un ritual, aplauden y ayudan a poner fuego al enorme
tronco que los oficiales habían depositado en el suelo del patio y se quedan
bailando alrededor del tronco hasta que termine de arder.

Fue así que los niños consiguieron salirse de la difícil situación en que se
encontraban y, al mismo tiempo, hicieron inmenso favor a los ex-tristes,
sacándolos de aquella condición tan deprimente.
El profesor debe incentivar los presentes a que se manifiesten sobre los
temas que fueron tratados y conducir la conversación para un sano intercambio
de ideas.

Vamos ahora a relajarnos... a cerrar los ojos y respirar hondo algunas veces
para armonizar los ritmos internos.... (Diez segundos)
Piensen en sí mismos con mucho cariño. (Cinco segundos)
Imaginen sus cuerpos envueltos en una luz suave, llena de paz. (Cinco
segundos)
Piensen ahora en las personas, egoístas y ambiciosas que tanto mal hacen
a tanta gente... (Cinco segundos)
Ahora voy hacer una oración y vosotros acompañan, sólo en pensamiento:
“Dios, nuestro Padre, pedimos tu ayuda para todas las personas que son
egoístas y ambiciosas... Ayuda a esas personas a que perciban el mal que están
haciendo a los otros y a sí mismos, al manchar así la propia consciencia.
También queremos agradecerte por la vida y por todo que ella nos da, pues
sabemos que es ella, la vida, la gran escuela de nuestro espíritu... Así sea.”

41ª clase – Naturaleza

En nuestro último encuentro, vimos el papel importante que los pájaros


desempeñaron en aquel proceso de la Cofradía de los Tristes, ayudándoles a
transformar la tristeza en alegría.
Los pájaros son animales muy bonitos y graciosos. Ellos nos alegran la vida
con sus gorjeos, con su belleza y con la gracia de sus movimientos. Mismo así,
existen personas y hasta incluso niños que les gusta cazar pájaros sólo por el
placer de sentirse más fuertes, más poderosos.
Ahora, piensen en el gran engaño de esas personas: quieren mostrarse más
fuertes que un pobre bicho que nunca les hizo ningún mal.
Se reflexionamos un poco, podemos observar cuan sabia es la naturaleza,
haciendo tantos seres bellos y delicados, así como los pájaros, las mariposas y
las flores.
Se cuenta que, en los primeros tiempos de la evolución humana en la
Tierra, el Ángel de la Naturaleza plantó flores en la entrada de las cavernas
donde vivían los hombres primitivos. ¿Alguien es capaz de decir por qué él hizo
eso?
El profesor debe incentivar respuestas.
Dicen que aquel ángel plantó flores en la entrada de las cuevas para que
los hombres, mujeres y niños que allá vivían, primitivos y groseros como eran,
al salir, viendo las flores tan bellas y tan delicadas, pudieran empezar a
desarrollar la sensibilidad. Piensen en la siguiente imagen: una pareja de
primates con sus hijos saliendo de la cuevas, encontrando con flores bellas y
perfumadas y dando una rápida paradita para mirarlas y olerlas, empezando así
a dar los primeros toques de sensibilidad en sus groseros espíritus.
La naturaleza está repleta de belleza y de ternura. Hay la belleza grandiosa
de los mares, de las montañas, de las cordilleras heladas, de las inmensas
florestas... Hay la ternura de los pájaros construyendo el nido y cuidando de los
pajaritos; de la leona lamiendo sus cachorros recién nacidos; de la mariposa
chupar el néctar de las flores. Hay la ternura de la brisa a acariciarnos los
cabellos y la piel; de las estrellas nos ofreciendo su luz... Todo en la naturaleza
nos habla en amor, en alegría, en belleza. ¿Por qué vosotros creen que la
naturaleza ofrece tantas situaciones de tanta belleza, ternura y alegría?
El profesor debe incentivar respuestas.
Las cosas bellas y tiernas que la naturaleza nos ofrece tocan nuestro
corazón, volviéndonos más sensibles y llevándonos a amarla y a cuidar de ella.
Vean sólo como la naturaleza es sabia. Ella hace a los bebes que nazcan
tan lindos que nos inducen a amarlos. Así, cuidamos de ellos con placer, no
apenas como obligación, porque ellos necesitan de nuestro amor y de nuestros
cuidados.
Lo mismo ocurre con relación a la naturaleza. Ella nos ofrece tantas
situaciones de belleza, ternura y alegría, para que seamos llevados a amarla y,
por supuesto, a cuidar de ella y a protegerla, porque ella también necesita de
nuestro amor y de nuestros cuidados.
Ocurre que, desde la era de las cuevas, el ser humano evolucionó mucho,
pero de forma desequilibrada.
La evolución también es como un pájaro, que necesita de las dos alas para
volar. ¿Quién sabe decir cuáles son ellas?
El profesor debe incentivar respuestas
Una de las alas de la evolución representa la inteligencia, con todo lo que
ella puede conquistar en todas las áreas del conocimiento.
La otra ala representa los valores morales y espirituales, esos de que
hemos hablado en nuestros encuentros.
El gran problema en nuestro planeta es que el ala de la inteligencia creció
demasiado, mientras que la de los valores creció muy poco. Así, el pájaro de la
felicidad y del bien vivir no consigue volar. Por eso hay tanto sufrimiento en
nuestro planeta.
Nuestra humanidad sólo va a ser verdaderamente feliz, con una felicidad
que llegue a todas las personas de la Tierra, cuando dejemos crecer nuestra ala
de los valores, hasta que quede del mismo tamaño del ala de la inteligencia.
¿Qué os parece?
El profesor debe incentivar respuestas.

Nosotros empezamos este encuentro hablando sobre los pájaros y la alegría


que ellos nos transmiten, pero es importante observar que existen dos tipos de
alegría, una buena y otra mala.
La buena es aquella que brota de dentro de nosotros, siempre sostenida en
situaciones que obedecen a las leyes cósmicas de amor, de la paz, de la
solidaridad...
La alegría mala es aquella que se sostiene en situaciones contrarias a las
leyes del amor y del respeto.
Vamos a ver quién sabe decir algún tipo de alegría buena o mala.
El profesor debe incentivar respuestas, recordando que la alegría buena
surge cuando nos sacamos notas buenas en la escuela, cuando encontramos a
un amigo, cuando ganamos un regalo, etc. La mala surge cuando vemos a
alguien que se cae y nos reímos, cuando aquella persona que no nos gusta lleva
una paliza o sufre un perjuicio y sonreímos, etc.

Muy bien, ahora vamos a cerrar los ojos y hacer algunas respiraciones
profundas para relajarnos. (Diez segundos)
Vamos a seguir con los ojos cerrados, sintiéndonos bien relajados.
Pensemos en nuestro planeta Tierra, tan lindo y tan maternal... (Cinco
segundos)
Pensemos en el cielo azul... (Tres segundos), en las matas verdes... (Tres
segundos), en el mar con sus olas acariciando la arena de la playa... (Tres
segundos)
Sintamos amor por nuestro planeta... (Cinco segundos)
Vamos ahora a pensar en la humanidad y enviar para todas las personas de
la Tierra un pensamiento de paz... (Cinco segundos), de afecto... (Cinco
segundos), de alegría... (Cinco segundos)
Vamos a imaginar que todas las personas que viven en la Tierra están
recibiendo ahora nuestras vibraciones de cariño, de paz y de alegría. (Cinco
segundos)
Vamos aprovechar este momento para una oración, que vosotros deben
acompañar sólo en pensamiento: “Dios, nuestro creador, estamos aquí más una
vez para pedir que nos proteja, a nosotros y a nuestros familiares, y que nos
conduzca siempre por caminos honestos, justos y fraternos. Pedimos tu apoyo
para la humanidad entera. Ayuda a los que están sufriendo, los que están
enfermos y aquellos que no tienen un hogar. Pedimos también por los malos...
Ayúdalos a que comprendan sus errores y a que intenten mejorarse. Por fin
queremos agradecerte por todas las bendiciones que nos has proporcionado,
por nuestra familia, por el afecto... Agradecemos por todo lo que la vida nos da,
pues sabemos que es ella, la vida, la gran escuela de nuestro espíritu. Así sea.”

42ª clase - Revisión

Hoy vamos hacer una relación de los valores que fueron tratados en
nuestros encuentros desde la última revisión.
Siempre que sea posible o viable, el profesor debe incentivar comentarios
y/o socializar los temas.

Los temas que fueron enfocados son los siguientes:


1 – Conciencia tranquila. Nuestra conciencia guarda reflejos de las leyes de
Dios. Por eso siempre sabemos lo que es correcto y lo que es equivocado.
Actuar en desacuerdo con esas leyes genera desarmonía interior. Mucha gente
hace cosas equivocadas sin preocuparse con la conciencia, pero un día, cuando
menos espera, ella empieza a cobrar.
2 – Internet. Hay el lado bueno y el lado malo.
El profesor debe incentivar a los presentes a que digan cuáles son del lado
bueno y del malo; enfatizar la importancia de la elección de lo que no nos
desarmoniza nuestro interior, ni genera energía negativa.
3 – Humildad. Ejemplo: Las palabras de Jesús: “Aprende de mí que soy
manso y humilde de corazón y tendrás paz para vuestras almas”. Generalmente
confundimos las cosas, creemos que humildad es pobreza o ignorancia, ó, andar
mal vestido, de cabeza baja, decir “sí, señor” o “sí, señora” para todo, sin
manifestar opinión propia.
La humildad está en que podamos tener conciencia de nuestros valores,
tanto materiales cuanto espirituales, pero que no nos quedemos exhibiendo
esos valores para que los otros vean y nos admiraren. Es ahí que está el orgullo.
4 – Envidia. Ejemplo: El caso de Joselito que implicaba con el hermano más
pequeño Carlitos, hasta que tuvo una pesadilla en lo cual voces horribles lo
llamaban de envidioso. Fue cuando descubrió que su implicancia se debía
realmente a la envidia que sentía de Carlitos. Creía que el hermanito había
venido a tomar su lugar, ocupar sus espacios. Además de eso, conforme Carlitos
crecía, demostraba cualidades que Joselito no poseía. Carlitos era un niño
calmo, amoroso y más inteligente que su hermano. Felizmente Joselito
descubrió eso a tiempo, para corregirse, pues en lo profundo amaba mucho a su
hermano.
5 – Valores verdaderos. Una persona sólo consigue el respeto verdadero y
la admiración de los otros por sus valores, tales como la buena educación, la
bondad, la honestidad, el respeto, la no violencia, la ética, y también por el
esfuerzo que hace para aprender, para desarrollarse profesionalmente, para ser
una persona de bien, etc.
6 – Ley moral. “Dos cosas me llenan el alma de creciente admiración y
respeto: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral dentro de mí”.
¿Quién sabe decir de cuál filósofo son estas palabras?
El profesor debe incentivar respuestas, recordando que las palabras son de
Immanuel Kant.
¿Qué quiso decir con la idea de la ley moral encontrarse dentro de él?
El profesor debe incentivar respuestas, recordando que la ley moral es algo
que hace parte de la propia razón del ser humano. Ella está en nuestra
conciencia. Por eso es importante siempre que actuemos de forma a que nunca
hagamos el mal a quién sea, ni a nosotros mismos.
7 – Ley de causa y efecto. Sólo debemos hacer a los otros lo que deseamos
que los otros nos hagan. Para eso, debemos siempre intentar vernos en el lugar
del otro. Ejemplo: Si menosprecia su compañero, porque él es pobre, no tiene
un móvil y nunca jugó video juego, imagine que el pobre es usted, que su padre
se fue y su madre trabaja mucho para sostener a la familia, que el dinero es tan
poco que sólo da, para comprar comida y pagar el alquiler de la casita donde
vives. Así, poniéndose en el lugar del otro, vas a intentar ayudarlo, en vez de
criticarlo o maltratarlo.
8 – Buenas acciones. Si alguien hace una buena acción para recibir una
recompensa, ya no es una buena acción, porque estaría asentada en el interés.
Ejemplo: Cuento de las estatuas de piedra. Si los niños hubieran aceptado la
recompensa por la buena acción, se habrían transformado en estatuas de
piedra.
9 – Amor y perdón. Mariazinha y La enseñanza de Jesús: “Amar a Dios sobre
todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos”. Amar a las personas y
perdonar todas las ofensas es librarse de los peores valores negativos que
existen: el egoísmo, la ambición y el orgullo.
Investigaciones científicas vienen comprobando que sentir odio y rencor
hace mal a la salud, pero que el perdón y el amor hacen muy bien a nuestro
organismo, fortalecen el sistema inmunológico.
10 – Líderes. Para conseguir agruparse, muchos niños y adolescentes
acaban haciendo cosas equivocadas y hasta inclusive terribles, así como usar
drogas. Ejemplo: La narrativa sobre Edu, hermano gemelo de Duda que se
agrupaba con chicos que usaban drogas, se vició y acabó cometiendo un
asesinato, generando enormes sufrimientos para sí mismo y también para otras
personas.
Cuando el grupo es del bien, es diferente. Existen grupitos que se reúnen
para estudiar, practicar un deporte, hacer alguna actividad benéfica, etc., y eso
es bueno.
11 – Influencias buenas y malas.
El profesor debe pedir a los presentes para que listen ejemplos de
influencias buenas. En seguida, los presentes deben listar ejemplos de
influencias malas.
Ejemplo de buena influencia: la novela “Polyana”, con el “juego del
contente”, repercutió en el mundo entero en una impresionante ola de
esperanza, de entusiasmo y de optimismo.
El profesor debe preguntar a los presentes quién se recuerda de cómo era
el “juego del contente”, recordando que se trataba de siempre ver el lado
positivo de las cosas y de las situaciones.
12 – La importancia del amor.
El profesor debe socializar el tema, recordando que el amor es la base para
las personas conviviren bien unas con las otras. Cuando amamos nuestro
prójimo, o sea, todas las personas con las cuales convivimos, somos una
presencia benéfica a nuestra comunidad. Así, cuando la ley del amor es
vivenciada entre las personas, todos se ayudan mutuamente en las dificultades
de la vida y nadie se pone a maltratar o a explorar los otros.
13 – Honestidad. Ejemplo: El caso de David. Al ir al banco para hacer unos
pagos para la empresa en la cual trabajaba, el cajero se equivocó y le dio
quinientos reales a más, como cambio del cheque que había llevado. Cuando
percibió el equívoco del cajero, él volvió y le devolvió el dinero. Con eso, él
actuó de acuerdo con la Gran Ley y no manchó su conciencia. Él sabía que el
bien que hacemos a los otros siempre vuelve para nosotros de forma buena,
benéfica, y que el mal que hacemos a los otros también vuelve, pero de forma
negativa, haciéndonos sufrir.
14 – Familia humana. Como hacemos parte de la familia humana, debemos
esforzarnos para que esta familia viva de la mejor forma posible y podamos
hacerlo de varias maneras:
a) Por el bien que podemos hacer a los otros.
b) A través de los buenos ejemplos que demos.
c) Por las buenas enseñanzas que podamos pasar a los otros.
Así, nosotros también podremos ser felices.
15 – Actitudes de pedir permiso, agradecer, saludar, pedir disculpas.
El profesor debe preguntar quién ha actuado de esa forma, educadamente,
y socializar el tema.
16 – El robo. Recordamos la narrativa sobre Manuel, que tenía la costumbre
de robar, hasta que fue cogido en flagrante. Lucinha, que era el amor de la vida
de él, al asistir lo que había ocurrido, nada dijo, sólo miró para él con una
mirada llena de asco. Durante muchos años, aquella mirada de asco de Lucinha
permaneció grabado en su memoria, avergonzando el alma y machucando el
corazón de él. Manuel jamás había imaginado cuánto dolía sentir vergüenza.
17 – Palabrotas. Recordemos también la narrativa sobre lo que ocurrió con
Marcelo, un niño muy inteligente y de buen corazón, pero que le gustaba irritar
los otros y decir palabrotas. Eso ocurrió hasta el día en que tuvo un sueño, en lo
cual perdía la memoria, y, como no se acordaba del camino de la casa, se
perdió. Las personas a su alrededor intentaba ayudarlo, pero él las asustaba y
las ofendía, diciendo palabrotas y tratándolas de manera jocosa. Con eso,
terminó durmiendo en la calle, triste y solitario. Fue un sueño, pero le sirvió de
lección.
18 – Naturaleza. La naturaleza está repleta de belleza y de ternura. Hay la
belleza grandiosa de los mares, de las montañas, de las cordilleras heladas, de
las inmensas florestas... Hay la ternura de los pájaros construyendo el nido y
cuidando de los pájaros; de la leona lamiendo sus crías recién nacidos; de la
mariposa chupando el néctar de las flores. Hay la ternura de la brisa que nos
acaricia los cabellos y la piel; de las estrellas ofreciéndonos su luz...
¿Alguien se recuerda por qué todo en la naturaleza nos habla en amor, en
alegría, en belleza?
El profesor debe incentivar respuestas y socializar el tema, recordando que
el mensaje de la naturaleza para el ser humano visa su sensibilización, para que
la ame y cuide de ella.
19 – La inteligencia humana evoluciona mucho más de que sus valores
morales. Esa es la razón de tanto sufrimiento en la Tierra.
20 – Dijimos también que existen dos tipos de alegría, una buena y otra
mala.
El profesor debe incentivar a los presentes a que se manifiesten sobre los
temas que fueron tratados y conducir la conversación para un sano intercambio
de ideas.

Ahora voy hacer una oración de encerramiento, y vosotros van a


acompañar sólo en pensamiento: “Dios, nuestro Padre, fuente de amor y de
alegría, creador de todas las cosas, pedimos Tu apoyo a todos los que están
sufriendo en este planeta. Pedimos que bendiga y proteja la naturaleza y ayude
al ser humano a volverse menos ambicioso y más altruista. Bendiga y proteja
también a nosotros y a nuestros familiares, guiándonos siempre por caminos
rectos. Finalmente, agradecemos por la oportunidad que tuvimos de reunirnos
para reflexionar sobre tus leyes, intentando comprenderlas mejor y vivir de
acuerdo a ellas. Te pedimos para iluminar nuestras mentes a fin de que
podamos crecer en sabiduría. Envuélvenos en tu amor para que nuestros
sentimientos puedan crecer en fraternidad. Hace la vida inmensa y bella vibrar
en nosotros, llenando nuestros corazones de alegría, trayéndonos armonía,
salud y bien estar... Trayendo alegría a nuestro vivir.
Guárdanos, Creador, en Tu luz...

You might also like