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Sacrificios en Shabat
Otro argumento de los Mesiánicos creyentes en la
Ley Oral se basa en la afirmación de Yeshúa en
Mateo 12:5,
“¿O no han leído ustedes en la ley, cómo
en los días sábados los sacerdotes en el
templo profanan y son sin culpa?”
Se esboza el argumento de que en ninguna parte e
la Torah dice que los sacerdotes son sin culpa por
trabajar en el Templo, esto solamente lo dice la
Ley Oral donde afirma que “el servicio sacrificial
sobrepuja al Sábado” (Talmud Babilónico, Sabbath
132b). Por lo tanto, Yeshúa está basando su
afirmación en la Ley Oral.
¡El problema con este argumento es que Yeshúa
específicamente dice que él está basando su
afirmación en la Torah escrita! Comienza por
decir: “¿No han leído ustedes en la Torah?” En el
tiempo de Yeshúa, la Ley Oral todavía se recitaba
oralmente y por lo tanto no se podía “leer.” Así
que la “ley” a la que se está refiriendo Yeshúa
tiene que ser la Torah escrita. Así que ¿dónde en
la Torah escrita aprendemos que se pueden traer
sacrificios en? Lo dice explícitamente en Números
28:9-10,
“(9) y en el día Sábado dos corderos de un
año sin tacha, y dos décimas de harina para
una ofrenda de comida, mezclada con
aceite, y su ofrenda de bebida: (10) Esta es
la ofrenda quemada de cada sábado, además
de la ofrenda quemada continua, y su
ofrenda de bebida.”
No sólo se les permite a los sacerdotes traer
sacrificios en Shabat, sino que específicamente se
les ordena hacerlo así. Por definición, si YHWH
les ordenó traer sacrificios en Shabat, entonces no
es pecado hacerlo y por lo tanto son sin culpa.
Este es el significado simple de lo que dice la
Torah escrita.
Curando en Sábado
Otro argumento presentado por los Mesiánicos que
creen en la Ley Oral es que Yeshúa apoyó la Ley
Oral al enseñar que estaba permitido curar en el
Sábado. Ellos citan la Mishnáh, Sabbath 22:5
como prueba de que la Ley Oral enseña que está
permitido curar en el Sábado pero de hecho ese
pasaje en la Mishnáh no dice absolutamente nada
sobre curar en el Sábado. Así que ¿qué creían los
Fariseos sobre curar en el Sábado? La ley rabínica
moderna permite cualquier tipo de curación en el
Sábado, pero la Antigua ley farisea tenía
limitaciones en cuanto a qué estaba permitido y
que no estaba permitido en el Sábado. Por
ejemplo, la Mishnah, Sabbath 18:3 declara que
está permitido asistir a una mujer en el parto en el
Sábado. Por otro lado, las leyes relativas a tratar
heridas son más complejas y esto sólo se permite
bajo ciertas circunstancias:
“Si uno manipula un absceso en el Sábado,
y es con el fin de hacerle una abertura, es
culpable [e.d. ha pecado]; si es con el fin de
extraerle la materia, está exento [de pecar].”
(Talmud Babilónico, Sabbath 107a
[Soncino])
Es en realidad increíble que alguien reclame que
Yeshúa se basó en la Ley Oral para el asunto de la
curación. De hecho, ¡la verdad es exactamente lo
opuesto! Todo lo que uno tiene que hacer es leer
el relato de Lucas para ver que los fariseos eran los
que estaban opuestos a curar en el Sábado,
“Y los escribas y fariseos lo vigilaban, a
ver si curaría en el día sábado; para hallar
una acusación contra él.” (Lucas 6:7)
Claramente lo que esto está diciendo es que los
fariseos querían atrapar a Yeshúa curando en el
Sábado para poder acusarlo de violar el Sábado.
Esto hace sentido solamente si los fariseos en ese
periodo creían que estaba prohibido curar (o al
menos prohibido cura de la manera en que lo
estaba haciendo Yeshúa) en el Sábado. Yeshúa
claramente no estuvo de acuerdo con los fariseos y
según Lucas 6:8 curó a un hombre en el Sábado a
pesar del hecho de que los fariseos estaban
esperando que él resbalara por hacer precisamente
eso. Así que en lugar de este incidente probar
que Yeshúa era obediente la Ley Oral farisea,
¡de hecho es un ejemplo claro de que se oponía
a los fariseos y a su Ley Oral! El hecho de que el
Judaísmo Rabínico posterior cambió su actitud y
hoy día se permite toda forma de curación en el
Sábado ¡no puede usarse anacrónicamente como
prueba de que Yeshúa era un fariseo!
De hecho, como uno que solamente mira al
Tanakh para los mandamientos de Creador, me
quedo preguntando por qué estaría prohibido curar
en Sábado en primer lugar. Aun si una forma
particular de curación requiriera alguna violación
del Sábado (por ejemplo, encender un fuego),
tenemos un mandamiento en la Torah que
específicamente no requiere que no nos quedemos
sentados mientras alguien está en un peligro mortal
(Lev 19:16). Así que curar en el Sábado no sólo
está permitido, sino que es requerido en todo
tiempo por la Torah.
Escuchando al Acusado
Uno de los argumentos más débiles de los
Mesiánicos creyentes en la Ley Oral se basa en
Juan 7:51:
“¿Juzga nuestra ley a alguien, antes de
escucharlo, y saber lo que hace?” (Juan
7:51)
El argumento dice que el derecho del acusado a
hablar proviene de la Ley Oral, no de la Torah
escrita (pero vea Exo. 22:10-11; Deut. 19:17-18).
Este argumento falla desde el comienzo porque las
palabras en Juan 7:51 son las de Nicodemo de
quien se nos dice explícitamente que es un fariseo
en Juan 3:1 y en el contexto él le está hablando a
un grupo de fariseos. Así que decir que Juan 7:51
es prueba para la Ley Oral es un argumento
circular. ¡¿La prueba para la Ley Oral es que un
fariseo que cree en la Ley Oral cita la Ley Oral
cuando habla a otros fariseos?!
Lavamiento de Manos
Otro argumento débil de los Mesiánicos creyentes
en la Ley Oral es que aun cuando Yeshúa advirtió
a sus discípulos que no siguieran la orden de los
fariseos de lavarse las manos antes de comer (Mat.
15), ellos sin embargo hacían esto. La prueba de
que los discípulos de Yeshúa se lavaban las manos
antes de comer es Santiago 4:8,
“Acérquense a Dios, y él se acercará a
ustedes. Límpiense las manos, pecadores; y
purifiquen sus corazones, ustedes de doble
mente.”
El argumento dice que aun cuando Santiago está
usando una metáfora en este verso, la metáfora
sólo haría sentido si los discípulos participaban
regularmente en el ritual de lavarse las manos.
Una persona con la que discutí este asunto
comentó jocosamente que basados en la misma
lógica Poncio Pilatos debe de haber practicado
también el ritual fariseo de lavarse las manos,
porque en Mateo 27:24 él se lava simbólicamente
las manos ante la multitud para mostrarles que él
no era culpable. Lo que esto en realidad prueba es
que aun un romano pagano, que no sabe nada de la
Torah, oral o escrita, sabe que lavarse las manos
representa inocencia y pureza de acción. Esta es
otra metáfora de sentido común que se encuentra
en la experiencia humana. Aun el rey filisteo
pagano Abimelek usó esta metáfora en Génesis
20:5 para expresar su inocencia. El asunto clave
aquí es que lavarse las manos cuando están
físicamente sucias es una acción humana universal
que se practica en todas las culturas del mundo.
Esto sin embargo es completamente diferente del
ritual fariseo de lavarse las manos que deriva del
concepto fariseo de la impureza de las manos. Los
fariseos antiguos creían que si una persona tocaba
los alimentos con manos ritualmente impuras, el
alimento se volvía ritualmente impuro y por lo
tanto inapropiado para consumo. Esta es una
doctrina sin ninguna base en la Torah escrita, por
eso fue que Yeshúa se le opuso en Mateo 15.
El repaso reciente de mi libro presenta una larga
lista de casos en los que Yeshúa hizo algo o
predicó algo, que casualmente está también en la
Ley Oral. Como hemos visto, esto no prueba que
Yeshúa apoyaba la Ley Oral, solo que él leía la
Torah (el camino de un sábado) y tenía un buen
sentido común (no llores en la celebración de una
boda).
El repaso reciente de mi libro también habla de la
lectura única del Mateo hebreo de Shem Tov en
23:3 que difiere del Mateo Griego. En el Griego,
Jesús manda a sus discípulos a obedecer a los
fariseos, “todo lo que ellos digan,” mientras que en
el Hebreo les manda obedecer a Moisés, “todo lo
que él [Moisés] diga”. El repaso de mi libro señala
que la lectura “él diga” solo aparece en algunos de
los manuscritos de Shem-Tov mientras que otros
tienen “ellos digan.” En realidad yo menciono
esto en mi libro y explico que algunos de los
manuscritos de Shem-Tov han sido “asimilados”
para concordar con el Griego. Lo que sucedió fue
que algunos copistas Hebreos del Mateo Hebreo de
Shem-Tov estaban familiarizados con la versión
griega de Mateo y pensaron que estaban
“corrigiendo” el Hebreo al adaptarlo al Griego.
Las más confiables partes del Mateo Hebreo de
Shem-Tov son aquellas secciones que difieren del
Griego mientras que las que son idénticas al
Griego pueden simplemente haber sido asimiladas
al Griego. Como menciono en mi libro, este
proceso de “asimilación” al Griego fue descubierto
por George Howard casi 2 décadas atrás.
El repaso de mi libro procede a mencionar que las
versiones de Munster y de Du Tillet del Mateo
Hebreo también concuerdan con el Griego como
también todos los manuscritos griegos y versiones
arameas sirias. Por lo que he visto hasta ahora, me
parece que las versiones de Munster y de Du Tillet
del Mateo Hebreo son simplemente traducciones
del Griego o el Latín. A propósito, Munster y Du
Tillet no son “manuscritos” como se reclama en el
repaso; son libros impresos hechos por sacerdotes
católicos que reclaman estar basando sus libros en
manuscritos confiscados a los judíos por la
inquisición. Se desconoce si los manuscritos
originales han sobrevivido. La versión de Munster
es especialmente problemática porque el sacerdote
católico que la imprimió explica que faltaban
algunas secciones así que él mismo las tradujo del
latín. Sin embargo, no nos dice específicamente
cuáles porciones vienen del manuscrito judío
confiscado y cuáles secciones son su propia
traducción. La importancia de las versiones de
Munster y DuTillet de Mateo es que son grandes
ejemplos de cómo luciría Mateo si fuera traducido
del griego o el latín y las profundas diferencias
entre estas dos versiones y el Mateo Hebreo de
Shem-Tov justamente sirven para confirmar la
importancia del Mateo Hebreo de Shem-Tov como
un testigo del Evangelio Hebreo original escrito
por Mateo mismo. Discutiré las versiones arameas
de Mateo en un futuro libro sobre la cuestión
aramea.
Otra objeción que se ha levantado contra la lectura
“él diga” en Mateo 23:3 es que si Yeshúa hubiera
estado hablando de Moisés habría dicho “él dijo”
en tiempo pasado porque obviamente Moisés ya
estaba muerto. Además, se hace el argumento de
que la palabra hebrea traducida por mí como “él
diga” es yomár que es “futuro” y por lo tanto
debería traducirse como “él dirá.” Este “él dirá”
no podría ser Moisés porque, de nuevo, Moisés ya
está muerto. El problema con esta explicación es
que yomar es una forma “futura” llamada también
“imperfecta”, y en el hebreo bíblico esta forma a
menudo tiene el significado de una “acción
continua.” Por ejemplo, cuando el Creador dice
sobre sí mismo Ehyeh asher Ehyeh (Éxodo 3:14)
esto debería traducirse propiamente como “Soy lo
que soy” (no “Seré lo que seré”). El “Yo soy” está
expresado por medio de esta forma “imperfecta”
que significa “Continuamente yo soy sobre una
base progresiva lo que soy”. La palabra yomar en
hebreo bíblico tiene el significado de “él dice” lo
cual se refiere a una acción continua. Los
mandamientos de Moisés se reciben sobre una
base continua, cada vez que una persona lee de la
Torah. A propósito, exactamente la misma palabra
y forma (yomar “él dice”), aparece también en
futuro/imperfecto en Génesis 31:8 y ahí se traduce
usualmente como “él dijo” refiriéndose al pasado
hablando de Labán, así que si uno insiste en
traducir el Mateo Hebreo 23:3 como “él dijo” no
sería lingüísticamente incorrecto. Sin embargo, la
idea tanto en Gen 31:8 como en el Mateo Hebreo
23:3 es una acción continua (Labán siguió
continuamente cambiando el trato al decir cosas
diferentes).
Es importante señalar que la lectura de Mateo 23:3
en la que Yeshúa instruye a sus a hace “todo lo que
él [Moisés] diga” no existe en un vacío. La
segunda parte de Mat. 23:3 en la que Yeshúa
advierte a sus discípulos que no hagan según las
Takanót, las leyes y decretos de hechura humana
de los fariseos, confirma esta lectura en el
comienzo del verso. Esta lectura es también
confirmada por el Mateo Hebreo en capítulo 15 y
Mateo Hebreo 23:16.
Al final del día, la cuestión es qué hace más
sentido, que Yeshúa mandara a sus discípulos a
obedecer a Moisés o que Yeshúa reconociera a los
fariseos como teniendo cierto tipo de autoridad
mosaica dada por Dios y mandara a sus discípulos
a obedecerles. Finalmente esta es una decisión que
los que creen en Yeshúa tiene que hacer por ellos
mismos. Ellos deben decidir si le van a creer en
Jesús el Fariseo que parece presentar el Mateo
Griego 23:3 o si van a creer en Yeshúa el
observante de la Torah que advierte a sus
discípulos contra la religión de hechura humana de
los fariseos como se preserva en el Mateo Hebreo
23:3, Mateo Hebreo 15, y aun en el Mateo Griego
15.