Evaluación Docente y Calidad de la Educación

Los resultados de la Evaluación Docente 2010 pone en el centro del conflicto acerca de la calidad
de la educación a los profesores. En estos últimos 20 años los gobiernos de la Concertación como el
de la Alianza, apuestan a que el problema de la educación y las soluciones al respecto se debe a lo
que ocurre en la escuela.

Por esta razón, se decidió gastar más en educación, se extendió la jornada de clases (JEC), se
invirtió en mejoras a la infraestructura de los colegios, así como en tecnologías, etc. Con todos estas
reformas y otras tantas, los resultados SIMCE siguen siendo deficientes, y a cualquier tipo de
evaluación a la que se quiera someter el sistema educativo, este sigue reprobando. ¿Qué ocurre?

A nuestro modo de ver existe una colisión acerca de lo que queremos como educación y el proyecto
país en el cual nos embarcó nuestra clase política y empresarial . Los fracasos de la educación son
un fracaso profundo de este proyecto, neo liberal, de libre mercado, en donde lo que importa no sólo
es competir, sino ganar. Bajo esta lógica, la educación se ve como un producto que se manufactura
en la escuela. Se entiende el establecimiento educacional como una fábrica de producir “individuos
educados”. Bajo esta mirada si el producto falla, algo no ocurre o está mal en la “industria-escuela”

Así nos engañamos y creemos que resultados de evaluaciones como la aplicada a los docentes
arrojan pistas para solucionar el problema. Es la apuesta de Ernesto Silva, expresada ayer en este
diario. Si bien, los resultados de la evaluación docente 2010 presentan un problema serio con
nuestros profesores, a nuestro modo de ver, el problema de la educación se explica en gran parte por
lo que ocurre en el hogar. La familia chilena ha sufrido profundas transformaciones que han
lesionado a nuestros niños y adolescentes, nuestros estudiantes permanecen más tiempo solos en sus
hogares, en definitiva ¿quién guía y acompaña los procesos de estudio en el hogar? ¿quién enseña a
aprender?

Un segundo aspecto a considerar. No olvidemos que durante el régimen militar se intervino la

educación de nuestro país sistemática e intencionalmente en desmedro de su calidad. Desde los
profesores hasta los contenidos que se enseñaban en las aulas. Los mismos niños de antaño que se
“mal educaron” en este Chile querido, son hoy día los padres de nuestros estudiantes. Padres “mal
educados” lamentablemente han generado “hijos mal educados”. Este es para nosotros el corazón
del problema.

Si los gobiernos venideros no atienden a esta situación, seguiremos viendo los mismos resultados,
se perderán miles de pesos, se lesionarán cientos de personas y profesionales culpabilizándolos de
una responsabilidad que no es del todo propia. Pero peor aún, estaremos incidiendo en la deficiente
educación de nuestros nietos, bisnietos y tataranietos.

Rodrigo Mardones Ibacache

Psicólogo

Ramón Fuentes Araneda

Psicólogo