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El Diálogo y la Comunicación

Por Shikry Gama, Lorenia, 1/10/1991

1.- El diálogo es el arte de concertar, entre dos o más personas, las contradicciones
que manifiestan sus ideas y sentimientos, cuidando de respetar la diversidad de sus
criterios, para concordar las semejanzas y diferencias entre sus ideas o estados de
ánimo, con la explícita intención de comprender y ajustar sus diferencias, para lograr
la comunicación interpersonal.

1.1.- En el vocablo "diálogo" el prefijo "dia" conlleva en sí la distinción entre dos o más
significados que deben separarse del "logo", sufijo que significa idea, palabra,
expresión, razón, etc..

1.1.2.- Para dialogar entre dos o más personas conocidas, es necesario tener una
amorosa intención de armonizar las relaciones con quienes por desinteligencia1 se han
distanciado afectivamente. El deseo de armonizar induce a desarrollar "consciencias
sintónicas"2 de entendimiento entre opiniones diferentes o contradictorias con la
finalidad de comprenderse y comunicarse.

1.1.3.- Existen muchas formas de intercomunicarse con nuestros semejantes, pero no


deben confundirse los argumentos de la conversación, de la discusión, de la polémica
con los razonamientos del diálogo, porque mientras aquellos tienen la finalidad de
obligar con razones a creer o hacer una cosa, el diálogo conlleva el sentido y el deseo
de proponer una idea o un criterio, a pesar de tener diferentes pareceres que
distinguen las opiniones de una persona respecto de otras, de modo que con cortesía y
consideración case y venga justo con la razón del otro.

1.1.4.- Cuando se comprueba que una persona es daltoniana, se admite sin


obstinación que esa persona evidentemente percibe el verde como rojo y el rojo como
verde. Tomar conciencia de la existencia del síndrome de la discromía hace que unas
personas sintonicen sus contradicciones, adaptándose coherentemente para comunicar
sus diferencias.

1.1.5.-.La discromía es una distorsión de los estímulos sensoriales en la percepción


cognitiva de los colores. Ciertos patrones sensoriales determinan que todas las
personas perciban diferentes gamas de colores, olores, sonidos, sabores y de
tactación. La distorsión de las sensaciones condiciona y diversifica las percepciones
ideatorias y sensoriales, modificando las aptitudes cognitivas. A estas distorsiones
habremos de llamar "distropías".
1.1.6.- Toda persona es distrópica, por eso, percibe diferentes aspectos de lo que otros
perciben de su entorno físico, psíquico como intelectivo. La percepción extrasensorial
diversifica estas capacidades.

1.1.7.- La diversidad sensorial involucra las abstracciones artísticas, líricas o


psicológicas, y aún cuando sean ajenas o ilusorias con respecto a la de sus
semejantes, no dejan de ser evidentes a sus sentidos, ni excluyen la capacidad
sintónica de su percepción.

1.1.8.-Para concertar esta complejidad de las percepciones sensoriales y


extrasensoriales, es indispensable el diálogo motivado por el interés de entender el por
qué de las diferencias y divergencias ideatorias que unas y otras personas manifiestan
en sus opiniones y pareceres.

2.- La incapacidad para comprender las razones ajenas conduce a la manía de discutir
y polemizar los unos contra los otros, en una competencia que no tendrá más
propósito que persuadir a los demás de la infalibilidad de sus criterios, en el
equivocado entendido de que sólo unos tienen la razón.

2.1.- Al egotista3 no le interesa conocer el sentir de los demás, por eso, al observar el
anverso de una moneda, niega y rechaza el reverso de la misma.

2.2.- Aquellos que con necedad hablan sin escuchar la opinión de sus interlocutores,
revelan incapacidad para comprender las razones ajenas, privando a sus interlocutores
el derecho de expresar sus sentimientos de ánimo, opiniones, pareceres y
discernimientos sobre el tema que los vincula.

2.2.1.- El que impone sus criterios, no toma conciencia de que es muy probable que su
interlocutor haya perdido el interés y la intención de escucharlo, sobreviniendo los
conflictos por desentendimiento.

2.2.2.- Cada persona percibe una parte del todo. Si se desea tener nociones del todo,
es indispensable conocer las otras partes, y estas sólo son percibidas por quienes
están en posiciónes diferentes y aún cuando no sean iguales a nuestras percepciones,
constituyen aspectos oponentes de la misma realidad.

2.3.- En la relación con los hijos y con los educandos, es necesario castigar sin
maltratar, en la misma medida en que es necesario escuchar y enseñar a dialogar con
sensatez.

3.- El diálogo en el contexto de las relaciones sociales, desligado del sentido


pedagógico de la enseñanza y del sentido filosófico de las nociones de movimiento y de
multiplicidad, aplicado explícitamente a la necesidad de esclarecer discusiones sobre
los problemas de la incomunicación, es una necesidad impostergable para superar la
desinteligencia, el desentendimiento y los conflictos en las relaciones familiares.

3.1.- Dada la relatividad de los valores y la diversidad y confusión de los criterios de lo


que es cierto o falso, en todo problema hay cuando menos dos culpables, y uno de
ellos, es el que protagoniza todo ser humano en sus relaciones con sus semejantes,
cuya solución tiene cuando menos dos alternativas diferentes de entendimiento.

3.2.- Dada la relatividad de las verdades, nadie tiene completamente la razón, ni nadie
deja de tenerla por completo. Sólo cuando se ajustan las concordancias con las
divergencias es posible establecer la comunicación.

4.- La comunicación entre los seres humanos evolucionó desde los gestos y voces
guturales, a la riqueza idiomática e informática del presente y, desde las palomas
mensajeras a la trasmisión y recepción energética a distancia, de señales
electromagnéticas, escritos, imágenes, sonidos o cualquier clase de información.

4.1.- El cientificismo develó los misterios de la electrónica, eliminando las distancias y


llegando simultáneamente a todas las ventanas de los usuarios de la telecomunicación
mundial.

4.2.- Gracias a la tecnología de las microondas, la información de lo que sucede en


cualquier lugar, puede ser visto, leído o escuchado simultáneamente, en todos los
lugares que posean televisión, radiocomunicación o servicios de Internet.

5.- No caben dudas, estamos en la era de las comunicaciones. En breve tiempo la


telecomunicación permitirá oler, saborear y palpar a distancia, como si estuviera al
alcance físico de nuestros sentidos.

5.1.- Pese a todos estos avances de la tecnología, la mayoría de los humanos no


acostumbran o no saben comunicarse con sus seres queridos ni con su entorno familiar
y social.

5.2.- Los padres de familia no han tomado conciencia de la necesidad de resolver los
graves problemas de la incomunicación familiar. Se da más atención a espectar
programas recreativos, pero no se tiene la costumbre de escuchar y ver los programas
de capacitación educativa.

5.3.- La mayoría ha confundido el objetivo de la telecomunicación masiva y ha


convertido a ésta en un subterfugio eximente de la responsabilidad y el deber de
corregir los graves errores que se cometen por negligencia. Se cree equivocadamente
que, soslayando el deber de resolver los problemas, se evitarán los conflictos
familiares. Pero la verdad es que, si no se confrontan las diferencias oportunamente,
será muy difícil superar las desavenencias.

5.4.- La mayoría de los padres e hijos comparten sus impresiones emocionales de


consenso con sus simpatías o antipatías, pero no tienen el hábito ni la habilidad para
asumir actitudes críticas que los lleve a dialogar sobre las conveniencias e
inconveniencias de sus gustos y preferencias.

5.4.1.- Si los programas de la televisión son compatibles a sus simpatías, se reunirán


en alegre algarabía. Si los programas son incompatibles, surgirá el conflicto de las
antipatías, y después de un período de intolerancia, optarán por adquirir, cada cual un
televisor, y terminarán por caer en el aislamiento familiar.

5.5.- Es un grave y lamentable error considerar que los medios de comunicación tienen
el fin exclusivo de recrear las tensiones emocionales del ser humano. La corrupción de
los valores y costumbres de la sociedad es el resultado de la irresponsable política de
propalar novelas y películas que enseñan y promueven el libertinaje sexual, la
corrupción de los valores, la criminalidad y la violencia.

5.6.- Las gentes de bien tienen la desagradable impresión de que el fin recreativo de
los medios de comunicación se debe a que prima más el interés por el beneficio
monetario, que el beneficio cultural, ético y moral de la población.

5.7.- Los medios de telecomunicación tienen el deber de cumplir el rol protagónico de


coadyuvar en la educación y conformación de valores éticos y morales, en la
enseñanza de buenas costumbres de vida que sean capaces de corregir los errores de
conducta que generan las tensiones emocionales de la sociedad.

5.8.- El libertinaje sexual es la causa del escandaloso incremento de progenitores que


son incapaces de cumplir con los deberes de una paternidad responsable. La actividad
sexual satisface las carencias fisiológicas de los jovenes amantes, pero no satisface las
necesidades afectivas para garantizar la buena relación de las parejas. Pasada la
euforia sexual, el sexo se convierte tan sólo en un acto que busca distender las
tensiones emocionales de las desavenencias de la pareja, pero no resuelve la
incomunicación familiar.

5.9.- Los medios de telecomunicación, con tal de elevar el rating de popularidad,


propalan irresponsablemente películas y telenovelas que son academias de libertinaje
sexual, de violencia y de todas las formas de criminalidad. Los perversos programas de
la televisión han conducido a la corrupción del presente, bajo la solapada artimaña de
la recreación social.
6.- La comunicación es un acto semejante al principio de los vasos comunicantes4 que
permite asimilar en la conciencia humana los mismos estados emocionales o
conceptuales que sus similares.

6.1.-La comunicación nos permite tomar conciencia de las necesidades, los gustos y
las preocupaciones de aquellos que amamos sin que sea necesaria la palabra ni el
diálogo.

6.1.1.- Entre dos o más personas que están comunicadas, con sólo observar los rasgos
faciales o las señales de los ojos, se percibirán las manifestaciones psíquicas del
dialogante.

6.1.2.- Cuando hay comunicación, el silencio expresa todo cuanto es necesario saber.
Cuando hay comunicación, un gesto es toda una poesía que expresa lo que queremos
decir. Cuando hay comunicación, no hay barreras entre los espíritus que se entienden
porque el uno está compenetrado con el otro y hay un intercambio amplio y profundo
de todas sus inquietudes.

Sirva la presente disquisición para invocar y convocar la imperiosa necesidad de


aprender a dialogar para lograr la tan ansiada comunicación.

Shikry Gama

http://septrionismo.idoneos.com/index.php/283166

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