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Editorial 10.10.

2010

¿Cuánto de mí le corresponde a Dios?

Lucas 21:1-4

Muchas personas tienen recelo ante el Evangelio porque dicen que las “religiones” solo
están para pedir dinero. A muchas personas les gustan las Buenas Nuevas y desean la experiencia
del nuevo nacimiento en Cristo Jesús, pero se detienen al pensar que los de la iglesia sólo queremos
sacarles dinero. ¡Qué gran error!

Un error no menor es el de muchos creyentes, hijos de Dios, que piensan que con dar
diezmos y algo de ofrenda ya están “cumpliendo” con el Señor. ¡Gran error!

Pero entonces, ¿qué quiere Dios de nosotros en lo que respecta al dinero y que podemos
aplicarlo a toda nuestra vida?

1. Diezmos. Por lo menos la décima parte es lo que corresponde a Dios.

“Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa.
Pruébenme en esto —dice el SEÑOR Todopoderoso—, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo
sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde.” Malaquías 3:10 (NVI)

No es fácil ser fiel a Dios, pero hagámoslo con todo nuestro corazón y comprobaremos que Dios
siempre será fiel a su Palabra.

2. Ofrendas. Las ofrendas eran los sacrificios entregados a Dios por diversas razones:
homenaje a Dios, gratitud, consagración, etc. Reflejan el corazón del adorador que se rinde
ante Dios. Al igual que los diezmos, las ofrendas sin obediencia a la Palabra de Dios carecen
de todo valor.

3. Todo. Un comentarista bíblico dijo “Dios no mide tanto el monto de lo ofrendado como lo
que queda a su propietario después de haberlo dado”.

Jesús resaltó la ofrenda de la viuda pobre, no por la cantidad que daba, sino por lo que su
ofrenda representaba: todo. La Biblia dice que era su sustento, todo lo que tenía. Lo que daba no era
lo que tenía de sobra, como lo hacían los ricos, sino todo su pequeño capital.

Alguien también dijo: “Dios no demanda mucho de nosotros. Lo demanda todo”. Esto es:
tiempo, dinero, talentos, dones, en fin, toda nuestra vida “como sacrificio vivo, santo y agradable a
Dios” (Rom. 12:1)

¿Qué le trajiste a Dios hoy? Démoslo todo a nuestro buen Padre y Señor.

Raúl Salazar

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