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AURORA .

ZÚÑIGA
Al unísono.

Red de los poetas salvajes


© COLORES PRIMARIOS, de Aurora Zúñiga.
Diseño: Yaxkin Melchy

Impreso en México DF. 2009


reddelospoetassalvajes@gmail.com

Esta obra está bajo una licencia Atribución-No comercial-No Derivadas 2.5 México
de Creative Commons.
Primer meridiano Balada para espectros
en memoria de Franz Liszt.

Desde aquí
esperaré sentada a que todo empiece; El fantasma solitario sonríe.
hasta que los rascacielos de tramoya se alejen El amante que atraviesa la frontera del espacio
y liberen a esta ciudad mía lo observa desde su tierra febril y verde.
para seguir atormentando al mundo. Al mirarlo busca alguna conexión entre ambos
pero no lo recuerda.
Se puede advertir en la distancia No recuerda a nadie.
la noche brumosa
cargando pestes, Su inmemoriada conciencia
lujurias áridas, los perigrafía a Nonnenwerth.
algarabías de su engaño. La iglesia ensombrecida los abraza,
semeja a un viejo piano asido
Sólo desde aquí al destilo injurioso de un volcán.
puedo escapar
mientras el mal tiempo se acerca El fantasma y el amante se miran de nuevo,
y evitar que su ojo de agua me atrape. y mientras una fragancia con olor a seda verde
los desliza a la profundidad de la iglesia,
Bajo esta pequeña mitad del mundo un sonido muerto explota,
será el alumbramiento de los suelos, apresándolos en las mandíbulas
cuando de sus minerales de aquella disfonía de acompañamientos:
crezcan soles, “Campanas de Nonnenwerth”.
hebras de dios, nombres y oídos.
El fantasma y el amante bailan solos
Justo en la superficie de mi sombra ocultos bajo la máscara diabólica,
comienzan a fundirse los colores encerrados por ellos mimos.
del primer meridiano. El amante es el primero en recordar
el nombre del fantasma,
Tal vez quisiera abarcarlo todo su propio nombre,
con su extensión de tierra desorbitada. el nuestro.

Me quedaré a la espera Más la visón se distorsiona cuando es el tiempo


del principio del mundo. quien destruye el paraíso en cenizas silenciadas.
Hasta que los mares se agiten El fantasma da un salto
y al ocaso anuncien que puedo dejar de ser. y se impregna como luz en la soledad del amante.

 
Todo se ha roto. Su maldición
Regresamos a esta pieza oscura, es la cronología
a las tinieblas que esconden una figura delicada perversa,
vestida de seda verde.
Pero está muerta. Nada importa. la arena

y la herrumbre.

Parábola de Heráclito (Una anciana muere


en cada ocasión
que el sol despierta.
Los tiempos muertos En su agonía balbucea:
me abruman. “Elokim, es él
quien es más viejo
A veces que sí mismo.
son sólo insectos voladores

que llevan de su viaje Desde su montaña


palabras sin causa: impenetrable
quiere embrujarlo todo
Aleph.

Atlántis. con su tiempo”)

Anacreonte. Caigo en el ocio.


Me enredo con el imaginario
Puedo estrellarlos fácilmente. de los minutos vacíos.

Pero cuando Pero no existen


su carne azul empaña minutos vacíos;
cristales ultimados,
las ideas la eternidad
-entre el vaho- con su espejismo
aparecen. me deslumbra,

El tiempo me convence
es un fantasma. de la extensión de un destino

 
que en realidad Eco
no conoce.

El tiempo es un niño Hay un rumor en el laberinto de lenguas


jugando a los dados. entre los extraños pasajeros
de este viaje al infierno.
Al unísono
se precipitan al suelo, Esta noche
lo vi flotar entre la multitud,
y la humanidad mientras buscaba un poco de sangre
cae en las piedras en el fondo de mi corazón incendiado.
inusitadamente.
Las palabras
El niño estornuda; (malversando sus espectros)
la humanidad se pierde expandieron su longitud
en el diluvio. reventando al contacto de las paredes,
y su verdad cayó herida
A veces el niño bajo los pies de los curiosos.
juega a ser un mago
Del rumor se había advertido antes.
y lanza un soplo antiguo Era la primera vez
desde su mística garganta. que las serpias especulaciones
se cumplían.
La humanidad Nada de lo que hubieran dicho antes
es levantada por los aires; era cierto,

tolvaneras y remolinos
la confunden. hasta que corrí
al acecho de un sonido trepidante,
¿Qué pasaría si el niño, y escuché el llanto
de pronto, de la puerta abierta de mi oído.
se olvidara de jugar?. La puerta por la que dicen,
el rumor
ha logrado escaparse.

Las lenguas,
desde la aparente humedad
que las adormece,

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movieron su ácido músculo te sonríe en el misterio
y bailaron a través
de incontables pasillos, cuando una tarde la encuentres
para esparcir el rumor viajando a los oídos
dentro de todos los mundos. de una muchacha

Mientras insiste ocultarse de mí será muy tarde para que la busques


y de mi maldición hecha fiebre, porque a esa muchacha no conoces
más lo llamo desde esta fina prisión y mientras decides preguntarle
tan fácilmente infringida. ella se habrá ido
llevándose la canción para siempre

y volverás a esta vieja calle


Apuntamientos dos veintiséis desde un autobús accidentado

bajarás en la Terminal Sudeste


CLARO al caminar encontrarás la canción
a veces la vida se parece en tu lengua
a una persiana de flores pero no podrás decirla
es lo primero que vez cuando despiertas
y te acercas pero el recuerdo se esparcirá por tus labios
no puedes olerlas ni sentirlas mientras la melodía se pierde
se funde en un saludo
o a veces la vida es como que harán dos desconocidos
una canción que escuchaste en algún sitio cuando se encuentren
aunque no sepas cómo llamarla a la sombra de tu casa
ni quién ha podido escribirla

la llevas cerca de tu oreja buscarás la llave


porque nunca supiste cómo era su nombre sabiendo que muy pronto
por qué habría tenido que nacer perderás la canción

si es que fue escrita y entrarás


con lluvia nocturna para dejar tu cuerpo a un sofá envejecido
o bajo una mañana de domingo o en una regadera sucia

comienzas a olvidarla te desnudarás


y el rostro de su autor al momento que olvides

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la canción que has perdido a apoderarse del paisaje;
recuerdo mi corazón detenido
el cansancio como veloz locomotora
te habrá tomado por sorpresa salvada de perderse
y dormirás desnudo al borde de un camino muerto.
sin la canción en tu mente Llegó el crepúsculo. Nuestra visión,
frente a una persiana accidental e improbable,
llena de flores nos abandonó absortos ante
que ya nunca más podrás volver a ver. el pastizal desaparecido,
sujetando con fuerza la locomotora herida.
El Sol cerró su enorme y cegador
ojo de cíclope,
Fenómeno natural así, nuestra pesadilla quedó a oscuras.
Intentamos mirarnos de nuevo
entre la noche,
A las seis de la tarde más sin embargo no nos reconocimos.
el Sol se derritió por todo el cielo; Desde aquel día,
las huestes de mi niñez y yo esa plaza grande a las ocho cuarenta
mirábamos sus nubes desde la plaza grande, quedó vacía de amigos,
acostados sobre un marchito porque cada hombre que se levantó
campo de estío. de la superficie asfaltada
Los rayos solares salió a buscar su juventud a otra parte.
fueron haciéndose mudos poco a poco,
parecía que la noche pronto
llegaría hasta nuestros cuerpos
(la misma noche de Morgana Colores primarios
que hace dormir a Europa).
En aquel momento no lo sabíamos, Dime que tú también has visto mucha tele,
pero nuestros vestidos y equipajes que, como yo, crees quedarte poco a poco ciega
iban desangrándose en el lento y tus neuronas están ya casi muertas.
agonizar del cielo. Dime que tú tampoco quieres enfrentar los abismos,
Cuando al fin nos miramos que prefieres pasar un domingo viendo tele
unos a otros, y llevar mi taza de café a la cama
nuestras sienes tenían el color del Sol, mientras abandonamos nuestras mentes
a la suerte de los rayos catódicos.
y las pequeñas manos brillaron como
si desde dentro, “Coffe & TV”
estuvieran ardiendo en llamas. Eliud C. Delgado
El miedo comenzó

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por ti. Pienso.
Sabes que yo también
he visto mucha tele. Bebo de mi café hecho de tierra
en sincronía con la velocidad
Nuestras pupilas se enfrentan de las transformaciones,
en un juego de caleidoscopios.
mientras ellas llueven
Nuestro espacio al interior de esta cama,
se prolonga en el aire y obran a la orden del
discernimiento de audiencias.
como el color por la
carretera prismática. La nitidez,
termina bajo esta taza sin nombre
Desde nuestros ojos, que sostienen mis manos,
somos en la pantalla la sujeto con un hilo de memoria
otros dos espectadores mientras baila a la deriva del vacío.

acomodándose en la hendidura Un mirador se va hacia el sueño.


de nuestras frentes. El televisor se ha quedado mudo
viendo morir otra emisión
La televisión mira. del espectacular de rostros.
La continuidad de sus canales
Volveremos tal vez.
diluye tu forma No hoy,
entre reflejos cristalinos. no ahora,
no en el próximo minuto:
En medio de la proyección
imagino tu cuerpo sí cuando la oscuridad
trepando las paredes, desaparezca entre las luces,
y las imágenes se congelen
sobre el cálido espesor en este cristal que no es de invierno.
de las ventanas,
(Hoy tampoco te mencionaré
sobre el oculto abismo de durante la función del color párido:
mi sombra. el silencio donde duermes).

Mezclaría
figurasycoloresenrarecidos

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Cover/Mío enteramente Océano/Bestiario

All mine, you have to be y él se veía


Portishead adentro
como un molusco ciego
Todas las estrellas del cielo rodeado
parecen brillar incandescentes de un muro impenetrable
mientras las nubes se aclaran Pablo Neruda
hasta ser blanquísimos espejos.
El rostro lumario
lo invadía una alienación de escamas
En realidad no importa
superiores e inferiores.
si la galaxia es vasta de hermosura,
La cabeza era de trafalgar acuoso,
cuando en ese instantáneo minuto
entre redes de tentáculos
mi mirada rehúye a tu sonrisa.
camuflados en calamares invisibles.
Soy tan dichosa desde nuestro encuentro
que impaciente transito
Detrás de sus diez mil aletas
para aguardar tu abrazo; en forma –espadas coralísticas–
producía borbotones de submarinos
envolver mis segundos alemanes, misiles, torbellinos,
tan adentro de tu piel, protegía el derecho de su flanco
hasta suplicar en tu pecho en la amenaza contra sí mismo.
la entrega de un corazón a tributo.
Era el único monstruo aún no muerto
Te veré descender sobre la muerte en toda la extensión del océano.
desde los recuerdos de la novena nube, Las bestias antiguas;
y por cada memorial de cenizas esparcido desde nórdicas hasta occidentales,
harás caer en mis labios un reflejo luminoso… habían desertado a vivir bajo el piélago
ante la irremediable selección
Oh, estas imágenes que brillan por su tristeza; de la naturaleza.
encadénalas y átalas a nuestros pies, Su Tacto Deformativo.
no vayas a equivocarte,
no decidas resistir a la muerte matutina En mareas de quietud,
que no hay manera de escaparse en contemplaba en su abismo la soledad
la aproximación a esta distancia. habitada, ajeno al brote
de Sol anaranjado,
absorto al vacío minúsculo del destierro
ensombrecido por la oscura secuencia
del siempre infinito horizonte.

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Océano/Punto De Fuga

Extensa es la marea que antecede este abismo; Puede hablarse de hallazgos poéticos en la continuidad de una tradición
marea que funde muelles polo con polo, o bien en el rompimiento de la misma. Aún mayor es el asombro ante
abismo que atormenta la desembocadura una escritura donde ambas fuerzas, con insistencia presentadas como
donde el fluir de gravedades antagónicas, aparecen en equilibrio como sucede en los poemas de
navega derritiéndose. Aurora Zúñiga. Si bien a lo largo de Colores primarios se puede trazar
—como al seguir los pasos de un fantasma— una travesía de lecturas
En la hora del fiel, previas a través de la poesía latinoamericana escrita por mujeres,
el hemisferio aborda una cima de horizonte. también resultan evidentes los rastros de otros periplos y, en especial,
Las bifurcaciones desdoblan su trayecto, una intención por desandar los lugares ya avistados. Así Aurora se
liquidan el ritmo intransigente de la arena aventura a explorar diversas voces sin limitaciones de género. Asume
y la seducen hasta el piélago en su furia pantomímica. con la misma naturalidad un tono etéreo —con el sutil trazo del
pincel retórico más fino— para trazar la silueta del eco o una postal
En los ojos cormoranes, el cielo mira el rumor de la playa sobre versos libres, o elige adentrarse en las profundidades
de la última lejanía vuelta espuma. donde habita un monstruo marino (digno del siglo XIX anglófono que
Emergen los harneros; engendró el Moby Dick de Melville y “The Kraken” de Tennyson) cuyas
corales aerófilos que danzan en el iris, inflexiones llevan el lenguaje a sus límites.
mientras la perspectiva despliega una avalancha.
En esta primera decena de poemas que Aurora Zúñiga deja
escapar a un horizonte incierto de lectores, nos encontramos con una
poeta sin necesidad de legitimar su escritura al enunciar desde dónde
o hacia qué puertos se arrojan estas palabras. En esta indefinición
encontramos una elasticidad de referencias —donde igual caben el
rock, Franz Liszt y Heráclito— y pluralidad de voces cuyo equilibrio
termina por enfatizar una escritura tan característica que, sin duda,
resulta un hallazgo de claroscuros tan imposible de ignorar como no
advertir el amanecer.
E. D.
Ciudad de México,
julio de 2009.

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ÍNDICE

Primer meridiano 6
Balada para espectros 7
Parábola de Heráclito 8
Eco 11
Apuntamientos dos veintiséis 12
Fenómeno natural 14
Colores primarios 15
Cover/Mío enteramente 16
AURORA . ZÚÑIGA
Océano/Bestiario 19 (Ciudad de México 1989)
Océano/Punto De Fuga 20
Desertó a todo
Esta obra se terminó de imprimir
en el año 2009, en México.

Se utilizó tipografía
Garamond 12 y 11

CIUDAD DE MÉXICO
http://reddelospoetassalvajes.blogspot.com

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