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EDAD MEDIA: El retroceso cultural que siguió a la caída del Imperio romano es una
cuestión que suscita aún hoy día encendidas controversias, ya que el caudal artístico y el
peso cultural de la "edad oscura" es demasiado importante como para poder considerarla
como un mero trámite a épocas más fecundas. Lo cierto es que los valores simbólicos
propios del arte antiguo quedaron fuera de la ideología medieval, aunque los conceptos
básicos del arte estuvieron tan presentes como en cualquier otra época.
La pintura relacionada con el mundo árabe está presente sólo en las miniaturas de clara
inspiración oriental insertas en tratados, sobre todo de historia natural, y en algunas
pinturas murales realizadas en época abbasí (véase Arte musulmán). Téngase en cuenta
que el Islam prohíbe expresamente las imágenes religiosas, y los reinos musulmanes en
Europa estaban regidos por dinastías con un fuerte componente integrista.
GÓTICO: El gótico, el otro gran movimiento del arte medieval, llevó el arte plástico a las
grandes catedrales que se construyeron entre los siglos XII y comienzos del XVI. La
pintura abandona las paredes de las iglesias y el fresco como expresión fundamental y se
asocia de manera esplendorosa a las magníficas vidrieras de la época, aunque la pintura
en tablas (ahora asociada a los retablos, que comienzan a cobrar importancia) y las
miniaturas continúan estando vigentes. La temática es sobre todo religiosa; el mundo
sobrenatural se representa con fondos dorados, y las figuras son planas e ingrávidas. Sin
embargo, las ideas de santo Tomás y san Francisco de Asís, que dieron un nuevo sentido
a la Naturaleza y al ser humano, provocaron que el arte se humanizara, y se abandonara
la rigidez románica.
El gótico italiano se corresponde con los siglos XIII y XIV, los llamados Duocento y
Trecento, y se le considera precursor del renacimiento (e incluso perteneciente al mismo).
Durante el primero, Italia vivirá una primera época de esplendor pictórico que abrirá las
puertas del renacimiento, el llamado movimiento prehumanista, en el que la Orden del
Císter tuvo una vital importancia como transformadora de la decadente doctrina cristiana;
así, se predica la sencillez, y el mosaico pierde terreno definitivamente ante la pintura,
mucho más barata de realizar (véase Arte cisterciense). A caballo entre los dos siglos, los
primeros grandes nombres de la pintura europea empiezan a sonar en figuras como
Cimabue, Cavallini, en Roma, y Duccio, en Siena. Pero será con la figura de Giotto y la
llamada escuela florentina con quien se abriera una nueva etapa en la pintura en la cual el
sentido de la realidad, el relieve y el volumen de las figuras, el espacio, la luz y, sobre
todo, la plasmación de los estados de ánimo en los rostros de las figuras retratadas
marcaron una época que revolucionó el arte pictórico europeo; los personajes visten
ropajes contemporáneos, y la arquitectura que acompaña a la escena plasma la realidad
de la Italia del momento.
La ecléctica escuela de Siena, por otra parte, con figuras como Martini y los Lorenzetti
(Ambrogio y Pietro), se caracteriza por un cromatismo escenográfico excepcional y un
revolucionario concepto del paisaje.
La ecléctica escuela de Siena, por otra parte, con figuras como Martini y los Lorenzetti
(Ambrogio y Pietro), se caracteriza por un cromatismo escenográfico excepcional y un
revolucionario concepto del paisaje.
En Francia, el llamado gótico lineal toma esencias de otros estilos, como el clasicismo de
las figuras italianas y el ordenamiento simétrico y el lujo de Bizancio, para llevar a cabo
magníficas vidrieras, como las de la catedral de Chartres, así como refinadas miniaturas.
El final de la Edad Media en Italia coincide con la reacción artística dominica en Florencia,
con factura sienesa, didáctica y fría, con importantes escuelas en Bolonia y Rímini,
además del nacimiento de la escuela veneciana, con nombres como Gentile y Pisanello
(maestros ambos del gótico internacional).
Por último, el gótico inglés practicó sobre todo la miniatura, con figuras realizadas con
profundo decorativismo y elegancia, el que fuera llamado "estilo 1200".
retrato, muy realista, pone ante el observador al individuo en primer plano, sin artificios,
aunque la mayoría de los casos los retratados presentan un severo perfil. La Naturaleza,
por otra parte, está muy presente pero de manera totalmente esteriotipada. (Véase
Pintura flamenca.)
Siguiendo la dirección marcada por Van der Weyden, durante el ultimo tercio del siglo XV
y principios del XVI se desarrolló un importante grupo de pintores flamencos entre los que
destacan Hans Memling y Gérard David, continuadores de las formas y composiciones
creadas con anterioridad, mientras que Hugo de Van der Goes y Hieronymus Bosch, "El
Bosco" intentaron una renovación y originalidad personal, en especial el Bosco, con sus
pinturas a medio camino entre lo onírico y lo tenebroso.
Fuera de Flandes, la escuela flamenca se extiende por toda Europa, donde destacan la
escuela francesa, la alemana y la española. En Francia es representativo el pintor de la
corte Jean Fouquet, miniaturista y retratista, mientras que en Avignon se desarrollará un
importante centro, donde destacan Enguerrand Charonton y el Maestro de Moulins.
Con Botticelli se vuelve a los temas mitológicos, tratados con gran virtuosismo, aunque
también será muy importante su pintura religiosa, en cualquier caso con una percepción
lineal muy característica. Y Fra Angelico, gran colorista, será acreedor de un desarrollado
gusto por el detalle.
Venecia inicia una época de esplendor, con nombres como Mantegna, muy influenciado
por el escultor Donatello, que conjuga el realismo con una espiritualidad latente; y
Antonello de Messina, que introduce el refinamiento cromático de la pintura flamenca en
Italia.
intenso interés por las manifestaciones artísticas, como pueda ser el caso de la
civilización gupta, que dota a su pintura de una vivaz elegancia, un intenso cromatismo y
un sentido expresionista sorprendente a ojos de un occidental de la época; o la civilización
chola (véase drávida), que en pintura demuestra un dibujo ágil, aunque menos intenso en
el color que el arte gupta.
En China, la pintura es una de las máximas expresiones artísticas del espíritu; es una
pintura sofisticada y refinada, con una raíz espiritual basada en el taoísmo, y se encuentra
al mismo nivel que la caligrafía o la poesía. Los principales soportes son el papel y la
seda, y el destinatario es, prácticamente de manera exclusiva, la clase dirigente. El arte
pictórico entierra sus raíces en la dinastía Han, donde la viveza y la espontaneidad
marcan un período durante el cual se fijan las reglas de la perspectiva de la pintura china.
Durante las dinastías Jin y el resto de dinastías que reinaron durante la época
correspondiente a la Edad Media occidental, se produce un perfeccionamiento técnico y
un refinamiento muy acusado, enriquecido aún más durante la dinastía Tang con las
aportaciones provenientes de Oriente Medio, así como los magníficos paisajes realizados
en el período Song, o las obras de los "Cuatro grandes" de la época Yuan. El retratismo y
los primeros paisajes, incluso monocromos, así como la pintura de flores y pájaros serán
también los temas predilectos de los artistas chinos.
La pintura en Japón sigue a la pintura china, aunque con una personalidad muy acusada.
Los materiales se repiten, y los temas son los mismos, aunque tratados de manera
personal, fundamentalmente paisajes, narraciones épicas, poesías, flores, pájaros y
retratos. En el período Kamakura florecieron los yamato-e, largos rollos con mucho
colorido y muy detallistas, que presentaban las escenas interior de las casas con mucho
detalle. En el período Muromachi, por su parte, la pintura más característica es la
kimpekiga, realizada sobre fondo dorado en biombos y paneles corredizos, y cuya
temática se acerca mucho a los yamato-e.
CINQUECENTO: El papa Julio II fue un importante mecenas de todos los artistas de gran
renombre que contribuyeron a devolver el esplendor a Roma con la edificación de San
Pedro del Vaticano, tras el destierro impuesto en Aviñón; bajo su tutela resuenan nombres
de la talla de Miguel Ángel y Rafael, figuras señeras del renacimiento. Fuera de Roma,
Leonardo da Vinci, humanista, hombre de ciencia, inventor y pintor, fue una de las figuras
más importantes de una época que aún asombra por su arte y sus investigaciones.
El renacimiento en España en las décadas a caballo entre los siglos XV y XVI está
marcado por la monarquía de los Reyes Católicos, período en el que las distintas
estéticas (el arte nazarí ya en retroceso, el gótico y las tendencias flamencas) se aúnan
en el llamado plateresco, y confirman una prolífica etapa artística continuada en época del
emperador Carlos V, con una influencia italiana muy notable. Los nombres que más
destacan son Pedro de Berruguete, Juan de Juanes, Paolo de San Leocadio y Yáñez de
la Almedina.
BARROCO
ITALIA: En Italia conviven dos tendencias fundamentales, agrupadas frente a dos figuras
Dentro de los parámetros marcados por la Iglesia, Caravaggio responde con un estilo que
causó furor en la Europa contrarreformista: el tenebrismo. Lienzos enormes, colgados a
metro y medio o dos metros del suelo, llenaban las paredes de las iglesias con figuras
(muy escasas) que surgen de la más negra oscuridad y atrapan el movimiento de los
protagonistas en el momento más dramático asociado a su historia, ya sea dentro de los
Evangelios o en el contexto hagiográfico de la vida de un santo. El arte se aleja de la
idealización, y las figuras aparecen tal y como son, con todos sus defectos, con la piel
curtida y los vestidos gastados. La luz, por otro lado, es de vital importancia, prestando a
la escena un ritmo muy marcado. Entre sus representantes destacan el propio
Caravaggio, Artemisa Gentilleschi, el padre de ésta, Orazio, Guido Reni y Guercino.
(Véase Tenebrismo.)
El paisaje, por último, está representado por Canaletto, uno de los últimos genios del
barroco italiano, ya enmarcado en el siglo XVIII, cuyas composiciones, con Venecia como
protagonista, son extraordinariamente famosas.
El retrato oficial, por otra parte, auspiciado desde la Corte, alcanza una importancia muy
destacable; éste se encuentra muy idealizado, y es utilizado como manifestación de
poder. La escuela retratista está representada por Philippe de Champaigne, Sebastien
Bourdon y Charles Le Brun.
El bodegón, el paisaje y la pintura de género son los estilos más demandados. Por otra
parte, algunos artistas de este período demuestran una influencia clara del barroco
italiano, en particular del tenebrismo, los llamados "caravaggistas de Utrecht", con un
palpable oscurecimiento de su paleta. El retrato, por otro lado, se afronta con dos
posturas distintas: una intimista, que recoge la labor cotidiana de sus protagonistas; y otra
de grupo, con retratos encargados por profesionales o cofradías de distintos gremios, en
los cuales suele darse la curiosa costumbre de representar a varios personajes en un
mismo cuadro para abaratar los gastos.
En la antigua Flandes, por otro lado, se cultivó con profusión una pintura exuberante,
tanto en bodegones como en escenas alegóricas (incluso con temas "picantes"), en cuyos
composiciones el color es brillante. Algunos de estos artistas tuvieron una relación muy
estrecha con la Corona española, por lo que muchas de sus producciones pueden
admirarse hoy día en museos españoles, principalmente en el Museo del Prado.
Los principales artista de este período son, sobre todo, Rubens, Rembrandt, Van Dyck,
Jordaens, Hals y Vermeer, además de Van Goyen, Teniers y el paisajista Ruysdael.
Referencia:
http://www.espanolsinfronteras.com/Elarteylahistoria00.htm#Prehistoria_y_Eda
d_Antigua
La pintura es la técnica que permite a un artista llamado pintor plasmar sus obras sobre
una determinada superficie utilizando diferentes pigmentos y otros materiales. técnica de
representación mediante la cual se impregna pigmentos sobre la superficie textil y permite
plasmar un gesto que va directamente de la mano al textil. Arte de pintar. Conjunto de
colores dispuestos sobre una superficie según un cierto orden y con una finalidad
representativa, expresiva o decorativa. Materia colorante. Técnica que usa colores y un
utensilio para depositarlos sobre una superficie dada; puede ser mural o de caballete,
sobre tabla, tela, cristal, etc. y al fresco, óleo, temple, pastel, acuarela, aguada, aguazo,
encáustica, gouache, miniatura, etc.
Tipos de pintura:
• Pintura plástica. Es una pintura al agua que tiene como aglutinante resinas
plásticas o acrílicas y como pigmento cualquier tipo de pigmento que resista la
alcalinidad. El aspecto varía de mate a gran brillo. Buena adherencia. Resistencia
al lavado y al frote debida a su contenido de resinas. Se seca rápidamente,
aunque se retrasa en tiempo húmedo. Es perjudicado por las bajas temperaturas
(Temp. Mín. entre 5 y 10 ºC). Sobre el hormigón se
recomienda utilizar resinas acrílicas. Gran gama de
colores. Se utiliza en interior y exterior sobre yeso,
cementos y derivados. Si se utiliza sobre madera o
metal se debe dar previamente una imprimación. Se
aplica: Liso: brocha, rodillo y pistola. Picado: rodillo de esponja. Gotelé: con
máquinas.
• Pintura al aceite. Tiene como conglomerante y como aglutinante aceites
vegetales secantes (aceite de linaza), como disolvente aguarrás o white spirit y
cualquier clase de pigmento. No mezclar con resinas duras. Muy utilizadas
anteriormente por su flexibilidad y penetración sobre bases porosas, pero varios
inconvenientes han hecho que se mezclen con resinas duras dando lugar a los
esmaltes.
• Esmalte graso. Está compuesto por aceites secantes mezclados con resinas
duras naturales o sintéticas. Es una simple mezcla, en los esmaltes sintéticos es
una combinación química. Como disolvente, aguarrás o white spirit. Buen brillo,
que se pierde en la intemperie. Buena extensibilidad. No resiste la alcalinidad (por
lo que hay que aislar la superficie del cemento). Tiene un secado y un
endurecimiento lentos que se retrasan con el frío. La tonalidad blanca no es muy
pura. Dan buenos barnices transparentes. Se utiliza en interiores como esmalte de
acabado. En exteriores, debido al aceite pierde brillo al sol, por lo que tiene un uso
restringido.
Se aplica con brocha o con rodillo especial de esmaltar.
• Esmaltes sintéticos: Se obtienen por combinación química de resinas duras y
aceites secantes. Como disolvente, aguarrás o white spirit. Las resinas más
empleadas son las alquílicas, que tienen gran dureza, buen brillo, resisten agentes
químicos e intemperie y, al combinarse con los aceites, tienen gran flexibilidad.
Secan con rapidez. Gran brillo, incluso al exterior. Al interior disminuye el brillo y
las resistencias exteriores disminuyen. Se utilizan mucho en decoración y
protección de superficies de madera y sobre metal, tanto en exteriores como en
interiores. Además de utilizarlo como cubriente, se obtienen barnices
transparentes.
También se utilizan como imprimaciones anticorrosivas, aunque necesitan primero
una preparación esmerada si se utiliza sobre metal. También se utiliza sobre
superficies de cemento, aunque conviene neutralizarlo. Se aplica con brocha,
rodillo, pistola o por inmersión.
• Pinturas de resinas: Pinturas al cloro-caucho. Se obtienen a base de un derivado
clorado del caucho. Disolventes especiales, generalmente aromáticos (los
disolventes normales, aguarrás, white spirit, no son suficientemente fuertes). A
veces llevan cargas, pigmentos de color y aditivos adecuados. Resisten agentes
atmosféricos, agua y agentes químicos. Son impermeables, se adhieren bien a
cualquier superficie, incluso las de tipo alcalino. Secaje rápido. Resisten la sosa y
los ácidos y se reblandecen con aceites y grasas. Son sensibles al calor (" 70 ºC) y
se descomponen a estas temperaturas. Se utiliza sobre superficies de hormigón,
acero, depósitos de cemento, marcas viales, piscinas, etc. No tienen problemas
para repintados. Se aplica con brocha y con
pistola aerográfica utilizando los disolventes
especiales para evitar que se formen hilos.
• Pintar sobre Lienzo. A partir del siglo 16,
los artistas dejaron de pintar sobre madera,
que era u soporte pesado voluminoso y
difícil de preparar. Los artistas prefieren
trabajar sobre un lienzo tensado sobre un
armazón ligero llamado bastidor, aparte no
se rompe cuando se cambia de
temperatura y para transportarlo es muy fácil por que solo lo tenían que desmontar
y enrollarlo. Los artistas usaban telas diferentes depende sus gustos.
• Papel y Lápiz. Hasta el siglo XVI el dibujo solo lo usaban para hacer sus bocetos
y como borrador. Empezaron a pintar solo con un lápiz, plumas y carboncillos;
todos los instrumentos que existían en esa época. Después solo con algunos
trazos podían captar una mueca o plasmar algún animal.
• Tinta china: Estaba hecha con negro de humo, gelatina y alcanfor; se amarilleaba
con el tiempo.
• El carboncillo: es de los más antiguos y se constituía por una ramita carbonizada
de sauce o de tilo, se utilizaba para los bocetos.
• El pastel: se crearon en el siglo XV. Están hechos con pigmentos mezclados con
cola y goma arábiga, a veces con miel y leche.
• La sanguina: elaborada por una piedra roja, se utilizaba para dar un toque de
color a los dibujos. La usó Leonardo da Vinci.
• EL Lápiz: A finales del siglo XVIII se crea con una mina de grafito metida en una
barrita de madera.
• La Pintura al Agua. EL equipo es una caja de acuarelas, pinceles de pelo de
camello y un cuaderno de papel grueso el artista viajaba para explorar mares,
bosques y tierras desconocidas. Pintaban la naturaleza y hacen surgir paisajes en
los que colores, formas y contornos se iluminan. La acuarela es realizada con
pigmentos disueltos en agua. La característica que distingue a la acuarela es su
transparencia; la superficie del papel resulta visible a través de sus finos colores,
creando un efecto velado, muy diferente del grosor y opacidad de la pintura al óleo
y de otros pigmentos disueltos en aglutinantes más densos. Las acuarelas se
obtienen por aglutinación de pigmentos secos en polvo mezclados con goma
arábiga, que se extrae de la acacia y que solidifica por evaporación, pero que es
soluble en agua. Las acuarelas, en estado sólido, se disuelven en agua y se
aplican sobre el papel con un pincel. Si bien la acuarela es un tipo de pintura
relativamente moderno, a lo largo de la historia se han utilizado diferentes pinturas
a base de agua. Se puede considerar que las primeras acuarelas son los papiros
del antiguo Egipto.
La publicidad se inicia con el cartel, en el siglo XVIII, y con los anuncios luminosos en el
siglo XIX, con estos las revistas no tardaron en bañarse de rojo, verde y azul. Increíble fue
el aumento en las preferencias de consumo, por lo cual los colores se transformaron en
estrategia segura para respaldar los mecanismos del consumo. Gracias a la nueva
policromía, los productos adquieren mayor relieve y se hacen visibles, siendo los
cosméticos los pioneros en la vanguardia del desarrollo del color. El cartel publicitario está
fundado en el principio de la impresión psicológica en tres procesos: sensación, selección
y percepción. Se parte de una idea sencilla, magnificada por el color, en función de la
tipología del consumo y del consumidor, con énfasis en los tonos brillantes y en los
contrastes fuertes para su perfecta visualización a distancia. La publicidad, o el cartel
mismo, se relaciona de muy cerca con el arte, ya que se puede considerar como una
extensión de la pintura, puesto que este también pone en juego las sensaciones y el
provocar al público, ofreciendo un producto como mensaje directo y principal. Este último
punto sería la diferencia en cuanto a funcionalidad entre la publicidad y la pintura en todo
su contexto. Como consecuencia de varios factores económicos, urbanísticos y estéticos,
nace el cartel moderno con la necesidad de ampliar los mercados para ciertos productos,
estimula el desarrollo de mensajes publicitarios más eficaces que puedan ser percibidos
por todos y que resulten agradables para el espectador. La calle, cada vez más móvil y
multitudinaria, es el lugar ideal donde grandes pliegos de papel, ingeniosamente
coloreados, pueden hacer eficaz el anuncio. El cartel, por tanto, reúne una serie de
requisitos que han permanecido prácticamente invariables hasta nuestros días: Está
realizado para su reproducción masiva en copias mecánicas idénticas entre sí. Presenta
una integración de texto e imagen, de tal modo que cada uno de estos dos elementos se
interrelacionan y se subordina a un mensaje predominante. Las copias tienen un tamaño
relativamente grande que permite la contemplación de varios espectadores a la vez.
Todas estas características están ya presentes en la obra de Jules Chéret, quien fue el
primero en producir sistemáticamente, desde 1866, grandes carteles litográficos en color,
en estos destacan los carteles de los espectáculos del Moulin Rouge. El estilo de Chéret
se inspira en la pintura barroca, y es muy significativa su consideración del cartel como
mural excelente antes que como forma publicitaria eficaz. A esta sensibilidad de muralista
añadió una gran capacidad para captar el idioma gráfico popular; su búsqueda del
dinamismo y la habilidad para sugerirnos, con medios lineales y tintas planas, la tercera
dimensión, constituyen rasgos distintivos de su obra: Bal Valentirlo (1868), Les Girard
(1879), Carnaval (1894), Théatre de l'Opera (1893). El impacto de estos carteles fue muy
grande; importantes artistas de finales de siglo hacen incursiones en el nuevo medio
expresivo, siendo este pintor impresionista con influencia oriental, Henri de Toulouse-
Lautrec, quien no utilizó el cartel sólo como medio publicitario, sino que proyectó en él su
propia experiencia personal dramática y compleja; en Diván Japonés retrata a su amiga
Jane Avril, donde acentúa el elemento caricaturesco y el abocetado. El genio de este
pintor da a sus originales el toque maestro del color, simplificando en sus aplicaciones y
combinaciones, contribuyendo al perfil característico de esta escuela. A su resplandor
universal contribuyen, entre otras figuras del impresionismo, Matisse y Picasso, este
último se destaca con La habitación azul en 1901.
Referencias: http://www.arqhys.com/pintura.html
Podemos decir que todo edificio o monumento tiene: La plástica propia de los
materiales que forman los volúmenes o estructuras. La plástica o belleza que obtiene con
materiales aplicados posteriormente, o sea, superpuestos a esas estructuras. Es por
medio de la plástica arquitectónica, el lenguaje del arquitecto, que los críticos e
historiadores han llenado textos y tratados, convirtiendo el arte arquitectónico en un arte
de estilos.
Elementos de la Plástica
Forma: es la concepción espacial del espacio o envolvente, capaz de crear una sensación
determinada.
Material: es lo que determina la posibilidad de realización de una idea. Presenta
características propias de textura y color que pueden aprovecharse o no, según se
convenga.
Color: un elemento de la plástica que permite crear sensaciones rápidas de percepción
visual mediante la pintura aplicada o no a una forma o espacio determinado.
Movimientos:
1. Barroco
2. Romanticismo
3. Impresionismo
4. Realismo
5. Postimpresionismo
6. Fauvismo
7. Cubismo
También dirigió a los artistas a alejarse de los temas paganos que tanta
aceptación tuvieron durante el Renacimiento, así como evitar los desnudos y
las escenas escandalosas.
Tanto en las artes visuales como en la música, la influencia de la Iglesia sobre los artistas
iba dirigida a emocionar y enardecer la devoción mediante estímulos psicológicos.
• Impresionismo: Movimiento
pictórico francés de finales del
siglo XIX que apareció como
reacción contra el arte académico.
El movimiento impresionista se
considera el punto de partida del
arte contemporáneo. El
impresionismo en pintura partió
del desacuerdo con los temas
clásicos y con las fórmulas
artísticas preconizadas por la
Academia Francesa de Bellas
Artes. Los impresionistas
escogieron la pintura al aire libre y
los temas de la vida cotidiana. Su
primer objetivo fue conseguir una representación del mundo espontánea y directa,
y para ello se centraron en los efectos que produce la luz natural sobre los objetos.
• Postimpresionismo: El
postimpresionismo era tanto una
extensión del impresionismo como un
rechazo a sus limitaciones. Los
postimpresionistas continuaron utilizando
colores vivos, una aplicación compacta de
la pintura, pinceladas distinguibles y
temas de la vida real, pero intentaron
llevar más emoción y expresión a su
pintura.
Sus formas más exageradas y el uso del color, estructura y líneas prepararon el terreno
para los estilos que seguirían más adelante del siglo XX, como el fauvismo o el cubismo.
Con el postimpresionismo se creó un nuevo tipo de artista, el genio individual que vive de
su arte, la personalidad creadora que plasma su psicología en el cuadro, gracias a su
trazo singular, al color personal, y a la recuperación de las formas y las estructuras, pero
con una nueva lectura. El color se hace representativo y subjetivo, no objetivo. Se
representa el color con que se ve el alma de las cosas. La realidad se interpreta según la
visión personal del genio creador. Los pintores huyen de París buscando el primitivismo
del arte, aunque esta ciudad sigue siendo el centro del arte mundial. Estos nuevos
impresionistas tienen una visión particular de su pintura, que les aleja del impresionismo
clásico.
Casi todos estos autores serán, durante un tiempo, impresionistas, pero lo superarán
dando soluciones personales. Muchos de ellos están en el origen de las vanguardias
históricas.
El cubismo se pregunta, también, por los problemas del volumen y del espacio. Su ruptura
con la tradición renacentista e impresionista es total, y busca un nuevo espacio pictórico
para sus formas. Una de las características del cubismo es su representación en blanco y
negro, consecuencia de su desvinculación con la naturaleza e influido por la fotografía,
para facilitar la lectura del cuadro. El cubismo se preocupa por la representación del
movimiento y por lo tanto del tiempo: de la cuarta dimensión. El tiempo cobra un nuevo
significado tras la teoría de la relatividad de Einstein . El cuadro cubista pretende
representar, al mismo tiempo, todas las formas posibles de ver una figura, esto implica
que el espectador está obligado a mover los ojos para recomponer la figura. El color
ceniza, el blanco y el negro, ayudan a la reconstrucción del cuadro. La cuarta dimensión
está en la mente humana, vemos el mundo con movimiento, con el paso del tiempo, y eso
es lo que pretende captar el cuadro cubista.
Tras la época clásica del cubismo aparecen tres escuelas: la Sección Áurea (o Sección de
Oro), que pretenderá llevar las matemáticas a la pintura de manera consciente, tanto en
los ritmos como en las proporciones de la descomposición cubista; el orfismo es el
cubismo colorista, un tanto evocador de sueños extraños, está muy cerca de la
abstracción pura; y por último está el purismo de la Bauhaus que reaccionó contra los
excesos del cubismo y vuelven a las formas simples y analíticas. Del cubismo surge una
nueva técnica pictórica: el colage, al pegar en los cuadro trozos de realidad que facilitan
su lectura, también la inventa Picasso. Con el colage la palabra impresa entra a formar
parte de la obra de arte. Pero el cubismo es, ante todo, la estética que da el paso
definitivo hacia la abstracción pura.
Referencias:
o http://www.arqhys.com/la-plastica.html
o http://www.arteguias.com/barroco.htm
o http://www.jpuelleslopez.com/Romantic3.htm
o http://www.supercable.es/~maika1/texto/impresionismo%20arte.htm
o http://www.ciber-arte.com/movimientos/realismo.htm
o http://www.profesorenlinea.cl/artes/fauvismoMatisse.htm
o http://www.pastranec.net/arte/sigloxx/cubismo.htm
1. Futurismo
2. Neoplatisismo
3. Dadaísmo
4. Minimalismo
5. Expresionismo abstracto
6. Arte callejero
7. Arte contemporáneo