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¿Era Yeshúa un Fariseo?

Notas Adicionales sobre


El Yeshúa Hebreo vs. el Jesús Griego

por Nehemia Gordon

Una evaluación reciente de mi libro El Yeshúa


Hebreo versus el Jesús Griego reclama que
Yeshúa apoyó de hecho la autoridad “dada por
dios” de los Fariseos que se sientan en la silla de
Moisés. Parte de la evaluación consistía de
ataques personales contra mí, y no los voy a
dignificar con una respuesta. Una buena porción
de la evaluación me critica por no incluir el mismo
nivel de detalle en un artículo breve como lo hice
en mi libro. Esto es por supuesto absurdo porque
una persona nunca puede tener el mismo nivel de
detalle en unas pocas páginas como en todo un
libro. Por eso fue que en el artículo breve le dije a
la gente que leyera mi libro para tener la historia
completa. En todo caso, unos pocos puntos de la
evaluación son en realidad puntos de sustancia que
son dignos de considerar.
Uno de los principales reclamos en la evaluación
fue que Yeshúa apoyó la Ley Oral farisea. Este es
un argumento común que presentan Mesiánicos
Creyentes en la Ley Oral. Por ejemplo, el
siguiente argumento es común:

Ayunar en una Boda


Yeshúa enseñó que está prohibido ayunar en
presencia de un novio. La Ley Oral supuestamente
tiene exactamente la misma prohibición mientras
que la Torah no la tiene. Por lo tanto, prosigue el
argumento, Yeshúa apoyó la Ley Oral.
No estoy totalmente seguro de que esta ley en
realidad aparezca en escritos rabínicos antiguos.
La fuente ofrecida por estos Mesiánicos de la Ley
Oral es el Talmud Babilónico, Sukkáh 25b. De
hecho, lo que dice en ese pasaje es como sigue:
“Nuestros Rabinos han enseñado: El novio,
y los shoshbins [=asistentes del novio] y
todos los invitados a la boda son libres de
las obligaciones de la oración y los tefilín,
pero están sujetos leer el Shemá’” (Talmud
Babilónico, Sukkáh 25b [Soncino])
Nada se dice en este pasaje sobre lamentar o
ayunar en presencia del novio. Pero asumamos
por un momento que aparece en algún lugar de la
Ley Oral; esto todavía no tiene absolutamente nada
que ver con la afirmación de Yeshúa en Mat. 9:14-
15. En Mateo 9:14, los discípulos de Juan le
preguntan a Yeshúa por qué los discípulos de
Yeshúa no se ponen en ayuno como hacían otros
judíos de ese periodo. Yeshúa responde en el
verso 15:
“Y Yeshúa les dijo: ¿Pueden tener luto los
que están de bodas mientras el novio el
novio está con ellos? Pero vendrán días
cuando el novio les será quitado, y entonces
ayunarán.” (Mat. 9:15 [RVA])
La respuesta de Yeshúa utiliza una metáfora
basada en sentido común. La metáfora compara a
Yeshúa con un novio y explica que mientras él esté
todavía con ellos, la metafórica celebración de
boda se está realizando. En el antiguo Israel, el
ayuno era algo que se hacía como señal de tristeza
y obviamente uno no ayunaría en expresión de
tristeza durante una celebración. Básicamente lo
que Yeshúa está diciendo es que una persona no
debe llorar durante una fiesta; una persona llora
solamente cuando la fiesta ha terminado y
especialmente cuando el anfitrión de la fiesta ha
muerto. Yeshúa está diciendo que cuando él se
vaya se habrá acabado la fiesta y sus discípulos
tendrán razón de ayunar y lamentar (un
pensamiento similar aparece en Juan 16:20).
¿Necesitaba en realidad Yeshúa una Ley Oral para
decirle que uno no debe llorar durante una fiesta o
lamentarse en la celebración de una boda?
Los que utilizan este argumento y otros similares
como prueba de que él apoyaba la Ley Oral
Farisea están esencialmente legalizando el uso que
hace Yeshúa de metáforas de sentido común y
acciones comunes de cada día por medio de
convertirlas en leyes fariseas. Esto sería como
(hipotéticamente) decir: “Los Fariseos requieren
que una persona use calzado, así que el hecho de
que Yeshúa usaba calzado prueba que él apoyaba
la Ley Oral.” ¿Tal vez él usaba calzado porque sus
pies se le enfriaban o porque no le gustaba caminar
descalzo sobre las piedras?

Reclinarse en la Cena de Pascua


Otro ejemplo del mismo tipo se basa en Mateo
26:20 que informa lo siguiente:
“Ahora bien, cuando llegó la noche, se
sentó con los doce.”
El argumento que se hace aquí es la frase “se
sentó”, en griego anekeito, puede significar
“reclinarse”. Ahora bien, la misma palabra griega
puede significar simplemente “sentarse” sin
implicar que uno se reclina. La misma palabra
griega exactamente aparece en Mateo 9:donde
Yeshúa se sienta a comer con los colectores de
impuestos y de Nuevo en Juan 12:2 donde dice que
Lázaro “era uno de los que estaban sentados” a
comer con Yeshúa “seis días antes de la Pascua”.
Además, el Mateo hebreo tiene la palabra normal
para “sentarse” en Mateo 26:20. Pero presumanos
que Yeshúa en realidad se reclinó. El argumento
dice que la Ley Oral requiere que los participantes
en el Séder de Pascua se reclinen y por lo tanto
como Yeshúa se reclinó en la “Última Cena”, él
esta siendo obediente a la Ley Oral Farisea. Lo
que no se menciona es que la costumbre de
reclinarse en el Séder de Pascua se remonta a los
tiempos romanos cuando los romanos se
reclinaban sobre cauchos especiales llamados
“triclinia”. En la cultura romana reclinarse en uno
de estos cauchos especiales era la señal de que una
persona era libre mientras que los esclavos estaban
obligados a sentarse en banquitos.[1] Reclinarse
como señal de libertad de la esclavitud es
claramente la idea tras el mandato de la Ley Oral
de reclinarse en la cena de Pascua. En todo caso,
¿el hecho de que Yeshúa se sentó en un caucho de
reclinarse prueba que él apoyaba la Ley Oral? ¿No
probaría simplemente que había cauchos alrededor
de la mesa?

El Camino de una Sábado


Un argumento muy interesante presentado por los
Mesiánicos de la Ley Oral se basa “el camino de
un Sábado” que se menciona en Hechos 1:12. La
idea de un “viaje de un Sábado” es que hay un
límite a cuán lejos puede una persona ir fuera de su
ciudad en el Sábado. Supuestamente a esta idea se
hace referencia también en Mateo 24:20. El
argumento de los Mesiánicos de la Ley Oral es que
este límite sabático en cuanto a viajar no tiene su
origen en la Torah mientras que se conoce por la
Ley Oral y por lo tanto Yeshúa y el Libro de los
Hechos están confirmando la verdad de la Ley
Oral. Lo que los Mesiánicos de la Ley Oral fallan
en mencionar es que los Esenios, que eran
vehementemente anti-farisaicos y que rechazaban
totalmente la idea de una Ley Oral, tenían también
la idea de un “camino de un Sábado”. Esto se
menciona explícitamente en uno de los principales
documentos esenios conocido como el Pacto de
Damasco (o el Documento de Damasco) capítulo
10 verse 21.
Esto levanta la pregunta: ¿cómo es que tanto los
Esenios como los Fariseos tenían el concepto de un
límite de viajes en Shabat? La fuente de este
concepto no puede ser la Ley Oral, porque los
Esenios no creían en la Ley Oral. De hecho, esta
idea proviene de la Torah, Éxodo capítulo 16. En
este pasaje a los israelitas se les había ordenado no
recoger el Maná en Sábado. Los israelitas
ignoraron este mandamiento y en respuesta el
Creador les prohibió tan siquiera salir al campo
donde se recogía el Maná. Esta prohibición
aparece en Exo. 16:29:
“Miren, que YHWH les ha dado el sábado,
por tanto él les da en el día sexto el pan de
dos días; permanezca cada hombre en su
lugar, que ningún hombre salga de su lugar
en el día séptimo.”
Así que ¿qué significa “salir” de su “lugar”? En
contexto, los israelitas estaban saliendo de sus
campamentos para recoger el Maná de los campos
circundantes. Así que en contexto salir del lugar
de uno sería salir del campamento y entrar en los
campos donde el Maná podía ser recogido.
Cuando los israelitas entraron en la tierra, ya no
estaban en campamentos, así que naturalmente esta
prohibición aplicaría solamente a salir de la ciudad
de una persona.
En este punto tenemos que entender que las
ciudades en el Israel antiguo tenían tres zonas: 1)
la ciudad misma, 2) el MIGRASH o “pastizal”
circundante (KJV: “suburbios”) fuera de los muros
de la ciudad, y 3) finalmente los campos agrícolas.
Esta división en tres zonas distintas era un hecho
de la vida israelita Antigua que se menciona en
Num. 35:1-5. El propósito de la Segunda zona, el
migrash, se explica en Josué 14:4 como el área
donde vivían los animales fuera de la ciudad.
Aparentemente tanto los Fariseos como los
Esenios entendieron la prohibición de salir del
lugar de uno como aplicable solamente a salir a los
campos (zona #3) pero a entrar en el migrash
(zona #2). Por lo tanto, caminar fuera de la ciudad
hasta el fin de la zona migrash era la distancia
máxima que una persona podía caminar fuera de su
ciudad. ¡Esto era el “camino de un Sábado”!
¿Cómo los Fariseos y los Esenios llegaron a la
conclusión de que era permisible caminar hasta la
zona de migrash? ¡El sentido común! En el
antiguo Israel, todavía no se había inventado la
plomería dentro de las casas y la gente tenía que
caminar hasta la zona de migrash para hacer sus
necesidades. ¡El Creador no le prohibiría a la gente
caminar hasta la letrina!
Núm. 35:4 define el migrash que les pertenecía a
los Levitas como de 1000 codos. Difícilmente
podría ser coincidencia que el Pacto de Damasco
de los Esenios 10:21 defina el límite de viaje en
Sábado como de 1000 codos fuera de la ciudad. El
siguiente verso, Núm. 35:5, define el migrash que
les pertenecía a los israelitas como de 2000 codos
y no es sorpresa que los Fariseos definían el límite
del “camino de un Sábado” como de 2000 codos
fuera de la ciudad de uno. Hasta donde sabemos,
todos los judíos en este periodo creían en el
concepto del camino de un sábado, que era el
límite máximo que una persona podía caminar
fuera de su ciudad sin entrar en la prohibida zona
de campo donde se realizaba el trabajo agrícola. E
modo que el hecho de que Yeshúa y Hechos
mencionen este camino de un Sábado simplemente
prueba que ellos leían Éxodo 16 y Números 35 de
la misma manera que otros judíos, no que ellos se
adherían a la Ley Oral.
Aquí es importante recalcar uno de los principales
conceptos erróneos que presentan los Mesiánicos
creyentes en la Ley Oral. El argumento que hace
es que porque Exo. 16 no menciona el migrash o la
extensión del límite del “camino de un Sábado”,
tiene que haber una Ley Oral que defina estas
cosas. Este es un malentendido de la idea farisea
de una Ley Oral, la cual los Fariseos reclamaban
que fue revelada a Moisés en el Monte Sinai.
Por otro lado, lo que los antiguos israelitas hacían
cuando llegaban a Exo. 16 era aplicar este
mandamiento de la Torah a la vida
contemporánea. Exo. 16 había hablado acerca del
desierto y el Maná y ellos preguntaron cómo
aplicaría esto a los pueblos y a los campos
agrícolas. La Torah no requiere considerar cómo
sus mandamientos aplican a nuevas situaciones y
circunstancias. Esto debe hacerse por medio de
escudriñar la Escritura según su lenguaje y
contexto y tratando de llegar a los claros principios
detrás de los mandamientos, los cuales se pueden
aplicar a nuevas situaciones. Sin embargo, ¡esto
no es una Ley Oral! Esto es implemente vivir por
la Torah. Una Ley Oral puede hacer algo
similar, pero entonces reclama que las
respuestas a las que se llega están vigentes
porque les fueron reveladas a Moisés en el
Monte Sinai o alternativamente porque son
mandatos Rabínicos basados en la supuesta
autoridad divina dada a los Rabinos. Es
importante distinguir entre la interpretación y la
aplicación de la Torah y una dependencia de la
autoridad y las tradiciones de hechura humana. Lo
último es “enseñar como doctrinas los
mandamientos de hombres.”

Sacrificios en Shabat
Otro argumento de los Mesiánicos creyentes en la
Ley Oral se basa en la afirmación de Yeshúa en
Mateo 12:5,
“¿O no han leído ustedes en la ley, cómo
en los días sábados los sacerdotes en el
templo profanan y son sin culpa?”
Se esboza el argumento de que en ninguna parte e
la Torah dice que los sacerdotes son sin culpa por
trabajar en el Templo, esto solamente lo dice la
Ley Oral donde afirma que “el servicio sacrificial
sobrepuja al Sábado” (Talmud Babilónico, Sabbath
132b). Por lo tanto, Yeshúa está basando su
afirmación en la Ley Oral.
¡El problema con este argumento es que Yeshúa
específicamente dice que él está basando su
afirmación en la Torah escrita! Comienza por
decir: “¿No han leído ustedes en la Torah?” En el
tiempo de Yeshúa, la Ley Oral todavía se recitaba
oralmente y por lo tanto no se podía “leer.” Así
que la “ley” a la que se está refiriendo Yeshúa
tiene que ser la Torah escrita. Así que ¿dónde en
la Torah escrita aprendemos que se pueden traer
sacrificios en? Lo dice explícitamente en Números
28:9-10,
“(9) y en el día Sábado dos corderos de un
año sin tacha, y dos décimas de harina para
una ofrenda de comida, mezclada con
aceite, y su ofrenda de bebida: (10) Esta es
la ofrenda quemada de cada sábado, además
de la ofrenda quemada continua, y su
ofrenda de bebida.”
No sólo se les permite a los sacerdotes traer
sacrificios en Shabat, sino que específicamente se
les ordena hacerlo así. Por definición, si YHWH
les ordenó traer sacrificios en Shabat, entonces no
es pecado hacerlo y por lo tanto son sin culpa.
Este es el significado simple de lo que dice la
Torah escrita.

Bendiciones Antes de Comer


Otra prueba presentada por los Mesiánicos que
creen en la Toráh es que Yeshúa hizo una
bendición antes de comer, una práctica que no se
ordena en la Torah, sino que se requiere en la Ley
Oral. Por lo tanto Yeshúa tiene que haber
aceptado la Ley Oral. El pasaje en cuestión es
Mateo 14:19,
“Y mandó a la multitud sentarse en la
hierba, y tomó los cinco panes, y los dos
pescados, y mirando al cielo, bendijo, y
partió, y dio los panes a sus discípulos, y
los discípulos a la multitud.”
La Ley Oral difícilmente puede reclamar un
monopolio de la idea de bendecir al Creador cundo
uno se sienta a una comida comunal. Vemos que
Melkizedek hizo tal bendición cuando le presentó
a Abraham pan y vino en Génesis 14:18-20. Aquí
de Nuevo podemos señalar el hecho de que los
Esenios, quienes rechazaban vehementemente la
Ley Oral Farisea, también hacían bendiciones
antes de participar de comidas comunales (1QS
6:3-5). Así que el hecho de que Yeshúa también
hizo una bendición antes de partir el pan no prueba
que él era fariseo así como la misma acción no
prueba que los Esenios o Melkizedek eran
fariseos.

Curando en Sábado
Otro argumento presentado por los Mesiánicos que
creen en la Ley Oral es que Yeshúa apoyó la Ley
Oral al enseñar que estaba permitido curar en el
Sábado. Ellos citan la Mishnáh, Sabbath 22:5
como prueba de que la Ley Oral enseña que está
permitido curar en el Sábado pero de hecho ese
pasaje en la Mishnáh no dice absolutamente nada
sobre curar en el Sábado. Así que ¿qué creían los
Fariseos sobre curar en el Sábado? La ley rabínica
moderna permite cualquier tipo de curación en el
Sábado, pero la Antigua ley farisea tenía
limitaciones en cuanto a qué estaba permitido y
que no estaba permitido en el Sábado. Por
ejemplo, la Mishnah, Sabbath 18:3 declara que
está permitido asistir a una mujer en el parto en el
Sábado. Por otro lado, las leyes relativas a tratar
heridas son más complejas y esto sólo se permite
bajo ciertas circunstancias:
“Si uno manipula un absceso en el Sábado,
y es con el fin de hacerle una abertura, es
culpable [e.d. ha pecado]; si es con el fin de
extraerle la materia, está exento [de pecar].”
(Talmud Babilónico, Sabbath 107a
[Soncino])
Es en realidad increíble que alguien reclame que
Yeshúa se basó en la Ley Oral para el asunto de la
curación. De hecho, ¡la verdad es exactamente lo
opuesto! Todo lo que uno tiene que hacer es leer
el relato de Lucas para ver que los fariseos eran los
que estaban opuestos a curar en el Sábado,
“Y los escribas y fariseos lo vigilaban, a
ver si curaría en el día sábado; para hallar
una acusación contra él.” (Lucas 6:7)
Claramente lo que esto está diciendo es que los
fariseos querían atrapar a Yeshúa curando en el
Sábado para poder acusarlo de violar el Sábado.
Esto hace sentido solamente si los fariseos en ese
periodo creían que estaba prohibido curar (o al
menos prohibido cura de la manera en que lo
estaba haciendo Yeshúa) en el Sábado. Yeshúa
claramente no estuvo de acuerdo con los fariseos y
según Lucas 6:8 curó a un hombre en el Sábado a
pesar del hecho de que los fariseos estaban
esperando que él resbalara por hacer precisamente
eso. Así que en lugar de este incidente probar
que Yeshúa era obediente la Ley Oral farisea,
¡de hecho es un ejemplo claro de que se oponía
a los fariseos y a su Ley Oral! El hecho de que el
Judaísmo Rabínico posterior cambió su actitud y
hoy día se permite toda forma de curación en el
Sábado ¡no puede usarse anacrónicamente como
prueba de que Yeshúa era un fariseo!
De hecho, como uno que solamente mira al
Tanakh para los mandamientos de Creador, me
quedo preguntando por qué estaría prohibido curar
en Sábado en primer lugar. Aun si una forma
particular de curación requiriera alguna violación
del Sábado (por ejemplo, encender un fuego),
tenemos un mandamiento en la Torah que
específicamente no requiere que no nos quedemos
sentados mientras alguien está en un peligro mortal
(Lev 19:16). Así que curar en el Sábado no sólo
está permitido, sino que es requerido en todo
tiempo por la Torah.

Impureza por los Muertos


Otro argumento de los Mesiánicos que creen en la
Ley Oral es que Yeshúa se basó en la Ley Oral en
Lucas 11:44. Según el argumento Yeshúa se
refiere a la idea farisea de “cubrir” una tumba lo
cual causa impureza. Esta doctrina de la Ley Oral
se refiere a la idea de que si un objeto cubre una
tumba o un cuerpo muerto todo el que se pare
debajo de ese objeto se hace ritualmente impuro.
Por ejemplo, si parte de un árbol cubre una tumba,
entonces una persona que se pare bajo cualquier
parte de ese árbol se hace ritualmente impura por
el muerto. El argumento continúa que por cuanto
la idea de “cubrir” la tumba no se manda en la
Torah, Yeshúa tiene que estar derivando este
principio de la Ley Oral.
Hay unos pocos problemas con esta línea de
razonamiento. Primero que todo, puede
argumentarse que la idea de cubrir la tumba se
derive de hecho de la Torah. En Núm. 19:14 dice
que si una persona muere en una carpa, cualquiera
que entre en esa carpa se hace impuro por el
muerto. El tratado de la Mishnah dedicado a
“cobertura” se llama Ohalot que significa “carpas”
¡y el hebreo para “cobertura” es tumát ohalót que
literalmente significa “la impureza de las carpas”!
Así que no puede haber duda de que la Ley Oral
derivó el concepto de la cobertura de Núm. 19:14
por medio de razonar que si uno se hace impuro
por pararse bajo la misma carpa que una persona
muerta, entonces pararse debajo de cualquier
cobertura (p.ej. un árbol) que cubra a una persona
muerta también transmite impureza. Así que aun
si Yeshúa se refirió a la cobertura en Lucas 11:44,
esto no prueba que él se adhirió a la Ley Oral, sólo
que él interpretó Núm. 19:14 de una manera
particular. Pero esto nos trae al Segundo problema
con toda esta línea de razonamiento, o sea, ¡que
Yeshúa no dice nada en absoluto sobre cobertura
en Lucas 11:44! Esto fue exactamente lo que él
dijo:
“¡Ay de ustedes, escribas y fariseos,
hipócritas! Porque son como sepulcros que
no se notan, y los hombres que caminan
sobre ellos no se percatan de ellos.”
¡Citar este verso como prueba de que Yeshúa creía
en la Ley Oral y apoyaba la autoridad de los
fariseos es una perversión de la razón! Pero aparte
de ese punto, este verso no hace ninguna mención
de “cobertura.” De lo que está hablando es de
hacer ritualmente impuro por el muerto a causa de
tocar un sepulcro, algo que la Toráh afirma
explícitamente:
“Y todo el que toque a uno que ha sido
muerto a espada en el campo abierto, o un
cuerpo muerto, o un hueso de un hombre, o
un sepulcro, estará impuro siete días.”
(Núm. 19:16)
Yeshúa está claramente hablando de tocar un
sepulcro, no de una cobertura. A lo que Yeshúa se
refiere es a una persona que camina sobre un
sepulcro que no está marcado, tocándolo con sus
pies, y quedando así impuro por el muerto. Los
fariseos, según Yeshúa, son como sepulcros sin
marca; la gente se contamina al hacer contacto con
ellos sin tan siquiera darse cuenta de lo que está
pasando. En tiempos modernos, Yeshúa está
diciendo que los fariseos son como minas
explosivas ocultas. Una persona camina sobre un
lindo pasto verde pensando que es hermoso y
pacífico y entonces es explotado por lo que yace
oculto debajo.

Escuchando al Acusado
Uno de los argumentos más débiles de los
Mesiánicos creyentes en la Ley Oral se basa en
Juan 7:51:
“¿Juzga nuestra ley a alguien, antes de
escucharlo, y saber lo que hace?” (Juan
7:51)
El argumento dice que el derecho del acusado a
hablar proviene de la Ley Oral, no de la Torah
escrita (pero vea Exo. 22:10-11; Deut. 19:17-18).
Este argumento falla desde el comienzo porque las
palabras en Juan 7:51 son las de Nicodemo de
quien se nos dice explícitamente que es un fariseo
en Juan 3:1 y en el contexto él le está hablando a
un grupo de fariseos. Así que decir que Juan 7:51
es prueba para la Ley Oral es un argumento
circular. ¡¿La prueba para la Ley Oral es que un
fariseo que cree en la Ley Oral cita la Ley Oral
cuando habla a otros fariseos?!

Lavamiento de Manos
Otro argumento débil de los Mesiánicos creyentes
en la Ley Oral es que aun cuando Yeshúa advirtió
a sus discípulos que no siguieran la orden de los
fariseos de lavarse las manos antes de comer (Mat.
15), ellos sin embargo hacían esto. La prueba de
que los discípulos de Yeshúa se lavaban las manos
antes de comer es Santiago 4:8,
“Acérquense a Dios, y él se acercará a
ustedes. Límpiense las manos, pecadores; y
purifiquen sus corazones, ustedes de doble
mente.”
El argumento dice que aun cuando Santiago está
usando una metáfora en este verso, la metáfora
sólo haría sentido si los discípulos participaban
regularmente en el ritual de lavarse las manos.
Una persona con la que discutí este asunto
comentó jocosamente que basados en la misma
lógica Poncio Pilatos debe de haber practicado
también el ritual fariseo de lavarse las manos,
porque en Mateo 27:24 él se lava simbólicamente
las manos ante la multitud para mostrarles que él
no era culpable. Lo que esto en realidad prueba es
que aun un romano pagano, que no sabe nada de la
Torah, oral o escrita, sabe que lavarse las manos
representa inocencia y pureza de acción. Esta es
otra metáfora de sentido común que se encuentra
en la experiencia humana. Aun el rey filisteo
pagano Abimelek usó esta metáfora en Génesis
20:5 para expresar su inocencia. El asunto clave
aquí es que lavarse las manos cuando están
físicamente sucias es una acción humana universal
que se practica en todas las culturas del mundo.
Esto sin embargo es completamente diferente del
ritual fariseo de lavarse las manos que deriva del
concepto fariseo de la impureza de las manos. Los
fariseos antiguos creían que si una persona tocaba
los alimentos con manos ritualmente impuras, el
alimento se volvía ritualmente impuro y por lo
tanto inapropiado para consumo. Esta es una
doctrina sin ninguna base en la Torah escrita, por
eso fue que Yeshúa se le opuso en Mateo 15.
El repaso reciente de mi libro presenta una larga
lista de casos en los que Yeshúa hizo algo o
predicó algo, que casualmente está también en la
Ley Oral. Como hemos visto, esto no prueba que
Yeshúa apoyaba la Ley Oral, solo que él leía la
Torah (el camino de un sábado) y tenía un buen
sentido común (no llores en la celebración de una
boda).
El repaso reciente de mi libro también habla de la
lectura única del Mateo hebreo de Shem Tov en
23:3 que difiere del Mateo Griego. En el Griego,
Jesús manda a sus discípulos a obedecer a los
fariseos, “todo lo que ellos digan,” mientras que en
el Hebreo les manda obedecer a Moisés, “todo lo
que él [Moisés] diga”. El repaso de mi libro señala
que la lectura “él diga” solo aparece en algunos de
los manuscritos de Shem-Tov mientras que otros
tienen “ellos digan.” En realidad yo menciono
esto en mi libro y explico que algunos de los
manuscritos de Shem-Tov han sido “asimilados”
para concordar con el Griego. Lo que sucedió fue
que algunos copistas Hebreos del Mateo Hebreo de
Shem-Tov estaban familiarizados con la versión
griega de Mateo y pensaron que estaban
“corrigiendo” el Hebreo al adaptarlo al Griego.
Las más confiables partes del Mateo Hebreo de
Shem-Tov son aquellas secciones que difieren del
Griego mientras que las que son idénticas al
Griego pueden simplemente haber sido asimiladas
al Griego. Como menciono en mi libro, este
proceso de “asimilación” al Griego fue descubierto
por George Howard casi 2 décadas atrás.
El repaso de mi libro procede a mencionar que las
versiones de Munster y de Du Tillet del Mateo
Hebreo también concuerdan con el Griego como
también todos los manuscritos griegos y versiones
arameas sirias. Por lo que he visto hasta ahora, me
parece que las versiones de Munster y de Du Tillet
del Mateo Hebreo son simplemente traducciones
del Griego o el Latín. A propósito, Munster y Du
Tillet no son “manuscritos” como se reclama en el
repaso; son libros impresos hechos por sacerdotes
católicos que reclaman estar basando sus libros en
manuscritos confiscados a los judíos por la
inquisición. Se desconoce si los manuscritos
originales han sobrevivido. La versión de Munster
es especialmente problemática porque el sacerdote
católico que la imprimió explica que faltaban
algunas secciones así que él mismo las tradujo del
latín. Sin embargo, no nos dice específicamente
cuáles porciones vienen del manuscrito judío
confiscado y cuáles secciones son su propia
traducción. La importancia de las versiones de
Munster y DuTillet de Mateo es que son grandes
ejemplos de cómo luciría Mateo si fuera traducido
del griego o el latín y las profundas diferencias
entre estas dos versiones y el Mateo Hebreo de
Shem-Tov justamente sirven para confirmar la
importancia del Mateo Hebreo de Shem-Tov como
un testigo del Evangelio Hebreo original escrito
por Mateo mismo. Discutiré las versiones arameas
de Mateo en un futuro libro sobre la cuestión
aramea.
Otra objeción que se ha levantado contra la lectura
“él diga” en Mateo 23:3 es que si Yeshúa hubiera
estado hablando de Moisés habría dicho “él dijo”
en tiempo pasado porque obviamente Moisés ya
estaba muerto. Además, se hace el argumento de
que la palabra hebrea traducida por mí como “él
diga” es yomár que es “futuro” y por lo tanto
debería traducirse como “él dirá.” Este “él dirá”
no podría ser Moisés porque, de nuevo, Moisés ya
está muerto. El problema con esta explicación es
que yomar es una forma “futura” llamada también
“imperfecta”, y en el hebreo bíblico esta forma a
menudo tiene el significado de una “acción
continua.” Por ejemplo, cuando el Creador dice
sobre sí mismo Ehyeh asher Ehyeh (Éxodo 3:14)
esto debería traducirse propiamente como “Soy lo
que soy” (no “Seré lo que seré”). El “Yo soy” está
expresado por medio de esta forma “imperfecta”
que significa “Continuamente yo soy sobre una
base progresiva lo que soy”. La palabra yomar en
hebreo bíblico tiene el significado de “él dice” lo
cual se refiere a una acción continua. Los
mandamientos de Moisés se reciben sobre una
base continua, cada vez que una persona lee de la
Torah. A propósito, exactamente la misma palabra
y forma (yomar “él dice”), aparece también en
futuro/imperfecto en Génesis 31:8 y ahí se traduce
usualmente como “él dijo” refiriéndose al pasado
hablando de Labán, así que si uno insiste en
traducir el Mateo Hebreo 23:3 como “él dijo” no
sería lingüísticamente incorrecto. Sin embargo, la
idea tanto en Gen 31:8 como en el Mateo Hebreo
23:3 es una acción continua (Labán siguió
continuamente cambiando el trato al decir cosas
diferentes).
Es importante señalar que la lectura de Mateo 23:3
en la que Yeshúa instruye a sus a hace “todo lo que
él [Moisés] diga” no existe en un vacío. La
segunda parte de Mat. 23:3 en la que Yeshúa
advierte a sus discípulos que no hagan según las
Takanót, las leyes y decretos de hechura humana
de los fariseos, confirma esta lectura en el
comienzo del verso. Esta lectura es también
confirmada por el Mateo Hebreo en capítulo 15 y
Mateo Hebreo 23:16.
Al final del día, la cuestión es qué hace más
sentido, que Yeshúa mandara a sus discípulos a
obedecer a Moisés o que Yeshúa reconociera a los
fariseos como teniendo cierto tipo de autoridad
mosaica dada por Dios y mandara a sus discípulos
a obedecerles. Finalmente esta es una decisión que
los que creen en Yeshúa tiene que hacer por ellos
mismos. Ellos deben decidir si le van a creer en
Jesús el Fariseo que parece presentar el Mateo
Griego 23:3 o si van a creer en Yeshúa el
observante de la Torah que advierte a sus
discípulos contra la religión de hechura humana de
los fariseos como se preserva en el Mateo Hebreo
23:3, Mateo Hebreo 15, y aun en el Mateo Griego
15.

Para más información, lea el estudio


completo, El Yeshúa Hebreo versus el
Jesús Griego, disponible [en inglés] en:
http://www.HebrewYeshua.com/

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